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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
El Testamento Griego del Expositor Testamento Griego del Expositor
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Nicoll, William Robertson, M.A., L.L.D. "Comentario sobre James 5". El Testamento Griego del Expositor. https://studylight.org/commentaries/spa/egt/james-5.html. 1897-1910.
Nicoll, William Robertson, M.A., L.L.D. "Comentario sobre James 5". El Testamento Griego del Expositor. https://studylight.org/
Whole Bible (27)New Testament (6)Individual Books (5)
Introducción
Cap. 5 contiene cinco secciones distintas; de gran interés es el hecho de que los dos primeros 1 6, 7 11 tratan respectivamente de la escatologÃa judÃa y cristiana; este tema será tratado en la actualidad; Santiago 5:12 es una breve sección que contiene una adaptación de algunas palabras del âSermón de la Montañaâ; 13 18 trata el tema de la visita a los enfermos en la Iglesia primitiva; mientras que Santiago 5:19-20 lleva la EpÃstola a una terminación abrupta con una declaración muy pronunciada sobre la doctrina judÃa de las obras. Cada una de estas secciones es independiente, y serÃa imposible tener una ilustración más clara o más puntiaguda que la que ofrece este capÃtulo del carácter de âmosaicoâ de nuestra EpÃstola.
No será necesario, al tratar el tema tan extenso de la EscatologÃa judÃa, hacer más que indicar muy brevemente su conexión con la sección Santiago 5:1-6 de este capÃtulo; al mismo tiempo, es esencial una ligera referencia a sus ideas principales, ya que algunas de ellas se mencionan en este pasaje; uno de ellos es el castigo que está a punto de caer sobre los malvados, que a menudo se identifican con los ricos en los âúltimos dÃasâ.
La escatologÃa judÃa, o la âDoctrina de las últimas cosasâ, se basa en la enseñanza de los profetas del AT con respecto al âDÃa del Señorâ o, como dice la frase, âel último dÃaâ o âúltimo tiempoâ; otra fórmula que aparece con frecuencia es âen aquellos dÃasâ. âPara la época del perÃodo del Nuevo Testamento, el judaÃsmo estaba en posesión de la mayorÃa, si no de todas, de sus ideas escatológicas. Estos se habÃan desarrollado durante los dos siglos llenos de acontecimientos que precedieron inmediatamente al surgimiento del cristianismo.
Fueron estos siglos los que vieron el surgimiento del Movimiento ApocalÃptico con sus vastos desarrollos escatológicos que estaban esencialmente ligados a la doctrina de una vida futura, y la creencia en un juicio después de la muerte, con recompensas y castigosâ (Oesterley y Box, op . , cit. , pág. 211). Los cuatro temas sobresalientes que comprende la doctrina de las últimas cosas son: (1) Las señales del acercamiento de la âEra Mesiánicaâ esta última tomó el lugar del âDÃa del Señorâ en el desarrollo del pensamiento escatológico, (2 ) el advenimiento real del MesÃas, junto con los grandes eventos que entonces deberÃan suceder, a saber.
, la reunión de Israel y la resurrección de los muertos; (3) El juicio sobre los impÃos; (4) La bienaventuranza de los justos ( Cf. La Doctrina de las Ãltimas Cosas del escritor ). En el pasaje que tenemos ante nosotros ( Santiago 5:1-6 ) se hace referencia a tres de los anteriores, a saber. , la Era Mesiánica; el castigo de los impÃos, y (implÃcitamente) la bienaventuranza de los justos.
En Santiago 5:3 la frase á¼Î½ á¼ÏÏάÏÎ±Î¹Ï á¼¡Î¼ÎÏÎ±Î¹Ï apunta indudablemente a los tiempos del MesÃas; el lenguaje es el de la escatologÃa judÃa basada en la enseñanza profética ( cf. IsaÃas 2:2 ; Miqueas 4:1 ; Oseas 3:5 ; Joel 3:1 ; Amós 8:11 ; Amós 9:11 ; ZacarÃas 8:23 ).
En Santiago 5:1 ; Santiago 5:3 El castigo de los Wicked se refiere en las palabras, κλαÏÏαÏε á½Î»Î¿Î»ÏζονÏÎµÏ á¼Ïá½¶ Ïαá¿Ï ÏαλαιÏÏÏÎ¯Î±Î¹Ï á½Î¼á¿¶Î½ Ïαá¿Ï á¼ÏεÏÏοναιÏ: ... καὶ á½Ï á½Ï á½Ï á½Ï á½á¿¶ ... Ï. como ilustrativo de esto cf.
Libro de Enoc xcvi. 8, â¡Ay de vosotros, valientes que oprimÃs con violencia a los justos, porque vendrá el dÃa de vuestra destrucción; en ese tiempo vendrán muchos dÃas felices para los justos, entonces seréis condenadosâ; xciv. 7, 8, 9, â¡Ay de los que edifican sus casas con pecadoâ¦; y los que adquieran oro y plata perecerán en el juicio de repente. ¡Ay de vosotros, ricos, porque habéis confiado en vuestras riquezas!
â¦Habéis cometido blasfemia e injusticia, y os habéis preparado para el dÃa de la matanza y el dÃa de las tinieblas y el dÃa del gran juicioâ; xcv. 7, â¡Ay de vosotros pecadores, porque perseguÃs a los justosâ¦; xcvi, 4, âAy de vosotros, pecadores, porque vuestras riquezas os hacen parecer a los justos⦠y esta palabra os servirá de testimonioâ; se podrÃan dar muchas otras citas similares, la sorprendente semejanza en pensamiento y lenguaje con nuestro pasaje no puede dejar de ser observada; ver más abajo, Santiago 5:1 .
Y por último, en Santiago 5:6 , hay una referencia implÃcita a la felicidad de los justos, en las palabras, καÏεδικάÏαÏε, á¼ÏονεÏÏαÏε Ïὸν δίκαιον · οá½Îº á¼Î½ÏιÏάÏÏεÏν; es decir, el justo puede permitirse sufrir tales maltratos porque sabe que le viene el tiempo de la esidad; esto también se menciona con frecuencia en el Libro de Enoch, e.
gramo. , xcvi. 1, âTened esperanza, vosotros justos; porque de repente los pecadores perecerán delante de vosotros, y vosotros os enseñorearéis de ellos según vuestros deseos; 3, Por tanto, no temáis, los que sufrÃs; porque la sanidad será vuestra porciónâ. La no mención en nuestro pasaje del advenimiento real del MesÃas por nombre era caracterÃstico del uso judÃo en ciertos perÃodos, y es significativo aquÃ. Por otro lado, la sección que comprende Santiago 5:7-11 es totalmente cristiana; el tono y el lenguaje completamente diferente de esto, en comparación con la sección Santiago 5:1-6, no puede explicarse diciendo que uno está dirigido a los impÃos, el otro a los justos; porque en este último hay una clara referencia a los que están en peligro de ser juzgados por murmurar unos contra otros ( Santiago 5:9 ).
Pero hay uno o dos puntos por los cuales se puede discernir claramente la forma judÃa y cristiana de la escatologÃa, respectivamente. (1) El lenguaje en el que se basan las ideas escatológicas judÃas es el de los profetas; la sección Santiago 5:1-6 está impregnada de fraseologÃa del AT; por otro lado, las referencias reales al Adviento en Santiago 5:7-11 están en N.
T. lenguaje; las referencias del AT en esta sección no tienen nada que ver con el Adviento. (2) Es caracterÃstico de la escatologÃa judÃa que, en términos generales, hay indefinición en cuanto a cuándo se inaugurará la Era Mesiánica; en esto difiere algo de la enseñanza profética, debido, de hecho, al surgimiento de concepciones apocalÃpticas: por otro lado, la visión cristiana, como la profética, del Adviento es que tendrá lugar en un tiempo muy cercano. futuro (ââ¦he aquà el juez está a la puertaâ).
(3) En la literatura escatológica judÃa precristiana, la Era Mesiánica se describe con frecuencia sin ninguna referencia a la personalidad del MesÃas; en cambio, en el NT, es regla que cuando se hace referencia a la segunda venida, se menciona a Cristo bajo los tÃtulos de âHijo del Hombreâ o âSeñorâ ( cf. Mateo 10:23 ; Mateo 13:41-42 ; Mateo 16:27-28 ; Mateo 19:28 ; Mateo 25:31-33 , etc.
, Filipenses 4:5 , ὠκÏÏÎ¹Î¿Ï á¼Î³Î³ÏÏ, 1 Corintios 16:22 , μαÏὰν á¼Î¸Î¬, y ver Didache , x. 6, εἴ ÏÎ¹Ï á¼ Î³Î¹ÏÏ á¼ÏÏιν, á¼ÏÏÎÏÎ¸Ï Â· εἴ ÏÎ¹Ï Î¿á½Îº á¼ÏÏί, μεÏανοείÏÏ Â· μαÏὰν á¼Î¸Î¬.
á¼Î¼Î®Î½). (4) Además de no haber ninguna referencia a la personalidad del MesÃas en la sección escatológica judÃa, existe el contraste adicional entre ésta y la sección cristiana de que en esta última aparece dos veces la expresión distintivamente cristiana ἡ ÏαÏÎ¿Ï Ïία Ïοῦ ÎºÏ ÏÎ¯Î¿Ï ; contra esto, la sección judÃa hace uso del tÃtulo distintivamente judÃo de Dios, el âSeñor de Sabaothâ.
Es pues difÃcil resistirse a la conclusión de que tenemos aquÃ, en la sección Santiago 5:1-6 , un pasaje que originalmente no pertenecÃa en absoluto a la EpÃstola, sino que fue tomado o adaptado de alguna obra escatológica judÃa; se reconocerá en general que esta sección no tiene absolutamente nada especÃficamente cristiano.
Que el escritor (¿compilador?) haya incorporado esto en su EpÃstola es bastante natural, dado que estaba escribiendo a judÃos; igualmente natural es que, como un cristiano que escribe a (judÃos) cristianos, agregue la forma cristiana desarrollada del mismo tema, intercalándola con referencias del AT para el bien de sus oyentes [ver más adelante, Bk. de jubileos , i. 29, Santiago 5:12 , xxiii.
26 30; Enoc , x. 13, xvi. 1; Culo. de Moisés , i. 18, X. 13; Prueba. de los Doce Patriarcas , Rubén, vi. 8; Apoc. barra _ xxviii. 15, XXIX. 8, LevÃtico 2 ; LevÃtico 4 Esdr. 9:5].
VersÃculo 1
á¼Î³Îµ νῦν: Ver arriba Santiago 4:13 . κλαÏÏαÏε á½Î»Î¿Î»ÏζονÏÎµÏ á¼Ïá½¶ Ïαá¿Ï ÏαλαιÏÏÏÎ¯Î±Î¹Ï á½Î¼á¿¶Î½ Ïαá¿Ï á¼ÏεÏÏομÎναιÏ: según la concepción profética original de estas "miserias" que iban a adelantar a los malvados, iban a pasar en el "dÃa de la señor", " I", I ", I.
mi. , durante la Era Mesiánica; esta creencia se extendió durante el desarrollo de las ideas que tuvo lugar durante los dos siglos que precedieron a la era cristiana. Cualesquiera que fueran las razones que llevaron a la creencia, lo cierto es que la expresión âaquellos dÃasâ llegó a aplicarse a un cierto perÃodo que habrÃa de preceder inmediatamente a la venida del MesÃas; sin duda, se consideró que varios pasajes proféticos sugerÃan esto (ver más abajo).
Las descripciones que se dan de estos âdÃasâ, que han de anunciar la venida del MesÃas, pertenecen a concepciones apocalÃpticas; en su esquema general los âsignosâ de estos tiempos son idénticos. Pasajes proféticos como el siguiente sentaron las bases: âAtada está la iniquidad de EfraÃn; su pecado está guardado. Los dolores de la mujer que da a luz vendrán sobre élâ¦â; luego, por otro lado, âlos rescataré del poder de la tumba; los redimiré de la muerteâ¦â ( Oseas 13:12-14 ); otra vez.
â⦠Ha llegado el dÃa de tus centinelas, de tu visitación; ahora será su perplejidad. No confiéis en el amigo, no confiéis en el guÃa⦠porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre⦠los enemigos del hombre son los de su casaâ ( Miqueas 7:4-6 ); otra caracterÃstica que jugó un papel importante en el apocalipsis posterior está contenida en Joel 2:10 ss.
, âla tierra tiembla delante de ellos; los cielos tiemblan; el sol y la luna se oscurecen, y las estrellas retiran su resplandor⦠Cf. ZacarÃas 14:6 ss.; Daniel 12:1 , etc., etc. En todo el inmenso dominio de la literatura apocalÃptica estos temas se desarrollan en enorme medida; nos son familiares por los Evangelios, Mateo 24:25 ; Marco 13:14-27 ; Lucas 21:9-19 .
En la literatura judÃa las referencias a ellos también ocurren con frecuencia; este perÃodo se llama el tiempo de los âdolores de partoâ, y más especÃficamente, los âdolores de partoâ o âsufrimientosâ del MesÃas Cheble ha-Meshiach , o Cheblo shel Mashiach , véase Pesikta rab. , XXI. 34; Shabat , 118 a ; SanedrÃn , 96 b , 97 a , etc., etc. Véase además Oesterley, The Doctrine of the Last Things , cap.
7. La gran difusión y la inmensa popularidad de que gozó la literatura apocalÃptica hace seguro que el escritor de nuestra EpÃstola estaba familiarizado con el tema; las "miserias", por lo tanto, a las que se hace referencia en el pasaje que tenemos ante nosotros muy posiblemente se refieran a los sufrimientos que iban a tener lugar en el tiempo de los dolores de parto que precedieron a la venida real del MesÃas. á½Î»Î¿Î»ÏζονÏÎµÏ : solo aquà en el N.
T., pero bastante frecuente en la Septuaginta, IsaÃas 13:6 ; Joel 1:5 ; Joel 1:13 ; Jeremias 4:8 , etc.
; en el primero de estos pasajes la conexión es la misma que aquÃ, ⦠á¼Î³Î³á½ºÏ Î³á½°Ï á¼¡Î¼ÎÏα ÎºÏ ÏÎ¯Î¿Ï , y véase Lucas 6:24 , â¡Ay de vosotros, ricos...!â, que recuerda mucho el versÃculo que tenemos ante nosotros.
VersÃculo 2
El uso de los perfectos proféticos hebraicos en este pasaje es otra marca de la autorÃa judÃa. á½ ÏλοῦÏÎ¿Ï á½Î¼á¿¶Î½: esto no puede referirse a la riqueza en abstracto porque no estarÃa en armonÃa con el resto del verso que habla de destrucción literal; tenemos aquà precisamente la misma idea, en cuanto a la destrucción real, que la que ocurre en el pasaje escatológico de Enoc , xcviii.
1 y ss., donde en referencia a los hombres insensatos âen realeza, y en grandeza, y en poder, y en plata y en oro, y en púrpuraâ¦â, dice que âperecerán por ello con sus posesiones y con todo su gloria y su esplendorâ. ÏÎÏηÏεν : á¼ Ï. λεγ. en el NT, cf. Sir 14:19, Ïᾶν á¼Ïγον ÏηÏÏμε. νον á¼ÎºÎ»ÎµÎ¯Ïει. ÏηÏÏβÏÏÏα: á¼ Ï.
λεγ · en el NT, cf. Job 13:28 13:28 Sir 42:13, á¼Ïὸ Î³á½°Ï á¼±Î¼Î±ÏίÏν á¼ÎºÏοÏεÏεÏαι ÏήÏ. Para la forma de la palabra cf. ÏκÏληκÏβÏÏÏÎ¿Ï en Hechos 12:23 .
VersÃculo 3
καÏίÏÏαι: en Sir 12:11 tenemos καὶ γνÏÏá¿ á½ Ïι οá½Îº Îµá¼°Ï ÏÎÎ»Î¿Ï ÎºÎ±ÏίÏÏεν en referencia a un espejo; el hebreo, al que sigue el sirÃaco, está corrupto, pero evidentemente se lee ××××, que es la misma palabra utilizada en el versÃculo anterior (ἰοῦÏαι); la palabra hebrea tal vez se puede usar en el sentido de "inmundicia" (ver Oxford Hebrew Lexicon, sv), y posiblemente este término más general es lo que se pretendÃa originalmente en el versÃculo que tenemos ante nosotros, ya que no se puede decir estrictamente que el oro se oxide.
La palabra aparece en otro pasaje a saber. , en Sir 29:10, pero desafortunadamente falta el hebreo para esto. La fuerza del καÏα es intensiva. á½ á¼°á½¸Ï : usado en Santiago 3:8 del veneno de la lengua, en sentido figurado; el significado de âóxidoâ es secundario. Îµá¼°Ï Î¼Î±ÏÏÏÏιον á½Î¼á¿Î½ á¼ÏÏαι: esta metáfora es bastante de estilo hebreo; ×¢× (= μαÏÏÏÏιον), aunque generalmente se usa para personas, en un buen número de casos se usa para cosas inanimadas en la O.
t.; cf. en el NT Marco 6:11 ; Lucas 9:5 . ÏάγεÏαι: una forma helenÃstica, no clásica, cf. Sir 33:23 (septiembre) Ïᾶν βÏῶμα ÏάγεÏαι κοιλία, cf. Sir 11:19, Sir 45:21 (septiembre). Ïá½°Ï ÏάÏÎºÎ±Ï á½Î¼á¿¶Î½: âEl plural ÏάÏÎºÎµÏ se usa para las partes carnosas del cuerpo tanto en escritores clásicos como posteriores⦠mientras que el singular ÏάÏξ se usa para todo el cuerpoâ (Mayor); en la Septuaginta nos encontramos con una frase similar en varios casos, p.
gramo. , Miqueas 3:3 .⦠καÏÎÏαγον Ïá½°Ï ÏάÏÎºÎ±Ï Ïοῦ λαοῦ Î¼Î¿Ï ; 2 Reyes 9:36 ; en estos y otros casos, el hebreo ×ש×ר (= ÏάÏξ) siempre está en singular (a diferencia de âsangreâ, que a menudo se usa en plural).
á½¡Ï ÏῦÏ: esta comparación probablemente debe haber sido sugerida por el hecho de que el fuego, en un sentido literal, a menudo figura en imágenes apocalÃpticas, cf., por ejemplo, Enoch , cii. 1, âY en aquellos dÃas cuando Ãl traiga sobre vosotros un fuego terrible, ¿adónde huiréis, y dónde encontraréis liberación?â xcvii. 3, donde se hace mención de "el horno de fuego", x. 13, âel abismo de fuegoâ; esta idea surgió originalmente porque âGehenaâ fue concebida como el lugar de tormento, y un fuego en el sentido literal ardÃa constantemente en el valle de Hinnom; El fuego en el lugar de tormento se menciona en Mateo 25:41 Ïὸ Ïá¿¦Ï Ïὸ αἰÏνιον, Marco 9:44 á½ ÏÎ¿Ï á½ ÏκÏληξ αá½Ïῶν οὠÏÎµÎ»ÎµÏ Ïá¾· καὶ Ïὸ Ïá¿¦Ï á½ ÏÎÎÎ½Î½Î½Î½Ï Ï , Judas 1:7ÏÏ Ïá½¸Ï Î±á¼°ÏÎ½Î¯Î¿Ï â¦ Vea la interesante nota de Carr sobre á½¡Ï ÏῦÏ. á¼Î¸Î·ÏÎ±Ï ÏίÏαÏε. á¼Î½ á¼ÏÏάÏÎ±Î¹Ï á¼¡Î¼ÎÏαιÏ: véase la nota preliminar de este capÃtulo.
VersÃculo 4
ἰδοὺ: esta interjección, aunque es un buen ático, es usada por algunos escritores del NT con una frecuencia que no es clásica, (Mayor) , por ejemplo , en esta epÃstola breve aparece seis veces, mientras que, por otro lado, San Pablo la usa solo nueve veces ( una vez en una cita) en la totalidad de sus escritos; su frecuente aparición es una marca de la autorÃa judÃa, ya que los judÃos estaban acostumbrados al uso constante de una interjección equivalente (×× ×) en su propia lengua.
ὠμιÏÎ¸á½¸Ï Ïῶν á¼ÏγαÏῶν: μιÏθÏÏ aparece varias veces en Sir. en el sentido de recompensa, pero no en el de salario adeudado; en el mismo libro á¼ÏγάÏÎ·Ï aparece dos veces (Sir 19:1, Sir 40:18), pero en ningún caso con el significado âtrabajador agrÃcolaâ, que es su significado habitual en el NT, cf. Mateo 9:37 , pero por otro lado Lucas 10:7 , á¼Î¾Î¹Î¿Ï á½ á¼ÏγάÏÎ·Ï Ïοῦ μιÏθοῦ αá½Ïοῦ.
Ïῶν á¼Î¼Î·ÏάνÏÏν : á¼ Ï. λεγ. en el NT; cualquiera que sea la diferencia de significado que pueda haber originalmente entre á¼Î¼á¾¶Î½ y θεÏίζειν, se usan como sinónimos en la Septuaginta, y lo mismo es cierto, según Mayor, del griego clásico. Ïá½°Ï ÏÏÏÎ±Ï á½Î¼á¿¶Î½: a menudo, como aquÃ, se usa en el sentido restringido de "campos", cf. por la variedad de significado que puede tener los tres casos de su ocurrencia en Sir 10:16; Señor 43:3; Señor 47:17; para su significado de "campos", tanto en singular como en plural, véase Lucas 12:16 ; Lucas 21:21 ; Juan 4:35 .
á½ á¼ÏÏ ÏÏεÏημÎÎ½Î¿Ï á¼Ïʼ á½Î¼á¿¶Î½ : âque es retenido por tiâ, âde tu parteâ, o como dice Mayor como alternativa, âllega demasiado tarde de tiâ; el á¼Ïʼ á½Î¼á¿¶Î½ no se requiere realmente, se omite por ff . La retención de los salarios adeudados era evidentemente un pecado de ocurrencia frecuente, véase LevÃtico 19:13 ; Deuteronomio 24:14-15 ; Job 24:10 ; Miqueas 3:10 ; Jeremias 22:13 ; Proverbios 3:27-28 ; MalaquÃas 3:5 ; Eclesiástico 31 (34):22; Tob 4:14.
á¼ÏÏ ÏÏ. sólo aquà en el NT κÏάζει: una idea totalmente hebraica que aparece varias veces en el AT, cf. por el âclamorâ de las cosas inanimadas, Génesis 4:10 ; Job 24:12 ; Salmo 84:2 ; Proverbios 8:1 ; Lamentaciones 2:18 ; Habacuc 2:11 .
αἱ βοαὶ: solo aquà en el NT, cf. Ãxodo 2:23 . Îµá¼°Ï Ïá½° ὦÏα ÎºÏ ÏÎ¯Î¿Ï ÏαβαÏθ: citado de IsaÃas 5:9 ; una de las muchas marcas en esta sección, Santiago 5:1-6 , que sugieren que originalmente no pertenecÃa al N.
t.; ciertamente es extraordinario que la interpretación habitual de la Septuaginta, ÎÏÏÎ¹Î¿Ï ÏανÏοκÏάÏÏÏ o á½ ÎÏÏÎ¹Î¿Ï Ïῶν Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÏν, no se use aquÃ; aunque es cierto que ÏαβαÏθ a veces se translitera, no obstante es excepcional. âYahwe Sabaothâ era el antiguo nombre israelita de Jehová como dios de la guerra.
VersÃculo 5
á¼ÏÏÏ ÏήÏαÏε : á¼ Ï. λεγ. en el NT; aparece en Sir 14:4 para el hebreo ×××¢, [59] que significa âregocijarseâ, seguido de ×. Lutero traduce: Ihr habt wohlgelebet, âHabéis vivido bienâ; pero la palabra alemana âschwelgenâ describe tan exactamente a la griega que uno se pregunta por qué no la adoptó; el inglés "to revel" se acerca más a él, y esta es la traducción de la RV de la palabra en el Sir.
pasaje al que se hace referencia. ÏÏÏ Ïᾶν con sus compuestos se usa tanto en sentido bueno como en sentido malo; para lo primero véase Salmo 37:4 ; Salmo 37:11 ; IsaÃas 55:2 ; IsaÃas 66:11 ; NehemÃas 9:25 .
á¼Ïá½¶ Ïá¿Ï γá¿Ï: el contraste está entre su disfrute de las cosas buenas de la tierra y cuál será su suerte en el más allá; cf. Lucas 16:25 , âAcuérdate que tú en vida recibiste tus bienes, y Lázaro igualmente males; pero ahora él está consolado, y tú estás angustiadaâ.
á¼ÏÏαÏαλήÏαÏε: sólo en otra parte del NT en 1 Timoteo 5:6 ; ocurre en Ezequiel 16:49 de las mujeres de Jerusalén que son comparadas con las de Sodoma; ver también Sir 21:15; el compuesto καÏαÏÏ. ocurre en Amós 6:4 ; Proverbios 29:21 ; ni la palabra en sà ni su compuesto se usan en un buen sentido, expresando como lo hace el vivir una vida de autocomplacencia desenfrenada.
á¼Î¸ÏÎÏαÏε Ïá½°Ï ÎºÎ±ÏÎ´Î¯Î±Ï á½Î¼á¿¶Î½: este uso de καÏδία es completamente hebraico, ×× se usa en un sentido muy amplio en hebreo, cf. Salmo 104:15 , â⦠y pan que fortalece el corazón del hombreâ (××× que no difiere de ×× en significado), cf. Jueces 19:5 .
á¼Î½ ἡμÎÏá¾³ ÏÏαγá¿Ï: hay algo extremadamente significativo en esta cita de Jeremias 12:3 , porque JeremÃas usa esta expresión (××× ×ר××) como el dÃa del juicio; y no solo eso, sino que este profeta también habÃa acuñado una nueva palabra para Gehena, a saber. , âGeharêgahâ = âel valle de la matanzaâ ( Jeremias 7:32 ; Jeremias 19:6 ).
Estas expresiones âdÃa de la matanzaâ y âvalle de la matanzaâ pertenecen a JeremÃas ( Enoc , xvi. 1 cita la expresión καὶ á¼Ïὸ ἡμÎÏÎ±Ï ÎºÎ±Î¹Ïοῦ ÏÏαγá¿Ï), y al usar las palabras âdÃa de la matanzaâ el escritor de nuestra EpÃstola sin duda está dando ellos el significado que tenÃan originalmente; el pasaje que tenemos ante nosotros probablemente significa que estos hÃgados lujuriosos se deleitarán en la autoindulgencia en el mismo dÃa del juicio, cf.
las palabras de nuestro Señor en Lucas 17:27 ss., âComieron, bebieron⦠y vino el diluvio y los destruyó a todos⦠asà será el dÃa en que el Hijo del hombre se manifiesteâ. El tiempo á¼Î¸ÏÎÏαÏε está de acuerdo con el uso hebreo de considerar una cosa en el futuro como si ya hubiera ocurrido; está completamente en el estilo profético.
[59] Esto no es hebreo bÃblico , que serÃa ××ª×¢× × ( IsaÃas 66:11 ), o ×תע×× ( NehemÃas 9:25 ); ×××¢ ocurre en los Targums, pero allà significa âgritar de alegrÃaâ.
VersÃculo 6
καÏεδικάÏαÏε, á¼ÏονεÏÏαÏε Ïὸν δίκαιον : esto expresa lo que debe haber sucedido a menudo; los libros proféticos a menudo se refieren a cosas semejantes; no hay razón para considerar esto como un caso especÃfico de asesinato judicial. Cf. Amós 2:6-7 ; Amós 5:12 ; Sab 2,10 ss.
La antÃtesis entre צ×××§ (âjustoâ) y רש××¢ (âmalvadoâ) es un lugar común en la teologÃa judÃa. οá½Îº á¼Î½ÏιÏάÏÏεÏαι á½Î¼á¿Î½: la declaración de hecho aquÃ, en lugar de la interrogativa como la leen algunas autoridades, es más natural y más de acuerdo con el estilo profético que es tan caracterÃstico de todo este pasaje. Esta imagen de paciente aquiescencia ante los malos tratos es realmente un toque muy vÃvido, porque muestra, por un lado, que los oprimidos se dieron cuenta de la futilidad de la resistencia; por el otro, que sus esperanzas estaban centradas en el tiempo por venir.
Con el conjunto de esta sección cf. las palabras del primer libro de Clemente, que se llama Testamento de nuestro Señor Jesucristo , 12: âHa llegado la siega, para que los culpables sean segados y el Juez aparezca de repente y los confronte con sus obrasâ.
VersÃculo 7
ÎακÏÎ¿Î¸Ï Î¼Î®ÏαÏε οá½Î½: el verbo, asà como el adjetivo, se usa tanto para Dios como para el hombre, p. ej ., Romanos 2:4 ; 2 Corintios 6:6 ; expresa la actitud mental que se contenta con esperar; cuando se usa de Dios se refiere a su longanimidad hacia los hombres ( p.
gramo. , Señor 18:11); es posible que en la presente conexión esto también esté implÃcito en vista de Santiago 5:9 . Quizás se añadió οá½Î½ para unirlo a la sección anterior; es omitido por el OL MS. s . á¼ÏÏ Ïá¿Ï ÏαÏÎ¿Ï ÏÎ¯Î±Ï Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï : ver arriba, palabras introductorias a esta sección.
ΠαÏÎ¿Ï Ïία no aparece en la Septuaginta, siendo (con Ïοῦ ÎÏ Ïίον) especÃficamente cristiano; pero con Ïοῦ Îεοῦ, en lugar de Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï , aparece en Test. de los Doce Patriarcas , Jud. XXII. 2, á¼ÏÏ ÏαÏÎ¿Ï ÏÎ¯Î±Ï Ïοῦ Îεοῦ Ïá¿Ï δικαιοÏÏÎ½Î·Ï (las palabras se omiten en la versión armenia). ὠγεÏÏγÏÏ : Cf. Señor 6:18; Prueba.
de los Doce Patriarcas , Issach. Santiago 5:3 3ss. καÏÏÏν : usado en el sentido de âproducto del sueloâ. á¼ÏÏ Î»Î¬Î²á¿ : el contexto muestra que el sujeto debe ser âla tierraâ, no âel frutoâ, por la sencilla razón de que el fruto no existe cuando descienden las lluvias âtempranasâ; la gran importancia de las lluvias âtempranasâ (llamadas tanto ×××¨× como ××ר×) era que humedecÃan la tierra (comenzando alrededor del mes de octubre) después de haberla endurecido por el sol abrasador del verano, y asà le permitieron recibir la semilla; sin las lluvias "tempranas" para humedecer la tierra, uno podrÃa sembrar semillas en las rocas.
Es posible que el sujeto sea âel labradorâ, ya que en cierto sentido puede decirse que recibe la lluvia, pero el tema más obvio, y del que depende más naturalmente el significado del versÃculo, es la tierra. ÏÏÏÏμον καὶ á½Ïιμον : Cf. Deuteronomio 11:14 , y con frecuencia, ×××¨× ××××§×ש×.
VersÃculos 7-11
La sección 7 11 es una adaptación cristiana de la anterior concepción judÃa de la Era Mesiánica; en lugar de αἱ á¼ÏÏάÏαι ἡμÎÏαι está ἡ ÏαÏÎ¿Ï Ïία Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï , una expresión especÃficamente judÃa, la otra especÃficamente cristiana; las dos expresiones, que representan, por asà decirlo, los tÃtulos de la escatologÃa judÃa y cristiana respectivamente, son suficientes para mostrar la diferencia de lugar con respecto a estas dos secciones.
Es caracterÃstico de un tipo de literatura apocalÃptica que no se mencione la figura central del MesÃas, mientras que otro tipo pone gran énfasis en la Personalidad Mesiánica; Santiago 5:1-6 representa el primero de estos; el hecho de que no contenga ningún rastro de interpolación cristiana es tanto más notable cuanto que es utilizado por un escritor judÃo-cristiano y se incorpora a la literatura cristiana.
El hecho es evidencia adicional a favor de que se trata de una cita, una de varias que contiene nuestra EpÃstola. Está cristianizado por la añadidura de Santiago 5:7-11 , que, aunque entremezclado con reminiscencias veterotestamentarias, es especÃficamente cristiano. Una cristianización similar del material judÃo al agregarle se encuentra, aunque en una escala mucho menor, en Apocalipsis 22:20 , á¼Î¼Î®Î½ á¼ÏÏÎ¿Ï ÎºÏÏιε ἸηÏοῦ, que forma una respuesta al ναί anterior, á¼ÏÏομαι ÏαÏÏ.
El Dr. Schiller-Szinessy (en Encycl. Brit. , art. âMidrashâ) descubrió que el equivalente hebreo de las palabras á¼Î¼Î®Î½ á¼ÏÏÎ¿Ï (= ××× ××) indicaba acrósticamente un himno primitivo, que todavÃa aparece en todos los libros de oración judÃos, y se conoce por sus palabras de apertura como En Kelohenu ("No hay nadie como nuestro Dios"; ver The Authorized Daily Prayer Book de Singer , p.
167). Este himno consta de cinco versos de cuatro versos cada uno; la primera palabra de cada lÃnea en el primer verso comienza con [60], del segundo verso con ×, del tercero con × , del cuarto con ×, y del quinto con [61], haciendo asà un cuádruple repetición de la fórmula ××× ×× (= âAmén, venâ). Esta fórmula es el tÃtulo abreviado del himno al que se hace referencia y âestá escrita en lugar del himno en el lugar donde se utilizará después del Servicio Adicional para el Año Nuevo, y nuevamente hacia la conclusión del servicio adicional para el octavo dÃa de la Asamblea Solemneâ¦, al final de la Fiesta de los Tabernáculosâ (Taylor, The Teaching of the Twelve Apostles , pp.
78 ss., y véase Box in Church and Synagogue , iii., pp. 41 ss.). La fórmula âAmén Boâ pertenecÃa a la EscatologÃa judÃa, y posiblemente tuvo su origen en la frase ×¢××× ××× (= âLa era por venirâ, una expresión común para la Era Mesiánica); es cristianizado por el escritor judeo-cristiano en el Apocalipsis con la adición de κÏÏιε ἸηÏοῦ, tal como en el pasaje que nos ocupa la segunda sección, obviamente cristiana, Santiago 5:7-11 , se agrega a la anterior, de manera tan obvia como judÃo, para hacer al cristiano completo.
[60] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[61] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), actualmente en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
VersÃculo 8
ÏÏηÏίξαÏε Ïá½°Ï ÎºÎ±ÏδίαÏ: un modismo hebreo, ×¡×¢× ××; en el AT principalmente de fortalecer el cuerpo con comida. ἡ ÏαÏÎ¿Ï Ïία Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï á¼¤Î³Î³Î¹ÎºÎµÎ½ : ver arriba; cf. Mateo 3:2 ; Lucas 21:28 ; Filipenses 4:6 ; 1 Ped 4:7; 1 Corintios 15:52 ; 1 Tesalonicenses 4:15 ; 1 Tesalonicenses 1 ; Juan 1:18 .
VersÃculo 9
μὴ ÏÏενάζεÏε : âUna expresión fortalecida para μὴ καÏαλαλεá¿Ïε Santiago 4:11 â (Carr); se refiere al sentimiento interno de rencor contra otro. La palabra muestra que no son solo los justos a quienes se dirige esta sección. ὠκÏιÏá½´Ï ÏÏὸ Ïῶν Î¸Ï Ïῶν á¼ÏÏηκεν : Cf.
Apocalipsis 3:20 . Para la idea del Juez de pie a la puerta ver Mateo 24:33 , ⦠γινÏÏκεÏε á½ Ïι á¼Î³Î³ÏÏ á¼ÏÏιν á¼Ïá½¶ θÏÏαιÏ, Mateo 25:10 ff.
(la parábola de las diez vÃrgenes). En su origen la idea es antigua; cf. lo siguiente de la Mishná ( Ab . iv. 16): âEste mundo es como si fuera un vestÃbulo hacia el mundo futuro; prepárate en el vestÃbulo, para que puedas entrar en la sala de recepciónâ; este dicho es uno de Jacob de Korsha que vivió en el siglo II dC á¼ÏÏηκεν: para el tiempo ver arriba.
VersÃculo 10
á½ÏÏδειγμα: Cf. Sir 44:16 y especialmente Juan 13:15 , á½ÏÏδ. á¼Î´Ïκα á½Î¼á¿Î½ ⦠de nuestro Señor. Ïá¿Ï κακοÏÎ±Î¸ÎµÎ¯Î±Ï : á¼ Ï. λεγ. en el NT cf. 4Ma 9:8. Significa âresistenciaâ en lugar del RV âsufrimientoâ; esto va mejor con μακÏÎ¿Î¸Ï Î¼Î¯Î±Ï, âpacienciaâ.
La traducción "resistencia" tiene el apoyo de los papiros, véase Deissmann, Neue Bibelst. , págs. 91 y sig. á¼Î½ Ïá¿· á½Î½ÏμαÏι: aunque este uso de la frase es paralelo a su uso en los papiros (ver Deissmann, Bibelst. , pp. 143 5: Neue Bibelst. , pp. 25, 26), es más probable que en este caso viene a través de la Septuaginta del hebreo ×ש××; cf. arriba Santiago 2:7 .
VersÃculo 11
μακαÏίζομεν : Cf. 4Ma 18:13, usado en referencia a Daniel. ἸÏβ: Job ocupa un alto lugar de honor en la literatura judÃa posbÃblica, cf. la obra pseudoepigráfica âEl Testamento de Jobâ. Ïὸ ÏÎÎ»Î¿Ï ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï : el propósito final de Jehová con respecto a Job; no podrÃa referirse a Cristo, porque todo el pasaje trata de ejemplos del AT. ÏολÏÏÏλαγÏνοÏ: á¼ Ï.
λεγ. en el NT οἰκÏίÏμÏν: sólo en otra parte del NT en Lucas 6:36 ; cf. Sir 2:11 ya menudo en la Septuaginta.
VersÃculo 12
f1Î Ïὸ ÏάνÏÏνâ¦: La forma más natural de entender estas palabras serÃa tomarlas en relación con algo que precedió inmediatamente, pero como no hay la más remota conexión entre este versÃculo y la sección que ha ido justo antes, esto es imposible aquÃ; el verso debe ser considerado como el fragmento de una pieza más grande; no es el único caso en esta EpÃstola de una cita que ha sido incorporada, sólo que en este caso el carácter fragmentario es más evidente que lo usual.
Que no es una cita del Evangelio, como ahora lo tenemos ( Mateo 5:33-37 ), debe ser obvio, porque si lo fuera, indudablemente se aproximarÃa más al original; por otro lado, su similitud general con el pasaje del Evangelio prueba que debe haber una relación de algún tipo entre los dos.
Probablemente ambos tengan su origen en un dicho de nuestro Señor que se modificó en la transmisión, asumiendo varias formas pero conservando el punto esencial. Se puede ver un ejemplo similar comparando Mateo 10:26 ; Lucas 8:17 y el cuarto de los nuevos dichos de Oxyrhynchus: λÎγει ἰηÏÎ¿á¿¦Ï Ïᾶν Ïὸ μὴ á¼Î¼ÏÏοÏθεν Ïá¿Ï á½ÏεÏÏ ÏÎ¿Ï ÎºÎ±á½¶ Ïὸ κεκÏÏ Î¼Îνον νν á¼Ïὸ Ïοῦ á¼ÏÏ ÏεÏή °.
Î¿á½ Î³Î¬Ï á¼ÏÏιν κÏÏ ÏÏὸν ὠοὠÏανεÏὸν γενήÏεÏαι καὶ ÏεθαμμÎνον á½ á½Îº á¼Î³ÎµÏθήÏεÏαι (restauración de Grenfell y Hunt). En cualquier caso, el versÃculo que tenemos ante nosotros debe haber estado originalmente precedido por un contexto que contenÃa varios preceptos de los cuales este se consideraba el más importante, debido a las palabras ÏÏὸ ÏάνÏÏν. μὴ á½Î¼Î½ÏεÏεâ¦: este era un precepto impuesto por muchos de los judÃos más devotos; Los fariseos evitaban los juramentos tanto como les era posible, los esenios nunca juraban; Un muy buen ejemplo precristiano del mismo precepto está contenido en Sir 23: 9-3, á½ Ïκῳ μὴ á¼Î¸Î¯Ïá¿Ï Ïὸ ÏÏÏμα ÏÎ¿Ï , καὶ á½Î½Î¿Î¼Î±Ïίᾳ Ïαί á¼Î³Î¯Î¿Ï μ ÏÏ Î½ÎµÎ¸Î¹Ïθá¿Ï ... á¼Î½á½´Î½á½´á¼ á¼tim á¼Î¿Ï desempe 1 Corintios 16:22 , la única otra ocurrencia de esta forma en el NT
VersÃculo 13
κακοÏαθεá¿: Ver nota en Santiago 5:10 ; quizás se refiera más bien a la preocupación o angustia mental, mientras que á¼Ïθενεῠse refiere a alguna dolencia corporal especÃfica. εá½Î¸Ï μεá¿: solo se encuentra en otra parte en Hechos 27:22 ; Hechos 27:25 en el N.
T. ÏαλλÎÏÏ: se refiere tanto a tocar un instrumento de cuerda (Sir 9:4) como a cantar ( Efesios 5:19 ), y también se usa para cantar con el espÃritu ( 1 Corintios 14:15 ).
VersÃculo 14
á¼Ïθενεῠ⦠ÏÏοÏκαλεÏάÏθÏ, etc.: Cf. Señor 38:14, καὶ Î³á½°Ï Î±á½Ïοὶ ÎºÏ ÏÎ¯Î¿Ï ÎεηθήÏονÏαι, ἵνα εá½Î¿Î´ÏÏῠαá½Ïοá¿Ï á¼Î½Î¬ÏÎ±Ï Ïιν καὶ ἴαÏιν ÏάÏιν á¼Î²Î²ÏÏεÏÏ. Con respecto a la práctica del cristianismo primitivo en el asunto del cuidado de los enfermos, Harnack dice: âIncluso de los fragmentos de nuestra literatura existente, aunque esa literatura no fue escrita con tal intención, todavÃa podemos reconocer la cuidadosa atención prestada a las obras. de misericordia
Al principio nos encontramos con instrucciones por todas partes para cuidar a los enfermos, 1 Tesalonicenses 5:14 :14 ⦠En la oración de la Iglesia, conservada en la primera epÃstola de Clemente, se ofrecen expresamente súplicas por los que están enfermos del alma y del cuerpo ( 1 Clem. 59, ÏÎ¿á½ºÏ á¼Ïθενεá¿Ï ἴαÏαι⦠á¼Î¾Î±Î½Î¬ÏÏηÏον ÏÎ¿á½ºÏ á¼ÏθενοῦνÏαÏ, ÏαÏακάλεÏον ÏÎ¿á½ºÏ á½Î»Î¹Î³Î¿ÏοῦνÏαÏ).
⦠EpÃstola de Policarpo, 6:1; Justino Mártir, lxvii.â¦â; también cita a Lactancio, Div. Inst. , vi. 12: âAegros quoque quibus defuerit qui adsistat, curandos fovendosque suscipere summae humanitatis et magnae operationis estâ ( Expansion ⦠i. 147 f. primera ed. inglesa). Un cuidado similar era caracterÃstico de los rabinos, quienes declararon que era un deber de todo judÃo visitar y socorrer a los enfermos, fueran judÃos o gentiles ( Git.
, 61 a, Soá¹ah , 14 a ); âlos Ḥaberim, o asociaciones ḤasÃdicas, hicieron del cumplimiento de este deber una obligación especialâ ( Enciclopedia JudÃa , xi. 327). ÏÎ¿á½ºÏ ÏÏεÏÎ²Ï ÏÎÏÎ¿Ï Ï Ïá¿Ï á¼ÎºÎºÎ»Î·ÏÎ¯Î±Ï : tanto las palabras âpresbÃterosâ (= âsacerdoteâ) como âecclesiaâ fueron tomadas de los judÃos, siendo los equivalentes griegos de ××§× ×× y ×§××.
Mientras que, sin embargo, la palabra ÏÏεÏβÏÏεÏÎ¿Ï fue, sin duda, tomada en la Iglesia cristiana de la ××§× en la Iglesia judÃa, es bueno recordar el uso extendido que se le atribuÃa según la evidencia de los papiros. La frase á½ ÏÏεÏβÏÏεÏÎ¿Ï Ïá¿Ï κÏÎ¼Î·Ï aparece en un papiro perteneciente a la época de los Ptolomeos, y es evidentemente un tÃtulo oficial de algún tipo; οἱ ÏÏεÏβÏÏεÏοι se encuentra junto con ἱεÏεá¿Ï de un culto idólatra (100:40 B.
C.); y en el siglo II dC οἱ ÏÏεÏβÏÏεÏοι aparece en referencia a los âancianosâ de las aldeas de Egipto. Los traductores de la Septuaginta, por lo tanto, probablemente estaban usando en este caso una palabra que tenÃa un sentido técnico bien conocido. Deissmann cree posible, por tanto, que las congregaciones cristianas de Asia Menor obtuvieran el tÃtulo de ÏÏεÏβÏÏεÏÎ¿Ï de los funcionarios menores asà llamados, y no necesariamente del prototipo judÃo ( Op.
cit. , págs. 153 y ss.). Este bien podrÃa ser el caso en varios centros, aunque no en todos (como por ejemplo, Babilonia), de la diáspora, pero no en Palestina. Es, por supuesto, una pregunta abierta si nuestra EpÃstola fue escrita desde Palestina o no; véase, además, Deissmann ( Neue Bibelst , págs. 60 y sigs.). Con respecto a á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία, Harnack comenta que âoriginalmente era más allá de toda duda un término colectivo ( i.
mi. , ×§××); era la expresión más solemne de los judÃos para su culto como cuerpo colectivo, y como tal fue asumida por los cristianos. Pero antes de mucho tiempo se aplicó a las comunidades individuales, y luego nuevamente a la reunión general para el culto... Su adquisición hizo que la captura del término 'sinagoga' fuera superflua, y una vez que se produjo la escisión interna, el descuido mismo de la Este último tÃtulo sirvió para distinguir claramente a los cristianos del judaÃsmo y sus reuniones religiosas, incluso en la terminologÃa.
⦠Lo más importante de todo, sin embargo, fue el hecho de que á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία fue concebida, en primera instancia, no simplemente como una entidad terrenal sino como una entidad celestial y trascendentalâ ( op. cit. , pp. 11 ss.); â ×§×× (generalmente traducido como á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία en la LXX) denota la comunidad en relación con Dios y, en consecuencia, es más sagrado que el profanador ×¢×× (normalmente traducido como ÏÏ Î½Î±Î³Ïγή en la LXX).
⦠Entre los judÃos, á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία estaba muy por detrás de ÏÏ Î½Î±Î³Ïγή en el uso práctico, y todo esto estaba a favor de los cristianos y su adopción del términoâ ( ibid. ). En el versÃculo que tenemos ante nosotros, es la combinación de estos dos términos, οἱ ÏÏεÏβÏÏεÏοι Ïá¿Ï á¼ÎºÎºÎ»Î·ÏίαÏ, lo que apunta a una organización desarrollada entre las comunidades de la Diáspora y, por lo tanto, a una fecha tardÃa para esta parte de la EpÃstola.
á¼Î»ÎµÎ¯ÏανÏÎµÏ á¼Î»Î±Î¯á¿³: un uso judÃo común, véase IsaÃas 1:6 ; Marco 6:13 ; Lucas 10:34 . Como se creÃa que el aceite tenÃa el efecto de curar las enfermedades corporales, se volvió costumbre usarlo como preparación para el bautismo, posiblemente con la idea de curar, sacramentalmente, la enfermedad del pecado; es cierto que se unió al bautismo como parte integrante del sacramento.
La oración era, por supuesto, un acompañamiento indispensable. á¼Î½ á½Î½ÏμαÏιâ¦: Cfr . Marco 16:17 ; Lucas 10:17 ; Hechos 3:6 ; Hechos 3:16 ; Hechos 4:10 ; Hechos 16:18 ; y sobre la fórmula, la nota anterior, Santiago 2:17 .
VersÃculo 15
ἡ εá½Ïá½´ Ïá¿Ï ÏίÏÏεÏÏ : Cf. Mateo 21:22 . ÏÏÏει : para este sentido cf. Mateo 9:22 ; Marco 5:23 ; Juan 11:12 .
κάμνονÏα: en este sentido solo aquà en el NT, aunque se usa en un sentido algo similar en Hebreos 12:3 . á¼Î³ÎµÏεá¿: parece más natural tomar esto como una referencia al hombre enfermo que se levanta de su lecho de enfermedad, aunque el uso de κάμνειν en Hebreos 12:3 sugiere la posibilidad de que también se incluya el consuelo espiritual.
á½ ÎÏÏιοÏ: esto probablemente debe referirse a Cristo, aunque la referencia del AT en el contexto justificarÃa la afirmación de que se refiere a Jahwe. κá¼Î½. Cf. Marco 16:18 ; Lucas 13:9 , como muestra de que esto no significa necesariamente "incluso si".
á¼Î¼Î±ÏÏÎ¯Î±Ï á¾ ÏεÏοιηκÏÏ á¼ÏεθήÏεÏαι αá½Ïá¿· : Cf. Sir 38:9-3, ΤÎκνον, á¼Î½ á¼ÏÏÏÏÏήμαÏί ÏÎ¿Ï Î¼á½´ ÏαÏάβλεÏε, á¼Î»Î»Ê¼ εá½Î¾Î±Î¹ ÎÏ Ïίῳ, καὶ αá½Ïá½¸Ï á¼°Î¬ÏεÏαί Ïε · á¼ÏÏÏÏηÏον Ïλημμελίαν καὶ εá½Î¸Ï νον Ïεá¿ÏαÏ, καὶ á¼Ïὸ ÏάÏÎ·Ï á¼Î¼Î±ÏÏÎ¯Î±Ï ÎºÎ±Î¸Î¬ÏιÏον καÏδίαν; La creencia judÃa sobre este tema puede ilustrarse con lo siguiente: en Test.
de los Doce Patriarcas , Simeón, Santiago 2:11 ss., porque Simeón continuaba airado contra Rubén, dice: âPero el Señor me detuvo, y detuvo de mà el poder de mis manos; porque mi mano derecha estuvo medio seca durante siete dÃasâ; en Gad. Santiago 5:9 ss.
el patriarca confiesa que debido a su odio contra José, Dios le trajo una enfermedad del hÃgado, ây si las oraciones de mi padre Jacob no me hubieran socorrido, apenas hubiera fallado, pero mi espÃritu se habÃa desvanecidoâ. Que el pecado trae enfermedad fue, igualmente en la literatura judÃa posterior, un artÃculo de fe, de hecho aquà uno encuentra especificado cuáles son las enfermedades particulares que los pecados particulares traen consigo.
Según la enseñanza rabÃnica hay cuatro signos mediante los cuales es posible reconocer el pecado del que un hombre ha sido culpable: hidropesÃa es el signo de que se ha cometido el pecado de fornicación, ictericia el del odio inextinguible, pobreza y humillación que de orgullo, dolencia hepática (?) (×ס×ר×) la de murmurar. En Shabbath , 55 a , dice: âNo hay muerte sin pecado, ni castigo sin hacer el malâ, y en Nedarim , 41 a dice: âNo hay recuperación sin perdónâ. La lepra puede deberse a uno de los once pecados, pero muy probablemente al de una mala lengua (ver Weber, Jüdische Theologie , pp. 245 f.).
VersÃculo 16
á¼Î¾Î¿Î¼Î¿Î»Î¿Î³Îµá¿Ïθε ⦠á¼Î¼Î±ÏÏίαÏ: véase la nota crÃtica anterior. La confesión de los pecados siempre ha jugado un papel importante en el judaÃsmo; la palabra del AT para confesión de pecados es ת×××, [62] el último término, que denota más particularmente la forma litúrgica de confesión, es ××××Ö´×. Se ordenó la confesión tanto privada como pública, y existen muchas formas de confesión, tanto generales como particulares, entre otras una para los enfermos; era deber de los rabinos instar al enfermo a confesar sus pecados.
La confesión se considera un acto meritorio: según Sanhedrin , 103 a , tiene el efecto de permitir que los peores pecadores hereden la vida eterna (ver, entre otras autoridades, Realencycl. des Judent de Hamburger , artÃculo âSündenbekenntnissâ.). Para la costumbre de la Iglesia primitiva cf. Didaché , iv. 14, XIV. 1. ÏÏοÏεÏÏεÏθε á½Ïá½²Ï á¼Î»Î»Î®Î»Ïν: la necesidad de la oración de intercesión se enfatiza fuertemente en O.
T., NT y la literatura judÃa posterior, ver arriba y la siguiente nota. Ïολὺ á¼°ÏÏÏει δÎηÏÎ¹Ï Î´Î¹ÎºÎ±Î¯Î¿Ï á¼Î½ÎµÏÎ³Î¿Ï Î¼Îνη : uno recuerda el caso bien conocido del rabino Johanan ben Zakkai (finales del primer siglo, d. C.) quien, cuando necesitaba las oraciones de un hombre justo en nombre de su hijo enfermo, dijo: â Aunque soy mayor en saber que Chaninah, él es más eficaz en la oración; Yo soy, en verdad, el PrÃncipe, pero él es el mayordomo que tiene acceso constante al Reyâ ( Berachoth , 34 b ).
Un dicho curioso del rabino Isaac está contenido en Jebamoth , 64 a : âLa oración del justo es comparable a una horca; como la horca cambia la posición del trigo asà la oración cambia el carácter de Dios de la ira a la misericordiaâ (citado en Jewish Encycl. , x. 169). Con Î´Î¹ÎºÎ±Î¯Î¿Ï cf. δίκαιον en Santiago 5:6 . Sobre á¼Î½ÎµÏÎ³Î¿Ï Î¼Îνη, véase la nota elaborada del alcalde.
[62] Esta palabra se usa a veces en el sentido de alabanza dada a Dios por el acto de confesión de los pecados, cf. Ryle, Ezra â¦, pág. 132.
VersÃculo 17
ἩλείαÏ: Elijah juega un papel inmenso en la literatura judÃa posterior, véase Hamburger, op. cit. , artÃculo âElÃasâ. Con su mención aquà cf. Sir 48:1 ss. ÏÏοÏÎµÏ Ïá¿ ÏÏοÏηÏξαÏο: hebraÃsmo cf. Lucas 22:15 ; Juan 3:29 , etc., etc.
VersÃculo 18
Con este y el versÃculo anterior cf. Ta'anith , 24 b , donde se nos cuenta cómo Rabà Janiná, al ser sorprendida por un chaparrón, oró: âMaestro del Universo, el mundo entero está complacido, mientras que Janiná sola está enfadadaâ; entonces la lluvia cesó de inmediato. Al llegar a casa oró: âMaestro del Universo, ¿se entristecerá todo el mundo mientras Chaninah disfruta de su comodidad?â. Después de lo cual volvió a caer la lluvia (ver Enciclopedia JudÃa , vi. 215).
VersÃculo 19
Ïλανηθá¿: âEl aoristo pasivo se usa con una fuerza media en los escritores clásicos, asà como en la LXX, Deuteronomio 32:1 ; Salmo 119:176 ; Ezequiel 34:4 â (Alcalde).
á¼Ïὸ Ïá¿Ï á¼Î»Î·Î¸ÎµÎ¯Î±Ï : Cf. Marco 12:14 , ⦠á¼Ïʼ á¼Î»Î·Î¸ÎµÎ¯Î±Ï Ïὴν á½Î´á½¸Î½ Ïοῦ θεοῦ διδάÏκειÏ, esta parece ser la forma en que á¼Î»Î·Î¸ÎµÎ¯Î± se usa aquÃ, cf. Juan 3:21 ; Juan 5:33 ; Juan 8:32 .
á¼ÏιÏÏÏÎÏá¿: excepto aquà (y en el siguiente versÃculo) y Lucas 1:16-17 esta palabra siempre se usa intransitivamente en el NT ( cf. sin embargo , Hechos 26:18 ).
VersÃculo 20
γινÏÏκεÏε: tomando esto como un indicativo, uno puede considerar las palabras que siguen como una cita, un curso que se recomienda debido al número comparativamente grande de citas con las que abunda la EpÃstola; al mismo tiempo hay que recordar que el peso de MS. la evidencia está a favor de γινÏÏκÎÏε. καλÏÏει⦠(hebreo ×פר) cf. 1 Pedro 4:8 , una de las más fuertes de las muchas marcas de autorÃa judÃa que contiene la EpÃstola; según la doctrina judÃa las buenas obras equilibran las malas; la buena obra de convertir a un pecador se cuenta aquà como una de las más eficaces para borrar las malas acciones; sobre todo el tema ver Introducción IV., § 2.