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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar Comentario CrÃtico Sin Abreviar
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Corinthians 10". "Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://studylight.org/commentaries/spa/jfu/1-corinthians-10.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Corinthians 10". "Comentario CrÃtico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://studylight.org/
Whole Bible (30)New Testament (6)Individual Books (6)
VersÃculos 1-33
CAPITULO 10EL PELIGRO DE PARTICIPAR EN LA IDOLATRIA ILUSTRADO POR LA HISTORIA DE ISRAEL: TAL COMUNION ES INCOMPATIBLE CON LA PARTICIPACION EN LA CENA DEL SEÃOR. UNO DEBE ABSTENERSE HASTA DE LAS COSAS LICITAS PARA NO PERJUDICAR A LOS HERMANOS DEBILES.
1. Porque-Palabra ilativa que une este capÃtulo con el anterior. No obstante todos vuestros privilegios, debéis practicar una vigilancia abnegada para que no lleguéis a ser reprobados. Los israelitas, a pesar de todos sus privilegios, fueron casi todos desechados por falta de ella. no quiero,⦠que ignoréis-No obstante todo vuestro âconocimientoâ jactancioso. que nuestros padres-La iglesia judaica está en la categorÃa de madre de la iglesia cristiana. todos estuvieron-Dando a âtodosâ el énfasis requerido. Ni uno solo de tan grande multitud, fué detenido en su viaje por la fuerza o por enfermedad (Psa 105:37). [Bengel.] La palabra âtodosâ se repite cinco veces en la enumeración de los cinco favores que Dios impartió a Israel (vv. 1-4). Y correspondiendo a esto, cinco veces, pecaron ellos contra Dios (vv. 6-10). En contraste con el término âtodosâ está el término âlos más de ellosâ del v. 5. Todos ellos tuvieron grandes privilegios, pero muchos de ellos fueron desechados a causa de la codicia. Mirad pues vosotros, los que gozáis de privilegios aun mayores, que no recibáis condenación similar a causa de un pecado semejante. Aquà continúa Pablo al raciocinio del cap. 9:24: âLos que corren en el estadio, todos corren, mas uno lleva el premio.â bajo la nube-estuvieron continuamente bajo la protección de la columna de nube, que era un sÃmbolo de la presencia divina (Exo 13:21-22; Psa 105:39; comp. Isa 4:5). y todos pasaron la mar-Por la milagrosa interposición de Dios en favor de ellos (Exo 14:29).
2. Y-Y asÃ. [Bengel.] todos en Moisés fueron bautizados-Este siervo de Dios representaba la alianza de la ley del Antiguo Testamento, asà como Jesús, el Hijo de Dios, representaba el convenio evangélico (Joh 1:17; Heb 3:5-6). El pueblo fué convencido de que Moisés era un siervo de Dios, por el milagro de la nube que los protegÃa y por haberlos conducido a salvo a través del mar Rojo; y por tanto, se dice que âfueron bautizados en élâ (Exo 14:31). El término âbautizadosâ aquà equivale a âiniciados:â y está usado en relación con el argumento de Pablo dirigido a los corintios: ellos, es verdad, fueron âbautizados,â pero también lo fueron virtualmente los israelitas de antiguo. Y si el bautismo virtual de éstos de nada sirvió para salvarlos de la condena de la codicia, tampoco el bautismo efectivo de aquéllos los salvará. Hay una semejanza entre los sÃmbolos también: pues la nube y la mar consistÃan de agua, y como éstas encubrieron a los israelitas de la vista, y luego los volvieron a la vista, asà también el bautismo hace esto con los bautizados. [Bengel.] Olshausen entiende que âla nubeâ y âla marâ simbolizan el espÃritu y el agua respectivamente (Joh 3:5; Act 10:44-47). Cristo es el pilar de nube que nos esconde del calor de la ira de Dios. Cristo, como âla luz del mundoâ, es nuestra âcolumna de fuegoâ que nos guÃa en las tinieblas del mundo. Asà como la peña herida arrojó agua, asà también Cristo, herido una vez por todas, derrama las aguas del EspÃritu. Y asà como el maná alimentó a Israel, asà Cristo, cuando âplugo a Dios herirloâ, vino a ser nuestro alimento espiritual. Una fuerte prueba de la inspiración de este pasaje, es el hecho de que las partes históricas de la Escritura, sin que los redactores tuvieran el conocimiento de ello, son profecÃas veladas del porvenir.
3. comieron la misma vianda espiritual-Asà como los israelitas tuvieron el agua de la peña que corresponde al bautismo, asà mismo tuvieron el maná que corresponde a la otra de las dos ceremonias del cristianismo, la cena del Señor. Pablo patentemente insinúa la importancia que daban a estos dos ritos todos los cristianos de entonces: âprotesta inspirada contra aquellos que rebajan la dignidad, o repudian la necesidad de los mismos.â [Alford.] Con todo, el apóstol se guarda de ir al otro extremo y pensar que la mera posesión externa de tales privilegios aseguran la salvación. Además, si hubiese habido siete âsacramentos,â como Roma lo enseña, San Pablo hubiera hecho alusión a los mismos, mientras que solamente menciona dos. Al usar la expresión âla misma viandaâ, el apóstol no quiere decir que los israelitas y los cristianos tengamos el âmismoâ simbolismo;3 sino que los israelitas creyentes e incrédulos tuvieron âel mismoâ privilegio espiritual del maná (véase v. 17). Fué una âvianda espiritual,â porque fué dada por el poder del espÃritu de Dios, no por el trabajo humano. [Grocio y Alford.] Expresiones similares son: Gal 4:29 : ânacidos del EspÃritu,â esto es, sobrenaturalmente, y Psa 78:24 : âpan del cieloâ (Psa 105:40). Más bien, âespiritual,â en su significado tÃpico, Cristo, quien es el verdadero pan del cielo (Joh 6:32). Esto no significa que los israelitas comprendieran claramente la significación del maná; pero los creyentes que habÃa entre ellos entendieron que con este pan otra cosa más se daba a entender, y que su fe sincera y reverente, si bien indistinta, les era imputada para la justificación, de la que el maná era algo asà como un sello sacramental. âNo deben ser escuchados aquellos que pretenden que los padres antiguos no esperaban sino las promesas transitoriasâ (ArtÃculo vii de la Iglesia Anglicana), como parece ser el significado de este texto (comp. Heb 4:2).
4. bebieron la misma bebida-(Exo 17:6.) En Num 20:8, se menciona que las âbestiasâ también bebieron. El agua literal tipificaba âla bebida espiritual,â y por tanto asà se le llama. porque bebÃan de la piedra espiritual que los seguÃa, y la piedra era Cristo-Mejor dicho: âla piedra espiritual âque los acompañaba.â Alford explica que aquà no se hace referencia a la roca literal, y que Pablo no confirma la tradición de los judÃos (Rabino Salomón, con Num 20:2), de que la piedra misma, o al menos la corriente de agua que provenÃa de ella, seguÃa a los israelitas de lugar en lugar (véase Deu 9:21); sino a Cristo, âla piedra espiritualâ (Psa 78:20, Psa 78:35; Deu 32:4, Deu 32:15, Deu 32:18, Deu 32:30-31, Deu 32:37; Isa 28:16; 1Pe 2:6), que los acompañaba (Exo 33:15). âSeguÃaâ sugiere que les atendÃa, ministrando a sus necesidades; asà que, aunque mayormente iba delante de ellos, cuando la ocasión lo requiriese, los seguÃa âa sus espaldasâ (Exo 14:19). El satisfacÃa la sed fÃsica de todos, sin excepción alguna, siempre que ellos lo necesitaban, como en las tres ocasiones expresamente asentadas (Exo 15:24-25; Exo 17:6; Num 20:8); y esta bebida material simbolizaba la bebida espiritual que provendrÃa de la Piedra Espiritual (comp. Joh 4:13-14; véase nota v. 3).
5. Mas-Aunque tuvieron tantas señales de la presencia de Dios. de muchos de ellos-Más bien. âde la mayorÃa de ellos;â âde casi la totalidad de ellos,â exceptuando a Josué y a Caleb de la primera generación. no se agradó-El ânoâ en el griego es enfático, pues está al principio de la oración: âNo (como se podrÃa haber esperado naturalmente) de muchos de ellos se agradó.â Dios-cuyo criterio solo es válido. por lo cual-el evento demostró que ellos no habÃan agradado a Dios. fueron postrados-lit., esparcidos a montones. en el desierto-Lejos de la tierra de la promesa. estas cosas fueron-En el griego: âacontecieron.â en figura de nosotros-Como ejemplos, para nosotros, de lo que nos tocará, si nosotros con todos nuestros privilegios nos descuidamos. para que no codiciemos ⦠como ellos codiciaron-La codicia fué el origen de las cuatro ofensas enumeradas, y por lo tanto se pone en primer lugar (Jam 1:14-15; véase Psa 106:14). Un caso particular fué la codicia por causa de la carne, cuando lamentaron la falta del pescado, el ajo, etc., que habÃan dejado en Egipto (Num 11:4, Num 11:33-34). Estas se incluyen en las âcosas malas,â no porque lo fuesen en sÃ, sino porque se transformaron en malas cuando los israelitas codiciaron aquello que Dios les retenÃa, y estuvieron descontentos con lo que Dios proveÃa.
7. Ni seáis honradores de Ãdolos-âidólatras:â un caso relacionado con el asunto en cuestión. Como los israelitas se sentaron (un acto deliberado), comieron y bebieron en la fiesta idolátrica del becerro de oro, asà los corintios estaban en peligro de practicar la idolatrÃa cometiendo un acto similar, aunque no adorasen profesamente a un Ãdolo, como los israelitas (cap. 8:10, 11; 10:14, 20, 21; Exo 32:6). Aquà el apóstol cambia de la primera a la segunda persona, puesto que ellos solos (sin incluirse él) estaban en peligro de la idolatrÃa. En el v. 6 reasume lógicamente el uso de la primera persona. como algunos de ellos-La multitud sigue la iniciativa de los malos. Se levantaron a jugar-Al son de la danza, el canto, y el tamborileo lascivos alrededor del becerro (comp. âse holgaronâ, Act 7:41).
8. Ni forniquemos, como algunos de ellos fornicaron-La fornicación, generalmente, como en este caso (Números 25), se asociaba en las fiestas idolátricas con la fornicación espiritual, esto es, la idolatrÃa. Todo esto se aplicaba a los corintios (cap. 5:1, 9; 6:9, 15, 18; 8:10). Balaam tentó a Israel a cometer ambos pecados con Madián (Rev 1:14). Comp. cap. 8:7, 9, âocasión de caer,â âcomer cosas ofrecidas a Ãdolos.â y cayeron en un dÃa veinte y tres mil-En Num 25:9 se dice que murieron âveinte y cuatro mil.â Si esto fuese una discrepancia verdadera, militarÃa en contra de la inspiración del asunto y el pensamiento en cuestión, más bien. que en contra de la inspiración verbal del mismo. La solución es ésta: Moisés, en el Libro de Los Números, incluye a todos las que murieron âen la plagaâ; Pablo incluye a todos los que murieron âen un dÃa.â Otro mil pudo haber muerto el siguiente dÃa. [Kitto, Cyclopoedia BÃblica.] O bien, el número verdadero pudo haber sido entre 23,000 y 24,000, o sea, 23,500 ó 23:600. Cuando se escribe en términos generales, y cuando no es necesario dar las cifras precisas, un escritor puede con toda veracidad dar uno de los dos números redondos. y otro escritor otro. [Bengel.] Sea cual fuere la manera correcta de reconciliar los dos dichos que aparentemente están en discrepancia. al menos las explicaciones arriba dadas demuestran que no son irreconciliables.
9. Ni tentemos a Cristo-Asà aparece en las versiones más antiguas, Ireneo (264), y manuscritos buenos. En algunos de los manuscritos más antiguos aparece: âal Señor;â y en un manuscrito solo: âa Dios.â Donde dice âSeñorâ quiere decir âCristo.â âCristoâ era considerado como uno de los cinco privilegios de Israel (v. 4), asà que es natural que él fuera mencionado aquà en conexión con uno de los cinco pecados de aquel pueblo. Num 21:5 dice: âhabló el pueblo contra Diosâ (de donde nació probablemente la alteración de este pasaje, en uno de los manuscritos, en el que se dice âDiosâ, para que armonizara con Némeros 21:5). Como cualquier interpretación, âCristoâ o âSeñor,â es auténtica, âCristoâ debe ser âDios.â Véase â¿Por qué tentáis al Señor?â (Exo 17:2, Exo 17:7). Compárese Rom 14:11, con Isa 45:22-23. Las quejas malévolas de Israel fueron pronunciadas especialmente para âtentar a Cristo,â el âAngel del pactoâ (Exo 23:20-21; Exo 32:34; Isa 63:9). Aunque bebieron de âaquella Piedra ⦠Cristoâ (v. 4), con todo se quejaron de la falta de agua (Exo 17:2, Exo 17:7). Aunque también comieron de la misma vianda espiritual (Cristo, âel maná verdadero,â âel pan de vidaâ), con todo murmuraron: âNuestra alma aborrece este pan liviano.â Y aunque fueron castigados por las serpientes de fuego, fueron salvados por la serpiente de bronce, el emblema de Cristo (comp. Joh 8:56; Heb 11:26). El término griego que se traduce aquà por âtentarâ, también significa probar, al grado de cansar o consumir la longanimidad de Cristo (comp. Psa 95:8-9; Num 14:22). Los corintios estaban en peligro de provocar la longanimidad de Dios caminando al borde de la idolatrÃa, por tener una presuntuosa confianza en su conocimiento.
10. Ni murmuréis, como algunos de ellos murmuraron-cuando murieron Coré y sus acompañantes, quienes a su vez habÃan sido murmuradores (Num 16:41, Num 16:49). Las murmuraciones de ellos contra Moisés y Aarón habÃan sido virtualmente murmuraciones dirigidas contra Dios (comp. Exo 16:8, Exo 16:10). Pablo con esto vislumbra las murmuraciones corintias contra él mismo, com. apóstol de Cristo. y perecieron-14,700. por el destructor-El mismo ángel destructor enviado por Dios como en Exo 12:23 y 2Sa 24:16.
11. estas cosas les acontecieron en figura-Reasumiendo el hilo del v. 6. Los manuscritos más antiguos leen: âa guisa de ejemplo.â son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos ⦠etc.-La dispensación del Nuevo Testamento en sus fases sucesivas (âsiglosâ), es la consumación de todas las âedadesâ anteriores. Ninguna dispensación nueva aparecerá hasta que Cristo vuelva como Juez y Vengador; hasta entonces âlos fines de los siglosâ, que son muchos, incluyen varios perÃodos sucesivos (comp. Heb 9:26). Como nosotros vivimos en la última dispensación, que es la consumación de todas las que fueron antes, nuestras responsabilidades son tanto mayores; y será aún mayor la culpabilidad-insinúa Pablo-de los corintios, si no son dignos de gozar de sus privilegios.
12. el que piensa estar firme-Es decir, el que está de pie y sabe que está de pie [Bengel]; esto es, el que se mantiene âpor la feâ âagradableâ a Dios: en contraste con el v. 5: âde muchos de ellosâ no se agradó Diosâ (Rom 11:20). mire no caiga-de su posición en la iglesia de Dios (comp. v. 8: âcayeronâ), tanto temporal como espiritualmente (Rom 14:4). Nuestra seguridad, en lo que toca a Dios, consiste en la fe; en lo que toca a nosotros, consiste en el temor para no caer.
13. No os ha tomado tentación sino humana-Es un consuelo para ellos, frente a la tentación, el saber que ésta es âhumanaâ; es decir âcomún al hombre,â âtal que el hombre puede aguantar,â âadaptada a su capacidad para soportar.â [Wahl.] mas fiel es Dios-(Psa 125:3; Isa 27:3, Isa 27:8; Rev 3:10.) âDios es fielâ al pacto que ha hecho con vosotros al llamaros (1Th 5:24). El ser guiado a la tentación es distinto de precipitarse en la tentación, lo que equivaldrÃa a âtentar a Diosâ (v. 9; Mat 4:7). dará ⦠con la tentación la salida-(Jer 29:11; 2Pe 2:9.) En griego, la palabra, que aquà se traduce âsalidaâ significa el medio de escape apropiado a cada tentación particular; no una salida inmediata, sino en el tiempo oportuno, después que la paciencia ha hecho su obra perfecta (Jam 1:2-4, Jam 1:12). El proporcionará el medio de escape simultáneamente con la tentación que en su providencia, permisivamente, ha preparado para su pueblo. para que podáis aguantar-o soportarla: no que la haya de quitar (2Co 12:7-9).
14. Reasumiendo el argumento, v. 7; cap. 8:9, 10. huid de la idolatrÃa-No practiqueis actos dudosos, tales como el comer lo ofrecido a Ãdolos basándose en la libertad cristiana. La única polÃtica segura es la de evitar del todo lo que se parezca a la idolatrÃa (2Co 6:16-17). El EspÃritu Santo también, haciendo uso de su presciencia, advierte a la iglesia en contra de la idolatrÃa subsecuentemente transferida de la fiesta idolátrica a la cena del Señor misma, en la invención de la transubstanciación.
15. juzgad vosotros lo que digo-Apela al propio criterio de ellos para comprender la fuerza del argumento que sigue: a saber, que como participar de la cena del Señor implicaba el participar del Señor mismo, y como la participación de las carnes del sacrificio judaico envolvÃa la participación del altar de Dios, asà por cuanto los paganos sacrificaban a demonios, la participación de la fiesta idolátrica era lo mismo que tener participación con los demonios. No podemos despojarnos de nuestra responsabilidad de âjuzgarâ por nosotros mismos. La debilidad del juicio privado no es un argumento en contra de su uso, sino de su abuso. Debiéramos tomar empeño en escudriñar la infalible Palabra, con la ayuda de todo lo que esté a nuestro alcance, y sobre todo rogando con humildad por la dirección del EspÃritu (Act 17:11). Si San Pablo, apóstol inspirado, no sólo permite antes urge a los hombres a juzgar los dichos de él a la luz de la Escritura, tanto más debieran hacerlo los ministros de la presente iglesia visible. La frase âComo sabios habloâ es una referencia medio irónica a la jactancia de los sabios que habÃa entre los corintios (cap. 4:40; 2Co 11:19). Aquà tenéis una oportunidad para ejercitar vuestra âsabiduriaâ al juzgar âlo que os digo.â
16. La copa de bendición-Correspondiente a la âcopa de bendiciónâ judaica, sobre la cual se ofrecÃa una acción de gracias durante la Pascua. A esta costumbre se debió que Cristo instituyese esta parte de la cena del Señor (Mat 26:27; Luk 22:17, Luk 22:20). que bendecimos-Nosotros, no meramente los ministros, sino también la congregación. El ministro âbendiceâ (consagra con bendición) la copa, pero no por alguna autoridad sacerdotal que se le haya transmitido, sino como representante de la congregación, la que por medio de él virtualmente bendice la copa. El acto de bendición conjunta efectuado por él y por ellos (no de âla copaâ, que como âel panâ en el griego está en el acusativo), y el acto seguido de beberla en conjunto, constituye la comunión, es decir la participación conjunta âde la sangre de Cristo.â Comp. v. 18: âlos que comen ⦠son participesâ (comulgadores juntos). ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? etc.-El verbo âesâ aquÃ, en ambos casos es literal, no significa ârepresenta.â El que con fe participa de la copa y del pan, participa real pero espiritualmente de la sangre y el cuerpo de Cristo (Eph 5:30, Eph 5:32), y de los beneficios de su sacrificio en la cruz (v. 18). La comunión con Cristo se pone en contraste con la participación con los demonios (v. 20). Alford explica: âLa copa es la [co] participación (esto es, es el medio por el cual se efectúa el acto de participación de la sangre â¦â Es el sello de nuestra vivificante unión con Cristo como nuestro Salvador. (Joh 6:53-57). No se dice, âLa copa ⦠es la sangre,â ni âel pan es el cuerpoâ, sino que la copa, âes la comunión (la coparticipación) de la sangreâ y el pan âes la comunión del cuerpo.â Si el pan es cambiado en el cuerpo literal de Cristo, ¿dónde está la prueba de que es un sacramento? Los romanistas comen a Cristo âen conmemoración de él mismo.â Beber sangre literal hubiera sido una abominación a los judÃos, y los primeros cristianos fueron judÃos (Lev 17:11-12). El partimiento del pan formaba parte del acto de consagrarlo, porque asà se representaba la crucifixión del cuerpo de Cristo (cap. 11:24). La especificación distinta del pan y del vino refuta la doctrina romanista de la concomitancia, y la exclusión de los laicos en la participación de la copa.
17. Porque un pan-Un solo pan entero parece que se usaba en cada celebración. somos un cuerpo-Nosotros, los muchos (es decir, los creyentes congregados), somos un pan (con participar del mismo pan que se asimila para la manutención de nuestros cuerpos, venimos a ser), un cuerpoâ (con Cristo, y asà los unos con los otros).
18. Mirad a Israel según la carne-El Israel literal, distinto del espiritual (Rom 2:29; Rom 4:1; Rom 9:3; Gal 4:29). ¿no son partÃcipes con el altar?-Y asà con Dios, cuyo es el altar; tienen comunión con Dios y en su culto, del cual el altar es sÃmbolo.
19. ¿Qué pues digo? ¿Qué el Ãdolo es algo?-De las analogÃas de la cena del Señor y de los sacrificios judaicos se podrÃa sacar la inferencia de que un Ãdolo es en realidad lo que los paganos creÃan que era: un dios, y que al comer lo sacrificado a Ãdolos, tenÃan comunión con dicho dios. Pero este versÃculo se cuida de tal inferencia: â¿Qué quiero decir, pues? ¿que lo sacrificado a Ãdolos es una cosa real (en el sentido en que lo tenÃan los paganos), o que un Ãdolo es una cosa real?â
20. lo que los Gentiles sacrifican ⦠a los demonios lo sacrifican-Aquà introduce San Pablo una nueva aseveración: Es verdad que, como dije, el Ãdolo no es real en el sentido como lo reconocen los paganos, pero tiene realidad en otro sentido; estando el paganismo bajo el dominio de Satanás como âprÃncipe de este mundo,â él y sus demonios son en verdad los poderes que adoran los paganos. estén o no conscientes de ello (Deu 32:17; Lev 17:7; 2Ch 11:15; Psa 106:37; Rev 9:20). âDiabloâ, en el griego, se usa para designar sólo a Satanás; âdemonios,â es el término que se aplica a los espÃritus malos inferiores. El temor, antes que el amor es lo que origina el culto pagano (véase el vocablo âpánico,â que es un derivado de Pan, un dios mitológico cuya supuesta forma humana con cuernos y pesuñas dió origen a las representaciones vulgares de Satanás); asà como el temor es el espÃritu que poseen Satanás y sus demonios (Jam 2:19). no querrÃa que vosotros fueseis partÃcipes con los demonios-al participar en las fiestas idolátricas (cap. 8:10).
21. No podéis beber la copa del Señor-real y espiritualmente, aunque podéis hacerlo externamente (1Ki 18:21). y la copa de los demonios-en contraste con la copa del Señor. En las fiestas idolátricas las libaciones se hacÃan de la copa que se daba al Ãdolo primero, y luego bebÃan los huéspedes, de modo que al beber tenÃan comunión con el Ãdolo. no podéis ser partÃcipes de la mesa del Señor-La cena del Señor es una fiesta que se celebra a la mesa, no un sacrificio en un altar. Nuestro único altar es la cruz del Calvario; nuestro único sacrificio es el de Cristo hecho una vez y para siempre. La cena del Señor, sin embargo, tiene Ãntima relación, analógicamente con el sacrificio de Cristo, asà como las fiestas sacrificiales de los judÃos que tenÃan relación con sus sacrificios (comp. Mal 1:7 âaltar ⦠mesa de Jehováâ), y las fiestas idolátricas con sus sacrificios idolátricos (Isa 65:11). Los sacrificios paganos se ofrecÃan a nonadas idolátricas, tras de las cuales Satanás acechaba. El sacrificio judaico no era sino una sombra de lo que iba a acontecer. Sólo el sacrificio de Cristo es la única realidad substancial. Por lo tanto, mientras que el que participaba de la fiesta sacrificial participaba también âdel altarâ (v. 18) (más bien que de Dios plenamente manifestado), y el festejador pagano tenÃa verdadera comunión con los demonios; quien participa de la cena del Señor tiene en ella verdadera comunión o participación del cuerpo de Cristo, quien fué una vez sacrificado, pero que ahora ha sido exaltado como Cabeza de la humanidad redimida.
22. ¿O provocaremos a celo al Señor?-dividiendo nuestra comunión entre él y los Ãdolos (Eze 20:39). ¿Es nuestro deseo provocarle a hacer uso de su poder? Deu 32:21 está en la mente del apóstol [Alford] (Exo 20:5). ¿Somos más fuertes que él?-para poder arriesgarnos a entablar una contienda con él.
23. Todo me es lÃcito-Volviendo a la demanda de los corintios (cap. 6:12), Pablo menciona otra vez su idoneidad. Los manuscritos más antiguos omiten en ambos casos el âmeâ. mas no todo edifica-No todo tiende a edificar el templo espiritual, la iglesia, en fe y en amor. San Pablo no apela a la decisión apostólica (Hechos 15), la que no parece haber sido tomada muy en cuenta fuera de Palestina, sino más bien al amplio principio de la libertad cristiana verdadera, la que no nos deja guiarnos por las cosas externas, las cuales aunque podemos usarlas, no debemos aprovecharlas (cap. 6:12). El uso o el desuso de ellas puede decidirse al tomar en cuenta. la edificación.
24. (v. 33; cap. 13:5; Rom 15:1-2).
25. De todo ⦠comed ⦠sin preguntar nada por causa de la conciencia-Si con preguntar te dieras cuenta de que fué ofrecida a Ãdolo, nacerÃa en tu conciencia un escrúpulo innecesario, que de otro modo no lo hubieras tenido.
26. del Señor es la tierra-La base que justifica el comer sin hacer preguntas es que la tierra con todo su contenido (âlo que la hincheâ, Psa 20:1; Psa 50:12), inclusive las viandas, pertenece al Señor, y están señaladas para nuestro provecho; y cuando la conciencia no sugiere escrúpulo, puede comerse de todo (Rom 14:14, Rom 14:20; 1Ti 4:4-5; comp. Act 10:15).
27. si algún infiel os llama, y ⦠queréis ir-indicando tácitamente que harÃan bien en no ir, pero no prohibiendo que fuesen (v. 9). [Grocio.] No se trata de una fiesta idolátrica, sino de un evento social común, en la que, con todo, podrÃa haber viandas consagradas a Ãdolo. comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia-Véase Nota v. 25.
28. Mas si alguien os dijere-Algún cristiano flaco, compañero de mesa, que quiere advertir a su hermano. Esto fué sacrificado a los Ãdolos-Los manuscritos más antiguos omiten âa los Ãdolos.â La expresión que al ser pronunciada a oÃdos de los idólatras, serÃa ofensiva y naturalmente serÃa evitada. no lo comáis,⦠por causa de la conciencia-Para no ser ocasión de tropiezo a la conciencia de tu hermano débil (cap. 8:1-12). porque del Señor es la tierra y lo que la hinche-Esto no se halla en los manuscritos más antiguos.
29. La conciencia ⦠del otro-del hermano flaco aludido en el v. 28. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia?-San Pablo emplea la primera persona para enseñar a los convertidos colocándose en el lugar de ellos. Los términos âotroâ y âotraâ en el griego son distintos. âEl otroâ se refiere a alguien por el cual San Pablo y los creyentes corintios se preocupan; la âotra concienciaâ se trata de una persona ajena a su cuidado. Si un comensal sabe que la vianda fué ofrecida a Ãdolo, mientras que yo no lo sé, tengo la âlibertadâ de comer sin ser condenado por la âconcienciaâ de él. [Grocio.] Asà que, el âpues â¦â es un argumento en favor del v. 27: âComed sin preguntar â¦â O bien: â¿Por qué he de dar ocasión, al hacer un uso ligero de mi libertad, a que otro la condene [Estio], o a que mi libertad sea la causa de la perdición de mi hermano débil?â [Menoquio.] O estas palabras pueden ser las del objetante corintio (usadas acaso en la carta y asà citadas por Pablo): â¿Por qué es juzgada mi libertad por la conciencia ajena?â Es decir, ¿Por qué no he de ser juzgado por mi propia conciencia, para tener la libertad de obrar según los dictados de ella? A lo que San Pablo responde en el v. 31: Vuestros actos debieran ser limitados siempre tomando en consideración lo que tiende âa la gloria de Dios,â [Vatablo, Conybeare y Howson.] La primera explicación es la más sencilla: el âpues â¦â se refiere a âla otra concienciaâ âno a la tuyaâ (esto es, âno a la mÃaâ, al cambiar el apóstol a la primera persona); he de abstenerme sólo en el caso de que haya la probabilidad de ofender la conciencia de otro; en los casos en que la mÃa no tiene escrúpulos, no estoy obligado, en el juicio de Dios, por otra conciencia que no sea la mÃa.
30. Y si yo con agradecimiento participo, ¿por qué he de ser blasfemado?-¿Por qué habla mal de mà aquel que no aprovecha su libertad, antes nada quiere comer sin preguntar escrupulosamente de dónde vino la carne? por lo que doy gracias?-Acto que santifica todas las acciones del cristiano (Rom 14:6; 1Ti 4:3-4);
31. Si pues coméis, o bebéis-Comp. con Zec 7:6, donde se presenta un cuadro de mundanos. El piadoso puede âcomer y beber;â y le ha de ir bien (Jer 22:15-16). hacedlo todo a gloria de Dios-(Col 3:17; 1Pe 4:11)-Lo que implica nuestra consideracion en cuanto a la edificación de nuestro hermano en la fe.
32. Sed sin ofensa-en cosas indiferentes (cap. 8:13; Rom 14:13; 2Co 6:3); porque en todo lo esencial que afecte a la doctrina y práctica cristianas, hasta en el detalle más mÃnimo, no debemos desviarnos de los principios, sea cual fuere la ofensa resultante (cap. 1:23). No es necesario ser ofensivos, si nuestro espÃritu lo motiva; pero es necesario cuando la verdad nos obliga a serlo.
33. Como también yo ⦠complazco a todos-Trato de agradar (cap. 9:19, 22; Rom 15:2). no procurando mi propio beneficio-(v. 24). sino el de muchos-más bien, como el griego: âel de los muchos.â