Lectionary Calendar
Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario CrÃtico y Explicativo de toda la Biblia Comentario CrÃtico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
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Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Corinthians 9". "Comentario CrÃtico y Explicativo de toda la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/jfb/1-corinthians-9.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Corinthians 9". "Comentario CrÃtico y Explicativo de toda la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (29)New Testament (6)Individual Books (6)
VersÃculos 1-27
CAPITULO 9
PABLO CONFIRMA SU ENSEÃANZA EN CUANTO A NO PONER TROPIEZO EN EL CAMINO DEL HERMANO (cap. 8:13), Y PONE SU PROPIO EJEMPLO AL NO APROVECHAR EL SUS INDUBITABLES DERECHOS DE APOSTOL, CON EL FIN DE GANAR A LOS HOMBRES PARA CRISTO.
1. ¿No soy apóstol? ¿no soy libre?âLos manuscritos más antiguos leen: â¿No soy libre? ¿no soy apóstol?â Pablo hace alusión aquà al cap. 8: âesta libertad vuestra.â Si la invocáis, yo os llamo a vosotros por testigos: ¿no la tengo yo también? ¿no soy libre?â Si lo sois vosotros, mucho más lo soy yo. Porque â¿no soy apóstol?â Asà que puedo invocar no sólo la libertad cristiana sino también la apostólica. ¿no he visto a Jesúsâcorporalmente, no en mera visión (comp. cap. 15:8). El apóstol no hubiera podido ratificar el hecho de la resurrección, si no hubiese sido por esta aparición corporal de Jesús que le fué concedida como a Pedro y a los demás apóstoles. En Hechos 9:7, Hechos 9:17 el contraste entre las frases âlos hombres que con él estaban no viendo a nadie,â y âJesús que se te apareció en el camino,â demuestra que Jesús en realidad se apareció a Pablo en el camino a Damasco. Cuando vió a Cristo en el templo ( Hechos 22:17) fué sólo âen visión.â El ser testigos de la resurrección de Cristo era una de las funciones dominantes de los apóstoles ( Hechos 1:22). ¿no sois vosotros mi obra en el Señor?âVuestra conversión fué efectuada por él ( Efesios 2:10) por mi instrumentalidad.
2. el sello de mi apostolado sois vosotrosâVuestra conversión por medio de mi predicación acompañada con milagros (âseñales de un apóstol,â Romanos 15:18; 2 Corintios 12:12), y vuestros dones por mà conferidos (cap. 1:7), atestiguan la realidad de mi apostolado asà como el sello puesto en un documento atestigua su autenticidad ( Juan 3:33. Romanos 4:11).
3. Esta es mi respuesta a los que me preguntanâA los que ponen en duda mi apostolado, a saber: que vosotros sois el sello de mi apostolado.
4. ¿no tenemos potestadâO según el griego: âderecho,â âautoridad,â o poder legal, equivalente a la âlibertadâ reclamada por los corintios (cap. 8:9). El ânosotrosâ incluye con él a sus colegas en el apostolado. La interrogativa griega expresa: âSeguramente no diréis que no tenemos potestad: ¿verdad?â â¿Acaso no tenemos el derecho de comer y beber?âsin trabajar con las manos (vv. 11, 13, 14). El que San Pablo no aprovechara este derecho lo usaron sus opositores como pretexto para insinuar que él mismo era consciente de no ser apóstol verdadero ( 2 Corintios 12:13).
5. ¿No tenemos potestad de traer con nosotros una hermana mujerâEs decir, âuna hermana como esposa;â una hermana en aquella fe, a que hace que todos los creyentes sean hermanos y hermanas en la familia de Dios: âuna mujerâ por el convenio matrimonial. San Pablo da a entender que él no ejercÃa su indubitable derecho a casarse y a âllevarâ una creyente (es decir: que le acompañase), porque asà convenÃa al trabajo cristiano, asà como para ahorrar a las iglesias los gastos de mantenerla en las largas giras que él efectuara como también para poder entregarse sin distracciones a la edificación de la iglesia de Cristo (cap. 7:26, 32, 35). Contrástese la falta de abnegación de parte de los corintios quienes ejercÃan su âlibertadâ para destruir, en vez de edificar la iglesia (cap. 8:9, 10). como los otros apóstolesâLo que indica que algunos de ellos aprovecharon el derecho que tenÃan para contraer matrimonio. Sabemos por Mateo 8:14 que Cefas, o Pedro, era casado. Esta es una confutación en contra de los que se llaman seguidores de San Pedro, los romanistas, quienes privan al clero del derecho de casarse. Clemente de AlejandrÃa, Stromata (Misceláneo), 7. sec. 63, recuerda una tradición tocante a Pedro de que cuando era llevado a la muerte animó a su esposa diciendo: âAcuérdate, mi amada, del Señor.â Véase Eusebio, Historia Eclesiástica, 3:30. y los hermanos del Señorâa quienes se les tenÃa en especial estima a causa de su relación con Jesús ( Hechos 1:14; Gálatas 1:9). Jacobo, José, Simón y Judas. Probablemente primos hermanos de Jesús: por cuanto los primos hermanos eran llamados âhermanosâ por los judÃos. Alford opina que se trata de los hermanos carnales de Jesús, hijos de José y MarÃa. y Cefas?âSeñalado aquà acaso por cuanto su nombre tenÃa grande influencia con una sección partidista de Corinto. âSi vuestro jefe favorito hace asÃ, yo puedo, por cierto, hacerlo tambiénâ (cap. 1:12; 3:22).
6. BernabéâQuien estuvo largo tiempo asociado con Pablo, y como él, estaba acostumbrado a la abnegación y renunciaba a su derecho de recibir manutención como ministro del Evangelio. Asà pues, Pablo se mantuvo haciendo tiendas ( Hechos 18:3; Hechos 20:34; 1 Tesalonicenses 2:9; 2 Tesalonicenses 3:8).
7. El ministro es espiritualmente un soldado ( 2 Timoteo 2:3), un labrador (cap. 3:6-8; Cantares de los Cantares 1:6), y un pastor ( 1 Pedro 5:2, 1 Pedro 5:4). ¿quién planta viña, y no come de su fruto?âLos manuscritos más antiguos omiten âsu.â
8. ¿Digo esto según los hombres?ââcomo hombre;â yo hablo asà no solamente de acuerdo con el criterio humano, sino también con la sanción de la ley divina.
9. No pondrás bozal al buey que trillaâ( Deuteronomio 25:4.) En el Oriente, hasta el dÃa de hoy, no llevan las gavillas al granero, sino a algún sitio al aire libre para que sea trillado el trigo bajo las patas de bueyes, o bien, por alguna maquinaria (comp. Miqueas 4:13). ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes?â¿Es el animal el objeto final por el cual se dió esta ley? No. Dios cuida de los animales inferiores (Salmo 36:6; Mateo 10:29), pero el propósito final es el bienestar del hombre, la cabeza de la creación animal. En la humana consideración demostrada hacia el animal inferior, aprendemos que aun más debiera ser demostrada en el caso del hombre, quien es el objeto ulterior de la ley; y que el obrero humano (asà el espiritual como el temporal) es digno de su salario.
10. ¿O dÃcelo enteramente por nosotros?â¿Fué dicho, sin duda alguna, por el Autor de la ley, en bien de nosotros? SerÃa falso decir que Dios lo dice enteramente (en el sentido solamente) por nosotros, pero es la verdad que absolutamente lo dice para nuestro provecho, como el principal objetivo en el mundo inferior. Grocio, sin embargo, traduce: âespecialmente,â en vez de âenteramente.â porqueââsignificando queâ (Alford): con esperanza ha de arar el que araâLa obligación de no permitir que su ministro sirva sin remuneración recae sobre el pueblo. y el que trilla, con esperanza de recibir el frutoâLos manuscritos y versiones más antiguos y los âpadresâ leen: âel que trilla (debe trillar) con la esperanza de participarâ (del fruto de la trilla). âEl que araâ espiritualmente, es el que primero planta la iglesia en una parte (comp. cap. 3:6, 9); y âel que trilla,â es el ministro que cuida de la iglesia ya plantada.
11. Si nosotros os sembramos ¿es gran cosa si segáremosâenfático en el griego. Nosotros, quienes hemos sembrado en vosotros los infinitamente más preciosos tesoros del EspÃritu, podemos reclamar al menos en recompensa la sola cosa que vosotros tenéis para dar, a saber, lo que alimenta a la carne (âlo vuestro carnalâ).
12. Si otros tienenâsea ya apóstoles auténticos (v. 5), o falsos ( 2 Corintios 11:20). ¿no más bien nosotros?âConsiderando las labores de mayor importancia que efectuamos a vuestro favor ( 2 Corintios 11:23). Mas ⦠antes lo sufrimos todoâsin lamentarnos. Deseamos encubrir (lit., guardar como en vaso hermético) todo lo que sufrimos en circunstancias apremiantes. El mismo vocablo griego se usa en el cap. 13:7. por no poner ningún obstáculo al evangelioâPor no impedir su progreso dando ocasión a la crÃtica de parte de personas egoÃstas, en caso de recibir el sostén de parte del rebaño. Cuanto menos sean los impedimentos y los gastos causados a la iglesia, y cuanto más trabajo se haga, tanto mejor para la causa del evangelio ( 2 Timoteo 2:4).
13. los que trabajan en el santuarioââen cosas santasâ: los sacerdotes y levitas judaicos. El griego especialmente se aplica a los primeros, los que ofrecÃan sacrificios. comen del santuarioâUna porción de las vÃctimas se destinaba para el servicio del altar, y el resto se repartÃa entre los sacerdotes ( LevÃtico 7:6; Números 18:6, etc.; Deuteronomio 18:1, etc.).
14. Asà también ordenó el SeñorâLa única inferencia que se puede sacar de este pasaje es, no que el ministerio cristiano sea de un carácter sacrificial como el sacerdocio judaico, sino sencillamente, que como éste era mantenido por las contribuciones del pueblo, asà también aquél debÃa serlo. El salario del clero era pagado al principio de ofrendas voluntarias que se hacÃan al celebrarse la cena del Señor. En la fiesta de amor que le precedÃa, todo creyente, según su capacidad, presentaba una donación; y al quedar cubierto el gasto de la mesa, el obispo ponÃa a un lado una porción para si, otra para los presbÃteros, y otra para los diáconos; y con lo que restaba se ayudaba a las viudas, a los huérfanos, a los confesores, y a los pobres en general. [Tertuliano, ApologÃa, cap. 39.] a los que anuncian el evangelioâClaramente señalando como el deber del ministro cristiano, en contraste con los deberes del se cerdocio judaico y los levitas, quienes servÃan en los sacrificios (asà se entiende el griego) y en el altar (v. 13). Si la cena del Señor fuese un sacrificio (como lo pretende ser el dogma de la misa), entonces el v. 14 de seguro hubiera sido dictado de manera que correspondiera al v. 13. Nótese que el mismo Señor âordenaâ los ritos del Antiguo Testamento y los del Nuevo ( Mateo 10:10; Lucas 10:7).
15. El don especial de Pablo de la continencia, que le facilitaba abstenerse del casamiento sin interrumpir seriamente su mi nisterio, hacÃa conveniente para él lo que ordinariamente era inconveniente: a saber, que el ministerio no fuese sostenido por el pueblo. Lo que para él era un deber, serÃa lo opuesto para aquel a quien Dios ha encomendado una familia, sin otro medio de sostén. yo de nada de esto me aprovechéâDe ninguno de estos derechos o âpotestadâ he hecho uso (vv. 4-6, 12). ni tampoco he escrito estoâMás bien: âno obstante, no he escrito â¦â para que se haga asà conmigoâlit., âen mi caso:â como se hace en el caso de un soldado, de un labrador, de un pastor de ovejas, de un arador, y de un sacerdote que sacrifica (vv. 7, 10, 13). tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana esta mi gloriaâAntes de que se me prive de mi privilegio de predicar el evangelio sin remuneración ( 2 Corintios 11:7). Pablo hubiera muerto de hambre antes de impedir el progreso del evangelio por algún pretexto o denuncia que se hiciese en su contra acusándolo de tener motivos interesados ( 2 Corintios 12:17) Compárese el caso similar de desinterés de parte de Abrahán ( Génesis 14:22).
16. pues bien ⦠no tengo por qué gloriarmeâEs decir, si predico el evangelio y lo hago para recibir remuneración, no tengo motivo de âgloriarme.â Porque la ânecesidadâ que me está impuesta de predicar (véase Jeremias 20:9, y el caso de Jonás) quita todo motivo de âjactancia.â Mi gloria consiste en que predico de balde (v. 18): puesto que no hay necesidad de que lo haga asÃ, es un acto voluntario mÃo por amor al evangelio.
17. âSi estoy haciendo esto (el predicar) espontáneamente (lo que no es el caso, puesto que me está impuesta una necesidad semejante a la que obliga al esclavo a obedecer al amo) tengo recompensa; pero si lo hago (como es el caso) involuntariamente ( Hechos 9:15; Hechos 22:15; Hechos 26:16; no de mi propia voluntad natural, sino por la gracia constreñidora de Dios; Romanos 9:16; 1 Timoteo 1:13), me ha sido confiada una dispensación (la del evangelio) (y asà no puedo reclamar ârecompensaâ alguna, dado que sólo âhe hecho lo que era mi deber, Lucas 17:10, pero me expongo al âay,â v. 16, si en ella falto).
18. ¿Cuál, pues, es mi merced?âO ârecompensaâ. La respuesta está en el v. 19, a saber: que predicando el evangelio sin cobrar, cuando hubiera podido reclamar con justicia mi derecho a la manutención, pueda âganar a más.â Que ⦠ponga el evangelio de Cristo de baldeâLos manuscritos más antiguos omiten estas palabras. para no usar malâMás bien: âpara no aprovechar plenamente mi derecho.â Esta era la base de su âgloriaâ; pero la ârecompensaâ final que él anhelaba era ganar a cuantos más le fuese posible (v. 19). Lo primero, que incluye también esto, viene a ser la respuesta a la pregunta: â¿Cuál es mi merced?â Pero en realidad, la âmercedâ o ârecompensaâ era la finalidad principal de su predicación gratuita, a saber: para ganar a más. Con este propósito, y no por tener de que gloriarse, rehusaba la remuneración.
19. siendo libre para con todosâEsto es, libre del poder de todos los hombres. me he hecho siervo de todos por ganar a másâlit., âa los más,â a cuantos más me sea posible. âGanarâ es una expresión propia por tratarse de una ârecompensaâ ( 1 Tesalonicenses 2:19); por lo tanto, la repite frecuentemente (v. 20-22).
20. Heme hecho a los JudÃos como JudÃoâNo en las cosas definidas por la ley, sino por el uso judaico. No judaizando en lo esencial, sino en asuntos que no comprometÃan sus principios (comp. Hechos 16:3; Hechos 21:20); coincidencia que no fué premeditada entre la historia y la epÃstola, y que es una prueba de la autenticidad de ésta. a los que están sujetos a la ley, como sujeto a la leyâEn las cosas definidas por la ley, tales como las ceremonias que entonces no estaban en pugna con el cristianismo. Tal vez la razón para distinguir esta clase de la anterior, es que Pablo pertenecÃa nacionalmente a âlos judÃosâ, pero no pertenecÃa por sus creencias, a la clase de aquellos âque estaban bajo la ley.â Esta opinión está confirmada por la leccion insertada aquà por los manuscritos más antiguos, otras versiones, y los âpadresâ: âaunque yo no sea (no esté) sujeto a la leyâ.
21. A los que son sin leyâEs decir, los que no tiene una ley revelada; los paganos (comp. Romanos 2:12, con v. 15). como si yo fuera sin leyâNo imponiéndoles las ceremonias y las âobras de la ley,â sino âla fe que es por el oirâ ( Romanos 10:17 Gálatas 3:2). Asimismo, hablando de la manera como ellos lo hacÃan, como en Atenas, con argumentos sacados de sus mismos poetas ( Hechos 17:28). no estando yo sin ley de DiosââAl mismo tiempo que estaba de acuerdo con otros en asuntos de poca trascendencia, me cuidaba de no estar sin ley con respecto a Dios, y en la ley (responsable a la ley) con respecto a Cristo.â Esta es la posición verdadera del cristiano con respecto al mundo, a sà mismo, y a Dios. Todas las cosas se desarrollan conforme a la ley que les rige. Asà el cristiano, aunque ya no está sujeto a una ley literal que le constriña desde fuera, está sujeto a un principio o ley interior: el espÃritu de fe en Cristo que obra desde dentro como el germen de una vida nueva. No dice en el griego âbajo (como en el v. 21) la ley de Cristo;â sino que usa la expresión más blanda, âen la ley,â responsable a la ley. Cristo estuvo sujeto a la ley por nosotros, de modo que nosotros ya no estamos sujetos a la ley ( Gálatas 3:13, Gálatas 3:24), sino a él, como los miembros a la Cabeza (cap. 7:22; Romanos 8:1; Pedro 2:16). Los cristianos servimos a Cristo en novedad de espÃritu, ya no en la vejez de la letra (esto es, la antigua ley externa como tal), Romanos 7:4. El Padre ha delegado propiamente su autoridad a Cristo, como cabeza del hombre ( Juan 5:22, Juan 5:27); de ahà que el apóstol sustituya a âCristoâ por âDiosâ en la segunda cláusula, âno sin ley de Dios, más en la ley de Cristo.â La ley de Cristo es la ley del amor ( Gálatas 6:2; véase 5:13).
22. Me he hecho ⦠flaco por ganar a los flacosâes decir, para establecer, en vez de hacer tropezar, a los cristianos inexpertos (cap. 8:7). Romanos 14:1 dice: âDébiles de la fe.â Alford piensa que los âdébilesâ no son los cristianos, porque éstos ya están âganadosâ; sino los que están aún fuera de la iglesia, los que están aún âsin fuerzaâ para creer ( Romanos 5:6). Pero cuando los cristianos âdébilesâ son guardados por el amor condescendiente de los hermanos más fuertes, para que no caigan de la fe, bien se puede decir que son âganados.â para que de todo puntoâUsando âtodos los medios.â salve a algunosâVale el empleo de âtodos los mediosâ para ganar a pocos. CondescendÃa con los sentimientos de muchos que pertenecÃan a las diferentes clases sociales. para ganar de entre ellos a algunos.
23. esto hago ⦠por hacerme ⦠participante de élââCoparticipanteâ de las bendiciones del evangelio prometidas para cuando Cristo venga por segunda vez. De ellos, (no de él, a saber, los âganadosâ por mà para el evangelio.
24. ¿No sabéis que los que correnâRefiriéndose a los juegos Ãstmicos, de los que la carrera a pie era el principal, los cuales eran, por supuesto, bien conocidos, y eran tema de patriótico orgullo para los corintios que vivÃan en la region contigua. Estos juegos periódicos eran a los griegos una pasión más bien que un mero entretenimiento; de ahà que se usaran correctamente como una figura del ardor cristiano. en el estadioâSegún el griego: âcampo de carreras.â todos ⦠corren mas uno lleva el premioâAunque supiésemos que uno solo se salvarÃa, con todo vale bien la pena todo el esfuerzo que hagamos de nuestra parte. [Bengel.] Asimismo, en la carrera cristiana no âtodosâ los que corren ganan (cap. 10:1-5). Corred de tal manera que lo obtengáisâdicho parentéticamente. Con estas palabras los instructores de los gimnasios y los espectadores exhortaban a los estudiantes para estimularlos a hacer el máximo esfuerzo. El gimnasio era un rasgo prominente de toda ciudad griega. Cada candidato tenÃa que jurar que habÃa consagrado diez meses a su preparación, y que no violarÃa ninguno de los reglamentos ( 2 Timoteo 2:5; comp. 1 Timoteo 4:7). Se mantenÃa a una dieta estricta, absteniéndose del vino y de los manjares deliciosos, y soportando el frÃo, el calor y la disciplina más rigurosa. El âpremioâ que se adjudicaba era una guirnalda de hojas verdes; en el Istmo, se usaban las del pino indÃgena, por las que se sustituÃa temporalmente el perejil (v. 25). En el griego el término traducido âobtenerâ implica el âobtener completamente.â Es en vano empezar, a menos de que perseveremos hasta el fin ( Mateo 10:22; Mateo 24:13; Apocalipsis 2:10). El âde tal maneraâ significa con una perseverancia, para la carrera celestial, semejante a la que exhiben âtodosâ los corredores de la carrera terrenal aludida, a fin de alcanzar el premio.
25. aquel que luchaâEsta es una forma de juego aun más severa que la carrera a pie. de todo se abstieneâAsà también Pablo se disciplinaba abnegadamente dejando de reclamar para sà su manutención por amor a la ârecompensa,â a saber, âel ganar a másâ (vv. 18, 19). para recibir una corona corruptibleâpronta a marchitarse, ya que era hecha simplemente de las hojas de los abetales que rodeaban los estadios Ãstmicos. mas nosotros incorruptibleâ( 1 Pedro 1:4; 1 Pedro 5:4; Apocalipsis 2:10). El término âcoronaâ aquà no se refiere a la de un rey (el que se expresa por otro vocablo griego diferente que significa âdiademaâ), sino una guirnalda.
26. Asà que, yoâEl apóstol vuelve a su tema principal: su propia abnegación y los móviles de su acción. corro, no como a cosa inciertaâNo como un corredor que dudara del premio. Vosotros corintios, no alcanzáis ninguna finalidad con entrar en los templos idolátricos y comer lo ofrecido a Ãdolos. Pero yo, por mi parte, en todos mis hechos, ya sea haciéndome âtodo a todos los hombres,â o rehusando el sostén por parte de los convertidos, tengo en vista un propósito determinado, a saber: âganar a másâ creyentes. Yo sé cuál es mi meta, y qué hacer para alcanzarla. El que corre con propósito claro, mira hacia adelante, hacia la meta. como su sola finalidad; arroja de sà todo estorbo ( Hebreos 12:1), le es in diferente la opinión de los espectadores, y a veces una caÃda sólo sirve para estimularle tanto más. [Bengel.] no como quien hiere el aireâen vez de pegar al adversario. Aludiendo a la esciamaquia o boxeo en la escuela de combate simulado (comp. cap. 14:9), donde daban golpes al aire como a un adversario imaginario. El adversario real es Satanás, que obra en nuestra contra por medio de la carne.
27. Antes hiero mi cuerpoâlit., golpeo mi rostro debajo de los ojos dejándolo asà amoratado, para castigar mi cuerpo en la parte más sensible. Véase âmortificáis las obras de la carne,â Romanos 8:13; también 1 Pedro 2:11. No son los ayunos ni las maceraciones ascéticas del cuerpo lo que aquà se recomienda, sino la sujeción de nuestro egoÃsmo natural, para poder consagrarnos, cual Pablo, enteramente a la gran obra de Cristo. La expresión âmi cuerpoâ, se refiere al viejo hombre, y lo que queda de los deseos carnales, es decir hasta donde la carne se oponga al espÃritu [Estio] ( Gálatas 5:17). Los hombres pueden tratar severamente el cuerpo y, al mismo tiempo, satisfacer sus concupiscencias. El ascético âdescuido del cuerpoâ puede ser siempre un modo sutil de âsatisfacer la carneâ ( Colosenses 2:23). A menos de que el alma tenga sujeto el cuerpo, el cuerpo sujetará el alma. Uno puede hacer de su cuerpo un siervo bueno o un mal amo. y lo pongo en servidumbreâComo un esclavo llevado cautivo; asà se entiende el original griego. no sea que, habiendo predicado a otrosâanunciado, pregonado a otros. Pablo sigue pensando en el campo de carreras. Los pregoneros llamaban a los corredores a la pista [Platón, Legg. 8.833], y colocaban la guirnalda en la cabeza de los ganadores, haciendo saber el nombre de los mismos. [Bengel.] Probablemente anunciaban las reglas del combate, lo que correspondÃa a la predicación de los apóstoles. El predicador cristiano también participaba en la lucha, y en esto se distinguÃa del heraldo en los juegos. yo mismo venga a ser reprobadoâperdiendo con pena el premio yo mismo, después de haber llamado a otros a la lucha, y siendo rechazado por Dios, el Juez de la carrera cristiana, a pesar de haber yo, por mi predicación, conducido a otros ante él para que fuesen aceptados. Compárese el termino equivalente en Jeremias 6:30; 2 Corintios 13:6. Pablo enseña que si aun hacÃa falta tal vigilancia abnegada y constante de parte de él, a pesar de todas sus labores efectuadas a favor de otros, para hacer más segura su propia vocación, cuanto más hacÃa falta esta vigilancia a los corintios, quienes, muy al contrario, abusaban hasta el extremo, de la libertad cristiana.