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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Gran Comentario BÃblico de Lapide Comentario de Lapide
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto CortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Información bibliográfica
Lapide, Cornelius. "Comentario sobre John 3". El Gran Comentario BÃblico de Cornelius a Lapide. https://studylight.org/commentaries/spa/clc/john-3.html. 1890.
Lapide, Cornelius. "Comentario sobre John 3". El Gran Comentario BÃblico de Cornelius a Lapide. https://studylight.org/
Whole Bible (30)New Testament (5)Gospels Only (1)Individual Books (4)
VersÃculos 1-34
1-36
CAPÃTULO 3
HabÃa un hombre , etc. Nicodemo significa en griego el conquistador del pueblo. Asà era este hombre; quienes, venciendo el temor del pueblo, de los fariseos y de los sacerdotes, creyeron en Cristo. Por lo que Luciano escribe asà acerca de él en "La invención del cuerpo de S. Stephen", de boca de Gamaliel: "Los judÃos, sabiendo que Nicodemo era cristiano, lo destituyeron de su cargo y lo maldijeron, y lo expulsaron de la ciudad.
Entonces yo Gamaliel, por cuanto habÃa sufrido persecución por causa de Cristo, lo llevé a mi hacienda, y lo alimenté y lo vestà hasta el fin de su vida; y cuando murió, lo enterré con honor junto al amado Esteban".
Por lo cual Nicodemo está inscrito entre los santos en el Martirologio Romano el 3 de agosto; donde leemos como sigue: "Invención del cuerpo de S. Esteban, Protomártir; también de los cuerpos de S. Gamaliel, Nicodemo, Abibo, etc., en el reinado de Honorio.
Este vino, etc., de noche , porque se avergonzaba de acercarse al humilde Jesús de dÃa, en presencia de otros, y de convertirse en su discÃpulo. Porque él era un maestro en Israel: y tal cosa parecÃa estar por debajo de su autoridad y dignidad. Otra razón era que no incurriera en el odio de los fariseos, que despreciaban a Cristo. Sin embargo, encontró la luz que buscaba de noche, como dice Ruperti, y bebió de los grandes sacramentos de la salvación. Parece haber venido solo, sin sirviente ni compañero, de noche, a Cristo, para haber hablado con Ãl cara a cara, y haber absorbido Su espÃritu y doctrina.
Has venido como Maestro : Siriaco , para que seas Maestro , es decir , de los judÃos. Ãl no dice: Tú has venido para que seas el MesÃas , porque acerca de esto aún no estaba seguro. Porque Cristo no quiso enunciar esto al principio de su predicación, sino que lo hizo saber por grados.
Estas señales (Vulg.), estas obras maravillosas que hemos visto y oÃdo que Tú has hecho en la reciente Pascua, en el Templo; como, por ejemplo, que Tú solo echaste de ella todo lo que en ella se compraba y vendÃa.
Excepto que Dios esté con él : excepto que esté sostenido por la autoridad y omnipotencia de Dios. Porque los milagros son obras de Dios. No son forjados por el poder de los hombres o de los ángeles, sino solo por Dios obrando sobrenaturalmente.
Jesús respondió , etc., Amén, Amén. Juan en muchas ocasiones duplica el Amén (Eng. Ver. Verily ), cuando los otros evangelistas tienen solo uno. ¿Por qué fue esto? Respondo (1.) porque tenÃa por encima del resto las revelaciones más elevadas y conocÃa los misterios más profundos de la Deidad. Este fue especialmente el caso en su exilio en Patmos, donde escribió el Apocalipsis, que tiene, dice S.
Jerónimo, tantos misterios como palabras tiene. Y después de esto escribió su Evangelio siendo muy anciano, y único sobreviviente del Colegio Apostólico. Por tanto, desde entonces fue portavoz y oráculo de la Iglesia, fundamento y columna de la fe, patriarca de patriarcas. Dice, pues, como con autoridad plenaria, como el Anciano de ancianos: Amén, Amén. Es como si dijera: "Os anuncio, con el mayor peso y confianza, cosas altÃsimas y sublimes, que superan todo entendimiento y creencia humana, pero que Cristo me ha revelado, que son por tanto las más ciertas y las más saludable para ti.
Porque Cristo usó realmente este doble Amén , para indicar la sublimidad y certeza de lo que dijo. Pero los otros evangelistas, estudiando la concisión, incluyeron dos bajo uno: pero yo, Juan, porque yo, más allá de los demás, he pesado y penetrado tanto las palabras de Cristo como su significado, digo, Amén, Amén , como dijo el mismo Cristo".
2. Porque Amén es lo mismo que Verdaderamente. S. Juan se deleitó con el nombre de Verdad. Y a esto lo llama Cristo, porque El era La Palabra , es decir, la Verdad del Padre.
3. Porque Amén es una palabra que significa verdadero , o bien un adverbio que significa verdaderamente . Por tanto, podemos explicar asÃ: El que es el Amén , es decir , Cristo, cuyo nombre es Verdadero, y la Verdad, dice Amén , es decir, en verdad , o muy verdaderamente. Asà se dice en el Apocalipsis (Ap 3,14), "Asà dice el Amén, el testigo fiel y verdadero" (griego, Ï ÌÎμὴν ), es decir , El que es el Amén ; El que es firme, verdadero, constante, fiel; que es la firmeza misma, la Verdad misma, la Fidelidad misma.
4. Amén, Amén , denota la perfecta verdad y certeza del asunto y de las cosas que son registradas por S. Juan. Las cosas que digo son las más verdaderas y ciertas, más verdaderas que todas las otras verdades, más ciertas que todas las otras certezas.
5. Por Amén, Amén , insinúa una doble manera de certeza, a saber, que S. Juan conocÃa las cosas que escribió por medio de un doble conocimiento, natural y divino; es decir, por experiencia y revelación. Porque con sus ojos vio estas cosas, y con sus oÃdos las oyó, y por revelación de Cristo, cuando se recostó sobre su pecho, las entendió. Por lo cual en su primera EpÃstola escribe asÃ: "Lo que hemos visto y oÃdo, y palparon nuestras manos... os lo hacemos saber".
Excepto uno nacer de nuevo. Obsérvese que Juan nos deja deducir de esta respuesta que Nicodemo, ya sea tácita o expresamente, le pidió a Cristo que le enseñara el camino al reino de los cielos que él predicaba. Porque Cristo responde diciendo que el bautismo era el camino al cielo.
De nuevo : griego, άνÏθεν , que tiene un doble significado. 1. De lo alto, del cielo , es decir, a menos que alguien nazca de nuevo por una regeneración divina y celestial, no puede entrar en el reino de Dios. 2. άνÏθεν significa de nuevo , una segunda vez. Y es claro que asà debe entenderse aquà por la respuesta de Nocodemo, Juan 3:4 .
Asà S. Crisóstomo y otros. El sirÃaco se traduce desde el principio. Y el significado es, el hombre tiene dos nacimientos, uno que es natural y carnal, en el cual es engendrado bajo el vÃnculo del pecado original. Por tanto, este nacimiento no da al hombre derecho al cielo, sino al infierno. Por tanto, para que el hombre sea libre de este pecado contraÃdo por su nacimiento natural, debe experimentar un segundo nacimiento espiritual, por el cual debe en el bautismo nacer de nuevo del agua y del EspÃritu, y asà ser limpiado y santificado de pecado.
No puede ver , es decir , poseer, disfrutar.
VersÃculo 4
Nicodemo dice , etc. "Ãl sabÃa", dice S. AgustÃn, "pero de un nacimiento, el de Adán y Eva".
VersÃculo 5
Jesús respondió , etc. Calvino, para restarle valor al efecto de la justificación por el bautismo, y por lo tanto a la necesidad del bautismo (porque sostiene que los hijos de los creyentes son justificados en el vientre materno simplemente porque son hijos de creyentes), niega que el bautismo esté aquà hablado de Dice que por agua no se entiende, sino el EspÃritu Santo, que por la fe limpia como el agua a los que creen en Cristo.
Ãl explica de la siguiente manera, "a menos que alguno nazca de nuevo del agua, y (es decir, del) EspÃritu Santo". Asà dice (S. Mat 3, 11), Ãl os bautizará en EspÃritu Santo y fuego , es decir , en el EspÃritu Santo que, como fuego, os inflamará en el amor de Dios. Pero todo esto es absurdo y perverso, y condenado por la Iglesia como herético.
Porque, en primer lugar, ¿por qué Cristo hace aquà mención del agua, si no los hombres, sino sólo los peces, nacen de nuevo del agua? ¿Por qué no dijo breve y sencillamente a Nicodemo, que ignoraba las doctrinas cristianas (a quien aquà catequiza e instruye como a un niño), excepto que alguno nazca de nuevo del EspÃritu Santo?
2. Porque de modo similar San Pablo, aludiendo a esta conversación (Tit 3, 5), llama al bautismo la fuente de la regeneración. Allà en este nacimiento espiritual renacemos del agua, y somos hechos hijos de Dios, quienes antes eran hijos del diablo y de la ira ( Efesios 2:3).
3. Si a Calvino le es lÃcito torcer este pasaje, entonces podemos hacer lo mismo con cualquier otro pasaje, y asà pervertir toda la Escritura. Ningún mandamiento sobrevivirá, ni siquiera la misma institución del bautismo.
4. Calvino y sus seguidores no pueden probar contra los anabaptistas que los niños, que están desprovistos del ejercicio de la razón y la fe, deben ser bautizados, de cualquier otro pasaje de la Sagrada Escritura que no sea este. Por lo tanto, dado que no permiten la tradición, deben probar el bautismo de infantes a partir de este pasaje, a menos que estén dispuestos a confesarse vencidos por los anabaptistas.
5. Todos los Padres e intérpretes ortodoxos explican el pasaje del mismo modo que el Concilio de Trento ( Sess. 7, Can. 2). Las palabras de S. Mateo, "Ãl os bautizará en EspÃritu Santo y fuego", tampoco son contradicción alguna. Porque allà debe entenderse fuego real, como aquà agua verdadera. Porque allà se hace referencia al dÃa de Pentecostés, cuando el EspÃritu Santo descendió sobre los apóstoles en semejanza de lenguas de fuego.
Muy apropiadamente, además, el agua fue ordenada por Cristo en el bautismo para esta regeneración espiritual. 1. Porque el agua representa excelentemente la regeneración interior. Porque del agua, al principio del mundo, nacieron y se produjeron todos los cielos y todas las demás cosas. 2. Porque la humedad, como la que hay en el agua, es un agente principal en la producción de descendencia, como enseñan los fÃsicos. Nuevamente, debido a que la justificación es una limpieza del alma de la inmundicia del pecado, está bien representada por el agua.
Como dice S. Crisóstomo en este pasaje: "Como en una tumba, nuestras cabezas se sumergen bajo el agua: nuestro viejo hombre, al ser enterrado, se oculta bajo el agua, y luego el hombre nuevo surge en su lugar". Por último, la vulgaridad y abundancia del agua hace que sea materia conveniente para la necesidad de este sacramento. Porque es fácilmente obtenible en todas partes.
Usted puede preguntarse por qué Cristo dice, excepto que un hombre nazca de agua y del EspÃritu Santo, y no dijo más bien, de agua y la forma del bautismo. Porque el agua es la materia del bautismo, pero la forma es: Yo te bautizo en el Nombre del Padre y del Hijo y del EspÃritu Santo. Porque el sacramento del bautismo consiste en su materia y forma, como sus partes esenciales. Respondo, porque Cristo quiso describir a Nicodemo, un anciano lleno de prejuicios, la nueva enseñanza de la vida espiritual y la generación, por medio de la analogÃa y semejanza de la generación natural, en la que concurren el padre y la madre.
Asà también a la regeneración espiritual, que tiene lugar en el bautismo, el agua como la madre concurre, y el EspÃritu Santo como el Padre. Porque Ãl es el principal agente y productor de la gracia y la santidad, por la cual los hijos de Dios nacen de nuevo en el bautismo.
De este pasaje S. AgustÃn ( lib. 1, de peccat. c. 10) prueba, contra Pelagio, que los niños nacen en pecado original. Por eso es necesario que renazcan en el bautismo, para que sean limpios de ese pecado. Y expone la insensatez de los pelagianos, quienes, para eludir la fuerza de este pasaje, decÃan que los niños que morÃan sin el bautismo entrarÃan en el reino de los cielos y en la vida eterna, pero no en el reino de Dios; como si el reino de Dios fuera algo diferente del reino de los cielos.
Por último, nacer del agua debe entenderse aquà o de hecho o por deseo. Porque el que se arrepiente de sus pecados y quiere ser bautizado, pero por falta de agua, o por falta de ministro, no puede recibirla, renace por (ex) el deseo y la voluntad del bautismo. Asà el Concilio de Trento explica ampliamente este pasaje ( Ses . 7, Can . 4).
Algunos opinan que el sacramento del bautismo fue instituido en este tiempo por Cristo. Pero no es probable que Cristo en secreto, en presencia de Nicodemo solamente, instituyera el sacramento universal del bautismo. Más bien, lo instituyó públicamente en Su propio bautismo en el rÃo Jordán. El bautismo, sin embargo, aunque habÃa sido instituido públicamente por Cristo, no era vinculante para los judÃos y otros hombres hasta después de la muerte de Cristo, en Pentecostés.
Para entonces tuvo lugar la promulgación de la Ley Evangélica, cuyo principio es el bautismo. De este tiempo Cristo habla aquÃ. Como si dijera: "El tiempo de la obligación de la Ley del Evangelio está cerca. Cuando haya llegado, la Ley antigua y la circuncisión cesarán, y en su lugar sucederá la Ley nueva, y el bautismo , en el cual nadie, sino los que han nacido de nuevo del agua y del EspÃritu Santo, podrán entrar en el reino de Dios". Por lo cual este precepto de Cristo se refiere más al tiempo posterior a Pentecostés que al presente.
Además, la expresión, a menos que alguno haya nacido de nuevo , da a entender que el bautismo ya habÃa sido instituido por Cristo poco tiempo antes. Porque Cristo habló estas palabras a Nicodemo poco después de su propio bautismo. Y no le habrÃa dicho que el bautismo era necesario para la salvación, a menos que ya lo hubiera instituido.
VersÃculo 6
Lo que nace ( producido ), &c. Cristo dice esto tanto para mostrar la necesidad de la regeneración por el agua y el EspÃritu Santo, como para declarar al mismo tiempo la razón de ella, su excelencia y su provecho. Su argumento entonces es el siguiente: La carne y la sangre no pueden poseer el reino de Dios, porque son carnales, pero el reino de Dios es espiritual. Por tanto, puesto que de la generación carnal sólo nace la carne, es decir, el hombre animal y carnal, sujeto al pecado y propenso al pecado, y por tanto inepto para el reino de Dios, se sigue que si tal persona quiere entrar en el reino espiritual de Dios , debe nacer espiritualmente de nuevo del agua y del EspÃritu, para que llegue a ser espÃritu, es decir, espiritual, y asà apto para el reino de Dios.
Por tanto, no tienes motivo para maravillarte, oh Nicodemo, de lo que dije, que debes nacer de nuevo del agua y del EspÃritu Santo. Porque como la carne engendra carne, es decir, sustancia corpórea y carnal, asà el EspÃritu engendra espÃritu, es decir, sustancia espiritual: pues lo semejante engendra lo semejante. El EspÃritu Santo transmite Su propia sustancia a lo que Ãl engendra, en la medida en que puede ser transmitida. Porque el EspÃritu Santo no puede transmitir ni transfundir su propia sustancia o su deidad en los bautizados, porque eso serÃa hacerlos real y verdaderamente dioses, como él mismo es real y verdaderamente Dios, lo cual serÃa imposible.
Por eso se infunde en ellos, en cuanto es posible, por su gracia y dones espirituales, por los cuales hace a los bautizados semejantes a él, es decir, espirituales, santos, celestiales y divinos. Entonces SS. Cirilo, Crisóstomo y otros. Añadamos que el EspÃritu Santo se da con sus siete dones al alma que santifica y adopta para su hijo; y por lo tanto que Su justificación es verdaderamente la regeneración espiritual, por la cual nacemos de nuevo como hijos, y participantes de la naturaleza Divina, como lo he mostrado ampliamente en Oseas 1:10 , con las palabras, "Y seréis llamados hijos de el Dios vivo".
VersÃculo 7
No te maravilles , &c. Como dice S. Crisóstomo: "No discutimos sobre la carne, sino sobre el espÃritu. No penséis que el EspÃritu engendra la carne, o la carne el EspÃritu". Por lo tanto, es necesario nacer de nuevo del EspÃritu, si buscas convertirte en espÃritu o espiritual, y un candidato para el cielo.
El EspÃritu sopla donde quiere, &c Cristo procede a revelarle a Nicodemo la razón y la naturaleza de la regeneración espiritual, y quita su asombro de cómo tal cosa podrÃa ser posible.
Preguntarás qué EspÃritu está aquà para ser entendido. 1. Clara y simplemente viento es el EspÃritu. Porque compara el EspÃritu Santo con el viento, como se ve por lo que sigue: Asà es todo aquel que es nacido del EspÃritu. El significado es, Como el viento sopla donde su propia voluntad, es decir, su propensión natural a soplar, lo lleva, y sin embargo no puedes verlo, ni su lugar determinado, sino solo sus efectos, y voz, o sonido; tanto más ni tú, ni nadie más, por muy inteligente y agudo que sea, puede percibir por entendimiento natural esta regeneración espiritual, su fin y término.
Solo pueden ser conocidos por la revelación e inspiración del EspÃritu Santo, aunque los sÃmbolos externos del agua y el lavamiento en el bautismo se pueden ver con los ojos del cuerpo. Asà dice S. Crisóstomo: Si no conoces el camino del viento que sientes, ¿cómo puedes buscar la operación del EspÃritu Divino? Cristo juega aquà con el significado analógico de la palabra espÃritu. Porque primero toma espÃritu por viento ; luego lo toma como el EspÃritu Santo. Porque el viento es Ãndice y sÃmbolo del EspÃritu Santo. Esto queda claro en el capÃtulo 2 de los Hechos, cuando el EspÃritu Santo descendió sobre los Apóstoles como un " viento recio que soplaba ".
2. y más sublimemente. S. AgustÃn, Nacianceno, S. Ambrosio, S. Gregorio, a quienes Toletus cita y sigue, entienden por espÃritu (el viento), el EspÃritu Santo. Ellos exponen asÃ: "El EspÃritu Santo sopla donde Ãl quiere, e infunde Sus propias influencias de fe, arrepentimiento y gracia en quien Ãl quiere". Y oyes Su voz (Vulg.), por la predicación de Mà y de Mis predicadores, dice S.
AgustÃn, OrÃgen, Beda y Ruperto. O por voz se entiende eficacia y efectos, dice Ammon. Pero tú no sabes de dónde viene ni adónde va. No sabes cómo entra en el hombre, ni cómo vuelve, dicen Alcuino y Beda, porque su naturaleza es invisible. Además, no sabes cómo conduce a los creyentes a la fe, ni cómo atrae a los fieles a la esperanza, la caridad y las demás virtudes.
Ni sabes cómo Ãl regenera a los hombres para que sean hijos de Dios, y los conduce al reino de Dios. Por último, no sabes cómo Ãl cambia el alma de un hombre, la renueva y la santifica. No sabes a qué altura de perfección puede conducir al que ha nacido de sà mismo, dice la Glosa.
Asà es cada uno , &c. La expresión asà en este sentido no denota comparación, sino confirmación: es decir, "asÃ, enteramente como he dicho, sucede con toda criatura que nace de nuevo en el bautismo del EspÃritu Santo". Es una expresión similar a la de Marcos, Asà es el reino de Dios (Mr 4,26). Hay una alusión a los antiguos héroes que, impulsados ââpor el EspÃritu de Dios, realizaron hechos de heroica virtud y fortaleza.
Porque cuando Sansón hizo alguna proeza, se dice: "El EspÃritu del Señor se abalanzó sobre él" (Vulg.) Asà también se dice que el EspÃritu vistió a Gedeón ( Jueces 6:34 , Vulg.)
3. Maldonato entiende el alma por espÃritu. "Qué maravilla, oh Nicodemo, si no entiendes cómo un hombre puede ser regenerado por el EspÃritu Santo, cuando no puedes entender cómo es generado por ese espÃritu natural por el cual él vive. Porque el espÃritu animal sopla donde quiere, es decir , anima los cuerpos como quiere, y los hace vivir de la muerte.No quiere todas las cosas que quieren los hombres, sino sólo aquellas que están dispuestas de tal manera que pueden ser animadas por ella.
Y oyes su voz : "Oyes hablar a un hombre, o rugir a un león. Tú también en cierto sentido oyes hablar al alma, por lo que entiendes que un hombre está vivo, "porque el aliento en nuestras narices es humo, y el habla es una chispa que mueve nuestro corazón" (Sb 2, 2). Pero tú no sabes de dónde viene ni adónde va, porque ignoras cómo entra el alma en el cuerpo, cómo sale del cuerpo, cómo se produce o cuál es su destino.
Si, pues, ignoras el espÃritu, es decir , el alma, que anima el cuerpo que quiere, y por él habla, nace y muere, sin saber ni su generación, ni el modo en que viene y va, ¿qué maravilla que ¿No puedes entender el camino de la regeneración espiritual, por el cual un cristiano nace de nuevo del EspÃritu en el bautismo?" Este significado es nuevo, pero apropiado y conectado.
Extrae el argumento de la generación natural del alma a la generación sobrenatural de la gracia que se produce por el poder del EspÃritu Santo. Y muestra por el hecho de que uno es inescrutable cuánto más inescrutable debe ser el otro. Asà también son inescrutables las cosas que Dios obra en el alma que ilumina con los rayos de su luz que consuela, fortalece, inunda y como transforma en sà mismo. Porque como dice S. Dionisio, el amor divino produce éxtasis, de modo que el hombre no siente el bien o el mal terrenal, sino que siendo elevado por encima de ellos, todo, recibe y gusta sólo las cosas de Dios.
VersÃculo 9
Nicodemo respondió , &c. âPorque el hombre animalâ (como lo era Nicodemo en ese tiempo) âno percibe las cosas del EspÃrituâ ( 1 Corintios 2:14). Asà como los rústicos no entienden las cuestiones escolásticas.
versión 10. Jesús respondió , etc. Era tu deber, oh Nicodemo, siendo un rabino, que enseñas la Ley y las Escrituras al resto de los israelitas, saber y enseñar esas mismas cosas. Porque estas cosas que he dicho acerca de la regeneración del bautismo están claramente predichas por Ezequiel ( Ezequiel 36:24 ): "Derramaré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpios de todas vuestras iniquidades, etc.
Y te daré un corazón nuevo y un espÃritu nuevo." Las mismas cosas han sido predichas por otros profetas, y Yo las he explicado claramente. ¿Por qué, pues, las ignoras? En verdad es porque eres judÃo, y sólo comprendes los lavamientos judaicos y las ceremonias corporales: pero aún no conoces los misterios de Cristo, aunque fueron predichos por los profetas, porque son espirituales, pero poco a poco, bajo mi enseñanza, los conocerás.
VersÃculo 11
Amén, Amén , etc. "Los misterios divinos de Dios, del EspÃritu Santo y de su regeneración espiritual, que os declaro, los conozco con toda verdad y certeza, porque yo, como Dios, los he visto por conocimiento divino, y como hombre por conocimiento beatÃfico. Visión: Por tanto, debéis creer en mi testimonio, pero la mayor parte de los judÃos son incrédulos y no reciben mi testimonio. En verdad, tú mismo aún no crees, o no discutirÃas conmigo acerca de ellos.
Cristo exhorta tácitamente a Nicodemo a que no escudriñe estos misterios con la razón para comprenderlos, sino que los mire por la fe. Cristo aquà habla de sà mismo en plural, Hablamos que sabemos; por el peso del testimonio que más de uno suele dar, y porque insinúa que el Padre y el EspÃritu Santo dieron testimonio juntamente con Ãl, porque hablaron por su boca, porque "en Ãl habitaba corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Col 2: 9).
VersÃculo 12
Si os he dicho cosas terrenales , &c. âSi no entiendes las cosas divinas por medio de las semejanzas terrenales de la generación humana de carne y espÃritu, ¿cómo las entenderás, si yo te las pusiera delante sin figuras? Pues esto podrÃa hacer, ya que las he visto tal como son en sà mismos, y los contemplaste con los ojos de la mente. Pero tus ojos estarÃan cegados por una luz como esa, y no podrÃas mirarla. Por lo tanto, te aconsejo que no discutas conmigo acerca de ellos, sino que creas ellos por simple fe".
S. Crisóstomo explica algo diferente: asÃ, " cosas terrenas " se refieren al bautismo terrenal, o al que se hace en la tierra, o al que, en comparación con su propia generación inefable, llama tales. Quiere decir: Si no comprendéis Mi bautismo terrenal, ¿cómo comprenderéis los Misterios Divinos de la SantÃsima Trinidad, la generación eterna del Verbo, la procesión del EspÃritu Santo? No preguntes, pues, con curiosidad sobre estas cosas, ni las discutas conmigo, sino simplemente créeme, que soy como un testigo divino.
VersÃculo 13
Y nadie ha subido , &c. Y se pone en lugar de sin embargo. El significado es: No me creéis, y sin embargo ninguna otra persona ha subido al cielo, y allà ha visto las cosas que declaro, excepto Yo mismo, que soy Dios y hombre, y como Dios he descendido a la tierra para poder enseñárselos a usted. Cristo suscita la mente de Nicodemo para que no lo considere sólo como un hombre, sino que en este hombre esté escondido Dios, que llena el cielo y la tierra, y por tanto que tenga plena fe en Ãl.
Ascendido : asà en griego, en tiempo perfecto. Por tanto, este pasaje no puede entenderse de la futura ascensión de Cristo al cielo. Además, Ãl dice expresamente que nadie más que Ãl ha subido al cielo; por lo cual declara tácitamente que ha estado allÃ, y ha contemplado allà a Dios y todos los misterios divinos. Entonces Toletus.
Más sutilmente Maldonatus. Cristo, dice, como hombre, ha ascendido al cielo, desde el principio de su Encarnación, no por la elevación de la Humanidad al cielo, sino por la comunicación de atributos, porque siendo Encarnado, estaba inmediatamente, como hombre, en el cielo. , por medio de esa comunicación, y asà se dice con razón que ascendió al cielo. Porque en cuanto a Dios encarnado en Cristo, con razón se dice que Dios nació en el tiempo, fue crucificado y murió, porque la Humanidad que Dios asumió nació y murió; asà a su vez, respecto a Cristo Hombre, en verdad se dice que este hombre era desde la eternidad, este hombre está en el cielo, porque aquella Divinidad que estaba en la misma Persona de Cristo era desde la eternidad, y está en el cielo.
Sin embargo, los herejes ubiquitanos sostienen falsamente que el cuerpo de Cristo está en todas partes, porque Su Divinidad está en todas partes. Porque es propio de Su Divinidad estar en todas partes, pero de Su Humanidad estar en un lugar cierto y determinado, circunscrito por lÃmites.
Salva al que descendió. A partir de esto, Valentinus sostuvo que Cristo trajo un cuerpo del cielo y, por lo tanto, no recibió uno en la tierra de la SantÃsima Virgen. Esta es una herejÃa condenada por la Iglesia. Por lo tanto, se dice que Dios, o la Palabra, ha descendido del cielo, por la figura del lenguaje llamada catacresis. Porque Dios no cambia apropiadamente Su lugar, o desciende. Pero se dice que descendió porque asumió la naturaleza humana, y asà pareció a los hombres que habÃa descendido a la tierra.
S. Cirilo en el Concilio de Ãfeso da la razón. âPorque Dios Verbo se despojó a sà mismo y fue llamado Hijo del hombre, siendo todavÃa lo que era, es decir, Dios, es como si se dijera que Ãl, contado con su propia carne, ha bajado del cieloâ.
El Hijo del Hombre, etc. Explica lo que ha dicho. Cristo ha ascendido al cielo, quien como Dios era desde la eternidad en el cielo porque siempre está en el cielo, como su Creador y Gobernante. Por tanto, el Hijo del Hombre, es decir, Cristo Hombre, se dice que está en el cielo por la comunicación de los atributos, porque su divinidad estaba en el cielo, como he dicho. verso 14 y 15. Y como Moisés , &c.
Cristo procede a instruir a Nicodemo; (pues asà como en los versÃculos anteriores le ha enseñado que es Dios, asà ahora le enseña que se ha hecho hombre), que siendo crucificado para la redención del hombre, merecerá que todo aquel que en él cree, y confÃa para la salvación al mérito de Su muerte, la obtendrá. Asà Cristo suele unir las cosas humanas a las divinas cuando habla de sà mismo, y las cosas humildes a las gloriosas.
Como si dijera: "Quien sea mordido por las serpientes de los pecados, que mire a Cristo, y obtendrá la curación por la remisión de los pecados", como dice el Papa Adriano I en su primera epÃstola a Carlos el Grande. Lo mismo prueba que el uso de imágenes es lÃcito de esta serpiente. Añade: La figura proporcionaba vida temporal; la cosa misma, de la que era figura, la vida eternaâ.
Cristo se refiere a la historia de la serpiente de bronce en el desierto, que se da en el capÃtulo 21 de Números. Sobre esta historia S. AgustÃn comenta lo siguiente ( de peccat. merit., lib. 1, c. 32). "La serpiente levantada es la muerte de Cristo. Por la serpiente vino la muerte, porque persuadió al hombre a pecar. Y el Señor tomó sobre Su carne, no el veneno de la serpiente, que es pecado, sino la muerte, para que no haya en semejanza a la carne, la pena del pecado sin su culpa, para que asà sean quitadas la pena y la culpa". Y Teofilacto dice: "En esa serpiente de bronce estaba la apariencia de la criatura nociva, pero no su veneno: asà en Cristo estaba la semejanza de la carne de pecado, pero no el pecado".
S. Crisóstomo extrae con mayor plenitud las analogÃas entre la serpiente de bronce y Cristo. Ãl dice: "Para que nadie diga: '¿Cómo pueden salvarse los que creen en el Crucificado, si él mismo no se libró de la muerte?'". Presenta la historia antigua. Porque si los judÃos por mirar la imagen de una serpiente de bronce fueron librados de la muerte, ¿cuánto mayor beneficio disfrutarán los que miran al Redentor Crucificado? Porque por uno los judÃos escaparon de la muerte temporal: por el otro los creyentes escapan de la muerte eterna.
Allà la serpiente suspendida curó las heridas que habÃan hecho las serpientes: aquà Jesús, clavado en la cruz, curó las heridas infligidas por la serpiente incorpórea (el diablo). Allà los que miraban con sus ojos corporales obtenÃan la curación del cuerpo: aquà los que miraban con sus ojos espirituales obtienen la remisión de todos sus pecados. Allà una serpiente mordió, y una serpiente sanó; aquà la muerte destruyó, y la muerte salvó.
En un caso, la serpiente que destruyó estaba llena de veneno y no libró a nadie del veneno. Y en el otro caso, la muerte que destruye tenÃa pecado, como la serpiente tenÃa veneno: pero la muerte del Señor estaba libre de todo pecado, asà como la serpiente de bronce no tenÃa veneno. Ves cómo la figura responde a la realidad.
Levantado : es decir , puesto sobre un poste elevado. El hebreo en Números xxi. 9, añade al nes, es decir , sobre un estándar. Esta pudo haber sido una lanza larga con una insignia levantada como un estandarte. Porque éste era tipo y figura del estandarte de la cruz de Cristo, al cual él mismo llama a sus fieles, como soldados. Esta lanza con la serpiente de bronce suspendida de ella Moisés la levantó sobre el tabernáculo, que estaba en medio del campamento en el desierto, y sirvió a los hebreos en la sala de un templo.
Entonces Justin, hacia el final de su "Segunda disculpa". Con esto se significaba que la cruz de Cristo debÃa ser fijada en sus templos y adorada por todos los fieles como estandarte y trofeo de la fe y religión cristianas.
S. Crisóstomo pregunta: ¿Por qué no dijo aquà suspendido en lugar de elevado o exaltado? Y él responde: "Para que no dé un sentido de vergüenza a Su oyente, ni sea diferente del tipo". De todo lo que se ha dicho, parecerá cuán necia es la interpretación de Calvino, que este levantamiento de Cristo no es Su crucifixión, sino la predicación de Su Evangelio.
Que todo aquel que cree : y obedece Sus leyes, o que cree en Ãl, no con una fe desnuda e informe, sino con una fe formada por el amor. Tiene vida eterna , por la gracia, el arrepentimiento y las buenas obras, que Cristo desde la cruz inspiró para este fin, que el hombre merezca y alcance la vida, la felicidad y la gloria eterna.
VersÃculo 16
Porque de tal manera amó Dios, &c. Esto se dice a modo de anticipación, para que Nicodemo no objete: "Si eres el Hijo de Dios, ¿cómo permitirá Dios que seas suspendido y exaltado sobre la cruz?"
Cristo responde a esto dando a entender que Dios lo permitirá para mostrar Su amor ardiente a los hombres, que fue tipificado por la serpiente de bronce, que se llama en hebreo saraph , que significa ardiente y prendiendo fuego. Asà S. Crisóstomo y Teofilacto.
Obsérvese que cada palabra de Cristo en esta frase tiene un énfasis grande y especial, para magnificar al máximo el amor de Dios. Porque (i.) Ãl dice, Asà , con tal vehemencia, tal exceso de amor. 2. No a un rey, ni a un ángel, amado , sino a Dios. 3. Amado, es decir , primero y como gratuitamente; sin mérito, sÃ, incluso sin deseo de nuestra parte. 4. El mundo , Su enemigo, y bajo la sentencia de condenación.
5. No dio a otro hombre, no a. ángel, no de otro mundo, sino de su Hijo; y que no un Hijo adoptivo, sino Su propio Hijo ; y otra vez no un Hijo de muchos, sino Su único Hijo, Su Unigénito Cantares de los Cantares 6 . No vendió , ni prestó , sino que dio gratuitamente ; y no a un reino y triunfos, sino a la muerte y la Cruz.
7. Cristo no lo hizo para sà mismo, para obtener alguna ventaja para sà mismo, sino para que Ãl, el Creador, nos diera vida a nosotros, sus criaturas, con su propia muerte, para que con su humildad nos exaltara, para que con su despojo de sà mismo Ãl pueda amontonar sobre nosotros la gloria eterna y un peso infinito de riqueza y bondad. Este es el amor de Dios hacia el hombre, que celebra el Apóstol (Tit 3,5).
Usted puede decir, habrÃa sido mayor amor si Dios el Padre se hubiera dado a Sà mismo por nosotros, y tomado nuestra carne, que enviar a Su Hijo. Porque más da el que se da a sà mismo que el que envÃa a otro.
Pero yo respondo que esto es cierto de aquellos que son de una esencia diferente, pero no de Dios: porque el Padre y el Hijo tienen la misma Esencia Divina, y son consustanciales. Por lo cual el Padre, al darnos a su Hijo, nos dio con El su propia Esencia, de la cual nada mayor puede existir, ni darse. Este don del Padre era, por tanto, el mayor posible, e infinito. Asà S. Cyril en este pasaje.
Puede insistir aún más, Dios no dio Su propia Persona, sino solo Su Esencia: y que Ãl habrÃa dado más si hubiera dado Su Persona también. Respondo negando la conclusión. 1. Porque Persona es Dios es en realidad lo mismo que Esencia; porque no añade nada a su esencia sino relativamente, y la idea de distinción de las otras Personas: también porque la Persona del Hijo es tan digna como la Persona del Padre.
Porque las tres Divinas Personas son coiguales en todas las cosas, como dice el Credo de Atanasio. Además, el Padre al darnos la Persona de Su Hijo, nos dio también Su propia Persona, asà como la Persona del EspÃritu Santo. Porque el Padre está en el Hijo, y ambos están en el EspÃritu Santo. Y de nuevo el Hijo está en el Padre, y el EspÃritu Santo en el Padre y el Hijo, de lo cual hablaré más ampliamente en el capÃtulo xiv. 10
Además Santo Tomás (3 parte, qu. 3) da varias razones por las cuales Dios Padre no dio próximamente Su propia Persona, sino la Persona de Su Hijo; o por qué sólo el Hijo tomó sobre sà nuestra carne. Entre las cuales está la primera, porque el Padre quiso adoptarnos a nosotros ya nuestra naturaleza, y hacernos sus hijos, y por tanto herederos. Porque Ãl hizo a Su Hijo para ser nuestro hermano, para que por Ãl podamos llegar a ser hijos de Dios, y por lo tanto herederos, como Cristo aquà insinúa.
VersÃculo 17
Porque no envió Dios, &c. Confirma e intensifica la afirmación del amor infinito de Dios a los hombres, como lo demuestra la crucifixión de Cristo. Porque Dios podrÃa haber enviado con justicia a Su Hijo al mundo para destruirlo por su gran maldad. Porque esto era lo que su justicia exigÃa, pero el amor infinito de Dios superó a la justicia en que otorgó la mayor bendición al mundo, que merecÃa el mayor extremo del castigo, al darle la salvación a través de Ãl.
Obsérvese: la expresión juzgar al mundo , tal como está en la Vulgata, significa condenarlo y destruirlo en el infierno. Se opone a la palabra salvo. Por eso San AgustÃn observa que este fue el fin de la Encarnación de Cristo, para que todos los hombres se salven, y que Ãl lo deseó y lo quiso con fervor. Por tanto, es de ellos mismos, por su propia culpa, y no por la de Cristo, que muchos de ellos serán condenados.
El que cree ... no es juzgado , no será condenado, sino salvo. Pero el que no cree es juzgado, es decir , ya está condenado . Porque el tal manifiestamente se condena a sà mismo por su incredulidad; porque por ella se corta a sà mismo del mismo camino y principio de la salvación, es decir , la fe; porque no ha creÃdo en el nombre, etc., griego, ειÌÏ Ïνομα , que significa lo mismo que creer en el mismo Hijo de Dios.
Porque el nombre se pone aquà por metonimia para la cosa nombrada. "Ãl muestra", dice S. Cyril, "cuán terrible crimen es la incredulidad, porque Ãl es el Hijo Unigénito de Dios. Porque cuanto mayor es la excelencia de lo que es despreciado, tanto será el que desprecia. más severas, sobre todo porque tales personas hacen mentiroso a Dios, porque no creen en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijoâ ( 1 Juan 5:10).
VersÃculo 19
Este es el juicio , &c. (Vulg.) Juicio , es decir, causa de juicio o condenación. Esta es la causa por la que ya están condenados los que no creen en mÃ, porque han preferido las tinieblas y la ignorancia de Dios y de lo que deben hacer, y sus propios placeres y concupiscencias y pecados sobre la tierra, antes que la luz, es decir, Cristo, que ha traÃdo al mundo el conocimiento de Dios y la salvación.
Porque la luz y la oscuridad son los sÃmbolos de estas cosas. Por eso Beda dice que se llama a sà mismo la Luz ; pecados Ãl llama tinieblas. Además, la luz vino al mundo para despertar a los hombres, dice la Glosa; para amonestarlos a conocer sus males, dice S. Crisóstomo. "Porque ellos mismos no quisieron admitir la luz de la verdad y de la santidad, que él predicó con su palabra y ejemplo". De la misma manera, muchos en la actualidad se convierten en herejes para seguir su voluntad carnal, lo que la herejÃa permite, pero la fe prohÃbe. Por lo tanto, para convertir a un hereje, utilÃcese de este método: primero persuadirlo a llevar una vida honesta, moral, casta y santa. Asà lo conduciréis más fácilmente a la verdadera fe.
2. El juicio puede entenderse asà como la condenación y el rechazo de los incrédulos, o el juicio con que se condenan a sà mismos, por preferir las tinieblas a la luz, es decir, la codicia a la santidad, la ignorancia a la ciencia, el diablo a Dios. Por lo cual Cristo, por asà decirlo, dice a los tales: "No soy yo quien te juzga, sino tu propia conciencia la que te juzga y te condena".
VersÃculo 20
Para todo aquel que hace lo malo , griego, ÏÎ±Ï Ìλα , cosas depravadas y perversas, &c. "Todo el que hace el mal", dice S. Cyril, "rechaza la iluminación de la luz, no porque se avergüence de su maldad y se arrepienta, porque si lo hiciera se salvarÃa, sino porque prefiere estar en la ignorancia de la mejor manera, para que en sus pecados diarios no sienta los aguijones de la conciencia.
âPorqueâ, como observa S. Crisóstomo, âseñala a los que todavÃa perseveran en su maldad, y tienen celo de hacer el mal hasta el último suspiro; que perseveran en las malas acciones, y siempre se revuelcan en el fango del vicio".
VersÃculo 21
Pero el que hace... en Dios , es decir , según la voluntad y la ley de Dios, y por su guÃa, luz y ayuda. La verdad, es decir , practicamente haciendo lo recto y justo, y agradable a Dios. Porque asà como hay verdad del corazón y de la boca, asà también la hay de la obra, por la cual sucede que una obra honesta y santa corresponde a la regla práctica de la razón y la prudencia, o virtud, y la voluntad de Dios.
Asà ( Juan 8:43-44), se dice de Lucifer que no permaneció en la verdad, es decir , en la equidad, la justicia y la santidad. Asà también el Apóstol nos exhorta a hacer la verdad, es decir , lo que es verdaderamente bueno, santo y agradable a Dios.
El significado es, el que hace, es decir , quien por la luz y la gracia de Dios se propone y determina hacer la verdad, es decir , lo que es verdaderamente bueno y santo, viene a la luz, es decir , abraza Mi doctrina, y la fe cristiana. , para que sus obras sean manifiestas de que son hechas en Dios , que agradan a Dios porque son hechas por Su dirección y guÃa. Y si fueren de otra manera, Ãl los corregirá y enmendará de acuerdo con la voluntad de Dios.
"Ãl muestra", dice S. Crisóstomo, "que ninguno de los que están en el error se someterá a la verdad, a menos que primero se persuada a sà mismo de llevar una vida recta; y que nadie persistirá en la incredulidad a menos que sea completamente entregado a la maldad".
Hasta aquà llegan las palabras de Cristo a Nicodemo.
VersÃculo 22
Después de esto , &c. Esto significa que Jesús se fue de Jerusalén, ciudadano del cual parece haber sido Nicodemo, a alguna otra parte de la tierra de Judea, porque querÃa evitar las sectas y enemistades de los principales de Jerusalén. Asà S. Crisóstomo y otros. Como dice el primero: "SolÃa ââvenir a la ciudad en las fiestas solemnes, para dar a conocer públicamente la doctrina de Dios; de allà se retiraba muchas veces al rÃo Jordán".
Bautizado , no tanto por él mismo como por sus discÃpulos, como se dice en iv. 2. Sin embargo, Ãl mismo primero bautizó allÃ. El bautizó por otros por varias razones 1. Para mostrar que Su bautismo era diferente al de Juan. Porque este último fue conferido solo por Juan; pero el bautismo de Cristo fue conferido también por otros, sus discÃpulos, Cristo en ellos y por ellos obrando poderosamente. 2. Para mostrar que la autoridad, el poder y la continuidad de Su bautismo se extenderÃan a través de todas las edades sucesivas.
Entonces SS. AgustÃn y Cirilo. 3. Porque Ãl mismo estaba ocupado en las grandes obras de enseñar, sanar a los enfermos y obrar milagros. Además, cuando los discÃpulos de Cristo bautizaban, aún no eran apóstoles. Porque fueron hechos apóstoles después del encarcelamiento de Juan. Pero estas cosas sucedieron antes, como se ve en el versÃculo 24. Por tanto, estos discÃpulos no eran todavÃa apóstoles, ni aun sacerdotes, porque después fueron creados sacerdotes por Cristo en su última cena.
Por lo cual es un error decir, como lo hacen San Crisóstomo y Tertuliano ( de Bapt. c. 2), que Cristo no bautizó, porque antes de su muerte el bautismo no tenÃa el poder de perdonar los pecados y conferir el EspÃritu Santo; por tanto, que los discÃpulos de Cristo bautizaron asà con el bautismo de Juan, no el de Cristo. S. Crisóstomo dice: "Ambos bautismos, a saber, el de Juan y el de los discÃpulos de Cristo, estaban desprovistos del EspÃritu.
Ambos tenÃan el mismo objetivo en vista, que era ganar discÃpulos para Cristo.â Que no habÃa excelencia ni en el bautismo del uno ni del otro, él argumenta de las palabras en el capÃtulo 7, El EspÃritu aún no habÃa sido dado . , porque Jesús aún no habÃa sido glorificado, pero mostraré que este no es el significado en el lugar apropiado.
Añadamos a S. León ( Epist. 4, ad Episc. Sicil .,.. 2). âProbablemente, en la muerte del Crucificado, y en su resurrección de entre los muertos, la virtud del bautismo hace de la vieja una nueva criatura, para que tanto la muerte como la vida de Cristo sean obradas en los que nacen de nuevo, como dice el bendito apóstol Pablo: '¿No sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo, hemos sido bautizados en su muerte?'"
Pero el sentido de S. Pablo es diferente, como he dicho en el pasaje, y también, según creo, el de S. León. Porque antes de su muerte Cristo perdonó los pecados al paralÃtico, y también a MarÃa Magdalena, y la llenó del espÃritu de caridad: y esto por su sola palabra, sin sacramento. Porque este perdón derivaba su poder justificador de los méritos de Cristo presente y futuro: y especialmente de su muerte, que ya se habÃa comprometido a sufrir, y se habÃa ofrecido a sà mismo a Dios Padre como vÃctima para la salvación de los hombres. Por tanto, como la EucaristÃa instituida antes de la muerte de Cristo santificaba a los apóstoles, asà también el bautismo. AsÃ, extensamente, S. AgustÃn en este pasaje (Tract. 15).
Asà mismo no es muy probable lo que piensa D. Soto, que los discÃpulos aquà usaron como forma en el bautismo, Yo te bautizo en el nombre de Jesucristo , mientras que después de Su resurrección dijeron, Yo te bautizo en el nombre del Padre y del Hijo y del EspÃritu Santo. Esto es improbable, porque al hacerlo Cristo habrÃa cambiado la forma del bautismo, y al hacerlo habrÃa instituido dos bautismos. Además, no es probable que Cristo bautizara en Su propio nombre cuando Ãl mismo bautizó a Sus apóstoles.
Además, Eutimio dice que la creencia de los Padres más antiguos era que Cristo mismo bautizó a la SantÃsima Virgen ya San Pedro. Evodio, sucesor de S. Pedro en la sede de AntioquÃa, dice en su tratado Lumen , o La Luz , que Cristo con sus propias manos bautizó a Andrés, Juan y Santiago, y que ellos bautizaron al resto de los apóstoles.
VersÃculo 23
Ahora Juan , &c. Ãnnon , o Ennon , era una ciudad a orillas del Jordán, a ocho millas de Bethshan, que después, desde su ocupación por los escitas, se llamó Seythopolis. Ãnnon se deriva del hebreo ain , o an, pozo o fuente , porque, como se dice, allà habÃa mucha agua.
Cerca de Salim. HabÃa dos Salims, o Salems; uno que después se llamó Jerusalén, el otro cerca de Seythopolis, que se llamaba, en tiempo de San Jerónimo, Salumius , como nos dice en su Locis Hebraicis. Salem significa en hebreo, salud, paz, perfección . Porque estos penitentes recibieron de Juan, siendo transmitidos a Cristo, quien bautizó no lejos de Juan. HabÃa mucha agua allÃ. De esto podemos deducir que Juan bautizaba no sólo para lavar la cabeza, para lo cual sólo se necesitaba una cantidad moderada de agua, sino todo el cuerpo.
VersÃculo 24
Porque Juan aún no habÃa sido enviado (vulg. missus, cast griego ) a prisión. Esto implica, dice S. Crisóstomo, que Juan bautizó hasta el momento de ser encarcelado. Porque perseveró hasta su muerte en el oficio para el cual Dios lo envió, a saber, preparar el camino para Cristo por medio del bautismo y la predicación. Y cuando hubo hecho esto sobreabundantemente, Dios permitió que fuera echado en la cárcel, para que pudiera dar paso a Cristo, y enviar a todos sus discÃpulos a Cristo como de hecho lo hizo.
El evangelista agrega este versÃculo para mostrar que estaba proporcionando la historia de todos los eventos anteriores y añadiéndolos a las narraciones de los otros evangelistas, que comenzaron desde el encarcelamiento de Juan.
Ahora surgió, &c El griego para ahora es οÏν , por lo tanto. Porque en verdad Juan bautizaba con Jesús, ya que Juan precedÃa, surgió una cuestión , es decir, una contienda y controversia , de parte de los discÃpulos de Juan. Esto lo levantaron por celo por el honor y la autoridad de su maestro Juan, para que él, a través del bautismo dado por Jesús, no fuera menospreciado. Porque muchos acudÃan a Jesús, enviándolos el mismo Juan, prefiriendo a Jesús a sà mismo.
Con los judÃos , es decir , los que seguÃan a Jesús. La Versión Complutense tiene la palabra en singular, μεÏά ÎÎ¿Ï Î´Î±Î¯Î¿Ï , con un judÃo. El sirÃaco tiene, entre un discÃpulo de Juan y un judÃo , una lectura que es seguida y comentada por S. Crisóstomo, Nono, Teofilacto y Eutimio. Pero los latinos, y de los griegos S. Cirilo, leen con los judÃos , en plural.
Puede ser que uno planteó la contienda, y que, como de costumbre, muchos tomaron parte en ella. Sobre purificar, es decir , sobre el bautismo de Juan y Jesús, si de los dos eran mejores, y tenÃan mayor eficacia purificadora y santificadora. "Porque el judÃo", dice Teofilacto, "prefirió el bautismo de los discÃpulos de Cristo, pero los discÃpulos de Juan el bautismo de su maestro", ya que primero habÃa bautizado a muchos, e incluso a Jesús mismo, como si fuera un discÃpulo.
Pero los discÃpulos de Jesús respondieron que Ãl hizo muchos milagros, pero que Juan no hizo ninguno. Agregaron que Juan mismo preferÃa a Jesús antes que a sà mismo, y decÃa que Ãl era el Cristo. Asà S. AgustÃn y otros.
VersÃculo 26
Y vinieron , &c. Quién estaba contigo al otro lado del Jordán : a saber, Jesús, que vino a ti para ser bautizado. Ahora, ingratamente, se hace igual a ti y usurpa tu oficio de bautizar. Por lo tanto, debes contenerlo; de lo contrario, todos acudirán de ti a Ãl, para vergüenza tuya y nuestra. Asà Eutimio, "Ãl ejerce tu propio cargo contra ti, y se apodera de tu renombre". Deseando exasperar aún más a Juan, añadieron: Todos dejen de ti, y id a él.
VersÃculo 27
Juan respondió , etc. Reprimió abiertamente la ambición y las pendencias de sus discÃpulos. SÃ, declara abiertamente que el derecho está con Cristo. Lo prefiere a Ãl antes que a sà mismo, y da un testimonio fresco y amplio de que Ãl es el MesÃas. âNo puedo, sin la mayor presunción, orgullo e ingratitud, tomar un rango o autoridad más alta que la que Dios me ha dado. Y no lo haré. ¿Es de Jesús?, Dios no lo quiera.
Porque si intentara hacerlo, Dios me privarÃa justamente de mi propio oficio y dignidad. Ya conoces ese proverbio sirio común nuestro: El camello que pedÃa cuernos perdió las orejas. Lejos esté de mÃ, por tanto, que me prefiera a Jesús, o que me arrogue el nombre y la dignidad de MesÃas. Porque Dios le ha dado esto a Jesús, no a mÃ. Dios me ha dado suficiente, y más que suficiente, al hacerme Su precursor. Contento con eso viviré y moriré, y entregaré gustosamente todo lo demás a Jesús mi Señor.â Asà S. AgustÃn, Beda y otros.
VersÃculo 28
Vosotros mismos me sois testigos , etc. Que dije que fui antes que Ãl, que como Su precursor, ministro y heraldo, deberÃa preceder Su advenimiento. "Sabéis que siempre he profesado que no soy el Cristo, sino su precursor. ¿Por qué, pues, me instáis a revocar lo que he dicho, y preferirme a mà mismo a Jesús, y robarle el nombre de Cristo? ¿Verdaderamente esto SerÃa intolerable la soberbia, la inconsecuencia y la blasfemia. PermÃteme, pues, vivir contento con mi oficio, y conmigo prepare su camino, y siga y sirva al MesÃas, vuestro y mi Señor y Dios".
VersÃculo 29
El que tiene la novia , &c. "Jesucristo, por Su Encarnación, se ha desposado consigo mismo con la Iglesia, que es toda la compañÃa de los creyentes, y Dios se la ha dado a Ãl como esposa a esposo. Jesús, por lo tanto, es el verdadero esposo de la Iglesia, un esposo que debe ser recibido, amado y adorado en sumo grado por todos los que creen. ¿Qué, pues, me extraña si todo el pueblo me deja y acude a Ãl? Porque yo no soy el novio, sino el amigo de Cristo, el Esposo.
Por lo cual me gozo mucho de ser tenido por digno de tan gran ministerio, de ser yo la paraninfa del Esposo, y de llevarle la novia, es decir, la fiel, para que todos reconozcan, amen, y reverenciadle como el MesÃas, y buscad en Ãl toda gracia y gloria, como Cabeza y PrÃncipe de toda la Iglesia".
Se trata de una alusión a las paraninfas , que eran las más Ãntimas y familiares amigas del novio, de modo que, excluidas todas las demás, eran admitidas en la cámara nupcial del novio.
Observe que Juan en el primer capÃtulo se llama a sà mismo el siervo de Jesús, y declara que no era digno de desatar Sus sandalias. Pero aquà se llama a sà mismo Su amigo. Porque esta es la condescendencia de Jesús, nuestro Dios, que llama y adopta a sus siervos fieles para que sean sus amigos, sÃ, y sus hijos. John aquà se llama a sà mismo un amigo en lugar de un servidor , porque los servidores de los héroes a menudo envidian su felicidad, pero sus amigos nunca, sino que la promueven, y se regocijan y se regocijan en ella.
El significado es: "Yo, Juan, por esta razón no me entristezco ni envidio a Jesús, de que todo el pueblo acuda a Ãl, porque soy su amigo Ãntimo y lo amo sobre todas las cosas. Siempre ha sido mi gran objetivo atraer al pueblo de mà hacia Ãl, como una novia hacia su esposo". Asà S. Crisóstomo. Que todos los verdaderos maestros, pastores y predicadores hagan lo mismo, y no busquen atraer, o atraer, a los fieles hacia sà mismos, sino hacia Cristo.
El que está de pie , &c. "Yo, Juan, estoy al lado de Cristo el Esposo como Su asistente, y en silencio escucho su voz, mientras Ãl conversa amorosamente con Su esposa. No codicio a la esposa para mÃ, sino que me gozo inefablemente de ser tenido por digno de oÃr Su voz." Juan aquà da a entender que estaba a punto de ser puesto en silencio; que habiendo cumplido su oficio, debe cesar de predicar y bautizar, y dar lugar a Cristo, que habiendo terminado, por asà decirlo, su propia carrera, debe entregarle la lámpara, lo que sucedió poco después, cuando Herodes lo echó en prisión
Esta es mi alegrÃa , &c. "Comencé a regocijarme cuando supe por la revelación de Dios que el advenimiento de Cristo estaba cerca. Me regocijé aún más cuando lo vi y lo oà presente. Pero cuando vi que todo el pueblo acudÃa a Ãl, entonces mi alegrÃa se cumplió y perfeccioné, porque sólo por su gracia he predicado y bautizado, y he pasado toda mi vida".
VersÃculo 30
Debe aumentar , a saber, por la congregación de la gente hacia él, por la abundancia y la gloria de sus milagros, en adoración y adoración, para que todo el mundo pueda amarlo y adorarlo como Cristo. Asà S. Cyril, a quien escucha. "Mientras la profundidad del éter está oscurecida por las sombras de la noche, todos hablan con la mayor admiración de la estrella de la mañana, mientras brilla con toda la gloria de su dorado esplendor.
Pero cuando se ve que el sol se apresura a salir, y cuando su luz ilumina de alguna manera esta nuestra tierra, la estrella del dÃa cede gradualmente a la mayor luminaria, y las palabras de Juan podrÃan aplicarse correctamente, Ãl debe aumentar, pero yo debo disminuir .â Asimismo S. Crisóstomo dice: âCristo crece en cuanto se manifiesta poco a poco por medio de signos y milagros: no porque hace crecer en virtud, - Dios no lo quiera; pues esta serÃa la locura de Nestorio.
Pero debo disminuir : no en virtud, sabidurÃa o mérito. Porque en estos Juan creció constantemente hasta que recibió la corona del martirio, pero en cuanto al honor que recibió en la gente que acudÃa a él. âHe cumplido mi oficio, ahora cesaréâ, como dice de él S. Crisóstomo. Como sÃmbolo de ello, Juan nació poco después del solsticio de verano, cuando los dÃas comienzan a decrecer; pero Cristo nació poco después del solsticio de invierno, cuando los dÃas siendo los más cortos, comienzan a aumentar, como dice S. Crisóstomo, ( Hom. de Nativ .), y otros.
El que es de arriba , &c. Da la razón por la cual Jesús debe crecer; porque Ãl era de lo alto, del cielo, del seno del Padre, como el Hijo Unigénito de Dios. Por tanto , Ãl está por encima de todo , no sólo de mÃ, Juan, sino muy por encima de todos los ángeles y criaturas cualesquiera, en cuanto que Ãl es el Creador y el Señor de todo, y por lo tanto debe ser adorado y adorado por todos.
VersÃculo 32
El que es de la tierra , &c. Juan prefiere a Cristo a sà mismo, como lo celestial a lo terrenal. Por tanto, cuanto más alto es el cielo que la tierra, tanto más Cristo es superior a Juan, según las palabras: "El primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre es del cielo, celestial" ( 1 Corintios 15:47 , Vulg.)
El significado es: 'El que nace de la tierra, como yo Juan soy formado de ella, como Adán, es terrenal, y de la tierra habla, es decir , de cosas terrenales. Ahora bien, esto era cierto de Juan (1.) si se tiene en cuenta su naturaleza desnuda, como aparte de la gracia y el llamamiento de Dios. Aparte de eso, Juan era sólo terrenal y con sabor a tierra. âPorque si algo Divino has oÃdo de Juan, es de Aquel que le dio la luz, no de aquel que sólo recibió la luzâ, como dice San AgustÃn.
2. Es cierto si se compara a Juan con Cristo, cuyo origen, naturaleza y espÃritu son mucho más elevados que los de Juan, porque son claramente celestiales y divinos y, por consiguiente, totalmente eficaces para influir en las mentes de los hombres como Ãl quiso. Y esto lo hizo Cristo por su gracia, la cual insufló interiormente en las almas de los que le oyeron.
Y lo que Ãl (es decir, Cristo ) ha visto , etc. Esto es por catacresis, porque en las cosas divinas, ver y oÃr significan lo mismo que saber. Pero ver significa la evidencia de las cosas que se conocen: oÃr , su fuente, porque en verdad Ãl habÃa recibido todas estas cosas, como conocimiento, y la plenitud de la sabidurÃa, junto con la Esencia Divina, del Padre.
Nadie recibe: es decir , hiperbólicamente, porque pocos reciben. Porque aunque muchos acudÃan a Jesús, en comparación con los que se quedaban en casa y descuidaban la predicación de Jesús, eran pocos. E incluso entre esos pocos, algunos creyeron y otros no, como los escribas y los fariseos. Juan se refiere a sus propios discÃpulos, dicen S. Crisóstomo y Eutimio porque pocos de los judÃos vinieron a él, y menos aún creyeron.
versión 35. El que ha recibido , o que recibe Su testimonio (al creer), ha firmado (Vulg.), etc. Para la Vulgata signavit , el griego tiene εÌÏÏζάγιÏεν , o ha marcado y suspirado con un sello. El que recibe el testimonio de Cristo, y cree en Ãl, da testimonio al hacerlo, y como si pusiera un sello en su profesión de fe, de que Dios Padre es verdadero, quien por Su Hijo, como por Su propia boca, habla las cosas más verdadero y divino.
Porque el Hijo los oyó, y los recibió del Padre. O, como dice S. Cyril, tal testifica que Dios Hijo es verdadero, quien declara estas mismas cosas. El que cree en Dios y en Su Hijo da gran honra a Dios, porque por su fe profesa que Dios es Verdadero, sÃ, Verdad primordial e infalible. Al contrario, el que no cree deshonra mucho a Dios, porque en realidad lo hace falso, lo cual es el mayor desprecio y blasfemia posible contra Dios.
S. Juan dice en su EpÃstola ( 1 Juan 5:10-111 ), "El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio en sà mismo; el que no cree a Dios, le ha hecho mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios dio de Su Hijo, y este es el testimonio, que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en Su Hijo.
Alcuino explica algo diferente. Ha sellado, es decir , ha puesto una señal, como si fuera algo peculiar y especial, en su corazón, que este es el verdadero Dios, que ha sido enviado para la salvación de la raza humana.
Además, se dice que Dios firma y sella sus palabras y sus oráculos cuando los confirma con milagros; pero se dice que el hombre firma y sella estas mismas palabras de Dios cuando cree que son verdaderas. La fe, pues, es el sello por el cual damos fe de las palabras de Dios.
VersÃculo 34
Para quien Dios ha enviado , &c. El prueba lo que ha dicho, que el que cree en Jesucristo, muestra y testifica con el sello de su fe que Dios es verdadero, porque Jesús, a quien Dios envió del cielo a la tierra, para que encarnado en nuestra carne pudiera enseñar y salvar a los hombres - Jesús, digo, no habla sus propias palabras sino las palabras de Dios que lo envió. Las palabras de Jesús son las palabras de Dios Padre, porque Ãl se las dio. Por tanto, quien cree en Jesús, también cree en Dios Padre. Porque Dios envió a Jesús, y son las palabras de Dios que Jesús habla. Entonces Eutimio.
No da el EspÃritu , es decir , los dones del EspÃritu. Dice que da , no ha dado , porque lo que Dios ha dado una vez para siempre a Cristo, lo da siempre por conservación y afluencia continua. Porque la conservación no significa otra cosa que la continuación de una cosa creada, y como si fuera una creación continua. El significado es que Jesús, siendo enviado por Dios, declara y predica las palabras de Dios y todos los misterios divinos, porque Dios se los comunica sin medida, y como en un grado infinito.
Dios no es tan pobre o parsimonioso como para tener una cierta medida del EspÃritu, de la cual no puede dar una mayor. Porque hay en Dios infinitas riquezas del EspÃritu, que da y comunica a Jesús, que es su propio Hijo. "Por tanto, aunque vosotros, oh mis discÃpulos, miráis en mà a Juan, vuestro maestro, gran poder y eficacia del EspÃritu Divino en la predicación, sabed que en Jesús hay mucho mayor, sÃ, que en Ãl está toda la plenitud del EspÃritu ; en Jesús, digo, tanto como Dios como hombre.
"Pues en cuanto que es Dios, "posee el EspÃritu sustancialiter ", dice San Cirilo. En cuanto que es hombre, "en Ãl habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Col 2, 9). Y "en Ãl están escondidos todos los tesoros de la sabidurÃa y del conocimientoâ (Col 2:3). Como dice S. AgustÃn, âA los hombres les da por medida; al Hijo Unigénito no le da por medida".
VersÃculos 34-36
versión 34. Para los que Dios ha enviado , etc. El prueba lo que ha dicho, que el que cree en Jesucristo, muestra y testifica con el sello de su fe que Dios es verdadero, porque Jesús, a quien Dios envió del cielo a la tierra, para que encarnado en nuestra carne pudiera enseñar y salvar a los hombres - Jesús, digo, no habla sus propias palabras sino las palabras de Dios que lo envió. Las palabras de Jesús son las palabras de Dios Padre, porque Ãl se las dio. Por tanto, quien cree en Jesús, también cree en Dios Padre. Porque Dios envió a Jesús, y son las palabras de Dios que Jesús habla. Entonces Eutimio.
No da el EspÃritu , es decir , los dones del EspÃritu. Dice que da , no ha dado , porque lo que Dios ha dado una vez para siempre a Cristo, lo da siempre por conservación y afluencia continua. Porque la conservación no significa otra cosa que la continuación de una cosa creada, y como si fuera una creación continua. El significado es que Jesús, siendo enviado por Dios, declara y predica las palabras de Dios y todos los misterios divinos, porque Dios se los comunica sin medida, y como en un grado infinito.
Dios no es tan pobre o parsimonioso como para tener una cierta medida del EspÃritu, de la cual no puede dar una mayor. Porque hay en Dios infinitas riquezas del EspÃritu, que da y comunica a Jesús, que es su propio Hijo. "Por tanto, aunque vosotros, oh mis discÃpulos, miráis en mà a Juan, vuestro maestro, gran poder y eficacia del EspÃritu Divino en la predicación, sabed que en Jesús hay mucho mayor, sÃ, que en Ãl está toda la plenitud del EspÃritu ; en Jesús, digo, tanto como Dios como hombre.
"Pues en cuanto que es Dios, "posee el EspÃritu sustancialiter ", dice San Cirilo. En cuanto que es hombre, "en Ãl habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad" (Col 2, 9). Y "en Ãl están escondidos todos los tesoros de la sabidurÃa y del conocimientoâ (Col 2:3). Como dice S. AgustÃn, âA los hombres les da por medida; al Hijo Unigénito no le da por medida".
Dirás: ¿Recibirá entonces Cristo, como hombre, el EspÃritu y la gracia de manera absolutamente infinita? Respondo que no, porque esto serÃa imposible; ni el alma creada y finita de Cristo serÃa capaz de ello. Por lo tanto, se dice que el EspÃritu le fue dado sin medida, porque Dios le comunicó abundantemente todas sus gracias y todos sus dones, como siendo la Cabeza de la Iglesia.
Y esos dones los imparte a los hombres fieles, es decir, a sus miembros, en cierta medida, según su beneplácito. Porque aunque fuera que los fieles fueran sin medida ni número, pero en sucesión innumerables, sin embargo, Cristo como la Cabeza sobre todo harÃa que Su EspÃritu y Su gracia fluyeran en ellos como Sus miembros. Escuchen lo que dice S. Jerónimo sobre el capÃtulo 11 de IsaÃas: âSobre esta flor que brota repentinamente del tallo y de la raÃz de Jesé por medio de MarÃa la Virgen, reposará el EspÃritu del Señor.
Porque agradó a Dios que en él habitara corporalmente toda la plenitud de la Deidad, no parcialmente, como en todos los demás santos, sino según el evangelio de los nazarenos, que es leÃdo por ellos en lengua hebrea, 'Toda la fuente del EspÃritu Santo descenderá sobre Ãl'".
Por tanto, todo lo que Jesús hace o dice, eso es santo, eso es espiritual, eso es divino. Porque Ãl está totalmente poseÃdo por el EspÃritu Santo. El EspÃritu Santo lo gobierna, lo guÃa, lo mueve. Ãl pone en Su corazón y en Su boca palabras para hablar. Ãl obra y realiza los milagros con los que confirma Sus palabras. Por tanto, quien le recibe y cree en Ãl, recibe a Dios Padre y al EspÃritu Santo. Fue diferente con Juan el Bautista y los Profetas.
Porque no estaban tan poseÃdos por el EspÃritu Santo sino para que pudieran hacer y decir muchas cosas por su propio espÃritu, y tanto ser engañados como engañados. Asà que el profeta Natán se equivocó cuando le dijo a David, como de la boca de Dios, que construyera el Templo (1Sa 7:3).
VersÃculo 35
El Padre ama , &c. Como Dios Padre ama sin medida al Hijo, asà pone todas las cosas en Su mano, es decir, a Su disposición y poder sin medida. Todas las cosas , tanto corporales como espirituales: todas las cosas, tanto en el cielo como en la tierra, y por consiguiente todos los dones del EspÃritu Santo, para que Ãl los conceda a los que creen en Ãl, según Su beneplácito.
Además, todas las cosas , es decir, todo derecho que la SantÃsima Trinidad tiene sobre los hombres y las cosas creadas, se lo ha dado al Hijo, no sólo como Dios, sino como hombre, para que haga con ellos todo lo que quiera. voluntad Escuche a Eutimio: "Asà como Dios tenÃa todas las cosas (porque todas las cosas fueron hechas por Ãl), también le ha dado esta posesión (a Cristo) como hombre. De manera adecuada se ha dicho: 'Ãl ama, y ha dado, como se dice entre los hombres. Porque los padres suelen amar a sus hijos, y darles lo que es suyo.
VersÃculo 36
El que cree , &c. Tiene , en esperanza y de derecho, como en la raÃz y la semilla, pero aún no en hecho y fruto, ni siquiera en realidad. Tiene fe y gracia, que le dan derecho a la gloria. Pero es la gracia que comienza en el conocimiento espiritual y el amor de Dios, que se perfeccionará después de la muerte en el cielo. Como se dice en Jn 17,3: Esta es la vida eterna (camino y principio de la vida), que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Pero el que no cree, etc., no verá, es decir, no disfrutará. La ira de Dios permanece , la venganza de Dios y el infierno lo castigarán eternamente. Escuche a Cirilo: " No verán la vida, es decir , ni siquiera en lo que respecta a la simple vista de ella, podrán alcanzar la vida de los santos. No probarán esos goces, no verán que verdadera vida. Serán atormentados con sufrimientos peores que cualquier clase de muerte, y sólo retendrán sus almas en sus cuerpos a través del sentido del dolor".