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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Los Comentarios del Púlpito Los Comentarios del Púlpito
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Mark 5". Los Comentarios del Púlpito. https://studylight.org/commentaries/spa/tpc/mark-5.html. 1897.
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Mark 5". Los Comentarios del Púlpito. https://studylight.org/
Whole Bible (27)New Testament (6)Gospels Only (1)Individual Books (3)
VersÃculos 1-43
EXPOSICIÃN
Marco 5:1
Y llegaron al otro lado del mar. El otro lado del mar serÃa el lado sureste del mar. En el paÃs de los Gadarenos, o más bien, Gerasenes, que ahora se admite generalmente que es la verdadera lectura, de Gerasa, Gersa o Kersa. HabÃa otra Gerasa, situada a cierta distancia del mar, en las fronteras de Arabia Petraea. Las ruinas de Gerasa, aquà referidas, han sido descubiertas recientemente por el Dr. Thomson, ('La tierra y el libro'). Inmediatamente sobre este lugar hay una alta montaña, en la que se encuentran tumbas antiguas; y desde esta montaña hay un declive casi perpendicular, literalmente (κÏημνÏÏ) que corresponde exactamente a lo que requiere la descripción en la narración del milagro. El Dr. Farrar ('La vida de Cristo') dice que en los dÃas de Eusebio y Jerónimo, la tradición señalaba un "lugar escarpado" cerca de "Gerasa" como la escena del milagro. El pie de este empinado es bañado por las aguas del lago, que son a la vez muy profundas.
Marco 5:2
Allà lo encontró fuera de las tumbas un hombre con un espÃritu inmundo. San Mateo dice que habÃa dos. San Lucas, como San Marcos, menciona solo uno, y él "poseÃdo por demonios". La señal mencionada por San Marcos fue sin duda la más prominente y feroz de los dos. Esto no significa simplemente una persona con un intelecto desordenado. Sin duda, en este caso, como en el de al instante, las causas fÃsicas pueden haber ayudado a exponer a la vÃctima a tal incursión; y esto puede explicar los casos de posesión que se enumeran con diversas enfermedades, aunque se distinguen de ellas. Pero nuestro Señor evidentemente trata con estas personas, no como personas que sufren de locura, sino como sujetos de un poder espiritual extraño, externo a ellos mismos. Se dirige al espÃritu inmundo a través del hombre que estaba poseÃdo, y dice: "Sal, espÃritu inmundo" (versÃculo 8). Allà lo encontraron fuera de las tumbas. Los judÃos no tenÃan sus lugares de entierro en sus ciudades, para no contaminarse; Por lo tanto, enterraron a sus muertos sin las puertas en los campos o montañas. Sus sepulcros fueron tallados frecuentemente en la roca a los lados de las colinas de piedra caliza, y eran altos y espaciosos; para que los vivos pudieran entrar en ellos, como en una bóveda. Asà que este demonÃaco habitó en las tumbas, porque el espÃritu inmundo lo llevó allÃ, donde las asociaciones del lugar estarÃan de acuerdo con su enfermedad y agravarÃan sus sÃntomas. San Mateo, hablando de los dos, dice que eran "extremadamente feroces, para que ningún hombre pudiera pasar por ese camino". El demonÃaco particularmente mencionado por San Marcos se describe como poseedor de esa fuerza muscular extraordinaria que los manÃacos solÃan presentar con tanta frecuencia; de modo que todos los esfuerzos por atarlo y contenerlo habÃan resultado ineficaces. Ningún hombre podrÃa atarlo más, no, no con una cadena (οá½Î´á½² á¼Î»ÏÏειÏ). Las cadenas y grillos a menudo se habÃan probado, pero en vano. Con frecuencia también, en los paroxismos de su enfermedad, volvÃa su violencia contra sà mismo, gritaba y se cortaba con piedras.
Marco 5:6
Y cuando vio a Jesús desde lejos. Estas palabras, "desde lejos", explican el hecho de que nuestro Señor fue recibido inmediatamente por el hombre tan pronto como salió del bote. Marco 5:3 inclusive debe considerarse entre paréntesis. Describen la condición ordinaria del demonÃaco y su triste vida salvaje dÃa a dÃa. Desde lo alto que frecuentaba habÃa visto el bote, en el que estaba Jesús, cerca de la orilla. HabÃa visto los otros barcos. Tal vez habÃa visto el repentino aumento de la tormenta y su supresión igualmente repentina; y él, como otros que lo presenciaron, se vio afectado por ello. Entonces se apresuró a la orilla; corrió y lo adoró. Sintió el poder de su presencia y, por lo tanto, se vio limitado por el miedo a hacerle reverencia, porque "los demonios también creen y se estremecen (ÏÏίÏÏÎ¿Ï Ïι)" ( Santiago 2:19).
Marco 5:7
Lloró a gran voz; es decir, el espÃritu maligno gritó, usando los órganos del hombre que poseÃa. ¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, tu Hijo del Dios AltÃsimo? Por lo tanto, parece que, aunque ante la gran tentación de nuestro Señor en el desierto, Satanás tenÃa un conocimiento imperfecto de él: sin embargo, ahora, después de la evidencia de estos grandes milagros, y más especialmente de su poder sobre los espÃritus malignos, allà Era una creencia general entre las huestes del mal que él era en verdad el Hijo de Dios, el MesÃas. Te conjuro por Dios, no me atormentes. El tormento que temÃa era el que podrÃa sufrir después de la expulsión. Entonces San Lucas dice que le suplicaron que no les ordenarÃa que se fueran al abismo. Por grande que sea este misterio del mal, podemos creer que los espÃritus malignos, aunque mientras deambulan por esta tierra están en la miseria, todavÃa es un alivio que todavÃa no están encerrados en la prisión del infierno, pero se deja que deambulen y su depravado placer en tentar a los hombres; de modo que, si es posible, por fin puedan arrastrarlos hacia el abismo. Porque están llenos de odio a Dios y envidia del hombre; y encuentran una satisfacción miserable al tratar de mantener a los hombres fuera de esas mansiones celestiales de las cuales, por orgullo, están ellos mismos excluidos para siempre.
Marco 5:8, Marco 5:9
Porque él le dijo: Sal, hombre inmundo, del hombre; literalmente, porque él estaba diciendo (á¼Î»ÎµÎ³Îµ). El espÃritu inmundo trató de arrestar, antes de que se pronunciara, esa palabra de poder que sabÃa que debÃa obedecer. Entonces, ¿en qué tipos le preguntaba (á¼ÏηÏÏÏα): ¿Cuál es tu nombre? ¿Por qué nuestro Señor hace esta pregunta? Claramente para obtener de él una respuesta que revelarÃa la multitud de los espÃritus malignos, y asà hacer que su propio poder sobre ellos sea completamente conocido. Y él le dijo: Mi nombre es Legión; Porque somos muchos. La legión romana consistÃa en seis mil soldados. Pero la palabra aquà se usa indefinidamente para un gran número. San Lucas lo explica asà donde dice ( Lucas 8:30), "Y dijo: Legión: porque muchos demonios entraron en él". Esta revelación sin duda está diseñada para enseñarnos cuán grande es el número y la malignidad de los espÃritus malignos. Si un ser humano puede ser poseÃdo por tantos, ¡cuán vasto debe ser el anfitrión de aquellos a quienes se les permite tener acceso a las almas de los hombres y, si es posible, conducirlos a la destrucción! Satanás aquà imita al que es "El Señor de los ejércitos". Ãl también dirige a sus anfitriones, para que pueda luchar contra Dios y su pueblo. Pero "para este propósito se manifestó el Hijo de Dios, para que él pudiera destruir las obras del diablo".
Marco 5:10
Y le rogó mucho que no los enviarÃa fuera del paÃs. ParecerÃa como si este espÃritu maligno sintiera (hablando en nombre de los otros espÃritus malignos) que si fueran expulsados ââde sus lugares de vivienda actuales, su condición cambiarÃa para peor; y que hasta que llegara el momento en que debÃan ser arrojados al abismo, su mejor alivio era poseer algo de materialismo, ocupar carne y sangre, y esa carne y sangre mantenida por un ser espiritual, a través del cual podrÃan atormentar a otros. No pudieron encontrar descanso ni alivio, pero en esto. "El espÃritu inmundo, cuando sale del hombre, pasa por lugares sin agua, busca descanso y no lo encuentra" ( Mateo 12:43). Incluso los cerdos eran mejores que nada; pero esa morada no sirvió mucho a los espÃritus malignos.
Marco 5:11
Ahora habÃa cerca de las montañas, literalmente, en el lado de la montaña (ÏÏá½¸Ï Ïá½° á½ Ïη), una gran manada de alimentación porcina. San Mateo dice ( Mateo 8:30): "HabÃa un buen camino lejos de ellos:" la entrevista de nuestro Señor con el demonÃaco estaba a la orilla del mar. "La manada de cerdos", dos mil en número, estaban a cierta distancia, alimentándose de las laderas de la montaña; A los judÃos no se les permitÃa comer carne de cerdo. Pero los judÃos no fueron los únicos habitantes de ese distrito. HabÃa sido colonizado, al menos en parte, por los romanos inmediatamente después de la conquista de Siria, unos sesenta años antes de Cristo. Fue en este distrito donde se dice que diez ciudades fueron reconstruidas por los romanos, de donde el territorio adquirió el nombre de "Decápolis". Y aunque a los judÃos se les prohibió su Ley de comer este tipo de alimentos, no se les prohibió criar cerdos para otros usos, como aprovisionar al ejército romano.
Marco 5:12
EnvÃanos a los cerdos, para que podamos entrar en ellos. Y les dio permiso. No podÃan entrar ni siquiera en los cerdos sin el permiso de Cristo; ¡cuánto menos en "las ovejas de su pasto"!
Marco 5:13
Los espÃritus inmundos salieron y entraron en los cerdos: y la manada corrió violentamente por un lugar escarpado (καÏá½° Ïοῦ κÏημνοῦ) âliteralmente, por el empinadoâ hacia el mar, ... y se ahogaron en el mar. Con esto, Cristo muestra cuán poco valor tienen las posesiones terrenales cuando se las equilibra con las almas de los hombres. La recuperación de este demonÃaco valÃa mucho más que el valor de los dos mil cerdos.
Marco 5:14
Y los que los alimentaron huyeron y lo contaron en la ciudad y en el campo. San Mateo solo menciona la ciudad. La narrativa de San Marcos está más llena. Sin duda, muchos de estos cerdos vivÃan en los distritos rurales; y asà la fama del milagro se extendió por todas partes. Los cerdos se encargarÃan de que los propietarios entendieran que no fue por culpa o descuido de su parte que los cerdos perecieron; pero que la destrucción fue causada por un poder sobre el cual no tenÃan control. Y ellos, es decir. los dueños vinieron a ver qué habÃa sucedido. Su primer cuidado fue ver el alcance de su pérdida; y esto pronto se les reveló. Deben haber visto los cadáveres de los cerdos flotando aquà y allá en el mar ahora tranquilo y apacible; y cuando se hubieron satisfecho de los hechos, "vinieron a Jesús". San Marcos aquà usa el presente histórico, "vienen a Jesús", para que puedan contemplar a aquel de quien se contaron estas grandes cosas, asà como al hombre del que habÃan salido los espÃritus malignos cuando entraron en los cerdos. Por supuesto, les preocupaba saber la magnitud de su pérdida, y el modo en que habÃa sucedido, para ver si habÃa alguna forma de compensarlos.
Marco 5:15
Y se acercan a Jesús, y contemplan al que estaba poseÃdo por demonios sentados, vestidos y en su sano juicio, incluso el que tenÃa la legión; y tenÃan miedo St, Lucas agrega que lo encontraron sentado a los pies de Jesús. Es bastante probable que el hombre, tan pronto como se descubriera desposeÃdo, se encontrara al este a los pies de Jesús y lo adorara; pero que, cuando Cristo lo ocultó para sentarse, decidió colocarse a sus pies. "Estaba vestido y en su sano juicio". ¡Qué contraste con la descripción anterior! "Y tenÃan miedo". TemÃan el poder de Cristo. Vieron que era todopoderoso; pero no buscaron conocer su amor, y asà alcanzar ese amor que "arroja el miedo".
Marco 5:16, Marco 5:17
Cómo le sucedió a aquel que estaba obsesionado con los demonios, y con respecto a los cerdos. La pérdida de los cerdos. No pudieron superar eso. Pensaban mucho más en la pérdida mundana que en la ganancia espiritual; y comenzaron a rogarle que se fuera de sus fronteras. San Lucas ( Lucas 8:37) dice que "fueron tomados (ÏÏ Î½ÎµÎ¯ÏονÏο) [literalmente, fueron retenidos] con gran temor". Este era el sentimiento dominante. No le suplicaron que se fuera de la humildad, como si se sintieran indignos de su presencia; pero por miedo servil y servil, no sea que su presencia continua entre ellos pueda traerles pérdidas aún mayores. Vieron que Jesús, un judÃo según la carne, era santo, poderoso, divino. Pero sabÃan que eran gentiles, extranjeros de la comunidad de Israel. Por lo tanto, temÃan que no los castigara más gravemente, tanto por ser gentiles como por sus pecados pasados. Por lo tanto, no fue tanto por el odio, sino por un miedo tÃmido, que le suplicaron a Jesús que se fuera de sus fronteras.
Marco 5:18
Y cuando entraba en el bote, el que habÃa sido poseÃdo por demonios le rogó que pudiera estar con él. Era natural que él deseara esto. Le agradecerÃa y lo tranquilizarÃa estar cerca de Cristo, de quien habÃa recibido un beneficio tan grande y, sin embargo, esperaba más. Y no lo sufrió, sino que le dijo; Ve a tu casa a tus amigos y diles cuán grandes cosas ha hecho el Señor por ti. Nuestro Señor aquà toma un rumbo diferente del que solÃa tomar la mentira. Vio, sin duda, que este demonÃaco restaurado estaba preparado para la obra misional; y no habÃa razón para aprehender ningún inconveniente para él mismo como consecuencia de un pueblo que deseaba deshacerse de él. Y siguió su camino, y comenzó a publicar en Decápolis, en Decápolis, es decir, en todo el distrito de las diez ciudades, cuán grandes cosas habÃa hecho Jesús por él. Esto lo pondrÃa en contacto por igual con los gentiles y con los judÃos; y entonces este demonÃaco desposeÃdo se convirtió en misionero tanto para judÃos como para gentiles. Aquà él plantó el estandarte de la cruz.
Marco 5:21
Jesús ahora cruza nuevamente sobre el mar, y aparentemente en el mismo bote, al otro lado, la orilla opuesta, cerca de Capernaum. San Mateo ( Mateo 4:13) nos dice claramente que habÃa dejado Nazaret y que ahora estaba viviendo en Capernaum, cumpliendo asà la antigua profecÃa con respecto a Zabulón y Neftalim. Las circunstancias bajo las cuales dejó Nazaret están dadas por San Lucas ( Lucas 4:16). San Mateo ( Mateo 9:1) llama a Capernaum su propia ciudad. AsÃ, como Cristo ennobleció a Belén por su nacimiento, a Nazaret por su educación y a Jerusalén por su muerte, honró a Capernaum convirtiéndola en su residencia ordinaria, y el foco, por asà decirlo, de su predicación y milagros. Cuando Jesús regresó, una gran multitud se reunió con él; y él estaba junto al mar. San Lucas dice que la gente lo recibió, porque lo estaban esperando. Nuevamente se colocó junto al mar, probablemente por la conveniencia de dirigirse a una multitud y de liberarse de la presión, como antes, al refugiarse en un bote.
Marco 5:22, Marco 5:23
Uno de los gobernantes de la sinagoga, Jairo por su nombre. Parece haber sido uno de los "colegios de ancianos" que administraron los asuntos de la sinagoga. El nombre Jairo, o "Ya eiros", es probablemente la forma griega del hebreo Jair, "él iluminará". Cayó a sus pies y le rogó mucho; es literalmente (ÏίÏÏει καὶ ÏαÏεκάλει), cae a sus pies y le suplica. Nos lo imaginamos a nosotros mismos, abriéndose paso entre la multitud, y mientras se acercaba a Jesús, arrodillándose y luego inclinando la cabeza hacia él, hasta que su frente tocó el suelo. Mi pequeña hija está a punto de morir. San Mateo dice: "incluso ahora está muerto"; San Lucas dice, "ella Jay está muriendo". Las frases rotas del padre son muy fieles a la naturaleza. Todas las expresiones apuntan a la misma conclusión, que ella estaba en el articulo mortis. En cada narración, el gobernante se representa pidiendo que Cristo se apresure a su casa. No habÃa alcanzado la fe superior del centurión gentil: "Habla la palabra solamente".
Marco 5:24
Y se fue (καὶ á¼Ïá¿Î»Î¸Îµ Î¼ÎµÏ Î±á½Ïοῦ), literalmente, y se fue con él, y una gran multitud lo siguió, lo abrumaron (ÏÏ Î½Îθλιβον αá½ÏÏν); literalmente, presionado sobre él, lo comprimió. Esto es mencionado a propósito por San Marcos, a causa de lo que sigue. San Mateo dice ( Mateo 9:19), "Y Jesús se levantó, y también sus discÃpulos". Observe aquà la prontitud de Cristo para ayudar a los afligidos. San Crisóstomo sugiere que nuestro Señor interpuso deliberadamente alguna demora, al sanar, a medida que avanzaba, a la mujer con el problema de la sangre, para que la muerte real de la hija de Jairo pudiera tener lugar; y para que pueda haber una demostración completa de su poder de resurrección.
Marco 5:25, Marco 5:26
Una mujer, que tuvo un problema de sangre doce años. Todos los evangelios sinópticos mencionan el tiempo durante el cual ella habÃa estado sufriendo. Eusebio registra una tradición de que ella era gentil, nativa de Cesarea de Filipo. Esta enfermedad era una hemorragia crónica, para la cual no habÃa encontrado alivio por parte de los médicos. Lightfoot, en su 'Horae Hebraicae', da una lista de los remedios aplicados en tales casos, que parecen ser suficientes para explicar la declaración de San Marcos de que ella no era nada mejor, sino que empeoró. San Lucas, él mismo médico, dice que ella "habÃa pasado toda su vida con médicos y no podÃa ser sanada de ninguno".
Marco 5:27, Marco 5:28
Esta mujer, habiendo oÃdo hablar de Jesús, literalmente (Ïá½° ÏεÏί Ïοῦ ἸηÏοῦ), las cosas relacionadas con Jesús, entró en la multitud y tocó su prenda. San Mateo y San Lucas dicen "la frontera (Ïοῦ κÏαÏÏÎÎ´Î¿Ï ) de su prenda". San Mateo nos dice que "ella dijo dentro de sà misma, si puedo tocar su ropa, estaré completo". De esto parece que, aunque ella tenÃa fe, era una fe imperfecta. Parece haber imaginado que cierta influencia mágica estaba dentro de Cristo y alrededor de él. Y ella suponÃa que el toque del borde de su prenda (la franja azul que los judÃos debÃan usar para recordarles que eran el pueblo de Dios) transmitÃa una virtud especial. Sin embargo, su fe, aunque imperfecta, era verdadera en su esencia y, por lo tanto, no estaba decepcionada.
Marco 5:29
Y de inmediato: St. La palabra favorita de Mark: la fuente de su sangre estaba seca; y sintió (á¼Î³Î½Ï) âliteralmente, sabÃaâ en su cuerpo que habÃa sido sanada de su peste (á½ Ïι ἴαÏαι á¼Ïὸ Ïá¿Ï μάÏÏιγοÏ); literalmente, que ha sido curada de su flagelo, la cura fue instantánea.
Marco 5:30
Las palabras en griego son á¼ÏÎ¹Î³Î½Î¿á½ºÏ á¼Î½ á¼Î±Ï Ïá¿· Ïὴν á¼Î¾ αá½Ïοῦ δÏναμιν á¼Î¾ÎµÎ»Î¸Î¿á¿¦Ïαν: Jesús, al percibir en sà mismo que el poder que emanaba de él habÃa salido, lo hizo girar entre la multitud y dijo: ¿Quién tocó mis prendas? Cristo ve la gracia invisible en sus operaciones ocultas; el hombre solo ve sus efectos, y no siempre estos.
Marco 5:31
San Lucas ( Lucas 8:45) agrega aquÃ, "Cuando todo lo negó, dijo Pedro, y los que estaban con él, Maestro, las multitudes te presionan y te aplastan. Pero Jesús dijo: Alguien me tocó "porque percibà que ese poder habÃa salido de mÃ". Este incidente muestra la misteriosa conexión entre lo espiritual y lo fÃsico. La virtud o poder milagroso que surgió del Salvador fue espiritual en su fuente y en las condiciones en que se impartió, pero fue fÃsica en su funcionamiento; y lo que unió a los dos fue la fe. Multitudes abarrotaron al Salvador, pero solo uno de la multitud lo tocó.
Marco 5:32
Miró alrededor (ÏεÏιεβλÎÏεÏο), otra palabra favorita de San Marcos.
Marco 5:33
La mujer teme y tiembla, etc. Cada palabra en este verso es expresiva. Fue su propio acto. ParecÃa para sà misma como si sin permiso hubiera robado una bendición de Cristo; y entonces apenas podÃa aventurarse a esperar que la fe que la habÃa impulsado fuera aceptada. De ahà su miedo y terror, y su libre y plena confesión. Asà vemos la gentileza de Cristo en sus tratos con nosotros. Tal vez la mujer habÃa tenido la intención de escapar, satisfecha con un beneficio temporal, que difÃcilmente habrÃa sido una bendición, si hubiera sufrido que se lo llevara sin reconocimiento. Pero este su amoroso Salvador no le permitirÃa hacerlo. Fue la crisis de su vida espiritual. Era necesario que todo el mundo supiera del regalo que ella habÃa intentado arrebatar en secreto. Nuestro Señor podrÃa haberle exigido esta confesión pública de su fe de antemano. Pero, a su merced, le facilitó el camino. La lección, sin embargo, no debe olvidarse, que no es suficiente creer con el corazón. Los labios deben hacer su parte, y "con la boca se debe hacer una confesión para salvación".
Marco 5:34
Nuestro Señor aquà tranquiliza a esta mujer temblorosa, que temÃa, por miedo a que, debido a que ella habÃa extraÃdo la bendición en secreto, él podrÃa castigarla con el regreso de su enfermedad. Por el contrario, él confirma el beneficio y le pide que sea la totalidad de su plaga. La expresión griega aquà es más fuerte que la que se da como representación de lo que ella habÃa usado cuando leÃmos que dijo dentro de sà misma: "Seré salvada (ÏÏθήÏομαι)". Aquà nuestro Señor dice: Ve en paz y sé Ãntegro (á¼´Ïθι á½Î³Î¹á½´Ï). Es como si dijera: "No es la mera franja de mi prenda, que has tocado con gran fe y con alguna esperanza de obtener una cura, no es esto lo que te ha curado. Debes tu curación a mi omnipotencia y tu fe. Tu fe (en sà mismo mi regalo) te ha liberado de tu problema de sangre; y esta liberación ahora lo confirmo y ratifico. 'Ve en paz' ââ". El griego original aquà (á½Ïαγε Îµá¼°Ï Îµá¼°Ïήνην) implica más que esto . Significa "Ve por la paz". Pase al reino, el elemento de paz, en el que de ahora en adelante su vida se moverá. Es obvio aquà señalar que esta enfermedad representa para nosotros la fuente amarga del pecado que siempre fluye, para la cual no se puede encontrar tratamiento estético en la filosofÃa humana. El remedio solo se encuentra en Cristo. Tocar la vestimenta de Cristo es creer en su encarnación, mediante la cual nos ha tocado, y por eso nos ha permitido por fe tocarlo y recibir su bendición de paz.
Marco 5:35
Nuestro Señor se habÃa demorado en el camino a la casa de Jairo, tal vez, como ya se ha sugerido, que la crisis podrÃa llegar primero, y que asà podrÃa haber evidencia completa de su poder de resurrección. El gobernante debe haber sido agonizante con la idea de que, mientras nuestro Señor se demoró, la vida de su hijo moribundo estaba desapareciendo rápidamente. Y ahora viene el mensaje fatal para él. Tu hija está muerta (á¼ÏÎθανε); el aoristo expresa que su muerte fue ahora un evento pasado. ¿Por qué molestar más al Maestro? (Ïί á¼Ïι ÏκÏÎ»Î»ÎµÎ¹Ï Ïὸν διδάÏκαλον). La palabra griega aquà es muy fuerte. Es irritante o cansado; literalmente, desollar. Los mensajeros de la casa del gobernante habÃan abandonado evidentemente toda esperanza, y probablemente Jairo también, pero por las palabras de nuestro Señor: "No temas, solo cree".
Marco 5:36
Las palabras de la narración, tal como están en la Versión Autorizada, son: Tan pronto como Jesús escuchó la palabra que se habló, le dijo al gobernante de la sinagoga: No temas, solo cree. Pero hay una buena autoridad para la lectura ÏαÏακοÏÏÎ±Ï en lugar de εá½Î¸ÎÏÏ á¼ÎºÎ¿ÏÏÎ±Ï que requiere la interpretación, pero Jesús, no prestar atención o escuchar. Esta palabra (ÏαÏακοÏÏ) aparece en otro lugar en los Evangelios, a saber, en Mateo 18:17, "Y si se niega a escucharlos (á¼á½°Î½ δὲ ÏαÏακοÏÏῠαá½Ïῶν)". Aquà la palabra solo puede tener el significado de "no prestar atención" o "negarse a escuchar". Esta parece ser una razón importante para darle a la palabra un significado algo similar en este pasaje. Y por lo tanto, en general, "no prestar atención" parece ser la mejor representación. De hecho, parece cubrir ambos significados. Nuestro Señor escucharÃa, y sin embargo no escucharÃa, la palabra hablada.
Marco 5:37
Aquà tenemos la primera ocasión de la selección de tres de los apóstoles para que sean testigos de cosas que el resto no puede ver. Las otras dos ocasiones son las de la transfiguración y la agonÃa en el jardÃn. Ahora seguimos a nuestro Señor y estos tres discÃpulos favoritos, Pedro, Santiago y Juan, a la casa de la muerte. Están a punto de presenciar el primer fervor de la resurrección.
Marco 5:38
San Mateo aquà dice ( Mateo 9:23) que cuando Jesús entró en la casa del gobernante, "vio los juglares (ÏÎ¿á½ºÏ Î±á½Î»Î·Ïá½°Ï)," es decir, los flautistas "y la gente haciendo ruido". Esta era la costumbre tanto con los judÃos como con los gentiles, para avivar la tristeza de los dolientes por las funerarias funerarias. El registro de estas circunstancias concomitantes es importante como evidencia del hecho de que la muerte realmente ha tenido lugar.
Marco 5:39
Algunos han considerado las palabras de nuestro Señor, la niña no está muerta, sino que duerme, lo que realmente significa que solo estaba desmayada. Pero aunque en realidad estaba muerta en el sentido corriente de esa palabra, es decir, que su espÃritu habÃa abandonado el cuerpo, a Cristo le complació hablar de la muerte como un sueño; porque todos viven para él, y porque todos se levantarán en el último dÃa. Por lo tanto, en las Sagradas Escrituras, los muertos se describen constantemente como durmiendo, para que el terror de la muerte pueda ser mitigado, y el dolor inmoderado por los muertos sea mitigado bajo el nombre de sueño, que manifiestamente incluye la esperanza de la resurrección. De ahà la expresión con respecto a un cristiano difunto, que "él duerme en Jesús". Luego, además, esta niña no estaba muerta absoluta e irremediablemente, como suponÃa la multitud, como si no pudiera volver a la vida; ya que, de hecho, nuestro Señor, que es el Señor de la vida, iba a llamarla de inmediato por su poder todopoderoso del reino de la muerte en el que ella habÃa entrado. Para que ella no le pareciera tan muerta como para dormir un poco. Ãl dice en otra parte: "Nuestro amigo Lázaro duerme; pero yo voy para despertarlo de su sueño". Cristo, mediante el uso de un lenguaje como este, pretendÃa demostrar que es tan fácil para él resucitar a los muertos de la muerte como los que duermen de sus sueños.
Marco 5:40
Se rieron de él para despreciar. Sufrió esto, para que la muerte real pudiera ser más manifiesta, y para que pudieran maravillarse más de su resurrección, y asà pasar de maravilla y asombro a una verdadera fe en él, que asà se mostró como la Resurrección y la vida. Ahora los puso a todos; y luego, con sus tres apóstoles, Peter, James y John, y el padre y la madre del niño, entró donde estaba el niño. La multitud común no era digna de ver aquello en lo que no creerÃan. Eran indignos de presenciar la gran realidad de la resurrección; porque habÃan estado burlándose de aquel que ejerce este poder. El arzobispo Trench comenta que, de la misma manera, Eliseo ( 2 Reyes 4:33) despejó la habitación antes de criar al hijo de la sunamita.
Marco 5:41
La casa ahora se liberó de la multitud superficial y ruidosa; y él se acerca a la niña muerta, la toma de la mano y le dice: Talitha cumi; literalmente pequeña criada, levántate. El evangelista da las palabras en el mismo lenguaje utilizado por nuestro Señor: la ipsissima verba, recordada sin duda y registrada por San Pedro; tal como él da "Ephpbatba" en otro milagro.
Marco 5:42, Marco 5:43
AquÃ, como en otros milagros, la restauración fue inmediata y completa: inmediatamente la damisela se levantó y caminó. Bien podrÃa sorprender al padre, a la madre de la doncella y a los tres apóstoles elegidos con gran asombro (á¼Î¾ÎÏÏηÏαν á¼ÎºÏÏάÏει μεγάλá¿). Y luego, con el propósito de fortalecer esa vida que rescató de las fauces de la tumba, nuestro Señor ordenó que se le diera algo para comer. A menudo se ha observado que en los ejemplos de su poder de resurrección dado por Cristo hay una gradación:
1. La hija de Jairo acaba de morir.
2. El hijo de la viuda de su féretro.
3. Lázaro de su tumba.
El milagro más maravilloso es el que prometo, cuando "todos los que están en sus tumbas están por venir, de los cuales la resurrección de nuestro Señor es a la vez el ejemplo y la promesa, cuando" Todos los que están en sus tumbas oirán su voz, y ven adelante."
HOMILÃTICA
Marco 5:1
El señor de los espÃritus.
Para Cristo, durante su ministerio terrenal, no habÃa escapatoria del trabajo personal, de las afirmaciones hechas sobre su benevolencia por la miseria humana, o de la ingratitud del hombre. Cruzó el lago para buscar descanso, pero de inmediato, al aterrizar, se encontró con un caso de la mayor miseria y necesidad, que exigÃa el ejercicio de su autoridad compasiva. Su estadÃa fue breve, pero el tiempo suficiente para ganarse las gracias y la devoción de un pobre cautivo liberado, y el tiempo suficiente para calificar y comisionar a quien lo curó para un ministerio sagrado de benevolencia.
I. Tenemos aquà una representación del ESTADO MALVADO DEL PECADOR.
1. Ese estado es atribuible a la posesión por un poder maligno. Esto, de hecho, no afecta la responsabilidad del hombre, pero afirma la acción de la agencia sobrenatural. Los pecadores "han caÃdo en la trampa del diablo".
2. Los signos de ese estado son muchos y angustiantes. Al igual que el demonÃaco, el pecador es perjudicial para sà mismo, es perjudicial para los demás y, en consecuencia, no es apto para la sociedad.
3. Aquà se pinta una imagen de la desesperada condición del pecador. Como la posesión del demonÃaco era múltiple ("somos legión"), se prolongó y fue tan severa que todos los esfuerzos humanos no lograron brindar alivio, asà fue la condición del mundo pagano cuando el Salvador llegó a una condición de tierra tan degradada y tan confirmó en su miseria que, para el ojo humano, no se veÃa ninguna racha de esperanza al amanecer. Y el corazón, abandonado al control del mal, está en un estado para el cual no hay ayuda ni ayuda humana disponible.
II Tenemos aquà una representación del SALVADOR PODEROSO DEL PECADOR. No serÃa posible imaginar un contraste mayor que el que existe entre el miserable y delirante loco y el tranquilo y santo Jesús. Sin embargo, los dos se unieron. La autoridad divina y la compasión encontraron el pecado humano, la inmundicia y la degradación, y el demonio fue exorcizado y la vÃctima se recuperó.
1. Observar que se reconoce la autoridad divina del Señor. Ciertamente es notable que desde el mes del demonÃaco venga la confesión de que Jesús es "el Hijo del Dios AltÃsimo". Este Cristo es; y, si no fuera asÃ, su enfoque no traerÃa consuelo al corazón del pecador.
2. Además de este reconocimiento verbal, observamos una sumisión real y la experiencia del poder de Cristo. "El espÃritu inmundo salió". Jesús es "poderoso para salvar". Al igual que durante su ministerio, dondequiera que se predique el evangelio, el poder de Cristo se prueba en la experiencia real. Por formidable que sea el enemigo, Jesús es el conquistador.
III. Tenemos aquà una representación de LA SALVACIÃN DEL PECADOR.
1. Existe una liberación total de la tiranÃa de los antiguos enemigos. "Tomado cautivo por el siervo del Señor a la voluntad de Dios", tal es la descripción dada por un apóstol de la gran emancipación espiritual que, sin embargo, lleva a las almas a una nueva y mejor esclavitud.
2. La cordura es una consecuencia de la interposición de nuestro Señor. "Cuando volvió en sà mismo" es la descripción del cambio que tuvo lugar en el pródigo arrepentido. Solo se puede decir que el que se vuelve a Dios está "en su sano juicio".
3. La tranquilidad es un signo natural de una restauración espiritual. El Salvador es el PrÃncipe de la paz, y el evangelio es un evangelio de paz, y la paz es un fruto del EspÃritu. La verdadera religión calma la agitación, calma las tempestades del alma y aporta armonÃa a la vida humana.
IV. Tenemos un ejemplo del TESTIGO DEL PECADOR SALVADO AL SALVADOR. La conducta del demonÃaco curado es un emblema del testimonio consagrado del alma rescatada al gran Libertador.
1. Es provocado por un afecto agradecido: un afecto que permanecerÃa en la valiosa sociedad del Redentor.
2. Es designado y autorizado por el mismo Señor: "Ve a tu casa", etc.
3. Se lleva especialmente a los más cercanos y queridos: "tus amigos".
4. Consiste en una experiencia personal: "cuán grandes cosas ha hecho el Señor por ti".
5. Excita interés y asombro. Tal testimonio de tal testigo no puede ser sin efecto. Los salvados conducen a otros al mismo Salvador cuya virtud ellos mismos han experimentado.
Marco 5:21, Marco 5:35
El espÃritu de la doncella recordó.
Esta narrativa es un sorprendente ejemplo de intercesión y de su aprecio y recompensa por parte del Señor Jesús. El suplicante, Jairo, suplicó por su hija, y él no lo hizo en vano. Jesús realizó en su nombre uno de los tres milagros de la resurrección de los muertos que han sido registrados por los evangelistas.
I. EL HOMBRE ES PROBLEMA, Y JESÃS ES COMPASIONADO. La angustia del corazón de un padre, cuando su hijo yace en el punto de la muerte, es realmente intensa. Jesús comprendió y entró mentalmente en todas las relaciones y todas las experiencias de la humanidad, porque él mismo era el Hijo del hombre. ¡Cuán conmovedora en su simplicidad es el registro de la respuesta de nuestro Señor al llamado del gobernante: "Fue con él"! Ãl es siempre el mismo, "tocado con un sentimiento de nuestras enfermedades". Ãl nos acompañará a la casa del luto, a la cámara de la enfermedad, al lecho de la muerte; y su presencia aligerará la carga del paciente y aliviará el corazón del paciente.
II EL HOMBRE TIENE DESTINO, Y JESÃS LINGERS. La súplica del padre y la preocupación de la multitud que se aglomera se muestran vÃvidamente. ¡Qué natural que, en un caso tan crÃtico, haya una ansiedad general por llegar a la morada donde yacÃa la doncella moribunda! Sin embargo, el gran Médico hace una pausa para recibir otra solicitud de alivio, para hablar palabras de gracia a otro, a un espÃritu tÃmido y abatido. No hay prisa en los métodos de Cristo. A menudo les parece a quienes lo buscan que retrasa su ayuda. En su impaciencia pueden considerarse desatendidos. Pero no es asÃ; El tiempo libre divino con el que el Señor de la gracia es capaz de actuar debe despertar nuestra admiración y nuestra confianza.
III. EL HOMBRE DESESPERA, Y JESÃS REASURA. HabÃa un lÃmite para la fe que se apreciaba hacia Cristo. Se pensó que podÃa curar a los enfermos, pero no se soñó que podrÃa resucitar a los muertos. Cuando la pequeña doncella respiró por última vez, la casa fue abandonada a un dolor desesperado. Pero este fue el momento en que el Divino Amigo mostró la más profunda ternura de su naturaleza. "No temas, solo cree". Tales fueron sus palabras de consuelo, adecuadas para calmar e inspirar corazones abatidos con esperanza celestial. Aprendamos la lección de que, donde está Jesús, no hay lugar para la desesperación. Estas palabras suyas nos llegan cuando están abatidas, tristes y oprimidas bajo los cuidados y las aflicciones de la vida.
IV. EL HOMBRE ESTà AGITADO Y JESÃS ESTà TRANQUILO. Hay un contraste sublime entre el comportamiento de los amigos de Jairo y el comportamiento de Jesús. Un tumulto de llanto y llanto está bastante de acuerdo con los modales orientales, y está de acuerdo con la naturaleza humana que las mismas personas que lamentaron la muerte de la doncella deberÃan, cuando se dio otro giro a sus disposiciones excitadas, se han reÃdo del Señor para despreciar. ¡Cuán noble y digno en semejante escena aparece el comportamiento y el lenguaje de Cristo! Ãl reprende a la ruidosa muchedumbre y los expone, y con semblante tranquilo y antinatural conduce a los padres, con los tres apóstoles favorecidos, a la triste cámara de la muerte. "El mundo es para la emoción, el evangelio para calmar". Solo hay Uno cuya presencia puede desterrar la alarma y la inquietud, y puede arrojar una dulce calma sobre la vivienda agitada por el miedo y la angustia.
V. EL HOMBRE NO TIENE PODER Y JESÃS ES PODEROSO PARA AYUDAR Y SALVAR. La ansiedad de los padres, las lamentaciones de los dolientes, fueron vanos e impotentes para salvar a la niña de la muerte o para devolverla a la vida; pero el toque y el llamado de Cristo convocaron al espÃritu que habÃa huido. En el más profundo infortunio, la gracia y el poder de Jesús son más conspicuos. Ãl es capaz de acelerar, como los que están muertos en delitos y pecados, para respirar sobre ellos el aliento de vida. El alma que escucha su palabra, "¡Levántate!" despierta del largo y profundo letargo del pecado y vive de nuevo.
VI. EL HOMBRE ESTà ASOMBRADO, Y JESÃS ES RECOGIDO Y CONSIDERADO. No es de extrañar que los padres de la niña estuvieran abrumados por el asombro. ¡Y cómo, como el Señor, mostrar un interés tan tierno en la damisela reanimada como para ordenar que se le suministre comida! ¡Y cómo él también, en lugar de tratar de aumentar su fama y su favor con la gente, organizar que el milagro del presente, en la medida de lo posible, se oculte! La sabidurÃa, la consideración por los demás, era evidente en todo su comportamiento.
LECCIONES PRÃCTICAS 1. El incidente nos da una hermosa representación del poder y el amor de un Divino Salvador.
2. Y un ejemplo de la necesidad y la ventaja de la fe en Jesús, para la vida espiritual y la bendición.
3. Y una instancia sorprendente de la eficacia de la oración intercesora. Es muy posible que seamos alentados a imitar las súplicas creyentes y urgentes de Jairo.
Marco 5:25
Fe conquistando la timidez.
Lejos de retirarse de las escenas de angustia y aflicción, nuestro Señor Jesús fue encontrado donde el pecado o la miseria humana invitó a su compasión e invocó su ayuda. En esta ocasión, se dirigÃa hacia la casa de luto, la cámara de la muerte, y en su camino se detuvo para compadecerse y sanar a una vÃctima indefensa, tÃmida y temblorosa.
I. UNA IMAGEN ESTO DE NECESIDAD Y SUFRIMIENTO HUMANO. En medio de la multitud abarrotada habÃa personas de diversas circunstancias, carácter y deseos. En todas las compañÃas hay quienes tienen enfermedades espirituales que solo Cristo puede sanar, deseos espirituales que solo Cristo puede satisfacer. El pecado y la duda, la debilidad, la tristeza y la retaguardia, la impotencia y el desaliento, se encuentran en todos lados. El caso de esta pobre mujer merece especial atención.
1. Su necesidad era consciente y lamentable.
2. Fue de larga duración: durante doce años habÃa sufrido y no habÃa obtenido alivio.
3. Su caso estaba más allá de la habilidad y el poder humanos. HabÃa acudido a muchos médicos, habÃa soportado mucho el tratamiento, habÃa gastado todos sus medios y, sin embargo, en lugar de estar mejor, era peor que antes. Y ahora, aparentemente, la esperanza estaba despegando, y el final parecÃa cercano. Un emblema de este caso de muchos pecadores: consciente del pecado y de una tiranÃa duradera, pero indefensa y desesperada por la liberación.
II UNA IMAGEN ESTE DEL ENFOQUE Y CONTACTO DE TREMBLING FE, La narración gráfica del evangelista es muy sugerente y muy impresionante.
1. HabÃa fe en la venida de la mujer a Cristo. Ella podrÃa haber cuestionado la posibilidad de que él la curara. Ella podrÃa haber imaginado que, perdida en la multitud, no deberÃa obtener su atención y ayuda.
2. La fe, sin embargo, parece haber sido imperfecta. Algo de superstición probablemente la impulsó a apoderarse del dobladillo o la franja sagrada de su prenda, como si hubiera una virtud mágica en la presencia corporal del Salvador.
3. Sin embargo, la aventura de la fe superó el encogimiento natural y la timidez que ella experimentó. La duda y la timidez la habrÃan mantenido alejada; la fe la acercó y ella se lo robó. Fue el último recurso; por asà decirlo, la moribunda comprensión.
"Lo intenté, y lo intenté en vano, muchas maneras de aliviar mi dolor; ahora toda otra esperanza ha pasado, solo esto queda por fin: aquà antes de tu cruz miento, aquà vivo o aquà muero".
4. La fe condujo al contacto personal, al asimiento del Redentor. Jesús a menudo sanaba con un toque, por la imposición de su mano; y aquà reconoció la comprensión de la temblorosa confianza. Los que vienen a Jesús deben venir confesando sus faltas y necesidades, solicitando su misericordia y apoderándose de él con fe cordial.
III. UNA IMAGEN DEL TRATAMIENTO DE CRISTO DE UN SOLICITANTE CREYENTE. La conducta de Cristo ha sido registrada en detalle, para la instrucción y el aliento de todos a quienes llega el evangelio.
1. Observa su reconocimiento del individuo. Esta mujer era una de una multitud, pero no fue ignorada por el Salvador afectuoso y que todo lo ve. Nunca pasa por alto el uno entre los muchos; su corazón puede entrar en cada caso y socorrer a cada alma necesitada.
2. Observa el ejercicio inmediato y eficaz de su poder curativo. Lo que otros no pudieron lograr en largos años, el Divino Sanador efectuó en un momento. Asà Jesús siempre actúa. Su gracia trae perdón al penitente, justificación al culpable, limpieza al impuro. La gracia inmediata es la seriedad de la gracia inagotable.
3. Vemos que nuestro Señor acepta agradecimientos agradecidos. Le agradaba el coraje que, a pesar de la timidez, "le decÃa toda la verdad". Siempre se deleita en el agradecido homenaje de los elogios y la devoción de su pueblo.
4. Escuchamos la bendición graciosa de nuestro Señor. El idioma es muy rico y completo. Hay una garantÃa autorizada de bendición; existe la adopción de la curada en la familia espiritual, transmitida en una sola palabra, "Hija"; existe el reconocimiento de su fe salvadora; está el despido en paz; y existe la seguridad de que la curación es completa y permanente.
APLICACIÃN 1. Que esta representación del Salvador induzca a todos los oyentes del evangelio a llevar su caso a Jesús.
2. Que cada aspirante a Cristo sea alentado por la seguridad del respeto e interés individual del Señor. 3, Que la fe se apodere firmemente de Cristo, y eso a la vez sin demora.
HOMILIAS DE A.F. MUIR
Marco 5:1
Legión.
Cuestión general de posesión demonÃaca. Una forma agravada de influencia satánica. Lo suficientemente inteligible según el principio de provocación y desesperación: la luz y la oscuridad son más fuertes lado a lado. El advenimiento de Cristo despertó una intensa actividad y emoción en todo el reino demonÃaco. En esta escena se ejemplifica:
I. ANTAGONISMO MORAL.
1. Instintivo. Espontáneo; presciente; sin embargo, no proporciona una razón inteligible. "Un presentimiento espiritual intensificado" (Lange).
2. Debilidad del demonÃaco demostrado por:
(1) Emoción.
(2) Auto-contradicción. Atracción y repulsión alterna.
(3) Uso de armas prestadas.
El exorcismo, indudablemente tan a menudo pronunciado sobre él por magos y eclesiásticos, es todo el saber que parece poseer en el camino de la religión.
3. La fuerza de Cristo probada por la calma y la posesión de uno mismo, y la búsqueda resuelta de su objeto.
4. Absolutamente absoluto. "¿Qué tengo que ver contigo? ... No me atormentes".
II ASCENDENCIA MORAL (Marco 5:9.)
1. Ejercicio instantáneo de la autoridad. Tranquilo, posesivo y sin miedo. Ya habÃa discernido y medido a su oponente, y decidió cómo tratarÃa con él.
2. Conocimiento espiritual y habilidad. El gran médico habÃa diagnosticado su caso. Se necesitaba cirugÃa mental, basada en las verdades más profundas de la psicologÃa. El hombre tuvo que ser discriminado y liberado del demonio que habitaba. El primero tenÃa poco o ningún sentido de su propia identidad personal. Probablemente una legión romana habÃa sido acuartelada cerca, y cuando vio su número y poder, sintió que se parecÃan un poco a lo que se habÃa acuartelado dentro de su propia naturaleza. Con vanidad manÃaca, adoptó fácilmente el tÃtulo de "Legión". El orgullo y la miseria probablemente estuvieron involucrados en la retención del nombre; representaba el principio dominante en su conciencia confusa. Cristo le preguntó: "¿Cómo te llamas?" para despertarlo a un sentido de identidad personal: una medida sabia.
3. Disciplina rectoral. "Les dio permiso:" aparentemente su propia sugerencia, pero concedió
(1) según el principio de la psicologÃa curativa más alta: desencanto objetivo; el carácter y la distinción de los ocupantes inmundos de la naturaleza del hombre, expuestos de manera visible y externa, su mejor yo, enfranchised, serÃa más probable que se afirme;
(2) en cumplimiento de la disciplina rectoral. Los hábitos impuros y sin principios de las personas al violar la Ley se vengan de este modo.
III. DECISIÃN MORAL (Marco 5:14.) Los gadarenos tuvieron que decidirse con respecto al gran extraño.
1. Los datos. (- Marco 5:14.) El material y la moral se presentaron en oposición, como en muchos otros casos. ¿Cómo se estimó su importancia relativa?
2. La decisión. Una petición unánime para que se vaya. ¿Cómo se puede esperar que tales hombres juzguen lo contrario? TenÃan grandes ideas de Cristo, pero del tipo equivocado.
3. La respuesta. Salida instantánea Los tomó en su palabra. "No creyeron en él", y actuar sobre su incredulidad instó a su solicitud. El conflicto de ira y miedo, adulación y obstinación. Una palabra fue suficiente; No, un deseo, incluso no expresado, a menudo ha asegurado el mismo resultado. Ni la tormenta, ni la mala reputación de la gente, ni siquiera el horror del demonÃaco, podrÃan disuadirlo de venir; ¡Pero una palabra lo envió lejos! ¡Cuán cuidadosos deben ser los hombres en su actitud hacia el Visitante celestial! Fue, pero no sin tener, en la persona del manÃaco restaurado, un monumento de su poder y gracia salvadores. Cada región y cada corazón tiene su testimonio de lo mismo.
Marco 5:9, Marco 5:10
La posesión satánica es una destrucción de la identidad personal.
I. INSTANCIAS E ILUSTRACIONES.
II IMPORTANCIA DE LA PERSONALIDAD PARA LA VERDADERA VIDA RELIGIOSA Y MORAL.
III. LA RESTAURACIÃN DE ESTE EL GRAN TRABAJO DE CRISTO. â M.
Marco 5:10; Marco 12:1, Marco 13:1; 17-19
Oraciones concedidas y negadas.
No hay capricho visible en las decisiones de nuestro Señor. Por el contrario, se revelan grandes principios morales. Toda la conducta de Cristo en esta ocasión, por lo tanto, es importante para la guÃa práctica de los cristianos.
I. LA PETICIÃN DEL DEMONIACO. (Marco 13:10.) "Le rogó mucho que no los enviarÃa fuera del paÃs". No se presta atención a esta solicitud, a pesar de su fervor apasionado. ¿Por qué?
1. El hombre mismo no estaba rezando. Estaba despersonalizado y enamorado de la posesión de los demonios, y no era responsable de sus palabras o acciones. Fue para liberarlo de esta clamor que Cristo habÃa emprendido su caso.
2. HabrÃa neutralizado la misericordia prevista para el hombre de infligir el mal a los demás.
3. No hubo sumisión real en los peticionarios reales. SeguÃan siendo demonios, sin cambios en su carácter, y deseosos de hacer más travesuras. Impotentes, todavÃa deseaban hacer el mal.
II LA SOLICITUD DE LOS DIABLOS. Esto fue otorgado, a pesar del carácter de quienes lo hicieron. Una maravilla, de verdad; demonios escuchados y respondidos por Cristo! ¿Está aliado con ellos?
1. Fue una asfixia de uno de los dos males menores. ParecÃa necesario que alguna forma visible recibiera los espÃritus desposeÃdos, para que todos, especialmente el hombre mismo (cf. sobre el principio probable de curación, el boceto anterior), pudieran darse cuenta de que el despojo habÃa tenido lugar realmente. Como simplemente desposeÃdos, podrÃan haber tomado su morada en otra alma; pero al darles instrucciones después del despojo, fueron confinados a brutos; y la catástrofe que resultó probablemente fue prevista por Cristo. En la destrucción de los cerdos, los demonios fueron expulsados âârápidamente de la esfera terrestre.
2. Y en esa destrucción se infligió un castigo a los gadarenos, que todavÃa eran sórdidos, descuidados con la Ley (que prohÃbe la crÃa de cerdos) y poco espirituales.
III. EL ENTREADO DE LAS GADARENAS. Fue respondido de inmediato, porque:
1. Implicó un rechazo deliberado e inteligente del Salvador. HabÃan visto su maravilloso triunfo moral y la destrucción de los cerdos; pero en su estimación, la pérdida material superó con creces la ganancia espiritual.
2. Hubo otros en otros lugares que lo estaban "esperando".
3. El demonÃaco curado podrÃa ser incluso más efectivo como predicador que él mismo. Era un monumento duradero de su poder y gracia. PodrÃa necesitarse tiempo para dejar que el milagro se hunda en la conciencia popular.
IV. LA ORACIÃN DEL HOMBRE RESTAURADO. Un deseo natural bajo las circunstancias. El miedo a que los demonios regresen si se queda solo, la gratitud y el amor por su Benefactor, sin duda lo activaron. Pero se le niega! Esto debió herir sus sentimientos y decepcionarlo. Pero:
1. No era prudente para Cristo en ese momento tener uno tan estrechamente identificado con los demonios en su compañÃa y ocupado en su servicio. Se habÃa hecho la acusación (Marco 3:22) de que estaba aliado con Satanás.
2. No era la mejor vida para él conducir en su condición actual. La privación y la emoción no eran adecuadas para alguien que habÃa sido demacrado y debilitado por los demonios.
3. Un trabajo de mayor uso y obligación personal lo esperaba donde estaba. Fue el único discÃpulo de Cristo en esa tierra ignorante. Los que habÃan sido escandalizados por su vida anterior, y habÃan sufrido de ella, debÃan ser considerados primero. La casa que habÃa sido desolada debÃa ser revisada y animada por la amable presencia y la influencia salvadora del redimido.
LECCIONES GENERALES 1. Las oraciones pueden concederse con ira y negarse con amor.
2. Los males menores pueden permitirse para prevenir los mayores.
3. Los deberes deben considerarse antes que los privilegios.
Marco 5:14
Heraldos hostiles de Cristo.
I. DIFICULTAD PARA OBTENER EL EVANGELIO REALMENTE Y PREDICAR FIELMENTE.
II CONTRASTE ESTO CON LA VARIEDAD RÃPIDA DE NOCIONES FALSAS SOBRE CRISTO, HERENCIAS, ALARMAS DE ENCENDIDO, ETC,
III. COMPENSACIONES
1. La existencia de Cristo se da a conocer. Poco a poco su personaje se reivindicará.
2. La curiosidad se despierta y se siente emocionado. Casi cualquier cosa es mejor que la indiferencia. Y los testigos de su verdad y gracia están en todas partes.
3. Los discÃpulos de Cristo se ven obligados a vindicar a su Maestro. â M.
Marco 5:15
Milagros monumentales.
El cuadro: Cristo y el demonÃaco sentado a sus pies. Más impresionante y sublime que incluso la reprensión de la tormenta. Tales trofeos son mejores que los sermones, porque:
I. SON UN RECORDATORIO Y UN EJEMPLO PERMANENTES.
II SON PATENTES PARA TODOS Y PUEDEN SER ENTENDIDOS POR TODOS. "EpÃstolas vivas, conocidas y leÃdas de todos los hombres".
III. DESAFÃAN LA REFUTACIÃN Y EXIGEN SER EXPLICADOS.
Marco 5:21
Ministerios desglosados.
Raramente encontramos a Cristo yendo directo con un curso de enseñanza o trabajo. Interrupciones que ocurren constantemente; muchos ministerios que forman el único gran ministerio. La conexión más Ãntima de Marco 5:21 se da en Mateo 9:18 ("mientras hablaba estas cosas"). No es que Mateo signifique que Cristo todavÃa estaba en la mesa, ni que el orden de Marcos es incorrecto. Mark no declara que la fiesta de Mateo (Marco 2:15) haya tenido lugar inmediatamente después de la conversión, sino que se narra en el segundo capÃtulo en lugar del quinto, debido a la conexión obvia de los dos eventos. Aceptando, por lo tanto, el orden del primer Evangelio, vemos:
I. CRISTO INTERRUMPIDO.
1. En su enseñanza. (VersÃculo 21; Mateo 9:18.) Sin embargo, ¡qué interés tienen los sujetos: comer con publicanos y ayunar! ¡Qué significativos son estos descansos! ¡Qué natural, en un mundo tan lleno de influencias inquietantes y cambiantes como esta!
2. En su pretendida misericordia. Cuando va a la casa del gobernante, se produce el incidente de la mujer en la multitud (versÃculos 25-34), y se retrasa. Sin embargo, la oración de Jairo fue urgente y se rompió con aprensiva emoción. Solo que esto era aún más apremiante, porque era
(1) sufrimiento y vergüenza actuales, actuales y duraderos;
(2) una demanda de fe en nombre de su propio poseedor (no, como en el caso de Jairo, de otro).
II FRAGMENTOS QUE HACEN A UN GRANDER TODO. No tenemos tiempo para lamentar la ruptura, la aparente incompletitud, antes de que nos sorprenda el comentario que se proporciona en los incidentes que siguen. Ãl es el gran médico: para la hija del gobernante, la mujer con el problema y los dos hombres ciegos por igual; el Portador de la alegrÃa, también, para muchos por sus misericordias curativas y sus amables palabras. Todos lo necesitan, si solo lo supieran; y, participando en las bendiciones de su presencia, no pueden llorar ni ayunar, pero deben regocijarse. Y asà en el caso del gobernante; la demora realmente recompensó su fe con una ilustración real del poder de Cristo, y asà lo sostuvo en el ejercicio superior de la fe. "Mi hija aún está muerta, pero ven y pon tu mano sobre ella, y ella vivirá" ( Mateo 9:18). Esta es una foto de muchas vidas. No podemos escapar de las interrupciones. Sin embargo, no debemos abandonar la unidad de propósito. Podemos fallar en terminar todo lo que buscamos hacer, o hacerlo como lo harÃamos; pero Dios mantiene la armonÃa de conexión y finalmente la revelará, o incluso antes. El sermón interrumpido, la intención misericordiosa retrasada o frustrada, puede demostrar mayores bendiciones en el caso de que si se sufriera ininterrumpidamente para proceder a una integridad visible o inmediata dentro de sà mismos. La vida u obra divinamente interrumpida, pero perseguida con unidad de fe y propósito hasta el final, será una cosa más grandiosa y divina de lo que podrÃa haber sido.
LECCIONES 1. ¡Qué infinitos los recursos del Salvador!
2. Su enseñanza es inseparable de la acción y la vida.
Marco 5:21
Hija de Jairo; o, los usos del duelo.
I. DESCUBRIENDO LA NECESIDAD DE UN SALVADOR.
II PERFECCIONANDO LA VIDA ESPIRITUAL DE LOS BEREAVED.
II REVELANDO LA INFINITA MISERICORDIA, LA SIMPATÃA Y EL PODER DE CRISTO. â M.
Marco 5:21
La hija de Jarius; o, el curso de una verdadera fe.
I. ORIGINADO POR MUCHAS CIRCUNSTANCIAS EVIDENTE Y OBSCURE. El ministerio general de Cristo, Quizás Jairo habÃa sido testigo de la fe del centurión.
II LLAMADO AL EJERCICIO POR GRAN AFLICACIÃN Y NECESIDAD.
III. TRIUNFANDO SOBRE LAS DIFICULTADES.
IV. RECOMPENSADO POR RESPUESTAS Y CONFIRMACIONES INEFFIBLES. â M.
Marco 5:25
La curación del problema de la sangre.
El poder magnificador de la fe. 'Fue solo un toque, humanamente hablando; Sin embargo, ¿era un medio de salvación para el alma creyente?
I. TRANSFORMANDO PEQUEÃAS COSAS EN MEDIOS DE GRACIA.
1. Muchos toques, pero solo un toque de fe. Esto solo fue efectivo y salvador. No es el esfuerzo humano lo que salva, sino el espÃritu de fe que se apodera de Cristo.
2. Solo el dobladillo de su prenda. Sin embargo, tan eficaz como si hubiera tocado el cuerpo de Cristo. ¿Cómo es eso? Porque ella lo tocó espiritualmente. Todas las ordenanzas y los medios externos de gracia son en sà mismos pequeños, no mejores que el dobladillo de la vestimenta de Cristo. Es el Salvador quien es grande cuando es invocado por una gran fe.
3. Hacer uso de lo que estaba al alcance. Quizás no sea el mejor medio posible. Pero suficiente cuando va acompañado de fe.
II EN TERMINOS INMEDIATOS DE LA TIERRA QUE ASEGURAN A LOS ESPIRITUALES ULTERIORES. La mujer temblorosa y temerosa no solo aseguró el vÃnculo fÃsico; el Salvador dijo: "Tu fe te ha salvado", una palabra que tenÃa un significado más grande que el que podrÃa ser agotado por un alivio meramente temporal o integridad fÃsica.
Marco 5:25
Salvación sin dinero y sin precio.
Una figura de la experiencia espiritual del hombre.
I. CONTRASTE CON LOS EXPEDIENTES DE SALVACIÃN A TIERRA, estos son caros porque:
1. Pierden la naturaleza espiritual del hombre.
2. Aumentan en lugar de disminuir el mal. ¡Qué triste la pobre mujer! ¡Qué gran contraste con el niño "dormido"! La muerte en la vida es mucho peor que la muerte natural. No se llora como este último, y tiene toda la tristeza añadida de desilusión y desesperación.
3. Se mantienen alejados del verdadero Salvador.
II TODAVÃA DEBE SER LEGÃTIMEMENTE BUSCADO. La gracia de Dios no puede ser robada. El Salvador sabe cuándo un pecador recibe su "virtud". Solo hay un camino: el camino de la fe. La salvación de Dios es dada, no tomada por la fuerza o sigilo; gentilmente dado, con una bendición y una confirmación de seguridad.
III. NO Cuesta AL PECADOR NADA, PERO EL SALVADOR TODO. â M.
Marco 5:25
Las pequeñas cosas de Cristo son grandes para los hombres.
¡Qué gran idea tuvo esta mujer de Cristo! Si hubo alguna falla, fue que ella creÃa en el poder, pero no confiaba en el amor de Cristo. Sin embargo, su humildad, que era tan manifiesta como su fe, y su vergüenza pueden explicar en gran parte el sigilo y la subrepticia de su acción.
I. LOS MEDIOS DE GRACIA NO DEBEN DESPETIRSE PORQUE APARECEN EXTERNAMENTE INSIGNIFICATIVOS. Superstición, ritualismo, etc., en desuso; Sin embargo, un incidente de error en el extremo opuesto. No somos salvos por obras, ni (literalmente) somos salvos por fe. Es Cristo quien salva. Esta mujer estaba tocando a Cristo. La suficiencia de Dios es tan diferente de la del hombre.
II NO ES EL CARÃCTER EXTERIOR DE NINGÃN ACTO, SINO EL ESPÃRITU EN EL QUE SE HACE, DEBE SER CONSIDERADO CON PRINCIPIO. El gran fin de los actos religiosos es llevarnos a la comunión con Cristo. Esto de la mujer era un mero toque, apenas perceptible en la presión de la multitud. Los discÃpulos no lo habÃan observado. Pero Cristo sintió que habÃa sucedido y que habÃa sido efectivo. Hay muchas maneras en que él alcanza las almas y es alcanzado por ellas. Las experiencias comunes de la vida pueden ser canales de mayor bendición que las ordenanzas de la Iglesia, cuando se consideran con un espÃritu creyente y piadoso.
III. LA PIEDAD A MENUDO APARECE POR PROPORCIONAR VENTAJAS Y OPORTUNIDADES.
1. Las cosas pequeñas a menudo traen a las personas a Cristo, o las mantienen alejadas de él.
2. La fe a menudo puede descubrirse en medio de la ignorancia y la ausencia de la religión convencional.
3. Los privilegios espirituales pueden obstaculizar en lugar de ayudar al progreso religioso si no se usan espiritualmente. Esta pobre mujer se levantará en juicio contra muchos que han hecho una gran muestra de observancia religiosa, y los condenará. Es posible que escuchemos con demasiada frecuencia, si no nos esforzamos y obedecemos. Requerimos "gracia por gracia" - M.
Marco 5:30
"¿Quién me tocó?"
I. LA GRACIA AHORRADORA DE CRISTO SIEMPRE SE EJECUTA CONSCIENTEMENTE.
II ES FE QUE HACE EFECTIVO Y PECULIAR EL TOQUE DEL PECADOR DEL SALVADOR.
III. EL CREYENTE SECRETO ES CONVOCADO A UN TESTIMONIO ABIERTO. Por el bien de:
(1) honor;
(2) salud espiritual; y
(3) la ventaja de los demás.-M.
Marco 5:35
"¿Por qué molestar más al Maestro?"
Una queja que da una idea de la naturaleza hostigadora de la obra de Cristo; atraÃdo de un lado a otro por la angustia y el deseo humanos, siempre estaba en marcha, cuando los hombres descubrieron que lo necesitaban.
I. LA RAZONABILIDAD APARENTE DE LA PREGUNTA. Una queja muy raramente ocasionada, aún más raramente justificada. En la presente ocasión, sin embargo, parecÃa bastante razonable. Por:
1. ¿No serÃa inútil una mayor urgencia? "Tu hija está muerta"; y hubo un final del asunto. Nada más se puede hacer. La vÃctima habÃa sido sacada del poder del hombre. ¿Seguramente no se podrÃa esperar que la muerte ceda su presa? Circunstancias como esta ocurren constantemente en la experiencia humana. Se hace una distinción, a menudo se debe hacer, entre las cosas en las que se puede buscar y orar por ayuda, y aquellas en las que es inadmisible orar. ¿No hay casos desesperados de incredulidad y pecado por los cuales hemos renunciado a la oración?
2. HabÃa otros que requerÃan su atención y ayuda. ParecÃa incorrecto monopolizar a Cristo, especialmente cuando no se podÃa hacer nada. Nuestro dolor puede convertirse en una forma de egoÃsmo si nos hace desconsiderados con aquellos que quizás han sufrido más que nosotros. Si la religión hace algo por nosotros, deberÃa sacarnos de nosotros mismos y hacernos simpatizar con los demás.
3. Cristo probablemente estaba cansado. HabÃa sido un dÃa emocionante. La multitud lo abarrotó y lo presionó. Una pobre vÃctima se habÃa aventurado a tocar su prenda, y de inmediato detectó la acción. ¿Fue porque tuvo que dominar su fuerza que lo habÃa notado tanto? Quizás habÃa signos de cansancio en sus rasgos y andar. Fue la consideración y el respeto por él lo que dictó las palabras. "El Maestro: habÃa, por lo tanto, discÃpulos de Jesús en la familia de Jairo" (Bengel).
II LAS FALACIAS QUE INVOLUCRÃ. Es obvio que una gran parte de las consideraciones anteriores se aplican solo al estado humano de Cristo, los dÃas de su carne y debilidad. Pero hay muchas objeciones a la oración importuna e incesante que dependen para su validez de concepciones muy humanas y limitadas de Dios el Hijo. Será evidente, por lo tanto, que si se puede defender la conducta de Jairo en "molestar al Maestro" cuando estaba en la tierra, y sujeto a las condiciones y enfermedades de nuestra naturaleza, mucho más la urgencia de aquellos que asedian el trono de gracia noche y dÃa con sus peticiones. Sin duda, Cristo fue a menudo preocupado por los pretendientes por su ayuda y simpatÃa; pero:
1. Le preocupaba más cuando a los hombres no les importaba buscarlo. Reprendió a los judÃos incrédulos: "No vendrás a mà para que tengas vida" ( Juan 5:40). La indiferencia es más odiosa para él que la mayor importunidad. Es mejor tener una fe supersticiosa que ninguna fe en absoluto. bendigamos la debilidad o la tristeza que nos acerca a él, haciéndonos sentir que lo necesitamos. Porque, lo pensemos o no, no podemos prescindir de él.
2. Ãl mismo alentó a los hombres a "molestarlo". ¡Qué audaces promesas eran suyas! "Yo soy el pan de vida: el que viene a mà no tendrá hambre, y el que cree en mà nunca tendrá sed" ( Juan 6:35); "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mÃ, aunque muera, vivirá" ( Juan 40:25); "El que cree en mÃ, las obras que yo hago, él las hará también; y mayores que éstas hará" ( Juan 14:12); "Todas las cosas son posibles para el que cree" (Marco 9:23); y cuantas veces como aquÃ, "¡Solo cree!" ¡Cuán universales sus invitaciones! - "Si alguno tiene sed, que venga a mà y beba" ( Juan 7:37); "Venid a mà todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar" ( Mateo 11:28). "Pregunte, y se le dará", etc. ( Mateo 7:7).
3. No hay caso demasiado desesperado para llevar a Cristo. Ninguna enfermedad podÃa desconcertarlo mientras estaba entre hombres; incluso la tumba entregó a sus muertos ante su potente palabra. Y ahora "todo poder en el cielo y la tierra" es suyo. "molestémoslo", por lo tanto, con nuestras penas y dificultades hasta que nos alivie. La atención o el deseo que no se le brindan nos separará de él. No debemos temer ofenderlo; él es el Salvador, y fue para consolar y salvar a los hombres que vino. Aun cuando pensamos que nuestra tranquilidad es desesperada, o decimos dentro de nosotros mismos: "No sirve de nada; aparentemente no es para molestarlo", lamentamos su EspÃritu y resistimos su gracia. El pecador que ha pecado por encima de la medida, y es completamente vil, puede venir. ¿Cómo se cumple esa promesa en él: "Ven ahora, y pensemos juntos, dice el Señor: aunque tus pecados sean tan escarlata, serán tan blancos como la nieve; aunque serán rojos como el carmesÃ, ¡serán como la lana! " ( IsaÃas 1:18.) - M.
HOMILIAS POR A. ROWLAND
Marco 5:2
El demonÃaco de Gadara.
Este es el relato más detallado e importante dado en los Evangelios de posesión demonÃaca. Algunos se contentan con identificar este fenómeno con locura o epilepsia, y suponen que nuestro Señor usó la fraseologÃa actual sobre el tema, aunque expresó un engaño popular. Somos lentos para aceptar una explicación que parecerÃa acreditarle a él, quien siempre fue verdadero, y a sà mismo "la Verdad", con un error sancionador; especialmente porque usaba el mismo idioma cuando estaba solo con sus discÃpulos, a quienes atacó "se le dio a conocer los misterios del reino". Por otro lado, "posesión" no era idéntica a la degradación moral. La idea de que MarÃa Magdalena era una vida particularmente malvada, porque "de ella el Señor echó siete demonios", es insostenible; y hay pocas dudas de que Caifás, que era astuto, insensible y autocontrolado hasta el final, era moralmente peor que esos enfermos. Sin embargo, un débil rendimiento a las pasiones animales era posiblemente la causa principal de posesión por parte de espÃritus malignos, en cuya existencia no podemos dejar de creer. El bien estaba encarnado en esos dÃas, y el mal también apareció como encarnado en un sentido especial. Hebilla muestra que ha habido un flujo y reflujo en las corrientes de la historia nacional; y asà ha habido en la historia moral, y en los dÃas de nuestro Señor las fuerzas espirituales estaban en el diluvio. Cuanto más estudiamos las obras y la Palabra de Dios, más nos convencemos de que lo inexplicable no es para los hombres reverentemente reflexivos, increÃbles o absurdos. Entramos en el estudio de esta escena no con la esperanza de dilucidar todo misterio, sino con la oración para que podamos obtener algo de ayuda espiritual. Representado como está en colores fuertes y oscuros, puede permitirnos comprender la naturaleza de la obra de Cristo en el alma. Vemos aquÃ
I. UN HOMBRE BAJO VINCULACIÃN AL MAL. La expresión de un espÃritu "inmundo" y la extraña disposición de entrar en "los cerdos" denotan la naturaleza del hombre. Por la indulgencia del apetito, el hábito habÃa conquistado la voluntad, y él no tenÃa dominio sobre sà mismo. Esa es la esencia de la "posesión". Las formas modernas no son difÃciles de encontrar. Describa al borracho en su progreso descendente. Por fin, aunque sabe que la ruina está ante él, si la tentación se interpone en su camino, sus resoluciones se irán al viento. Está fascinado o "poseÃdo". Asà con el jugador y otros. La condición del demonÃaco se parecÃa a la de ellos. La comodidad doméstica se habÃa ido; se perdió el respeto de los demás; la vida fue arrasada. PodÃa ver los dedos apuntando hacia él, los ojos fulgurantes sobre él, el infierno bostezando por él, y sus enemigos parecÃan atacarlo sin resistencia mientras el avance de la temida "legión" romana. Observe también los efectos perturbadores del mal. Estaba "viviendo en las tumbas", un lugar lúgubre y temible, en armonÃa con su estado melancólico. "Todos los que me odian, aman la muerte". El hijo pródigo debe "volver a sà mismo" antes de volver al Padre. Como este demonÃaco se cortó con piedras, sin preocuparse por el dolor, algunos destruyen su sensibilidad moral; como él era una causa de miseria o de terror, asà es con ellos; como temÃa el acercamiento de un juez que no podÃa engañar, de un rey del que no podÃa escapar, ellos también. Cuidado con la manipulación del pecado.
II UN HOMBRE QUE LANZA LOS RESTRICCIONES HUMANAS. No estaba sin quienes lo amaban. HabÃan hecho todo lo posible para contenerlo o curarlo. Al ver el crecimiento del mal, sus padres tratarÃan de hacer que el hogar fuera atractivo, invitando a compañeros que desviarÃan su pensamiento; las hermanas abandonarÃan su inocente placer de cumplir con sus deseos; y cuando llegó el estallido, estaba "atado con grillos y cadenas", para no lastimarse a sà mismo ni a los demás. Todo en vano. La restricción humana nunca conquistará el mal moral. Lo reprime o altera su forma, pero no lo desarraiga. El desorden y la inquietud que ahora se ven en la sociedad presagian problemas serios e indican un colapso de gran parte de nuestra civilización jactanciosa. La educación solo transforma a Bill Sykes, el ladrón, en Carker, el liso, acostado. Podemos restringir la deshonestidad, la embriaguez, las palabrotas, etc., para que ya no se encuentren en hogares respetables; pero aunque cerramos los ojos al hecho, el demonÃaco solo ha deslizado sus cadenas, y está allà en "las tumbas" y en las guaridas de nuestra tierra. La moderación de los padres hace mucho, pero llega un momento en que la independencia y la autoafirmación se hacen sentir, y el padre o la madre solo pueden rezar. Hable con aquellos que aún recuerdan la antigua casa en la que eran tan diferentes de lo que son ahora.
III. UN HOMBRE QUE SE ENCUENTRA CON SU SALVADOR. Con su sensibilidad mórbidamente acelerada, sabÃa quién era Jesús y tenÃa un presentimiento de lo que vendrÃa. Su postración abyecta, junto con su audaz mal uso del nombre sagrado, indican la distracción y el desorden que lo caracterizan. Cristo trató con él sabiamente, con firmeza y amor. Ãl preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Trató de convocar al mejor ser del hombre, para provocar una ruptura en su pensamiento entre él y el mal; le dio tiempo para pensar qué necesidad tenÃa de ayuda, y qué esperanza y posibilidad habÃa de eso. Entonces a los demonios llegó la palabra decisiva, "¡Ve!" y en poco tiempo fue visto "sentado a los pies de Jesús, vestido y en su sano juicio". En cada uno de nosotros, el dominio del pecado debe ser quebrantado, y Cristo solo puede romperlo. Apele a quienes han estado bajo el dominio del pecado por mucho tiempo, no se desesperen por sà mismos, porque Cristo no se desespera de ellos. Fue cuando sus amigos abandonaron a este demonÃaco como desesperado cuando llegó su redención. Por lo tanto, cuando la auto reforma ha resultado inútil, los benefactores fallan y los amigos se desaniman, él demuestra que "es capaz de ahorrar al máximo". Tratando lastimosamente al pecador, él trata sin piedad su pecado, y lo arrojará a las profundidades del mar.
Marco 5:17, Marco 5:21
El rechazo y la recepción de Jesús.
Nuestro texto nos presenta un contraste sorprendente. Solo unas pocas millas de mar separaron fÃsicamente a estas personas, pero moralmente qué abismo habÃa entre ellas.
I. A ambos lados del lago se habÃan escuchado las palabras de Cristo y se habÃan visto sus obras de poder, ¡pero qué diferentes fueron los resultados! Si hubiera sido como nosotros, de temperamento y disposición variables, en un momento malhumorado, en otro genial, podrÃamos explicar esto más fácilmente. Porque las disposiciones de los hombres pecaminosos son como el lago de Galilea: ahora furioso por la tormenta, y ahora tranquilo y todavÃa bajo los cielos sonrientes. Pero no habÃa tal variabilidad en el Hombre Perfecto. No estaba alegre cuando las ramas de palma se agitaban sobre Olivet, y se enojó cuando sus discÃpulos lo abandonaron y huyeron. No era una cosa en Gadara, y otra en Capernaum. "Ãl es el mismo ayer, hoy y siempre." Debemos buscar en otro lado para dar cuenta de este fenómeno, y encontraremos que sus causas son las que tienen un carácter y un destino tan amplios, dos oyentes que se sientan en la misma iglesia o dos niños que se arrodillan junto a la rodilla de la misma madre.
I. LOS VARIOS ASPECTOS EN LOS QUE CRISTO SE PRESENTÃ. Sus relaciones con quienes lo rodeaban no eran simples, sino complejas. Podemos ser geniales en un aspecto de nuestro carácter, pero él fue genial en todos los aspectos.
1. Apareció como maestro. En la sinagoga, en la playa, en medio de la multitud, pronunció la verdad divina, y esperaba de parte de sus oyentes mentes humildes y obedientes. Asumió que sabÃa lo que ellos no sabÃan, respetando la naturaleza de Dios, el significado de la antigua dispensación, los fenómenos de la vida, el futuro venidero, etc. No adujo argumentos, pero exigió (como todavÃa exige), el fundamento de lo que era y es, la aceptación o el rechazo de sus palabras. "Habló como alguien que tiene autoridad". "Este es mi Hijo amado; escúchalo". La aceptación de Cristo como Maestro implicaba mucho, porque no enseñaba teorÃas abstractas, sino principios enunciados que revolucionarÃan los puntos de vista sobre la economÃa judÃa y eliminarÃan los pecados populares. Muestre lo que Cristo exige a los discÃpulos ahora, y el espÃritu en el que debemos recibir su revelación.
2. Apareció como un Salvador. El pensamiento y la acción se combinaron armoniosamente en Cristo, y deberÃan mezclarse en cada cristiano. El Maestro del pueblo era el Sanador de sus cuerpos y el Purificador de sus almas. Esta obra compleja se confÃa a la Iglesia. Cristo curó al demonÃaco, y devolvió la vista a los ciegos, y la salud al leproso, como signos de lo que habÃa hecho para los hombres.
3. Apareció como un amigo. Entró en los hogares de las personas en Capernaum y en otros lugares, para curar enfermedades en la casa de Peter, para bendecir a los niños en otro hogar, para compartir la festividad en Cana, para llorar con los dolientes en Bethany. Esta amistad de la que se regocijaron los discÃpulos. La presencia de ese Amigo los habÃa liberado en la tormenta. Como tal, se presenta en cada corazón, diciendo: "He aquÃ, yo estoy en la puerta y llamo", etc.
III. LOS DIFERENTES EFECTOS DE TAL PRESENTACIÃN EN LAS PERSONAS. Esto puede ilustrarse no solo por la conducta de los discÃpulos y del demonÃaco curado, sino por el contraste de la condición de la gente de Gadara con la de la gente de Capernaum. Esto ejemplifica:
1. El rechazo de Cristo. El milagro más asombroso no producirá fe en aquellos que se preocupan más por sus posesiones que por la pureza y el amor, como Cristo habÃa impartido al hombre que tenÃa el espÃritu inmundo. La pérdida de los cerdos despertó por primera vez el terror, pero poco después la indignación, entre la gente, que mezclaba adulación y obstinación "comenzó a rezarle para que saliera de sus costas". Se rindió a su deseo y, hasta donde sabemos, nunca más volvió. Del mismo modo, fue rechazado en Nazaret ( Lucas 4:29) y en Jerusalén (Mateo 23: 1-39: 87). En la instancia anterior a nosotros, la gente temÃa al Santo más de lo que temÃa al demonÃaco. Su codicia se alzó en armas contra el destructor de sus cerdos; se preocuparon más por ellos que por el rescate de un hermano-hombre. Incluso ahora a veces la propiedad se defiende más celosamente que los derechos personales. Cristo estableció el principio de que un hombre es mejor que una oveja, y expresó ese principio en su acción en Gadara. Muestre cómo se prefieren las posesiones y la posición a la simple obediencia a la voluntad de nuestro Señor, de modo que del amor al mundo todavÃa sea rechazado.
2. La recepción de Cristo. Una bienvenida real correcta lo estaba esperando al otro lado del lago. Allà la gente habÃa visto cambios forjados en sus hogares por su poder, y habÃan escuchado con entusiasmo sus palabras de sabidurÃa y amor. No podÃan volver a su trabajo como si no hubiera Cristo que hubiera venido a salvarlos y consolarlos. Cuando se fue, rezaron para que el pequeño bote volviera a cruzar el mar; y cuando se vio por primera vez su vela, la noticia se extendió rápidamente por todas partes. Los pescadores dejaron sus redes y corrieron a llamar a sus compañeros, diciendo: "¡Jesús viene!" los ancianos se tambalearon hacia el mar porque Jesús venÃa; las mujeres que lloraban por sus seres queridos pensaban con agradecimiento y amor por su simpatÃa; y los niños pequeños dejaron sus juegos en el mercado para alegrarse con su sonrisa. Y aun asÃ, él se presenta entre nosotros en palabras serias, en canciones sagradas, en pensamientos santos, en recuerdos solemnes. Luego abre la puerta de tu corazón, derrama los tesoros de tu amor, despierta los cantos de alabanza, mientras dices: "¡Aún asÃ, ven, Señor Jesús!" - A.R.
Marco 5:18
Deseo y deber.
HabÃa una maravillosa variedad en los métodos de tratamiento adoptados por nuestro Señor para tratar con aquellos que lo rodeaban. Tocó los ojos de los ciegos; él lleva su mano a los postrados por la enfermedad o los golpea la muerte; a veces hablaba primero la palabra de curación, y a veces la palabra de perdón, siempre adaptándose a la condición especial de cada uno, de acuerdo con su perfecto conocimiento de su necesidad más profunda. La misma integridad de conocimiento y consideración se revela en su relación con aquellos que habÃan sido bendecidos y que ahora estaban entre sus seguidores. Se instó a algunos a seguirlo, otros se desanimaron por una presentación de dificultades. Lucas da un hermoso ejemplo de esto ( Lucas 9:57-42), en su relato de aquellos que hablaron con nuestro Señor justo antes de que cruzara el lago. Aquà se ve la misma consideración amable de lo que fue realmente mejor para uno de sus seguidores. Y sus discÃpulos ahora no requieren el mismo tratamiento, ni tienen el mismo trabajo que hacer o la misma esfera para llenar.
I. EL DESEO DEL CONVERTIDO. (VersÃculo 18.) "Cuando Jesús entró en el barco" o, más correctamente (versión revisada), "cuando entraba en el bote", el demonÃaco entregado rezó para que pudiera estar con él. Era un deseo natural y correcto, aunque todos los motivos que lo motivaron posiblemente no eran dignos. Como en nosotros, asà en él, habÃa una mezcla de lo noble con lo ignorable. Veamos qué lo activó.
1. La admiración. No es de extrañar que se sentara a los pies de este Poderoso y lo mirara con amor adorador. Los ángeles se inclinan ante él; los redimidos arrojan sus coronas a sus pies. La reverencia y el temor rara vez se sienten ahora. La orgullosa autosuficiencia caracteriza al mundo civilizado, e incluso a la profesa Iglesia Cristiana. Es bueno saberlo, pero es mejor adorarlo. La conciencia de ignorancia y debilidad, en presencia de Dios, conduce a la adoración. dejemos que la reverencia caracterice nuestra búsqueda en la Palabra Divina, nuestras declaraciones en el nombre de Dios, nuestros enfoques hacia su trono.
2. Gratitud. Habiendo recibido la salvación, este hombre anhelaba demostrar su agradecimiento, y naturalmente pensó que se encontrarÃa una oportunidad, mientras seguÃa a Jesús, para defender su reputación o hacerle algún servicio humilde. Bajo la vieja economÃa se presentaron muchas ofrendas de agradecimiento. Las primicias de los campos y las multitudes se ofrecieron al Señor, y cualquier bendición especial recibida de él provocó un reconocimiento especial. Muestre cómo las ofrendas de agradecimiento tienen dados de la Iglesia, y cómo podrÃan revivirse de manera rentable. Señale varios modos de mostrar agradecimiento a Dios.
3. La desconfianza en uno mismo. Cerca del Libertador estaba a salvo, pero ¿no podrÃa haber alguna recaÃda cuando se fuera? Un sentimiento correcto de su parte y de la nuestra. Vea la enseñanza de nuestro Señor en Juan 15:1 sobre la necesidad de que la rama permanezca en la vid.
4. Miedo. La gente estaba muy emocionada. Le habÃan rogado a Cristo que saliera de sus costas, para que no destruyera más de sus posesiones. No era improbable que se vengaran de un hombre cuya liberación habÃa sido la causa de su pérdida. No creÃan, como Cristo, que era mejor que cualquier criatura inferior pereciera si solo se rescataba un alma humana. Pero esto está en armonÃa con todas las obras de Dios, en las cuales lo menor se destruye constantemente para la preservación y sustento de lo mayor. El crecimiento exuberante de los campos se reduce para que el ganado pueda vivir; mirÃadas de criaturas en el aire y en el mar son devoradas por aquellos más altos en la escala de creación que ellos mismos; las criaturas vivientes son asesinadas para que podamos ser alimentados y vestidos. En armonÃa con todo esto, la destrucción de los cerdos fue el acompañamiento o la sombra proyectada por la redención del hombre. Y muy por encima de todos estos misterios se eleva la cruz del Calvario, en la cual se dio la vida más elevada como sacrificio por los pecados del mundo. En este evento podemos ver destellos de justicia divina y piedad; pero esta gente de Gadara les cerró los ojos y se enojó por su pérdida. Entre ellos, este hombre debe "soportar la dureza como un buen soldado de Jesucristo".
II El deber del converso. ( Juan 15:19.)
1. Su trabajo era comenzar en casa. "Ve a casa con tus amigos". Su presencia allà serÃa un sermón constante. En el sentido más verdadero, él era "una epÃstola viviente". Cuerdo en lugar de loco, santo en lugar de inmundo, gentil en lugar de delirante; él era "una nueva creación". Toda verdadera obra para Dios debe comenzar en el hogar. El autocontrol y el auto sacrificio, la gentileza y la paciencia, la pureza y la verdad, en el cÃrculo doméstico, harán del hogar un templo de Dios.
2. Su trabajo se encontraba entre viejos conocidos. Algunos lo habÃan despreciado, otros lo odiaban y quizás lo maltrataban. Pero el resentimiento debÃa ser conquistado en él por la gracia de Dios, y para aquellos que lo conocÃan en su peor momento, ahora debÃa hablar por Cristo. Tal testimonio es el más difÃcil, pero el más efectivo. Juan el Bautista les dijo a los penitentes que lo rodeaban, ya sean publicanos o soldados, que regresaran a sus viejas esferas y probaran el arrepentimiento cambiando la vida y el espÃritu en medio de las viejas tentaciones.
3. Su trabajo era ser tranquilo y sin ostentación. Quizás Cristo vio que la publicidad lo dañarÃa espiritualmente, ya que perjudica a algunos; o puede ser que la emoción involucrada en seguir al Señor no serÃa segura para él tan pronto después de su restauración. Por alguna razón, le habÃa asignado un trabajo tranquilo, que no era menos cierto y efectivo. Lucas dice que debÃa mostrar "cuán grandes cosas habÃa hecho Dios por él", como si el testimonio fuera vivir en lugar de hablar. Habla de las esferas silenciosas en las que muchos todavÃa pueden servir a Dios.
4. Su trabajo fue difundir y crecer. La casa era una esfera demasiado pequeña para tal gratitud como la suya. Publicó la fama del Señor en "toda Decápolis". Esto no estaba mal, ni prohibido, porque no habÃa razones para restringir el testimonio en Perea que existÃa en Galilea. Fue una ampliación de comisión natural y legÃtima. Del mismo modo, los apóstoles debÃan predicar a todas las naciones, pero comenzar en Jerusalén. El que es fiel con algunas cosas, se hace gobernante sobre muchas cosas, a veces en la tierra e invariablemente en el cielo. â A.R.
Marco 5:22
La fe de Jairo.
La fe era lo único que Cristo exigÃa de cada suplicante que acudÃa a él. Le hizo la pregunta al ciego: "¿Crees que soy capaz de hacer esto?" Le dijo al padre del niño lunático: "Todo lo que le es posible le es posible". Aquà aseguró a la mujer de la multitud que habÃa sido sanada: "Tu fe te ha salvado", y a Jairo le dijo: "No temas, solo cree". Todas estas son ejemplos de las palabras: "Sin fe es imposible". para agradar a Dios ". La fe es la mano que el alma extiende para recibir las bendiciones del perdón, la salvación y la paz. Si dos hombres han pecado y ambos son conscientes de su culpa, uno puede caminar en libertad, mientras que el otro está cargado. ; porque, aunque está afligido por su pecado, y lo odia, y por lo tanto se ha arrepentido verdaderamente, este último no puede creer la seguridad de que "Tus pecados te son perdonados". Del mismo modo, en un problema, un cristiano puede exhibir una serenidad que llena a los espectadores. con asombro, no porque su problema sea más ligero o su sensibilidad sea menor, sino porque tiene fe para creer que Dios está haciendo el bien a través del problema, o que finalmente lo sacará bien. Esta fe en Cristo Jairo tenÃa, aunque de manera imperfecta , y su paz era proporcional a su confianza.
I. LA FE DE JAIRUS FUE INESPERADA. Ãl era "el gobernante de la sinagoga"; En otras palabras, era el presidente de una de las sinagogas de Capernaum. Era su deber supervisar y dirigir sus servicios, y presidir su colegio de ancianos. Como pastor y profesor, para usar términos modernos, be tendrÃa fuertes prejuicios contra un maestro herético, como se estimaba que nuestro Señor era. Todos sabemos lo difÃcil que es salir del curso habitual en cualquier trabajo profesional; pero aunque los que estaban asociados con Jairo eran hostiles a nuestro Señor, él se atrevió a caer humildemente a sus pies. A veces, los menos esperanzados, en opinión humana, son los más bendecidos por el favor divino. Aquellos a quienes se les ha enseñado y orado a menudo en nuestras congregaciones pueden permanecer intactos, mientras que algunos niños pobres que se han alejado del mar de la vida pueden descansar en Cristo. Muchos vendrán del este y del oeste. para sentarse en el reino, mientras que aquellos que son favorecidos por las circunstancias y el nacimiento serán excluidos.
II LA FE DE JAIRUS SE GERMINà EN DUELO. HabÃa estado encerrado con su pequeña hija, que estaba enferma, y ââdurante un tiempo habÃa estado aislado de los deberes y asociaciones ordinarios. Podemos imaginarnos a nosotros mismos sentados a su lado, con su pequeña mano en la suya, mientras que sus ojos a menudo buscaban los suyos con amor filial. Ella habÃa oÃdo hablar de Cristo (¿qué niño en Capernaum no?); posiblemente lo habÃa visto y amado, como lo hicieron la mayorÃa de los niños. Y mientras ella hablaba con su padre, cuando su corazón era especialmente tierno, no podÃa dejar de pensar en el amor y el poder de Jesús, hasta que, desafiando lo peor que sus amigos podÃan decir de él, cayó a los pies de Jesús. A veces, aquellos que se han asociado con las iglesias o las escuelas dominicales permanecen intactos por la influencia sagrada, hasta que, al abandonar sus antiguas conexiones, caen en pecado y vergüenza, y luego, sin saber a qué lugar del mundo recurrir, miran a Jesús. A veces los cristianos profesantes sienten que están lejos de Dios, y que incluso en sus oraciones parece vago e irreal; hasta que surjan problemas: la enfermedad ataca a alguien cuya vida es preciosa, y luego rezan en una agonÃa de seriedad, como lo hizo Jairo, cuando "le rogó a Jesús grandemente, diciendo: Mi pequeña hija yace en el punto de la muerte". La fe a menudo surge en el suelo de los problemas.
III. LA FE DE JAIRIUS FUE INTENTAMENTE INTENTADA. Su esperanza se avivó cuando vio a Jesús levantarse de inmediato para seguirlo; pero la multitud no permitió que nuestro Señor se apresurara, y la pobre mujer mientras tanto le robó su bendición, y Cristo se demoró en hablar con ella y con los demás. Mirando hacia su casa con ansiedad cada vez mayor, por fin Jairo vio lo que temÃa ver: un mensajero que dijo: "Tu hija está muerta: ¿por qué molestar más al Maestro?" Pero tenÃa que aprender que nadie en serio era un "problema" para el Señor; que cuando parecÃa estar cuidando a otro, realmente estaba pensando en él, y preparándolo para recibir una bendición mucho mayor que cualquiera que hubiera venido a buscar. Cristo demoró que "la prueba de la fe de este hombre, que es mucho más preciosa que la del oro que perece, aunque se pruebe con fuego, puede encontrarse para la gloria de Dios". A menudo encontramos que hay un retraso en la llegada de respuestas a la oración. Lloramos por la luz y, sin embargo, nuestro camino es oscuro y ni siquiera vemos el siguiente paso. Pedimos liberación, pero llega el desastre que nos abruma de angustia. Le rogamos al Señor que ahorre algo de vida apreciada, pero el querido es quitado. Sin embargo, "deja que la paciencia tenga su trabajo perfecto, para que puedas ser perfecto y completo, sin querer nada".
IV. LA FE DE JAIRUS FUE AMABLE. La tormenta probó este árbol hasta que sus raÃces golpearon más profundo; pero cuando apareció el riesgo de que cayera, Cristo dijo a la tempestad: "Paz, cállate". Cuando los mensajeros dijeron: "Tu hija está muerta", Jesús habló de inmediato; y "tan pronto como Jesús escuchó la palabra que dijo, dijo: ... No tengas miedo, solo cree". Una vez más, cuando Jairo entró en su casa, puedes imaginar cómo se hundió el corazón del padre al ver a los dolientes por los muertos que ya estaban allÃ. Hasta entonces habÃa estado esperando contra la esperanza, como a veces lo hacemos hasta que en realidad, entramos en la casa oscura donde yace el muerto. Otra vez Jesús intervino, diciendo: La damisela no está muerta, sino que duerme, "porque asà mantendrÃa viva la confianza y la esperanza hasta que llegara la bendición, para lo cual fueron la preparación". No romperá la caña magullada ni apagará el humo. lino "- AR
Marco 5:24
El Señor entre los necesitados.
Los dos milagros registrados en este pasaje se combinaron tanto en hechos como en narraciones, y juntos ilustran algunas de las bellezas del carácter y la obra de nuestro Señor. De estos seleccionamos los siguientes: -
I. SU AMABILIDAD DESINTERESADA. Sin duda sus milagros fueron testimonios del poder Divino, pero ninguno de ellos fue forjado con la idea de ganar fama personal. Por el contrario, se esforzó por silenciar las demandas de la curiosidad abierta y reprendió a quienes buscaban señales y maravillas. Rechazó el homenaje mundano que la gente ofrecÃa cuando deseaban convertirlo en rey. Verificó la difusión de su propia fama, para que los hombres no se preocuparan demasiado por las bendiciones materiales, o le ofrecieran la adulación que un trabajador de maravillas hubiera buscado. Si lo hubiera querido, todas las riquezas del mundo se habrÃan derramado a sus pies; pero no tenÃa dónde recostar la cabeza; y aunque Jairo y otros hubieran dado todas sus posesiones como el precio de los beneficios que buscaban, Cristo otorgó la bendición "sin dinero y sin precio". Aquà apareció como el verdadero Representante: "la imagen expresa" de aquel que se deleita en la misericordia por su propia misericordia. Dios da aire y luz del sol sin ningún esfuerzo, solicitud o acción de gracias por parte del hombre. Hace que el jardÃn del cabañero sea tan fructÃfero como los campos de los ricos, que pueden hacer mucho más a cambio de sus regalos. Los helechos crecen en huecos sombreados, y las flores adornan acantilados solitarios, e incluso montones de basura. Con una mano lujosa, el Creador otorga sus dones. "Es bueno con todos, y sus tiernas misericordias están sobre todas sus obras".
II SU CONSIDERACIÃN PERSONAL PARA CADA PROVEEDOR. Si conocemos muchos temas, nuestro conocimiento de cada uno es a menudo proporcionalmente inexacto; Si conocemos a muchas personas, nuestra relación con ellas es casual. Si concentramos nuestro pensamiento en una persona o cosa, esa concentración a menudo es exclusiva de otras personas y cosas. Nunca fue asà con nuestro Señor. Aunque gobierna los mundos, no hay una sola oración sin escuchar, o un débil toque de fe sin sentir. Quien se haya quedado solo para luchar con sus penas aún puede decirse a sà mismo: "Pero el Señor se preocupa por mÃ". No se apresurará más por un caso que por el de la pobre mujer en la multitud, ni permitirá ningún retraso para evitar la llegada de una bendición como la que Jairo tuvo por fin.
III. SU CONSTANTE DESEO DE RESULTADOS ESPIRITUALES. Lo temporal debÃa ser el canal de lo eterno. La curación del alma a menudo acompañaba su curación del cuerpo, y para el primero se preocupaba principalmente. En esta ocasión cada momento fue precioso. El resultado de la demora serÃa la muerte y el luto en la casa de Jairo; sin embargo, se quedó no solo para curar a la mujer, sino también para obtener su reconocimiento y darles a ella y a otros instrucciones más completas. Si solo hubiera buscado su cura fÃsica, ella podrÃa haber esperado unas horas; pero el retraso fue en gran parte por el bien espiritual de Jairo. Este gobernante no tenÃa la fe del centurión, quien creÃa que Cristo no necesitaba tocar a su siervo, ni siquiera entrar en su casa. La fe de Jairo necesitaba fortalecerse, y fue con este fin en vista que vio lo que hizo: una mujer excluida de la sinagoga de la cual él era gobernante, que fue salvada por su simple fe, y esto con la mayor facilidad posible en el parte del Señor Por lo tanto, cuando llegó la noticia, "Tu hija está muerta", Jairo no estaba completamente consternado, y bajo la influencia de las palabras de ánimo de nuestro Señor, su fe revivió en forma más pura. TodavÃa es cierto que la demora en la respuesta a la oración, durante la cual viene el dolor y la pérdida, está destinada a obrar en nosotros el fruto pacÃfico de la justicia.
IV. SUS AMPLIAS SIMPATÃAS Y ACTIVIDADES. El amor de Cristo no era como una pequeña corriente que está confinada entre sus dos orillas, y debe ser tan confinada para que sea una bendición; pero era como el mar, que, cuando sube la marea, inunda toda la costa y llena cada pequeño arroyo, asà como cada bahÃa bostezando. Nunca estuvo tan absorto en una misión como para descuidar las oportunidades secundarias de la vida. Hijo, si tenemos una tendencia a la absorción en un solo deber, y la tentación es fuerte en proporción a la intensidad y seriedad de nuestra naturaleza. Pero no se debe permitir que la intensidad nos haga estrechos. Establecer un fin especial ante nosotros es bueno, pero esto puede llevar a descuidar otros deberes que son innecesarios y a veces pecaminosos. Por ejemplo, algunos concentran sus intereses en los negocios o en el placer, y declaran que no tienen tiempo para el pensamiento devoto; y al final descubrirán que han captado las sombras y perdido la sustancia. Los cristianos caen en un error similar. Algunos hacen servicio público, y sus nombres son ampliamente conocidos en la Iglesia, pero apenas han ejercido una buena influencia en el hogar. La Iglesia se beneficia, pero los niños son descuidados. Y a menudo lo contrario es cierto; para muchos el hogar lo es todo, y la Iglesia no es nada. Otros, de nuevo, están tan absortos en un trabajo especial (el de la escuela dominical, o la reforma de la templanza, por ejemplo), que sienten poca simpatÃa por sus hermanos que se dedican a otras esferas de la vida múltiple de la Iglesia. Y hay otros más culpables que estos, que están absortos en el trabajo futuro. Siempre "van a hacer" esto o aquello; pero mientras tanto, sus vecinos no tienen influencia y sus propios hijos están descuidados. Como no son fieles con las pocas cosas, serÃa contrario a la ley de Dios si se convirtieran en gobernantes de muchas cosas. Si nuestro Señor hubiera sido animado por el espÃritu desplegado por cualquiera de estos, le habrÃa dicho a la mujer: "Mi misión es de vida o muerte; ahora no debe tocarse ni siquiera la falda de mi prenda. Todo lo demás debe esperar hasta que haya cumplido esta misión. Pero, por el curso que tomó, nos enseñó esta lección. No hay nada dentro del alcance de nuestro poder que esté más allá del alcance de nuestra responsabilidad. En todos estos aspectos, Cristo nos ha dejado un ejemplo, que debemos seguir sus pasos. â AR
Marco 5:31
El toque de fe.
Podemos ver en esta pobre mujer lo que nuestro Señor espera ver en todos los que recibirÃan su bendición.
I. EL SUMINISTRADOR DE TREMBLING. Hay muchas leyendas que la respetan: que se llamaba Veronica; que ella mantuvo la inocencia de nuestro Señor ante Pilato; que ella limpió su rostro en el camino al Calvario con una servilleta, que recibió la impresión sagrada de sus rasgos; que ella erigió un monumento a él en Paneas, su ciudad natal; etc. Aunque parezca improbable, esto indica que su fe era muy estimada por los primeros cristianos. Los evangelistas la describen como una cierta mujer que estaba desgastada por el sufrimiento, demacrada por la pobreza (Marco 5:26) y ceremonialmente impura, para ser excluida de los consuelos del culto público. Ella se metió entre la multitud, y por su toque de fe ganó la bendición que buscaba,
1. La enfermedad la trajo a Jesús. La mayorÃa de los que acudieron a él estaban afligidos: los ciegos, los leprosos, los desconsolados, los hambrientos, etc. Cada pena es un llamado a nosotros para que nos acerquemos a él.
2. Faith la preparó para una bendición. Incluso los regalos materiales son recibidos por la mano de la fe. Todos actuamos en la fe diaria de que las leyes de Dios continuarán: el agricultor, el comerciante, etc. Cuando Cristo hizo un milagro (que era un epÃtome de una de las obras de Dios), exigió fe. "No podÃa hacer muchas obras poderosas" donde habÃa incredulidad. Exigió confianza en sà mismo, tanto en Jairo (Marco 5:36), en esta mujer (Marco 5:34) y en nosotros ( Hechos 16:31). Si la fe se ejerció verdaderamente, los puntos de vista erróneos, como los de esta mujer, no impidieron una bendición.
II EL TOQUE EFECTIVO. "El borde de la prenda", a la que se refiere Lucas con más precisión, era un signo de pertenencia al pueblo elegido ( Números 15:38), y Cristo culpó a los fariseos por hacerlo especialmente amplio, como si ellos afirmarÃa su peculiar santidad. La mujer lo tocó, no solo como la parte más conveniente, sino también como la parte más sagrada de la túnica, y su superstición requerÃa ser limpiada.
1. Puede haber un contacto externo cercano con Cristo sin el toque efectivo (versÃculo 31). La multitud representa a muchos que están en tierras y congregaciones cristianas.
2. No puede haber contacto vivo entre nosotros y él sin su conocimiento (versÃculo 30). Aunque solo habÃa uno en la multitud que lo tocó tanto como para ganar la salvación, ese no fue ignorado. Entonces, si en la congregación grande se ofrece una oración sincera, una canción de alabanza, se acepta de él. La prenda puede representarnos la humanidad de nuestro Señor, que está más al alcance de nuestro entendimiento y amor. San Pablo habla de su "carne" como un "velo", a través del cual pasamos a la presencia de Dios. Nuestro Señor mismo dice, en otra figura que expone el. misma verdad, "De aquà en adelante veréis el cielo abierto, y los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo sobre el Hijo del hombre". mentira era la verdadera escalera entre el cielo y la tierra, entre Dios y el hombre, con la que Jacob soñó alguna vez.
III. LA CONFESIÃN REQUERIDA Reconocer el cambio que la gracia divina ha producido en nosotros es para la gloria de Dios, para el desarrollo de nuestra propia fe y para el aliento de los demás. Tenemos responsabilidades tanto para la Iglesia como para el Señor, que incluso la vergüenza y la modestia no deben llevarnos a ignorar. Nuestro Señor pidió reconocimiento en esta ocasión, y condujo a una instrucción más completa y a una paz más profunda. No hizo su pregunta porque era ignorante, como tampoco lo hizo Eliseo después de que su corazón se habÃa ido con Giezi, o Jehová cuando le preguntó a Adán: "¿Dónde estás?" Si sabemos cuál de nuestros hijos ha realizado un determinado acto, sin embargo, podemos preguntar, "¿Cuál de ustedes hizo esto?" Y si ha sido un acto correcto o incorrecto, la confesión en tales ocasiones es por el bien del niño. Con una sabidurÃa más verdadera que la que mostramos a Cristo Jesús preguntó: "¿Quién tocó mi ropa?" aunque él conocÃa perfectamente la vida de ella cuya fe en él la habÃa curado por completo; "Porque con el corazón el hombre cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación".
Marco 5:41
La doncella muerta.
Hay tres casos de Cristo resucitando a los muertos registrados por los evangelistas. En ellos se puede observar una progresión sugestiva. En esta ocasión, un niño habÃa muerto recientemente y fue acostado en la cama de su propia casa, entre aquellos que aún podÃan ver la cara querida, que ahora estaba vacÃa e irresponsable. En otra ocasión, un joven habÃa muerto el tiempo suficiente para que comenzara su funeral, y lo llevaban en un féretro a través del pueblo en el que habÃa vivido. En la tercera ocasión, leemos que cuando Jesús vino a Betania, descubrió que Lázaro "habÃa muerto hace tres dÃas" y que la tumba se habÃa cerrado sobre él. En todo esto, dio evidencias de su poder vivificador, y esto con una intensidad cada vez mayor hasta ese glorioso dÃa en que él mismo, a pesar del sello del SanedrÃn y la guardia romana, apareció como su propio vencedor de la muerte. y la tumba En respuesta a la oración de Jairo, y tal vez a la oración de su hijo antes de que ella muriera, Jesús entró en la casa del gobernante. Lo encontró lleno de dolientes contratados, y escuchó la música de sus flautas, el zumbido de los cantos litúrgicos, los lamentos y los gritos que buscaban, no solo para expresar el dolor, sino también para excitarlo. HabÃa algo severo en su discurso: "¡Dale lugar!" Tal exposición no podÃa ser otra que ofensiva para alguien tan sincero, verdadero y natural como él. Y los que tienen su EspÃritu preferirÃan ser lamentados por los pocos cuyos corazones están realmente conmovidos por la tristeza, que por una multitud que ofrece lamentos ceremoniales. Cristo Jesús "los sacó a todos". Y debemos deshacernos de todo lo que es artificial y falso si sentimos que Jesús está cerca, y debemos estar fuera de la compañÃa de los burladores que "se rÃen de él desdeñando" si escuchamos su voz. Es en la hora tranquila que habla, y luego podemos decir:
"En secreto silencio de la mente, Dios mÃo y allà encuentro mi cielo".
Podemos mirar a esa doncella muerta ...
I. COMO EJEMPLO DE MUERTE FÃSICA. Cuando Jesús dijo: "Ella no está muerta", no quiso decir, como algunos suponen, que ella estaba en trance. Habló metafóricamente, tal como lo hizo cuando dijo: "Nuestro amigo Lázaro duerme", aunque inmediatamente después dijo "claramente, Lázaro está muerto". Un fanfarrón habrÃa puesto énfasis en el hecho de su muerte para exaltar su propio poder al restaurarla, pero Cristo habló de eso como un sueño, porque deseaba, no magnificarse a sà mismo, sino amorosamente preparar a sus amigos para lo abrumador. alegrÃa que les esperaba. El sueño es una verdadera imagen de la muerte. igual, la muerte sigue al cansancio cuando la obra de la vida ha sido dura y sus penas muchas; da tranquilidad de que la quietud del cuerpo no es más que un signo externo; y será seguido por un glorioso despertar en la mañana del dÃa eterno. Cristo es "la resurrección y la vida". El que devolvió a esta niña a sus padres, y el muchacho de Nain a su madre viuda, y Lázaro a sus hermanas, nos devolverá a todos esos seres queridos que ahora "por la fe y la paciencia heredan las promesas".
II UN SÃMBOLO DE MUERTE ESPIRITUAL. La niña yacÃa allÃ, inconsciente de que sus amigos la estaban llorando y de que Jesucristo estaba cerca. Pero de repente sintió el toque de su mano. Ella escuchó su voz en un lenguaje como el que usaban su madre y su enfermera, el lenguaje de los niños, que decÃa: "Talitha cumi", "¡Querida niña, levántate!" y ella abrió los ojos y vio a Jesús, y desde ese momento su corazón fue el de él. Como verdaderamente habla ahora, en la agitación del sentimiento sagrado, en el renacimiento de viejos recuerdos, en la influencia amorosa de los amigos cristianos; y aquellos que obedecen su voz comienzan desde ese momento una vida más feliz de lo que nunca antes habÃan conocido. Muy significativo es el mandato de Cristo de "que se le debe dar algo para comer". Fue un recordatorio de que ella realmente vivÃa, que tenÃa apetito natural, que él pensaba amorosamente en las pequeñas cosas que sus seres queridos necesitaban, y que ella habÃa vuelto a la vida y el hogar, aunque con un nuevo amor en su corazón. Entonces, muchos de los que ahora están muertos a la vieja vida y vivos para la justicia son llamados por su Señor a regresar a su antiguo trabajo y compañÃa, pero a servirlo derramando sobre ellos la luz de la santidad y el amor. A algunos les exige la confesión pública de que están de su lado, lo que le pidió a la mujer que habÃa sido curada en secreto; pero hay otros para quienes la publicidad es dolorosa, cuya experiencia no se puede encender en el extranjero, para que no se destruya la belleza de la confianza infantil y el florecimiento de la piedad temprana.
HOMILIAS POR R. GREEN
Marco 5:1
Un hombre con un espÃritu inmundo.
No es parte de la oficina del homilista entrar en el campo de la apologética o la exégesis. La crÃtica y la interpretación proporcionan a las palabras sus significados definidos. La homilética se desarrolla y aplica lecciones prácticas. Las dificultades de esta narrativa deben, por lo tanto, discutirse en otra parte.
I. Nuestra atención es arrestada primero por el trastorno fÃsico exhibido en este caso de posesión por "un espÃritu inmundo". La tristeza de este espectáculo se muestra ampliamente en las palabras de Marco 5:2. La dominación de toda la personalidad de la vÃctima por "un espÃritu inmundo" apunta a una posibilidad temerosa de la vida humana. ¿El pecado abre la puerta al espÃritu del mal? El hombre estaba bajo el poder de un espÃritu inmundo, fue llevado a hacer actos inmundos. VivÃa alejado de sus compañeros, "en las tumbas". Estaba poseÃdo de una fuerza fÃsica inusual; no podÃa estar atado, "no, no con una cadena". "Ningún hombre tenÃa fuerzas para domesticarlo". Este poder inusual se ejerció al "gritar y cortarse con piedras". Cualquiera que sea la naturaleza precisa de esta aflicción, la escena exhibe la vida humana en su más absoluto trastorno.
II Desde el punto de vista moral, la actitud del espÃritu inmundo hacia Jesús se expresa como una de repudio absoluto: "¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, el Hijo del Dios AltÃsimo?" No tenÃan nada en común. ¿Qué tiene que ver el espÃritu del mal con Jesús? Se retiran mutuamente; Se oponen mutuamente. Estos aparecen ante nosotros como representantes de dos reinos, de carácter completamente diverso. El primero es un reino de maldad e impureza; el otro un reino de paz y justicia. En el uno la vida humana está desorganizada; en el otro alcanza su verdadera dignidad, armonÃa y bendición. El primero es para él un reino de oscuridad; el otro un reino de luz. En el uno está la muerte; la vida se encuentra en el otro. Ellos no tienen nada en comun; son mutuamente excluyentes, mutuamente destructivos.
III. La autoridad suprema de Jesús, "Hijo del Dios AltÃsimo", en la esfera de la vida humana se ilustra nuevamente, como también su actitud hacia todo el sufrimiento humano. "Con autoridad él ordena", "Sal, espÃritu inmundo, del hombre", y con lastima libera a los oprimidos. Asà se cumple lo que "fue dicho por el profeta IsaÃas, diciendo: Ãl mismo tomó nuestras enfermedades y dio a luz nuestras enfermedades". En otros lugares se ilustra esto más ampliamente.
IV. La condición cambiada de la vida cuando Jesús ejerció sobre ella su poder y desalojó el espÃritu de impureza, se presenta de manera simple y hermosa en la imagen presentada a los ojos de la multitud que "vino a ver qué habÃa sucedido". "y contempló" al que estaba poseÃdo por demonios sentado, vestido y en su sano juicio ". Con afectuoso agradecimiento, ahora se une a Jesús, suplicándole "a él para que pueda estar con él". La negativa no fue en un juicio severo contra el redimido, sino por la instrucción y el beneficio de todos los demás: que él pueda ir y "publicar cuán grandes cosas habÃa hecho Jesús por él". Fuera de este incidente deje las palabras centrales, "¿Qué tengo que ver contigo?" ser elegido como una prueba por la cual cada uno pueda probar su cercanÃa a Jesús o su recesión de él. En un extremo se encuentra esta palabra de rechazo absoluto: la palabra de repudio satánico; por el otro, palabras que expresan la absorción más completa de la vida en devoción a él: "Para mà vivir es Cristo". Esto declara la identificación perfecta de la vida individual con la persona, la misión, el espÃritu de Jesús. El primero afirma: "No conozco vida dentro de la esfera del reino de Cristo"; el otro, "no conozco vida más allá de él. Su nombre define el lÃmite de mis objetivos, mis actividades, mis esperanzas. Estoy perdido, enterrado, absorto en él; por todas las demás cosas muero".
¡Cuántas son las gradaciones entre estos extremos! que cada uno se pruebe la actitud que asume hacia Jesús.
1. En cuanto a una sumisión suprema a su autoridad como "el Hijo del Dios AltÃsimo".
2. En cuanto a una confianza tranquila y amorosa en él como "Jesús", el "Salvador, que es Cristo el Señor".
3. En cuanto a una alianza sincera con él en el trabajo de rescatar a los hombres del dominio del mal, expulsando el espÃritu de toda impureza de la vida humana.
4. En cuanto a una comunión perfecta con Cristo en la comunión de simpatÃa y amor.
Marco 5:21
Fe declarada y oculta.
Los dos incidentes aquà agrupados muestran que en el vecindario de Capernaum se ha establecido la fe en el poder de Jesús para sanar; Tampoco es de extrañar, al ver los muchos casos de curación con los que las personas deben estar familiarizadas. La imagen es sorprendente. El "Maestro" ha regresado de su vela a través del lago, donde realmente "el poder proveniente de él habÃa salido", incluso el viento tormentoso cediendo a él. Una multitud se reúne a su alrededor. Está de pie junto al mar hablando, cuando "uno de los gobernantes de la sinagoga, llamado Jairo", que habÃa venido a buscarlo ", y al verlo, cayó a sus pies", suplicando a su "pequeña hija". quien está "en el punto de la muerte". Sin embargo, él cree que si las manos del Sanador se ponen sobre ella, ella "se sanará y vivirá". Por lo tanto, su sincero ruego, "Ven tú". Quien quisiera que los niños vinieran a él se negó a no ir a ellos: la vida de un solo niño es preciosa a su vista. Actualmente se traen las tristes noticias: "Tu hija está muerta". ¿Por qué, por lo tanto, el Maestro deberÃa estar más preocupado? La fe del padre bien podrÃa fallar, ya que ahora toda esperanza de recuperación está cortada. ¿Es este hombre lo suficientemente poderoso "en la esperanza" como para creer "en contra de la esperanza"? Quizás no sin la palabra fortalecedora, "No temas, solo cree, y" (como lo enseñó San Lucas) "ella será sanada". Verdaderamente "la creencia viene de oÃr, y de oÃr por la palabra de Cristo". Luego, como en otra ocasión (cf. Lucas 7:11), el "Señor de los muertos y de los vivos" y otro puñado de palabras pronuncia la palabra de mando "Levántate". Las primicias de su poder de resurrección son arrancadas por su mano. Asà se nos presenta la resurrección como el despertar de un niño pequeño, porque en su opinión los muertos "pero duermen". ¿Quién puede preguntarse que "se sorprendieron inmediatamente con gran asombro"? Pero esta instancia de fe abierta y declarada está para siempre entrelazada con un ejemplo de fe oculta de igual fuerza, aunque menos intrusiva. La fe de la mujer estaba escondida "dentro de sà misma", su ingenio solo se mostraba, en el sentido de que ella venÃa "entre la multitud detrás y tocaba su prenda. Seguramente esto no era fe en el toque que era el medio supuestamente apropiado, el contacto juzgado como necesitado por los muchos que "presionaron sobre él para que pudieran tocarlo". Esto, si era una señal adecuada, no era necesaria, como la fe al menos de uno declaró; "pero di la palabra y tu siervo será sanado ". Toda la fe en las narices de los médicos habÃa desaparecido del corazón de esta mujer, porque ella" habÃa sufrido muchas cosas "de ellas, y" no habÃa nada mejor, sino que empeoró ". Pero en este Sanador sà creÃa y su fe, que el Señor detectó tan verdaderamente como "percibió en sà mismo" que el poder curativo que podÃa proceder de él solo "habÃa salido", recompensó ampliamente. "Quien", de los muchos que me acosaban, "tocó yo "con ese toque de fe? La fe estaba unida con la humildad y la verdad; y" temblando y temiendo, ella cayó abajo y confesó todo. "Una vez más, y para la instrucción de los necesitados en todo momento, Jesús señala la" fe "asà honrada:" te ha sanado ". SÃ, la fe instrumentalmente, como han dicho nuestros padres, el toque mediatamente; pero en realidad, "Te he curado en respuesta a tu fe: yo, que solo puedo decir: 'Ve en paz y sé toda tu plaga'". De ahà debemos aprender:
1. El poder de Cristo para resucitar a los muertos y sanar a los enfermos, para que podamos dormir tranquilos en la muerte hasta que él nos ordene que nos levantemos.
2. Su lamentable consideración hacia incluso la fe que lucha, ya sea asaltada por la duda grosera, "es demasiado tarde" o es demasiado tÃmida para declararse abiertamente. Para que los de poca fe no necesiten dudar.
3. La verdadera actitud del sufrimiento en su enfoque confiado de Cristo para sanar y ayudar; incluso paciente confianza, no temiendo, y aunque persistente, pero humilde.
4. El verdadero apoyo de toda fe, la palabra de Cristo, con una consideración tan paciente de sus obras como lo lleva a una aprensión de su habilidad Divina. ¿No podemos ahora extender nuestra mano y tocarlo?
HOMILIAS DE E. JOHNSON
Marco 5:1
Cristo, el Redentor del intelecto.
I. EL EXTREMO DE LA DEGRADACIÃN HUMANA Y LA MISERIA. Bondage, violencia impotente, manÃa suicida. No podemos hacer una teorÃa de los hechos; los hechos son ciertos y lo suficientemente tristes en esto como en esa época. Puede haber una duplicidad en la conciencia del hombre, de modo que el ser se ve amenazado con un desgarro desgarrador. Hay un cierto reflejo de esta duplicidad en todos nosotros.
II EL CONFLICTO VIOLENTO PRECEDE UN CAMBIO FELIZ. Hay crisis cuando tememos la presencia del poder del bien; significa una lucha aguda en las profundidades del alma por nuestra propia vida. Los hombres a veces soportarán la miseria actual en lugar de sufrir el dolor que es curarla. Pero el cirujano no es un torturador cruel; ni se debe temer al fiel maestro de la verdad, sino amarlo.
III. LA BENDICION DE UNA MENTE SONORA. Puede ser no sea; Gracias a Dios puede ser recuperado. Como hay parásitos que se aprovechan de las formas inferiores de la vida animal y vegetal, también hay ideas que pueden poseer la imaginación y confundir toda la vida consciente del alma. En ninguna parte encontramos la esperanza de salvación en todos sus sentidos, de enfermedades fÃsicas y morales, y de aquellos inescrutables para la ciencia, tan claramente sostenidos como en el evangelio.
IV. El poder divino y la piedad. "Dile a tus amigos cuánto ha hecho el Señor por ti y que te compadeció". Poder y piedad fusionados en el amor: este es el alma del mundo, el principio de su redención. Ha infundido su fuerte encanto en la naturaleza, y la curación siempre está abierta para nosotros si cedemos a su influencia en nuestro ser. â J.
Marco 5:25
La magia de la fe.
I. LA CURACIÃN DE LA MUJER ENFERMA RESUELVE UNA CURACIÃN MÃGICA. La creencia mágica prevaleció universalmente. El principio era, una operación en el sistema nervioso a través de los deseos y la imaginación. Se asume una representación en la mente de una cura, y se actúa como una realidad. Tan misterioso y grandioso es el poder de la imaginación sobre el mecanismo de la vida, que ocasionalmente pueden ocurrir curas sin ninguna causa real externa a la mente del paciente.
II PERO AQUà HABÃA UNA CAUSA REAL EN EL TRABAJO. Coincidió con el toque de la mujer el conocimiento de curar la virtud que salÃa de él, en la mente de Cristo. Aquà hay algo imposible de explicar: una conexión que desafÃa el pensamiento; Pero una conexión real. Y la gran lección general permanece. Cada cambio en la mente de la enfermedad a la salud implica la correspondencia de un pensamiento sobre el paciente con una realidad sin él. Cada vez que la energÃa de Dios se refleje como un pensamiento de la realidad o como una fe en nosotros, debe ocurrir un cambio para mejor. J.
Marco 5:35
La vida victoriosa.
I. LA VIDA EN SU PLENA NO SABE MIEDO. La voz de Jesús silencia las ansias crueles por la vida de aquellos que amamos. Ignora la muerte, siendo la resurrección y la vida. Estamos bajo un engaño de los sentidos, que Cristo vio a través. "El niño no murió, pero está durmiendo". Desde otro punto de vista, nuestros hechos más tristes pueden ser brillantes con el significado de la alegrÃa.
II La vida es dominante. "Yo digo, ¡Levántate!" Y las palabras son obedecidas al instante. Más rico como una parábola que como una mera historia. El hecho pronto se agota; La alegorÃa es infinita. La voz siempre habla, y las resurrecciones siempre tienen lugar. se recuperan las alegrÃas perdidas, se reaniman las formas muertas. ¿Quién sabe, como preguntó el griego, si lo que llamamos morir no es vivir y vivir morir? Pero donde está Cristo, no hay muerte, no hay pérdida; solo cambia de menos vida a más.
HOMILIAS POR J.J. DADO
Marco 5:1
Pasajes paralelos: Mateo 8:28; Lucas 8:26 .â
Gadarene o Gergesene demoniacos.
I. CURA DEL DEMONIACO GADARENE.
1. El distrito. El paÃs llamado Galaad en el Antiguo Testamento, en un perÃodo posterior y en el Nuevo Testamento se conoce con el nombre de Peraea. Estaba al sur de Bashan, y formaba una especie de penÃnsula, delimitada por Yarmuck (antiguamente Hieromax) en el norte, Arnon (ahora Wady el Mojeb) en el sur y Jordania en el este. La parte de Galaad entre Yarmuck y Jabbok en la actualidad Wady Zurka, ahora es Jebel Ajlun; mientras que la sección al sur del Jabbok es la Belka. En esta región habÃa un distrito llamado Decápolis, por el hecho de estar tachonado de diez ciudades, todas, excepto Escitópolis, al este del Jordán. De estas ciudades, una era Gadara, identificada con las ruinas de Urn Keis, la capital de Peraea; mientras Gergesa era el nombre de una pequeña ciudad, identificada con el actual Kerza, en el Wady Semakh, frente a Magdala. O bien el territorio adyacente lleva el nombre de una u otra de estas ciudades, o San Marcos y San Lucas dan una indicación general del distrito que fue la escena del milagro, cuando lo llaman el paÃs de los Gadarenos; mientras San Mateo da el nombre exacto, cuando lo coloca en el paÃs de los Gergesenes. El Dr. Thomson, en 'La tierra y el libro', dice: "La ciudad misma donde fue forjada estaba evidentemente en la orilla. Y en esta Gersa o Chersa, tenemos una posición que cumple con todos los requisitos de las narrativas, y con un nombre tan cercano que en Mateo puede ser en sà mismo una fuerte corroboración de la verdad de esta identificación. Está dentro de algunas barras de la orilla, y una inmensa montaña se eleva directamente sobre ella, en la cual hay antiguas tumbas, de algunas de los cuales los dos hombres poseÃdos por los demonios pudieron haber salido para encontrarse con Jesús. El lago está tan cerca de la base de la montaña, que los cerdos, que se precipitan locamente por él, no podÃan detenerse, pero serÃan arrojados al agua y se ahogarÃan. Siéntate un poco al sur de esta Chersa. Supongamos que una gran manada de cerdos se alimenta de esta montaña que se eleva sobre ella. Los asalta un repentino pánico, se precipitan locamente por el declive casi perpendicular, los que están detrás cayendo. y empujando hacia adelante los anteriores, y, como no hay ninguno tiempo ni espacio para recuperarse en la estrecha plataforma entre la base y el lago, se apiñan en el agua y perecen ". El nombre Gergesa ha llevado a suponer que los girgashitas, una de las siete naciones cananeas, ocuparon originalmente este territorio. Sea como fuere, el distrito estaba agradablemente situado al este y sureste del mar de Galilea, y las ciudades de Gadara y Gergesa estaban floreciendo. El primero era mucho más grande y, según Josephus, era rico âdice, âMuchos de los ciudadanos de Gadara eran hombres ricosâ, mientras que el de Gergesa era de considerable importancia.
2. Un triste contraste. No podemos dejar de notar, al pasar, cuánta desgracia puede existir al mismo tiempo y en el mismo lugar con riqueza material y prosperidad mercantil, y en medio de todas las bellezas del paisaje natural. Este mundo en sà mismo es una extraña mezcla de misericordia e ira; de lo bello y lo terrible; de abundancia y de pobreza; de tristeza y de alegrÃa; de sol y de ducha. Ningún dÃa de abril fue cada vez más variable. AquÃ, en el paÃs de los Gadarenos, con sus habitantes acomodados y ricos, y sus rentables manadas de cerdos, habÃa dos criaturas miserables en extrema miseria, tanto mental como corporal. Mientras que otros compraron y vendieron y obtuvieron ganancias, estas criaturas eran un terror para sà mismas y para todos. Mientras que otros ocupaban viviendas confortables, estos desafortunados poseÃan cavernas sepulcrales que abundaban en el distrito y de las cuales, como hemos visto, algunas permanecen hasta nuestros dÃas. Mientras que otros estaban decentemente vestidos, o incluso magnÃficamente vestidos, estos miserables individuos rechazaron la decencia de la vestimenta. Mientras que otros fueron en libertad, disfrutando de los dulces de la vida y esa libertad que hace que la vida sea dulce, estos demonÃacos tuvieron que estar atados con cadenas y grilletes (ÏÎδαιÏ, equivalente a grilletes para los pies, y á¼Î»ÏÏεÏι, equivalente a cadenas en general).
3. El número contabilizado. San Mateo menciona dos; San Marcos y San Lucas hablan de uno. ¿Cómo vamos a explicar esto? El mencionado por dos de los evangelistas fue más feroz que su compañero; Era más salvaje y peor que el otro. O tal vez habÃa pertenecido a una clase superior en la sociedad y se habÃa movido en un mejor rango de vida; o quizás su posición habÃa sido en algún aspecto más prominente, ya sea por riqueza, profesión o educación; y entonces la calamidad que le habÃa sucedido era más notoria, y él mismo mejor conocido. Algo de este tipo parece insinuado por San Lucas, cuando habla del demonÃaco que conoció a Jesús, como "cierto hombre fuera de la ciudad". En todo caso, de cualquiera o de todas estas causas, San Lucas separa su caso del otro y lo distingue de su compañero en la aflicción.
4. Una caracterÃstica distintiva agregada por cada evangelista. San Mateo nos dice que hicieron el camino intransitable para los viajeros; San Lucas, que estaba sin ropa; y San Marcos, en el pasaje especialmente considerado, que lloró dÃa y noche, y se cortó con piedras. La narración de San Mateo de este caso es algo escasa, la de San Lucas más completa y la de San Marcos más circunstancial que ninguna de las dos.
5. El perÃodo en particular de posesión demonÃaca. Esa posesión demonÃaca era distinta de la enfermedad, la locura o la epilepsia, es suficientemente evidente en una sola Escritura, a saber, Mateo 4:24, donde leemos que "trajeron a él todas las personas enfermas que fueron tomadas con buzos enfermedades y tormentos, y los que estaban poseÃdos por demonios, y los que estaban locos, y los que tenÃan la parálisis; y él los curó ". Si se le pregunta por qué la posesión demonÃaca se manifestó en el momento de la aparición de nuestro Señor en la tierra, y no antes, ni al menos de la misma manera desde entonces. simplemente debemos responder, además de lo que hemos dicho anteriormente sobre este tema, que no podemos decir esto más de lo que podemos decir por qué la viruela se manifestó como un flagelo terrible para nuestra raza en un momento determinado, y no antes; o por qué el cólera devastó Europa en un cierto perÃodo desde el comienzo de este siglo, y no antes; o por qué esa terrible plaga, que el historiador griego ha descrito con tal poder gráfico y efecto emocionante, nunca los visitó hasta la época de la guerra del Peloponeso, y nunca ha regresado, hasta donde la historia nos informa, para renovar su obra de desolación. allÃ. Pero, aunque las Escrituras no especifican explÃcitamente la causa, podemos suponer fácilmente una razón que parece tener al menos una probabilidad. Esa razón a la que ya hemos aludido se encuentra en los poderes de imitación bien autenticados de Satanás, y solo nos uniremos en este lugar a algunas circunstancias adicionales para confirmar su probabilidad. En los primeros tiempos, cuando el Señor afligió a Egipto con sus plagas, y sus siervos, Moisés y Aarón, obraron milagros en el campo de Zoan, Satanás también tenÃa a sus siervos allÃ, y Jannes y Jambres poseÃan o fingÃan el poder de hacer milagros también. , falsificando o contrarrestando al máximo de su capacidad las de Moisés y Aarón. De vez en cuando, en la historia posterior de Israel, el Señor levantó profetas para instruir y advertir al pueblo; pero ¿quién puede ignorar el hecho de que Satanás a veces empleó a sus profetas, falsos profetas para engañar y engañar? Cuando nuestro Salvador estuvo en la tierra, advirtió a sus discÃpulos que surgirÃan falsos Cristos y engañarÃan a muchos. Satanás los levantó y la historia confirmó la declaración. De la misma manera, cuando el Señor Jesucristo tomó para sà un cuerpo verdadero y un alma razonable, cuando el Verbo se hizo carne y habitó entre los hombres, Satanás, solo o sus siervos, tomó posesión de los cuerpos de los hombres. torturando cruelmente su carne y agonizando su espÃritu. Tampoco estamos preparados para decir que la posesión demonÃaca ha cesado por completo. Hemos visto a hombres actuar asÃ, y hemos oÃdo hablar a hombres, y hemos sido informados de tal atrocidad diabólica de su parte, que podrÃamos explicar su conducta violenta e indignante, o por sus actos traviesos y diabólicos, o por sus horribles y blasfemos expresiones, de ninguna otra manera que a algún demonio, o al mismo diablo, se le habÃa permitido tomar posesión temporal de ellos.
II LA HISTORIA ANTERIOR O EL ESTADO ANTERIOR DE ESTE DEMONIACO.
1. Su locura. Cuando comparamos y combinamos el relato de este pobre demonÃaco por San Marcos y San Lucas, como también el breve aviso de ambos demonÃacos por San Mateo, tenemos una imagen más impactante. HabÃa perdido los sentidos y se habÃa vuelto extremadamente feroz, de modo que ningún hombre podÃa domarlo, y ningún hombre podÃa pasar con seguridad por ese camino. A la locura del lunático habÃa añadido la furia del loco. La razón se tambaleó y dejó el timón; el otrora barco habÃa perdido la brújula, la carta y el timonel; iba a la deriva, el deporte de los vientos furiosos y las olas tormentosas.
2. Su miseria. Este miserable hombre no habÃa perdido la vida, es cierto, pero todo lo que podrÃa hacer la vida deseable, o hacerla feliz. Desvestido, sin cuidados, habÃa vuelto a caer en la condición de vida salvaje y, en cierta medida, se habÃa hundido más bajo que el bruto. Sin hogar y sin hogar, llevó una vida vagabunda, ahora habitante en las montañas, ahora inquilino de las tumbas. Su agonÃa mental era temerosa. Cuando no atacaba a otros, actuaba como un atormentador. Sus gritos despertaron los ecos de las montañas, o hicieron que la penumbra del sepulcro fuera más terrible. Pero los gritos eran insuficientes para desahogar la profunda angustia de su espÃritu. Se cortó con piedras y, al hacer cortes en su cuerpo, trató de transferir su sufrimiento de la mente al cuerpo, o al menos dividirlo entre ellos. Todo esto habÃa durado años, como parecerÃa de la declaración, "tuvo demonios mucho tiempo". Tampoco habÃa sabido mucho del respiro o algo de relajación; "siempre de dÃa y de noche" continuó esta triste y sufriente condición; no hay intervalo lúcido del que leamos; no hay un perÃodo agradable de alivio, por breve que sea, que sepamos. A veces, además, fue privado de su libertad. Esto habÃa ocurrido con frecuencia. "A menudo lo habÃan atado con grillos y cadenas", hasta que, por una especie de poder sobrehumano, los separó o los rompió en pedazos.
3. Las lecciones que se deben aprender de todo esto. Hay dos lecciones que aprender de esta parte del tema. La primera lección que podemos aprender de ella es la condición del pecador, y la segunda es la hostilidad de Satanás. Al limitar la atención al primero, si bien hemos examinado la condición del demonÃaco como un hecho, un hecho severo y triste, no podemos evitar pensar que al mismo tiempo nos proporciona una figura de lo que el pecador más o menos es. Puede, de hecho, tener el uso de todas sus facultades, tanto de mente como de cuerpo; sin embargo, él es un tonto. "El necio dijo en su corazón: No hay Dios". Ãl está fuera de sÃ; porque leemos del hijo pródigo, en su arrepentimiento y regreso a la casa de su padre, que "volvió en sÃ". Fue siempre una locura mayor que la del hombre que prefiere las pequeñeces del tiempo a las realidades de la eternidad; quien dÃa a dÃa intercambia la salvación del alma por alguna gratificación de sentido; quien, en medio de toda la incertidumbre de la vida, enfrenta el peligro de la demora; ¿quién, a pesar de la falta de tiempo, descuida de una temporada de oportunidades a otra, de un perÃodo de existencia a otro, las cosas que pertenecen a su paz? ¿Qué locura puede igualar a aquel que trata todas estas cosas como si fueran fábulas ingeniosamente diseñadas? quien le da la espalda a Dios y su Palabra, al sábado y al santuario, a la oración y alabanza; quien juega con las grandes cosas de Dios hasta que la muerte lo mira a la cara, entreteniendo la vana fantasÃa de que unas pocas lágrimas, oraciones o suspiros en el lecho de la muerte revertirán todo el pasado, harán las paces por una vida de pecado, y servir como pasaporte al cielo? De hecho, ese hombre es un demonÃaco, a quien Satanás posee, lleva cautivo a su voluntad, y cuyos ojos ciega tanto, que, aunque la Providencia está hablando con muchas voces solemnes; aunque su propia fragilidad le suplica en el silencio de su habitación y durante las vigilias nocturnas; aunque la mortalidad de diversas maneras obliga a su atención; aunque la conciencia está reprendiendo, hasta que se debilita tanto que ya no rebela; aunque el EspÃritu de gracia está luchando, como él ha estado luchando por mucho tiempo; aunque el Salvador con los brazos extendidos dice: "Ven, ven y dale la bienvenida", "Ven a mÃ, todos los que trabajas y estás cargado, y yo te daré descanso". aunque el Padre eterno espera abrazar al penitente que regresa y jura: "Como vivo, no me agrada la muerte de los malvados"; sin embargo, ese pecador, a pesar de todo, sigue corriendo hacia el infierno. , hundiéndose cada vez más en la miseria, corriendo sobre la ruina y corriendo al mismo tiempo contra los gruesos jefes del escudo de Jehová. Si lo exhortas, es hosco; si protestas con él, se ofende; si lo reprendes, es indignante; Si usted habla claramente, pero con cariño, puede ser que él devuelva una respuesta hosca, demostrando ser lo que la Escritura describe, como "tal hijo de Belial, que un hombre no puede hablar con él". ¡Qué pasa si él no está desnudo, sin hogar, ni habitando entre las tumbas, ni atado con grillos! ¿No son las cadenas del pecado las peores que han atado a un hombre? "¿Qué fruto tenÃas en esas cosas de las cuales ahora te avergüenzas? Porque el fin de esas cosas es la muerte". ¿Acaso un curso de iniquidad ha vestido a miles de harapos, sÃ, los ha dejado sin nada como ropa decente? ¿No ha dejado la borrachera, la lujuria o la ociosidad cientos sin casa ni hogar? ¿Los desperdicios intencionales no hacen querer lamentables? ¿Quién puede olvidar la historia del hijo pródigo, cuando "se habrÃa llenado la barriga con las cáscaras que los cerdos comieron", cuando "nadie se lo dio" y cuando dijo: "Perezco de hambre"? ¿No ha llevado el servicio del diablo a muchos hombres a su tumba, humanamente hablando, antes de su tiempo? porque los impÃos no viven la mitad de sus dÃas. No necesitamos hablar de la miseria que siente el pecador cuando el hierro entra en su alma, el arrepentimiento amargo, el arrepentimiento inútil, los terrores de la conciencia, la segunda muerte y el humo de su tormento que sube por los siglos de los siglos.
III. LA PRESENTE CONDICIÃN DEL DEMONIACO CURADO.
1. El gran cambio. "Salieron los espÃritus inmundos"; o, como lo expresa San Lucas, "Entonces se fueron los demonios del hombre". Aquà habÃa una ejemplificación práctica del Salvador entrando en la casa del hombre fuerte y echando a perder sus bienes. El hombre fuerte fue expulsado por Uno más fuerte que él. Su poder terrible se aflojó, su poder se paralizó, el cautiverio fue llevado cautivo, y la presa fue tomada de los poderosos. Es asà con cada uno que ha sido rescatado de las garras de Satanás, que ha sido "arrebatado como una marca de la quema", que ha sido convencido del pecado y sus miserias concomitantes y miseria eterna, que ha sido iluminado con el conocimiento de la gracia y la misericordia del Salvador, cuya voluntad ha sido renovada por el EspÃritu de Dios, y que por lo tanto ha sido dispuesta en el dÃa del poder Divino. Oh, que pronto llegue el momento, cuando en cada tierra, y a través de todas las partes del globo habitable, Dios, en su gran misericordia, abra los ojos ciegos, y golpee las cadenas de las extremidades encorvadas, y emancipe a los oprimidos de Satanás, estableciendo los cautivos para siempre gratis!
2. Evidencias del cambio. La gente sintió curiosidad por ver el poderoso milagro que se habÃa realizado, y se acercaron a Jesús para ver la extraña visión de la que, sin duda, habÃan escuchado mucho. Y, al llegar al lugar, "ven al que estaba poseÃdo por el demonio y tenÃa a la legión sentada". Ah! Hay un cambio y una clara evidencia de ello. ¡Qué tema para una pintura! El loco ha llegado a su sano juicio; el maniaco está domesticado; la razón, esa facultad divina, se restaura; su fiereza es tenue. La angustia de su espÃritu ha disminuido; sus gritos salvajes han cesado; sus dolores corporales autoinfligidos, esas heridas impactantes, se curan. La gente habla del hombre que podrÃa domesticar a los caballos más salvajes y retenerlos por un tiempo como si estuvieran atados a un hechizo; hablan de casas de fieras que pueden domesticar leones y conquistar osos; elogian el humor cómico del poeta en su pieza titulada "La domesticación de la musaraña"; pero la domesticación de la musaraña, el león, el oso o el caballo no es nada comparada con la domesticación de este hombre demonÃaco, o de cualquier otro hombre cuyas feroces pasiones se hayan desatado, cuya alma y cuerpo hayan sido sometidos al dominio de Satanás, y cuya carrera malvada y rebelde ha sido marcada con una mala locura, si no peor, que la locura demonÃaca. ¡Allà se sienta! como si el león se hubiera convertido en un cordero; como si el tigre hubiera olvidado su furia y dejara de lado su ferocidad; como si el oso hubiera cambiado su naturaleza y se hubiera convertido en una criatura doméstica suave, un emblema de ese mejor dÃa en que todos los hombres se convertirán en tal, y un presagio de ese tiempo que el profeta describe tan bellamente, cuando "el lobo también morará con el cordero, y el leopardo se acostará con el cabrito, y el ternero y el joven león y la crÃa juntos ".
3. Su postura es una prueba de docilidad. Allà se sienta, con la docilidad del niño y la simplicidad ingenua del cristiano. Allà se sienta, como lo hizo Saúl en los dÃas de su juventud, un erudito apto a los pies de Gamaliel. Más bien, allà se sienta, como MarÃa, a los pies del mismo Salvador que le otorgó el alto encomio: "Una cosa es necesaria: y MarÃa ha elegido la parte buena, que no le será quitada". Allà se sienta, con semblante pensativo, mente atenta y oÃdo atento, para beber cada palabra que cae de los labios del Salvador. Allà se sienta humildemente a los pies del Salvador, mientras su ojo descansa plácidamente en el rostro de ese Salvador, como si dijera: "¡Señor, cómo te amo por toda tu gracia para mÃ! Señor, ¿qué quieres que haga? ¿Puedo expresar ese cálido amor que brilla en mi pecho y exhibir los efectos de esa maravillosa gracia? " Es asà con cada pecador convertido. Nos sentamos a los pies de Jesús, y si él se nos habla en su Palabra, o por sus siervos que nos predican de esa Palabra, o por su EspÃritu que aplica esa Palabra, es lo mismo. Voluntariamente no perderemos ninguna lección, no perderemos ninguna oportunidad, no descuidaremos ningún medio de gracia, donde esperamos que Jesús se manifieste en nuestras almas y nos hable por cierto, abriéndonos las Escrituras. La totalidad del salmo ciento diecinueve es un comentario sobre esta enseñanza del espÃritu y la voluntad de sentarse a los pies del Maestro; Los versÃculos 33-40 inclusive pueden leerse especialmente a este respecto. Hasta la vejez nos sentaremos a los pies del Salvador para aprender de él. como Simeón, como Ana, como la imagen del justo que se nos presentó en el salmo de noventa segundos, "El justo florecerá como la palmera: crecerá como un cedro en el LÃbano". Ahora, ¿quiénes son y dónde están, que florecen tanto? "Los que se plantan en la casa del Señor florecerán en los atrios de nuestro Dios". ¿Y cuándo y por qué florecen asÃ? "TodavÃa darán fruto en la vejez" y "para mostrar que el Señor es recto". Estamos obligados a hacer todo lo posible por la descomposición de la naturaleza y la debilidad que incide en la decadencia de la vida; pero es angustiante encontrar a veces a los ancianos magnificando sus enfermedades como una excusa para ausentarse de la casa de Dios; peor aún, tal vez, cuando se mantienen alejados sin pretender ninguna excusa. Es uno de los peores signos; porque ninguno que realmente haya seguido al Señor en la juventud o en la madurez lo abandonó en la vejez. Recordamos bien haber visto a un hombre muy viejo, de más de noventa años de edad, que ayudaba a su banco en la iglesia cada sábado; y estaba el hombre patriarcal apoyado en su bastón, mientras estaba sentado a los pies de Jesús, un devoto y venerable y sincero adorador. Incluso cuando la edad puede haber embotado las facultades y entorpecer la audiencia, todavÃa es nuestro deber no abandonar nuestra reunión con el pueblo de Dios. Conocimos el caso de un hombre sordo que, aunque no podÃa escuchar una palabra predicada, venÃa regularmente a la iglesia porque, como dijo, podÃa ver leer los salmos y las lecciones y otras partes del servicio, y en cualquier caso PodrÃa ayudar a la asistencia por su presencia y ejemplo.
4. Su lugar de seguridad moja allÃ. Este demonÃaco se sentó a los pies de Jesús por seguridad. Supongamos que habÃa oÃdo hablar del hombre, de quien leemos en el pasaje paralelo de otro Evangelio ( Lucas 11:1.), De quien el espÃritu inmundo, después de haber salido, regresó nuevamente con otros siete. espÃritus más malvados que él, y entró y habitó allÃ, de modo que "¿el último estado de ese hombre fue peor que el primero"? En cualquier caso, sintió que no habÃa seguridad sino estar cerca de Cristo; y este es el sentimiento apropiado para todos los seguidores y amigos de Jesús para entretener. Cuando Pedro siguió a Cristo lejos, Pedro cayó. La cercanÃa a Cristo es seguridad, la separación o la distancia de él es inseguridad y peligro. Necesitamos su gracia, porque por ella estamos firmes; su fuerza, porque por eso estamos fortificados contra la tentación; su sangre, porque por eso estamos limpios, y necesitamos una aplicación fresca de ella diariamente; su sacrificio, es la base de nuestra aceptación, y debemos buscarlo siempre; su ejemplo, debe ser nuestro patrón diario; su fe, "la vida que ahora vivimos en la carne debemos vivir por la fe del Hijo de Dios, que nos amó y se entregó por nosotros"; su persona, "Cristo en ti, la esperanza de gloria"; su presencia, es nuestro consuelo, porque él ha dicho: "Nunca te dejaré ni te abandonaré"; su protección, que, donde Satanás nos tamice como trigo, él pueda interceder por nosotros, para que nuestra fe no falle; su amor, para mantener la llama, que de otra forma se quemarÃa o se apagarÃa por completo.
5. Su vestimenta evidencia de la cordura restaurada. Estaba sentado como un erudito a los pies de Jesús, como también por seguridad, como hemos visto; estaba vestido, y en su sano juicio, el primer ser, asà como su asiento, evidencia de lo segundo. Nos desagrada y desaprueba esas figuras desnudas que vemos en libros, pinturas y estatuas; de cualquier uso que puedan ser para el anatomista, pintor o estatuario, creemos que no son adecuados para el refinamiento cristiano e inconsistentes con la pureza cristiana. Su utilidad para las personas en general es cuestionable. Las pasiones de la humanidad caÃda son suficientemente malas por sà mismas, y en su propia naturaleza, sin excitarlas. El demonÃaco curado por nuestro Señor está vestido; el pecador convertido a Cristo está vestido de la misma manera. Cuando se lo lleva al pie de la cruz y se sienta a los pies de Jesús, está vestido. Tiene sobre el "lino fino, limpio y blanco", que es "la justicia de los santos". Ãl es "encontrado en Cristo, no teniendo en su propia justicia, que es de la ley, sino lo que es por la fe de Cristo, la justicia de Dios por la fe". Ãl ha obedecido el precepto, aceptó el consejo, sintiendo el beneficio del consejo: "Te aconsejo que me compres oro probado en el fuego, para que puedas ser rico; y vestiduras blancas, para que puedas vestirte, y que el la vergüenza de tu desnudez no aparece, y unge tus ojos con colirio para que veas ". Aquà se sugiere una pregunta práctica. ¿Usted, lector, posee esa túnica? Se pone de la mano de la fe. ¿Tienes esa preciosa fe? Si no, si aún no tienes "buena esperanza por gracia", ora por esa fe. No te avergüences o tengas miedo de hacerlo. No descuides ni te demores en preguntar. PÃdale al EspÃritu Santo que haga fe en su corazón, y asà lo una a Cristo, porque "si alguno está en Cristo, él es una nueva criatura"; y Dios les da su EspÃritu Santo a los que le piden.
6. Restauración a la razón. Su mente tiene razón sobre el pecado, como "esa cosa abominable que Dios odia", y dañina para el hombre como odiosa para Dios; correcto acerca de Satanás, "como un león rugiente, buscando a quien devorar" - "un asesino desde el principio"; correcto sobre el Salvador, como "el principal entre diez mil, y en conjunto encantador"; y justo sobre la santidad, como el camino de la felicidad y el camino al cielo.
IV. El poder que rescató al demonio de la ruina y la ruina.
1. La grandeza de ese poder. La posesión de este demonÃaco era algo singularmente impactante. No era un demonio, sino muchos, lo que lo habÃa convertido en su presa. "Mi nombre", dijo, "es legión: porque somos muchos". El nombre es un nombre latino, y denota una recaudación o alistamiento, entonces, un cuerpo de tropas asà recaudado. El complemento completo de una legión romana era seis mil infanterÃas y un escuadrón de trescientos caballerÃa. Cada legión se dividió en diez cohortes; cada cohorte en tres manÃpulos; y cada manipulan en dos siglos. Por otra parte, cuando se ordenaron en orden de batalla, habÃa tres lÃneas: ¡Principes, Hastati y Triari! ¡Qué anfitrión tan formidable! ¡Qué poderoso y qué numeroso! El anfitrión y la hostilidad, la multitud y la enemistad, la fuerza y ââla habilidad asà transmitidas por el nombre aquà aplicado a los demonios que habÃan tenido posesión de este hombre, tienen miedo de contemplar. Sin embargo, el poder de Cristo los expulsó, por poderosos, multitudinarios y maliciosos que fueran. Fue el poder de Cristo lo hizo todo. Los demonios poseÃan ese poder. TenÃan fe en él, pero no del tipo correcto; "creyeron y temblaron". Asà que aquà temÃan que fuera a juzgarlos y enviarlos a un tormento antes de tiempo. Jesús todavÃa tiene el mismo poder; "Ãl es capaz de salvar al máximo todo lo que viene a Dios por él".
2. El hogar miserable de esos demonios. Prefieren ir a cualquier lugar que irse a casa. Temblaron ante el poder de Cristo, mientras temÃan los tormentos que algún dÃa infligirÃa. Prefieren entrar en los cerdos, preferir ir al mar, preferir ir al peor y más sucio lugar de la tierra, que regresar al profundo abismo del infierno. No era el abismo de la tierra o el abismo del océano, sino la abismal profundidad de aquel pozo insondable del infierno, que tanto temÃan. Y oh! ¿Acaso los pecadores no temen apresurarse con los ojos abiertos en ese abismo terrible y profundo?
3. Su diabólica malicia. Ahora que son expulsados âây ya no pueden destruir a su vÃctima, son activados por una malevolencia demonÃaca, y tratan de mantener a otros alejados del Salvador al causar la pérdida de sus cerdos. De esta manera, buscan prejuzgarlos e incluso enfurecerlos contra el Salvador. Parecen haber tenido éxito, porque los Gadarenes "comenzaron a rezar para que se fuera de sus costas".
4. Los sufrimientos de la creación bruta. ¿Por qué, naturalmente, se puede preguntar, los pobres animales tontos están sujetos a sufrimientos? ¿O cómo es posible que los demonios ejerzan alguna influencia del tipo que se les ha indicado? En respuesta a la última pregunta, puede ser suficiente mencionar la influencia que el hombre ejerce sobre animales como el perro, el caballo, el elefante, en el entrenamiento y la enseñanza. Si los animales son asà receptivos a la influencia humana, ¿por qué no deberÃan ser receptivos a otros y, en algunos aspectos, a una influencia más poderosa? ¿Por qué no deberÃan ser accesibles y receptivos a la influencia demonÃaca, asà como a la de los hombres? La otra pregunta se encuentra en un terreno diferente. Los animales inferiores, colocados bajo el control del hombre al principio, y otorgados al hombre para un servicio útil, comparten en cierta medida la variada fortuna del hombre y tienen derecho a un trato humano y amable a manos del hombre; pero que sufrieron como consecuencia de la caÃda y el pecado del hombre es, creemos, incuestionable. Su posición ahora es anormal al igual que la posición del hombre es anormal, ya que "¿toda la creación gime y sufre dolor juntos hasta ahora"? Además, a menudo sufren, en común con el hombre, en desastres especiales, como conflagraciones, naufragios y catástrofes de tipo similar.
5. Una mezcla de misericordia y juicio. Mientras se mostraba misericordia al demonÃaco en su cura milagrosa, se infligió juicio a los dueños de los cerdos por su pecado. Jesús realizó el acto de misericordia y permitió el ejercicio del otro. Los demonios no podrÃan haberse movido una pulgada sin su permiso. Este lado del milagro fue el juicio, y bien merecido. ¿Quiénes eran estos gadarenos o gergesenes? ¿Eran gentiles o eran judÃos? Si los primeros, si eran gentiles, estaban tentando a sus vecinos judÃos, y no tenÃan derecho a hacerlo. Si fueran judÃos, estarÃan violando la ley de Dios, y no podÃan esperar por mucho tiempo prosperar y continuar haciéndolo. Si eran propietarios judÃos, que empleaban cerdos gentiles con el fin de cuidar y criar a sus cerdos, ambos estaban pecando a sà mismos y tentando a otros a pecar; y ambos participaron del resultado y compartieron las consecuencias de su crimen. AquÃ, también, debemos notar el efecto endurecedor del pecado perseverado durante mucho tiempo. Estos Gadarenos, cualquiera que sea su nacionalidad, ya sea judÃa o gentil, se habÃan vuelto como los mismos cerdos, porcinos en espÃritu y disposición. En realidad, preferÃan sus cerdos al Salvador, y "¡le rogaron que se fuera de sus costas!" âJ.J.G.
Marco 5:21
Pasajes paralelos: Mateo 9:18; Lucas 8:41 .â
Tocando en la multitud.
I. La mujer con un problema de sangre.
1. Una enfermedad dolorosa. La mujer mencionada en esta sección habÃa sido una vÃctima muy afectada. Durante doce largos y cansados ââaños habÃa sufrido una enfermedad dolorosa y debilitante (á¼Î½ á¿¥ÏÏει, la preposición á¼Î½ aquà se parece a la esencia del hebreo, que denota la capacidad, el carácter o la condición de, es decir, en la condición de un problema). Durante ese tiempo, podemos suponer que ella habÃa buscado todos los medios de cura; y no encontré ninguno. Durante ese tiempo ella se habÃa postulado a varios médicos; pero no obtuvo alivio. Durante ese tiempo, sin duda, habÃa tomado muchos tragos amargos y muchas drogas nauseabundas; pero todo sin ningún propósito. Durante ese tiempo, sin duda, se sometió a muchos experimentos severos o incluso a algunas operaciones duras; pero todo en vano. Durante ese tiempo ella habÃa gastado mucho, sÃ, todos sus medios; ella "habÃa gastado", se nos dice, "toda su vida de médicos", y eso además de sus sufrimientos, como lo implica el elemento preposicional en la palabra (ÏÏοÏαναλÏÏαÏα) empleado por San Lucas; mientras que San Marcos nos dice claramente en este pasaje que ella "habÃa sufrido muchas cosas de muchos médicos y habÃa gastado todo lo que habÃa sufrido". Y ahora ella sigue siendo pobre e indigente, enferma y débil, y miserable como siempre; porque ella "no era nada mejor, sino que empeoró"; "ninguno pudo ser curado de ninguno". ¿Qué debe hacer ella ahora? ¿Dónde está ella para buscar alivio? ¿A quién puede ir más lejos? ¿Hay alguna aplicación que todavÃa pueda hacer? ¿O aún queda algún remedio por probar?
2. Aún queda un recurso. Ella ha intentado con todos los médicos; ella ha intentado todos los medios de curación que le han sido prescritos, sugeridos o de los que ha oÃdo hablar alguna vez; ella, además, lo ha gastado todo en búsqueda de salud. TodavÃa queda uno, y solo uno, por probar. Ella ha oÃdo hablar de un hombre maravilloso que anda continuamente, haciendo el bien; le han contado las curaciones más maravillosas que él ha efectuado; de enfermedades, previamente consideradas incurables, que ha curado; de enfermos que, cuando todo lo demás falló, lo ha aliviado. Ella nunca lo ha visto, es cierto, solo ha oÃdo hablar de él; pero que de eso Aunque no lo ha visto, no tiene motivos para dudar de los informes que ha oÃdo de él; ella no tiene motivos para dudar de la grandeza de su poder y del poder de su misericordia, de acuerdo con estos informes; ella cree en la precisión de estos informes, de alguna manera tiene confianza en su corrección. Ella se ha educado en la fe en su poder para lograr su cura y curar su enfermedad.
3. Obstáculos a superar. Aquà se presenta una dificultad. Su enfermedad es peculiar, tal como es difÃcil nombrar en público. No puede hablar de ello en presencia de tanta gente; la delicadeza femenina se lo prohÃbe. Además, era una enfermedad que causaba impureza ceremonial, por lo que su contacto era contaminante. La gente, no sin razón, la reprochaba por venir entre ellos, o la alejaba de ellos, como impura y contaminante.
4. Un pensamiento feliz. Se le ocurrió un pensamiento feliz en su difÃcil posición, un pensamiento que podemos considerar de inmediato como el resultado de una fe fuerte y la sugerencia de una profunda aflicción. Le vino a la mente como una idea brillante. HabÃa escuchado que el gran Médico, a quien ahora volvÃa sus pensamientos, a menudo lograba sus curas y le daba salud por un toque. Ella naturalmente infiere que si pudiera tocarlo aún sigilosamente, su cura se verÃa afectada. En consecuencia, concibió la idea de robar una cura; pensó dentro de sà misma: "Si puedo tocar su ropa", o su prenda, o incluso el borde de la misma, "seré completa".
5. Presión de la multitud. Nuestro Señor en este momento se dirigÃa a la casa de Jairo, el gobernante de la sinagoga, para curar a su hija. La multitud que lo siguió en la ocasión era inusualmente grande. Se unió por respeto al distinguido funcionario cuya hija estaba tan enferma, como también por el recuerdo de milagros pasados âây la perspectiva de ver la actuación de otro. Densa como era la multitud, ella mantuvo su propósito, presionando hacia adelante a través de ella, y abriéndose camino hasta que se puso de su lado.
6. La cura efectuada, pero el ocultamiento imposible. Ella alcanza su objeto; ella toca el dobladillo de su prenda, y de repente, ¡circunstancia extraña! ¡Bendito alivio! La cura de la situación de muchos años se cura, el problema se aplaca, el dolor y la pena han cesado. Pero una circunstancia inquietante aún permanece; Una cuestión de cierta inquietud ahora debe ser superada. Ella está curada, es cierto, pero está aterrorizada por su propia temeridad; ella se llena de alarma cuando ve a Jesús mirando a su alrededor con curiosidad (ÏεÏιεβλÎÏεÏο, imperfecto, equivalente a "él seguÃa mirando a todos lados"), y lo oye preguntándole sinceramente a aquellos acerca de él, "¿Quién me tocó?" Ella sabÃa que su toque era contaminante; ella sabÃa muy bien que transmitÃa la contaminación ceremonial. De hecho, ella solo habÃa tocado el dobladillo, el borde extremo de su prenda, como si esperara que un toque tan leve lo contaminara pero poco, mientras que podrÃa beneficiarla mucho.
7. Asombro de los espectadores. Las personas al lado de nuestro Señor en la multitud estaban asombradas por la pregunta; algunos estarÃan dispuestos a decir en respuesta: "Todos te tocaron", y otros, nuevamente, se sentirÃan inclinados a pensar y decir, cuando expresaron su pensamiento, "Ninguno te tocó". Finalmente, después de que todo lo hubiera negado, Peter, como siempre, actuando como portavoz de los discÃpulos, dijo: Maestro, la multitud te atormenta y presiona [ÏÏ Î½Î¸Î»Î¯Î²Î¿Î½Ïα, equivalente a 'presionar mucho, o presionar por todos lados'], y decir tú, ¿Quién me tocó? "" No es asà ", dice nuestro Señor;" todas las personas en esta gran multitud realmente se agolpan y me presionan, y sin embargo, pero una me tocó: 'alguien me tocó' ".
8. Gracia sorprendente del Salvador. Nuestro Señor miró a su alrededor para descubrir al único individuo en toda esa multitud que lo habÃa tocado. Por fin su mirada se posó en la mujer avergonzada y asustada; cuando, he aquÃ! en lugar de una reprimenda por su temeridad, en lugar de una aguda reprensión por su audacia, en lugar de una dura reprimenda por su toque contaminante, en lugar de culparla por su presunción, en lugar de una sola expresión cruel de cualquier tipo, elogia su fe, confirma su cura, ratifica su deseo y alegra su corazón con estas palabras tan graciosas: "Hija, consuélate bien: tu fe te ha salvado; ve en paz".
II LA PECULIARIDAD DEL TOQUE DE ESTA MUJER.
1. Debe haber contacto. Lo primero que se nos enseña es que, al venir a Cristo y al buscar la cura de él, no debe haber simplemente contigüidad sino contacto real, y de un tipo peculiar. Todas las personas en la gran multitud que siguieron a nuestro Señor en esta ocasión estaban cerca de él comparativamente, algunas estaban muy cerca de él; sin embargo, solo un beneficio derivado de él. Hubo, además, varios, apenas podemos dudar, en esa multitud que necesitaba alguna bendición temporal o bendición espiritual; sin embargo, solo uno obtuvo tal bendición. HabÃa un número de personas a su alrededor y a cada lado de él; sin embargo, la virtud procedÃa de él solo en una dirección. No solo eso; El simple contacto en sà mismo no es suficiente. Se necesita una conexión inteligente (contacto especial y espiritual). Hubo mucha aglomeración y aplastamiento de nuestro Salvador, pero solo uno lo tocó en el sentido verdadero y apropiado. Los motivos que movieron a esa multitud fueron varios. Algunos nacieron sin pensar junto con la masa de personas que formaron la procesión; fueron con la multitud. Otros, y tal vez la mayor parte, se sintieron atraÃdos por la curiosidad: deseaban ver algún milagro; o tenÃan picazón en los oÃdos y esperaban escuchar alguna declaración sorprendente. Otros, nuevamente, fueron indudablemente atraÃdos a la multitud por sentimientos de admiración por el Salvador. Si bien varios motivos activaron a los individuos que componÃan esa multitud, las unidades que formaban esa multitud; parece que solo uno fue influenciado por el motivo correcto; solo uno se acercó al Salvador de la manera correcta; solo uno en ese momento fue sanado.
2. Sus sentimientos y su fe. Ese individuo sintió la miseria de su condición, el hierro habÃa entrado profundamente en su alma; esa sintió intensamente su necesidad de salud. Ese, además, habÃa resuelto superar todos los obstáculos para obtener alivio. Ese, también, estaba completamente persuadido de que Cristo podÃa conferir salud y cura. No, ella se sentÃa segura de que, cuando tocaba con frecuencia a las personas curadas por él, un toque de su persona, o incluso de su ropa, o si fuera solo del borde de su prenda o del borde de su túnica, harÃa ella entera. Ahora, aquà estaba la fe: verdadera fe, fe fuerte; y esta fe fue la que hizo la diferencia entre su toque y el de la multitud que lo presionó, entre la multitud que lo abrumaba y la mujer que lo tocaba. Otros lo tocaron, pero su toque fue incidental; la suya fue intencional. Otros lo tocaron, pero fue debido a la presión alrededor; el suyo era de un propósito deliberado dentro. Otros lo tocaron, sin sentir ninguna necesidad de ayuda en su mano o, si sentÃan alguna necesidad, sin embargo, no esperaban ningún alivio de esa manera; ella lo tocó, consciente de su enfermedad y convencida de su poder para efectuar su cura. Otros lo tocaron, pero luego fue la curiosidad, la casualidad como el mundo lo llama, la multitud, la multitud, la presión que los acercó a Cristo; ella lo tocó, pero fue el resultado de la deliberación de su parte, el diseño, el propósito sincero, el fuerte deseo, la ansiosa esperanza de cura y la expectativa segura de liberación. HabÃa asà toda la diferencia en el mundo entre la multitud de esa multitud y el toque de ese inválido. Se ve asà que la fe es el medio de unión con Cristo, y la unión no mecánica y fÃsica, sino unión racional y espiritual. Podemos acercarnos a él por ceremonias, por profesión, por oraciones sin vida, por obras muertas; pero en ninguno de estos casos realmente lo tocamos: y al no entrar en contacto vivo con él, no podemos esperar ser reconocidos por él.
3. Un ejemplo digno de imitación. Podemos beneficiarnos con el ejemplo de esta pobre mujer inválida en contraste con esa gran multitud. No podemos estar de acuerdo con aquellos que desaprueban abrumar al Salvador, mientras que ellos aprueban tocarlo. Aprobamos ambos. Es bueno estar en la multitud que rodea a Cristo, si solo uno debe ser sanado a la vez, porque usted mismo puede ser ese, mientras que todos los que están lejos de él perecerán. Es bueno estar cerca del estanque de Bethesda, porque alguien seguramente se curará cada vez que el ángel perturbe las aguas, y usted mismo puede ser el individuo feliz. Es bueno esperar en los puestos de la puerta de la sabidurÃa, porque ese es el camino del deber, y el camino del deber es el camino de la seguridad. Pero si bien es bueno estar en la multitud que atesta a Cristo, es mejor, mucho mejor tocar a Cristo. Debe haber una unión real, una conexión completa con Cristo. El telégrafo eléctrico, una de las mayores maravillas de una época maravillosa: esos maravillosos cables que pasan sobre tierras y mares, conectando Irlanda con Gran Bretaña, y Gran Bretaña con el continente, y un continente con otro; que vinculan el Viejo Mundo con el Nuevo, mostrando sus mensajes en más de la mitad del globo, facilitando asà la intercomunión de naciones y agilizando el intercambio de inteligencia de Oriente a Occidente y de Oeste a Este; si esos cables eléctricos se extendÃan desde uno coloque en la superficie de la tierra a otros cientos de millas remotas, y si llegaron muy cerca de ese otro lugar, justo dentro de un patio, o un pie, o una pulgada, y sin embargo se detuvieron en ese pequeño intervalo; no se pudo llevar a cabo la comunión y no se transmitió inteligencia. Sus cientos de millas de extensión serÃan inútiles; ese patio, o pie, o pulgada dejarÃa todo inútil y causarÃa la pérdida de toda la mano de obra. También podrÃa extenderse solo tres cuartos del camino, o la mitad del camino, o un cuarto del camino, o ninguna parte del camino. Nada menos que una unión estrecha y completa de los dos lugares, y eso sin ningún intervalo, servirá. ¡Pobre de mÃ! cuántos se acercan a Cristo, pero nunca se acercan a él. ¡Cuántos hay en la multitud que nunca lo tocan! ¡Cuántos hay como el joven en el Evangelio, ese joven amable a quien nuestro Señor amó, que hizo tanto, y llegó tan lejos, y después de todo se quedó corto! Parecen estar muy cerca de Cristo, y muy cerca de su cruz; pero hay un enlace que quiere: "Una cosa que te falta". ¿Cuántos están en el umbral mismo del reino de los Cielos, y listos para decir con Agripa: "Casi me persuades para ser cristiano" y, sin embargo, nunca cruzan el umbral, ni entran en el reino, ni se convierten en cristianos, en el sentido verdadero y propio, en absoluto! ¡Cuántos están en el lugar en el mismo momento en que Cristo pasa, sin tocar siquiera el borde de su prenda! Cuántos frecuentan el lugar donde se promete su presencia y se otorga su bendición; ¡y sin embargo nunca sienten lo uno ni disfrutan lo otro! Hay alimento en la comida, pero debes participar de ella; o la comida más sana no te hará ningún bien y no te dará fuerzas. Hay dulzura en la música, pero debes escucharla y escucharla; de lo contrario, la música más dulce no será más que ruido: un sonido vacÃo. Hay una fragancia en la rosa, pero sus nervios olfativos deben estar firmes y lo suficientemente cerca de la flor olorosa; ¡o su fragancia se desperdiciará en el aire del desierto! La corriente eléctrica es una agencia potente, como hemos visto, pero debe tener el cable eléctrico para pasar; o pierde su utilidad práctica. En vista de tales hechos y consideraciones, nuestro deber e interés es, por gracia, realizar la unión con Cristo; no debemos dormir a nuestros ojos, ni dormir a nuestros párpados, hasta que por gracia, por fe, estemos unidos a Cristo, y uno con él: Cristo en nosotros y nosotros en Cristo, Cristo nuestra vida y nuestra vida dedicada a Cristo. Porque mientras Cristo puede salvar, y espera y dispuesto a salvar, y mientras Dios envió a su Hijo a buscar y salvar lo que se habÃa perdido; Sin embargo, debe haber fe, o no podemos ser salvos. busquemos, por lo tanto, la ayuda del EspÃritu Santo de Dios, para que él pueda formar el vÃnculo de fe entre nuestra alma y el Salvador; o, si ya existe, que él pueda fortalecerlo y alegrarlo
4. Cómo la virtud curativa se puede obtener de Cristo. HabÃa un poder sanador en el Salvador, inherente a él, solo en él y en ninguno más. Este pobre inválido lo sacó por el toque de la fe. La virtud para sanar que procedió de Cristo puede compararse con la corriente eléctrica, mientras que la fe de la mujer puede compararse con los cables por los que pasó. Ahora, si la fe es el don de Dios, tal como es, y la operación de su EspÃritu tal como la conocemos por su Palabra, se puede preguntar: "¿Por qué culpar a alguien por la falta de ella?" No hacemos y no podemos, con justicia, culpar por falta de ella; pero podemos culpar a las personas por no pedirlo, por no desearlo, por no buscarlo o por no aceptarlo. Si Dios le dio a su Hijo antes de que usted se lo pidiera, y sin que usted le pregunte, "¿no le dará también con él todas las cosas libremente?" en otras palabras, ¿no te dará fe en él por la pregunta? Si ha dado el mayor regalo, ¿retendrá o rechazará el menor? Si les ha prometido su EspÃritu a los que le preguntan, y si nos invita y nos presiona para que le preguntemos, ¿no tentamos a Dios cuando nos negamos a preguntarle, ya que es el EspÃritu el que obra la fe en el corazón del hombre? Estamos lejos, muy lejos, de ignorar o pasar por alto la gracia soberana de Dios, mediante la cual él saca uno de una ciudad y dos de una familia y los lleva a Sión: pero si rechazamos el curso que Dios nos ha prescrito; si rechazamos las condiciones en las cuales él ofrece gracia y toda misericordia; si descuidamos las ordenanzas donde él nos ha designado para recibirnos y bendecirnos, o si, al asistir a ellas, olvidamos el objeto por el cual se nos insta a asistir, o si usamos los medios sin pensar en el gran final que deberÃamos tener en punto de vista, o si no nos cuesta examinar nuestros motivos, o si no tenemos cuidado de encontrarnos con Cristo en sus ordenanzas, no anhelamos su presencia, no tenemos sed de su gracia, no tenemos hambre de su justicia, no tenemos una investigación seria, "¿Qué? debemos hacer para ser salvos? y sin buscar el cumplimiento de las promesas; en todos los casos, o en cualquier otro caso, ¿no estamos acosando a Cristo en lugar de tocarlo? Si la costumbre, o la curiosidad, o la multitud, o el hábito, o la respetabilidad, o la ventaja mundana, o el entrenamiento temprano, nos acercan a Cristo, y si no tenemos un objeto superior ni un fin más santo a la vista, ¿no estamos abrumando a Cristo? y sin embargo no tocar a Cristo? "Muchos", sabemos por la declaración de la propia Palabra de Dios, "dirán: Señor, Señor, ¿no hemos profetizado en tu nombre? ¿Y en tu nombre hemos echado fuera demonios? ¿Y en tu nombre hemos hecho muchas obras maravillosas? Y luego ", agrega el Salvador," les profesaré, nunca te conocà ". ¿Qué fue todo esto más o mejor que abrumar a Cristo sin tocarlo?
5. Confesión consecuente con la cura. Ella buscó a Cristo en privado, pero se vio obligada a confesar públicamente. Asà con nosotros mismos; debemos confesar su nombre ante los hombres y hablar del gracioso Salvador que hemos encontrado; tal como el salmista dice: "Vengan y oigan, todos los que temen a Dios, y declararé lo que ha hecho por mi alma". "Con el corazón los hombres creen para justicia, y con la boca confiesan para salvación".
6. Carácter de la cura. La cura fue inmediata; "a partir de esa hora". Estaba completo; la fuente fue detenida. Fue perpetuo; "Sé tu todo". Este nuestro Señor probablemente agregó para que ella no piense que la cura es demasiado repentina para continuar, demasiado rápida para durar, demasiado buenas noticias para ser verdad. No tan; no era un remedio transitorio, no era un simple alivio temporal. Todo lo que Dios hace está bien hecho; él no deja ninguna parte de su trabajo sin terminar. Habiendo "comenzado una buena obra en nosotros, la realizará [más bien, perfecta] hasta el dÃa de Jesucristo". El testimonio del trabajo del Salvador en la tierra fue que "él ha hecho todo bien".
7. Peculiaridad de la expresión. Las palabras Îµá¼°Ï Îµá¼°Ïήνην están correctamente "en paz", que se refieren más al futuro que al presente. La paz no es solo el elemento presente en el que se encuentra, sino la esfera futura en la que debe moverse su vida. TraÃda a la paz por la gran Pacificadora, ella siempre continuará allÃ. La adición de las palabras á¼´Ïθι á½Î³Î¹á½´Ï no fue superflua, sino muy tranquilizadora, para ratificar la cura robada y convencerla de su durabilidad y permanencia. Además, podemos notar la relación de la ÏίÏÏÎ¹Ï de la mujer con la δÏÎ½Î±Î¼Î¹Ï del Salvador. La primera la salvó mediata o instrumentalmente, es decir, como el vÃnculo de conexión entre ella y Cristo; el último fue el poder sanador de Cristo, que, trabajando en la lÃnea de esa fe, la salvó como la causa energética y eficiente.
III. LA RESTAURACIÃN A LA VIDA DE LA HIJA DE JAIRUS.
1. Posición de Jairo. La posición oficial de Jairo era muy respetable. Ãl era el gobernante de la sinagoga. Aunque hay alguna diferencia de opinión sobre el tema, los oficiales de la sinagoga parecen haber sido los siguientes:
(1) El gobernante o presidente de la sinagoga, a quien correspondió el correcto ordenamiento y regulación del servicio, y con quien se unieron los ancianos;
(2) el sheliach tsibbor, el ángel o mensajero de la congregación, que ofreció las oraciones públicas y que actuó como secretario para llevar a cabo la correspondencia, o para servir como diputado, cuando sea necesario, entre una sinagoga y otra;
(3) el chazzan (á½ÏηÏÎÏηÏ), o lector común, que leyó las porciones designadas, o que entregó el libro a un lector ocasional; él también estaba a cargo de los libros sagrados;
(4) el διάκονοÏ, o, o sexton.
2. La armonÃa sustancial de las narraciones. El gobernante de la sinagoga, según San Marcos, le dice a nuestro Señor que su hija (á¼ÏÏάÏÏÏ á¼Ïει) está extremadamente enferma, "en el punto de la muerte", de hecho, en extremo; según San Mateo, que (á¼ÏÏι á¼ÏελεÏÏηÏεν) ella está muerta en este momento: "incluso ahora está muerta"; estaba tan enferma cuando él se fue que ya no esperaba volver a verla con vida cuando regresara; de acuerdo a. San Lucas, que (á¼ÏÎθνηÏκεν) se estaba muriendo, o "se estaba muriendo"; todo perfectamente coherente.
3. La ternura especial de los padres. Aunque San Marcos con frecuencia emplea diminutivos con poca, si alguna, diferencia de la forma más simple, aún vemos buenas razones para su uso del diminutivo Î¸Ï Î³Î¬ÏÏιον aquÃ. Se convierte en un término de especial cariño y ternura afectuosa en este lugar, por la circunstancia de que otro evangelista, San Lucas, nos informa, a saber, que esta niña era una hija única (Î¸Ï Î³Î¬ÏÎ·Ï Î¼Î¿Î½Î¿Î³ÎµÎ½á½´Ï), tal vez, de hecho lo más probable , un hijo único. Podemos imaginar fácilmente la terrible inquietud del padre, cuando nuestro Señor se habÃa retrasado por el incidente no deseado de la cura de la mujer con el sangriento problema. Jairo debe haber considerado esto como una interrupción muy provocativa y desagradable; y ahora que los mensajeros informan que su hija está muerta, y que sus peores temores se dieron cuenta, él y ellos evidentemente renuncian a todo por lo perdido. El gran Sanador podrÃa haberla devuelto a la salud, por muy enferma o lejana que hubiera estado; pero ¿cómo puede él devolverle la vida ahora que está muerta?
4. El poder de Jesús sobre la muerte. HabÃa escuchado o, si leÃamos un compuesto de la misma palabra, aunque con un ligero apoyo ÏαÏακοÏÏαÏ, habÃa escuchado la conversación entre los mensajeros y Jairo; los habÃa escuchado disuadir al gobernante de fatigarse con la duración del viaje, o de cualquier otra manera preocupar al Médico (ÏκÏλλειÏ, raÃz Ïκῦλον, botÃn, significa "estropear, despojar, desollar, desollar, molestar, acosar o preocuparse"), ya que era solo trabajo sin botas, trabajo bastante inútil, porque el niño estaba muerto. Nuestro Señor trató de revivir las esperanzas del padre, alentar su corazón desmayado y fortalecer su débil fe, diciendo: "No tengas miedo, solo cree". Los dolientes, especialmente los dolientes contratados, que estaban haciendo tanto ruido y golpeándose a sà mismos (á¼ÎºÏÏÏονÏο), en un dolor más aparente que sincero, comenzaron a burlarse de nuestro Señor, o reÃrse de él (καÏεγÎλÏν). De hecho, no deseaban que la restauraran, por miedo a que su ocupación desapareciera. Tomando a la doncella de la mano, se dirigió a ella, en el arameo vernáculo del distrito, diciéndole: "Talitha cumi, mucama, levántate". De inmediato se levantó y caminó; su movimiento demostró fuerza, y la fuerza y ââel movimiento pertenecen a la vida; y entonces la muerte, después de todo, es un sueño, del cual el Salvador trae el despertar. Su poder sobre cada etapa de la muerte aparece por la restauración de uno que acaba de partir como esta doncella; de uno llevado a entierro, como el hijo de la viuda de Nain; de uno ya en la tumba cuatro dÃas, como Lázaro.
5. Carácter práctico de nuestro Señor. Cuando la suegra de Simon se curó, se volvió hacia sus deberes domésticos; cuando esta joven de doce años fue restaurada, caminó (ÏεÏιεÏάÏει), qué natural. Cuando otros se preguntaban, Jesús pensó en el apetito de la joven y ordenó su comida.J.J.G.