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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario CrÃtico y Explicativo de toda la Biblia Comentario CrÃtico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
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Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre James 2". "Comentario CrÃtico y Explicativo de toda la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/jfb/james-2.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre James 2". "Comentario CrÃtico y Explicativo de toda la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (28)New Testament (6)Individual Books (5)
VersÃculos 1-26
CAPITULO 2
EL PECADO Y LA ACEPCION DE PERSONAS: LA FE MUERTA Y SIN OBRAS NO SALVA A NADIE.
1-13. Jacobo ilustra âla perfecta ley de la libertadâ (1:25) con un caso de pecado contra ella, y termina con otra referencia a dicha ley (1:12, 13).
1. HermanosâLa igualdad de todos los cristianos como âhermanosâ forma la base de la amonestación. la fe de ⦠Cristoâeso es, la fe cristiana. Jacobo fundamenta la práctica cristiana en la fe cristiana. el Señor ⦠gloriosoââel Señor de la gloria:â asà en 1 Corintios 2:8. Como todos los creyentes, asà ricos como pobres, reciben su gloria de su unión con aquél, âel Señor de la gloriaâ, no de las ventajas externas de fortuna mundana, el pecado mencionado es marcadamente inconsecuente con la fe de él. Bengel, sin hacer elipsis de el Señor, explica âgloriaâ como en aposición con âCristo,â quien es la gloria ( Lucas 2:32); la verdadera gloria (Shekinah del templo) ( Romanos 9:4). Nuestra versión es más sencilla. La gloria de Cristo, reposando sobre el humilde creyente, deberÃa hacer que éste sea tenido en tan alta estima por los âhermanosâ, como su hermano más rico; y más aún, si el creyente humilde tiene más del espÃritu de Cristo que el hermano rico. en acepción de personasâen la práctica de la preferencia parcial de personas de varias maneras y en varias ocasiones.
2. congregaciónâlit., âsinagogaâ; éste, el último caso del uso honroso y el único de uso cristiano del vocablo usado en el Nuevo Testamento, ocurre en la EpÃstola de Santiago, el apóstol que mantuvo hasta el último momento posibles los vÃnculos entre la sinagoga judaica y la iglesia cristiana. Pronto después, la continua resistencia a la verdad de parte de los judÃos indujo a los cristianos a dejarles el uso exclusivo del término ( Apocalipsis 3:9). La âsinagogaâ denota meramente una asamblea o congregación no necesariamente unida por vÃnculo común alguno. âIglesiaâ es un pueblo ligado por vÃnculos y leyes mutuos, aun cuando acaso los miembros no estén reunidos. [Trench y Vitringa]. En parte por las tendencias hebraicas de Jacobo, y en parte porque las iglesias cristianas retenÃan las más de las formas judaicas, este término âsinagogaâ se emplea aquà en vez del vocablo cristiano âiglesiaâ (ekklesνa, derivado del radical llamar fuera, o convocar, expresa la unión de sus miembros en vÃnculos espirituales, independientes de localidad, y llamados fuera a una separación del mundo); una coincidencia sin premeditación y un indicio de la verdad. La gente, en la sinagoga judaica, tomaba asientos conforme a su rango, los del mismo oficio se sentaban juntos. La introducción de esta costumbre en los lugares de culto cristiano es aquà reprobado por el apóstol. Las iglesias o templos cristianos eran edificados como las sinagogas, con la mesa santa en el extremo oriental de aquéllas, como estaba el arca en éstas; el pupitre y el púlpito eran los principales artÃculos mobiliarios en ambas. Esto enseña el error de comparar la iglesia con el templo, y el ministerio con el sacerdocio; el templo es representado por todo el cuerpo de adoradores; el local de la iglesia era construÃdo según el modelo de la sinagoga, no del templo. Véase La Sinagoga, por Vitringa,
2, 3. Si ⦠entraââSi por acaso entra â¦â [Alford]. ropa ⦠vestiduraâComo el griego tiene el mismo vocablo en ambos versÃculos, se podrÃa traducir cada vez de la misma manera, âvestidura espléndida.â tuviereis respetoâsin saber acaso quién es, si en efecto fuese pagano. Era el oficio de los diáconos señalar asientos a los miembros de la congregación. [Clemente, Constitución, 2:57, 58]. le dijereisââLeâ está omitido en los mejores manuscritos. Asà el âtúâ viene a ser más enfático. aquÃâcerca de quien habla. allÃâalejado de donde están los asientos buenos. debajo de mi estradoâno literalmente asÃ, sino en el suelo cerca de mi estrado. El hombre pobre o tenÃa que permanecer de pie, o si se sentaba, sentarse en una posición degradante.
4. ¿No juzgáis.. ?âLit., ¿no habéis hecho distinciones, o diferencias (prefiriendo uno a otro)? Asà en Judas 1:22. en vosotros mismosâen vuestras mentes, eso es, según vuestra inclinación carnal [Grocio] venÃs a ser juecesâLas palabras griegas por âjuecesâ y âjuzgáisâ (con parcialidad) son afines en sonido y sentido. Debiera darse una traducción similar a ambas; es decir, por jueces dÃgase âdistinguidores de (o sea, según vuestros) pensamientos malosâ; o bien, ¿no juzgáis con parcialidad entre hombres, haciéndoos asà jueces malévolos (Marco 7:21)? Los âpensamientos malosâ están en los jueces mismos como en Lucas 18:6 : âjuez de injusticiaâ, traducido, âjuez injustoâ. Alford y Wahl traducen: â¿No dudasteisâ (respecto a vuestra fe, que es inconsecuente con las distinciones que hacéis entre ricos y pobres)? Porque el griego (diakrinein) siempre significa dudar en el Nuevo Testamento. Asà en el 1:6 que algunos traducen vacilar, o fluctuar. Mateo 21:21; Hechos 10:20; Romanos 4:20, âtampoco ⦠dudó.â El mismo juego de palabras afines hay en el griego en Romanos 14:10, Romanos 14:23 : juzgas ⦠hace diferencia (o duda). La misma culpa de ser juez de la ley, cuando uno debiera ser quien la obedezca, se halla en el 4:11.
5. oÃdâEl apóstol llama a juicio a los que se constituyen âjuecesâ a sà mismos (2:4). pobres de este mundoâLos mejores manuscritos dicen: âlos pobres con respecto al mundoâ. En contraste con âlos ricos en este presente sigloâ ( 1 Timoteo 6:17). No todos los pobres, por supuesto; pero los pobres, como clase, proporcionaron mayor número de creyentes que los ricos, como clase. El rico, si es creyente, renuncia a las riquezas, como su porción; el pobre, si es incrédulo, descuida aquello que es la ventaja especial de la pobreza ( Mateo 5:3; 1 Corintios 1:26, 1 Corintios 1:28). ricos en feâSus riquezas consisten en la fe. Lucas 12:21 : âricos para con Diosâ. 1 Timoteo 6:18 : âRicos en buenas obrasâ ( Apocalipsis 2:9; 2 Corintios 8:9). La pobreza de Cristo es la fuente de riquezas del creyente. reino ⦠prometidoâ( Lucas 12:32; 1 Corintios 2:9; 2 Timoteo 4:8.)
6. El juicio de los pobres por el mundo contrastado con su juicio por Dios. vosotrosâCristianos, de quienes se habrÃan de esperar mejores actos: no sorprende el que los del mundo hagan tales cosas. afrentadoâlit., âdeshonradoâ. Deshonrar a los pobres es deshonrar a los que Dios honra, invirtiendo asà el orden de Dios [Calvino]. los ricosâcomo clase. os oprimenâlit., abusan de su poder en vuestra contra. arrastranâcon violencia [Alford]. a los juzgadosâinstituyendo persecuciones por la religión, tanto como procesos legales opresivos, contra vosotros.
7. â¿No son ellos los que blasfeman..?â como en el 2:6 [Alford]. Debe ser que aquà se alude a los ricos paganos principalmente; porque otros no blasfemarÃan abiertamente el nombre de Cristo. Sólo indirectamente se podrÃa significar a cristianos ricos, quienes, por su inconsecuencia, hiciesen blasfemar el nombre de él; asà Ezequiel 36:21; Romanos 2:24. Además, habÃa muy pocos judeocristianos ricos entonces en Jerusalén ( Romanos 15:26). Los que deshonran el nombre de Dios por el pecado voluntario y habitual, âtoman el nombre del Señor en vanoâ ( Proverbios 30:9, con Ãxodo 20:7). el buen nombreâque es âbueno delante de los santos de Jehováâ (Salmo 52:9; Salmo 54:6); que rogáis que âsea santificadoâ ( Mateo 6:9), y que es âllamadoâ, invocado, sobre vosotros ( Génesis 48:16; IsaÃas 4:1, marginal; Hechos 15:17), de modo que en vuestro bautismo âen (adentro de: asà el griego, Mateo 28:19) el nombreâ de Cristo vinisteis a ser el pueblo de Cristo ( 1 Corintios 3:23).
8. El griego se puede traducir: âSin embargo, sà cumplÃs â¦â, como Alford siguiendo a Estio explica: âCon todo, no digo que aborrezcáis a los ricos (por su opresión), ni que los echéis de vuestras asambleas; si optáis por observar la ley real.., bien hecho; pero hacer acepción de personas es quebrantar la leyâ. Creo que la traducción es: âSi en verdad (o, si pues, por una parte) cumplÃs la ley real ⦠bien hacéis; pero si (por la otra) hacéis acepción de personas, practicáis pecadoâ. Los judeocristianos se jactaban de la ley, y confiaban en ella ( Hechos 15:1; Hechos 21:18; Romanos 2:17; Gálatas 2:12). A esto alude el âen verdad.â â(Estáis reposados en la ley); si en verdad (pues) la cumplÃs, bien hacéis; pero si â¦â realâla ley que es rey de todas las leyes, siendo el todo y la esencia de los diez mandamientos. El gran Rey, Dios, es amor; su ley es la ley real del amor, y dicha ley, como él mismo, reina suprema. El âno hace acepción de personasâ; hacer acepción de personas, pues, significa contrariar a Dios y a su real ley, la que es, a la vezâ ley de amor y ley de libertad ( Gálatas 2:12). La ley es el âtodoâ, la Escritura particular citada ( LevÃtico 19:18) es una parte del todo. Quebrantar una parte es quebrantarla toda ( LevÃtico 2:10). bien hacéisâsiendo âbienaventuradosâ en vuestro hacer ( LevÃtico 1:25), no oidores olvidadizos de la ley.
9. La acepción de personas viola el mandamiento de amar a todos por igual, como âa uno mismoâ. cometéis pecadoâlit., âobráis pecadoâ ( Mateo 7:23, el texto referido aquà probablemente, como en el 1:22). Vuestras obras son pecado, sea cual fuere la jactancia de la ley que hagáis por palabras (nota 2:8). como transgresoresâno solamente de este o aquel mandamiento particular sino del todo en absoluto.
10. ofendiereâtropezare, no tan fuerte como âcaerâ, Romanos 11:11; âen un puntoâ, como aquà la acepción de personas; âculpable de todosâ. La ley es como un vestido sin costura, que queda desgarrado si se la desgarra en cualquier parte; o como una armonÃa que queda rota si hay una sola nota discordante [Tirino]; o una cadena de oro cuya perfección se desmejora con la rotura de un solo eslabón [Gataker]. Asà que vosotros quebrantáis la ley, aun cuando no el todo de la ley, porque cometéis ofensa contra el amor, el cual es el cumplimiento de la ley. Si cualquier parte del hombre es leprosa, todo el hombre es juzgado leproso. Dios requiere la perfecta obediencia, no la parcial. No hemos de escoger las partes de la ley que queramos guardar, según nuestro capricho, para descuidar las otras.
11. Es uno aquel que dió toda la ley; por tanto, los que violan la voluntad de aquél en un punto, la violan en todos [Bengel]. La ley y el Autor de la ley tienen completa unidad. matarás ⦠adulterioâLos elige por cuanto son los casos más evidentes de violación del deber para con el prójimo.
12. Recapitulando los raciocinios anteriores. habladâvolviendo sobre lo dicho en el 1:19, 26; discusión más completa se da en el capÃtulo 3. juzgados por la ley de libertadâ(1:25), eso es, la ley evangélica del amor, que no es una ley de externo constreñimiento, sino de Ãntima y libre inclinación instintiva. La ley de la libertad, por la misericordia de Dios, nos libra de la maldición de la ley, para que en adelante seamos libres para amar y obedecer espontáneamente. Si no queremos, a la vez practicar la ley del amor hacia el prójimo, dicha ley de gracia nos condena aun más gravemente que la antigua ley, que nada hablaba sino de la ira para aquel que ofendÃa en el más mÃnimo particular (2:13). Comp. Mateo 18:32; Juan 12:6, Juan 12:48; Apocalipsis 6:16 : âira del (misericordioso) Corderoâ.
13. Lo opuesto de âBienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordiaâ ( Mateo 5:7). âEl juicio (que vendrá sobre todos nosotros) será sin misericordia para aquel que nunca usó de misericordiaâ. Será para cada uno lo que cada uno haya sido [Bengel]. âMisericordiaâ aquà corresponde a âamorâ en el 2:8. la misericordia se glorÃa contra el juicioâLejos de temer al juicio, en el caso de los que la siguen, la misericordia en efecto se glorÃa contra él, sabiendo que no los puede condenar. No que la misericordia de ellos sea la base de su absolución, sino que la misericordia de Dios en Cristo para con ellos, que produce de parte de ellos la misericordia para con sus semejantes, hace que ellos triunfen sobre el juicio, el que de otro modo todos ellos en sà merecerÃan.
14. El apóstol aquà pasando del caso particular de la âmisericordiaâ o âamorâ violado por la âacepción de personasâ, no obstante la profesión de fe en el Señor Jesús (2:1), combate la tendencia de los judÃos (transplantada en el cristianismo de ellos) de sustituir un conocimiento inerte e inoperante de la letra de la ley, por un cambio de corazón para la santidad práctica, como si se lograra con eso la justificación ( Romanos 2:3, Romanos 2:13, Romanos 2:23). Parece improbable que él hubiese visto las EpÃstolas de Pablo, por cuanto usa las mismas frases y ejemplos (comp. el 2:21, 23, 25, con Romanos 4:3; Hebreos 11:17, Hebreos 11:31; y el 2:14, 24, con Romanos 3:28; Gálatas 2:16). Fuese asà resuelto individualmente por Jacobo o no, el EspÃritu Santo por medio de él combate, no a Pablo, sino a aquellos que abusaban de la doctrina de Pablo. La enseñanza de ambos es inspirada, y por tanto ha de ser recibida sin lucha de palabras; es que cada uno tenÃa una clase diferente de gente con quien tratar: Pablo con los âautojustificadoresâ; Jacobo, con los adeptos antinomianos de una mera fe nocional. Pablo insiste tan fuertemente como Jacobo en la necesidad de obras como evidencia de la fe, especialmente en sus epÃstolas posteriores, cuando muchos abusaban ya de la doctrina de la fe ( Tito 2:14; Tito 3:8). âCreer y obrar son parientes consanguÃneosâ [Ruterford]. qué aprovechará?âlit., â¿qué es el provecho?â ¿Qué provecho hay? si alguno diceâJacobo no dice: âSi alguno tiene feâ; sino que, âsi alguno dice que tiene feâ; queriendo decir la mera profesión de fe, tal como se hacÃa comúnmente en el bautismo. Simón el Mago asà âcreyó, y fué bautizadoâ y con todo no tuvo âni parte ni suerte en este asuntoâ, porque su corazónâcomo sus palabras y sus obras demostrabanâno era recto delante de Dios. Alford erróneamente niega que âdiceâ sea enfático. La ilustración del v. 16 prueba que lo es: âSi alguno de vosotros les dice (a los desnudos), calentaos ⦠pero no les diereis las cosas necesariasâ. La profesión de la simpatÃa inoperante corresponde a la profesión inoperante de la fe. ¿Podrá la fe salvarle?âla fe de él: tal fe pretendida: el vanó nombre de una fe ostentosa es contrastada con la verdadera fe fructÃfera. Asà lo que los ilusos llaman âsabidurÃaâ, no es la verdadera sabidurÃa (3:15). El pronombre (en salvarle) en el griego es enfático; el hombre determinado, que profesa la fe sin las obras que evidencian la vitalidad de la misma.
15. Y siâel griego: âPero si â¦â; continuando el argumento contra quien dijera que tiene fe, etc., sin señal de frutos. el hermanoâel griego: âun hermanoâ, algún hermano en la fe, de socorrer al cual tenemos la especial obligación, independientemente del deber general de socorrer a todos nuestros semejantes. están desnudosâel griego infiere âhallados desnudosâ, al averiguarse el caso.
16. La costumbre de recibir pasivamente las impresiones sentimentales de las miserias ajenas, sin llevarlas a la práctica habitual, sólo hace duro el corazón. alguno de vosotrosâJacobo aplica el caso a sus oyentes individualmente. Id en pazâcomo si todas sus necesidades quedaran satisfechas tan sólo con dirigirles palabras. Las mismas palabras en la boca de Cristo eran acompañadas de fehacientes obras de amor. calentaosâcon abrigo, en vez de seguir estando desnudos (v. 15; Job 31:20). Hartaosâsed alimentados, en vez de seguir hambrientos ( Mateo 15:37). ¿qué aprovechará?âterminando con la misma pregunta con que empezó (v. 14). Justa retribución: las expresiones cariñosas que no se acompañan con hechos correspondientes, como no son de provecho para los menesterosos, tampoco son de provecho para el mismo profesor. Asà la fe que consiste en meras profesiones es inaceptable a Dios, el objeto de la fe, y sin provecho para quien la profesa.
17. la fe ⦠en sà mismaâAsà traduce Alford: âmuerta en sÃâ. Dice Bengel: âSi las obras que la fe viviente produce, no tienen existencia, es prueba de que la fe misma (lit., con respecto a sà misma) no tiene existencia; eso es, que aquello de que uno se jacta como de fe, es muertoâ. La âfeâdiceâes muerta en sà mismaâ, porque cuando tiene obras, está viva, y se ve que está viva, no con respecto a sus obras, sino con respecto a sà misma.
18. Continúase el argumento Daniel 2:14, Daniel 2:16. Quizá alguno diga que tiene fe, aunque no tenga obras. Suponed que alguno dijera al hermano desnudo: âcaliéntateâ, sin darle el abrigo necesario. âPero alguno (que sostiene la correcta opinión de que la fe debe tener obras que la acompañen) dirá (en oposición a lo que dice el profesor aludido) â¦â muéstrame tu fe sin tus obrasâsi tú puedes; pero tú no puedes enseñar o evidenciar tu alegada fe, (v. 14) sin obras. âMostrarâ aquà no significa âprobarâ, sino exhibir. La fe es invisible, salvo a Dios. Para enseñar la fe al hombre, obras de alguna u otra forma se han menester; somos justificados judicialmente por Dios ( Romanos 8:33); meritoriamente, por Cristo ( IsaÃas 53:11); mediadoramente, por la fe ( Romanos 5:1); evidentemente, por las obras. La cuestión aquà no es con respecto a la base de la justificación del creyente, sino acerca de la demostración de su fe: asà en el caso de Abrahán. En Génesis 22:1, se dice que Dios tentó a Abrahán; eso es, puso a la prueba de la demostración la realidad de su fe, no para la satisfacción de Dios, que ya la conocÃa bien, sino para demostrarla delante de los hombres. El ofrecimiento de Isaac citado aquà (v. 21), no formó parte alguna de la base de su justificación, puesto que fué justificado con anterioridad cuando creyó sencillamente en la promesa de los herederos espirituales, o sea, de los creyentes, numerosos como las estrellas. Fué justificado entonces: dicha justificación fué demostrada o manifestada con el ofrecimiento de Isaac cuarenta años después. Dicha obra de fe demostró su justificación, pero no contribuyó a la misma. El árbol demuestra su vida por sus frutos; pero vivÃa ya antes de aparecer sus frutos y aun sus hojas.
19. Túâenfático. Tú, iluso, aparentas tener fe sin obras. que Dios es unoâSu existencia se sobreentiende en esta unidad. Es éste el artÃculo fundamental del credo de los judÃos asà como de los cristianos, y es el punto de la fe de que se jactaban los primeros especialmente, puesto que los distinguÃa de los gentiles, punto presentado, por tanto, por Jacobo aquÃ. bien hacesâhasta aquÃ. Pero a menos que tu fe haga más que asentir a esta verdad, âlos demonios (cuya cabeza es Satanás) creenâ hasta aquà en común contigo, ây (lejos de ser salvos por semejante fe) se estremecenâ (asà el griego; Mateo 8:29; Lucas 4:34; 2 Pedro 2:4; Judas 1:6; Apocalipsis 20:10). La fe de ellos no hace sino aumentar su tormento con el pensamiento de tener que encontrarse con aquel que los ha consignado a su justa condenación; de modo que la tuya ( Hebreos 10:26) no es la fe del amor, sino la del temor, la que tiene tormento ( 1 Juan 4:18, Joel 4:18).
20. ¿quieres saber?ââEl hombre vanoâ no quiere saber la voluntad de Dios, puesto que no quiere hacerla. El apóstol suplica a tal hombre que deje su perversa indisposición de saber lo que es palpable a todos los que desean saberlo. vanoâque se engaña a sà mismo con una esperanza delusoria, que descansa en una fe irreal. sin obrasâEl griego expresa âaparte de las obrasâ [Alford]. que deberÃan manar de ella, si fuese real. es muertaâAlgunos de los mejores manuscritos dicen: âEs fútilâ, ineficiente para lograr lo que tú esperas, o sea, para salvarte.
21. justificado por las obras Abrahamâevidentemente, y ante los hombres (véase mi nota, v. 18). En el v. 23, Jacobo, como Pablo, reconoce la verdad de la Escritura, de que fué la fe de Abrahán lo que le fué contado por justicia en su justificación delante de Dios. cuando ofrecióâlo trajo como ofrenda al altar; no se dice que en efecto lo sacrificara.
22. No ves..?âMás bien, âVesâ. En las dos proposiciones que siguen, póngase el énfasis en la fe en la primera, y en las obras en la segunda [Bengel]. la fe obró (âcooperóâ) con las obrasâpues fué por la fe que ofreció a su hijo. Lit., âobraba (al mismo tiempo) con sus obrasâ. la fe fué perfecta por las obrasâno fué vivificada, sino perfeccionada, logró su desarrollo plenamente consumado, y se demostró ser real. Asà âmi fuerza es hecha perfecta en la debilidadâ, eso es, se ejerce más perfectamente, demuestra cuán grande es [Cameron]: asà 1 Juan 4:17, Joel 4:17; Hebreos 2:10; Hebreos 5:9. El germen, en efecto, tiene en sà el árbol plenamente crecido; pero su perfección no se alcanza antes de la madurez completa. Asà en el 1:4: âTenga la paciencia perfecta su obra,â eso es; tenga su pleno efecto, demostrando el grado más perfecto de perseverancia, âpara que seáis perfectosâ, completamente desarrollados en la exhibición del carácter cristiano. Alford explica: âRecibió su realización, fué completamente ejemplificada y cumplidaâ. Asà Pablo en Filipenses 2:12 : âDesarrollad vuestra propia salvaciónâ: la salvación que ya era suya con su libre justificación por la fe. HacÃa falta todavÃa desarrollarla hasta la plena perfección en la vida de ellos.
23. fué cumplida la Escrituraâ Génesis 15:6, citado por Pablo como realizada en la justificación de Abrahán por la fe; citado por Jacobo como realizada subsecuentemente en la obra de Abrahán de ofrecer a Isaac, la cual obraâdiceâle justificó. Es claro, pues, que Jacobo quiere decir por obras lo mismo que Pablo quiere decir por fe, con la sola diferencia de que aquél habla de la fe en su desarrollo manifestado, mientras que Pablo habla de la fe en el germen. La ofrenda de Isaac hecha por Abrahán no fué un mero acto de obediencia, sino un acto de fe. Isaac era el sujeto de las promesas de Dios, de que en él serÃa llamada la simiente de Abrahán. El mismo Dios ahora ordena a Abrahán que mate al sujeto de su propia promesa, cuando aun no habÃa simiente en la que se pudieran realizar dichas predicciones. De ahà que el dicho de Jacobo acerca de que Abrahán fué justificado por tal obra, equivale a decir, con Pablo que fué justificado por la fe misma; porque fué en efecto la fe expresada en acción, como en otros casos la fe salvadora se expresa en palabras. Asà Pablo declara que el medio de la salvación es la fe expresada. La âEscrituraâ no serÃa cumplida, como dice Jacobo que fué, sino contradicha, por cualquier interpretación que hace que las obras de un hombre lo justifiquen delante de Dios; porque esa escritura no hace mención de obras algunas, sino que dice que la creencia de Abrahán le fué contada por justicia. Dios, en la primera instancia, âjustifica al impÃoâ por la fe; subsecuentemente el creyente es justificado delante del mundo como justo por la fe manifestada en palabras y en obras (comp. Mateo 25:35, Mateo 25:40, âlos justosâ). Las mejores autoridades dicen: âPero Abrahán creyó â¦â fué llamado amigo de DiosâNo fué asà llamado en vida, aunque lo era desde el tiempo de su justificación; pero fué asà llamado cuando fué reconocido como tal por todos sobre la base de sus obras de fe. âEl fué el amigo (en un sentido activo), el amador de Dios, con referencia a sus obras; y (en sentido pasivo) fue amado por Dios con referencia a su justificación por obras. Los dos sentidos se confunden en Juan 15:14â [Bengel].
24. justificado ⦠no solamente por la feâeso es, âpor fe sin (aparte de, separado de) obrasâ, sus debidos frutos (nota v. 20). La fe para justifÃcar debe, desde el principio, incluir en germen la obediencia para ser desarrollada subsecuentemente, aunque la fe sola es la base de la justificación. El brote debe ser injertado en el tronco para que viva; debe producir fruto para probar que vive.
25. Es claro por la naturaleza del acto de Rahab que éste no se cita para probar la justificación por obras como tales. Ella creyó ciertamente lo que sus demás conciudadanos dudaban, y esto ante toda improbabilidad de que los pocos poco guerreros iban a derrotar a los numerosos bien armados. En esta creencia escondió a los espÃas a riesgo de su vida. Por tanto, Hebreos 11:31 menciona esto como un ejemplo de fe, más bien que de obediencia. âPor fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los incrédulosâ Si se hubiera deseado un ejemplo de la obediencia, ni Pablo ni Jacobo hubieran citado una mujer de reconocido carácter malo, en preferencia a los muchos patriarcas morales y pÃos. Pero como ejemplo de la libre gracia en la justificación del hombre por una fe operante, en contraste con una fe verbal, ningún otro podrÃa ser más propio que el de una ârameraâ redimida. Como Abrahán es un ejemplo de un hombre ilustre y el padre de los judÃos, asà se cita a Rahab como una mujer, y como una mujer abandonada, y como una gentil, lo que enseña que la fe justificadora ha sido manifestada en personas de toda clase. La naturaleza de las obras alegadas es tal, como para probar que Jacobo las usa sólo como evidencias de fe, en contraste con una mera profesión verbal: no obras de caridad ni de piedad, sino obras cuyo valor consistÃa solamente en ser pruebas de la fe: eran la fe expresada en efecto, sinónimas de la fe misma. mensajerosâlos espÃas. los echóâprecipitadamente y con temor [Alford] por otro caminoâno por la puerta por donde entraron, sino por la ventana que habÃa sobre la muralla, y de allà huyeron a los montes.
26. La fe es cosa espiritual; las obras son materiales. Se podrÃa pensar, pues, que la fe corresponde al espÃritu, y las obras al cuerpo. Pero el apóstol pone esto en sentido contrario. El no quiere decir, pues, que la fe en todos los casos corresponda al cuerpo; sino que la forma de la fe, que no tiene realidad operante, corresponde al cuerpo sin el espÃritu animador. No se sigue que la fe viviente reciba su vida de las obras, asà como el cuerpo deriva su vida del espÃritu animador.