Lectionary Calendar
Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario completo de Henry sobre la Biblia Completo de Henry
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre John 20". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/mhm/john-20.html. 1706.
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre John 20". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (31)New Testament (6)Gospels Only (1)Individual Books (4)
Introducción
El sepulcro se encontró vacÃo. (1-10) Cristo se le aparece a MarÃa. (11-18) se les aparece a los discÃpulos. (19-25) la incredulidad de Tomás. (26-29) Conclusión. (30,31)
VersÃculos 1-10
1-10 Cristo dio su vida como rescate, y si no la hubiera tomado de nuevo, no habrÃa parecido que su entrega fuera aceptada como satisfacción. Para MarÃa fue una gran prueba que el cuerpo desapareciera. Los creyentes débiles a menudo hacen de esto un motivo de queja, que en realidad es un motivo de esperanza y de alegrÃa. Es bueno que los más honrados con los privilegios de los discÃpulos, sean más activos que los demás en el deber de los discÃpulos; más dispuestos a esforzarse y correr riesgos en una buena obra. Debemos hacer lo mejor posible, y no envidiar a los que pueden hacerlo mejor, ni despreciar a los que lo hacen tan bien como pueden, aunque se queden atrás. El discÃpulo al que Jesús amaba de manera especial, y que por tanto amaba de manera especial a Jesús, era el primero. El amor de Cristo nos hará abundar en todo deber más que cualquier otra cosa. El que iba detrás era Pedro, que habÃa negado a Cristo. El sentimiento de culpa nos impide servir a Dios. Los discÃpulos aún no conocÃan la Escritura; es necesario que Cristo resucite de entre los muertos.
VersÃculos 11-18
11-18 Es probable que busquemos y encontremos, cuando buscamos con afecto, y buscamos con lágrimas. Pero muchos creyentes se quejan de las nubes y las tinieblas en las que se encuentran, que son métodos de la gracia para humillar sus almas, mortificar sus pecados y hacer que Cristo les resulte entrañable. Una vista de los ángeles y sus sonrisas, no será suficiente, sin una vista de Jesús, y las sonrisas de Dios en él. Nadie conoce, sino los que lo han probado, las penas de un alma abandonada, que ha tenido cómodas evidencias del amor de Dios en Cristo, y esperanzas del cielo, pero que ahora las ha perdido, y camina en las tinieblas; un espÃritu tan herido, ¿quién puede soportarlo? Cristo, al manifestarse a los que le buscan, suele superar sus expectativas. Ved cómo el corazón de MarÃa se afanaba en encontrar a Jesús. El modo en que Cristo se da a conocer a su pueblo es por medio de su palabra; su palabra aplicada a sus almas, hablándoles en particular. PodrÃa leerse: ¿Es mi Maestro? Mira con qué placer los que aman a Jesús hablan de su autoridad sobre ellos. Le prohÃbe esperar que su presencia corporal mire más allá, que el estado actual de las cosas. Observa la relación con Dios, desde la unión con Cristo. Nosotros, participando de la naturaleza divina, el Padre de Cristo es nuestro Padre; y él, participando de la naturaleza humana, nuestro Dios es su Dios. La ascensión de Cristo al cielo, para abogar por nosotros, es también un consuelo indecible. Que no piensen que esta tierra ha de ser su hogar y su descanso; su mirada y su objetivo, y sus deseos más fervientes, deben estar en otro mundo, y esto siempre en sus corazones: Asciendo, por lo tanto debo buscar las cosas de arriba. Y los que conocen la palabra de Cristo, procuren que otros obtengan el bien de su conocimiento.
VersÃculos 19-25
19-25 Este era el primer dÃa de la semana, y los escritores sagrados lo mencionan después con frecuencia, pues es evidente que se lo reservó como dÃa de reposo cristiano, en recuerdo de la resurrección de Cristo. Los discÃpulos habÃan cerrado las puertas por miedo a los judÃos; y cuando no tenÃan esa expectativa, Jesús mismo vino y se puso en medio de ellos, habiendo abierto milagrosamente, aunque en silencio, las puertas. Es un consuelo para los discÃpulos de Cristo, cuando sus asambleas sólo pueden celebrarse en privado, que ninguna puerta puede cerrar la presencia de Cristo. Cuando Ãl manifiesta su amor a los creyentes mediante los consuelos de su EspÃritu, les asegura que porque Ãl vive, ellos también vivirán. Una visión de Cristo alegrará el corazón de un discÃpulo en cualquier momento; y cuanto más veamos a Jesús, más nos alegraremos. Dijo: Recibid el EspÃritu Santo, mostrando asà que su vida espiritual, asà como toda su capacidad para su trabajo, se derivarÃa de él, y dependÃa de él. Toda palabra de Cristo que se recibe en el corazón por la fe, viene acompañada de esta respiración divina; y sin ella no hay luz ni vida. Nada se ve, se conoce, se discierne o se siente de Dios, sino a través de esto. Después de esto, Cristo ordenó a los apóstoles que declararan el único método por el cual el pecado serÃa perdonado. Este poder no existÃa en absoluto en los apóstoles como un poder para juzgar, sino sólo como un poder para declarar el carácter de aquellos que Dios aceptarÃa o rechazarÃa en el dÃa del juicio. Ellos han establecido claramente las marcas por las cuales un hijo de Dios puede ser discernido y distinguido de un falso profesor; y de acuerdo con lo que han declarado se decidirá cada caso en el dÃa del juicio. Cuando nos reunimos en el nombre de Cristo, especialmente en su dÃa santo, él se reunirá con nosotros y nos hablará de paz. Los discÃpulos de Cristo deben procurar edificarse mutuamente en su santÃsima fe, tanto repitiendo lo que han oÃdo a los ausentes, como dando a conocer lo que han experimentado. Tomás limitó al Santo de Israel, cuando querÃa convencerse por su propio método o no hacerlo. Pudo con toda justicia quedarse en su incredulidad, después de rechazar tan abundantes pruebas. Los temores y las penas de los discÃpulos se alargan a menudo, para castigar su negligencia.
VersÃculos 26-29
26-29 El hecho de que un dÃa de cada siete deba ser observado religiosamente, fue una designación desde el principio. Y que, en el reino del MesÃas, el primer dÃa de la semana debÃa ser ese dÃa solemne, fue señalado, en que Cristo en ese dÃa se reunió una y otra vez con sus discÃpulos en una asamblea religiosa. La observancia religiosa de ese dÃa ha llegado hasta nosotros a través de todas las épocas de la iglesia. No hay una palabra incrédula en nuestras lenguas, ni un pensamiento en nuestras mentes, sino que es conocido por el Señor Jesús; y se complació en acomodarse incluso a Tomás, antes que dejarlo en su incredulidad. Asà debemos soportar a los débiles, Romanos 15:1; Romanos 15:2. Esta advertencia se da a todos. Si no tenemos fe, estamos sin Cristo y sin gracia, sin esperanza y sin alegrÃa. Tomás se avergonzó de su incredulidad y exclamó: "Señor mÃo y Dios mÃo". Habló con afecto, como quien se aferra a Cristo con todas sus fuerzas; "Señor mÃo y Dios mÃo". Los creyentes sanos y sinceros, aunque sean lentos y débiles, serán graciosamente aceptados por el Señor Jesús. Es el deber de los que leen y oyen el evangelio, creer, abrazar la doctrina de Cristo, y ese registro concerniente a él,âââââââ 1 Juan 5:11.
VersÃculos 30-31
30,31 Hubo otros signos y pruebas de la resurrección de nuestro Señor, pero éstos fueron puestos por escrito, para que todos creyeran que Jesús era el MesÃas prometido, el Salvador de los pecadores y el Hijo de Dios; para que, por esta fe, obtuvieran la vida eterna, por su misericordia, verdad y poder. Que creamos que Jesús es el Cristo, y creyendo tengamos vida por su nombre.