Lectionary Calendar
Sunday, November 24th, 2024
the Week of Christ the King / Proper 29 / Ordinary 34
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Exodus 3". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/exodus-3.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Exodus 3". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (32)Individual Books (2)
Versículos 1-22
LA APARICION DIVINA Y UNA COMISION A MOISES.
1. apacentando Moisés las ovejas.—El había entrado a este empleo para ayudarse en sus propósitos matrimoniales (véase cap. 2:21), pero es probable que continuara en el servicio ahora bajo otras condiciones, como Jacob durante los últimos años de su estada con Labán ( Génesis 30:28). llevó las ovejas detrás del desierto—o sea, al lado oeste del desierto (Gesenius), y suponiéndose que el hogar de Jetro estuviera en Dahab, la ruta por la cual Moisés llevaba su rebaño, habría sido hacia el oeste por el ancho valle llamado por los árabes, Wady-es-Zugherah (Robinson), que conducía al interior del desierto, a Horeb, monte de Dios—así llamado o según el idiotismo hebreo por su grande altura, “montaña grande”, hebreo “montaña de Dios” (Salmo 36:6), “hermosos cedros”, hebreo “cedros de Dios” (Salmo 80:10), o, como piensan algunos por ser la antigua morada de “la gloria”; o finalmente por ser el teatro de las transacciones más memorables en la historia de la verdadera religión. a Horeb—más bien distrito de Horeb. Horeb o sea, seco, desierto, era el nombre general de todo el distrito montañoso en el cual está situado el Sinaí, y del cual es una parte. (Véase cap. 19). Se usa para designar la región que comprende la inmensa cadena de montañas altas, desoladas y estériles, a la base de las cuales, sin embargo, hay no solamente muchos pedazos de terrenos verdes, sino que casi todos los valles, o wadys, como se llaman, exhiben una capa delgada de vegetación, que, hacia el sur, es más lozana. Los pastores árabes rara vez llevan sus rebaños a una distancia mayor que el viaje de un día desde sus campamentos. Moisés habría hecho por lo menos, el viaje de dos días, y aunque parece haber estado caminando sólo con objeto de buscar pastos, siendo aquella región, por sus numerosos manantiales entre las aberturas de las rocas, refugios de las tribus durante el calor del verano, la providencia de Dios lo condujo allá con un propósito importante.
2, 3. apareciósele el Angel de Jehová en una llama de fuego—Es común en las Escrituras hacer aparecer los elementos y las operaciones de la naturaleza, como vientos, fuegos, terremotos, pestilencias, ejecutando la voluntad divina, como los “ángeles”, o mensajeros de Dios. Pero en tales casos, se considera a Dios mismo como real, aunque invisiblemente presente. Aquí el preternatural fuego en primer lugar puede entenderse por la expresión “ángel de Jehová”; pero está claro que bajo este símbolo el Ser divino estaba presente, cuyo nombre se da (v. 4, 6), y en otras partes se llama el ángel del pacto, Jehová-Jesús. en medio de una zarza—La acacia silvestre, o espino, en la que abunda aquel distrito, generalmente está seca y quebradiza, tanto así, que en ciertas épocas una chispa podría convertir un distrito grande en llamas. Que un fuego estuviera en medio de semejante arbusto del desierto, era una “grande visión”. Se supone generalmente que haya sido emblemático de la condición de los israelitas en Egipto, oprimidos por una servidumbre agotante y una persecución sangrienta, pero a pesar del plan de aniquilarlos, ellos continuaban tan numerosos y prósperos como siempre. La razón era que “Dios estaba entre medio de ellos”. El símbolo también podrá representar el estado actual de los judíos, como también el de la iglesia en general, en el mundo.
4. viendo Jehová que iba a ver—Las manifestaciones que Dios antiguamente hacía de sí mismo, eran siempre acompañadas por señales claras e inequívocas de que las comunicaciones eran realmente del cielo. Esta evidencia certera fué dada a Moisés. El vió un fuego, pero ningún agente humano que lo prendiera; oyó una voz, pero ningunos labios humanos de donde viniera; no vió ningún Ser viviente, pero Uno estaba en la zarza, en el calor de las llamas, que lo conocía a él y se dirigía a él por nombre. ¿Quién podría ser sino un Ser Divino?
5. quita tus zapatos de tus pies—La orden estaba de acuerdo con una costumbre bien conocida a Moisés, porque los sacerdotes egipcios la observaban en sus templos, y es observada en todos los países orientales, donde las personas se quitan sus zapatos o sandalias, como nosotros nos quitamos el sombrero. Pero la idea oriental no es la misma que la occidental. Entre nosotros, quitarse el sombrero es una expresión de reverencia por el lugar donde entramos, o más bien por Aquel que es adorado allí. Entre ellos, el quitarse los zapatos es una confesión de contaminación personal, y de una consciente indignidad de estar en la presencia de la santidad inmaculada.
6-8. Yo soy el Dios … descendido para librarlos—El temor reverencial de Moisés habría sido aliviado por el Orador Divino (véase Mateo 22:32), que se anunciaba en su carácter, según el pacto, y por la grata noticia comunicada. Además, el tiempo como también las circunstancias de esta aparición milagrosa eran tales que le daban una manifestación clara de la fidelidad de Dios a sus promesas. El período del viaje de Israel a Egipto y su aflicción allí había sido predicho ( Génesis 15:13), y fué durante el último año del período que todavía tenía que pasar, cuando Jehová apareció en la zarza de fuego.
10-22. Ven por tanto ahora, y enviarte he—Considerando las ideas patrióticas que anteriormente habían animado el corazón de Moisés, habríamos podido prever que ninguna misión habría sido más grata a su corazón que la de ser empleado en la emancipación nacional de Israel. Pero demostraba ahora gran oposición hacia ella, y alegó una serie de objeciones, todas las cuales fueron refutadas con éxito y quitadas, y el feliz resultado de sus labores fué anunciado detalladamente.