Lectionary Calendar
Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
video advertismenet
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
Tired of seeing ads while studying? Now you can enjoy an "Ads Free" version of the site for as little as 10¢ a day and support a great cause!
Click here to learn more!
Click here to learn more!
Bible Commentaries
Notas Explicativas de Wesley Notas de Wesley
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público y son un derivado de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Eterna de Clásicos Cristianos.
Estos archivos están en dominio público y son un derivado de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Eterna de Clásicos Cristianos.
Información bibliográfica
Wesley, Juan. "Comentario sobre 1 John 3". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/wen/1-john-3.html. 1765.
Wesley, Juan. "Comentario sobre 1 John 3". "Notas Explicativas de Juan Wesley sobre Toda la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (32)New Testament (6)Individual Books (1)
VersÃculo 1
Que seamos llamados, es decir, que seamos hijos de Dios. Por tanto, el mundo no nos conoce; no saben qué hacer con nosotros. Somos un misterio para ellos.
VersÃculo 2
TodavÃa no aparece, ni siquiera a nosotros mismos. Lo que seremos - Es algo inefable, que criará a los hijos de Dios para que sean, en cierto modo, como Dios mismo. Pero sabemos, en general, que cuando él, el Hijo de Dios, aparezca, seremos como él: la gloria de Dios penetrando nuestra esencia más Ãntima. Porque lo veremos como es: manifiestamente, sin velo. Y esa vista nos transformará en la misma semejanza.
VersÃculo 3
Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, en Dios.
VersÃculo 4
Todo aquel que comete pecado, transgrede la santa, justa y buena ley de Dios, y por tanto, anula su autoridad; porque esto está implÃcito en la naturaleza misma del pecado.
VersÃculo 5
Y sabéis que él - Cristo. Se manifestó - Que vino al mundo con este mismo propósito. Para quitar nuestros pecados - Para destruirlos todos, raÃz y rama, y ââno dejar ninguno. Y en él no hay pecado, para que no pueda sufrir por su propia cuenta, sino para hacernos como él mismo.
VersÃculo 6
Todo aquel que permanece en comunión con él, por la fe amorosa, no peca, mientras él permanece asÃ. Todo aquel que peca, ciertamente no le ve. El ojo amoroso de su alma no está, pues, fijado en Dios; tampoco lo conoce entonces experimentalmente, sea lo que sea lo que hizo en el pasado.
VersÃculo 7
Nadie os engañe; nadie os persuada de que ningún hombre es justo sino el que practica la justicia de manera uniforme; solo él es justo, según el ejemplo de su Señor.
VersÃculo 8
El que comete pecado es hijo del diablo; porque el diablo peca desde el principio - Es decir, fue el primer pecador en el universo, y ha continuado pecando desde entonces. El Hijo de Dios se manifestó para destruir las obras del diablo: todo pecado. ¿Y no hará esto con todos los que confÃan en él?
VersÃculo 9
Todo aquel que es nacido de Dios - Por la fe viva, por la cual Dios continuamente respira vida espiritual en su alma, y ââsu alma continuamente exhala amor y oración a Dios, no comete pecado. Porque la semilla divina de la fe amorosa permanece en él; y, mientras lo haga, no puede pecar, porque es nacido de Dios. Ha cambiado interior y universalmente.
VersÃculo 10
Ni el que no ama a su hermano - Aquà está la transición de la proposición general a una particular.
VersÃculo 12
¿Quién era del maligno? ¿Quién demostró que era un hijo del diablo al matar a su hermano? ¿Y por qué lo mató? ¿Por alguna falta? No, pero al revés; por su bondad.
VersÃculo 13
No te maravilles si el mundo te odia, por la misma causa.
VersÃculo 14
Sabemos - Como si hubiera dicho: Nosotros mismos no podrÃamos amar a nuestros hermanos, a menos que pasáramos de muerte espiritual a vida, es decir, nacidos de Dios. El que no ama a su hermano, permanece en muerte, es decir, no es nacido de Dios. Y el que no es nacido de Dios, no puede amar a su hermano.
VersÃculo 15
Ãl, digo, permanece en muerte espiritual, está vacÃo de la vida de Dios. Porque cualquiera que odia a su hermano, y no hay medio entre amarlo y odiarlo, es, en la cuenta de Dios, un homicida: todo grado de odio es un grado del mismo temperamento que movió a CaÃn a asesinar a su hermano. Y ningún homicida tiene vida eterna permanente en él, pero todo creyente que ama la tiene. Porque el amor es el comienzo de la vida eterna. Es lo mismo, en esencia, con la gloria.
VersÃculo 16
La palabra Dios no está en el original. Fue omitido por el apóstol asà como el nombre particular es omitido por MarÃa, cuando le dice al jardinero: "Señor, si lo has traÃdo de aquÃ"; y por la iglesia, cuando dice: "Que me bese con los besos de su boca", Cantares de los Cantares 1:2 ; en ambos lugares hay un lenguaje, un lenguaje muy enfático, incluso en el silencio.
Declara cuán totalmente los pensamientos fueron poseÃdos por el bendito y glorioso tema. Expresa también la dignidad y la amabilidad superlativas de la persona a quien se quiere decir, como si Ãl, y solo Ãl, fuera o mereciera ser conocido y admirado por todos. Porque dio su vida, no solo por los pecadores, sino por nosotros en particular. De esta verdad creÃda, de esta bendición disfrutada, surge el amor de nuestros hermanos, que muy justamente puede admitirse como una prueba de que nuestra fe no es un engaño.
VersÃculo 17
Pero quien tiene el bien de este mundo, sustancia mundana, mucho menos valiosa que la vida. Y ve a su hermano tener necesidad - La sola visión de la necesidad llama a la puerta del corazón del espectador. Y se calla, pregunte o no. Sus entrañas de compasión de él, cómo mora el amor de Dios en él - Ciertamente no en absoluto, por mucho que hable, 1 Juan 3:18 , de amar a Dios.
VersÃculo 18
No de palabra, solo. Pero de hecho - En acción: no en lengua por profesiones vacÃas, sino en verdad.
VersÃculo 19
Y por la presente sabemos: tenemos una prueba más de este amor real y operativo. Que somos de la verdad - Que tenemos verdadera fe, que somos verdaderos hijos de Dios. Y aseguraremos nuestros corazones delante de él: disfrutaremos de la seguridad de su favor y del "testimonio de una buena conciencia para con Dios". El corazón, en el lenguaje de San Juan, es la conciencia. La palabra conciencia no se encuentra en sus escritos.
VersÃculo 20
Porque si no tenemos este testimonio, si en algo nuestro corazón, nuestra propia conciencia, nos condena, mucho más Dios, que es más grande que nuestro corazón, un Juez infinitamente más santo e imparcial. Y sabe todas las cosas, de modo que no hay esperanza de ocultárselo.
VersÃculo 21
Si nuestro corazón no nos condena - Si nuestra conciencia, debidamente iluminada por la palabra y el EspÃritu de Dios, y comparando todos nuestros pensamientos, palabras y obras con esa palabra, pronuncia que está de acuerdo con ella. Entonces tendremos confianza en Dios - No solo nuestra conciencia de su favor continúa y aumenta, sino que tenemos una completa persuasión de que todo lo que pidamos lo recibiremos de él.
VersÃculo 23
Y este es su mandamiento: todos sus mandamientos en una palabra. Para que creamos y amemos, de la manera y grado en que él nos ha enseñado. Este es el mandamiento más grande e importante que jamás se haya emitido desde el trono de gloria. Si se descuida esto, no se puede guardar ningún otro: si se observa esto, todos los demás son fáciles.
VersÃculo 24
Y el que guarda sus mandamientos, que asà cree y ama. Permanece en él, y Dios en él; y en esto sabemos que él permanece en nosotros por el EspÃritu que nos ha dado, el cual testifica con nuestro espÃritu que somos sus hijos y da sus frutos de paz, amor y santidad. . Esta es la transición al tratamiento del EspÃritu Santo que sigue inmediatamente.