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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario de Clarke Comentario Clarke
Declaración de derechos de autor
Derechos de autor=Estos archivos están en dominio público.
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Información bibliográfica
Texto de la bibliografÃa=Clarke, Adam. "Comentario sobre Hebrews 1". "El Comentario de Adam Clarke". https://studylight.org/commentaries/spa/acc/hebrews-1.html. 1832.
Texto de la bibliografÃa=Clarke, Adam. "Comentario sobre Hebrews 1". "El Comentario de Adam Clarke". https://studylight.org/
Whole Bible (30)New Testament (6)Individual Books (3)
VersÃculo 1
LA EPÃSTOLA DEL APÃSTOL PABLO A LOS HEBREOS.
Notas cronológicas relativas a esta EpÃstola .
-Año de la era constantinopolitana del mundo, o el usado por los historiadores bizantinos y otros escritores orientales, 5571.
-Año de la era alejandrina del mundo, 5565.
-Año de la era antioqueña del mundo, 5555.
-Año del mundo, según el arzobispo Usher, 4067.
-Año del mundo, según Eusebio, en su Chronicon, 4291.
-Año de la era judÃa menor del mundo, o la de uso común, 3823.
-Año de la Gran Era RabÃnica del mundo, 4422
-Año desde el diluvio, según el arzobispo Usher, y la Biblia inglesa, 2411.
-Año del Cali yuga, o era india del Diluvio, 3165.
-Año de la era de Ifito, o desde el primer comienzo de los juegos olÃmpicos, 1003.
-Año de la era de Nabonassar, rey de Babilonia, 810.
-Año de la Olimpiada CCX, 3.
-Año desde la construcción de Roma, según Fabius Pictor, 810.
-Año desde la construcción de Roma, según Frontino, 814.
-Año desde la construcción de Roma, según los Fasti Capitolini, 815.
-Año desde la construcción de Roma, según Varrón, que fue el más utilizado, 816.
-Año de la era de los Seléucidas, 375.
-Año de la cesárea de AntioquÃa, 111.
-Año de la era juliana, 108.
-Año de la era española, 101.
-Año del nacimiento de Jesucristo según el Arzobispo Usher, 67.
-Año de la era vulgar de la natividad de Cristo, 63.
-Año de Albinus, gobernador de los judÃos, 2.
-Año de Vologeso, rey de los partos, 14.
-Año de Domitius Corbulo, gobernador de Siria, 4.
-Año de MatÃas, sumo sacerdote de los judÃos, 1.
-Año del perÃodo DionisÃaco, o Ciclo Pascual, 64.
-Año del Ciclo Griego de diecinueve años, o Número Ãureo Común, 7; o el segundo después del segundo embolismo.
-Año del Ciclo JudÃo de diecinueve años, 4, o el primero después del primer embolismo.
-Año del Ciclo Solar, 16.
-Letra Dominical, siendo la tercera después del Bissextil, o Año Bisiesto, B.
-DÃa de la Pascua judÃa, según el cómputo romano del tiempo, el III de las calendas de abril, o, en nuestro modo común de cómputo, el treinta de marzo, que ocurrió en este año el cuarto dÃa después del sábado judÃo. .
-Domingo de Pascua, el III de las nonas de abril, llamado por los judÃos el 19 de Nisán o Abib; y por los europeos en general, el 3 de abril.
-Calendario o edad de la luna el 22 de marzo, (el dÃa del Domingo de Pascua más temprano posible), 6.
-Calendario, según el modo actual de cálculo, o la edad de la luna en el dÃa de Año Nuevo, o las calendas del 13 de enero.
-Calendarios Mensuales, o edad de la luna en las Calendas de cada mes respectivamente, (a partir de enero), 13,15,14,15,16,17,18, 19,20,20,22,22.
-Número de Dirección, o el número de dÃas desde el veintiuno de marzo hasta la Pascua judÃa, 9.
-Año del reinado de Caius Tiberius Claudius Nero Caesar, el quinto monarca romano, computando desde Octavianus, o Augustus Caesar, propiamente el primer emperador romano, 10.
-Cónsules romanos, C. Memmius Regulus y L. Verginius Rufus.
CAPÃTULO I.
Diferentes descubrimientos hechos de la voluntad Divina a los antiguos
Israelitas por los profetas , 1.
El descubrimiento ahora perfeccionado por la revelación de Jesucristo ,
de cuyas excelencias y glorias se da una amplia descripción , 2-13.
Los ángeles son espÃritus ministradores de los herederos de la salvación , 14.
NOTAS SOBRE EL CAP. I.
verso Hebreos 1:1 _ Dios, que en diversas ocasiones y de diversas maneras... Apenas podemos concebir algo más digno que el comienzo de esta epÃstola; los sentimientos son sumamente elevados, y el lenguaje, la armonÃa misma. El Dios infinito se presenta a la vista, no en ninguno de los atributos esenciales de la naturaleza divina, sino en las manifestaciones de su amor al mundo, dando una revelación de su voluntad relativa a la salvación de la humanidad, y preparando asà el camino, a través de una larga serie de años, para la introducción de ese Ser tan glorioso, su propio Hijo. Este Hijo, en la plenitud de los tiempos, se manifestó en la carne para completar toda la visión y la profecÃa, suplir todo lo que faltaba para perfeccionar el gran esquema de la revelación para la instrucción del mundo, y luego morir para quitar el pecado por el sacrificio de sà mismo. La descripción que da de este glorioso personaje es elevada más allá de toda comparación. Incluso en su humillación, exceptuando el sufrimiento de la muerte, está infinitamente exaltado por encima de todas las huestes angélicas, es objeto de su incesante adoración, está permanente en su trono eterno a la derecha del Padre, y de él reciben todos sus mandatos para atender a los que ha redimido con su sangre. En resumen, este primer capÃtulo, que puede considerarse como la introducción de toda la epÃstola, es, por la importancia del tema, la dignidad de la expresión, la armonÃa y la energÃa del lenguaje, la compresión y, sin embargo, la nitidez de las ideas, igual, si no superior, a cualquier otra parte del Nuevo Testamento.
Varias veces... ÏÎ¿Î»Ï Î¼ÎµÏÏÏ, de ÏÎ¿Î»Ï Ï, muchos, y ÏεÏοÏ, una parte; dando porciones de la revelación en diferentes tiempos.
Diversas maneras... ÏÎ¿Î»Ï ÏÏοÏÏÏ, de ÏÎ¿Î»Ï Ï, muchos, y ÏÏοÏοÏ, una manera, giro o forma de hablar; de ahà tropo, una figura en retórica. Lambert Bos supone que estas palabras se refieren a esa parte de la música que se denomina armonÃa, es decir, ese consentimiento general o unión de sonidos musicales que se compone de diferentes partes; y, entendido de esta manera, puede significar el acuerdo o la armonÃa de todos los escritores del Antiguo Testamento, que con un solo consentimiento dieron testimonio de Jesucristo, y de la obra de redención por él. De él dieron testimonio todos los profetas, de que, por su nombre, todo el que crea en él recibirá la remisión de los pecados; Hechos 10:43 . Pero es mejor considerar, con Kypke, que las palabras pretenden más bien señalar el estado imperfecto de la revelación divina bajo el Antiguo Testamento; no era completa, ni puede considerarse sin el Nuevo un descubrimiento suficientemente amplio de la voluntad divina. Bajo el Antiguo Testamento, las revelaciones se hacÃan ÏÎ¿Î»Ï Î¼ÎµÏÏÏ ÎºÎ±Î¹ ÏÎ¿Î»Ï ÏÏοÏÏÏ, en diversas épocas, por diversas personas, en diversas leyes y formas de enseñanza, con diversos grados de claridad, bajo diversas sombras, tipos y figuras, y con diversos modos de revelación, como por ángeles, visiones, sueños, impresiones mentales, etc. Véase Números 12:6 ; Números 12:8 . Pero bajo el Nuevo Testamento todo se hace αÏλÏÏ, simplemente, por una persona, es decir, JESÃS, que ha cumplido los profetas, y completado la profecÃa que es el camino, la verdad y la vida; y el fundador, mediador y gobernador de su propio reino.
Uno de los grandes objetivos del apóstol es poner la simplicidad del sistema cristiano en oposición a la naturaleza compleja de la economÃa mosaica; y también mostrar que lo que la ley no podÃa hacer porque era débil a través de la carne, Jesús lo ha realizado por el mérito de su muerte y la energÃa de su EspÃritu.
Maximus Tyrius, Diss. 1, página 7, tiene un pasaje donde se encuentran las mismas palabras empleadas por el apóstol, y evidentemente utilizadas casi en el mismo sentido: ΤῠÏÎ¿Ï Î±Î½Î¸ÏÏÏÎ¿Ï ÏÏ Ïá¿ Î´Ï Î¿ οÏγανÏν ονÏÏν ÏÏÎ¿Ï ÏÏ Î½ÎµÏιν, ÏÎ¿Ï Î¼ÎµÎ½ á¼ÏÎ»Î¿Ï , á½Î½ ÎºÎ±Î»Î¿Ï Î¼ÎµÎ½ Î½Î¿Ï Î½, ÏÎ¿Ï Î´Îµ ÏÎ¿Î¹ÎºÎ¹Î»Î¿Ï ÎºÎ±Î¹ ÏÎ¿Î»Ï Î¼ÎµÏÎ¿Ï Ï ÎºÎ±Î¹ ÏÎ¿Î»Ï ÏοÏÎ¿Ï , á¼Ï αιÏθηÏÎµÎ¹Ï ÎºÎ±Î»Î¿Ï Î¼ÎµÎ½. "El alma del hombre tiene dos órganos de inteligencia: uno simple, que llamamos mente; el otro diversificado, y que actúa de varios modos y diversas maneras, que denominamos sentido."
Una forma de expresión similar emplea el mismo escritor en Diss. 15, página 171: "La ciudad que es gobernada por la plebe, ÏÎ¿Î»Ï ÏÏνον Ïε ειναι και ÏÎ¿Î»Ï Î¼ÎµÏη και ÏÎ¿Î»Ï Ïαθη, está llena de ruido, y está dividida por diversas facciones y diversas pasiones."
La excelencia del Evangelio por encima de la ley se establece aquà en tres puntos:
1. Dios habló a los fieles bajo el Antiguo Testamento por medio de Moisés y los profetas, siervos dignos, pero siervos; ahora el Hijo es mucho mejor que un siervo, Hebreos 1:4 .
2. Mientras que el cuerpo del Antiguo Testamento tardó mucho en compilarse, siendo unos mil años desde Moisés hasta MalaquÃas; y Dios habló a los padres por partes, uno mientras levantaba a un profeta, otro mientras a otro, enviándoles ahora una parcela de la profecÃa o de la historia, luego otra; pero cuando vino Cristo, todo fue llevado a la perfección en una sola época; los apóstoles y los evangelistas estaban vivos, algunos de ellos, cuando cada parte del Nuevo Testamento estaba completamente terminada.
3. El Antiguo Testamento fue entregado por Dios de diversas maneras, tanto en la expresión como en la manifestación; pero la entrega del Evangelio fue de una manera más sencilla; porque, aunque hay varios autores, el tema es el mismo, y se trata casi con la misma fraseologÃa en todo el texto; a excepción de Santiago, Judas y el Apocalipsis. Véase Leigh.
VersÃculo 2
verso Hebreos 1:2 _ Ãltimos dÃas... La dispensación del Evangelio, llamada los últimos dÃas y el último tiempo , porque no debe ser seguido por ninguna otra dispensación; o la conclusión de la Iglesia judÃa y el estado ahora en su terminación.
Por su Hijo... Es muy notable que el pronombre Î±Ï ÏÎ¿Ï , su, no se encuentra en el texto; tampoco se encuentra en ningún MS. o versión. Por lo tanto, no debemos suplir el pronombre como han hecho nuestros traductores, sino simplemente leer ÎµÎ½Ï Î¹Ï, POR UN HIJO, o EN UN HIJO, a quien ha nombrado heredero de todas las cosas. Dios tiene muchos hijos e hijas, pues es el Padre de los espÃritus de toda carne; y tiene muchos herederos, pues si hijos, también herederos, herederos de Dios y coherederos con Jesucristo; pero no tiene ningún Hijo que sea heredero de todas las cosas, ninguno por el que haya hecho los mundos, ninguno en el que hable y por el que haya entregado una revelación completa a la humanidad, sino Jesús el Cristo.
El apóstol comienza con el estado más bajo en el que Cristo ha aparecido:
1. Su condición de HIJO, nacido de mujer y hecho bajo la ley. Luego asciende,
2. Asà que su ser un Heredero, y un Heredero de todas las cosas.
3. Luego lo describe como el Creador de todos los mundos.
4. Como el Resplandor de la gloria divina.
5. Como la Imagen expresa de su persona, o carácter de la sustancia divina.
6. Como sostenedor del inmenso tejido del universo; y esto por la palabra de su poder.
7. Como expiación del pecado del mundo, que fue la más estupenda de todas sus obras.
"Fue grande hacer surgir un mundo de la nada.
Fue más grande redimir".
8. Como estando a la derecha de Dios, infinitamente exaltado sobre todos los seres creados; y objeto de adoración para toda la hueste angélica.
9. Como teniendo un trono eterno, sin que su persona ni su dignidad cambien o decaigan jamás.
10. Que sigue ejerciendo su dominio cuando la tierra y los cielos ya no existen. Sólo en Dios manifestado en la carne pueden aparecer todas estas excelencias, por lo que el apóstol comienza este asombroso clÃmax con la simple filiación de Cristo, o su encarnación, pues sobre ella se construye todo lo que es para el hombre y todo lo que ha hecho por él.
VersÃculo 3
Verso Hebreos 1:3 . El resplandor de su gloria ÎÏÎ±Ï Î³Î±Ïμα ÏÎ·Ï Î´Î¿Î¾Î·Ï El resplandor de la gloria esencial de Dios. Hesiquio interpreta αÏÎ±Ï Î³Î±Ïμα por Î·Î»Î¹Î¿Ï ÏεγοÏ, el esplendor del sol. La misma forma de expresión es utilizada por un escritor apócrifo, SabidurÃa, Hebreos 7:26 ,
donde, hablando de la sabidurÃa increada de Dios, dice: "Porque ella es el esplendor de la luz eterna, αÏÎ±Ï Î³Î±Ïμα Î³Î±Ï ÎµÏÏι ÏÏÏÎ¿Ï Î±ÎÎ´Î¹Î¿Ï , y el espejo inmaculado de la energÃa de Dios, y la imagen de su bondad." La palabra Î±Ï Î³Î±Ïμα es lo que tiene esplendor en sà mismo αÏÎ±Ï Î³Î±Ïμα es el esplendor que emite; pero el esplendor inherente y el esplendor exhibido son radical y esencialmente lo mismo.
La imagen expresa de su persona] ΧαÏακÏÎ·Ï ÏÎ·Ï á½ÏοÏÏαÏεÏÏ Î±Ï ÏÎ¿Ï . El carácter o impresión de su hipóstasis o sustancia. Se supone que estas palabras exponen lo anterior; imagen expone el brillo, y persona o sustancia, la gloria. La hipóstasis de Dios es lo que es esencial para él como Dios; y el carácter o imagen es aquello por lo que toda la semejanza del original se manifiesta, y es un perfecto fac-sÃmil del todo. Es una metáfora tomada del sellado; el troquel o sello deja la impresión completa de cada una de sus partes en la cera a la que se aplica.
De estas palabras es evidente: 1. Que el apóstol afirma que Jesucristo es de la misma esencia que el Padre, ya que el αÏÎ±Ï Î³Î±Ïμα, o esplendor procedente, debe ser el mismo que el Î±Ï Î³Î±Ïμα, o esplendor inherente.
2. Que Cristo, aunque procede del Padre, es de la misma esencia; pues si un Î±Ï Î³Î·, o esplendor, produce otro Î±Ï Î³Î· o esplendor, el esplendor producido debe ser de la misma esencia con el que lo produce.
3. Que aunque Cristo es, pues, de la misma esencia con el Padre, sin embargo es una persona distinta del Padre; como el esplendor del sol, aunque de la misma esencia, es distinto del sol mismo, aunque cada uno es esencial al otro; como el Î±Ï Î³Î±Ïμα, o esplendor inherente, no puede subsistir sin su αÏÎ±Ï Î³Î±Ïμα, o esplendor procedente, ni el esplendor procedente subsiste sin el esplendor inherente del que procede.
4. Que Cristo es eterno con el Padre, ya que el esplendor procedente debe coexistir necesariamente con el esplendor inherente. Por tanto, si el uno es increado, el otro es increado; si el uno es eterno, el otro es eterno.
Sostiene todas las cosas por la palabra de su poder... Esta es una descripción asombrosa del poder infinitamente enérgico y omnipresente de Dios. Ãl habló, y todas las cosas fueron creadas; él habla, y todas las cosas son sostenidas. Los escritores judÃos expresan con frecuencia la perfección de la naturaleza divina con las frases: Ãl soporta todas las cosas, tanto las de arriba como las de abajo; Ãl soporta todas sus criaturas; Ãl soporta su mundo; Ãl soporta todos los mundos con su poder. Los hebreos, a quienes se escribió esta epÃstola, entenderÃan plenamente, por esta y otras circunstancias, que el apóstol creÃa que Jesucristo era verdadera y propiamente Dios.
Purificó nuestros pecados... Puede haber aquà alguna referencia a las grandes transacciones en el desierto.
1. Moisés, mientras estaba en comunión con Dios en el monte, quedó tan impresionado por las glorias divinas que su rostro resplandeció, de modo que los israelitas no pudieron contemplarlo. Pero Jesús es infinitamente más grande que Moisés, pues es el esplendor de la gloria de Dios,Â
2. Moisés encontró que el gobierno de los israelitas era una carga tan pesada que se hundió por completo. Sus palabras, Números 11:12 ,
son muy notables: ¿He concebido yo a todo este pueblo? ¿Los he engendrado para que me digas: Llévalos en tu seno a la tierra que juraste a sus padres? Pero Cristo no sólo llevó a todos los israelitas, y a toda la humanidad; sino que sostiene TODAS LAS COSAS por la palabra de su poder.
3. Los israelitas murmuraron contra Moisés y contra Dios, y provocaron el gran disgusto del AltÃsimo; y habrÃan sido consumidos si Aarón no hubiera hecho expiación por ellos, ofreciendo vÃctimas e incienso. Pero Jesús no sólo hace expiación por Israel, sino por todo el mundo; no con la sangre de los toros y de los machos cabrÃos, sino con su propia sangre: de ahà que se diga que purgó nuestros pecados δι Î±Ï ÏÎ¿Ï , siendo él mismo su propio cuerpo y su vida la vÃctima. Es muy probable que el apóstol tuviera todas estas cosas en la mira cuando escribió este versÃculo; y aprovecha la ocasión para mostrar la infinita excelencia de Jesucristo en comparación con Moisés; y de su Evangelio en comparación con la ley. Y es muy probable que el EspÃritu de Dios, por el que habló, tuviera en cuenta esas máximas de los antiguos judÃos, relativas al MesÃas, al que representan como infinitamente más grande que Abraham, los patriarcas, Moisés y los ángeles ministradores. AsÃ, el rabino Tanchum, sobre IsaÃas 52:13 , He aquà que mi siervo actuará con prudencia, dice, ×× ××× ××ש×× Zeh melek hammashiach, éste es el Rey MesÃas; y será exaltado, y será ensalzado, y será muy alto. "Será exaltado por encima de Abraham, y será ensalzado más allá de Moisés, y será más sublime que los ángeles ministradores".
La mano derecha de la Majestad en lo alto...Como si estuviera asociada a la Majestad suprema, en la gloria eterna, y en el gobierno de todas las cosas en el tiempo y en la eternidad; porque la mano derecha es el lugar de la mayor eminencia, 1 Reyes 2:19 .  El rey mismo, en los paÃses orientales, se sienta en el trono; el siguiente a él en el reino, y el más alto favorito, se sienta a su derecha; y el tercer personaje más importante, a su izquierda.âââââââ
VersÃculo 4
Verso Hebreos 1:4 . Mucho mejor que los ángeles... Otro argumento a favor de la divinidad de nuestro Señor. Los judÃos tenÃan la más alta opinión de la excelencia trascendente de los ángeles, incluso los asocian con Dios en la creación del mundo, y suponen que son del consejo privado del AltÃsimo; y asà entienden Génesis 1:26 : Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; "Y el Señor dijo a los ángeles servidores que estaban delante de él, y que fueron creados el segundo dÃa: Hagamos al hombre". Véase el Targum de Jonathan ben Uzziel. Y hasta permiten que sean adorados por causa de su Creador, y como sus representantes, aunque no permiten que sean adorados por su propia causa. Asà como los judÃos los consideraban junto a Dios, y nadie tenÃa derecho a su adoración sino Dios; en su propio terreno el apóstol demuestra que Jesucristo es Dios, porque Dios ordenó a todos los ángeles del cielo que lo adoraran. Por lo tanto, quien es mayor que los ángeles, y es objeto de su adoración, es Dios. Pero Jesucristo es mayor que los ángeles y objeto de su adoración; por tanto, Jesucristo debe ser Dios.
Por herencia obtenida... κεκληÏονομηκεν ονομα. El verbo κληÏονομειν significa generalmente participar, poseer, obtener o adquirir; y asà lo utilizan los escritores griegos más puros: Kypke ha dado varios ejemplos de ello a partir de Demóstenes. No es por herencia que Cristo posee un nombre más excelente que los ángeles, sino como Dios: lo tiene natural y esencialmente; y, como Dios manifestado en la carne, lo tiene como consecuencia de su humillación, sufrimientos y muerte meritoria. Ver Filipenses 2:9 .
VersÃculo 5
verso Hebreos 1:5 _ Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy.. Estas palabras están citadas del Salmo 2:7 , un salmo que parece referirse únicamente al MesÃas; y son citados por San Pablo, Hechos 13:33 , refiriéndose a la resurrección de Cristo . Y esta aplicación de ellos es confirmada por el mismo apóstol, Romanos 1:4 , ya que por su resurrección de entre los muertos fue declarado -manifiestamente probado- ser el Hijo de Dios con poder ; Dios habiendo puesto su energÃa milagrosa en levantar ese cuerpo de la tumba que realmente habÃa muerto, y murió de una muerte violenta, porque Cristo fue muerto como un malhechor, pero por su resurrección su inocencia quedó demostrada, ya que Dios no podÃa obrar un milagro para resucitar a un malvado de entre los muertos.
Como Adán fue creado por Dios, y debido a que ninguna generación natural podÃa tener operación alguna en este caso, por eso fue llamado hijo de Dios , Lucas 3:38 , y nunca podrÃa haber visto corrupción si no hubiera pecado, asà la naturaleza humana de Jesucristo, formado por la energÃa del EspÃritu eterno en el seno de la virgen, sin intervención humana alguna, por esto mismo fue llamado Hijo de Dios, Lucas 1:35 ;
y porque no habÃa pecado, por lo tanto no podÃa ver la corrupción, ni siquiera era mortal, pero a través de un despliegue milagroso del amor infinito de Dios, con el propósito de hacer un sacrificio de expiación por el pecado del mundo y Dios, habiendo levantado esta naturaleza humana sacrificada de entre los muertos, declaró a ese mismo Jesús (que era, como se ha dicho anteriormente, el Hijo de Dios) como su Hijo, el MesÃas prometido; y como venido por la Virgen MarÃa, el heredero legÃtimo del trono de David, de acuerdo con la declaración uniforme de todos los profetas.
Las palabras: "Hoy te he engendrado" deben referirse a su encarnación, cuando fue concebido milagrosamente en el vientre de la virgen por el poder del EspÃritu Santo; o a su resurrección de entre los muertos, cuando Dios, mediante este despliegue soberano de su energÃa omnipotente, declaró que era su Hijo, vindicó su inocencia, y también la pureza e inocencia de la bendita virgen, que era la madre de este hijo, y que declaró que habÃa sido producido en su vientre por el poder de Dios. La resurrección de Cristo, por lo tanto, a la que las palabras se refieren más propiamente, no sólo dio la prueba más completa de que era un hombre inocente y justo, sino también que habÃa cumplido el propósito por el que murió, y que su concepción fue milagrosa, y su madre una virgen pura y sin manchas.
Este es un tema de infinita importancia para el sistema cristiano, y de la última consecuencia en lo que se refiere a la convicción y conversión de los judÃos, para cuyo uso fue enviada esta epÃstola por Dios. Aquà está la roca sobre la que se dividen; niegan esta filiación divina de Jesucristo, y sus blasfemias contra él y su madre virgen son demasiado escandalosas para ser transcritas. La certeza de la resurrección de Jesús refuta todas sus calumnias, prueba su concepción milagrosa, reivindica a la bendita virgen y, en una palabra, declara que es el Hijo de Dios con poder.
Este uso tan importante de este dicho ha pasado desapercibido por casi todos los escritores cristianos que he visto; y sin embargo, se encuentra aquà en la base de todas las pruebas del apóstol. Si Jesús no fuera asà el Hijo de Dios, todo el sistema cristiano serÃa vano y sin fundamento; pero su resurrección demuestra que fue el Hijo de Dios; por tanto, todo lo que se construye sobre este fundamento es más duradero que los cimientos del cielo, y tan inexpugnable como el trono del Rey eterno.
Será para mà un Hijo... Como los judÃos siempre han blasfemado contra la filiación de Cristo, era necesario que el apóstol adujera y reforzara todas sus pruebas, y mostrara que no se trataba de una nueva revelación; que era lo que se pretendÃa principalmente en varias escrituras del Antiguo Testamento, que, sin mencionar más los lugares donde se encuentran, presenta inmediatamente. Este lugar, que se cita de 2 Samuel 7:14 , nos muestra que la simiente que Dios prometió a David, y que se sentarÃa en su trono , y cuyo trono serÃa establecido para siempre , no era Salomón, sino Jesucristo; y de hecho cita las palabras para dar a entender que los judÃos las entendÃan asÃ. Ver entre las observaciones al final del capÃtulo.
VersÃculo 6
Verso Hebreos 1:6 . Y de nuevo, cuando introduce al primogénito...  Esta no es una traducción correcta del griego, á½Ïαν δε Ïαλιν ειÏαγαγῠÏον ÏÏÏÏοκον ÎµÎ¹Ï Ïην Î¿Î¹ÎºÎ¿Ï Î¼ÎµÎ½Î·Î½. Pero cuando vuelva a traer, o la segunda vez, al primogénito al mundo habitable. Esto se refiere manifiestamente a su resurrección, que podrÃa considerarse propiamente como una segunda encarnación; porque asà como el alma humana, asà como la plenitud de la Divinidad corporal, habitó en el hombre, Cristo Jesús en y durante su encarnación, asà cuando expiró en la cruz, tanto la Divinidad como el espÃritu humano dejaron su cuerpo muerto; y como en su resurrección se reunieron con su humanidad revivida, por lo tanto, con la más estricta propiedad, el apóstol dice que la resurrección fue una segunda traÃda de él al mundo.
He traducido Î¿Î¹ÎºÎ¿Ï Î¼ÎµÎ½Î· el mundo habitable, y éste es su significado propio; y asà se distingue de κοÏμοÏ, que significa el globo terráqueo, independientemente de sus habitantes; aunque a menudo expresa tanto las partes habitadas como las deshabitadas. La primera venida de nuestro Señor al mundo se expresa con esta última palabra, Hebreos 10:5 :
Por tanto, cuando vino al mundo, διο ειÏεÏÏÎ¿Î¼ÎµÎ½Î¿Ï ÎµÎ¹Ï Ïον κοÏμον, y esto se refiere simplemente a su encarnación, para ser capaz de sufrir y morir por el hombre. Pero la palabra se cambia en esta segunda venida, quiero decir su resurrección, y entonces se usa Î¿Î¹ÎºÎ¿Ï Î¼ÎµÎ½Î·; ¿y por qué? (fantasÃa aparte) porque ahora iba a habitar con el hombre; a enviar su evangelio por todas partes a todos los habitantes de la tierra, y a acompañar ese evangelio dondequiera que lo enviara, y a estar dondequiera que dos o tres se reunieran en su nombre. Dondequiera que vayan los mensajeros de Jesucristo, predicando el reino de Dios, incluso a las partes más lejanas y desoladas de la tierra donde existen seres humanos, allà encuentran siempre a Cristo; no sólo está en ellos y con ellos, sino que está en y entre todos los que creen en él por medio de su palabra.
Que todos los ángeles de Dios lo adoren... El apóstol retoma aquà su afirmación anterior de que Jesús es más alto que los ángeles, Hebreos 1:4 , que no es ninguno de los que pueden llamarse ángeles o mensajeros ordinarios, sino uno de los más extraordinarios, y objeto de adoración para todos los ángeles de Dios. Adorar a cualquier criatura es idolatrÃa, y Dios resiente la idolatrÃa más que cualquier otro mal. Jesucristo no puede ser ninguna criatura, de lo contrario los ángeles que lo adoran deben ser culpables de idolatrÃa, y Dios el autor de esa idolatrÃa, que ordenó a esos ángeles adorar a Cristo.
Ha habido cierta dificultad para determinar el lugar de donde el apóstol cita estas palabras; algunos suponen que el Salmo 97:7 : Adoradle todos los dioses; que la Septuaginta traduce asÃ: Î ÏοÏÎºÏ Î½Î·ÏαÏε Î±Ï Ïῳ, ÏανÏÎµÏ Î±Î³Î³ÎµÎ»Î¿Î¹ Î±Ï ÏÎ¿Ï . Adoradle todos sus ángeles; pero no está claro que en este salmo se pretenda al MesÃas, ni que las palabras sean precisamente las utilizadas aquà por el apóstol. Nuestras referencias marginales nos remiten con gran propiedad a la versión septuaginta de Deuteronomio 32:43 , donde el pasaje se encuentra verbatim et literatim; pero no hay nada que responda a las palabras en el presente texto hebreo. El apóstol citó sin duda la Septuaginta, que habÃa sido durante más de 300 años una versión de la más alta reputación entre los judÃos; y es muy probable que la copia de la que los Setenta tradujeron tuviera las palabras correspondientes. Sea como fuere, ahora están sancionadas por la autoridad divina; y como el verso contiene algunas adiciones singulares, lo pondré en una columna paralela con la de nuestra propia versión, que fue tomada inmediatamente del texto hebreo, partiendo simplemente de la premisa de que es el último verso del famoso cántico profético de Moisés, que parece señalar el advenimiento del MesÃas para incomodar a sus enemigos, purificar la tierra y redimir a Israel de todas sus iniquidades.
Deuteronomio 32:43, del hebreo
Deuteronomio 32:43, de la Septuaginta.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Alegraos, oh naciones, con su pueblo; .
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . porque él vengará la sangre de sus siervos; . . . . . . . y se vengará de sus adversarios: . . . . y . . . . . . . . . será misericordioso con su tierra y con su pueblo.
Alégrate, cielo, juntamente con él; y que todos los ángeles de Dios le adoren .
Alegraos, gentiles, con su pueblo; y sean fortalecidos en él los hijos de Dios ; porque vengará la sangre de sus hijos; él se vengará, y dará justicia a sus adversarios; y dará el pago a los que le aborrecen ; y el Señor limpiará la tierra de su pueblo.
Este es un verso muy importante; y a él, tal como está en la Septuaginta, San Pablo se ha referido una vez antes; véase Romanos 15:10 . Este mismo versÃculo, tal como aparece ahora en la Septuaginta, asà mencionado por un escritor inspirado, muestra la gran importancia de esta versión antigua; y prueba la necesidad de que sea estudiada y bien entendida por todo ministro de Cristo.
En Romanos 3 : hay una gran cita del Salmo 14, donde hay seis versÃculos completos en la cita del apóstol que no se encuentran en el presente texto hebreo, ¡pero se conservan en la Septuaginta! ¡Qué extraño es que esta venerable e importante versión, tantas veces citada por nuestro Señor y todos sus apóstoles, sea tan generalmente descuidada y tan poco conocida! Que la gente común lo ignore, no es de extrañar, ya que nunca se ha puesto en un vestido inglés; pero que los ministros del Evangelio no lo conozcan puede ser dicho para su vergüenza.
VersÃculo 7
Verso Hebreos 1:7 . Que hace que sus ángeles sean espÃritus... Están tan lejos de ser superiores a Cristo, que no se les llama hijos de Dios en ningún sentido peculiar, sino sus servidores, como lo son las tempestades y los relámpagos. En muchos aspectos pueden haber sido hechos inferiores incluso al hombre cuando éste salió de las manos de su Hacedor, pues fue hecho a imagen y semejanza de Dios; pero de los ángeles, incluso del más alto orden de ellos, nunca se habla asÃ. Es muy probable que el apóstol se refiera aquà a las opiniones de los judÃos relativas a los ángeles. En Pirkey R. Elieser, c. 4, se dice: "Los ángeles que fueron creados el segundo dÃa, cuando ministran ante Dios, × ×¢×©×× ×©× ×ש se convierten en fuego". En Shemoth Rabba, s. 25, fol. 123, se dice: "Dios se llama el Señor de los ejércitos, porque con sus ángeles hace lo que quiere: cuando le place, los hace sentar; Jueces 6:11 : Y vino el ángel del Señor y se sentó bajo un árbol. Cuando le place, los hace estar de pie; IsaÃas 6:2 : Los serafines se pararon . A veces las hace como mujeres ; ZacarÃas 5:9 : He aquà que venÃan dos mujeres, y el viento estaba en sus alas. A veces los hace como hombres; Génesis 18:2 :  Y he aquà que tres hombres estaban junto a él. A veces los convierte en espÃritus; Salmo 104:4 : "Quien hace a sus ángeles espÃritus". A veces los hace fuego; ibid. Sus ministros una llama de fuego".
En Yalcut Simeoni, par. 2, fol. 11, se dice: "El ángel respondió a Manoa: No sé a imagen y semejanza de quién estoy hecho, pues Dios nos cambia cada hora: a veces nos hace fuego, a veces espÃritu, a veces hombres, y otras veces ángeles". Es muy probable que los llamados ángeles no se limiten a ninguna forma o figura especÃfica, sino que asuman diversas formas y apariencias según la naturaleza del trabajo en el que están empleados y la voluntad de su soberano empleador. Esta parece haber sido la antigua doctrina judÃa sobre este tema.
VersÃculo 8
Verso Hebreos 1:8 . Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos... Si esto se dice del Hijo de Dios, es decir, de Jesucristo, entonces Jesucristo debe ser Dios; y de hecho el propósito del apóstol es demostrarlo. Las palabras aquà citadas están tomadas de Salmo 45:6 ; Salmo 45:7 ,que el antiguo parafraseo caldeo, y los rabinos más inteligentes, refieren al MesÃas. Sobre el tercer verso de este Salmo, Eres más hermoso que los hijos de los hombres, el Targum dice: "Tu belleza, ×××× ×ש××× malca Meshicha, oh Rey MesÃas, es mayor que la de los hijos de los hombres". Aben Ezra dice: "Este salmo habla de David, o más bien de su hijo, el MesÃas, pues este es su nombre", Ezequiel 34:24 :
Y David, mi siervo, será prÃncipe sobre ellos para siempre. Otros rabinos confirman esta opinión.
Este versÃculo se considera muy apropiadamente una prueba, y de hecho una fuerte, de la Divinidad de Cristo; pero algunas versiones tardÃas del Nuevo Testamento se han esforzado por evitar la evidencia de esta prueba traduciendo las palabras asÃ: Dios es tu trono por los siglos de los siglos; y si esta versión es correcta, es seguro que el texto no puede ser una prueba de la doctrina. El Sr. Wakefield reivindica ampliamente esta traducción en su Historia de las Opiniones; y se supone que ο θεοÏ, al ser el caso nominativo, es una justificación suficiente de esta versión. En respuesta a esto se puede afirmar que el caso nominativo se utiliza a menudo para el vocativo, en particular por los áticos; y todo el ámbito del lugar requiere que se utilice asà aquÃ; y, con el debido respeto a todos los que opinan lo contrario, el original hebreo no puede traducirse de otra manera, ×ס×× ××××× ×¢××× ××¢× kisaca Elohim olam vaed, Tu trono, oh Dios, es para siempre y hasta la eternidad. Está en ambos mundos; y se extiende por todo el tiempo; y existirá a través de toda la duración sin fin. A esto parece referirse nuestro Señor, Mateo 28:18 : Todo poder me es dado, tanto en el CIELO como en la TIERRA. Mi trono, es decir, mi dominio, se extiende desde la creación hasta la consumación de todas las cosas. Ãstas las he hecho, y éstas las sostengo; y desde el fin del mundo, por toda la eternidad, tendré la misma gloria-soberana, el poder y la autoridad ilimitados, que tenÃa con el Padre antes del comienzo del mundo; Juan 17:5 .
 Puedo añadir que ninguna de las versiones antiguas lo ha entendido de la manera que sostienen los que niegan la Deidad de Cristo, ni en el Salmo del que se toma, ni en este lugar donde se cita. Aquila traduce ××××× Elohim, por Îεε, oh Dios, en caso vocativo; y el árabe añade el signo del vocativo [árabe] ya, leyendo el lugar asÃ: [árabe] korsee yallaho ila abadilabada, lo mismo que en nuestra versión. Y aun admitiendo que Î¿Î¸ÎµÎ¿Ï se emplee aquà como caso nominativo, no tendrá el sentido que se pretende, sin añadirle εÏÏι, lectura que no está avalada por ninguna versión, ni por ningún MS. aún descubierto. Wiclif, Coverdale, y otros, lo entendieron como el nominativo, y lo tradujeron asÃ; y sin embargo es evidente que este nominativo tiene el poder del vocativo: forsothe to the sone God thi troone into the world of world: a gerde of equite the gerde of thi reume. Doy esto, señalando y todo, como está en mi vieja MS. Biblia. Wiclif es casi lo mismo, pero es evidentemente de un molde más moderno: pero a lo que él dice, God thy trone is into the world of world, a gherd of equyte is the gherd of thi rewme. Coverdale lo traduce asÃ: Pero al hijo le dice: "Dios, este estado perdura por los siglos de los siglos: el cepto de este reino es un cepto correcto". Tindal y otros siguen el mismo camino, leyéndolo todos en el caso nominativo, con la fuerza del vocativo; pues ninguno de ellos ha insertado la palabra εÏÏι, es, porque no lo autoriza el original: palabra que los opositores a la divinidad de nuestro Señor se ven obligados a rogar, para apoyar su interpretación. Véanse otras crÃticas al respecto al final de este capÃtulo.
Un cetro de justicia... El cetro, que era una especie de bastón o instrumento de diversas formas, era la enseña del gobierno, y aquà se usa para el gobierno mismo. Los antiguos escritores judÃos lo entienden también como el MesÃas.
VersÃculo 9
Verso Hebreos 1:9 . Has amado la justicia...  Esta es la caracterÃstica de un gobernante justo: aborrece y suprime la iniquidad; él aprueba y apoya la justicia y la verdad.
Por lo tanto, Dios , incluso tu Dios... El original, δια ÏÎ¿Ï Ïο εÏÏιÏε Ïε á½ ÎεοÏ, á½ ÎÎµÎ¿Ï ÏÎ¿Ï , puede traducirse asÃ: Por tanto, oh Dios, tu Dios te ha ungido . La forma de hablar es casi la misma que la del versÃculo anterior; pero el sentido es suficientemente claro si leemos, Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo.
Con el óleo de la alegrÃa... A menudo hemos tenido ocasión de señalar que, en la antigüedad, los reyes, sacerdotes y profetas eran consagrados a sus diversos oficios por la unción y que esto significaba los dones e influencias del EspÃritu Divino. Cristo, οÏÏιÏÏοÏ, significa El Ungido , lo mismo que el MesÃas hebreo; y aquà se dice que fue ungido con óleo de alegrÃa más que sus compañeros .
Ninguno fue jamás constituido profeta, sacerdote y rey , sino él mismo; algunos eran solo reyes, solo profetas y solo sacerdotes; otros eran reyes y sacerdotes, o sacerdotes y profetas, o reyes y profetas; pero nadie tuvo nunca los tres oficios en su propia persona sino Jesucristo, y nadie sino él mismo puede ser Rey sobre el universo, Profeta para todos los seres inteligentes y Sacerdote para toda la raza humana. Por lo tanto, es infinitamente exaltado más allá de sus compañeros , todos los que alguna vez han tenido los oficios reales, proféticos o sacerdotales.
Algunos piensan que la palabra μεÏοÏÎ¿Ï Ï, compañeros , se refiere a los creyentes que son hechos partÃcipes del mismo EspÃritu, pero que no pueden tener su infinita plenitud. El primer sentido parece el mejor. La alegrÃa se usa para expresar las festividades que tenÃan lugar en la toma de posesión de los reyes, etc.
VersÃculo 10
Verso Hebreos 1:10 . Y Tú, Señor... Esta es una dirección al Hijo como el Creador , ver Hebreos 1:2 ; porque esto está implÃcito en sentar las bases de la tierra. Los cielos, que son obra de sus manos, señalan su infinita sabidurÃa y habilidad.
VersÃculo 11
Verso Hebreos 1:11 . Perecerán... Fijados permanentemente como parecen ser, vendrá un tiempo en que serán disueltos , y después se formarán nuevos cielos y una nueva tierra , en los cuales solo morará la justicia. Ver 1 Pedro 3:10 .
Se envejecerá como una prenda de vestir...Â
Asà como una prenda de vestir, por el uso prolongado, se vuelve inadecuada para ser usada por más tiempo, asà serán todas las cosas visibles; se envejecerán y se desgastarán; y de ahà la necesidad de que sean renovadas. Es notable que nuestra palabra mundo sea una contracción de desgastar, término con el que nuestros ancestros expresaban el sentimiento contenido en este verso. Que la palabra fue compuesta de esta manera, y que tenÃa este sentido en nuestro idioma, puede probarse a partir de los testigos más competentes e indiscutibles. Antiguamente se escribÃa [anglosajón] weorold, y [anglosajón] wereld. Esta etimologÃa es finamente aludida por nuestro excelente poeta, Spencer, al describir la primitiva edad de la inocencia, sucedida por la edad de la depravación: -
"El león se casó con el cordero,
y la paloma se sentaba al lado del halcón;
Ni uno ni otro temÃan el fraude o el agravio,
sino que permanecieron con seguridad,
sin temor a la manada más fuerte:
Pero cuando el mundo envejece, envejece la guerra,
De la que se eleva, y habiendo recorrido en poco tiempo
Los trenes del ingenio, en la maldad se atrevieron,
y se atrevió a revelar los secretos de todos los pecados".
Incluso los poetas paganos están llenos de tales alusiones. Véase Horacio, Carm. lib. iii., od. 6; Virgilio, AEn. viii., ver. 324.
Tú permaneces... En lugar de διαμενειÏ, algunos buenos MSS. leen διαμενειÏ, el primero, sin el circunflejo, es el tiempo presente del modo indicativo; el segundo, con el circunflejo, es el futuro: permanecerás. La diferencia entre estas dos lecturas es de poca importancia.
VersÃculo 12
Verso Hebreos 1:12 . Y serán cambiados... No destruidos en última instancia, o aniquilados . Serán cambiados y renovados .
Pero tú eres el mismo... Estas palabras no se pueden decir de ningún ser sino de Dios; todos los demás son mudables o perecederos , porque son temporales; sólo lo que es eterno puede continuar esencialmente y, hablando a la manera de los hombres, formalmente lo mismo .
Tus años no faltarán... No hay en la duración divina ningún cÃrculo que recorrer, ningún espacio que medir, ningún tiempo que contar.
Todo es eternidad, infinito y hacia adelante.
VersÃculo 13
Verso Hebreos 1:13 . Pero ¿a cuál de los ángeles...? Ya hemos visto, a partir de las opiniones y concesiones de los judÃos, que, si se pudiera demostrar que Jesucristo es más grande que los ángeles, se seguirÃa necesariamente que era Dios: y esto el apóstol lo demuestra muy ampliamente con estas diversas citas de sus propias Escrituras; pues muestra que mientras él es el Soberano supremo y absoluto, ellos no son más que sus mensajeros y siervos, y siervos incluso para sus siervos, es decir, para la humanidad.
VersÃculo 14
VersÃculo 14. ¿No son todos espÃritus ministradores ?
Es decir, todos son espÃritus ministradores; pues los hebreos expresan a menudo la más fuerte afirmación mediante una interrogación.
Todos los ángeles, incluso los de más alto orden, son empleados por su Creador para servir a los que creen en Cristo Jesús. SerÃa imposible decir en qué consisten estos servicios y cómo se realizan. Se ha escrito mucho sobre el tema, en parte basado en las Escrituras y en parte en conjeturas. Sin duda, se emplean constantemente para evitar el mal y procurar el bien. Si Dios ayuda al hombre por medio del hombre, no debemos extrañarnos de que ayude al hombre por medio de los ángeles. Sabemos que no necesita ninguna de esas ayudas, pues todo lo puede hacer por sà mismo; sin embargo, parece conforme a su infinita sabidurÃa y bondad utilizarlas. Esto es parte de la administración de Dios en el gobierno del mundo y de la Iglesia; y una parte, sin duda, esencial para la armonÃa y la perfección del conjunto. El lector puede ver un discurso muy sensato sobre este texto en el vol. ii, página 133, de las obras del reverendo John Wesley, edición americana. El Dr. Owen trata el tema ampliamente en su comentario sobre este versÃculo, vol. iii, página 141, edit. 8vo., que acaba de llegar a mis manos, y que parece ser una obra muy erudita, juiciosa e importante, pero demasiado difusa. En ella las palabras de Dios se ahogan en los dichos de los hombres.
La Deidad de Cristo es un tema de tan gran importancia, tanto para la fe como para la esperanza de un cristiano, que considero necesario ponerla de manifiesto en todos los casos en que se hace referencia a ella en los escritos sagrados. Es un artÃculo prominente en el credo del apóstol, y deberÃa serlo en el nuestro. Muchos han afirmado que esta doctrina no puede establecerse en Hebreos 1:8 ha sido la afirmación de muchos. A lo que ya he dicho sobre este versÃculo, me permito adjuntar las siguientes crÃticas de un erudito amigo, que ha hecho de este tema su estudio particular.
BREVE OBSERVACIONES SOBRE HEBREOS, cap. Hebreos 1 , ver. Hebreos 1:8 _
'ο θÏÎ¿Î½Î¿Ï ÏÎ¿Ï , ο θεοÏ, ÎµÎ¹Ï ÏÎ¿Ï Ïε αιÏναÏ.
Siempre ha sido la opinión de los más sanos teólogos, que estas palabras, que se extraen del Salmo 45, son dirigidas por Dios el Padre a Dios el Hijo. Nuestros traductores han traducido el pasaje asÃ: "Tu trono, oh Dios, es eterno". Los que niegan la Divinidad de Cristo, estando ansiosos de deshacerse de tal testimonio contra ellos mismos, sostienen que ο Î¸ÎµÎ¿Ï es aquà el nominativo, y que el significado es: "Dios es tu trono para siempre." Ahora bien, es algo extraño que ninguno de ellos haya tenido la suficiente agudeza crÃtica para descubrir que las palabras no pueden admitir esta significación. Es una regla en la lengua griega, que cuando un sustantivo es el sujeto de una oración, y algo se predica de él, el artÃculo, si se utiliza en absoluto, se antepone al sujeto, pero se omite antes del predicado. Los traductores griegos del Antiguo Testamento y los autores del Nuevo Testamento escriben de acuerdo con esta regla. Primero daré algunos ejemplos de este último: -
Î¸ÎµÎ¿Ï Î·Î½ ο λογοÏ. - "La Palabra era Dios". Juan 1:1 .
'ο Î»Î¿Î³Î¿Ï ÏαÏξ εγενεÏο. - "El Verbo se hizo carne". Juan 1:14 .
ÏÎ½ÎµÏ Î¼Î± ο θεοÏ. - "Dios es EspÃritu". Juan 4:24 .
'ο Î¸ÎµÎ¿Ï Î±Î³Î±Ïη εÏÏι. - "Dios es amor." Hebreos 1:1 ; Hebreos 4:8 .
'ο Î¸ÎµÎ¿Ï ÏÏÏ ÎµÏÏι. - "Dios es luz". Hebreos 1:1 ; Hebreos 1:5 .
Si examinamos la versión de los Salmos de la Septuaginta, encontraremos que, en tales casos, el autor a veces coloca el artÃculo antes del tema, pero que su modo habitual es omitirlo por completo. Unos pocos ejemplos serán suficientes: -
'ο Î¸ÎµÎ¿Ï ÎºÏιÏÎ·Ï Î´Î¹ÎºÎ±Î¹Î¿Ï. - "Dios es un juez justo". Salmo 7:11 .
'ο Î¸ÎµÎ¿Ï Î·Î¼Ïν καÏαÏÏ Î³Î· και Î´Ï Î½Î±Î¼Î¹Ï, - "Dios es nuestro amparo y fortaleza". Salmo 46:1 .
ÎºÏ ÏÎ¹Î¿Ï Î²Î¿Î·Î¸Î¿Ï Î¼Î¿Ï . - "El Señor es mi ayudador". Salmo 28:7 .
ÎºÏ ÏÎ¹Î¿Ï ÏÏεÏεÏμα Î¼Î¿Ï ÎºÎ±Î¹ καÏαÏÏ Î³Î· μον. - "El Señor es mi firme apoyo y mi refugio". Salmo 18:2 .
Î¸ÎµÎ¿Ï Î¼ÎµÎ³Î±Ï ÎºÏ ÏιοÏ. - "El Señor es un Dios grande". Salmo 95:3 .
Vemos lo que es la fraseologÃa establecida de la Septuaginta, cuando un sustantivo tiene algo predicado de él en la misma frase. Seguramente, entonces, podemos estar convencidos de que si en el Salmo 45:6
se hubiera pretendido el significado que le atribuyen los que niegan la divinidad de nuestro Señor, se habrÃa escrito más bien θÏÎ¿Î½Î¿Ï ÏÎ¿Ï , ο θεοÏ, o θÏÎ¿Î½Î¿Ï ÏÎ¿Ï , θεοÏ. Nuestra convicción aumentará, si cabe, cuando examinemos la cláusula siguiente de esta frase, donde encontraremos que el artÃculo se antepone al sujeto, pero se omite ante el predicado.
ÏÎ±Î²Î´Î¿Ï ÎµÏ Î¸Ï ÏηÏÎ¿Ï Î· ÏÎ±Î²Î´Î¿Ï ÏÎ·Ï Î²Î±ÏÎ¹Î»ÎµÎ¹Î±Ï ÏÎ¿Ï . - "El cetro de tu reino es un cetro de rectitud".
"Pero se puede dudar de que Î¸ÎµÎ¿Ï con el artÃculo añadido se use alguna vez en el caso vocativo". Su duda se resolverá leyendo los siguientes ejemplos, que están tomados no promiscuamente de la Septuaginta, sino todos ellos de los Salmos.
κÏινον Î±Ï ÏÎ¿Ï Ï, ο θεοÏ. - "Júzgalos, oh Dios". Salmo 5:10 .
'ο θεοÏ, ο Î¸ÎµÎ¿Ï Î¼Î¿Ï . - "Oh Dios, Dios mÃo". Salmo 22:1 .
Ïοι ÏαλÏ, ο Î¸ÎµÎ¿Ï Î¼Î¿Î½. - "A ti cantaré, oh Dios mÃo". Salmo 59:17 .
Ï ÏÏÏÏ Ïε, ο Î¸ÎµÎ¿Ï Î¼Î¿Î½. - "Te exaltaré, oh Dios mÃo". Salmo 145:1 .
ÎºÏ Ïιε, ο Î¸ÎµÎ¿Ï Î¼Î¿Ï . - "Oh Señor mi Dios". Salmo 104:1 .
Ahora he eliminado la única objeción que, a mi juicio, se puede plantear. Queda que el hijo de MarÃa se dirige aquà como el Dios cuyo trono es eterno.
Sé que un pronombre aparece a veces con el artÃculo prefijado a su predicado; pero hablo sólo de sustantivos.
No debo dejar de observar que la regla sobre el sujeto y el predicado, como la del artÃculo prepositivo griego, se extiende a todas las clases de escritores. Será suficiente si doy tres o cuatro ejemplos. El lector erudito puede fácilmente recoger más.
ÏÏοÏκηνιον μεν ο Î¿Ï ÏÎ±Î½Î¿Ï Î±ÏαÏ, θεαÏÏον δ' η Î¿Î¹ÎºÎ¿Ï Î¼ÎµÎ½Î·. "Todo el cielo es su escenario, y el mundo su teatro". Crisóstomo. Tenemos aquà dos casos en una misma frase. Lo mismo ocurre en los siguientes ejemplos: -
βÏαÏÏ Ï Î¼ÎµÎ½ ο Î¾Ï Î»Î»Î¿Î³Î¿Ï, Î¼ÎµÎ³Î±Ï Î´ ο ÏοθοÏ. - "Pequeña es en verdad la asamblea, pero grande es el deseo". Crisóstomo.
καλον Î³Î±Ï Ïο αθλον, και η ελÏÎ¹Ï Î¼ÎµÎ³Î±Î»Î·. - "Porque el premio es noble, y la esperanza es grande". Platón.
Ïο Ï' αιÏÏÏον εÏθÏον, και Ïο ÏÏηÏÏον ÎµÏ ÎºÎ»ÎµÎµÏ. - "Lo que es bajo es odioso; y lo que es honesto, glorioso". Sófocles.
Habiendo hablado de los sustantivos solamente, debo afirmar que la regla se aplica igualmente a los adjetivos y a los participios. Cerca del comienzo de la quinta de Mateo, encontramos ocho ejemplos consecutivos de la regla. En cinco de ellos el sujeto es un adjetivo, y en los otros tres, un participio. De hecho, uno de ellos tiene dos participios, lo que proporciona un ejemplo de la regla relativa al artÃculo prepositivo, asà como de la que estamos considerando ahora. μακαÏιοι οι ÏεινÏνÏÎµÏ ÎºÎ±Î¹ διÏÏνÏεÏ. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed". En el Apocalipsis hay cuatro ejemplos de la regla con participios, y en todos estos doce casos el predicado se coloca primero. Véase el suplemento a mi Ensayo sobre el artÃculo griego, al final del comentario del Dr. A. Clarke sobre Efesios.
Soy consciente de que de vez en cuando se produce una excepción en los escritos sagrados; pero creo que puedo afirmar que no hay excepciones en la versión Septuaginta del libro de los Salmos. Como las palabras ο θÏÎ¿Î½Î¿Ï ÏÎ¿Ï , ο θεοÏ, aparecen en el libro de los Salmos, la pregunta más importante es ésta: ¿Apoya ese libro siempre la interpretación ortodoxa? En cuanto a las desviaciones que se encuentran ocasionalmente en otros lugares, creo que no cabe duda de que se deben a la ignorancia o al descuido de los transcriptores, pues la regla es incuestionablemente genuina. - H. S. BOYD.
Las observaciones precedentes son originales, y serán debidamente respetadas por todos los estudiosos.
He mostrado mis razones en la nota sobre " Lucas 1:35 " , por qué no puedo cerrar con el punto de vista común de lo que se llama la filiación eterna de Cristo. Me inclino a pensar que de este principio se originó el arrianismo. Aquà presentaré mi autoridad para esta opinión. Arrio, el padre del llamado arrianismo, que floreció en el año 300 d.C., era un presbÃtero de la Iglesia de AlejandrÃa, un hombre de gran erudición y elocuencia, y de modales profundamente mortificados; y continuó edificando a la Iglesia con su enseñanza y ejemplo hasta que se produjo la circunstancia que produjo ese infeliz cambio en sus sentimientos religiosos, que después dio lugar a tanta distracción y división en la Iglesia cristiana. La circunstancia a la que me refiero es relatada por Sócrates Escolástico, en su suplemento a la Historia de Eusebio, lib. i., c. 5; y es en sustancia como sigue: Alejandro, habiendo sucedido a Aquiles en el obispado de AlejandrÃa, filosofando un dÃa, en presencia de sus presbÃteros y del resto de su clero, sobre la santa Trinidad, entre otras cosas afirmó que habÃa una Mónada en la TrÃada, ÏιλοÏιμοÏεÏον ÏεÏι ÏÎ·Ï Î±Î³Î¹Î±Ï ÏÏιαδοÏ, ÎµÏ ÏÏιαδι Îοναδα ειναι ÏιλοÏοÏÏν εθεολογει. Lo que dijo sobre la naturaleza derivada o la filiación eterna de Cristo no está relacionado. Arrio, uno de sus presbÃteros, hombre de considerable habilidad en la ciencia de la lógica, Î±Î½Î·Ï Î¿Ï Îº αμοιÏÎ¿Ï ÏÎ·Ï Î´Î¹Î±Î»ÎµÎºÏÎ¹ÎºÎ·Ï Î»ÎµÏÏηÏ, suponiendo que el obispo pretendÃa introducir los dogmas de Sabelio, el Libio, que negaba la personalidad de la Divinidad, y por consiguiente la Trinidad, se opuso duramente al obispo, argumentando asÃ: "Si el Padre engendró al Hijo, el que fue asà engendrado tuvo un principio de su existencia; y de esto se desprende que hubo un tiempo en el que el Hijo no estaba. De donde se sigue necesariamente que tiene su subsistencia de lo que no existe". Las palabras que cita Sócrates son las siguientes, de las que la anterior es una traducción tan aproximada como permiten los diferentes modismos: ει ο ÏαÏÎ·Ï ÎµÎ³ÎµÎ½Î½Î·Î¿Îµ Ïον Ï Î¹Î¿Î½, αÏÏην Ï ÏαÏξεÏÏ ÎµÏει ο γεννηθειÏ. και εκ ÏÎ¿Ï ÏÎ¿Ï Î´Î·Î»Î¿Î½, οÏι ην οÏε Î¿Ï Îº ην ο Ï Î¹Î¿Ï. Î±ÎºÎ¿Î»Î¿Ï Î¸ÎµÎ¹ Ïε εξ αναγκηÏ, εξ Î¿Ï Îº ονÏÏν εÏειν Î±Ï Ïον Ïην Ï ÏοÏÏαÏιν. Ahora bien, no parece que ésta haya sido previamente la doctrina de Arrio, sino que fue la consecuencia que él extrajo lógicamente de la doctrina expuesta por el obispo; y, aunque Sócrates no nos dice lo que el obispo declaró, sin embargo, de las conclusiones extraÃdas, podemos ver de inmediato cuáles fueron las premisas; y éstas debieron ser algunas afirmaciones incautas sobre la filiación de la naturaleza divina de Cristo: y he mostrado en otra parte que éstas son deducciones justas de tales premisas. "¿Pero no se llama Dios Padre; y Padre de nuestro Señor Jesucristo? "Ciertamente. Toda la Escritura demuestra que Dios asume graciosamente el nombre de Padre y que actúa con ese carácter hacia la humanidad; y que el tÃtulo se le da como autor, causa, fuente y creador, es también suficientemente manifiesto en las mismas Escrituras. En este sentido se dice que es el Padre de la lluvia, Job 38:28 ; y por eso también se dice: Ãl es el Padre de los espÃritus , Hebreos 12:9 ; y él es el Padre de los hombres porque él los creó; y Adán, el primer hombre, es particularmente llamado su hijo , Lucas 3:38 . Pero es el Padre de la naturaleza humana de nuestro bendito Señor en un sentido peculiar, porque por su energÃa ésta se produjo en el vientre de la virgen. Lucas 1:35 , El EspÃritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del AltÃsimo te cubrirá con su sombra; por lo tanto, también quien nacerá de ti será llamada HIJO DE DIOS. Es en consecuencia de esto que nuestro bendito Señor es tan frecuentemente llamado el Hijo de Dios, y que Dios es llamado su Padre. Pero no conozco ninguna escritura, interpretada justamente, que declare la naturaleza divina de nuestro Señor de ser engendrado de Dios, o de ser el Hijo de Dios. Tampoco veo posible que pueda ser engendrado del Padre, en este sentido, y ser eterno; y si no es eterno, no es Dios. Pero innumerables escrituras le dan todos los atributos de la divinidad; sus propias obras lo demuestran; y todo el esquema de la salvación lo requiere. Espero poder decir que he demostrado su divinidad suprema, absoluta y no originada, tanto en mi nota sobre Hebreos 1:16 ; Hebreos 1:17 ,
como en mi Discurso sobre la salvación por la fe. Y habiendo visto que la doctrina de la filiación eterna produjo el arrianismo, y el arrianismo produjo el socinianismo, y el socinianismo produce una especie de infidelidad general, o falta de respeto a los escritos sagrados, de modo que varias partes de ellos son rechazadas como no canónicas, y las inspiraciones de una parte importante del Nuevo Testamento son fuertemente sospechadas; encuentro necesario estar doblemente alerta para evitar todo lo que pueda, incluso en la forma más remota, tender a tan deplorable catástrofe.
Se puede decir: "¿No se llama a Dios el Padre eterno? Y si es asÃ, no puede haber Padre eterno si no hay Hijo eterno". Yo respondo: Dios no es llamado en ninguna parte de la Escritura, que yo recuerde, ni Padre eterno ni sempiterno en referencia a nuestro bendito Señor, ni tampoco en referencia a ninguna otra cosa; pero este mismo tÃtulo, por extraño que parezca, se le da al propio Jesucristo: Su nombre será llamado PADRE ETERNO, IsaÃas 9:6 ;
y podemos por ello, con más propiedad, esperar una filiación eterna procedente de él, que de cualquier otra persona de la SantÃsima Trinidad.
Si se preguntara: "¿No habÃa una trinidad de personas en la Divinidad antes de la encarnación? Respondo: Que la trinidad de personas me parece que pertenece esencialmente a la Divinidad eterna, ninguna de las cuales fue antes, después o producida por otra; y de esto está lleno el Antiguo Testamento: pero la distinción no fue completamente evidente hasta la encarnación; y particularmente hasta el bautismo en el Jordán, cuando sobre él, en quien habitaba toda la plenitud de la Divinidad, el EspÃritu Santo descendió en forma corporal, como una paloma; y una voz del cielo proclamó a esa persona bautizada como Hijo amado de Dios: en esta transacción habÃa tres personas que ocupaban lugares distintos, como lo demuestran suficientemente la persona de Cristo en el agua, el EspÃritu Santo en forma corporal y la voz del cielo; y a cada una de estas personas las diversas escrituras les otorgan todos los atributos esenciales de Dios.
Sobre la doctrina de la filiación eterna de la naturaleza divina de Cristo tuve una vez el privilegio de conversar con el difunto reverendo John Wesley, unos tres años antes de su muerte; él leyó de un libro en el que yo lo habÃa escrito, el argumento contra esta doctrina, que ahora está en la nota sobre " Lucas 1:35 " .  No trató de responder a él, sino que admitió que, sobre la base que yo habÃa tomado, el argumento era concluyente. Observé que la divinidad propia y esencial de Jesucristo me parecÃa tan absolutamente necesaria para todo el esquema cristiano y para la fe tanto de los pecadores penitentes como de los santos, que era de la mayor importancia exponerla en el punto de vista más claro y fuerte; y que, con mi luz actual, no podÃa dar crédito a la misma, si debÃa recibir la doctrina común de la filiación de la naturaleza divina de nuestro Señor. Mencionó a dos eminentes divinos que eran de la misma opinión; y añadió que la filiación eterna de Cristo era una doctrina muy generalmente recibida en la Iglesia cristiana; y creÃa que nadie la habÃa expresado mejor que su hermano Samuel en las siguientes lÃneas: -
"De quien, en un eterno ahora
El hijo, tu descendencia, fluyó;
Un Padre eterno tú,
un Dios eterno".
No añadió ni una palabra más sobre el tema, ni me lo mencionó nunca más, aunque después tuvimos muchas entrevistas. Pero es necesario mencionar su propia nota sobre el texto, que ha dado lugar a estas observaciones; lo que demuestra que sostenÃa la doctrina tal como se recibÃa comúnmente, cuando escribió esa nota; es la siguiente: -
"Tú eres mi Hijo... Dios de Dios, Luz de Luz. Este dÃa te he engendrado - te he engendrado desde la eternidad, que, por su inalterable permanencia de duración, es un dÃa continuado e incesante". Dejando el punto en disputa fuera de la cuestión, esto está bellamente expresado; y no sé que este gran hombre haya alterado alguna vez sus puntos de vista sobre este tema, aunque estoy seguro de que nunca profesó la opinión como lo hacen muchos que citan su autoridad; ni habrÃa defendido en ningún momento lo que sostenÃa a su manera. Me permito citar un hecho. En 1781, publicó en el cuarto volumen de la Revista Arminiana, p. 384, un artÃculo, titulado "Un antÃdoto arriano"; en él están las siguientes palabras: "Mayor o menor en el infinito, no es; la divinidad inferior choca con nuestro sentido; Jesús fue inferior al Padre en cuanto a su hombrÃa, Juan 14:28 ; él era un hijo dado, y muerto intencionalmente desde la fundación del mundo, Apocalipsis 13:8 , y el primogénito de entre los muertos de toda criatura, Hebreos 1:15 ; Hebreos 1:18 .
Pero nuestro Redentor , desde la eternidad ( IsaÃas 63:16) no tenÃa el nombre inferior de Hijo; en el principio era el Verbo, y el Verbo estaba con Dios desde la eternidad, y el Verbo, hecho carne, era Dios". Esto es señaladamente contra la filiación eterna de la naturaleza divina. Pero, ¿por qué el Sr. W. insertó esto? y si por apuro, ¿por qué no lo corrigió cuando publicó en 1790, en el 13º vol. de la Revista, ocho tablas de erratas a los ocho primeros volúmenes de esa obra? Ahora bien, aunque habÃa notado cuidadosamente los más mÃnimos errores que pudieran afectar el sentido en esos volúmenes precedentes, sin embargo, no se encuentra ninguna falta en el razonamiento en el AntÃdoto Arriano, y la frase, "Pero, nuestro Redentor, desde siempre, no tenÃa el nombre inferior de Hijo", es pasada por alto sin el más mÃnimo aviso. Por muy necesario que me parezca este punto de vista del tema, no me atrevo a decir que otros, para salvarse, deban verlo bajo la misma luz: dejo ambas opiniones al juicio del lector, pues en un punto asà es necesario que cada hombre esté claro en su propia mente y satisfecho en su propia conciencia. Mis lectores son perfectamente libres de recibir o rechazar cualquier opinión mÃa. Nunca he reclamado la infalibilidad; digo, con San AgustÃn, Errare possum; haereticus esse nolo. Los arrianos refinados, algunos de los cuales conozco personalmente, están muy dispuestos a recibir todo lo que pueda decirse de la dignidad y la gloria de la naturaleza de Cristo, siempre que admitamos la doctrina de la filiación eterna, y omitamos la palabra no originada, que he utilizado en mi demostración de la divinidad del Salvador de los hombres; pero, en lo que a mà respecta, no puedo ni admitir lo uno ni omitir lo otro. La divinidad esencial de Cristo se encuentra en la base de mi credo cristiano, y debo sacrificar diez mil formas de hablar antes que sacrificar la cosa. Mi opinión no se ha formado con un ligero examen.