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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Sinopsis del Nuevo Testamento de Darby Sinopsis de Darby
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
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Información bibliográfica
Darby, John. "Comentario sobre Psalms 22". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://studylight.org/commentaries/spa/dsn/psalms-22.html. 1857-67.
Darby, John. "Comentario sobre Psalms 22". "Sinopsis del Nuevo Testamento de Juan Darby". https://studylight.org/
Whole Bible (31)
VersÃculos 1-31
Aquà los sufrimientos de Cristo tienen otro carácter más profundo. Tenemos ante nosotros esa gran obra que es el fundamento de toda la bendición desarrollada en los otros salmos, y de toda bendición y gloria eterna, haciendo posible el interés que Ãl tiene en los santos, porque los hace justos, y el camino mismo de glorificando a Dios. Este salmo, como ya se ha observado que es un principio común de su estructura, nos da el tema en el versÃculo 1 ( Salmo 22:1 ). Cristo habÃa sufrido del hombre, de los hombres igualmente crueles y violentos: los perros lo habÃan rodeado, los toros gordos de Basán lo habÃan encerrado.
Pero si la medida de esto fue extrema, y ââse sintió más y de otra manera que los sufrimientos ordinarios de los hombres porque fue totalmente injusto y por causa de Jehová, por cuyo nombre sufrió vituperio; sin embargo, otros también habÃan soportado en alguna medida el sufrimiento de la violencia y el oprobio de hombres sin corazón, y por causa de Jehová. Si Ãl en gracia fue el lÃder y consumador de la fe, otros a través de la gracia habÃan pisado, era su privilegio concedido, pero Su gracia voluntaria dio algunos pasos de ese camino divinamente marcado.
Pero ellos confiaron en Jehová y fueron librados. Jehová nunca los dejó ni los abandonó. Ãl habÃa prometido que no lo harÃa. Ellos sabÃan en sus conciencias que Ãl nunca habÃa fallado en una sola cosa buena o misericordiosa que Ãl habÃa prometido.
Pero aquà habÃa un sufrimiento fuera del alcance de la promesa, sÃ, que habrÃa de sentar las bases de su justo cumplimiento. Era un escenario nuevo, como ninguno habÃa sido ni será nunca en la historia de la eternidad; el cual está solo, el Justo abandonado de Dios. No se puede repetir una segunda vez; habrÃa perdido su carácter y la repetición destruirÃa o negarÃa el testimonio del primer Dios perfectamente glorificado, moralmente glorificado, sobre el mal; No ha estado, si hay que repetir.
Es de una vez por todas, completa y perfecta. La naturaleza de Dios se ha hecho buena en testimonio, moralmente, en el universo. ¿Cómo deberÃa repetirse eso? Vuelvo a decir, si hubiera tenido que ser, tampoco lo hubiera hecho; pero esta hecho La gloria divina es perfectamente, eternamente, hecha buena. Pero para esto con respecto al bien y al mal, que la justicia y la gracia, o el amor, donde hay debilidad y maldad, deben ser hechos buenos, todo lo que Dios es contra el mal debe ser verificado y hecho bueno.
¿Contra quién? ¿Quién deberÃa soportarlo? Contra el pecador era la miseria eterna, ni entonces se manifestaba el amor; lo que Dios es, no se manifiesta. Pero el Señor se da a sà mismo para esto; El que pudo soportarlo, y, en la más baja humillación de los que tomó, para cumplirlo en su naturaleza, lleva en Su alma todo lo que Dios es contra el mal. Tremendo momento!
Es esto solo lo que nos hace comprender de alguna manera lo que son la justicia y el juicio. Esto es lo que se nos muestra aquÃ. Se muestra en la declaración de Cristo, mostrando el hecho y Su sentido del mismo. Lo que fue en sus profundidades ningún corazón humano puede sondearlo. Es el hecho que se da aquÃ, pero como sentido por Ãl. Sin embargo, vemos al Justo consciente, pero perfectamente sumiso; el sentido de Su propia nada en cuanto a Su posición, de la perfección cierta e inmutable de Jehová.
Ãl es justo; Ãl puede decir, "¿por qué?" sumiso: "sin embargo, tú eres santo"; ningún trabajo de la voluntad, poniendo en duda los caminos de Dios; el estado claro y perfecto asÃ, que ve la perfección de Dios, pase lo que pase. Porque era el único justo que habÃa glorificado a Dios en todos Sus caminos, una excepción de todos los caminos de Dios en justa gracia con los tales. Es desamparado, llora y no es escuchado. Es un gusano y no un hombre.
Pero esto no podrÃa durar para siempre, no más de lo que Ãl podrÃa ser retenido por la muerte, habiendo glorificado perfectamente a Dios al ir al final de la prueba y esperar Su tiempo. Aquel que fue el verdadero deleite de Jehová en todo momento, no pudo ser oÃdo hasta que todo estuvo consumado; aunque más gloriosamente, y merecidamente más gloriosamente, el deleite de Jehová que cualquier justicia viviente, aunque tan perfecta, podrÃa pretender ser.
En esa justicia viviente Ãl habÃa glorificado a Dios acerca del bien, perfecto en Su obediencia como hombre, y perfecto en manifestar el nombre de gracia de Su Padre, declarando lo que Dios era, costara lo que costara. Los vituperios de los que vituperaban a Dios cayeron sobre Ãl. Pero ahora Ãl glorificó a Dios en lugar del mal hecho pecado. Esto, como hemos visto, está solo. âPor eso me ama mi Padre, porque yo doy mi vida para volverla a tomar.
( Juan 10:17 ) Allà en el lugar del pecado delante de Dios, esto es, como hecho pecado, sin embargo, en aquel en que la obediencia fue absoluta y perfecta en la entera entrega a Dios, lo contrario del pecado donde la justicia de Dios halló motivo para amor, sin embargo, donde se cumplió al abandonarlo, allà se puso el fundamento de la justicia eterna y de la bendición eterna, allà Dios perfectamente glorificado, puesto el fundamento para el cumplimiento de todos sus consejos en la gloria.[1]
Entonces, cuando la obra está completa, la obra moral de glorificar a Dios, se le oye desde los cuernos del unicornio. El hombre y todo lo que le rodeaba estaba oculto a la vista por un cielo oscurecido, cuando todo lo de Dios, y el poder y la impotencia del mal en contraposición a la bondad soberana y la justicia de Dios, fue traÃdo a este resultado divino, y Dios glorificado sobre eso Y todo está entre el alma de Aquel que es una ofrenda por el pecado y el justo Jehová.
Y estaba cerrado. El era perfecto, habÃa asegurado la gloria de Dios, lo habÃa glorificado cuando El no podÃa ser oÃdo, y fue oÃdo y fue consumado. Desciende en verdad a la tumba, ese testigo fiel e irrefutable de que todo estaba cerrado de esta gran cuestión de la cual la muerte era el testigo designado, pero solo para resucitar sin un elemento faltando que la obra de propiciación y de glorificación de Dios con respecto al pecado. se completó, y la victoria sobre todos y hasta el último enemigo se obtuvo por completo.
fue escuchado ¿Quién podrÃa cuestionar quién sabÃa que Ãl habÃa resucitado? ¿Y ahora qué quedaba? No pecado; era en cuanto a la obra que habÃa de llevarse a cabo para ese propósito totalmente y para siempre desechada como a la vista de Dios, aunque todavÃa no en pleno resultado, pero perfectamente para aquellos que tenÃan una parte con Ãl. [2] ¿Ira por tal? La copa se habÃa bebido. Juicio contra el pecado, o del pecador por él, ¿dónde está la fe? Ãl lo habÃa sufrido.
¿El poder de la muerte sobre el alma? Fue superado. ¿De Satanás que lo empuñó? Fue destruido. Pero allà estaba la plena luz del rostro y el amor del Padre, el deleite de Dios en la justicia divina, y para nosotros. Jesús entró ahora en esta relación como establecido allà en justicia sobre la base de lo que habÃa logrado para glorificar a su Padre; no meramente en el deleite eterno que Dios tenÃa en Su Persona.
Por lo tanto, era inmutable para los que tenÃan parte con Ãl en este lugar, y para la bienaventuranza eterna en los cielos nuevos y la tierra nueva. El lugar fue ganado para los pecadores en la eliminación de su pecado, y fundado en la justicia de Dios mismo. En la plena bienaventuranza de este nombre (es decir, la verdadera relación con Dios revelada según él) entró ahora como hombre. [3]
Pero Ãl tenÃa Sus hermanos por lo menos aquellos con quienes Ãl se asociaba y a quienes Ãl tenÃa en el corazón ante todo después de la gloria de Su Padre. Ãl entró en este lugar de deleite sin nubes. Lo que le quedaba a Su corazón era declarar el nombre que lo expresaba, y saber cuál era el ser introducido en él, a Sus hermanos. "Anunciaré tu nombre a mis hermanos". ( Hebreos 2:12 ) Y este precioso testimonio de Su amor fue exactamente lo que hizo después de Su resurrección: "Id, decid a mis hermanos: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.
( Juan 20:17 ) Observa, Ãl fue oÃdo desde los cuernos del unicornio. Fue al completar la obra, o Su sujeción del alma a la muerte como juicio divino, que Ãl fue oÃdo. Cuando la obediencia hasta la muerte fue completa , el oÃr se volvió justo y necesario. La resurrección fue la prueba para el hombre. Pero Ãl podÃa decir: "Padre, en tus manos encomiendo mi espÃritu" ( Lucas 23:46 ) y entregárselo a Ãl, y asegurar al ladrón que debe ser ese dÃa con Ãl en el paraÃso.
Ya he señalado una caracterÃstica infinitamente importante de este salmo, tan opuesta a las que hablan del sufrimiento de Cristo por parte del hombre: quiero decir que todo es gracia no palabra de juicio. ¿Quién iba a ser juzgado, cuando Dios habÃa sido Aquel que habÃa infligido el sufrimiento cuyo rostro ocultaba más bien el sufrimiento y los hombres que tenÃan parte en él, creyendo, habÃan quitado sus pecados por él? Era como para ellos el juicio, y el juicio ejecutado y pasado.
Por lo tanto, lo que sigue es la amplia expansión de ola más allá de ola de bendición y nada más. Podemos señalar, sin embargo, que la bendición aquà es toda en la tierra: tanto se limita el Señor a Israel ya los judÃos en los Salmos. Y aunque hemos visto Su propia resurrección, y veremos Su ascensión traÃda, y el camino de la vida asà abierto a la fe en la presencia de Dios mismo, sin embargo, el lugar celestial para los santos no se revela.
Sabemos bien que las verdades en las que se basa la bendición nos llevan más lejos; pero el salmo no habla de ellos. "En medio de la congregación te cantaré". El remanente entonces reunido es el primer cÃrculo reunido en el lugar de alabanza; luego milenaria bendiciendo a todo Israel. Los que temen a Jehová han de alabarle. Los hombres temen a Jehová, y sólo temen; pero esta obra hace alabar a los que temen.
Los que temieron a Jehová en aquel dÃa y sufrieron, podrÃan cobrar ánimo, porque Cristo era su garantÃa de liberación y confianza (y podrÃa serlo, habiendo hecho expiación), pero también de liberación positiva; porque Jehová no hizo oÃdos sordos a la aflicción del afligido, ni escondió de él su rostro. Cuando Ãl clamó, Jehová escuchó. HabÃa estado allà por un tiempo: eso solo habÃa obrado expiación. Y ahora, al saber cuándo se cumplió eso, Ãl podrÃa asegurarles a otros también la liberación.
Los mansos de la tierra deben ahora comer y saciarse, y estar en paz. Pero la bendición no se limitarÃa a Israel. Todos los confines del mundo se acordarán de sà mismos, y se volverán a Jehová, y adorarán delante de Ãl; porque entonces el reino será de Jehová. Todos deben inclinarse ante Ãl. Tampoco se limitó a esa generación: al pueblo que naciera, aquél deberÃa declarar que Jehová habÃa hecho esto.
No puedo, al explicar los Salmos, meditar sobre la maravillosa obra en la que se basa este salmo. Digo fundado, porque el salmo habla directamente de los sentimientos de Cristo debajo de él, más que de la obra misma. Sólo puedo desear que este tema constante e inagotable del santo tenga todo el poder en el alma de mi lector, como en la mÃa, que los pobres, pero renovados seres humanos, aun por el poder del EspÃritu Santo, sean capaces de.
Nuestro consuelo en cuanto a la paz es que Dios (como ciertamente la dio Su amor) la estima plenamente; y, mientras ha glorificado a Jesús, Ãl mismo ha aceptado esa obra por nuestra paz. Mi parte aquà es desarrollar, lo mejor que pueda, la estructura del salmo mismo.
En cuanto a los sufrimientos externos, el lector observará cuán profundos fueron. Pero solo Cristo, de todos los justos, debe pasar por el abandono de Dios; y, habiendo declarado a menudo Su confianza e intimidad con Jehová, y enseñado a Sus discÃpulos a confiar en Ãl, como siempre escuchando la oración, ahora tiene que proclamar públicamente que Ãl no es escuchado, sino abandonado. ¡Qué historia cuenta lo que fue esa hora! Pero lo importante es, como ya se ha señalado, que Sus sufrimientos por parte del hombre traen juicio sobre Sus enemigos; Su abandono de Dios, siendo expiatorio, es un acto de juicio, y todo lo que fluye de él es gracia sin mezcla.
Siendo esta obra expiatoria, una vez que Ãl es oÃdo desde los cuernos de los unicornios, todo es gracia. Una corriente de gracia fluye para el remanente, luego para Israel, para el mundo, para la generación venidera, todo de la segura y divinamente perfecta obra de expiación en la muerte de Cristo. En el trabajo, en el sufrimiento, estaba solo. Una vez terminado, toma Su lugar en la congregación de la que se rodea.
Obsérvese cuán perfecto debe ser el conocimiento de Cristo y el consiguiente gozo en el nombre de Dios y Padre, en cuyo disfrute entró como hombre, como consecuencia de haber quitado el pecado, y el deleite de Dios en Ãl y en Su obra: todo que Dios estaba contra Ãl entonces, por Ãl, según la virtud de esta obra, ahora. ¡Cuán bien debe saber Ãl cuál es la liberación de Sus sufrimientos en la cruz hacia esta luz! Ahora bien, esta es la fuente de Su alabanza.
Tal debe ser el carácter nuestro, fundado en la bendita certeza de haber salido del lugar del pecado, la muerte y el juicio, a la perfección del favor divino. Todo lo que no está asà en el espÃritu de ella está fuera de sintonÃa con Aquel que dirige nuestras alabanzas.
Nota 1
Cuanto más estudiemos la cruz, más veremos que cada cuestión del bien y del mal fue resuelta, y se estableció la base inmutable para la bendición perfecta según lo que Dios es en justicia, gracia y majestad también, para los nuevos cielos. y la tierra nueva, en la cual mora la justicia. Venimos por el bendito testimonio de que satisface todas nuestras necesidades; pero al contemplarla en paz, vemos al hombre en pecado absoluto, odiando y rechazando a Dios en gracia y bondad; Los discÃpulos huyeron temerosos del pleno poder de Satanás, y todo el mundo en su poder contra Cristo; hombre en absoluta bondad amando al Padre y obediente, glorificando a Dios en el mismo lugar del pecado donde se necesitaba ya toda costa; vemos a Dios en perfecta justicia contra el pecado como en ningún otro lugar, y perfecto amor por el pecador.
La inocencia era una bendición condicional. Esto se completa en perfección, y su valor nunca puede cambiar. Es justicia eterna. Por lo tanto, la bendición de los cielos nuevos y la tierra nueva es inmutable. Hemos tenido un Edén inocente; un mundo pecaminoso; y tendrá, además del reino de la justicia, nuevos cielos y una nueva tierra en los cuales mora la justicia.
Nota 2
Y esto se sabe por el EspÃritu Santo enviado cuando habÃa ascendido a lo alto. Los cielos nuevos y la tierra nueva en los que mora la justicia serán el resultado total, mientras que es la manifestación de la justa base de la condenación final del hombre incrédulo.
Nota 3
Cristo en su vida usa naturalmente el término Padre; en la cruz, al final de las horas de oscuridad, "Dios mÃo, Dios mÃo" (al morir, Padre, y asà antes en GetsemanÃ); después de su resurrección, Padre y Dios: uno, en su relación personal y el deleite del Padre; el otro; en la justicia divina, llevándonos a ella.