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Sunday, December 22nd, 2024
the Fourth Week of Advent
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Nehemiah 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/nehemiah-8.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Nehemiah 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (26)Individual Books (1)
Versículos 1-18
LA MANERA RELIGIOSA DE LEER Y OIR LA LEY.
1. Y juntóse todo el pueblo como un solo hombre—La ocasión fué la celebración de la fiesta del séptimo mes (cap. 7:73). El comienzo de cada mes era introducido como una fiesta sagrada; pero éste, el comienzo del séptimo mes, fué guardado con honor distinguido como “la fiesta de trompetas”, la que duró por dos días. Fué el primer día del séptimo año eclesiástico, y el día de año nuevo del año civil, a causa de lo cual fué considerado “día grande”. El lugar donde se reunió la concurrencia general del pueblo fué “a la puerta de las Aguas”, al sur de la muralla. Por aquella puerta los nethineos o gabaonitas traían el agua al templo, y había un área espaciosa en frente de ella. y dijeron a Esdras el escriba, que trajese el libro de la ley de Moisés—El había venido a Jerusalem doce o trece años antes de Nehemías; y o había permanecido allí, o había vuelto a Babilonia en obediencia a la orden real, y para el cumplimiento de deberes importantes. Había regresado junto con Nehemías, pero en una capacidad subordinada. Desde el tiempo del nombramiento de Nehemías como tirsatha, Esdras se había retirado a la vida privada; y, aunque cooperaba cordial y celosamente con aquel patriota en sus importantes medidas de reforma, el piadoso sacerdote había dedicado su tiempo y atención principalmente a la producción de una edición completa de las Escrituras canónicas. La ley exigía la lectura pública de las Escrituras cada año séptimo, mas durante el largo período del cautiverio, esta práctica excelente, con muchas otras, había caído en desuso, hasta que fué restablecida en esta ocasión. Es indicación de un tono grandemente mejorado del sentimiento religioso el hecho de que había un deseo fuerte y general entre los regresados en Jerusalem, de oír la lectura de la palabra de Dios.
4. Esdras el escriba estaba sobre un púlpito de madera—No en la forma que conocemos ahora, sino sólo un tablado o plataforma, suficientemente ancha para que catorce personas pudiesen estar cómodamente en pie. La tarea de Esdras fué pesada, pues continuaba leyendo desde la mañana hasta mediodía, pero su labor fué aligerada por la ayuda de los otros sacerdotes que estaban presentes. Su presencia fué útil en parte para mostrar su cordial acuerdo con la declaración que hacía Esdras de la verdad divina; y en parte para participar en el importante deber de leer y explicar las Escrituras.
5. como lo abrió, todo el pueblo estuvo atento.—Algunos traducen: “todo el pueblo se puso en pie”. Asumieron esta actitud o por respeto a la palabra de Dios, o, más bien, porque la lectura fué precedida por una oración solemne, la cual se concluía con una expresión general de amén, amén.
7, 8. hacían entender al pueblo la ley: … y ponían el sentido—Los comentadores están divididos en opinión acerca del sentido de esta declaración: algunos creen que Esdras leyó la ley en el hebreo puro, mientras los levitas, que le ayudaban, la traducían cláusula por cláusula al caldeo, el dialecto que hablaban los desterrados en Babilonia; mientras que otros afirman que el deber de éstos consistía en explicar al pueblo, (muchos de los cuales habían llegado a ser muy ignorantes,) lo que Esdras leía.
9-15. EL PUEBLO CONSOLADO.
9. Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis—Un hondo sentido de sus pecados nacionales, traído de modo poderoso a su recuerdo por la lectura de la ley y sus acusaciones, afectó el corazón del pueblo con una tristeza penitencial; a pesar del recuerdo doloroso de sus pecados nacionales, que la lectura de la ley había despertado, se exhortó al pueblo a alentar los sentimientos de gozo y gratitud asociados con una festividad sagrada (véase Levítico 23:23) y por el envío de porciones de su comida festiva a sus hermanos más pobres ( Deuteronomio 16:11, Deuteronomio 16:14; Ester 9:19), hacer que ellos participasen en los regocijos públicos.
16-18. GUARDAN LA FIESTA DE LOS TABERNACULOS.
16. Salió pues el pueblo, y trajeron, e hiciéronse cabañas, etc.—(Véase Levítico 23:34; Deuteronomio 16:13).
17. desde los días de Josué … no habían hecho así los hijos de Israel.—Esta fiesta nacional no había sido descuidada por un período tan prolongado; porque, además de ser imposible que tal notorio descuido de la ley fuese tolerado por Samuel, David y otros gobernantes piadosos, está indicada suficientemente su observancia ( 1 Reyes 8:2, 1 Reyes 8:65; 2 Crónicas 7:9) y expresamente relatada ( Esdras 3:4). Mas el sentido es, que los sentimientos populares nunca habían sido elevados a tal altura de entusiasmo desde el tiempo de su entrada en Canaán, como ahora después de su cautiverio tan largo y doloroso.
18. Y leyó Esdras en el libro de la ley de Dios cada día—Esto es más de lo que fué mandado ( Deuteronomio 31:10), y suscitó del celo exuberante del tiempo. al octavo día congregación, según el rito.—Este fue el último día y día grande de la fiesta ( Números 30:35). En tiempos posteriores fueron añadidas otras ceremonias, las que aumentaban el regocijo ( Juan 7:37).