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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario BÃblico Católico de Haydock Comentario Católico de Haydock
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Joshua 21". "Comentario BÃblico Católico de Haydock". https://studylight.org/commentaries/spa/hcc/joshua-21.html. 1859.
Haydock, George Leo. "Comentario sobre Joshua 21". "Comentario BÃblico Católico de Haydock". https://studylight.org/
Whole Bible (28)Individual Books (2)
VersÃculo 1
El sacerdote, que parece haber presidido, ya que siempre se coloca en primer lugar. Un número selecto de la tribu de Levà llegó a representar a los sacerdotes y a los de un orden inferior; y para obtener lo que Dios les habÃa prometido, Números xxxv. 2. HabÃa una familia de sacerdotes que surgió de Aarón, el hijo de Cat. El resto de la familia de Caath, con los hijos de Gerson y Merari, eran simplemente levitas, constituyendo otras tres familias.
A Dios le agradó que fueran dispersados ââpor Israel, para que pudieran instruir al pueblo tanto con la palabra como con el ejemplo, 1 Paralipomenon xxvi. 29. (Calmet) &mdash Pero naturalmente estaban solÃcitos en saber dónde iban a vivir, ya que ahora todas las tribus habÃan recibido sus porciones. (Haydock)
VersÃculo 3
Dio, por sorteo, ver. 4, etc. (Menochius) &mdash También es incierto qué derecho tenÃan los levitas sobre estas 48 ciudades.
Algunos dicen que solo tenÃan el uso de ellos, mientras que otros sostienen que las ciudades eran de su propiedad en su totalidad, por lo que ningún otro podrÃa vivir allà sin su consentimiento. PodÃan vender las casas, que les regresaban en el año del jubileo, si no las redimÃan antes; pero los suburbios eran propiedad común de todos los levitas y nadie podÃa venderlos, LevÃtico xxv. Las ciudades, por tanto, pertenecÃan a Dios, y él abandonó la propiedad a sus ministros.
Otras personas podrÃan vivir entre ellos, ya que no se les prohibió elegir su habitación en lugares que originalmente no les fueron asignados. AsÃ, encontramos que Gabaa era principalmente gente de la tribu de BenjamÃn, cuando el ultraje se ofreció a la esposa del levita, y no se le atribuyó ninguna culpa a esta última, Jueces xix. Saúl y su familia eran de la misma ciudad, aunque pertenecÃa a los levitas, y David mantuvo su corte en Hebrón, una ciudad sacerdotal, durante los primeros siete años de su reinado.
(Calmet) &mdash- Aquà también probablemente residió Caleb, cap. xiv. 14. Los sacerdotes y levitas no eran ciertamente en este tiempo lo suficientemente numerosos para poblar todas estas ciudades; y Calmet supone que sólo recibieron cuantas casas pudieran ocupar, siendo abastecidos de más por los magistrados a medida que aumentaba su número. Pero, ¿no podrÃan dejar las casas que no querÃan ocupar y recibir las ganancias para tomar posesión de ellas cuando tuvieran ocasión? ¿Eran estas 48 ciudades, que eran la única parte de la tierra que los levitas tenÃan derecho a reclamar, demasiado o demasiado ricas para compensar el trabajo de esta tribu tan merecedora? Por lo tanto, parece innecesario pedir la ayuda o la interferencia del magistrado, excepto que cualquier persona fuera tan audaz como para negarse a renunciar a lo que la ley habÃa asignado tan positivamente a los levitas.
Sus derechos estaban tan bien definidos como los de cualquiera de las otras tribus. (Haydock) &mdash- La tierra más allá de los suburbios, era cultivada por los propietarios, que podÃan vivir en la ciudad o en el campo. Muchos de los sacerdotes y levitas optaron por residir cerca del tabernáculo, como Moisés les habÃa animado a hacer, Deuteronomio xviii. 6. Asà Nobe se convirtió en una ciudad sacerdotal; (1 Reyes xxi. 1,) y después de la construcción del templo, Jerusalén y sus alrededores fueron los lugares de residencia de la mayorÃa de los sacerdotes. (Calmet)
VersÃculo 4
Trece. Estas tres tribus dan más ciudades que cualquiera de las otras, porque sus territorios eran los más grandes, Números xxxv. 8. A Judá en particular, se le asignó una porción más extensa al principio; de modo que después se quitó una parte para acomodar a Simeón y Dan, y ahora se designan tantas ciudades para los sacerdotes, (Calmet) que tendrÃan asà su residencia cerca del templo, cuando deberÃa ser construido.
(Haydock) &mdash Esta familia tenÃa en las veintitrés ciudades, al sur de Dor y Betsan, y dejando a la tribu de Isacar en el norte. Gerson tenÃa trece ciudades entre las otras tres tribus del norte, y la de Manasés en el lado este del Jordán; mientras que Merari tenÃa doce, más al sur del mismo lado, en las tribus de Gad y de Rubén, y al occidente del Jordán, en la tribu de Zabulón. Por tanto, estas dos familias estaban más entremezcladas. (Haydock)
VersÃculo 9
CAPITULO XXI
VersÃculo 12
Posesión. Sólo le fueron arrebatadas las casas que ocupaban los sacerdotes. (Calmet) &mdash Serarius piensa que abandonó la ciudad a los sacerdotes, en lo que sigue a Tostat, quien supone que tuvieron que pagar tributo a las tribus entre las que vivÃan; y que las minas, etc., pertenecÃan a este último. (Menochius)
VersÃculo 16
Ain y Jeta. La Septuaginta de Grabe está de acuerdo con la Vulgata. Pero la copia del Vaticano (Haydock) tiene, "Asa .... y Tanu". En 1 Paralipomenon vi. 59, solo se mencionan Asan y Bethsemes. También se pueden observar varias otras variaciones, que pueden atribuirse a los cambios que se hicieron después cuando los cananeos mantuvieron su dominio (Rabinos) oa los diferentes lugares que tenÃan dos nombres, o a los errores de los transcriptores, etc.
Ver el capÃtulo xv. 62. Sólo once ciudades se especifican en el Libro de Paralipomenon, aunque observa que habÃa trece. (Calmet) &mdash- Como tiene, etc., palabras agregadas por San Jerónimo, o más bien expresando más completamente el hebreo, "esas" dos tribus. (Haydock)
VersÃculo 21
Uno de, ( urbes confugii Sichem .... y Gazer.) Literalmente, "ciudades de refugio, Sichem, .... Gazer", etc., como si todas las ciudades levitas hubieran disfrutado de este privilegio, que hemos visto ( Números xxxv.6,) es la opinión de algunos. Pero el hebreo, la Septuaginta y el caldeo dicen en singular: "Siquem, ciudad de refugio"; y los intérpretes generalmente permiten sólo seis ciudades de esta descripción. (Calmet) &mdash- Sin extender este privilegio a todos los demás, podemos observar que todas las ciudades de refugio fueron entregadas a los levitas, ver.
11, 21, 27, 32, 36, 37. Protestantes, "Porque les dan Siquem, con sus suburbios en el monte EfraÃn, para que sea una ciudad de refugio para el homicida; y Gazer", etc. Al insertar ser, parecen apoyar la opinión de que todas las ciudades posteriores eran de la misma naturaleza que Sichem. El texto serÃa más claro sin la adición, para probar el sentimiento contrario. (Haydock) &mdash- Vea Bonfrere cómo se puede reivindicar la Vulgata. (Menochius)
Ver 22. Bet-horon. La Septuaginta de Grabe agrega, "la superior", que es la opinión recibida. (Calmet)
VersÃculo 23
Y de, & c. Este verso se omite en Paralipomenon, (Haydock) de donde encontramos Helon y Gethremmon (probablemente lo mismo que Aialon y Beth-remmon, ver. 24, asignado a EfraÃn. &mdash Gabatón continuó mucho tiempo en manos de los filisteos, 3 Reyes xv.27.
VersÃculo 25
Ciudades. En lugar de estos, Aner y Balaam se mencionan en Paralipomenon. (Calmet)
VersÃculo 26
Grado, que no eran sacerdotes. Caath se coloca ante su hermano mayor Gerson, debido al honor del sacerdocio y de Moisés. (Menochius)
VersÃculo 27
Refugio. Literalmente, "las ciudades de refugio, Gaulon ... y Bosra". Ver ver. 21. (Haydock) &mdash- Este último da lugar a Asteroth, en Paralipomenon.
VersÃculo 29
Ciudades. Estos se llaman Cedes y Daboreth, Ramoth y Amen, en Paralipomenon.
VersÃculo 35
Afueras. Paralipomenon solo menciona a dos, Remmono y Thabor.
VersÃculo 36
Cuatro ciudades. No hay más, aunque hay cinco nombres: porque Misor es la misma ciudad que Bosor, que se observa en algunos otros lugares, donde el número de nombres excede el número de ciudades. (Challoner) &mdash- Con respecto a los versÃculos 36 y 37, parece haber una gran confusión en los manuscritos hebreos tanto antiguos como modernos. En algunos se han omitido totalmente, en otros solo una parte.
(Haydock) &mdash- El famoso manuscrito de Hillel, y los masoretas, los rechazan, (Calmet) porque habÃan contado solo 656 versos en Josué, y estos dos versos destruirÃan su autoridad. Por eso los borraron dondequiera que se pudieran encontrar; y Kimchi nos asegura que nunca pudo reunirse con ellos "en ningún manuscrito (asÃ) corregido". Sin embargo, los Paralipomena los reconocen universalmente (Kennicott) como también debe hacerlo el contexto de Josué, de lo contrario, solo habrá ocho ciudades en lugar de doce, y cuatro querrán completar el número de cuarenta y ocho.
La versión protestante por lo tanto se ve obligada a admitirlos, (Haydock) como se encuentran en el Eng. Polyglot, sobre la base de algunos manuscritos antiguos. Sin embargo, no los expresan tan plenamente como lo ha hecho la Septuaginta. (Kennicott) &mdash- Estos dicen: "Y más allá del Jordán, frente a Jericó, de la tribu de Rubén, la ciudad de refugio para el asesino Bosor, en el desierto, (Misor) y sus suburbios, y Jazer y sus suburbios, (37) y Gedson y sus suburbios, y Mapha (la copia alejandrina dice Maspha) y sus suburbios, cuatro ciudades.
"(Grabe) &mdash Estos versÃculos no estaban en el texto hebreo de la Hexapla, ya que están obelizados en la Septuaginta y en el manuscrito sirÃaco de Masio; y sin embargo, como se encuentran en las versiones griega y sirÃaca antiguas, y en la paráfrasis caldea, probablemente se omitieron entre los años 100 y 200.
Se omiten en varias ediciones impresas de la Biblia hebrea, e incluso en la de Jablonski, (1699), aunque en oposición a su mejor juicio y a todos los manuscritos que habÃa consultado: manuscritos legunt omnia nostra. Michaelis (1720) reimprimió este texto, con algunas enmiendas, particularmente con estos dos versos muy loablemente insertados. (Kennicott, 2 Diss.) &mdash- En la edición Bened. [¿Benedictina?] De St.
Jerónimo, observa Martianay, que los manuscritos hebreos de San Jerónimo parecen haber sido mutilados, porque si hubieran admitido este versÃculo 36, San Jerónimo lo habrÃa traducido, y se habrÃa encontrado en los manuscritos más antiguos del latÃn. edición, donde le falte. Por lo tanto, este editor lo omite. También comenta que otros manuscritos hebreos omiten "una ciudad de refugio para el asesino, en el desierto".
"La última palabra, dice, aparece en varias copias del mejor not; y Houbigant la inserta con la autoridad del manuscrito oratoriano 54. (Haydock) &mdash Por lo tanto, probablemente San Jerónimo no lo encontró en hebreo pero, si lo insertó, lo tomó prestado de la Septuaginta.
La versión sirÃaca coloca estos versÃculos antes del 34 y 35. Todo esto demuestra que los manuscritos hebreos no se han guardado con mucho cuidado en este lugar. Algunos han conjeturado que la Septuaginta ha insertado este suplemento necesario de Paralipomenon. Pero no están del todo de acuerdo con ese libro, por lo que parece que encontraron estos versÃculos en sus copias hebreas. (Calmet) &mdash- Ya hemos dado el hebreo y la Septuaginta como se encuentra en las ediciones comunes.
En Paralipomenon (vi. 78) se expresa asÃ: Más allá del Jordán también, enfrente de Jericó, en el lado este del Jordán, de la tribu de Rubén, Bosor en el desierto, con sus suburbios, y Jassa. ... 79. Cademot también ... y Mefaat con sus ejidos. La palabra Misor, que la Septuaginta de Grabe y la Vulgata dejan sin traducir, es la palabra hebrea que denota un llano, (Haydock) como Aquila y Symmachus están de acuerdo, y como aparece [en] el cap.
xx. 8. Deuteronomio iv. 43, donde se dice que Bosor estuvo en la llanura del desierto. Esta ciudad era la famosa Bosra, en el desierto de Arabia, entre Filadelfia y Jazer, hacia el este. (Calmet) &mdash Jaser, o Jassa, (cap. Xiii. 18,) diferente de eso [en] ver. 37, que estaba en el rÃo del mismo nombre en la tribu de Gad. (Calmet)
VersÃculo 40
Familias, los cuatro grandes, que repartieron las ciudades entre las distintas ramas. (Haydock) &mdash- Los levitas eran sólo 23.000, (Números xxvi. 62), sin embargo, reciben más ciudades de las que se especifican para cualquier otra tribu. Debe observarse, sin embargo, que no se mencionan todas las ciudades de las diferentes tribus, y los israelitas podrÃan vivir junto con los de la tribu de LevÃ, ver. 3.
Además, estos tenÃan solo las ciudades, con 2000 codos de tierra a su alrededor. La Septuaginta aquà inserta que Josué dividió la tierra y recibió la ciudad de Thamnasachar; (Grabe sustituye a Thamnasarach) donde depositó los cuchillos de piedra con los que habÃa circuncidado a los nacidos en el desierto. (Haydock) &mdash- Observan además, que fueron enterrados en su tumba, cap. xxiv. 30.
VersÃculo 43
Aprobar. Entonces, ¿cómo se quedaron los cananeos en tantos lugares? San AgustÃn (q. 21) responde que se les permitió hacerlo para "utilidad y prueba" de los israelitas. Porque estos últimos no eran lo suficientemente numerosos al principio para cultivar toda la tierra. Por lo tanto, Dios habÃa prometido que las naciones no serÃan expulsadas de una vez, para que el paÃs no cayera presa de las fieras, Ãxodo xxiii.
29. (Masius) &mdash- Durante la vida de Josué, ninguno de ellos se atrevió a enfrentarse a él; y si muchas de las tribus no tomaron posesión de todas sus ciudades, fue por su propia negligencia. Después de que este héroe ya no existÃa, los nativos se animaron y hostigaron grandemente a los israelitas; pero es evidente que estos últimos no tenÃan escasez de espacio, mientras Josué vivió, ya que invitaron a las otras tribus al este del Jordán a que vinieran y residieran con ellos en el oeste, si lo consideraban apropiado, cap. xvii. 19. (Calmet)