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Sunday, December 22nd, 2024
the Fourth Week of Advent
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
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Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre John 21". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/john-21.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre John 21". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (29)New Testament (6)Gospels Only (1)Individual Books (4)
Versículos 1-25
DETALLES SUPLEMENTARIOS. (Se ha sostenido que este capítulo ha sido añadido por otra mano, contra clara evidencia en contra, por algunos críticos modernos, principalmente porque el evangelista había concluído su parte de la obra con el cap. 20:30, 31. Pero ni en las Epístolas del Nuevo Testamento, ni en otros autores buenos, es inusitado intercalar asuntos suplementarios, y por consiguiente, tener más de una sola terminación].
1, 2. Después se manifestó Jesús … y manifestóse de esta manera—Esta forma de hablar indica que después de su resurrección, él no se mostraba sino ocasional e inesperadamente, y de manera sobrenatural, mas real y corporalmente. Natanael—Véase la nota acerca de Mateo 10:3.
3-6. Díceles Simón: A pescar voy—Véase la nota acerca de Lucas 5:11. aquella noche no cogieron nada—como cuando la primera pesca milagrosa (véase la nota acerca de Lucas 5:5); sin duda así dispuesto por Dios para que el milagro los impresionara tanto más por el contraste. El mismo principio se ve en operación durante gran parte del ministerio de Cristo, y es en efecto una gran lev del proceder espiritual de Dios con su pueblo.
4. Jesús se puso—Cf. cap. 20:19, 26. mas los discípulos no entendieron que era Jesús—Tal vez había habido algún intervalo considerable desde la última manifestación, y habiéndose puesto de acuerdo para volver a su empleo secular, ellos no estaban preparados para verlo. Mozos—Este término no lo identificaría necesariamente, por no ser inusitado de parte de alguna persona de rango superior; pero cuando ellos lo reconocieran, se darían cuenta de que esto era muy propio de su Maestro. ¿tenéis algo de comer?—“provisiones”, “abastecimientos”, queriendo decir en este caso0 pescado. Respondiéronle: No—Esto fué en su estilo acostumbrado, haciendo que ellos dijeran su situación, para prepararlos así para lo que venía.
6. Y él les dice: Echad la red a la mano derecha del barco—sin duda, por esta dirección concreta, queriendo revelarles su conocimiento del mar y su poder sobre él.
7-11. aquel discípulo, al cual amaba Jesús, dijo a Pedro: El Señor es—nuevamente teniendo la ventaja de su hermano en la celeridad de reconocimiento (véase el cap. 20:8), a ser seguido por una actividad en Pedro muy propia de él. estaba desnudo—con solamente la ropa interior. echóse a la mar—en la parte poco profunda, a menos de cien metros de la ribera (v. 8); no pensando nadar, sino llegar a Jesús más pronto que en el barco lleno, el cual difícilmente podían llevar remando hasta la ribera.
9. vieron ascuas puestas, y un pez encima de ellas, y pan—Cotejando esto con 1 Reyes 19:6, y pasajes similares, aparecerán los medios invisibles por los cuales Jesús hizo esta provisión.
10. Díceles Jesús: Traed de los peces que cogisteis ahora—Obsérvese la provisión doble así lograda: la de él y la de ellos. El significado de esto tal vez aparecerá luego.
11. Subió Simón Pedro—a bordo. y trajo la red a tierra, llena de grandes peces, ciento cincuenta y tres: y siendo tantos, la red no se rompió—La referencia manifiesta aquí a la pesca milagrosa anterior ( Lucas 5:1), nos da la clave a esta escena. Allí la pesca fué simbólica del éxito de su mínisterio futuro: Mientras un “temor le había rodeado [a Pedro], y a todos los que estaban con él, de la presa de los peces que habían tomado … Jesús dijo a Simón: No temas: desde ahora pescarás hombres.” También, cuando fueron llamados la primera vez, en el acto de echar “la red en la mar; porque eran pescadores”, la misma referencia simbólica fué hecha a su ocupación secular: “Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres”. ( Mateo 4:18). Aquí, entonces, si solamente tenemos en cuenta la misma referencia simbólica, será claro todo el propósito de esta escena. La multitud y el tamaño de los peces que ellos tomaron, simbólicamente prefiguraban el inmenso éxito de su ministerio que ya estaba acercándose, y ésta sólo como un principio de futuras pescas, por medio del ministerio cristiano, hasta que “la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren la mar.” Y mientras que, en la primera ,pesca milagrosa, la red “se rompía” por el peso de lo que contenía—expresivo de la dificultad con que, después de “pescados los hombres”, ellos serían capaces de retener, o evitar que escaparan para volver al mundo—aquí, “siendo tantos, la red no se rompió”, ¿no nos hace recordar dichos como éstos (cap. 10:28): “Yo les doy [a mis ovejas] vida eterna; y no perecerán para siempre ni nadie las arrebatará de mi mano”? [Luthardt]. Pero no por medio del ministerio cristiano son juntados todos los discípulos verdaderos. Jesús mismo, por métodos invisibles, recoge a algunos, quienes después son reconocidos por los pescadores de hombres ya constituídos, y quienes participan de los frutos de sus labores. Y ¿no son éstos simbolizados por aquella porción del refrigerio galileo que hallaron los pescadores, de algún modo invisible, ya preparada para ellos.
12-14. Y ninguno de los discípulos osaba preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor—dando a entender que les habría gustado oírle decir: “Yo soy”; pero teniendo evidencia tan convincente, ellos tenían miedo de ser censurados por “su incredulidad y dureza de corazón”, si osaran hacerle la pregunta.
13. toma el pan, y les da; y asimismo del pez—Véase la nota acerca de Lucas 24:30.
14. Esta era ya la tercera vez que Jesús se manifestó a sus discípulos—a sus discípulos reunidos; pues si contamos sus apariciones a discípulos individuales, serían más veces.
15-17. Y cuando hubieron comido, Jesús dijo—Parece que el silencio había reinado durante la comida; ininterrumpido por parte de él, para que por su observación muda de él tuvieran ellos tanto más comprobada la seguridad de su identidad; y de parte de ellos, por cortedad reverente de hablar mientras él no hablara. Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?—refiriéndose cariñosamente a aquellas palabras tristes de Pedro, un poco antes que negara a su Señor: “Aunque todos sean escandalizados en ti, yo nunca seré escandalizado” ( Mateo 26:33), y pensando por esta alusión traer toda la escena viva ante su mente, y avergonzarlo. Si, Señor: tú sabes que te amo—El no agrega “más que éstos”, pero antepone una apelación afectuosa a la misma omnisciencia del Salvador por la verdad de su protestación, lo que hace que sea totalmente diferente de su dicho anterior. Dícele: Apacienta mis corderos—Es seguramente equivocado considerar este término como un mero diminutivo de cariño, y como queriendo decir lo mismo que “las ovejas” [Webster y Wilkinson]. Está mucho más de acuerdo con la usanza entender por “corderos” los discípulos jóvenes y tiernos, ya sea en edad o en experiencia cristiana ( Isaías 40:11; 1 Juan 2:12), y por las “ovejas” los más maduros. ¿Diremos (con muchos) que Pedro fué rehabilitado aquí en su puesto? No exactamente, puesto que en realidad no fué excluído de él. Pero después de un comportamiento como el de él, después de la profunda herida que había recibido el honor de Cristo, la mancha traída sobre su puesto, el daño hecho a su alta posición entre los hermanos, y aun su propio consuelo, en perspectiva de la gran obra delante de él, hacía falta alguna renovación semejante de su llamamiento y restablecimiento de su posición
16. Vuélvele a decir la segunda vez …¿me amas? etc.—En esta segunda repetición, aunque se pensaba reabrir la herída, no se repiten las palabras “más que éstos”; porque Cristo es médico tierno como también hábil, y el silencio de Pedro sobre este punto fué confesión bastante de su pecado y locura. Como Pedro repite su protestación en las mismas palabras, el Señor se eleva más alto en la manifestación de su gracia restauradora. Apacienta mis ovejas—Se ha dicho que la palabra aquí es cambiada a propósito de una usada en el v. 15, que quíere decir simplemente dar de comer “ a los corderos”, a una que quiere decir atender, cuidar como pastor, dando a entender el ejercicio permanente, continuado de aquella vocación, y en sus funciones más elevadas.
17. Dícele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez, etc.—Esta fué la incisión más honda del médico en la herida, cuando Pedro todavía sentía el dolor de los dos sondeos anteriores. Hasta ahora Pedro no se había dado cuenta todavía del objeto de esta serie de sondeos. La tercera vez lo revela todo, trayendo ante su vista tal arremetida de tristes recuerdos de que “tres veces negó que lo conocía” que lo siente en lo más vivo. Convenía que lo sintiera; se quería que lo sintiese. Pero logrado su propósito, el diálogo doloroso termina con un grato: “Apacienta mis ovejas”; como si dijera el Señor: “Ahora, Simón, se ha disipado la última manchita de la nube que te hacía sombra desde aquella noche de noches: Desde ahora eres para mí y mi obra como si no hubiese acaecido aquella escena.”
18, 19. Cuando eras más mozo—abarcando todo el período de la vida hasta el borde de la vejez. te ceñías, e ibas donde querías—eras dueño de ti mismo. cuando ya fueres viejo, extenderás tus manos—para ser atado para la ejecución, aunque no necesariamente en una cruz. Sin embargo, no hay motivo para dudar la tradición antigua de que Pedro murió crucificado. esto dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a Dios—No es pues una mera predicción de la manera de su muerte, sino del honor que sería conferido a él por morir en nombre de su Señor. Y, en efecto, sin duda, esta predicción fué propuesta para sellar su triple restauración: “Sí, Simón, no sólo darás a comer a mis corderos y atenderás a mis ovejas, sino después de una larga carrera de tal servicio, serás contado digno de morir por el nombre del Señor Jesús.” Y dicho esto, dícele: Sígueme—Uniendo así esta predicción con la invitación a seguirlo, indicaría el evangelista el sentido más profundo en el cual fué entendido este llamamiento, de no acompañarlo meramente en aquel momento, sino de venir en pos de él “llevando su cruz”.
20, 21. Volviéndose Pedro—indicando que él seguía inmediatamente como se le mandó. ve a aquel discípulo al cual amaba Jesús que seguía, el que también se había recostado a su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?—El evangelista hace estas alusiones a la familiaridad peculiar a la cual había sido admitido en la más memorable de todas las ocasiones, tal vez afectuosamente para dar razón de la pregunta un tanto osada de Pedro acerca de él; lo que es más bien probable, como fué por la sugestión de Pedro, que Juan hizo la pregunta acerca del traidor que aquí se recuerda (cap. 13:24, 25). Pedro … dice a Jesús: Señor, ¿y éste, qué?—“¿Qué de este hombre”? o, “¿Cómo le irá a él?”
22, 23. Dícele Jesús: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú—Por el hecho de que Juan solo de los Doce sobrevivió la destrucción de Jerusalén, y así fué testigo de aquella serie de acontecimientos que pertenece a “los últimos días”, muchos intérpretes buenos creen que ésta es una predicción virtual del hecho, y no una mera suposición. Pero esto es muy dudoso, y parece más natural considerar que nuestro Señor no pensaba dar ninguna indicación positiva de la suerte de Juan, sino que era un asunto que pertenecía al Señor de los dos, quien lo revelaría o lo encubriría según creyera propio, y que le correspondía a Pedro prestar atención a sus asuntos propios. De acuerdo con esta interpretación, en el “sígueme tú”, la palabra “tú” es enfática. Nótese la disposición absoluta de la vida humana que pretende Cristo como suya por derecho: “Si quiero que él quede hasta que yo venga”, etc. Salió entonces este dicho entre los hermanos, que aquel discípulo no había de morir—creencia en la cual ellos cayeron tanto más fácilmente por la expectativa general de que la segunda venida de Cristo estaba entonces cerca. Mas Jesús no le dijo, No morirá—El evangelista es celoso por el honor de su Señor, el cual se podría creer que la muerte de Juan comprometería, si tal malentendido no fuera corregido.
24, 25. LA TERMINACION FINAL DE ESTE EVANGELIO. Este es aquel discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas—identificando así al autor de este libro con todo lo que dice de este discípulo—y sabemos que su testimonio es verdadero—Cf. cap. 19:35. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús—Véase el cap. 20:30, 31. si se escribiesen cada una … pienso—expresión usada para dar a entender que lo que sigue no hay que tomarlo demasiado literalmente. ni aun en el mundo … cabrían los libros, etc.—no una expresión meramente hiperbólica, distinta de la sublime sencillez de este escritor, sino dicho para hacer entender al lector que, aun ahora cuando él había terminado de escribir, le parecía que faltaba mucho para agotar todos los materiales; que él mismo estaba rebosando, y podría multiplicar “Evangelios” hasta casi cualquier extensión dentro de los límites estrictos de lo que “Jesús hizo”. Pero en la limitación de estas Historias incomparables, en cuanto a número, hay tanto de aquella sabiduría divina que ha presidido y penetra los oráculos vivos, como en su variedad y plenitud.
TABLA CRONOLOGICA DE LOS MILAGROS DE CRISTO
Sobre el orden de algunos de los Milagros y de las Parábolas de nuestro Señor, habiendo escasos datos, existe considerable diferencia de opinión.
MILAGROS
Dónde se verificaron
Dónde se relatan
El agua hecha vino
Caná de Galilea
Joel 2:1
Los comerciantes arrojados del templo
Jerusalén
Joel 2:13
El hijo del noble sanado
Caná
Joel 4:46
La primera pesca milagrosa
Mar de Galilea
Lucas 5:1
El leproso sanado
Capernaum
Mateo 8:2; Marco 1:40; Lucas 5:12.
El siervo del centurión sanado
Capernaum
Mateo 8:5; Lucas 7:1
El hijo de la viuda resucitado
Naín
Lucas 7:11
El endemoniado sanado
Capernaum
Marco 1:21; Lucas 4:31
La suegra de Pedro sanada
Capernaum
Mateo 8:14, Mateo 8:15; Marco 1:29; Lucas 4:38
El paralítico sanado
Capernaum
Mateo 9:2; Marco 2:1; Lucas 5:17
El hombre impotente sanado
Jerusalén
Joel 5:1.
El hombre de la mano seca sanado
Galilea
Mateo 12:10; Marco 3:1; Lucas 6:6
El endemoniado ciego y mudo sanado
Galilea
Mateo 12:22; Lucas 11:14
La tempestad calmada
Mar de Galilea
Mateo 8:23; Marco 4:35; Lucas 8:22
Los endemoniados gadarenos sanados
Gadara
Mateo 8:28; Marco 5:1
La hija de Jairo resucitada
El flujo de sangre sanado
Capernaum
Cerca de
Capernaum
}
Mateo 9:18; Marco 5:22; Lucas 8:41
Los dos hombres ciegos sanados
Capernaum
Mateo 9:27
El endemoniado mudo sanado
Capernaum
Mateo 9:32
Los cinco mil alimentados
Decápolis
Mateo 14:13; Marco 6:31; Lucas 9:10; Joel 6:5-14
Jesús camina sobre las aguas
Mar de Galilea
Mateo 14:22; Marco 6:45; Joel 6:15-21
La hija de la mujer sirofenisa
Costas de Tiro y Sidón
Mateo 15:21; Marco 7:24
El sordo y tartamudo sanado
Decápolis
Marco 7:31
Los cuatro mil alimentados
Decápolis
Mateo 15:32; Marco 8:1
Un ciego sanado
Betsaida
Marco 8:22
El joven lunático sanado
Cerca de Cesarea de Filipo
Mateo 17:14; Marco 9:14; Lucas 9:37.
La provisión milagrosa de tributo
Capernaum
Mateo 17:24
Los ojos del ciego de nacimiento abiertos
Jerusalén
Joel 9:1
La mujer enferma desde hacía 18 años sanada
[Perea]
Lucas 13:10
El hidrópico sanado
[Perea]
Lucas 14:1
Los diez leprosos limpiados
Frontera de Samaria
Lucas 17:11
Lázaro resucitado
Betania
Joel 11:1
Los dos mendigos ciegos sanados
Jericó
Mateo 20:26; Marco 10:46; Lucas 18:35
La higuera estéril maldita
Betania
Mateo 21:12, Mateo 21:13, Mateo 21:18, Mateo 21:19; Marco 11:12
Los comerciantes arrojados del templo
Jerusalén
Lucas 19:45, Lucas 19:46
La oreja de Malco sanada
Getsemaní
Mateo 26:51; Marco 14:47; Lucas 22:50, Lucas 22:51; Joel 18:10,11
La segunda pesca
Mar de Galilea
Joel 21:1
TABLA CRONOLOGICA DE LAS PARABOLAS DE CRISTO
PARABOLAS
Dónde se pronunciaron
Dónde se relatan
Los dos deudores
[Capernaum]
Lucas 7:40
El hombre fuerte armado
Galilea
Mateo 12:29; Marco 3:27; Lucas 11:21, Lucas 11:22.
El espíritu inmundo
Galilea
Mateo 12:43; Lucas 11:24
El sembrador
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:3, Mateo 13:18; Marco 4:3, Marco 4:14; Lucas 8:5, Lucas 8:11
La cizaña y el trigo
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:24, Mateo 13:36
El grano de mostaza
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:31, Mateo 13:32; Marco 4:30; Lucas 13:18, Lucas 13:19
La semilla que crece secretamente
Costa del Mar de Galilea
Marco 4:26
La levadura
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:33; Lucas 13:20, Lucas 13:21
El tesoro escondido
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:44
La perla de gran precio
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:45, Mateo 13:46
La red de pescar
Costa del Mar de Galilea
Mateo 13:47
El siervo cruel
Capernaum
Mateo 18:21
El buen samaritano
Cerca de Jerusalén
Lucas 10:29
El amigo de media noche
Cerca de Jerusalén
Lucas 11:5
El rico insensato
Galilea
Lucas 12:16
La higuera estéril
Galilea
Lucas 13:6
La gran cena
Perea
Lucas 14:15
La oveja perdida
Perea
Mateo 18:12; Lucas 15:3
La moneda perdida
Perea
Lucas 15:8
El hijo pródigo
Perea
Lucas 15:11
El buen pastor
Jerusalén
Joel 10:1
El mayordomo infiel
Perea
Lucas 16:1
El rico y Lázaro
Perea
Lucas 16:19
Los siervos inútiles
Perea
Lucas 17:7
La viuda insistente
Perea
Lucas 18:1
El fariseo y el publicano
Perea
Lucas 18:9
Los obreros de la viña
Perea
Mateo 20:1
Las minas
Jericó
Lucas 19:11
Los dos hijos
Jerusalén
Mateo 21:28
Los labradores malvados
Jerusalén
Mateo 21:33; Marco 12:1; Lucas 20:9
Las bodas del hijo del rey
Jerusalén
Mateo 22:1
Las diez vírgenes
Monte de Olivas
Mateo 25:1
Los talentos
Monte de Olivas
Mateo 25:14