Lectionary Calendar
Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario completo de Henry sobre la Biblia Completo de Henry
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 2 Thessalonians 2". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/mhm/2-thessalonians-2.html. 1706.
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre 2 Thessalonians 2". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (32)New Testament (6)Individual Books (3)
Introducción
Advierte contra el error de que el tiempo de la venida de Cristo estaba a punto de llegar. Primero habrÃa una apostasÃa general de la fe, y una revelación del hombre de pecado anticristiano. (1-4) Su destrucción, y la de los que le obedecen. (5-12) La seguridad de los tesalonicenses frente a la apostasÃa; una exhortación a la firmeza y la oración por ellos. (13-17)
VersÃculos 1-4
1-4  Si surgen errores entre los cristianos, debemos corregirlos; y los hombres buenos tendrán cuidado de suprimir los errores que surjan de equivocar sus palabras y acciones. Tenemos un adversario astuto, que vigila para hacer el mal, y promoverá los errores, incluso con las palabras de la Escritura. Cualquiera que sea la incertidumbre en la que nos encontremos, o cualquier error que pueda surgir sobre el tiempo de la venida de Cristo, esa venida en sà misma es segura. Esta ha sido la fe y la esperanza de todos los cristianos, en todas las épocas de la iglesia; fue la fe y la esperanza de los santos del Antiguo Testamento. Todos los creyentes se reunirán con Cristo, para estar con él y ser felices en su presencia para siempre. Debemos creer firmemente en la segunda venida de Cristo; pero existÃa el peligro de que los tesalonicenses, equivocándose en cuanto al tiempo, pusieran en duda la verdad o la certeza de la cosa misma. Las falsas doctrinas son como los vientos que agitan el agua de un lado a otro, y desestabilizan la mente de los hombres, que son tan inestables como el agua. Nos basta saber que nuestro Señor vendrá, y reunirá a todos sus santos hacia él. Se da una razón por la cual no deben esperar la venida de Cristo, como si estuviera cerca. Primero se producirÃa una caÃda general, que ocasionarÃa el surgimiento del anticristo, ese hombre de pecado. Ha habido grandes disputas sobre quién o qué se entiende por este hombre de pecado e hijo de perdición. El hombre de pecado no sólo practica la maldad, sino que también promueve y ordena el pecado y la maldad en otros; y es el hijo de la perdición, porque está dedicado a la destrucción segura, y es el instrumento para destruir a muchos otros, tanto en alma como en cuerpo. Asà como Dios estaba en el templo de antaño, y era adorado allÃ, y está en y con su iglesia ahora; asà el anticristo aquà mencionado, es un usurpador de la autoridad de Dios en la iglesia cristiana, que reclama los honores divinos.
VersÃculos 5-12
5-12 Algo impedÃa o retenÃa al hombre de pecado. Se supone que es el poder del imperio romano, que el apóstol no mencionó más claramente en ese momento. La corrupción de la doctrina y del culto llegó por grados, y la usurpación del poder fue gradual; asà prevaleció el misterio de la iniquidad. La superstición y la idolatrÃa fueron promovidas por una supuesta devoción, y el fanatismo y la persecución fueron promovidos por un supuesto celo por Dios y su gloria. Este misterio de iniquidad se inició ya entonces; mientras vivÃan los apóstoles, las personas fingÃan celo por Cristo, pero en realidad se oponÃan a él. Se declara la caÃda o ruina del estado anticristiano. La palabra pura de Dios, con el EspÃritu de Dios, descubrirá este misterio de iniquidad, y a su debido tiempo será destruido por el resplandor de la venida de Cristo. Se fingen señales y prodigios, visiones y milagros; pero son señales falsas para apoyar doctrinas falsas; y prodigios mentirosos, o sólo pretendidos milagros, para engañar al pueblo; y son notorios los engaños diabólicos con que se ha apoyado el estado anticristiano. Se describen las personas que son sus súbditos voluntarios. Su pecado es este: no amaron la verdad, y por lo tanto no la creyeron; y se complacieron con nociones falsas. Dios los deja a ellos mismos, entonces el pecado seguirá por supuesto, y los juicios espirituales aquÃ, y los castigos eternos en el futuro. Estas profecÃas se han cumplido en gran medida, y confirman la verdad de las Escrituras. Este pasaje concuerda exactamente con el sistema del papismo, tal como prevalece en la iglesia romana y bajo los papas romanos. Pero aunque el hijo de la perdición se ha revelado, aunque se ha opuesto y se ha exaltado a sà mismo por encima de todo lo que se llama Dios, o lo que se adora; y ha hablado y actuado como si fuera un dios en la tierra, y ha proclamado su insolente orgullo, y ha apoyado sus engaños, con milagros mentirosos y toda clase de fraudes; todavÃa el Señor no lo ha destruido completamente con el resplandor de su venida; esa y otras profecÃas quedan por cumplirse antes de que llegue el fin.
VersÃculos 13-15
13-15 Cuando oÃmos hablar de la apostasÃa de muchos, es un gran consuelo y alegrÃa que haya un remanente según la elección de la gracia, que persevera y perseverará; especialmente deberÃamos alegrarnos, si tenemos razón para esperar que somos de ese número. La preservación de los santos se debe a que Dios los amó con un amor eterno desde el principio del mundo. El fin y los medios no deben estar separados. La fe y la santidad deben estar unidas, asà como la santidad y la felicidad. El llamado externo de Dios es por medio del evangelio; y éste se hace efectivo por la obra interna del EspÃritu. La creencia en la verdad lleva al pecador a confiar en Cristo, y asà a amarlo y obedecerlo; es sellada por el EspÃritu Santo en su corazón. No tenemos ninguna prueba segura de que algo haya sido entregado por los apóstoles, más que lo que encontramos contenido en las Sagradas Escrituras. Mantengámonos, pues, firmes en las doctrinas enseñadas por los apóstoles, y rechacemos todas las adiciones y vanas tradiciones.
VersÃculos 16-17
16,17 Podemos y debemos dirigir nuestras oraciones, no sólo a Dios Padre, por medio de nuestro Señor Jesucristo, sino también a nuestro Señor Jesucristo mismo. Y debemos orar en su nombre a Dios, no sólo como su Padre, sino como nuestro Padre en él y por él. El amor de Dios en Cristo Jesús, es el manantial y la fuente de todo el bien que tenemos o esperamos. Hay una buena razón para los fuertes consuelos, porque los santos tienen una buena esperanza por medio de la gracia. La gracia gratuita y la misericordia de Dios son lo que esperan, y en lo que se fundan sus esperanzas, y no en ningún valor o mérito propio. Cuanto más nos complazca la palabra, las obras y los caminos de Dios, más probable será que perseveremos en ellos. Pero, si somos vacilantes en la fe, y de mente dudosa, vacilando y titubeando en nuestro deber, no es de extrañar que seamos extraños a las alegrÃas de la religión.