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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Los Comentarios del Púlpito Los Comentarios del Púlpito
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Deuteronomy 9". Los Comentarios del Púlpito. https://studylight.org/commentaries/spa/tpc/deuteronomy-9.html. 1897.
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Deuteronomy 9". Los Comentarios del Púlpito. https://studylight.org/
Whole Bible (30)Individual Books (2)
VersÃculos 1-29
EXPOSICIÃN
DISUASIVAS DE LA AUTO-JUSTICIA.
Deuteronomio 9:1
Israel podrÃa reconocer que era por el don gratuito de Dios que poseÃan la tierra de Canaán, y aún asà podrÃa halagarse al pensar que era debido a su justicia y bondad que el regalo fue otorgado. Para protegerse de esto, Moisés les dice que no por su justicia Dios irÃa delante de ellos y expulsarÃa a los poderosos pueblos que luego ocuparon la tierra, sino por la maldad de estos pueblos si fueran a ser extirpados ( Deuteronomio 9:1). Además, les recuerda sus transgresiones en el pasado, y cómo cayeron bajo el desagrado Divino, y fueron salvados de la destrucción solo a través de su seria intercesión ( Deuteronomio 9:7-5).
Deuteronomio 9:1
Este dÃa; En este momento, muy pronto. Naciones, etc. (cf. Deuteronomio 7:1). Ciudades (cf. Deuteronomio 1:28).
Deuteronomio 9:2
Anakim (cf. Deuteronomio 1:28). Era un dicho común: ¿Quién puede estar delante de los hijos de Anak? Pero incluso estos gigantes enemigos no deberÃan poder pararse ante Israel (cf. Deuteronomio 7:24):
Deuteronomio 9:3
Comprende por lo tanto este dÃa; más bien, y lo sabes hoy o ahora. La expresión corresponde a Deuteronomio 9:1, "Tienes que pasar ... y lo sabes". En la victoria que habÃan obtenido sobre Sihon y Og, ya habÃan tenido la experiencia de que el Señor iba delante de ellos y los guiaba triunfantes. La repetición del Ãl en este versÃculo es muy enfática. Fuego consumidor (cf. Deuteronomio 4:24). Rápidamente o de repente. Aquà no hay contradicción con lo que se dice en Deuteronomio 7:22; porque allà la referencia es a la posesión de la tierra por parte de Israel, aquà está a la destrucción que vendrÃa sobre los cananeos: la primera debÃa ser por grados, la segunda debÃa venir repentina y abrumadoramente. Como Jehová te ha dicho (cf. Ãxodo 23:23, Ãxodo 23:27, etc .; Deuteronomio 2:24, etc.).
Deuteronomio 9:4, Deuteronomio 9:5
No hables en tu corazón (cf. Deuteronomio 8:17). La distinción entre rectitud y rectitud (rectitud) de corazón, es que la primera (צֶ×Ö¶×) tiene referencia a la rectitud de conducta, la segunda (×שֶ×ר) a la rectitud de motivo y propósito. "Al nombrar la justicia [justicia], excluye todo mérito de las obras, y por la justicia [rectitud] de corazón, todos los afectos y propósitos internos. Dios respeta en los hombres (Salmo 15:1, Salmo 15:2; 1 Crónicas 29:17) "(Ainsworth).
Deuteronomio 9:6
Rigidez, cuello duro; terco, obstinado, rebelde.
Deuteronomio 9:7-5
Moisés les recuerda muchos casos de su rebeldÃa por la cual habÃan provocado al Señor, desde el momento de su escape de Egipto hasta su llegada a las llanuras de Moab. Su rebelión comenzó incluso antes de que hubieran escapado por completo de sus opresores, antes de que hubieran atravesado el Mar de la Cama ( Ãxodo 14:11). Incluso en Horeb, donde, en medio de las manifestaciones más impactantes por igual de la majestad divina y la gracia divina, justo después de que el Señor les habÃa hablado directamente del fuego, y mientras Moisés habÃa subido a recibir las tablas de la Ley, el en la cual se basó el pacto de Dios con Israel, y mientras se estaba cumpliendo ese pacto, habÃan pecado tan gravemente como para hacerse una imagen fundida, que adoraban con ritos idólatras (Exo 31:18 -32, Ãxodo 31:6; cf. Deuteronomio 24:12, etc.).
Deuteronomio 9:9
La cláusula, Entonces yo vivo ... el agua, es un paréntesis; la oración corre desde. Cuando me fui, etc. Entonces [no Y] el Señor me entregó, etc.
Deuteronomio 9:10
El dÃa de la asamblea; el dÃa en que el pueblo, llamado por Moisés, se reunió en la llanura al pie del monte Sinaà ( Ãxodo 19:17).
Deuteronomio 9:12-5
(Cf. Ãxodo 32:7-2.) Déjame en paz; literalmente, desiste de mÃ, es decir, no intentes impedirme mediante suplicas y súplicas; en Ãxodo 32:10 la expresión utilizada es: "Déjame descansar; déjame en silencio (×Ö·× Ö¸Ö¼××Ö¸× ×Ö´×); deja de instarme".
Deuteronomio 9:17
Moisés arrojó de él las dos tablas de piedra en las que Dios habÃa inscrito las palabras de la Ley, y las partió en pedazos a la vista de la gente, cuando bajó del monte y vio cómo se habÃan desviado del camino correcto. , y se convirtieron en idólatras. Este no fue el efecto de un estallido de indignación de su parte; Era una declaración solemne de que el pacto de Dios con su pueblo habÃa sido anulado y roto por su pecadora apostasÃa.
Deuteronomio 9:18-5
Moisés intercedió con Dios por el pueblo antes de descender del monte ( Ãxodo 22:11, etc.); pero esto lo pasa por alto aquÃ, simplemente refiriéndose a él en las palabras "como en el primero", y hace mención especial solo de una intercesión posterior, que se menciona en Ãxodo 34:28. En el relato en Ãxodo no se dice nada de Moisés intercediendo especialmente por Aarón, asà como por la gente en general; pero aquà se le da importancia a esto, "no solo para que él pueda hacer que la gente sea completamente consciente de que en ese momento Israel no podÃa jactarse ni siquiera de la justicia de sus hombres eminentes (cf. IsaÃas 43:27), sino también para resaltar el hecho, que se describe aún más completamente en Deuteronomio 10:6, sqq; que la investidura de Aarón con el sacerdocio y el mantenimiento de esta institución fue puramente una obra de la gracia Divina "(Keil). Sin embargo, que Aaron fue considerado especialmente culpable en este asunto está claramente insinuado en Ãxodo 32:21, Ãxodo 32:22.
Deuteronomio 9:22-5
No solo en Horeb, sino en otros lugares y en otras ocasiones, Israel habÃa provocado la ira del Señor por su contumacia. En Taberah, por su queja y descontento ( Números 11:1); en Massah, por sus murmullos por falta de agua ( Ãxodo 17:1. l, etc.); en Kibroth-hattaavah, despreciando el maná y deseando comer carne ( Números 11:4, etc.); y en Kadesh-barnea, cuando se encontraban en los confines de la Tierra Prometida, desconfiaban de Dios, le reprochaban haberlos llevado allà para ser destruidos, y buscaban regresar a Egipto ( Números 14:1, etc .; Deuteronomio 1:26). "La lista no está ordenada cronológicamente, sino que avanza desde las formas de culpa más pequeñas hasta las más graves de la mañana: porque Moisés buscaba agudizar las conciencias de la gente e impresionarles el hecho de que habÃan sido rebeldes contra el Señor (ver en Deuteronomio 9:7) desde el principio, 'desde el dÃa en que te conocÃ' "(Keil).
Deuteronomio 9:25-5
Después de enumerar estos casos de rebeldÃa del pueblo, Moisés vuelve a la apostasÃa en el SinaÃ, para impresionar aún más en la mente de la gente la convicción de que no por ninguna justicia o mérito propio, sino únicamente por su propia gracia, fue Dios cumpliéndoles su pacto con sus padres.
Deuteronomio 9:25
Asà caà delante del Señor cuarenta dÃas y cuarenta noches, como caà al principio; más bien, los cuarenta dÃas y cuarenta noches en que me caÃ. La referencia es a la intercesión antes de que Moisés descendiera del monte, descrito en Ãxodo 32:11-2. (Para la forma de la expresión, cf. Deuteronomio 1:46.)
Deuteronomio 9:26-5
En estos versÃculos se da la sustancia de la intercesión de Moisés, y está sustancialmente de acuerdo con el relato en Ãxodo. Moisés le suplicó a Dios que no destruyera a ese pueblo que era suyo, que habÃa redimido para sà mismo y sacado de Egipto; le rogó que recordara a sus piadosos antepasados âây que no mirara la terquedad y el pecado de la gente; e instó a que el honor divino se preocupara de que fueran conducidos a Canaán, y que no dejaran perecer en el desierto.
Deuteronomio 9:28
La tierra, es decir, la gente de la tierra, como en Génesis 41:36 - los egipcios; el verbo, en consecuencia, está en plural. Si los israelitas perecieran en el desierto, los egipcios podrÃan decir que Dios los habÃa destruido, ya sea porque no pudo obtener para ellos la tierra que les habÃa prometido, o porque habÃa dejado de mirarlos con favor y se habÃa convertido en su enemigo. Ninguno de estos podrÃa ser, ya que no eran el pueblo de su herencia, y ¿no habÃa mostrado ya su poder para liberarlos de Egipto?
"Como Moisés en este capÃtulo recuerda el recuerdo de Israel de este y aquel lugar, tiempo y ocasión de su pecado, cada uno debe reflexionar seriamente sobre su vida pasada. Esto conduce a la humildad, a la vigilancia y al esfuerzo por mejorar. "(Herxheimer).
HOMILÃTICA
Deuteronomio 9:1
(Ver HomilÃa en Deuteronomio 4:23, Deuteronomio 4:24.)
Deuteronomio 9:4, Deuteronomio 9:5
(Ver HomilÃas en Deuteronomio 3:11; Deuteronomio 7:1.)
Deuteronomio 9:6-5
Una religión de seis semanas; o, la religiosidad emocional, no la piedad vital.
El tratamiento homilético de los incidentes mencionados en Deuteronomio 9:1 requerirá una cuidadosa comparación de estos capÃtulos con la cuenta más completa en Ãxodo 32-34. El objeto especial, sin embargo, que Moisés tiene aquà a la vista, es mostrar cuán completamente la misericordia de Dios hacia Israel fue una iniciativa propia, y que no se debió a ninguna virtud por parte de la gente, tan lejos de eso, habÃan sido descarriados desde el principio. Incluso en Horeb (porque tal es más bien la fuerza de la partÃcula traducida "también" en Ãxodo 34:8), "Incluso en Horeb, provocaron ira al Señor". Aquà se sugiere nuestro primer estudio de este triste incidente en la historia de Israel. Su ocurrencia fue asÃ:
Unos cincuenta dÃas después de salir de Egipto, se reunieron bajo la fuente del Sinaà para recibir la Ley del Gran Supremo. Observaron con reverencia cuando Moisés subió; vieron los lÃmites puestos, más allá de los cuales no deben pasar; temblaron ante la majestad que estaba delante y por encima de ellos, y esperaron las palabras que debÃan decirse. Las palabras del voto salieron de sus labios: "Todo lo que el Señor ha dicho haremos". Habiendo recibido la Ley, Moisés bajó y se la ensayó. Una segunda vez respondieron: "Todo eso", etc. Esto no fue suficiente. La Ley debÃa ser escrita y leÃda para que su voto no fuera ciego ni imprudente. Y por tercera vez se devolvió la misma respuesta. Con lo cual el pacto fue ratificado con sangre, que se roció sobre el libro y toda la gente, diciendo: "Esta es la sangre del pacto, etc. (ver Ãxodo 24:3-2). ParecÃa como una feria se habÃa comenzado. Egipto habÃa sido conquistado, la gente habÃa aceptado afortunadamente el nuevo estado de cosas en el que habÃan entrado, y nada faltaba más que llevar a cabo esa lealtad que habÃan jurado repetidamente. Moisés, sin embargo, todavÃa no estar un tiempo en soledad con Dios, para recibir más instrucciones, por lo tanto, después de haber hecho los arreglos para la conducción de los asuntos en su ausencia, él nuevamente asciende al monte, y está allà durante cuarenta dÃas. Incapaz de entender las razones por un retraso tan largo , la gente piensa que Moisés los ha decepcionado, o que está perdido en la montaña, o ha perecido en la llama! El pensamiento, una vez concebido, se fortalece, y las personas que unas semanas antes habÃan parecido tan impresionantes para siempre , ahora son tan inflamables para el mal! Se precipitan sobre Aaron, sa ying, "Up", etc. Desean que algo golpee los sentidos. La concepción pura de un Dios invisible no fueron cultivados lo suficiente como para retener. Aarón era demasiado fácilmente forjado por ellos. Si se piensa que él esperaba que el amor de la gente por la elegancia fuera más fuerte que su propensión idólatra, y que retiraran su demanda cuando él hiciera lo suyo por sus pendientes, etc; salvamos el principio de Aaron, pero a expensas de su juicio. De todos modos, el ternero está hecho. Sin embargo, no es el ternero el que adoran, porque proclaman una fiesta a Jehová; Es el segundo mandamiento que están rompiendo, no el primero. ¡Pobre de mÃ! ¡Pobre de mÃ! ¡Su triple voto, ratificado con sangre, se rompen, y en menos de seis semanas están dejando abierta y desenfrenadamente la misma Ley que habÃan jurado obedecer! ¿Cómo puede explicarse una regresión tan temerariamente rápida? Si lo consideramos como un mero fragmento de la historia, con el que no nos preocupamos, perderemos la intención del escritor (para ver 1 Corintios 10:1). ¡Aquà hay hombres que en un momento hicieron una oferta tan justa, pero tan poco después de molestarlos a todos! El tema asà abierto al predicador es seguramente este: "Religiosidad emocional, no piedad vital". Nadie con mucho conocimiento de la naturaleza humana, y ciertamente pocos pastores de alguna experiencia prolongada, puede haber fallado en observar casos demasiado parecidos a los que tenemos ante nosotros, de una emoción meramente transitoria en la religión, elevando las esperanzas de observadores ansiosos un dÃa, solo decepcionarlos antes de que pasen muchos dÃas, y las palabras quejumbrosas, "Tu bondad es como la nube de la mañana y el rocÃo temprano, ¡se va!" Y, tal vez, el cambio es tan inexplicable para ellos como desalentador para los demás. Puede ser útil si intentamos eliminar la perplejidad mediante un estudio de varias consultas que sugieren tales casos.
I. ¿HASTA DÃNDE VA ESTA RELIGIOSIDAD EMOCIONAL? Puede haber un "recibir la Palabra con alegrÃa"; dándole no solo una atención respetuosa, sino incluso credibilidad mental, admiración deslumbrante y una profunda convicción de que el mensaje del evangelio satisface exactamente la necesidad del hombre culpable y pecador. Y cuando se expone la belleza, la pureza y la cuestión triunfante de una vida cristiana genuina, puede despertarse un ansioso deseo de conocer su bendición, y se forma una resolución interna para servir al Señor. El joven investigador parece, tal vez, en tal etapa haber sido arrastrado, como por un aliento divino, a una región de calma halcyon, y con la sinceridad y el toque de un Peter dice: "Ahora estoy salvado, aunque todos los hombres deberÃan negar a Cristo, ¡pero nunca lo haré! " Y tal caso es visto con esperanza tierna, alegre, pero ansiosa, por algunos que están buscando almas más de lo que esperan por la mañana. Y, sin embargo, a pesar de todo, existe un grave defecto, aún no aparente para el ojo humano, ¡pero destinado a revelarse ante la amarga decepción de muchos amigos reflexivos!
II ¿Qué hay de defectuoso en este caso? Ahi esta:
1. Conocimiento defectuoso de uno mismo.
2. Conocimiento defectuoso de lo que es la vida cristiana, como una de "paciente continuidad en hacer el bien".
3. Conocimiento defectuoso de la verdad tal como es en Jesús.
4. Una no aprehensión del Señor Jesucristo como la única fuente de vida, energÃa y poder.
5. La emoción se confunde con el principio, y los sentimientos acerca de la religión para una verdadera entrega de corazón y vida a Dios.
III. LAS PRUEBAS GRAVES ESPERAN TAL UNA. (cf. Mateo 13:20, Mateo 13:21; Lucas 14:27, Lucas 14:28.) Los dÃas en que todo transcurre sin problemas no son esos qué prueba de qué cosas están hechos los hombres. Sin embargo, la vida de nadie se compone solo de dÃas tranquilos. Hay ocasiones que ponen cada parte de un hombre en el estante. Y hay momentos de prueba para el joven emocionalista.
1. La aflicción por el bien de la Palabra vendrá.
2. La persecución puede venir.
3. El escepticismo o las corrientes cruzadas del sentimiento público pueden perturbar.
4. O la mundanalidad abundante puede traer un escalofrÃo o incluso una plaga.
Una prueba u otra seguramente vendrá a probar todas y cada una. Puede venir repentinamente como una tormenta de viento en un lago, o puede actuar lenta pero seguramente a medida que las aguas desgastan las piedras. De una forma u otra, venga; y donde hay profesión sin posesión, triste será el final, porque ...
IV. DICHAS PRUEBAS SERÃN FATALES. Solo cuarenta dÃas después de su voto, Israel se derrumbó. Los terrores del Sinaà no pudieron mantener la lealtad de Israel. Ni siquiera el pathos del Calvario, por sà mismo, servirá ahora. Los siguientes resultados seguirán, tarde o temprano, si por debajo del voto externo no ha habido entrega de corazón y vida a Dios.
1. La emoción se extinguirá. Los hombres no pueden vivir al calor de la fiebre; No es deseable que lo hagan. Si debajo de la emoción hay un principio vivo, aunque la emoción disminuya, eso se fortalecerá. Pero si no existe tal principio vivo, la emoción no dejará nada más que una falta más triste que nunca.
2. La membresÃa externa vendrá a descansar, como si "cubriera una multitud de pecados".
3. Habrá una creciente indiferencia hacia el trabajo más elevado y más espiritual de la vida cristiana, tanto en los deberes privados, sociales y de la Iglesia.
4. Incluso puede haber un colapso en un estado de mundanalidad más minucioso que antes de cualquier profesión que se haya hecho; y "el último estado de ese hombre es peor que el primero". ¡De todos los miembros de las congregaciones cristianas, esos son los más difÃciles de mover que hicieron una profesión en una oleada de emoción, sin despertar la conciencia o la renovación del corazón!
V. ¿QUà SE NECESITA EN TALES CASOS?
1. Profunda y genuina convicción de pecado y arrepentimiento ante Dios; un avivamiento a la justicia que nace del EspÃritu.
2. Entrega del corazón a Dios; Esto no puede lograrse a través de una muchedumbre como en una ola de éxtasis religioso, como tampoco los pacientes en un hospital pueden curarse en masa.
3. Nueva vida hacia Dios, creada, sostenida, perpetuamente aumentada por el suministro del EspÃritu de Jesucristo, renovada por la fe y ayudada por la comunión con Dios.
CONCLUSIÃN. Que todos tengan cuidado de confiar en "marcos y sentimientos". La emoción no es devoción. Y por otro lado, cuidemos de no caer en el error opuesto. "Ah", dicen algunos, "mira lo que viene de la emoción religiosa. ¡Es hora de que haya una protesta en su contra!" Pero no protestamos contra la emoción, sino contra la mera emoción, que es algo muy diferente. Debido a que un incendio no puede mantenerse sin combustible, esa no es la razón por la cual, con suficiente combustible suministrado constantemente, ¡un incendio no debe mantenerse en llamas! Es cierto que si no hay nada más que emoción, debe extinguirse y ser seguido por un colapso; pero esa no es razón para dejar que la vida real sea atendida con tan poca emoción, que otros apenas vean signos de la vida. Ah! ¡lo que todos queremos, y siempre queremos, es una plenitud de vida, directa de él, que solo él puede dar, y que, a través de la cruz y por el poder del EspÃritu, solo puede mantenerse, perfeccionarse y glorificarse!
Deuteronomio 9:13-5, Deuteronomio 9:25-5
La verdadera grandeza manifestada en una gran emergencia, por sacrificio propio e intercesión.
Como se señaló en la homilÃa anterior, estos incidentes solo pueden ser organizados correctamente por un predicador, con el propósito de predicar al respecto, en la medida en que toda la narración esté ante su punto de vista. Por lo tanto, una unión de este párrafo con Ãxodo 32:1 es imprescindible, y aquà se dará por sentado. Parece que hubo una compilación de varios documentos. No es fácil recopilar a partir del mismo, con precisión exacta, el orden de los eventos, aunque no hay dificultad en establecer el todo con suficiente consecutividad para todos los propósitos de la enseñanza práctica, Nota:
I. AQUà HAY UNA GRAN CRISIS. Israel estaba haciendo una fiesta para Jehová, dejando que el becerro les representara al Dios que los habÃa sacado de Egipto. ¡La gente observaba las costumbres de la misma nación de la que habÃan sido redimidos: bailaba ante el Ãdolo, se contaminaba con ritos inmundos y no permitidos, y hacÃa que las colinas volvieran a resonar con su bulliciosa juerga y canción! Y todo esto debajo de ese mismo monte donde habÃan jurado, "¡Todo lo que el Señor ha dicho haremos!"
1. En primera instancia, Moisés notó la lamentable deserción del pueblo, ya sea por una sugerencia silenciosa del Gran Invisible, con quien estaba adorando la comunión, o por una de las bandas de ángeles con quienes estaba rodeado ( Ãxodo 32:7, Ãxodo 32:8).
2. Dios le dice a Moisés que "baje", no solo, como podrÃa parecer a primera vista, "baja y mira", sino "Continúa la comunión no más; déjame en paz; haré de ti una gran nación. Deja que mi ira cera caliente contra ellos, para que pueda consumirlos! Palabras horribles ( Ãxodo 32:13, Ãxodo 32:14)] Es una crisis terrible en la experiencia del gran lÃder. Con un corazón agonizante, baja para ver, no sin suplicarle a Dios por Israel (ver más abajo), y llega a Joshua, donde, aunque está demasiado lejos para ver, está lo suficientemente cerca como para escuchar los gritos que resuenan salvajemente a través del aire.
3. Finalmente Moisés se acerca lo suficiente para ver (versÃculo 16). Ahà están: ¡el becerro, el baile, las orgÃas impuras como de una fiesta pagana! ¡Oh, qué amarga debe haber sido la angustia de Moisés ante semejante espectáculo!
4. ¡Y qué posibilidad alarmante tuvo que enfrentar, incluso la de la ruptura de todo el pacto entre el pueblo y Jehová! Escuche cómo la Voz en el monte habló: "Tu pueblo ha roto el pacto; déjame en paz", etc. De qué manera más fuerte, ¡ah! de otra manera, ¿podrÃa la gente en ese momento haber aprendido que, ya que en realidad estaban rompiendo el mismo pacto que Dios estaba confirmando con Moisés para ellos, si Dios ahora los tratara después de sus pecados, los habrÃa rechazado? ¿completamente? No fueron necesarios para el cumplimiento del pacto hecho con sus padres. ¡Moisés era de la simiente de Abraham, y Dios podrÃa haber comenzado de nuevo con él, y haber hecho de él una nación más grande, más poderosa, más leal que ellos! ¿Hubo alguna vez tal crisis? Con toda la responsabilidad que Moisés tenÃa sobre él, debe haber sido aplastado si no hubiera sido sostenido divinamente. Pero las grandes crisis ponen de manifiesto la grandeza de los grandes hombres. Moisés era un hombre "lento para hablar", y probablemente lento para actuar, pero tenÃa fuertes convicciones de verdad y deber, y cuando se enfurecÃa, mostraba la verdadera nobleza de su carácter.
II LA GRANDEZA DE LA CRISIS OCASIONA UNA SERIE DE ACTOS DESTACABLES POR PARTE DE MOISES.
1. Está enojado ( Ãxodo 32:19). Esta fue una ira sagrada; la vista despertó al hombre más manso, y bien podrÃa hacerlo. ¡HabrÃa sido malvado en Moisés si no hubiera estado enojado! Hay una gran diferencia entre un sentimiento apasionado de resentimiento personal y la indignación al presenciar un ultraje a la derecha. Cuanto más santo sea un hombre, más suprimirá a uno, ¡más desarrollará al otro!
2. Rompe las tablas (versÃculo 18). Este es un acto simbólico, recordando a la gente que por su apostasÃa habÃan violado sus votos del pacto.
3. Muele la pantorrilla a polvo, etc. (versÃculo 21). Otro acto simbólico, que significa: "Este pecado volverá a ellos nuevamente; afectará su alegrÃa por mucho tiempo".
4. Ãl llama a Aaron a la cuenta ( Ãxodo 32:21-2). "Salió este ternero". Aaron! usted, el hombre elocuente, haciendo un discurso tonto como ese! ¡Oh, los maravillosos toques de la naturaleza en el Libro Viejo! Moisés, el hombre verdaderamente valiente, aunque es lento de hablar, puede hablar con un propósito en un momento como este; pero Aaron, elocuente como es, cuando su conciencia está incómoda, es la excusa más tonta y mansa.
5. Comprueba hasta qué punto se ha extendido el contagio ( Ãxodo 32:25-2). ¿Fue una revuelta de toda la gente, o muchos se habÃan alejado por sugerencia de unos pocos? "¿Quién está del lado del Señor?" No es suficiente que la gente esté del lado del Señor, especialmente en dÃas de iniquidad abundante; deben decir de qué lado están. Los hijos de Levà se adelantan y se les confÃa la terrible tarea de acabar con el mal. ¡Es mejor que mueran 3000 que que 2,000,000 se infecten con un veneno mortal! Esa fue una santa guerra defensiva. Y dice mucho de la grandeza del poder moral de Moisés, que podrÃa inspirar a los hombres de su propia tribu para castigar la revuelta y salvar al pueblo.
6. Pero la caracterÃstica más llamativa del heroÃsmo espiritual del lÃder de Israel es que suplica a Dios. En esto revela una fuerza de carácter y una generosidad de espÃritu que son demasiado raros incluso en estos tiempos "avanzados". Miremos este suplicante.
(1) Ãl reconoce la grandeza del pecado. Al principio, antes de estar lo suficientemente cerca como para ver, pregunta: "Señor, ¿por qué tienes tu ira?" etc. Pero luego, él no hace tal pregunta. "¡Oh! Esta gente ha pecado un gran pecado". No puede paliarlo.
(2) Le suplica al Señor que no los consuma, sino que se aleje de su ira feroz y los traiga aún a la Tierra Prometida.
(3) Ãl usa argumentos en la oración.
(a) El honor del Nombre de Dios entre las naciones. Josué, David, JeremÃas, hicieron lo mismo.
(b) Aboga por los actos Divinos ya presentados en nombre de la gente, como si dijera: "¿No sabÃas desde el principio cuáles eran?"
(c) Aboga por las promesas divinas; "recuerda Abraham", etc.
(4) ¡Moisés ora por Aarón (versÃculo 20)! Aaron "puede hablar bien", pero actuó mal. Se rompió cuando lo pusieron a cargo. Aunque designado por Dios como ayudante especial para Moisés, demostró ser poco confiable. No aún. Parece que se le ha dicho una palabra de queja, ¡solo una oración ofrecida por él por el mismo hermano que habÃa confiado en él en vano!
(5) TodavÃa hay una caracterÃstica más maravillosa en su oración, a saber. esto: una concepción que para los buscadores de sà mismos habrÃa sido más cautivadora, no tiene para él ningún encanto: "Haré de ti una gran nación". "déjame en paz, para que pueda destruirlos", y comenzaré de nuevo contigo, ¡y te convertiré en la cabeza de una raza menos indigna! ¿No habrÃa disparado su ambición, si hubiera tenido alguna? ¡Pero no! vea el lote que prefirió ( Ãxodo 32:32, Ãxodo 32:33): "¡No! ¡No puedo aceptar ninguna posición, por elevada que sea, si perecen! ¡Oh, perdónalos! Si no, perecemos todos juntos ". Noble capitán él! Si el barco se hunde, se hundirá con él. ¡PreferirÃa no vivir si el barco y los pasajeros están debajo de las olas!
(6) Esta intercesión continuó durante mucho tiempo (versÃculo 25): "¡cuarenta dÃas y cuarenta noches!" ¿Todo esto mientras el grito era cada vez más alto desde su corazón? "¡Perdónalos! ¡Perdona! ¡Perdona!"
¿No tenemos aquÃ, en Moisés, un modelo de oración intercesora? Los hombres que pueden suplicar a Dios son los héroes más grandes de la Iglesia. Podemos imaginar que algunos pueden oponerse y tratar de cambiar el filo de la verdad, de modo que no impresione, al guardar: "¡Ah! ¡Pero mira qué gran ocasión fue esa! Danos una ocasión como esa, y tal vez ¡deberÃamos rezar asÃ! Es una locura traer los actos de un hombre en un perÃodo de excitación tan intensa, y decirnos que debemos rezar asÃ. Nos dicen que no podemos vivir en un punto de ebullición; entonces, ¿por qué aducir? ¿Moisés, en tal ocasión, como muestra de lo que debemos hacer en ocasiones ordinarias? No, no siempre queremos agua hirviendo, pero ¿qué tipo de agua serÃa esa que ninguna cantidad de calor nunca podrÃa hervir? No esperamos y no podemos esperar estar siempre en medio de crisis violentas. ¿Pero quiénes son los hombres en los que se debe confiar cuando llegue la crisis? ¿Dónde estaba Aaron ahora? ¿Qué hay de él? ¡No hay indicios de que alguna vez haya vislumbrado la tremenda crisis que habÃa ayudado a provocar! "¡Salió este ternero!" No podemos imaginar cómo Moisés pudo contenerse ante tales palabras. Pero incluso si Aaron no hubiera demostrado una incapacidad tan absoluta para percibir la seriedad del momento, ¿cómo podrÃa ahora tomar parte activa en reivindicar los derechos perjudicados de Dios ante la gente, o en anhelar la misericordia de Dios? La complicidad con el mal significa parálisis del poder para acelerar el derecho. Si Aarón no hubiera tenido un hermano que le suplicara a Dios, ¡habrÃa sido arrastrado por el asalto de la destrucción! Puede hablar bien en lugar de mantenerse firme. Aquà hay un contraste similar entre Moisés y Aarón, que el de Abraham y Lot. Abraham suplicó por la ciudad condenada. Los objetivos de Lot en la vida habÃan sido demasiado egoÃstas como para ser un defensor. Y tememos que haya algunos que, si su querida tierra sufriera una crisis poderosa, simplemente leyeran los diarios para satisfacer la curiosidad o para darles algo de qué hablar, pero en cuanto a tomar el caso de una nación en su contra. ¡corazones ante Dios, no podÃan hacer nada por el estilo! Si están sucumbiendo a los males del dÃa, no pueden tener fuerza en la oración intercesora, ni pueden ser de ninguna utilidad en las luchas nacionales. El Moisés de Ãxodo 32:1, es el mismo Moisés olvidadizo de Ãxodo 2:1. Si los hombres quieren ser los héroes de su edad, que prueben el poder de la oración intercesora. Tal heroÃsmo es de un tipo que el mundo no puede apreciar, pero está registrado en el libro de recuerdos de Dios; "Y serán mÃos, dice el Señor de los ejércitos, en ese dÃa cuando haga mis joyas".
Deuteronomio 9:22, Deuteronomio 9:23
Taberah (ver HomilÃa en Números 11:1.). Massah (ver HomilÃa en Ãxodo 17:1). Kibroth-hattaavah (ver HomilÃa en Números 11:1). Kadesh-barnea (ver HomilÃa en Deuteronomio 1:19-5).
HOMILIAS POR J. ORR
Deuteronomio 9:4
La justicia propia.
¡Extraña capacidad de la naturaleza humana para el autoengaño! Fue un error extraordinario caer cuando el judÃo comenzó a imaginar que por su propio poder y poder habÃa conquistado Palestina ( Deuteronomio 8:17). Aún más extraordinario fue el engaño de que habÃa sido traÃdo a la tierra a causa de la justicia. Los dos errores surgieron de la misma raÃz. La mente mundana, que rechaza el reconocimiento del otorgamiento de Dios de lo que tiene, tiene su contraparte en la mente justiciera, que atribuye los tratos de Dios con ella a su santidad superior. Auto-exaltación, orgullo, en ambos. En el primer caso, "mi poder", etc. en el otro, "mi justicia".
I. LA NATURALEZA DEL ERROR. Una opinión magnificada de la justicia de uno. La idea de que es nuestra justicia el fundamento meritorio del otorgamiento de la bendición. Los judÃos podrÃan no suponer que eran absolutamente justos, aunque algunos de los fariseos posteriores parecen haber tenido esta longitud ( Lucas 18:11). Pero pensaron que eran tan justos como para haber establecido un reclamo sobre la justicia de Dios por lo que tenÃan. Este es un estado mental en el que los hombres se deslizan medio inconscientemente. A menudo lo decimos "en nuestros corazones", cuando nos darÃa vergüenza reconocerlo con nuestros labios. La autocomplacencia, p. que acepta la prosperidad como la recompensa de una virtud superior; la autosatisfacción que estima tal recompensa debido a ello; la queja de injusticia que se levanta cuando se quitan las bendiciones, traiciona su presencia. En la esfera espiritual, la tendencia se evidencia en la negación de la necesidad de salvación; en el espÃritu de auto justificación que se niega a aceptar la posición de uno condenado y expuesto a la ira; en la reafirmación en formas más sutiles o más gruesas del principio de salvación por obras. En cualquier grado que un hombre piense que tiene derecho a ser aceptado con Dios y a las bendiciones espirituales, ya sea por la obediencia a las reglas prescritas o por las caracterÃsticas internas (fe, santidad, etc.), se está permitiendo caer. en este error
II LA FUENTE DEL ERROR Los israelitas podrÃan caer en ella:
1. Al enfatizar sus actos de obediencia y olvidar sus rebeliones. Esto, como muestra Moisés, es prácticamente lo que hicieron. No es una falla poco común. Olvidamos nuestros pecados y, pensando solo en las obediencias, nos deslizamos por etapas fáciles hacia una visión de nosotros mismos satisfechos y satisfechos.
2. Al compararse con la generación anterior. No habÃan sido, como sus padres, absolutamente desobedientes y recalcitrantes. SubÃan para poseer la tierra. Esta comparación de nosotros mismos con los demás no es sabia. Si un poco por delante de nuestros vecinos, es extremadamente apto para inflar nuestra conciencia de integridad ( 2 Corintios 10:12).
3. Argumentando desde el cumplimiento de la promesa. Dios habÃa prometido victoria y posesión con la condición de obediencia. Habiendo recibido las bendiciones, podrÃan argumentar que, a juicio de Dios, deben haber sido obedientes. Nosotros, de la misma manera, podemos argumentar por la bondad de Dios con nosotros que debemos haber sido peculiarmente agradables con él. De ahà que merezcamos lo que hemos recibido. La primavera de todos es el egoÃsmo natural del corazón. Es su propio centro. Desea exaltarse y glorificarse a sà mismo. No tiene idea de glorificarse solo en Dios. Se exalta a sà mismo, no exalta a Dios ( 1 Corintios 1:29; Gálatas 6:14; Filipenses 3:7).
III. LA REFUTACIÃN DEL ERROR. Incluso la justicia perfecta no justificarÃa la justicia propia. La misma indulgencia del espÃritu que se glorÃa a sà mismo refuta la contención de la justicia. ¡Quienquiera que sea el hombre justo, no es él quien se jacta de justicia!
"Porque el mérito vive de hombre a hombre, y no de hombre, oh Señor, a ti".
Pero:
1. No somos justos. La única justicia justificadora es perfecta y ningún hombre puede alegar. El terreno legal se destruye cuando admitimos el fracaso incluso en un punto ( Santiago 2:10).
2. Somos, en muchos sentidos, desobedientes y rebeldes. Actos pasados ââtestifican contra nosotros. Nuestra vida diaria testifica contra nosotros. Sabe poco de sà mismo que no lee, en sus inclinaciones al deber, en sus actuaciones renuentes, en sus rebeliones ante las dificultades, en su impaciencia secreta, en su frecuente inclinación a las cosas prohibidas, los signos de una disposición rebelde y rebelde.
La verdadera base sobre la cual se otorga la bendición está envuelta en ese viejo juramento jurado a los padres ( Deuteronomio 9:5), en la simiente de Cristo, en quien solo nosotros tenemos aceptación. â J.O.
Deuteronomio 9:8-5
El pecado en Horeb.
Moisés se detiene en este pecado, tanto como memorable en sà mismo, y como ilustrando la proposición de que la gente habÃa perdido una y otra vez su pacto por sus actos de desobediencia.
I. LA ENORMIDAD DE ESTE PECADO.
1. Fue un pecado cometido inmediatamente después de un pacto solemne con Dios ( Deuteronomio 9:9). Las transacciones registradas en Ãxodo 24:3-2 aún no tenÃan cuarenta dÃas. La gente habÃa escuchado literalmente a Dios que les hablaba. HabÃan reconocido la solemnidad de la situación al suplicar a Moisés que actuara como mediador. HabÃan formalmente, y bajo terribles impresiones de la majestad de Dios, se comprometieron a una obediencia de por vida. Sin embargo, dentro de ese breve espacio de tiempo, rompieron todas las restricciones y violaron la estipulación principal de su acuerdo, al establecer y adorar al becerro de oro. Una transgresión que muestre mayor ligereza, temeridad, muerte al sentimiento espiritual y perversidad de disposición, serÃa difÃcil de concebir. Quizás el caso no sea solitario. ¿Nadie puede recordar casos de votos solemnes, de compromisos sagrados, de impresiones profundas, casi tan pronto olvidadas, casi tan imprudentemente seguidas por actos de transgresión flagrante?
2. Fue un pecado cometido mientras Moisés estaba en el monte, haciendo transacciones por ellos ( Ãxodo 24:9-2). Moisés, por una razón obvia, ensaya las circunstancias de su estancia en el monte y de su entrevista con Dios. HabÃa ido a recibir las tablas de la Ley. Recuerda, en contraste con la ligereza de las multitudes de abajo, su comunión embelesada de cuarenta dÃas y noches. El pecado necesita un trasfondo para sacarlo a relucir en toda su magnitud. Ese fondo está amueblado con estos detalles. La gente señala las mesas como la regla de la obediencia que se comprometieron a rendir. Se les recuerda que su pecado fue perpetrado en un momento en que Dios todavÃa estaba haciendo transacciones con ellos, y cuando sus mentes deberÃan haber estado llenas de pensamientos muy diferentes. ¿Reflexionamos sobre el agravamiento dado a nuestros propios pecados por la presencia de nuestro Mediador en el monte celestial, y por la incesante y santa obra que está llevando a cabo en nuestro nombre?
3. Fue un pecado de audacia enormidad en sà mismo. La fabricación del becerro de oro, después de lo sucedido, solo puede caracterizarse como un acto de impiedad impactante. La adoración estuvo indudablemente acompañada de juergas profanas y obscenas. Esto bajo los ojos de su Dios y Rey.
II LAS CONSECUENCIAS DEL PECADO
1. Involucraba la pérdida del privilegio del pacto, lo que significaba la ruptura de las tablas de la Ley ( Ãxodo 24:17). Esta fue la primera luz en la que los israelitas tuvieron que verla. Refutó su idea de que obtuvieron la tierra en virtud de su justicia. Es cierto que el pecado habÃa sido cometido por la generación anterior, pero el pacto de ser nacional, y imponer obligaciones a todos, los involucró a ellos, asà como a sus padres, en las consecuencias de la desobediencia. Si se detuvieron en una relación de pacto, fue por la misericordia de Dios que los habÃa restaurado. Durante un tiempo, ese pacto se rompió realmente. Tampoco, si ese argumento era necesario, habÃan fallado en sus propias personas para renovar el acto de apostasÃa (versÃculo 22). Todo creyente siente que su posición ante Dios es igualmente pura gracia. Si se le imputan pecados a su condena, no pudo soportar una sola hora.
2. Provocó a Dios con gran desagrado (versÃculos 19, 20). Como lo hace todo pecado atrevido y presuntuoso.
3. Pero por la intercesión de Moisés, los habrÃa involucrado en la destrucción ( Ãxodo 24:14, 19, 20). Esto no fue un mero drama entre Dios y Moisés, sino una ira muy real, evitada por la intercesión real y sincera de un hombre piadoso. Si Moisés no hubiera intercedido, la gente habrÃa sido destruida. No es que debamos concebir a Dios como influido por las pasiones humanas, o como si requiriéramos ser tranquilizados por la súplica humana. Pero el pecado despierta su disgusto. Arde en su naturaleza una ira sagrada contra ella, que, cuando decreta consumir a sus adversarios, no debe dejarse de lado salvo en el terreno que tenemos aquÃ. Es la existencia de la ira en Dios lo que da realidad a la propiciación y el significado a su misericordia. Aprender:
(1) Qué malvado es el pecado a los ojos de Dios.
(2) Cuán temerosos en sus resultados para el transgresor.
(3) Cuán poderosa es la intercesión para obtener el perdón. â J.O.
Deuteronomio 9:24-5
La intercesión de Moisés.
I. EN EL ESPÃRITU DE ELLO:
1. ¡Qué desinteresado ( Deuteronomio 9:14)! Ãl deja de lado, sin siquiera darse cuenta, la oferta más gloriosa jamás hecha al hombre mortal: "Haré de ti una nación", etc.
2. ¡Cuán intensamente serio ( Deuteronomio 9:18)! Moisés temÃa mucho. TenÃa una sensación abrumadora de la realidad de la ira que buscaba evitar. Pero su corazón estaba agonizando por salvar a su nación, y parecÃa apretar los pies de Dios en el espÃritu de alguien que no podÃa, no podÃa irse, hasta que obtuvo lo que buscaba. Una lección de oración.
3. ¡Cuán perseverantemente prolongado ( Deuteronomio 9:25)! Rezó por su silencio y por su discurso. Toda la escena es una ilustración sorprendente de la intercesión del Salvador.
II EN MATERIA DE ELLO. No es mucho, como señala M. Henry, lo que puede decir por ellos. Sin embargo, apela a tres principios en el carácter Divino que realmente gobiernan la acción Divina.
1. Al respeto de Dios por su propia obra ( Deuteronomio 9:26). El final del trabajo que habÃa comenzado ( Filipenses 1:6).
2. Al respeto de Dios por sus propios siervos ( Deuteronomio 9:27). El amor que tiene con los padres (Deu 4: 1-49: 81; Deuteronomio 10:15).
3. Al respeto de Dios por su propio honor ( Deuteronomio 9:28). No puede soportar pensar que la acción de Dios se interprete mal, que el honor de Dios se vea comprometido. Puntos en el corazón de Dios sobre los cuales toda intercesión puede aferrarse.J.O.
HOMILIAS DE D. DAVIES
Deuteronomio 9:1
Contra el engreimiento engreÃdo.
La expectativa de éxito de Sanguine en la guerra es una fuerza potencial de valor inconmensurable. Si la expectativa es infundada, es peor que nada. No será un sustituto de otro equipo, pero sirve como un borde final sobre la cuchilla bien templada. Al igual que la figura "nada", que aumenta el signo de valor solo cuando se agrega a otras figuras, por lo que la anticipación optimista del triunfo solo es contundente cuando se basa en cualidades sólidas.
I. OBSERVE EL CONCURSO FORMIDABLE. Dios nunca ha animado a sus siervos a subestimar las dificultades. Jesucristo no colorea las ventajas de su servicio.
1. Los amorreos eran superiores en estatura. Esto podrÃa, en sà mismo, convertirse en un instrumento de fuerza; PodrÃa ser una fuente de debilidad. Cuanto más grande es la maquinaria, mayor poder motriz se exige.
2. Los amorreos sobresalieron en coraje marcial. "Eran más poderosos". La tierra se habÃa dividido en pequeños reinos, y es evidente que las guerras mortales entre las tribus eran frecuentes. Tal práctica habÃa desarrollado habilidad bélica.
3. Lucharon detrás de murallas bien construidas. Sus ciudades eran fortalezas, mientras que los hebreos, no calificados en la guerra, tuvieron que luchar en campo abierto. Los defensores de los hogares con bastiones tienen una gran ventaja sobre los asaltantes extranjeros.
4. Los amorreos poseÃan una amplia reputación. Esto servirÃa para preparar al máximo el coraje de los habitantes, mientras que servirÃa para consternar al ejército sitiador. Toda ventaja visible y material estaba del lado de los cananeos.
II APRENDA EL SECRETO DEL TRIUNFO DE ISRAEL.
1. La alianza de Dios supera a toda oposición marcial. El poder invisible siempre es mayor que el visto. Las flechas de Dios encuentran su camino a través del arnés mejor articulado. El simple aliento de la omnipotencia marchita toda oposición. Cualquier cosa que omitamos para llevar al campo de batalla, no omitamos llevar a Dios.
2. Las fuerzas ocultas a menudo conducen la camioneta. De antemano, incluso de su vanguardia, los pioneros invisibles minarÃan la fuerza del enemigo. Como el fuego devora el rastrojo, la fuerza de los cananeos se volverÃa podrida. Avispones, pestilencia, relámpagos, granizo: mil agencias que Dios emplea como el ejército real antes del huésped humano.
3. La obra de Dios y el hombre se entrelazan recÃprocamente: Dios nunca hará nuestra parte; nunca podemos hacer la parte de Dios. En todas partes hay margen para la agencia humana, pero nunca debe invadir la provincia Divina. Debemos trabajar porque Dios trabaja con nosotros, en nosotros. Dios prometió que "derribarÃa al enemigo"; Israel debÃa "expulsarlos".
III. MARQUE LOS MOTIVOS DEL PREMIO DE DIOS. Luchó del lado de Israel y contra los cananeos, por razones especÃficas. Algunos de estos se mencionan para la instrucción de los hombres. Fuertes incentivos indujeron a los hebreos a considerarse a sà mismos como los favoritos del cielo, debido a su bondad superior. Esto era fruto corrupto de un árbol malvado. Estas fueron falsas adulaciones, forjadas por Satanás. Contra estas fortalezas de justicia propia, Moisés fue dirigido a arrojar el ariete de la reprensión.
1. La justicia humana no es meritoria. No es meritorio, porque es deficiente. Toda verdadera justicia tiene algún mérito; pero si la injusticia en la vida de un hombre excede la justicia, entonces la culpa debe exceder la aprobación. Los cananeos fueron desalojados debido a la podredumbre moral, fruto de la idolatrÃa grosera. La lealtad a Dios solo podrÃa dar derecho a los hebreos a reemplazarlos. En esto habÃan estado deseando de manera significativa.
2. Las posesiones materiales a menudo tienen un origen vicario. Se dan a uno por el bien de otro. La fe de Abraham habÃa dado una larga sucesión de frutos. Hay un principio de solidaridad moral en la raza humana. No somos unidades distintas, sino partes componentes, miembros unos de otros.
3. Vemos la inviolabilidad de la promesa de Dios. Para nuestros ojos ciegos, esa promesa a menudo parece fallar; Sin embargo, el fracaso es absolutamente imposible. Su tiempo y el tiempo del hombre no siempre se corresponden. Las palabras de Dios deben tomarse como expresivas de las concepciones de Dios. Sus palabras son lo suficientemente expansivas como para contener una infinidad de significado.
Deuteronomio 9:7-5
La memoria humana es un depósito de culpa.
La memoria del hombre es un libro de Dios; y, aunque las entradas pueden estar temporalmente oscurecidas, la luz de la eternidad las hará todas legibles. La tendencia actual del pecado es debilitar la memoria; su efecto, para borrar el recuerdo. Nuestra más profunda gratitud se debe al hombre que nos recuerda nuestras caÃdas.
I. RECUERDA EL PECADO A LA LUZ DE SU OBJETO, VIZ. DE DIOS. La descortesÃa hacia un rey es una ofensa más grave que la descortesÃa hacia un igual. El sacrilegio es peor que el robo común.
1. Esto fue pecado contra un Dios conocido. La evidencia de su existencia les habÃa quedado tan clara como el mediodÃa. Los principales atributos de su personaje se habÃan revelado claramente, especialmente el poder, la justicia y la bondad. No podÃan usar una máscara de ignorancia fingida.
2. HabÃa sido para ellos un Dios muy generoso. Para su liberación, se habÃa mostrado la potencia de la señal. El curso de la naturaleza aparentemente habÃa sido interrumpido. Para liberarlos, los ejércitos habÃan sido destruidos, y la majestuosa mano de Dios habÃa provisto su comida diaria.
3. HabÃa sido un Dios que sufrÃa mucho. HabÃan sido como niños petulantes y descontentos; y él habÃa sido para ellos un Padre lamentable e indulgente. En medio del suministro necesario, habÃan sido bastamente ingratos. Lo habÃan herido en las partes más tiernas de su naturaleza, insultaron a su majestad, rechazaron sus leyes y lo cubrieron con desprecio. Sin embargo, los habÃa salvado. Se habÃa impuesto fuertes restricciones, para que la ira justa no se desatara. Las caracterÃsticas más nobles del amor humano no son más que reflejos débiles de su paciente compasión; y contra tal Dios su pecado fue arrojado.
4. HabÃa sido un Dios en alianza con ellos, su Dios.
II RECUERDA EL PECADO A LA LUZ DE LA JUSTICIA. Percibimos las cosas mejor cuando se coloca en contraste absoluto.
1. Hubo el pecado de la falta de atención. Dios se habÃa dignado hablar, pero ellos "no escucharon". El oÃdo habÃa sido diseñado para este fin especial para que pudieran escuchar la voz de Dios; habÃan abusado y herido a la delicada facultad. Los que no oirán, no oirán.
2. Hubo el pecado de la ingratitud. No podemos concebir un pecado más bajo que este. Es un doble crimen: una violación del corazón y la conciencia.
3. Hubo el pecado de la incredulidad. El Dios de la verdad lo habÃa prometido, pero habÃan tratado su palabra como una mentira. HabÃan disfrutado de una demostración ocular de su fidelidad, pero confiaban en sus propios miedos y fantasÃas en lugar de en su Dios.
4. Hubo el pecado de una rebelión abierta. Profesaron considerar a Dios como su LÃder y Rey; sin embargo, tan pronto como el servicio era molesto para la carne y la sangre, se resintieron con su autoridad. Una y otra vez eligieron lÃderes humanos en oposición al Rey Supremo.
5. Hubo el pecado de la voluntad propia. Su pecado caracterÃstico era el "cuello rÃgido". "Nuestras voluntades son nuestras", dijeron en esencia; "¿Quién es el Señor sobre nosotros?"
III. RECUERDA EL PECADO A LA LUZ DEL PRIVILEGIO ESPECIAL.
1. El suyo fue pecado contra la luz. Mientras que otros solo tenÃan la luz que llega a través de la naturaleza, habÃan poseÃdo la luz de una revelación especial. No habÃan apreciado la luz. En varias medidas habÃan preferido la oscuridad.
2. Era pecado contra la luz interior de la conciencia: pecado contra las convicciones personales del deber. HabÃan jugado con la voz real de la conciencia, y la sobornaron para que se callara. HabÃan alentado el apetito y la pasión por hablar, y sus voces clamorosas habÃan prevalecido.
3. El suyo era pecado contra la advertencia fiel. Las penas de contumacy se habÃan establecido prominentemente ante ellos. Los indicios de la naturaleza y los oscuros presagios de conciencia se habÃan complementado con los claros anuncios de advertencia Divina. Por el fruto fascinante del placer presente, corrÃan el riesgo de ser expulsados ââdel jardÃn, la pérdida de la gran herencia.
4. Fue pecado contra los compromisos del pacto. HabÃan hecho un tratado abierto con Dios para servirlo. Cuando la Voz del cielo habló en el SinaÃ, temblaron y dijeron: "Todo lo que el Señor nuestro Dios nos hable haremos". Cada paso en su liberación se habÃa dado en el entendimiento de que serÃan sirvientes leales del Rey celestial. AsÃ, cada elemento de maldad se mezcló en su conducta. ¿Y no está en el nuestro también?
5. Era pecado en la misma presencia de Dios: pecado en el SinaÃ.
IV. RECUERDA EL PECADO A LA LUZ DE LA EXPERIENCIA.
1. HabÃan visto los efectos nefastos de la desobediencia en otros. Sus ojos habÃan visto lo que Dios hizo a los egipcios por su impÃa arrogancia. HabÃan visto morir a sus propios camaradas por sus petulantes murmullos. HabÃan visto una gran cantidad de personas asesinadas por idolatrÃa. Serpientes venenosas habÃan matado a una mirÃada. La tierra se abrió y se tragó a los hijos de Coré. Sus propios recuerdos contenÃan abundantes registros de que el fruto de la transgresión era la muerte. Sin embargo, todavÃa pecaron.
2. HabÃan visto las recompensas de la obediencia entre ellos. Mientras siguieron los preceptos de Jehová, prosperaron. HabÃan rociado sus puertas con la sangre pascual, y el ángel de la destrucción habÃa salvado a su primogénito. HabÃan cruzado el Mar Rojo por un camino peligroso, y habÃan obtenido un poderoso triunfo. HabÃan seguido a Moisés al desierto y habÃan sido alimentados diariamente por una mano milagrosa. Era obvio que la obediencia aseguraba la bendición. HabÃan visto a Moisés exaltado al poder real en virtud de su fe inquebrantable en Dios.
3. HabÃan sentido el flagelo de la ira Divina por sus propias locuras. Durante ocho y treinta años habÃan residido en el desierto más allá de lo que era necesario, porque no creÃan en la promesa de Dios. Mil enfermedades las habÃan afectado, cada una de las cuales era un castigo por el pecado. Sin embargo, se entretuvieron y coquetearon con la maldita cosa, como si fuera un juguete agradable. ¿Y somos mejores que ellos? Si no se perdona, la memoria está preparando un flagelo de escorpiones para castigarnos. "¡Hijo, recuerda!" - D.
Deuteronomio 9:18-5
El lugar de la mediación humana.
Los mejores hombres siempre han deseado interceder por los malos. La verdadera santidad es benevolente.
I. LA MEDIACIÃN SE TRATA DE LOS INTERESES DE AMBAS PARTES. Moisés tenÃa en el corazón el honor de Dios: el mantenimiento de su gobierno justo, mientras que él también se identificaba con el bienestar de los hebreos. Si, por parte del mediador, se inclina hacia los intereses de una de las partes y no de la otra, su oficina fracasará. Una de las partes o ambas lo rechazarán. Su misión se basa en el hecho de que hay una ventaja común para ambos que se obtiene por reconciliación. Hay un punto donde los intereses de Dios y el toque y la mezcla del hombre. El negocio es encontrar ese punto y persuadir a ambas partes para que se reúnan.
II La mediación es un fruto de la divina misericordia. La disposición en el corazón de Moisés para interceder era una disposición implantada por Dios, y toda la energÃa con la que él persiguió esta misión era energÃa sostenida desde el cielo. Además, la voluntad, por parte de Dios, de permitir cualquier demanda en nombre de los rebeldes, fue un acto de pura misericordia. No es menos absurdo que profano hablar del hombre, el mediador, que muestra más benevolencia que Dios. Todo el arreglo es de la más pura amabilidad, y Moisés fue ricamente bendecido en su generosa empresa.
III. LA MEDIACIÃN REQUIERE EL AUTOSACRIFICIO MÃS COMPLETO. Durante cuarenta dÃas y cuarenta noches, Moisés se postró ante el Señor. Las necesidades personales, los intereses personales, el honor personal, todos fueron olvidados. Aquà estaba la devoción más completa de sà mismo a esta causa. Hay un profundo misterio en este número de cuarenta. No es un ciclo natural. Al igual que el número siete, es sagrado para la religión. Durante cuarenta dÃas y noches Moisés esperó ante Dios, experimentando receptividad espiritual para la revelación de su voluntad. Durante cuarenta años los hebreos habitaron en el desierto. Durante cuarenta dÃas, ElÃas se quedó en Horeb. Durante cuarenta dÃas Jesús soportó las tentaciones del desierto. Durante cuarenta dÃas permaneció con hombres después de su resurrección. Todo lo que la naturaleza humana podÃa soportar, Moisés soportó el perdón de Israel. Si el perdón se compra demasiado barato, no se valora. Solo a la luz espeluznante de la maldición del pecado vemos la gloria del perdón.
IV. LA MEDIACIÃN RECONOCE EL PECADO AL COMPLETO. No hay atenuación del hecho, no se reducen sus dimensiones, no se oculta ninguna parte de su bajeza, no se intenta poner otros colores que no sean los suyos. Es porque el pecado es tan maligno y tan ruinoso que es tan deseable rescatar al pecador de su horrible hechizo. Es porque es tan deshonroso para Dios que vale la pena, a cualquier precio, eliminarlo de su universo. La ira de Jehová no es un mero sentimiento pasajero o caprichoso. Es un sentimiento que surge del principio más justo. Tal ira contra el pecado es esencial para la Deidad. No debemos temer la introducción de concepciones antropomórficas. Mientras más tiempo permanecÃa Moisés postrado ante Dios, más claro se veÃa el pecado de Israel a la luz de la pureza divina.
V. LA MEDIACIÃN INCLUYE LA REPARACIÃN MÃS GRANDE. La misión de Moisés como mediador tenÃa una parte tanto humana como divina. Todo el trabajo no se hizo de rodillas. Con ambas manos frenó y quemó la imagen grabada, deshonró a la deidad que habÃan creado y la redujo a polvo en polvo. Esto expondrÃa la impotencia del Ãdolo, la vanidad del sistema de Ãdolos y la locura de presentarse ante una imagen tan fundida de los honores divinos. Tampoco fue todo esto. El polvo fino que quedó después de la quema fue arrojado al arroyo, de modo que se vieron obligados a beberlo en la exigencia de su sed. San Pablo nos dice que la roca de la que fluÃa esta corriente simbolizaba a Cristo; Por lo tanto, vemos, en una figura, cómo la corriente viviente de él, el Fount, lleva nuestro pecado al olvido. El arrepentimiento de nuestra parte no es completo ni sincero, a menos que hagamos cualquier reparación que esté a nuestro alcance,
VI. LA MEDIACIÃN ABRAZA LA INTERCESIÃN VERBAL. El resultado final de la mediación es la oración. "¡Padre, perdónalos!" dijo el Salvador moribundo. "Siempre vive para interceder".
1. Moisés aboga por la propiedad de Dios en este pueblo recreante. "Son tu herencia". "La porción del Señor es su pueblo". De ellos obtendrá más satisfacción que de los planetas, las estrellas y los soles.
2. La autoconsistencia de Dios es un argumento en la oración, ya los habÃa redimido de la esclavitud egipcia. Hasta el momento se habÃa esforzado mucho con ellos y habÃa gastado un gran poder en su nombre. Y no habÃa hecho esto en ignorancia. El mal latente en sus corazones lo habÃa percibido. El futuro de sus vidas lo habÃa previsto. Por lo tanto, serÃa consistente con sus favores pasados ââdispensar misericordia fresca.
3. El pacto y las promesas de Dios son argumentos apropiados en la oración. Le encanta que le recuerden sus compromisos, porque este recuerdo profundiza nuestro sentido de su fidelidad. Se habÃa comprometido a llevar a este pueblo a la tierra prometida, no por su bien, por obedientes que fueran, sino por el bien de sus padres. De ahà que su rebeldÃa no viciara el compromiso original; y aunque los individuos podrÃan ser destruidos, sÃ, esa generación entera, la posteridad de Abraham eventualmente debe entrar en la tierra.
4. La reputación y el crédito de Dios también forman argumentos básicos en la oración por los demás. Debe tenerse en cuenta el efecto natural producido en las mentes de los hombres por los tratos de Dios. Nuestro Dios no es indiferente al homenaje y alabanza de los hombres. Para él es un gran placer recibir el incienso del amor sincero. Su reputación en su universo es algo muy valioso, y nos convierte en nosotros en todas las ocasiones para protegerlo bien. Ãl nos ha formado en un pueblo para este mismo propósito, "para que demostremos su alabanza".
VII. La mediación humana, si es sincera y perseverante, tiene éxito. "El Señor también me escuchó en ese momento". ¡Aquà hay un gran estÃmulo para nuestra intercesión ahora! Abraham no dejó de obtener éxitos para Sodoma hasta que dejó de rezar; y si hubiera continuado, posiblemente la ciudad podrÃa haberse salvado. ¿Qué intercesión genuina y honesta ha fallado alguna vez? "La oración ferviente de un hombre justo vale mucho". Cada instancia de intercesión exitosa registrada en la historia es un cordial para revivir nuestra fe caÃda. ¿Acaso Dios no está esperando escuchar la intercesión humana para poder hacer grandes cosas por su Iglesia? "No le des descanso, hasta que alabe a Jerusalén en la tierra". - D.
HOMILIAS POR R.M. EDGAR
Deuteronomio 9:1
La polÃtica de reprobación.
Moisés aquà indica muy claramente lo que está en el fundamento de la invasión. Debe llevarse a cabo con éxito como un juicio sobre el pecado cananeo. No es mérito en los vencedores, sino el demérito de los vencidos, lo que determina los tratos divinos. En una palabra, es una polÃtica de reprobación. Y aquà observemos:
I. QUE LA REPROBACIÃN ES EL OPUESTO DE APROBACIÃN. Existe una gran confusión de pensamiento sobre este tema al perder de vista esto. La conducta de los cananeos habÃa ido de mal en peor, y era imposible que Dios la aprobara. No tenÃa otra alternativa que detestarlos por sus iniquidades y organizar su destino en consecuencia. La reprobación en última instancia, en el caso de los que finalmente son impenitentes, es una necesidad con Dios; no puede sino odiar a los culpables de tal conducta.
II UNA VICTORIA ES EN TODO EVENTO UN JUICIO SOBRE LOS VENCADOS. De hecho, se ha dicho que lo peor de una derrota es una victoria, por lo que se indica que ambas partes sufren, pero los vencidos más que los vencedores. En la invasión de Palestina, los cananeos fueron vencidos por su desobediencia. Fue un juicio para ellos, el juicio de Dios, y merecido por completo.
III. NO LE IMPORTA A DIOS, Y NO DEBE A SUS SIRVIENTES, LO GRANDES QUE PUEDAN SER SUS ENEMIGOS. Los cananeos eran hombres de tamaño gigantesco, con grandes ciudades, cercados hasta el cielo. Externamente eran mucho más que un partido para Israel. Y esto sin duda fue probar la fe de Israel y ver si vivirÃan de la vista en este asunto, o si confiarÃan en su Rey Todopoderoso. Es para que el pueblo del Señor recuerde que "mayor es el que es para ellos que todos los que están en contra de ellos", y que con Dios están seguros de la victoria final.
IV. El éxito está destinado a probar a las personas del camión. A Israel se le dice expresamente que son un pueblo rÃgido. La conquista no debe ser por ningún mérito suyo. Pero pondrá a prueba su lealtad a Dios. Se ha observado que la conquista ha ejercido generalmente una influencia retributiva sobre los conquistadores. Corresponde a Israel determinar si su rigidez continuará o sucumbirá. Si interpretaran su triunfo correctamente, como el don de la gracia gratuita, se establecerÃan después de ello a una obediencia agradecida.
V. LA INVASIÃN ES UN TIPO DE GRACIA DIVINA TODAVÃA MANIFESTADA. Los pecadores son como los israelitas, sin nada de mérito que los recomiende. Pero Dios viene en su evangelio y les ofrece una victoria completa sobre el pecado, Satanás y el mundo, como un regalo gratuito.
Estos enemigos parecen gigantes como los cananeos. No pudimos vencerlos con nuestras propias fuerzas; pero mayor es el que es para nosotros que todos los que están en contra de nosotros. Nos encontramos saliendo más que vencedores a través de él que nos amaba. Y cada victoria espiritual está destinada a probarnos y fortalecernos. DeberÃa aumentar nuestra gratitud y garantizar una mayor obediencia. Además, es bueno recordar que los triunfos ahora se otorgan como obsequios, no como recompensas por méritos. Después de haber hecho lo mejor que pudimos como discÃpulos, deberÃamos estar listos para reconocer que solo somos sirvientes no rentables, solo hemos hecho lo que era nuestro deber hacer.
Dios puede darnos la victoria sobre nuestros mayores enemigos, pero lo hará de tal manera que se asegure la sincera gratitud y el homenaje de su pueblo creyente. El es un fiel Prometedor; Habiendo hecho la promesa a Abrabam, Isaac y Jacob, no abandonará su simiente, sino que dará la victoria en su propio tiempo y forma a todos los que confÃan en él.
Deuteronomio 9:7-5
Recuerdos humillantes.
Siguiendo la idea de su capricho, Moisés procede a recordar casos de ello. El recuerdo del pecado es saludable, si induce humillación; pero perjudicial, si induce una repetición del pecado. Cuando se nos asegura su perdón, debemos olvidarlo, en la medida en que el recuerdo provocarÃa repetición. Moisés aquà recuerda el pecado, para que pueda ser saludable en el recuerdo.
I. SU REBELIÃN HABÃA SIDO CONTINUA. ( Deuteronomio 9:7, Deuteronomio 9:24.) Parece que la peregrinación del pueblo ha sido una larga rebelión: Dios manifestando su misericordia, el hombre manifestando su ingratitud. ¿Y no se puede decir esto de todo el pueblo del Señor? Han sido rebeldes en medio de la misericordia múltiple.
II EL PECADO EN HOREB FUE UNA PROMOCIÃN ESPECIAL. ( Deuteronomio 9:8-5.) Tan grave habÃa sido que Dios los amenazó con la destrucción. Tuvo lugar mientras los medios de comunicación estaban, a través del ayuno y la oración, recibiendo la Ley. Las circunstancias lo agravaron aún más. Y es bueno recordar nuestras provocaciones especiales de Dios, si nos fortalecemos contra la repetición de ellas.
III. EL PELIGRO INCURRIDO POR ISRAEL FUE MUY GRANDE. ( Deuteronomio 9:13, Deuteronomio 9:14.) Dios propuso consumirlos en un momento, y hacer de Moisés una nación más grande y poderosa que ellos. Fue a la vez un testimonio de la enormidad de su pecado y una prueba de la magnanimidad de Moisés. En lugar de aceptar la gran oportunidad, se propuso interceder por el perdón de su pecado.
IV. IMPLICà EL DESCANSO DE LAS RELACIONES CON EL PACTO. ( Deuteronomio 9:15-5.) Las dos mesas de piedra eran la señal del pacto existente entre Dios y ellos. Moisés acababa de negociar el acuerdo. Pero ahora una de las partes habÃa resultado infiel, por lo que las habÃa roto ante sus ojos. Su idolatrÃa habÃa roto los mandamientos, por lo que las relaciones entre Dios y ellos estaban llegando a su fin.
V. LA INTERCESIÃN FUE PROLONGADA Y EXITOSA. ( Deuteronomio 9:18-5, Deuteronomio 9:25-5.) La intercesión de Moisés fue aún más severa que la mediación previa. El segundo perÃodo de cuarenta dÃas y noches fue una prueba muy severa por la cual pasar. Muestra que la intercesión es el deber más laborioso, si se cumple adecuadamente. Además, muestra que la intercesión de Cristo, de la cual era tÃpica la de Moisés, es un servicio muy serio y severo. Se le ha llamado muy apropiadamente la prolongación de la expiación; asà como la expiación es una intercesión más magnÃfica. Los dos son complementarios. La agonÃa de Moisés en el monte debe haber sido muy severa y dura: la muerte en condiciones normales no es nada para ella.
VI. OTRAS REBELIONES DE UN CARÃCTER MENOR TAMBIÃN DEBEN TENERSE EN CUENTA. ( Deuteronomio 9:22, Deuteronomio 9:23.) Taberah, Massah, Kibroth-hattaavah y Kadesh fueron escenas de rebelión contra el Señor. La historia fue triste, pero recordarla los humillarÃa y los capacitarÃa para esa completa confianza en el Señor sobre la cual debe descansar su triunfo.
"HumÃllense bajo la poderosa mano de Dios, y él los exaltará a su debido tiempo". "El que se humilla será enaltecido". Esta es la ley tanto para las naciones como para los individuos. La salvación y la victoria son a través de caminos de humillación, que hacen que la bendición sea más dulce cuando llega. De este modo, el pecado se santifica en el recuerdo cuando conduce a la humillación y la victoria más allá de él.