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Saturday, July 19th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Gran Comentario BÃblico de Lapide Comentario de Lapide
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Estos archivos son de dominio público.
Texto CortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con Permiso.
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Información bibliográfica
Lapide, Cornelius. "Comentario sobre Matthew 21". El Gran Comentario BÃblico de Cornelius a Lapide. https://studylight.org/commentaries/spa/clc/matthew-21.html. 1890.
Lapide, Cornelius. "Comentario sobre Matthew 21". El Gran Comentario BÃblico de Cornelius a Lapide. https://studylight.org/
Whole Bible (30)New Testament (6)Gospels Only (1)Individual Books (3)
VersÃculos 1-22
1-46
CAPÃTULO 21
Y cuando se acercaron , etc. Marcos tiene ( Marco 11:1 ), "Y cuando llegaron cerca de Jerusalén, a Betfagé y Betania, en el monte de los Olivos, envió a dos de sus discÃpulos", y Lucas agrega ( Lucas 19:29 ), "Y Aconteció que cuando llegó cerca de Betfagé y de Betania, al monte que se llama monte de los Olivos, envió a dos de sus discÃpulos.
"Pero Marcos y Lucas están hablando en general, porque Betfagé, Jerusalén y Betania están todas cercanas entre sÃ. Para llegar a los detalles, es claro de S. Juan ( Juan 12:1 ; Juan 12:12 ) que en el sábado anterior Cristo cenó y pasó la noche en Betania, y al dÃa siguiente, o Domingo de Ramos, se acercó a Jerusalén, es decir, a Betfagé, y desde allà envió a sus discÃpulos a buscar la asna con su pollino.
Porque Betfagé estaba más cerca de Jerusalén. Desde Betania a través de Betfagé, el Monte de los Olivos y el valle de Josafat era el camino a Jerusalén. El valle de Josafat está cerca de Jerusalén. El arroyo Cedrón fluye a través de él. Después de este valle llegas al monte de los Olivos, luego a la aldea de Betfagé, y luego a Betania.
Betfagé , en hebreo, significa la casa de la boca , o sea, en la boca del valle. Beth es una casa, phe , la boca, ge , un valle. Porque esta aldea de Betfagé estaba asentada al pie del Monte de los Olivos, en una especie de hendidura, o como si fuera la boca de la colina. Además, este pueblo estaba situado, como podemos decir, en la desembocadura o entrada del valle de Josafat.
Y esta entrada es extremadamente estrecha, ya que vienes de Betfagé al valle, y asà sucesivamente a través de la puerta dorada del Templo. Por lo que es muy probable, como dicen Jansen y Adrichomius, que Betfagé fuera una aldea de sacerdotes, en la que se guardaban corderos, cabras y bueyes listos para los sacrificios del templo. AsÃ, desde Betfagé, los sacerdotes solÃan traer los corderos pascuales y otras vÃctimas al templo.
También por esto, cuando Cristo quiso ser llevado en triunfo desde Betfagé, a través de la puerta de oro, a Jerusalén, quiso mostrar que Ãl era el Cordero que quita el pecado del mundo, prefigurado por los corderos pascuales.
Nuevamente, Ãl deseó en Su entrada triunfal pasar por el valle de Josafat, para dar a entender que en ese mismo valle Ãl, en el dÃa del Juicio, dictará Su tremendo juicio sobre todos los hombres. Ahora, por lo tanto, Ãl cabalga por el valle en triunfo hacia Jerusalén, como su Señor y Rey, y asÃ, por asà decirlo, toma posesión de Su reino, que llevará a una consumación gloriosa en el DÃa del Juicio.
Es como si Ãl dijera: "Reconocedme, oh judÃos, como vuestro MesÃas, creed y obedecedme, para que en el dÃa del juicio, que cumpliré en este valle, os conceda el cielo. Pero si perseveráis por vuestra incredulidad, os condenaré al infierno. Por tanto, vengo también de Betania, donde hace pocos dÃas resucité a Lázaro de entre los muertos, lo cual habéis visto todos y os habéis maravillado de que por él y por Mis otros milagros sepáis que yo soy vuestro MesÃas, el Salvador del mundo".
Entonces Jesús envió , etc. S. Hilary, Bede y Gloss piensan que estos dos eran Peter y Philip; pero OrÃgenes y Teofilacto piensan que eran Pedro y Pablo, es decir, tÃpicamente, de tal manera que los dos que fueron enviados representaban a Pedro y Pablo; el uno, que iba a ser el Apóstol de los judÃos, el otro, que iba a ser el Apóstol de los gentiles. Porque Pablo aún no se habÃa convertido a Cristo. Con mayor probabilidad, Jansen piensa que estos dos eran Pedro y Juan: poco después Cristo los envió a preparar el cordero pascual. Pero nada es seguro.
diciendo , etc. Griego, ÎµÎ¯Ï ÎºÏμην καÏÎναÏι ÏμÏÌν , es decir , en el pueblo que está enfrente de ti. De donde es claro que no se trata de Jerusalén, como piensa Lyra, sino de Bethphage, como supone Jansen, o de algún pueblo opuesto a Bethphage, como piensa Adricomius. Porque Cristo ya habÃa venido a Betfagé, como he dicho en el versÃculo 1; a menos que prefieras entender cuándo vino a Betfagé , cuándo venÃa o se acercaba a Betania.
Y en seguida hallaréis, &c. Cristo vio aquà las cosas ausentes, la asna y su pollino, como si estuvieran presentes. Seguramente se las dio a conocer a Sus Apóstoles por el don de profecÃa, que Su Divinidad otorgó a Su humanidad. Asà Ãl aquà dio una prueba de Su Divinidad.
Escuche cómo el beato Pedro Damián aplica tropológicamente todas las circunstancias de este camino a la conversión de un pecador. ( Hom in Dom. Palm .) "Bethphage se interpreta como la casa de la boca ; y es el entendimiento de los sacerdotes , por lo que se entiende la confesión. Allà viene el Señor, porque Ãl enciende el corazón para hacer la confesión. El castillo (como dice el latÃn en lugar de aldea ), que está frente al Señor y sus discÃpulos, es una mente obstinadamente inclinada a su propia voluntad.
Los dos discÃpulos que le son enviados son la Esperanza y el Temor . El asna y su potro atados son Humildad y Sencillez. Porque la mente de tal persona a veces sabe lo que es la humildad y la sencillez, y cómo debe vivir con humildad y sencillez. Pero él, por asà decirlo, los ata y los aparta , cuando no está dispuesto a vivir en consecuencia. Este hombre el miedo aterra, cuando se aparta del mal, amenazándolo con tormentos.
La esperanza lo consuela si se arrepiente, con la promesa de recompensas. Por estos dos se pincha la mente. El asna y el pollino están sueltos , al encontrarse con el Señor en el camino a Betfagé, confiesa que ha pecado, y promete que vivirá con humildad y sencillez para el tiempo venidero. Y asà el que antes era castillo del diablo se convierte en Sion, la ciudad de nuestra fortaleza. El Salvador está puesto en ella por muro y baluarte.
El muro es la humildad, el baluarte es la paciencia. Por tanto, amados, salgamos al encuentro del Señor en Betfagé, llenos de temor al castigo y fortalecidos por la esperanza de la vida celestial, confesando nuestros pecados con humildad y sencillez, pisoteando las vestiduras de nuestra carnalidad, para que el Señor se digne sentarse sobre nosotros y llevarnos consigo a la Jerusalén celestial".
Y si alguno , &c. El Señor: porque yo soy en verdad el MesÃas, el Señor y Dios de todas las cosas. Cristo no quiso que la asna y su pollino fueran quitados contra la voluntad del dueño. Porque asà como Su Providencia obra poderosamente, asà también dulcemente. Por el poder de Su divinidad influyó en sus mentes, para que consintiesen en que los Apóstoles soltaran el asno, sÃ, para que cooperaran con ellos.
Cristo, que durante tres años habÃa ido siempre a pie, y asà habÃa atravesado toda Judea, quiso mostrar que Ãl era el Rey de Judea, el MesÃas, el Hijo de David. Por eso entra en Jerusalén, que era la metrópoli de Judea, con pompa real. Pero Ãl no es llevado en un caballo con espléndidos atavÃos, o en un carro dorado, con una multitud de nobles caballeros que lo acompañan, con trompetas sonando, resplandecientes en túnicas de púrpura, como suelen hacer los reyes de la tierra.
Pero Ãl es llevado sobre un asno, para mostrar que Su reino es de otro tipo, espiritual y celestial, y por lo tanto manso y humilde, despreciando la pompa. Sin embargo, los asnos en Judea son mejores y más fuertes que nuestros asnos, más parecidos a las mulas. Los hijos de los prÃncipes estaban acostumbrados a montar en asnos. (Véase Jueces 12:14 .) "Cristo", dice Auctor Imperfecti , "se sienta sobre el asno de la tranquilidad y la paz, que es muy paciente para llevar trabajos y cargas.
No ves a su alrededor espadas resplandecientes, u otros adornos de armas espantosas. Pero que ves? ramas frondosas, las muestras de afecto. Vino con mansedumbre para que no sea temido por su poder, sino para que sea amado por su mansedumbre".
Todo esto se hizo , &c. El profeta , ZacarÃas. Dile a la hija de Sión. Algunos piensan que estas palabras son una cita de IsaÃas 62:11 , como si Mateo juntara la cita de IsaÃas y ZacarÃas. Más simplemente, F. Lucas y otros piensan que Cristo citó a ZacarÃas solamente, pero su significado, no sus palabras exactas.
Dios, pues, que la hija de Sion es la misma que, alégrate mucho (el meod hebreo es mucho ), oh hija de Sion, da voces de júbilo, oh hija de Jerusalén , como lo ha hecho ZacarÃas ( ZacarÃas 9:9), porque viene tu Rey MesÃas a ti para salvarte. ZacarÃas exhorta a los ciudadanos de Jerusalén a recibir con entusiasmo a su MesÃas y Salvador montado en un asno.
Obsérvese: Jerusalén es llamada la hija de Sión , ya sea por sinécdoque, en que de Sión, la parte alta de la ciudad, todo se llamaba Sión; o bien por una metáfora, en que la ciudad de Jerusalén, yaciendo debajo del monte Sion, y protegida por él, y reposando como una hija en el regazo de su madre, se llamaba hija de Sion. Además, por Jerusalén deben entenderse los ciudadanos y habitantes de Jerusalén.
MÃsticamente , estas cosas son ciertas en la Iglesia cristiana, que como Jerusalén e hija de Sion es la visión de la paz , y por eso siempre se regocija con Cristo.
He aquà tu rey , etc. ZacarÃas tiene, hijo de asna , la Vulgata tiene subjugalis , bajo el yugo , porque lleva el yugo del hombre que cabalga sobre ella.
Las otras cosas pertenecientes a esta profecÃa las he explicado en ZacarÃas 9:9 .
Sus discÃpulos fueron , &c. Es de destacar la pronta obediencia de los discÃpulos, que mereció la pronta conformidad del dueño de la asna, que permitió que le quitaran la asna junto con su potrillo, como habÃa predicho Cristo. No dudaba que le serÃan devueltos.
Y trajeron , &c. extender sus ropas , gr. ίμάÏια , es decir, sus mantos, o prendas de vestir exteriores, como si fuera un adorno. Lo colocó allà : muchos MSS existentes. junto con el sirÃaco han, se sentó sobre él , es decir, el pollino. Es muy probable que Cristo se sentara tanto sobre el asna como sobre su pollino en sucesión. Primero hizo uso del asno, luego del pollino.
El pollino tal vez no era lo suficientemente fuerte para llevar un jinete en la bajada y subida de la montaña: el asno no era tan apropiado para la entrada a la ciudad. Pero fue principalmente por el misterio implÃcito de que Ãl quiso hacer uso de ambas bestias, para dar a entender que Ãl deberÃa reinar no sólo sobre aquellos a quienes habÃa sido prometido, es decir, los judÃos, sino sobre las dos clases de pueblo de que se compone el mundo los judÃos, acostumbrados al yugo de la ley mosaica, que eran representados por el asno; y los gentiles, viviendo hasta este tiempo sin la Ley de Dios, y que fueron señalados por el pollino.
"Porque, como los pecadores", dice Auctor Imperfecti , "son los caballos del diablo, asà se dice que los santos son los caballos de Cristo, aunque Cristo ama los asnos mansos, más que los caballos feroces y orgullosos".
Estos discÃpulos, junto con la multitud, fueron inspirados y actuados por el EspÃritu Santo, o bien por la propia Divinidad de Cristo, para hacer el adorno de esta pompa real. Ellos vistieron al asno con sus ropas como con atavÃos reales; e hicieron que Cristo se sentara sobre él, para rendirle homenaje como el MesÃas e inaugurar su reinado como Rey de Jerusalén. Cristo lo instigó y lo dirigió todo, para dar idea de su reino, unido, sin embargo, a la pobreza y la humildad, por lo que montó sobre un asno despreciado y humilde.
Observar. Cristo quiso adornar Su entrada real a Jerusalén con esta pompa desacostumbrada por varias razones. La primera era que pudiera dar una indicación de su poder real y magnificencia, porque los judÃos pensaban que vendrÃa de esa manera, como otro Salomón. Cristo, por tanto, se les presentó con esta apariencia de pompa, para que no lo despreciaran y rechazaran como lo habÃan hecho hasta entonces.
Y, sin embargo, actuó de tal manera que les mostró que el reino del MesÃas era más espiritual que temporal. Y quiso que todas estas cosas fueran anunciadas por ZacarÃas, para que los judÃos no menospreciaran a este Rey cuando viniera sin dignidad real. Asà S. Crisóstomo y Eusebio ( lib . 8, demonst. c. 4). La segunda razón que la acompañaba era que Cristo se presentarÃa a los escribas y fariseos en su entrada real, para que pudieran, como debÃan, poder reconocerlo por este medio como el MesÃas, ya que asà habÃa sido profetizado. de ZacarÃas.
La tercera razón era que Ãl pudiera corresponder al tipo del Cordero Pascual. Porque el dÃa diez del mes primero, era traÃdo con solemne pompa a la ciudad, para ser sacrificado el dÃa catorceavo. Asà Cristo, como Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo, entró en Jerusalén el dÃa diez, o Domingo de Ramos. Y entró con pompa y con las aclamaciones auspiciosas de la multitud, por cuanto estaba seguro de triunfar sobre la muerte y el pecado y el infierno, y asà hizo que Su triunfo precediera a Su batalla, y triunfante entró en Su concurso.
La cuarta razón era tropológica , a saber, que por este hecho Ãl pudiera burlarse de la gloria del mundo; por cuanto sabÃa que cinco dÃas después serÃa crucificado por aquellos que le habÃan honrado en esta entrada, y que los que ahora clamaban Hosanna al Hijo de David gritarÃan ante el tribunal de Pilato: ¡CrucifÃcale, crucifÃcale! el ; y, por lo tanto, que esta ciudad serÃa completamente destruida por los romanos, bajo Tito.
Por lo cual, aun en esta entrada gozosa, previendo esto, lloró, como dice Lucas ( Lucas 19:41 ). Nuevamente, Ãl enseñarÃa que Su reino consiste en esta vida de sufrimiento y cruz, y que no debemos apartarnos de ellos, sino abrazarlos y acercarnos a ellos con una mente alegre y con pompa solemne. Por tanto, los mártires, como seguidores de Cristo, fueron a su martirio como a un banquete sÃ, a un reino y un triunfo con vestiduras blancas, y asistieron con multitudes de fieles. Asà lo hicieron S. Agatha, S. Cecilia, S. Agnes, S. Laurence, &c.
una gran multitud , etc.; ramas , de palmeras, de olivos y de otros árboles frutales, de que abunda el monte de los Olivos, como dice S. Jerónimo: porque esta multitud, no teniendo tapices (que se acostumbran poner para los progresos reales), se echaban los vestidos por Cristo, despojándose como señal notable de su reverencia por Ãl. Estas cosas sucedieron el veinte de marzo; porque en Palestina, que es un paÃs cálido, los árboles están llenos de hojas.
Tropológicamente. Remigius dice: "El Señor vino a Jerusalén sentado sobre un asno, porque Ãl preside sobre la santa Iglesia y el alma fiel, y la gobierna en esta vida, y después la introduce en la visión de la patria celestial. Los Apóstoles y otros Doctores pusieron sus vestiduras sobre el asno, porque habÃan dado a los gentiles la gloria que habÃan recibido de Cristo, pero la multitud extendÃa sus vestiduras en el camino, porque los de la circuncisión que habÃan creÃdo despreciaron la gloria que tenÃan por la ley.
Y cortaron ramas de los árboles, porque recibieron testimonios de los profetas, que florecieron, por asà decirlo, de Cristo, el Ãrbol. O la multitud que esparció sus vestiduras en el camino significa los mártires, que dieron sus cuerpos, las vestiduras de sus almas, al martirio por causa de Cristo. O los que doman sus cuerpos por la abstinencia son significados. Pero los que cortan las ramas de los árboles son los que buscan los dichos y ejemplos de los Santos Padres, para la salvación de ellos mismos y de sus hijos".
Pero las multitudes que iban delante , etc. S. Juan ( Juan 12:12 ) dice Al dÃa siguiente, es decir , Domingo de Ramos, o al dÃa siguiente del sábado, en que Jesús habÃa venido a Betania "mucha gente que habÃa venido a la fiesta, cuando oyeron que Jesús venÃa a Jerusalén, tomó ramas de palmeras, y salió a su encuentro, y gritó, Hosanna: Bendito el Rey de Israel que viene en el nombre del Señor "es decir, el MesÃas, a quien, como el Rey Divino, hemos sido esperando por tantos miles de años.
La multitud salÃa a su encuentro con palmas, como vencedor, porque antiguamente los vencedores en los juegos eran coronados con palmas. Asà lo explica la Iglesia cuando, en la Bendición de las Palmas, canta asÃ: "Por lo tanto, las ramas de las palmas anticipan el triunfo sobre el rey de la muerte; las ramitas de los olivos en verdad, por asà decirlo, gritan en voz alta que ha llegado la unción espiritual. Porque ya entonces aquella bendita multitud comprendió que estaba prefigurado que el Redentor, afligido por la miseria del género humano, iba a pelear con el prÃncipe de la muerte por la vida de todo el mundo, y triunfarÃa muriendo.
Por lo tanto, rindieron obedientemente tales servicios, que debÃan manifestar en Ãl tanto los triunfos de Su victoria como las riquezas de Su misericordia.â Porque aunque la multitud no sabÃa que en cuatro dÃas Cristo iba a sufrir en la Cruz, Ãl lo sabÃa. , y por eso quiso que este triunfo suyo fuera anunciado por la multitud con palmas, y trajeron a Cristo, como si fuera el Cordero que quita los pecados del mundo, que habÃa de ser ofrecido por su salvación el viernes siguiente.
Porque aunque en este tiempo ignoraban el misterio del cual los corderos pascuales eran tipos y figuras, Dios, que todo lo conoce de antemano, los dispuso para la gloria de Cristo. ZacarÃas los habÃa predicho, y también David ( Salmo 118:25 , & c.); y por lo tanto los judÃos, que no querÃan creer en Cristo, no tenÃan excusa.
Todo esto de llevar el cordero pascual a Jerusalén se hacÃa conforme a la ley (Ex 12,3-6), donde se ordena elegir el cordero pascual el dÃa diez del mes primero. El diez de Nisán cayó ese año en Domingo de Ramos, que según nuestro cómputo fue el veinte de marzo de ese año.
Hosana. Asà el egipcio y el árabe. El sirio tiene Ouschano , el etÃope Husanna , el persa Husiana . Te preguntarás ¿cuál es el significado de Hosanna? 1 S. Hilario, sobre este pasaje, y de él S. Ambrosio, piensan que Hosanna significa la redención de la casa de David. Pero S. Jerorne ( Epist. ad. Dam .) muestra que esto es un error.
2. S. Austin ( Tract. 51 en Joan ) piensa que Hosanna es una interjección de alegrÃa y súplica, como ¡bien hecho! ¡Bravo!
3. Eutimio dice que Hosanna significa alabanza , y se deriva de ×¢×, hozi, es decir, fuerza , que la Vulgata y la LXX a veces traducen alabanza y ×× ×, chanah , es decir, gracia. De donde también los griegos representan Ho sanna por dos palabras.
Pero digo con S. Jerome, Theophylact, Pagninus, Jansen y otros que Hosanna se compone de ××שע, hoscha , save , y × × na , es decir, suplico. Hosanna es por lo tanto, salva , te lo suplico , o salva ahora. Hoscanna se ha cambiado por Hosanna en aras de la eufonÃa.
Hay una alusión al Salmo 11825-26, "Sálvame", aunque la palabra yo no está en hebreo (porque parece no ser la voz de Cristo sino la de la gente que ora por la salvación de Cristo), "Oh Señor, envÃa ahora prosperidad. Bendito sea el que viene en el nombre del Señor". Symmachus traduce: "Te suplico, oh Señor, sálvame, te suplico". El hebreo es Anna Jehová, hoscia na; anna Jehová, hatslicha na , i.
e., 0 Señor, salva, te lo suplico; Oh Señor, te ruego que prosperes , nuestro Rey David y su antitipo, el MesÃas. Dale un comienzo feliz de su reinado, un progreso más feliz en él y una conclusión más feliz. Hosanna , pues, es una aclamación al nuevo rey de Israel, a su proclamación, como decimos, Dios salve al Rey.
Por eso, también, tenemos en el mismo Salmo, "Este es el dÃa que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él" (v. 24): y la razón está dada en los dos versÃculos anteriores, "El piedra que desecharon los edificadores, ha venido a ser cabeza de piedra del ángulo. Por obra del Señor es cosa maravillosa delante de nuestros ojos. Donde el caldeo (parafraseado) lo aplica a David. David siendo primero rechazado, y luego hecho rey, era, por asà decirlo, una piedra angular, uniendo a sà mismo a Judá y Jerusalén, i.
mi. , los dos, asà como las diez tribus. Aún mejor S. Mateo lo explica de Cristo, asÃ, siendo Cristo rechazado por los judÃos en vida, y crucificado en la muerte, se convirtió en la piedra angular de la Iglesia después de su resurrección, como conteniendo y conectando todo el edificio de la Iglesia al unir tanto judÃos como gentiles en el único seno de Su Iglesia; y asà es que le cantamos Hosanna.
Algunos piensan que Hosanna se tomó de la Fiesta de los Tabernáculos, cuando los judÃos, regocijándose con las ramas de los árboles, solÃan gritar Hosanna con frecuencia. Y en oraciones y letanÃas a Dios, toda la multitud solÃa responder con la misma palabra, Hosanna , es decir, sálvanos. Como cristianos en sus letanÃas en cada uno de los sufragios relativos a la pestilencia, el hambre, la guerra, etc., respondamos, Buen Señor, lÃbranos.
Por lo que también los judÃos estaban acostumbrados a llamar a las ramas mismas Hosanna , como muestra Angelus Caninius del Caldeo, el Talmud y ElÃas ( Tract. de nomin. Heb. c. 4). Pero este Hosanna de la paráfrasis de los caldeos y los talmudistas fue posterior a nuestro Hosanna cristiano , de modo que más bien fue tomado del nuestro que el nuestro del de ellos. Además, el Hosanna de la Fiesta de los Tabernáculos era de aflicción y desprecio, pero el Hosanna en este lugar de Cristo era de júbilo y triunfo.
Esta multitud, por lo tanto, prorrumpió por inspiración de Dios en este gozoso grito de Hosanna , en honor de Cristo, tal como lo hicieron los niños en el versÃculo 15. Aunque la ocasión de esto fue el recuerdo de ese gran milagro, a saber, la resurrección de Lázaro, que habÃa sido realizada poco antes por Cristo en Betania, como se ve en Juan 11:15 y Juan 12:9 ; Juan 12:17 .
Al Hijo de David : muchos de los antiguos refieren estas palabras a la multitud, como si pidieran la salvación de su propio MesÃas. Hosanna al Hijo de David , es decir, nuestra salvación viene del Hijo de David. O, que la salvación venga a nosotros del Hijo de David. Asà OrÃgenes, S. Jerónimo, Beda, &c.
Otros refieren Hijo de David no a Hosanna , sino a decir . Dijeron al Hijo de David, es decir , a Cristo, Sálvame , que soy tu pueblo, oh Hijo de David, es decir , MesÃas, nuestro Rey.
Pero yo digo que Hosanna al Hijo de David , significa lo mismo que, Salve, te lo ruego, Hijo de David. Pues asà deberÃa traducirse según la sintaxis latina. Pero el intérprete griego, al igual que el latino, siguió el hebraÃsmo. Porque el verbo hebreo hoscha, salvo , se construye con lamed , que es el signo del caso dativo, ya veces del acusativo. Por lo tanto, la multitud rogó a Dios que salvara y prosperara al MesÃas, para que todos pudieran estar a salvo y vivir felices bajo Ãl.
O mejor aún y más sencillamente, Hosanna al Hijo de David , hágase aquel solemne Hosanna a Jesús nacido de David, a quien reconocemos como el Hijo prometido y hasta ahora esperado de David. Que sea, que suceda, que sea aclamado unánimemente por nosotros. Esta es la voz y la aclamación del pueblo por inspiración del EspÃritu Santo, reconociendo a Jesús como Hijo de David, i.
mi. , el MesÃas, y felicitándolo, como si entrara en el reino de su padre David, cuya restauración por Ãl se habÃa esperado durante tanto tiempo; en fin, orando por la salud, la prosperidad y todas las cosas propicias para Ãl de parte de Dios, y gozosamente prometiéndose lo mismo a sà mismos por medio de Ãl. Porque donde se llama a Cristo Hijo de David, se hace referencia a la restitución del reino de David. Entonces Francisco Lucas.
Además, Caninio en el lugar ya citado, asà expone, Hosanna al Hijo de David , es decir, en nuestras manos golpeamos Hosannas , es decir, ramas de palmeras, al Hijo de David , para que podamos honrarlo como el MesÃas Rey. , y en triunfo le acompañe como vencedor y triunfante. O, Hosanna al Hijo de David , es decir, corten ramas, que como Hosanna puedan ofrecer al Hijo de David.
Como dice el Poeta, "Dad lirios con las manos llenas". Pero una cosa era el hosanna de la fiesta de los tabernáculos, a saber, como una cierta letanÃa, y otra cosa el de la multitud aquà por hosanna a Cristo, proclamando y felicitando su triunfo, como poco antes he dicho.
Con más claridad y plenitud podéis decir que el pueblo clamaba aquà a Cristo, Hosanna al Hijo de David , queriendo decir asÃ: "Oh Señor, salva no sólo a nuestro MesÃas, Hijo y Heredero de David, sino concédele también el poder de salvar a todos los fieles que creen en Ãl y se sujetan a Ãl, para que Tu Divina salvación pueda ser tan abundantemente derivada de Ti a Cristo que Ãl pueda hacer que la misma emane y fluya hacia nosotros.
Porque los verbos de la conjugación Hiphil tienen una fuerza especialmente activa, por lo que a menudo significan una doble acción. Hosca , por tanto, es decir , salvar , significa salvar a Cristo , y al mismo tiempo hacer que salve a sus súbditos, para que en verdad, como es llamado, sea verdaderamente Jesús , es decir, el Salvador del mundo, Porque Jesús se deriva de ×שע iasca , i.
es decir, ha salvado , que en Hiphil , siendo aumentada la acción, hace ××שע hosca. Por esta causa el traductor da, al Hijo de David , en dativo, mientras que de otro modo podrÃa traducirse, el Hijo de David , en acusativo. Porque el dativo significa que la salvación, es decir , el poder de salvar a todos los hombres, por asà decirlo, atribuido a Ãl solo, fue dado a Cristo por Dios. Tenga en cuenta esto, porque hasta donde yo sé, nadie lo ha observado.
AquÃ, por lo tanto, Cristo como el glorioso, poderoso y triunfante Rey de Israel, a quien nadie puede resistir, está como instalado en Jerusalén, la ciudad real, en la que antes David y Salomón, los antepasados ââde Cristo, habÃan reinado gloriosamente, para que pudiera restaurar su reino caÃdo, sÃ, perfeccionarlo; y en lugar de ser terrenal, hazlo celestial; divino, en lugar de humano; eterno, en lugar de temporal.
A Ãl además el pueblo en Hosanna en parte le aplauden, en parte oran por la salvación para Ãl, es decir , la felicidad y todo bien. Esto es lo que dice Marcos (xi. 9, 10). âY los que iban delante y los que seguÃan, daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito sea el reino de nuestro padre ! David, que vienes en el nombre del Señor: Hosanna en las alturas.
Además, Cristo, por asà decirlo, entró en este Su reino de la Iglesia, cinco dÃas después, el dÃa antes de la Pascua, cuando triunfó en la Cruz sobre el pecado, el mundo, el diablo y el infierno, y libró a todas las naciones de su poder como en lo que a Ãl concernÃa, y los subyugó. Por lo cual la Iglesia en su Misa Votiva de la Pasión de Cristo, le canta: "A Ti sea la gloria, Hosanna; a Ti el triunfo y la victoria: a Ti la corona de alabanza y honor, Aleluya.
Por eso también la Iglesia en la Bendición de las Palmas ruega a Dios que, "llevando palmas y ramas de olivos, podamos con buenas obras correr al encuentro de Cristo y por Ãl entrar en el gozo eterno".
Bendito (suministre, que Ãl sea ) el que viene (griego, Ï ÎµÌÏÏÏÎ¼ÎµÎ½Î¿Ï , es decir, El que viene , es decir, el que estaba por venir, el que era esperado ) en el nombre del Señor. Significa, que Dios bendiga, amplÃe, prospere y haga glorioso el Reino del MesÃas, nuestro Rey. Porque Ãl viene a nosotros en el nombre del Señor , es decir, Ãl es autorizado, enviado y dotado por el Señor.
Asà en JeremÃas ( JeremÃas 4:16) se dice: "Nos has hablado en el nombre del Señor", es decir , por el mandamiento, la autoridad y en lugar de Dios. Y ( JeremÃas 3:17), "Todas las naciones serán reunidas en ella (Jerusalén) en el nombre del Señor". Hay una alusión a Salmo 45:3 , "CÃñete con tu espada sobre tu muslo, oh poderoso", etc.
, "Seguir adelante, proceder prósperamente y reinar". âPorque Cristo es el Rey de Israelâ, dice S. AgustÃn (en Joan. cap . xii. 23), âen cuanto gobierna las mentes, en cuanto aconseja para la eternidad, en cuanto guÃa a los que creen, esperan y aman, al Reino de los Cielos".
Tropológicamente , Remigio: Cristo, dice, viene en el nombre del Señor , porque en todas sus buenas obras no buscó su propia gloria, sino la gloria del Padre.
Hosanna en las alturas : Jansen lo explica como si se dijera: "Tú, oh Señor, que eres y moras en los cielos más altos, salva al MesÃas". Mejor Franco. Lucas, Maldonatus y otros, toman la preposición ×, en , por ××, min , es decir, de , según la construcción hebrea, como si se dijera: "Tú, oh Señor, desde el cielo, sà desde la cima más alta del Cielo, salva y prospera al Rey MesÃas.
"Porque oraban por el MesÃas, no por la salvación terrenal y transitoria del hombre, sino divina, celestial y eterna de Dios, a saber, que Dios lo salvara divinamente y le diera el poder de decir otros; que, en verdad, Cristo por Su gracia conducirÃa a todos sus fieles y santos a la eterna salvación, felicidad, reino y gloria, por lo que OrÃgenes explica que Hosanna significa restitución a la vida eterna.
Porque esto está insinuado por las palabras, en las alturas , o como él mismo lee, en las alturas , que en verdad esta salvación debe buscarse no en la tierra, sino en el Cielo. Nuevamente, S. Jerónimo dice: "El advenimiento de Cristo se muestra como la salvación de todo el mundo, uniendo las cosas terrenales a las celestiales". La Glosa añade, en el AltÃsimo , porque Cristo es la salvación incluso de los ángeles, cuyo número Ãl completa.
De donde Emm. Sa agrega que incluso los ángeles que están en los lugares altos están aquà invitados al triunfo y alabanza de Cristo MesÃas. Por lo cual S. Lucas (xix. 38), en lugar de Hosanna , tiene paz en el cielo , es decir, seguridad, prosperidad y todo bien (porque esto es lo que la paz denota a los hebreos) sea del Cielo al MesÃas, y por Ãl que fluyan y lluevan de Dios sobre nosotros; y gloria en lo alto (suministro) sea Dios, el dador del MesÃas.
O más bien, gloria , a saber, del reino, firme, grande y constante, este es un reino glorioso; en, es decir, desde lo alto, entiende, desde el Cielo sea divinamente dado a nuestro MesÃas. Asà franco. Lucas. De nuevo, más altaneramente, Paz en el Cielo (sea la paz), es decir, que Dios, hasta ahora enojado con los hombres, sea propicio para Cristo, y por Cristo para nosotros; y reconcilie a los ángeles con los hombres, al cielo con la tierra, a Dios con la sinagoga.
Por eso algunos, dice S. Crisóstomo, interpretan Hosanna , otros gloria , la Resurrección , porque también a Ãl se debe la gloria, y la redención es de Aquel que todo ha redimido. Es decir, que la gloria y la alabanza sean para el Dios de todas las cosas que está en lo alto. Los ángeles cantaron lo mismo en el nacimiento de Cristo. Pero Hosanna propiamente no significa gloria, sino salvación. Pero nuestra salvación por medio de Cristo fue la gloria de Dios.
En otro sentido, en el prefacio del Sacrificio de la Misa, en el Trisagion, se añade Santo, Santo, Santo. "Hosanna en las alturas. Bendito el que viene en el nombre del Señor", para que, en verdad, oremos no por Cristo, sino por nosotros mismos, por medio de Cristo, para la salvación, pidiendo que Ãl también sea bendito por todos. , adorado, alabado y, a su vez, derrame copiosamente sus bendiciones y gracias sobre nosotros.
Lucas añade (xix. 41), Y cuando se acercó, mirando la ciudad, lloró sobre ella, diciendo, porque deberÃas haberlo sabido, incluso tú , etc. Porque Ãl previó y predijo su terrible castigo y destrucción por parte de Tito y Vespasiano.
VersÃculo 10
Y cuando entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es éste? Quien con tanto honor, aplausos, felicitaciones, como si fuera el Rey de Israel, entra en Jerusalén, mientras los escribas y fariseos están mirando a sÃ, los soldados romanos de Tiberio César, ¿quién no permitirÃa que otro que César fuera llamado Rey? de Judea? Por tanto, Cristo, que ahora se presenta como rey, habrÃa corrido peligro de muerte, si Ãl, por el poder de su divinidad, no hubiera golpeado con asombro no sólo a todos los judÃos, sino también a los romanos, y los hubiera dejado como aturdidos por un trueno. , para que nadie se atreva a ponerle las manos encima, no, o incluso pensar en tal cosa. Asà Abulensis y otros.
Pero la gente dijo: Este es Jesús, el profeta de Nazaret, de Galilea. Griego, Ï ÏÏοÏήÏÎ·Ï , es decir, ese profeta, por excelencia , que supera y trasciende con mucho a todos los profetas en predicación, santidad, poder y milagros. Por lo tanto, Ãl es el MesÃas, el Rey de Israel. De Nazaret : porque aunque Jesús nació en Belén, sin embargo, fue criado en Nazaret. Cristo por esta gloria Suya dio ocasión a Su muerte; porque los escribas, incitados por ella a envidia y odio de él, después de cuatro dÃas lo crucificaron.
En verdad, Dios, conociendo de antemano todas las cosas, ordenó todas estas cosas, en parte positivamente, en parte permisivamente, para obtener de ellas un bien mayor, a saber, la redención del mundo, que se cumplirá por la muerte de Cristo. La malicia, pues, de los escribas cumplió el consejo y decreto de Dios sobre la muerte de Cristo y la redención del mundo, como enseña San Pedro (Hch ii).
Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendÃan. Jesús, entrando en Jerusalén, no vino a la ciudadela de Sion como un segundo David, sino al Templo, para mostrar que era el Hijo de Dios Padre, que era adorado en el Templo; para que pudiera referirle el honor que aquà se atribuÃa el pueblo a sà mismo, porque lo habÃa aceptado sin otro fin que el de conducir a los hombres a Dios.
Por lo cual no es dudoso que Cristo dio gracias en el templo a Dios Padre, porque le habÃa manifestado a toda la ciudad como MesÃas, y le habÃa glorificado con los aplausos de todo el pueblo. De nuevo, el primer cuidado de Jesús, como PontÃfice y MesÃas, fue el del Templo. De donde, entrando en la ciudad, vino a la primera, para enseñarnos a hacer lo mismo. Por eso emprendió su viaje por Betania (donde resucitó a Lázaro) y Betfagé, que estaban enfrente del templo, para pasar por ellas directamente al templo.
Porque como he dicho (versÃculo 1), Cristo, pasando el Monte de los Olivos desde Betania, pasó directamente de allÃ, por el valle de Josafat, a la puerta de oro, que pertenecÃa tanto al Templo como a la ciudad, cerca de la cual estaba el águila real levantada por Herodes. Por tanto, a través de esta puerta habÃa acceso inmediato al Templo. Ver Adricomio, en su relato de Jerusalén, donde describe gráficamente este viaje de Cristo, y agrega que algunos dijeron que esta puerta de oro solÃa cerrarse, pero que a la venida de Cristo se abrió como por un milagro. .
Nótese que por el Templo no se entiende aquà el Lugar Santo, ni el Lugar SantÃsimo (porque en este último era lÃcito entrar sólo para el sumo sacerdote, en el primero sólo para los sacerdotes), sino el atrio del Templo; porque en él solÃan entrar los laicos para orar y contemplar los sacrificios que se ofrecÃan en el atrio de los sacerdotes, ante el Lugar Santo. Porque este patio era, por asà decirlo, el Templo del pueblo.
Porque Cristo no fue un sacerdote levÃtico, ya que no nació de Levà y Aarón. Por tanto, no podÃa entrar en el Lugar Santo, ni en el atrio de los sacerdotes, sino sólo en el atrio del pueblo. Por eso lo que Fausto el maniqueo inventó acerca de la genealogÃa de Cristo como si hubiera nacido de la tribu de Levà y de su sacerdocio levÃtico ( apud S. Augustinum, lib. 23, contra eundem Faustum ); también lo que dijo Teodosio, un prÃncipe de los judÃos en la época del emperador Justiniano (que Suidas recita bajo las palabras, Jesucristo ) demasiado temerariamente creÃdo por Suidas y otros; todos los hombres eruditos se rÃen como sueños y los más fabulosos errores.
En verdad Vilalpando ( tom . 2, lib . 3, cap. 9) piensa que esta corte era la corte de los gentiles. Porque ¿quién puede creer que estos mercaderes penetraron en los patios interiores cuando podÃan vender convenientemente sus mercancÃas en los patios exteriores? Especialmente porque Cristo en el mismo dÃa y lugar tenÃa que ver con los gentiles, como queda claro en Juan xii. 20. Pero los gentiles no podÃan entrar en el atrio de los judÃos, sino en el de los gentiles, que estaba delante del atrio de los judÃos.
Este atrio entonces era el pórtico de Salomón, probablemente la parte oriental del pórtico de Salomón, en el atrio de los gentiles en el que se vendÃan palomas, ovejas y corderos para el sacrificio en el Templo, a quienes Cristo expulsó de él. Porque el atrio de los gentiles era, por asà decirlo, el templo de los gentiles, en el cual, por lo tanto, no era decoroso comprar y vender.
Y echó fuera todo lo que se vendÃa y compraba en el Templo. No el mismo Domingo de Ramos, sino al dÃa siguiente; pues Marcos ( Marco 11:11 ), que relata exacta y precisamente estas acciones de Cristo, realizadas cada dÃa desde el Domingo de Ramos hasta el viernes en que sufrió y fue crucificado, dice, al dÃa siguiente del Domingo de Ramos en que se hace esta entrada solemne de Cristo en la ciudad, es decir, el lunes fueron hechas estas cosas por Cristo en el templo.
Cristo, pues, el Domingo de Ramos entró en la ciudad y en el Templo con solemne pompa, y oró en él, y dio gracias a Dios; luego, como al anochecer, salió de la ciudad a Betania, con los doce Apóstoles; y al dÃa siguiente (lunes) volvió a la ciudad y al templo, y expulsó de allà a los vendedores y compradores, como relata Marcos (xi. 11, 12, 15). Por lo tanto, hay aquà en Mateo un hipérbaton u orden histórico invertido.
Porque Ãl deseaba unir con la entrada de Cristo en el Templo Su expulsión de los compradores del Templo, en aras de la brevedad, para que no se viera obligado a relatar nuevamente la entrada de Cristo en el Templo al dÃa siguiente. Además, Cristo los expulsó del Templo (es decir, del atrio del Templo) por dos razones. La primera es, porque no convenÃa que aquellas cosas se vendieran en el Templo, sino en la plaza del mercado; porque el Templo es casa de oración, no de mercaderÃa, como dice Cristo.
El segundo fue la avaricia y la usura de los sacerdotes. Porque su propia gente, o sirvientes, o factores, solÃan vender a un precio muy alto ovejas, cabritos, palomas, a aquellos que deseaban ofrecerlos en el Templo; especialmente a los que venÃan de lejos, y a la gente pobre, de los cuales (a causa de la demora en el pago) les extorsionaban con usura. Por eso Cristo los llama ladrones. Asà S. Crisóstomo y otros.
Por último, Cristo expulsó dos veces a los compradores del Templo; la primera vez, al comienzo de Su predicación ( Juan 2:14), la segunda, hacia el final de la misma, cuatro dÃas antes de Su muerte, como es evidente en este lugar. Asà S. Crisóstomo, AgustÃn, Eutimio, Teofilacto, Jansen, Maldonatus, Toletus y otros.
y volcó las mesas de los cambistas (sirÃacos, banqueros ), y las sillas de los que vendÃan palomas. Cambiadores de dinero Griego, ÎºÎ¿Î»Î»Ï Î²Î¹ÏÏÏÌν : porque collyba , como dice S. Jerome, significa lo que llamamos dulces, o pequeños regalos baratos, por ejemplo, de guisantes tostados, uvas, pasas y manzanas de varios tipos. Por lo tanto, debido a que los colly-bistæ que prestaban dinero no podÃan recibir usura, tomaron por interés varias clases de cosas que exigieron por medio de estas cosas, que se compran con dinero, lo que no era lÃcito tomar con dinero; como si Ezequiel no hubiera hablado de esto mismo, diciendo: "No tomaréis usura ni aumento". (Ezequiel XXII.)
Con más probabilidad, Jansen y otros opinan de Hesiquio y Pólux que estos collibistas no prestaban dinero sino que sólo lo cambiaban, de modo que por oro daban plata, menos por más, por moneda extranjera, nacional, y eso con interés y ganancia; los collibistas, por lo tanto, eran los corredores de dinero, llamados asà por κÏÎ»Î»Ï Î²Î¿Ï, es decir , cambio pequeño, que la gente daba por manejar dinero.
Tropológicamente , los cambistas son personas simonÃacas, es más, todos pecadores que profanan su alma, que es templo de Dios, por concupiscencias y pecados, según las palabras: ¿No sabéis que vuestros miembros son templo del EspÃritu Santo? ( 1 Corintios 6:19 ), y, "si alguno violare el templo de Dios, Dios lo destruirá" ( 1 Corintios 3:17 ). Asà S. Jerónimo, OrÃgenes y Auctor Imperfecti.
Y los asientos en que solÃan sentarse los hombres y mujeres que vendÃan palomas. Porque las palomas las vendÃan a menudo las mujeres, que siendo débiles e incapaces de mantenerse en pie mucho tiempo, se procuran asientos, según el dicho de Marcial: "Se sienta en los asientos de las mujeres todo el dÃa". Es maravilloso que nadie resistiera a un pobre, como lo fue Cristo, echando por tierra todas las ganancias de los sacerdotes en el templo. Por lo que S. Jerónimo piensa que este fue el mayor Milagro de Cristo, que sólo Ãl pudo "con los azotes de un solo azote echar fuera a una multitud tan grande, y volcar las mesas, y romper los asientos, y hacer otras cosas que un gran ejército no podrÃa hacer". haber hecho.
Porque de sus ojos salÃa algo de fuego y como estrellas, y en su rostro resplandecÃa la majestad de la divinidad.â Hasta aquà S. Jerónimo. Cristo, pues, mostró aquà un gran celo por la religión y el templo, y cumplió las palabras del Salmo (Sal. 169:9) "El celo de tu casa me devora", como dice Juan (Jn 2:17).
mÃsticamente. Venden palomas que venden la gracia del EspÃritu Santo, como órdenes, sacerdocio y beneficios. Porque una paloma es el sÃmbolo del EspÃritu Santo. Asà OrÃgenes: âY les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. (IsaÃas LevÃtico 7 ) Ãrabe. cueva de ladrones .
"Porque un ladrón", dice S. Jerónimo, "y el que convierte el templo en la apariencia de una cueva de ladrones, es el que saca provecho de la religión; y su culto no es tanto el culto de Dios como una ocasión de negocios , "porque en verdad, tales sacerdotes, totalmente empeñados en el lucro, acechando en un lugar de apariencia honesta, el templo, como en una guarida, vendiendo a precio elevado, mediante la usura y por otras artes y métodos fraudulentos, solÃan despojar a los extranjeros y a los pobres, sÃ, saqueadlos, como hacen los ladrones.
"Porque un ladrón", dice S. Isidoro ( lib. x. etymol. litera L. ), "es un infestador de los caminos", en latÃn latro de latendo . Pero latro se deriva mejor como de latero, el que acecha al borde del camino. Y Varro ( lib . 6 de lingua Latina ) dice: " Latrones (ladrones) se llaman asà de latere , porque tienen una espada al costado.
Y Sexto Pompeyo ( de Verb. signif. litera L. ) dice: "Los antiguos llamaban latrones a los que luchaban por encargo, αÌÏὸ ÏηÌÏ Î»Î±ÏÏÎµÎ¯Î±Ï , es decir , contratar, pero ahora los salteadores de caminos se llaman latrones porque hacen su ataque à latere , o porque acechan en secreto ( latenter )."
Hay una alusión a Jeremias 7:11 , donde Dios dice: "¿Se ha convertido esta casa, sobre la cual es invocado mi nombre, en cueva de ladrones a vuestros ojos? He aquÃ, yo la he visto, dice Jehová". Porque estos semiateos pensaban que se escondÃan a sà mismos y a su maldad para no ser vistos por Dios, como los ladrones se esconden y acechan en cuevas.
Obsérvese: el Templo se llama Casa de Dios, no porque Dios habitara en él corporalmente como en una casa (pues esto lo niega San Pablo, Hch 17,24), sino porque el templo es el lugar destinado para adorar y orar a Dios; en el que Dios escucha las súplicas de los que oran. Pero el Templo de los cristianos se llama especialmente Casa de Dios porque en él habita corporalmente Cristo Señor en el SantÃsimo Sacramento de la EucaristÃa, dice Santo Tomás.
Tropológicamente : el Templo no es una casa para hablar, ni especular, ni beber, ni divertirse, sino para orar. Por tanto, los que lo profanan con chismorreos, boquiabiertos, obscenos, bebiendo, vean cómo serán azotados por Cristo. Porque como dice Beda ( en el cap. 2, Joannis ), "Parece que se vendÃan lÃcitamente en el templo aquellas cosas que se compraban con la intención de ofrecerlas en el mismo templo al Señor; pero no queriendo el mismo Señor que ninguna los negocios terrenales, ni siquiera los que se consideraban honestos, debÃan ser tratados en Su casa, ahuyentó a los traficantes injustos, y los arrojó a todos junto con las cosas que vendÃan.
¿Qué, pues, hermanos mÃos, qué pensamos que harÃa el Señor si encontrara gente riñendo, o escuchando fábulas, o riendo, o enredada en cualquier otra maldad, cuando viera a los que compraban en su templo vÃctimas que debÃan ser ofrecidos a sà mismo, y se apresuró a echarlos?" Especialmente cuando estos compradores y vendedores no se alojaban en el mismo Templo, estrictamente hablando, sino solo en un atrio del Templo, de hecho en un atrio común a todas las naciones ; y sin embargo fueron expulsados ââpor Cristo de allÃ: ¿qué hará entonces a los cristianos que perpetran estas y peores indignidades en su templo ante el SantÃsimo Sacramento?
Aprended de aquà qué gran reverencia se debe al Templo, tal como se debe a la Casa de Dios, porque Cristo la llama Mi casa. Por tanto, asà como un amo investiga y castiga un daño hecho a su casa, como si fuera hecho a sà mismo, asà también Cristo mira una indignidad hecha a su templo como si fuera hecha a sà mismo, y como tal la castiga y la venga. Por lo cual San AgustÃn da la advertencia en su regla: "Que nadie haga nada en el Oratorio, excepto aquello para lo que fue hecho, de donde también tiene su nombre". Véase lo dicho sobre IsaÃas LevÃtico 7 , y Levit. ix. al final del capÃtulo.
VersÃculo 14
Y vinieron a él los ciegos y los cojos, y los sanó , para que por estos milagros pudiera manifestarse como el MesÃas, sÃ, Dios; y de modo que habÃa sido justamente honrado por las aclamaciones del pueblo y la pompa. Porque IsaÃas habÃa predicho (Isa 35:5) que el MesÃas obrarÃa tales milagros. Y fueron dignos tanto de Cristo como del Templo, y Cristo los sustituyó por el codicioso tráfico de ganado.
VersÃculo 15
Y viendo los principales sacerdotes y los escribas las maravillas que hacÃa, y los niños llorando en el templo, y diciendo hosanna al hijo de David; estaban muy disgustados . Tanto porque tenÃan envidia de esta gloria de Cristo, como porque estaban disgustados porque sus ganancias y mercadeo eran echados fuera del Templo.
VersÃculo 16
Y le dijo: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y Jesús les dijo: SÃ; ¿Nunca habéis leÃdo, de la boca de los niños y de los que maman, perfeccionasteis la alabanza ? ( Salmo 8:3 ). El hebreo es ×××ת ×¢× iissadta oz , es decir, has fundado la fuerza. Aquila, has puesto cimientos, poder ; Sixtina edición, Tú has constituido fuerza ; Tertuiliano ( Lib.
de ánima, cap. 19), has proporcionado alabanza ; sirÃaco, Tú has dirigido la alabanza ; árabe, Tú has preparado alabanza. Esto es, Tú has probado, confirmado, hecho Tu poder perfectamente loable, cuando de la boca de los niños, que no tienen el uso de sus lenguas, y aún no son capaces de pronunciar o hablar, Tú expresas Tu alabanza y gloria. . Porque tú has hecho que el Domingo de Ramos los infantes con el pueblo clamen a Cristo, Hosanna al Hijo de David.
S. Hilary y Auctor Imperfecti , entienden por infantes muchachos ya capaces de hablar y pronunciar. Con más verdad S. Crisóstomo, Eutimio y Teofilacto piensan que éstos eran realmente niños incapaces de hablar, como aquà se dice expresamente. De donde se traduce el sirÃaco: De la boca de los niños pequeños y de los niños Tú has dirigido la alabanza ; y por eso añade Lucas ( Lucas 19:40 ) que Cristo dijo: Si éstos callaren, las piedras clamarÃan.
Esto significaba que los infantes, al igual que los muchachos, siendo movidos y actuados por un instinto divino y un milagro, gritaron Hosanna a Cristo, aunque no entendÃan la palabra, sÃ, aunque los infantes, naturalmente, aún no podÃan pronunciarla. La razón era la que subjunta el salmista (Sal 8, 3), "Para que destruyas al enemigo y al vengador", para que en verdad, por boca de los niños, confundas a los escribas y fariseos, enemigos de Cristo, y puedes enseñarles que son insensatos y más insensatos que niños, porque estos reconocen, alaban y glorifican a Jesús como Cristo.
Pero estas últimas palabras del salmo Cristo no las citó, intencionalmente, para no exasperar demasiado a los escribas. Al mismo tiempo, Cristo aquà insinúa que se debe enseñar a los niños pequeños, tan pronto como comiencen a hablar, a pronunciar palabras piadosas que sus primeras palabras deben ser Hosanna, Jesús, MarÃa , etc. Asà escribe S. Jerónimo a Blæsilla, para que enseñe a su hijita Paula, nieta de su abuela, S.
Paula, tan pronto como comenzó a hablar, pronunció y pronunció Aleluya. Asà a nuestro S. Francisco Borgia se le enseñó desde niño a pronunciar como primeras palabras, Jesús, MarÃa , como testimonia Ribadaneira en su vida. AsÃ, el Trisagion, por ejemplo, Santo, Santo, Santo, Señor Dios de Sabaoth, le fue revelado a un niño atrapado en el aire en el momento de un terremoto en Constantinopla, que cesó tan pronto como el pueblo, instruido por el niño, gritó el Trisagion, A.
D, 446, en tiempos del emperador Teodosio, como atestigua Damasceno ( Trad de Trisagis ). Porque Dios se complace en las alabanzas de los muchachos, porque los muchachos ( pueri ) se llaman asà de puros ( puritate ), dice Varro, porque aún no han llegado a los años de la pubertad, y son puros como los ángeles terrestres.
Arias Montanus ( en el Salmo ii) observa que los niños de todas las naciones pronuncian la palabra ××, iah , que es el Nombre de Dios, y una abreviatura de Jehová; y asà Dios reclama para sà mismo el comienzo y los fundamentos de su maravilloso Nombre, pronunciado con firmeza por la boca misma de los niños. De la misma manera, Arnobio afirma que no hay hombre alguno que no haya entrado en el primer dÃa de su vida con la idea de Dios; y que las bestias, los árboles y las piedras gritarÃan, si pudieran hablar, que Dios es el Señor de todas las cosas.
Asà Platón ( lib. 10, de Republ .) y Cicerón ( lib. 1, de Natura Deorum ) enseñan que compartimos el conocimiento y la alabanza de Dios con la leche de nuestra madre. Lyra distingue un orden triple de niños que alaban a Dios. Los primeros son los que alaban a Dios con su muerte, no con la boca; como los Inocentes que fueron asesinados por Herodes por causa de Cristo. Los segundos, como la alabanza con la boca más que con la muerte, como los que cantaban Hosanna a Cristo.
La tercera, los que tanto con su boca como con su muerte alababan a Dios. Tales eran Santa Inés, de trece años de edad; S. Pancras, doce; SS. Vito, Celso y otros. Véase nuestro Philip Barlaymont ( en Paradiso puerorum, cap. 13 y 14), donde relata las alabanzas y los oráculos de Dios pronunciados por boca de los infantes.
Obsérvese: el Salmo octavo parece hablar literalmente de la magnificencia de Dios que manifiesta en la creación del universo en el que hizo al hombre señor de todas las cosas. Sin embargo, con mayor propiedad y profundidad, según la carta, habla de la magnificencia de Dios que manifiesta en la recreación y redención del mundo, en la que ha hecho a Cristo vencedor de la muerte y del pecado, y Redentor de los mundo, y el Señor de todas las cosas; quien por lo tanto es el Primer Hombre, y el más noble de todos los hombres.
Esto es claro 1. Porque Cristo aquà lo expone asÃ, como lo hace S. Pablo (Hb 2, 7). 2. Porque tan grande magnificencia como la que allà celebra el salmista no se aplica tan bien a la miseria del hombre, quien, después de su caÃda en el pecado, perdió su dominio sobre las bestias como lo hace con Cristo. 3. Porque este pasaje, "De la boca de los niños y de los que maman, perfeccionaste la alabanza", se aplica mucho más clara y verdaderamente a Cristo que a cualquier otro.
Un pasaje similar es Deuteronomio 18:18 , como he dicho allÃ. Porque en cuanto a Maldonatus explicando que David se llama a sà mismo (con respecto a Goliat, a quien cortó la cabeza) un infante, es cierto que no era literalmente un infante en ese momento, sino un joven enérgico y guerrero. De donde Nicéforo ( sobre Salmo 8 ) dice: "La Encarnación del VERBO es la magnificencia de Dios".
VersÃculo 17
Y dejándolos, se fue de la ciudad a Betania; y se alojó allÃ. sirÃaco y árabe, pasó la noche en Betania. Ved aquà la ingratitud y la volubilidad del pueblo: porque los que aquella misma mañana habÃan clamado a Cristo Hosanna , en la tarde del mismo dÃa abandonaron a Cristo por temor a los escribas, de modo que no se halló a nadie que le invitara a la hospitalidad. Por tanto, Cristo se vio obligado a salir de la ciudad a Marta y Magdalena, sus anfitrionas en Betania.
VersÃculo 18
Ahora, por la mañana, cuando regresó a la ciudad, tenÃa hambre. Esto, por lo tanto, tuvo lugar el dÃa después del Domingo de Ramos, el lunes, el undécimo dÃa de Nisán, el primer mes; que es, según nuestros cálculos, el veintiuno de marzo. Durante los tres dÃas siguientes (a saber, el viernes del tiempo pascual, que ese año cayó el veinticinco de marzo), Cristo fue crucificado y ofrecido.
TenÃa hambre. No con hambre natural, sino con hambre voluntariamente excitada, dicen S. Crisóstomo y Abulense ( quæst. 103). Porque era de mañana, y Cristo habÃa cenado con Marta la noche anterior; para que no volviera a tener hambre tan pronto. Ãl despertó, por lo tanto, esta hambre en sà mismo, para que por ella pudiera tener ocasión de maldecir la higuera estéril. Por lo cual también buscó higos en él, sabiendo que aún no era el tiempo de los higos, como dice Marcos ( Marco 11:13 ). Porque esto era veintiuno de marzo, como he dicho, tiempo en el cual no hay higos.
Obsérvese: esta hambre de Cristo y el marchitamiento de la higuera fueron antes de que Ãl expulsara del Templo a los compradores y vendedores. Porque Ãl hizo esto en este mismo lunes, pero después de que la higuera se marchitara, como aparece en Marco 11:14 , etc., donde asigna las acciones de Cristo a los varios dÃas en que fueron hechas.
VersÃculo 19
Y cuando vio una higuera en el camino, se acercó a ella, y no encontró nada en ella, sino sólo hojas, y le dijo: No te dejes crecer ningún fruto para siempre. Y luego la higuera se secó. Cristo maldijo la higuera y la secó, para manifestar su poder, por el cual podÃa destruir y marchitar a los escribas y judÃos, sus enemigos, si asà lo deseaba; y para mostrar que pronto sufrirÃa la cruz y la muerte a manos de ellos, no en contra de su voluntad, sino voluntariamente.
Nótese que esta maldición de Cristo no fue hecha por derecho propio , sino por catacresis , abusiva. Porque esta maldición solo significa que Cristo oró por el mal , es decir , marchitarse por la higuera que es lÃcita, especialmente a Cristo, por una razón suficiente para orar, por las cosas inanimadas; porque a Ãl pertenecen todos los árboles y las granjas de todos los hombres. Vea lo que se ha dicho ( Jeremias 20:14 y Job 3:1).
Asimismo, San Francisco maldijo un enebro plantado por el bendito Enebro, uno de sus primeros compañeros, en castigo por su desobediencia. Desde entonces, este árbol no creció ni un clavo después del dÃa en que fue plantado en la tierra. Este árbol todavÃa se visita en Carinula, o Calenum, un pueblo de Campania Felix, cerca de Mondragonium, en un monasterio de los Frailes Menores. Porque el bendito Enebro estaba ocupado plantando este árbol, y siendo llamado por S.
Francis, se demoró en obedecer la llamada hasta que hubo terminado su trabajo. San Francisco maldijo el árbol porque habÃa sido ocasión y objeto de desobediencia, y mandó que no creciera más; y asà sucedió enseguida que el árbol obedeció al santo, para enseñar a los hombres el mal de la desobediencia. Asà Guata ( en Annal. Minorum , AD 1222, Números 11 ).
VersÃculo 20
Y cuando los discÃpulos vieron esto, se maravillaron, diciendo: ¡Cuán pronto se secó la higuera ! La Vulga. omite la higuera , que se encuentra en griego y sirÃaco. Esto sucedió al dÃa siguiente, porque Cristo el lunes, volviendo de Betania a Jerusalén, maldijo la higuera: después de eso echó fuera del templo a los compradores, y allà enseñaba: por la tarde volvió de la ciudad a Betania: el El martes por la mañana, cuando los discÃpulos volvÃan con Ãl de Betania a Jerusalén, vieron que la higuera se secó, y luego exclamaron maravillados: ¡Cuán pronto se secó ! Que este es el orden en que sucedieron los hechos es evidente por Marcos xi. 19, 20.
Simbólicamente : Cristo maldijo a la higuera, porque una higuera era el árbol que Dios prohibió, del cual Adán comió, y se arruinó a sà mismo y a su posteridad, como piensan con probabilidad los sabios que he citado (Gn 2,9).
Alegóricamente : la higuera seca denota a los judÃos, quienes cuando Cristo vino, siendo incrédulos, perdieron la savia de la fe y la gracia, y asà no dieron frutos de buenas obras. Asà OrÃgenes.
Tropológicamente : la higuera, llena de hojas pero sin higos, denota a los creyentes que tienen las hojas de una profesión de fe pero carecen del fruto sólido de las virtudes, por lo que serán maldecidos por Cristo. Asà OrÃgenes.
VersÃculo 21
Respondió Jesús y les dijo: De cierto os digo, que si tenéis fe (esa fe excelente y eficaz, como un grano de mostaza, de la cual, Mateo 17:19 ) y no dudáis, no haréis solamente esto que se ha hecho a la higuera (lo que veis lo he hecho yo, como queda claro en el griego), pero también diréis a este monte: Levántate (es decir.
tú mismo , como sigue, en el griego άÏθηÏι , es decir , como el sirÃaco, sé levantado , sé desarraigado de la tierra) y sé arrojado (Gr. βλήθηÏι , sir. caÃda ) en el mar, asà se hará. Y no dudará , Gr. μὴ διακÏιθηÌÏε , es decir , no disputará , como dudar y vacilar; no distinguiréis si lo que pedÃs es fácil o difÃcil de hacer.
Porque muchos, porque piensan que lo que piden es arduo y difÃcil, dudan si lo obtendrán de Dios, y asà no lo obtienen. Pero no distinguen entre lo fácil y lo difÃcil, pensando que lo que es difÃcil para ellos es fácil para Dios, y que por lo tanto confÃan en la Omnipotencia divina, bondad y promesa, por la cual Ãl ha prometido que obtendremos de Ãl todas las cosas que queremos. pÃdele con cierta fe y confianza; por tanto, digo, elevan sus mentes y esperanzas por encima de su debilidad, y las ponen en Dios, esperando ciertamente de Ãl el fin y el fruto de su oración; tales, digo obtengan lo que sea y cuanto le pidan.
Este monte , el Olivar, porque Jesús, pasando por él a Jerusalén, habló allà estas cosas. So Abulensis ( quæst. 134), Franc. Lucas y otros. De otras cosas que pertenecen a este tema he hablado, capÃtulo xvii. 19
Asà que a causa de la infidelidad de los turcos que son dueños de la Tierra Santa, los Ãngeles, en el año 1291 d. C., trasladaron desde Galilea y Nazaret la casa de la SantÃsima Virgen (en la cual ella, el ángel que la anuncia, concibió al Hijo de Dios) , a Dalmacia, y posteriormente, AD 1294, a Italia (Lauretum), donde está la sede y la cabeza de la fe y los fieles; y por tanto a causa de esa fe obra en el mismo lugar innumerables milagros, que relata nuestro Horacio Turselli en su Historia de Loreto.
VersÃculo 22
Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis. Creyendo , es decir, si creéis y estáis seguros de que obtendréis aquellas cosas de Dios, según Santiago 1:6 . âQue pida con fe, sin dudar nadaâ. Mira lo que se dice ahÃ.
Bien habla S. Bernardo (Serm. 15 en Sal. Qui habitat ), exponiendo tropológicamente las palabras de Dios a Josué, cap. i. âTodo lugar que pise vuestro pie será vuestroâ. "Tu pie", dice, "es tu fe, y si va tan lejos como quiera, obtendrá, si es que está completamente asentado en Dios, para que sea firme y no tropiece". La razón a priori es la liberalidad y munificencia de Dios, que no se deja sobrepasar por nuestra esperanza, sino que la supera y trasciende con mucho.
VersÃculo 23
Y cuando entró en el templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Y quién te dio esta autoridad? ¿Por qué poder (