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Saturday, July 19th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
El Testamento Griego del Expositor Testamento Griego del Expositor
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Nicoll, William Robertson, M.A., L.L.D. "Comentario sobre John 3". El Testamento Griego del Expositor. https://studylight.org/commentaries/spa/egt/john-3.html. 1897-1910.
Nicoll, William Robertson, M.A., L.L.D. "Comentario sobre John 3". El Testamento Griego del Expositor. https://studylight.org/
Whole Bible (30)New Testament (5)Gospels Only (1)Individual Books (4)
Introducción
CAPÃTULO 3.
Se da un ejemplo de la clase de creencia producida en los judÃos de Jerusalén y de la manera en que Jesús la trató . ἦν δὲ á¼Î½Î¸ÏÏÏοÏ, el sirÃaco agrega âallÃâ, es decir , en Jerusalén. á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï es simplemente equivalente a ÏιÏ, y no remite al á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï del verso anterior. Se le describe como á¼Îº Ïῶν ÏαÏιÏαίÏν para que podamos entender mejor lo que sigue.
PertenecÃa a ese partido que con toda su intolerancia contenÃa una sal de verdadero patriotismo y podÃa criar hombres tan cultos y de alto tono como Gamaliel y Pablo. Es un error suponer que todos los que pertenecen a un partido malicioso en una Iglesia son maliciosos ellos mismos: también es un error atribuir sin indagación la bondad de los individuos a la influencia de su partido. ÎικÏÎ´Î·Î¼Î¿Ï á½Î½Î¿Î¼Î± αá½Ïá¿·.
Muchos judÃos tenÃan ahora nombres griegos. Lightfoot cita pasajes del Talmud que muestran que cierto Bonai de apellido Nicodemus era un discÃpulo de Jesús, y que sobrevivió a la destrucción de Jerusalén, pero perdió en ella todas sus riquezas. Sin embargo, tiene muchas dudas de que este sea el Nicodemo de este pasaje. Se le describe además como á¼ÏÏÏν Ïῶν á¼¸Î¿Ï Î´Î±Î¯Ïν, miembro del SanedrÃn.
Véase Juan 7:50 , donde aparece en el SanedrÃn. Lucas 14:1 habla de uno Ïῶν á¼ÏÏÏνÏÏν Ïῶν ÏαÏιÏαίÏν. Véase también Lucas 18:18 ; Lucas 8:41 ; Mateo 9:18 .
VersÃculo 2
οá½ÏÎ¿Ï á¼¦Î»Î¸Îµ ÏÏá½¸Ï Î±á½Ïὸν. El pronombre en lugar del nombre Jesús, como señala Holtzmann, muestra la estrecha conexión con los versÃculos finales del último capÃtulo. Nicodemo llegó al manantial, insatisfecho con la forma en que sus colegas trataban a Jesús, y decidió juzgar por sà mismo. Nada podrÃa ser más esperanzador que ese estado de ánimo. Cuando un hombre dice, veré por mà mismo lo que es Jesús, no influenciado por lo que digan otros hombres; antes de irme a dormir arreglaré este asunto, el resultado seguramente será bueno.
Ver cap. Juan 7:50 ; Juan 19:39 . Ãl vino Î½Ï ÎºÏὸÏ, ciertamente con el propósito de mantener el secreto, y sin embargo, para un hombre en su posición, venir era mucho. No se muestra timidez en Juan 7:50 .
En Juan 19:39 Juan todavÃa lo identifica como âel que vino a Jesús de nocheâ, pero agrega âal principioâ en contraste con el coraje que mostró después. Del mismo modo, como nos dice Grocio, Euclides de Megara visitó a Sócrates de noche cuando Atenas estaba cerrada por edicto contra los megarenses. Con modestia y como si no pretendiera hablar como individuo, sino como representante de un partido por pequeño que fuera ( Juan 3:2 ), dice: Ῥαββεί οἴδαμεν á½ Ïι á¼Ïὸ θεοῦ á¼Î»Î®Î»Ï Î¸Î±Ï Î´Î¹Î´Î¬ÏκαλοÏ, âSabemos que has venido de Dios como maestro â.
No necesitamos ver en las palabras nada ni condescendiente ni halagador, sino simplemente la primera expresión natural de un hombre que desea mostrar el estado de su mente. Estaba convencido de que Jesús era un maestro comisionado por Dios. Vino a escuchar lo que tenÃa que enseñar. Su enseñanza, a juicio de Nicodemo, fue refrendada divinamente por los milagros; pero para Nicodemo, en todo caso, la enseñanza era aquello por lo que existÃan los milagros.
Eran Ïημεá¿Î±, y aunque no están registrados, deben haber sido de un tipo que golpea a una mente reflexiva ÏαῦÏα Ïá½° Ïημεá¿Î± á¼ Ïὺ Ïοιεá¿Ï, el pronombre enfático, como si otros milagros no hubieran sido tan convincentes. Al mismo tiempo, la respuesta de Jesús muestra que detrás de esta cautelosa designación de "maestro" yacÃa en la mente de Nicodemo la sospecha de que podrÃa ser el MesÃas.
Nicodemo pudo haber tomado en serio la proclamación del Bautista. Grocio supone que la conversación está abreviada y que Nicodemo habÃa insinuado que deseaba aprender algo sobre el reino que formaba el tema de la enseñanza de nuestro Señor. âResponsio tacite innuit, quod adjectum a Nicodemo fuerat, nempe, velle se scire, quandoquidem Jesus Regni coelestis inter docendum mencionó em saepe faceret, quae ratio esset eo perveniendi.
Pero con la introducción a este incidente ( Juan 2:23-25 ) en nuestra mente, parece gratuito suponer que aquà se omite parte de la conversación. Jesús habla de la intención y actitud mental de su interlocutor más que de sus palabras. Vio que Nicodemo concebÃa como cosa posible que estos milagros pudieran ser las señales del reino; y en esta visita de Nicodemo Ãl ve lo que puede interpretarse como una propuesta de la parte farisaica.
Y asà corta a Nicodemo sin remordimientos. Como cuando los fariseos ( Lucas 17:20 ) le preguntaron cuándo vendrÃa el Reino de Dios, Ãl respondió: El Reino de Dios no viene con observación , no con señales que el hombre natural pueda medir, viene dentro de vosotros; asà que aquÃ, en un lenguaje sorprendentemente similar, Ãl dice: á¼á½°Î½ μή ÏÎ¹Ï Î³ÎµÎ½Î½Î·Î¸á¿ á¼Î½Ïθεν, οὠδÏναÏαι ἰδεá¿Î½ Ïὴν βαÏιλείαν Ïοῦ Φ.
Esta alusión al reino, que no es una idea favorita de Juan, es una de las marcas incidentales de su confiabilidad histórica. á¼Î½Ïθεν es a veces local = á¼Î¾ οá½Ïανοῦ, desde arriba; a veces temporal = á¼Î¾ á¼ÏÏá¿Ï, de novo . Baur, Lücke, Meyer y otros defienden aquà el primer significado. Pero el uso de ÏαλιγγενεÏία y la dificultad planteada por Nicodemo en Juan 3:4 más bien indican que el sirÃaco y la Vulgata [nisi quis renatus fuerit], AgustÃn, Calvino y entre muchos otros Weiss tienen razón al adoptar el significado temporal y traducir con R .
V [38] ânuevamenteâ. [Wetstein, en prueba de este significado, cita a Artemidoro, quien habla de un padre que soñó que le nacÃa un niño exactamente igual a él; âparecÃaâ, dice, ânacer por segunda vezâ, á¼Î½Ïθεν. Y en la conmovedora historia que dio origen a la Iglesia Domine quo vadis en Roma, donde Pedro se encontró con Cristo, las palabras del Señor, tal como se dan en el Acta Pauli, son á¼Î½Ïθεν μÎÎ»Î»Ï ÏÏÎ±Ï ÏÏθá¿Î½Î±Î¹.
] La respuesta de Nicodemo podrÃa parecer indicar que habÃa entendido á¼Î½Ïθεν como equivalente a su propio δεÏÏεÏον. Pero es imposible determinar con certeza cuál es el significado correcto. El hombre debe nacer de nuevo, dice nuestro Señor, porque de lo contrario οὠδÏναÏαι ἰδεá¿Î½ Ïὴν βαÏιλείαν Ïοῦ θεοῦ. ¿Debe tomarse aquà ἰδεá¿Î½ en el sentido de âverâ o de âdisfrutarâ, âparticiparâ? Meyer y Weiss, apoyándose en expresiones como ἰδεá¿Î½ θάναÏον ( Lucas 2:26 ; Hebreos 11:5 ), διαÏθοÏάν ( Hechos 2:27 ), ἡμÎÏÎ±Ï á¼Î³Î±Î¸Î¬Ï ( 1 Pedro 3:10 ), entienden que âparticipaciónâ.
Asà Calvino, â videre regnum Dei idem valet ac ingredi in regnum Deiâ, y Grotius, âparticipem fieriâ. La confirmación de este punto de vista la da a primera vista el εἰÏελθεá¿Î½ de Juan 3:5 . Pero es de âseñalesâ de las que Nicodemo ha estado hablando, de observar la venida del reino; y Cristo dice: Para ver el reino debéis ser espirituales, nacer de nuevo, porque las señales son espirituales.
En este lenguaje no deberÃa haber nada que hiciera tropezar a Nicodemo. Toda Jerusalén resonaba con los ecos de la predicación del Bautista, cuya esencia era âos es necesario nacer de nuevoâ. Ser hijos de Abraham no es nada. No hay nada moral, nada espiritual, nada de la voluntad, nada relacionado con el Reino de Dios en ser hijos de Abraham. En cuanto a tu nacimiento carnal, eres tan pasivo como piedras y verdaderamente fuera del reino.
De hecho, Juan habÃa excomulgado a toda la nación y les habÃa dicho expresamente que debÃan someterse al bautismo, como los gentiles prosélitos, si querÃan estar preparados para el reinado del MesÃas. Es posible que el lenguaje no haya desconcertado a Nicodemo. Si nuestro Señor hubiera dicho: âTodo gentil debe nacer de nuevoâ, lo habrÃa entendido. Es la idea lo que lo asombra. Su desconcierto lo expresa en las palabras:
[38] Versión revisada.
VersÃculo 4
Ïá¿¶Ï Î´ÏναÏαι á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï Î³ÎµÎ½Î½Î·Î¸á¿Î½Î±Î¹ γÎÏÏν ὤν; μὴ δÏναÏαι, etc. En esta respuesta no hay ningún intento de pelear con Jesús, sino simplemente una expresión del desconcierto creado por Su declaración. El énfasis está en Ïá¿¶Ï, que pide una explicación más detallada. El μὴ de la segunda cláusula muestra que Nicodemo entendió que Jesús no podÃa significar un segundo nacimiento fÃsico (ver Lücke).
Sobre γÎÏÏν ὤν Grotius comenta: âExemplum in se ponit, qui senex jam eratâ. Que nuestro Señor entendió las palabras de Nicodemo como una petición de mayor explicación se desprende de Su proceder inmediato a darla.
VersÃculo 5
á¼Î¼á½´Î½, á¼Î¼á½´Î½ λÎÎ³Ï Ïοι, á¼á½°Î½ μή ÏÎ¹Ï Î³ÎµÎ½Î·Î¸á¿ á¼Î¾ á½Î´Î±ÏÎ¿Ï ÎºÎ±á½¶ ÏνεÏμαÏοÏ, οὠÎÏναÏαι εἰÏελθεá¿Î½ Îµá¼°Ï Ïὴν β. Para eliminar en lo posible la dificultad de Nicodemo en cuanto a la Ïá¿¶Ï del segundo nacimiento, nuestro Señor declara que los dos grandes factores en él son "agua" y "espÃritu". Calvino piensa que esto es un á¼Î½ διὰ Î´Ï Î¿á¿Î½, y que los dos nombres cubren una realidad.
âSpiritum et aquam pro eodem posuitâ. â Aqua nihil aliud est quam interior Spiritus sancti purgatio et vegetatioâ. Y lo defiende con una referencia al anuncio del Bautista de que el MesÃas bautizarÃa con el espÃritu y el fuego. Grotius toma la misma lÃnea, pero agrega con cautela: âSi quis tamen malit ista decernere, ut aqua significet mali fugam, spiritus vero impetum ad optima quaeque agenda, inveniet quo hanc sententiam fulcietâ.
Lc. ( Lucas 7:30 ) nos dice que los fariseos, a quienes pertenecÃa Nicodemo, no fueron bautizados por Juan; su razón era que someterse al mismo rito que los gentiles y reconocer la insuficiencia de su nacimiento judÃo era una humillación que no podÃan sufrir. Recibir el EspÃritu del MesÃas no fue una humillación; al contrario, fue un glorioso privilegio.
Pero descender al Jordán ante una multitud asombrada y reconocer su necesidad de limpieza y nuevo nacimiento era demasiado. Por lo tanto, a este fariseo nuestro Señor le declara que una muerte honesta al pasado es tan necesaria como una nueva vida para el futuro. Nacer del EspÃritu implica morir al pasado, y por lo tanto es sólo del EspÃritu de quien se habla en los versÃculos siguientes; pero es esencial que se reconozca que nuestro pasado necesita limpieza y perdón.
Estos dos factores, agua y espÃritu, no están estrictamente coordinados. El agua no es una agencia espiritual real en el segundo nacimiento; es sólo un sÃmbolo. Pero en cada verdadero segundo nacimiento hay un lado tanto negativo como positivo, una renuncia al pasado asà como una nueva vida creada. La misma idea se encuentra en Tito 3:3-5 , âÃramos [de la carne] pero Ãl nos salvó por el baño de regeneración y por la renovación del EspÃritu Santoâ.
La misma combinación se encuentra en Ezequiel 36:25-27 , âEntonces os rociaré con agua limpia, y seréis limpios; de todas vuestras inmundicias y de todos vuestros Ãdolos os limpiaré. Os daré también un corazón nuevo , y pondré un espÃritu nuevo dentro de vosotrosâ. El agua, pues, es considerada como lo que limpia del pecado: el EspÃritu como principio de la vida nueva.
VersÃculo 6
La necesidad del nuevo nacimiento se exhibe aún más mediante una comparación del primer y segundo nacimiento: Ïὸ γεγεννημÎνον á¼Îº Ïá½´Ï ÏαÏÎºá½¸Ï ÏάÏξ á¼ÏÏι · καὶ Ïὸ γεγενηiscÎνον á¼Îº Ïοῦ ÏνεÏÏÏÏ respecto, Ïνεῦ °. El neutro se usa porque el hablante âdesea hacer Su declaración completamente generalâ (Winer, 27, 5), lo que sea que nazca. La ley está establecida en Aristóteles (Eth. Maj., i., 10), âToda naturaleza genera su propia sustanciaâ, carne, carne; espÃritu, espÃritu.
VersÃculo 7
Por lo tanto, no era motivo de asombro que se requiriera un nuevo nacimiento para entrar en el reino espiritual. El argumento implica que el nacimiento natural produce solo ÏάÏξ, no espÃritu. Por su nacimiento natural el hombre es un animal, con una naturaleza apta para vivir en el mundo material en el que se encuentra y con capacidades para la vida espiritual en un mundo espiritual. Estas capacidades pueden o no desarrollarse.
Si se desarrollan, el EspÃritu de Dios es el Agente, y el cambio producido por su desarrollo puede llamarse apropiadamente un nuevo nacimiento, porque le da al hombre la entrada a un mundo nuevo y le imparte nueva vida para vivir en él. ( Cf. el segundo nacimiento y la segunda vida de muchos insectos.)
VersÃculo 8
Ïὸ Ïνεῦμα á½ ÏÎ¿Ï Î¸Îλει Ïνεá¿. Son posibles dos interpretaciones de estas palabras: âEl viento sopla donde quiereâ, como en AV [39]; âEl EspÃritu respira donde quiereâ, como en el margen de RV [40] Por el que vierte se instituye una comparación entre la invisible pero poderosa operación del EspÃritu en la regeneración y el invisible pero poderoso poder del viento. Oyes la voz del viento pero no ves de dónde viene ni adónde va.
AsÃ, en el nuevo nacimiento, el EspÃritu se mueve y obra sin ser visto. Del mismo modo, Sócrates (Xen., Mem. , iv., 3) dice: El trueno que viene y se va no se ve: los vientos también son invisibles aunque sus efectos son manifiestos; el alma del hombre es en sà misma invisible, por tanto, no despreciéis lo invisible, sino honrad a Dios. A favor de la otra traducción, se puede argumentar que no hay nada que nos advierta que ahora debemos entender que la palabra Ïνεῦμα significa "viento".
Ocurre unas 370 veces en el NT, y nunca significa "viento", excepto una vez en una cita del AT. La Vulgata traduce "Spiritus ubi vult spirat", y si pudiéramos no solo decir "expirar", "inspirar", sino también âagujaâ, la mejor traducción podrÃa ser âlas agujas del EspÃrituâ. Como esto no puede ser, podemos traducir: âEl EspÃritu sopla donde quiereâ, es decir, no hay limitación de Su poder a ciertos individuos, clases, razas.
Cf. Juan 5:21 , á½ Ï á¼±á½¸Ï Î¿á½Ï θÎλει ζÏοÏοιεá¿. El pensamiento aquà es similar: no es necesario que haya desesperación con respecto al segundo nacimiento: el EspÃritu respira donde quiere. Asà Bengel, â Spiritus , proprie, nam huic, non vento voluntas et vox estâ. καὶ Ïὴν ÏÏνὴν αá½Ïοῦ á¼ÎºÎ¿ÏειÏ, el EspÃritu se hace audible en sonidos articulados e inteligibles.
El soplo del EspÃritu es como el soplo del hombre, no mero aire, sino voz articulada y significativa. El EspÃritu obra resultados inteligibles. Ãl no ruge como el viento y sacude a los hombres en inútiles contorsiones como el viento sacude los árboles. Es una voz y el resultado está lleno de razón, en armonÃa con la naturaleza humana y vivificándola para una vida superior. Pero por todo esto, οá½Îº Î¿á¼¶Î´Î±Ï ÏÏθεν á¼ÏÏεÏαι καὶ Ïοῦ á½Ïάγει, no podéis observar y regular la llegada y la partida del EspÃritu.
οá½ÏÏÏ á¼ÏÏá½¶ Ïá¾¶Ï á½ Î³ÎµÎ³ÎµÎ½Î½Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï á¼Îº Ïοῦ ÏνεÏμαÏοÏ, asà sucede con todo aquel que es nacido del EspÃritu. No puedes ver el proceso de regeneración; el proceso es secreto e invisible, los resultados son aparentes.
[39] Versión Autorizada.
[40] Versión revisada.
VersÃculo 9
Esta explicación no satisfizo a Nicodemo. Vuelve a caer sobre su desconcierto, Ïá¿¶Ï Î´ÏναÏαι ÏαῦÏα γενÎÏθαι; Esta pregunta mueve a Jesús a una explicación más completa, que se informa en Juan 3:10-15 .
VersÃculo 10
Comienza con una exclamación de sorpresa, Σὺ εἶ ὠδιδάÏÎºÎ±Î»Î¿Ï Ïοῦ ἸÏÏαήλ καὶ ÏαῦÏα οὠγινÏÏκειÏ; tal vez haya más tristeza que indignación o ironÃa en las palabras. ¿Es este el estado de cosas que tengo que enfrentar? Si el maestro es tan obtuso, ¿cuál debe ser el enseñado? La presencia del artÃculo generalmente se toma como una indicación de que Nicodemo fue reconocido como un gran maestro, quizás ocupó el puesto oficial de Chakam en el SanedrÃn.
Pero Westcott tiene razón: âel artÃculo definido marca la relación oficial de Nicodemo con la gente en generalâ. Se usa para resaltar claramente, no la relación que tenÃa con otros maestros, sino la relación que tenÃa con la gente. â¿Eres tú el maestro de Israel y no sabes estas cosas?â Bastante malo para un israelita estar ciego a tales cosas, pero ¡cuánto peor para uno que enseña! Pero ¿debÃa haber sabido un maestro de Israel estas cosas? Westcott salta la dificultad al decir que γινÏÏÎºÎµÎ¹Ï se refiere al conocimiento de la percepción, y que Jesús está sorprendido de que Nicodemo no haya podido comprender lo que se dijo durante esta conversación.
VersÃculo 11
á¼Î¼á½´Î½, á¼Î¼á½´Î½ ⦠οὠλαμβάνεÏε. A partir de este punto cesa el diálogo, y ahora tenemos una expresión ininterrumpida de Jesús. Comienza con una certificación de la verdad de lo que Nicodemo se habÃa declarado incapaz de comprender. ὠοἴδαμεν λαλοῦμεν. ¿Por qué plural? ¿Estaban presentes los discÃpulos y están incluidos? ¿O significa Jesús y los profetas, o Jesús y el Bautista, o Jesús y el Padre, o es el ânosotrosâ retórico? Posiblemente se trate simplemente de una transición inconsciente al plural, ya que en este mismo verso el Ïοι de la primera cláusula se convierte en plural en λαμβάνεÏε en la última cláusula.
O puede haber una identificación indefinida de Ãl mismo con todos los que habÃan comprendido la naturaleza del nuevo nacimiento del Bautista y los mejores de sus discÃpulos. Jesús no desea presentarse como el único capaz de testificar de tales asuntos. La visión de Weiss es peculiar. Ãl piensa que el contenido de la μαÏÏÏ Ïοῦμεν consiste en lo que Juan y Jesús vieron en el Bautismo, cuando el descenso del EspÃritu indicó a Jesús como el Bautizador con el EspÃritu.
VersÃculo 12
εἰ Ïá½° á¼Ïίγεια ⦠ÏιÏÏεÏÏεÏε; La referencia de Ïá½° á¼Ïίγεια está fijada por el εἶÏον á½Î¼á¿Î½. Son cosas de las que Jesús habÃa estado hablando: cosas verificadas en la experiencia humana, terrenal, la necesidad de un nacimiento espiritual y sus resultados. La regeneración fue un cambio hecho en esta vida terrenal. El reino de los hombres regenerados iba a ser establecido en la tierra, tan comprensible en algunos de sus aspectos como el reino que Nicodemo se proponÃa fundar. Los á¼ÏÎ¿Ï Ïάνια son asuntos que no están abiertos a la observación humana, asuntos totalmente invisibles, la naturaleza y los propósitos de Dios. Cf. el notable paralelo de Sab 9,16.
VersÃculo 13
καὶ οá½Î´Îµá½¶Ï á¼Î½Î±Î²Îβηκεν ⦠καÏαβάÏ. La conexión es: no has creÃdo en las cosas terrenales, mucho menos creerás en las celestiales; porque no sólo son en su propia naturaleza más difÃciles de entender, sino que no hay nadie que dé testimonio de ellos sino sólo Aquel que descendió del cielo. La oración se puede parafrasear asÃ: Nadie ha subido al cielo y al habitar allà obtuvo un conocimiento de las cosas celestiales: Uno solo ha habitado allà y puede comunicar ese conocimiento Ãl, a saber.
, que ha bajado del cielo. Se considera que la âpresencia en el cieloâ es la base y la cualificación para comunicar información fidedigna sobre las âcosas celestialesâ. Sólo el conocimiento directo y la experiencia personal de las cosas celestiales justifican declaraciones autorizadas sobre ellas; como en las cosas terrenales uno puede esperar que le crean si puede decir, âhablamos que sabemos y testificamos que hemos vistoâ.
Pero esta âpresencia en el cieloâ Jesús declara ser la calificación exclusivamente de una persona. Ãl describe a esta persona como âel que descendió del cieloâ, agregando como descripción adicional âel Hijo del Hombreâ [que está en el cielo]. Esta descripción identifica a esta persona como Jesús mismo. Afirma, por tanto, tener una calificación única para la declaración de la verdad sobre las cosas celestiales, y esta calificación consiste en esto, que Ãl y sólo Ãl ha tenido percepción directa de las cosas celestiales.
Ha estado en el cielo. Por âcieloâ no se indica una localidad, sino esa condición que se describe en el prólogo como ÏÏá½¸Ï Ïὸν θεÏν. Y cuando habla de descender del cielo sólo puede significar manifestarse a los que están en ese nivel inferior del cual no habÃan podido ascender al conocimiento de las cosas celestiales. En resumen, tenemos aquà la base en las propias palabras de Cristo de la declaración en el prólogo de que la Palabra estaba en el principio con Dios, y se hizo carne para ser una luz a los hombres.
¿Por qué se introduce á½ Ï á¼±á½¸Ï Ïοῦ á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï ? Identifica a la persona de la que se habla, y sugiere que Aquel que era el único que tenÃa el conocimiento de las cosas celestiales ahora vestÃa la naturaleza humana, era accesible y estaba allà con el propósito de comunicar este conocimiento. Las palabras añadidas en el TR, ὠὢν á¼Î½ Ïá¿· οá½Ïανῷ, afirman que aunque habÃa salido del cielo, aún estaba en él, y muestran que por âcieloâ se entendÃa una condición de ser, no una localidad.
VersÃculo 14
Si sólo el Hijo del Hombre tiene este conocimiento, ¿cómo puede ser difundido y convertido en luz para todos los hombres? Esto se responde con las palabras, καὶ ÎºÎ±Î¸á½¼Ï ÎÏÏá¿Ï ⦠Ïοῦ á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï [los editores modernos leen ÎÏÏ Ïá¿Ï; asà también en LXX]. La palabra enfática es á½ÏÏÏε. Cuando Moisés hizo la serpiente de bronce, no la ocultó en su tienda ni permitió que unas pocas personas seleccionadas la vieran, sino que á½ÏÏÏε Ïὸν á½Ïιν, le dio una elevación en la que todos pudieran verla.
Asà debe ser el Hijo del Hombre, el portador de la luz celestial y la curación, á½ÏÏθá¿Î½Î±Î¹, para que todos puedan verlo. El âlevantarâ del Hijo del Hombre se interpreta en Juan 12:33 en el sentido de Su elevación en la cruz. Fue esto lo que atrajo la observación humana y el homenaje humano. La cruz es el trono de Cristo. En la frase δεῠá½ÏÏθá¿Î½Î±Î¹, el aoristo se usa de acuerdo con el uso griego por el cual se emplea un aoristo de infinitivo para expresar la acción del verbo aunque futuro después de verbos que significan esperar, esperar, prometer y similares.
Asà If. en Aul. , 462, οἶμαι Î³Î¬Ï Î½Î¹Î½ ἱκεÏεÏÏαι, donde Markland cambia innecesariamente el aoristo al futuro. Nicodemo no podÃa ver el significado con el que la crucifixión llenaba estas palabras. Lo que le sugerirÃa la comparación del MesÃas con la serpiente de bronce podrÃa ser algo asÃ: El Hijo del Hombre ha de ser levantado. SÃ, pero no en un trono en el palacio de Herodes.
DebÃa ser conspicuo, pero como la serpiente de bronce habÃa sido conspicua, colgada de un poste para la curación del pueblo. Su elevación era segura, pero no fue una elevación por un mero nombramiento oficial, reconocimiento popular o derecho hereditario, sino por sondear las profundidades de la degradación humana en el más verdadero sacrificio personal. No hay un camino real hacia la excelencia humana, y Jesús alcanzó la altura que alcanzó no por el sonido de las trompetas de los heraldos o el alarde de las banderas o la aclamación popular, sino por estar sujeto a las pruebas más agudas mediante las cuales se puede examinar el carácter, al pasar por las prueba de la vida humana en este mundo, y por ser hallado el mejor, el único servidor perfectamente fiel de Dios y de los hombres.
VersÃculo 15
Tisch [41], WH [42] y RV [43] omiten las palabras μὴ á¼ÏÏληÏαι á¼Î»Î»Ê¼ del TR. cree puede en Ãl tener vida eternaâ, de acuerdo con el uso de Juan, que no apoya la traducción âcree en Ãlâ. Este es el objeto a cumplir por la "elevación" del Hijo del Hombre, a saber. , para que todo el que, judÃo o gentil, crea que hay vida en Aquel que es asà exaltado, tenga vida eterna.
[41] Tischendorf.
[42] Westcott y Hort.
[43] Versión revisada.
[44] Versión revisada.
VersÃculo 16
Varios teólogos conservadores, Neander, Tholuck, Westcott, opinan que las palabras de Jesús terminan con Juan 3:15 , y que de Juan 3:16-21 tenemos un añadido del evangelista. Hay mucho que decir a favor de esta idea.
Los pensamientos de estos versÃculos son explicativos más que progresivos. Juan 3:16-17 repite el objeto de la misión de Cristo, que ya se ha dicho. Juan 3:18-19 declara los resultados históricos en fe e incredulidad, resultados que a la fecha de la conversación no eran conspicuos.
Juan 3:20-21 exhibe las causas de la fe y la incredulidad. Los tiempos también nos prohÃben referir el pasaje directamente a Jesús. En sus labios el presente hubiera sido más natural. Para Juan, mirando hacia atrás en la historia terminada, los aoristos y los perfectos son naturales. Además, la designación âhijo unigénitoâ no es uno de los nombres con los que Jesús se designa a sà mismo, pero es usado por el evangelista, Juan 1:18 y 1 Juan 4:9 .
οá½ÏÏ Î³á½°Ï á¼ Î³Î¬ÏηÏεν ⦠ζÏὴν αἰÏνιον. El amor de Dios por el mundo de los hombres es la fuente de la misión de Cristo con todas sus bendiciones. Fue esto lo que lo impulsó a âdarâ, es decir, a dar no sólo a la muerte de cruz a la que se alude en Juan 3:14 , sino a todo lo que el mundo requerÃa para la salvación, a su Hijo unigénito.
âSe debe notar el cambio del aoristo (á¼ÏÏληÏαι) al presente (á¼Ïá¿), se habla de la ruina total como un acto, la posesión de la vida eterna como una experiencia perdurableâ (Meyer, Weiss, Holtzmann).
VersÃculo 17
Î¿á½ Î³á½°Ï á¼ÏÎÏÏειλεν ⦠διʼ αá½Ïοῦ. Porque cualquiera que haya sido el resultado de la venida de Cristo, al revelar un amor por el pecado y traer un juicio más severo sobre los hombres, ese no fue el propósito de Dios al enviar a Su Hijo. La idea judÃa era que el MesÃas vendrÃa âa juzgarâ, es decir , a condenar al mundo. κÏÎ¯Î½Ï y καÏακÏίνÏ, aunque originalmente distintas, están en el N.
T. a veces idéntico en significado, siendo el resultado del juicio tan comúnmente Condenación; cf. crimen _ Pero aunque el resultado es el juicio, el traer a la guerra una distinción entre los hombres y la consiguiente condenación de muchos, sin embargo, el objeto era ἵνα ÏÏθῠὠκÏÏμοÏ. Juan repite su palabra favorita κÏÏÎ¼Î¿Ï tres veces en este versÃculo para que no haya posibilidad de perder el punto, que en lo que se refiere al propósito de Dios, era uno de amor puro, que todos los hombres pudieran ser salvos.
El énfasis probablemente se debió a la expectativa mesiánica ordinaria que limitaba y tergiversaba el amor de Dios. Westcott comenta sobre este versÃculo: âLas tristes realidades de la experiencia presente no pueden cambiar la verdad asà dada a conocer, por poco que podamos entender de qué manera se lograráâ. PodrÃa argumentarse por motivos similares que debido a que Dios quiere que todos los hombres sean santos en esta vida, todos los hombres son santos.
VersÃculo 18
á½ ÏιÏÏεÏÏν ⦠Ïοῦ θεοῦ. Ampliación del verso anterior. Dios envió a Su Hijo no para juzgar sino para salvar; y quien acepta al hijo y Su revelación no es juzgado. Ya no es âtodo judÃoâ, ni âtodo elegido de Diosâ, sino todo aquel que cree. Todo aquà es espiritual. Aunque el juicio no era el objeto, es el resultado necesario de la presencia de Cristo en el mundo. Pero es un juicio muy diferente al que esperaban los judÃos.
Está determinado por la actitud hacia Cristo, y esto nuevamente, como se muestra más adelante, está determinado por la condición moral del individuo. ὠμὴ ÏιÏÏεÏÏν ἤδη κÎκÏιÏαι, âel que no cree, ya ha sido juzgadoâ: ââno sólo queda bajo la maldición de sus propias malas acciones; pero, como muestra la siguiente cláusula, está bajo la condenación de no creer. ἤδη κÎκÏιÏαι, ya está juzgado: no es un juicio futuro que espera dudosamente y que puede o no condenar.
Es juzgado , y sobre una base que a Juan parece indicar una depravación monstruosa, á½ Ïι μὴ ÏεÏίÏÏÎµÏ ÎºÎµÎ½â¦ Ïοῦ θεοῦ. No percibir la gloria de este augusto Ser a quien Juan tanto adoraba, no recibir la revelación hecha por el Unigénito, es prueba no sólo de la enfermedad y pasión humana, sino de la maldad escogida y preferida en presencia de la bondad revelada.
VersÃculo 19
Esto se explica con más detalle a continuación, αá½Ïη ⦠Ïὸ Ïá¿¶Ï. El fundamento de la condenación radica precisamente en esto, que desde la venida de Cristo y su exhibición de la vida humana a la luz de la santidad y del amor del Padre, el pecado humano ya no es fruto de la ignorancia, sino de la elección y preferencia deliberada. . Nada se puede hacer por un hombre que dice: âMal, sé tú mi bienâ. La razón de esta preferencia de oscuridad y rechazo de Cristo es que la vida es mala, ἦν Î³á½°Ï Îº. Ï. λ.
VersÃculo 20
El principio se explica en este versÃculo. Subyacente a la acción de los hombres hacia Cristo durante su manifestación histórica habÃa una ley general: una ley que opera dondequiera que los hombres sean igualmente invitados a caminar en la luz. La ley que gobierna la aceptación o rechazo de la luz se da en las palabras Ïá¾¶Ï Î³á½°Ï á½ Ïαῦλα⦠á¼Ïγα αá½Ïοῦ. ÏαῦλοÏ, originalmente "pobre", "miserable", "feo"; οἱ Ïαῦλοι, "el vulgar", "el tipo común".
En Polibio, Ïαῦλα Ïλοία, ÏολιÏεία Ïαῦλα, mal construido; ÏÎ±á¿¦Î»Î¿Ï á¼¡Î³ÎµÎ¼Ïν, un general tonto, y en xvii. 15, 15 se opone a la maldad deliberada. Parece que se denota una maldad aburrida y sin sentido. Aquà y en Juan 3:29 ÏÏάÏÏειν se usa con Ïαῦλα, y Ïοιεá¿Î½ en el versÃculo siguiente con á¼Î»Î®Î¸ÎµÎ¹Î±Î½, sobre lo cual Bengel comenta: âMalitia est irrequieta; est quiddam operosius quam veritas.
Hinc verbis diversis notanturâ. Cuando se pretende una distinción, ÏÏάÏÏειν expresa la puesta en marcha reiterativa de actividades para lograr que algo suceda, Ïοιεá¿Î½ la producción real de aquello a lo que se apunta. Por lo tanto, hay un ligero indicio de la infructuosa infructuosidad del vicio. Pablo, al igual que Juan, usa ÏÏάÏÏειν, en ciertos pasajes, de malas acciones. La persona asà definida μιÏεῠÏὸ Ïá¿¶Ï, âodia la luzâ, en lugar de deleitarse en ella, καὶ οá½Îº á¼ÏÏεÏαι ÏÏá½¸Ï Ïὸ Ïá¿¶Ï, y no se acerca a su resplandor, no busca usarlo para su propia iluminación; ἵνα μὴ á¼Î»ÎµÎ³ÏθῠÏá½° á¼Ïγα αá½Ïοῦ, âpara que sus obras no sean condenadasâ y asà avergonzadas.
Según Juan, hay una oblicuidad moral en la raÃz de todo rechazo de Cristo. Evidentemente la hay, si se considera a Cristo simplemente como âluzâ. Rechazar el ideal que presenta es preferir la oscuridad.
VersÃculo 21
ὠδὲ Ïοιῶν⦠âEn cambio, el que hace la verdadâ⦠Esta es una de las frases comprensivas de Juan que quizás pierda por definición. âHacer la verdadâ es en todo caso estar a la altura de lo que se sabe; vivir una vida honesta y consciente. Juan da a entender que los hombres de este tipo se encuentran donde la luz de Cristo no ha amanecido: pero cuando amanece, la saludan con alegrÃa. El que hace la verdad viene a la luz para que sus obras sean manifestadas, á½ Ïι á¼Î½ θεῷ á¼ÏÏιν εἰÏγαÏμÎνα.
¿ὠÏι es expresivo de un hecho o declarativo de una razón? ¿Debemos traducir âmanifestados, que sonâ, etc., o âmanifestados, porque sonâ, etc.? La RV [45] tiene âqueâ en el texto, y âporqueâ en el margen. Godet y Westcott prefieren lo primero; Lücke, Meyer, Weiss y Weizsäcker este último. No es fácil decidir entre los dos. En general, se prefiere la última interpretación. Esta cláusula da la razón de la voluntad mostrada por el hombre para que sus obras se manifiesten: y asà equilibra la cláusula ἦν Î³á½°Ï ÏονηÏá½° αá½Ïῶν Ïá½° á¼Ïγα, que da la razón por la cual los malhechores evitan la luz.
El que hace la verdad no teme a la luz, sino que busca más luz porque sus obras han sido hechas á¼Î½ θεῷ; es decir, no ha sido separado de Dios por ellos, sino que ha hecho lo que ha hecho porque concibió que esa era la voluntad de Dios. Cuando la luz que existe se ha utilizado concienzudamente, se busca más y se le da la bienvenida cuando llega. âPlatón era como un hombre encerrado en una bóveda, corriendo de un lado a otro, con su pobre vela parpadeante, agonizando por salir y manteniéndose listo para dar un salto hacia adelante en el momento en que se abriera una puerta.
Pero nunca lo hizo. No se llaman muchos sabios. HabÃa escalado una colina en la oscuridad y se quedó gritando a sus compañeros de abajo: "Vamos, vamos, por aquà se encuentra el este: me han dicho que pronto veremos salir el sol". Pero nunca lo hicieron. ¡Qué cristiano hubiera sido él! ¡Ay! él es uno ahora. Ãl y Sócrates, con el velo quitado hace mucho tiempo de sus ojos, están sentados a los pies de Jesús. Sancte Socrates, ora pro nobisâ (Erasmus a Moro en Sir T.
Casa de More ). Holtzmann cita de Hausrath: âComo un imán atrae el metal mientras la piedra muerta permanece inmóvil: asà son los hijos de Dios atraÃdos por el Logos y vienen a la Luzâ. Cf. cap. Juan 18:37 .
[45] Versión revisada.
VersÃculo 22
μεÏá½° ÏαῦÏα, después del ministerio en Jerusalén, Jesús y Sus discÃpulos llegaron Îµá¼°Ï Ïὴν á¼¸Î¿Ï Î´Î±Î¯Î±Î½ γá¿Î½, âal paÃs de Judeaâ, las zonas rurales en contraposición a la metrópoli. âNam quum ex Judaeae metropoli exiret Jesús, non poterat simpliciter dici proficisci in Judaeam; ⦠maluimus ergo territorium convertere quam terramâ, Beza. Asà en Josué 8:1 (Codex Ambrosianus), âHe entregado en tu mano al Rey de Gai καὶ Ïὴν ÏÏλιν αá½Ïοῦ καὶ Ïὴν γá¿Î½ αá½Ïοῦâ.
Cf. también Juan 11:54 . καὶ εá¿á¼Îº διÎÏÏιβεν, ây allà pasó algún tiempo con ellosâ; si semanas o meses depende de la interpretación de Juan 4:35 . καὶ á¼Î²Î¬ÏÏιζεν, es decir, sus discÃpulos bautizados, Juan 4:2 .
VersÃculos 22-36
El ministerio de Jesús en Judea después de su salida de Jerusalén . Este se divide en tres partes: (1) un breve relato de los movimientos y el éxito de Jesús y el Bautista que provocó una comparación entre ellos, 22 26; (2) la aceptación del Bautista del contraste y testimonio final de Jesús, 27 30; (3) la expansión por el evangelista de las palabras del Bautista, 31 36.
VersÃculo 23
ἦν δὲ καὶ ⦠á¼ÎºÎµá¿. Y Juan también bautizaba, aunque habÃa dicho que habÃa sido enviado a bautizar para que se identificara al MesÃas; que ya se habÃa hecho. Pero Juan vio que los hombres aún podÃan estar preparados para la recepción del MesÃas por su predicación y bautismo. De ahÃ, sin embargo, el cuestionamiento que surgió, Juan 3:25 .
La localidad se describe como Îἰνὼν á¼Î³Î³á½ºÏ Ïοῦ Σαλείμ. âEl Salim de este lugar es sin duda el Shalem de Génesis 33:18 , y unas siete millas al norte está 'Ainûn [= Manantiales], a la cabeza de Wâdy Fâr'ah, que es la gran carretera que sube desde el vado de Damieh. para los que vienen del oriente por el camino de Peniel y Succothâ (Henderson's Palestine , p.
154). La razón para elegir esta localidad fue á½ Ïι á½Î´Î±Ïα Ïολλὰ ἦν á¼ÎºÎµá¿, âporque habÃa allà muchas aguasâ, o mucha agua; y, por lo tanto, aun en verano se podÃa continuar el bautismo por inmersión. No es âel refrigerio del puebloâ lo que está a la vista. ¿Por qué mencionar esto más que de dónde conseguÃan su comida? καὶ ÏαÏεγίνονÏο, el tercer plural indefinido, como frecuentemente en el NT y regularmente en inglés, âellos continuaron viniendoâ.
VersÃculo 24
οá½ÏÏ Î³á½°Ï â¦ á½ á¼¸ÏάννηÏ, âporque Juan aún no habÃa sido echado en la cárcelâ: una cláusula insertada por el bien de aquellos que podrÃan haber deducido del relato sinóptico que Juan fue encarcelado inmediatamente después de la tentación de Jesús, Marco 1:14 ; Mateo 4:12 . Juan, habiendo estado presente con Jesús durante todo este perÃodo, puede dar la secuencia de los eventos con precisión cronológica.
VersÃculo 25
á¼Î³ÎνεÏο οá½Î½ ζήÏηÏÎ¹Ï â¦ Surgió, pues, a consecuencia de la proximidad de estos dos bautismos por parte de los discÃpulos de Juan [á¼Îº, cf. Herodes. Juan 3:21 y Dionisio. Hal. viii. pags. 556] un cuestionamiento o discusión con un judÃo acerca de la purificación, es decir, generalmente, incluyendo la relación de esos dos bautismos entre sÃ, y con los lavamientos judÃos, y el significado de cada uno.
La tendencia de la discusión puede deducirse de la queja al Bautista, Juan 3:26 . Cuando la discusión fue iniciada por los discÃpulos de Juan, parecerÃa como si hubieran desafiado al judÃo por buscar el bautismo de Jesús. Porque la queja de ellos es ( Juan 3:26 ) Ῥαββί ⦠ÏÏá½¸Ï Î±á½ÏÏν.
Que Jesús bautizara tan bien como Juan, no lo podÃan entender. Realmente, la dificultad es que Jesús deberÃa haber permitido que Juan siguiera bautizando, y que Juan no deberÃa haber profesado ser discÃpulo de Jesús. Pero mientras Juan viera que los hombres eran inducidos por su predicación a aceptar al MesÃas, bien podÃa creer que servÃa a Cristo mejor asà que siguiendo Su séquito.
VersÃculo 27
Su respuesta muestra suficientemente que no fue la rivalidad lo que lo impulsó a continuar con su bautismo. οὠδÏναÏαι ⦠οá½Ïανοῦ. El sentido general es obvio ( cf. Salmo 75:6-7 ; Salmo 127:1 ; Santiago 1:17 ; 1 Corintios 3:7 ), pero ¿quiso Juan aplicar el principio directamente a sà mismo oa Jesús? Wetstein prefiere lo primero: ânon possum mihi arrogare et rapere, quae Deus non deditâ.
Entonces Calvin, Beza [âquid conamini meae conditioni aliquid adjicere?â], Bengel [âquomodo audeam ego, inquit, homines ad me adstringere?â], y Lücke. Pero, como señala Weiss, es una justificación de Jesús lo que exige la pregunta de los discÃpulos, y esto se da en la afirmación de Juan de que Su popularidad es un don de Dios. Pero Juan aprovecha la oportunidad para explicar la relación que él mismo tiene con Jesús.
VersÃculo 28
αá½Ïοὶ á½Î¼Îµá¿Ï ⦠á¼ÎºÎµÎ¯Î½Î¿Ï . Los discÃpulos de Juan deberÃan haber estado preparados para lo que ahora ven que sucede. HabÃa declarado enfáticamente que él no era el Cristo, sino sólo Su precursor ( Juan 1:19-27 ; Juan 1:30 ).
VersÃculo 29
á½ á¼ÏÏν Ïὴν νÏμÏην⦠La novia es la figura familiar del AT que expresa al pueblo en su estrecha relación con Dios ( IsaÃas 54:5 ; Oseas 2:18 ; Salmo 45 ).
Esta figura pasa al NT Cf. Mateo 22:2 ; Efesios 5:32 ; Santiago 4:4 . á½ á¼ÏÏν, el que tiene y tiene por esposa . Cf. Marco 6:18 ; IsaÃas 54:1 ; IsaÃas 62:5 .
Î½Ï Î¼ÏÎ¯Î¿Ï á¼ÏÏίν, es el novio, y nadie más, quien se casa con la novia ya quien ella pertenece. Sólo hay uno en quien el pueblo de Dios puede encontrar su gozo y descanso permanentes; aquel que es la fuente perenne de su felicidad y vida. ὠδὲ ÏÎ¯Î»Î¿Ï Ïοῦ Î½Ï Î¼ÏÎ¯Î¿Ï , el amigo, por excelencia , el padrino, ÏαÏανÏμÏιοÏ, Î½Ï Î¼ÏάγÏγοÏ, o en hebreo Shoshben, que se encargaba de pedir la mano de la novia y concertar el matrimonio.
Para la posición y los deberes de Shadchan y Shoshben ver Abraham's Jewish Life in the Middle Ages , pp. 170, 180. La función similar del intermediario hindú o ghatak se describe completamente en The City of Sunshine . La gratificación peculiar e intensa [ÏαÏá¾· ÏαίÏει, se regocija intensamente, véase especialmente Lücke, que traduce âdurch und durchâ; Weizsäcker, âfreut sich hochâ; r
V [46], âse regocija muchoâ] de este funcionario fue ver que su delicada tarea se vio coronada por el éxito; y de esto estuvo seguro cuando se puso de pie y escuchó al novio dar directamente la bienvenida a su novia [âvoz de novioâ como sÃmbolo de alegrÃa, Jeremias 7:34 ; Jeremias 16:9 ].
αá½Ïη οá½Î½ ἡ ÏαÏá½° ἡ á¼Î¼á½´ ÏεÏλήÏÏÏαι. Esta es la alegrÃa que Juan reclama para sÃ, la alegrÃa del amigo del novio, que arregla el matrimonio, y esta alegrÃa se alcanza en la acogida de Cristo al pueblo que Juan le ha preparado y dirigido. Cf. 2 Corintios 11:2 , donde Pablo usa un lenguaje similar. No es el pesar de Juan que los hombres se sientan atraÃdos por Jesús: más bien es el cumplimiento de su obra y esperanza. Este fue el orden señalado por Dios.
[46] Versión revisada.
VersÃculo 30
á¼ÎºÎµá¿Î½Î¿Î½ δεῠαá½Î¾Î¬Î½ÎµÎ¹Î½, á¼Î¼á½² δὲ á¼Î»Î±ÏÏοῦÏθαι. Paley traduce, âes para que Ãl siga creciendo y para mà cada vez sea menosâ, y agrega, âel lenguaje parece ser solarâ. En el Calendario de la Iglesia, sin duda, el dÃa de Juan Bautista es el solsticio de verano, mientras que la "natalicia" de nuestro Señor es el solsticio de invierno, pero apenas se basa en consideraciones solares del aumento del dÃa después de Navidad y la disminución después del 24 de junio.
Más bien, Juan es la estrella de la mañana "fidelis Lucifer" cuya luz se eclipsa en la del sol naciente ( cf. "Lucet ergo Johannes, tanto verius quanto minus appetit lucere" de Bernardo, y Euthyrnius, á¼Î»Î±ÏÏοῦÏθαι á½¡Ï á¼¡Î»Î¯Î¿Ï á¼Î½Î±ÏείλανÏÏÏ ÏνÏÏ). Si el estilo de los siguientes versÃculos es alguna pista de su autorÃa, debemos atribuÃrselos al evangelista.
Además, algunas de las expresiones están fuera de lugar en los labios del Bautista: por ejemplo , Ïὴν μαÏÏÏ Ïίαν αá½Ïοῦ οá½Î´Îµá½¶Ï λαμβάνει difÃcilmente podrÃa haberse dicho en el mismo momento en que las multitudes acudÃan a Ãl. El punto preciso en el lenguaje del Bautista al que el evangelista adjunta este comentario o ampliación [âtheils erklärende, theils erweiternde Reflexionâ, Lücke] es su afirmación de la superioridad del MesÃas sobre sà mismo.
A esto añade Juan ( Juan 3:31 ): No sólo es superior al Bautista, sino a todos, á¼ÏÎ¬Î½Ï ÏάνÏÏν á¼ÏÏίν, siendo que viene de lo alto, á¼Î½Ïθεν; que es el equivalente de á¼Îº Ïοῦ οá½Ïανοῦ en la última parte del verso. Estas expresiones se contraponen a á¼Îº Ïá¿Ï γá¿Ï, el origen terrenal ordinario de los hombres, y remiten el origen de Cristo a una fuente superior y única: única porque el resultado de este origen es que Ãl es supremo sobre todo , á¼ÏÎ¬Î½Ï ÏάνÏÏν.
Su origen es superior al de todos, por lo que su supremacÃa es universal ( cf. Juan 3:13 ). Los resultados del origen, ya sea terrenal o celestial, se trazan en una doble dirección: en el tipo de vida vivida y en las palabras pronunciadas. Por un lado á½ á¼Îº Ïá¿Ï γá¿Ï ⦠á¼ÏÏι. La primera á¼Îº expresa origen: la segunda conexión moral, como en Juan 18:37 ; Juan 15:19 : aquel cuyo origen es terrenal es una persona terrenal, su vida no se eleva más alto que su fuente, sus intereses y asociaciones son de la tierra.
Otro resultado se da en las palabras á¼Îº Ïá¿Ï γá¿Ï λαλεá¿, de la tierra brotan sus ideas y su expresión de ellas. La charla y la enseñanza de un hombre no pueden elevarse por encima de su fuente. En lo que respecta al conocimiento experimental, está circunscrito por su origen. En contraste con las personas de origen terrenal se encuentra á½ á¼Îº Ïοῦ οá½Ïανοῦ á¼ÏÏÏμενοÏ; á¼ÏÏ. se agrega que no sólo se puede indicar su origen sino su transición a su estado actual.
Su origen determina igualmente sus relaciones morales y su enseñanza. El uno se da en á¼ÏÎ¬Î½Ï ÏάνÏÏν á¼ÏÏί. Vive en una región superior a todas las demás y no está limitado por las condiciones terrenales.
VersÃculo 32
El resultado es á½ á¼ÏÏακε ⦠μαÏÏÏ Ïεá¿. Ver y oÃr equivalen a tener conocimiento directo. Se puede confiar en el hombre que es de la tierra cuando habla de la tierra: el que es del cielo da testimonio de lo que ha tenido conocimiento experimental ( cf. Juan 3:13 ), y por lo tanto podrÃa esperar ser escuchado, pero Ïὴν μαÏÏÏ Ïίαν αá½Ïοῦ οá½Î´Îµá½¶Ï λαμβάνει.
El καὶ que conecta las cláusulas implica el significado "y sin embargo". Esta declaración no se pudo haber hecho cuando las multitudes acudÃan al bautismo de Jesús. Son el reflejo del evangelista, que ve cuán esporádicamente se ha recibido el testimonio de Cristo. Sin embargo, no ha sido universalmente rechazado: ὠλαβὼν ⦠á¼Î»Î·Î¸Î®Ï á¼ÏÏιν. El que recibió Su testimonio selló que Dios es verdadero.
ÏÏÏαγ. significa estampar con aprobación, endosar, dar confirmación. Wetstein cita de ArÃstides, Platónico. , i., pág. #18 Pero el que cree en Cristo no sólo confirma o aprueba la veracidad de Cristo, sino la de Dios. á½Î½ Î³á½°Ï á¼ÏÎÏÏειλεν ⦠λαλεá¿.
Porque Cristo es el embajador de Dios y habla las palabras de Dios. Este es un pensamiento que impregna este Evangelio, ver Juan 8:26 ; Juan 8:28 ; Juan 15:5 , etc. âEl que me envióâ, o âel Padre que me envióâ, es una frase que aparece más de veinte veces en el Evangelio y es caracterÃstica del aspecto de Cristo presentado en él, como revelador del Padre.
VersÃculo 34
La razón asignada a la verdad y confiabilidad de las palabras de Cristo es difÃcilmente la razón que esperamos: Î¿á½ Î³á½°Ï â¦ Î Î½Îµá¿¦Î¼Î±. Juan nos ha dicho que hay que creer en Cristo porque da testimonio de lo que ha visto y oÃdo: ahora bien, porque el EspÃritu le es dado sin medida. Se cuestiona el significado de la cláusula. La omisión de ὠθεÏÏ no afecta materialmente el sentido, ya que ὠθεÏÏ se suplirÃa naturalmente como el nominativo de δίδÏÏι de Ïοῦ θεοῦ de la cláusula anterior.
Hay cuatro interpretaciones. (1) AgustÃn, Calvino, Lücke, Alford, supongan que la cláusula significa que Dios, en lugar de dar provisiones ocasionales y limitadas del EspÃritu como habÃa sido dada a los profetas, le da a Cristo la plenitud del EspÃritu. (2) Meyer piensa que la referencia principal no es a Cristo sino que la declaración es general, que Dios da el EspÃritu libre y abundantemente, y por lo tanto se lo dispensa a Cristo.
(3) Westcott, siguiendo a Cyril, hace de Cristo el sujeto y entiende que la cláusula significa que Ãl prueba Su Mesianismo al dar el EspÃritu sin medida. (4) Godet hace de Ïὸ Ïνεῦμα el sujeto, no el objeto, y supone que el significado es que el EspÃritu da a Cristo las palabras de Dios sin medida. Las palabras de Juan 3:35 parecen pesar a favor de la traducción de A.
V [47]: âDios no le da el EspÃritu por medidaâ. La RV [48] es ambigua. á¼Îº μÎÏÏÎ¿Ï , fuera de una medida, o, por medida, es decir, con moderación. Entonces á¼Î½ μÎÏÏῳ en Ezequiel 4:11 . Wetstein cita: âR. Achan dixit: etiam Spiritus S. non habitavit super Prophetas nisi mensura quadam: quidam enim librum unum, quidam duos vaticiniorum edideruntâ.
El EspÃritu le fue dado a Jesús no de la manera restringida y ocasional en que habÃa sido dado a los profetas del Antiguo Testamento, sino de manera total, total y constante. Fue por este EspÃritu que Su naturaleza humana fue iluminada y guiada para hablar cosas divinas; y este EspÃritu, interpuesto como si estuviera entre el Logos y la naturaleza humana de Cristo, era tan poco engorroso en su operación o perceptible en la conciencia como nuestro aliento que se interpone entre la mente pensante y las palabras que lo pronuncian.
[47] Versión Autorizada.
[48] ââVersión revisada.
VersÃculo 35
á½ ÏαÏá½´Ï â¦ Î±á½Ïοῦ. Estas expresiones absolutas, "el Padre", "el Hijo", se refieren más naturalmente al evangelista que al Bautista. Este uso absoluto de âel Hijoâ como una designación de Cristo ciertamente sugiere, si no prueba, la divinidad propia de Cristo. Es la designación favorita en este Evangelio. El amor del Padre por el Hijo es la razón por la que le da el EspÃritu: es más, explica que haya encomendado todas las cosas en su mano; ÏάνÏα δÎδÏκεν á¼Î½ Ïá¿ ÏειÏá½¶ αá½Ïοῦ, es decir, poseer y gobernar.
âFacit hic amor, quo Filium amplexus nos quoque in eo amplectitur, ut per illius manum nobis bona sua omnia communicetâ Calvino. Pero Calvino no comete el error de suponer que las palabras significan âpor medio de Su manoâ; cf. Beza. Dios ha hecho de Cristo Su plenipotenciario para este mundo y lo ha hecho por Su amor. Entonces fue una bendición para Cristo venir a este mundo y ganárselo para sà mismo. No hay historia, movimiento o vida de Dios tan gloriosa como la historia de Dios encarnado.
VersÃculo 36
á½ ÏιÏÏεÏÏν ⦠á¼Ïʼ αá½ÏÏν. Cristo ha sido representado como Soberano, comisionado con poderes supremos, especialmente con el propósito de salvar a los hombres y restaurarlos para Dios. Por lo tanto, âel que cree en el Hijo tiene vida eternaâ. El que a través del Hijo encuentra y acepta al Padre, tiene vida en esta misma visión y comunión del Supremo; cf. Juan 17:3 .
Pero âel que rehúsa ser persuadidoâ, lit. âel que desobedeceâ. Beza señala que en el NT hay una doble á¼Ïείθεια, una del intelecto, que disiente de la verdad presentada, como aquà y en Hechos 14:2 ; el otro de la voluntad y la vida, véase Romanos 11:30 .
Pero la voluntad entra tanto en lo primero como en lo segundo. ἡ á½Ïγὴ Ïοῦ θεοῦ, la ira de Dios denota âla hostilidad fija y necesaria de la naturaleza divina hacia el pecadoâ; lo que aparece en un justo como indignación; y también la manifestación de esa hostilidad en actos de justicia retributiva. Este es el único lugar en el Evangelio donde ocurre; pero en Apocalipsis 6:16 , tenemos âla ira del Corderoâ; también Juan 16:19 , âel vino del furor de su iraâ; también Juan 14:10 ; Juan 11:18 ; Juan 19:15 .
En Pablo se alude con frecuencia a âla ira venideraâ; como también âel dÃa de la iraâ, âlos hijosâ o âvasosâ de ira. Sobre el que rechaza a Cristo, la ira de Dios, en lugar de alejarse de él, permanece, μÎνει; no, como dice Teofilacto, μενεá¿, âpermaneceráâ.