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Sunday, December 22nd, 2024
the Fourth Week of Advent
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Luke 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/luke-8.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Luke 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (28)New Testament (5)Gospels Only (1)Individual Books (3)
Versículos 1-56
UN CIRCUITO GALILEO, CON LOS DOCE Y CIERTAS MUJERES QUE SERVIAN. (En Lucas sólo).
1. él caminaba—“viajaba”, “hacía progreso”—por todas las ciudades y aldeas—o, “por aldeas y pueblitos”—predicando, etc.—el Príncipe de los predicadores itinerantes, que esparcía de cerca y de lejos la semilla del Reino.
2. algunas mujeres … curadas, etc.—sobre quienes él tenía doble derecho por haber traído sanidad a sus cuerpos y vida nueva a sus almas. Atraídas a él por una atracción más que magnética, le acompañaban en esta gira como sus sostenedoras, sirviéndole con sus bienes. ¡Bendito Salvador! ¡Nos enternece verte viviendo del amor de tu pueblo redimido! Que te traigan sus pobres ofrendas, no nos sorprende. Tú les has sembrado cosas espirituales, y ellos creen, como bien pueden creer, cosa pequeña que tú siegues sus cosas carnales ( 1 Corintios 9:11). Pero ¿tú lo tomas de la mano de ellas, y subsistes de ello? ¡“Oh profundidad de riquezas” de esta pobreza de él! María … Magdalena—es decir, probablemente de Magdala, por lo cual véase Mateo 15:39. habían salido siete demonios—(Marco 16:9). Es una gran injusticia a esta honrada mujer identificarla con la mujer una vez perdida mencionada en el cap. 7:37, y el llamar todas las penitentes semejantes Magdalenas. El error se ha originado al confundir el caso triste de una persona poseída por el demonio, y el de quien conscientemente alberga la impureza diabólica o por suponer que lo uno haya sido infligido como castigo por lo otro, para lo cual no hay fundamento bíblico alguno.
3. Juana, mujer de Chuza, procurador de Herodes—Si este servidor de semejante diablo impío, cruel, libertino como lo era Herodes Antipas, difería mucho de su amo, su puesto no sería fácil ni envidiable. Que fuera discípulo de Cristo es muy improbable, aunque podría estar favorablemente dispuesto para con él. Pero lo que no sabemos de él, y tememos que le faltara, estamos seguros de que lo poseía su esposa. Sanada de “espíritus malos” o de algunas de las enfermedades aquí referidas, las enfermedades ordinarias de la humanidad, ella se une al séquito de los agradecidos y fieles seguidores del Salvador. De “Susana”, mencionada después, nada sabemos sino el nombre, y aquí solamente. Pero los servicios de ella en esta ocasión memorable han inmortalizado de nombre. “Donde quiera que fuere predicado este evangelio en todo el mundo, también esto que ella ha hecho”, en ministrar al Señor de su sustancia en su gira por Galilea, “será dicho para memoria de ella” (Marco 14:9). y otras muchas—es decir, muchas otras mujeres sanadas. ¡Qué séquito! y ¡todas sirviendo al Señor de sus haciendas, y él lo permitía y subsistía de ello! “El que era el sostén de la vida espiritual de su pueblo, no menospreciaba ser sostenido por ellos en el cuerpo. No se avergonzaba de penetrar tanto en el abismo de la pobreza como para vivir de las limosnas del amor. El daba de comer milagrosamente sólo a otros; en cuanto a sí mismo vivía del amor de su pueblo. El lo daba todo a los hombres, sus hermanos, y de ellos lo recibía todo, gozándose pues en las puras bendiciones del amor; el cual es perfecto sólo cuando al mismo tiempo está dando y recibiendo. ¿Quién podría inventar cosas semejantes a éstas? Fué necesario vivir de esta manera, para que fuese escrito” [Olshausen.]
4-18. LA PARABOLA DEL SEMBRADOR. Véase el comentario acerca de Marco 4:3; Marco 4:14.
16. Ninguno, etc.—Véase la nota acerca de Mateo 5:15, de lo cual esto es casi una repetición.
17. Porque no hay cosa, etc.—Véase la nota acerca del cap. 12:2.
18. Mirad pues cómo oís—en Marco 4:24, “Mirad qué oís”. Lo uno da a entender lo otro. El precepto es muy serio. lo que parece tener—o, “cree tener”, en la margen. El “lo que tiene” de Mateo 13:12 (nota acerca de lo cual véase) y este “parece tener”, no son diferentes. Dependiendo flojamente de él, y no apropiado, es de él, y no es de él.
19-21. LA MADRE Y LOS HERMANOS DESEAN HABLARLE, Véanse las notas acerca de Marco 12:46.
22-25. CRUZANDO EL LAGO, JESUS CALMA LA TEMPESTAD. Véanse las notas acerca de Mateo 8:23, v Marco 4:35.
23. henchían—lit., “estaban siendo llenados”, es decir, los navegantes, dando a entender que el barco estaba lleno.
26-39. EL ENDEMONIADO DE GADARA SANADO.—Véanse las notas acerca de Mateo 8:28, y Marco 5:1.
40-56. LA HIJA DE JAIRO RESUCITADA, Y EL FLUJO DE SANGRE SANADO. Véanse las notas acerca de Mateo 9:18, y Marco 5:21.
40. recibióle la gente; porque todos le esperaban—La abundante enseñanza de aquel día (en Mateo cap. 13; y véase Marco 4:36) sólo había abierto el apetito de la gente; contrariados, según parece, porque él los había dejado en la tarde para cruzar el lago, ellos se quedaron en la playa habiendo tenido alguna insinuación, probablemente de alguno de sus discípulos, de que Jesús volvería en la tardecita. Tal vez ellos presenciaban a la distancia el apaciguamiento de la tempestad. Aquí están, por lo menos, esperando su regreso, y dándole la bienvenida a la llegada en la costa. La marea de su popularidad ahora está subiendo rápidamente.
45. ¿Quién es el que me ha tocado?—“¿Preguntas, Señor, quién te tocó? Mejor sería preguntar: Quién no te tocó en semejante gentío.”
46. Me ha tocado alguien—sí, la multitud “le apretaba”, “empujaban contra él”, pero del todo involuntariamente, pues eran llevados por la muchedumbre; pero alguien, una persona sola “me ha tocado”, con un tacto consciente, voluntario de fe, alcanzando la mano para tener el contacto con él. A esta persona y a esta sola reconoce y busca Jesús. Es aun así, como dijo Agustín hace mucho tiempo: las multitudes todavía de la misma manera llegan cerca de Cristo por los medios de la gracia, pero sin ningún propósito, siendo llevadas por el gentío. El contacto voluntario, vivo, de la fe, es aquel conductor eléctrico que sólo saca de él la virtud.
47. declaróle delante de todo el pueblo—esto, aunque fué una prueba grande para el pudor de la humilde mujer, fué precisamente lo que Cristo quería oír de ella, un testimonio público a los hechos del caso, tanto acerca de su enfermedad y los esfuerzos infructuosos por un remedio, como del alivio instantáneo y perfecto que le había traído su contacto con el gran Médico.
55. le diesen de comer—Véase la nota acerca de Marco 5:43.