Lectionary Calendar
Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario de Clarke Comentario Clarke
Declaración de derechos de autor
Derechos de autor=Estos archivos están en dominio público.
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Información bibliográfica
Texto de la bibliografÃa=Clarke, Adam. "Comentario sobre 2 Peter 1". "El Comentario de Adam Clarke". https://studylight.org/commentaries/spa/acc/2-peter-1.html. 1832.
Texto de la bibliografÃa=Clarke, Adam. "Comentario sobre 2 Peter 1". "El Comentario de Adam Clarke". https://studylight.org/
Whole Bible (29)New Testament (5)Individual Books (3)
VersÃculo 1
LA SEGUNDA EPÃSTOLA GENERAL DE PEDRO.
Notas cronológicas relativas a esta EpÃstola.
-Año de la era constantinopolitana del mundo, o el usado por los historiadores bizantinos y otros escritores orientales, 5568.
-Año de la era alejandrina del mundo, 5562.
-Año de la era antioqueña del mundo, 5552.
-Año del mundo, según el arzobispo Usher, 4064.
-Año del mundo, según Eusebio, en su Chronicon, 4288.
-Año de la era judÃa menor del mundo, o la de uso común, 3820.
-Año de la Gran Era RabÃnica del mundo, 4419.
-Año desde el diluvio, según el arzobispo Usher, y la Biblia inglesa, 2408.
-Año del Cali yuga, o era india del Diluvio, 3162.
-Año de la era de Ifito, o desde el primer comienzo de los juegos olÃmpicos, 1000.
-Año de la era de Nahonassar, rey de Babilonia, 809.
-Año de la CCIX Olimpiada, 4.
-Año desde la construcción de Roma, según Fabius Pictor, 807.
-Año desde la construcción de Roma, según Frontino, 811.
-Año desde la construcción de Roma, según los Fasti Capitolini, 812.
-Año desde la construcción de Roma, según Varrón, que fue el más utilizado, 813.
-Año de la era de los Seléucidas, 372.
-Año de la cesárea de AntioquÃa, 108.
-Año de la era juliana, 105.
-Año de la era española, 98.
-Año desde el nacimiento de Jesucristo, según el arzobispo Usher, 64.
-Año de la era vulgar de la natividad de Cristo, 60.
-Año de Claudio Félix, gobernador de los judÃos, 8.
-Año de Vologeso, rey de los partos, 11.
-Jesús, sumo sacerdote de los judÃos, 1.
-Año del perÃodo DionisÃaco, o Ciclo Pascual, 61.
-Año del Ciclo Griego de diecinueve años, o Número Ãureo Común, 4; o el segundo después del primero embolismo.
-Año del Ciclo JudÃo de diecinueve años, 1; o dos años antes de la primera embolia.
-Año del Ciclo Solar, 13.
-Letra Dominical, siendo el Bissextil, o Año Bisiesto, FE.
-DÃa de la Pascua judÃa, el dos de abril, que ocurrió en este año el cuarto dÃa después del sábado judÃo.
-Domingo de Pascua, seis de abril.
-Calendario, o edad de la luna el 22 de marzo, (el dÃa del Domingo de Pascua más temprano posible), 3.
-Calendario, según el modo actual de cálculo, o la edad de la luna en el dÃa de Año Nuevo, o las Calendas del 11 de enero.
-Calendarios Mensuales, o edad de la luna en las Calendas de cada mes respectivamente, (a partir de enero), 11, 13, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 19, 19, 21, 21.
-Número de Dirección, o el número de dÃas desde el veintiuno de marzo hasta la Pascua judÃa, 12.
-Año del reinado de Caius Tiberius Claudius Nero Caesar, el quinto monarca romano, computando desde Octavianus, o Augustus Caesar, propiamente el primer emperador romano, 7.
-Cónsules romanos, el emperador Nerón Augusto, la cuarta vez, y Cossus Cornelius Lentulus.
CAPÃTULO I.
La dirección apostólica y las personas a quienes se dirige la epÃstola
descrita por el estado al que Dios los habÃa llamado, y
en el que los habÃa colocado,1-4.
Qué gracias deben poseer para ser fecundos en el
conocimiento de Dios , 5-8.
El estado miserable de aquellos que o no tienen estas gracias,
o han caÃdo de ellas , 9.
Los creyentes deben esforzarse en hacer su llamado y
elecciones seguras , 10, 11.
Las insinuaciones del apóstol de su rápida disolución, y su
deseo de confirmar y establecer esas Iglesias en la fe verdadera ,
12-15.
La certeza del Evangelio y la evidencia convincente que
el apóstol tenÃa de su verdad por estar presente en la
transfiguración, por la cual la palabra profética se hizo más
clara, 16-19.
Cómo llegaron las profecÃas y su naturaleza , 20, 21.
NOTAS SOBRE EL CAP. I.
verso 2 Pedro 1:1 _ Simon Pedro.  Symeon , ÏÏ Î¼ÎµÏν, es la lectura de casi todas las versiones, y de todos los MSS más importantes. Y esto es más notable, ya que el apellido de Pedro aparece más de setenta veces en el Nuevo Testamento, y se lee invariablemente Ïιμον, Simón , excepto aquÃ, y en Hechos 15:14 , donde Santiago le da el nombre de Simeón .
De todas las versiones, solo la armenia y la vulgata tienen Simón . Pero la edición. princ, y varios de mis propios MSS. de la Vulgata, escribe Simón ; y Wiclf tiene Symont .
Un sirviente. Empleado en el trabajo de su Maestro.
Y un apóstol.  Comisionado inmediatamente por Jesucristo mismo para predicar a los gentiles, y para escribir estas epÃstolas para la edificación de la Iglesia. Como el escritor era un apóstol , la epÃstola es necesariamente canónica . Todos los MSS. concuerdan en el tÃtulo apóstol ; y de las versiones , sólo la sirÃaca la omite.
Fe preciosa. ιÏοÏιμονÏιÏÏιν. Fe valiosa; fe que vale un gran precio, y fe que costó un gran precio. La palabra preciosa se usa en la baja fraseologÃa religiosa para querido, cómodo, delicioso, c. pero ¡cuánto se rebaja la dignidad del tema con expresiones y significados más propios de la guarderÃa infantil que de la noble ciencia de la salvación! Es necesario, sin embargo, afirmar que la palabra preciosa significa literalmente valiosa, de gran precio, costosa; y no se usaba en el sentido bajo en que se emplea ahora cuando se hizo nuestra traducción. Esa fe debe ser de valor infinito, la gracia de la cual Cristo compró con su sangre; y debe ser de valor infinito también cuando es el instrumento mismo por el cual el alma es salvada para la vida eterna.
Con nosotros. Habiendo dado Dios a vosotros, gentiles creyentes, la misma fe y salvación que nos habÃa dado a nosotros, judÃos creyentes.
A través de la justicia de Dios.  A través de su método de llevar a un mundo perdido, tanto judÃos como gentiles, a la salvación por medio de Jesucristo; a través de su bondadosa imparcialidad, proveyendo tanto a los gentiles como a los judÃos. Ver las notas sobre Romanos 3:21 .
De Dios y nuestro Salvador Jesucristo. Esta no es una traducción adecuada del original ÏÎ¿Ï Î¸ÎµÎ¿Ï Î·Î¼ÏνκαιÏÏÏηÏοÏιηÏÎ¿Ï ÏÏιÏÏÎ¿Ï , que es literalmente, De nuestro Dios y Salvador Jesucristo ; y esta lectura, que se indica al margen , debió haber sido recibida en el texto; y es una prueba absoluta que San Pedro llama a Jesucristo DIOS, aun en el sentido más propio de la palabra, con el artÃculo antepuesto. No es evidencia en contra de esta doctrina que un MS. de poca autoridad, y el sirÃaco y dos versiones árabes tienen ÎºÏ ÏÎ¹Î¿Ï , Señor , en lugar de Î¸ÎµÎ¿Ï , Dios , como todos los demás MSS. y las versiones concuerdan en la otra lectura, asà como los padres. Véase en Griesbach .
VersÃculo 2
Verso 2 Pedro 1:2 _ Gracia.  El favor de Dios; paz - los efectos de ese favor en la comunicación de bendiciones espirituales y temporales.
A través del conocimiento de Dios.  ενεÏιγνÏÏει. Por el reconocimiento de Dios, y de Jesús nuestro Señor . Para aquellos que lo reconocen en todos sus caminos, él dirigirá sus pasos. Los que conocen a Cristo; y no lo reconozcáis ante los hombres, no podréis obtener multiplicación de gracia y paz.
VersÃculo 3
Verso 2 Pedro 1:3 . Como su poder Divino.  Su poder, al que ningún poder puede resistir, porque es Divino , lo que pertenece propiamente a la Divinidad infinita.
Nos ha dado. δεδÏÏημενηÏ. Nos ha dotado de los dones; o, nos ha dotado, como lo traduce el Dr. Macknight, quien observa que se refiere a los dones que el EspÃritu Santo comunicó a los apóstoles, para capacitarlos para llevar a los hombres a la vida y a la piedad; que eran, 1. Un conocimiento completo de las doctrinas del Evangelio. 2. Poder para predicar y defender sus doctrinas en un lenguaje adecuado, que sus adversarios no podÃan refutar ni resistir. 3. 3. SabidurÃa para dirigirles cómo comportarse en todos los casos, dónde y cuándo trabajar; y la materia adecuada a todos los casos diferentes, y a toda variedad de personas. 4. 4. Poderes milagrosos, para que en todas las ocasiones apropiadas y necesarias pudieran obrar milagros para la confirmación de sus doctrinas y misión.
Por vida y piedad podemos entender, 1. una vida piadosa; o, 2. la vida eterna como fin, y la piedad como camino hacia ella; o, 3. lo que era esencialmente necesario para la vida presente, alimento, vestido, etc., y lo que era necesario para la vida futura. Como se encontraban en un estado de sufrimiento, y muy probablemente muchos de ellos eran extranjeros en aquellos lugares, no se puede decir que tuvieran todas las cosas que pertenecen a la vida y, sin embargo, Dios habÃa obrado en su favor, de modo que ninguno de ellos pereció, ni por falta de alimento ni de vestido. Y en cuanto a lo que era necesario para la piedad, lo tenÃan por el ministerio evangélico, que parece que todavÃa continuaba entre ellos, y los dones del EspÃritu Santo que no se habÃan retirado; y lo que era más necesario en cuanto a la precaución personal, el consuelo y la instrucción, se suplÃa por medio de estas dos epÃstolas.
Que nos ha llamado a la gloria y a la virtud.  A la virtud o al valor como medio, y a la gloria -el reino de los cielos- como fin. Este es el modo en que comúnmente se entienden estas palabras, y este sentido es bastante claro, pero la construcción es dura. Otros han traducido διαδοξηÏκαιαÏεÏηÏ, por su gloriosa benignidad, un hebraÃsmo para διαÏηÏÎµÎ½Î´Î¿Î¾Î¿Ï Î±ÏεÏηÏ. y leen todo el verso asÃ: Dios, por su propio poder, nos ha concedido todo lo necesario para una vida feliz y para la piedad, habiéndonos llamado al conocimiento de sà mismo, por su propia e infinita bondad. Es cierto que se utiliza la palabra αÏεÏη, que traducimos como virtud o valor, 1 Pedro 2:9 , para expresar la perfección de la naturaleza divina: Para que mostréis ÏαÏαÏεÏαÏ, las virtudes o PERFECCIONES, de aquel que os ha llamado de las tinieblas a su maravillosa luz.
Pero hay aquà una lectura variada de considerable importancia, y que, por las autoridades en que se apoya, parece ser genuina: ÏÎ¿Ï ÎºÎ±Î»ÎµÏανÏοÏμαÏιδιαδοξη καιαÏεÏη, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y poder, o por su propio poder glorioso. Esta es la lectura de AC, de varios otros; y, en efecto, del copto, armenio, sirÃaco, etiópico, Vulgata, Cirilo, Casiodoro, etc.
VersÃculo 4
VersÃculo 4. Por lo cual se nos ha dado.  Por su propio y glorioso poder nos ha dado gratuitamente promesas sumamente grandes e inestimables. Los judÃos se distinguieron de manera muy particular por las promesas que recibieron de Dios; las promesas a Abraham, Isaac, Jacob, Moisés y los profetas. Dios prometió ser su Dios; protegerlos, sostenerlos y salvarlos; darles lo que se llamó enfáticamente la tierra prometida; y hacer que el MesÃas surgiera de su raza. San Pedro da a entender a estos gentiles que Dios también les habÃa dado promesas muy grandes; de hecho, todo lo que habÃa dado a los judÃos, exceptuando el mero asentamiento en la tierra prometida; y esto también lo habÃa dado en todo su significado y fuerza espiritual. Y además de Ïα μεγιÏÏαεÏαγελμαÏα, estas promesas superlativamente grandes, que distinguÃan la dispensación mosaica, les habÃa dado ÏαÏιμια εÏαγελμαÏα; las promesas valiosas, las que venÃan por el gran precio; el enrolamiento en la Iglesia de Dios, la redención en y por la sangre de la cruz, la influencia continua del EspÃritu Santo, la resurrección del cuerpo y el descanso eterno a la diestra de Dios. Era de considerable importancia para el consuelo de los gentiles que estas promesas se hicieran a ellos, y que la salvación no fuera exclusivamente de los judÃos.
Para que de ellas seáis partÃcipes.  El objeto de todas las promesas y dispensaciones de Dios era devolver al hombre caÃdo la imagen de Dios que habÃa perdido. Esto, en efecto, es la suma y la sustancia de la religión de Cristo. Hemos participado de una naturaleza terrenal, sensual y diabólica; el designio de Dios por medio de Cristo es eliminar esto, y hacernos partÃcipes de la naturaleza divina; y salvarnos de toda la corrupción de principio y de hecho que hay en el mundo; la fuente de la cual es la lujuria, εÏÎ¹Î¸Ï Î¼Î¹Î±, deseo irregular, irrazonable, inordenado e impuro; deseo de tener, hacer y ser, lo que Dios ha prohibido, y lo que serÃa ruinoso y destructivo para nosotros si se concediera el deseo.
La lujuria, o el deseo irregular e impuro, es la fuente de la que brota toda la corrupción que hay en el mundo. La lujuria concibe y engendra el pecado; el pecado se termina o se pone en acto, y entonces engendra la muerte. Este principio destructivo debe ser desarraigado, y en su lugar debe implantarse el amor a Dios y al hombre. Este es el privilegio de todo cristiano; Dios ha prometido purificar nuestros corazones por la fe; y que asà como el pecado ha reinado hasta la muerte, asà también reinará la gracia por medio de la justicia hasta la vida eterna; que aquà hemos de ser librados de las manos de todos nuestros enemigos, y tener incluso "los pensamientos de nuestros corazones tan limpios por la inspiración del EspÃritu Santo de Dios, que lo amaremos perfectamente, y magnificaremos dignamente su santo nombre".
Esta bendición puede ser esperada por aquellos que están continuamente escapando, αÏοÏÏ Î³Î¿Î½ÏεÏ, volando de, la corrupción que hay en el mundo y en ellos mismos. Dios no purifica ningún corazón en el que se consienta el pecado. Obtén el perdón por medio de la sangre del Cordero; siente tu necesidad de ser purificado en el corazón; busca eso con toda tu alma; alega las grandÃsimas e inestimables promesas que se refieren a este punto; aborrece tu yo interior; abstente de toda apariencia de maldad; huye del yo y del pecado hacia Dios; y el mismo Dios de la paz os santificará en cuerpo, alma y espÃritu, os hará luces ardientes y brillantes aquà abajo, (una prueba de que puede salvar hasta el extremo a todos los que vienen a él por Cristo), y después, habiéndoos guiado por su consejo a través de la vida, os recibirá en su gloria eterna.
VersÃculo 5
VersÃculo 5. Y además de esto. No obstante lo que Dios ha hecho por vosotros, para que no recibáis la gracia de Dios en vano;
Dando toda diligencia.  Proporcionando toda la seriedad y la actividad : el original es muy enfático.
Añade a tu fe.  εÏιÏοÏηγηÏαÏε. Llevar de la mano ; aludiendo, como la mayorÃa piensa, al coro de la danza griega, que bailaba con las manos unidas. 2 Corintios 9:10 .
Tu fe - Esa fe en Jesús por la cual has sido guiado a abrazar todo el Evangelio, y por la cual tienes la evidencia de las cosas que no se ven.
Virtud.  αÏεÏην. Ãnimo o fortaleza , que os capacite para profesar la fe ante los hombres, en estos tiempos de persecución.
Conocimiento. SabidurÃa verdadera, por la cual se incrementará vuestra fe, y se dirigirá vuestro coraje, y se preservará de degenerar en temeridad .
VersÃculo 6
VersÃculo 6. Templanza.  Un uso apropiado y limitado de todos los placeres terrenales, manteniendo todos los sentidos bajo las debidas restricciones, y nunca permitiendo que la parte animal subyugue a la racional.
Paciencia.  Soportando todas las pruebas y dificultades con una mente tranquila, perseverando en todo, y perseverando a través de todo.
Piedad.  Piedad hacia Dios; un miedo profundo, reverencial y religioso; no sólo adorar a Dios con cada acto exterior propio, sino adorarlo, amarlo y magnificarlo en el corazón: una disposición indispensablemente necesaria para la salvación, pero sumamente rara entre los profesantes.
VersÃculo 7
Verso 7. Bondad fraternal.  ÏιλαδελÏιαν. Amor a la fraternidad -el apego más fuerte al rebaño de Cristo; sintiéndose cada uno como un miembro de su propio cuerpo.
Caridad.  αγαÏην. Amor a todo el género humano, incluso a vuestros perseguidores: amor a Dios y a los hermanos que tenÃan; amor a toda la humanidad ellos también deben tener. La verdadera religión no es ni egoÃsta ni aislada; donde está el amor de Dios, la intolerancia no puede existir. Las personas estrechas, egoÃstas y de un partido, que apenas tienen esperanza de la salvación de aquellos que no creen como ellos creen, y que no siguen con ellos, apenas tienen religión, aunque en su propia comprensión ninguna lo es tanto verdaderamente ortodoxos o religiosos como ellos mismos. Después de αγαÏην, amor , un MS. añade estas palabras, ενδεÏηαγαÏη ÏηνÏαÏακληÏιν, y a este amor consuelo ; pero esta es una adición ociosa e inútil.
VersÃculo 8
VersÃculo 8. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan.  Si poseéis todas las gracias, y se multiplican y abundan en vuestras almas, os mostrarán que no seáis αÏÎ³Î¿Ï Ï, ociosos , ni ακαÏÏÎ¿Ï Ï, estériles , en el reconocimiento de nuestro Señor Jesucristo . La traducción común aquà es muy infeliz: estéril e infructuosa ciertamente transmite las mismas ideas; pero ocioso o inactivo , que es el sentido propio de αÏÎ³Î¿Ï Ï, quita esta tautologÃa y restituye el sentido. Las gracias ya mencionadas por el apóstol son en sà mismas principios activos; el que los poseÃa, y los tenÃa en abundancia , no podÃa estar inactivo ; y el que no es inactivo en el camino de la vida debe ser fructÃfero . Puedo añadir, que quien es asà activo, y por lo tanto fructÃfero, estará siempre dispuesto a cualquier peligro a reconocer a su Señor y Salvador, por quien ha sido llevado a este estado de salvación.
VersÃculo 9
VersÃculo 9. Pero el que carece de estas cosas.  Aquel, ya sea judÃo o gentil, que profesa tener FE en Dios, y no ha añadido a esa FE la fortaleza, el conocimiento, la templanza, la paciencia, la piedad, la bondad fraternal y el amor universal; está ciego-su entendimiento está oscurecido, y no puede ver de lejos, Î¼Ï ÏÏαζÏν, cerrando los ojos contra la luz, guiñando el ojo, sin poder mirar la verdad a la cara, ni contemplar a ese Dios que una vez conoció reconciliado con él: y asà parece que es voluntariamente ciego, y que ha olvidado que fue purificado de sus antiguos pecados; por fin, al no mejorar la gracia que recibió de Dios, al dejar de obrar su fe por amor, ha perdido la evidencia de las cosas que no se ven; pues, habiendo contrariado al EspÃritu Santo al no mostrar las virtudes de aquel que le llamó a su maravillosa luz, ha perdido el testimonio de su filiación; y entonces, habiendo sustituido la luz y la confianza filial por las tinieblas y la dureza, primero pone en duda toda su experiencia anterior, y se pregunta si no ha puesto el entusiasmo en lugar de la religión. Por estos medios aumentan sus tinieblas y su dureza, su memoria se vuelve indistinta y confusa, hasta que al final olvida la obra de Dios en su alma, luego la niega, y por último afirma que el conocimiento de la salvación, por la remisión de los pecados, es imposible, y que ningún hombre puede salvarse del pecado en esta vida. De hecho, algunos llegan a negar al Señor que los compró; a renunciar a Jesucristo como si hubiera hecho expiación por ellos; y terminan su carrera de apostasÃa negando por completo su Deidad. He conocido muchos casos de este tipo; y todos son consecuencia de que los creyentes no continúan siendo obreros junto a Dios, después de haber experimentado su amor perdonador.
Lector, procura que la luz que hay en ti no se convierta en tinieblas; porque si lo hace, ¡qué grandes tinieblas!
VersÃculo 10
VersÃculo 10. Por tanto. Viendo el peligro de la apostasÃa, y el terrible fin de los que no obedecen al evangelio, y asà reciben en vano la gracia de Dios; da toda la diligencia , ÏÏÎ¿Ï Î´Î±ÏαÏε, apresúrate, sé profundamente cuidadoso, trabaja con el propósito más intenso del alma.
Para hacer tu llamado.  De las profundas tinieblas de los gentiles a la luz admirable del Evangelio.
Y elección. Vuestro ser elegido , en consecuencia de obedecer al llamado celestial , para ser pueblo e Iglesia de Dios. En lugar de κληÏιν, llamada , el Codex Alexandrinus tiene ÏαÏακληÏιν, consuelo .
Seguro.  βεβαιαν. Firme, sólido . Porque vuestro llamado a creer en el Evangelio, y vuestra elección para ser miembros de la Iglesia de Cristo, os resultará en última instancia inútil, a menos que retengáis lo que habéis recibido añadiendo a vuestra fe virtud, conocimiento, templanza, c.
Porque si hacéis estas cosas.  Si sois cuidadosos y diligentes en ocuparos de vuestra propia salvación, por la gracia que ya habéis recibido de Dios , nunca caeréis , Î¿Ï Î¼Î·ÏÏαιÏηÏε ÏοÏε, en ningún momento tropezaréis ni caeréis ; como lo han hecho los judÃos, y han perdido su elección, Romanos 11:11 , donde se usa la misma palabra, y como lo hacen los apóstatas, y pierden su paz y salvación. Encontramos, por lo tanto, que los que no hacen estas cosas caerán ; y asà vemos que no hay nada absoluto e incondicional en su elección . Hay una adición aquà en algunos MSS. y versiones que no deben pasar desapercibidas: el Codex Alexandrinus , otros nueve, con el sirÃaco , el árabe de Erpen , el copto, el etÃope, el armenio , luego el sirÃaco con asterisco, la Vulgata y Beda, tienen ιναδιαÏÏνκαλÏν (Ï Î¼Ïν) εÏγÏν, QUE POR ( vuestras ) BUENAS OBRAS podáis hacer firme vuestra vocación y elección . Esta cláusula se encuentra en la edición de Colinaeus , ParÃs, 1534, y probablemente ha sido omitida por editores más recientes bajo la suposición de que la edición no tiene un sentido muy ortodoxo . Pero sobre esta base no debe haber alarma, porque no declara que las buenas obras asà requeridas merezcan el llamamiento y la elección , o la gloria eterna de Dios. El que con buenas obras no confirma su vocación y elección , pronto no tendrá ninguna ; y aunque ninguna buena obra compró ni puede comprar el reino de Dios, sin embargo, según las Escrituras, ningún alma puede esperar ver a Dios si no las tiene. "Tuve hambre, y no me disteis de comer; sediento, y no me disteis de beber; id, malditos. tuve hambre, y me disteis de comer... venid, benditos".
VersÃculo 11
VersÃculo 11. Porque asà se hará la entrada.  Si os dáis diligencia ; y no caigáis , se os concederá una entrada abundante, libre, honrosa y triunfante en el reino eterno. Parece haber aquà una alusión a los triunfos concedidos por los romanos a sus generales que se habÃan distinguido por poner fin a una guerra, o por hacer algún servicio militar señalado al estado. (Vea el relato completo de este desfile militar en la nota de Clarke sobre " 2 Corintios 2:14 " .) "Tendréis un triunfo, como consecuencia de haber vencido a vuestros enemigos y llevado cautiva la cautividad".
En lugar de reino eterno , αιÏνιονβαÏιλειαν, dos MSS. ten εÏÎ¿Ï Ïανιον, reino celestial ; y varios MSS. omitir la palabra καιÏÏÏηÏοÏ, y Salvador .
VersÃculo 12
VersÃculo 12. Por tanto, no seré negligente.  Ya habÃa escrito una epÃstola, esta es la segunda ; y probablemente meditó más sobre si se le perdonara. Ãl vio claramente que no habÃa manera de entrar en la vida eterna sino la que describió desde el versÃculo 5 al 10; 2 Pedro 1:5 y aunque sabÃan y estaban establecidos en la verdad presente, sin embargo, vio necesario recordarles estas cosas con frecuencia.
VersÃculo 13
VersÃculo 13. Mientras yo esté en este tabernáculo.  Por tabernáculo debemos entender su cuerpo ; y de ahà que varias de las versiones tengan ÏÏμαÏι, cuerpo , en lugar de ÏκηνÏμαÏι, tabernáculo . El modo de hablar de Pedro es muy notable: mientras YO ESTOY en este tabernáculo , entonces el cuerpo no era Pedro , sino que Pedro moraba en ese cuerpo . ¿No es esto una prueba de que San Pedro creÃa que su alma era muy distinta de su cuerpo? Asà como la casa del hombre es el lugar donde habita, asà el cuerpo es la casa donde habita el alma.
VersÃculo 14
VersÃculo 14. Sabiendo que en breve.  San Pedro se refiere claramente a la conversación entre nuestro Señor y él mismo, relató Juan 21:18 ; Juan 21:19 . Y es probable que ahora tuviera una insinuación particular de que pronto sellarÃa la verdad con su sangre. Pero como nuestro Señor le dijo que su muerte tendrÃa lugar cuando él fuera viejo , siendo ahora anciano, podrÃa con razón suponer que su partida estaba cerca.
VersÃculo 15
VersÃculo 15. Además, me esforzaré.  ¿Y no se ve este esfuerzo en estas dos epÃstolas? Al dejar estos entre ellos, incluso después de su muerte, tenÃan estas cosas siempre en el recuerdo .
Después de mi fallecimiento.  μεÏαÏηνεμηνεξοδον. Después de mi salida, es decir, de su tabernáculo. El verdadero Pedro no estaba abierto a la vista, ni era palpable al tacto; estaba oculto en ese tabernáculo que vulgarmente se supone que es Pedro. Hay un pensamiento muy similar a éste en la última conversación de Sócrates con sus amigos. Cuando este gran hombre se disponÃa a beber el veneno al que fue condenado por los jueces atenienses, su amigo CRITO le dijo: "Pero, ¿cómo quieres que te entierren?" -Sócrates: Como quieras, si puedes atraparme y no eludo tu persecución. Luego, sonriendo suavemente, dijo: No puedo convencer a Crito, ÏÏεγÏÎµÎ¹Î¼Î¹Î¿Ï ÏοÏοÏÏκÏαÏηÏο Î½Ï Î½Î¹Î´Î¹Î±Î»ÎµÎ³Î¿Î¼ÎµÏ, de que yo soy ese Sócrates que ahora conversa contigo; pero él cree que soy él, ονοÏεÏÎ±Î¹Î¿Î»Î¹Î³Î¿Î½Ï ÏÏεÏονεκÏον καιεÏÏÏαÏÏÏεδιμεθαÏÏειν, al que pronto verá muerto; y pregunta ¿cómo me enterrarÃan? He afirmado que, después de haber bebido el veneno, ya no deberÃa permanecer con vosotros, sino que partiré hacia ciertas felicidades de los bienaventurados." PLATONIS Phaedo, Oper., vol. i, edit. Bipont., p 260.
VersÃculo 16
Verso 16. Fábulas ingeniosamente inventadas.  ÏεÏοÏιÏμενοιÏÎ¼Ï Î¸Î¿Î¹Ï. Creo, con Macknight y otros, que por el uso que hace el apóstol de εÏοÏÏαι, testigos oculares, o más bien contempladores, al final del versÃculo, es probable que se refiera a esas fábulas astutamente ideadas entre los paganos, relativas a la aparición de sus dioses en la tierra en forma humana. Y para dar mayor crédito a estas fábulas, los sacerdotes y estadistas instituyeron lo que llamaban los misterios de los dioses, en los que la fabulosa aparición de los dioses se representaba en espectáculos mÃsticos. Pero habÃa un espectáculo particular que sólo se permitÃa contemplar a los plenamente iniciados; de ahà que se les llamara εÏοÏÏαι, contempladores. Este espectáculo era probablemente alguna imagen resplandeciente del dios, imitando la vida, que, por su gloria, deslumbraba los ojos de los espectadores, mientras sus oÃdos eran extasiados por los himnos cantados en su alabanza; a esto era bastante natural que San Pedro aludiera, al hablar de la transfiguración de Cristo. Aquà se manifestó la majestuosidad indescriptiblemente resplandeciente del gran Dios, en la medida de lo posible, en conjunción con aquel cuerpo humano en el que habitaba la plenitud de la Divinidad. Y nosotros, dice el apóstol, fuimos εÏοÏÏαι, espectadores, ÏηÏÎµÎºÎµÎ¹Î½Î¿Ï Î¼ÎµÎ³Î±Î»ÎµÎ¹Î¿ÏηÏοÏ, de su propia majestad. Aquà no hubo truco, ni espectáculo fingido; lo vimos en su gloria, a quien miles vieron antes y después; y os hemos dado a conocer el poder y la venida, ÏαÏÎ¿Ï Ïιαν, la aparición y la presencia, de nuestro Señor Jesús; y os llamamos a sentir la sobrecogedora grandeza de este poder en vuestra conversión, y la gloria de esta aparición en su revelación por el poder de su EspÃritu a vuestras almas. Estas cosas las hemos presenciado, y estas cosas las habéis experimentado: y por lo tanto podemos decir con confianza que ni vosotros ni nosotros hemos seguido fábulas ingeniosas, sino ese bendito Evangelio que es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree.
VersÃculo 17
VersÃculo 17. Porque recibió honor y gloria.  En su transfiguración nuestro Señor recibió del Padre honor en la voz o declaración que decÃa: Este es mi Hijo, el amado, en quien tengo complacencia. Y recibió gloria cuando, penetrado y envuelto en esa gloria excelente, la apariencia de su rostro se alteró, porque su rostro resplandecÃa como el sol, y su vestido era blanco y reluciente, muy blanco como la nieve; cuya apariencia más gloriosa y sobrenatural fue una confirmación de la voz sobrenatural, como la voz era de esta apariencia sobrenatural: y asà su Mesianismo fue atestiguado de la manera más completa y convincente.
VersÃculo 18
VersÃculo 18. Y esta voz - oÃmos.  Es decir, él mismo, Santiago y Juan lo oyeron y vieron esta gloria, pues sólo ellos eran los εÏοÏÏαι, los espectadores, en el monte santo. Es digno de notar que nuestro bendito Señor, que vino a dar una nueva ley a la humanidad, apareció en este santo monte con esplendor y gran gloria, como lo hizo Dios cuando vino al santo monte, el SinaÃ, a dar la antigua ley a Moisés. Y cuando llegó la voz de la gloria excelente: Este es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido; escúchenlo: la autoridad de la antigua ley fue quitada. Ni Moisés ni ElÃas, ni la ley ni los profetas, debÃan hacer de tabernáculo entre los hombres, como enseñando todo el camino de la salvación, y proporcionando los medios de la vida eterna; estas cosas las habÃan señalado, pero estas cosas no las contenÃan; sin embargo, el cumplimiento de sus tipos y predicciones hizo que sus declaraciones fueran más firmes e incontestables. Véase más adelante.
VersÃculo 19
VersÃculo 19. Tenemos también una palabra profética más segura : εÏομεν βεβαιοÏεÏονÏονÏÏοÏηÏικονλογον. Tenemos la doctrina profética más firme o más confirmada; porque en este sentido la palabra Î²ÎµÎ²Î±Î¹Î¿Ï se usa en varios lugares del Nuevo Testamento. Ver 1 Corintios 1:6 : Asà como el testimonio de Cristo εβεβαιÏθη, fue CONFIRMADO, entre vosotros. 2 Pedro 1:2 ; 2 Corintios 1:21 : Y el que nos afirma, οδεβεβαιÏνημαÏ, el que NOS CONFIRMA. Colosenses 2:7 : Arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, Î²ÎµÎ²Î±Î¹Î¿Ï Î¼ÎµÎ½Î¿Î¹, CONFIRMADOS en la fe. Hebreos 2:3 : ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande ηÏιÏεβεβαιÏÏη, que nos fue CONFIRMADA? Hebreos 6:16 : Y juramento, ειÏβεβαιÏÏιν, para CONFIRMACIÃN. Este es el sentido literal del pasaje en cuestión; y este sentido elimina esa ambigüedad del texto que ha dado lugar a tantas interpretaciones diferentes. Tomado según la traducción común, parece decir que la profecÃa es una evidencia más segura de la revelación divina que los milagros; y asà se ha entendido. El significado del apóstol parece ser este: La ley y los profetas han hablado acerca de Jesucristo, e IsaÃas lo ha señalado particularmente con estas palabras: He aquà mi siervo a quien yo sostendré, mi ELEGIDO EN QUIEN TIENE DELEITE MI ALMA; He puesto mi EspÃritu sobre él, y traerá juicio a los gentiles; para abrir los ojos de los ciegos, para sacar de la cárcel a los presos, y de la casa de la prisión a LOS QUE ESTÃN EN TINIEBLAS, IsaÃas 42:1 ; IsaÃas 42:7 . Ahora, tanto en su bautismo, Mateo 3:17 , como en su transfiguración, Jesucristo fue declarado como esta persona escogida, el único Hijo de Dios, el Amado en QUIEN SE DELEITABA. Por tanto, la voz del cielo y la milagrosa transfiguración de su persona han confirmado la doctrina profética acerca de él. Y a esta doctrina, asà confirmada, hacéis bien en prestar atención; porque es esa luz que brilla en el lugar oscuro, tanto en el mundo gentil como entre los judÃos; alumbrando a los que moran en tinieblas, y sacando a los presos de la casa de la prisión: y debéis continuar haciendo esto hasta que venga el dÃa de su segunda, última y gloriosÃsima aparición para juzgar al mundo; y el lucero del dÃa, ÏÏÏÏοÏοÏ, este portador de luz, surge en vuestros corazones, se manifiesta para vuestro eterno consuelo. O tal vez la última cláusula del versÃculo podrÃa entenderse asÃ: Las profecÃas acerca de Jesús, que nos han sido confirmadas de manera tan notable en el monte santo, han sido siempre como una luz que brilla en un lugar oscuro, desde el momento de su entrega hasta el tiempo en que amaneció el dÃa resplandeciente de la luz del Evangelio y de la salvación, y el Hijo de la justicia ha resucitado en nuestras almas, con sanidad en sus rayos.
Y a esto han puesto atención todos los que esperaban la venida de Cristo. La palabra ÏÏÏÏοÏοÏ, fósforo, generalmente significaba el planeta Venus, cuando es la estrella de la mañana; y asà se la llama en la mayorÃa de las naciones europeas.
VersÃculo 20
VersÃculo 20. Sabiendo esto primero.  Considerando esto como un primer principio, que ninguna profecÃa de la Escritura, ya sea la mencionada anteriormente, o cualquier otra, es de interpretación privada, procede del propio conocimiento o invención del profeta, o fue descendiente de cálculo o conjetura. La palabra εÏÎ¹Î»Ï ÏÎ¹Ï significa también Ãmpetu, impulso; y probablemente este es el mejor sentido aquÃ; no por el mero impulso privado de su propia mente.
VersÃculo 21
Verso 2 Pedro 1:21 . Porque la profecÃa no vino en tiempo antiguo.  Es decir, en cualquier tiempo anterior, por la voluntad del hombre, por la propia búsqueda, conjetura o cálculo del hombre; pero los santos hombres de Dios, personas separadas del mundo y dedicadas al servicio de Dios, hablaron, movidos por el EspÃritu Santo. Tan lejos estaban de inventar estas declaraciones proféticas relativas a Cristo, o a cualquier acontecimiento futuro, que fueron ÏεÏομενοι, llevados fuera de sà mismos y de toda la región, por asà decirlo, del conocimiento y de las conjeturas humanas, por el EspÃritu Santo, que, sin que ellos supieran nada del asunto, les dictó lo que debÃan hablar y lo que debÃan escribir; Y tan por encima de su conocimiento estaban las palabras de la profecÃa, que ni siquiera sabÃan la intención de esas palabras, sino que buscaban qué, o qué tiempo significaba el EspÃritu de Cristo que estaba en ellos, cuando testificaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y la gloria que debÃa seguir. Ver1 Pedro 1:11 , y las notas allÃ.
1. Como el escritor de esta epÃstola afirma que estaba en el monte santo con Cristo cuando se transfiguró, debe ser Pedro, Santiago o Juan, pues no habÃa ninguna otra persona presente en esa ocasión, excepto Moisés y ElÃas, en sus cuerpos gloriosos. La epÃstola no se atribuyó nunca a Santiago ni a Juan, sino que la corriente ininterrumpida, en la que se concedió su inspiración divina, la atribuyó sólo a Pedro. Véase el prefacio.
2. No es infrecuente que los escritores del Nuevo Testamento establezcan una comparación entre la dispensación mosaica y la cristiana; y la comparación generalmente muestra que, por gloriosa que fuera la primera, no tenÃa gloria en comparación con la gloria que la supera. San Pedro parece tocar aquà el mismo punto; la dispensación mosaica, con toda la luz de las profecÃas que la ilustraban, era sólo como una lámpara que brilla en un lugar oscuro. Hay una propiedad y una delicadeza en esta imagen que generalmente no se notan: una lámpara en la oscuridad no da más que una porción muy pequeña de luz, y sólo a aquellos que están muy cerca de ella; sin embargo, siempre da luz suficiente para hacerse visible, incluso a una gran distancia; aunque no ilumina el espacio entre ella y el espectador, sigue siendo literalmente la lámpara que brilla en un lugar oscuro. Asà era la dispensación mosaica; daba un poco de luz a los judÃos, pero no brillaba para el mundo gentil, más allá de hacerse visible. Esto se compara con el Evangelio bajo el emblema del amanecer y la salida del sol. Cuando el sol está incluso dieciocho grados por debajo del horizonte, comienza el amanecer, ya que los rayos de luz comienzan a difundirse en nuestra atmósfera, por lo que se reflejan en la tierra. Por este medio, todo un hemisferio es iluminado, aunque sólo en un grado parcial; sin embargo, esto aumenta cada momento, a medida que el sol se acerca al horizonte, preparando la plena manifestación de su resplandeciente orbe: asà el ministerio de Juan Bautista, y el ministerio iniciático del propio Cristo, prepararon a los creyentes primitivos para su plena manifestación en el dÃa de pentecostés y después. Aquà el sol salió con su fuerza, llevando luz, calor y vida a todos los habitantes de la tierra. Por lo tanto, asà como una linterna llevada en una noche oscura difiere y es inferior a los efectos benéficos del amanecer, y a la luz y el calor plenos de un sol meridiano, asà también la dispensación mosaica fue inferior, en sus efectos benéficos, a la dispensación cristiana.
3. Tal vez no haya ningún punto de vista en el que podamos considerar la profecÃa que sea tan satisfactorio y concluyente como el que aquà se expone; es decir, que lejos de inventar el tema de sus propias predicciones, los antiguos profetas ni siquiera sabÃan el significado de lo que ellos mismos escribÃan. Fueron llevados más allá de ellos mismos por la influencia del EspÃritu Divino, y después de las edades fueron los únicos en descubrir el objeto de la profecÃa; y el cumplimiento debÃa ser la prueba absoluta de que la predicción era de Dios, y que no era de ninguna invención privada, ningún descubrimiento hecho por la sagacidad y la sabidurÃa humana, sino por la revelación especial del Dios omnisapiente. Esto es suficientemente evidente en todas las profecÃas que ya se han cumplido, y lo será igualmente en las que aún están por cumplirse; los acontecimientos señalarán la profecÃa, y la profecÃa se verá cumplida en ese acontecimiento.