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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
El Testamento Griego del Expositor Testamento Griego del Expositor
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Nicoll, William Robertson, M.A., L.L.D. "Comentario sobre Ephesians 1". El Testamento Griego del Expositor. https://studylight.org/commentaries/spa/egt/ephesians-1.html. 1897-1910.
Nicoll, William Robertson, M.A., L.L.D. "Comentario sobre Ephesians 1". El Testamento Griego del Expositor. https://studylight.org/
Whole Bible (31)New Testament (5)Individual Books (5)
VersÃculos 1-2
Dirección y Saludo . En la forma de sus EpÃstolas, especialmente en el discurso de apertura y en la conclusión, Pablo sigue los métodos de escritura de cartas que eran habituales en el mundo antiguo, en particular en Grecia y Roma, en su propio tiempo. Ahora poseemos una colección considerable de cartas antiguas, especialmente comunicaciones de tipo comercial y cartas de relaciones familiares. No pocos de estos pertenecen a los perÃodos inmediatamente anteriores y posteriores al nacimiento de Cristo.
Nos ayudan a una mejor comprensión de algunas cosas en las epÃstolas de Pablo. También nos permiten ver cómo infundió el nuevo espÃritu del cristianismo en las antiguas formas paganas de correspondencia epistolar.
Esta epÃstola comienza en la forma habitual de Pablo, con un saludo en el que se designa especÃficamente tanto al escritor como a los lectores. Al mismo tiempo, la dirección tiene ciertas caracterÃsticas propias, que tienen su explicación en las circunstancias. ΠαῦλοÏ. En las epÃstolas que dirige a las iglesias, Pablo suele asociar a alguien más, oa más de uno, consigo mismo en el tÃtulo Sóstenes de 1 Corintios; Timoteo en 2 Corintios, Filipenses y Colosenses; Silvano y Timoteo en 1 y 2 Tesalonicenses; âtodos los hermanosâ en Gálatas.
La única excepción es la EpÃstola a los Romanos. También en Filemón, carta de carácter personal y privado, aunque destinada también a la Iglesia en la casa del destinatario ( Efesios 1:2 ), nombra a Timoteo consigo mismo. Pero en la presente EpÃstola nadie se une a él en el saludo. Es difÃcil suponer que estaba absolutamente solo en el momento en que escribió esta carta.
La explicación radica probablemente en el hecho de que la EpÃstola fue escrita como una comunicación de carácter general, destinada a rodear un cÃrculo considerable de Iglesias. á¼ÏÏÏÏολοÏ. Por lo general, este término tiene el sentido definido y oficial de un delegado , un mensajero con una comisión. Ocasionalmente tiene un significado más amplio y menos especÃfico, como en Hechos 14:4 ; Hechos 14:14 ; 1 Corintios 9:5-6 ; Gálatas 2:9 , y probablemente Romanos 16:7 ; 1 Corintios 15:5; 1 Corintios 15:7 ; 2 Corintios 8:23 ; 1 Tesalonicenses 2:6 .
En los Evangelios, aunque aparece más a menudo en Lucas, se encuentra sólo una vez en cada uno de los otros tres. En la LXX aparece una vez, como representante de שָ×××Ö¼×Ö· ( 1 Reyes 14:6 ). En el judaÃsmo posterior denota a alguien que es enviado al servicio exterior, por ejemplo , para cobrar el tributo del Templo. Véase Luz., Gálatas , págs.
92 101. ΧÏιÏÏοῦ ἸηÏοῦ. Este orden es preferible, con RV y TTrWH, al ἸηÏοῦ ΧÏιÏÏοῦ de TR y AV. El genitivo puede ser el genitivo posesivo ordinario, âun apóstol perteneciente a Cristo Jesúsâ; o puede ser el genitivo de derivación o fuente, âun apóstol enviado por Cristo Jesúsâ, conservando el término á¼ÏÏÏÏÎ¿Î»Î¿Ï algo de su sentido original de uno enviado por otro.
El primero es el punto de vista más probable, considerando la analogÃa de frases tales como οὠεἰμι ( Hechos 27:23 ). El nombre ΧÏιÏÏÏÏ, que en los Evangelios conserva su sentido técnico de âel Cristoâ en casi todos los casos ( p. ej ., Mateo 1:1 ; Mateo 1:18 ; Marco 1:1 ; Juan 17:3 ), se ha convertido en un nombre personal en las epÃstolas paulinas. La combinación âJesucristoâ o âCristo Jesúsâ, que es rara en los Evangelios, aparece con frecuencia en el Libro de los Hechos y con mayor frecuencia en las EpÃstolas.
Hay una variedad en la forma en que Pablo se designa a sà mismo en sus EpÃstolas que es de interés y tiene su significado. En algunos solo da su nombre, y no hace referencia a que sea apóstol o siervo de Jesucristo. Asà en 1 y 2 Tesalonicenses. En uno (Filemón) se describe a sà mismo como un âprisionero de Jesucristoâ. En uno (Filipenses) él es âsiervoâ solamente; en dos (Romanos y Tito) es a la vez âsiervoâ y âapóstolâ.
En siete (1 y 2 Corintios, Gálatas, Colosenses, 1 y 2 Timoteo, y aquà en Efesios) es solo el apostolado el que se ejemplifica, pero en cada caso con una declaración adicional de cómo llegó a él. διὰ θελήμαÏÎ¿Ï Îεοῦ. Asà también en 1 y 2 Corintios, Colosenses y 2 Timoteo. En Gálatas tenemos οá½Îº á¼ÎºÊ¼ á¼Î½Î¸ÏÏÏÏν, οá½Î´á½² Îιʼ á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï , á¼Î»Î»á½° διὰ ἰηÏοῦ ÏÏιÏÏοῦ, καὶ θεοῦ ÏαÏÏÏÏ, κ.
Ï. λ.; y en 1 Timoteo: καÏʼ á¼ÏιÏαγὴν Îεοῦ ÏÏÏá¿ÏÎ¿Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ καὶ ΧÏιÏÏοῦ ἸηÏοῦ (RV); cf. καÏʼ á¼ÏιÏαγὴν Ïοῦ ÏÏÏá¿ÏÎ¿Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ Îεοῦ, con referencia a la comisión de predicar ( Tito 1:3 ). La frase que se usa aquà en Efesios define el apostolado como un oficio que le llegó a Pablo no por su propia voluntad ni por la acción de ningún hombre, sino por llamamiento y designación directos de Dios.
Sus epÃstolas ciertamente reflejan su conciencia de este hecho. Su obra, sus discursos, sus cartas por igual revelan la convicción de que él era en realidad lo que habÃa sido declarado en el mensaje a AnanÃas âun vaso de elecciónâ ( Hechos 9:15 ). Esta es la idea principal en la oración definitoria y sus equivalentes.
Vindican la autoridad de Pablo, de hecho, cuando se cuestiona, pero expresan principalmente el hecho de que fue por gracia que él era lo que era ( 1 Corintios 15:10 ). Ïοá¿Ï á¼Î³Î¯Î¿Î¹Ï. Los destinatarios son designados primero por un término que expresa la gran idea del Antiguo Testamento de su separación .
No denota de manera inmediata o distintiva su piedad o santidad personal en nuestro sentido de la palabra, aunque se considera que va con el otro. Expresa el hecho más amplio de que son apartados para Dios y llevados a una relación especial con Ãl. En tres de las EpÃstolas del Cautiverio (Efesios, Filipenses, Colosenses) toma el lugar que la Iglesia tiene en los encabezamientos de las EpÃstolas anteriores (Tesalonicenses, Corintios, Gálatas).
La razón de la variación no es fácil de ver. Se ha supuesto que se debe al deseo de dar âun color más personal a la EpÃstola como si estuviera dirigida a los miembros de la Iglesia como individuos en lugar de como un cuerpoâ (Abbott). La distinción, de hecho, no se lleva a cabo a través de los dos grupos de EpÃstolas; porque en Filemón es nuevamente âla Iglesiaâ, no âlos santosâ. Ïοá¿Ï οá½Ïιν á¼Î½ á¼ÏÎÏῳ.
La definición local á¼Î½ á¼ÏÎÏῳ (sobre la cual ver más en la Introducción) es insertada por la gran mayorÃa de los manuscritos, tanto unciales como cursivos, y Padres, y, hasta donde sabemos, por todas las Versiones. También está respaldado hasta cierto punto por el hecho de que en los manuscritos más antiguos el tÃtulo de la EpÃstola es ÏÏÎ¿Ï ÎÏεÏÎ¹Î¿Ï Ï; por la tradición aparentemente unánime de la Iglesia Primitiva de que esta EpÃstola fue dirigida a los Efesios; por la ausencia de toda evidencia que indique que la EpÃstola fue reclamada en la antigüedad por cualquier otra Iglesia nombrada definitivamente; y por ciertos paralelos en Ignacio.
Por otro lado, es omitido por las dos unciales más antiguas e importantes, [13] y [14] (en las que ha sido insertado por manos posteriores); está expurgado de la cursiva 67 por un corrector que parece haber tenido ante sà un documento más antiguo; no pertenecÃa al texto de los manuscritos seguidos por OrÃgenes a principios del siglo III, ni al de los mencionados por Basilio un siglo y medio después.
La omisión está respaldada también hasta cierto punto por una declaración hecha por Tertuliano con respecto a Marción; y más decididamente por el carácter general de la EpÃstola (su falta de referencias personales, saludos a individuos, etc.), asà como por la dificultad de comprender por qué la frase deberÃa haber sido eliminada si pertenecÃa al texto original. Tischendorf, Westcott y Hort y otros, por lo tanto, lo ponen entre paréntesis en sus textos; Tregelles lo pone entre paréntesis en su margen y los Revisores lo dan como una lectura alternativa en su margen.
[13] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[14] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
Si se retiene á¼Î½ á¼ÏÎÏῳ, todo es claro. Si se acepta la hipótesis (sobre la cual véase Introducción) de que se dejó un espacio en blanco después del Ïοá¿Ï οá½Ïιν para ser llenado con los nombres, cada uno a su vez, de las Iglesias particulares de la Provincia de Asia a las que llegaba la carta en su ronda entre las congregaciones, todo sigue siendo claro. Pero si se omite la cláusula y si no se acepta la hipótesis mencionada, surge una dificultad al tratar con la combinación Ïοá¿Ï οá½Ïιν καὶ ÏιÏÏοá¿Ï.
Hay expedientes inverosÃmiles que solo necesitan ser nombrados para ser descartados, como la noción de OrÃgenes de que el Ïοá¿Ï οá½Ïιν tiene un sentido trascendental, lo que significa que los santos SON, como Dios se llama YO SOY, y expresando la idea, como puede ser que sean aquellos que han sido llamados de la no existencia a la existencia real oa una existencia digna de ese nombre; y la idea algo similar de que el Ïοá¿Ï οá½Ïιν denota la realidad de su santidad: âlos santos que son realmente talesâ; o la realidad de su santidad y fe: âlos santos y creyentes que lo son de verdadâ.
La elección se encuentra entre dos explicaciones, a saber. , (1) âa los santos que también son creyentes en Cristo Jesúsâ, y (2) âa los santos que también son fieles en Cristo Jesúsâ. El primero le da a ÏιÏÏοá¿Ï el sentido especial del Nuevo Testamento que tiene en pasajes paulinos como 2 Corintios 6:15 ; Gálatas 3:9 ; 2 Timoteo 4:3 ; Tito 1:6 .
Se necesita agregar el término para completar la descripción de los lectores como cristianos no meramente apartados , como podrÃa ser el caso de los judÃos (el Ïοá¿Ï á¼Î³Î¯Î¿Î¹Ï en sà mismo no va necesariamente más allá de la idea del AT y la relación israelita), sino especÃficamente creyentes en Cristo . Este último le da al adjetivo el sentido de fiel, firme , que es su sentido clásico, pero que también tiene en un pasaje posterior de esta EpÃstola ( Efesios 6:21 ), en otras EpÃstolas Paulinas ( Colosenses 4:9 ; 1 Timoteo 1:12 ; 2 Timoteo 2:2 ), y ocasionalmente en otras partes del NT ( p.
gramo. , 1 Pedro 5:12 ; Hebreos 2:17 ). El término define asà a los lectores, entendidos como cristianos, como fieles, constantes en su profesión cristiana. Esto se ve favorecido por la designación de los hermanos en Colosenses 1:2 , que es el paralelo más cercano y en el que el ÏιÏÏοá¿Ï parece tener el sentido de fiel .
Se objeta que, si este fuera el significado, el ÏιÏÏοá¿Ï deberÃa haber sido seguido por el dativo simple ΧÏιÏÏá¿· ἸηÏοῦ, como en Hebreos 3:2 . Del mismo modo, se objeta a la explicación anterior que al conectar ÏιÏÏοá¿Ï inmediatamente con á¼Î½ ΧÏιÏÏá¿· ἸηÏοῦ, âcreer en Cristo Jesúsâ, tiene un uso en su contra, ÏιÏÏá½¸Ï á¼Î½ no se encuentra en ese sentido en el NT aunque encontramos ÏίÏÏÎ¹Ï á¼Î½ ocasionalmente en pasajes paulinos ( Efesios 1:15 ; Gálatas 3:26 ) y ÏιÏÏεÏειν á¼Î½ al menos una vez en otros lugares ( Marco 1:15 ).
Pero, de hecho, el á¼Î½ ΧÏιÏÏá¿· ἸηÏοῦ se toma mejor aquà en el sentido paulino definido que tiene como una frase independiente que expresa una idea distinta y profunda de comunión o unión con Cristo, o estar en Ãl. Es dudoso si pretende calificar tanto el á¼Î³Î¯Î¿Î¹Ï como el ÏιÏÏοá¿Ï (asà Abbott, etc.). Más probablemente califica el adjetivo más cercano y expresa el hecho de que es en virtud de su unión con Cristo que los lectores son ÏιÏÏοί.
Su constancia tiene su sentido y su vida en su comunión con Ãl. De las dos explicaciones se prefiere en general la segunda (con Lightfoot, etc.), aunque la primera cuenta con el apoyo de Meyer, Ellicott, etc.
VersÃculo 2
ÏάÏÎ¹Ï á½Î¼á¿Î½ καὶ εἰÏήνη: Gracia a vosotros y paz . Suministre εἴη, por analogÃa con otros optativos, p. ej ., en 1 Pedro 1:2 ; 2 Pedro 1:2 ; Judas 1:2 .
Esta es la interpretación cristiana del saludo con el que comenzaban las cartas. Combina la forma griega con la hebrea, pero traduce la ÏαίÏειν de la primera a la ÏάÏÎ¹Ï evangélica. Lo que Pablo desea para sus lectores es el disfrute del favor gratuito y amoroso de Dios y la paz que resulta de ello. Esta es la forma usual que toma el saludo de apertura en las EpÃstolas del NT.
Asà es en Romanos, 1 y 2 Corintios, Gálatas, Filipenses, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, Filemón 1:1 y 2 Pedro; como también en Apocalipsis 1:4 . Sin embargo, no es la única forma. En Santiago, pero sólo en él, tenemos la antigua fórmula ÏαίÏειν ( Efesios 1:1 ).
En 1 y 2 Timoteo y 2 Juan (pero no en Tito según la mejor lectura) es ÏάÏιÏ, á¼Î»ÎµÎ¿Ï, εἰÏήνη; y en Judas encontramos á¼Î»ÎµÎ¿Ï á½Î¼á¿Î½ καὶ εἰÏήνη καὶ á¼Î³Î¬Ïη ÏÎ»Î·Î¸Ï Î½Î¸ÎµÎ¯Î·. á¼Ïὸ Îεοῦ ÏαÏÏá½¸Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ καὶ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï á¼¸Î·Ïοῦ ΧÏιÏÏοῦ: de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo . La gracia y la paz deseadas por el escritor para los lectores son bendiciones que provienen únicamente de Dios Padre y de Cristo.
El âSeñor Jesucristoâ es nombrado junto con âDios nuestro Padreâ como el dador de la gracia y la paz, una colocación imposible excepto en la suposición de que el escritor sostuvo que Cristo tenÃa el mismo rango que Dios o una relación única con Ãl. . Hay una distinción indicada aquà entre Dios y Jesucristo. Pero no está en lo que son capaces de dar; porque los dones de la gracia y la paz provienen de ambos.
Tampoco se sugiere aquà ninguna distinción con respecto a la naturaleza . Pero hay una distinción con respecto a la relación con los creyentes. Para los que reciben la gracia y la paz, Dios está en relación de Padre ; a los mismos sujetos Cristo está en la relación de Señor . Dios es Padre , haciéndolos Sus hijos por adopción. Cristo es Señor , siendo constituido Cabeza de la Iglesia y habiendo ganado el derecho a su amorosa obediencia y honor; cf. MacP., in loco,
VersÃculo 3
εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ: Bendito . El equivalente LXX para el hebreo ×ָּר×Ö¼×Ö°, Vulg. Benedictus . En el NT la idea de ser bienaventurado se expresa tanto por εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ ( Lucas 1:68 ; Romanos 1:25 ; Romanos 9:5 ; 2 Corintios 1:3 ; 2 Corintios 11:31 ; 1 Pedro 1:3 ), como por εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï ( Mateo 21:9 ; Mateo 23:39 ; Marco 11:9 ; Lucas 13:35 ; Lucas 19:38 ; Juan 12:13 , etc.
). Por analogÃa con verbos similares, εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ significa "ser alabado", "digno de alabanza", y a veces se dice que difiere de εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï en que este último denota a alguien sobre quien se pronuncia una bendición. Pero esa distinción es fina e incierta. Philo puts the difference thus: εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ, οὠμÏνον εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï â¦ Ïὸ μὲν Î³á½°Ï Ïá¿· ÏεÏÏ ÎºÎναι, Ïὸ δὲ Ïá¿· νομίζεÏθαι λÎγεÏαι μÏνον ⦠Ïá¿· ÏεÏÏ ÎºÎναι εá½Î»Î¿Î³Î¯Î±Ï á¼Î¾Î¹Î¿Î½ ⦠ὠÏÎµÏ Îµá½Î»Î¿Î³Î·Ïὸν á¼Î½ Ïοá¿Ï ÏÏηÏμοá¿Ï á¾Î´ÎµÏαι ( De MÃgr.
Abr. , § 19, i., 453, Mang.; cf. Thayer-Grimm, subvoc. ). La distinción se expresa brevemente asà por Light., âmientras que εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï apunta a un acto o actos aislados, εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ describe el carácter intrÃnsecoâ ( Notas sobre las EpÃstolas de San Pablo , p. 310). En el NT εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ se usa sólo para Dios; en un caso, de hecho, absolutamente, âEl Bienaventuradoâ ( Marco 14:61 ).
En la LXX se usa tanto de Dios ( Génesis 9:26 ; Génesis 14:20 ; 1 Samuel 25:32 ; Salmo 72:17-19 , etc.
), y (menos frecuentemente) del hombre ( Génesis 12:2 ; Génesis 24:31 ; Génesis 26:29 ; Deuteronomio 7:14 ; Jueces 17:2 ; 1 Samuel 15:13 ; 1 Samuel 25:33 ; Rut 2:20 ).
En la LXX, εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï se usa ocasionalmente para referirse a Dios. En el NT se usa sólo del hombre ( Mateo 25:34 ; Lucas 1:28 ; Lucas 1:42 ), del MesÃas ( Mateo 21:9 ; Mateo 23:39 ; Marco 11:9 ; Lucas 13:35 ; Lucas 19:38 ; Juan 12:13 ), o del Reino Mesiánico ( Marco 11:10 ).
En las doxologÃas, generalmente nos quedamos para proporcionar el verbo, que puede ser á¼ÏÏιν (Abbott); á¼ÏÏÏ sobre la analogÃa de á¼ÏÏÏ⦠ηá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï en 2 Crónicas 9:8 ; o εἴη en la analogÃa de Job 1:21 ; Salmo 113:2 , en cuyos pasajes, sin embargo, la forma es εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎνοÏ.
AquÃ, como generalmente donde εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ es la palabra usada y no εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎνοÏ, la oración se toma mejor como una afirmación, añadiéndose á¼ÏÏίν; cf. Salmo 119:12 en contraste con Salmo 112:2 ; Job 1:21 ; 2 Crónicas 9:8 .
En la mayorÃa de los casos, el εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ aparece primero en su oración. Hay excepciones, donde el verbo o participio tiene una posición dentro de la oración o al final. Estos son explicados por algunos (W. Schmidt, etc.) como debido al hecho de que el énfasis debe estar en el Sujeto de la doxologÃa, no en la idea de la alabanza en sà misma; por otros (Haupt, etc.) más simplemente en lo que respecta a la mayorÃa de las ocurrencias, si no a todas, debido al hecho de que se expresa la cópula (εἶναι, γιγνÎÏθαι).
Los casos más destacados son 1 Reyes 10:9 ; 2 Crónicas 9:8 ; Job 1:21 ; Salmo 68:19 ; Salmo 113:2 .
En todos estos casos, excepto en el último, la forma es εá½Î»Î¿Î³Î·Î¼ÎÎ½Î¿Ï y se expresa γÎνοιÏο o εἴη. Solo en Salmo 68:19 tenemos ÎÏÏÎ¹Î¿Ï á½ Î¸Îµá½¸Ï Îµá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ, y eso seguido inmediatamente por εá½Î»Î¿Î³Î·Ïá½¸Ï ÎÏÏÎ¹Î¿Ï á¼¡Î¼ÎÏαν καθʼ ἡανÎÏ. á½ ÎÎµá½¸Ï ÎºÎ±á½¶ ÏαÏá½´Ï Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ ἸηÏοῦ ΧÏιÏÏοῦ: el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo .
La misma designación de Dios ocurre también en Romanos 15:6 ; 2 Corintios 1:3 ; 2:31; 1 Pedro 1:3 . En Colosenses 1:3 , el καὶ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï á¼¸Î·Ïοῦ ΧÏιÏÏοῦ del TR tiene un soporte demasiado delgado para retenerlo.
Muchos buenos comentaristas (Mey., Ell., Haupt, Schmied., etc.) separan aquà el ÎεÏÏ y el ÏαÏήÏ, colocando el genitivo en relación solo con el último y dando el sentido âBendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristoâ, o âBendito sea Dios, que es también el Padre de nuestro Señor Jesucristoâ. Otros (incluidos Theod., Jer., Theophyl., Stier, Blk., V. Hofm., V. Soden, Oltr., Klöp.
, Beck., Alf., Light., W. Schmidt, Abbott) entienden que Dios debe ser alabado aquà como el Dios de nuestro Señor Jesucristo, asà como Su Padre. La gramática deja abierta la cuestión; porque la inclusión de ÎεÏÏ y ÏαÏÎ®Ï bajo un artÃculo inicial no establece el segundo punto de vista, ni el uso de καί en lugar de Ïε καί lo refuta ( cf. Efesios 4:6 ; 1 Pedro 2:25 ).
Se aboga por la primera traducción debido a la extrema rareza de la designación âel Dios de nuestro Señor Jesucristoâ (Ell.); sobre la base de que ÎÎµá½¸Ï ÎºÎ±á½¶ ÏαÏÎ®Ï siendo una "designación cristiana declarada de Dios", solo ÏαÏÎ®Ï requiere una definición adicional mediante un genitivo (Mey.); o por la razón de que los pasajes en los que aparece la frase Î¸Îµá½¸Ï ÎºÎ±á½¶ ÏαÏá½´Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ muestran que Pablo tenÃa la costumbre de usar θεÏÏ absolutamente, la aposición ÏαÏá½´Ï Îº.
Ï. λ. sirviendo para definir más particularmente la idea cristiana de Dios (Haupt). Sin embargo, se prefiere la segunda traducción por ser la más natural, y está apoyada por la construcción paulina análoga á½ ÎÎµá½¸Ï ÎºÎ±á½¶ ÏαÏá½´Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ ( Gálatas 1:4 ; 1Tes 1:3; 1 Tesalonicenses 3:11 ; 1 Tesalonicenses 3:13 ).
Tampoco hay nada extraño o poco paulino en que Dios sea llamado âel Dios de nuestro Señor Jesucristoâ. Como verdadero Hombre, Cristo tenÃa a Dios por su Dios como nosotros lo tenemos por nuestro Dios. Ãl mismo habló de Dios como âMi Diosâ en el grito de desolación de la Cruz y nuevamente en Su palabra a MarÃa después de Su Resurrección ( Juan 20:17 ). En esta misma EpÃstola, también, tenemos la designación expresa á½ ÎÎµá½¸Ï Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ ἸηÏοῦ ΧÏιÏÏοῦ ( Efesios 1:17 ).
Esta forma de doxologÃa (asà como la oración en el saludo de gracia y paz ) ocurre nuevamente en 2 Corintios 1:3 (como también en 1 Pedro 1:3 ), pero con una referencia diferente allà con respecto a las propias experiencias de Pablo, aquà con respecto a la ampliación cristiana de los demás.
ὠεá½Î»Î¿Î³Î®ÏÎ±Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï: quien nos bendijo . Suponer que el á¼¡Î¼á¾¶Ï se refiere al mismo Pablo es inconsistente con todo el tenor del párrafo y con el κá¼Î³Ï en Efesios 1:15 . Si Pablo habla de Dios como εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ es por las cosas grandes y generosas que habÃa hecho por sà mismo y por estos efesios.
Procede a exponer estas cosas con respecto tanto a su naturaleza como a su medida . Ãl dice primero que âDios nos bendijoâ (no ânos ha bendecidoâ). La pregunta es qué tan lejos está mirando hacia atrás aquÃ. ¿Es al tiempo en que Dios lo hizo por primera vez y aquellos se dirigieron a los Suyos por gracia? ¿O es al consejo eterno de esa gracia? Hay mucho que decir a favor de la segunda de estas dos referencias. Parece estar más naturalmente sugerido por el texto que el otro.
Quizá podamos defender en su nombre la analogÃa de los aoristos en Romanos 8:29-30 . Da unidad a toda la declaración y facilita la interpretación de las siguientes cláusulas, cada una introducida por á¼Î½. Sin embargo, en general se debe preferir el primero, especialmente en vista de la definición adicional introducida por el καθÏÏ de Efesios 1:4 .
La idea, por lo tanto, es que al llamarnos a la fe cristiana Dios nos bendijo, y que el gran acto de bendición que asà se efectuó en el tiempo tuvo su fundamento en una elección eterna. Todo lo que son los cristianos se remite asà al acto libre y decisivo de Dios de εá½Î»Î¿Î³Îµá¿Î½; âbendiciónâ en Su caso no significa palabras de bien sino obras de gracia. Asà también, el εá½Î»Î¿Î³Î·ÏÏÏ que sale de nuestros labios responde y es el retorno del εá½Î»Î¿Î³Î®ÏÎ±Ï de Dios.
En palabra y pensamiento bendecimos a Dios porque en hecho y efecto positivo Ãl nos bendijo; cf. IsaÃas 65:16 . á¼Î½ ÏάÏῠεá½Î»Î¿Î³Î¯á¾³ ÏÎ½ÎµÏ Î¼Î±Ïικῠ: con toda bendición espiritual . Esto define la naturaleza de la âbendiciónâ con la que Dios nos bendijo de manera tan notable. El á¼Î½ podrÃa entenderse en el sentido local , como denotando la esfera dentro de la cual procedió el εá½Î»Î¿Î³Îµá¿Î½.
Pero en vista del siguiente á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼ÏÎ¿Ï ÏανίοιÏ, es más simple tomarlo como el á¼Î½ instrumental , âpor medio deâ; cf. 1 Tesalonicenses 4:18 ; Santiago 3:9 ; y los análogos á¼Î½ μÎÏÏῳ μεÏÏεá¿Î½, á¼Î½ ἠλαÏι á¼Î»Î¯Î¶ÎµÎ¹Î½ ( Mateo 7:2 ; Mateo 5:13 ; Marco 4:24 ; Marco 9:49 ), etc.
Véase Winer-Moult., Grammar , pág. 485; Buttmann-Thayer, Gramática , pág. 329. Algunos consideran que ÏÎ½ÎµÏ Î¼Î±Ïικῠsignifica una bendición interna en lugar de una bendición externa , o una bendición relacionada con el espÃritu del hombre, no con el cuerpo (Erasmo, etc.), un sentido demasiado restringido para encajar en el uso del término en el NT. . Otros entienden que significa âdel EspÃritu Santoâ, es decir , bendición procedente del EspÃritu Santo.
Entonces Mey., Alf. (que lo hace âbendición del EspÃrituâ), etc.; asà también Ell., quien referirÃa el término directamente al EspÃritu Santo, sobre la base de Joel 3:1 ss.; Hechos 2:16 . Pero esto se expresarÃa más naturalmente con á¼Ïὸ o á¼Îº Ïοῦ ΠνεÏμαÏοÏ, y es el tipo de bendición más que su fuente lo que está a la vista aquÃ.
Por lo tanto, es mejor tomar ÏÎ½ÎµÏ Î¼Î±Ïικῠpara definir las bendiciones en cuestión como espirituales en el sentido de que son las bendiciones de la gracia, bendiciones de un orden divino, pertenecientes a la esfera de las relaciones inmediatas entre Dios y el hombre ( cf. Romanos 1:11 ; Romanos 14:1 ; Romanos 15:27 ; 1 Corintios 9:11 ).
Es cierto que estos vienen de Dios a través del EspÃritu. Pero el punto de vista es lo que son, no cómo nos llegan. Hay poco que sugiera que se establezca un contraste entre las bendiciones del Evangelio y las bendiciones más temporales de la economÃa del AT, como suponen Cris., Grocio, etc. TodavÃa hay menos para sugerir que la declaración debe limitarse a los dones extraordinarios del EspÃritu, sanidad, lenguas, etc.
, tratado en 1 Corintios 12 , etc. Esta última suposición es refutada por el inclusivo ÏάÏá¿. La expresión es amplia y abarca todo el bien que nos llega por gracia, ya sea la seguridad de la inmortalidad, la promesa de la resurrección, la herencia del reino de los cielos, el privilegio de la adopción, etc.
, como dice Teodoreto; o todo lo que pertenece al fruto del EspÃritu, las gracias del amor, la alegrÃa, etc. ( Gálatas 5:22-23 ), como lo explica Abbott; o las bendiciones peculiares de la paz de la conciencia, la seguridad del amor de Dios, el gozo en Dios, la esperanza de gloria, etc., tal como lo entienden los demás. La bendición con la que Dios nos bendijo es el más alto orden de bendición, no de tipo material o de naturaleza cambiante, sino de calidad celestial y satisfacción perdurable, y tal bendición nos la otorgó en todas sus formas y manifestaciones.
á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼ÏÎ¿Ï ÏανίοιÏ: en los lugares celestiales . Definición adicional de la bendición con respecto a su esfera "en los lugares celestiales". En el NT el adjetivo á¼ÏÎ¿Ï ÏÎ¬Î½Î¹Î¿Ï aparece tanto en sentido literal como metafórico, y en una variedad de aplicaciones existentes en el cielo (á½ ÏαÏÎ®Ï Î¼Î¿Ï á½ á¼Ï., Mateo 18:35 ; Mateo 5:1 .
οá½ÏάνιοÏ); de orden o descendencia celestial (el Segundo Adán, á½ á¼ÏÎ¿Ï ÏάνιοÏ, 1 Corintios 15:48 ); originario del cielo, perteneciente al cielo, celestial en contraste con terrenal (κλá¿ÏÎ¹Ï á¼Ï., Hebreos 3:1 ; δÏÏÎα á¼Ï.
, Hebreos 6:4 ; ÏαÏÏÎ¯Ï á¼Ï., Hebreos 11:16 ; ἹεÏÎ¿Ï Ïαλὴμ á¼Ï., Hebreos 12:22 ; βαÏιλεία á¼Ï., 2 Timoteo 4:18 ).
No es fácil determinar el matiz preciso del significado en cada caso. El plural Ïá½° á¼ÏÎ¿Ï Ïάνια se usa para los decretos o propósitos eternos de la gracia en contraste con las operaciones de la gracia realizadas y experimentadas en la tierra ( Juan 3:12 ); de los cuerpos celestes, sol, luna y estrellas ( 1 Corintios 15:40 ); de cosas o seres en el cielo en contraste con los que están en la tierra o debajo de la tierra ( Filipenses 2:10 ); de los tipos y realidades celestiales de los servicios religiosos de los cuales las ordenanzas y ministerios terrenales son la sombra ( Hebreos 8:5 ).
La frase particular á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼ÏÎ¿Ï ÏανίοιÏ, sin embargo, tiene esta peculiaridad, que aparece cinco veces en esta EpÃstola y en ninguna otra parte del NT. Es un hecho singular que incluso en los escritos que llevan el nombre de Pablo se limita a esta sola carta, y no se encuentra ni siquiera en la EpÃstola compañera a los Colosenses que pertenece al mismo tiempo, tiene tanto en común, y en punto de El hecho presenta más de una oportunidad, como observa Meyer, para la introducción de tal frase ( Efesios 1:5 ; Efesios 1:16 ; Efesios 1:20 ).
En tres de las cinco ocurrencias el término tiene el sentido local ( Efesios 1:20 ; Efesios 2:6 ; Efesios 3:10 ), y en una cuarta ( Efesios 6:12 ) ese sentido también es posible, aunque no seguro.
La expresión con toda probabilidad tiene la misma aplicación en el presente caso. Tomarlo, con Chrys., Thdt., Beng., y más recientemente Beck, como una descripción adicional de la bendición con respecto a su naturaleza como espiritual o celestial no solo tiene un uso en su contra, sino también la consideración de que el segundo de las dos cláusulas descriptivas añadirÃan entonces poco o nada a lo expresado por la primera.
Sin embargo, al decidirnos por el sentido local, todavÃa tenemos que preguntarnos cómo se conecta la frase y cuál es su punto particular. Algunos lo conectan ( p. ej ., Beza) inmediatamente con á½ ÎεÏÏ, dando el sentido de âDios que está en los cielos nos bendijoâ. Pero esto pone a la cláusula de calificación a una distancia incómoda de su tema. La cláusula puede estar conectada con el εá½Î»Î¿Î³Î®ÏÎ±Ï al describir el acto de bendición con respecto a su esfera; lo que serÃa más adecuado al caso si se entendiera el εá½Î»Î¿Î³Î®ÏÎ±Ï del decreto divino de la gracia.
Algunos, adoptando la misma conexión, hacen que se refiera ideal o prolépticamente a las bendiciones guardadas para nuestro futuro disfrute en la vida celestial ( p. ej ., Th. Aquin.); pero el contexto tiene en vista bendiciones que son nuestras en realidad ahora. Otros entienden que se refiere a la Iglesia como el Reino de Dios en la tierra, el actual depositario de las bendiciones Divinas (Stier); pero la Iglesia no se identifica asà con el Reino de Dios en los escritos paulinos.
Por lo tanto, es mejor conectar á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼ÏÎ¿Ï ÏÎ±Î½Î¯Î¿Î¹Ï inmediatamente con el anterior á¼Î½ ÏάÏῠεá½Î»Î¿Î³Î¯á¾³ ÏÎ½ÎµÏ Î¼Î±Ïικá¿, y entenderlo como una descripción de la región en la que se encuentra esta âbendición espiritualâ. No pocos intérpretes, de hecho, señalan la analogÃa de Efesios 2:6 ; Filipenses 3:20 (donde, sin embargo, es nuestra ciudadanÃa la que se dice que está en el cielo, no nosotros mismos), etc.
, introduce un sentido mÃstico aquÃ, y considera que âlos lugares celestialesâ no son âuna localidad literal sino⦠la región celestial en la que está nuestra ciudadanÃaâ (Abbott), el cielo que se crea dentro de nosotros aquà y ahora por gracia. âEl cielo del que habla aquà el Apóstolâ, dice Lightfoot, âno es una localidad remota , una morada futura ; es el cielo que se encuentra dentro y alrededor del verdadero cristiano.
â Asà sustancialmente también Alf., Ell. (sin embargo, este último lo conecta con εá½Î»Î¿Î³Î®ÏαÏ), Cand., etc. punto él está pensando en los creyentes como siendo ellos mismos en cierto sentido en el cielo incluso ahora. Por lo tanto, es mejor retener el significado local simple (como lo traducen las versiones sirÃaca y etÃope, "en el cielo", "en los cielos"), y tomarlo para describir las bendiciones que se declaran en su naturaleza espiritual. además como hallado en el cielo.
A eso pertenecen, y de ahà es que vienen a nosotros para ser nuestra posesión presente en la tierra. (So ââSubst., Mey., Haupt, etc.) La elección de la forma inusual aquà puede deberse a la amplitud de la idea. No es simplemente que las bendiciones con las que Dios nos bendijo sean bendiciones que tienen su origen en el cielo (lo que podrÃa haberse expresado con á¼Ïʼ οá½Ïανοῦ o alguna frase similar), sino que son bendiciones que tienen su asiento donde está Dios mismo y donde está Cristo . reina
á¼Î½ ΧÏιÏÏá¿·: en Cristo . No simplemente â a través de Cristoâ. La frase expresa la idea suprema que impregna la EpÃstola. Aquà califica toda la declaración de la bendición , en su otorgamiento, su naturaleza y su asiento. El divino εá½Î»Î¿Î³Îµá¿Î½ tiene su fundamento y razón en Cristo, de modo que aparte de Ãl no podrÃa tener relación con nosotros. Es nuestro por estar en Ãl como nuestro Representante y Cabeza; âen virtud de nuestra incorporación, nuestra unión con Cristoâ (Luz.). âEn Ãl está la causa de que Dios nos bendiga con toda bendición espiritual, ya que Su acto de redención es la causa meritoria de esta divina dádiva de bendiciónâ (Mey.).
VersÃculos 3-8
DOXOLOGÃA, O ASCRIPCIÃN DE ALABANZA A DIOS POR LAS BENDICIONES DE SU AMOR Y GRACIA. Esto se extiende a lo largo de seis versos, en una oración magnÃfica construida de manera intrincada pero hábil, palpitando en cada cláusula con el sentido de adoración de la majestad de ese Consejo Divino y las riquezas de esa Gracia Divina que hizo posible escribir en tales términos a los Gentiles en una provincia distante del pagano Imperio Romano.
Es la manera de Pablo de comenzar con una doxologÃa o un estallido de acción de gracias. Este último, expresado por εá½ÏαÏιÏÏá¿¶, εá½ÏαÏιÏÏοῦμεν, etc., es el más común y se encuentra de una forma u otra en Romanos, 1 Corintios, Filipenses, Filemón, Colosenses, 1 y 2 Tesalonicenses, 1 Timoteo ( Efesios 1:12 ). , 2 Timoteo. El primero se ve en 2 Corintios y (en una forma diferente) en Gálatas asà como aquÃ. La única EpÃstola que carece de ambas es la de Tito.
VersÃculo 4
καθÏÏ: incluso como . No âporqueâ, sino âen cuanto aâ, âen conformidad con el hecho de queâ. Cf. καθÏÏι, que en el NT sólo es usado por Lucas y significa tanto âsegúnâ como âporqueâ; y el ático καθά, καθÏ, para el cual, de hecho, καθÏÏ se usa ocasionalmente en el griego clásico, al menos desde la época de Aristóteles. Aquà καθÏÏ designa el fundamento de la âbendiciónâ y también lo es la nota de su grandeza.
La âbendiciónâ procedÃa de una elección Divina, y surtÃa efecto de acuerdo con eso. Tiene su fundamento, por lo tanto, en la eternidad, y no es una cosa incidental ni una idea tardÃa de Dios. Asà en 1 Pedro 1:2 , la á¼ÎºÎ»Î¿Î³Î® tiene su fundamento y norma en la ÏÏÏγνÏÏιÏ, la presciencia de Dios Padre, y esa âprescienciaâ no es un conocimiento teórico sino eficiente.
á¼Î¾ÎµÎ»ÎξαÏο ἡμᾶÏ: Ãl nos eligió (no ânos ha elegidoâ), o nos eligió . El verbo, que aparece en el NT solo en el medio (excepto, quizás, en Lucas 9:35 ), es el equivalente LXX de ×Ö¸Ö¼×ַר, y expresa la idea de seleccionar uno mismo entre un número . A veces se alega que no tenemos derecho a darle un significado tan definido en párrafos doctrinales como el presente, porque hay pasajes en los que parece expresar nada más que la idea general de una elección , sin referencia tampoco a ninguna particular. relación con la persona que elige o con la salida de otros no elegidos.
(AsÃ, p. ej ., Abbott.) Pero los pasajes aducidos en apoyo de esto son pocos en número y de ninguna manera confirman la afirmación. En Lucas 9:35 , por ejemplo , donde á¼ÎºÎ»ÎµÎ»ÎµÎ³Î¼ÎÎ½Î¿Ï se dice del Hijo, la idea de una elección entre otros ciertamente no es una idea ajena ( cf. Thayer-Grim., Lex., sub voc.
); y en Hechos 4:5 ; Hechos 15:22 ; Hechos 15:25 , el punto es una elección por uno mismo en forma de cita para un determinado servicio u oficio.
Que el verbo denota la elección de uno o más de los otros está implÃcito en su forma compuesta, y queda muy claro en el uso actual, por ejemplo , en el caso de la elección de los Doce ( Juan 6:70 ; Juan 13:18 ). ; Juan 15:16 ), el nombramiento de un sucesor de Judas ( Hechos 1:24 , etc.
). En no pocos pasajes se hace aún más seguro mediante la adición de términos explicativos, por ejemplo , á¼ÏÏ ÏινÏν ( Lucas 6:13 ), á¼Îº κÏÏÎ¼Î¿Ï ( Juan 15:19 ), á¼Îº ÏινÏν ( Hechos 1:24 ), á¼Î½ ἡμá¿Î½ ( Hechos 15:7 ).
Que significa elegir por uno mismo aparece en pasajes como Lucas 10:42 ; Lucas 14:7 . El verbo á¼ÎºÎ»ÎγεÏθαι se usa especialmente de la elección de Dios de algunos de la humanidad en general para que sean Suyos en un sentido peculiar, los objetos de Su gracia, destinados a un privilegio especial, relaciones especiales, servicio especial; cf.
Hechos 13:17 (de Israel); Marco 13:20 ; Juan 15:19 ; Romanos 9:11 ; Romanos 11:5 ; Romanos 11:7 ; Romanos 11:28 ; 1 Corintios 1:27 ss.
; Santiago 2:5 ; 1 Pedro 2:9 ss. El fundamento de la declaración es la gran idea veterotestamentaria de Israel como nación escogida por el Señor para ser âun pueblo propio suyo, superior a todos los pueblos que están sobre la faz de la tierraâ ( Deuteronomio 14:2 ; cf.
Salmo 33:11-12 ; Salmo 135:4 ; IsaÃas 41:8-9 ; IsaÃas 42:1 ).
Lo que se quiere decir, por lo tanto, es que la bendición que Dios otorgó a estos efesios no fue una mera cosa de la época, sino el resultado de una elección anterior a su llamado o conversión, una bendición que les llegó de acuerdo con una elección definida. de ellos de la masa de los demás por Dios para sà mismo. á¼Î½ αá½Ïá¿·: en Ãl ; es decir, en Cristo, no simplemente âa través de Ãlâ. ¿Pero en qué sentido? Es verdad que Cristo es el primer âElegidoâ de Dios, y que nuestra elección está contenida en la Suya.
Pero Su elección no es el asunto en cuestión aquÃ, y el punto, por lo tanto, no es que al elegir a Cristo, Dios también nos eligió a nosotros (Calv., Beng., etc.). Ni tampoco es que estemos incluidos en Ãl (Hofm.), porque tampoco es este el punto en vista aquÃ. El tema inmediato no es lo que somos o estamos hechos, sino lo que Dios hace en su elección y cómo procede. Y la idea es que esa elección tiene su base en Cristo, en el sentido de que aparte de Cristo y sin respeto a Su relación especial con nosotros, y Su obra prevista, no habrÃa elección de nosotros.
Un sentido extraordinario se le atribuye a la á¼Î½ αá½Ïá¿· de Beys., quien considera que los "prototipos divinamente concebidos de creyentes perfeccionados son postulados desde la eternidad por Dios en el Ãnico Prototipo de humanidad aceptable para Ãl" ( Christ. d. NT , pág. 141). Esta es una noción filosófica totalmente ajena a Paul, sobre la cual véase Meyer, in loc. El á¼Î½ αá½Ïá¿· podrÃa significar que Dios nos eligió a nosotros en Cristo en la medida en que Cristo fue contemplado como teniendo la relación de "cabeza y representante de la humanidad espiritual, como Adán fue el representante de la humanidad natural" (Ols.
, Ell.). Pero es mejor tomarlo como una expresión de la idea amplia de que âen Cristo está para Dios la causa meritoria de nuestra elecciónâ (Mey.). ÏÏὸ καÏαβολá¿Ï Ïοῦ κÏÏÎ¼Î¿Ï : antes de la fundación del mundo . Esta es la única aparición de esta expresión particular en los escritos paulinos, pero también aparece una vez en Juan ( Juan 17:24 ) y una vez en Pedro ( 1 Pedro 1:20 ).
Es similar a la forma á¼Ïὸ καÏαβολá¿Ï ( Mateo 13:35 , omitiendo κÏÏÎ¼Î¿Ï con LTTrWHR marg. ), á¼Ïὸ καÏαβολá¿Ï κÏÏÎ¼Î¿Ï ( Lucas 11:50 ; Hebreos 4:3 ; Apocalipsis 13:8 ); como también a estas frases: á¼Ïʼ á¼ÏÏá¿Ï ( 1 Tesalonicenses 2:13 ), ÏÏὸ Ïῶν αἰÏνÏν ( 1 Corintios 2:7 ), ÏÏὸ ÏÏÏνÏν αἰÏνίÏν ( 2 Timoteo 1:9 ).
Expresa muy definitivamente el hecho de que la elección en cuestión no es la separación de ciertas personas en un perÃodo definido, un acto en el tiempo, una selección histórica , como algunos ( por ejemplo , Beys.) se esfuerzan por probar, sino una elección eterna, una determinación de la Mente Divina antes de todos los tiempos. La idea de la elección divina en el NT no es una idea filosófica que expresa la explicación última del sistema de cosas o que da la razón de ser de la historia de la raza humana como tal, sino una idea religiosa, una nota de gracia, que expresa el hecho que la salvación es original y totalmente de Dios.
En la enseñanza paulina los sujetos de esta elección divina no son ni la Iglesia como tal (Ritschl), ni la humanidad como tal (Beck), sino los hombres y mujeres cristianos, designados como ἡμεá¿Ï, á½Î¼Îµá¿Ï. Es, como aquà se insinúa claramente, una determinación eterna de la Voluntad Divina, y tiene su fundamento en la libertad de Dios, no en nada previsto en sus sujetos. De una previsión de la fe como base o motivo de la elección no hay indicación aquÃ.
Por el contrario, el carácter o cualidad interior distintiva de los sujetos de la elección se presenta en la siguiente cláusula como el objeto de la elección, el fin que tenÃa en vista. (Véase especialmente Haupt, in loc. ) εἶναι á¼¡Î¼á¾¶Ï á¼Î³Î¯Î¿Ï Ï ÎºÎ±á½¶ á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï : para que seamos santos y sin mancha . La elección, por lo tanto, tenÃa un propósito definido antes de hacer de sus súbditos á¼Î³Î¯Î¿Ï Ï ÎºÎ±á½¶ á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï.
El infinitivo simple se usa libremente para expresar la idea de propósito o diseño no solo en el NT sino también en el griego clásico (Soph., Oed. Col. , 12; Thuc., i., 50, iv., 8; Herod., vii., 208, etc.; cf. Winer-Moult. Gram. , p. 399). Sobre el á¼Î³Î¯Î¿Ï Ï ver bajo Efesios 1:1 . Sin embargo, existe una duda en cuanto al sentido preciso de á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï.
El adjetivo significa tanto âsin culpaâ ( inculpatus ) como âsin manchaâ ( immaculatus ). En la LXX es un término sacrificial, aplicado en este último sentido a vÃctimas ( Ãxodo 29:1 ; LevÃtico 1:3 ; LevÃtico 1:10 ; LevÃtico 3:1 ; LevÃtico 3:6 ; LevÃtico 3:9-10 ; LevÃtico 22:19 , etc
). Tiene este sentido de âsin manchaâ también en Hebreos 9:14 ; 1 Pedro 1:19 ; cf. el uso del sustantivo en 2 Pedro 2:13 . En los escritos paulinos se encuentra, además del presente pasaje, en Efesios 5:27 ; Filipenses 2:15 (según la mejor lectura); Colosenses 1:22 .
En la primera y tercera de estas apariciones, la RV lo traduce como âsin manchaâ, en la segunda, âsin culpaâ. Sobre la base del uso, especialmente en la LXX, muchos comentaristas concluyen a favor del segundo sentido. Light., por ejemplo , considera que el punto de los dos adjetivos es que el primero denota la consagración de la vÃctima y el segundo su idoneidad para la consagración ( Notas sobre las EpÃstolas de Pablo , p.
313). La Vulga. da immaculati , y Wycl. âsin wene â. Por otro lado, no hay nada en el versÃculo que sugiera la idea de sacrificio o vÃctima . El pasaje paralelo, también, en Colosenses 1:22 , donde tenemos no solo á¼Î³Î¯Î¿Ï Ï y á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï sino un tercer adjetivo á¼Î½ÎµÎ³ÎºÎ»Î®ÏÎ¿Ï Ï, está en general del lado de âsin culpaâ.
Ese también es el significado de la palabra en el griego clásico ( p. ej ., Herodes, ii., 177) y en las inscripciones (CI, 1974). De hecho, poco depende de la decisión entre los dos sentidos; pues ambos términos, âsin manchaâ y âsin culpaâ, pueden tener aplicaciones éticas . Sin embargo, existe la pregunta adicional de si en esta declaración Pablo tiene en cuenta la posición de los creyentes o su carácter , si piensa en ellos como justificados o destinados a ser santificados.
Los argumentos en apoyo de que la relación objetiva con Dios es un punto de vista aquà (Mey., Haupt, etc.) son de peso. Se sostiene, por ejemplo , que γίγνεÏθαι serÃa más apropiado que εἶναι si la santificación personal de los creyentes estuviera en la mente del escritor; que en ese caso el á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ habrÃa entrado más naturalmente antes que el καÏενÏÏιον αá½Ïοῦ; sobre todo, que el tenor de la sección en su conjunto está del lado de la primera vista, la idea a lo largo del párrafo ( Efesios 1:3-14 ) es lo que Dios hace por nosotros, no lo que somos ahora o lo que se supone. ser interiormente para Ãl, y los hechos objetivos del perdón de los pecados, la adopción, etc.
, siendo claramente introducido en Efesios 1:7 ff. Por otro lado, el sentido ético es fuertemente defendido por muchos (Chrys., Theophy., Alf., Ell., Candl., Abb., etc.) sobre la base de que es tanto la manera de Pablo de señalarnos la novedad y la santidad de vida como el gran fin del propósito divino y el llamado divino ( Filipenses 2:15 ; 1 Tesalonicenses 4:7 ; 2 Tesalonicenses 2:13 ; Tito 2:14 ).
Esto está respaldado además por la presencia del calificativo á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿, si se adjunta a Efesios 1:4 ; y por la importante consideración de que el á¼Î³Î¯Î¿Ï Ï ÎºÎ±á½¶ á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï ÎºÎ±á½¶ á¼Î½ÎµÎ³ÎºÎ»Î®ÏÎ¿Ï Ï en el pasaje paralelo en Colosenses 1:22 es seguido inmediatamente por una referencia a continuar âen la fe, cimentados y firmes, y no apartados de la esperanza del Evangelioâ.
Algo depende, sin embargo, de la posición del siguiente á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿, sobre el cual ver más abajo. καÏενÏÏιον αá½Ïοῦ: ante Ãl ; es decir, ante Dios. Lea αá½Ïοῦ, no (como Harl., etc.) αá½Ïοῦ; véase Winer-Moul., Gram. , pp. 188, 189. Asà también, en el pasaje paralelo Colosenses 1:22 .
La presente aprobación de Dios está a la vista, no Su juicio futuro. Light, piensa que Dios mismo es asà considerado como el gran μÏμοÏκÏÏοÏ, que inspecciona a las vÃctimas y toma conocimiento de las imperfecciones. Pero esto es importar una noción sacerdotal que no se expresa en el contexto. Esta frase podrÃa ser especialmente apropiada para la idea de la posición o relación de los creyentes que supuestamente transmite á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï.
Pero también conviene a la idea de carácter á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï âa la vista de Diosâ, âbajo la mirada de Dios como Testigo y Juez, y por tanto en verdad y en realidad â. Los términos á¼Î½ÏÏιον, καÏενÏÏιον, καÏÎνανÏι también se usan en este sentido en el NT y no parecen aparecer en el griego profano. Son peculiares de la LXX, los apócrifos y el NT. Pablo usa los tres, καÏενÏÏιον y καÏÎνανÏι con moderación (el primero solo aquà y en Colosenses 1:22 , el último en Romanos 4:17 ; 2 Corintios 2:17 ; 2 Corintios 12:19 ); más frecuentemente á¼Î½ÏÏιον ( Romanos 3:20 ; Romanos 12:17 ; Romanos 14:22 ; 1 Corintios 1:29 ; 2 Corintios 4:2 , etc.
), que también se emplea mucho en Lucas y Apocalipsis, nunca en Mateo o Marcos. á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿: enamorado . ¿Qué califica esto? La elección divina , dicen algunos (Åc.; etc.). Pero la lejanÃa del á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ del á¼Î¾ÎµÎ»ÎξαÏο hace que esta conexión sea, si no impracticable, al menos menos probable. Es posible, de hecho, también retener la conexión del á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ con Efesios 1:4 y, sin embargo, darle el sentido del amor Divino , si lo tomamos para calificar no solo el á¼Î¾ÎµÎ»ÎξαÏο, sino toda la cláusula que concluye.
En ese caso, la idea serÃa que el acto de elección y el objeto que tenÃa en vista, a saber, la santidad y la inocencia de nuestra parte, se debÃan al amor de Dios y tenÃan su explicación en él. Sin embargo, la elección parece estar entre adjuntar la cláusula al á¼Î³Î¯Î¿Ï Ï ÎºÎ±á½¶ á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï anterior y adjuntarla al siguiente ÏÏοοÏίÏαÏ. Los comentaristas y las versiones están ampliamente divididos sobre la cuestión.
El primero es la conexión en LP, el Goth. y Copto. Vv., la Vulg., los textos de Stephens, WH y los Revisers, y es preferido por Eras., Luth., Beza, Calv., Grot., Wetst., Alf., Light. Este último es la conexión en el Syr.-P, y es seguido por LTTr marg. , RV marg. , Orig., Chrys., Thdrt., Theophy., August., Beng., Harl., de Wette, Olsh., Hof., Bleek., Mey., Ell., V. Sod.
, Haupt, Abbott, etc. La conveniencia de entender el á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ con el fin de calificar el ÏÏοÏίÏÎ±Ï se basa en tales motivos que las epÃstolas paulinas no proporcionan ningún otro ejemplo de á¼Î³Î¹Î¿Ï o á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï que le haya asociado alguna gracia o virtud definida por á¼Î½ como la forma en que se manifiesta la santidad o la inocencia (Haupt); que conviene que el amor , que es su principio y fundamento, se exprese enfáticamente cuando se introduce por primera vez el divino ÏÏοÏιÏμÏÏ (Ell.
, etc.); que esta conexión está más en armonÃa con la atribución de alabanza (Mey.), y con la genialidad del párrafo como un todo, que se refiere a lo que Dios es para nosotros en lugar de lo que se requiere que seamos para Ãl. Por otro lado, en apoyo de adjuntar el á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ a lo anterior, se señala que en vista del subsiguiente καÏʼ εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î±Î½ hay menos razón para introducir á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ en una posición tan enfática ante el ÏÏοοÏίÏαÏ; que, si no en las mismas epÃstolas paulinas, en otros lugares tanto dentro como fuera del NT tenemos instancias análogas a la conexión de á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ con á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï aquà e.
gramo. , 2 Pedro 3:14 , á¼Î¼ÏμηÏοι ⦠á¼Î½ εἰÏήνá¿; Judas 1:24 , á¼Î¼ÏÎ¼Î¿Ï Ï á¼Î½ á¼Î³Î±Î»Î»Î¹Î¬Ïει; Ayunarse. ROM. , 50, ἵνα á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïῠεá½Ïεθῶμεν δίÏα ÏÏοÏκλίÏεÏÏ á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¯Î½Î·Ï á¼Î¼Ïμοι (citado por Light.
, Notas; ut sup. , 313), y sobre todo que es habitual, si no constante, la costumbre de Pablo de poner á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ después de la cláusula a la que califica ( Efesios 4:2 ; Efesios 4:15-16 ; Efesios 5:2 ; Colosenses 2:2 ; 1 Tesalonicenses 5:13 ; cf.
también, aunque en asociación con otros términos, 1 Timoteo 4:12 ; 2 Timoteo 1:13 ). En general, se debe preferir esta conexión, y el á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ definirá la santidad y la inocencia, que son el fin y el objeto de la elección de Dios por nosotros, como teniendo su verdad y perfección en la suprema gracia cristiana del amor.
VersÃculo 5
ÏÏοοÏίÏÎ±Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï: habiéndonos preordenado . Mejor, en que Ãl nos preordenó . Wycl. da ânos ha ordenado antesâ; Tynd. y Cranmer, ânos ordenóâ; y asà el RV, âpredestinadoâ. Pero el ginebrino, el remish y el AV, siguiendo el praedestinavit de la Vulg., dan ânos predestinóâ, ânos ha predestinadoâ, âhabiéndonos predestinadoâ.
Mientras que en Romanos y Efesios la AV adopta âpredestinadoâ, en 1 Corintios 2:7 tiene âpredestinadoâ. Lo mejor es adoptar preordenar en todo momento, ya que ÏÏοοÏίζειν significa determinar antes . El verbo parece no aparecer ni en la LXX ni en ningún escritor griego anterior a Pablo. Se encuentra en Heliodoro, Ignacio, etc.
En el NT siempre se usa de Dios como determinante desde la eternidad, a veces con la definición adicional ÏÏὸ Ïῶν αἰÏνÏν ( 1 Corintios 2:7 ) decretando hacer algo ( Hechos 4:28 ); predestinando cosas o personas ( 1 Corintios 2:7 ; Romanos 8:29 ff.
); o, como aquÃ, nombrar a uno de antemano para algo. La ÏÏὸ en el verbo compuesto expresa el hecho de que el decreto es anterior a la realización de su objeto. El aor. parte, puede tomarse como temporal (asà el Syr.-Phil.), en cuyo caso la preordenación serÃa algo anterior (no en el tiempo , de hecho, sino en el orden lógico ) a la elección , y la elección se definirÃa como procediendo sobre la preordenación (Ell.
, Alf., etc.). Pero también puede tomarse como modal , no anterior a la elección sino coincidente con ella, y expresando el modo de su acción o la forma que tomó âen lo que Ãl nos predestinóâ (Mey., etc.). Sobre este uso del aor. parte, véase Winer-Moul., Gram. , pags. 430. Esta es la opinión más probable, porque no parece hacerse una distinción real entre el á¼ÎºÎ»Î¿Î³Î® y el ÏÏοÏιÏμÏÏ más allá de lo que puede sugerir el á¼Îº en uno y el ÏÏÏ en el otro; la idea en el á¼ÎºÎ»Î¿Î³Î® se entiende como la de la masa de la que se hace la selección, y la del ÏÏοÏιÏμÏÏ la prioridad del decreto (Ell.
). También debe notarse ( cf. Mey.) que tanto en Romanos ( Romanos 8:29 ) como en 1 Pedro ( 1 Pedro 1:2 ) es el ÏÏÏγνÏÏιÏ, no el ÏÏοοÏιÏμÏÏ, lo que se representa como antecedente de la elección. o como formando su base.
Este divino ÏÏοÏιÏμÏÏ, como el divino á¼ÎºÎ»Î¿Î³Î®, tiene en los escritos paulinos, en los que recibe su declaración más elevada, más completa y más absoluta, un interés no especulativo sino intensamente práctico, especialmente con respecto a dos cosas de la más inmediata preocupación personal. el incentivo del creyente para vivir en novedad y santidad de vida ( cf. Efesios 2:10 ), y su estÃmulo para descansar en la salvación divina como para él salvación segura.
Îµá¼°Ï Ï á¼±Î¿Î¸ÎµÏίαν: a la adopción . O, como lo da la RV, siguiendo la adoptio filiorum de la Vulg., âa la adopción como hijosâ. Es un término paulino, y transmite una idea distinta de la de filiación y explicativa de la misma. La filiación de los creyentes, el hecho de que sean hijos de Dios, con los privilegios y responsabilidades que les corresponden, encuentra expresión frecuente en los escritos del NT.
Pero es solo en las EpÃstolas Paulinas donde aparece la idea especÃfica de Ï á¼±Î¿Î¸ÎµÏία, y allà en cinco instancias ( Romanos 8:15 ; Romanos 8:23 ; Romanos 9:4 ; Gálatas 4:5 ; Efesios 1:5 ).
En un caso se aplica a la relación especial de Israel con Dios ( Romanos 9:4 ); tres veces ( Romanos 8:15 ; Gálatas 4:5 ; Efesios 1:5 ) se usa de la posición actual de los creyentes en Cristo; una vez ( Romanos 8:23 ) se refiere a su consumación futura, la resurrección de vida que será la manifestación plena de su filiación.
Es un término de relación , expresando nuestra filiación con respecto a la posición . Parece estar tomado de la costumbre romana, con la que Pablo no podÃa dejar de estar familiarizado. Entre los judÃos hubo casos de adopción informal, como en el caso de Mardoqueo y Ester ( Ester 2:7 ). Pero la adopción en el sentido de la transferencia legal de un niño a una familia a la que no pertenecÃa por nacimiento no tenÃa cabida en la ley judÃa.
En el derecho romano, en cambio, se preveÃa la transacción conocida como adoptio , la toma de un niño que no era hijo por nacimiento para ser su hijo, y la arrogatio , la transferencia de un hijo que era independiente, como por la muerte de su propio padre, a otro padre por acto público solemne del pueblo. AsÃ, entre los romanos, un ciudadano podÃa recibir en su familia a un niño que no era el suyo por nacimiento y darle su nombre, pero sólo podÃa hacerlo mediante un acto formal, certificado por testigos, y el hijo asà adoptado tenÃa en todos sus Ãntegramente la posición de hijo por nacimiento, con todos los derechos y todas las obligaciones que le corresponden.
Por âadopciónâ, por lo tanto, Pablo no se refiere a la concesión de todos los privilegios de la familia a aquellos que son hijos por naturaleza, sino a la aceptación en la familia de aquellos que por naturaleza no pertenecen a ella, y la colocación de esos que no son hijos originariamente y por derecho en la relación propia de los que lo son por nacimiento. Por lo tanto, Ï á¼±Î¿Î¸ÎµÏία nunca se afirma de Cristo; porque sólo él es Hijo de Dios por naturaleza.
De modo que Pablo considera que nuestra filiación no radica en la relación natural en la que los hombres están con Dios como hijos suyos, sino que implica una nueva relación de gracia, fundada en una relación de pacto de Dios y en la obra de Cristo ( Gálatas 4:5 ss.). διὰ ἸηÏοῦ ΧÏιÏÏοῦ: por Jesucristo ; en este caso no en Cristo sino a través de Ãl.
Es decir, es por la mediación de Cristo que se realiza nuestra adopción de hijos; cf. Gálatas 3:26 a Gálatas 4:7 . En otro lugar se expresa el lado ético de la filiación. Porque Dios no sólo nos introduce en la relación de hijos, sino que nos hace hijos en realidad y carácter interior, dándonos la mente filial, guiándonos por Su EspÃritu, traduciéndonos a la libertad de la gloria de Sus hijos ( Romanos 8:12 ). ; Romanos 8:14 ; Romanos 8:21 ; Gálatas 4:6 ).
Îµá¼°Ï Î±á½ÏÏν: a Sà mismo , es decir, no a Cristo , como todavÃa piensan De Wette, V. Soden, etc., sino a Dios . AquÃ, como en Efesios 1:4 , leemos αá½Ïοῦ, no αá½Ïοῦ (como dicen Stephens, Mill, Griesbach, etc.), el escritor lo da desde su propio punto de vista. ¿Cómo se debe entender esto? Puede significar simplemente que Dios mismo es el Padre con quien somos traÃdos a una relación filial por adopción.
En ese caso, el punto serÃa la gloria de la adopción, ya que es Dios mismo y nada menos que Aquel que se convierte en nuestro Padre por ella y a quien mira la predestinación a la posición de hijos. O puede ser la idea más profunda de que Dios mismo es el fin de la preordenación, como Cristo es su medio o canal. El Îµá¼°Ï no debe confundirse con á¼Î½, ni la idea se reducirÃa asà a la de simple posesión.
Aquà el Îµá¼°Ï puede tener más bien su fuerza más definida, expresando la meta de todo. El objeto final de la predestinación de Dios de nosotros a la posición de hijos es llevarnos a Ãl, a una perfecta comunión con Ãl, a una relación de adoración y amor con Ãl mismo como el verdadero Fin y Objeto de nuestro ser. καÏá½° Ïὴν εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î±Î½ Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ: según el beneplácito de Su voluntad .
Wycl. da âpor el propósito de Su voluntadâ; Rhem., âsegún el propósito de Su voluntadâ; Tynd., âsegún el placer de Su voluntadâ; Cran., Gen., AV, âsegún el beneplácito de Su voluntadâ. El sustantivo εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î± (Vulg.-Clem., beneplacitum ) es un término bÃblico. No es corriente en el griego profano, pero representa el רָצ×Ö¹× del AT (especialmente en los Salmos), y aparece muchas veces en Sir.
En el NT se encuentra tres veces en los Evangelios ( Mateo 11:26 ; Lucas 2:14 ; Lucas 10:21 ), y seis veces en las EpÃstolas Paulinas ( Romanos 10:1 ; Efesios 1:5 ; Efesios 1:9 ; Filipenses 1:15 ; Filipenses 2:13 ; 2 Tesalonicenses 1:11 ), pero en ningún otro lugar.
Tiene el sentido ( a ) de voluntad ( Mateo 11:26 ; Lucas 10:21 ), pasando al de deseo ( Romanos 10:1 ); y ( b ) de buena voluntad ( Lucas 2:14 ; Efesios 1:9 ; Filipenses 1:15 ; Filipenses 2:13 ), pasando a la del deleite o satisfacción ( 2 Tesalonicenses 1:11 ).
Aquà es tomado por la mayorÃa (Mey., De Wette, Stier., Alf., Ell., Abbott, etc.) en el sentido de beneplacitum, propósito, consejo soberano , como equivalente a καÏá½° Ïὴν Î²Î¿Ï Î»á½´Î½ Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ en Efesios 1:11 . Light., por ejemplo , opina que, si bien su idea central es âsatisfacciónâ, âsolo entonces significará 'benevolencia' cuando el contexto apunte a alguna persona hacia quien se siente la satisfacciónâ.
Se refiere a á¼Î½ á¾§ εá½Î´ÏκηÏα en Mateo 3:17 , y sostiene que sin tal indicación de un objeto personal âla satisfacción se siente en la acción misma, de modo que la palabra se usa absolutamente, y significa 'buen placer', en el sentido de 'deseo', 'propósito', 'diseño'â ( Notas, ut sup. , 314).
Pero en las epÃstolas paulinas, cuando se usa de Dios, es un término de gracia, expresando âbuen placerâ como intención bondadosa, voluntad misericordiosa , e incluso cuando se usa del hombre transmite la misma idea de bondad ( Romanos 10:1 ). ; Filipenses 1:15 ).
Tampoco la connotación parece ser diferente en las ocurrencias en los Evangelios ( Mateo 11:26 ; Lucas 2:14 ; Lucas 10:21 ). En el presente pasaje es sólo en relación a la gracia de Su trato con los hombres pecadores que se hace referencia a la voluntad de Dios.
La cláusula en cuestión presenta esa gracia en el aspecto particular de su acción soberana e inmerecida. Agrega la última nota a la declaración de las maravillas de la elección divina al expresar el hecho de que esa elección y la preordenación de Dios de nosotros para adopción no se deben a ningún desierto en nosotros ni a nada fuera de Dios mismo, sino que son actos de Su propia pureza. bondad, originada única y totalmente en la libertad de sus propios pensamientos y consejo amoroso.
VersÃculo 6
Îµá¼°Ï á¼Ïαινον δÏÎ¾Î·Ï Ïá¿Ï ÏάÏιÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ: para alabanza de la gloria de su gracia . Dos veces más en el mismo contexto tenemos la frase âpara alabanza de su gloriaâ ( Efesios 1:12 ; Efesios 1:14 ).
Aquà es la gloria especÃficamente de la gracia de Dios, y la alabanza de eso ahora se afirma que es el fin último de la preordenación de Dios de nosotros para la adopción, ya que nuestra adopción misma ha sido declarada como el objeto de la preordenación. El propósito final de Dios en Sus eternas determinaciones, y el fin supremo al que apunta todo lo que Ãl quiere con respecto a nosotros, es la manifestación y el reconocimiento en adoración de Su gracia en su gloria.
Entonces Cris. lo expresa brevemente ἵνα ἡ Ïá¿Ï ÏάÏιÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ δÏξα δειÏθá¿. La frase significa más que âla alabanza de su gloriosa graciaâ. Expresa la exposición por parte de Dios, y la confesión gozosa por parte del hombre, de lo que es la gracia divina en estos eternos consejos en la cualidad de su esplendor, de su magnificencia. Que esta es la idea se muestra por la subsiguiente mención de las âriquezasâ de la misma gracia ( Efesios 1:7 ).
á¼Î½ á¾ á¼ÏαÏίÏÏÏεν á¼¡Î¼á¾¶Ï : con el cual nos regaló gratuitamente ; literalmente, con la que nos honró . La AV sigue la de Beza in qua nos acceptos sibi efectit al traducirla âen la que nos hizo aceptosâ. La RV, que da "con lo que nos dotó" en el margen, lo trata mejor en el texto, "que nos otorgó libremente". La lectura á¼Î½ á¾ del TR, respaldada por dicho MSS.
como [15] [16] [17] [18], la masa de las cursivas, la Vulg., etc., debe dar lugar a á¼§Ï, que viene dada por [19] [20] [21], Eth., Syr., etc., y es adoptado por LT (octava ed.) TrWHRV. El á¼§Ï es por atracción para ἣν ( cf. Genitivos similares por atracción en Efesios 4:1 ; 2 Corintios 1:4 ), la explicación que se encuentra en la influencia de usos como μάÏην μάÏεÏθαι, á½Î²Ïιν á½Î²Ïίζειν, κλá¿Ïιν καλεá¿Î½, ÏάÏάetro Ïν αν.
Véase Win.-Moult., Gram. , pags. 203; Buttm., Gram. , pags. 289. El verbo ÏαÏιÏÏÏ, siguiendo la analogÃa de otros verbos en - οÏ, significa gratia aliquem afficere . Pero esto puede tener dos sentidos ( cf. Harl., Ell.), ya sea para hacer a uno agradable, poseÃdo de gracia (Sir 18:17; Sal. 17:26 (Symmachus), Clem. Alex., Paed. , iii. , 11), o para otorgar gracia a uno , para rodear a uno con favor (Test.
xii Patr., Jos. i.). El verbo es de rara ocurrencia, ya sea dentro o fuera del NT. Es más común en griego eclesiástico y bizantino. En el NT se encuentra solo dos veces, aquà y en Lucas 1:28 . En ambos casos, algunos le darÃan el primer sentido. En el presente pasaje, por ejemplo , Chrys. lo hace á¼ÏεÏαÏÏÎ¿á½ºÏ á¼ÏοίηÏε, y asà sustancialmente Cornel, un Lapide, Bisping y varios intérpretes de RC.
El último sentido, sin embargo, es correctamente preferido por Beng., Ell., Alf., Light., Mey., Haupt, etc., ya que está más en armonÃa con el sentido general de ÏάÏÎ¹Ï en las EpÃstolas Paulinas, y con el hecho de que la idea principal en el contexto es lo que Dios en su bondad gratuita hace por nosotros. á¼Î½ Ïá¿· ἠγαÏημÎνῳ: en el Amado . Algunas autoridades antiguas añaden el dudoso término explicativo Ï á¼±á¿· αá½Ïοῦ ([22] [23] [24] [25], Vulg.
, Goth., Jer., etc.). Una vez más, no es " a través de él", sino " en él". La gracia se otorga en y con Cristo mismo. Es en el don del Hijo que se hace nuestro el don de la gracia y que se ve el esplendor de la gracia. La designación ὠἠγαÏημÎÎ½Î¿Ï aplicada a Cristo es peculiar de este pasaje en lo que respecta al NT. En el NT, su equivalente más cercano es el tÃtulo Ïοῦ Ï á¼±Î¿á¿¦ Ïá¿Ï á¼Î³Î¬ÏÎ·Ï Î±á½Ïοῦ en un pasaje algo similar en Colosenses 1:13 .
Cf. también á½ Ï á¼±ÏÏ Î¼Î¿Ï á½ á¼Î³Î±ÏηÏÏÏ ( Mateo 3:17 ; Mateo 17:5 ; Marco 1:11 ; Marco 9:7 ; Lucas 3:22 ; Lucas 9:35 ), á½ á¼Î³Î±ÏηÏÏÏ Î¼Î¿Ï ( Mateo 12:18 ); y en el AT Salmo 27:6 (LXX); IsaÃas 5:1 .
Fuera del NT, el término ὠἠγαÏημÎÎ½Î¿Ï Î±á½Ïοῦ se usa para Cristo en el Ep. de Granero. (3, 4). Luz. apunta también a designaciones similares en Ignatius, Clem. Rom., y el Ascensio Isaiae ( Notas, ut sup. , 316).
[15] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[16] Codex Sangermanensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, ahora en San Petersburgo, anteriormente perteneciente a la AbadÃa de Saint-Germain-des-Prés. Su texto depende en gran medida del de D. La versión latina, e (una copia corregida de d), ha sido impresa, pero con una precisión incompleta, por Belsheim (185).
[17] Codex Boernerianus (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Dresden, editado por Matthæi en 1791. Escrito por un escriba irlandés, una vez formó parte del mismo volumen que el Codex Sangallensis (δ) del evangelios El texto latino, g, se basa en la traducción OL.
[18] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[19] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[20] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[21] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[22] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[23] Codex Sangermanensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, ahora en San Petersburgo, anteriormente perteneciente a la AbadÃa de Saint-Germain-des-Prés. Su texto depende en gran medida del de D. La versión latina, e (una copia corregida de d), ha sido impresa, pero con una precisión incompleta, por Belsheim (185).
[24] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
[25] Codex Boernerianus (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Dresden, editado por Matthæi en 1791. Escrito por un escriba irlandés, una vez formó parte del mismo volumen que el Codex Sangallensis (δ) del evangelios El texto latino, g, se basa en la traducción OL.
VersÃculo 7
á¼Î½ á¾§ á¼Ïομεν Ïὴν á¼ÏολÏÏÏÏÏιν: en quien tenemos la redención . Aquà y en el pasaje paralelo de Colosenses 1:14 , las lecturas varÃan entre á¼Ïομεν y á¼ÏÏομεν. En la presente oración, aunque á¼ÏÏομεν cuenta con el apoyo de algunas buenas autoridades ([26] [27], Copt.
, Eth., etc.), el peso de la prueba documental está en gran parte del lado de á¼Ïομεν ([28] [29] [30] [31] [32] [33] [34] [35] [36] [37 ] [38], Vulg., Syr., Goth., etc.). Lo que está a la vista, por lo tanto, es algo poseÃdo ahora, y el escritor lo describe como Ïὴν á¼ÏολÏÏÏÏÏιν â la redenciónâ, es decir , la redención familiar para todo cristiano, largamente esperada y ahora cumplida.
Este á¼ÏολÏÏÏÏÏÎ¹Ï se ve a veces como una cosa del futuro ( Lucas 21:28 ; Romanos 8:23 ; Efesios 4:30 ; y probablemente también Efesios 1:14 ; 1 Corintios 1:30 ); a veces como una posesión presente (como aquÃ; Romanos 3:24 ; Colosenses 1:14 ; Hebreos 9:15 ).
Que el á¼ÏολÏÏÏÏÏÎ¹Ï aquà es una redención no del poder o contaminación del pecado, sino de su culpa, su condenación, su castigo, se aclara por la cláusula definitoria que sigue, identificándolo con el perdón de los pecados. Este no es el único aspecto en el que se presenta en las EpÃstolas Paulinas. El verbo Î»Ï ÏÏοῦÏθαι se aplica allà a una redención de âtoda iniquidadâ, Tito 2:14 , como en 1 Pedro 1:18 se usa de una redención de una âvida vanaâ.
Pero es el aspecto primario de la palabra y sus cognados, y el que está en el fundamento del otro. El sustantivo á¼ÏολÏÏÏÏÏÎ¹Ï es de rara ocurrencia, se encuentra solo en unos pocos pasajes en griego profano (Plut., Pomp. , xxiv., 2; Joseph., Antiq. , xii., ii., 3; Diod., Frag. , lib . . xxxvii., 5, 3 (Dindorf.); Philo, Quod omn. prob. lib. sit. , § 17); y en el mismo NT sólo diez veces en total.
El verbo á¼ÏÎ¿Î»Ï ÏÏοῦÏθαι no se encuentra en absoluto en el NT; el simple Î»Ï ÏÏοῦν, Î»Ï ÏÏοῦÏθαι tres veces ( 1 Pedro 1:18 ; Lucas 24:21 ; Tito 2:14 ) y el sustantivo λÏÏÏÏÏÎ¹Ï tres veces ( Lucas 1:68 ; Lucas 2:38 ; Hebreos 9:12 ).
La idea correcta es la de una liberación, liberación o redención efectuada mediante el pago de un precio o rescate (λÏÏÏον). De hecho, se argumenta que no se puede decir que esta idea sea la idea principal o esencial de á¼ÏολÏÏÏÏÏιÏ, porque se usa en conexiones en las que la noción de un pago no está a la vista (asà Abbott); y que, por lo tanto, no tenemos derecho a decir que significa más que liberación .
Es cierto que, como ocurre con la mayorÃa de las palabras, el sentido definido y especÃfico pasa a veces al sentido más general de âliberaciónâ ( Hebreos 11:35 ; cf. Ãxodo 6:6 ). Pero en el griego profano y en la LXX el sentido primario del verbo.
el sustantivo, y sus cognados es el de una redención efectuada mediante el pago de un precio, o una liberación otorgada al recibir un precio (Plut., Pomp. , 24; Platón, Leges , 11, p. 919( a ); Polyb. , xxii., 21, 8; Ãxodo 21:8 ; SofonÃas 3:1 ); y en las epÃstolas paulinas denota la liberación lograda a costa de la muerte de Cristo de la ira divina y la pena del pecado.
Asà se entiende, por ejemplo , por OrÃgenes, en loc. , Mey., Alf., Ell., etc.; y como el á¼ÏεÏιν κ. Ï. λ. muestra que la âredenciónâ aquà a la vista es una en relación con la culpa o pena del pecado, por lo que el διὰ Ïοῦ αἵμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ muestra que es una redención mediante el pago de un precio. Esto es consistente con la doctrina de Pablo de la ira divina, la redención, la propiciación, la expiación y la maldición de la ley ( Romanos 1:18 ; Romanos 3:23 ; Romanos 5:5 ff.
; 1 Corintios 6:20 ; Gálatas 4:4 ). Tiene su fundamento también en la propia declaración de Cristo del propósito de su venida, a saber. , para dar Su vida a λÏÏÏον á¼Î½Ïá½¶ Ïολλῶν ( Mateo 20:28 ; Marco 10:45 ).
διὰ Ïοῦ αἵμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ: a través de Su sangre . La âsangreâ de Cristo, por lo tanto, es aquello por lo cual se efectúa la redención, el precio (Ïιμή, 1 Corintios 6:20 ; 1 Corintios 7:23 ) de la liberación, el ârescateâ que habÃa que pagar por ella ( Mateo 20:28 ; Marco 10:45 ).
La misma idea aparece en la enseñanza tanto de Pedro como de Juan ( 1 Pedro 1:18 ; Apocalipsis 5:9 ). El término ocurre repetidamente en el NT, y en varias formas Ïὸ αἷμα Ïοῦ ÏÏιÏÏοῦ ( 1 Corintios 10:16 ), Ïοῦ ÎºÏ ÏÎ¯Î¿Ï ( 1 Corintios 11:27 ), Ïοῦ á¼ÏÎ½Î¯Î¿Ï (apocalipsis Apocalipsis 7:14 ; Apocalipsis 12:11 ), Ïοῦ ÏοῦῦÏÏÏÏÏῦ . ( Colosenses 1:20 ).
¿Cuál es su importación? Significa más que la muerte de Cristo. Significa esa muerte en un aspecto particular como un sacrificio, una muerte que tiene una eficacia definida. Es un término sacrificial , basado en el uso de la sangre de las vÃctimas, ofrecida bajo la Ley del AT, con fines de purificación y expiación ( LevÃtico 17:11 ; Hebreos 9:7 ; Hebreos 9:12 ; Hebreos 9:18-22 ; Hebreos 9:25 ; Hebreos 10:4 ; Hebreos 11:28 ; Hebreos 13:11 ).
Se remonta también a las propias palabras de Cristo en la institución de la Cena ( Mateo 26:28 ; Marco 14:29 ), y denota la ratificación de una nueva relación entre Dios y los hombres por un sacrificio del nuevo pacto. Se usa con referencia a la compra de la Iglesia ( Hechos 20:28 ; Apocalipsis 5:9 ), la gracia de acceso a Dios ( Hebreos 10:19 ), la admisión de los gentiles en igualdad de condiciones con los judÃos ( Efesios 2:13 ), la reconciliación de todas las cosas con Dios ( Colosenses 1:20 ); sino también y más definitivamente a la condición cambiada de los hombres pecadores, y eso más frecuentemente en el lado objetivo, como una nueva relación.
Asà como en el sistema levÃtico habÃa un uso purificador de la sangre en el caso de ciertas inmundicias ( LevÃtico 14:5 ; LevÃtico 14:50 ), asà en el NT la âsangreâ de Cristo se usa con referencia al poder ético de la muerte de Cristo en la purificación o en la superación ( 1 Pedro 1:19 ; 1 Juan 1:7 ; Apocalipsis 12:11 ).
Pero su uso especial es con referencia a la justificación ( Apocalipsis 5:9 ), la posición de no condenación ( Hebreos 12:24 ), la limpieza de la conciencia ( Hebreos 9:14 ), el establecimiento de la paz entre Dios y el mundo. ( Colosenses 1:20 ), la manifestación de la justicia de Dios en el paso por alto de los pecados ( Romanos 3:25 ), la remisión de los pecados ( Hebreos 9:22 ).
Su idea principal, como lo muestra el uso y la analogÃa del AT, no es la de renovar el poder o el efecto moral, sino la de la expiación, la eliminación de la culpa, la restauración de las relaciones rotas con Dios. El importante pasaje en LevÃtico 17:11 , que habla de la âsangreâ como reservada por Jehová para el altar, con el propósito de âcubrirâ el pecado o hacer âexpiaciónâ por él, y declara que la expiación se hace por medio del No pocos (incluidos Bähr y otros eruditos distinguidos) han sostenido que la sangre en razón de âla vida de la carneâ que contiene, expresa sólo la idea de la autoentrega.
Sobre esta base se ha negado la eficacia piacular de los sacrificios del AT y, por lo tanto, del sacrificio de Cristo. Pero el âcubrirâ el pecado o hacer âexpiaciónâ por el sacrificio, está en muchos pasajes del AT definitivamente conectado con el perdón del pecado ( LevÃtico 4:26 ; LevÃtico 5:18 , etc.
); el pasaje de LevÃtico 17:11 encarna la idea de que âvidaâ es la ofrenda por la cual el transgresor âcubreâ su pecado o encuentra perdón por él; y en pasajes como el presente es este tipo de eficacia la que definitivamente se atribuye a la âsangreâ de Cristo.
[26] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[27] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[28] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[29] Correcciones de × introducidas por un escriba del siglo VII.
[30] Correcciones de × introducidas por un escriba del siglo VII.
[31] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[32] Una lectura del Codex Claromontanus (sæc. vi.), un MS græco-latin. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852 introducido por correctores del siglo VII respectivamente.
[33] Una lectura del Codex Claromontanus (sæc. vi.), un MS græco-latin. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852 introducido por correctores del siglo VII respectivamente.
[34] Codex Sangermanensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, ahora en San Petersburgo, anteriormente perteneciente a la AbadÃa de Saint-Germain-des-Prés. Su texto depende en gran medida del de D. La versión latina, e (una copia corregida de d), ha sido impresa, pero con una precisión incompleta, por Belsheim (185).
[35] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
[36] Codex Boernerianus (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Dresde, editado por Matthæi en 1791. Escrito por un escriba irlandés, una vez formó parte del mismo volumen que el Codex Sangallensis (δ) del evangelios El texto latino, g, se basa en la traducción OL.
[37] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[38] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
Se ha hecho el intento de probar que esta gran frase, "la sangre de Cristo", cubre dos ideas que deben distinguirse, a saber, la de la sangre derramada y la de la sangre ofrecida , o la muerte y la vida como dos diferentes concepciones. AsÃ, la frase en cuestión se interpreta como que expone la vida de Cristo en dos aspectos distintos, a saber, como establecida en el acto de morir y como liberada por el mismo acto y puesta a nuestra disposición , para que nos salvemos al comunicarla a a nosotros.
So West., Epistle to the Hebrews , págs. 293 y sigs.; EpÃstolas de San Juan , págs. 34 y sigs. Pero ni en el presente párrafo ni en ningún otro pasaje paulino hay algo que confirme esto. Pablo, de hecho, habla en gran parte del Cristo que, habiendo muerto, ahora vive, y de lo que se efectúa para nosotros por Su vida ( Romanos 5:8-11 ; Filipenses 3:10 , etc.
). Pero lo que el Cristo Viviente hace por nosotros en el perdón del pecado, o en la subyugación del pecado, se hace como el poder de lo que Ãl hizo al morir por nosotros. Ïὴν á¼ÏεÏιν Ïῶν ÏαÏαÏÏÏμάÏÏν: el perdón de nuestras ofensas . El término á¼ÏεÏιÏ, aunque se usa ocasionalmente en el sentido general de liberación ( Lucas 4:18 ; cf.
IsaÃas 61:1 ), expresa improvisadamente la idea de dejar ir al pecado (á¼ÏιÎναι Ïὴν á½Ïειλήν, Mateo 18:32 ; á¼ÏιÎναι Ïá½° á½ÏειλήμαÏα, Ïá½° ÏαÏαÏÏÏμαÏα, mate Mateo 6:12 ; Mateo 6:14 , etc.
), su sobreseimiento o perdón, en el sentido de la remisión de su pena ( Mateo 26:28 ; Marco 1:4 ; Lucas 1:77 ; Lucas 3:3 ; Lucas 24:47 ; Hechos 2:38 ; Hechos 5:31 ; Hechos 10:43 ; Hechos 13:38 , etc.
), y a diferencia de ÏάÏεÏιÏ, la pretermisión o pasar por alto el pecado en simple tolerancia ( Romanos 3:25 ). El término ÏαÏάÏÏÏμα describe el pecado como lapso, fechorÃa, transgresión (casi equivalente a ÏαÏάβαÏιÏ, transgresión , y á¼Î¼Î¬ÏÏημα, mala acción , que difieren no tanto en su uso como en las metáforas subyacentes), a diferencia de á¼Î½Î¿Î¼Î¯Î±, anarquÃa o iniquidad . , á¼Î´Î¹ÎºÎ¯Î±, injusticia o error , y á¼Î¼Î±ÏÏία, que se aplica no solo a los actos de pecado, sino al pecado como un poder , un hábito , uncondición ( cf.
Trinchera, Syn. , § lxvi.; Fritzche, Rom. , i. 289; Luz., Notas, ut sup. , sobre Romanos 5:20 ). καÏá½° Ïὸν ÏλοῦÏον Ïá¿Ï ÏάÏιÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ: conforme a las riquezas de su gracia . Las lecturas varÃan entre Ïὸν ÏλοῦÏον (TR, siguiendo [39] 3 [40] 3 [41] [42], etc.
) y Ïὸ ÏλοῦÏÎ¿Ï (LTTrWHRV, siguiendo [43] [44] 1 [45] [46] 1, etc.). El masculino es la forma habitual, pero el neutro se encuentra en los mejores manuscritos. en varios pasajes de las EpÃstolas Paulinas ( 2 Corintios 8:2 ; Efesios 1:7 ; Efesios 2:7 ; Efesios 3:8 ; Efesios 3:16 ; Filipenses 4:19 ; Colosenses 1:27 ; Colosenses 2:2 ).
En otras partes del NT prevalece el masculino. Winer explica que el intercambio entre las dos formas se debe al lenguaje popular, ya que á½ y Ïὸ ÏλοῦÏÎ¿Ï se usan indistintamente en el griego moderno (Winer-Moult., Gram. , p. 76). La gran palabra ÏάÏιÏ, âgraciaâ, que ya se ha usado dos veces en estos primeros versÃculos, toca el pulso de toda la enseñanza de Pablo sobre la redención del hombre pecador.
Tiene un lugar importante en todas sus epÃstolas, y no menos importante en esta. Porque aquà nos encontramos en cada punto de inflexión en la gran declaración del consejo divino, las seguridades del perdón de los pecados, el camino de la salvación. Mientras que tiene los sentidos ocasionales y subordinados de hermosura ( Colosenses 4:6 ), favor o buena voluntad , ya sea de Dios o del hombre ( Lucas 2:40 ; Lucas 2:52 ; Hechos 2:47 ; Hechos 4:33 ; Hechos 7:10 , etc
), en los escritos paulinos tiene el sentido particular de don gratuito, generosidad inmerecida , y se usa especialmente de la bondad de Dios que otorga favor a aquellos que no tienen ningún derecho o mérito en sà mismos ( Romanos 3:24 ; Romanos 5:17 ; Romanos 5:20 ; 1 Corintios 15:10 ; Gálatas 1:15 , etc.
, etc.), o de ese favor gratuito de Dios como poder que renueva a los hombres y los sostiene en la vida cristiana, auxiliando sus esfuerzos, impidiendo que caigan, asegurando su progreso en la santidad ( 2 Corintios 4:15 ; 2Co 6: 1; 2 Tesalonicenses 1:12 , etc.
). La gratuidad de este favor divino en forma de gracia, la naturaleza inmerecida de la bondad divina, es lo que Pablo más frecuentemente magnifica con alabanza y asombro. Aquà se introduce la poderosa medida de la generosidad, la gracia en su calidad de riqueza . Esta magnÃfica concepción de la riqueza de la gracia que Dios nos concede y la que está en Cristo para nosotros, es una idea peculiarmente paulina.
Nos encuentra, de hecho, en otra parte ( cf. la abundante redención del salmista, Salmo 130:7 ; la multitud de las misericordias divinas, Salmo 69:13 ; Salmo 69:16 ; y las bondades amorosas, Salmo 63:7 ; la plenitud de Cristo, Juan 1:16 ; Colosenses 1:19 , etc.
); pero en ninguna parte con tanta frecuencia o con tanta insistencia como con Pablo. Cf. las riquezas de la bondad de Dios ( Romanos 2:4 ), Su gloria ( Romanos 9:23 ), Su sabidurÃa ( Romanos 11:33 ), Su misericordia ( Efesios 2:4 ), la gloria de Su herencia ( Efesios 1:18 ) , la gloria del misterio ( Colosenses 1:27 ); también las abundantes riquezas de su gracia ( Efesios 2:7 ), sus riquezas en gloria en Cristo Jesús ( Filipenses 4:19 ), las riquezas del Cristo pre-encarnado ( 2 Corintios 8:9 ), las riquezas de Cristo el Señor ( Romanos 10:12 ), las inescrutables riquezas de Cristo ( Efesios 3:8 ).
Que nuestra redención haya costado un precio tan grande, la sangre de Cristo, es la prueba suprema de las riquezas de la gracia divina. Y la medida de lo que Dios hace por nosotros es nada menos que la riqueza ilimitada de su favor amoroso.
[39] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[40] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[41] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[42] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[43] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[44] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[45] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[46] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
VersÃculo 8
á¼¦Ï á¼ÏεÏίÏÏÎµÏ Ïεν Îµá¼°Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï : la cual hizo sobreabundar para con nosotros . Tanto en griego profano como bÃblico, ÏεÏιÏÏεÏειν suele ser intrans. Se usa asà en la gran mayorÃa de los casos en las EpÃstolas Paulinas ( Romanos 5:15 ; 1 Corintios 14:12 ; 2 Corintios 1:5; 2 Corintios 8:2 ; 2 Corintios 9:12 ; Filipenses 1:26 , etc.
). En griego posterior, sin embargo, también tiene, aunque no con frecuencia, el sentido trans, y hay algunos ejemplos de esto también en el NT ( Lucas 15:17 , según la mejor lectura; 2 Corintios 4:15 ; 2 Corintios 9:8 ; 1 Tesalonicenses 3:12 ).
AquÃ, por lo tanto, son posibles dos interpretaciones, a saber. , âde lo que abundóâ (como en Syr., Vulg., Arm., AV, RV marg., etc.), o âque hizo abundarâ (como en Goth., Eth., RV, etc.) . Este último sentido, el de amueblar ricamente para que no sólo haya suficiente sino mucho más, está en general en mejor armonÃa con el contexto. También está respaldado por la gramática, ya que no está claro si el NT presenta algún caso de atracción donde el genitivo del relativo representa al dativo.
Tal atracción es posible en el griego clásico ( cf. G. Krüger, Untersuch. , p. 274; Jelf, Gram. , 822; Winer-Moult., Gram. , p. 204); pero los casos mencionados en el NT ( Romanos 4:7 ; 1 Timoteo 4:6 ) pueden admitir otra explicación.
También es posible, en efecto, tomar el á¼§Ï, no como un caso de atracción, sino como bajo el régimen inmediato de á¼ÏεÏίÏÏÎµÏ Ïεν. Porque hay al menos algunos casos de ÏεÏιÏÏεÏειν ÏÎ¹Î½Î¿Ï en el sentido de abundar en algo; cf. ἵνα ⦠ÏανÏá½¸Ï ÏαÏίÏμαÏÎ¿Ï ÏεÏιÏÏεÏá¿Ï en Ignat., Pol. , 2, y ÏεÏιÏÏεÏÎ¿Ï Ïιν á¼ÏÏÏν en Lucas 15:17 (la lectura del TR con [47] [48] Q [49], etc.
; ÏεÏιÏÏεÏονÏαι, sin embargo, siendo aceptado por TrWHRV con [50] [51] [52], etc.). El sentido transitivo, sin embargo, se ve favorecido aún más por la fuerza de la siguiente γνÏÏίÏαÏ, como señala Winer. El Îµá¼°Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï, que expresa los objetos a los que se dirige la âabundanciaâ, es como el Îµá¼°Ï ÏÎ¿á½ºÏ ÏολλοÏÏ de Romanos 5:15 , el Îµá¼°Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï de 2 Corintios 1:5 , el Îµá¼°Ï á½Î¼á¾¶Ï á½Î¼8 :2 Corintios á½9 : 2 Corintios 9:8
En este último pasaje, en efecto, ÏεÏιÏÏεÏειν se da tanto en el sentido de hacer abundar como en el de abundar , y en ambos casos, aunque con diferentes matices de significado, va seguido de εἰÏ. á¼Î½ ÏάÏá¿ ÏοÏίᾳ καὶ ÏÏονήÏει: con toda sabidurÃa y prudencia . La cláusula expresa las formas particulares en las que Dios hizo que abundara su gracia para con nosotros, o los dones en los que se debÃa ver su abundante gracia, a saber, aquellos de perspicacia e inteligencia práctica o discernimiento con respecto a las cosas profundas de su consejo salvÃfico. .
Hay considerable diferencia de opinión, sin embargo, con respecto a la conexión de la cláusula, su aplicación y la importancia precisa de sus términos. Por algunos (Theod., Griesb., etc.) las palabras se unen al siguiente γνÏÏίÏÎ±Ï y se toman para definir la forma en que Dios dio a conocer el âmisterio de Su voluntadâ. Pero la razón ya dada, extraÃda del uso de Pablo, para adjuntar el á¼Î½ á¼Î³Î¬Ïá¿ ( Efesios 1:4 ) a la declaración que lo precede, también es válida aquÃ.
No pocos (Rückert, De Wette, Alf., etc.) entienden que la cláusula se refiere a Dios y expresa el pensamiento de que la supremacÃa de Su sabidurÃa se vio en el otorgamiento de Su gracia tan abundantemente sobre nosotros, que fue âen su multiforme sabidurÃa y prudencia, manifestada de todas las maneras posibles para nosotros, derramó sobre nosotros su graciaâ (Alf.). Pero es difÃcil ajustar los términos a tal uso.
Porque es dudoso que ÏÏÏνηÏιÏ, en el sentido que tiene aquÃ, pueda predicarse de Dios. Los casos que se citan ( Proverbios 3:19 ; Jeremias 10:12 ) son extremadamente pocos. También son de relevancia dudosa, ya que ÏÏÏνηÏÎ¹Ï en estos pasajes representa una palabra hebrea con una idea algo diferente, traducida por la RV âentendimientoâ.
Tampoco es la ÏÎ¿Î»Ï ÏÎ¿Î¯ÎºÎ¹Î»Î¿Ï ÏοÏία Ïοῦ Îεοῦ ( Efesios 3:10 ) una analogÃa válida, siendo el pensamiento expresado allà el de las muchas y diversas formas en que la sabidurÃa Divina se manifiesta y se realiza. Lo mismo debe decirse de la frase ÏÏÏνηÏÎ¹Ï Î¸ÎµÎ¿á¿¦ en la narración de la decisión de Salomón ( 1 Reyes 3:28 ); porque expresa una prudencia o inteligencia dada a Salomón por Dios o divina en calidad.
Incluso si fuera más seguro de lo que es que existe una garantÃa bÃblica para afirmar la ÏÏÏνηÏÎ¹Ï de Dios, la ÏάÏá¿ pone esa referencia fuera de discusión aquÃ; Ïá¾¶Ï siendo una definición extensiva, no intensiva, que expresa no la más alta sabidurÃa y prudencia, sino toda la sabidurÃa y prudencia posibles, todo tipo de tales atributos ( cf. Winer-Moult., p. 137). Es cierto que hay casos en el griego clásico que podrÃan darnos derecho a tomar Ïá¾¶Ïα ÏοÏία como equivalente a Ïá¾¶Ïα ἡ ÏοÏία, âtoda la sabidurÃaâ, âla suma de la sabidurÃaâ ( cf.
Kühner, Gram. , ii., § 465; Anm. , 8). Pero no parece haber ningún ejemplo cierto de eso en el griego del NT. Además, es la gracia de Dios lo que se magnifica en el párrafo, y eso no con respecto a otras cualidades en Dios mismo, sino con respecto a lo que hace por nosotros. Por lo tanto, la mayorÃa (Harl., Mey., Ell., Abb., Haupt, etc.) entienden que la cláusula no se refiere a Dios el Dador, sino a nosotros los receptores.
Esto se confirma también por el ἵνα ÏληÏÏθá¿Ïε Ïὴν á¼ÏίγνÏÏιν Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ á¼Î½ ÏάÏá¿ ÏοÏίᾳ καὶ ÏÏ Î½ÎÏει de Colosenses 1:9 ; por el lugar asignado a la sabidurÃa cristiana en las EpÃstolas a los Efesios y Colosenses; y también hasta cierto punto por paralelos parciales como estos: á¼Î½ ÏάÏá¿ ÏοÏίᾳ ( Colosenses 3:16 ); á¼ÏÎ»Î¿Ï ÏίÏθηÏε á¼Î½ αὠ- á¿·, á¼Î½ ÏανÏá½¶ λÏγῳ καὶ ÏάÏῠγνÏÏει ( 1 Corintios 1:5 ), etc.
[47] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[48] ââCodex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[49] Codex Cryptoferratensis (sæc. vii.), un fragmento de palimpsesto que contiene el cap. 11:9 19, editado por Cozza en 1867 y citado por Tischendorf.
[50] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[51] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[52] Codex Porphyrianus (sæc. ix.), en San Petersburgo, recopilado por Tischendorf. Su texto es deficiente para el cap. Efesios 2:13-16 .
Queda, sin embargo, la cuestión del sentido preciso de los dos sustantivos. ΣοÏία aparece con frecuencia en el NT en general y en los escritos paulinos en particular; ÏÏÏνηÏÎ¹Ï ocurre solo dos veces en todo el NT, a saber. , en Lucas 1:17 (donde la RV lo traduce como âsabidurÃaâ) y aquÃ. Como en el presente pasaje, los dos sustantivos también se unen en 1 Reyes 3:12 ; 1 Reyes 4:29 ; Proverbios 1:2 ; Proverbios 8:1 ; Daniel 1:17 ; Daniel 2:21 ; Daniel 2:23 .
Asà también en Joseph., Antiq. , ii., 5, 7, viii., 7, 5. Hay una distinción entre ellos que se coloca en la literatura griega y romana, Aristóteles, por ejemplo , define ÏοÏία como á¼ÏιÏÏήμη καὶ Î½Î¿á¿¦Ï Ïῶν ÏιμÏÏάÏÏν Ïá¿ ÏÏÏει y ÏÏÏνηÏÎ¹Ï ÏεÏá½¶á½¶Ïá½¶Ïá½¶. Ïá½° á¼Î½Î¸ÏÏÏινα καὶ ÏεÏὧν á¼ÏÏι Î²Î¿Ï Î»ÎµÏÏαÏθαι ( Eth.
Nic. , vi., 7). Platón trata de ÏÏÏνηÏÎ¹Ï como la sabidurÃa de la acción, sabidurÃa prudencial o sagacidad ( Leyes , i., 631 [53]; 632 [54], etc.) y como la facultad por la cual juzgamos Ïί ÏÏακÏÎον καὶ Ïί οὠÏÏακÏÎον ] Def. , 411). Philo toma ÏοÏία para relacionar ÏÏá½¸Ï Î¸ÎµÏαÏείαν Îεοῦ y ÏÏÏνηÏÎ¹Ï para relacionar ÏÏá½¸Ï á¼Î½Î¸ÏÏÏÎ¯Î½Î¿Ï Î²Î¯Î¿Ï Î´Î¹Î¿Î¯ÎºÎ·Ïι ( De Prom.
et Poen. , 14). Cicerón nuevamente describe al primero como rerum divinarum et humanarum scientia y al segundo como rerum expetendarum fugiendarumque scientia ( Off. , i., 43); mientras que otros explican ÏοÏία como á¼ÏιÏÏήμη θείÏν Ïε καá¼Î½Î¸ÏÏÏίνÏν y ÏÏÏνηÏÎ¹Ï como á¼ÏιÏÏήμη á¼Î³Î±Î¸á¿¶Î½ καὶ κακῶν (Sext. Emp., p. 720; plut., Mor., Mor., Mor., Mor., Mor., Mor.
, 1066D). En todas estas definiciones, ÏοÏία es la idea mayor, sabidurÃa en el sentido más general, y ÏÏÏνηÏÎ¹Ï es la idea secundaria, expresando un resultado o aplicación particular de ÏοÏία. Asà parece ser también sustancialmente con el uso bÃblico de los términos. ΣοÏία es la inteligencia moral colectiva, âpercepción de la verdadera naturaleza de las cosasâ (Light.), y en las EpÃstolas Paulinas es esta inteligencia en especial como conocimiento del plan divino de salvación escondido por mucho tiempo y ahora revelado; mientras que ÏÏÏνηÏÎ¹Ï es el uso práctico de la sabidurÃa, el producto de la sabidurÃa ( cf.
Proverbios 10:23 , ἡ δὲ ÏοÏία á¼Î½Î´Ïá½¶ ÏίκÏει ÏÏÏνηÏιν), âel correcto uso y aplicación de la ÏÏήν â (Trinchera), la facultad de discernir la disposición o acción adecuada. Las riquezas, las riquezas abundantes, de la gracia derramada en nosotros quedaron reveladas en la concesión de estos dones de comprensión espiritual y discernimiento práctico con referencia a las cosas profundas del Consejo Divino y la Revelación Divina.
[53] Codex Ephraemi (sæc. v.), el palimpsesto de ParÃs, editado por Tischendorf en 1843.
[54] Codex Sangermanensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, ahora en San Petersburgo, anteriormente perteneciente a la AbadÃa de Saint-Germain-des-Prés. Su texto depende en gran medida del de D. La versión latina, e (una copia corregida de d), ha sido impresa, pero con una precisión incompleta, por Belsheim (185).
VersÃculo 9
γνÏÏίÏÎ±Ï á¼¡Î¼á¿Î½: habiéndonos dado a conocer . Mejor, âen lo que nos dio a conocerâ. Como en Efesios 1:5 el aor. parte, es modal , no temporal , expresando un acto no concebido como anterior al insinuado por el tiempo definido, pero coincidente con él y enunciando la forma en que tuvo efecto.
El ἡμá¿Î½ significa para nosotros los cristianos en general, no para nosotros los Apóstoles en particular, y el conocimiento en cuestión es la comprensión o percepción espiritual. Fue al darnos a conocer cierto secreto de Su consejo que Dios hizo que Su gracia abundara para con nosotros en toda sabidurÃa y discernimiento. La revelación de este secreto a nuestras mentes significó otorgarnos todo lo que está implÃcito en la sabidurÃa y la inteligencia.
Ïὸ Î¼Ï ÏÏήÏιον Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ: el misterio (o secreto ) de Su voluntad . El gen. es el gen ordinario . objecti , el misterio tocante o concerniente a Su voluntad; no el gen. subjecti , el misterio que se origina en Su voluntad, ni el gen. apositivo , como si fuera simplemente otra forma de âSu voluntad ocultaâ. La palabra Î¼Ï ÏÏήÏιον, que en griego clásico significaba algo secreto , especialmente los secretos de la religión comunicados solo a los iniciados y por ellos para que no se contaran, se usa en los libros apócrifos de cosas ocultas, p.
gramo. , los consejos de Dios (Sb 2,22; Jdt 2,2), y en el NT ocasionalmente de cosas no claras al entendimiento ( 1 Corintios 13:2 ; 1 Corintios 14:2 ), o del sentido mÃstico de las cosas dichos, nombres, apariencias ( Efesios 5:32 ; Apocalipsis 1:20 ; Apocalipsis 17:5 ).
Pero su sentido distintivo en el NT es el de algo una vez escondido y ahora revelado, un secreto ahora abierto. En este sentido se aplica al plan Divino de redención en su conjunto ( Romanos 16:25 ; 1 Corintios 2:7 ; Efesios 6:19 ; Colosenses 1:26 ; 1 Timoteo 3:9 ; 1 Timoteo 3:16 , etc. .
), o a cosas particulares pertenecientes a ese plan divino la inclusión de los gentiles ( Romanos 11:25 ; Efesios 3:3 ; Efesios 3:9 ), la transformación de los cristianos vivos en la tierra al regreso de Cristo ( 1 Corintios 15:52 ) , la unión de Cristo y la Iglesia ( Efesios 5:32 ).
No transmite la idea de algo que no podemos asimilar o comprender, incluso cuando se nos declara. Es peculiarmente frecuente en las epÃstolas afines a los Efesios y Colosenses, encontrándose en ellas diez de las veintiséis o veintisiete apariciones. Tampoco se limita absolutamente a las cosas de la gracia. Pablo habla también del âmisterio de la iniquidadâ ( 2 Tesalonicenses 2:7 ).
La redención realizada por medio de Cristo es el secreto escondido por siglos en el Consejo Divino y ahora revelado. Esta es también la verdad, cuya revelación a nuestro entendimiento significó un don de gracia tan grande en el camino de la intuición y el discernimiento espiritual. καÏá½° Ïὴν εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î±Î½ αá½Ïοῦ : según Su beneplácito . Esto no debe adjuntarse ni al Î¼Ï ÏÏήÏÎ¹Î¿Ï Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ, que no necesita más definición, ni al siguiente ÏÏοÎθεÏο, κ.
Ï. λ., sino al γνÏÏίÏαÏ, precisamente como se declaró que el ÏÏοοÏίÏÎ±Ï anterior era καÏá½° Ïὴν εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î±Î½ Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ ( Efesios 1:5 ). La apertura de este secreto para nosotros después del silencio de las edades tuvo su base y razón en nada más que el consejo de gracia o el libre propósito de Dios.
ἣν ÏÏοÎθεÏο: lo que Ãl se propuso . Este verbo ÏÏοÏίθεμαι ocurre solo tres veces en el NT, y los tres casos están en las EpÃstolas Paulinas: una vez de propósito humano ( Romanos 1:13 ), una vez de la acción divina ( Romanos 3:25 ), y una vez (aquÃ) de la Propósito divino.
El propósito eterno de Dios está a la vista, como lo muestra el contexto. La ÏÏο en el verbo compuesto, sin embargo, no expresa la idea de lo pretemporal . Parece tener el sentido local puesto delante de uno mismo y tan determinante . á¼Î½ αá½Ïá¿·: en Sà mismo . Algunos lo hacen âen élâ, es decir, en Cristo (Chrys., Luth., Bengel, Hofm., Light., Wycl., Vulg., etc.
), y esto estarÃa bastante de acuerdo con la declaración subsiguiente del propósito eterno como uno que Dios âse propuso en Cristo Jesús el Señorâ ( Efesios 3:11 ). Pero Dios y Su voluntad son los temas a la vista aquÃ, y la mención de Cristo parece demasiado remota para que el αá½Ïá¿· se refiera naturalmente a Ãl. El propósito es la propia determinación libre de Dios, que se origina en Su propia mente llena de gracia.
La lectura á¼Î½ αá½Ïá¿· es adoptada por Mey., Ell., etc., mientras que á¼Î½ αá½Ïá¿· la da Lachm., Tisch., WH, Harl., etc. La cuestión de si el NT conoce otra forma que á¼Î±Ï Ïοῦ como el reflejo de la tercera persona todavÃa se debate. Se insiste ( p. ej ., por Bleek, Buttm., etc.) que el NT no usa αá½Ïοῦ, sino solo á¼Î±Ï Ïοῦ en la mayorÃa de los casos o al menos en la gran mayorÃa, por motivos como estos, a saber.
, que el MSS. tener á¼ÏÏ, á¼Ïί, á½ÏÏ, etc., y no á¼Ïʼ, á¼Ïʼ, á½Ïʼ, antes de αá½Ïοῦ; que en la segunda persona encontramos solo ÏÎµÎ±Ï Ïοῦ, no ÏÎ±Ï Ïοῦ; y que los pronombres personales de primera y segunda se usan a menudo en el NT en lugar del reflexivo, aunque no cuando el pronombre depende inmediatamente del verbo. Lightfoot concluye que âαá½Ïοῦ, etc.
, puede usarse para á¼Î±Ï Ïοῦ, etc., en casi todas las conexiones, excepto donde es el objeto directo del verboâ (ver su nota sobre Colosenses 1:20 ). Por otro lado, Ell. opina que se da la forma reflexiva âdonde la atención se dirige principalmente al temaâ, y la no reflexiva donde se âdesvÃa por la importancia de los detallesâ.
Winer, aunque admite que en la mayorÃa de los pasajes αá½Ïοῦ, etc., serÃa suficiente, escribirÃa αá½Ïοῦ, etc., ciertamente en algunos casos como Juan 9:21 (αá½Ïá½¸Ï ÏεÏá½¶ αá½Ïοῦ λαλήÏει) y Romos Romanos 3:25 (á½Î½ ÏÏοÎθεÏο ὠθ θÏabilidor â¦ Îµá¼°Ï á¼Î½Î´ÎµÎ¹Î¾Î¹Î½ Ïá¿Ï δικαιοÏÏÎ½Î·Ï Î±á½Ïοῦ), y lo preferirÃa también en pasajes como Marco 7:35 ; Lucas 12:34 ; Lucas 19:15 ; Romanos 14:14 ; Apocalipsis 11:7 ; Apocalipsis 13:2 ; como también aquà en Efesios 1:9 . Véase Buttm., pág. 111; Win.-Moult., pág. 188; Bleek, heb. , ii., pág. 69.
VersÃculo 10
Îµá¼°Ï Î¿á¼°ÎºÎ¿Î½Î¿Î¼Î¯Î±Î½: a una dispensa . Esto expresa el fin que Dios tenÃa a la vista en lo que se habÃa propuesto. Algunos (Erasm., Calv., etc.) dan a Îµá¼°Ï el sentido temporal de usque ad. Pero la idea es más bien la más definida de diseño . Dios tenÃa Su razón para la larga demora en la revelación del âmisterioâ. Esa razón residÃa en el hecho de que el mundo no estaba maduro para la dispensación de la gracia que formaba el contenido del misterio.
En griego clásico, la palabra οἰκονομία tenÃa los dos significados de ( a ) administración , la gestión de una casa o de una propiedad, y ( b ) el cargo de administrador o mayordomo. Se usaba para cosas tales como la disposición de las partes de un edificio (Vitruv., i., 2), la disposición de las partes de un discurso (Quint., Inst. , iii., 3), y más particularmente de la administración financiera de una ciudad (Arist.
, pol. , Efesios 3:14 ; cf. Luz., Notas, sub voc. ). Tiene el mismo doble sentido en el NT un arreglo o administración de las cosas (en los pasajes de la presente EpÃstola y en 1 Timoteo 1:4 ), y el oficio de administrador en particular la mayordomÃa que Dios le confió a Pablo ( 1 Corintios 9:17 ; Colosenses 1:25 ).
La idea en la base de la declaración aquÃ, por lo tanto, como también en el pasaje algo análogo en Gálatas 4:1-11 , es la de una gran casa de la cual Dios es el Amo y que tiene un cierto sistema de administración sabiamente ordenado por A él. Cf. la figura de la Iglesia como casa de Dios ( 1 Timoteo 3:15 ; Hebreos 3:2-6 ; 1 Pedro 4:17 ), y las parábolas que discurren en términos de Dios como οἰκοδεÏÏÏÏÎ·Ï ( Mateo 13:27 ; Mateo 20:1 ; Mateo 20:11 ; Mateo 21:33 ; Lucas 13:25 ; Lucas 14:21 ).
Ïοῦ ÏληÏÏμαÏÎ¿Ï Ïῶν καιÏῶν: del cumplimiento de los tiempos . Es decir, una dispensación perteneciente al cumplimiento de los tiempos. El gen. no puede ser el gen. objecti (Storr, etc.), ni el epexegetic gen. (Harl.), pero debe ser de cualidad caracterÃstica, âuna dispensación propia del cumplimiento de los tiemposâ (Mey.), o puede expresar la relación de tiempo , como en ἡμÎÏá¾³ á½Ïγá¿Ï ( Romanos 2:5 ), κÏίÏÎ¹Ï Î¼ÎµÎ³Î¬Î»Î·Ï á¼¡Î¼ÎÏÎ±Ï ( Judas 1:6 ).
En Gálatas 4:4 la frase toma la forma más general Ïὸ ÏλήÏÏμα Ïοῦ ÏÏÏÎ½Î¿Ï ; aquà tiene la forma más especÃfica Ïὸ ÏλήÏÏμα Ïῶν καιÏῶν, la plenitud de las estaciones , o serie de tiempos señalados y determinados. Es probable que la idea de la idoneidad de los tiempos también se exprese mediante καιÏῶν a diferencia de ÏÏÏνÏν, siendo el primero un término cualitativo y el segundo cuantitativo (ver Light.
, Notas , pág. 70). Cf. Hebreos 1:1 , y especialmente el ÏεÏλήÏÏÏαι ὠκαιÏÏÏ de Marco 1:15 . En el griego clásico, ÏλήÏÏμα parece tener tanto el sentido pasivo, âaquello que se llenaâ, como el sentido activo, âaquello que llenaâ.
El primero es raro, el segundo es bastante común. Véase Lidd. y Scott, Lex. , y Rost u. Palm., Worth., sub voce . En el NT también parece tener ambos sentidos (aunque esto se cuestiona); la pasiva se encuentra en los grandes pasajes doctrinales de las epÃstolas paulinas ( Efesios 3:19 ; Efesios 4:13 , etc.
), el activo ocurre con más frecuencia y en una variedad de aplicaciones ( Mateo 9:16 ; Marco 2:21 ; Marco 6:43 ; Marco 8:20 ; Romanos 11:12 ; 1 Corintios 10:26 ).
Con referencia al tiempo significa âcomplementarâ el tiempo particular que completa un largo perÃodo anterior o una serie previa de temporadas. Por lo tanto, el significado de la declaración parece ser este: Dios tiene Su casa, el reino de los cielos, con su disposición especial de los asuntos, su οἰκονÏÎ¼Î¿Ï o mayordomo (que es Cristo), su propio método de administración y sus dones. y privilegios destinados a sus miembros.
Pero estos dones y privilegios no podÃan dispensarse en su plenitud mientras aquellos a quienes estaban destinados fueran menores de edad ( Gálatas 4:1-3 ) y no estuvieran preparados para ellos. DebÃa transcurrir un perÃodo de espera, y cuando el proceso de formación terminaba y llegaba el momento de la madurez, los dones podÃan ser entregados en su totalidad.
Dios, el Amo de la Casa, tenÃa en vista este tiempo apropiado como el propósito oculto de Su gracia. Cuando llegó ese momento, reveló Su secreto en la encarnación de Cristo e introdujo la nueva disposición de las cosas que explicaba Su trato anterior con los hombres y la larga demora en la revelación del propósito completo de Su gracia. Asà llegaron los Padres a hablar de la encarnación como la οἰκονομία (Just.
, marcar. , 45, 120; Iren., i., 10; Orig., C. Cels. , ii., 9, etc.). Esta âeconomÃa del cumplimiento de las estacionesâ, por lo tanto, es esa mayordomÃa de la gracia divina que iba a ser el encargo de Cristo, en otras palabras, la dispensación del Evangelio, y esa dispensación como cumpliéndose en todo el perÃodo desde la primera venida de Cristo a la segunda. En este último aspecto el presente pasaje difiere del de Gálatas 4:4 .
En este último, âel cumplimiento del tiempoâ parece referirse definitivamente a la misión de Cristo en el mundo y Su obra allÃ. Aquà el contexto (especialmente la idea expresada por la siguiente cláusula) extiende la referencia a la finalización final de la obra y el cierre de la dispensación en la Segunda Venida. á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαιÏÏαÏθαι: para resumir . O, teniendo en cuenta la Voz Media, "para resumir por Sà mismo".
La oración asà introducida es uno de la clase selecta de pasajes que se refieren a las relaciones cósmicas de la Persona u Obra de Cristo. Es uno de gran importancia doctrinal. Su significado exacto, sin embargo, es entendido de manera muy diferente por diferentes intérpretes. Cada palabra en él requiere atención. En primer lugar, está la cuestión de su relación precisa con el párrafo del que forma parte. La inf.
es tomado por la mayorÃa (Mey., Ell., etc.) como la inf. epexegética , transmitiendo algo complementario o explicativo de la declaración anterior, y asà = "a saber (o a saber), para resumir". Es que inf., sin embargo, en el aspecto particular de consecuencia o resultado contemplado = âpara resumirâ (asà Light.; cf. Win.-Moult., pp. 399, 400). Pero, ¿con qué parte del párrafo está conectada inmediatamente esta oración complementaria? El significado doctrinal de la sentencia depende en gran medida de la respuesta a la pregunta, y la respuesta adopta diferentes formas.
Algunos entienden que la cosa que se explica o complementa es toda la idea contenida en la declaración de γνÏÏίÏÎ±Ï en adelante, âa la vez el contenido de la Î¼Ï ÏÏήÏιον, el objeto de la εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î±, y el objeto reservado para la οἰκâ. (Tejido.). Otros lo limitan al Î¼Ï ÏÏήÏιον (Bez., Harl., Kl [55]), o al ÏÏοÎθεÏο (Flatt, Hofm.). Otros entienden que se refiere al εá½Î´Î¿ÎºÎ¯Î±Î½ en particular, considerándose la cláusula ἣν⦠καιÏῶν como un paréntesis (Alf.
, Alto); y otros consideran que revela el significado de la cláusula inmediatamente anterior, el οἰκονομίαν Ï. Ï. Ï. k. (Mey., etc.). El último parece ser el punto de vista más simple, los otros implican una mayor o menor lejanÃa de la oración explicativa de la oración a ser explicada. Asà que el punto serÃa que la economÃa , el nuevo orden de cosas que Dios en el propósito de Su gracia tenÃa en vista para el cumplimiento de las estaciones, era uno que tenÃa por fin u objeto un cierto resumen de todas las cosas.
Pero, ¿en qué sentido debe entenderse este resumen ? El significado preciso de esta rara palabra á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαιÏÏαÏθαι tiene que ser analizado. En los clásicos se usa para repetir sumariamente los puntos de un discurso, reuniendo su argumento en forma resumida. Entonces Quintilian explica el sustantivo á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαίÏÏÎ¹Ï como Rerum Repetitio et Congregatio (VI., 1), y Aristotle habla del á¼Ïγον ῥηÏοÏικá¿Ï como á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαιÏÏαÏθαι ÏÏá½¸Ï á¼Î½Î¬Î¼Î½Î·Ïιν (frag .
, 123). En griego tardÃo el verbo significa también presentar en forma compendiosa o reproducir ( Protev. fac. , 13). El verbo simple κεÏαλαιοῦν en los clásicos denota de manera similar declarar sumariamente , o poner bajo encabezados (Thuc. iii., 67, vi., 91, etc.), y el sustantivo κεÏάλαιον se usa en el sentido del punto principal ( Platón, Leyes , 643 D), la suma de la materia (Pind.
, P. , 4, 206), un encabezado o tema en un argumento (Dionys. Hal., De Rhet. , x., 5), una recapitulación de un argumento (Platón, Tim. , 26, etc.). En el NT, el verbo á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαιÏÏαÏθαι aparece solo dos veces, aquà y en Romanos 13:9 ; en este último pasaje se usa para resumir los diversos mandamientos en el único requisito del amor al prójimo.
El verbo simple κεÏαλαιοῦν ocurre solo una vez, a saber. , en Marco 12:4 , donde tiene el sentido de herir en la cabeza ; pero el texto es incierto allÃ, TTrWH leyendo á¼ÎºÎµÏαλίÏÏαν con [56] [57] [58], etc. El sustantivo κεÏάλαιον se encuentra dos veces, a saber. , en Hechos 22:28 , donde tiene el sentido de una suma de dinero (como en LevÃtico 6:5 ; Números 5:7 ; Números 31:26 ), y en Hebreos 8:1 , donde significa el punto principal en las cosas que el escritor ha estado diciendo.
La idea predominante que transmiten estos términos, por lo tanto, parece ser la de un resumen lógico, retórico o aritmético. La posterior especificación de los objetos de la á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαιÏÏαÏθαι, sin embargo, deja claro que lo que aquà se trata no es un resumen lógico o retórico, sino real u objetivo. Además, como el verbo no proviene de κεÏαλή sino de κεÏάλαιον, no se refiere a la suma de las cosas bajo una cabeza , y el punto de vista, por lo tanto, no es el de la jefatura de Cristo que viene a una expresión distinta en el cierre del capÃtulo.
Por otra parte, no parece necesario limitar el sentido de la palabra (con Haupt) a la idea de un resumen o presentación compendiosa de las cosas en una sola persona. Queda la pregunta sobre la fuerza de la preparación. en el verbo compuesto. Muchos toman el á¼Î½Î± para agregar la idea de otra vez , y para hacer que el resultado o el fin en vista sea traer de vuelta las cosas a una unidad que una vez existió pero que se habÃa perdido.
Asà lo entienden Pesh., Vulg., Tertull. ( p. ej ., en su Adv. Marc. , v., 17, âaffirmat omnia ad initium recolligi in Christoâ; en De Monog. , 5, âadeo in Christo omnia revocantur ad initiumâ, etc.), Mey., Alf., Abb., etc. Por otro lado, Chrys. hace que el verbo compuesto sea equivalente a ÏÏ Î½Î¬Ïαι; y la idea de un regreso a una condición anterior se ve negativa por muchos, el á¼Î½Î± se toma como el sentido que tiene en á¼Î½Î±Î³Î¹Î½ÏÏκειν, á¼Î½Î±ÎºÏίνειν, á¼Î½Î±ÎºÏ κᾶν, á¼Î½Î±Î»Î¿Î³Î¯Î¶ÎµÏθαι, á¼Î½Î±Î¼ medicamento.
, y expresar la idea de â repasar los elementos separados con el propósito de unirlosâ (Light., Notes , p. 322). El uso en general está del lado de este último punto de vista y, en consecuencia, algunos llegan a la conclusión de que este "resumir" no es la recuperación de una unidad prÃstina rota, sino la reunión de objetos ahora separados y no relacionados en un final. , unidad perfecta.
Sin embargo, se puede decir que el verbo, si no expresa definitivamente la idea de la restauración de una unidad perdida, toma esa idea del contexto. Porque toda la declaración, de la cual forma parte la cláusula á¼Î½Î±ÎºÎµÏαλαιÏÏαÏθαι, corre en términos de una redención , y el pasaje afÃn en Colosenses 1:20 habla de una reconciliación final de todas las cosas.
Ïá½° ÏάνÏα: todas las cosas . Una frase todo-inclusiva, equivalente a la totalidad de la creación; no sólo cosas , ni tampoco sólo hombres o seres inteligentes (aunque la frase pudiera tener ese sentido, cf. Gálatas 3:22 ), sino, como muestra el contexto, todos los objetos creados, hombres y cosas. Cf.
la expresión universal en Colosenses 1:20 . á¼Î½ Ïá¿· ΧÏιÏÏá¿·: en Cristo , o más bien âen el Cristoâ, la introducción del artÃculo indica que el término tiene aquà su sentido oficial. Lo mismo es claramente el caso en Efesios 1:12 y, como advierte Alford, el artÃculo no parece estar adjunto al término ΧÏιÏÏÏÏ después de una preparación.
a menos que algún punto especial esté a la vista. El punto de unión en esta reunión de todas las cosas es el Cristo de Dios. En Ãl deben ser unificados. las cosas en los cielos . y las cosas sobre la tierra . O, según la mejor lectura y como en RV marg., las cosas sobre los cielos, y las cosas sobre la tierra .
La lectura del TR, aunque respaldada por [59] [60] [61], la mayorÃa de las cursivas, Chrys., etc., debe dar lugar a Ïá½° á¼Ïá½¶ Ïοá¿Ï οá½Ïανοá¿Ï, que es adoptado por LTTrWH sobre la base de [62] [ 63] [64] [65], etc. Es una forma inusual para la frase compuesta, el término á¼Ïá½¶ Ïá¿Ï γá¿Ï normalmente se acopla con á¼Î½ Ïοá¿Ï οá½Ïανοá¿Ï ( cf. Efesios 3:15 ; también el paralelo en Colosenses 1:20 , donde el á¼Ïί está mal atestiguado).
El á¼Ïί en á¼Ïá½¶ Ïοá¿Ï οá½Ïανοá¿Ï, sin embargo, puede tener la fuerza de AT , que tiene en frases como á¼Ïá½¶ ÏÏλá¿Ïιν ( il. , III., 149), á¼Ïá½¶ ÏÏÏγῳ ( il. , VI., 431), á¼Ïá½¶ ÏÏ ÏÎ±Ï Ï Â° Ï Ï. ( Hechos 3:10-11 ), siendo considerados los cielos, como piensa Meyer, como âlas estaciones en las que se encuentran las cosas en cuestiónâ.
La frase en sus dos partes contrastadas define el Ïá½° ÏάνÏα anterior, dejando clara la naturaleza todo-inclusiva de su universalidad al nombrar sus grandes divisiones. No debe entenderse que se refiere en su primera sección a ninguna clase en particular, espÃritus en el cielo, santos difuntos de los tiempos del Antiguo Testamento, ángeles (como pensaron incluso Cris. y Calv.), judÃos , y en su segunda sección especÃficamente a los hombres . o a los gentiles .
Explica la universalidad expresada por Ïá½° ÏάνÏα como la universalidad más amplia y completa posible, incluida la suma total de los objetos creados, dondequiera que se encuentren, ya sean hombres o cosas. á¼Î½ αá½Ïá¿·: en él . Reanudación enfática del á¼Î½ Ïá¿· ΧÏιÏÏá¿· y transición a la siguiente declaración, reafirmando solemnemente también, como Ell. sugiere, dónde se encuentra el verdadero punto de unidad diseñado por Dios, o la esfera de su manifestación.
[55] Klöpper.
[56] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[57] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[58] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[59] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[60] Codex Boernerianus (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Dresde, editado por Matthæi en 1791. Escrito por un escriba irlandés, una vez formó parte del mismo volumen que el Codex Sangallensis (δ) del evangelios El texto latino, g, se basa en la traducción OL.
[61] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[62] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[63] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[64] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[65] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
Se ha supuesto que el pasaje (Orig., Crell., etc.) enseña la doctrina de una Restauración Universal. Pero interpretado como arriba, no tiene nada que ver con tal doctrina, ya sea en el sentido de una salvación final de todos los hombres incrédulos e injustos o en el de una recuperación final de todos los seres malvados, demonios y hombres por igual. Tampoco, de nuevo, se refiere particularmente al caso del individuo .
Habla, como advierte Meyer, del âagregado de cosas celestiales y terrenalesâ, y de eso como destinado a hacer una verdadera unidad al fin. Otro punto de vista de la importancia general de la declaración, que ha sido elaborado con mucha habilidad por Haupt, requiere alguna atención. Presionando al máximo el sentido de un resumen o sumario , que él considera como la idea esencialmente contenida en los términos en cuestión, sostiene que el significado de la declaración es que en Cristo, quien pertenece a la vez a la humanidad y al mundo celestial , debe verse la presentación compendiosa de todos los seres y cosas que en Su persona debe resumirse la totalidad de los objetos creados, tanto terrenales como celestiales, para que fuera de Ãl nada exista.
Ãl busca el paralelo adecuado a esto no en Colosenses 1:20 , sino en Colosenses 1:16-17 , donde se dice de Cristo que âen Ãl fueron creadas todas las cosasâ y que âtodas las cosas en Ãl subsistenâ. Y apela en apoyo de su punto de vista al uso del verbo afÃn ÏÏ Î³ÎºÎµÏαλαιοῦÏθαι en Xen.
( Cyr. , viii., 1, 15, viii., 6, 14), donde expresa la organización de una multitud de esclavos bajo un solo representante, en quien ellos y sus actos estaban tan encarnados que Ciro podÃa negociar con todos cuando trataba. con el uno Pero la idea de la agencia de Cristo en la primera creación y el mantenimiento continuo de las cosas no se expresa en el pasaje de Efesios, y aunque es el Cristo preexistente el que está a la vista en Colosenses 1:16 , aquà es el Cristo resucitado. .
Queda, por lo tanto, que el presente pasaje pertenece a la misma clase que Romanos 8:20-22 ; Colosenses 1:20 , etc., y expresa la verdad de que Cristo debe ser el punto de unión y reconciliación de todas las cosas, para que toda la creación sea finalmente restaurada por Ãl a su condición normal de armonÃa y unidad.
VersÃculo 11
á¼Î½ á¾§ καὶ: en quien también nosotros . La Í ÎºÎ±Î¯ no califica a los sujetos (porque no hay ἡμεá¿Ï enfático, ni hay tal contraste entre ἡμεá¿Ï y á½Î¼Îµá¿Ï aquà como aparece en Efesios 1:12-13 ), sino que se refiere a lo que expresa el verbo y presenta que como algo adicional a lo expresado por el verbo precedente.
El ânosotrosâ, por lo tanto, designa a los cristianos inclusive, y el καί le da a la oración esta fuerza âno solo fue el propósito de Dios dar a conocer el secreto de Su gracia a nosotros los cristianos, sino que este propósito también se cumplió en nosotros en el punto de hecho y fuimos hechos Suyos no sólo escogidos para Su porción sino que realmente la hicimosâ. La AV âen quien también nosotrosâ parece seguir la traducción errónea de la Vulg.
, in quo etiam nos. Igualmente culpables son aquellos (incluidos incluso Wetstein y Harless) que limitan el "nosotros" a los cristianos judÃos aquÃ. á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν: fueron hechos herencia . La lectura á¼ÎºÎ»Î®Î¸Î·Î¼ÎµÎ½, encontrada en algunas unciales y favorecida por Griesb., Lachm., Rück., puede ser una glosa de Romanos 8:13 , o posiblemente un simple caso de transcripción errónea debido a los ojos defectuosos de algún escriba.
El verbo á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν tiene un significado discutido aquÃ. Esta es su única aparición en el NT. La forma compuesta ÏÏοÏκληÏοῦν también aparece en el NT, pero sólo una vez ( Hechos 17:4 ). En griego clásico, κληÏοῦν significa echar la suerte , elegir por sorteo y repartir. Tanto en los clásicos como en el NT κλá¿ÏÎ¿Ï denota mucho , y luego una porción asignada .
El cognado κληÏονομεá¿Î½ significa obtener por sorteo , obtener una porción asignada , y asà heredar ; y κληÏονομία, que en la LXX a menudo representa × Ö·×Ö²×Ö¸×, significa una propiedad heredada o una posesión . En el AT se usa técnicamente de la porción asignada por sorteo a cada tribu en la tierra prometida, y de la Tierra Santa misma como posesión de Israel dada por Dios ( Deuteronomio 4:38 ; Deuteronomio 15:4 ).
En el NT adquiere el sentido más elevado de la bienaventuranza del reino mesiánico, la posesión destinada del cristiano en la consumación del Reino de Dios. Las afinidades de κληÏοῦν muestran que puede tener el sentido definido de herencia . De hecho, algunos alegan ( p. ej ., Abb.) que la única idea expresada en κληÏοῦν es la de asignar un lote o porción , y que la noción de herencia no le pertenece.
Pero las porciones de tierra asignadas por sorteo a las tribus de Israel a su entrada en Canaán estaban aseguradas inalienablemente, y los lotes pertenecientes a cada familia estaban tan asegurados a la familia de padre a hijo que era impÃo dejarlos pasar a las manos de extraños ( cf. el caso de Nabot, 1 Reyes 21:3 ).
AsÃ, la idea de lote o porción pasó a la de herencia . AsÃ, también en el AT las bendiciones del pueblo de Dios, reconocidas como poseÃdas por el don gratuito de Dios y no por el mérito del pueblo, llegaron a ser descritas en términos de una herencia , y Dios mismo, el Dador de todo, fue considerado como la porción suprema de Su pueblo, la posesión que hizo su herencia ( Salmo 16:5-11 ).
Pero en el AT también existÃa la idea contraria de que Israel era la porción o herencia del Señor, escogida por Ãl mismo para ser Su posesión peculiar. A veces estas dos ideas se encuentran en una declaración ( Jeremias 10:16 ). La pregunta, por lo tanto, es ¿cuál de estas dos concepciones está encarnada en el á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν aquÃ? ¿O puede ser que la palabra tenga un sentido algo diferente de cualquiera? Algunos adoptan este último punto de vista, entendiendo que la palabra significa designado por sorteo , o elegido por sorteo, sorte vocati sumus como la Vulg.
lo hace. Asà Syr., Goth., Chrys., Erasm., Estius, etc. Asà también la versión ginebrina da "somos elegidos", y la Rhemish "somos llamados por sorteo". El punto, por lo tanto, serÃa nuevamente la soberanÃa de la elección divina, los cristianos a la vista son descritos como designados para su posición cristiana como por sorteo. Pero cuando se habla de nuestra designación o elección , en ningún otro lugar se dice que sea por sorteo , sino por el propósito o consejo de Dios.
Reteniendo, por lo tanto, la concepción general de una herencia , algunos toman el pasivo á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν por el medio, y lo traducen simplemente como âhemos obtenido una herenciaâ (AV., Conyb.). El pasivo, sin embargo, debe aceptarse como un pasivo real, y la elección se hace entre estas dos interpretaciones: ( a ) fuimos hechos partÃcipes de la herencia, in hereditatem adsciti, enfeoffed en ella (Eadie), y ( b ) fuimos hechos herencia (RV), Î»Î±á½¸Ï á¼Î³ κληÏÎ¿Ï de Dios, tomados por Ãl como Su propia porción peculiar.
El primero es el punto de vista de Harl., Mey., Haupt, etc., y hasta ahora también de Tyndale y Cranmer, quienes traducen ânosotros somos hechos herederosâ. Se trata del pase. κληÏοῦÏθαι en la analogÃa de pasivos tales como ÏιÏÏεÏομαι, Ïθονοῦμαι, διακονοῦμαι; tiene la ventaja de estar de acuerdo con la idea transmitida regularmente por los términos afines κληÏονομία, κληÏονομεá¿Î½; y apunta a un tercer don de Dios del mismo orden que los dos anteriores perdón, sabidurÃa, herencia.
La otra interpretación, sin embargo, "hecho una herencia", "tomado como herencia de Dios" es preferible (con Grot., Olsh., De Wette, Stier., Alf., etc.) por ser en general más consistente con el uso. ; más en armonÃa con la importancia de los otros pasivos en el párrafo; sostenido, quizás, por el uso de ÏÏοÏκληÏÎ¿Ï Î½ en Hechos 17:4 , donde la idea es más bien la de ser asignados a Pablo como discÃpulos que la de unir su suerte (AV y RV = âjuntos conâ) con Pablo; y, en particular, como lo sugiere el Îµá¼°Ï Ïὸ εἶναι que sigue a Îµá¼°Ï Ïὸ á¼Ïειν en lugar de ser Îµá¼°Ï Ïὸ εἶναι lo que seguirÃa naturalmente a la declaración de una herencia que recibimos.
ÏÏοÏιÏθÎνÏÎµÏ ÎºÎ±Ïá½° ÏÏÏθεÏιν: habiendo sido predestinado de acuerdo con el propósito . El hecho de que fuéramos hechos herencia de Dios no es asà declarado como algo incidental, no un evento que pertenece solo al tiempo o uno que tiene su explicación en nosotros mismos, sino un cambio en nuestra vida basado en y como resultado del propósito eterno de la ordenación previa. de Dios mismo. El propósito de Dios se expresa aquà por el término ÏÏÏθεÏιÏ, cuya idea radical es la de la puesta de una cosa ante uno.
Aparece seis veces en las epÃstolas paulinas, y no se limita a una clase de éstas, sino que aparece por igual en las epÃstolas primarias, las epÃstolas del cautiverio y las epÃstolas pastorales ( Romanos 8:28 ; Romanos 9:11 ; Efesios 1:11 ; Efesios 3:11 ; 2 Timoteo 1:9 ; 2 Timoteo 3:10 ).
Fuera de estas epÃstolas, aparece solo dos veces en el NT, ambas veces en Hechos ( Hechos 11:23 ; Hechos 27:13 ) y de propósito humano. Ïοῦ Ïá½° ÏάνÏα á¼Î½ÎµÏγοῦνÏοÏ: de Aquel que hace todas las cosas . La ÏάνÏα tiene el sentido absoluto, y no debe restringirse a âtodas las cosasâ que pertenecen a la gracia y redención Divinas.
La preordenación de los hombres a una relación especial con Dios está conectada con la predestinación de las cosas universalmente. El Dios de los elegidos es el Dios del universo; el propósito que es la base de nuestro ser hecho herencia de Dios es el propósito que abarca todo el plan del mundo; y nuestra posición como κλá¿ÏÎ¿Ï y posesión de Dios tiene detrás tanto la soberanÃa como la eficiencia de la Voluntad que energiza u opera en todas las cosas.
καÏá½° Ïὴν Î²Î¿Ï Î»á½´Î½ Ïοῦ θελήμαÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ: según el consejo de su voluntad . La distinción entre Î²Î¿Ï Î»Î® y θÎλημα. es todavÃa muy debatido, los académicos continúan teniendo puntos de vista exactamente opuestos. Por un lado, están aquellos que sostienen que θÎλειν y sus cognados expresan la voluntad como procedente de la inclinación , y que βοÏλεÏθαι y sus cognados expresan la voluntad como procedente de la deliberación (Grimm, Wilke, Light.
, etc.). Por otro lado, hay quienes sostienen que θÎλειν es la forma que transmite la idea de deliberación y βοÏλεÏθαι la que lleva consigo la idea de inclinación. En muchos pasajes es difÃcil, si no imposible, corroborar cualquier distinción real, ya que los términos se usan a menudo indiscriminadamente. Pero en conexiones como la presente es natural buscar una distinción, y en tales casos la idea de inteligencia y deliberación parece adjuntarse a la Î²Î¿Ï Î»Î®.
Esto parece estar respaldado por el uso que prevalece de hecho en la mayorÃa de los pasajes del NT, y en particular por ocurrencias tales como Mateo 1:19 . AquÃ, por lo tanto, la voluntad de Dios que actúa en Su propósito o decreto predeterminado, al declararse que tiene su Î²Î¿Ï Î»Î® o âconsejoâ, se presenta como actuando no arbitrariamente , sino inteligentemente y por deliberación, no sin razón, sino por razones. , oculto puede estar de nosotros, sin embargo, propio de la Mente Superior y la Naturaleza Moral Más Perfecta.
âSe equivocanâ, dice Hooker, con referencia a este pasaje, âquienes piensan que de la voluntad de Dios no hay razón excepto Su voluntadâ ( Ecc. Pol. , i., 2). También está implÃcito en esta declaración que la predestinación divina, ya sea de las cosas universalmente o de la suerte de los hombres en particular, no es una cosa de necesidad por un lado ni de capricho por el otro, sino una cosa de libertad y de pensamiento; y además, que las razones de esa preordinación no radican en los objetos mismos, sino que son intrÃnsecas a la Mente Divina ya la libre determinación de la Voluntad Divina.
VersÃculo 12
Îµá¼°Ï Ïὸ εἶναι á¼¡Î¼á¾¶Ï Îµá¼°Ï á¼Ïαινον Ïá¿Ï δÏÎ¾Î·Ï Î±á½Ïοῦ : a fin de que seamos para alabanza de Su gloria . El arte. El TR inserta Ïá¿Ï antes de δÏξηÏ, pero con poca autoridad. Se omite en la mayorÃa de las unciales primarias y otros documentos importantes. Por otro lado, algunas autoridades antiguas omiten el αá½Ïοῦ después de δÏξηÏ, especialmente [66] 1 [67].
Esta cláusula establece el fin último que Dios tenÃa en mente al preordenarnos para que seamos Su κλá¿ÏοÏ. No fue para nuestro propio privilegio (ya que los judÃos con sus ideas limitadas y exclusivas habÃan malinterpretado el objeto de Dios en su elección de ellos), sino para que a través de nosotros pudiera manifestarse su gloria. Cf. la declaración profética, âel pueblo que yo formé para mÃ, para que expusiera mi alabanzaâ ( IsaÃas 43:21 ); y pasajes tales como Salmo 144:12 ; Señor 39:10; Filipenses 1:11 ; 1 Pedro 1:7 .
La oración se conecta mejor con el verbo principal, no con el ÏÏοοÏιÏθÎνÏÎµÏ que define el á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν, sino con el á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν. También debe tomarse como un todo, que contiene una idea, precisamente como es el caso con las otras oraciones Îµá¼°Ï á¼Ïαινον en Efesios 1:6 ; Efesios 1:14 .
To break up the clause so as to take the Îµá¼°Ï Ïὸ εἶναι á¼¡Î¼á¾¶Ï to express the end or object , further defined by the ÏÎ¿á½ºÏ ÏÏοηλÏικÏÏαÏ, and to make Îµá¼°Ï á¼Ïαινον Ïá¿Ï δÏÎ¾Î·Ï Î±á½Ïοῦ an incidental or parenthetical clause, is in the highest degree artificial and out de armonÃa con las otras oraciones. Queda la pregunta de si las personas incluidas en el á¼¡Î¼á¾¶Ï son cristianos en general, judÃos o cristianos judÃos en particular.
Para responder a esa pregunta se debe determinar la fuerza de la siguiente cláusula. ÏÎ¿á½ºÏ ÏÏοηλÏικÏÏÎ±Ï á¼Î½ Ïá¿· ΧÏιÏÏá¿·: nosotros que tenÃamos (RV marg., âtenemosâ) antes confiábamos en Cristo . Mejor, nosotros, a saber, que hemos esperado en otro tiempo en el Cristo . El artÃculo que define el ÏÏοηλÏικÏÏÎ±Ï se considera más naturalmente que coloca el ÏÏοηλÏικÏÏÎ±Ï en oposición al á¼¡Î¼á¾¶Ï y explica que el á¼¡Î¼á¾¶Ï ahora se considera una clase particular, y no los sujetos de la gracia de Dios en general.
De hecho, se intenta en más de una forma ( p. ej ., por Hofm., Harl., Abb., Haupt, etc.) interpretar ÏÎ¿á½ºÏ ÏÏοηλÏικÏÏÎ±Ï como el predicado, de modo que el sentido deberÃa ser, âcon el fin de que debemos ser aquellos que antes han esperado (o creÃdo) en Cristoâ. Pero ésta no es una construcción sugerida naturalmente por la forma simple de la oración. También tiene la desventaja de no estar en armonÃa con lo que es el uso predominante, aunque no invariable, del artÃculo para distinguir el sujeto del predicado, y convierte el Îµá¼°Ï á¼Ïαινον κ.
Ï. λ. torpemente en una oración entre paréntesis "a fin de que nosotros, para la alabanza de su gloria, seamos aquellos que hemos esperado en Cristo". Debe notarse además que el ÏÏο en ÏÏοηλÏικÏÏÎ±Ï debe tener su propia fuerza, expresando una esperanza acariciada antes del evento. Algunos entienden esto de manera diferente, tomando el ÏÏο para expresar el hecho de que los cristianos judÃos precedieron a los cristianos gentiles en esperar en Cristo (Beza, Grot.
, Beng., etc.). Otros (De Wette, etc.) harÃan del evento en vista como objeto de esperanza el segundo Advenimiento de Cristo, la ParusÃa de las EpÃstolas. Pero el punto parece ser que hubo aquellos, a saber, judÃos piadosos de los tiempos del AT, que abrigaron una esperanza en el Cristo de la promesa y la profecÃa antes de la aparición de Cristo en la historia. Las palabras son totalmente apropiadas como descripción de aquellos que buscaron a Cristo antes de que Ãl viniera.
la preparacion á¼Î½ se entiende más naturalmente como á¼Î½ después del simple á¼Î»Ïίζειν, por ejemplo , en 1 Corintios 15:19 , y el á¼Î»Ïίζειν debe tener el sentido natural de esperar , no creer o confiar . Sin embargo, nuevamente, el objeto de la esperanza aquà no es ΧÏιÏÏὸÏ, sino ὠΧÏιÏÏÏÏ, â el Cristoâ, âel MesÃasâ.
En consecuencia, el sentido es, "a saber, nosotros, que hemos puesto nuestra esperanza en Cristo antes de que Ãl apareciera". Estas cosas nos ayudan a responder la pregunta ¿Quiénes son las personas a las que se hace referencia? Son, dicen algunos, cristianos en general , como los que esperan en el Cristo que ha de volver, y de quien puede decirse, hablando de ellos desde el punto de vista del cumplimiento final en la segunda venida de Cristo, que son los que tienen puesto su esperanza en el Cristo que ha de venir.
Esto se insta especialmente sobre la base de que, como a lo largo del párrafo anterior Pablo ha hablado de cosas pertenecientes a los cristianos en general y ha usado los términos "nosotros", "nosotros" de los cristianos sin distinción, no es razonable suponer que en este punto cambia todo y le da un significado restringido al ἡμᾶÏ. Desde este punto de vista, el siguiente á½Î¼Îµá¿Ï también debe tomarse no como una referencia a una clase distinta de cristianos, sino simplemente como una aplicación a los lectores de Efeso en particular, lo que se dice de todos los cristianos como tales.
Debe admitirse que se puede decir mucho a favor de este punto de vista. Pero, por otro lado, es justo en este punto que Paul introduce un á½Î¼Îµá¿Ï asà como un ἡμᾶÏ, un hecho que naturalmente sugiere una distinción entre dos clases; como en el cap. Efesios 2:11-22 establece la distinción definitivamente y con un propósito entre dos clases que se convirtieron en creyentes en Cristo de diferentes maneras y en diferentes momentos.
Por lo tanto, parece más simple (con Mey., etc.) considerar que Pablo habla en esta cláusula especialmente de aquellos que, como él, habÃan sido alguna vez judÃos, que tenÃan las profecÃas mesiánicas y esperaban al MesÃas, y por la gracia de Dios habÃan sido guiados a ver que en Cristo habÃan encontrado al MesÃas. En el siguiente á½Î¼Îµá¿Ï, por lo tanto, se refiere a aquellos que una vez habÃan sido gentiles y habÃan llegado a ser creyentes en Cristo.
Esto está respaldado por la naturaleza explicativa de la cláusula introducida por ÏοÏÏ, por el sentido propio de ÏÏοηλÏικÏÏαÏ, y por la introducción de Ïá¿· ΧÏιÏÏá¿· en lugar de ΧÏιÏÏá¿·.
[66] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[67] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
VersÃculo 13
á¼Î½ á¾§ καὶ á½Î¼Îµá¿Ï: en quien vosotros también . La lectura ἡμεá¿Ï aparece en ciertos manuscritos de importancia ([68] [69] [70] [71] 3, e, f, g , etc.); pero el peso de la autoridad documental está en gran medida del lado de á½Î¼Îµá¿Ï. Tomando, por lo tanto, el καὶ á½Î¼Îµá¿Ï, en contraste con el á¼¡Î¼á¾¶Ï anterior, para referirse a los lectores de la epÃstola como gentiles a diferencia del escritor y aquellos a quienes asocia con él como que anteriormente habÃan sido judÃos., tenemos en este versÃculo y en el siguiente un párrafo que da primero una descripción de la posición evangélica y la experiencia de los cristianos gentiles como lo eran estos efesios, y luego una declaración del hecho de que, en su caso como en el de los demás, El fin último de Dios en Su trato misericordioso con ellos fue la alabanza de Su gloria.
La cláusula de apertura, sin embargo, presenta alguna dificultad. La oración se queda con algo sin expresar, o se altera su forma. ¿Cómo se debe interpretar? Es natural pensar primero en explicarlo proporcionando algún verbo para el á½Î¼Îµá¿Ï, y como el verbo sustantivo a menudo se deja para ser entendido, algunos introducen á¼ÏÏÎ aquà = "en quien vosotros también sois", "en quien vosotros también tenéis una parte â (Mei.
, Alfa). Pero la gran fórmula paulina á¼Î½ ΧÏιÏÏá¿· εἶναι difÃcilmente puede ser tratada asÃ, el εἶναι en ella tiene un sentido demasiado profundo para permitir que se descarte y se deje entender como es posible con el verbo sustantivo ordinario. Otros, por lo tanto, buscan en el ÏÏοηλÏικÏÏÎ±Ï inmediatamente anterior la palabra que se va a suministrar (Erasm. Calv., Beza, Est., etc.
; y asà AV âen quien vosotros también confiásteis â). Pero para que esto sea aplicable a los creyentes gentiles, se nos requiere (a menos que se suponga que la segunda venida sea el objeto de la esperanza) proporcionar solo ἠλÏίκαÏε, no ÏÏοηλÏίκαÏε, y darle al verbo el sentido modificado de confiar o creer . Se puede decir mucho más a favor de proporcionar el verbo definido á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν que rige la oración más grande (Erasm.
en su Paráfrasis , Cornel, a Lap., Harl., Olsh., etc.) = âen quien vosotros también fuisteis hechos κλá¿ÏοÏ, o posesión de Diosâ. La distancia comparativa de á¼Î½ á¾§ καὶ á½Î¼Îµá¿Ï de á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθηÏε no es una objeción seria, especialmente en vista del hecho de que es el verbo definido, y no un participio calificativo, lo que está en consideración. Queda, sin embargo, otro método de explicación, a saber.
, considerar la oración como una construcción interrumpida, en la que la expresión del pensamiento principal, el de la á¼ÏÏÏαγίÏθηÏε, es retrasada por otras ideas preliminares, siendo la segunda á¼Î½ ᾦ una reanudación y continuación de la primera (Theod. Mops., Jer ., Beng., De Wette, Rück., Bleek, Bisp., Ell., Humphrey, Abb., Von Sod., Haupt). Esta solución de la dificultad parece en general la mejor, y ha sido la preferida por la mayorÃa de los intérpretes.
Parece ser favorecido por el Syr., Copt. y et. Versiones, y es adoptado por la RV âen quien también vosotros, habiendo oÃdo la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, en quien también habiendo creÃdo, fuisteis selladosâ. La interrupción de la construcción regular en la declaración del hecho de haber sido âselladosâ parece deberse a la introducción de la idea del requisito cristiano primario de fe después de la mención de la audiencia .
Se objeta que la distancia entre una á¼Î½ á¾§ y la otra es mucho menor de lo que es habitual en tales casos, y que en una reanudación no debemos esperar á¼Î½ á¾§ καί, sino á¼Î½ á¾§ καὶ á½Î¼Îµá¿Ï. Pero anacoloutha están bastante en el camino de Paul, y no son todos de un tipo o una extensión ( cf. Win.-Moul., p. 704), y el καί ( menos el á½Î¼Îµá¿Ï) es apropiado para dar una fuerza ascendente al ÏιÏÏεÏÏανÏεÏ.
Esta visión de la construcción también tiene la ventaja de permitirnos retener sustancialmente el mismo sentido para el á¼Î½ á¾§ en estas tres apariciones ( Efesios 1:11 ; Efesios 1:13 ), y hace que los participios definitorios sean á¼ÎºÎ¿ÏÏανÏÎµÏ (con su cláusula) y ÏιÏÏεÏÏανÏÎµÏ preparativos importantes para la declaración de privilegio en el á¼ÏÏÏαγίÏθηÏε, cada uno aportando algo propio en su propio lugar al orden de las ideas.
Por lo tanto, tanto el primer á¼Î½ á¾§ como el segundo deben estar conectados con el á¼ÏÏÏαγίÏηθηÏε = âen quien, al oÃr y creer, fuisteis selladosâ; siendo en Cristo , en virtud de nuestra unión con Ãl, que recibimos el don del EspÃritu. á¼ÎºÎ¿ÏÏανÏεÏ: habiendo oÃdo (o, al oÃr ). Esto viene en su debido orden, el primero en la serie de cosas, preparando el camino para el sellamiento del EspÃritu.
En las narraciones de casos de recepción en la Iglesia cristiana en el Libro de los Hechos descubrimos este orden de gracia: oÃdo, arrepentimiento, bautismo, don del EspÃritu Santo ( Hechos 2:37-38 ), o oÃdo, fe, bautismo , el don del EspÃritu Santo ( Hechos 8:6 ; Hechos 8:12 ; Hechos 8:17 ).
Sin embargo, este no es un orden invariable. A veces sólo se menciona el oÃr, el bautismo y el don del EspÃritu Santo ( Hechos 19:5-6 ); y en casos como los de Pablo ( Hechos 9:17 ) y los hombres de Cesarea ( Hechos 10:44-47 ), el don del EspÃritu Santo parece haber precedido a la administración del bautismo.
Sobre la importancia de la escucha , es decir, del acceso a la palabra predicada, cf. Romanos 10:13-17 , donde se declara que el ÏιÏÏεÏειν viene por el á¼ÎºÎ¿Ïειν. Ïὸν λÏγον Ïá¿Ï á¼Î»Î·Î¸ÎµÎ¯Î±Ï: la palabra de la verdad . El λÏÎ³Î¿Ï aquà es evidentemente la palabra de la predicación, y se dice que es âde la verdadâ, no con ninguna referencia particular, como observa con justicia Meyer, a la palabra del AT como una que trata con tipos y sombras en lugar de realidades (Chrys .
), o a la palabra del paganismo como palabra de error (Corn. a Lap., etc.), sino en el sentido en que nuestro Señor mismo habló de la verdad y de la palabra ( Juan 17:17 ; cf. Colosenses 1:5 ; 2 Timoteo 2:15 ; Santiago 2:17 ).
El gen. no es el de aposición (Harl.), sino el gen. objecti , "la palabra concerniente a la verdad"; o, como Ell. sugiere, el gen. de sustancia ética o contenido ético , âla palabra de la cual la verdad es la esencia misma, o contenidoâ. Ïὸ εá½Î±Î³Î³Îλιον Ïá¿Ï ÏÏÏηÏÎ¯Î±Ï á½Î¼á¿¶Î½: el evangelio de vuestra salvación . Definición adicional de âla palabra de la verdadâ.
La palabra predicada que tiene la verdad por su contenido esencial es la que os trajo las buenas nuevas de la salvación. AquÃ, de nuevo, el gen. no es la de appos. o identidad (Harl., etc.), sino más probablemente de contenido o tema (Mey., Ell., etc.). En otra parte tenemos el εá½Î±Î³Î³Îλιον definido como el del Reino ( Mateo 9:35 ), de Dios ( Romanos 1:1 ), del Reino de Dios ( Marco 1:14 ), de Cristo, Jesucristo, Su Hijo , etc.
( Romanos 1:1 ; Romanos 1:9 ; Romanos 1:16 ; Marco 1:1 ), de paz ( Efesios 6:15 ), de la gracia de Dios ( Hechos 20:24 ), de la gloria del Dios bendito ( 1 Timoteo 1:11 ), de la gloria de Cristo ( 2 Corintios 4:4 ).
En ninguna parte del NT se usa la palabra εá½Î±Î³Î³Îλιον con tanta frecuencia y en una variedad de aplicaciones como en las epÃstolas paulinas. Nunca se usa en el Evangelio de Lucas, en el Evangelio o las EpÃstolas de Juan, en Hebreos o en Santiago; en el Evangelio de Mateo aparece cuatro veces, en Marcos ocho veces, en Hechos dos veces, en Pedro una vez y en el Apocalipsis una vez. El sustantivo ÏÏÏηÏία, que ocupa un lugar tan importante en el resto de los escritos paulinos, rara vez aparece en estas EpÃstolas del cautiverio.
Se encuentra tres veces en la EpÃstola a los Filipenses, pero sólo una vez en esta profunda EpÃstola a los Efesios (en Efesios 6:17 tenemos la otra forma Ïὸ ÏÏÏήÏιον), y ni una sola vez en la hermana EpÃstola a los Colosenses. á¼Î½ á¾§: en quien, digo . Con el anterior á¼Î½ á¾§, el escritor pasó del caso de aquellos como él que, siendo judÃos, habÃan sido hechos κλá¿ÏÎ¿Ï de Dios en Cristo, al de los gentiles como estos efesios, que también habÃan sido hechos partÃcipes de la gracia de Dios en Cristo, aunque en de otra manera, no como habiendo tenido la esperanza de los judÃos en un MesÃas prometido, sino simplemente como habiendo oÃdo la palabra de la predicación cristiana.
El don particular de la gracia que tenÃa en mente declarar como otorgado a estos cristianos gentiles era el sellamiento del EspÃritu. Con este segundo á¼Î½ á¾§, "en quien digo", retoma la declaración que habÃa sido interrumpida por la mención de la forma en que habÃan venido a recibir la gracia, y la trae (con una referencia adicional a los antecedentes al sellado) hasta su conclusión prevista.
Este á¼Î½ á¾§, por lo tanto, no debe tratarse de manera diferente al anterior y debe relacionarse con el εá½Î±Î³Î³Îλιον, como si = "en el cual también creÃste el Evangelio, fuisteis sellados" (Mey.). Simplemente continúa la idea del á¼Î½ á¾§ anterior, expresando el hecho de que la gracia que vino al gentil que escuchó la palabra de la predicación, como la gracia que vino al judÃo que tenÃa la esperanza mesiánica, fue otorgada âen Cristoâ, y tenÃa su fundamento en Ãl.
καὶ ÏιÏÏεÏÏανÏεÏ: habiendo creÃdo también . El καί no pertenece a un á½Î¼Îµá¿Ï implÃcito sino al ÏιÏÏεÏÏανÏεÏ. Es el καί ascensivo , añadiendo a la primera condición de oÃr la segunda y superior de creer . El objeto de la ÏιÏÏεÏÏανÏÎµÏ es el anterior λÏγον Ïá¿Ï á¼Î»Î·Î¸ÎµÎ¯Î±Ï, âhabiendo creÃdo también en la palabra de la predicaciónâ; no la á¾§, âcreyendo también en quienâ (Calv.
, Bez., Mey.). En el griego bÃblico, la frase ÏιÏÏεÏειν á¼Î½ Ïινι es muy rara, especialmente en el sentido de creer o confiar en una persona ( Salmo 78:22 ; Jeremias 12:6 ). En Marco 1:1 tiene Ïὸ εá½Î±Î³Î³Îλιον como objeto.
En Juan 3:15 tanto la lectura como la conexión son inciertas; en Juan 16:30 la idea es âpor estoâ. El ÏιÏÏεÏÏανÏÎµÏ aquà expresa algo anterior al hecho comunicado por el verbo definido, no contemporáneo con él (Harl.
). El sellamiento fue en Cristo (á¼Î½ á¾§), y siguió a su ÏίÏÏιÏ. á¼ÏÏÏαγίÏθηÏε: fuisteis sellados . El verbo ÏÏÏαγίζειν (= ×ָתַס) en el NT expresa varias ideas distintas, por ejemplo, confirmar o autenticar ( Juan 3:32 ; Juan 6:27 ; cf.
ÏÏÏÎ±Î³Î¯Ï en Romanos 4:11 ; 1 Corintios 9:2 ); asegurar ( Mateo 27:66 ; Apocalipsis 20:3 ); mantener en secreto ( Apocalipsis 10:4 ; Apocalipsis 22:10 ; cf.
ÏÏÏÎ±Î³Î¯Ï en Apocalipsis 5:1-2 ; Apocalipsis 5:5 ; Apocalipsis 5:9 ; Apocalipsis 6:1 ; Apocalipsis 8:1 , etc.
); marcando como posesión de uno o como destinado a algo ( Apocalipsis 8:3-8 ; cf. ÏÏÏÎ±Î³Î¯Ï en 2 Timoteo 3:4 ; Apocalipsis 9:4 ).
Aquà y en Efesios 4:30 la idea parece ser la de autenticarlos o certificarlos como herencia de Dios, o el de marcarlos como tales. Las dos ideas son casi afines. Lo último será más aplicable si (con Theophyl., Chrys., Cornel. a Lap., Alf., etc.) tomamos la atestación como la atestación objetiva para otros, la evidencia para nuestros semejantes de que somos los elegidos. de Dios; el primero, si (con Mey.
, Ell., etc.) lo tomamos como el testimonio de nuestra propia conciencia. Esta esperanza o seguridad que se nos da a nosotros mismos parece más bien a la vista aquà ( cf. Romanos 8:16 ). No hay razón para suponer que aquà se hace alusión a algún uso peculiar del sello, ya sea en la costumbre judÃa o en el servicio religioso pagano.
Tampoco se hace referencia especial al rito del Bautismo. De hecho, en el griego eclesiástico, el bautismo llegó a ser denotado por el término ÏÏÏαγίÏ; pero no hay ningún ejemplo de eso en el NT. Los términos ÏÏÏαγίÏ, ÏÏÏαγίζειν, se usan en las EpÃstolas Paulinas de la circuncisión ( Romanos 4:11 ), de la contribución de Macedonia y Acaya ( Romanos 15:28 ), de los corintios como testigos del apostolado de Pablo ( 1 Corintios 9:2certificación interna de los creyentes ( 2 Corintios 1:22 ; Efesios 1:13 ; Efesios 4:30 ), y del destino o propiedadde la Iglesia o congregación de creyentes ( 2 Timoteo 2:19 ).
Ïá¿¶ ΠνεÏμαÏι Ïá¿Ï á¼ÏÎ±Î³Î³ÎµÎ»Î¯Î±Ï Ïá¿· á¼Î³Î¯á¿³: con el EspÃritu Santo de la promesa . El EspÃritu es aquello por lo cual ( dativo instrumental ) se efectúa el sellamiento; y ese EspÃritu es llamado el EspÃritu de la promesa , no en el sentido activo de traer o confirmar la promesa (Calv., Bez., etc.), sino en el sentido pasivo de haber sido anunciado por la promesa, o ser el objeto o contenido de la promesa en el AT.
El Ïá¿· á¼Î³Î¯á¿³, arrojado enfáticamente al final de la cláusula, designa solemnemente al EspÃritu con respecto a la cualidad personal esencial de la santidad. Tomado junto con el tenor general del párrafo y con el hecho de que en el á½Î¼Îµá¿Ï se dirige a los cristianos gentiles como un todo, y no a un número o clase selecta, está claro que lo que está a la vista aquà no son los dones extraordinarios o milagrosos de el EspÃritu, sino ese otorgamiento del EspÃritu en el que todos los creyentes compartÃan, que fue el tema de las grandes profecÃas del AT ( Joel 3:1-5 ; IsaÃas 32:15 ; IsaÃas 44:3 ; Ezequiel 36:26 ; Ezequiel 39:29 ; ZacarÃas 12:10 ), y del cual habrÃa de ser el resultado un corazón nuevo, un espÃritu nuevo.
[68] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[69] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[70] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[71] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
VersÃculo 14
á½ Ï á¼ÏÏιν á¼ÏÏαβὼν Ïá¿Ï κληÏÎ¿Î½Î¿Î¼Î¯Î±Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ : que es prenda de nuestra herencia . Lo mismo ocurre con la RV, en lugar de âquién es el fervienteâ, etc., de la AV. La lectura á½ es preferida por Lachm., Alf., WH, etc., como lo confirman [72] [73] [74] [75], Athan., Cyr., Chrys., etc. El TR es la lectura de [76] [77] [78], Thdrt., Damasc., Theophyl., etc.; la masca
Gálatas 3:16 se debe a la atracción por el siguiente á¼ÏÏαβÏν, como , p . La palabra á¼ÏÏαβÏν (o á¼ÏαβÏν, la forma preferida por Tisch. y considerada por WH como sólo occidental, cf. New Testament in Greek de Westcott y Hort , II. Gálatas 3:16
, App., pág. 148) es la LXX reproducción del Heb. צֲרָ××Ö¹× que ocurre en Génesis 38:17-18 ; Génesis 38:20 y se traduce como âprendaâ. Se encuentra en griego clásico de fecha anterior a la LXX ( p.
gramo. , Iseo, De Cir. su. , 23; Aristóteles, Pol. , i., 11; Menandro, Frag. COM. (Meineke), IV, págs. 268, 283; etc., cfr. Luz., Notas, ut sup. , pags. 323), y se supone, por lo tanto, que vino de los fenicios al uso griego. En una fecha temprana se introdujo también en latÃn, pero no sabemos por qué canal. En latÃn aparece en las tres formas: arrabo, rabo ( p.
gramo. , en Plauto, Truc. , iii., 20), y arra ( p. ej ., Aul. Gell., xvii., 2). Sobrevive en las formas arra, arrhes en las lenguas más directamente derivadas del latÃn; como también en nuestro arles , el obsoleto inglés earlespenny , etc. Etimológicamente, parece haber expresado la idea de intercambio , por lo que su sentido principal puede haber sido simplemente el de âprendaâ.
Pero llegó a significar más que á¼Î½ÎÏÏ Ïον, o prenda , en el sentido de algo intercambiado entre dos partes de un contrato o acuerdo. Su sentido propio es el de arras parte del precio que se ha de recibir o parte de la cosa que se ha de poseer, dada en seguridad de que seguirá el pago total o la posesión total. Wycl. da "ernes"; el remish, "prenda"; Tynd.
, Cran., y el ginebrino, âseriaâ. La idea es similar a la expresada en otra parte por á¼ÏαÏÏή, âprimiciasâ ( Romanos 8:23 ). Las âarras del EspÃrituâ se mencionan por sà mismas en 2 Corintios 5:5 ; en 1 Corintios 1:22 , como aquÃ, se introduce junto con el sellamiento del EspÃritu.
A la verdad expresada por este último añade la idea superior de que el creyente posee ya en realidad, aunque sólo en parte, la vida del futuro; la herencia del presente y la herencia del futuro difieren no en especie sino solo en grado, de modo que incluso ahora tenemos la vida y la bienaventuranza del futuro en forma de anticipo. Es dudoso que el término también pretenda sugerir la idea de obligación por parte del creyente, como Luz.
piensa, quien lo interpreta como insinuando que âel EspÃritu tiene, por asà decirlo, un derecho de retención sobre nosotrosâ. Îµá¼°Ï á¼ÏολÏÏÏÏÏιν: hasta la redención . El âhastaâ de la RV debe preferirse al âhastaâ de la AV. La cláusula debe estar conectada no con el á½ Ï á¼ÏÏιν á¼ÏÏαβÏν, κ. Ï. λ., pero con la declaración principal, a saber. , el á¼ÏÏÏαγίÏθηÏε, y el Îµá¼°Ï no expresa la idea de tiempo sino la de propósito .
Es el primero de los dos propósitos que aquà se declara que Dios tuvo al sellarlos . En esa operación de Su gracia, Dios tenÃa en vista darles la seguridad de la redención completa que habÃa de venir a la consumación del Reino de Dios. El á¼ÏολÏÏÏÏÏÎ¹Ï aquÃ, como indica claramente el tenor del pasaje, es la redención final y perfecta, como en Efesios 4:30 ; Romanos 8:23 , y probablemente 1 Corintios 1:30 .
Ïá¿Ï ÏεÏιÏοιήÏεÏÏ: de la posesión . La â posesión comprada â de la AV es menos apta, ya que el verbo ÏεÏιÏοιεá¿Ïθαι expresa la idea general de conservar, adquirir, ganar para uno mismo , sin referencia especÃfica a un precio . Pero, ¿cuál es la importancia de la frase aquÃ? La forma del sustantivo ÏεÏιÏοίηÏÎ¹Ï y su uso apuntan al sentido activo, preservar, adquirir .
En 2 Crónicas 14:13 se dice de los etÃopes que cayeron á½¥ÏÏε μὴ εἶναι á¼Î½ αá½Ïοá¿Ï ÏεÏιÏοίηÏιν, de modo que âno pudieron recuperarseâ (texto RV), o âde modo que ninguno quedó con vidaâ (RV marg.) . La palabra aparece en el NT cinco veces en total (Ef 1:14; 1 Tesalonicenses 5:9 ; 2 Tesalonicenses 2:14 ; Hebreos 10:39 ; 1 Pedro 2:9 ).
En tres de estos casos ciertamente tiene el sentido activo ( 1 Tesalonicenses 5:9 , ÏεÏιÏ. ÏÏÏηÏίαÏ; 2 Tesalonicenses 2:14 , ÏεÏιÏ. δÏξηÏ; Hebreos 10:39 , ÏεÏιÏ.
ÏÏ Ïá¿Ï), y serÃa más natural tomarlo en ese sentido aquÃ. Pero es difÃcil ajustar eso al caso genitivo dependiente del á¼ÏολÏÏÏÏÏιν. La interpretación más plausible de ese punto de vista es la propuesta por Abbott, a saber. , âuna redención completa que dará posesión â. El sustantivo puede tomarse, sin embargo, en sentido pasivo, y resulta un significado más natural.
Algunos entonces lo entienden de la herencia que debemos poseer. Entonces agosto y calv. hazlo = haereditas acquisita ; Matthies, âla gloriosa posesión prometidaâ; Bleek, "la redención que se convertirá en nuestra posesión". AsÃ, también, Macpherson considera que la "posesión" es la "herencia de los santos" aquÃ, ya que considera que el á¼ÎºÎ»Î·ÏÏθημεν anterior significa "hechos poseedores de nuestro lote".
Pero todo se vuelve más claro si entendemos que la idea es más bien la posesión de Dios en nosotros, siendo tomado el ÏεÏιÏοίηÏÎ¹Ï como el equivalente del AT סְ×Ö»×Ö¸Ö¼× ×Ö´×Ö¸Ö¼×Ö¾×ָצַ×Ö´Ö¼×ס, ס×Ö»×Ö¸×, por el cual se designa a Israel como la posesión adquirida por el Señor mismo ( Ãxodo 19:5 ; cf.
Deuteronomio 7:6 ; Deuteronomio 14:2 ; Deuteronomio 26:18 ; Salmo 135:4 ).
Es cierto que la traducción LXX de סְ×Ö»×Ö¸Ö¼× suele ser ÏεÏιοÏÏιοÏ. Pero esa no es la única forma que se adopta. En Salmo 135:4 la frase es Îµá¼°Ï ÏεÏÎ¹Î¿Ï ÏιαÏμὸν á¼Î±Ï Ïá¿·; y en MalaquÃas 3:17 , donde Aquila tiene ÏεÏιοÏÏιοÏ, la LXX tiene Îµá¼°Ï ÏεÏιÏοίηÏιν.
Además, en IsaÃas 43:21 , la misma idea se expresa por el verbo correspondiente λαÏν Î¼Î¿Ï á½Î½ Hechos 20:28 dispuestos
Asà también Pedro, con este pasaje en mente, describe al Israel espiritual del NT como Î»Î±á½¸Ï Îµá¼°Ï ÏεÏιÏοίηÏιν ( 1 Pedro 2:9 ); mientras que en Tito 2:14 , nuevamente, tenemos λαὸν ÏεÏιοÏÏιον. Esta interpretación es la del sirÃaco Erasmo.
, Calvin, etc., y es la preferida por los comentaristas más recientes, incluyendo Harless, Meyer, Ell., Alf., etc. También es adoptada por la RV, que la traduce como â propiedad de Dios â. Wycliffe, sin embargo, da "purchasynge"; el ginebrino, âpara que seamos plenamente restaurados a la libertadâ; el Rhemish, âla redención de la adquisiciónâ; el AV, Tyndall y Cranmer dan âla posesión compradaâ.
Îµá¼°Ï á¼Ïαινον Ïá¿Ï δÏÎ¾Î·Ï Î±á½Ïοῦ: para alabanza de su gloria . El segundo fin del sellamiento , o más bien el segundo aspecto del propósito último de Dios en el sellamiento. El fin último de nuestro lado de ese gran acto de gracia es la consumación de la redención de aquellos que han sido hechos pueblo propio de Dios. Por parte de Dios, el fin último de la misma gracia es âla alabanza de Su gloriaâ, la confesión en adoración de las glorias de la Naturaleza y Mente Divinas asà reveladas a los hombres. El αá½Ïοῦ se refiere al tema principal aquÃ, no a Cristo en quien obtenemos la gracia, sino a Dios por quien se quiere el Origen Eterno de todo.
[72] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[73] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[74] Codex Boernerianus (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Dresde, editado por Matthæi en 1791. Escrito por un escriba irlandés, una vez formó parte del mismo volumen que el Codex Sangallensis (δ) del evangelios El texto latino, g, se basa en la traducción OL.
[75] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[76] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[77] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[78] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
VersÃculo 15
Îιὰ ÏοῦÏο κá¼Î³Ï: Por esta causa yo también . διὰ ÏοῦÏο podrÃa cubrir el contenido de todo el párrafo anterior, apuntando de nuevo a Efesios 1:3 e indicando que en su acción de gracias a Dios, en favor de estos Efesios, el Apóstol tenÃa en mente todo el consejo y eterna elección de Dios de los cuales primero hizo mención, y toda la operación de la gracia en la vida de los efesios en los diversos detalles que se mencionan después.
Sin embargo, en vista de la transición del más general ânosotrosâ al más definido âvosotros tambiénâ en Efesios 1:13 , es probablemente más acorde con el tenor del pensamiento tomar el διὰ ÏοῦÏο para referirse a la manifestación señal de La gracia de Dios en el sellamiento de estos creyentes, que habÃan sido sacados del oscuro mundo pagano, con el EspÃritu que era tanto seguridad como anticipo de una herencia insospechada en su paganismo.
El κá¼Î³Ï se explica mejor con el mismo καὶ á½Î¼Îµá¿Ï. Significa simplemente "yo de mi lado", y no implica como algunos, incluido incluso Meyer, suponen, que el escritor estaba pensando en una cooperación entre los destinatarios y él mismo en acción de gracias y oración. á¼ÎºÎ¿ÏÏÎ±Ï Ïὴν καθʼ á½Î¼á¾¶Ï ÏίÏÏιν á¼Î½ Ïá¿· ÎÏ Ïίῳ ἸηÏοῦ: habiendo oÃdo de vuestra fe en el Señor Jesús .
Se ha inferido erróneamente del á¼ÎºÎ¿ÏÏÎ±Ï que el escritor no conocÃa personalmente a los destinatarios y sabÃa de su conversión solo por el informe de otros. Filemón era bien conocido por Pablo, quien en verdad habló de él como su á¼Î³Î±ÏηÏÏÏ, su ÏÏ Î½ÎµÏγÏÏ, y su hijo en la fe ( Efesios 1:19 ).
Sin embargo, Pablo usa con referencia a él casi los mismos términos que se usan aquà εá½ÏαÏιÏÏá¿¶ ⦠μνείαν ÏÎ¿Ï ÏοιοÏÎ¼ÎµÎ½Î¿Ï â¦ á¼ÎºÎ¿ÏÏν ÏÎ¿Ï Ïὴν á¼Î³Î¬Ïην καὶ ÏὯι ι. Ï. λ. ( Efesios 1:4-5 ). Además, de lo que el escritor habla aquà no es de su conversión sino de su fe y amor, y es solo en armonÃa con todo lo que sabemos de Pablo que deberÃa haber usado cada oportunidad de mantenerse en comunicación con ellos y observar su progreso.
A través de TÃquico, o de algún otro visitante o mensajero, es posible que ahora le hayan llegado noticias de su andar cristiano ( cf. Introducción). En todo caso, encuentra su primer y principal motivo de acción de gracias en el relato del modo en que se cumplió entre ellos la exigencia cristiana fundamental, la de la fe , su fe en el mismo Señor Jesús. La frase aquà no es la habitual Ïὴν á½Î¼ÎµÏÎÏαν ÏίÏÏιν, o Ïὴν ÏίÏÏιν á½Î¼á¿¶Î½, sino Ïὴν καθʼ á½Î¼á¾¶Ï ÏίÏÏιν.
El sentido, sin embargo, es sustancialmente el mismo. De hecho, algunos buenos gramáticos buscan establecer una distinción entre las dos frases y reclaman un sentido partitivo o distributivo especial para la que tiene καÏά. Ellicott, por ejemplo , señala el hecho de que Pablo adopta la forma ἡ καθʼ á½Î¼á¾¶Ï ÏίÏÏÎ¹Ï sólo una vez, mientras que ÏίÏÏÎ¹Ï á½Î¼á¿¶Î½ aparece unas diecisiete veces en sus epÃstolas, y concluye en general que la primera puede denotar âla fe de la comunidad vista objetivamenteâ, â la fe que está entre vosotros â, mientras que la segunda expresa âla fe subjetiva de los individuosâ.
Alford, también, le da al primero el sentido de la "fe que prevalece entre vosotros" (sobre la analogÃa de Ïá¿· καÏʼ αá½ÏÎ¿á½ºÏ Î²Î¯á¿³ en Thuc., vi., 16), y lo interpreta como implicando que algunos en la Iglesia de Ãfeso no pueden haber tenido la fe. Asà la RV da en su texto âla fe⦠que está entre vosotrosâ; marg., â en tiâ. Pero las analogÃas a las que se hace referencia ( p. ej ., Ïá¿· νÏμῳ Ïá¿· á½Î¼ÎµÏÎÏῳ, Juan 8:17 , en contraste con νÏÎ¼Î¿Ï Ïοῦ καθʼ á½Î¼á¾¶Ï en Hechos 18:15 ; cf.
Ell.) apenas confirman esto, y hay mucho para mostrar que la última forma se habÃa convertido, o estaba en camino de convertirse, simplemente en una perÃfrasis de la primera. Frases tales como á½¡Ï ÎºÎ±Î¯ ÏÎ¹Î½ÎµÏ Ïῶν καθʼ á½Î¼á¾¶Ï ÏοιηÏῶν; lo anterior νÏÎ¼Î¿Ï Ïοῦ καθʼ á½Î¼á¾¶Ï; y Ïῶν καÏá½° á¼¸Î¿Ï Î´Î±Î¯Î¿Ï Ï á¼Î¸á¿¶Î½ ( Hechos 17:28 ; Hechos 18:15 ; Hechos 26:3 ) puede explicarse asÃ; y en griego posterior καÏά con acc.
se usa con frecuencia donde el griego clásico más antiguo habrÃa tenido el gen. caso, por ejemplo , ἡ καÏá½° Ïὴν á¼ÏÏὴν á¼ÏÏθεÏÎ¹Ï = la renuncia del gobierno , Diod., S., i., 65. AsÃ, mientras que en el NT καÏά generalmente puede conservar su fuerza distributiva, en los casos en que es seguido por el acc. de un pronombre personal puede significar nada más que la poss. adj. o el gen. del pronombre personal.
Como señala Buttmann, estrictamente hablando no es tanto que âel caso fuera perÃfrasis sino que la frase preposicional desplazó al caso simpleâ; ya que era fácil para el idioma griego hacer que las frases preposicionales dependieran inmediatamente de los sustantivos y, por lo tanto, era natural que en sus desarrollos posteriores llevara esto más lejos y empleara "expresiones preposicionales incluso cuando el idioma anterior todavÃa preferÃa el caso simple" ( Gram .
del NT Griego , p. 156; cf. Sintaxis de Bernhardy , pág. 241; Win.-Moult., págs. 199, 241, 499; Blas, abuela. del NT Griego , p. 133). y tu amor por todos los santos . La lectura es incierta. El Texto Recibido inserta Ïὴν á¼Î³Î¬Ïην, que cuenta con el apoyo de autoridades tales como [79] [80] [81] [82] [83], Syr.
, Boh., Lat., Copt., Goth., Thdrt., etc., y es adoptado por Tisch y Tregelles (este último entre corchetes en el margen). WH lo considera como una inserción occidental y siria de Colosenses 1:4 . El Ïὴν á¼Î³Î¬Ïην se omite en [84] [85] [86] [87], 17, Orig., Cyr., Jer., etc., y se elimina en Lach., WH y RV.
La prueba documental está del lado de la omisión. Pero la dificultad es encontrar en ese caso un sentido adecuado. Hort piensa que Filemón 1:5 proporciona un paralelo, como podrÃa traducirse (con RV marg.) âoyendo tu amor y la fe que tienes para con el Señor Jesús y para con todos los santosâ. Pero el amor se expresa allÃ.
Dale lo traducirÃa âhabiendo oÃdo hablar de la fe en el Señor Jesucristo que está entre vosotros y se manifiesta a todos los santosâ, como si el punto de la última cláusula fuera la realidad o manifestación de la fe. Pero en el griego no hay nada que corresponda a lo âmostradoâ. La ÏίÏÏιÏ, en suma, si pertenece a ambas cláusulas, debe ser introducida en dos aspectos distintos, como creencia en la primera cláusula y como fidelidad en la segunda.
Pero en ausencia de cualquier indicación de una doble presentación de ÏίÏÏιÏ, esto es sumamente incómodo. Sin embargo, los Revisores la traducen como âla fe en el Señor Jesús, que está entre vosotros, y que mostráis a todos los santosâ. La inserción en cualquier caso es de una fecha temprana, y la omisión puede deberse a que el ojo de algún escriba antiguo fue engañado por las dos apariciones de Ïὴν. La gracia en cuestión, ya sea su amor o su fidelidad, era de calidad católica, tomando como objeto a todos los santos.
[79] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[80] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[81] Codex Boernerianus (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Dresden, editado por Matthæi en 1791. Escrito por un escriba irlandés, una vez formó parte del mismo volumen que el Codex Sangallensis (δ) del evangelios El texto latino, g, se basa en la traducción OL.
[82] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[83] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[84] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[85] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[86] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[87] Codex Porphyrianus (sæc. ix.), en San Petersburgo, recopilado por Tischendorf. Su texto es deficiente para el cap. Efesios 2:13-16 .
VersÃculos 15-23
SEGUNDA SECCIÃN DE LA EPÃSTOLA: en la que el escritor expresa sus propios sentimientos y deseos hacia los efesios, y al hacerlo los lleva a la más alta concepción tanto de la propia supremacÃa de Cristo como de la grandeza de esa Iglesia Suya de la cual habÃan sido hechos miembros Las maravillas de la gracia asà mostradas le dan ocasión, les dice, para una creciente acción de gracias. Pero su acción de gracias también lo impulsa a orar por ellos.
En vista de lo que ya habÃan alcanzado en la vida cristiana a la que esa maravillosa gracia los habÃa llevado, especialmente en la fe y en el amor fraterno, su oración es que crezcan en estos aún más y más, y en particular que tengan una ampliando la percepción de la esperanza que brota de su llamado, la herencia que les está reservada y el poder presente de Cristo que es la garantÃa de todo lo que tienen y buscan.
VersÃculo 16
οὠÏαÏομαι εá½ÏαÏιÏÏῶν á½Ïá½²Ï á½Î¼á¿¶Î½ : no dejo de dar gracias por ti . El ÏαÏομαι está más naturalmente conectado con el participio más cercano. No hay ninguna razón por la que el participio más remoto deba convertirse en el término principal, como algunos lo interpretan, traduciéndolo asÃ: âNo ceso, mientras doy gracias por ti, de hacer menciónâ, etc. (Abbott). El verbo εá½ÏαÏιÏÏεá¿Î½, que se usa en el griego posterior tanto en el sentido de sentirse agradecido como en el de dar gracias , no aparece en ninguna de las epÃstolas del NT excepto en la que lleva el nombre de Pablo.
En estos se encuentra unas veintiséis veces. También aparece una vez en Apocalipsis, dos veces en Hechos y más frecuentemente en los Evangelios. μνείαν á½Î¼á¿¶Î½ ÏοιοÏμενοÏ: haciendo mención de ti . La evidencia documental está en contra de la inserción de á½Î¼á¿¶Î½. Aunque cuenta con el apoyo de considerables autoridades ([88] [89] [90] [91], Vulg., Syr., Boh., Orig., etc.), no tiene cabida en [92] [93] [94 ] [95] 1, etc
, y es omitido por LTTrWH y los Revisores. El tema de la μνεία, por lo tanto, debe ser entendido. Puede ser á½Î¼á¿¶Î½, o más bien puede ser el anterior ÏίÏÏιν y á¼Î³Î¬Ïην. En la frase μνείαν Ïοιεá¿Ïθαι el sustantivo parece tener el sentido de mención . En otras conexiones tiene el sentido de atención plena (μνείαν á¼Ïειν ÏινÏÏ, 1 Tesalonicenses 3:6 ) o el de recuerdo ( Filipenses 1:3 ).
á¼Ïá½¶ Ïῶν ÏÏοÏÎµÏ Ïῶν Î¼Î¿Ï : en mis oraciones , en á¼Ïί como aquà = en ver Blass, Gram. del NT Griego , p. 137; Win.-Moult., pág. 470; Bernh., Synt. , pags. 246. La referencia local propia de á¼Ïί (como preposición que responde a la pregunta ¿Dónde?), sin embargo, no se hunde del todo en el sentido temporal . Véase Ell. en 1 Tesalonicenses 1:2 .
Winer lo toma para expresar la idea de que algo se une a otra cosa. La palabra para oración que se usa aquà aparece con frecuencia en el NT, a veces unida a δÎηÏÎ¹Ï ( p. ej ., Efesios 6:18 ; Filipenses 4:6 , etc.
), y a veces también con á¼Î½ÏÎµÏ Î¾Î¹Ï ( 1 Timoteo 2:1 ). El término más general es ÏÏοÏÎµÏ Ïή = precatio , y ese término no se usa sino de oración a Dios . ÎÎηÏιÏ, que también puede usarse para dirigirse a hombres, tiene el sentido más definido de petitio, rogatio ; mientras que á¼Î½ÏÎµÏ Î¾Î¹Ï, que significa encuentro , conferencia, conversación , y va más allá de la idea de intercesión (como la traduce nuestra AV), expresa la oración como la conversación del alma con Dios, con la noción de urgencia y confianza filial.
Véase Huther y Ell. en 1 Timoteo 2:1 ; Win.-Moult., sub δÎηÏιÏ; Luz. sobre Filipenses 4:6 ; Trinchera, Syn., sub voce.
[88] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[89] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[90] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[91] Codex Porphyrianus (sæc. ix.), en San Petersburgo, recopilado por Tischendorf. Su texto es deficiente para el cap. Efesios 2:13-16 .
[92] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[93] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[94] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[95] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
VersÃculo 17
ἵνα á½ ÎÎµá½¸Ï Ïοῦ ÎÏ ÏÎ¯Î¿Ï á¼¡Î¼á¿¶Î½ ἸηÏοῦ ΧÏιÏÏοῦ : que el Dios de nuestro Señor Jesucristo . En el pasaje paralelo en Colosenses 1:9 , la ἵνα está precedida inmediatamente por αἰÏοÏμενοι, y tiene la fuerza reducida o subtélica que tiene después de los verbos de pedir, expresando el contenido de la oración, pero a la luz del significado.
AquÃ, el ἵνα se relaciona con la idea general de la oración, en lugar de depender inmediatamente de cualquier verbo para preguntar . Tiene más de la idea de propósito , por lo tanto, en él. Debe admitirse, sin embargo, que en el griego del NT el sentido télico propio de ἵνα se ve en el proceso de debilitarse y pasar a la fuerza de ἵνα como el signo del inf. en griego moderno.
Sin embargo, incluso cuando expresa un simple resultado o evento , tiene detrás la idea hebrea de eventos como los resultados del propósito divino cf. Blas, abuela. del NT griego , págs. 224, 225; Buttm., Gram. del NT griego , págs. 236 241; Ana. sobre Filipenses 1:9 . Es muy común que Pablo hable de Dios como el Padre de nuestro Señor Jesucristo o como Su Dios y Padre .
Aquà habla simplemente del âDios de nuestro Señor Jesucristoâ. La designación, aunque mal entendida y mal aplicada por los arrianos y sus sucesores en los tiempos modernos, es enteramente consistente con las propias palabras de Cristo ( Mateo 27:46 ; Juan 20:17 ) y con la visión más alta de Su Persona.
En la Deidad Eterna, el Hijo tiene Su vida del Padre, la Fuente Ãnica de la Deidad, y está subordinado en el sentido en que el hijo está subordinado al padre , mientras que Ãl tiene el mismo ser Divino. En el ministerio de la redención nuestro Señor, siendo el Hijo del Padre Eterno, es el Cristo de Dios, revelándose Dios en Ãl, enviándole ( Gálatas 4:4 ), exaltándolo ( Filipenses 2:9 ), recibiendo de nuevo el reino de Ãl ( 1 Corintios 15:24 ).
Con respecto a Su misión, Su mediación, Su obra y relaciones oficiales, Ãl tiene a Dios como Su Dios, cuya comisión Ãl lleva y cuyo propósito redentor Ãl debe cumplir. á½ ÏαÏá½´Ï Ïá¿Ï δÏξηÏ: el Padre de gloria . Esto no debe tomarse en el sentido reducido de âel Padre gloriosoâ. Por otro lado, no debe tratarse como si el δÏξα se refiriera a la divinidad de Cristo , como en las exigencias de la controversia con los puntos de vista arrianos, algunos se vieron impulsados ââa interpretarlo, argumentando que la única frase, "el Dios de nuestro Señor Jesús Cristoâ, aplicado a su naturaleza humana y el otro, âel Padre de la gloriaâ, a su naturaleza divina (Athan.
, Greg. Naz.). Tampoco, de nuevo, debe considerarse que δÏξα se refiere a la humanidad glorificada de Cristo (Stier). Tomando el δÏÎ¾Î·Ï en su sentido propio y con toda la fuerza del gen. En este caso, algunos dan a la ÏαÏÎ®Ï el sentido de autor o hacedor , entendiendo que se designa a Dios como la Fuente de la gloria (Erasm., Grot., Olsh., etc.). Para esto, algunos apelan a ejemplos como Job 38:28 ; Santiago 1:17 .
Pero ese es, en el mejor de los casos, un raro sentido de ÏαÏÎ®Ï y, por lo demás, desconocido para Paul. Hay que decir más a favor de la idea de que el gen. designa a Dios como el Padre que da la gloria, la gloria concedida al mismo Cristo ( cf. Hechos 3:13 ) no menos que la reservada a los cristianos. Sin embargo, es mejor tomarlo como el gen.
de cualidad caracterÃstica el Padre a quien pertenece la gloria (Mey., Ell., etc.); cf. la misma designación en Salmo 29:3 ; Hechos 7:2 ; también âel Rey de gloriaâ, Salmo 24:7 ; âel Señor de la gloriaâ, 1 Corintios 2:8 ; âlos querubines de gloriaâ, Hebreos 9:5 , etc.
Lo apropiado del tÃtulo aquà radica en la definición anterior del fin último del consejo y la gracia de Dios Îµá¼°Ï á¼Ïαινον Ïá¿Ï δÏÎ¾Î·Ï Î±á½Ïοῦ. δῴη á½Î¼á¿Î½: puede darte . Lachm., Fritzsche ( Rom. , iii. 230) y Haupt (que se refiere a la confirmación proporcionada recientemente por dos inscripciones del segundo siglo dadas en Dittenb., Syll. , 462 17, 4669) dan la conjunción jónica.
δÏá¿; WH da δÏá¿ vel δῷ en el margen, pero δῴη en el texto. Se prefiere la última forma, aunque la opinión todavÃa está dividida hasta cierto punto sobre la conjunción. y optar formularios Blass, por ejemplo , toma el δÏá¿ en el presente pasaje como una conj. y estar mejor representado por el δῷ de Cod. B. Se inclina a considerar las formas δοá¿, δÏá¿ como ambas conj. y optar
( Gram. del NT griego , pp. 49, 211). Como en el NT, ἵνα en la gran mayorÃa de los casos va seguido de la conj. o el futuro. Ãndico incluso después de los tiempos pasados, serÃa más natural aceptar la conj. formulario aquÃ. Pero esta forma jónica de la conj. parece ser extraño al NT y ser âsin analogÃas en el griego posteriorâ (Butt., Gram. of NT Greek , p. 46). Por otro lado, la forma δῴη parece reconocerse como un equivalente griego posterior a δοίη, y Winer la acepta como una opción.
pres. en griego del NT, señalando pasajes como Romanos 15:5 ; 2Ti 1:16; 2 Timoteo 1:18 ( Efesios 2:7 ); Juan 15:16 , asà como Efesios 1:17 ; Efesios 3:16 , y la comp.
á¼Ïοδῴη de 2 Timoteo 4:14 (Win.-Moult, Gram. , p. 94. Ïνεῦμα ÏοÏÎ¯Î±Ï ÎºÎ±á½¶ á¼ÏοκαλÏÏεÏÏ : el EspÃritu de sabidurÃa y revelación . La cuestión aquà es si el Ïνεῦμα Ïνεῦμα ÏοÏÎ¯Î±Ï ÎºÎ±á½¶ á¼ÏοκαλÏÏεÏÏ : el EspÃritu de sabidurÃa y revelación . La pregunta aquà es si el Ïνεῦμα debe ser entendido en el sentido subjetivo de nuestro espÃritu , o en el sentido objetivo del EspÃritu Santo.
El primer punto de vista es adoptado por Chrys., Thdrt., Rückert, De Wette, Bleek, y más recientemente por Abbott and the Revisers, siendo la versión RV âun espÃritu de sabidurÃa y revelaciónâ. Esto se insta en la analogÃa de sucesos tales como Romanos 8:15 ; Romanos 11:8 ; Gálatas 6:1 ; 2 Timoteo 1:7 .
Pero hay mucho en contra de esto. Como señala Meyer, es dudoso que en el NT haya algún caso en el que, cuando se habla de la Ïνεῦμα como dada , no sea la Ïνεῦμα objetiva . Pero aparte de esto, el asunto a la vista es lo que los efesios debÃan ser ellos mismos, no lo que debÃan hacer por los demás, y aunque es bastante fácil adaptar la visión subjetiva del Ïνεῦμα ÏοÏÎ¯Î±Ï ("un espÃritu sabio") a esto, la dificultad es ajustar a esto la visión subjetiva del Ïνεῦμα á¼ÏÎ¿ÎºÎ¬Î»Ï ÏεÏÏ.
La objeción fatal, de hecho, a la interpretación en cuestión radica en el sentido de la á¼ÏÎ¿ÎºÎ¬Î»Ï ÏιÏ, que tiene el significado declarado no de comprender misterios sino de revelarlos ; y el tenor del párrafo hace imposible suponer que en un caso, el de los ÏοÏία, Pablo tenÃa en mente un don que los harÃa sabios, y en el otro, el á¼ÏÎ¿ÎºÎ¬Î»Ï ÏιÏ, un don que los volverÃa sabios. capaz de revelar misterios a otros.
Lo difÃcil que es dar a á¼ÏÎ¿ÎºÎ¬Î»Ï ÏÎ¹Ï su sentido propio desde el punto de vista subjetivo se desprende de las interpretaciones propuestas, por ejemplo , las de De Wette, Rückert o Abbott. El primero lo hace = âla cualidad de la mente que consiste en sabidurÃa (conocimiento mediato) y revelación (susceptibilidad para el conocimiento inmediato de la verdad divina)â; el segundo lo toma como = âun corazón sabio y abierto a su revelaciónâ; el tercero da "un espÃritu de sabidurÃa", pero deja el resto sin intentar.
Pero á¼ÏÎ¿ÎºÎ¬Î»Ï ÏÎ¹Ï no es una susceptibilidad al conocimiento, ni una mente abierta a la revelación, ni nada por el estilo. Es necesario, por lo tanto, tomar Ïνεῦμα como = el EspÃritu Santo , con Mey., Ell., Haupt. y la mayorÃa El hecho de que la frase sea Ïνεῦμα y no Ïὸ Ïνεῦμα no es una objeción a eso. Los intentos hechos por Middleton, Harless y otros para establecer una distinción establecida entre las dos formas, una refiriéndose regularmente al EspÃritu personal de Dios y la otra a la influencia del EspÃritu que mora en el interior o el espÃritu de los creyentes como gobernado por el EspÃritu Santo, no puede ser considerado como exitoso; los términos Ïνεῦμα, Ïνεῦμα ἠγιον, Ïνεῦμα Îεοῦ siendo libres de eliminar el artÃculo como nombres propios o términos de significado entendido.
Pero, ¿cuál es entonces la idea particular en cada una de las dos palabras ÏοÏία y á¼ÏÎ¿ÎºÎ¬Î»Ï ÏιÏ? No puede ser que este último se refiera especÃficamente a la ÏάÏιÏμα de la profecÃa (asà Olsh., etc.). Porque eso se presenta como un regalo otorgado solo a algunos , mientras que la oración aquà contempla regalos para todos aquellos a quienes se dirige, y no hay nada que indique que un regalo solo por el momento está a la vista.
Tampoco puede ser que el segundo sustantivo exprese el medio por el cual el don insinuado por el primer sustantivo iba a tener efecto, el don de la revelación provocando el don de la sabidurÃa (Harl.); porque deberÃamos esperar que el orden en ese caso se invierta. La distinción entre los términos es más bien la del don de entendimiento espiritual en general y el don de revelaciones especiales en particular, cf.
1 Corintios 2:10 ; y hasta ahora la segunda es la idea superior. Lo que Pablo pide en oración a favor de estos conversos de Ãfeso es que Dios pueda continuar otorgándoles el don de Su EspÃritu Santo que ya les ha sido impartido, y que con el fin de hacerlos sabios para entender las cosas de Su gracia y de revelarles a ellos más de los misterios de Su reino.
á¼Î½ á¼ÏιγνÏÏει αá½Ïοῦ: en el conocimiento de él . El αá½Ïοῦ se refiere a Dios , como muestra el contexto, no a Cristo . El término á¼ÏίγνÏÏÎ¹Ï ocurre con especial frecuencia en las EpÃstolas del Cautiverio y en 2 Pedro con referencia al conocimiento de Dios o de Cristo , asà como en las EpÃstolas Pastorales y Hebreos se usa del conocimiento de la verdad .
Significa un conocimiento que es verdadero, preciso, completo y, por lo tanto, podrÃa traducirse como "conocimiento completo", a pesar del hecho de que el simple γνῶÏÎ¹Ï puede usarse a veces en el mismo sentido (como posiblemente en 1 Corintios 12:8 ; 1 Corintios 13:8 ).
El uso de γινÏÏÎºÏ y á¼ÏιγινÏÏÎºÏ en 1 Corintios 13:12 apunta al sentido intensivo de la forma compuesta. El á¼Î½ no debe tratarse como = Îµá¼°Ï (Grot.) o διά (Beza), sino que debe tener el sentido instrumental o local . Fue por el conocimiento de Dios Mismo, o, como podrÃa decirse mejor, dentro de la esfera de ese conocimiento que el don de la iluminación y la recepción de nuevas revelaciones del Consejo Divino debÃan hacerse buenos.
Los únicos dones deseados para estos conversos eran dones de orden espiritual, es decir, un mejor conocimiento de Dios mismo. La cláusula á¼Î½ á¼ÏιγνÏÏει αá½Ïοῦ está conectada por algunos (Chrys., Lachm., Olsh., etc.) con la oración que sigue , y por otros solo con el á¼ÏοκαλÏÏεÏÏ. Pero el curso del pensamiento y el equilibrio de los términos apuntan a que califica los dos dones especificados en la oración anterior.
VersÃculo 18
ÏεÏÏÏιÏμÎÎ½Î¿Ï Ï ÏÎ¿á½ºÏ á½ÏÎ¸Î±Î»Î¼Î¿á½ºÏ Ïá¿Ï Î´Î¹Î±Î½Î¿Î¯Î±Ï á½Î¼á¿¶Î½ : siendo iluminados los ojos de vuestro entendimiento (corazón) . Para el Î´Î¹Î±Î½Î¿Î¯Î±Ï del TR, que está muy mal atestiguado, καÏÎ´Î¯Î±Ï debe leerse (con LTTrWHRV) sobre la autoridad de los mejores manuscritos, que representan las diferentes familias ([96] [97] [98] [99] [100 ] [101] [102], etc). El á½Î¼á¿¶Î½ debe conservarse, aunque se omite en [103] 17, etc.
, y está entre paréntesis por WH. La sintaxis de la oración es difÃcil, pero es mejor tomarla (con AV, Bez., Beng., Bleek, Mey., etc.) como un acc. absoluto La existencia, en efecto, de la acc. absoluto en el NT todavÃa es puesto en duda por algunos buenos gramáticos (Winer, Blass, etc.), y los supuestos casos se descartan como anacoloutha . Pero tal construcción, aunque de ocurrencia mucho más rara que la gen. absol., no era desconocido para el griego clásico ( cf.
Jelf, gr. Gramo. , ii., pág. 406), aun cuando no hubo repetición del tema ( cf. Mey., in loc. ), y parece haber por lo menos algunos ejemplos de ello en el NT, p. ej ., ciertamente en Hechos 26:3 (admitido por Buttm., Gram. of NT Greek , p. 347). y probablemente en Romanos 8:3 , etc.
La sintaxis se explica de otro modo aquà ( p. ej ., por Harl., Stier, etc.) como un caso de aposición, el á½ÏθαλμοÏÏ continúa con el Ïνεῦμα, como si = "para que Ãl pueda darte el espÃritu de sabidurÃa y ojos iluminados de revelación". una explicación en grado sumo incómoda y casi imposible en vista del ÏοÏÏ. La presencia del artÃculo antes de á½ÏθαλμοÏÏ y su ausencia antes de ÏεÏÏÏιÏμÎÎ½Î¿Ï Ï apuntan a un caso de predicado terciario (Buttm.
), de modo que el sentido serÃa más bien âos dé el EspÃritu de inteligencia, ojos alumbradosâ. Otros (Ell., etc.) lo explican como un caso de construcción laxa y caso anormal (de ninguna manera raro en el NT), el ÏεÏÏÏιÏμÎÎ½Î¿Ï Ï representa ÏεÏÏÏιÏμÎÎ½Î¿Î¹Ï y el ÏÎ¿á½ºÏ á½ÏθαλμοÏÏ es el acc definidor. = âpara que os conceda ser iluminados como a los ojos de vuestro corazónâ (Ell.
, etc.). Solo en el griego bÃblico y eclesiástico se usa ÏÏÏÎ¯Î¶Ï de la iluminación interior que significa un conocimiento espiritual y salvador de las cosas de Dios; cf. ÏÏÏιÏθÎνÏÎµÏ aplicado a aquellos que se habÃan convertido en cristianos ( Hebreos 6:4 ; Hebreos 10:32 ), y el uso posterior del mismo término para describir a los âbautizadosâ en la literatura cristiana primitiva.
La forma inusual de hablar, "los ojos de tu corazón", es particularmente apropiada aquÃ. El don en cuestión es el don especial del conocimiento o intuición, de ahà la figura de los ojos . El conocimiento es un conocimiento espiritual ; de ahà âlos ojos del corazón â, siendo καÏδία el âhombre interiorâ, asiento y centro de la vida mental y espiritual, con especial referencia a veces a la facultad de la inteligencia ( Mateo 13:15 ; Juan 12:40 ; Hechos 28:27 ; Romanos 1:21 ; 2 Corintios 4:6 ; Hebreos 4:12 , etc.
). Îµá¼°Ï Ïὸ εἰδÎναι á½Î¼á¾¶Ï: para que sepáis . El objeto de la iluminación, a saber, el conocimiento , un conocimiento más completo de ciertas cosas ahora especificadas. ÏÎ¯Ï á¼ÏÏιν ἡ á¼Î»ÏÎ¯Ï Ïá¿Ï κλήÏεÏÏ Î±á½Ïοῦ: cuál es la esperanza de su llamado . El ÏÎ¯Ï debe tomarse en su sentido propio, no âcuán grandeâ ni âde qué tipoâ, sino âquéâ, lo que es real y esencialmente la esperanza.
El κλá¿ÏÎ¹Ï Î±á½Ïοῦ es el llamado del cual Dios es el autor, y ese es un llamado eficaz. En los Evangelios, los κληÏÏ se contrastan con los á¼ÎºÎ»ÎµÎºÏοί, siendo los âelegidosâ los pocos elegidos de los âllamadosâ ( Mateo 22:14 ). En las EpÃstolas los â llamados de Diosâ son siempre aquellos a quienes la llamada ha llegado con efecto, que la han escuchado y se han hecho creyentes.
El κλήÏεÏÏ se toma mejor como el gen. de causa eficiente (Mey., Ell., etc.) la esperanza realizada, forjada por la llamada. Por lo tanto, el á¼Î»ÏÎ¯Ï no es el objeto esperado (un sentido que tiene ocasionalmente en el NT, por ejemplo , Tito 2:13 ; Colosenses 1:5 ; probablemente también Gálatas 5:5 ; Hebreos 6:18 ), sino la actitud mental , la esperanza subjetiva, la espera cristiana asegurada.
καὶ ÏÎ¯Ï á½ ÏλοῦÏÎ¿Ï Ïá¿Ï δÏÎ¾Î·Ï Ïá¿Ï κληÏÎ¿Î½Î¿Î¼Î¯Î±Ï Î±á½Ïοῦ: [ y ] cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia . Los mejores crÃticos (LTTrWHRV) omiten la καί de la RV, siendo decididamente contra ella la evidencia diplomática ([104] [105] [106] [107] [108], etc.), aunque cuenta con el apoyo de [109] [110] [111] [112] asà como ciertas Versiones y Padres.
No se sigue de esta omisión, sin embargo, que no tengamos tres cosas distintas mencionadas en las tres cláusulas, o que la segunda y la tercera, que se refieren a la herencia y al poder , sólo se coordinen con la primera, especificando dos cosas relacionadas con el á¼Î»ÏÎ¯Ï (asà Haupt). La κληÏονομία no es la herencia que Dios tiene en nosotros (sentido que la palabra parece no tener nunca en el NT), sino la herencia que Dios nos da y que es el objeto de nuestra esperanza.
El αá½Ïοῦ es el gen. de origen _ La magnificencia de esta herencia, la bienaventuranza perfeccionada de la Consumación, se expresa por una serie de términos que la exponen respecto de la gloria que le pertenece y de las riquezas que pertenecen a esa gloria, y éstas como cualidades para cuyo mejor conocimiento un se desea una nueva iluminación del EspÃritu. Los δÏÎ¾Î·Ï y los κληÏÎ¿Î½Î¿Î¼Î¯Î±Ï son genitivos de posesión o de cualidad caracterÃstica .
á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼Î³Î¯Î¿Î¹Ï: en los santos . ¿Cómo se conecta esto? Muchos (Harl., Rück., Olsh., Alf., etc.) lo adjuntan inmediatamente a κληÏÎ¿Î½Î¿Î¼Î¯Î±Ï = âla herencia dada por Dios entre los santosâ, o, como Alf. parafraseándolo, â Su herencia en , cuyo ejemplo y plenitud y encarnación está en, los santos â. Esta habrÃa sido una interpretación más razonable si el κληÏÎ¿Î½Î¿Î¼Î¯Î±Ï hubiera sido seguido por Ïá¿Ï; en ausencia del artÃculo, serÃa mejor si el κληÏονομία pudiera entenderse como la herencia de Dios en nosotros.
En general, es mejor considerar el á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼Î³Î¯Î¿Î¹Ï como relacionado con la idea de la cláusula como un todo y expresando la esfera dentro de la cual (á¼Î½ = entre) estas riquezas de la gloria de la herencia son conocidas y realizadas. La κληÏονομία es la herencia futura , que es nuestra en el presente sólo en anticipo. Los âsantosâ son toda la comunidad de los apartados para Dios en Jesucristo ( cf.
Hechos 20:32 ; Hechos 26:18 ), y esa comunidad contemplada especialmente en su futura plenitud. Este es el asiento de la herencia, o el cÃrculo dentro del cual solo se encuentra en su riqueza y gloria.
[96] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[97] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[98] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[99] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[100] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
[101] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[102] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[103] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[104] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[105] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[106] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[107] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[108] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
[109] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[110] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[111] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[112] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
VersÃculo 19
καὶ Ïί Ïὸ á½ÏεÏβάλλον μÎÎ³ÎµÎ¸Î¿Ï Ïá¿Ï Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÏÏ Î±á½Ïοῦ: y cuál la extraordinaria grandeza de su poder . El αá½Ïοῦ se refiere de nuevo a Dios , y el poder de Dios se introduce con respecto a esa sobreabundante grandeza que le pertenece solo a él y que es la garantÃa del cumplimiento de la esperanza cristiana. El contexto y la subsiguiente mención de la resurrección y exaltación de Cristo muestran que es el futuro de los creyentes lo que todavÃa está claramente a la vista.
AsÃ, en estas tres cláusulas, Pablo lleva a los lectores desde la esperanza misma, que se hace suya en virtud de ser llamados por Dios, al esplendor de la herencia a la que apunta la esperanza, y de aquà nuevamente a Dios mismo que hace la el cumplimiento de la esperanza y la posesión de la herencia cierta, es decir, la eficacia ilimitada que es su prerrogativa. Îµá¼°Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï ÏÎ¿á½ºÏ ÏιÏÏεÏονÏαÏ: hacia nosotros los que creemos .
No se podrÃa idear una mejor interpretación de Îµá¼°Ï á¼¡Î¼á¾¶Ï que el "hacia nosotros" del AV que es sabiamente retenido por el RV. La cláusula se adjunta mejor al pensamiento completo de la oración anterior, y no al Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÏÏ Î±á½Ïοῦ solo. El Îµá¼°Ï expresa la idea de âdirección éticaâ (Ell.), indicando los objetos hacia los cuales irá este poder divino, es decir, los que son creyentes.
El á¼¡Î¼á¾¶Ï conecta a estos creyentes efesios, en quienes el poder divino ha obrado poderosamente incluso ahora ( cf. la conjunción de la fe y el poder de Dios en 1 Corintios 2:5 ), con toda la comunidad de los santos que se menciona en el anterior sentencia como el cÃrculo dentro del cual al fin se hará efectiva la posesión completa de la herencia.
καÏá½° Ïὴν á¼Î½ÎÏγειαν Ïοῦ κÏάÏÎ¿Ï Ï Ïá¿Ï á¼°ÏÏÏÎ¿Ï Î±á½Ïοῦ : según la acción del poder de su fuerza . Otra impresionante acumulación de términos, que describe aún más esa ilimitada eficiencia de Dios en la que tenemos nuestra seguridad para la realización de la esperanza, por nueva que sea, y la posesión de la herencia, por rica que sea en su gloria. á¼Î½ÎÏγεια, que en el NT nunca se usa sino de poder sobrehumano ya sea Divino ( Efesios 3:7 ; Efesios 4:16 ; Colosenses 1:29 ; Colosenses 2:12 ) o Satánico ( 2 Tesalonicenses 2:9 ), denota poder como eficiencia , poder operativo, energizante .
ÎÏάÏÎ¿Ï es poder como fuerza, dominio , poder como se muestra en acción : á¼°ÏÏÏÏ es poder como inherente , poder como poseÃdo, pero pasivo. La frase, por lo tanto, significa "la eficiencia del poder activo que expresa el poder inherente". Esto nuevamente se entiende mejor como una definición de toda la declaración anterior, no como perteneciente simplemente al ÏιÏÏεÏονÏαÏ. Porque, mientras que la idea de que nuestra fe es el resultado del poder de Dios, se expresa claramente en otra parte ( p.
gramo. , Colosenses 2:12 ), eso no es lo que está a la vista aquÃ. El καÏά se toma aquà mejor en su sentido correcto de medida, estándar o proporción . Lo que la cláusula pone ante nosotros, por lo tanto, es que la medida de ese poder supremo de Dios que es la garantÃa de nuestra esperanza, es la operación del ejercicio del poder que mora en Dios como se ve en el caso histórico ejemplificado en el siguiente oración, a saber , la resurrección y exaltación de Cristo.
VersÃculo 20
ἥν á¼Î½Î®ÏγηÏεν á¼Î½ Ïá¿· ΧÏιÏÏá¿· á¼Î³ÎµÎ¯ÏÎ±Ï Î±á½Ïὸν á¼Îº νεκÏῶν: la cual hizo en Cristo cuando le levantó de los muertos . El ἣν se refiere al á¼Î½ÎÏγειαν anterior. Las autoridades documentales varÃan entre el á¼Î½Î®ÏγηÏεν del TR (después de [113] [114] [115] [116] [117], etc.) y á¼Î½Î®Ïγηκεν que es la lectura de [118] [119], etc.
, y es preferido por LTTr (marg.) WH (con el otro al margen). El aoristo está más de acuerdo con el evento histórico definido al que se refiere; los aoristos posteriores, por otro lado, favorecen el perfecto, lo que hace que sea la lectura más difÃcil de explicar. Aquà nuevamente el artÃculo con el ΧÏιÏÏá¿· puede darle el sentido oficial âel Cristoâ. Esto es más probable en vista del uso del á¼Î½ asà como de la relación de la declaración con la esperanza y la herencia .
El poder supremo de Dios no sólo se manifestó en el caso de nuestro Señor, sino que se forjó en Ãl, y en Ãl no como miembro individual de la raza, sino como âel Cristoâ, el Ungido de Dios, en quien somos nosotros. representados y tenemos nuestra Cabeza. El resultado de esa obra de la energÃa de Dios en Ãl fue Su resurrección de entre los muertos, un evento que, como enseña Pablo de manera uniforme, tuvo un poder no sólo para Ãl sino también para nosotros.
El á¼Î³ÎµÎ¯ÏÎ±Ï puede tener la fuerza (coincidencia en el tiempo) que le dan el AV y el RV, etc., âcuando lo resucitóâ; o puede tomarse mejor como el aor definitorio y explicativo. (como en γνÏÏίÏαÏ, Efesios 1:9 ), âen que lo resucitóâ. y lo sentó a su diestra .
El á¼ÎºÎ¬Î¸Î¹Ïεν del TR, respaldado por dicho MSS. como [120] [121] [122] [123], el copto. y gótico. Las versiones, etc., deben dar lugar a καθίÏαÏ, la lectura de [124] [125] [126] 17, etc., adoptada por LTTrWHRV. Algunas autoridades ([127] [128] 17, etc.) insertan αá½ÏÏν antes de á¼Î½ δεξιᾷ. La exaltación al lugar de honor y autoridad que sigue a la resurrección es un testimonio más de lo que puede efectuar la á¼Î½ÎÏγεια de Dios.
á¼Î½ Ïοá¿Ï á¼ÏÎ¿Ï ÏανίοιÏ: en los cielos . Que la frase tiene el sentido local aquà ( cf. sobre Efesios 1:3 arriba) queda muy claro por los términos á¼Î³ÎµÎ¯ÏαÏ, καθίÏαÏ, á¼Î½ δεξιᾷ, todos términos con una referencia local. De hecho, la frase οá½Ïανοá¿Ï se encuentra en lugar de á¼ÏÎ¿Ï ÏÎ±Î½Î¯Î¿Î¹Ï en algunas autoridades antiguas (B, Hil., Vict.).
[113] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[114] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[115] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
[116] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[117] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[118] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[119] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[120] Codex Claromontanus (sæc. vi.), un manuscrito græco-latino. en ParÃs, editado por Tischendorf en 1852.
[121] Codex Augiensis (sæc. ix.), un manuscrito greco-latino, en Trinity College, Cambridge, editado por Scrivener en 1859. Su texto griego es casi idéntico al de G, y por lo tanto no se cita excepto donde difiere de ese MS. Su versión latina, f, presenta el texto de la Vulgata con algunas modificaciones.
[122] Codex Mosquensis (sæc. ix.), editado por Matthæi en 1782.
[123] Codex Angelicus (sæc. ix.), en Roma, recopilado por Tischendorf y otros.
[124] Codex Vaticanus (sæc. iv.), publicado en facsÃmil fotográfico en 1889 bajo el cuidado del Abbate Cozza-Luzi.
[125] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), actualmente en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[126] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
[127] Codex Sinaiticus (sæc. iv.), ahora en San Petersburgo, publicado en facsÃmil por su descubridor, Tischendorf, en 1862.
[128] Codex Alexandrinus (sæc. v.), en el Museo Británico, publicado en facsÃmil fotográfico por Sir EM Thompson (1879).
VersÃculo 21
á½ÏεÏÎ¬Î½Ï ÏάÏÎ·Ï á¼ÏÏá¿Ï καὶ á¼Î¾Î¿Ï ÏÎ¯Î±Ï ÎºÎ±á½¶ Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÏÏ ÎºÎ±á½¶ ÎºÏ ÏιÏÏηÏÎ¿Ï : sobre todo dominio, y autoridad, y poder . La fuerza intensiva â muy arribaâ se le da a á½ÏεÏÎ¬Î½Ï por Chrys., Theoph., Stier, la AV, la RV, etc. Pero difÃcilmente puede sostenerse frente al uso real de la palabra en Hebreos 9:5 ( cf.
Ezequiel 43:15 ); la tendencia del griego tardÃo a sustituir las formas simples por las compuestas sin un cambio sustancial de sentido; el uso no intensivo de la forma afÃn á½ÏοκάÏÏ ( Marco 6:11 ; Lucas 8:16 ; Juan 1:51 ); y el testimonio de la versión sirÃaca y otras versiones antiguas, que lo traducen simplemente "encima" ( p.
gramo. , Vulg., supra ). âMás arribaâ, por lo tanto, es preferible a âmuy arribaâ. El ÏάÏÎ·Ï es âtodoâ en el sentido de âcadaâ, cada tipo particular de á¼ÏÏή que puede nombrarse. Los términos se dan en forma abstracta, no como si sólo se tratara de principios y fuerzas , y no de poderes personales , sino porque âse expresan clases o categorÃas de seres personales, tal como, p.
gramo. , á¼Î¾Î¿Ï Ïία se dice de las autoridades humanas , que consisten en personas â (Mey.). El uso del abstracto á¼ÏÏαί, etc., en lugar del concreto á¼Î³Î³ÎµÎ»Î¿Î¹, etc., realza la concepción del dominio absoluto y omniabarcante de Cristo. Pero, ¿qué clase de poderes o autoridades designan estos términos? El hecho de que el tema inmediato aquà sean los lugares celestiales y la posición de Cristo en ellos excluye de inmediato tales interpretaciones que identifican estos á¼ÏÏαί, etc.
con poderes terrenales (Morus); con todo tipo de dignidad dondequiera que se encuentre (Erasm., Olsh., etc.); con la jerarquÃa judÃa (Schoett.); o con las diversas órdenes de poderes gentiles (van Til). La idea principal de la sección y el significado aparente de declaraciones similares ( Efesios 3:10 ; Colosenses 1:16 ; Romanos 8:38 ; 1 Pedro 3:22 ) apuntan al mundo angélico como significado.
El hecho de que aquà no se diga nada del triunfo de Cristo sobre los poderes satánicos sugiere además que sólo están a la vista ángeles de buenas inteligencias celestiales. ¿Se puede hacer entonces alguna distinción definitiva entre los términos? ¿Y puede decirse que la enumeración significa que el mundo de los ángeles buenos tiene sus distintos órdenes y grados de dignidad y poder angélicos? El pasaje debe leerse en conexión con las enumeraciones análogas en Efesios 3:10 ; Romanos 8:38 ; 1 Pedro 3:22 , y especialmente Colosenses 1:16 .
Las diferencias en las enumeraciones aparecen inmediatamente. En Efesios 3:10 tenemos solo el á¼ÏÏαί y á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι; en Romanos 8:38 , á¼Î³Î³ÎµÎ»Î¿Î¹, á¼ÏÏαί, Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÎ¹Ï; en 1 Pedro 3:22 , á¼Î³Î³ÎµÎ»Î¿Î¹, á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι, Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÎ¹Ï.
Y en el paralelo más directo ( Colosenses 1:16 ) encontramos θÏÏνοι, ÎºÏ ÏιÏÏηÏεÏ, á¼ÏÏαί, á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι. Los pasajes paulinos mismos, por lo tanto, no muestran tal identidad ni en el número ni en la sucesión de autoridades como serÃa consistente con una determinada doctrina de órdenes graduados.
Tampoco puede inferirse de las palabras en Mateo 18:10 (como piensa Meyer) que tales gradaciones sean reconocidas por nuestro Señor mismo. Es cierto que en los escritos no canónicos de los judÃos ( p. ej., Test. XII. Patr. , etc.) aparece la idea de variedad de rangos entre los ángeles, y que en la literatura rabÃnica posterior tomó formas extrañas y elaboradas. .
Pero entre estas y las declaraciones simples del NT no hay semejanza real, y no hay nada aquà que señale con certeza ni una escala ascendente ni una descendente . Es cierto que algunos sostienen ( p. ej ., Meyer) que las autoridades angélicas se nombran aquà de acuerdo con la última escala, comenzando con la más alta y procediendo hacia la más baja y la más baja. Por esto se ofrecen dos razones, a saber.
, primero que serÃa natural para el escritor, que ha llevado al lector a la diestra de Dios como la posición que ocupaba Cristo, dar su enumeración de los poderes sujetos a Cristo en la sucesión de primero, segundo y tercero en rango; y segundo , que en las diversas referencias que se les hace, los á¼ÏÏαί, á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι, Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÎ¹Ï se dan en el mismo orden. Pero la primera es una razón muy precaria; y esto último no es válido, por cuanto en ninguno de los pasajes a los que se apela juntamos todos estos tres términos ( Efesios 3:10 ; Colosenses 1:16 ; Colosenses 2:10 ; 1 Pedro 3:22 ).
Tampoco es posible establecer una distinción clara de sentido y aplicación entre los cuatro términos aquà introducidos, como la que intentó, por ejemplo , Alford, quien, incluyendo en la lista tanto los poderes terrenales como los celestiales y los malos y buenos espÃritus, considera á¼ÏÏή como expresión suprema de la dignidad, á¼Î¾ÏιÏία como poder oficial en todas sus formas, primario o delegado, δÏÎ½Î±Î¼Î¹Ï como fuerza o âmateria primaâ del poder, y ÎºÏ ÏιÏÏηÏ, como preeminencia del señorÃo.
Debemos tomar los términos, por lo tanto, no como términos dogmáticos que enseñan o implican alguna doctrina de rangos graduados, funciones diferenciadas u orden organizado en el mundo de los ángeles, sino como términos retóricos reunidos para expresar la supremacÃa única y la soberanÃa absoluta. propio de Cristo, y significando simplemente que cualesquiera que fueran los poderes o dignidades existentes y por los nombres que pudieran ser designados, el dominio de Cristo estaba sobre todos ellos.
Esto también lo sugiere la generalización adicional que sigue. καὶ ÏανÏá½¸Ï á½Î½ÏμαÏÎ¿Ï á½Î½Î¿Î¼Î±Î¶Î¿Î¼ÎÎ½Î¿Ï : y todo nombre que se nombra . El á½Î½Î¿Î¼Î± aquà no debe tomarse como un tÃtulo de dignidad, pero (como muestra el á½Î½Î¿Î¼Î±Î¶Î¿Î¼ÎÎ½Î¿Ï ) tiene el sentido simple de nombre . Hay un avance en la declaración del rango supremo de Cristo, pero es simplemente de la idea de una supremacÃa sobre todas las inteligencias celestiales a la de una supremacÃa sobre todos los objetos creados por cualquier nombre llamado.
οá½Î¼Ïνον á¼Î½ Ïá¿· αἰῶνι ÏοÏÏῳ, á¼Î»Î»á½° καὶ á¼Î½ Ïá¿· μÎλλονÏι: no sólo en este mundo (o era ), sino también en el venidero . La declaración de la supremacÃa absoluta e inigualable de Cristo es llevada a su punto culminante por esta última generalización, que abarca en su alcance la totalidad de los objetos creados no sólo como son ahora, sino como pueden ser en cualquier futuro posible.
La palabra αἰÏν aquà como en otras partes, tiene la idea de duración en su base. Significa "era", " eón ", y como se usa del mundo lo presenta, a diferencia de κÏÏμοÏ, en su aspecto temporal, "este estado actual de las cosas". Los judÃos hablaban del perÃodo anterior al advenimiento del MesÃas como ×ָצ×Ö¹×Ö¸× ×Ö·×Ö¶Ö¼×, âesta eraâ, y del perÃodo introducido por ese evento como ×ָצ×Ö¹×Ö¸× ×Ö·×Ö¸Ö¼×, âla era venideraâ.
Asà los escritores del NT designan el perÃodo que precede al Retorno final o ParusÃa de Cristo ὠαἰὼν οá½ÏÎ¿Ï (también ὠνῦν αἰÏν, 1 Timoteo 6:17 ; á½ á¼Î½ÎµÏÏá½¼Ï Î±á¼°Ïν, Gálatas 1:4 ; o simplemente á½ Mateo 14:22 αἰÏν , Gálatas 1:4 ν Ï 4 ; and the period beginning with the Parousia ὠαἰὼν ὠμÎλλÏν (also ὠαἰὼν á¼ÎºÎµá¿Î½Î¿Ï, Lucas 20:35 ; ὠαἰὼν á½ á¼ÏÏÏμενοÏ, Marco 10:30 ; Lucas 18:30 ; cf. οἱ Î±á¼°á¿¶Î½ÎµÏ Î¿á¼± á¼ÏεÏÏÏμενοι, Efesios 2:7 ).
Este párrafo da simplemente una declaración positiva de la exaltación de Cristo, Su supremacÃa soberana e incompartida sobre todo. No hace referencia a especulaciones judÃas o gnósticas incompatibles con esto. Es diferente con la gran sección en la hermana EpÃstola a los Colosenses. Allà vemos que tales especulaciones abundaban en al menos una de las iglesias del valle de Lycus. Las declaraciones en esa EpÃstola tienen una referencia inequÃvoca a nociones teosóficas afines a las ideas gnósticas de emanaciones nociones de intermediarios angélicos entre Dios y el mundo; contra lo cual el Apóstol tiene que afirmar la relación exclusiva de Cristo con todo el sistema de cosas, visibles e invisibles, terrenales y celestiales, como el Creador de todo, el Sustentador de todo,
La literatura del judaÃsmo también deja claro que en la época de Pablo los judÃos habÃan construido un sistema algo elaborado de AngelologÃa, con teorÃas de posiciones graduadas y funciones distintivas. El Libro de Enoc (lxi. 10) habla de âángeles de poder y ángeles de principadoâ. El Libro de los Secretos de Enoc (xx. 1, 3) describe la hueste celestial como formada por diez tropas señorÃos, principados, potestades, querubines, serafines, tronos, etc.
En los Testamentos de los Doce Patriarcas ( LevÃtico 3 ) se nombran seis órdenes, de los cuales los más altos son los θÏÏνοι, á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι, que ocupan el séptimo cielo, mientras que los Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÎ¹Ï son los quintos en orden y están asignados al tercer cielo. La misma doctrina general aparece también en Ephraem Syrus (i.
, pags. 270), quien da tres grandes divisiones del mundo celestial, a saber. (1) θεοί, θÏÏνοι, ÎºÏ ÏιÏÏηÏεÏ; (2) á¼ÏÏάλλελοι, á¼ÏÏαί, á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι; (3) á¼Î³Î³ÎµÎ»Î¿Î¹, Î´Ï Î½Î¬Î¼ÎµÎ¹Ï, ÏεÏÎ¿Ï Î²Î¯Î¼, ÏεÏαÏίμ. En el De Principi. de OrÃgenes (i., 5, 3, etc.) se nombran cinco órdenes, ascendiendo desde ÏÎ¬Î¾Î¹Ï á¼Î³Î³ÎµÎ»Î¹ÎºÎ®, hasta á¼ÏÏαί, á¼Î¾Î¿Ï Ïίαι, θÏÏνοι, y finalmente ÎºÏ ÏιÏÏηÏεÏ.
Pero la concepción de una gran jerarquÃa angélica graduada fue elaborada más plenamente por el autor del notable libro De Coelesti Hierarchia , el llamado Dionisio el Areopagita. Allà encontramos un esquema de órdenes en tres grupos de tres, descendiendo del más alto al más bajo: Serafines, Querubines, Tronos; Dominaciones, Virtudes, Potestades (o Autoridades); Principados, Arcángeles, Ãngeles. De ahà la sublime descripción en Dante ( Paradiso , canto xxxviii.) y "Tronos, dominaciones, principados, virtudes, poderes" de Milton ( Paradise Lost , v., 601).
VersÃculo 22
καὶ ÏάνÏα á½ÏÎÏαξεν á½Ïὸ ÏÎ¿á½ºÏ ÏÏÎ´Î±Ï Î±á½Ïοῦ: y todo lo sometió bajo sus pies . El á½ÏÎÏαξεν está coordinado con el á¼Î½Î®ÏγηÏε anterior. Dios hizo estas dos cosas: Ãl obró Su gran poder al resucitar y exaltar a Cristo y le sujetó todas las cosas. La idea expresada por el á½ÏÎÏαξεν aquà no es la idea limitada de una sujeción de objetos opuestos, que tenemos en 1 Corintios 15:27 , sino la idea más amplia de poner todas las cosas creadas bajo la soberanÃa de Cristo.
Las palabras recuerdan las de Salmo 8:7 , pero no las dan en forma de cita. Ese Salmo habla del Hombre tal como Dios quiso que fuera, con dominio sobre todas las criaturas. Aquà ese ideal se presenta como hecho real en Cristo, el Cristo exaltado y soberano. El acto al que se refiere, pues, el aor. á½ÏÎÏαξεν puede ser el regalo definitivo del dominio absoluto como consecuencia de la exaltación.
La elevación de Cristo a la diestra de Dios fue seguida por la colocación de todas las cosas bajo sus pies y por hacerlo, de facto , soberano sobre todo. y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia . La RV está de acuerdo con la AV y la Biblia de los Obispos al traducirlo ây le dio por cabezaâ.
Tynd. y Cran. tienen âlo ha puesto sobre todas las cosas por cabezaâ; el Rhemish, "lo ha puesto por cabeza sobre toda la Iglesia". Las dos ideas de la jefatura de Cristo sobre todas las cosas y su jefatura sobre la iglesia parecen estar en la declaración. La pregunta es cómo se relacionan y cuál es la idea precisa que se adjunta a cada uno de los términos significativos. El á¼Î´Ïκεν no debe tomarse en el sentido técnico de designado, instalado (como lo expresa × Ö¸×ªÖ·×, ÏιθÎναι), pero, como lo indica el simple dat.
á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïίᾳ, en su sentido ordinario de dio . Cristo, en la capacidad o posición que aquà se le atribuye, se presenta como un don de Dios a la Iglesia. Habiéndolo exaltado a lo más alto e investido con supremo dominio, Dios lo entrega a la Iglesia. La ÏάνÏα en á½Ïá½²Ï ÏάνÏα debe tener el sentido que tiene en ÏάνÏα á½ÏÎÏαξεν, no âtodas las autoridades â, sino âtodas las cosas â.
La κεÏαλή, por lo tanto, debe expresar un dominio absoluto sobre todo el mundo creado, visible e invisible, no un liderazgo particular y superior sobre otros liderazgos subordinados, Apóstoles, Obispos, etc., en la Iglesia. Además, como muestra la siguiente declaración sobre la Ïῶμα, debe tener el sentido completo de cabeza , cabeza orgánica, y no solo de suma ni de máxima dignidad .
El término á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία, nuevamente, obviamente tiene aquà su sentido cristiano más amplio. Usado por los griegos para designar una asamblea del pueblo convocada a deliberar ( cf. Hechos 19:39 ), y por la LXX como el equivalente del hebreo ×§Ö¸×Ö¸×, la congregación de Israel , especialmente cuando se convoca en convención religiosa ( Deuteronomio 31:30 , etc
), expresa en el NT la idea de la comunión o asamblea de creyentes reunidos para adorar o para administrar. Y expresa esto en varios grados de extensión, que van desde la reunión de una pequeña compañÃa para adorar en la casa de uno (el á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία καÏʼ οἶκον, Romanos 16:5 ; 1 Corintios 16:19 , etc.
), o la sola congregación de pueblo o ciudad ( Hechos 5:11 ; Hechos 8:3 ; 1 Corintios 4:17 , etc.), a las comunidades cristianas más grandes de provincias y paÃses (Ïá¿Ï á¼ÏίαÏ, ÎαλαÏίαÏ, á¼¸Î¿Ï Î´Î±Î¯Î±Ï, 1Co 16 :1; 1 Corintios 16:19 ; 2 Corintios 8:1 ; Gálatas 1:2 ; Gálatas 1:22 ), y finalmente a la Iglesia universal, la Iglesia colectivamente, toda la comunidad de creyentes en todo el mundo (Mat 16:18 ; 1 Corintios 12:28 ; Filipenses 3:6 ; Colosenses 1:18 ; Colosenses 1:24 , etc.
). Aquà y en las demás apariciones en esta epÃstola, la palabra tiene la mayor extensión de significado, con la idea mÃstica adicional de una unidad relacionada vitalmente con Cristo, incorporada en él y que tiene su vida en ella. Si los términos deben entenderse asÃ, ¿cómo debe interpretarse su conexión en la oración? El Ïá¿ á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία depende inmediatamente de á¼Î´Ïκεν, y no puede tomarse como un dat.
commodi =âpor el bien de la Iglesiaâ (De Wette), como si estuviera unido inmediatamente al á½Ïá½²Ï ÏάνÏα. El κεÏαλὴν á½Ïá½²Ï ÏάνÏα puede entonces tomarse como en oposición a αá½ÏÏν âle dio, cabeza sobre todas las cosas, a la Iglesiaâ, es decir , le dio, esta cabeza sobre todas las cosas, a la Iglesia (Chrys., Stier, etc. ); o como teniendo una fuerza predicativa "lo dio por cabeza de todas las cosas" (Ell.
, etc.). Este último debe preferirse tanto como la construcción más fácil como más congruente con el anarthrous κεÏαλήν. AsÃ, el sentido de la cláusula es que Dios, al dar a Cristo a la Iglesia, lo dio en calidad de Cabeza sobre todas las cosas. No hay distinción ni comparación, por tanto, entre dos jefaturas, como si una fuera sobre el mundo o sobre el estado, y la otra sobre la Iglesia.
La jefatura de Cristo sobre la Iglesia, en lo que se refiere a esta cláusula, está más implÃcita que expresada. La idea de la jefatura sobre la Iglesia se transmite más claramente en la oración que sigue, con la descripción adicional de la Iglesia como Ïῶμα ΧÏιÏÏÎ¿Ï . Aquà la gran idea sigue siendo la de la jefatura de Cristo sobre todas las cosas. Teniendo esa supremacÃa, Ãl es dado por Dios a la Iglesia, y como dado en la capacidad de Cabeza universal, Ãl es dado a la Iglesia también como su Cabeza.
VersÃculo 23
á¼¥ÏÎ¹Ï á¼ÏÏὶν Ïὸ Ïῶμα αá½Ïοῦ: que es Su cuerpo . El á¼¥ÏÎ¹Ï (no á¼¥) introduce una declaración profunda, cuya interpretación es muy discutida. Complementa lo anterior y define aún más la relación entre Cristo y la Iglesia con respecto a Su jefatura. La á¼¥ÏιÏ, por tanto, tiene algo de su fuerza cualitativa, apuntando a lo que pertenece a la naturaleza de la Iglesia (Meyer), y dando asà fundamento al don de Dios de Cristo a la á¼ÎºÎºÎ»Î·Ïία.
O (con Ell., etc.) puede tomarse en el sentido moderado y explicativo "que de hecho". La palabra Ïῶμα, que pasa fácilmente de su significado literal al sentido figurado de una sociedad , un número de hombres que constituyen una unión social o ética ( cf. Efesios 4:4 ), se aplica con frecuencia en las EpÃstolas a la Iglesia del NT, con o sin Ïοῦ ΧÏιÏÏοῦ, como el cuerpo mÃstico de Cristo, la comunidad de creyentes considerada como una unidad orgánica y espiritual en una relación viva con Cristo, sujeta a Ãl, animada por Ãl y teniendo Su poder operando en ella.
La relación entre Cristo y la Iglesia, por tanto, no es una relación externa, o simplemente de Superior e inferior, Soberano y súbdito, sino de vida e incorporación. La Iglesia no es meramente una institución gobernada por Ãl como Presidente, un Reino en el cual Ãl es la Autoridad Suprema, o una vasta compañÃa de hombres en simpatÃa moral con Ãl, sino una Sociedad que está en conexión vital con Ãl, teniendo la fuente de su vida en Ãl, sostenida y dirigida por Su poder, el instrumento también por el cual Ãl obra.
Ïὸ ÏλήÏÏμα Ïοῦ ÏάνÏα á¼Î½ Ïá¾¶Ïιν ÏληÏÎ¿Ï Î¼ÎÎ½Î¿Ï : la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo . La oración precedente lleva la idea de la Iglesia mucho más allá de la concepción limitada de una institución concreta o de una organización exterior visible, y nos eleva a la concepción más amplia de una gran comunidad espiritual, que es una bajo todas las variedades de forma externa y constitución en virtud de la presencia del EspÃritu de Cristo en ella, y católica como que abarca a todos los creyentes y existe dondequiera que se encuentren tales.
Es la concepción de la Iglesia la que impregna esta EpÃstola ( cf. Efesios 3:10 ; Efesios 3:21 ; Efesios 5:23-25 ; Efesios 5:27 ; Efesios 5:29 ; Efesios 5:32 ).
Aparece de nuevo en términos similares en la EpÃstola hermana ( Colosenses 1:18 ; Colosenses 1:24 ), y en otra parte en la variada fraseologÃa del âsacerdocio realâ ( 1 Pedro 2:9 ) y la âIglesia de los Primogénitosâ ( Hebreos 12:23 ).
Es esta idea suprema de la Iglesia como orden espiritual, cuya esencia es una relación viva con Cristo, la que recibe una mayor expresión en la profunda frase con la que se cierra el párrafo. La gran dificultad aquà es con el término mismo ÏλήÏÏμα. Los otros términos son más fáciles. Para la ÏάνÏα del TR, que tiene el testimonio más exiguo, Ïá½° ÏάνÏα (apoyada por las grandes unciales, etc.
) debe ser sustituido (con Beng., Griesb., LTTr WRV). El âtodoâ, por lo tanto, debe tomarse aquà en el sentido que tiene en Efesios 1:10 â el todoâ, todo el sistema de cosas, hecho por Cristo y que tiene en Ãl la base de su ser, su continuación, su orden ( Hebreos 1:3 ; Colosenses 1:16-17 ; 1 Corintios 8:6 ).
El á¼Î½ Ïá¾¶Ïιν tendrá una extensión de significado correspondiente, "con todas las cosas ", no simplemente con todas las bendiciones, dones o requisitos espirituales . El universo mismo y todas las cosas que componen su plenitud ( cf. "la tierra ... y su plenitud ", Salmo 24:1 ) son igualmente hechas y mantenidas por Cristo.
La preparación, es tomada por algunos en su fuerza primaria de en . Pero es difÃcil entonces encontrar un sentido natural para la cláusula; las interpretaciones propuestas, por ejemplo , âen todos los puntosâ (Harless), âen todos los modos de manifestaciónâ (Bleek), etc., van más allá de los términos reales. Es mejor entenderlo como el instrumental á¼Î½, del cual tenemos un ejemplo en el cap. Efesios 5:18 (Mey.
, Ell., Alf., y la mayorÃa) âcon todas las cosasâ. Algunos extrañamente toman á¼Î½ Ïá¾¶Ïιν como masc. aquÃ, suponiendo que el punto es que Cristo suple en todos Sus miembros creyentes todas las cosas con las que necesitan ser provistos (Haupt, Moule). El ÏληÏÎ¿Ï Î¼ÎÎ½Î¿Ï puede ser un pasivo puro, y asà lo toman algunos (Vulg., Chrys., etc.). En ese caso, Cristo serÃa descrito como Ãl mismo âlleno de todas las cosasâ.
Ocurre, sin embargo, también como un medio con un sentido activo (Xen., Hell. , v., 4, 56; vi., 2, 14, etc.). Asà lo traducen aquà algunas de las Versiones (Syr., Copt., Goth., Arm.), y el sentido de âllenarâ se adapta mejor al contexto. El medio, sin embargo, probablemente retiene algo de su propia fuerza recÃproca o reflexiva, transmitiendo la idea de llenar la totalidad de las cosas por Sà mismo .
¿Qué decir ahora del propio término ÏλήÏÏμα? Hay algunas interpretaciones que pueden dejarse de lado de inmediato, por ejemplo, los medios de cumplimiento (Rück.), describiendo a la Iglesia como el medio o instrumento por el cual Cristo lleva a cabo su obra destinada de traer todas las cosas de regreso a Dios; coetus numerosus , con referencia a la multitud de los que están sujetos a Cristo (Storr, Rosenm.
, etc.); perfección , en el sentido objetivo del término, siendo la Iglesia obra perfecta de Cristo (Oltr.), significado que va más allá del término mismo; la totalidad de los eones , en el sentido gnóstico, Cristo y la Iglesia siendo vistos aquà en unión y las dos ideas, âaquello que hace llenoâ y âaquello que es hecho llenoâ, se supone que pasan del uno al otro (Bau).
La elección es entre el sentido activo de âlo que llena o completaâ y el sentido pasivo de âlo que se llenaâ. El primero es favorecido por Chrys., Åcum., Aquin., Schwegler, Abb., etc., y debe admitirse que es lingüÃsticamente posible. Los verbos en - μα, es cierto, tienen generalmente el pase, sentido, y este formado a partir de Ïληοῦν (que significa tanto llenar como cumplir ) se tomarÃa más naturalmente como = âaquello que se llenaâ, o âaquello que se cumple o se completaâ.
De hecho, Light argumenta, en una importante disertación sobre âEl significado de ÏλήÏÏμαâ ( EpÃstolas de San Pablo a los Colosenses y a Filemón , pp. 257 273) que los sustantivos de esta formación son siempre pasivos, expresando el producto de la acción denotado por el verbo activo, o esa acción en sà misma considerada como una cosa completa ; y además que en el caso de ÏλήÏÏμα, si seguimos la idea de cumplir en lugar de la de llenar , no necesitaremos darle ahora un sentido activo y otra vez pasivo, sino que podremos tomarlo en todas sus apariciones como un pasivo real , que denota resultado en un aspecto u otro.
Pero, mientras que es bastante posible entenderlo de esta manera en todos los pasajes de las EpÃstolas, es difÃcil llevar el sentido pasivo a través de las diversas ocurrencias en los Evangelios ( por ejemplo , Mateo 9:16 ; Marco 2:27 ; Marco 8:20 ).
Tampoco parece fácil ajustar el sentido propiamente pasivo a todos los pasajes ya sea en la LXX ( cf. Ezequiel 5:2 ; Daniel 10:3 ), o en el griego profano ( eg , Soph., Trach. , 1203; Eurip. , Troad. , 824; Philo, de Abr.
, ii., pág. 39), sin poner interpretaciones un tanto forzadas sobre algunos de los casos. Sin embargo, la idea que resulta de permitir que ÏλήÏÏμα tenga el sentido activo aquà no está relacionada con el alcance general del párrafo. Esa idea es que la Iglesia es lo que completa a Cristo mismo. Una cabeza, por perfecta que sea en sà misma, si no tiene miembros, es algo incompleto. Asà Cristo, que es la Cabeza de la Iglesia, requiere que la Iglesia la haga completa, asà como la Iglesia, que es su cuerpo, lo requiere a Ãl como Cabeza para hacerla una cosa completa y viva.
Pero el pensamiento principal de todo el párrafo es lo que Cristo es y hace en relación con el universo y la Iglesia, no lo que la Iglesia es para Ãl o hace por Ãl, y el ÏληÏÎ¿Ï Î¼ÎÎ½Î¿Ï no puede tener el sentido de âAquel que está siendo llenoâ sin poner un significado forzado en el Ïá½° ÏάνÏα á¼Î½ Ïá¾¶Ïιν. Por lo tanto, ÏλήÏÏμα debe tomarse aquà en sentido pasivo, como lo hacen la mayorÃa de los comentaristas, y la idea es que la Iglesia no es solo el cuerpo de Cristo, sino aquello que Ãl llena .
En Colosenses 1:19 ; Colosenses 2:9 toda la ÏλήÏÏμα, o toda plenitud de la Deidad, la plenitud misma de la Deidad, la totalidad de los poderes y cualidades divinas, se dice que está en Cristo, de modo que solo Ãl debe ser reconocido como Formador y Gobernador del mundo, y no hay necesidad ni lugar para seres intermedios como agentes en esos trabajos de creación, mantenimiento y administración.
Aquà la concepción es que esta plenitud de los poderes y cualidades divinas que están en Cristo es impartida por Ãl a su Iglesia, de modo que esta última está impregnada de su presencia, animada por su vida, llena de sus dones y energÃas y gracias. Ãl es la única Cabeza del universo, el cual es provisto por Ãl de todo lo necesario para su ser y orden. Ãl es también la única Cabeza de la Iglesia, que recibe de Ãl lo que Ãl mismo posee y es dotada por Ãl de todo lo que necesita para la realización de su vocación.