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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
El Comentario del Púlpito de la Iglesia Comentario del Púlpito de la Iglesia
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Luke 24". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://studylight.org/commentaries/spa/cpc/luke-24.html. 1876.
Nisbet, James. "Comentario sobre Luke 24". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://studylight.org/
Whole Bible (29)New Testament (6)Gospels Only (1)Individual Books (3)
VersÃculos 5-6
EL LLAMAMIENTO DE PASCUA
'¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquÃ, ha resucitado.
Lucas 24:5
Hay un tono de suave protesta en estas palabras de protesta contra una tristeza fuera de temporada en el dÃa del mayor gozo de la tierra. "Hombres de poca fe", parecerÃan decir los ángeles, "menos fe que amor, más obediente que entendimiento, ¿por qué habéis de ungir su cuerpo al tercer dÃa?"
I. Amor sobrevivir a la muerte . Y, sin embargo, por más que lo protesten, sentimos que los ángeles reconocieron que estas mujeres buscaban a nuestro Bendito Señor por un camino que eventualmente las harÃa bien. Incluso muchos pecados le son perdonados al que ama mucho. Su amor habÃa sobrevivido a la muerte; se reunirÃa una vez más en la esperanza y se elevarÃa hacia una fe perfeccionada. Porque estas santas mujeres habÃan captado lo que es la esencia de la verdadera religión.
Porque la religión no es una mera reflexión sobre la evidencia que va dando lentamente para alcanzar una medida de certeza que al menos permanecerá hasta que la evidencia más fuerte la supere. La religión no es un mero cordón de obligación que nos une a un gran e invisible Señor. La religión es una devoción a una persona.
II. Más allá de la tumba. "¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?" Toda la vida se refiere a lo que está al otro lado de la tumba. De modo que los antepasados ââde su raza habÃan salido declarando claramente que buscaban un paÃs mejor, que es celestial.
III. Una vida para ser vivida â Parece que estamos cada vez más a la deriva en la idea de que el cristianismo es un sistema para ser aceptado intelectualmente más que una vida para ser vivida. Pero si desea encontrar al Cristo resucitado, debe conocerlo antes de conocer el poder de Su resurrección. Pero repudiamos indignados la idea de que la resurrección de Jesucristo es solo la inmortalidad necesaria de un gran Hombre, que Ãl está vivo como otros grandes están vivos, en influencia, en memoria, en Presencia espiritual.
Esto no es lo que queremos decir con la resurrección, esto no es lo que San Pablo predicó en Atenas en medio de las burlas mal disimuladas de sus oyentes. Esto no es lo que predicó ante Festo, quien pensó que estaba loco por sus dolores. La resurrección corporal de Jesucristo de la tumba puede ser aceptada o negada, pero ningún cristiano que se precie se quedará ni un momento para aceptar una parodia de esa gloriosa doctrina, que es a la vez un insulto al entendimiento y una amenaza a la fe. de aquellos que han vivido y crecido en la fuerza y ââel cultivo de la fe católica.
El Cristo viviente , ese es a Quien buscamos. Y haber encontrado al Cristo vivo es encontrarlo en la muerte y más allá de la muerte. "Yo soy el que vive y estuve muerto, y he aquÃ, estoy vivo para siempre, y tengo las llaves del infierno y de la muerte".
IV. El Cristo viviente â Si quieres conocer a Jesús y el poder de Su resurrección, debes encontrar al Cristo viviente. Es muy cierto que las formas ordinarias de religión, el escenario común de nuestra vida, pueden ser sólo la tumba donde Cristo no está. Si algo nos ha enseñado la Cuaresma, nos ha enseñado esto, que buena parte de las dudas que nos afligen y las decepciones que nos hacen retroceder no provienen de una debilidad en nuestra religión, sino de una debilidad en nosotros mismos.
¿Cómo podemos esperar encontrar gozo y paz al creer, si nunca hemos probado realmente nuestra religión? Nada es tan insÃpido como una religión que es una mera forma, y âânada tan peligroso como las profesiones religiosas que no se basan en la sinceridad y la verdad.
Rev. Canon Newbolt.
Ilustración
'¿Qué evidencia le satisfarÃa en cuanto a la verdad de la resurrección de nuestro Señor? Si pudiera probarse con certeza que sin fraude, real o literario, la tumba de Jesucristo fue encontrada vacÃa el primer dÃa de Pascua, si pudiera estar satisfecho sin ninguna duda en cuanto a la credibilidad de los testigos que vieron y afirmaron Este hecho, del que el mismo San Pablo testificó con tanto énfasis en su sermón en AntioquÃa, ¿estarÃa usted satisfecho? ¿No se irÃa la mente inquieta y suspicaz a otra parte en busca de otras dificultades y exigirÃa otras pruebas? De hecho, la tumba vacÃa no fue la causa de la fe de los discÃpulos.
El hecho de la tumba vacÃa no creó ninguna creencia en la resurrección en el caso de Santa MarÃa Magdalena, o de las otras mujeres, o de San Pedro. La fe pascual no brotó realmente de la tumba vacÃa, sino de la automanifestación del Señor resucitado.
Lucas 24:11
LOS APÃSTOLES EN CASA
"Y sus palabras les parecieron cuentos ociosos, y no las creyeron".
Lucas 24:11
Cuentos ociosos! Es una palabra despectiva, como la que usarÃa una persona muy superior. Parece decir: 'Las mujeres histéricas tienden a ver ángeles. Y lo que dicen no puede ser verdad, porque es contrario a la experiencia más elemental, que un cadáver debe resucitar y que un cuerpo enterrado en tales condiciones debe escapar de la tumba '. ¡Un Señor resucitado, una tumba vacÃa! Ambos eran imposibles. Fue una pura tonterÃa. Y, sin embargo, las mujeres tenÃan razón, y lo absurdo y lo imposible tenÃan que ser corregidos por los hechos.
I. ¿Qué significaba: los Apóstoles en casa en la mañana de Pascua , repudiando la realización de lo que habÃan esperado y la encarnación de lo invisible que habÃan sido inducidos a esperar? TonterÃas, cuentos ociosos; estas son palabras feas en la mañana de Pascua. Significaba que, por el momento, habÃan fallado en la devoción a la Persona de nuestro Señor. FÃjense bien quiénes eran aquellos cuya simple fe habÃa sido recompensada con una maravillosa revelación, que una razón más frÃa buscarÃa repudiar.
II. ¿Qué significaba, una vez más, los Apóstoles en casa la mañana de Pascua? âSignificaba que por el momento su fe se habÃa derrumbado. Fue un momento supremo en el que el niño tambaleante tuvo que dar su primer paso solo, y no vio la tierna mano lista para atrapar su caÃda. Fue el comienzo de la obra de su vida: caminar por fe y no por vista, y no estaban listos para comenzar; y, como ya hemos visto, el siguiente paso fue más difÃcil, porque ahora intervino una distancia mayor. Es un error perder peldaños fuera de la escalera de la vida en cualquier lugar; siempre significa un esfuerzo más duro después, a veces una llave inglesa. Vea lo que significó para Santo Tomás perder todo el DÃa de Pascua.
III. HabrÃa muchas mañanas como el oscuro amanecer de esa primera Pascua , cuando todo lo que tendrÃan que actuar serÃa un precepto atesorado o un mandamiento medio olvidado. LlegarÃa una mañana a St. James en la que tendrÃa que preguntarse: ¿Vale la pena dar mi vida por la reivindicación de una causa perdida? cuando tendrÃa que convocar toda su fe para subir al trono del martirio puesto a la diestra de su Rey crucificado.
LlegarÃa un dÃa para San Pedro cuando en la noche quieta, con soldados durmiendo a cada lado de él, tendrÃa que actuar de acuerdo con lo que le habÃan dicho, prepararse para un camino que nunca antes habÃa atravesado, y ceñir él mismo para un viaje contra el que la carne y la sangre se rebelaron. Uno por uno tendrÃan que aprender a vivir en minorÃa, a estar del lado impopular, a ser sospechosos y despreciados por el mundo religioso y oprimidos por los gobernantes polÃticos de su prosperidad. Uno por uno, la mayorÃa de ellos deben ir antes de su tiempo y soportar como si vieran a Aquel que es invisible.
Rev. Canon Newbolt.
Ilustración
âQue Magdalena salga hoy y diga lo que ha visto. Que venga la otra MarÃa y diga por qué fue tan temprano a la tumba. Dejemos que Joanna nos diga por qué encontró un gozo en ministrar a Cristo de su sustancia tan grande que ella también viene a esperarlo en la vida o en la muerte, y encuentra la recompensa que Ãl siempre ha prometido a una fe generosa. Este es un lado de la Pascua que atrae a todos.
Mientras los judÃos dicen que no puede, y Pilato dice que no lo hará, y los apóstoles temen que no se levante, aquà está nuestro lugar junto a la tumba. No necesitamos en lo más mÃnimo pruebas, confirmación o defensa. Los judÃos no nos detienen; Pilato no puede coaccionarnos, ni los amigos apagan nuestro ardor. Nuestros padrinos no dijeron por nosotros, y nosotros no dijimos por nosotros mismos, cuando aceptamos el Credo, âtodo esto lo creo firmemente sujeto a cualquier revisión histórica que pueda esperarlo en el futuro.
âNosotros también tenemos una escuela de investigación capacitada. Lo conocemos en Quien hemos creÃdo. Ãl nunca nos ha fallado todavÃa; Su palabra siempre se ha hecho realidad. Hemos estado con Ãl en la ladera de la montaña y Ãl nos ha enseñado. Estuvimos con Ãl cuando el barco de la Iglesia parecÃa abrumado por las olas, y Ãl ha acallado para nosotros el tumulto. Nos hemos arrodillado ante Ãl en el aposento alto, y Ãl se ha entregado a nosotros, con Su propia Mano, en la EucaristÃa mÃstica.
Hemos estado debajo de Su Cruz y lo hemos visto pasar al oscuro valle de sombra de muerte, y aquà estamos con Ãl en la mañana de Pascua. Dices que el cuerpo ha sido robado; dices que lo hemos soñado; dices que nuestras palabras son cuentos ociosos, tonterÃas; nos niegas el testimonio de nuestros ojos, como un ciego podrÃa negarse a creer que hay un sol.
VersÃculos 15-16
EL PASEO A EMMAUS
Y sucedió que mientras conversaban y discutÃan juntos, Jesús mismo se acercó y fue con ellos. Pero sus ojos estaban retenidos para que no le conocieran. '
Lucas 24:15 , RV
La historia del camino de los dos discÃpulos a Emaús está llena de matices vivos que muestran que se basa en la experiencia personal. Cuán sorprendente es a veces la apatÃa con la que nos contentamos con ignorar la presencia de Dios en nuestra vida diaria. En nuestro camino, a medida que avanzamos desde la juventud hasta la vejez, Jesús mismo se acerca y va con nosotros, pero nuestros ojos están retenidos porque no lo conocemos. ¿Por qué tenemos esta dificultad para darnos cuenta de Su presencia?
I. En algunos casos, sin duda, la causa es moral . El vicio y la mundanalidad separan a los hombres de Dios. El hombre completamente vicioso finalmente llega a una etapa en la que no puede reconocer el valor de la bondad divina o humana; no sólo no conoce a Dios, sino que no puede conocerlo.
II. Pero Cleofás y su compañero sugieren un tipo de ceguera espiritual muy diferente . Son tipos de esos seguidores genuinos de Cristo, de esos verdaderos buscadores de Cristo, que sin embargo, por alguna razón u otra, fallan en reconocerlo a Ãl, quien por un tiempo, en en cualquier caso, o quizás en algunos casos durante toda su vida, no pueden darse cuenta de Su presencia, Su voz, Su enseñanza, Su disposición a permanecer con ellos.
Hay un verdadero deseo de conocer a Dios, un verdadero anhelo de Dios, 'como el ciervo desea los arroyos', un verdadero clamor del alma: 'Ojalá supiera dónde encontrarlo'; y luego, junto con todo esto, a veces llega una sensación de algo parecido a la desesperación.
III. Qué difÃcil es saber qué hacer en estas circunstancias ; y lo difÃcil que es ayudar a otras personas. El predicador sólo puede hacer una reverencia ante una aventura y, sin embargo, siente que serÃa incorrecto permanecer siempre en silencio acerca de las dificultades que, él sabe, a menudo presionan fuertemente las conciencias sensibles. Si estoy hablando con alguien aquà cuyos ojos están retenidos, le harÃa estas dos preguntas: ( a ) ¿Está usted seriamente en su esfuerzo por encontrar a Dios? y ( b ) ¿Estás tratando de vivir como Jesús quiere que vivas? No todos, quizás, podrán decir honestamente "SÃ" a estas preguntas; pero aquellos que puedan estar seguros de que Dios no los hará responsables de sus dudas.
Rev. Dr. HG Woods.
Ilustración
Nuestras dificultades intelectuales sobre el cristianismo a veces proceden de una visión errónea del campo de la razón en materia de fe. La razón puede afirmar con razón ser juez de la evidencia en la que se basa el cristianismo. Pero para la aceptación de la enseñanza de Cristo, para el conocimiento de Cristo, se requiere algo más que la razón. La creencia no es un proceso puramente intelectual. El cristianismo no puede demostrarse como una proposición de Euclides mediante un proceso puramente intelectual.
Eso es lo que quiere decir San Pablo al decir que " con el corazón se cree para justicia". Debemos intentar continuamente ponernos en contacto con el espÃritu de Cristo. Necesitamos estudiar con seriedad y reverencia la enseñanza y el carácter de Cristo. Necesitamos aprender a ver en Sus palabras un significado real para nosotros, aquà y ahora '.
VersÃculo 29
ACEPTA CON NOSOTROS
"Quédate con nosotros, porque es hacia la tarde, y el dÃa está muy avanzado".
Lucas 24:29
"Quédate con nosotros" . Es la oración de dos hombres; dos hombres a los que vino Dios. Es la única oración de la marea de Pascua registrada para nosotros, y es una oración ideal para nosotros.
I. El viaje a Emaús es como el viaje de la vida â Caminamos de dos en dos o, más a menudo, solos. Y la vida es desconcertante. Las cosas de afuera nos preocupan y, a veces, las de adentro. No entendemos. Las cosas parecen de alguna manera como si no pudieran estar bien. No todas las cosas parecen justas y equitativas. Nuestros corazones se debilitan y enferman al tratar de comprender, al tratar de confiar.
II. Necesitamos la presencia de Dios , queremos alguien con quien hablar, alguien que sepa y pueda explicar. Es esto lo que hace que los hombres vayan tras maestros extraños, cualquiera que les prometa luz. No es tanto que quieran el cielo en el más allá, quieren luz ahora. ¿Cuál es nuestra oración? Somos cristianos, miembros de Cristo, hijos de Dios, herederos del Reino de los Cielos. Seguramente Dios está cerca. ¡Quédate con nosotros! SÃ, la oración por el conocimiento de la incesante presencia de Dios es la oración para los hombres y mujeres de hoy.
III. Mantengamos una puerta abierta para Jesucristo, el Hijo Eterno de Dios : que siempre haya un lugar en nuestro corazón donde Ãl pueda habitar. Puede haber dificultades en la inspiración de las Escrituras, en el origen y la interpretación de nuestros libros sagrados. Puede haber dificultades y tristezas en una Iglesia dividida, una cristiandad dividida. Puede haber perplejidades en las cosas que llegan a nuestras vidas y las vidas de nuestros seres queridos.
El viaje de la vida puede ser difÃcil y cada vez más difÃcil. Mantengamos los ojos abiertos para ver las señales de la presencia de Jesús. Que la fe se aferre siempre a las palabras: "He aquÃ, yo siempre estoy contigo". ¿Es tan? Entonces, Señor, no temo. Yo creeré. Seré sincero. Seré paciente. Señor Jesús, por ti podemos hacer todas las cosas. Quédate con nosotros '.
Obispo EW Osborne.
Ilustración
¡Qué hermosa es esta revelación de Jesús resucitado! Brilla con luz, ¿no es asÃ? Aprendamos de él, porque lo que era ese dÃa todavÃa es. No ha cambiado; Jesus es el mismo ayer, hoy y para siempre. ¿Qué aprenderemos, entonces, de él? Darse cuenta de la presencia de Jesús vivo en nuestra vida diaria. Búscalo cuando viene a nosotros durante el dÃa de nuestro trabajo. Búscalo en las acciones cotidianas, en el dÃa a dÃa, en la tarea común.
Encuéntrelo en las cosas más comunes. Recuerde que Jesús es esencialmente humano, mientras que Ãl es verdaderamente Divino, muy Hombre y también muy Dios. Nada que tenga que ver con nuestra humanidad le es ajeno. Tenga en cuenta que Ãl nunca está más cerca de nosotros que cuando estamos tristes. Tiene mucho en común con el dolor, porque Ãl mismo era el Varón de Dolores. Como bien se ha dicho, Ãl consagra nuestros paseos más tristes, nuestros caminos más duros, nuestros viajes más largos.
Aprenda a lidiar con las dudas, las nuestras o las de otras personas. Jesús nos invita a tener paciencia con las dudas; paciente con nosotros mismos, con los demás. Ãl nos dice cómo se manifiesta Ãl mismo al que duda honestamente. Nos promete que estará con nosotros en nuestras dudas, aunque no lo reconozcamos; aunque quizás no hasta que nos alcance la tarde, cuando nos sobrevengan las tinieblas y la noche de la muerte, sabremos que Ãl ha estado con nosotros todo el tiempo.
VersÃculo 32
CORAZONES ARDIENTES
'Y se decÃan el uno al otro: ¿No ardÃa nuestro corazón dentro de nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y mientras nos abrÃa las Escrituras?'
Lucas 24:32
Sin duda, una de las lecciones que se pueden extraer de esta narración de la autorrevelación a Cleofás y su compañero de camino es que estos fuegos no son engañosos, sino incentivos para avanzar de la opresión de la duda y la incertidumbre a una apreciación de lo glorioso. verdad. Si nuestra naturaleza está ardiendo, ¿no es porque Dios nos invita a acercarnos a la meta del conocimiento religioso? No pensemos que estas esperanzas y sentimientos más profundos no son dignos de confianza, que "son de la materia de la que están hechos los sueños". Son de Dios y son Su disciplina y educación amorosas.
¡Corazones ardientes!
(a) Están resplandecientes con fuego Divino y no con las llamas de la ilusión .
(b) No son nuestras propias imaginaciones descarriadas las que las han encendido , sino la cercanÃa a nosotros de Aquel que es 'el Camino, la Verdad, la Vida'.
(c) Son la preparación para la plenitud del Evangelio .
II. En Cristo encarnado, muerto, triunfante, todas las necesidades encuentran su plena y suficiente satisfacción . En 'el Hijo del Hombre' vemos la verdadera dignidad y vocación de la humanidad. Ninguna aspiración, ningún pronóstico, ninguna visión puede superar la revelación del valor humano que se nos concede en Su persona sagrada. En Ãl, también, tenemos las arras del futuro que nos aguarda, todo lo cual Ãl es el Jefe y la Corona designados.
En Ãl todas las cosas â 'las cosas de los cielos y las cosas de la tierra' - han sido 'resumidas' por 'el Padre', y no hay nada que pueda estar más allá de los resultados de tan maravillosa consumación. En Ãl no sólo se promete renovación y restauración al hombre individual, sino a toda la naturaleza. 'Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron; y el mar ya no existe.
"Y el que está sentado en el trono dijo: He aquÃ, yo hago nuevas todas las cosas". Ningún interés, ninguna persecución, ningún gozo, que sea capaz de recibir la consagración, no necesita ser sancionado por tal seguridad. Que Dios nos lleve a cada uno de nosotros a la plenitud de tal seguridad.
Rev. el Excmo. NOSOTROS Bowen.
Ilustración
'Esté cerca de mà cuando mi luz sea baja,
Cuando la sangre se arrastra y los nervios pinchan
Y hormigueo; y el corazon esta enfermo,
Y todas las ruedas de Ser lento.
Esté cerca de mà cuando el marco sensual
Está atormentado por dolores que conquistan la confianza,
Y el tiempo, un manÃaco esparciendo polvo,
Y la vida, una furia que lanza una llama.
Esté cerca de mà cuando mi fe se seque,
Y los hombres las moscas de la última primavera,
Que ponen sus huevos, y pican y cantan,
Y tejen sus pequeñas células y mueren.
Estar cerca de mà cuando me desvanezco
Para señalar el término de la lucha humana,
Y en el bajo y oscuro borde de la vida
El crepúsculo del dÃa eterno '.
(SEGUNDO ESQUEMA)
BENDICIONES NO RECONOCIDAS
I. â La dificultad que tenemos para comprender la importancia real de muchos incidentes en nuestra vida en el momento en que ocurrieron .
II. â Se trataba de un autorreproche . Estaban moral e intelectualmente en llamas y, sin embargo, no habÃan conducido a nada. ¿No deberÃa haber conducido a algo?
III. â El deber de esforzarse activamente por comprender la verdad cuando se nos presenta .
IV. â La presencia de Nuestro Señor con Sus discÃpulos durante los cuarenta dÃas después de Su resurrección fue en muchos sentidos una anticipación de Su presencia en la Iglesia hasta el fin de los tiempos.
Rev. Canon Liddon.
VersÃculo 34
Resucitado
"El Señor ciertamente ha resucitado".
Lucas 24:34
I. El hecho â La Iglesia cristiana se basa en el hecho histórico definido de la Resurrección de Cristo. Sócrates vacila y confiesa que no sabe, Cristo resuelve los problemas de las edades y dice que tiene las llaves de la muerte y del Hades.
II. El poder . Los hechos son el mayor de todos los poderes. 'El poder de Su resurrección' es un poder que obra maravillas. Creó la Iglesia cristiana. Sabemos que ciertos hombres vivieron y obraron debido al poder que ejercÃan en el mundo. Por la misma evidencia sabemos que Cristo murió y resucitó por el poder que ejerce sobre la tierra hoy. El conocimiento es poder. Pero el conocimiento de que Cristo ha resucitado es el mayor poder de todos.
III. La sorpresa . La vida de Cristo estuvo llena de sorpresas. Su resurrección fue una sorpresa. Era justo lo que sus discÃpulos no esperaban ( Juan 20:9 ). Algunas personas dicen: 'Sé lo que creo'. Eso es muy deseable. Pero puedo decirte algo mejor: poder decir: 'Sé en quién confÃo'.
Rev. F. Harper.
Ilustración
âEs inútilâ, dice John Stuart Mill, âdecir que Cristo, como se muestra en estos Evangelios, no es histórico. ¿Quién podrÃa haber inventado un personaje y una historia como la del Cristo que nos dieron los cuatro evangelistas? '
VersÃculo 39
LAS MANOS DEL CRISTO RESUCITADO
'Mirad mis manos'.
Lucas 24:39
Sin duda, la primera razón por la que Cristo mostró sus manos fue para probar que era el mismo Jesús que habÃa sido crucificado.
I. Eran Manos piadosas â Aquellas Manos habÃan bendecido a los niños. Aquellas Manos habÃan tocado al leproso. Esas Manos habÃan multiplicado los panes. Esas Manos habÃan sanado a los enfermos.
II. Eran manos poderosas â El Buen Pastor dice de sus ovejas: "Nadie las arrebatará de mi mano" ( Juan 10:28 ). ¡Ojalá vivamos dÃa a dÃa sostenidos por esas Manos, y caigamos al fin como niños cansados ââen esos Brazos Eternos, que son suaves como el amor y más fuertes que la muerte!
III. Fueron Manos traspasadas â Se puede reconocer al verdadero Cristo por los agujeros en Sus Manos. El verdadero Cristo es el portador del pecado. 'El aguijón de la muerte es el pecado' ( 1 Corintios 15:56 ). El Te Deum es una traducción del latÃn, y en el verso 'Cuando tenÃas superar la nitidez de la muerte, habÃas hecho con abrir el reino de los cielos a todos los creyentes,' el latÃn es, âCuando tenÃas superar la picadura de muerte ', con una referencia sin duda a las palabras de San Pablo,' El aguijón de la muerte es el pecado '. ¿Y quién puede reconocer la extrema pecaminosidad del pecado para traspasar esas manos sagradas?
IV. Eran Manos suplicantes â Sus discÃpulos recordarÃan cómo esas Manos habÃan sido levantadas en intercesión durante toda Su vida terrenal.
-Rvdo. F. Harper.
Ilustración
'El amor está lleno de servicio. Es incansable en su ministerio. Siempre se está delatando, gastando en otros. ¿Qué no hará la madre por su hijo, qué no hará la verdadera esposa por su marido? Dejemos que el recuerdo de nuestra niñez cuente. Hemos visto muchas manos nacaradas, cuya blancura rivalizaba con las gemas que lucÃa, pero las manos que más viven en nuestro recuerdo son las delgadas, gastadas y arrugadas manos de una madre, las queridas manos incansables, sin adornos, salvo el de oro puro. anillo usado durante todos los años desde el dÃa del matrimonio hasta el dÃa del entierro.
¿Qué no han hecho estas manos por nosotros? Nos levantaron y nos acostaron. Nos alimentaron, vistieron, consolaron y acariciaron. Fue el amor lo que los hizo activos: fue el amor lo que los hizo incansables. Y ahora que están plegados en un descanso eterno, todavÃa viven en visión con nosotros hasta que los abrochamos una vez más en la orilla eterna.
VersÃculos 46-47
EL EVANGELIO DE LA CRUZ
'(Ãl) les dijo: Asà está escrito, y asà fue necesario que Cristo padeciera y resucitara de los muertos al tercer dÃa; y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y la remisión de pecados en todas las naciones, comenzando por el Jerusalén.'
Lucas 24:46
He recitado como texto nuestro el más dogmático de las instrucciones registradas de Cristo a su Iglesia después de su resurrección, en vista de la evangelización del mundo.
I. Toda la carga de las palabras es esta: Su obra agonizante, Su poder de resurrección, el pecado del hombre mostrado en Su luz, el perdón del hombre dado por Su causa: 'Asà está escrito, que el Cristo padezca, y debe resucitar, y que el arrepentimiento '- el reconocimiento, la confesión, el abandono del pecado -' y luego la remisión '- amnistÃa, perdón, bienvenida, paz con Dios -' debe ser predicado en Su nombre.
Todas las demás bendiciones, pero estas primero. Por estos sufrió. Por éstos fue exaltado. Está en el trono, 'PrÃncipe y Salvador, para dar arrepentimiento y remisión'. Y esto, no a una raza o tipo de hombrÃa, sino a otra. Semitas, hamitas, turanianos, arios, todos han pecado, y todos deben ser llamados y bendecidos. El mensaje era igualmente "comenzar en Jerusalén", muestra y tipo de regiones enteras de Oriente, y extenderse "a todas las naciones" de todos los continentes y todos los mares.
II. Como Maestro, asà los siervos â En los escritores apostólicos hemos elegido tipos de carácter profundamente variados. En las regiones y razas a las que se dirigen, en el habla y en la epÃstola, hemos elegido muestras del mundo. El hebreo está ahÃ, y el ateniense, el romano, el levantino, el celta de Galacia, el frigio del remoto Lycus, enamorado de la teosofÃa del más remoto Oriente. A ellos, los mensajes son enviados por hombres tan diferentes en carácter y tendencia de pensamiento como Pablo, Pedro y Juan.
Pero cada mensajero a cada tribu y misión envÃa un evangelio que, por rico y variado y ajustado localmente en su circunferencia , es lo mismo en su centro; es la predicación de la Cruz.
III. ¿Es este antiguo evangelio de la Cruz un evangelio estrecho ? âSÃ; tan angosto como la puerta y como el camino del que nuestro Maestro habló en la antigüedad. ¿Es un evangelio estrecho? No; en su corazón palpitante, caliente con la sangre de la Expiación, yacen, siempre dispuestas a la expansión infinita, todas las bendiciones, por la eternidad y por el tiempo, alojadas para nosotros por el Padre en el Hijo, y liberadas para nosotros por el sacrificio de Su muerte; por siempre bendito sea su nombre.
En ese Nombre, nuestros misioneros, 'los mensajeros de las iglesias y la gloria de Cristo', van a todas las naciones. Van a enseñarles muchas cosas, sÃ, todas las cosas que Ãl ha mandado. Van a juntar y combinar; ministrar las ordenanzas del Señor; edificar a los hombres en el Cuerpo del Señor; equipar a sus discÃpulos para su servicio; para llevarlos a su santa guerra. Pero primero y la mayorÃa van a predicar y glorificar Su Cruz. Para ellos mismos, esa Cruz, llevada para su propia salvación, es la paz y el poder Divino para su sufrimiento como para su testimonio. En ese Signo conquistan.
Obispo HCG Moule.
Ilustración
"Del error y de la incomprensión", dice la LetanÃa de los moravos, "de la pérdida de nuestra gloria en Ti, de la frialdad a Tus méritos y Tu muerte, consérvanos, Señor y Dios misericordioso". '
VersÃculo 47
EN JERUSALÃN
"Comenzando en Jerusalén".
Lucas 24:47
El testimonio de la Iglesia de Cristo resucitado es tan amplio como el mundo. Pero las palabras ofrecen una notable indicación de método.
I. Note cuán explÃcitamente enfatiza este punto el mismo Cristo â Cuán prominente está en Sus pensamientos Jerusalén, donde Ãl habÃa sido rechazado y crucificado. Es como si la Iglesia cristiana ampliara sus fronteras en cÃrculos concéntricos cada vez más amplios, de modo que Aquel que es 'una luz para iluminar a los gentiles' pueda ser al mismo tiempo 'la gloria de su pueblo Israel'. Los mensajeros de Cristo no deben esparcirse por la faz de la tierra, para comenzar una evangelización fortuita de las naciones. "Les mandó que no salieran de Jerusalén". "Quedaos en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto".
II. Observe cómo exactamente la Iglesia obedeció la voluntad de su Señor resucitado: "Lo adoraron y regresaron a Jerusalén con gran gozo". Luego vino el descenso del EspÃritu. El Pentecostés judÃo se transforma inmediatamente en el Pentecostés cristiano. Luego sigue la predicación al "judÃo primero". Los Hechos de los Apóstoles muestran a la sociedad cristiana de Jerusalén establecida como la madre de las iglesias.
A ella miran los cristianos de la primera edad, como el antiguo Israel habÃa mirado hacia Sión. De Jerusalén salen los misioneros para evangelizar el Imperio Romano. Fueron 'los apóstoles de Jerusalén' quienes oyeron que Samaria habÃa recibido la Palabra de Dios y les envió a Pedro y a Juan. En Jerusalén se celebra el primer concilio de la Iglesia. Desde Macedonia y Acaya, desde Filipos y Corinto, iglesias en el continente de Grecia, se envÃan contribuciones para los santos pobres de Jerusalén.
"Comenzando en Jerusalén" está impreso, por asà decirlo, en la portada de los Hechos. Y está muy de acuerdo con la prominencia otorgada a esta ciudad en el Nuevo Testamento que el primer ejemplo de un obispo en la Iglesia cristiana se encuentre en Jerusalén, y que se le haya prestado una deferencia bastante desproporcionada a su importancia práctica. para él como representante de la metrópoli original de la cristiandad.
III. Una lección de unidad . Pero si nuestro Señor tenÃa la intención de fijar a Jerusalén como la capital, la metrópoli del Reino de los Cielos sobre la tierra, entonces la concepción de la Iglesia de Cristo como una sociedad histórica real, con una unidad exterior tan real como esa. que pertenece a cualquier estado mundial, se reconoce inmediatamente como perteneciente a lo esencial de la fe cristiana. 'Todos en un solo cuerpo' nunca tuvo la intención de ser una mera expresión piadosa de la opinión de que al final, cuando los secretos del corazón debieran ser revelados, los hombres que no se habÃan identificado entre sà en el meollo del conflicto se encontrarÃan para pertenecen a la compañÃa oculta de los elegidos de Dios.
Una Iglesia tan vaga como ésta era poco mejor que ninguna Iglesia. Lo que necesitamos es un cuerpo 'bien enmarcado y unido', algo que pueda encender un entusiasmo común y despertar el amor y la lealtad de sus miembros. Que Cristo nos ha dado en la Iglesia visible.
-Rvdo. JG Simpson.
VersÃculo 49
PODER ESPIRITUAL
'Y he aquÃ, envÃo la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero estados en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.'
Lucas 24:49
La cuestión de las preguntas que cada uno de nosotros debe considerar es: "¿Cómo voy a hacer de mi vida el hogar y la encarnación de este poder de arriba?" Si nos volvemos al ejemplo de nuestro Señor, oa la vida de San Pablo o cualquier otro de sus seguidores, o a cualquier vida que hayamos conocido y sentido para respirar a su alrededor este mismo poder del EspÃritu, algunas cosas se vuelven a la vez muy obvio y claro para nosotros.
I. Quien desee tener su alma purificada y vigorizada, para ser cargado con esta divina influencia eléctrica, debe tener algo de separación e independencia en su vida . Debe sentirse no simplemente como uno de la multitud movido por los deseos, los objetivos. esperanzas, gustos y ambiciones que pueden prevalecer a su alrededor, pero como un alma separada en comunión directa con el EspÃritu de Dios.
Pero si vamos a darnos cuenta de esto en nuestra propia vida, significa que nuestros momentos de oración diaria, ya sea en privado o en público, son momentos en los que dejamos abierta nuestra vida secreta a la presencia e influencia Divinas; significa que pensamos y meditamos de verdad en esta presencia de Dios en nuestra vida, y que asà alimentamos nuestras almas continuamente con un alimento espiritual saludable.
II. Pero los obstáculos que siempre actúan para socavar o destruir tal poder espiritual en nosotros son múltiples y rara vez están lejos de nuestra vida.
(a) El mundo exterior siempre está con nosotros .
(b) Embotamiento de espÃritu .
(c) El peor de todos los obstáculos es albergar el apetito o el anhelo, la pasión o la indulgencia sensuales .
Cuando piensas en este EspÃritu Santo de Dios como un poder en toda buena vida, se convierte en una pregunta muy real cuál y de qué tipo es el poder que está dominando tus horas de ocio. De hecho, esta es una pregunta que nunca duerme.
âObispo Percival.
Ilustración
'Cuando pienso en lo que se refiere a la posesión o no posesión del EspÃritu Santo; cuando considero que sin Ãl un alma â sea lo que sea, por amable que sea, por buena que sea â no tiene valor a los ojos de Dios y está perdida; cuando siento, como debe sentir todo el que alguna vez mira su propio corazón, que sin la vivificación y santificación del EspÃritu Santo no puedo hacer nada, no puedo orar, no puedo tener un buen pensamiento; y cuando sé que de este gran cambio, que el EspÃritu comienza y termina, pende mi cielo o mi infierno, entonces me regocijo al saber que Dios no ha dejado el don del EspÃritu en una vaga incertidumbre, sino que lo ha convertido en el promesa de la dispensación: "la promesa del Padre". '
(SEGUNDO ESQUEMA)
LA GRANDEZA DEL PODER
I. El poder todopoderoso del EspÃritu Santo, dentro de mÃ, sin mÃ, en mÃ, sobre mÃ. Este es:-
(a) Ahorro de energÃa.
(b) Poder separador.
(c) Poder transformador .
(d) Sostener el poder .
(e) Poder para ganar almas .
II. 'Pues tu amor mi alma inflamar, la energÃa fresca para mà impartir .'- Por lo tanto : -
(a) Poder para el servicio .
(b) Poder para testificar .
(c) Poder para el sufrimiento .
(d) Poder para regocijarse .
Rev. CG Baskerville.
Ilustración
Puede ser que tengas algo ante ti: algo de trabajo, algo de cruz, alguna dificultad. Ahora, sea lo que sea, tenga cuidado antes de conocerlo de que primero ha buscado y encontrado "poder", "poder de lo alto". Que el joven se asegure de no incurrir en su profesión, que un ministro se asegure de que no vaya a su ministerio, que los padres se cuiden de que no vayan a sus deberes con sus hijos, que los hombres tengan cuidado, antes que ellos. entrar en sus casas de negocios, o cada hombre a su vocación, dejar que un hombre se cuide de no hacerlo hasta que tenga una buena razón para saber que ha encontrado "poder", "poder" prometido, un poder que le permitirá que vaya en el espÃritu de las palabras: "Ahora puedo hacer todas las cosas en Cristo que me fortalece". '
(TERCER BOSQUEJO)
INVESTITURA ESPIRITUAL
Esta palabra "dotado" significa una investidura. Lo tiene usado en Daniel 5:27 . Lo tienes usado en IsaÃas 22:21 . Lo tienes usado en LevÃtico 8:7 .
También nosotros podemos estar seguros de que este ser investido con el poder de lo alto nos dará la investidura de sacerdotes, para que también nosotros tengamos acceso al santÃsimo, y también nosotros podamos adorar al Padre en espÃritu y en verdad.
Vaya conmigo a tres casos en las Escrituras del Antiguo Testamento, donde encuentra a tres hombres vestidos con el EspÃritu Santo. Y al observar un personaje tras otro, veremos cuál es el resultado de esta investidura de poder.
I. El primer hombre está en Jueces 6: ¿Gedeón volverá a volar? No. Leemos en Jueces 6:34 : 'El EspÃritu de Dios vistió a Gedeón', porque asà está en el margen, 'y él tocó la trompeta, y Abiezer se reunió con él'. Oh, que el EspÃritu de Dios pueda vestirte asà hoy, y cuando mires hacia atrás en el pasado y veas el fracaso, y como determines hoy en la fuerza del Señor para ir y luchar contra el enemigo, incluso cuando el El enemigo se agrava aún más contra ti, ¡que el EspÃritu de Dios te cubra!
II. El segundo hombre que encontrarás en 1 Crónicas 12: David sigue siendo un forajido. Pero en los primeros veintidós versÃculos del capÃtulo tienes un catálogo de los valientes héroes que se unieron a David cuando todavÃa lo cazaban como perdiz en las montañas. Es en Lucas 24:18 que leemos que 'el EspÃritu de Dios vistió a Amasai ... y dijo: Tuyos somos nosotros, David, y por tu parte, hijo de IsaÃ.
Paz, paz a ti y a tus ayudantes, porque Dios te ha ayudado. ' ¡Oh, que el EspÃritu de Dios pueda vestir de la misma manera a esta congregación aquà hoy, y que podamos con un solo corazón y con una sola voz decir, asà como Amasai dijo: 'Tuyos somos, Señor Jesús, y de Tu lado, ¡Tú, Hijo de Dios! ¡Oh, que cada uno de nosotros sea revestido por el EspÃritu de Dios, para que podamos entregarnos lealmente, total y fielmente a nuestro Rey!
III. Pero nuestra religión se preocupa no solo por nosotros mismos, sino también por nuestros semejantes, y por lo tanto debemos volvernos hacia el tercer hombre que se dice que fue revestido del EspÃritu Santo. En 2 Crónicas 24 tienes un relato del reinado del joven rey Joás. En Lucas 24:20 leemos: "El EspÃritu de Dios descendió sobre ZacarÃas ... y les dijo ... Porque habéis abandonado al Señor, él también os ha abandonado a vosotros".
Rev. Canon EA Stuart.
(CUARTO BOSQUEJO)
LA MISIÃN DEL ESPÃRITU SANTO
Pentecostés, en la historia de la Iglesia, fue para esta dispensación lo que Belén fue para la Era Cristiana, y Cristo ascendió para que Su EspÃritu pudiera ser derramado.
"Espera", fue el mandato de nuestro Señor; espera la promesa del Padre. 'De nuevo, recibiréis poder después de que el EspÃritu Santo haya venido sobre vosotros'.
I. Esta es la idea fundamental del cristianismo , no un nuevo credo para cada generación sucesiva, sino el heroÃsmo y el poder de una fuerza conquistadora que se pone en el Credo que tenemos; no milagros hechos, de vez en cuando, para la Iglesia, sino prodigios hechos por la Iglesia con el material a mano; hombres y mujeres que llevan a cabo la obra de Cristo como testigos llenos de energÃa e inspirados por el EspÃritu, reviviendo la vida santa de Cristo en el poder que los calificó y capacitó para hacerlo, incluso el poder del EspÃritu Santo. Este fue el secreto del éxito de Cristo, como es el secreto de todo ministerio exitoso.
II. En dÃas de ansiedad como estos, la Iglesia de Cristo quiere más y más testigos vivos, tanto laicos como clérigos, que sean enseñados por Dios, llenos del EspÃritu Santo y luego usados ââpor Dios. Si queremos despejar el reproche que se ha lanzado demasiado libremente sobre nuestro cristianismo moderno, que es un credo de egoÃsmo, debemos demostrar que no solo nos preocupamos por nuestra propia salvación, sino que estamos solÃcitos por la salvación de los demás.
âDean Pigou.
Ilustración
'Bueno, recuerdo que me pidieron que visitara a uno de los dones culturales y mentales en su lecho de muerte en un pueblo donde estaba llevando a cabo una "Misión". La encontré en la más profunda angustia mental ante la perspectiva de la Eternidad. Ella me dijo que sabÃa que no podrÃa vivir, pero que no tenÃa esperanzas para la Eternidad. Al interrogarla sobre sus convicciones religiosas, me respondió que con toda su alma anhelaba conocer a Cristo.
âVienenâ, dijo, ây se sientan junto a mi cama y me piden 'creer' y 'aceptar a Cristo'. Ojalá pudiera, pero no puedo ". Le pregunté si entendÃa que se nos debe dar a creer para que podamos aceptar; y cuando procedà a explicarle que es el oficio y la obra del EspÃritu Santo convencer del pecado, descubrir nuestra necesidad de un Salvador, revelarlo al alma y capacitarnos para aceptarlo y apropiarnos personalmente Su preciosa sangre, todo parecÃa venir a ella como una nueva verdad. Ella no partió de esta vida sin haber "visto su salvación". '
VersÃculos 50-51
LA ASCENSIÃN
Y los condujo hasta Betania, y alzando sus manos los bendijo. Y sucedió que mientras los bendecÃa, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Lucas 24:50
Los testigos no eran necesarios para el acto de Resurrección, pero eran necesarios para el acto de Ascensión. ¿Por qué? Porque, aunque no hubo testigos humanos del acto de la resurrección, hubo muchos testigos que lo vieron después de que resucitó de entre los muertos. Supongamos que no hubiera habido testigos del acto de Ascensión, podrÃamos haber supuesto que Ãl estaba todavÃa en la tierra. ¿Quiénes fueron los privilegiados de verlo partir? Su propio pueblo amado.
El Maestro no se mostró en absoluto después de Su resurrección a Sus enemigos, sino a Sus propios queridos amigos. Además de este testimonio terrenal, hubo testigos del hogar al que se fue. Demos gracias a Dios por tener un testimonio tan doble de la Ascensión de nuestro Señor.
I. La conducta de nuestro Señor en el momento de Su Ascensión armoniza con todo lo que está escrito de Ãl antes de ese momento: âMientras los bendecÃaâ. Ese fue Su trabajo. Fue como él mismo hasta el final. Nada lo habÃa cambiado o amargado.
II. La ascensión está conectado con la realización de su propia obra .- Efesios 4:8 . Ascendió para llenar el mundo entero con Su influencia. Ha dejado tras de sà el espÃritu de su vida. Ha derramado el poder del EspÃritu Santo.
III. La Ascensión inspiró los sentimientos más nobles en el corazón de los Apóstoles ( Lucas 24:52 ). Adoración, es decir, reverencia, admiración, asombro trascendente. Religión más que conocimiento, fe, asombro, esperanza. ¿Cuántos de nosotros nos contentamos con vivir sin el entusiasmo del amor?
IV. La Ascensión de Cristo enseña que los sufrimientos virtuosos conducen a la gloria y terminan en ella . El fin de Su sufrimiento es el comienzo de Su gloria. ¿No será asà con sus santos? La muerte es un ascenso a la vida gloriosa, en lugar de un descenso a la tumba ( 2 Timoteo 2:11 ).
Ilustración
En la Mezquita de Santa SofÃa de Constantinopla, en la media cúpula del ábside, se puede ver trabajada en mosaico una figura de majestuoso tamaño coronada con un halo de gloria y con los brazos en alto como para bendecir. Es la figura del Señor Jesucristo, porque esa mezquita fue una vez una iglesia cristiana. Y esa es solo la imagen del DÃa de la Ascensión. Porque el servicio del DÃa de la Ascensión es un servicio edificante. Es el triunfo del Crucificado. Eleva nuestros pensamientos por encima del polvo, el estruendo, las lágrimas y la sangre de este mundo '.
(SEGUNDO ESQUEMA)
DONES Y GRACIAS DEL SEÃOR ASCENDIDO
¿Qué conclusión sacaremos de un estudio del testimonio de los escritores del Nuevo Testamento sobre la Ascensión? Al menos dos cosas parecen estar claras.
I. Vemos que la supuesta escasez de pruebas se resuelve en esto, que la Iglesia de los Apóstoles, como la Iglesia de todas las edades sucesivas, tenÃa sus pensamientos fijos en los dones y gracias que fluyen de su Señor Ascendido más que en la historia momento de Su Ascensión. Los fenómenos del Evangelio de Lucas pueden no permitirnos a todos estar de acuerdo en el juicio de que "la Ascensión ... no estaba dentro del alcance apropiado de los Evangelios, como se ve en sus textos genuinos"; pero en todo caso empezamos a percibir cuán profunda es la observación del Dr.
Hort que el 'verdadero lugar' del registro de la Ascensión 'estaba a la cabeza de los Hechos de los Apóstoles, como preparación para el DÃa de Pentecostés y, por lo tanto, el comienzo de la historia de la Iglesia'.
II. En segundo lugar, la Ascensión no se representa en el Nuevo Testamento como una maravilla probatoria , cuyo propósito es confundir y refutar al incrédulo, sino como un hecho de fe cuyo significado interior se revela gradualmente a los fieles. Un hecho histórico , de hecho, lo es; las creencias de los cristianos no se basan en mitos o leyendas. Pero es un hecho histórico cuya garantÃa se encuentra finalmente en su relación con toda la economÃa de la redención y en la respuesta del corazón cristiano a su mensaje.
III. El velo que separa la tierra del cielo sólo se levanta para el alma fiel y paciente . La evidencia de la Ascensión puede parecer insuficiente, la necesidad de una Fiesta de la Ascensión pero imaginaria, porque hemos perdido la penetrante visión del mundo espiritual que los primeros discÃpulos se lo habÃan contado a su Maestro. La Ascensión solo fue presenciada por cristianos al principio; sin embargo, sólo los cristianos pueden recibirlo con alegrÃa, porque al final es un hecho de fe.
No obstante, real por eso; el testimonio de un músico de las armonÃas de una gran sonata no es menos real porque el oÃdo sordo de la multitud indisciplinada sólo puede captar una mezcla de sonidos. Según la medida de nuestras fuerzas, las mismas voces pueden ser para nosotros una Babel de confusión o un Pentecostés de armonioso regocijo.
Dean JH Bernard.
VersÃculo 52
A JERUSALÃN CON GRAN ALEGRÃA
'Y le adoraron, y volvieron a Jerusalén con gran gozo'.
Lucas 24:52
El mensaje de ese descenso del cerro de la Ascensión es un mensaje para todos los tiempos, y para todo el pueblo de Dios, hasta que 'este mismo Jesús, de igual manera, regrese asÃ, como se le vio yendo al cielo'. Brevemente y con mucha sencillez, desvelemos algunos de sus contenidos.
I. Para cada creyente hay una Jerusalén â Tiene que vivir en algún escenario de la voluntad de Dios, que seguramente presentará, con sus misericordias manifiestas, también sus pruebas manifiestas. Muy diversas son estas Jerusalén. Por un lado, el lugar se siente como en casa; por otro, está en las antÃpodas. Puede ser un hogar, un lugar de trabajo, un lugar de servicio, una sala de sufrimiento, una escuela, una universidad, una misión, una parroquia, una diócesis, un reino.
Donde hay un deber real, seguramente habrá algo de la Cruz con él. Y a veces el aspecto de la Cruz de Jerusalén se expande tanto hacia el hombre enviado a morar allÃ, que domina todos los demás aspectos; y de ninguna manera asocia a Jerusalén con gran gozo.
II. Sin embargo, nada es más seguro que que en la voluntad y el plan del Señor estamos destinados a estar gozosos en nuestra Jerusalén. âDebemos 'alabar y bendecir a Dios' allÃ. Debemos ser conocidos allà , y por testigos hostiles, si los hay, como aquellos que 'han estado con Jesús'. Es en Jerusalén, no en una soledad elegida por nosotros mismos, donde debemos esperar y recibir 'la promesa del Padre.
'Es en Jerusalén donde debemos dar testimonio de nuestro Salvador ascendido y que regresa, con la gozosa esperanza de ganar a otros para que descubran quién es Ãl'. En Jerusalén es posible hacer esto 'con gran alegrÃa'. A Jerusalén es posible regresar del retiro más encantador o más sagrado 'con gran gozo', como a la escena de trabajo, testimonio y bendición escogida por el Señor, hasta que Ãl venga.
III. El secreto de este gozo radica en ese antiguo principio inmortal: "Caminamos por fe, no por vista". âEs por fe; al "tomarle la palabra"; haciendo uso de Ãl en toda Su riqueza de Persona, Carácter, Oficios, Promesas, Presencia, como nuestra fuerza y âânuestra salvación. No es por vista; todavÃa no; no hasta que el andar por la fe nos haya capacitado para el modo eterno de andar por la vista.
No, no de vista; tal es el propósito deliberado de nuestro Rey. En la actualidad nos enseñarÃa, para nuestro beneficio infinito, en el arte de confiar en Ãl sin apariencias, por no decir en contra de ellas. "Bienaventurados los que no vieron y creyeron", fue la última bienaventuranza que habló a sus discÃpulos en sus dÃas en la tierra.
'La vida que vivo ahora en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios'. Es decir, lo vivo mediante el uso confiado de Ãl como una realidad en medio de las realidades del momento; volviendo a mi Jerusalén, y viviendo y caminando en ella, como quien sabe que el Señor Jesús, que ha llevado mis pecados, está por mà a la diestra de Dios, y en mà en medio de los complots de los hombres y de los contienda de lenguas ', y todo lo que rodea a' un pecador en un mundo de cuidados '.
Obispo HCG Moule.
Ilustración
Asà que dejamos la tranquila cima de la colina entre Olivet y Betania. "Es hacia la tarde y el dÃa está muy avanzado". Mira, el sol desciende, mientras volvemos sobre nuestros pasos hacia la ciudad alrededor del hombro sur del Monte. Sus rayos fluyen sobre los tejados y torres de Jerusalén, y se reflejan como si salieran del agua en el ancho pavimento de mármol del área de Haram, donde la cúpula de Omar se alza oscura como la noche en medio.
Caminamos de regreso, más allá de los árboles del Huerto de GetsemanÃ, y rodeamos los muros del norte, y ese montÃculo verde coronado con tumbas musulmanas que mira al otro lado del camino hacia la puerta de Damasco; y asà en casa por la noche. Y llevamos con nosotros un mensaje bueno para todos los dÃas y noches de la vida que tenemos por delante. El encanto y la maravilla de la estancia palestina pronto terminan. Pronto es el momento de volver a todo lo que se entiende por deber común; a escenas ricas en misericordia múltiple, pero en las que los dÃas y las horas siempre traen sus problemas urgentes por solución, y muchos dolores de cabeza en el transcurso de ellos.
Pero volvemos con una nueva comprensión de lo que significa para nosotros la Ascensión del Señor al cielo y el descenso de Sus siervos a Jerusalén. Hemos caminado, por asà decirlo, con los Apóstoles hasta la tranquila colina y de regreso con ellos a la ciudad tan terriblemente inquieta. Los vimos irse con muchos pensamientos nostálgicos y preguntas sin respuesta en sus corazones; ¿No podemos recopilar esto de los primeros versÃculos de los Hechos? Y el Bendito Amigo a quien se habÃan dirigido tan a menudo con sus dudas y temores ahora se habÃa levantado de en medio de ellos y se habÃa perdido de vista. Pero caminan con un aire y un porte totalmente diferente al regresar de su despedida: -
Seguro de la verdad de su Maestro, seguro de triunfar,
Y contento de sufrir y sangrar.