Lectionary Calendar
Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
video advertismenet
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
For 10¢ a day you can enjoy StudyLight.org ads
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!
free while helping to build churches and support pastors in Uganda.
Click here to learn more!
Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Genesis 2". "Comentario Popular de Kretzmann". https://studylight.org/commentaries/spa/kpc/genesis-2.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Genesis 2". "Comentario Popular de Kretzmann". https://studylight.org/
Whole Bible (32)Individual Books (2)
VersÃculo 1
Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra y todo su ejército. La obra real de la creación se habÃa realizado en seis dÃas, todos los seres creados en el cielo y la tierra, ángeles, pájaros, animales y hombres, toda la materia orgánica e inorgánica habÃa sido llamada a la existencia, y los hombres, bestias y plantas habÃan sido creados. dotados del poder de reproducir los de su propia especie.
VersÃculos 1-3
El sábado de la creación
VersÃculo 2
Y en el séptimo dÃa Dios terminó la obra que habÃa hecho; y reposó el dÃa séptimo de toda su obra que habÃa hecho. La obra de la creación no se extendió hasta el séptimo dÃa, sino que terminó al atardecer del sexto dÃa, que marcó el comienzo del séptimo. Dios dedicó el séptimo dÃa a descansar después de la actividad creadora de los dÃas anteriores. No es que Dios estuviera cansado, o que ahora se apartara del mundo para dedicarse por completo al disfrute de la dicha del cielo, sino que la obra de la creación habÃa terminado.
VersÃculo 3
Y Dios bendijo el séptimo dÃa y lo santificó, porque en él habÃa reposado de toda la obra que Dios habÃa creado y hecho. En la bendición del séptimo dÃa como un dÃa de descanso para Ãl y como un sÃmbolo del gran sábado del cielo, Hebreos 4:4 , Dios bendijo a toda la creación, porque Su bendición es una impartición de los poderes de salvación, de misericordia. y de paz.
Y santificó, o consagró, el dÃa, designándolo para Su propio reposo y con la intención de que la paz del sábado reposara sobre el mundo hasta que el sábado eterno continuara este reposo, Hebreos 4:9 . Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Dios, literalmente, creó Sus obras para hacer, Su actividad divina permanece en el mundo en forma de preservación, de providencia.
VersÃculo 4
Estas son las generaciones de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el dÃa que el Señor Dios hizo la tierra y los cielos. El autor, habiendo dado un breve relato de la creación, procede ahora a narrar con mayor detalle algunos hechos que le conciernen. Su tÃtulo es: Esta es la historia adicional de los cielos y la tierra cuando fueron creados, en el momento en que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos. La tierra se menciona primero en este caso, como escenario de los hechos que se van a relatar.
VersÃculos 4-7
La creación de Adán
VersÃculo 5
Y toda planta del campo antes que fuera en la tierra, y toda hierba del campo antes que creciera; porque el Señor Dios no habÃa hecho llover sobre la tierra, y no habÃa hombre que labrara la tierra. Esta es una descripción de la tierra antes de que se construyera el ParaÃso. En ese momento las plantas del campo aún no habÃan comenzado a crecer, a brotar y a brotar; aún no habÃan madurado. Hasta entonces, no habÃa llovido sobre la tierra y aún no habÃa comenzado la labranza.
VersÃculo 6
Pero subió una neblina de la tierra y regó toda la superficie del suelo. Esta es la manera en que Dios proveyó humedad para la vegetación de la tierra en ese momento, no por medio de la lluvia, sino por una densa niebla, que surgió de la tierra y empapó toda la superficie del suelo. Habiendo descrito la tierra como el hogar del hombre y como el lugar de sus trabajos posteriores, el autor relata la creación del hombre mismo.
VersÃculo 7
Y el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y el hombre se convirtió en alma viviente. Ãsta es una distinción del hombre: en lugar de ser meramente creado por una palabra del omnipotente poder de Dios, fue formado, por asà decirlo, por el dedo de Dios, siendo la materia un terrón de tierra, polvo de la tierra. Una vez hecho esto, Dios sopló el aliento de vida en la figura que habÃa formado.
Como el polvo, en virtud de la omnipotencia creadora, formó la figura de un hombre, fue cargado con el aliento viviente y asà se convirtió en un alma viviente, nombrada por la parte más importante de la que está formado. El EspÃritu de Dios nos hizo, y el soplo del Todopoderoso nos dio vida, Job 33:4 . Esto muestra la superioridad del hombre sobre los brutos irracionales, ya que está dotado de un alma inmortal y está formado a la imagen de Dios.
VersÃculo 8
Y el Señor Dios plantó un huerto en Edén al oriente, y allà puso al hombre que habÃa formado. Aunque toda la obra de la creación fue perfecta, Dios decidió hacer aún más por el hombre plantando un jardÃn o parque cerrado, comúnmente llamado ParaÃso, en Edén, un paÃs hacia el este. En este lugar cubierto y protegido, el Señor puso al hombre que habÃa formado. Ese iba a ser su hogar terrenal, un lugar de maravillosa bienaventuranza, un vestÃbulo apropiado para el hogar eterno con su inigualable descanso sabático.
VersÃculos 8-14
El jardÃn del Edén
VersÃculo 9
Y el Señor Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; también el árbol de la vida en medio del huerto y el árbol del conocimiento del bien y del mal. Esto muestra la forma en que el Señor preparó el jardÃn. Jehová Dios hizo brotar y crecer de la tierra árboles de toda clase, agradables a la vista y con frutos que eran buenos para comer, combinándose asà lo agradable con lo que promueve la salud.
Pero, sobre todo, estaba en medio del huerto el árbol de la vida, cuyo fruto habrÃa dado siempre al hombre perfecta salud y fuerza y ââasà lo habrÃa preparado para la perfección de la vida eterna, y el árbol del conocimiento del bien y el mal, colocado allà con el propósito de probar al hombre; porque por la obediencia al mandamiento de Dios concerniente a esto, Adán retendrÃa su justicia y santidad concreadas y progresarÃa a la perfección de la bienaventuranza celestial, mientras que por la desobediencia llegarÃa a ser culpable de pecado con todo el daño concomitante.
VersÃculo 10
Y un rÃo salÃa del Edén para regar el jardÃn; y de allà se partió y se convirtió en cuatro cabezas. Este gran rÃo tuvo su comienzo en la tierra del Edén, fluyó a lo largo de todo el jardÃn y luego se dividió en cuatro comienzos, o cabezas de arroyos, que formaban brazos separados o rÃos.
VersÃculo 11
El nombre del primero es Pison; esto es lo que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro;
VersÃculo 12
y el oro de esa tierra es bueno; hay bedelio y ónice. Aunque el jardÃn del Edén fue destruido hace mucho tiempo y todo el contorno del paÃs cambió por el gran Diluvio, es probable que podamos asumir que su ubicación fue en la meseta central de Asia o Armenia. Estaba el rÃo Pison, el de pleno caudal, cuyo lugar puede haber sido ocupado ahora por el Indo o por el Kur.
CorrÃa por un terreno arenoso, donde se encontraba oro en gran cantidad y de excelente calidad, también bedelio, una goma olorosa y muy costosa, y ónix o sardio, piedra preciosa que tenÃa el color de las uñas humanas.
VersÃculo 13
Y el nombre del segundo rÃo es Gihón; el mismo es el que rodea toda la tierra de EtiopÃa. Este rÃo se ha identificado más plausiblemente con el Ganges o con el Araxes, y el paÃs que regado con Kossaia, que se extendÃa en dirección oeste hasta el Cáucaso.
VersÃculo 14
Y el nombre del tercer rÃo es Hiddekel; éste es el que va hacia el oriente de Asiria. Esto parece apuntar definitivamente al TigrIsaiah y el cuarto rÃo es Ãufrates.
VersÃculo 15
Y el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo labrara y lo cuidara. Cuando el hogar terrenal del hombre estaba listo, Jehová Dios lo colocó allà para disfrutar de la paz y la felicidad del jardÃn, pero no en un estado de inactividad. Ãl iba a ser el cuidador del parque, cultivarlo y desarrollarlo, asà como mantenerlo, probablemente con referencia a un poder del mal existente que aún no se ha mencionado.
VersÃculos 15-17
Adán colocado en el jardÃn
VersÃculo 16
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer;
VersÃculo 17
pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el dÃa que de él comieres, ciertamente morirás. Este fue un permiso u orden muy general: de cada árbol del jardÃn que comas, comerás. HabÃa árboles frutales de todo tipo en el parque, y su fruto estaba a disposición del hombre, incluso el árbol de la vida con el fruto que estaba destinado a sustentarlo hasta que el Señor estuviera listo para espiritualizar su cuerpo y llevarlo. Hacia el cielo.
Pero la prohibición era absoluta con respecto al árbol del conocimiento en medio del jardÃn. Este árbol fue colocado allà para el ejercicio de la obediencia del hombre hacia Dios, y la transgresión del mandato de Dios resultarÃa en que el hombre se volviera mortal, sujeto a la muerte. Desde el dÃa en que comiera de esta fruta prohibida, el germen de la muerte entrarÃa en su cuerpo y su disolución final serÃa inevitable.
Si el hombre hubiera resistido esta prueba, habrÃa sido confirmado en su posesión del ParaÃso, y al comer del árbol de la vida, finalmente habrÃa podido, sin dolor ni muerte, entrar en la vida de la eternidad. La muerte es consecuencia de la desobediencia, del pecado.
VersÃculo 18
Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; Le haré ayuda idónea para él. Un decreto divino introdujo la creación del hombre, una declaración divina precede a la de la mujer. Es una verdad fundamental: no es bueno que un hombre esté solo, sin compañÃa. La vida del anacoreta, del ermitaño, del monje, de la monja, no está de acuerdo con el principio que rige el mundo.
La persona adulta normal debe buscar la compañÃa del matrimonio, ya que el Señor declaró que Ãl harÃa para el hombre una ayuda, o ayudante, que corresponderÃa a él mismo, serÃa una contraparte de sà mismo. En una explicación más detallada, se afirma:
VersÃculos 18-20
La falta de compañerismo del hombre
VersÃculo 19
Y el Señor formó de la tierra todos los animales del campo y todas las aves de los cielos; y los llevó a Adán para ver cómo los llamarÃa; y todo lo que Adán llamó a todo ser viviente, ese fue su nombre.
VersÃculo 20
Y puso Adán nombre a todo ganado y aves de los cielos ya todo animal del campo; pero para Adán no se halló ayuda idónea para él. Este es un comentario entre paréntesis, preparándose para el siguiente párrafo. Esto habÃa hecho el Señor después de la creación del hombre: tomó las bestias del campo y las aves del cielo, tal como habÃan sido llamadas a la existencia de la tierra por su palabra omnipotente, y las trajo al hombre para dar a este último la oportunidad adecuada para ejercitar su mente brillante dando a cada animal el nombre que le correspondÃa, que le correspondÃa de acuerdo con su estructura y forma de vida.
Y tan grande fue la comprensión de Adán, tan entusiasta fue su mente para penetrar en las maravillas de la creación de Dios que dio a todos los animales, tanto a las aves como a los animales de caza del campo, los nombres que los distinguÃan con la mayor exactitud. . Pero entre todos estos no habÃa uno que fuera su conversador, que le correspondiera, que lo complementara. Ningún animal era apto para el compañerismo Ãntimo con el hombre, debido a la total disimilitud de cuerpo y espÃritu.
VersÃculo 21
Y el Señor Dios hizo que Adán cayera un sueño profundo, y se durmió; y tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. El sueño es el restaurador natural del vigor corporal y mental del hombre y no el resultado del pecado. Pero aquà estaba el factor inusual: Dios deliberadamente hizo que un sueño profundo cayera sobre Adán, quitándole asà toda la conciencia del mundo exterior y de su propia vida. Luego quitó una de las costillas del hombre, cerrando el espacio vacÃo con carne.
VersÃculos 21-25
La creación de la mujer
VersÃculo 22
Y de la costilla que el Señor Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Jehová Dios literalmente construyó la costilla que tomó del costado del hombre en una mujer. No formó una segunda criatura del polvo de la tierra, sino que creó a la mujer de la costilla de Adán, porque ella está destinada a entrar en una comunión indisoluble con el hombre, porque debe estar a su lado como su ayuda idónea, y porque Dios quiso hacer de una sangre todas las naciones de los hombres, Hechos 17:26 . El Señor también llevó a la mujer al hombre, lo que significa que Ãl, de la manera prescrita por Ãl, une al hombre y a la mujer en el santo matrimonio.
VersÃculo 23
Y Adán dijo: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; se la llamará Mujer, porque del Hombre fue sacada. El anhelo de Adán por la compañÃa adecuada se expresa aquÃ: Esto finalmente es hueso de mi hueso y carne de mi carne. Este es otro ejemplo notable de la comprensión inusual de Adán, que le hizo conocer de inmediato tanto el origen como el propósito de la mujer que el Señor le trajo. Ãsta era la contraparte de él por quien habÃa estado anhelando, su nombre propiamente dicho era mujer, "maness", porque del hombre, del hombre, ella fue tomada.
VersÃculo 24
Por tanto, dejará el hombre a su padre ya su madre, y se unirá a su mujer; y serán una sola carne. Ya sea que Adán pronunció estas palabras, o si Moisés las escribió para explicar esta maravillosa relación que se iba a obtener entre el hombre y la mujer hechos para ser su ayuda idónea, fue Dios quien los inspiró, Mateo 19:5 .
Cuando, de la manera aprobada por Dios, a un hombre se le ha dado la mujer que Dios ha destinado para él, entonces el lazo que une a estos dos es tan estrecho y tan indisoluble que el hombre romperá los antiguos lazos Ãntimos del hogar y será unido a su esposa como su esposo, bajo la obligación de observar todos los deberes que esta relación implica, Efesios 5:29 , asà como la esposa será guiada en toda su vida por la voluntad de Dios, 1 Corintios 11:8 , como la ayudante del hombre. Se supone que el marido y la mujer están unidos por los lazos de intereses comunes, compartiendo la prosperidad y las aflicciones, la alegrÃa y la tristeza, como si fueran una sola persona. Tenga en cuenta que esto excluye la idea de poligamia.
VersÃculo 25
Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban. No habÃa necesidad de ropa, ni fÃsica ni moralmente, antes de la CaÃda. La desnudez es aquà la expresión de la perfecta inocencia, ya que los cuerpos tanto de Adán como de su esposa fueron santificados por el EspÃritu que vivÃa en ellos. La vergüenza no entró hasta que el pecado entró en sus corazones y provocó que los deseos y la lujuria corrompieran el orden puro de Dios.
Cabe señalar aquÃ, asà como a lo largo de estos dos capÃtulos, que todas las teorÃas y especulaciones vanas acerca de la creación, el ParaÃso, el estado de integridad del hombre deben dejarse de lado por la simple verdad de las Escrituras. Lo que Dios no ha revelado no lo descubrirá ninguna especulación ociosa.