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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario de Calvino sobre la Biblia Comentario de Calvino
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Estos archivos son de dominio público.
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Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Habakkuk 3". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/cal/habakkuk-3.html. 1840-57.
Calvino, Juan. "Comentario sobre Habakkuk 3". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (28)Individual Books (2)
VersÃculo 1
No hay duda de que el Profeta dictó esta forma de oración por su pueblo, antes de que los llevara al exilio, para que siempre pudieran ejercitarse en el estudio de la religión. De hecho, sabemos que Dios no puede ser adorado correctamente y de corazón sino en fe. Por lo tanto, para confinar a los israelitas dispersos dentro de los lÃmites debidos, para que no se aparten de la verdadera religión, el Profeta aquà les presenta los materiales de la fe y los estimula a la oración: y sabemos que nuestra fe no puede ser apoyado de una mejor manera que por el ejercicio de la oración.
Tengamos en cuenta, entonces, que la forma de fomentar la verdadera religión, prescrita aquà a los miserables israelitas mientras están dispersos en su exilio, era mirar a Dios a diario, para que pudieran fortalecer su fe; porque no podrÃan haber continuado de otra manera en su obediencia a Dios. De hecho, habrÃan caÃdo por completo en las supersticiones de los gentiles, si el recuerdo del pacto, que el Señor habÃa hecho con ellos, se hubiera mantenido firme en sus corazones: y pronto veremos que el Profeta hace mucho hincapié en Esta circunstancia.
Lo llama su propia oración, (48) no porque lo haya usado él mismo en privado, o lo haya compuesto para sà mismo, sino para que la oración tenga alguna autoridad entre los personas; porque sabÃan que una forma de oración dictada por ellos por boca de un Profeta, era lo mismo que si el EspÃritu mismo les mostrara cómo iban a orar a Dios. Entonces, se le agrega el nombre de Habacuc, no porque lo haya usado él mismo, sino para que las personas se animen más a orar, cuando saben que el EspÃritu Santo, a través del Profeta, se convirtió en su guÃa y maestro.
Hay alguna dificultad relacionada con la palabra ש××× ×ת, sheginut. El verbo ש××, shegag, o ש××, shege, significa actuar de manera desconsiderada; y de ש××, shege, se deriva ש××××, shegiun. Muchos lo rinden, ignorancia; algunos, deleite. Algunos piensan que es el comienzo de una canción; otros suponen que es una melodÃa común; y otros, un instrumento musical. AsÃ, los intérpretes difieren. En el séptimo Salmo David, sin duda, llama una canción o algún instrumento musical por la palabra ש××××, shegiun. Sin embargo, algunos piensan que David da testimonio de su propia inocencia; y que, como no era consciente de haber hecho algo malo, su propia inocencia solo está representada por el tÃtulo: pero esta es una visión tensa. La palabra se toma en este lugar, casi de común acuerdo, por ignorancia: y sabemos que los hebreos denominan por ignorancia todos los errores o caÃdas que no son graves, y cosas que suceden por descuido; y con esta palabra no atenúan sus faltas, sino que se reconocen desconsiderados cuando ofenden. Entonces ש××××, shegiun, no es ignorancia excusable, a la que los hombres se aferran como pretexto; pero un error de locura y presunciones, cuando los hombres no están lo suficientemente atentos a la palabra de Dios. Pero quizás la palabra ש××× ×ת, sheginut, que está aquà en el número plural, deberÃa tomarse como instrumentos musicales. Sin embargo, como no me apartarÃa voluntariamente de una opinión recibida, y como no hay necesidad en este caso de obligarnos a apartarnos de ella, sigamos lo que ya se ha dicho, que el Profeta dicta aquà para su pueblo una forma de orar por ignorancia, es decir, que de otro modo no podrÃan esperar el perdón de Dios que buscar su favor. (49) ¿Y cómo podemos reconciliarnos con Dios, excepto por el hecho de que él no nos imputa nuestros pecados?
Pero el Profeta, al pedir perdones por ignorancia, no omite más pecados graves; pero insinúa que aunque su conciencia no reprende a los hombres, todavÃa no son inocentes y sin culpa por ese motivo; porque a menudo caen desconsideradamente, y sus faltas no deben ser excusadas por inadvertencia. Es, entonces, lo mismo que si el Profeta le recordara a su propio pueblo, que no habÃa remedio para ellos en la adversidad sino huyendo a Dios y huyendo como suplicantes, para solicitar su perdón; y que no solo debÃan reconocer sus pecados más graves, sino también confesar que eran en muchos aspectos culpables; porque podrÃan haber caÃdo en error miles de veces, ya que somos desconsiderados casi durante todo el curso de nuestra vida. Ahora, entonces, percibimos lo que significa esta palabra y por qué el Profeta habló más de ignorancias que de otros pecados. Pero ahora no avanzaré más, ya que hay otros asuntos.
VersÃculo 2
El Profeta dice aquÃ, en nombre de todo el pueblo, que estaba aterrorizado por la voz de Dios, porque entiendo la palabra, aunque en muchos lugares significa informe, como algunos también lo explican en este lugar. Pero como se llama a la predicación del Evangelio en IsaÃas 53:1, ש××¢×, shemoe, informe, me parece más adecuado para el pasaje actual traducirlo en la voz de Dios; porque el sentimiento general de que los fieles estaban aterrorizados ante el informe de Dios serÃa frÃgido. DeberÃa aplicarse más bien a las ProfecÃas que ya se han explicado: y sin duda Habacuc no tenÃa la intención aquà de hablar solo en general del poder de Dios; pero, como hemos visto en la última conferencia, confiesa humildemente los pecados de la gente y luego reza por el perdón. Entonces no se debe dudar, pero él dice aquÃ, que estaba aterrorizado por la voz de Dios, es decir, cuando lo escuchó amenazar con un castigo tan grave. Luego agrega: Revive tu trabajo a mediados de los años y hazlo saber. Finalmente, a modo de anticipación, se une, que Dios recordará su misericordia, aunque justamente ofendido por los pecados de la gente.
Pero al decir que temÃa la voz de Dios, hace una confesión o da pruebas de arrepentimiento; porque desde el corazón no podemos buscar el perdón, a menos que primero seamos humildes. Cuando un pecador no está disgustado consigo mismo y no confiesa su culpa, no merece misericordia. Entonces vemos por qué el Profeta habla aquà del miedo; y es decir, que asà podrÃa obtener para sà mismo y para otros el favor de Dios; porque tan pronto como un pecador se condena voluntariamente a sà mismo, y no lo hace formalmente, sino en serio desde el corazón, ya está reconciliado con Dios; porque Dios nos ordena de esta manera anticipar su juicio. Esta es una cosa Pero si se le pregunta, ¿con qué propósito el Profeta escuchó la voz de Dios? La respuesta obvia es: como no se trata de la oración privada de una persona, sino de toda la Iglesia, él prescribe aquà a los fieles la forma en que debÃan obtener el favor de Dios y convertirlo en misericordia; y eso es, temiendo su amenaza y reconociendo que cualquier cosa que Dios amenazó con sus Profetas estaba cerca.
Luego sigue la segunda cláusula, ¡Jehová! a mediados de los años revive tu trabajo. Por obra de Dios se refiere a la condición de su pueblo o de la Iglesia. Porque aunque Dios es el creador del cielo y de la tierra, todavÃa tendrÃa que reconocer que su propia Iglesia es, por asà decirlo, su peculiar mano de obra y un monumento especial de su poder, sabidurÃa, justicia y bondad. Por lo tanto, a modo de eminencia, él llama aquà la condición de las personas elegidas la obra de Dios; porque la simiente de Abraham no solo era parte de la raza humana, sino que era la posesión sagrada y peculiar de Dios. Como, entonces, los israelitas fueron apartados por el Señor, con razón se les llama su obra; mientras leemos en otro lugar,
"El trabajo de tus manos no despreciarás", Salmo 138:8.
Y Dios a menudo dice: "Esta es mi plantación", "Esta es la obra de mis manos", cuando habla de su Iglesia.
A mediados de los años, se refiere al curso medio, por asà decirlo, de la vida de las personas. Porque desde el momento en que Dios eligió la raza de Abraham hasta la venida de Cristo, fue todo el curso, por asà decirlo, de su vida, cuando comparamos a las personas con un hombre; porque la plenitud de su época fue en la venida de Cristo. Si, entonces, esa gente hubiera sido destruida, habrÃa sido lo mismo que si la muerte hubiera arrebatado a una persona en la flor de su edad. Por lo tanto, el Profeta reza a Dios para que no le quite la vida a su pueblo en medio de su curso; porque Cristo no habÃa venido, la gente no habÃa alcanzado la madurez ni habÃa llegado a la madurez. En medio de los años, tu trabajo revive; es decir, "aunque parezcamos destinados a la muerte, aún restaúrenos". Darlo a conocer, dice, a mediados de los años; es decir, "Demuestra que es en realidad tu trabajo". (51)
Ahora entendemos el verdadero significado del Profeta. Después de haber confesado que los israelitas temblaban justamente ante la voz de Dios, ya que se veÃan merecidamente entregados a la perdición, él apela a la misericordia de Dios y reza a Dios para revivir su propia obra. Aquà no presenta nada más que el favor de la adopción: asà confiesa que no habÃa razón para que Dios perdonara a su pueblo, excepto que se habÃa complacido libremente en adoptarlos y elegirlos como su pueblo peculiar; porque en este sentido es que Dios no suele mostrar su favor hacia nosotros hasta el final. como, entonces, esta gente habÃa sido elegida por Dios, el Profeta registra esta adopción y reza a Dios para que continúe y cumpla hasta el final lo que habÃa comenzado. Con respecto al medio curso de la vida, debe observarse la comparación; porque vemos que la raza de Abraham no fue elegida por un corto tiempo, sino hasta que Cristo el Redentor se manifestó. Ahora tenemos esto en común con los pueblos antiguos, que Dios nos adopta, para que finalmente pueda llevarnos a la herencia de la vida eterna. Hasta que, entonces, se complete el trabajo de nuestra salvación, estamos, por asà decirlo, siguiendo nuestro curso. Por lo tanto, podemos adoptar esta forma de oración, que nos es prescrita por el EspÃritu Santo, para que Dios no abandone su propia obra; en medio de nuestro curso.
Lo que ahora se une: en ira, recuerda la misericordia, tiene la intención de anticipar una objeción; porque este pensamiento podrÃa habersele ocurrido a los fieles: âno hay motivos para que esperemos el perdón de Dios, a quien hemos provocado tan gravemente, ni hay ninguna razón para que confiemos más en el pacto que hemos violado tan pérfidamente . " El Profeta cumple con esta objeción, y huye al gracioso favor de Dios, por mucho que percibiera que la gente tendrÃa que sufrir el justo castigo de sus pecados, como se merecÃan. Luego confiesa que Dios estaba justamente enojado con su pueblo y, sin embargo, que la esperanza de salvación no estaba cerrada por eso, porque el Señor habÃa prometido ser propicio. Dado que Dios no es inexorable hacia su pueblo, no, mientras los castiga, deja de no ser padre; por eso el Profeta conecta aquà la misericordia de Dios con su ira.
Hemos dicho en otra parte que la palabra ira no debe tomarse de acuerdo con su sentido estricto, cuando se habla de los fieles o los elegidos; porque Dios no los castiga porque los odia; no, por el contrario, él manifiesta el cuidado que tiene por sus salvaciones. De ahà que los flagelos por los cuales Dios castiga a sus hijos son testimonios de su amor. Pero la Escritura representa el juicio con el que Dios visita a su pueblo como ira, no hacia sus personas sino hacia sus pecados. Aunque Dios muestra amor a sus elegidos, sin embargo, testifica cuando castiga sus pecados que la iniquidad es odiada por él. Cuando Dios aparece como un juez y muestra que los pecados lo desagradan, se dice que está enojado con los fieles; y también hay en esto una referencia a las percepciones de los hombres; porque no podemos, cuando Dios nos castiga, hacer otra cosa que sentir las acusaciones de nuestra propia conciencia. De ahÃ, pues, este odio; porque cuando nuestra conciencia nos condena, necesariamente debemos reconocer que Dios está enojado con nosotros, eso es con respecto a nosotros. Por lo tanto, cuando provocamos la ira de Dios por nuestros pecados, sentimos que está enojado con nosotros; pero, sin embargo, el Profeta reúne cosas que parecen completamente contrarias, incluso que Dios recordarÃa la misericordia en la ira; es decir, que él se mostrarÃa disgustado con ellos de tal manera que le permitiera a los fieles al mismo tiempo probar su favor y misericordia al encontrarlo como propicio para ellos.
Ahora percibimos cómo el Profeta habÃa unido la última cláusula a lo anterior. Siempre que el juicio de la carne nos lleve a la desesperación, pongamos en contra de ella esta verdad, que Dios está tan enojado que nunca olvida su misericordia, es decir, en sus tratos con sus elegidos. Sigue-
2. ¡Oh Jehová! He escuchado tu informe; ¡TemÃ, oh Jehová! Tu trabajo! en medio de los años revivirlo; En medio de los años hazlo saber; En ira recuerda la misericordia:
3. Que venga Dios de Teman Y el Santo del monte Paran. Selah
Se llama "tu informe", ya que era un informe que vino de Dios; la alusión es a las amenazas en el capÃtulo 1. "El informe de ti", transmitirÃa el sentido. La tercera lÃnea es una oración; y también lo son las siguientes lÃneas, aunque todos los verbos están en tiempo futuro, mientras que para "revivir" está en el estado de ánimo imperativo. El tercer verso deberÃa terminar con la palabra "Selah". Lo que sigue en la otra parte y en los versos posteriores, es una relación de lo que sucedió cuando Dios habÃa interferido anteriormente en nombre de Israel; mientras está aquÃ, y en la última parte del versÃculo anterior, el Profeta expresa una oración a Dios en referencia a su pueblo, y toma prestado su lenguaje de las interposiciones pasadas de Dios.
VersÃculo 3
Los intérpretes de este verso explican de dos maneras. Algunos interpretan el verbo en tiempo futuro en el tiempo pasado: âDios salió de Temán y el santo del monte Paranâ; para un verbo en tiempo pasado sigue. Pero otros consideran que está en el estado de ánimo optativo: "Que Dios venga o salga de Teman y el santo del monte Paran"; como si el Profeta rezara a Dios para que viniera como defensor de su pueblo desde el monte SinaÃ, donde se promulgó la ley y se ratificó el pacto, que Dios habÃa hecho anteriormente con Abraham y su posteridad. Prefiero suscribirme a su opinión, que piensa que el Profeta repite la manifestación de Dios, por la cual él habÃa testificado que él era el guardián de ese pueblo. Como, entonces, Dios habÃa dado a conocer su gloria en el monte SinaÃ, que era evidente que esa nación estaba bajo su protección, por lo que el Profeta, con el fin de fortalecerse a sà mismo y a los demás, registra lo que era bien conocido entre todo el pueblo: es decir, que la ley fue dada en el monte SinaÃ, que fue un testimonio de favor singular; para Dios, entonces, mediante una nueva promesa testificó, que el pacto anteriormente hecho con Abraham era firme e inviolable. La razón por la cual Habacuc no menciona el monte SinaÃ, sino Teman y Paran, parece ser esto, porque estas montañas estaban más cerca de Tierra Santa, aunque esta vista, me temo, parecerá demasiado refinada; Por lo tanto, considero esta visión simple: que en lugar de mencionar el monte SinaÃ, parafrásticamente lo designa por el monte Paran y el desierto de Teman. Algunos suponen que se trata de dos montañas; pero no sé si Teman debe entenderse solo como una montaña; Por el contrario, parece haber sido una gran extensión de paÃs. Era algo común entre los judÃos agregar este nombre cuando hablaban del sur, ya que muchas naciones solÃan dar a los vientos los nombres de algunos lugares vecinos; asà que cuando los judÃos quisieron designar un viento de Ãfrica, lo llamaron Teman. "Es un viento de Teman"; y cuando hablaron del sur, dijeron Teman.
Sea como sea, es cierto que el desierto de Teman estaba cerca del SinaÃ, y también que el monte Paran estaba conectado con ese desierto. Como entonces eran lugares hacia el sur, y cerca del monte SinaÃ, donde se habÃa proclamado la ley, el Profeta registra aquÃ, para fortalecer la fe de todo el pueblo, que Dios no habÃa salido en vano una vez de Temán, y apareció en su poder celestial; pues Dios demostró abiertamente que tomó bajo su custodia a los hijos de Abraham, y que el pacto que habÃa hecho anteriormente con él no fue vano ni tuvo ningún efecto. Desde entonces, Dios habÃa testificado esto de una manera tan notable y maravillosa, el Profeta presenta aquà esa historia que tendÃa especialmente a confirmar la fe de los santos: Dios salió una vez de Teman y el santo del monte Paran.
Porque no era la voluntad de Dios que se borrase el recuerdo de esa manifestación; pero él habÃa aparecido una vez con una gloria tan magnÃfica, que la gente podrÃa sentirse segura de que alguna vez estarÃa a salvo, ya que estaban protegidos por la mano de Dios y estaban llenos de poder, como los padres habÃan conocido alguna vez por evidencias manifiestas y visibles; y, por lo tanto, el Profeta representa la salida de Dios del monte Paran como un acto continuo, como si se hiciera visible principalmente desde ese lugar. Esta representación tampoco es nueva; porque vemos, en muchos otros lugares, una imagen viva, por asà decirlo, ante los ojos de los fieles, para fortalecerlos en su adversidad y asegurarles que estarán a salvo a través de la presencia de Dios. El Señor, de hecho, no fulminó diariamente desde el cielo, ni habÃa indicios tan visibles de su presencia como en el monte SinaÃ; pero hizo que la gente se sintiera segura de que él era el mismo Dios que habÃa dado a sus padres una evidencia tan clara de su poder, y que él también está en este momento, y hasta el fin del mundo, dotado del mismo poder, aunque no se haga visible.
Ahora aprehendemos el diseño del Profeta: Dios vino de Temán y el santo del monte Paran. También debemos observar que las mentes de los piadosos fueron recordadas al espectáculo en el monte SinaÃ, cuando fueron llevados al exilio, o cuando estaban en el poder de sus enemigos. De hecho, podrÃan haber supuesto que estaban completamente abandonados. Obliterado entonces debe haber sido el recuerdo de esa historia, si no se hubiera introducido este remedio. Es, por lo tanto, lo mismo que si el Profeta hubiera dicho: "Aunque Dios ahora esconde su poder y no da evidencia de su favor, no piensen que antes se apareció en vano ante sus padres como alguien vestido con un poder tan grande". , cuando se proclamó la ley en el monte SinaÃ. Sigue-
VersÃculo 4
Confirma la declaración que he explicado que Dios, cuando pretendÃa que su presencia se hiciera conocer a su pueblo, dio evidencias de su maravilloso poder, capaz de despertar las mentes de todos. Luego dice que el brillo era como la luz. Por la palabra ××ר, aur, sin duda, significa la luz, que se difunde por todo el mundo y procede del sol. Luego dice que el brillo que apareció en el monte Sinaà era igual a la luz del sol, capaz de llenar todo el mundo. Agrega, que los cuernos eran para él de la mano. Algunos lo rinden, esplendor; pero קר×, coren, propiamente significa un cuerno, y ×§×¨× ××, corenium, está aquà en el número dual: por lo tanto, es más probable que el Profeta le atribuya cuernos a Dios, llevado en ambas manos; y se corresponde más con lo que sigue inmediatamente, que "se escondió su fuerza" o que "se escondió su poder". Los que pronuncian la palabra, esplendores, piensan que lo que se ha dicho se repite, es decir, que el brillo era como la luz; pero están equivocados, ya que podemos recoger del versÃculo que el Profeta expresa dos cosas diferentes: primero habla de la forma visible de Dios; y luego agrega su poder, designándolo metafóricamente por cuernos, lo cual es común en las Escrituras. De hecho, este modo de hablar ocurre a menudo. Luego dice que Dios vino armado con poder cuando le dio la ley a su pueblo; porque llevaba cuernos en sus manos, donde se escondÃa su fuerza. (53)
En cuanto a la palabra oculta, algunos de hecho dan este punto de vista refinado, que Dios luego presentó su fuerza, que antes estaba oculta. Pero esta es una explicación muy tensa. Para mà parece evidente, que el Profeta dice, en primer lugar, que la gloria de Dios era conspicua, capaz de irradiar al mundo entero como la luz del sol; y luego agrega que este esplendor estaba conectado con el poder, porque Dios llevaba cuernos en ambas manos, donde estaba su fuerza: y dice que estaba oculto, porque Dios no tenÃa la intención de dar a conocer su poder indiscriminadamente en todo el mundo. mundo, pero peculiarmente a su propio pueblo; como también se dice en Salmo 31:20, que
"la grandeza de su bondad está reservada solo para los fieles, que le temen y reverencian ".
Como se dice entonces, la bondad de Dios está puesta para los fieles, para que la disfruten como hijos y miembros de la familia; asà también se dice que el poder de Dios está establecido, porque él testifica que está armado con poder para defender a su Iglesia, para que pueda proteger a los hijos de Abraham, a quien ha tomado bajo su protección. Luego sigue:
Los rayos de su mano eran para él.
o, para retener el idioma inglés.
TenÃa rayos de su mano.
Para representar la lÃnea, "Rayos fluyeron de su mano", es parafrasear.
La objeción de Calvino en cuanto a la siguiente lÃnea, no parece válida; porque la ocultación de la fuerza puede referirse a la mano, o al lugar, SinaÃ, ya sea que traduzcamos la palabra anterior, rayos o cuernos; - al lugar, si conservamos nuestra lectura actual, [×¢×× ], "De su fuerza"; pero a la mano, si adoptamos la lectura de muchas copias, [×¢××] "de su fuerza", que es quizás la más acorde con el pasaje. â Ed.
VersÃculo 5
El Profeta repite aquÃ, que Dios vino armado para defender a su pueblo, cuando salió de Teman; porque él conecta con esto aquà la liberación de la gente. De hecho, no solo habla de la promulgación de la ley, sino que anima a todos los piadosos a confiar; porque Dios, que una vez redimió a sus padres de Egipto, permaneció siempre como él y fue investido con el mismo poder.
Y él dice que ante el rostro de Dios caminó la peste; esto debe ser referido a los egipcios; y ese carbón encendido salió de sus pies. Algunos renderizan רשף, reshoph, exile; pero su etimologÃa requiere que se convierta en carbón encendido o encendido, y no hay necesidad de darle otro significado. (54)
La importancia del todo es que Dios habÃa puesto a todos los enemigos de su pueblo en fuga; porque sabemos que los egipcios fueron heridos por varias plagas, y que el ejército de Faraón se ahogó en el Mar Rojo. Por lo tanto, dice el Profeta, que Dios habÃa aparecido tanto de Teman, que la peste fue antes que él, y luego el carbón encendido; en resumen, que la peste y el carbón encendido eran oficiales de Dios, que estaban listos para cumplir sus órdenes: como cuando un rey o un juez, que tiene asistentes, les ordena que encarcelen a este hombre y castiguen a otro de una manera diferente; entonces el Profeta, dándonos una representación de Dios, dice que todo tipo de males estaban listos para obedecer sus órdenes y destruir a él y a sus enemigos. Entonces no tiene la intención de aterrorizar a los fieles al mencionar la peste y el carbón encendido; pero, por el contrario, poner ante sus ojos evidencias del poder de Dios, por el cual él podrÃa librarlos de la mano de sus enemigos, como anteriormente habÃa librado a sus padres de Egipto. A los pies de Dios, él quiere decir su salida o su presencia; porque no apruebo lo que algunos han dicho, que siguieron carbones encendidos, cuando la peste habÃa precedido; para ambas cláusulas se dan de la misma manera. Sigue-
Desde antes de él procedió la palabra (es decir, the law;) Y adelante vino un rayo a sus pies.
La mayorÃa de las ideas en esto, y en los dos versÃculos anteriores, parecen ser similares a las que encontramos en Deuteronomio 33:2 .â Ed.
VersÃculo 6
Ãl dice que Dios poseÃa todo el poder para someter la tierra a sà mismo, y que podÃa destruirla a su voluntad, sÃ, disolver montañas tan velo como las naciones. Algunos de los judÃos entendieron esto del arca, que se encontraba en ese momento en Galaad. Luego suponen que el Profeta quiso decir esto en pocas palabras: que cuando Dios eligió un lugar para el arca del pacto en Gilgal, determinó entonces qué harÃa y que luego, en su consejo secreto, dividió la tierra, de modo que cada uno deberÃa tener su porción por sorteo. Esto, es cierto, se logró poco después, ya que Joshua, como sabemos, lo dividió por sorteo entre las tribus. Pero lo que los judÃos afirman del arca me parece tenso y frÃgido. Habacuc, por el contrario, significa con la palabra stand, que Dios era abiertamente visible, como aquel que asume una postura erguida, de modo que se lo ve a distancia. En este sentido, debemos tomar la expresión de que Dios se puso de pie.
La medición de la tierra no debe limitarse a Judea, sino extenderse a todo el mundo. Dios, dice, ha medido la tierra. Medir la tierra es lo que pertenece propiamente a un rey soberano; y se hace que él pueda asignar a cada uno su porción. Excepto que Dios, entonces, tenÃa un derecho soberano sobre la tierra y el mundo entero, Habacuc no le habrÃa atribuido este cargo; y esto lo aprendemos del verso mismo, porque inmediatamente se une, que las naciones, por asà decirlo, se derritieron, que las montañas fueron destruidas, que las colinas se inclinaron
Por lo tanto, vemos que por tierra no debemos entender solo Judea, sino todo el mundo; como si hubiera dicho que cuando Dios apareció en el monte SinaÃ, hizo completamente evidente que la tierra estaba bajo su poder y autoridad, para poder determinar lo que quisiera y prescribir lÃmites a todas las naciones. Porque él no habla de Dios aquà como si tuviera, como un topógrafo, una lÃnea de medición; pero él dice que él midió la tierra como alguien capaz incluso de cambiar los lÃmites del mundo entero; no, él insinúa que fue él mismo quien creó la tierra al principio y la asignó a los hombres. De hecho, es cierto que las naciones no se derritieron, ni se derribaron las montañas, ni se cerraron las colinas; pero el Profeta simplemente quiere decir que apareció el poder de Dios, que fue capaz de sacudir al mundo entero.
Pero él los llama las montañas de la eternidad y las edades de las colinas, que habÃan estado desde el principio fijadas en sus propios cimientos. Porque si ocurre un terremoto en una llanura, parece menos maravilloso; y luego, si alguna de esas montañas se corta, que no están tan firmemente fijadas, puede ser debido a algunos lugares huecos; porque cuando los vientos llenan las cavernas, se ven obligados a estallar, y cortan las montañas y la tierra. Pero el Profeta relata una cosa inusual, y completamente diferente del curso ordinario de la naturaleza: que las montañas de la eternidad, que habÃan sido desde el principio y habÃan permanecido sin ningún cambio, fueron demolidas e inclinadas. En resumen, el Profeta pretendÃa por todos los medios elevar a la confianza las mentes de los piadosos, para que se convencieran plenamente de que el poder de Dios para liberarlos serÃa el mismo que el de sus padres habÃa experimentado anteriormente; porque no hay otro apoyo en circunstancias adversas, y especialmente en circunstancias desesperantes, que los fieles deben saber que todavÃa están bajo la protección de ese Dios que los ha adoptado. Esta es la razón por la cual el Profeta amplifica, de manera tan llamativa, sobre el tema del poder de Dios.
Y de ahà también se une, que los caminos de las edades son los de Dios. Algunos presentan la cláusula, "los caminos del mundo". La palabra ×¢×××, oulam, sin embargo, significa correctamente una edad o tiempo perpetuo. El Profeta, no tengo dudas, significa por siglos, los maravillosos medios que Dios no adoptará para la defensa de su Iglesia; porque siempre podemos reducir la maravilla de Dios a nuestro propio entendimiento, mientras que su propósito es perfeccionar, de una manera maravillosa, la obra de nuestra salvación. Por lo tanto, el Profeta hace una oferta a los fieles aquà para elevar sus pensamientos y concebir algo más grande del poder de Dios que lo que pueden comprender naturalmente. Si tomamos los caminos de la eternidad, en este sentido, deben entenderse como opuestos a los medios conocidos y habituales. Son sus formas cotidianas, cuando sale el sol y se pone, cuando la primavera sucede al invierno, cuando la tierra produce frutos; aunque incluso estos son tantos milagros, son sus formas comunes. Pero Dios tiene formas de eternidad, es decir, tiene medios desconocidos para nosotros por los cuales puede liberarnos de la muerte, siempre que pueda complacerlo.
Pero, sin embargo, si alguno prefiere tomar los caminos de la eternidad como un significado del poder continuo de Dios, que alguna vez ha aparecido desde el principio, el sentido serÃa apropiado y no menos útil: porque sirve especialmente para confirmar nuestra fe, cuando consideramos que El poder de Dios ha sido siempre el mismo desde la creación del cielo y la tierra, que nunca se ha disminuido o experimentado ningún cambio. Como, entonces, Dios ha manifestado sucesivamente su poder a través de todas las épocas, por lo tanto, debemos aprender que no tenemos motivos para desesperarnos, aunque puede que por un tiempo oculte su mano; porque él no está en esa cuenta privado de su derecho. Siempre conserva la soberanÃa del mundo. DeberÃamos, entonces, estar atentos a las formas de las edades, es decir, a la demostración de ese poder, que se manifestó en la creación del mundo, y aún continúa manifestándose. (55) Sigueâ
6. Se puso de pie y midió la tierra; Miró y agitó la tierra; Y se abrieron de golpe las montañas perpetuas, Agacharse hicieron las colinas de las edades; Las edades pasadas eran suyas.
"Las montañas perpetuas" son literalmente "las montañas de la perpetuidad", que habÃan permanecido igual desde el principio. "Las colinas de las edades" podrÃan convertirse en las colinas de la antigüedad o de los viejos tiempos, [×¢×××], un tiempo pasado indefinido. "Los años pasados", son los procedimientos de Dios, es decir, en sus obras, y por lo tanto se pueden convertir en "hechos"; y se dice que son hechos "de eras", es decir, de antaño, con referencia probablemente a la creación del mundo: porque el que hace estallar las montañas perennes y las colinas perpetuas para doblarse hacia abajo, debe ser su primer creador. âEd.
VersÃculo 7
El Profeta relata aquÃ, sin duda, cualquier cosa que pueda consolar a los miserables judÃos, ya que se creÃan rechazados y alienados de Dios. Por lo tanto, el Profeta menciona aquà otras liberaciones, que eran evidencias claras del favor constante de Dios hacia su pueblo elegido. Hasta ahora habÃa hablado de su redención, y pronto volverá al mismo tema: pero presenta aquà otras historias; como si hubiera dicho, que no fue solo una vez que Dios testificó cuánto amaba a la raza de Abraham, y cuán inviolable era el pacto que habÃa hecho; pero que habÃa dado los mismos testimonios en varias ocasiones: porque como también habÃa defendido a su pueblo contra otros enemigos, la conclusión era obvia, que la mano de Dios se manifestaba asÃ, para que los hijos de Abraham supieran que no fueron engañados, cuando fueron adoptados por él.
Por lo tanto, Habacuc menciona las tiendas de Cushan como otra evidencia del poder de Dios para preservar a su pueblo, y las cortinas de Madián; porque sabemos lo maravilloso que fue el trabajo, cuando los judÃos fueron entregados por la mano de Gedeón; y lo mismo sucedió con respecto al rey de los Elegidos.
Ahora, entonces, entendemos el diseño del Profeta: porque, como sabÃa que estaba cerca el tiempo en que los judÃos podrÃan sucumbir a la desesperación en sus grandes adversidades, les recuerda las evidencias del favor y el poder de Dios, que se les habÃa dado a sus padres, para que puedan albergar una firme esperanza en el futuro y estar completamente convencidos de que Dios serÃa su libertador, como lo habÃa sido anteriormente para sus padres.
VersÃculo 8
El Profeta aquà aplica las historias a las que ya se ha referido, con el propósito de fortalecer la esperanza de los fieles; para que sepan que son tantas pruebas y promesas del favor de Dios hacia ellos, y que asà puedan buscar alegremente su ayuda y no sucumbir a la tentación en sus adversidades. Cuando pregunta si Dios estaba enojado con los rÃos y el mar, sin duda tenÃa la intención de despertar los pensamientos de los fieles, para que pudieran considerar el diseño de Dios en las obras que ya habÃa mencionado; porque no habrÃa sido razonable que Dios mostrara su ira contra los rÃos y el mar; ¿Por qué deberÃa estar enojado con elementos sin vida? Luego, el Profeta muestra que Dios tenÃa otro fin a la vista cuando secó el mar, cuando detuvo el curso del Jordán y cuando dio otras evidencias de su poder. Indudablemente, Dios no consideró el mar y los rÃos; porque eso hubiera sido irracional. Luego se deduce que estos cambios fueron testimonios del favor de Dios hacia su Iglesia: y por lo tanto, el Profeta se une, que Dios montó en sus caballos, y que sus carros eran para la salvación de su pueblo. (57) Ahora percibimos el significado del Profeta, que los intérpretes no han entendido, o al menos no han explicado.
Ahora, entonces, vemos por qué el Profeta hace estas preguntas: y una pregunta tiene mucha más fuerza cuando se refiere a lo que de ninguna manera es dudoso. ¡Qué! ¿Puede Dios estar enojado con los rÃos? ¿Quién puede imaginar que Dios sea tan irracional como para perturbar el mar y cambiar la naturaleza de las cosas, cuando un cierto orden ha sido establecido por su propia orden? ¿Por qué deberÃa secar el mar, excepto que tenÃa algo a la vista, incluso la liberación de su Iglesia? ¿excepto que tenÃa la intención de salvar a su pueblo del peligro extremo, extendiendo su mano hacia los israelitas, cuando se creÃan completamente perdidos? Por lo tanto, niega que cuando Dios secó el Mar Rojo, y cuando detuvo el flujo del Jordán, habÃa desplegado su poder contra el mar o contra el rÃo, como si estuviera enojado con ellos. El diseño de Dios, dice el Profeta, era completamente diferente; porque Dios montó en sus caballos, es decir, tenÃa la intención de mostrar que todos los elementos estaban bajo su mando, y eso para la salvación de su pueblo. Para que Dios, entonces, pudiera ser el redentor de su Iglesia, obligó a Jordan a retroceder su curso, obligó al Mar Rojo a hacer un pasaje para sus miserables cautivos, que de otro modo habrÃan estado expuestos a la matanza de sus enemigos. De hecho, no habÃa esperanza de salvar a Israel, sin que de repente se les abriera un pasaje a través del Mar Rojo.
Por lo tanto, todos estos milagros fueron diseñados para mostrar que Dios se habÃa convertido en el redentor de su Iglesia, y habÃa desplegado su poder para la salvación de aquellos a quienes habÃa tomado bajo su protección: y de este hecho es fácil concluir que lo mismo la ayuda debe esperarse de Dios por parte de la posteridad; porque Dios no fue inducido por un impulso repentino de cambiar la naturaleza de las cosas, sino que exhibió una prueba de su favor: y su gracia es perpetua y fluye de manera uniforme, aunque no de acuerdo con la aprehensión de los hombres; porque sufre algunas interrupciones, porque Dios ejercita a los fieles debajo de la cruz; Sin embargo, su bondad nunca cesa. De aquà se deduce que los fieles deben entretener la esperanza; porque Dios, cuando quiere, y cuando lo ve conveniente, realmente mostrará el mismo poder que antes se exhibÃa a los padres. Ahora sigue:
Hicieron fuego contra los rÃos, oh Jehová - Contra los rÃos, tu ira;
Nuestro lenguaje admitirá una construcción similar en otra forma, invirtiendo el orden:
Hizo tu ira contra los rÃos, oh Jehová, ¿Se encendió contra los rÃos?
Algunos conectan las dos últimas lÃneas del verso con la anterior, asÃ:
Fue tu indignación contra el mar, ¿Cuándo montaste en tus caballos, en tus carros de salvación?
Pero Calvin las considera más bien como una respuesta a las preguntas anteriores, o como explicativas; y pueden ser asà traducidos
Cuando montaste en tus caballos, Tus carros fueron los de la salvación.
Henderson observa que "no hay necesidad de que comprendamos ni a los ángeles ni a los truenos ni a los relámpagos con 'caballos' y 'carros'. Son", agrega, "meras expresiones figurativas, diseñadas para llevar a cabo la metáfora adoptada. de operaciones militares ". O puede ser que los caballos y los carros de los israelitas estén aquÃ, como en el versÃculo 11, las flechas y lanzas del pueblo son mencionadas como las de Dios.
VersÃculo 9
El Profeta explica lo mismo más claramente en este versÃculo: que el poder de Dios se manifestó anteriormente por ninguna otra razón, sino que a los hijos de Abraham se les podrÃa enseñar a esperar de él una liberación continua: porque dice que el arco de Dios fue desnudo Por proa, se refiere también a la espada y otras armas; como si hubiera dicho que Dios estaba armado, como hemos declarado antes. Por lo tanto, Dios fue provisto de armas y marchó a la batalla, habiendo emprendido la causa de su pueblo elegido, para poder defenderlos contra los malvados. Como asà fue, vemos que estos milagros no debÃan servir solo por un perÃodo, sino que tenÃan la intención perpetua de alentar a los fieles a buscar siempre la ayuda de Dios, incluso en medio de la muerte; porque puede encontrar escapes, aunque puede que no se nos parezcan.
Ahora vemos la importancia del texto; pero él enfáticamente agrega: Los juramentos de las tribus; porque de este modo confirma más completamente que Dios no habÃa ayudado a los hijos de Abraham, para luego descartarlos; pero que realmente habÃa demostrado cuán cierto era en sus promesas; porque por los juramentos de (o para) las tribus se refiere al pacto que Dios habÃa hecho no solo con Abraham, sino también con su posteridad para siempre. Pone juramentos en plural, porque Dios no solo habÃa prometido una vez ser un Dios para Abraham y para su simiente, sino que a menudo habÃa repetido la misma promesa, para que la fe se hiciera más segura, en la medida en que necesitamos Más de una cosa para confirmarnos. Porque vemos cómo nuestra enfermedad siempre vacila, a menos que Dios nos provea con muchos accesorios. Como, entonces, Dios habÃa confirmado a menudo a su siervo Abraham, el Profeta habla aquà de sus juramentos: pero luego, en cuanto a la sustancia, el juramento de Dios es el mismo; que era, que habÃa tomado la raza de Abraham bajo su protección, y prometió que deberÃan ser para él un pueblo peculiar, y, especialmente, que habÃa unido al pueblo bajo una sola cabeza; porque si no se hubiera introducido a Cristo, ese pacto de Dios no habrÃa sido ratificado ni válido. Como, entonces, Dios habÃa incluido una vez todo cuando le dijo a Abraham: "Soy Dios Todopoderoso, y seré un Dios para ti y para tus hijos". es cierto que no se agregó nada cuando Dios confirmó la fe de Abraham; pero el Profeta no usa sin razón el número plural; se hizo, para que los fieles pudieran recombinarse con menos temor a la promesa de Dios, ya que se habÃa confirmado tan a menudo y con tantas palabras.
Ãl también los llama juramentos a las tribus: porque aunque Dios le habÃa hablado a Abraham y luego a Moisés, la promesa fue depositada en manos de Abraham y de los patriarcas, y luego en las de Moisés, para que la gente pudiera entender que les pertenecÃa igualmente a ellos; porque no habrÃa sido un gran problema prometer lo que leÃmos solo a unos pocos hombres. Pero Abraham era como el depositario; y era una cierta estipulación solemne hecha con toda su raza. Por lo tanto, vemos por qué el Profeta aquà menciona las tribus en lugar de Abraham, o los patriarcas o Moisés. De hecho, tenÃa una especial consideración con los de su propio tiempo, para confirmarlos, para que no dudaran, sino que Dios les extenderÃa también el mismo poder. ¿Cómo es eso? Porque Dios habÃa trabajado anteriormente de una manera maravillosa para la liberación de su pueblo. ¿Por qué? Para que pueda probarse a sà mismo como verdadero y fiel. ¿En que respecto? Porque habÃa dicho que serÃa el protector de su pueblo; y no solo adoptó a unos pocos hombres, sino a toda la raza de Abraham. Como era asÃ, ¿por qué su posteridad no deberÃa esperar lo que sabÃan que se les prometió a sus padres? porque la verdad de Dios nunca puede fallar. Aunque habÃan pasado muchas eras, la fe de su pueblo deberÃa haber permanecido segura, porque Dios tenÃa la intención de mostrarse a sà mismo como habÃa sido conocido anteriormente por sus padres.
Luego agrega ××ר, amer, que significa una palabra o discurso; pero debe tomarse aquà por una palabra fija e irrevocable. La palabra, ××ר, amer, dice; es decir, como dicen, la palabra y el hecho: porque cuando decimos que las palabras se dan, a menudo entendemos que aquellos que prometen generosamente son hombres falsos, y que solo somos engañados y decepcionados cuando confiamos en ellos. . Pero el término, palabra, a veces se toma en el buen sentido. "Esta es la palabra", decimos a menudo, cuando pretendemos eliminar todas las dudas. Ahora percibimos lo que el Profeta quiso decir al agregar ××ר, amer, la palabra. âOh Señor, no has dado meras palabras a un pueblo; pero se ha descubierto que lo que ha salido de tu boca es verdadero y válido. Tal, por lo tanto, es y fidelidad en tus promesas, que no debemos tener la menor duda sobre el evento. Tan pronto como nos brindes alguna esperanza, debemos sentirnos seguros de su logro, como si no fuera una palabra sino la exhibición de la cosa en sà misma â. En resumen, con este término el Profeta elogia la fidelidad de Dios, para que no tengamos dudas sobre sus promesas. (58)
Luego dice que por los rÃos se habÃa hendido la tierra. Se refiere, dudo que no, a la historia que leemos en Números 14; porque el Señor, cuando la gente estaba casi muerta por la sed, sacaba agua de la roca y hacÃa que fluyera un rÃo dondequiera que la gente viajaba. Como entonces habÃa hendido la tierra para hacer un curso perpetuo para la corriente, y asà habÃa provisto a la gente en lugares secos con abundante agua, dice el Profeta aquÃ, que la tierra habÃa sido hendida por rÃos o corrientes. De hecho, era solo un rÃo; pero él amplifica, y justamente, esa notable obra de Dios. Luego agrega:
[ש×עת ×××ת ×××ר]
"Has llenado con flechas la faja".
Es una descripción de uno equipado para la batalla; su arco estaba listo, y se habÃa llenado su faja, es decir, su guÃa militar, con flechas; Para esta faja, la versión griega anterior introdujo el carcaj, en el que comúnmente se llevaban flechas. La palabra [×××ת] significa varillas o bastones, es decir, flechas, como podemos tomar aquÃ. Esta es la solución más satisfactoria de las dificultades relacionadas con esta lÃnea, de las cuales ha habido, como dice Henderson, más de cien interpretaciones.
La última cláusula del verso es asà dada por Newcome, -
Cortaste las corrientes de la tierra;
y por Henderson, -
Hiciste partir la tierra en rÃos.
Las palabras no admitirán la primera versión; el caso genitivo en hebreo es siempre por yuxtaposición; aquà "corrientes" y "tierra" están separadas por el verbo. La otra versión contiene apenas un significado. La representación más literal es la dada por Calvin, y ofrece el mejor sentido. Las palabras admitirán lo siguiente, que es materialmente el mismo:
Por riachuelos diste la tierra.
La alusión evidentemente a las corrientes de esa agua que milagrosamente salió de la roca herida, y siguió a los israelitas en el desierto.
VersÃculo 10
Habacuc continúa con la historia de la redención del pueblo. Hemos dicho cuál era su objetivo, incluso esto de que la gente, aunque en un estado extremo de calamidad, aún pudiera albergar la esperanza del favor de Dios; porque no se convirtió en Redentor de la raza de Abraham por una vez, sino para poder continuar con el mismo favor hasta el final.
Ãl dice que las montañas habÃan visto y llorado. Algunos explican esto alegóricamente a los reyes y dicen que se afligieron cuando la envidia los atacó: pero este punto de vista es demasiado tenso. El Profeta, no tengo dudas, significa simplemente que las montañas obedecieron a Dios, para abrir un camino para su pueblo. Al mismo tiempo, el verbo ×××, chul, significa no solo afligirse, sino también provocar, y luego caer y permanecer en el mismo lugar. PodrÃamos entonces, con no menos propiedad, leer asÃ: verte hacer las montañas y quedarte quieto o caer; es decir, estaban subordinados a tus órdenes y no interceptaron el camino de tu pueblo. Creo que el verdadero significado del Profeta es que Dios habÃa impreso anteriormente en todos los elementos signos evidentes de su favor paterno, para que la posteridad de Abraham pudiera confiar en él como su libertador en todas sus angustias: e incluso el contexto requiere este significado; porque él se une
La corriente o la inundación de las aguas, etc.: y esta segunda parte no puede explicarse alegóricamente. Entonces vemos que la importancia de las palabras es: que Dios eliminó todos los obstáculos, de modo que ni las montañas, ni las aguas, ni el mar, ni los rÃos, interceptaron el paso del pueblo. Ãl dice ahora que la inundación de las aguas habÃa desaparecido. Esto se aplica tanto a Jordania como al Mar Rojo; porque Dios separó el Mar Rojo, de modo que las aguas se separaron, en contra de las leyes de la naturaleza, y lo mismo le sucedió a Jordania; porque se detuvo el flujo del agua y se abrió un camino para que la gente pasara secamente a la tierra de Canaán. Asà tuvo lugar lo dicho por el Profeta, la corriente de aguas desapareció. De hecho, sabemos que tal es la abundancia de aguas en el mar y en los rÃos, que no se pueden secar: cuando las aguas desaparecen, es lo que está más allá del curso de la naturaleza. El Profeta, por lo tanto, registra este milagro, para que los fieles puedan saber, que aunque el mundo entero se resistiera, su salvación aún serÃa segura; porque el Señor puede superar cualquier impedimento que pueda haber.
Luego atribuye vida a las aguas; porque él dice que el abismo dio su voz, y también que el abismo levantó las manos; o que el abismo con las manos levantadas estaba listo para obedecer a Dios. Es una personificación llamativa; porque aunque el abismo carece de inteligencia y no puede hablar, el Profeta dice que el abismo con su voz y sus manos levantadas testificó su obediencia, cuando Dios harÃa que su pueblo pasara a la tierra prometida. Cuando estamos ansiosos por testificar nuestra obediencia, hacemos esto tanto con nuestra voz como con nuestro gesto. Cuando alguien está dispuesto a hacer lo que se le ordena, dice: "Aquà estoy" o "Prometo hacer esto". Entonces, como los sirvientes responden a los demás, el Profeta dice que el abismo pronunció una voz. El abismo de hecho no pronunció voz; pero el evento en sà superó todas las voces. Ahora, cuando un pueblo entero se reúne, levantan la mano; porque su consentimiento no puede entenderse excepto por la extensión de las manos, y de ahà vino la palabra que extiende la mano , ÏειÏοÏονια. Esta similitud que el Profeta ahora toma, y ââdice, que el abismo levantó sus manos; es decir, muestra su consentimiento por este gesto. Como cuando los hombres declaran con esta señal que harán lo que se les ordena; asà también el abismo levantó sus manos. Si leemos: El abismo levantó las manos, el sentido será el mismo. (59) Continuemos -
Te vieron, - en el dolor estaban las montañas, La inundación de las aguas pasó, Utter hizo lo profundo su voz, La altura que levantaron sus manos.
Para interpretar [ר××] adverbialmente, "en lo alto" no se comporta tan bien con los caracteres del idioma hebreo; y evidentemente aquà se refiere a las "montañas", como lo "profundo" se refiere al agua. â Ed.
VersÃculo 11
Aquà el Profeta se refiere a otra historia; porque sabemos que cuando Josué peleó, y cuando el dÃa no fue lo suficientemente largo como para matar a los enemigos, el dÃa se prolongó de acuerdo con su oración, ( Josué 10:12.) Parece haber ordenado autoritariamente al sol para mantener su curso: pero no hay duda, pero habiendo sido respondido en cuanto a su oración, cuando expresó esto, ordenó al sol, como lo hizo, a través del impulso secreto del EspÃritu Santo: y sabemos que el sol no se habrÃa detenido en su curso, excepto que la luna también se quedó. De hecho, debe haber habido la misma acción que estas dos luminarias.
De ahà que Habacuc diga que el sol y la luna se detuvieron en su habitación; es decir, que el sol descansó como si estuviera en su morada. Cuando se apresuraba en su curso, se detuvo para beneficio del pueblo de Dios. Entonces el sol y la luna se pusieron en pie. A la luz de tus flechas caminarán. Algunos refieren esto a la columna de fuego, como si el Profeta hubiera dicho, que los israelitas caminaron por esa luz, por la cual Dios los guió: pero no dudo que esto se diga del sol. Toda la oración está asà conectada: que el sol y la luna caminaron, no como desde el principio, sino a la luz de las flechas de Dios; es decir, cuando en lugar del mandato de Dios, que el sol habÃa recibido desde el principio como su dirección, el sol tenÃa las flechas de Dios, que lo guiaron, retrasaron su curso o restringieron la velocidad que tenÃa antes. Hay entonces un contraste implÃcito entre el progreso del sol que tuvo por naturaleza hasta ese dÃa, y esa nueva dirección, cuando se retuvo el sol, para que pudiera dar lugar a las flechas de Dios, y a la espada y la lanza. ; porque con las flechas y la lanza no quiere decir nada más que las armas de los elegidos; porque sabemos que cuando esa gente luchó bajo la protección de Dios, estaban armados desde arriba. Como se dice de Gedeón, "La espada de Dios y de Gedeón"; asà también en este lugar el Profeta llama cualquier armadura que el pueblo de Israel tuviera, las flechas de Dios y su lanza; porque esa gente no podÃa moverse âno, ni un dedoâ sin el mandato de Dios. El sol entonces solÃa considerar el mandato ordinario, del cual leemos en Génesis; pero luego fue dirigido para otro propósito: porque tenÃa en cuenta las flechas de Dios volando sobre la tierra como un rayo; y tenÃa en cuenta las flechas, como si estuviera asombrado y no se atreviera a avanzar. ¿Por qué? porque le correspondÃa someterse a Dios mientras él estaba en guerra. (60) Ahora percibimos cuánta amabilidad se incluye en estas palabras.
Por lo tanto, a lo que ya nos hemos referido, debe tenerse en cuenta: que en este lugar no hay una narrativa gélida, pero tales cosas se presentan ante los fieles para confirmar su esperanza de que puedan sentirse seguros de que el el poder de Dios es suficiente para liberarlos; porque fue para este fin que anteriormente hizo tantos milagros. Sigue-
El sol y la luna se detuvieron en su habitación: Por su iluminaron sus flechas; Por su brillo, el relámpago de tu lanza.
Para evitar la inserción de tantas palabras en cursiva que no están en el original, interpretarÃa el verso de esta manera:
¡El sol! ¡la luna! âSe puso de pieâ ella permaneció inmóvil, Para flechas de luz a tus que salió, Por brillo al destello de tu lanza.
El caso genitivo se suele representar como dativo, como en Jeremias 31:35, [×××ר ××××], "para la luz de la noche;" es decir, "para la luz de la noche".
Hay doce MSS. que tienen "y", [×], antes de "moon:" pero no se quiere, el verbo "stand" es singular; y, como lo concibo, le sigue otro verbo en número singular y en género femenino, mientras que "parado" está en masculino y se refiere a la luna, y el último se refiere al sol; que a veces es femenino, mientras que la luna es siempre masculina. El verbo [×××] no es apropiadamente morar, sino continuar fijo o permanecer estacionario. El orden en nuestro idioma serÃa este:
El sol permaneció inmóvil, la luna se paró.
âEd.
VersÃculo 12
El Profeta relata aquà la entrada de la gente a la tierra de Canaán, para que los fieles sepan que sus padres no habrÃan obtenido tantas victorias si Dios no hubiera puesto el poder y la fuerza de su mano. Por eso dice que Dios mismo habÃa pisoteado la tierra con ira. Porque, ¿cómo podrÃan los israelitas haberse atrevido a atacar a tantas naciones, que últimamente habÃan salido de una esclavitud tan miserable? De hecho, habÃan estado en el desierto durante cuarenta años; pero siempre estaban temblando y temerosos, y también sabemos que eran débiles y débiles. ¿Cómo fue entonces que vencieron a los reyes más poderosos? que hicieron la guerra con naciones acostumbradas a la guerra? Sin duda, Dios mismo pisoteó la tierra en su ira, y también azotó a las naciones: como se dice en Salmo 44:5,
âNo fue por su propia espada que obtuvieron la tierra de Canaán; ni su propio poder ni su propia mano los salvaron; pero el Señor les mostró favor, y se convirtió en su Libertador ".
Justo entonces, el Profeta atribuye esto a Dios, que él mismo caminó sobre la tierra; de lo contrario, los israelitas nunca se habrÃan atrevido a mover un pie. Sin duda, nunca podrÃan haberse establecido en esa tierra, si Dios no hubiera ido antes que ellos. Por lo tanto, cuando Dios pisó la tierra en su ira, se convirtió en una habitación tranquila para los hijos de Abraham; Las naciones guerreras fueron entonces fácilmente y sin muchos problemas conquistadas por los israelitas, aunque anteriormente eran muy débiles.
Ahora vemos que el Profeta expone aquà ante los ojos de la gente su entrada en la tierra, para que sepan que Dios no en vano hizo huir a tantas naciones a la vez; pero para que la tierra de Canaán sea la herencia perpetua de su pueblo elegido.
El Profeta a menudo cambia los tiempos de los verbos, de manera inconsistente con el uso común del idioma hebreo; pero debe observarse que se refiere a esas historias, como si Dios continuara continuamente con sus operaciones; y como si su presencia fuera buscada en las adversidades, lo mismo que habÃa otorgado anteriormente a los padres. Por lo tanto, el cambio de tiempos no oscurece el sentido, sino que, por el contrario, nos muestra el diseño del Profeta y nos ayuda a comprender el significado. Sigue a lo largo -
VersÃculo 13
El Profeta aplica nuevamente al estado actual de las personas lo que habÃa registrado antes: que Dios salió con su Cristo para la salvación de su pueblo. Algunos consideran que se entiende una partÃcula de comparación, y repiten el verbo dos veces: "Como saliste para la liberación de tu pueblo, asà saldrás para la liberación de tu pueblo con tu Cristo". Pero esta repetición es tensa. Por lo tanto, tomo las palabras del Profeta simplemente como son: que Dios salió para la liberación de su pueblo. Pero cuando se habla del pueblo de Dios, su adopción gratuita siempre debe ser recordada. ¿Cómo fue que los hijos de Abraham se convirtieron en el pueblo peculiar de Dios? ¿Procede esto de algún valor? ¿Les llegó de forma natural? Ninguna de estas cosas puede ser alegada. Aunque entonces no diferÃan en nada de otras naciones, a Dios le complació elegirlos para ser un pueblo para sà mismo. Por el tÃtulo, el pueblo de Dios, por lo tanto, se insinúa su adopción. Ahora esta adopción no fue temporal ni momentánea, sino que debÃa continuar hasta el final. Por lo tanto, fue fácil para los fieles llegar a esta conclusión: que debÃan esperar de Dios la misma ayuda que les habÃa otorgado anteriormente a los padres.
Saliste, dice, por la salvación, por la salvación de tu pueblo. Repite la palabra salvación, y no sin razón; porque deseaba llamar la atención sobre este punto, como lo habÃa dicho antes, que Dios no habÃa manifestado en vano, por tantos milagros, su poder, como si estuviera enojado con el mar y con los rÃos, pero respetara el preservación de su pueblo. Desde entonces, la salvación de la Iglesia ha sido siempre el diseño de Dios en obrar milagros, ¿por qué los fieles deberÃan ser abatidos ahora, cuando por un tiempo fueron oprimidos por las adversidades? porque Dios sigue siendo el mismo: y por qué deberÃan desanimarse, especialmente porque esa liberación antigua, y también esas muchas liberaciones, de las que habÃa hablado hasta ahora, son tantas evidencias de su pacto eterno. De hecho, estos deberÃan estar relacionados con la palabra de Dios; es decir, con esa promesa, según la cual habÃa recibido a los hijos de Abraham en favor con el propósito de protegerlos hasta el final. "Para salvación, para salvación", dice el Profeta, y el de su pueblo elegido.
Ãl agrega, con tu Cristo. Esta cláusula confirma aún más lo que Habacuc tenÃa en mente: que Dios habÃa sido desde el principio el libertador de su pueblo en la persona del Mediador. Cuando Dios, por lo tanto, liberó a su pueblo de la mano de Faraón, cuando hizo un camino para que pasaran por el Mar Rojo, cuando los redimió haciendo maravillas, cuando sometió ante ellos a las naciones más poderosas, cuando cambió el leyes de la naturaleza en su nombre; todas estas cosas las hizo a través del Mediador. Porque Dios nunca podrÃa haber sido propicio ni para el propio Abraham ni para su posteridad, si no hubiera sido por la intervención de un Mediador. Desde entonces, el oficio del Mediador ha sido preservar con seguridad la Iglesia de Dios, el Profeta da ahora por sentado que Cristo se manifestó ahora con una luz mucho más clara que antes; porque David era su imagen viva, asà como sus sucesores. Dios entonces dio una representación viva de su Cristo cuando erigió un reino en la persona de David; y prometió que este reino durarÃa mientras el sol y la luna brillaran en los cielos. Dado que, en el tiempo de Habacuc, habÃa profecÃas más claras que en tiempos pasados âârespecto a la eternidad de este reino, la gente no deberÃa haber tenido valor y haber sabido con certeza que Dios serÃa su Libertador, cuando Cristo deberÃa ¿ven? Ahora entendemos el significado del Profeta. (61) Pero ahora no puedo ir más lejos; Aplazaré el tema hasta mañana.
Avanzaste para salvar a tu pueblo, Para salvar a tu ungido: Heriste la cabeza de la casa de los impÃos, Vaciar la base hasta el cuello.
La referencia en las dos lÃneas es evidentemente al desarraigo de los cananeos, y no, como piensa Newcome, a la destrucción de los primogénitos en Egipto. El singular se usa poéticamente para el plural: "cabeza", en lugar de cabezas o jefes, etc. La última lÃnea parece ser un dicho proverbial, que significa una demolición completa, la base misma que se está excavando, aunque tan profunda como para alcanzar hasta el cuello del hombre. No hay MSS. ni versión para soportar [צ×ר], "rock", que Houbigant y Newcome adoptan.
VersÃculo 14
Al comienzo de este versÃculo, el Profeta persigue el mismo tema: que Dios habÃa herido a todos los enemigos de su pueblo; y dice que el jefe de los pueblos o ciudades habÃa sido herido, aunque algunos piensan que פר×××, perezim, significa más bien los habitantes de las ciudades; porque los hebreos llaman pueblos o aldeas fortificadas פר××ת, perezut, y la palabra se encuentra comúnmente en el género femenino; pero como aquà es un sustantivo masculino, se cree que significa los habitantes. Al mismo tiempo, esto no afecta mucho al sujeto; porque el Profeta simplemente significa que no solo las cosas habÃan sido derrocadas por la mano de Dios, sino también todas las provincias bajo su autoridad; como si hubiera dicho que la venganza de Dios, cuando su propósito era defender a su pueblo, avanzaba por todas las aldeas y por todas las regiones, para que ningún rincón estuviera a salvo. (62) Pero también debemos notar lo que sigue, con sus barras. El Profeta significa que los malvados habÃan sido golpeados por su propia espada. Aunque la palabra varillas se pone aquÃ, aún no se ha tomado para todo tipo de instrumentos o armas; es lo mismo que si se dijera que fueron heridos por sus propias manos. (63)
Ahora percibimos la importancia de esta cláusula: que Dios no solo puso su fuerza cuando se propuso aplastar a los enemigos de su pueblo, sino que también los habÃa herido con enamoramiento y locura, para que se destruyeran con sus propias manos. Y esto se hizo, como en el caso de los madianitas, quienes, al volver sus espadas unos contra otros, cayeron por heridas mutuas o al suicidarse, perecieron por sus propias manos. ( Judas 7: 2 .) De hecho, a menudo leemos de los malvados que se enredaron, cayeron en el pozo que habÃan hecho y, en resumen, perecieron a través de sus propios artificios; y el Profeta dice aquà que los enemigos de la Iglesia habÃan caÃdo, por la singular bondad de Dios, aunque nadie se levantó contra ellos; porque se habÃan paralizado o herido por su propio personal. Algunos leen: "Has maldecido sus cetros y la cabeza de sus aldeas". Pero la interpretación que he dado es mucho más apropiada.
Agrega, que vinieron como un torbellino. De hecho, es un verbo en tiempo futuro; pero la frase debe ser asà pronunciada: "Cuando se apresuraron como un torbellino para derribarme, cuando su júbilo fue devorar a los pobres en sus escondites". De hecho, es solo un verbo único, pero proviene de סער, sor, que significa un torbellino, y no podemos representarlo de otra manera que no sea una paráfrasis. Se apresuraron, dice, como un torbellino. El Profeta aquà se amplÃa sobre el tema del poder de Dios, ya que habÃa controlado a los enemigos de su pueblo cuando se apresuraron con tanta impetuosidad. Si su avance hubiera sido lento, Dios podrÃa haber frustrado sus intentos sin un milagro, pero como su propia locura los hizo precipitarse, y los hizo ser como un torbellino, el poder de Dios era más claramente conocido en la contención de tal violencia. Ahora entendemos la importancia de lo que se dice aquÃ; porque el objetivo especial del Profeta no es quejarse de la ira violenta e impetuosa de los enemigos, sino exaltar el poder de Dios al controlar los ataques violentos de aquellos enemigos a quienes vio enfurecidos contra su pueblo.
Se une, su júbilo era devorar a los pobres. Ãl insinúa que no habÃa nada en el mundo capaz de resistir a los malvados, si Dios no hubiera traÃdo ayuda milagrosa del cielo; porque cuando vinieron a devorar a los pobres, vinieron no a hacer la guerra, sino a devorar a la presa como bestias salvajes. Luego dice, para devorar a los pobres en secreto. Quiere decir que el pueblo de Dios no tenÃa fuerzas para resistir, excepto que la ayuda más allá de toda esperanza vino del cielo. (64)
La importancia del conjunto es que, cuando los miserables israelitas estaban sin protección y expuestos a la ira y la crueldad de sus enemigos, habÃan sido milagrosamente ayudados; porque el Señor destruyó a sus enemigos con sus propias espadas; y que cuando vinieron, para disfrutar de una victoria, para tomar la presa, fueron postrados por la mano de Dios: de ahà que su poder brillara más. Sigue-
Su alegrÃa era, por asà decirlo, devorar a los desamparados en secreto.
âEd.
VersÃculo 15
Algunos leen: "Has pisado tus caballos en el mar". pero es un solecismo, eso es bastante evidente. Otros, "Has pisado el mar junto a tus caballos". Pero, ¿qué necesidad hay de buscar explicaciones tan tensas, ya que el verbo ×ר×, darek, significa ir o marchar? El significado del Profeta no es en modo alguno dudoso: que Dios se abrirÃa camino en el mar y en sus propios caballos. ¿Cómo? incluso cuando grandes aguas se reunieron en una masa. El Profeta nuevamente se refiere a la historia del paso por el Mar Rojo; porque fue una obra de Dios, como se ha dicho, digna de ser recordada por encima de todas las demás obras: por lo tanto, no es de extrañar que el Profeta se demore tanto en exponer este gran milagro. Entonces abriste paso a tus caballos, ¿a dónde? en el mar; lo cual era contrario a la naturaleza. Y luego agrega: El montón de aguas: porque las aguas se habÃan reunido, y apareció una masa firme y gruesa, que no estaba de acuerdo con la naturaleza; porque sabemos que el agua es un fluido, y que apenas una gota de agua puede aguantar sin fluir. (65) ¿Cómo fue entonces que detuvo el curso de Jordania y que el Mar Rojo se dividió? Estas eran evidencias del poder incomprensible de Dios, y con razón debieron haber agregado valor a los fieles, sabiendo, como deberÃan haber hecho, que nada podrÃa haberse opuesto a su salvación, que Dios no pudo eliminar fácilmente, siempre que lo complació. . Sigue-
Tú guiaste a través del mar a tus caballos, Aguas inquietantes y poderosas.
Tanto Marckius como Henderson piensan que el paso por el Mar Rojo no es lo que se quiere decir; pero la subyugación de los cananeos, transmitida en un idioma derivado de ese evento. â Ed.
VersÃculo 16
En mi opinión, esos intérpretes están equivocados, y conectan el verbo "He escuchado" con el último verso, como si el Profeta hubiera dicho, que habÃa concebido el temor de esas evidencias del poder de Dios: porque el Profeta no tuvo ocasión de temor al considerar a Dios armado con un poder inesperado para la salvación de su pueblo; no habÃa razón para tal cosa. Por lo tanto, estas cosas no están de acuerdo juntas. Pero regresa nuevamente a ese temor que habÃa entretenido a causa de la voz de Dios en esas terribles amenazas a las que antes nos referÃamos. Siempre debemos tener en cuenta el diseño del Profeta: que su objetivo era humillar a los fieles, que pudieran suplicar suplicantemente a Dios sus pecados y solicitar su perdón. Su propósito también era animarlos con una gran esperanza, de que, sin embargo, pudieran buscar la liberación. Ya habÃa dicho al principio: âSeñor, he escuchado tu voz; Yo temÃ." Ahora repite lo mismo: porque si hubiera hablado solo de esa voz terrible, los fieles podrÃan haber estado abrumados por la desesperación; por lo tanto, deseaba oportunamente prevenir este mal interponiendo lo que podrÃa haberlos consolado. Por esta razón, recitó estas historias, por las cuales Dios habÃa demostrado que estaba armado con un poder invencible para salvar a su Iglesia. Una vez hecho esto, aplica su doctrina general a las circunstancias actuales y dice: "He escuchado". ¿Qué habÃa escuchado él? incluso aquellos juicios con los que Dios habÃa decidido visitar la contumacia de su pueblo. Desde entonces, Dios habÃa amenazado a su pueblo con una destrucción horrible, dice el Profeta ahora, que habÃa escuchado y temblado, por lo que habÃa sido confundido. Ãl habla en el número singular; pero esto se hizo, como hemos dicho, porque él representaba a todo el pueblo, como fue el caso antes (que escapó a mi conocimiento) cuando dijo que sus enemigos vinieron como un torbellino para derribarlo; pues ciertamente no habló de sà mismo sino de los pueblos antiguos. Como, entonces, el Profeta aquà emprende la causa de toda la Iglesia, habla como si fuera el cuerpo colectivo de la gente: y asà dice que habÃa escuchado; pero los fieles hablan aquà como con una sola boca, que habÃan escuchado y que su interior temblaba
Algunos leyeron: "Estaba consternado, o temÃa, y mi interior tembló ante su voz". Toma ×§××, kul, voz, no para informar, sino, como se ha dicho, para amenazar. Los fieles, entonces, declaran aquÃ, que temÃan la voz de Dios, antes de que él ejecutara sus juicios, o antes de infligir el castigo que habÃa amenazado. Ãl dice, temblor hizo mis labios. El verbo צ××, tsalel, significa a veces hormigueo, y algunos lo traducen aquÃ, "Tingle hizo mis labios;" pero esto no es adecuado, y más tolerable es la interpretación de otros, "Palpitate hizo mis labios". Los hebreos dicen que lo que se quiere decir es ese movimiento en los labios que produce miedo o temblor. Por lo tanto, pronuncio las palabras, "temblar hicieron mis labios"; como cuando uno dice en nuestro idioma, Mes levres ont barbate; es decir, cuando todo el cuerpo tiembla con temblor, no solo se produce un ruido al chocar los dientes, sino que también se observa una agitación en los labios.
Enter, dice, hizo podredumbre en mis huesos y dentro de mà hice un ruido (es el verbo ר××, regaz, otra vez) o temblé. Sin duda, el Profeta describe aquà el temor, que no podrÃa haber sido de otra manera que la terrible venganza de Dios. Por lo tanto, se deduce que no trata aquà de esos milagros que, por el contrario, fueron calculados para brindar una ocasión de regocijo tanto para el Profeta como para todo el pueblo elegido; pero que la venganza de Dios, como se habÃa predicho, se describe aquÃ.
Ahora agrega: Para que pueda descansar en el dÃa de la aflicción (66) Parece haber aquà una inconsistencia: que el Profeta se vio afectado por el dolor, incluso por la podredumbre. , que temblaba de miedo entre sus miembros, y ahora que todo esto servÃa para producir descanso. Pero debemos preguntarnos cómo se puede obtener descanso a través de estas inquietudes, temores y temblores. De hecho, sabemos que cuanto más endurecidos se vuelven los malvados contra Dios, más ruina es la que se procuran para ellos. Pero no hay forma de obtener descanso, excepto por un momento en que temblamos dentro de nosotros mismos, es decir, excepto que el juicio de Dios nos despierta, sÃ, y nos reduce a casi nada. Quien, por lo tanto, duerma con seguridad, será confundido en el dÃa de la aflicción; pero el que con el tiempo anticipa la ira de Dios, y se conmueve con miedo, tan pronto como se entera de que Dios, el juez, está cerca, se proporciona el descanso más seguro en el dÃa de la aflicción. Ahora vemos que el Profeta establece aquà la forma correcta de buscar descanso, cuando dice, que habÃa sido confundido y que la podredumbre habÃa entrado en sus huesos y que no podÃa consolarlo, excepto que se alejó. uno medio muerto: y el diseño del Profeta, como ya he dicho, era exhortar a los fieles al arrepentimiento. Pero no podemos arrepentirnos verdaderamente y desde el corazón, hasta que nuestros pecados se vuelvan desagradables para nosotros: y el odio al pecado procede del temor de Dios y de ese dolor que Pablo considera como la madre del arrepentimiento. ( 2 Corintios 7:10.)
Esta exhortación también es muy necesaria para nosotros en la actualidad. Vemos cuán inclinados estamos por naturaleza a la indiferencia; y cuando Dios nos presenta nuestros pecados, y luego nos presenta su ira, no nos conmovemos; y cuando abrigamos cualquier miedo, pronto se desvanece. PermÃtanos, entonces, saber que no hay descanso para nosotros en el dÃa de la angustia, excepto que temblamos dentro de nosotros mismos, excepto que el temor se apodera de todas nuestras facultades, y excepto que toda nuestra alma se vuelve casi podrida. Y por eso se dice en Salmo 4:4, "Tiembla, y no pecarás". Y Pablo también muestra que la forma verdadera y rentable de estar enojado es cuando uno está enojado con sus pecados ( Efesios 4:26) y cuando temblamos dentro de nosotros mismos. De la misma manera, el Profeta describe los comienzos del arrepentimiento, cuando dice, que los fieles temblaron en sus entrañas, y estaban tan sacudidos por dentro, que incluso sus labios temblaron y, en resumen, (y esta es la suma del entero) que todos sus sentidos sintieron consternación y miedo.
Ãl dice: Cuando ascienda: habla, sin duda, de los caldeos; Cuando, por lo tanto, el enemigo ascienda contra el pueblo, para poder cortarlo: porque ××× o ×××, gade o gud, significa cortar, y también significa se reúnen, y algunos lo expresan, "para que pueda reunirlos", pero el otro significado es mejor, "cuando el enemigo ascienda, para que pueda cortarlos". Si uno quisiera que se entendiera la palabra Dios, no me opongo: porque el Profeta no habla de los caldeos de otra manera que como ministros y verdugos de la ira de Dios.
En resumen, él insinúa que aquellos que habÃan sido conmovidos y realmente aterrorizados por la venganza de Dios, estarÃan en un estado tranquilo cuando Dios ejecutara sus juicios. ¿Cómo es eso? porque se someterÃan tranquilamente a la vara y buscarÃan una liberación feliz de sus males; porque sus mentes estarÃan razonablemente preparadas para la paciencia, y luego el Señor también las consolarÃa, como se dice en Salmo 51:17, que desprecia no contritos corazones. Por lo tanto, cuando los fieles están humillados en un momento adecuado, y cuando anticipan el juicio de Dios, encuentran un descanso preparado para ellos en su seno. Sigue-
16. Escuché, - y temblé mis intestinos; Ante la voz mis labios temblaron; Entrar se pudre en mis huesos Y por mi propia cuenta tiemblo; Porque permaneceré hasta el dÃa de la angustia, A su acercamiento al pueblo, que me invadirá.
17. Porque la higuera no se disparará, Y no habrá productos en las vides; Fracasará el fruto del olivo, Y los campos, ninguno dará alimento; Cortada del redil serán las ovejas, Y no habrá buey en los puestos:
18. Pero en cuanto a mÃ, en Jehová me alegraré, Me regocijaré en el Dios de mi salvación.
"Por mi propia cuenta", o para mÃ, [ת×ת×]: la preposición, [ת×ת], a menudo se toma en este sentido; Consulte 2 Samuel 19:21, Proverbios 30:21. "Invadirnos" o asaltarnos a nosotros, oa ellos, a la gente, [××××× ×]; porque [× ×] somos nosotros o él, pero en nuestro idioma ellos, porque asà hablamos de personas. "Y los campos, ninguno", etc. Hay instancias de [××], como aquÃ, en las que se puede representar "ninguno" y "nada". Consulte Ezequiel 20:38, Job 6:21. "En el Dios", etc .; puede ser traducido como "En mi Dios, mi Salvador", como está en la Septuaginta y la Vulgata. âEd.
VersÃculo 17
El Profeta declara ahora en general cuál serÃa ese descanso del que habÃa hablado; serÃa incluso esto, que no dejarÃa de regocijarse en Dios, incluso en las mayores aflicciones. De hecho, prevé cuán grave serÃa el castigo inminente, y también advierte y despierta a los fieles, para que puedan percibir el juicio inminente de Dios. Ãl dice: no florecerá el higo, y no habrá fruto en las vides; fracasará la aceituna. Primero, el higo no florecerá; entonces, los campos no producirán nada; y por último, el ganado y las ovejas fallarán. Aunque los higos producen fruta sin floración, todavÃa no es un uso inadecuado de פר×, perech, que significa estrictamente brotar. (67) Quiere decir que la desolación de la tierra estaba cerca y que la gente se verÃa reducida a la pobreza extrema. Pero fue un caso de virtud rara, poder regocijarse en el Señor, cuando las ocasiones de tristeza lo encontraron por todos lados.
Luego, el Profeta nos enseña qué ventaja tiene para los fieles someterse a Dios de manera razonable, y albergar un miedo grave cuando los amenaza y cuando los convoca a juicio; y muestra que, aunque podrÃan perecer cien veces, aún no perecerÃan, porque el Señor siempre les proporcionarÃa ocasiones de alegrÃa, y también apreciarÃa esta alegrÃa en su interior, a fin de permitirles superar todas sus adversidades. Aunque, entonces, la tierra estaba amenazada por la hambruna, y aunque no se les proporcionarÃa comida, todavÃa podrÃan regocijarse siempre en el Dios de su salvación; porque ellos sabrÃan que él es su padre, aunque por un tiempo los castigó severamente. Esta es una delimitación de ese resto del cual hizo mención antes.
La importancia del conjunto es: "Aunque ni los higos, ni las vides, ni las aceitunas, producen ningún fruto, y aunque el campo sea árido, aunque no se dé comida, me regocijaré en mi Dios". es decir, nuestro gozo no dependerá de la prosperidad externa; porque aunque el Señor puede afligirnos en un grado extremo, siempre habrá algún consuelo para sostener nuestras mentes, para que no sucumban ante males tan graves; porque estamos completamente persuadidos de que nuestra salvación está en las manos de Dios y que él es su fiel guardián. Por lo tanto, descansaremos en silencio, aunque el cielo y la tierra se unieron, y todos los lugares estaban llenos de confusión; sÃ, aunque Dios fulminó del cielo, todavÃa estaremos en un estado mental tranquilo, en busca de su salvación gratuita.
Ahora percibimos más claramente, que el dolor producido por el sentido de nuestra culpa nos es recomendado debido a su ventaja; porque nada es peor que provocar la ira de Dios para destruirnos; y nada es mejor que anticiparlo, para que el Señor mismo nos consuele. No siempre escaparemos, porque aparentemente puede tratarnos con severidad; pero aunque no estemos exentos del castigo, aunque tenga la intención de humillarnos, nos dará razones para alegrarnos; y luego, en su propio tiempo, mitigará su severidad, y por los efectos se mostrará propicio para nosotros. Sin embargo, durante el tiempo en que haya que soportar hambre o hambre, o cualquier otra aflicción, nos alegrará con este único consuelo, ya que, confiando en sus promesas, lo buscaremos como el Dios de nuestra salvación. Por lo tanto, por un lado, Habacuc establece la desolación de la tierra; y por el otro, el gozo interior que los fieles nunca dejan de poseer, porque son sostenidos por el perpetuo favor de Dios. Y asà advierte, como he dicho, a los hijos de Dios, que podrÃan estar preparados para soportar la hambruna y el hambre, y con calma para someterse a los castigos de Dios; porque si no los hubiera exhortado como lo hizo, podrÃan haber fallado cien veces.
Por lo tanto, podemos reunir una doctrina muy útil: que cada vez que los signos de la ira de Dios nos encuentren en las cosas externas, este remedio nos queda a nosotros, para considerar lo que Dios es para nosotros internamente; porque la alegrÃa interior, que la fe nos trae, puede vencer todos los miedos, terrores, penas y ansiedades.
Pero debemos notar lo que sigue, en el Dios de mi salvación: porque el dolor pronto absorberÃa todos nuestros pensamientos, excepto que Dios estaba presente como nuestro preservador. ¿Pero cómo aparece él como tal ante los fieles? incluso cuando estiman no su amor por cosas externas, sino que se fortalecen abrazando la promesa de su misericordia, y nunca dudan de que será propicio para ellos; porque es imposible pero recordará la misericordia incluso mientras está enojado. Sigue-
VersÃculo 19
Confirma la misma verdad: que no buscó fuerzas sino solo en Dios. Pero hay un contraste implÃcito entre Dios y los apoyos en los que los hombres generalmente se apoyan. De hecho, no hay nadie que no tenga una mente alegre, cuando posee todas las cosas necesarias, cuando no hay peligro, no hay miedo inminente: entonces somos valientes cuando todas las cosas nos sonrÃen. Pero el Profeta, al llamar a Dios su fuerza, lo opone a todos los demás apoyos; porque desea alentar a los fieles a perseverar en su esperanza, aunque Dios los aflija gravemente. Su significado es, entonces, que incluso cuando los males impetuosamente se enfurecen contra nosotros, cuando vacilamos y estamos listos para caer en todo momento, Dios deberÃa ser nuestra fuerza; porque la ayuda que ha prometido para nuestro apoyo es suficiente. Por lo tanto, vemos que el Profeta mantuvo una firme esperanza, y con su ejemplo animó a los fieles, siempre que tuvieran a Dios propicio, sin embargo, si todas las demás cosas les fallaran.
Hará, dice, mis pies como los de hinds. Me inclino a referir esto a su regreso a su propio paÃs, aunque algunos dan esta explicación: "Dios dará los pies más rápidos a sus siervos, para que puedan pasar todos los obstáculos para destruir a sus enemigos". pero como podrÃan pensar en su exilio que su regreso estaba cerrado contra ellos, el Profeta presenta esta similitud más adecuada, que Dios darÃa a su pueblo pies como los de la mente, para que puedan escalar los precipicios de las montañas, y no temer dificultades: Ãl entonces, dice, me dará los pies de las hinds, y me hará pisar mis lugares altos. Algunos piensan que esto se dijo con respecto a Judea, que es, como es bien sabido, montañoso; pero tomo la expresión más simple de esta manera: que Dios harÃa que su pueblo fiel avanzara audazmente y sin temor a lo largo de los lugares altos: porque los que temen se esconden y no se atreven a levantar la cabeza, ni a avanzar abiertamente por caminos públicos ; pero el Profeta dice: Dios me hará pisar lugares altos
Finalmente agrega: Al lÃder en mis golpes. La primera palabra que algunos suelen representar para conquistar. Esta inscripción, Para el lÃder, ××× ×¦×, lamenatsech, ocurre frecuentemente en los Salmos. Para el conquistador, es la versión de algunos; pero significa, no tengo dudas, el lÃder de los cantantes. Los intérpretes piensan que este tÃtulo significa a Dios aquÃ, ya que él preside todas las canciones de los santos: y no puede aplicarse a él como el lÃder de los cantantes, como si el Profeta hubiera dicho: "Dios será una fortaleza para mà aunque soy débil en mà mismo, aún seré fuerte en él; y él me permitirá superar todos los obstáculos, y procederé con valentÃa, que ahora soy como un medio muerto; y asà se convertirá en la ocasión de mi canción, y será el lÃder de los cantantes dedicados a celebrar sus alabanzas, cuando librará de la muerte a su pueblo de una manera tan maravillosa ". Por lo tanto, vemos que la conexión no es inadecuada, cuando dice, que habrÃa fuerza para él en Dios; y particularmente porque el agradecimiento pertenecÃa al lÃder o al cantante principal, para que la ayuda de Dios pudiera celebrarse, no solo en privado sino con los sacrificios acostumbrados, como era generalmente el caso bajo la ley. Aquellos que lo explican como denotando el comienzo de una canción, son extremadamente frÃgidos y yeyune en lo que avanzan; Por lo tanto, lo pasaré por alto.
Añade, sobre mis palizas. Esta palabra, × ××× ×ת, neginoth, ya lo he explicado en mi trabajo sobre los Salmos. Algunos piensan que significa una melodÃa, otros lo hacen latidos (pulsaciones) o notas (modos;) y otros consideran que los instrumentos musicales están destinados. (68) No afirmo nada en un asunto dudoso: y es suficiente tener en cuenta lo que hemos dicho, que el Profeta promete aquà a Dios un continuo acción de gracias, cuando los fieles fueron redimidos, porque no solo cada uno reconocerÃa que habÃan sido salvados por la mano de Dios, sino que todos se reunirÃan en el Templo, y allà testificarÃan su gratitud, y no solo con sus voces confesarÃan a Dios como su Libertador , pero también con instrumentos de música, como sabemos que ha sido la costumbre habitual según la Ley.
Para el lÃder; Mi canción sobre los instrumentos de cuerda.
âEd.