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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario BÃblico Católico de Haydock Comentario Católico de Haydock
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre 1 Peter 3". "Comentario BÃblico Católico de Haydock". https://studylight.org/commentaries/spa/hcc/1-peter-3.html. 1859.
Haydock, George Leo. "Comentario sobre 1 Peter 3". "Comentario BÃblico Católico de Haydock". https://studylight.org/
Whole Bible (28)New Testament (6)Individual Books (3)
VersÃculo 1
Deja esposas, etc. En los primeros seis versÃculos da instrucciones a las mujeres casadas. 1. Por su disposición modesta y sumisa para esforzarse por ganar y convertir a sus maridos, mostrándoles tal respeto como lo hizo Sara, (cuyas hijas deben estimarse a sà mismas) que llamaba a Abraham su señor o amo; (Génesis xviii. 12.) 2. Ser modestos en su vestimenta, sin vanidad; 3. Que las mujeres cuiden al máximo al hombre escondido, i.
mi. de la disposición interior de su corazón, que él llama la incorruptibilidad de un espÃritu apacible y manso; 4. No temer ningún problema, cuando el servicio de Dios o el deber hacia sus maridos lo requiera. (Witham)
VersÃculo 7
Maridos, etc. Su consejo a los maridos: 1. Conducirse hacia sus esposas con conocimiento, prudencia y discreción; 2. No de manera imperiosa, sino tratando a sus esposas con respeto y honor, aunque la esposa sea el vaso más débil tanto en cuerpo como en mente; 3. Considerarse a sà mismos ya sus esposas coherederos con ellos de las gracias y favores de Dios, tanto en este mundo como en el venidero; 4. Que sus oraciones y su deber para con Dios no se vean obstaculizados, ni por demasiado cariño y obediencia, ni por desacuerdos y disensiones. (Witham)
VersÃculo 8
Sed todos de una sola mente. Estas instrucciones no son solo para el esposo y la esposa, sino para todos, a quienes en general se recomiendan estas virtudes. Y el deber de cada uno está comprendido en estas pocas palabras del Salmo xxxiii. "Apártate del mal y haz el bien ... Los ojos del Señor están sobre los justos ... Pero el rostro del Señor está contra los que hacen lo malo", etc. Nada puede lastimarte, y no debes temer a las amenazas, ni a los terrores, si con celo sigues y te adhieres a lo que es bueno. (Witham)
VersÃculo 15
Siempre dispuesto a satisfacer, [1] & c. San Pedro quiere que cada cristiano, según sus circunstancias y capacidad, esté dispuesto a dar razones generales de su fe y esperanza de salvación, tanto a los infieles como a los herejes que se niegan a creer. (Witham)
[BIBLIOGRAFÃA]
AdSatisfacciónem, griego: pros apologian, ad defensionem.
VersÃculo 18
Cristo ... siendo ejecutado en verdad en la carne, muriendo en la cruz por nuestros pecados, pero revivido por el espÃritu. [2] Por el espÃritu aquà algunos entienden el espÃritu divino de Cristo y el poder de su divinidad, por el cual pronto se levantó de la muerte a una vida inmortal por su gloriosa resurrección. Pero otros por el espÃritu entienden más bien el alma de Cristo, por la que nunca murió, que siempre permaneció unida a su persona divina, y que al tercer dÃa volvió a reunir a su cuerpo. (Witham)
[BIBLIOGRAFÃA]
In quo (spiritu) Griego: en o (pneumati) veniens Griego: poreutheis, profectus. En cuanto a las diferentes exposiciones de este lugar, véanse Estius, Cornelius a Lapide, etc. que también el Dr. Pearson establece en general. Los escritores protestantes tardÃos, como puede verse en Dr. Hammond y Dr. Wells, exponen este lugar de modo que no signifique un descenso real del alma de Cristo al infierno, ni a ningún lugar infernal, sino solo que su espÃritu divino envió a Noe [Noah ] para predicar a los espÃritus en la prisión de su cuerpo, (i.
mi. a los malvados que vivieron en los dÃas de Noé) para exhortarlos al arrepentimiento. Pero esta exposición, como observó el Dr. Pearson, está en contra de la opinión general de la Iglesia y de los antiguos Padres; y del cual San AgustÃn dijo, (Epis. 163. tom. 2. p. 574) Quis nisi infidelis negaverit, fuisse apud inferos Christum?
VersÃculo 19
En el cual (a saber, alma o espÃritu) también vino y predicó a los espÃritus que estaban en la cárcel. La interpretación verdadera y común de este lugar parece ser que el alma de Cristo, después de la separación del cuerpo y antes de la resurrección, descendió a un lugar en las partes interiores de la tierra, llamado infierno en lo que llamamos los apóstoles. 'credo, (a veces llamado el seno de Abraham, a veces Limbus Patrum [Limbo de los Padres], un lugar donde fueron detenidas todas las almas de los patriarcas, profetas y hombres justos, como si estuvieran en prisión) y se predicó a estos espÃritus en este prisión; I.
mi. Les trajo esta feliz noticia, que él, que era su Redentor, abrió como las puertas del cielo. Entre ellos habÃa muchos que habÃan sido incrédulos al principio en la época de Noé [Noé], quienes no aceptaron la advertencia de que él preparara y construyera el arca, pero se puede suponer razonablemente que muchos de ellos se arrepintieron de sus pecados cuando vieron el peligro se acerca, y antes de que perecieran por las aguas del diluvio, de modo que murieran al menos no culpables de condenación eterna; porque, aunque eran pecadores, adoraban al Dios verdadero, porque no encontramos ninguna prueba de idolatrÃa antes del diluvio.
A estos, entonces, y a todas las almas de los justos, Cristo descendió para liberarlos de su cautiverio, de su prisión, y conducirlos en su ascensión triunfante con él al cielo. La Iglesia de Inglaterra no puede reñir con esta exposición, que parece totalmente conforme con el tercero de sus treinta y nueve artÃculos, que en la actualidad dice asÃ: "Como Cristo murió por nosotros y fue sepultado, asà también se debe creer que él descendió al infierno.
"Asà se expresa en los artÃculos bajo la reina Isabel, en el año 1562; y en los artÃculos publicados diez años antes, en el año 1552, en el cuarto año del rey Eduardo VI, las palabras eran:" que el cuerpo de Cristo yacÃa en la tumba hasta su resurrección, pero el espÃritu que entregó fue con los espÃritus que estaban detenidos en la prisión o en el infierno, y les predicaron, como el lugar en St.
Peter testifica. El Dr. Pearson sobre el quinto artÃculo del credo, escribe asÃ: "No hay nada en lo que los Padres estén más de acuerdo que en un descenso local y real del alma de Cristo a las partes infernales, a la morada de las almas difuntas". .... Esta fue la opinión general de la Iglesia, como puede parecer por los testimonios de aquellos escritores antiguos, que vivieron y escribieron sucesivamente en varias épocas, y dieron esta exposición en términos tan expresos que no son susceptibles de otra interpretación.
"Asà el Dr. Pearson. Ãl cita a los Padres. Ver la edición, en el año 1683, p. 237. (Witham) &mdash San AgustÃn, en su 99ª epÃstola, confiesa que su texto está repleto de dificultades.
Esto que él declara es claro, más allá de toda duda, que Jesucristo descendió en alma después de su muerte a las regiones de abajo, y concluye con estas palabras: Quis ergo nisi infidelis negaverit fuisse apud inferos Christum? En esta prisión las almas no serÃan detenidas a menos que estuvieran en deuda con la justicia divina, ni se les predicarÃa la salvación a menos que estuvieran en un estado capaz de recibir la salvación.
VersÃculo 21
Bautismo, etc. Es decir, el arca era figura del bautismo, que te salva de la muerte del alma; y como nadie fue salvo de las aguas del diluvio sino esas pocas ocho personas que estaban en el arca, asà nadie puede entrar en el cielo si no ha sido bautizado, o ha tenido un deseo de él cuando llega al uso de razón. Y aquellas personas que sean capaces de saber lo que reciben, deben venir con las disposiciones de fe y un verdadero arrepentimiento, que aquà se llama el examen (literalmente, el interrogatorio [3]) de una buena conciencia, quienes por lo tanto son examinados si cree en un Dios y tres Personas, etc.
(Witham) &mdash No el guardar, etc. Tanto como para decir, que el bautismo no tiene su eficacia, para la salvación, de lavar cualquier inmundicia o suciedad corporal; sino de su purificación de la conciencia del pecado: cuando se acompaña de disposiciones adecuadas en la fiesta, para responder a los interrogatorios hechos en ese momento, en relación con la fe, la renuncia a Satanás con todas sus obras, y la obediencia a los mandamientos de Dios. (Challoner)
[BIBLIOGRAFÃA]
Conscientiæ bonæ interrogatio, griego: eperotema. Ver Estius.
VersÃculo 22
Jesús ahora, como nuestro Redentor, y como hombre, está sentado a la diestra de Dios, (ver Marcos 16:19; Colosenses 1; Hebreos 1, 3, etc.) habiendo tragado [4] (devorado o destruido) la muerte ; habiendo vencido y triunfado sobre el diablo, el pecado y la muerte, para que por su gracia y sus méritos seamos herederos de la vida eterna; y ha ido al cielo, Ãngeles, etc. siendo sometido a él. (Witham)
[BIBLIOGRAFÃA]
Estas palabras, que se encuentran en todas las copias latinas y citadas por los Padres latinos, son escasas en cualquier manuscrito griego y, por lo tanto, se omiten en la traducción protestante.