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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar Comentario CrÃtico Sin Abreviar
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Peter 3". "Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://studylight.org/commentaries/spa/jfu/1-peter-3.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Peter 3". "Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://studylight.org/
Whole Bible (28)New Testament (6)Individual Books (3)
VersÃculos 1-22
CAPITULO 3DEBERES RELATIVOS DE MARIDOS Y ESPOSAS: EXHORTACIONES AL AMOR Y LONGANIMIDAD: LA CONDUCTA DEBIDA BAJO LA PERSECUCION POR AMOR A LA JUSTICIA, SEGUN EL EJEMPLO DE CRISTO. CUYA MUERTE EFECTUO EN NOSOTROS UNA VIVIFICACION POR MOTIVO DE LA REVIVIFICACION DE EL. DE LA CUAL EL BAUTISMO ES EL SELLO SACRAMENTAL.
1. Asimismo-Griego, âdel mismo modoâ, asà como toca a los siervos en la esfera de ellos; comp. la razón de la sujeción de la mujer, 1Co 11:8-10; 1Ti 2:11-14. vuestros-âa los propiosâ, subrayando la obligación: no es a los extraños a quienes debáis sujetaros. Cada vez que se intima a las mujeres a la obediencia a sus maridos, el griego idios, âlo particularmente propioâ, se usa, mientras que las esposas de los hombres se expresa con heauton, âde ellos mismosâ. Sintiendo la necesidad de apoyarse en uno más fuerte que ella, la esposa (especialmente la casada con inconverso) puede ser tentada, si bien en lo espiritual, a relacionarse con otro en una forma que debe ser sólo con su propio esposo (1Co 14:34-35 : âpreguntan en casa a sus propios maridosâ); una amistad asà podrÃa formarse con la persona del enseñador que, sin ser en el sentido común el adulterio espiritual, podrÃa con todo debilitar en su base la relación marital. [Steiger]. para que-Griego âPara que también si (o, aunque) algunos no creen â¦â Aunque tienes marido que no obedece a la palabra (o sea, que es incrédulo). sin (la) palabra-sin oÃr la predicación de la palabra, la manera común en que âviene la feâ. Pero Bengel: âsin palabraâ, eso es, sin la directa conversación evangélica con las esposas. âsean (lit., serán, según los mejores manuscritos, lo que señala la casi seguridad del resultado) ganadosâ indirectamente âHacer sin hablar es más poderoso que hablar sin hacerâ [Oecumenius.] âUn alma convertida es ganada, para sÃ, para el pastor, para la esposa, o marido, que la buscaba, y para Jesucristo; agregaba al tesoro de aquel que no creyó demasiado cara su propia sangre preciosa para ponerla en cambio de esta gananciaâ. [Leighton]. âLa esposa discreta elegirá persuadir a su marido a compartir con ella las cosas que corducen a la dicha; pero si esto es imposible ella debe seguir procurando la virtud, obedeciéndole en todo, de modo que nada haga en ningún tiempo contrario a la voluntad de él, salvo en tales cosas que sean esenciales para la virtud y para la salvaciónâ [Clemente de AlejandrÃa].
2. considerando-con cuidadoso escrutinio; lit., âhabiendo observado de cercaâ. casta-pura, sin mácula, libre de toda impureza. temor-reverencial, hacia vuestros maridos. Escrupulosamente puras en contraste con el carácter bullicioso, ambicioso de las mujeres mundanas.
3. de las cuales-es decir âvuestro adornoâ. Lit., âSea (como su adorno especial) no el exterior (usual en el sexo que primero por la caÃda, trajo la necesidad del vestido, Nota al 5:5) de ⦠sino â¦â encrespamiento-artificial, para atraerse la admiración. atavÃo-lit., âlo peripuestoâ, como la diadema para la cabeza, brazaletes para el brazo, anillos para el dedo. ropas-ostentosas y costosas. âTen el rubor de la modestia en tu rostro en vez de la pinturaâ [Melissa].
4. Sino-más bien. âEl adorno exteriorâ de joyas, etc., está prohibido, en cuanto la mujer ame tales cosas, no en cuanto las use por el sentido de la propiedad, y no abuse de ellas. La singularidad viene mayormente del orgullo, y echa estorbos innecesarios en el camino de otros. Bajo un atavÃo costoso puede haber una mentalidad humilde. âGrande es aquel que usa la loza como si fuera plata; no menos grande es el que usa su plata como si fuese lozaâ. [Séneca en Alford]. en hombre ⦠encubierto-asà dice el griego: el hombre interior, que el cristiano esconde instintivamente de los ojos del público. (hombre) del corazón-que consiste en el corazón regenerado y adornado por el EspÃritu. Este âhombre interior del corazónâ es el sujeto del verbo âseaâ del v. 3: âVuestro adorno sea el hombre interior â¦â en incorruptible-que consiste en lo (o tácitamente en el ornato) incorruptible; âlo que no es transitorio, ni manchado de corrupción, como todos los adornos mundanos. agradable-Manso (Mat 5:6; Mat 11:29), que no crea bulla: pacÃfico, que soporta con tianquilidad los disturbios hechos por otros. Manso en el afecto y sentimientos; pacÃfico en palabras, de rostro, y en acciones [Bengel]. de grande estima-Los resultados de la redención debieran corresponder a su tan alto precio (Mat 1:19). delante de Dios-quien ve lo interior, no las meras exterioridades.
5. asÃ-âde esta maneraâ, con el atavÃo de un espÃritu manso y calmoso (comp. el retrato de la esposa piadosa, Pro 31:10-31). esperaban-âSantasâ se explica por el hecho de que âesperaban en (eis, para ser unidas a) Diosâ. La esperanza en Dios es la fuente de toda verdadera santidad [Bengel]. sujetas-su adorno consistÃa en su subordinación femenina.
6. Sara-un ejemplo de fe. llamándole señor-(Gen 18:12). espantadas de ningún pavor-Griego, âalarma turbulentaâ, âconsternaciónâ. Obrad bien, no os dejéis vencer por el pánico, como las mujeres débiles ante cualquier oposición de afuera. Bengel traduce: âno teniendo ningún terror que venga de afueraâ (vv. 13-16). La Versión de los Setenta (Pro 3:25) usa la misma palabra griega, a la cual probablemente Pedro alude. La ira asalta a los hombres; el miedo a las mujeres. No tenéis que temer a hombre alguno, al hacer lo que es justo: no consternadas por la repentina explosión de enojo de parte de vuestros maridos incrédulos, mientras estéis haciendo bien.
7. habitad-Griego, âhabitandoâ, complemento del verbo del 2:17, âHonrad a todosâ. ciencia-el conocimiento cristiano; apreciando la debida relación de los sexos en el propósito de Dios, y obrando con ternura y paciencia conformemente: prudentemente, con sabia consideración. dando honor a la mujer-tradúzcase y puntúese el griego más bien: âhabitando según la ciencia con el (âvasoâ) femenino como con el vaso más débilâ (véase nota a 1Th 4:4). Tanto el marido como la esposa son vasos en las manos de Dios, y hechura de Dios, para cumplir sus propósitos de gracia. Ambos débiles, la mujer la más débil. El sentido de su propia debilidad y de que ella, como él mismo, es vaso y hechura de Dios, debe llevarlo a obrar con tierna y sabia consideración para con la que es de hechura más debil, dándole (lit., consignándole, señalándole) honor, por ser ellos (además de ser marido y esposa) también âcoherederosâ. (La razón por qué debe el hombre dar honor a la mujer es, porque Dios da honor a ambos: comp. el mismo argumento en el v. 9) Pedro no toma en cuenta el caso de la esposa incrédula, como quien pudiera llegar a creer. la gracia de la vida-la vida es don gratuito de Dios (1Th 1:4, 1Th 1:13). oraciones no ⦠impedidas-por disensiones que impidan la oración unida, de la que depende la bendición.
8. Resumen general del deber relativo, después de haber detallado los deberes particulares, desde el 2:10. de un mismo corazón-o mente, tocante a la fe. compasÃvos-Grieqo, âcompadeciéndoosâ en los goces y penas los unos de los otros. amándoos fraternalmente-Griego, âamando a los hermanosâ. misericordiosos-para con los afligidos. amÃgables-la verdadera cortesÃa cristiana; no el falso brillo de la cortesÃa mundana: estampada con el amor no fingido, por una parte, y con la humildad de la otra. Los manuscritos antiguos dicen âhumildesâ, o âde mente humildeâ, en vez de amigables, que indica de parte de uno el esfuerzo consciente de serlo en verdad.
9. mal por mal-en los hechos. maldición-âla injuriaâ; en palabras. bendiciendo-a vuestros injuriadores. sabiendo que-Los manuscritos más antiguos, sólo: âporqueâ. sois llamados-Griego, âfuisteis llamadosâ. bendición en herencia-Griego, âpara heredar en bendicionesâ, no sólo pasiva, sino también activamente: recibiendo bendición espiritual de Dios por la fe, y de vuestra parte de amor bendiciendo a otros. [Gerhard en Alford]. âNo es con el fin de heredar la bendición que debamos glorificar sino porque ya es nuestra posesión. Ninguna injuria os podrá dañar (v. 13). Imitad a Dios, quien os bendice. Las primicias de su bendición de la eternidad las gozan los justos ahora mismo (v. 10). [Bengel].
10. el que quiere amar-La vida (presente y eterna) y quiere seguir amándola, sin envolverse en los males que hacen de esta vida una carga y que le hagan perder la vida eterna. Pedro confirma su exhortación del v. 9 citando el Psa 34:12-16. refrene-Lit., âhaga cesarâ; expresando que nuestra inclinación natural es de hablar mal. âLos hombres comúnmente piensan que se expondrÃan al abuso de sus enemigos, a menos que demandasen sus derechos. Pero el EspÃritu promete una vida de bendiciones solamente a los que son benignos y pacientes con los malesâ [Calvino]. mal ⦠engaño-Primero Pedro amonesta contra los pecados de la lengua, la injuria, el engaño, âbilingüesâ: luego contra los actos que dañan al prójimo.
11. En los manuscritos más antiguos: âademás (de sus palabras: en los hechos) apárteseâ. sÃgala-como persiguiendo una cosa difÃcil de alcanzar, y que se esquiva de uno en este mundo de tribulaciones.
12. La base de la prometida vida presente y eterna de bendiciones para los mansos (v. 10). Los ojos del Señor están siempre sobre ellos para bien. oidos atentos a sus oraciones-(1Jo 5:14-15). rostro ⦠sobre-Los ojos sugieren consideración favorable; el rostro del Señor sobre los que hacen mal, denota que los mira de cerca, de modo de no permitir que dañen seriamente a su pueblo (v. 13).
13. quién ⦠podrá-Griego, â¿quién es aquel que os hará daño?â Esta confianza intrépida en la protección del daño por Dios, Cristo, la Cabeza, en sus padecimientos la experimentó; asimismo sus miembros. si ⦠seguÃs-Griego, âSi os hicieseis imitadores (los manuscritos más antiguos: âcelososâ, Tit 2:14) del bienâ. âEl bienâ: el contraste en el griego es: ¿quién os hará mal, si sois celosos en hacer el bien?
14. Mas también si-âPero aunque padezcáis â¦â âLas promesas de esta vida alcanzan sólo allá donde nos convenga que se cumplanâ [Calvino]. Asà sigue declarando las excepciones de la promesa (v. 10) y cómo los prudentes se portarán en tales casos excepcionales, âSi acaso sufrierais â¦â; palabra más suave que âdañarâ. por hacer bien-Griego, âa causa de justiciaâ; âno el padecimiento, sino la causa por la cual uno padece, hace el mártirâ. [AgustÃn]. (sois) bineaventurados-Ni puede el padecer quitar la buena ventura; más bien la encarece. Por tanto-Griego, âPeroâ no perdáis vuestra bendición (v. 9), temiendo el terror del hombre en los tiempos de vuestra adversidad. Lit., âno os aterrorice el terror de ellosâ, no temáis el terror que ellos quieren infundiros, terror que ellos mismos experimentan cuando están en la adversidad. Este y el v. 15 son citas de Isa 8:12-13.Dios solo ha de ser temido; el que teme a Dios, no tiene a quién más temer. ni seáis turbados-la amenaza de la ley, Lev 26:36; Deu 28:65-66; en contraste con ella, el evangelio da al creyente un corazón que siente la seguridad del favor de Dios, corazón por tanto tranquilo en toda adversidad. No temáis, ni aun estéis agitados.
15. santificad-haced santo; honrad como santo, entronizándolo en vuestros corazones. Asà en la oración dominical (Mat 6:9). La santidad de Dios es asà glorificada en nuestros corazones como morada de su EspÃritu. Señor Dios-Los manuscritos más antiguos leen âa Cristoâ: âSantificad a Cristo por Señorâ. y estad-Griego, âperoâ, o âademásâ. Además de esta santificación interior de Dios en el corazón, estad siempre listos para dar razón ⦠responder-respuesta apologética en defensa de vuestra fe. a cada uno que os demande-Esto limita la extensión de la palabra âsiempreâ: al blasfemo no hay que darle razón, sino al pagano que interroga con sinceridad. razón-Griego, âlogónâ, palabra, una relación razonable. Esto rebate el dogma de Roma, âlo creo porque la Iglesia lo creeâ. La credulidad es creer sin evidencia; la fe es creer por la evidencia. No hay dónde descansar la razón misma sino en la fe. Este texto no impone la obligación de presentar un ensayo erudito ni defensa lógica de la revelación. Pero como los creyentes se niegan a sà mismos, crucifican al mundo, y afrontan la persecución, necesitan ser alentados con alguna fuerte âesperanzaâ; hombres del mundo, que no tienen tal esperanza ellos mismos, son movidos por la curiosidad a preguntar el secreto de esta esperanza; el creyente debe estar preparado para dar un relato experimental de âcómo nació en él la esperanza, qué es su contenido, y sobre qué descansa como apoyoâ [Steiger]. con mansedumbre-Los manuscritos más antiguos: âpero con â¦â El orden del griego es: âAparejados ⦠razón ⦠vosotros, pero con mansedumbre â¦;â no con arrogancia e impertinencia (comp. v. 4). Es la manera más eficiente; no la impetuosidad y la suficiencia propias. reverencia-el debido respeto hacia el hombre y temor hacia Dios, recordando que la causa de él no necesita el enojo ni la ira del hombre para defenderse.
16. Teniendo buena conciencia-la fuente secreta de la prontitud para dar razón de nuestra esperanza. Asà la esperanza y la buena conciencia van unidas en Act 24:15-16. La profesión sin la práctica no tiene peso. Pero los que tienen buena conciencia pueden permitirse dar razón de su esperanza âcon mansedumbreâ. en lo que murmuran-Un manuscrito antiguo dice: âen lo que sois calumniadosâ, y omite âcomo malhechoresâ. blasfeman-el griego expresa la malicia demostrada en hechos tanto como en palabras. Se traduce âultrajanâ en Mat 5:44; Luk 6:28. conversación-vida, conducta, comportamiento. en Cristo-quien es el mismo elemento de vuestra vida de cristianos. âEn Cristoâ de âbuena.â Es vuestra buena conducta como cristianos, no como ciudadanos, lo que evoca la malicia (Luk 4:4-5, Luk 4:14).
17. mejor-uno no puede objetar diciendo: Yo no lo llevarÃa tan mal, si lo hubiese merecido: a lo que Pedro responde: Es mejor que no lo merecieras, a fin de que, haciendo bien y con todo calumniado, puedas probar que eres un cristiano verdadero [Gerhardt]. si la voluntad de Dios asà lo quiere-Mejor como los manuscritos más antiguos tienen el modo optativo (theloi), âsi la voluntad de Dios (lo) quisiereâ. Los que honran la voluntad de Dios como su suprema ley (Luk 2:15), tienen el consuelo de saber que el padecimiento es de la ordenación de Dios (Luk 4:19). Asà Cristo mismo; nuestra inclinación humana no lo desea.
18. En confirmación de lo anterior (v. 17), por los gloriosos resultados del inocente padecimiento de Cristo en muerte y en vida; pues su muerte trajo el resultado mejor para él mismo y para nosotros [Bengel].
18. Cristo-El Santo Ungido de Dios; el Santo sufrió por los pecados; el Justo por los injustos. también-Asà como vosotros (v. 17). Comp. el 2:21; allà se exponen sus padecimientos como ejemplo para nosotros; aquÃ, como prueba de la bienaventuranza de sufrir a causa del bienhacer. una vez-por todas; para no sufrir más para siempre jamás. Nos es mejor también sufrir una vez con Cristo que sufrir para siempre sin Cristo [Bengel]. Ahora estamos sufriendo la âuna vezâ nuestra; pronto esto será pretérito; un buen consuelo para experimentar. por los pecados-como si él mismo los hubiera cometido. Se expuso a la muerte al dar su âconfesiónâ, asà como se nos exhorta a âresponder al que nos pide razón de nuestra esperanzaâ. Como él sufrió âel justoâ, asà debiéramos estar dispuestos a sufrir por amor a la justicia (v. 14; comp. vv. 12, 17). para llevarnos a Dios-juntos consigo en su ascensión a la diestra de Dios (v. 22). Nos lleva a nosotros âlos injustosâ, justificados, juntamente al cielo. Asà es el resultado de su muerte âtraer a sà a todosâ; espiritualmente ahora, por cuanto tenemos acceso al santuario, abierto por la ascensión de Cristo, literalmente más adelante. âLlevarnosâ además por los mismos pasos de la humillación y exaltación por los que pasó él. a Dios-el caso dativo, complemento indirecto, que expresa que Dios lo desea [Bengel] siendo-⦠muerto-fué muerto, como medio de llevarnos a Dios. en (la) carne-eso es, con respecto a la vida de carne y sangre. vivificado en espÃritu-âen espÃrituâ, antitético con âen carneâ, sin artÃculo ambos. âMuertoâ cuanto al anterior modo de vida, y âvivificadoâ en el nuevo. No que su EspÃritu muriera jamás y fuese vivificado, ni hecho vivo de nuevo, sino que mientras que habÃa vivido según la manera del hombre mortal en la carne, él empezó a vivir una vida espiritual de âresurrecciónâ (v. 21). por lo cual tiene poder para llevarnos a Dios. Se nos ofrecen dos modos de explicar los vv. 18, 19: I. âVivificado en espÃrituâ, eso es, inmediatamente después de ser librado de la âcarneâ, la energÃa de su inmortal vida espiritual âfue hecha vivaâ por el Padre para nuevos modos de acción, a saber; âen el espÃritu descendió (como subsecuentemente ascendió al cielo, v. 22, el mismo verbo griego) y proclamó no la salvación, según Alford en contra de las Escrituras, las que en todas partes representan como irrevocable el estado del hombre, sea de salvado o de perdido, después de la muerte. Ni hay mención hecha de conversión alguna de los espÃritus encarcelados. Véase Nota, al v. 20. Ni dice la frase, predicó el evangelio, evangelizó, sino proclamó (ekeruxe), o predicó; dando sencillamente el anuncio de su obra acabada; asà el mismo griego en Mar 1:45, anunció, confirmando el testimonio de Enoc y de Noé, y declarando asà la virtual condenación de la incredulidad de ellos, y la salvación de Noé y los creyentes; un ejemplo de los similarse efectos contrarios que la misma obra tiene sobre todos los incrédulos y los creyentes, respectivamente; también un consuelo para los lectores de Pedro, en sus sufrimientos a manos de los incrédulos, especialmente elegido (el ejemplo) a causa del bautismo, su antitipo (v. 21), que, como sello, marca a los creyentes como separados del resto del mundo condenado, proclamó a los espÃritus (su espÃritu hablando con los espÃritus) en la cárcel (que en Hades, o sea Sheol, esperaban el juicio, 2Pe 2:4), los cuales fueron en otro tiempo desobedientes â¦â II. El punto más fuerte a favor de I. es la posicion de âen otro tiempoâ, es decir, de antiguo, en conexión con los âdesobedientesâ; mientras que si la predicación o anuncio fuese cosa de mucho tiempo atrás, esperarÃamos que el adverbio de tiempo se relacionara con âfué y predicóâ. Pero esta transposición podrÃa expresar que la desobediencia de ellos precedió a la predicación de él. La partÃcula griega expresa la razón de la predicación, âpor cuanto fueron una vez desobedientesâ (2Pe 4:6). También el âfuéâ parece significar una ida personal, como en el v. 22, no meramente en espÃritu. Pero véase la respuesta abajo. Las objeciones son: âvivificadoâ debe referirse al cuerpo de Cristo (v. 21), por cuanto su EspÃritu nunca dejó de existir, y no se puede decir que fuese âvivificadoâ. Comp. Joh 5:21; Rom 8:11, y otros textos, donde âvivificarâ indica la resurrección corporal. Tampoco fué al Hades su EspÃritu, sino su alma. Su espÃritu, a su muerte, fue encomendado por él al Padre, y estuvo luego en el âParaÃsoâ. La primera teorÃa entonces ¡requirirÃa que su descenso a los espÃritus encarcelados fuese después de la resurreccion! Comp. Eph 4:9-10, que hace que el descenso preceda al ascenso. También la Escritura calla en toda otra parte tal proclamación, aunque posiblemente la muerte de Cristo tuviera efectos inmediatos sobre el estado, tanto de los piadosos como de los impÃos en el Hades: las almas de los justos hasta entonces en comparativa reclusión, siendo acaso trasladados entonces, como algunos padres creyeron, a la presencia inmediata y celestial de Dios; pero esto no puede probarse por la Escritura. Comp. con todo, Joh 3:13; Col 1:18. Cárcel siempre se usa en las Escrituras en sentido malo. âParaÃso, y âel seno de Abrahánâ, la morada de los espÃritus buenos en el Antiguo Testamento, están separados del infierno o hades âpor una grande simaâ, y no puede llamarse âcárcelâ. Comp. 2Co 12:2, 2Co 12:4, donde el âparaÃsoâ y âel tercer cieloâ se corresponden. Además, ¿por qué deberÃan ser elegidos en particular los incrédulos antediluvianos como recipientes de su predicación en el Hades? Por tanto se explica que âVivificado en espÃrituâ en el que (a diferencia de en persona; las palabras âen el cualâ, es decir, en espÃritu, obviando expresamente la objeción de que âfuéâ indique una ida personal) él fué (en la persona de Noé. âpredicador de la justicia,â 2Pe 2:5 : la nota propia de Alford, Eph 2:17, es la mejor replica a su argumento sobre âfuéâ, de que se trate de una ida local al Hades en persona). Como âvino y predicó la pazâ, por su espÃritu en los apóstoles y ministros después de su muerte y ascensión, asà antes de su encarnación predicó en espÃritu por Noé a los antediluvianos (Joh 14:18, Joh 14:28; Act 26:23, âPara anunciar luz al pueblo y a los gentilesâ), y predicó a los espÃritus encarcelados, a saber, a los antediluvianos, cuyos cuerpos a la verdad parecÃan libres, pero sus espÃritus estaban âen cárcelâ, encerrados en la tierra como en una celda grande condenada (un paralelo exacto con Isa 24:22-23. âSobre la tierra ⦠serán amontonados como encarcelados en mazmorra, y en prisión quedarán encerrados,â-precisamente como los ángeles caÃdos están tenidos judicialmente âen cadenas de oscuridadâ, aunque están por un tiempo libres ahora sobre la tierra, 1Pe 2:4-, donde (Isa 24:18) tiene clara alusión al diluvio: âde lo alto se abrieron ventanas:â comp. Gen 7:11); de dicha cárcel el único camino de escape era aquel anunciado por Cristo en Noé. Cristo, que en nuestros tiempos vino en carne, en los dÃas de Noé predicó en espÃritu, por Noé, a los espÃritus entonces en cárcel (Isa 61:1, âEl EspÃritu del Señor Dios me ha enviado a predicar ⦠a los presos abertura de cárcelâ). Asimismo en el 1:11 se dice, âel EspÃritu de Cristoâ testificaba en los profetas. Como Cristo sufrió hasta la muerte a manos de sus enemigos, y fue luego vivificado en virtud de su âEspÃrituâ (o naturaleza divina, Rom 1:3-4; 1Co 15:45), que de allà en adelante obró en su plena energÃa, el primer resultado de la cual fue la resurrección de su cuerpo (v. 21) de la cárcel de la tumba, y de su alma del Hades; asà el mismo EspÃritu de Cristo dió el poder a Noé en medio del escarnio y tribulaciones de predicar a los desobedientes espÃritus firmemente encadenados en la ira. El mismo EspÃritu en ti también puede darte a ti el poder para sufrir con paciencia ahora, esperando la liberación de la resurrección.
20. una vez-Griego, âhapaxâ, âde una vezâ, âuna vez por todasâ, omitido de los mejores manuscritos. cuando-corresponde a âen otro tiempoâ. esperaba la paciencia-Continuó esperando (por si acaso en los 120 años se arrepintiesen) hasta que llegó el fin de su espera, con la muerte de ellos por el diluvio. Esto refuta la idea de Alford de que se les diese un segundo dÃa de gracia en el Hades. Se escogen los dÃas de Noé, por cuanto el arca y el diluvio destructivo corresponden respectivamente al âbautismoâ y la venidera destrucción de los incrédulos por fuego. cuando se aparejaba el arca-(Heb 11:7.) Un largo perÃodo de âpacienciaâ (Griego., âlonganimidadâ) y de âesperaâ, por cuanto Noé tenÃa pocos que le ayudasen, lo que hace más inexcusable la incredulidad del mundo. en la cual-eis con el acusativo, que denota que tuvieron que entrar para ser salvos. pocas-como hoy en dÃa. ocho-Siete (el número sagrado) y el impÃo Cam. personas-El griego, âalmasâ. Como este vocablo aquà indica personas vivientes, ¿por qué no debe hacerlo también âespÃritusâ? Noé les predicó al oÃdo; mas Cristo, en espÃritu, a los espÃritus de ellos, o sea, a sus naturalezas espirituales. salvadas por agua-La misma agua que ahogó a los incrédulos mantuvo a flote el arca en que fueron salvos los ocho. No como traducen algunos: âfueron llevados en salvo al través del aguaâ. Sin embargo, el sentido de la preposición puede ser como en 1Co 3:15, âfueron conservados en salvo por (al través de) el aguaâ, aunque tuvieron que estar en el agua.
21. A la figura de la cual-El griego, âla cual (en) figuraâ; lit., âla cual (agua, en general), siendo el antitipo (del agua del diluvio) ahora nos está salvando (no estando la salvación aún realizada por nosotros plenamente, comp. 1Co 10:1-2, 1Co 10:5; Jud 1:5: pone en estado de salvación) también a nosotros (dos manuscritos antiguos dicen âvosotrosâ: a vosotros, asà como a Noé y los suyos), a saber, el bautismoâ. El agua salvó a Noé, no por sà misma, sino por mantener el arca construÃda en la fe basada en la palabra de Dios: era para él un sello y un medio de una suerte de regeneración de la tierra. El diluvio fue para Noé un bautismo, como el paso del mar Rojo lo fue para los israelitas; por el bautismo en el diluvio él y su familia fueron trasladados del antiguo mundo al nuevo; de la destrucción inmediata a una probación prolongada; del compañerismo de los malvados a la comunión con Dios; de la disolución de los vÃnculos entre la criatura y el Creador al privilegio del pacto: asà nosotros por el bautismo espiritual. Como hubo un Cam que perdió los privilegios del pacto, asà hay muchos hoy en dÃa. El agua antitÃpica, a saber, el bautismo, os salva también, no de sÃ, ni el agua material, sino la cosa espiritual a él unida, el arrepentimiento y la fe de los que es un signo y sello, como Pedro sigue explicando. Comp. la unión del signo y lo significado en Joh 3:5; Eph 5:26; Tit 3:5; Heb 10:22; 1Jo 5:6. no quitando-En âla carneâ es donde cae el énfasis. El bautismo âno es limpieza de la inmundicia de la carne (como se hace en la mera inmersión en agua, no acompañada del bautismo del EspÃritu; comp. Eph 2:11), sino del alma. [Nota del Traductor: Nuestro comentador es muy hábil en su explicación de todo este pasaje azás difÃcil, y parece a veces que le falta un solo paso para llegar a la completa interpretación simbólica. La antÃtesis no es entre la inmundicia de la carne y la del alma. Dice Pedro que el bautismo no es una limpieza de la inmundicia, sino la demanda de una buena conciencia. Sea cual fuere el sentido preciso de la âdemanda de una buena concienciaâ, ésta es anterior al bautismo en la experiencia del creyente; y la regeneración es anterior a la buena conciencia para con Dios; la salvación debe ser anterior, pues, e independiente del bautismo. que no puede ser sino un sÃmbolo, o âfiguraâ de la experiencia de la muerte espiritual al pecado y la resurrección a vida nueva. El bautismo verdadero o tiene eficacia salvadora, o no la tiene. â⦠el bautismo os salva también, no de sà ⦠sino la cosa espiritual a él unida, a saber, el arrepentimiento y la fe, de la cual (cosa, el bautismo) es signo y sello.â ¿Puede el hombre ser salvo âpor el arrepentimiento y la feâ sin el bautismo? ¿Puede tener la seguridad de su salvación sin este âsigno y selloâ? La circuncisión podÃa ser âsigno y selloâ exterior, visible, en la carne, del pacto mosaico; pero el nuevo pacto es nuevo no solamente porque es otro, más reciente, sino porque es diferente, de una clase nueva: es espiritual, y no de la letra. Si la salvación en Cristo dependiese, en todo o en parte, de un rito o ceremonia externa, entonces el nuevo pacto serÃa de la misma categorÃa del antiguo, carnal, de la letra, y no espiritual. Si por otra parte el bautismo es una âfiguraâ, sÃmbolo, retrato, de nuestra salvación, la cual es âpor la resurrección de Cristo,â entonces se puede decir que el bautismo nos salva âa la figuraâ, figurativa o simbólicamente, lo que concuerda con el lenguaje del Nuevo Testamento en general. Simboliza la experiencia de la salvación y es una confesión pública de lo que el âcatecúmenoâ ya experimentó, antes de verificarlo en contestación a su âbuena conciencia para con Dios,â quien lo mandó.] Es el arca (Cristo y su Iglesia llena del EspÃritu Santo), no es el agua, lo que es el instrumento de la salvación: el agua solamente rodeaba el arca; asà tampoco el mero bautismo en agua, sino el agua cuando es acompañada por el EspÃritu. demanda-El Griego, âinterrogaciónâ, que se refiere a las preguntas hechas a los candidatos para el bautismo, para sacar de ellos una confesión de fe âpara con Diosâ, y la renunciación de Satanás [AgustÃn, ad Cathechumenos, libro 4, cap. 1; Cipriano, Ep. 7., ad Rogatian], las que, si manan de âuna buena concienciaâ aseguran a uno de que está âsalvoâ. Lit., âla interrogación de una buena conciencia (inclusive la contestación satisfactoria) para con Diosâ. Prefiero esta traducción a la de Wahl, Alford, etc., âla indagación de una buena conciencia acerca de Diosâ; ninguno de los paralelos alegados, ni aun el 2Sa 11:7, versión de los Setenta, viene estrictamente al caso. El idiotismo reciente del griego bizantino (según el cual el término significa (1) la pregunta; (2) la estipulación; (3) el compromiso), que fluye fácilmente del uso de la palabra en que Pedro la emplea, confirma la traducción anterior. por la resurrección de Jesucristo-frase unida con âos salvaâ, en cuanto nos aplique el poder de la resurrección de Cristo. Como la muerte de Cristo al pecado es el origen de la muerte del creyente al pecado y de su liberación de la pena y del poder del pecado, asà la vida de Cristo resucitado es la fuente de la nueva vida espiritual del creyente.
22. (Psa 110:1; Rom 8:34, Rom 8:38; 1Co 15:24; Eph 1:21, Eph 3:10; Col 1:16; Col 2:10-15.) El fruto de su paciencia en sus padecimientos voluntariamente llevados e inmerecidos; un ejemplo para nosotros (vv. 3-7, 19). subido-(Luk 24:51.) Una prueba en contra de los racionalistas de una real ascensión material. Los manuscritos más antiguos, la Vulgata y los Padres Latinos llevan una añadidura que expresa los beneficios resultantes para nosotros de estar Cristo sentado a la diestra de Dios: âEl cual está a la diestra de Dios, habiendo sufrido la muerte para que fuésemos hechos herederos de la vida eternaâ; lo que envuelve para nosotros un estado de vida, salvada, gloriosa y eterna. Los Manuscritos griegos, sin embargo, rechazan estas palabras. Comp. con esto, los textos de discursos de Pedro, Act 2:32-35; Act 3:21, Act 3:26; Act 10:40, Act 10:42.