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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
El Ilustrador BÃblico El Ilustrador BÃblico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Información bibliográfica
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "Zechariah 14". El Ilustrador BÃblico. https://studylight.org/commentaries/spa/tbi/zechariah-14.html. 1905-1909. Nueva York.
Exell, Joseph S. "Comentario sobre "Zechariah 14". El Ilustrador BÃblico. https://studylight.org/
Whole Bible (28)Individual Books (1)
VersÃculos 1-3
Y tu botÃn será dividido
Un boceto sobre los hombres malos
Tres hechos concernientes a tales.
I. Son capaces de perpetrar las mayores atrocidades sobre sus semejantes. En el relato que dio Josefo de la destrucción de Jerusalén por los romanos tenemos un registro de enormidades que podrÃamos quedarnos horrorizados. Los detalles, dice el Dr. Wardlaw, aquà señalados son los que habitualmente, podrÃa decirse, acompañan invariablemente al asedio, la captura y el saqueo de ciudades; especialmente cuando, como en este caso, el ejército asaltante se ha visto exasperado por una defensa larga, hostigadora y dilatoria.
La entrada de la soldadesca despiadada, el asalto a las casas, la violación de las mujeres, la masacre indiscriminada y el reparto del botÃn, es justamente lo que todos esperan, y lo que no requiere comentario. Y tales escenas nunca fueron más aterradoras que en la destrucción de Jerusalén cuando Dios en Su providencia en retribución judicial reunió a todas las naciones contra la ciudad devota para la batalla.
âTodas las nacionesâ, una descripción correcta del ejército de Tito, el imperio de Roma que abarca una gran proporción del mundo conocido en ese momento, y este ejército que consta de soldados de todas las diferentes naciones que lo componÃan. Y, mientras que tal iba a ser la destrucción traÃda sobre "la ciudad", la desolación se iba a extender, y eso de diferentes maneras, a intervalos cortos, a través de "la tierra". El hecho de que los hombres sean capaces de perpetrar sobre sus semejantes semejantes atrocidades demuestra ...
1. La apostasÃa del hombre de las leyes de su naturaleza espiritual.
2. La gran obra que el Evangelio tiene que hacer en nuestro mundo.
II. Que sean cuales sean las atrocidades que perpetran, son cada vez más instrumentos en manos del gran Gobernante del mundo. El perÃodo en el que se llevaron a cabo estas abominaciones está en el texto llamado el "dÃa del Señor", y se lo representa llamando a los ejércitos romanos a la obra. âReuniré a todas las naciones contra Jerusalén para la batalla; y la ciudad será tomada, las casas saqueadas y las mujeres violadas â. Dios, en su procedimiento retributivo, castiga a los malos por los malos. En este caso&mdash
1. No se comete ninguna injusticia. Los hombres de Jerusalén merecÃan su destino. Ellos "llenaron la medida de su iniquidad".
2. No hay infracción de agencia libre. Los hombres buenos pueden rebelarse por infligir tales enormidades a sus semejantes, pero es de acuerdo con el deseo de los hombres malos. Este es el método retributivo de Dios, para castigar a los malos por los malos.
III. Aunque sean instrumentos en sus manos, Dios los castigará por todos sus actos de enormidad. Pero, ¿dónde está la justicia de castigar a los hombres a quienes Ãl emplea para ejecutar Su propia voluntad? Dos hechos responderán a esta pregunta.
1. Lo que hicieron fue esencialmente malo.
2. Lo que hicieron fue de acuerdo con su propia voluntad.
Ãl nunca los inspiró ni los constriñó. Ãl solo los usó. ( Homilista. )
VersÃculos 4-5
Y sus pies estarán en aquel dÃa sobre el monte de los Olivos.
Dios en relación con un mundo que sufre
Los hombres de Jerusalén estaban en gran sufrimiento y peligro inminente, y aquà hay una representación figurativa del Todopoderoso en relación con ellos.
I. Observa su terrible estado. âY sus pies estarán en aquel dÃa sobre el monte de los Olivos, que está frente a Jerusalén al orienteâ. La idea sugerida aquà es que Dios observa a los hombres en todas sus calamidades y peligros. Su ojo está sobre ellos. Esta es especialmente la comodidad con Su pueblo. Estamos seguros de que Su ojo está siempre sobre los justos; Job dijo: "Ãl conoce el camino que tomo".
1. Ãl ve lo que tenemos que soportar.
2. Ãl ve cómo nos comportamos en nuestra condición, si bajo nuestras aflicciones somos confiados, pacientes y sumisos o no; si en nuestro peligro estamos haciendo un esfuerzo por escapar. âTú recorres mi camino y mi reposo, y conoces todos mis caminosâ.
II. Ãl abre un camino para su liberación. "Y el monte de los Olivos se dividirá en medio de él hacia el oriente y hacia el occidente, y habrá un valle muy grande". âEstos versosâ, dice el Dr. Henderson, âtransmiten, en un lenguaje de las más bellas imágenes poéticas, la seguridad de los medios eficaces de escape que deben proporcionarse a los verdaderamente piadosos. En consecuencia, aprendemos de Eusebio que al estallar la guerra judÃa, la Iglesia cristiana en Jerusalén, en obediencia a la advertencia de nuestro Salvador ( Mateo 24:16 ), huyó a Pella, una ciudad más allá del Jordán, donde vivieron a salvo.
A medida que el monte de los Olivos se interponÃa en su camino, se representaba dividido en dos mitades, para abrirles un paso â. No es necesario suponer que el Monte de los Olivos quedó asà dividido. La idea es que la obstrucción a su escape, aunque formidable como una montaña, debe eliminarse. El Todopoderoso les darÃa todas las facilidades para escapar al refugio. Esto lo hace por nuestra raza sufriente. Les abre un camino para escapar de la culpa, la ignorancia y la miseria, que ha sido bloqueada por montañas de dificultades.
III. Les proporcionó un refugio para su seguridad.
1. La escena del refugio, "Azal". Un lugar desconocido. Algún lugar para protegerlos del peligro.
2. El impulso de vuelo.
3. La necesidad del vuelo.
"El Señor tu Dios vendrá". En alguna gran manifestación de Su poder. Conclusión. Cuán agradecidos deberÃamos estar de saber que Dios no ha abandonado a la humanidad en sus pecados y dolores. ( Homilista. )
VersÃculo 6
Sucederá en ese dÃa, que la luz no será clara ni oscura
El dia del señor
Esta frase denota no una sola vez, sino muchas.
Cualquier manifestación señal del gobierno divino del mundo, o cualquier evento que haga temblar de miedo el corazón de los hombres, se describe como el dÃa del Señor. Aunque toda la naturaleza es, en verdad, un exponente del juicio, asà como la beneficencia de Dios, hay momentos y lugares en los que Su diestra, por asà decirlo, está más manifiestamente descubierta. Hay momentos en que el espÃritu ferviente se ve tentado a desear uno de los dÃas del Señor.
Sin embargo, hay muchas razones por las que, incluso en los peores tiempos, no deberÃamos desear apresurar ese dÃa que, en el curso señalado, llegará con seguridad y no tardará. En lugar de alentar en nosotros la impaciencia por algún gran dÃa del Señor, grabemos en nuestras mentes la convicción de que tal venida será finalmente inevitable. Podemos estimar el carácter de los juicios generales a los que se alude aquÃ, leyendo la descripción de los de antaño.
¿Cuál es, entonces, el tipo de temperamento o sentimiento con el que debe mezclarse en nuestras mentes la idea de cualquier gran visita nacional? Como ciudadanos, debemos ser conscientes de que a veces la verdad y la justicia prevalecen, ya veces la parte contraria, que fomenta el error y la injusticia. Es un dÃa dudoso desde un punto de vista doble, porque la luz y la oscuridad están entremezcladas o se alternan.
O porque nuestro patrimonio con respecto a cualquiera de los dos no es duradero ni fijo, sino que está sujeto a grandes incertidumbres. Hay una mezcla de providencias al mismo tiempo, y la Iglesia es feliz y miserable en varios aspectos a la vez. Aquà las cosas van bien y allá mal. Es un caso raro cuando existe una perfecta armonÃa entre nuestra condición privada y la felicidad pública. Sucesivamente hay una vicisitud e intercambio de condiciones.
El bien y el mal se suceden por turnos. Los asuntos humanos, bajo Dios, dependen mucho del corazón de la gente, ¡y cuán inciertos son! Investigue la razón de esto, por qué el dÃa de nuestro conflicto es un dÃa tan variado y dudoso. Considerar&mdash
1. La equidad de la misma. Es un dÃa muy adecuado a nuestra condición en el mundo. Estamos en un lugar intermedio, entre el cielo y el infierno, y por lo tanto participamos un poco de ambos. Tenemos principios mixtos: carne y espÃritu. Mientras el pecado permanezca en nosotros, no podremos ser perfectamente felices. La carne necesita ser debilitada por diversas aflicciones. Como nuestros principios se mezclan, también lo son todas nuestras operaciones. Hay una mezcla de bien y mal en todos nuestros servicios.
2. Considere la sabidurÃa y la justicia de Dios en él. Tiene muchos fines sabios que cumplir con estas providencias mixtas. Que un pueblo agotado por una larga miseria sea más dócil al propósito de Dios. Por tales providencias mixtas, Dios debilitará y desperdiciará la naturaleza obstinada. Para hacernos trabajar de las cosas terrenales a las celestiales. Para poner una nube y un velo en sus actos. Para prevenir los excesos de cualquiera de las condiciones, Dios templa y califica a la una con la otra.
Para dar paso al ejercicio de nuestra fe. La fe no se invalida con una luz demasiado grande ni se extingue con una oscuridad demasiado grande. Ganar el corazón por los diversos métodos de juicio y misericordia, y ganarnos por ambos medios al principio. Dios lo hace para llevar a su pueblo a una unión y un acuerdo cristianos. Cuando el interés religioso está dividido, Dios mantiene la balanza igual, y el éxito a veces se echa de este lado, a veces del otro.
Para evitar el desprecio y la insolencia hacia los que caen bajo el desagrado de Dios. También es un motivo de paciencia. Las aflicciones pesadas no carecen de sus comodidades para hacerlas tolerables. Mide el bien y el mal con mucha sabidurÃa y ternura. Para mostrar que nuestros consuelos y cruces están en Su mano; y Ãl dispensa de diversas maneras el bien o la aflicción según lo requiera nuestra condición.
Solicitud. ¿Qué uso debemos hacer de todo esto?
1. Asegúrese de no hacer un mal uso de él. Esto se hace cuando no estamos agradecidos por nuestras misericordias, porque no son plenas y perfectas. Es un abuso si nos desanimamos en el servicio de Dios debido a esta incertidumbre. Cuando tenga algún respiro o tiempo para respirar, entonces es el momento y la temporada para poner su mano en el trabajo. Si hay dudas, recuerde que nunca se realiza una gran obra sin problemas. Y el cambio no vendrá hasta que nuestra condición se convierta en una trampa para nosotros.
2. El uso correcto que debemos hacer de ella. A modo de precaución, preste atención a las confidencias humanas y presuma demasiado del éxito temporal por medios e instrumentos. Para la dirección - Camine por una regla segura. Consiga una guÃa segura. AnÃmate con la promesa segura sobre la que tienes que construir. Un hombre envuelto en la paz de Dios, y la tranquilidad de una buena conciencia y la esperanza de la vida eterna, se fortalece contra todos los encuentros, tormentas y dificultades de cualquier Ãndole. ( T. Manton. )
Luz y consuelo
Estos versÃculos presentan una descripción sugerente de la historia humana como un todo, y de cada vida piadosa en esa historia.
I. El carácter mixto de nuestra existencia terrenal, "La luz no será clara ni oscura"; "Será un dÃa, no dÃa, ni noche". Es decir, la suerte, incluso de un buen hombre, está a cuadros. Cada altura tiene su hueco. Y cada bendición tiene su aflicción acompañante. Pero ningún cristiano está jamás en absoluta oscuridad. Si sopla el viento fuerte, Dios se encargará de que no sea del este. Observar&mdash
1. A través de las pruebas del pasado, Dios nos ha disciplinado para hacernos aptos para los deberes presentes. Las pruebas actuales son las profecÃas de la eficiencia futura.
2. Las pruebas están frecuentemente relacionadas con nuestros pecados. Las malas acciones son semillas malas que producen una cosecha de amargura.
3. Las pruebas nos llevan a anhelar el cielo y nos apartan del mundo.
II. El apoyo del cristiano bajo esta experiencia mixta - "Será un dÃa que se conocerá", etc. Esto significa:
1. Nuestra condición como un todo, no una parte separada, sino todo el âdÃaâ de luz y oscuridad, es conocida por el Señor.
2. Nuestra suerte está ordenada por Jehová, tal como lo exige el gran total.
III. La feliz terminación de este estado mixto de cosas: "Y sucederá que a la hora de la tarde amanecerá". Todas las dudas y nubes habrán sido ahuyentadas por el Sol de Justicia. El alivio llegará cuando menos se espere. Luz es sinónimo de alegrÃa, de pureza, de conocimiento. En el cielo estarán ausentes todos los elementos de las tinieblas. Habrá luz. ( Homilista. )
Experiencias mezcladas
I. El lenguaje del texto es descriptivo del actual estado de cosas mezclado, tanto en la Iglesia como en el mundo. La oscuridad es el efecto de nuestra baja situación. No hay nada realmente oscuro para Dios, nada imperfecto en el Evangelio. Para nuestra percepción, el Evangelio no es tan distinto como para ser perfectamente claro; pero no es tan oscuro como para ser inútil e ininteligible. Hay nubes y oscuridades que descansan sobre el tema que surgen de nuestra debilidad e imperfección de entendimiento. Ilustrar&mdash
(1) Por la distribución parcial del Evangelio entre las naciones de la tierra.
(2) El lenguaje también describe los logros imperfectos de los verdaderos cristianos. En lo que respecta a la experiencia personal, no es más que un crepúsculo. Tienes fe, pero no "la plena certeza de la fe". Tienen esperanza, pero ¡cuán pocos de ustedes esperan florecer alguna vez! Tienes obediencia, pero es parcial, irregular, imperfecta. Tienes alegrÃa, pero está entrometida.
(3) El texto encuentra su ilustración en las inescrutables dispensaciones de la providencia de Dios. ¡Qué vasto, qué profundo tema!
II. El cuidado supervisor de la providencia divina durante este estado de cosas accidentado y misterioso. Esto insinúa ...
1. La superintendencia de Dios de todas las cosas.
2. El conocimiento previo de Dios de todas las cosas.
3. La armonÃa de la providencia divina.
4. La tendencia benéfica de la providencia de Dios.
5. El lenguaje es un motivo de resignación y satisfacción ilimitadas; y
6. Un motivo de confianza ilimitada.
III. Las maravillas y glorias de ese auspicioso dÃa en que terminará este singular estado de cosas. Esta promesa contiene una reserva de consuelo para el cristiano débil frente a la hora de la disolución. Y una reserva de consuelo para el cristiano débil en épocas de perplejidad y dificultad. La promesa también contiene la seguridad de la gloria final, el reino milenial del Hijo de Dios. ( Joseph Beaumont, DD )
PerÃodos oscuros y brillantes en la vida humana.
La palabra traducida "claro" está en el margen "preciosa" y está en plural. La palabra aquà traducida como "oscuro" está en el margen "espesor".
I. Un perÃodo de absoluta angustia. Este perÃodo de calamidad absoluta se refiere principalmente, no tenemos ninguna duda, a esos largos siglos de opresión, crueldad, burla y desprecio a los que ha sido sometido el pueblo judÃo desde la destrucción de Jerusalén. En las predicciones de Joel ( Joel 2:31 ; Joel 3:15 ) que se refieren a la destrucción de la Ciudad Santa y la ruptura de la comunidad judÃa, el perÃodo se refiere como un perÃodo en el que el sol se "convertirá en tinieblas, "Y la" luna en sangre ". Se sugieren tres comentarios sobre este dÃa oscuro.
1. Ese dÃa es el duro destino de algunos hombres. Su vida es un dÃa de tinieblas. Es asà con algunas naciones. La historia de algunas naciones y tribus es poco menos que una historia de opresión aplastante, revoluciones sangrientas e incalculables crueldades y sufrimientos.
2. La mayorÃa de los hombres merecen un dÃa asÃ. Todos los hombres son pecadores y merecen esta negrura y oscuridad para siempre. La misma tendencia del pecado, de hecho, es apagar toda luz en el firmamento del alma.
II. Aquà hay un perÃodo de alegrÃa ininterrumpida.
1. Un dÃa como este está destinado a amanecer en todo buen hombre. El cielo es un escenario de luz. Ninguna nube de ignorancia o sufrimiento obstruye los rayos, ni el sol se pondrá jamás. "El Señor Dios es su luz".
2. Un dÃa como este está destinado a amanecer en el mundo en el futuro. ( Homilista. )
Luz y sombra en la vida cristiana
I. El carácter mixto de nuestra vida terrenal. "La luz no será clara ni oscura". Incluso la suerte del buen hombre es accidentada. Ningún cristiano está jamás en una oscuridad absoluta y sin alivio. Puede que sea un largo crepúsculo para él, pero nunca es de noche. ¿Por qué Dios permite tanta oscuridad en nuestra suerte? Explique algunas de las razones por las que tenemos tantas dificultades y aflicciones con las que lidiar.
1. A través de las pruebas del pasado, Dios nos ha disciplinado para adaptarnos a los deberes del presente. No vimos esto al principio, pero lo hemos descubierto ahora. La resistencia es necesaria para el desarrollo del vigor fÃsico, y la dificultad también es necesaria para la formación de la fuerza en el carácter moral.
2. Nuestras pruebas están frecuentemente relacionadas con nuestros pecados. Ilustre de la historia de Jacob.
3. Las sombras de las tinieblas en nuestros lotes terrenales nos llevan a anhelar el cielo. Si todo aquà fuera como desearÃamos tenerlo, no desearÃamos ir a otra parte; pero âDios nos ha provisto algo mejorâ en el mundo del más allá, y se encarga de que no nos casemos por completo con las preocupaciones de la tierra.
II. El consuelo y el apoyo del cristiano. Sugerido por las palabras, "Será un dÃa que será conocido por el Señor".
1. Nuestra condición es conocida por el Señor. El mundo está gobernado por una Persona, y Aquel bajo cuyo ojo todas las cosas suceden, es nuestro Padre.
2. Nuestra suerte está ordenada por Jehová. Nuestras vidas no son "por casualidad". Hay un orden en ellos y un plan que los atraviesa. Entonces, las cosas que parecen estar trabajando en nuestra contra deben realmente estar funcionando para nosotros.
III. La feliz terminación de este estado mixto de cosas para el cristiano. El alivio vendrá, y eso en el momento en que menos se espere. Si el dÃa ha ido bajando, buscamos una oscuridad más profunda de lo normal cuando llega la noche: pero aquÃ, cuando los hombres suelen anticipar que será la tarde, será la mañana. Han visto esto ilustrado muy a menudo en pasajes separados de sus vidas. Estos CapÃtulos separados son solo miniaturas de la vida en su conjunto, porque, en su hora de la tarde, llega al cristiano la luz del amanecer del cielo. ( WM Taylor, DD )
Luz y oscuridad mezcladas
La primera cláusula del texto es religiosa. No se refiere a la luz de los cielos naturales. Se refiere a todo lo que hay en la religión del hombre y en las cosas que le afectan al experimentarla. Su condición es ser de carácter mixto, no del todo bueno, ni del todo malo, no todo claro, no todo oscuro. Esta mezcla se puede ver en varios detalles.
1. En el asunto de la santidad del creyente. Allà hay algo de luz, pero no está claro ni oscuro. El creyente tiene una verdadera conformidad con Dios, pero no es una perfecta conformidad. A menudo se maravilla de sà mismo, de las inconsistencias y contradicciones que encuentra en su propia experiencia. En su pobre alma, la fe lucha por vencer a la incredulidad: el amor del mundo surge para combatir el amor de Dios.
Su corazón es inconsistente, su alma inestable, su camino tortuoso, y no puede ignorar que su santidad es solo de carácter imperfecto. Siempre que Dios perdona a un pecador regenerado sobre la tierra después del tiempo de su regeneración, ese pecador regenerado tendrá esta experiencia accidentada.
2. Esta mezcla puede verse en el conocimiento del creyente. Hay una mezcla de claridad y oscuridad en el conocimiento del pueblo de Dios que nada podrÃa describir más perfectamente de lo que ZacarÃas lo ha descrito aquÃ. Tienen conocimiento, pero, en todas sus partes, es limitado. He aquà un creyente disciplinado. Está en el horno. Ãl sabe quién lo puso allÃ. Sabe que el proceso se detendrá cuando se cumpla su propósito.
Pero hay otras cosas que no sabe. Intenta conocerlos, pero no puede encontrarlos. Ãl pregunta: ¿Por qué pecado particular soy asà afligido? No sabe por qué Dios le ha enviado esa aflicción en particular. He aquà un creyente examinando su propio corazón. Sabe algo al respecto. Conoce muy bien su engaño. Pero le sorprende cómo funcionará su engaño. ¿Cuándo estará seguro de un corazón que ha vagado tantas veces? Debemos recordar que la imperfección de nuestro conocimiento resulta de nuestra pequeñez de criatura y la imperfección de nuestro estado actual; y que en la medida en que tengamos alguna necesidad de saber para ser salvos, nuestro conocimiento puede ser tan claro y definido como lo permitan nuestras capacidades.
3. Las comodidades del pueblo de Dios tienen una maravillosa mezcla de luz y oscuridad. No todo el dÃa es claro para ellos, no es toda la noche: la alternancia de consuelo y depresión que experimentan los cristianos, constituye un capÃtulo de hechos que muestra el carácter entremezclado de su vida, ya sea que podamos tener conocimiento de las razones de ello o no.
4. La condición de vida. Fallamos en pocas cosas como cristianos más de lo que fallamos en darnos cuenta de los cambios que atravesamos a medida que Dios nos guÃa. Sea como sea, hay extrañas mezclas de luz y oscuridad en nuestra condición. Tan fluctuante e incierta es la condición de vida aquÃ, que no se puede encontrar ningún mortal cuya biografÃa tenga un parecido considerable con sus anticipaciones; su vida no ha llevado a cabo los planes de su juventud.
Estamos golpeados en el mundo. Nuestra condición está cambiando, fluctuando, variando. Apenas hay un creyente entre nosotros que no se vea obligado, en medio de esta mezcla de luz y oscuridad, a reconocer la mano inmediata de su Dios. En medio de toda esta mezcla de bien y mal, no podemos entender por qué es asÃ. ¡Cuán necesaria es la fe! Después de que ZacarÃas mencionó la mezcla de claridad y oscuridad de nuestro estado, inmediatamente nos señala a Uno que puede entenderlo.
"Será un dÃa que el Señor conocerá, ni dÃa ni noche". En sà mismo tiene un carácter mixto. Para nosotros es mixto. No podemos entenderlo. Dios puede. Podemos entregar la escena a cuadros en Sus manos. Es para Ãl todo un dÃa. No ve oscuridad en él. Todo es igual de luz, todo "uno". Tiene una intención en todas las dispensaciones que nos afectan. Cuando se dice: âA la hora de la tarde habrá amanecidoâ, no debemos entender que la tarde o la noche se convertirán en dÃa.
El carácter de la experiencia del creyente conducido por la lluvia pasará. La luz llegará al final. Esto puede resultar ilustrativo en todas las caracterÃsticas de la experiencia del creyente. ( TS Spencer, DD )
La experiencia mixta de la Iglesia
La Iglesia ha tenido una experiencia mixta, no del todo oscura, no del todo brillante; ahora derrota y ahora éxito; ahora alegrÃa, ahora pena; mezcló luz y sombra, pero al atardecer siempre ha llegado la luz. Asà con cada cristiano, la Iglesia en miniatura. Se mezclan lágrimas y sonrisas, suspiros y canciones. ¿Por qué esta disciplina?
1. Lo necesitamos para corregir errores de la naturaleza.
2. Nuestra liberación del pecado y el desarrollo de las virtudes cristianas son procesos que involucran esta experiencia mezclada.
3. Nuestro aferramiento a Dios por la fe y la oración se hace más firme. "Pero un dÃa será conocido por el Señor". Una preciosa compensación es esta seguridad de que Dios lo sabe. Dios está elaborando un plan definido. El hilo dorado de Su propósito atraviesa todo aquello que nos parece mezclado y contradictorio. Teje la urdimbre y la trama. Nada se confunde. "Habrá luz". ( J. Jackson Wray. )
VersÃculo 7
Al anochecer habrá luz
Servicio a las personas mayores
El atardecer de la naturaleza es hermoso, tan hermoso que todo pintor se esfuerza en vano por atraparlo y darle permanencia en su lienzo.
Pero el ocaso de la vida lo trasciende; como la realidad siempre trasciende el tipo, como lo espiritual siempre trasciende lo material, como lo celestial siempre trasciende lo terrenal. ¿Qué hay más bello en sà mismo, qué más interesante de contemplar que la edad nevada sostenida por una fe viva y avanzando hacia el final del camino de la vida, tranquilo, sereno, alegre, lleno de confianza en Dios y la esperanza del cielo? Pero, ¿por qué imaginar un dÃa de tormentas en lugar de un dÃa de brillo y sol? ¿Por qué una vida de pruebas, dolores y dificultades? En esto radica la principal belleza del cuadro, la preciosidad de la promesa.
La luz es siempre más gloriosa en contraste con las tinieblas; la paz más bendita en contraste con la contienda. Una vejez tranquila, confiada, tranquila en complacer siempre. Pero lo mejor es la paz tras la contienda, la confianza tras la duda, el resto tras el trabajo. Una vejez asà denota integridad. Es la madurez de la mente humana, la madurez de un carácter divino, el perfeccionamiento de un alma inmortal. Esas lÃneas de fuerza y ââbelleza, esas muestras de carácter maduro, esa paciencia silenciosa, esa fe y esperanza resplandecientes, esa alegrÃa castigada, todo ha sido impreso en el rostro envejecido por la mano de la experiencia más dolorosa.
El dolor santificado es un elemento indispensable del gozo celestial. La fuerza y ââla madurez espirituales no se pueden alcanzar excepto a través de las dificultades superadas por la gracia de Dios. Sin lucha no puede haber conquista ni triunfo. La promesa de luz al atardecer por su propia naturaleza implica algo de tormenta durante el dÃa. ¿Pero hay luz? No; no siempre. A veces, la promesa parece fallar. No toda vida atribulada y agotada termina en paz y esperanza.
Con demasiada frecuencia, el paso de los años solo trae una mayor oscuridad. La decepción se profundiza en una perpetua amargura de espÃritu. La vejez está marcada por el mal humor, las quejas y el descontento. No tiene por qué ser asà con ninguna vida. La promesa es para todos una promesa divina. ¿De dónde vendrá esta luz? Del resplandor del sol sobre las nubes. Y del resplandor del amor de Dios sobre nuestras pruebas. Es el resplandor de su amor lo que transfigura la vida y llena sus últimos años de luz y promesas.
La gloria de la luz del atardecer no proviene de la eliminación de todas las nubes del mal, sino de su transformación. Aparte de la dificultad y la prueba, nunca podrÃamos conocer la infinitud del amor y el poder de Dios. Asà sea con toda alma que reclame esta promesa; la oscuridad de la mañana y la tormenta del mediodÃa sólo realzarán la gloria de la luz del atardecer. Si a alguno de ustedes el tiempo de la tarde todavÃa le parece oscuro y lúgubre, deje entrar esta luz a su alma; déjelo fluir a través de su vida, y iluminará y transformará todo con la semejanza de su propia gloria. ( George H. Hubbard. )
La luz de la tarde
La tarde es el momento de la quietud y los tonos bajos y tranquilos, y la comunión con las cosas y las personas lejanas. Tan profunda es la paz, tan dulce el refrigerio de esa hora para quien, habiendo hecho su obra como un verdadero hombre, pueda descansar con buena conciencia. AmplÃe el rango de visión. Tal como es la hora de la tarde después de un dÃa de honesto trabajo, asà deberÃan ser los últimos años en la vida de todo buen hombre. Como llega la tarde a cada dÃa mortal, asà llega la tarde, por fin, a todos nuestros dÃas juntos; y con ella la luz del atardecer, mucho mejor que el brillo creciente de las primeras horas o el resplandor del sol del mediodÃa.
Cuando el dÃa de la vida ha sido un dÃa bueno y útil, no gastado o malgastado, sino pasado en el temor de Dios, en la piedad y la honestidad, y en el cumplimiento del deber, entonces su final debe ser tranquilo y silencioso.
1. ¿En qué consiste la luz de la hora de la tarde? Al anochecer de la vida llega la realización definitiva y clara del escaso valor de este mundo. Un verdadero hombre va superando, paso a paso, lo que era; por fin, si vive lo suficiente, deja atrás al mundo.
2. Pasar de esta vida a la anterior, será pasar de la ignorancia y la imperfección a un conocimiento más amplio y una sabidurÃa más profunda. La noche trae el momento en que el siervo de Dios verá y conocerá muchos de los secretos del universo, y leerá de principio a fin lo que durante mucho tiempo habÃa sido misterios oscuros para él. ¡Cuántas cosas hay que no entendemos!
3. Debe traer una gran paz al fin, mirar hacia atrás en la vida y considerar su moral y su lección. Una cosa sale cada vez más clara; la presencia constante, que nunca falla, y la providencia de Dios.
4. Muchos han temido perder la fe de alguna manera. Ese es el más oscuro de todos los espectros para un cristiano. Qué bendición, entonces, saber por fin que, sean cuales sean los errores que se cometan, cualesquiera que sean los pecados que se cometan, somos salvos del error más grave, del pecado más grave y desesperado, la negación de la fe católica. ( Morgan Dix. )
Luz al atardecer
Hay diferentes horarios vespertinos que le suceden a la Iglesia y al pueblo de Dios, y por regla general podemos estar seguros de que al atardecer habrá luz. Dios actúa con mucha frecuencia en gracia de tal manera que podemos encontrar un paralelo en la naturaleza. Las obras de la creación son con mucha frecuencia el espejo de las obras de la gracia. Pero a veces Dios sobrepasa la naturaleza. En la naturaleza, después del atardecer, llega la noche.
Pero Dios se complace en enviar a su pueblo momentos en los que el ojo de la razón espera no ver más dÃas, pero teme que el glorioso paisaje de las misericordias de Dios quede envuelto en la oscuridad de su olvido. Pero, en cambio, Dios sobrepasa a la naturaleza y declara que al atardecer, en lugar de las tinieblas, habrá luz. Ilustrar&mdash
1. De la historia de la Iglesia en general. Especialmente la época de la Reforma.
2. Esta regla se aplica tanto a los pequeños como a los grandes. Sabemos que en la naturaleza la misma ley que gobierna el átomo gobierna también los orbes estrellados. Lo mismo ocurre con las leyes de la gracia. âAl caer la tarde habrá luzâ para todos. Están nuestros dÃas brillantes en asuntos temporales. Después de ellos hemos tenido nuestras puestas de sol. Tiempos de angustia, pero pasaron a tiempos de liberación. Si Dios prolonga tu dolor, multiplicará tu paciencia.
3. De los dolores espirituales del propio pueblo de Dios. Los hijos de Dios tienen dos tipos de pruebas, pruebas temporales y pruebas espirituales. Ilustre a partir de la escena del peregrino de Bunyan que se encuentra con Apollyon.
4. Para el pecador, cuando viene a Cristo, esto también es una verdad.
5. Todos entraremos en el tiempo de la vida vespertina. En unos años más, la hoja seca y amarilla será la compañera adecuada de todo hombre y de toda mujer. ¿Hay algo de melancolÃa en eso? ¿Has notado alguna vez cómo los venerables abuelos cuando escriben una carta la llenan de inteligencia sobre sus hijos? El canoso piensa en sus hijos y olvida todo lo demás. Si ha servido a Dios, tiene otra luz para animarlo. Tiene la luz del recuerdo del bien que Dios le ha permitido hacer. ( CH Spurgeon. )
Luz al atardecer
Es cuando el dÃa llega a su fin cuando la mayorÃa de los hombres tienen su hora de ocio. La mayorÃa de nosotros sabemos cómo se ve la naturaleza al atardecer, mejor de lo que sabemos cómo se ve en las horas más ocupadas del dÃa. En nuestro ocio vespertino hemos tenido muchas veces la oportunidad de marcar la retirada gradual del sol, las sombras que se oscurecen sobre el paisaje, la niebla que asciende del rÃo y su murmullo se hace más profundo en el oÃdo, las hojas tan inmóviles, el campos silenciosos, el silencio universal y la tranquilidad.
Lo único que hace que la noche sea la retirada gradual de la luz. Es la luz menguante la que hace que el atardecer sea el momento. âA la hora de la tarde habrá luzâ, es decir, la luz vendrá en un perÃodo en el que no es natural, cuando en el curso común de las cosas no se busca. No serÃa de extrañar que la luz llegara al mediodÃa. Si cuando las sombras del crepúsculo cayeran más y más profundamente, con un estallido repentino, la luz del mediodÃa se extendiera alrededor, eso serÃa una sorpresa.
Para declarar la promesa en la forma de un principio general, la bendición grande y señalada vendrá justo cuando menos se espera. Esta luz especial se promete al final de un dÃa que deberÃa estar algo nublado y lúgubre; no uno de serenidad sin mezcla, ni todavÃa de tristeza sin alivio. Al anochecer deberÃa haber un final del tenue crepúsculo. Entonces deberÃa haber luz por fin. Cuando el pequeño dÃa del cristiano haya llegado a su fin; cuando el sol terrenal del cristiano se haya puesto, entonces habrá para él el comienzo de un dÃa cuyo sol nunca se pondrá, y cuyo brillo será disminuido por ninguna intrusión de la oscuridad.
1. En el trato de Dios con sus hijos, sucede muy a menudo que la bendición y la liberación señaladas llegan justo cuando más se necesitan, pero menos se espera. Muestre la prevalencia de esta ley en el trato que el Todopoderoso da a los creyentes individualmente. Cuántas veces ha sido asà en el caso de la Iglesia colectiva. El menor conocimiento de la historia del mundo nos traerá ante nosotros una multitud de casos en los que los oprimidos y perseguidos, a veces la frÃa y apática Iglesia de Dios, encontraron mejores dÃas amaneciendo en los menos buscados, y asà encontraron el cumplimiento de la Prométeme que âal caer la tarde habrá luz.
âLa vida del cristiano humilde es el mejor sermón sobre este texto, y su propia memoria el mejor predicador. Ilustre con tiempos de conversión y renovación; temporadas de grandes pruebas: pérdidas, desilusiones, duelos. O el momento de la muerte: a medida que avanza la noche, a medida que pasan las horas en las que la luz que habÃa durado durante el dÃa podrÃa disminuir naturalmente, ¡cuántas veces esa luz incansable no hace más que brillar más y más clara! De hecho, no siempre es asÃ.
Tal cosa ha sido conocida como un verdadero cristiano que muere en absoluta desesperación, pero en tal caso la enfermedad es inusual y la mente desquiciada. Quizás para muchos cristianos la muerte es como fue la vida: la tarde es lo que fue el dÃa, "ni claro ni oscuro". ¿Entonces el texto no es cierto? No, lejos de eso. La luz viene; y llega por la tarde; pero la tarde es el fin del dÃa; y tal vez la luz no brille hasta que el dÃa se haya cerrado por completo. No de este lado el tiempo podrá la bendita promesa encontrar su cumplimiento. âAl caer la tarde habrá luzâ, si no en este mundo, entonces en uno mejor. ( AKH Boyd, DD )
Lux e Tenebris
Esta antigua promesa ha recibido mil cumplidos, está recibiendo cumplimientos todos los dÃas y lo hará hasta el fin de los tiempos. Las naciones que han caÃdo bajo las sombras del atardecer a menudo se han dado cuenta de esta verdad. Cuando el pie del vencedor estaba a punto de pisar su corazón, y la noche de la desesperación se cernÃa sobre ellos, ha llegado la liberación, la luz ha entrado en las tinieblas. Las iglesias que han pasado al crepúsculo y están a punto de hundirse en la noche de la extinción, han experimentado en innumerables casos la verdad de la promesa.
El mundo en general tuvo un gran cumplimiento en el advenimiento de Cristo. La noche se habÃa posado sobre el mundo pagano y judÃo, las luces de las antiguas filosofÃas y religiones estaban casi apagadas, cuando el Logos Divino se elevó como un sol en los cielos. Pero podemos mencionar algunos casos en la vida individual en los que el cumplimiento de la promesa es abundante.
I. En proceso de arrepentimiento. Al pasar por el arrepentimiento, por las regiones de un dolor piadoso por el pecado, qué oscuridad se acumula alrededor del alma. Todas las estrellas de esperanza y las luces de la justicia propia se apagan y, a veces, profunda y horrible es la oscuridad que nubla el corazón. Pero luego viene la luz, aparece Cristo, "todos tus pecados te son perdonados".
II. En los acontecimientos de la vida. Cuán a menudo el buen hombre al pasar por el mundo es llevado a la oscuridad con propósitos rotos, planes frustrados, esperanzas arruinadas y no sabe adónde mirar. Justo cuando no solo es de noche con él, sino casi la medianoche, la luz se enciende, su corazón se anima, su camino se aclara y sus energÃas se reavivan.
III. En el artÃculo de disolución. La muerte se siente como una velada con el hombre. "El valle de la sombra". La mayorÃa lo espera como una noche terrible; pero el Cristo, cuando ha llegado la tarde y las sombras han caÃdo densamente alrededor, ha encontrado el romper de la noche. Asà sucedió con el Dr. Johnson, quien a lo largo de la vida, al parecer, esperaba la última hora con horror y alarma; pero cuando llegó la noche, llegó la luz, la alegrÃa se apoderó de sus venas marchitas, y un resplandor resplandeció alrededor de su corazón. Todos los hombres desean morir en la luz. Goethe gritó moribundo: "Más luz, más luz"; y todos tendrán el centro de cuya alma es la luz del mundo. ( Homilista. )
Luz al atardecer
Lo que es cierto de la Iglesia también lo es de sus miembros individuales. En referencia a los dÃas oscuros que de vez en cuando recaen en la suerte del creyente en su peregrinaje terrenal, el texto sugiere:
1. Que al dÃa de severa aflicción le seguirá un atardecer de calma y confianza renovada en su Padre-Dios. En nuestro dÃa de prueba, somos demasiado propensos a centrar todos nuestros pensamientos en la escena que nos rodea y nos olvidamos de que nuestra mayor aflicción puede ser el presagio de la mayor bendición.
2. Que al dÃa de la tentación le seguirá una tarde de triunfo y reposo.
3. Que al dÃa del duelo providencial le seguirá un atardecer de sumisión. En esos momentos, ¡cuán difÃcil es decir "hágase tu voluntad"!
4. Que el creyente generalmente se da cuenta del cumplimiento de esta promesa en la tarde de la vida. ( William Hurd. )
Luz al atardecer
Si bien la "noche", en todos los idiomas, es el sÃmbolo de la tristeza y el sufrimiento, a menudo es realmente alegre, brillante e impresionante. Asà como la tarde natural es a menudo luminosa, también será luminosa al anochecer.
1. De nuestros dolores cristianos. Las seguridades nocturnas de la simpatÃa de Cristo llenan toda la atmósfera de cielo.
2. En el tiempo de la vejez. Es grandioso ser joven. A muchos de nosotros se nos negará la mediana edad y la vejez, pero la juventud: todos sabemos lo que es eso. Pero la juventud no siempre durará. Bendita vejez, si la dejas venir naturalmente, y si se encuentra en el camino de la justicia.
3. En los últimos dÃas de la Iglesia. Aún es temprano en la historia de todo lo bueno. La civilización y el cristianismo recién están saliendo de la cuna.
4. Al final de la vida del cristiano. La vida es un breve dÃa de invierno. El bautismo y el entierro están juntos. Pero gracias a Dios, que nos da la victoria. Al anochecer habrá luz. ( T. De Witt Talmage, DD )
VÃsperas
Asà dice el marinero, cuando es arrojado sobre una costa rocosa, y oscuras nubes cubren los cielos de su vista, y las luces de la orilla están envueltas en niebla. Asà dice el observador de las estrellas, cuando un cometa extraño visita los cielos, excitando los temores de los ignorantes y evocando la maravilla de los sabios. Asà dice el hombre de negocios, mientras en la oficina de la ciudad oscura y lúgubre estudia minuciosamente deudas dudosas, o reflexiona sobre malos negocios, acciones sensibles, mercados aburridos, especulaciones desconcertadas.
Debemos estar siempre atentos a las estrellas prometedoras, mientras navegamos sobre el océano de la suerte y nos trasladamos al continente desconocido de la certeza. Consideremos, a la luz conjunta de la revelación y la experiencia, los alegres rayos del cielo para las oscuras estaciones de la tierra. La promesa del texto se aplica a todas las etapas de la experiencia cristiana.
1. A la hora de la retrospectiva vespertina habrá luz. El cristiano a menudo mira hacia atrás en su peregrinaje a la tierra de donde ha venido, no con sentimientos de pesar por el paso que ha dado, sino de acción de gracias porque Dios lo ha llevado de las regiones de la muerte a los reinos de la vida. Estas meditaciones sobre el pasado a veces se ven perturbadas por angustiantes dudas. Pero "a la hora de la tarde habrá amanecido".
2. Al anochecer, en el momento de la condena, habrá luz. La convicción es la lucha entre los hechos y los sentimientos. No siempre nos sentimos igualmente convencidos de nuestra aceptación por parte de Dios. Pero Dios ha prometido, si esperas pacientemente en Ãl, renovar la fuerza de tus languideces convicciones.
3. A la hora de la anticipación de la tarde habrá luz. La casa del cristiano no está abajo, sino arriba. El futuro es, en el mejor de los casos, una tierra de sombras, el sÃmbolo de lo incierto e irreal. Cuando la oscuridad se vuelve más profunda, la luz comienza a brillar. La aplicación de este bálsamo de Galaad depende de cada uno de ustedes. ( G. Victor Macdona. )
Al anochecer habrá luz
1. La aplicación principal de estas palabras. El capÃtulo es eminentemente profético. Se refiere a Israel como pueblo, a Canaán como su tierra, a Jerusalén como su capital y al Señor mismo como su Rey. Creo en la restauración literal de Israel a su propia tierra.
2. El significado figurado que podemos atribuir a estas palabras. Las palabras "tarde" y "luz" expresan dos estados: son términos opuestos, es decir, cosas opuestas. âTardeâ u oscuridad, es figurativa para la aflicción o el dolor, mientras que âluzâ significa alegrÃa, prosperidad. En el momento en que las cosas parecen haber llegado a su peor momento, la prosperidad comienza a amanecer y el triste pasado será reemplazado por un futuro brillante y feliz.
Esto se ejemplifica polÃtica y religiosamente en la historia secular y sagrada. Ilustre de la experiencia de Israel en Egipto. De la condición de Inglaterra en la época del rey Juan. Ese fue el momento más oscuro de la historia de Inglaterra. La oscuridad del pecado produjo la luz del amor redentor. El pecado dio motivo para un Salvador. Cuando vino el Salvador, ¿brilló inmediatamente el resplandor? No. De nuevo el pecado oscureció la luz del mundo.
El amor del Salvador sólo excitó el odio del pecador, y el que amaba al pecador fue asesinado por aquellos a quienes amaba. Pero la mañana de la resurrección disipó la oscuridad de la noche de la crucifixión. Aprenda que es nuestro deber esperar alegremente que el futuro sea más feliz que el presente. ( Feria de Campbell. )
Una gloria sorprendente
El profeta se refiere a la luz espiritual, no natural; y su profecÃa es que en la experiencia del creyente en Cristo, cuando, en el curso natural de las cosas, puede esperar tinieblas espirituales, ¡he aquà la luz!
1. Una larga y terrible enfermedad se apodera del hijo de Dios. Una terrible oscuridad se acumula en su habitación de enfermo. La esposa y los hijos dependen de él. A medida que las semanas y los meses se desgastan dolorosamente, la tristeza se profundiza. Sol, luna y estrellas, una a una se van apagando. Cuando, en el curso de la naturaleza, se enfrenta a la muerte, de repente las nubes se dispersan y el alma castigada se regocija en una luz de paz y alegrÃa llena del cielo, y sale, por asà decirlo, redimida de la tumba.
2. Es cierto para toda la disciplina de la vida. La referencia es al final; al anochecer, etc. Puede que haya que emprender una larga y fatigosa peregrinación; Primero hay que soportar una serie severa y repetida de dolores, pérdidas, desilusiones. La luz no lo ilumina al principio; la sumisión no viene con el primer uso de la vara. No; debe atravesar la escena, perseverar hasta el final. Y, si aguanta, justo cuando las tinieblas parecen estar cayendo sobre él y el último rayo de alegrÃa y esperanza parece a punto de apagarse, ¡al anochecer se vuelve la luz!
3. Millones de lechos de muerte dan testimonio glorioso de esta verdad. ¡En lugar de una gran oscuridad, resplandor celestial! En lugar de consternación, ¡una paz indescriptible! ( Revisión homilética. )
Finales gloriosos
Los escritores sagrados son siempre fieles a la naturaleza. Nunca contradicen los hechos naturales.
I. La ambigüedad de la profecÃa. Muchas de las profecÃas se han cumplido literalmente. Pero no hay una profecÃa cumplida registrada que, antes de su cumplimiento, no fuera más o menos oscura, oscura o enigmática en su significado. ¿Qué idea podrÃa la pareja culpable en el Edén formarse de su prometido libertador del pecado y la culpa? Por la naturaleza de la profecÃa, podrÃa haber sido una especie de conocimiento crepuscular del Cristo que los antiguos creyentes derivaron de él.
Toda la dispensación del Antiguo Testamento fue un dÃa, sabiendo que es fiel al Señor, pero para Su pueblo "no fue ni de dÃa ni de noche". Pero como con todos los demás dÃas de la naturaleza, la providencia o la gracia, eso también tuvo un final. Las nubes que habÃan cubierto el horizonte del mundo moral durante largos siglos se rompieron por fin. La tarde del dÃa del Antiguo Testamento, que presenció la venida del Hijo de Dios, fue el perÃodo de tiempo más brillante que el mundo habÃa visto desde la caÃda del hombre. Vaya a la profecÃa incumplida.
¿Cómo se realizará? ¿y cuando? El vigésimo capÃtulo del Apocalipsis ha dado lugar a cientos de conjeturas y teorÃas del milenio. Pero la dispensación del Evangelio, con respecto a la profecÃa incumplida, no es "ni clara ni oscura", "no es de dÃa ni de noche". Pero "a la hora de la tarde habrá amanecido". En ese momento todo estará claro y la idea y el propósito Divinos se revelarán por completo.
II. La administración general de Dios de los asuntos humanos. A menudo es ininteligible. El gobierno de un imperio es demasiado complicado para ser entendido por nadie más que por el propio emperador. Estamos confundidos y perplejos cuando intentamos rastrear y explicar el gobierno de Dios sobre el mundo desde su comienzo hasta el dÃa de hoy. No sabemos a menudo lo que Ãl quiere o quiere decir en su trato con nuestra raza.
La luz no es clara ni oscura, la luz de la providencia. Pero la revolución de los años está acercando silenciosamente cada vez más el tiempo vespertino del mundo moral. Entonces habrá un ajuste de cosas contrarias. Entonces bien podemos ser pacientes y confiar en Dios. ( WH Luckenbach. )
Luz en la marea de la tarde
Al recordar los incidentes de su ministerio del año pasado en Walton, el Sr.Pennefather a menudo hablaba del hecho de que durante ese tiempo habÃa sido llamado para atender los lechos de los moribundos de treinta de los miembros más apegados de su rebaño, todos con la bendita esperanza de un alegre resurrección. "¿Lo llamas un valle oscuro?" dijo un creyente anciano; â¡Es un valle muy dulce para mÃ! ¡Todo elogio! todos los elogios! " "Una cosa es hablar de Jesús", dijo una mujer moribunda, "pero otra cosa es tenerlo a la vista".
Luz al atardecer
Se dice que Mirabeau clamaba frenéticamente por música para calmar sus últimos momentos; que Hobbes, el deÃsta, dijo mientras exhalaba su último aliento: "Estoy dando un salto terrible hacia la oscuridad"; que el Cardenal Beaufort dijo: â¡Qué! ¿No hay muerte por soborno? " Los hombres con la luz cristiana se han encontrado con la muerte de otra manera. Cuando se le preguntó a Melanchthon si habÃa algo que deseaba, dijo: âNo, Lutero, nada más que el cielo.
"El Dr. John Owen dijo por fin:" Voy a Aquel a quien ama mi alma, o más bien, quien me ha amado con un amor eterno ". John Brown de Haddington podrÃa decir: "Soy débil, pero es delicioso sentirse en los brazos eternos". George Washington podrÃa decir: "Todo está bien". Walter Scott, mientras se hundÃa en el sueño de la muerte, "Ahora volveré a ser yo mismo". Beethoven, ya que casi podÃa captar la melodÃa del mundo mÃstico, âAhora lo oiré.
Wesley podÃa enfrentarse alegremente a la muerte con las palabras: "Lo mejor de todo es que Dios está con nosotros". Locke, el filósofo cristiano, exclamó al morir: "¡Oh, la profundidad de las riquezas de la bondad y el conocimiento de Dios!" Esteban dijo: "Señor Jesús, recibe mi espÃritu". Pablo, "teniendo el deseo de partir"; y, "morir es ganancia". ( F. Hastings. )
El resplandor del atardecer
En el pensamiento y en el habla del mundo, la noche se convierte en el sÃmbolo de las experiencias oscuras de la vida humana. Es común hablar del dÃa de la prosperidad y de la noche de la adversidad. Ambos sÃmbolos se usan con frecuencia en la Biblia, el dÃa representa las experiencias brillantes y la noche representa las experiencias oscuras de la vida. Pero la Biblia tachona la noche de tinieblas con estrellas de esperanza y soles de promesa.
"Al caer la tarde habrá amanecido". Esa es la gracia que se sobrepasa y va más allá de la naturaleza. El atardecer de la naturaleza es oscuridad. Cuando llega la hora de la tarde en las experiencias del pueblo de Dios, y temen que no haya más dÃa, entonces Dios interviene, introduce un principio más allá de la naturaleza y declara: âSucederá que a la hora de la tarde será luz."
1. Esta es una promesa para el tiempo vespertino del mundo. La mañana del mundo fue un amanecer brillante y glorioso. Al principio Dios dijo: âSea la luzâ, y fue la luz. Y cuando hubo terminado Su amplia y sabia creación, "vio Dios que era bueno". Pero pronto la nube oscura del pecado del hombre cubrió la tierra. La luz se apagó. Reinaba la oscuridad. De esa oscuridad, el mundo ha ido emergiendo gradualmente, hasta que, a través de todas las lágrimas y tiranÃas de los siglos, ha entrado en el esplendor del mediodÃa de la civilización cristiana de nuestro siglo.
Y es claramente cristiano. Fue el historiador Froude quien dijo: "Todo lo que llamamos civilización moderna, en un sentido que merece ese nombre, es la expresión visible del poder transfigurador del Evangelio". Nuestra literatura más elevada está influida por las influencias más puras del cristianismo. El espÃritu cientÃfico de investigación e investigación, un hecho tan conspicuo y un factor tan importante en nuestra vida moderna, debe su estimulación al estÃmulo del cristianismo.
El cristianismo ha creado tanto el laboratorio como la biblioteca. El cristianismo es el padre de la educación. Ha fundado escuelas, establecido colegios, seminarios dotados. A tierras ignorantes y hogares arruinados, el cristianismo ha enviado al maestro con el predicador. Nuestras libertades cÃvicas y nuestro orden social se basan en el cristianismo. Quema la Biblia, proclama "no hay Dios", escribe sobre las puertas de tu cementerio "La muerte es un sueño eterno", y no hay poder en toda esta tierra que detenga los estragos de esa bruja de ceja de escarabajo, la hermana gemela de la infidelidad. en todas las épocas y en todas las tierras: el anarquismo.
Sé que hay historiadores del descontento y profetas de calamidades que no pueden disfrutar del esplendor del mediodÃa del mundo y que siempre nos dicen que los tiempos pasados ââfueron mejores que estos. Descartan todas las invenciones y todos los avances al afirmar que la moralidad del presente, si es tan fuerte, no es más fuerte que la moral del pasado. Tienen razón al sostener que todos los avances son en vano si la gente no es mejor de lo que era.
La prueba del avance y la fuerza del mundo no es que el nieto viaje hoy en el oÃdo de Pullman, mientras que el abuelo lo hizo ayer en la diligencia. La prueba es: ¿Es el nieto un hombre mejor que el abuelo? Este mundo no ha visto una era más brillante desde que se cerraron las puertas del Edén al hombre que en los últimos dÃas del siglo XIX. Y el siglo XX será mejor.
Cristo Jesús reinará en este mundo. Aún no ha ascendido a Su trono. Ahora está en el trono de su Padre. Cuando fue al cielo, se sentó a la diestra de su Padre, "esperando de ahora en adelante hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies". Cuando sus enemigos sean sometidos, entonces, levantándose sobre ellos como sobre el estrado de sus pies, él ascenderá a su trono y reinará. Y sucederá que al atardecer del mundo amanecerá.
2. La promesa pertenece a la Iglesia de Dios. La Iglesia de Dios ha tenido dos organizaciones en el mundo: la organización teocrática de la dispensación del Antiguo Testamento y la organización espiritual de la dispensación del Nuevo Testamento. A través de todo el Antiguo Testamento podemos rastrear un desarrollo gradual de la vida y el poder de la Iglesia. Este desarrollo no fue un avance continuo. Toda la historia de la Iglesia del Antiguo Testamento muestra una sucesión de marchas hacia adelante y luego de retrocesos rápidos: progresando, retrocediendo, deteniéndose por un tiempo, luego progresando una vez más y retrocediendo nuevamente.
Pero en ningún caso retrocedió tanto como habÃa estado, por lo que su historia fue, en general, de avance y crecimiento. Asà ocurre con la dispensación de la Iglesia del Nuevo Testamento. La Iglesia nació en Pentecostés, ese fue el amanecer de la Iglesia y fue glorioso. Desde Pentecostés, los discÃpulos salieron a contar la historia de Aquel que habÃa sido crucificado, que se levantó y ascendió al cielo, y a medida que la historia se difundió, la Iglesia creció.
Luego vino la oposición, el odio y la persecución, pero la Iglesia avanzó a través de todo hasta que entró en la oscuridad de la Edad Media. Los cielos se cerraron y una nube negra de superstición se extendió sobre la tierra. Roma se sentó en su trono de ébano y extendió su vara de crueldad a través de las naciones. ParecÃa como si hubiera llegado la hora de la tarde de la Iglesia. En ese tiempo, toda lámpara de la profecÃa habÃa dejado de brillar. El que tronaba en las calles de Roma habÃa sido quemado en la hoguera, Savonarola habÃa recibido la corona de mártir en Florencia, las negras nubes de la ignorancia, la superstición y el vicio cerraban la luz del sol de El amor de Dios del mundo.
Era la hora de la tarde, pero Dios dijo: A la hora de la tarde será la luz. Encendió un faro en el alma de un joven monje en el monasterio de Erfurt. Mientras el monje meditaba, el fuego ardÃa, y desde Erfurt salió MartÃn Lutero para proclamar el mensaje de Dios; y Roma se estremeció, el Vaticano tembló, se abrieron las puertas de bronce, se rompió la vara de la crueldad, se liberó Alemania y se aseguró la libertad civil y religiosa para el mundo.
Llegó un momento en Inglaterra en que la religión se convirtió en una formalidad, y cuando todos los hombres buenos temblaron por la Iglesia y anhelaron a los poderosos puritanos, que aplastarÃan a las gigantes fuerzas del mal bajo su progreso. Era la hora de la tarde, y Dios habÃa dicho: "Sucederá que a la hora de la tarde habrá amanecido". Cuatro jóvenes estudiantes de Oxford, William Morgan, Robert Kentham, Charles y John Wesley, se reunieron para orar y estudiar la Biblia.
Sus compañeros de estudios los llamaban âpolillas de la Bibliaâ, âel club sagradoâ y âmetodistasâ, porque eran muy metódicos en todos los estudios y en su trabajo. Una resistencia tras otra la Iglesia ha superado; a veces oprimido, pero siempre empujando, multiplicando sus victorias y ampliando sus dominios. No más hospitales, porque no hay más enfermos; no más asilos, porque no hay huérfanos; no más cárceles, porque no hay criminales; no más casas de beneficencia, porque no hay pobres; no más lágrimas, porque no hay dolor.
El largo canto fúnebre de los lamentos de la tierra ha llegado a su fin en la marcha triunfal de la Iglesia bendita redimida; la Nueva Jerusalén está con los hombres, sus hijos están reunidos en casa, ya través de esa ciudad de una humanidad redimida, el más grandioso estallido de esperanza y bienvenida de la tierra rompe la antifonal de muro a muro de jaspe. El resplandor del atardecer; el tiempo de la tarde de la Iglesia, y al tiempo de la tarde habrá luz.
3. Esta promesa es para toda la experiencia humana. Las grandes promesas de Dios, que se aplican a todo el reino de los redimidos, pueden ser apropiadas por cada miembro individual de ese reino. En la naturaleza, las leyes que controlan las grandes fuerzas dirigen los elementos diminutos. La ley que rige el grano de arena en la orilla del mar rige los planetas en su curso. Es asà en el reino de la gracia. âAl caer la tarde habrá luzâ para la Iglesia; âA la hora de la tarde habrá luzâ para cada creyente individual.
En lo que respecta a la experiencia del creyente en el servicio cristiano, es cierto que "al caer la tarde habrá luz". La mayorÃa de los hombres que han vivido y trabajado para mejorar este mundo han recibido el desprecio y la deshonra del mundo. John Wesley fue aullado por la turba a la que predicaba; le tiraron ladrillos, le escupieron, pero ¿dónde hay hoy un nombre más honrado? Luz al atardecer.
Wendell Phillips fue despreciado y despreciado por su defensa del esclavo. Boston no quiso escucharlo, pero en menos de una generación Boston construyó un monumento a su honor, y los hombres que no se contaminaron los labios con su nombre enseñaron a sus hijos el camino hacia su tumba. "Al atardecer, habrá luz".
4. La promesa trae su útil mensaje a cada creyente en su época de adversidad y angustia. Muy pocas personas en este mundo escapan al momento de la adversidad. Es bastante seguro que el brillante y soleado dÃa de la prosperidad llegará al anochecer. âFue bueno haber sido afligidoâ, exclama David. âEl Señor dio y el Señor quitóâ, exclama Job. âTriste, pero siempre gozosoâ, dice Paul. âY Dios enjugará toda lágrima de sus ojosâ, exclama Juan en visión apocalÃptica. Al anochecer habrá luz. Diez mil santos de Dios lo han encontrado asà al atardecer.
5. El texto tiene un mensaje para la vejez. A veces los hombres lo esperan con ansiedad. Es una noción errónea que la juventud es el tiempo de la alegrÃa y la vejez el tiempo de la tristeza. El amado artista de Estados Unidos, Horatio Greenough, unos dÃas antes de su muerte, dijo: "He descubierto que la vida es algo muy alegre, y no la cosa oscura y amarga con la que se nublaron mis primeros dÃas". Al anochecer estaba claro.
A los ochenta años, Albert Barnes se paró en el púlpito de la Primera Iglesia Presbiteriana en Filadelfia y dijo: "El mundo es tan atractivo para mà que lamento mucho tener que dejarlo tan pronto". El Dr. Guthrie, de más de ochenta años, dijo: âNo debes pensar que soy mayor porque mi cabello esâ blanco â; Nunca fui tan joven como ahora. Al anochecer estaba claro. Las luces nuevas arderán cuando las luces viejas se apaguen; se encenderán velas nuevas cuando las lámparas de la vida se apaguen.
En el momento de la tarde de su vida, el cristiano tiene muchas luces que antes no tenÃa. Existe la luz brillante de la experiencia; la luz agradable de los dulces recuerdos; la luz alentadora del servicio hecho por Dios y la humanidad. El cientÃfico nos dice que nunca se desperdicia ninguna fuerza fÃsica. Susurramos en el teléfono, y la vibración, aunque sea menos de una centésima parte de una pulgada, afecta a un diafragma a mil millas de distancia, y nuestra voz exacta es escuchada por el oÃdo que escucha en Chicago.
Asà que nos dicen que la luz de la estrella fija más lejana ha viajado de manera constante sin disminuir durante más de un millón de años para saludar a nuestro ojo levantado esta noche y asegurarnos que âla mano que la hizo es Divinaâ. Si es cierto de las fuerzas fÃsicas, ¡cuánto más cierto de las fuerzas morales y espirituales, que nunca se pierden! ¡Qué halo de gloria arroja esto sobre la vejez de un hombre, de cuya vida han brotado corrientes de santas y sagradas influencias! Al anochecer habrá luz.
John Bunyan tenÃa razón cuando ubicó la vejez cristiana en la tierra de Beulah, a plena vista de los frutos maduros y las deslumbrantes perspectivas de la Ciudad Celestial. Las enfermedades de la vejez son solo los pájaros terrestres que se encienden en las velas y le dicen al cansado marinero que se está acercando al puerto ". âY sucederá que a la hora de la tarde amaneceráâ.
6. Esta promesa es para el tiempo de la muerte del creyente. âEs un pasaje oscuro por el que estás pasando ahoraâ, dijo un joven sentado junto a su madre moribunda. Y todo su rostro se iluminó cuando dijo: âOh no, hijo mÃo; hay una luz demasiado brillante en el otro extremo para que se oscurezca â, y se desmayó, subió, entró en la palma de la mano, se dirigió a la corona y al trono. A la hora de la tarde estaba claro.
Pablo se acercó al final y dijo: âHa llegado el momento de levar el ancla. He peleado una buena batalla; He terminado mi curso; He mantenido la fe; De ahora en adelante me está guardada una corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará en ese dÃa â. Lleva la promesa contigo al futuro. Recuerda que si la tristeza te acompaña durante la noche, la alegrÃa vendrá por la mañana. ( JF Carson, DD )
VersÃculo 8
De Jerusalén saldrán aguas vivas
Las aguas vivas
Como todos sus predecesores, ZacarÃas habla mucho de Cristo.
Algunas de sus profecÃas, debido en parte al predominio del lenguaje figurativo y simbólico, son difÃciles y oscuras. En el texto se refiere a los dÃas del Evangelio y a las bendiciones del Evangelio. Habla del Evangelio bajo la figura de aguas vivas, que brotan y corren; y bajo esta figura nos indica el comienzo, el curso progresivo y la extensión perpetua del Evangelio, junto con su triunfo final, como se ve en el dominio universal del MesÃas.
1. El carácter del Evangelio. Debemos pensar en el mundo como un desierto, un vasto desperdicio moral, vacÃo de belleza espiritual y de vida moral; y esto está estrictamente de acuerdo con la condición actual de los pueblos fuera del Evangelio. La tierra, el hogar, el corazón, no visitados por el Evangelio, están maldecidos por la esterilidad espiritual y la muerte moral. Si hiciéramos que un riachuelo de agua viva fluyera sobre una tierra estéril, ¿cuál serÃa el resultado? La tierra desértica pronto dejarÃa de ser estéril.
Que se are esta tierra, que se eche la semilla en ella, y ¿cuál es el resultado? El desierto se convierte en un jardÃn; el desierto un campo fértil, y la tierra estéril un bosque. Asà que dejemos que las aguas del Evangelio fluyan a través de los desiertos del corazón de un pecador, o a través de los desperdicios morales de un paÃs, ¡y qué bendita transformación será el resultado! La muerte da lugar a la vida, la depravación a la belleza y la esterilidad a la fertilidad. Fue asà al comienzo del cristianismo. El poder del Evangelio se ha demostrado de manera sorprendente en las misiones a Fiji.
2. El progreso del Evangelio. Las aguas vivas salen de Jerusalén. El cristianismo no era una religión nueva. Fue el desarrollo, la consecuencia del judaÃsmo. Pero las aguas debÃan fluir en todas direcciones, llevando consigo la fertilidad espiritual: en todas partes convirtiendo las herencias desoladas del mundo gentil en el jardÃn del Señor. Note también la constancia con la que fluyen las aguas vivas; âEn verano e invierno irá.
âEl calor del verano suele secar el riachuelo. La hueste del invierno lo congela; pero estas aguas vivas fluirán durante el verano y el invierno. Cuán asombrosamente se ha ilustrado esto a lo largo de los siglos cristianos. Nada ha probado ser capaz de detener o detener el progreso del Evangelio.
3. El triunfo del Evangelio. Desde el principio, el Señor Cristo ciertamente ha sido Rey sobre toda la tierra, pero en el texto se asocia con la idea de autoridad real la de sumisión voluntaria. Entonces será universalmente reconocido como Señor, ante Ãl se doblará toda rodilla y toda lengua lo confesará. Ciertamente llegará el dÃa en que los hombres serán bienaventurados en él, todas las naciones lo llamarán bienaventurado. ( Walford Green. )
El curso del Evangelio
I. La designación del Evangelio. Aquà se llama "aguas vivas". Señala la pureza del Evangelio. No el estanque estancado, sino el arroyo que corre. La santidad al Señor está estampada en todos sus principios, mandamientos y ritos. Es una dispensación de misericordia, pero no da indulgencia al menor pecado. Señala el refresco que produce. ¡Cuán dulces son sus ofrecimientos de perdón a la conciencia despierta! Señala también la fertilidad que produce el Evangelio. El cristianismo tiene como objetivo formar el amor de Dios en el corazón y la conducta.
II. El lugar de donde brotan estas aguas. Cuando Cristo ordenó que se predicara en su nombre el arrepentimiento y la remisión de los pecados a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, se rompieron las riberas dentro de las cuales habÃan corrido estas aguas vivas, y la corriente comenzó a precipitarse sobre el mundo gentil. Estas aguas fluyen de Jerusalén, ya que es por la Iglesia que se comunican. Se llevan a la Iglesia no solo para mejorarlos, sino también para difundirlos.
III. Marca el curso de estas aguas vivas. La declaración parece insinuar que el Evangelio deberÃa bendecir a las naciones del mundo oriental y occidental. Varias circunstancias indican que pronto se producirá una difusión más amplia del Evangelio.
IV. La continuación del curso de estas aguas vivas. Su fluir no será impedido por la sequÃa del verano ni por las heladas del invierno. Los efectos del Evangelio en las almas de los discÃpulos también son perpetuos. El conocimiento que da es luz eterna; la paz que produce es un consuelo eterno; el amor que inspira es una caridad que nunca falla; y la santidad que forma es un pozo de agua viva, que brota para vida eterna. ( Henry Belfrage, DD )
El rÃo del Evangelio
I. Su naturaleza y su surgimiento.
1. Su naturaleza. Es "agua viva". El agua es preciosa, pero no tanto como el Evangelio. Ese es el rÃo de la vida, el agua pura de la vida.
2. Su ascenso. âSaldrá de Jerusalénâ. Se podrÃa decir que el Evangelio comenzó en Jerusalén. "Comenzando en Jerusalén". En el sermón de Pedro en el dÃa de Pentecostés, se podrÃa decir que el rÃo se desbordó.
II. Su difusión y continuidad.
1. Su difusión. "La mitad de ellos hacia el mar anterior y la otra mitad hacia el mar posterior". Debe ir desde el este y desde el oeste, desde su nacimiento hasta su puesta. El Evangelio es para todos los climas. Es mundial en sus disposiciones, adaptaciones y reclamos.
2. Continuidad. "Verano e invierno." En todas las estaciones de la vida humana, individual y corporativamente.
(1) Es constante en la adecuación de sus suministros a las necesidades humanas. Los hombres, a través de todos los cambios, en todos los lugares y en todos los tiempos, desean el conocimiento divino, la pureza moral, el perdón celestial, la comunión con el Eterno. Nunca nacerá el hombre que no requiera estas cosas.
(2) Es constante en la plenitud de sus suministros para las necesidades humanas. Es un rÃo inagotable. Después de que innumerables mirÃadas hayan tenido sus necesidades satisfechas, sigue siendo tan profunda y plena como siempre.
(3) Es constante en la disponibilidad de sus suministros para las necesidades humanas. ( Homilista. )
Lo cambiante y lo constante en la vida
I. Los cambios en este escenario de nuestra vida terrena. Sugerido por verano e invierno. Las estaciones cambiantes de la naturaleza pueden ser consideradas sólo como sÃmbolos de las constantes mutaciones en nuestra vida mortal.
1. La vida humana tiene sus cambios. El hombre que llega a la veintena de años y diez, ha pasado por todas las estaciones; la frescura de la primavera, la exuberancia del verano, la madurez del otoño y las lúgubres desolaciones del invierno.
2. Las instituciones humanas tienen sus cambios. Estos cambios son útiles.
(1) Nos proporcionan entusiasmo para la acción.
(2) Nos impresionan con la actividad constante de Dios.
(3) Nos recuerdan que este no es nuestro descanso.
II. La constante en este escenario de nuestra vida terrena. "En verano y en invierno será". ¿Qué es el âesoâ aquÃ, que es permanecer tan constante en medio de los cambios? La parte anterior del versÃculo responde a la pregunta: "aguas vivas". La referencia es, sin duda, al cristianismo, que es el "agua de vida". Pero nuestro punto es su constancia. En "verano e invierno" fluye lo mismo.
Los cambios del mundo no influyen en él: continúa el asentado entre los inestables, el permanente entre los transitorios, el inmortal entre los moribundos. "Aunque toda carne sea como hierba, la Palabra de nuestro Dios permanecerá para siempre".
1. Es constante en la adecuación de sus suministros a las necesidades humanas. Los hombres, a través de todos los cambios, en todos los lugares y en todos los tiempos, desean el conocimiento divino, la pureza moral, el perdón celestial, la comunión con el Eterno.
2. Es constante en la plenitud de sus suministros para las necesidades humanas. Es un rÃo inagotable.
3. Es constante en la disponibilidad de sus suministros para las necesidades humanas. ( Homilista. )
Verano e invierno
I. Lo cambiante en la experiencia humana. Hay tanta variedad como en la diferencia entre julio y diciembre; entre todo lo veraniego y todo lo invernal en nuestro clima inglés.
1. Existe este cambio en la experiencia de los individuos. En la diferencia de diferentes edades: Robustez de la juventud, decrepitud de la edad. En la diferencia de salud diferente: flotabilidad de la fuerza, debilidad de la enfermedad. En la diferencia de diferentes circunstancias: prosperidad, ansiedad, pobreza; exito fracaso; popularidad, negligencia o desprecio. En la diferencia de diferentes estados de ánimo: alegrÃa, tristeza; duda, fe.
2. Existe este cambio en la experiencia de las familias. CÃrculos de hogares ininterrumpidos y hogares desolados. DÃas de bodas y funerales. La cuna es el centro de la casa y luego el ataúd.
3. Existe este cambio en la experiencia de las naciones. Comercialmente hay verano e invierno. Tan polÃticamente; tan religiosamente. Roma, Grecia, España, etc., han tenido verano e invierno. Parece que nos acercamos al invierno. Pero aunque todos, ya sean individuos, familias o naciones, tienen asà "en los cambios y oportunidades de esta vida mortal" sus veranos brillantes, geniales y radiantes, y sus inviernos frÃos, sombrÃos y crueles, notamos:
II. La provisión inmutable que Dios ha hecho para las necesidades del hombre. El profeta está hablando de un rÃo de bendiciones que, aunque fluye a través de paisajes invernales y veraniegos, en sà mismo no ha cambiado, es perpetuamente el mismo. En verano e invierno lo será. Ese rÃo es seguramente el amor de Dios revelado en el cristianismo. ¿Qué más cumple lo que el profeta declara acerca de:
1. La fuente,
2. El progreso,
3. ¿ El invierno de este rÃo?
El amor de Dios en Cristo lo hace. Y eso es lo sublimemente inmutable, que permanece igual en todos los veranos e inviernos de la experiencia humana. ( Urijah R. Thomas. )
cristiandad
La Biblia está llena de promesas. Algunas de ellas se refieren a cosas temporales y otras a cosas espirituales. Algunos se relacionan con la prosperidad del reino del Redentor.
I. La dispensación del cristianismo. Aquà hay cuatro cosas.
1. Su representación. Se llama - "aguas vivas". Esto suaviza, purifica, refresca el alma. Fertiliza. Se describe como "agua viva", agua que brota. Levantándose, o brotando, en pensamiento, deseo, oración, persecución, hasta llegar al cielo. Todo es vitalidad donde está esta agua viva. Es el bálsamo curativo. Produce un principio de vida que se fortalece en medio de la debilidad corporal y crece en medio de la descomposición corporal.
2. Su origen. "Sal de Jerusalén". Nuestro Señor era de padres judÃos; los apóstoles eran judÃos; y la mayorÃa de los primeros discÃpulos eran judÃos. En los Hechos de los Apóstoles descubrimos cómo estas "aguas vivas", que emanan de la tierra de Judea, se esparcen en todas direcciones. En esto vemos
(1) El cumplimiento de la profecÃa.
(2) La prueba de que el cristianismo puede soportar una investigación.
(3) Mostrar la bondad de Dios nuestro Salvador. Ninguna nación fue jamás tan favorecida como los judÃos. Sin embargo, rechazaron al MesÃas.
3. Las direcciones de estas "aguas vivas". âLa mitad de ellos hacia el mar anterior; y la mitad de ellos hacia el mar posterior ". El significado es que estas aguas vivas se esparcirÃan por todos lados. La Iglesia judÃa era un testigo fijo local de Dios. La Iglesia cristiana no es local y estacionaria, sino que debe ir al mundo. Ninguna dispensación de Dios puede ser definitiva, sino la universal. Las bendiciones obtenidas por la muerte de nuestro Salvador se ofrecen gratuitamente a todos los hombres.
4. Su perpetuidad. "En verano y en invierno será". Aquà se mencionan las estaciones más desfavorables para los rÃos: sin embargo, no pueden obstaculizar el flujo y la eficacia de estas "aguas vivas". los rÃos terrestres pueden congelarse por el frÃo del invierno y secarse por el calor del verano; no es asà con el rÃo de la vida.
II. Los gloriosos resultados del cristianismo. "El Señor será Rey sobre toda la tierra". Es imposible pensar en la introducción del cristianismo sin esperar grandes resultados. Los efectos del cristianismo se describen de dos formas.
1. Por sujeción universal. A primera vista, esto parece no anunciar más de lo que ya es. Pero debemos distinguir entre derecho y reconocimiento. El diseño del cristianismo es hacer que los hombres sientan sus obligaciones para con Dios. Hay una diferencia entre el gobierno providencial y espiritual de Dios. Lo grandioso que se debe lograr es que Dios reine en nosotros, por Su gracia; para que Cristo reine en el corazón, en la conciencia y en los afectos.
2. Por uniformidad de homenaje. "Un Señor, y Su nombre uno". Aquà la imagen cambia y el profeta nos lleva del palacio al templo. âNuestro Señorâ no excluye las distinciones personales en la esencia Divina. Ahora hay muchos señores y muchos dioses. Muchos tienen Ãdolos en sus corazones. Se acerca el tiempo en que todos estos Ãdolos serán completamente destruidos. "Su nombre uno". El Señor será conocido por todas las tribus de la humanidad y en todos los lugares de su dominio. ( Timothy Gibson, MA )
VersÃculo 9
El Señor será Rey sobre toda la tierra
La segunda venida de Cristo
Que el pasaje Job 19:25 hace referencia a Jesucristo, y a Su venida al juicio en el último gran dÃa, creo que no puede haber disputa.
A menos que, entonces, contemplemos la reaparición del Hijo del Hombre sobre esta tierra, embrutezcamos la expectativa del patriarca, impugnemos la inspiración de su profecÃa, estimando virtualmente su declaración como poco mejor que las palabras de un mero sonido. Para que sepamos en qué consiste la recompensa del Hijo, después de haber hecho de su alma una ofrenda por el pecado, escudriñemos las Escrituras.
En Salmo 2:1 Jesús está investido de autoridad suprema y absoluta en la administración de Su soberanÃa inalienable. Pero, ¿Jesús, el Hijo del Hombre, alguna vez ocupó la tierra como se representa aquÃ? "Los suyos no le recibieron". ¿Alguna vez ha hecho pedazos a los paganos como vasija de alfarero, ya sea la porción bautizada o no bautizada de ellos? Se puede decir que, en Su dominio espiritual, se puede decir que Ãl ocupa la tierra subyugando los corazones de Su pueblo, haciéndolos querer en el dÃa de Su poder.
No necesitamos tomar a la ligera el gobierno espiritual de Cristo; pero nos vemos obligados a buscar algo más que una soberanÃa espiritual como resultado de la concesión del Padre, incluso para la ocupación personal de la tierra como sede de Su poder real. Y la actitud de expectativa naturalmente excita la vigilancia, la vigilancia que produce la oración y la santidad de la oración. ( MJ Taylor, MA )
Carne fuera del devorador
Un dÃa; un perÃodo completo y conjunto de providencia. Descrito por su inicio y progreso; y por su fin y cierre. El consuelo y la felicidad de esta gloriosa velada se establecen en tres cosas. La propagación del Evangelio; el reinado de Cristo; la unidad de las Iglesias. Doctrina - Que en los últimos dÃas habrá gran unidad en la Iglesia de Dios. Y que esta unidad brotará de su reconocimiento del Señor correcto y del camino correcto. En cuanto a la unidad, observe:
1. Esto se adaptará mejor al estado tranquilo y feliz de aquellos tiempos. Dios marcará el comienzo del estado glorioso y eterno mediante algunos grados de preparación.
2. Dios entonces hará alguna provisión visible contra el escándalo de las disensiones.
3. La miseria de estos tiempos parece reforzar la unidad mayor. Para consolarlo, considere sus esperanzas; y conocer la razón de tales providencias. Para uso de exhortación. Sirve para exhortarlos y presionarlos a que se apresuren y pongan estas esperanzas. Las promesas no excluyen la acción, sino que la comprometen. Las promesas mantienen la unidad; esfuérzate por conseguirlo, con oraciones y esfuerzos. Dejemos que cada uno de nosotros mortifique los malos afectos que puedan llevarnos de alguna manera a una perturbación y una amargura irritante.
Manténganse puros de las malas opiniones. Debe evitar tanto un error de juicio como un vicio en la conversación. No se apropie de Cristo ante ningún partido o clase de profesores. Nunca sirva a una facción o partido en detrimento de la verdad y la religión. En la medida en que la verdad y la conciencia lo permitan, debe haber una profesión de hermandad, una condescendencia y entrega unos a otros en amor; un caminar juntos, o al menos, una paciencia cristiana.
Abstenerse de reproches y provocaciones indebidas, y dispensar todos los respetos civiles con mansedumbre. PermÃtanme suplicarles que se preocupen por algunas cosas. Tenga cuidado con la pasión por sus propios intereses; aunque pueden estar muy conmovidos y dañados en las controversias actuales, sin embargo, la paciencia abnegada será la mejor manera de resolverlos. Presione las doctrinas de Cristo y las principales cosas de la religión. Cuando se ocupe de los errores de la época, hágalo con mucha cautela y cautela.
Preste atención a los asuntos agravantes y agrandados, haciéndolos de más importancia de lo que realmente son. Las eras anteriores estaban poseÃdas por este espÃritu, cada disidencia y error menor se convertÃa en herejÃa o error en la fe. PermÃtanme suplicarles que mejoren su interés por las colaciones fraternales y amistosas. La convicción racional y amistosa hará mucho, al menos engendrará una correspondencia dulce y fraternal, y es de esperar que encontremos más mansedumbre donde las cosas no se lleven en el camino de una disputa establecida. ( T. Manton. )
El reinado moral venidero de Dios sobre la tierra
FÃsicamente, Dios reina en todas partes. Moralmente, su reinado depende de la voluntad de los hombres, y esa voluntad es hostil. El reinado moral venidero es ...
I. Ser extenso. "Toda la tierra", o "tierra", puede significar la tierra de Judea, pero estamos autorizados a creer que un dÃa reinará sobre toda la tierra, que todas las almas se inclinarán ante su influencia, como los campos maduros del otoño. a los vientos del cielo.
II. Ser exclusivo. Será considerado como el único Rey cuyas leyes todos estudian y obedecen. La gran pregunta de todas las almas será: "Señor, ¿qué quieres que haga?" Ningún otro poder gobernará el alma donde Ãl se convierta en el monarca moral.
III. Será benéfico. "Toda la tierra se trasladará como una llanura desde Geba hasta Rimón al sur de Jerusalén". Tomando ZacarÃas 14:10 ; ZacarÃas 11:1 , reunimos al menos dos resultados benéficos de Su reinado moral.
1. La remoción de todas las obstrucciones al rÃo de la verdad. "La tierra se convertirá como una llanura de Geba a Rimón", etc. Eso es desde el lÃmite norte hasta el lÃmite sur de Judea. La nivelación de esta tierra no solo dejarÃa a Jerusalén visible, sino que permitirÃa que las "aguas vivas" fluyeran libremente.
2. La elevación y establecimiento del bien. Jerusalén es representada aquà no sólo como arrasada y destacada, sino como asentada y habitada de forma segura. âSerá levantada y habitada en su lugarâ. No habrá más destrucción total, Jerusalén será habitada con seguridad. Conclusión: ¿Quién no orará: Venga tu reino y hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo? ( Homilista. )
El reino de Cristo sobre la tierra
I. La incalculable importancia de esta profecÃa.
1. Al mundo en general.
2. A la Iglesia en particular.
3. A cada individuo de la humanidad.
II. La bienaventuranza del perÃodo al que se refiere.
1. Será una temporada de prosperidad temporal.
2. Las bendiciones espirituales abundarán en abundancia. Será una temporada en la que Dios se manifestará en la tierra. Luego
(1) Busque el establecimiento del reino de Cristo en sus propias almas; y
(2) Buscar promover su establecimiento en todo el mundo. ( C. Simeon, MA )
Un corazón y una forma
El Señor advierte a su pueblo de los mayores sufrimientos que sufrirá en los últimos tiempos. Aquà tenemos la propia sentencia denunciada. Una descripción de su miserable condición en este momento. La seguridad de la liberación, y la de diversos agentes. Aunque la prueba fue aguda, deberÃa ser corta. El tema debe ser feliz porque la noche debe ser ligera. El autor de su liberación será Jehová.
En cuanto a la manera de hacerlo, Dios hará que parezca que es Su obra. Mire la gloriosa condición de esta Iglesia después de esta liberación, y que en estos detalles, después de esto, Jerusalén se hará eminente y honorable. Jerusalén será exaltada como Iglesia madre. El bendito y glorioso gobierno de este estado después de esta liberación. Aquà está el fruto y la consecuencia de este gobierno: âJehová será uno, y su nombre uno.
âEl nombre de Dios se toma de diversas maneras en las Escrituras; pero aquà se refiere a la religión que Dios ha establecido en Su Palabra, y la adoración que Ãl ha establecido en la Iglesia. El significado de la promesa parece ser el siguiente, mientras que antes adoraban a muchos dioses, ahora deberÃan apartarse de los Ãdolos muertos y servir solo al Dios vivo. El Señor promete que asà como todos los Ãdolos serán quitados, asà también toda adoración idólatra y supersticiosa.
Jehová uno, la regla de Su adoración una, y Su adoración de acuerdo con esa regla una. Doctrina - Cuando un pueblo se vuelve a Dios mediante el arrepentimiento, y Ãl vuelve a él en misericordia, les dará un nombre, es decir, los liberará de todas las supersticiones y mezclas humanas en Su adoración.
1. En todas las épocas ha sido el trabajo principal de Satanás y de todos los enemigos de la Iglesia, cuando no pudieron erradicar la adoración de Dios por completo, corromper su simplicidad con inventos humanos, tradiciones y mezclas supersticiosas.
2. Cuando se vuelvan a Dios, y Dios a ellos, Ãl los liberará de todo esto. ( W. Strong. )
VersÃculos 12-14
Y esta será la plaga
El castigo de los enemigos de Dios
Esta es una descripción figurativa del castigo del pecado.
El primer elemento del castigo es la corrupción, que se manifiesta en la terrible imagen de una muerte en vida, un estado anómalo espantoso, en el que la podredumbre enmohecida de la muerte se combina en horrible unión con la viva y consciente sensibilidad de la vida. El alma del pecador, en su futura conciencia del pecado, sentirá su repugnante corrupción tan vÃvidamente como ahora sentirÃa la lenta putrefacción del cuerpo que se pudre poco a poco hasta la tumba.
El segundo elemento es el odio mutuo y la contención ( ZacarÃas 14:13 ). La imagen es la de un ejército presa del pánico, en el que el hombre agarra y golpea con furia frenética a su vecino más cercano. El infierno será el odio, en sus formas más feroces y odiosas. El pecado es ahora la causa de todas las disputas en la tierra; será la causa de peleas interminables en el infierno.
El tercer elemento es la pérdida de las bendiciones disfrutadas anteriormente ( ZacarÃas 14:14 ). Esto está representado por la imagen del botÃn. La riqueza de las naciones que sitiaron a Jerusalén será tomada por Judá y Jerusalén, que se combinan aquà en el triunfo, como se combinaron en la lucha descrita en el cap.
12. Un cuarto elemento es la naturaleza infecciosa del pecado. Mancha todo lo que toca. Ha contaminado la tierra y todo lo que contiene, de modo que debe ser quemado; y de ahora en adelante transformará la morada de sus poseedores en un infierno, y sus compañeros en demonios, y hará necesario que los mismos instrumentos de disfrute que han poseÃdo en la vida les sean quitados y destruidos. Aprenda que el castigo más terrible de los pecadores es simplemente dejarlos solos. El pecado no es más que el infierno en embrión, el infierno no es más que pecado en desarrollo. ( TV Moore, DD )
Los elementos por los cuales el gobierno divino castiga el pecado
I. Enfermedades fÃsicas. âY esta será la plaga con la cual el Señor herirá a todo el pueblo que ha peleado contra Jerusalén. Su carne se consumirá mientras estén de pie, y sus ojos se consumirán en sus agujeros, y su lengua se consumirá en su boca â. âEsta descripción de las personas afectadas por la plagaâ, dice un autor moderno, âes impactante, pero no es más que lo que realmente ocurre.
âVéase La plaga de Londres de Defoe . Kingsley dice: â¿Qué es tan terrible como la guerra? Les diré qué es diez y diez mil veces más terrible que la guerra, y eso es la naturaleza indignada. La naturaleza, insidiosa, barata, silenciosa, no lanza ningún rugido de cañón, ningún brillo de armas para hacer su trabajo: ella no da nota de advertencia de preparación El hombre tiene sus cortesÃas de guerra y sus caballerÃas de guerra, no golpea al hombre desarmado, perdona a la mujer y al niño.
Pero la naturaleza. .. no perdona ni a la mujer ni al niño; .. .silenciosamente golpea al niño dormido con tan poco remordimiento como golpearÃa al hombre fuerte con el mosquete o el pico en la mano ". DifÃcilmente se podrÃa imaginar una condición de humanidad más repugnante que la que se presenta aquÃ, un esqueleto viviente, casi toda la carne desaparecida, los ojos casi borrados, la lengua seca. La enfermedad fÃsica ha sido siempre uno de los instrumentos por los que Dios ha castigado a los hombres en este mundo, pestilencias, plagas, epidemias, etc.
Pero no es solo una plaga entre el pueblo, sino también entre el ganado, como vemos en ZacarÃas 14:15 .
II. Animosidad mutua. âY sucederá en aquel dÃa que se producirá entre ellos un gran tumulto procedente del Señor, y cada uno echará mano de su prójimoâ. La idea es, tal vez, que Dios permitirÃa que surjan entre ellos circunstancias tales que generen en sus mentes malentendidos mutuos, malignidades, peleas y peleas. âCada uno echará mano de su prójimoâ. "La espada de cada uno será contra su hermano". El pecado castiga el pecado, las malas pasiones no solo producen miseria, sino que son en sà mismas miserias. Otro elemento de castigo aquà es:
III. Pérdidas temporales. âY Judá también peleará en Jerusalénâ. No contra Jerusalén. âY se juntarán las riquezas de todas las naciones de alrededor, oro y plata, y vestidos en abundanciaâ. Propiedad terrenal, los hombres en su estado no renovado siempre han valorado como el bien supremo. Para lograrlo, dedican todos sus poderes con un entusiasmo insaciable, y para mantenerlo están siempre alerta, y su dominio es firme e irrefrenable. Que se lo arrebaten es una de sus mayores calamidades, ¡y con qué frecuencia esto ocurre en la sociedad! ( Homilista .)
VersÃculo 16
Subirá de año en año para adorar al Rey.
El genio y el corazón interior del cristianismo
1. Nos lleva a la posesión de una nueva vida. Somos cristianos, no porque confesemos un cierto credo o nos conformemos con ciertos ejercicios externos; sino porque hemos recibido la vida, la Vida Eterna, que estaba con el Padre y se nos manifestó en Jesús. ¿Y es posible restringir las manifestaciones de la vida? ¿No es la vida de Dios siempre la misma en su abundante e infinita variedad? Asà que seguramente la vida de Dios en el alma debe, y debe, expresarse en todos los resultados de nuestra existencia, en el habla, el acto, el movimiento, igualmente en los seis dÃas como en el dÃa único; tanto en la cocina, o en la tienda, como en la Iglesia. Si estás poseÃdo por la vida del Santo, seguramente aparecerá como la idiosincrasia de tu carácter, que subyace, moldea y da forma a todos tus gestos.
2. El cristianismo es consagración a Cristo. Se puede cuestionar si tenemos derecho a llamarnos cristianos a menos que lo consideremos nuestro Juez, nuestro Legislador y nuestro Rey, y lo obedezcamos y le sirvamos deliberadamente. Pero si vamos a reservar nuestra religión a ciertos dÃas, lugares y acciones, necesariamente lo excluimos de todo lo que no está contenido dentro de las vallas que erigimos. ¿Qué derecho tenemos para suponer que nuestro Maestro Cristo estará satisfecho con un arreglo que le pide que acepte una parte por el todo, una composición por toda la deuda?
3. Las necesidades del mundo exigen una vida religiosa completa e ininterrumpida. El mundo no nos ve en nuestros ejercicios religiosos, ya sea en nuestro retiro privado o en nuestro culto público. No tiene idea, por tanto, de la angustia de nuestra penitencia, la seriedad de nuestros deseos de una vida recta y noble, la persistencia de nuestros esfuerzos. Y si no damos evidencia de nuestra religión al tratar con asuntos que los hombres del mundo entienden, ellos considerarán natural y correctamente que la religión es un sueño poco práctico, hijo de la superstición y la emoción. Por tanto, deberÃamos negarnos a mantener la falsa distinción entre las cosas que son sagradas y las seculares. ( FB Meyer, BA )
La adoración pública de Jehová
I. Es un deber vinculante para todas las personas. âLa fiesta de los tabernáculos tenÃa el propósito de recordarles que, en medio de sus abundantes cosechas y sus bien cuidados campos y viñedos, como en el desierto, aún asà fue Dios quien dio el crecimiento. Por lo tanto, era una fiesta muy adecuada para que todas las naciones se unieran, reconociendo que Jehová era el Dios de la naturaleza en toda la tierra, por muy diversos que fueran los aspectos de la naturaleza con los que estaban familiarizados.
Además, no cabe duda de que para la época de ZacarÃas, y probablemente mucho antes, esta fiesta se habÃa convertido en una especie de sÃmbolo de la recolección de las naciones â( Juan 4:35 ).
Dr. Dods. Si bien los miles descuidan el culto público, no pocos argumentan en contra, dicen que es innecesario e injustificado. En respuesta a esto, declaramos, donde hay una religión genuina:
1. El culto público es un desarrollo natural. El Ser que más amamos anhelamos una oportunidad para ensalzar, queremos que todos conozcan Sus méritos.
2. La adoración pública es un desarrollo feliz. ¿Qué deleita tanto al alma como escuchar a otros alabar el objeto que más amamos? Esto gratifica a la vez el instinto religioso y el amor social.
3. El culto público es un desarrollo benéfico. No hay nada que tienda tanto a avivar y ennoblecer las almas como la adoración, y nada da un interés tan vital en un alma por otra, como el culto público.
II. Su negligencia expone a terribles calamidades.
1. La grandeza del castigo. "No habrá lluvia sobre ellos". Ahora bien, la ausencia de lluvia implica todos los males temporales que puedas imaginar, hambre, pestilencia, pérdida del disfrute fÃsico, pérdida de la salud, pérdida de la vida.
2. La idoneidad del castigo.
(1) Al delito. "La retención de la lluvia".
(2) Al infractor. La idea de no tener lluvia quizás no aterrorizarÃa a los egipcios, porque ellos tenÃan el Nilo. Por eso se les amenaza con una plaga. El castigo aquà vendrÃa debido a la negligencia del culto público. Y esto es castigado por ...
(a) Pérdida de los placeres espirituales más elevados.
(b) De ahora en adelante, por el reproche de conciencia y el destierro de todo bien. ( Homilista. )
La adoración de Dios es un deber y un privilegio
Aunque generalmente se admite que ZacarÃas es el más oscuro de todos los profetas menores, habÃa dos temas sobre los que podemos afirmar con seguridad que era tan luminoso, o más, que el resto. El primero respetó el culto público a Dios. Ãl y Hageo fueron conspicuamente activos en instar a los judÃos, a su regreso de su cautiverio, a reconstruir su templo; y cuando se erigió el santuario, lo encontramos no solo administrando a las tribus mismas, sino también a los extraños y extranjeros que se habÃan mezclado con ellos para frecuentar la casa de Dios, no sea que un nuevo juicio les caiga sobre ellos y los perjudique. ruina.
I. Preséntelo como un deber y un privilegio.
1. Se basa en la relación en la que estamos con Dios. Ãl es nuestro Creador, Conservador, Benefactor; El es nuestro Padre. Somos las familias de Israel aquà dirigidas; ¿Y no os ha tratado Dios fraternalmente como a sus hijos? Muestre su gratitud filial, etc.
2. Es sugerido por el nombramiento de las ordenanzas divinas.
3. Se hace cumplir por los mandatos y exhortaciones de las Sagradas Escrituras. Los libros de Ãxodo, LevÃtico, Deuteronomio y Josué publicaron estos preceptos. Los profetas se hacen eco de ellos ( Salmo 95:1 ; Salmo 95:7 ; Salmo 100:2 ).
4. Es recomendado por el ejemplo del mejor de los hombres que jamás haya existido. Debemos ser seguidores de âtodos los que por la feâ, etc., ¿no deberÃamos copiarlos en esta función? Lea las historias de Moisés, Josué, NehemÃas, de los profetas y apóstoles, o seleccione un ejemplo conspicuo, David; ¿Cuál fue su principal deseo? âUna cosa tengoâ, etc. ¿Cuál es su principal aflicción? "El gorrión", etc.
¿Cuál es su principal gozo? âMe alegréâ, etc. ¿Cuál es su oración por los demás? âEnvÃa tu luzâ, etc. Este fue su testimonio, esta su súplica: âSeñor, he amado la moradaâ. âContinuaron diariamente en el temploâ, etc.
5. Nos lo instan las ventajas relacionadas con su observancia. Es la casa de Dios que ha prometido mantener con su presencia especial. De Sion dice: âEste es mi reposo; aquà habitaré â, etc. Es a través de Sus instituciones que la luz, la gracia y el consuelo se imparten a Su Iglesia.
II. Para mostrarte las consecuencias del descuido de la adoración que Dios requiere. "Incluso sobre ellos no habrá lluvia". Sin duda, esta amenaza tenÃa un significado literal. Pero no debemos satisfacernos con este comentario. Al hacer una aplicación espiritual de esta parte del texto, observe que la lluvia se emplea a menudo como una metáfora para denotar la abundante comunicación de bendiciones espirituales, por lo tanto, la venida del MesÃas y los dones de Su gracia; las influencias del EspÃritu; las instrucciones y consuelos de la Palabra de Dios. âMi doctrina caerá como la lluviaâ. ( Predicador evangélico. )
VersÃculos 20-21
En ese dÃa estará sobre las campanas de los caballos, Santidad al Señor
Santidad universal
Este texto puede ser una predicción de la gloria de los últimos dÃas, cuando el conocimiento de Cristo cubrirá toda la tierra.
Pero en todo momento y en todo lugar, "la santidad viene a ser la casa del Señor". Es Su voluntad y placer real que todos los que nombran Su nombre se aparten de toda iniquidad. Esta santidad, que llamamos santidad universal, porque se extiende a todo el hombre y a toda su conducta, se describe en el texto de una manera notable. El profeta predice que la santidad al Señor estará escrita en las campanas y frenos de los caballos.
Originalmente estaba grabado en una placa de oro y fijado en la mitra o turbante del sumo sacerdote. Al usar esto, era un tipo de Cristo, nuestro gran Sumo Sacerdote. El significado de escribir esto en la parafernalia de los caballos es que la religión no se limitará a personas, tiempos y lugares sagrados, como esta inscripción fue originalmente para el sumo sacerdote; pero que todos los verdaderos cristianos, siendo un sacerdocio santo, serán religiosos en todo tiempo y en todas las cosas; que la verdadera santidad se extenderá a las preocupaciones ordinarias de la vida.
La proposición que hacemos cumplir es que la santidad universal se convierte en la profesión del Evangelio. Ser santo significa, en las Escrituras, estar apartado de un uso común o profano, para Dios y Su servicio. La santidad es la renovación de nuestra naturaleza por el EspÃritu de Dios. La santidad que exige el Evangelio es algo muy superior a lo que se llama moralidad. La santidad supone la renovación del corazón. Hay un cambio universal hecho en un verdadero cristiano, que es muy superior a la mera moralidad.
Dios mismo es el autor de la santidad; no hay nada en nuestra naturaleza caÃda que lo produzca. El principal instrumento empleado por el EspÃritu de gracia para efectuar este santo cambio es la Palabra del Evangelio. SantifÃcalos en tu verdad. La santidad del Evangelio tiene como grandes objetivos a Dios y al prójimo. La religión debe influir en las preocupaciones comunes de la vida. La santidad no debe limitarse a las cosas sagradas, sino mezclarse con nuestros asuntos ordinarios. Vemos poca religión práctica entre muchos cristianos nominales y profesores inestables. Incluso los más ejemplares tienen motivos para lamentar sus deficiencias.
I. ¿Cuál debe ser el temperamento y los puntos de vista del cristiano con respecto a sà mismo? Que el cristiano recuerde que él es âel templo del EspÃritu Santoâ y que el templo del Señor debe ser santo.
II. La santidad al Señor debe ser ejemplificada en los deberes relativos de la vida social. En general, el cristiano tiene dos cosas que considerar: no hacer daño y hacer mucho bien. La benevolencia activa es un fruto necesario de la santidad. Hay ciertas situaciones en la vida en las que se espera que las personas, estando relacionadas entre sÃ, manifiesten más particularmente la santidad del Evangelio El estado conyugal.
La relación de padres e hijos. De amos y sirvientes. Entonces, ¿somos santos? Un alma no santificada nunca podrá ser admitida en el cielo, la residencia de un Dios santo, ángeles santos y hombres santos. ( G. Burder. )
Santidad
1. La santidad aquà predicha es evangélica.
2. La santidad aquà predicha es llamativa y atractiva.
3. La santidad aquà predicha se ejemplifica en la vida de los ministros del Evangelio.
4. La santidad aquà predicha abarca las transacciones de los negocios ordinarios.
5. La santidad aquà predicha llega a los placeres sociales de los profesores cristianos.
6. La santidad aquà predicha impregna el culto religioso.
7. La santidad aquà predicha purifica la comunión de la Iglesia cristiana. ( G. Brooks. )
Santidad al señor
La prevalencia del pecado en el mundo es un tema sobre el que el cristiano reflexiona diariamente con sincera tristeza y humillación. En todo lugar abunda la iniquidad. Las cosas divinas son tratadas continuamente con presuntuosa irreverencia y desprecio. La mente, sin embargo, se libera de su depresión, ocasionada por el actual estado sombrÃo de las cosas, mientras contempla las perspectivas de un dÃa más brillante, que en el buen tiempo de Dios surgirá.
La segura palabra de la profecÃa revela a nuestra vista la representación más gloriosa de la Iglesia prosperando en los últimos tiempos. ZacarÃas predice la santificación general de los hombres y el consiguiente establecimiento de la religión verdadera en el mundo.
I. ¿Qué implican estas palabras de aliento: âEn aquel dÃa estará sobre las campanillas de los caballos, Santidad al Señorâ? Esto parece ser una predicción del predominio general de la religión pura y sin mancha. Nos enseña que la santidad se volverá universal en su extensión, completa en su influencia y desvelada por la vergüenza o el miedo.
1. La santidad se volverá en lo sucesivo universal en su extensión. Estará escrito en las campanas o riendas de los caballos. No se limitará a personas de ningún orden o profesión en particular; se extenderá a todos los que se dediquen a ocupaciones y actividades seculares. Entonces los hombres se convertirán, por asà decirlo, en sacerdotes para Dios. En el buen tiempo de Dios, las cosas de Dios serán exaltadas a su justa preeminencia; y como merecen, ocuparán la atención e influirán en los corazones de los hombres. La religión será considerada en todas partes como la única cosa necesaria.
2. La santidad adquirirá entonces toda su influencia. No será parcial ni defectuoso; pero perfecto y completo. Gobernará a todo el hombre y regulará todo lo que le pertenece. Asà como todos los hombres harán una profesión de religión, todos los que la profesen se volverán verdadera y completamente religiosos. Su piedad no se limitará a ocasiones particulares. Caminarán en el temor del Señor todo el dÃa.
Serán influenciados por un sentido continuo de Su presencia y activados por una reverencia habitual por Sus leyes. Pero no solo la santidad personal de los hombres será completa, sus posesiones y todo lo que les pertenezca será, por asà decirlo, santo también. "Las ollas en la casa del Señor serán como los tazones delante del altar". En la actualidad tenemos que lamentar que las cosas sagradas sean abusadas y profanadas de la manera más vergonzosa, pero de ahora en adelante el caso será al revés; las cosas de naturaleza mundana serán santificadas para los propósitos de la religión.
3. La santidad será abierta y sin reservas en el hombre, libre de cualquier sentimiento falso de vergüenza o temor al reproche.
II. ¿Qué instrucción se puede deducir de estas palabras? El profeta dice: "En ese dÃa". Ciertamente, el perÃodo aún no ha llegado; ni se puede esperar hasta que el misterio de iniquidad haya dejado de obrar. Sin embargo, incluso ahora está progresando hacia su cumplimiento; porque tiene una referencia a todo el perÃodo de la dispensación del Evangelio. Entonces, ¿qué clase de personas deben ser los que hacen profesión de ese Evangelio? Seguramente la santidad se convierte en la casa de Dios. Todo el que invoca el nombre de Cristo debe apartarse de la iniquidad. Todos los que tienen el privilegio de llevar el nombre cristiano deben cultivar una pureza y santidad extraordinarias.
1. Se requiere que usted sea santo por la misma relación que tiene con Dios.
2. Esto es de acuerdo con el mandato expreso del cielo: "porque esta es la voluntad de Dios, la santificación de ustedes".
3. Este es el fin por el que murió el Redentor.
4. Las Escrituras representan esto como un requisito indispensable para el cielo. "Sin santidad nadie verá al Señor". ¿Estás viviendo entonces como personas verdaderamente dedicadas a Dios y permitiendo que tu conversación sea en todas las cosas como conviene al Evangelio de Cristo? Estas preguntas son de suma importancia para todos nosotros; son, por asà decirlo, el punto de inflexión del que dependen la vida y la muerte, el cielo y el infierno. ( E. Whieldon, MA )
La santidad universal, objeto de la esperanza cristiana
Las palabras âSantidad al Señorâ estaban escritas en la mitra colocada sobre la cabeza del sumo sacerdote judÃo. TenÃan la intención de señalar el carácter sagrado del oficio y la peculiar santidad del carácter sacerdotal; pero se referÃan a un mayor que él, incluso el Sumo Sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús.
I. Empleos terrenales santificados.
1. Esta no es la facilidad en la actualidad. Incluso el pueblo de Dios se encuentra en gran peligro de ser cuidadoso y preocupado por muchas cosas. Ahora no hay en las campanas de los caballos, "Santidad al Señor".
2. Habrá un momento en que asà será. Resultará evidente, por la forma en que se cumplirán los deberes comunes, que la santidad para el Señor es el principio rector. Todas las relaciones de la sociedad estarán bajo la influencia del principio cristiano. Al dirigir las preocupaciones de los negocios, no habrá fraude o engaño, no se aprovechará la ignorancia, las necesidades o la liberalidad de otro, no se tentará a otros a pecar para obtener ganancias con su iniquidad. Muchas son las tentaciones que surgen necesariamente de estar asociado con aquellos que no temen a Dios.
II. Servicios espirituales embellecidos. Esto abarca la religión en la Iglesia y en la familia.
1. Los servicios del santuario. Las cosas que se hayan considerado de poca importancia serán atendidas con un espÃritu de elevada piedad. Existe un error frecuente al subestimar la parte devocional del servicio. Se acerca el dÃa, que Dios lo apresure, "cuando las ollas en la casa del Señor serán como los tazones delante del altar".
2. La religión de la familia. En las viviendas privadas, un espÃritu de devoción atravesará todos los compromisos de la familia. Mira cuánto se descuida esto. Cuántos que esperan en Dios en su casa, no le sirven en la suya.
III. La Iglesia profesante será purificada.
1. Se ejercerá la caridad en asuntos circunstanciales. En la actualidad, a menudo hay más disputas sobre la forma de adorar que los esfuerzos por alcanzar el espÃritu de adoración correcto. El amor a la fiesta destruye el amor de Cristo.
2. Acuerdo en la verdad fundamental. No habrá nadie que aborde la herejÃa o que disminuya la gloria del Señor Jesucristo; pero la dependencia de su justicia será universal. Aplicando este tema a nosotros mismos, vemos:
(1) Motivo para una investigación seria. ¿Podemos decir, en lo que respecta a los negocios, las ordenanzas públicas, los deberes del dÃa de reposo y del hogar, etc., que en todas partes está escrito: âSantidad al Señorâ?
2. Una fuente de instrucción importante. Vea aquà un estándar para su conducta diaria. Ore y trate de alcanzarlo. Ningún cristiano es tan feliz como el que ve y disfruta a Cristo en todo.
3. Un tema de ferviente oración. Ore para que pueda exhibir en sus vidas el poder de la gracia en el alma. Vemos los principios sobre los que debemos actuar, para pasar por las cosas temporales, para no perder las eternas. Podemos tener el mundo y podemos usar el mundo, pero no olvidemos que "si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él". Sea nuestra oración constante para que Dios sea nuestro guardián y nuestro guÃa en nuestra relación religiosa con nuestras familias, con Su Iglesia y pueblo, y con nuestro propio corazón en nuestras cámaras de oración. Y que el Señor Jesucristo cumpla en nosotros todo el beneplácito de su voluntad y la obra de la fe con poder. ( JG Breeny, BA )
Religión y negocios
Cómo retener el espÃritu de piedad seria en las ajetreadas actividades de la vida es una cuestión vital para el carácter cristiano. El divorcio práctico de la religión y la piedad en nuestros asuntos cotidianos está plagado de peligros. Demasiados consideran que la religión está fuera de lugar en las vÃas del comercio, como un tejido de textura demasiado fina o como un exótico trasplantado de un clima tropical a uno polar. La tranquila quietud del santuario o el armario le conviene: âSantidad al Señorâ puede ser una pelusa en la Biblia, pero no en el libro mayor; en la mitra del sacerdote, pero no en las campanas de los caballos. ¿Cómo se pueden combinar correctamente la religión y los negocios?
1. Teniendo todas las acciones constreñidas por motivos santos. En verdad, no tenemos a Dios como un objeto distinto ante nosotros en todo momento, pero hacemos la obra que Ãl nos ha designado, en nuestra esfera especial, como un servicio a Ãl: âNo perezosos en los negocios, fervientes en espÃritu, sirviendo El Señor." La sangre circula silenciosamente por nuestras venas, por lo que la religión es una fuerza silenciosa, pero vital, en nuestros corazones.
2. Debemos recordar que la religión es ser buena y hacer el bien. No es quietismo o ascetismo, sino un principio dominante que guÃa nuestro pensamiento, habla y acción. Es un reflejo de la vida de Cristo en la carne. Se muestra en los más mÃnimos detalles: el paso suave, la voz suave, el comportamiento cortés; en habla honesta, nobleza de trato y veracidad de disposición. La verdadera religión, dice alguien, no pone arena en el azúcar, alumbre en el pan, agua en la leche ni nutria en la mantequilla; evita que la esposa se enoje cuando las botas sucias de su esposo ensucian el piso y evita que él tenga las botas sucias; evita que él se preocupe en una cena tardÃa y evita que ella tenga cenas tardÃas.
3. La religión realiza actos seculares por motivos sagrados con más frecuencia que los actos meramente sagrados, asà llamados. Cuando la piedad marca nuestra vida, todos nuestros actos son religiosos. Es incorrecto separar el trabajo y la adoración y olvidar que el motivo da carácter a las acciones. Un autómata puede realizar muchos de nuestros actos, pero no tiene carácter moral. El corazón santifica la obra del obrero. "Se puede consagrar un yunque y profanar un púlpito". Una religión que no se ajusta al trabajo de los dÃas de semana nunca tuvo un origen en el dÃa de reposo. ( CH Buck. )
La verdadera santidad cristiana
Estas palabras indican que el gran diseño y el resultado final de la difusión del Evangelio es promover la santidad. En opinión de muchos, la salvación es simplemente la liberación del castigo. Pero la salvación es tanto un carácter como una condición, y los dos nunca podrán divorciarse realmente. El cristianismo es tanto una vida como un credo. El otorgamiento del perdón no es el gran fin del Evangelio, sino sólo un medio para el fin superior de sacar a los hombres de su degradación y hacerlos de corazón y de conducta, asà como de nombre, hijos de Dios.
Descansar en el perdón es una cosa mezquina y despreciable, que muestra una disposición del egoÃsmo más grosero. Cuando la salvación se posee realmente, es un carácter vivo, producido por la gracia del EspÃritu Santo y arraigado en la fe simple que el alma está ejerciendo en Jesucristo.
I. Qué es la santidad. ¿Qué queremos decir exactamente cuando decimos de un hombre que es santo? Implicamos no simplemente que es virtuoso, sino que su virtud tiene una cualidad especial y peculiar. En nuestro discurso común hay un reconocimiento de la distinción entre virtud y santidad. El hombre virtuoso regula su conducta únicamente por principios morales, mientras que el hombre santo mantiene una comunión estrecha y constante con el Dios vivo.
Uno te da una idea elevada de su propia excelencia, el otro te hace sentir la grandeza y la pureza de Dios. El significado bÃblico del término es "consagrado a Jehová". La santidad, en cuanto es un principio interior, es el mantenimiento de una estrecha comunión con Dios; y en cuanto es una manifestación exterior, es la consagración de la vida a Dios. La santidad es una disposición que se esconde detrás de todas las virtudes y que da a cada una de ellas su peculiaridad distintiva. La santidad es un principio interno que todo lo regula.
II. Cómo se debe alcanzar esta santidad. Claramente, no todos los hombres lo poseen. Ningún hombre lo tiene de forma natural y, por supuesto, como una cosa. De hecho, ocurre exactamente lo contrario. A los hombres no les gusta retener a Dios en su conocimiento. ¿Cómo cambiar todo esto? No por el propio individuo. De un alma impÃa, nada más que lo que es impÃo puede proceder. Por ningún mero proceso de desarrollo, o selección natural, el hombre impÃo puede entrenarse a sà mismo en la santidad.
Tampoco se puede lograr este cambio mediante ritos externos. Las Escrituras declaran con la mayor claridad que somos regenerados por el poder del EspÃritu Santo. Si investigamos el modo de sus operaciones, no obtenemos respuesta. Si preguntamos cómo puede obrar en un hombre y sobre él, sin infringir su libre albedrÃo, no se nos dice. Aunque en silencio en cuanto al modo, las Escrituras lo afirman repetidamente.
El otro elemento de la santidad es la consagración a Dios. Pero la esencia del pecado es la voluntad propia, por lo que es imposible que un hombre pueda dedicarse a Dios hasta que el pecado dentro de él haya sido aplastado. Para la santidad, el pecador necesita reconciliarse con Dios y ser semejante a Dios. Pero estas son precisamente las cosas que debe lograr mediante su fe en el Señor Jesucristo, por el poder del EspÃritu Santo.
En cuanto a la consagración a Ãl, la visión de los medios por los cuales su culpa y depravación han sido removidas, produce en el alma del creyente un profundo sentimiento de deuda personal con Dios. No puede reclamar a sà mismo después de que Dios lo ha redimido para sà mismo por la preciosa sangre de Cristo. Su gratitud toma la forma de dedicación propia. También se sigue que debemos procurar tener fe, fuerte y constante, en el Señor Jesucristo como nuestro Redentor, y en Su muerte como propiciación por nuestros pecados. Esta es una vista de la Cruz que raras veces está ante nuestros ojos.
III. Donde esta santidad se manifestará. Es caracterizar la vida del creyente en todas las ocupaciones y bajo todas las circunstancias. Bajo el Nuevo Testamento no tenemos lugares santos ni personas santas. Para el cristiano no deberÃa haber nada puramente secular. Dondequiera que la piedad sea genuina y nuestra consagración sin reservas, buscaremos en todas las cosas glorificar a Dios. ( WM Taylor, DD )
Santidad en las campanas de los caballos
El perÃodo al que se refieren estos versÃculos aún es futuro. La piedad debe ser casi universal, extendiéndose generalmente a todas las personas y actos. Extraiga del texto lo que es la verdadera piedad. Utilice el texto como estándar.
1. En las campanas de los caballos, âSantidad al Señorâ, no solo en la mitra del sacerdote. Las ocupaciones comunes deben realizarse con la mirada puesta en Dios. Debemos servir a Dios indirectamente en nuestros llamamientos, asà como directamente en nuestras ordenanzas; las cosas seculares deben llevarse a cabo según los mismos principios santos de fe y obediencia que nuestros servicios sagrados. Los caballos se utilizan para ocasiones de estado, para la recreación, para viajar, como mercancÃa. Y las campanas de los caballos dan aviso de su acercamiento Y dondequiera que venga un cristiano, la santidad del Señor debe acompañarlo.
2. "Y las ollas en la casa del Señor serán como los tazones delante del altar". Deben ser atendidas las cosas menores al servicio de Dios, asà como las más importantes; Las vasijas de barro, asà como los tazones de oro, deben considerarse sagrados. Donde hay verdadera santidad, las personas no son amables y particulares con respecto a la santidad ceremonial. El verdadero adorador busca adorar en espÃritu. Esto es lo principal.
Al mismo tiempo, no menosprecia a las personas, los lugares, los dÃas y las cosas sagrados, porque puede hacer que las personas, los lugares, los dÃas y las cosas comunes sean propicios y útiles para su crecimiento espiritual. Debe llevar su religión a sus asuntos ordinarios, pero no debe llevar sus asuntos ordinarios a su adoración religiosa, excepto por el bien de la guÃa y la bendición, y para que pueda proceder a conducirlos de manera correcta y con un espÃritu apropiado. . ( HC Mitchinson, MA )
Santidad al señor
Se hace referencia a Jerusalén y Judá en un sentido literal, pero, como es común, en última instancia se hace referencia a ellos como un tipo de la Iglesia universal de los últimos dÃas. En su alcance real, la predicción se extiende a todo el mundo. Todo en la profecÃa y la providencia se une, para probar que el cumplimiento completo está a la puerta. El término "santo" significa "apartado", "devoto". Ser santo para el Señor es estar consagrado a él.
Pero âsantidad al Señorâ es una expresión aún más contundente y denota consagración en abstracto. Los hombres escribirán "santidad al Señor" en todo lo que son y tienen. Esto implica que revisarán y reexaminarán todos sus hábitos y llevarán todo a la piedra de toque de las Escrituras. Le consagrarán todos sus poderes de cuerpo y mente, todo su tiempo, influencia y posesiones.
Has subido al escenario en un momento en que la cristiandad está repleta de proyectos e instituciones para mejorar la condición del hombre y promover el reino de Cristo. Procure dar a estas instituciones un apoyo firme e incansable. Déjese llevar por el espÃritu de su época. Debes estar totalmente para Dios, porque Ãl te hizo lo que eres, y construyó el mundo en el que habitas, y lo proporcionó para tu uso, y te colocó en él, y te ordenó que lo sirvieras con todo tu corazón y alma.
No eres tuyo. Debes estar totalmente a favor de Cristo, porque Ãl murió para redimirte del fuego eterno y levantarte a la felicidad inmortal. Debes dedicar tu vida a los intereses de Su reino si quieres promover al máximo la felicidad de los hombres. Debes ser totalmente devoto si deseas una vida de comodidad. Una mente dividida es una mente inquieta. Mucha gente tiene la religión suficiente para hacerlos miserables.
Un corazón y una vida consagrados sin reservas a Cristo traerÃan paz de conciencia, el fuerte ejercicio del afecto benévolo, la satisfacción de un empleo delicioso y coronarÃan a todos con una comunión extática con Dios y una esperanza segura de inmortalidad. ( E. Dorr Griffin, DD )
Santidad al señor
Los profetas y apóstoles a menudo hablan de un dÃa glorioso, que ha de amanecer sobre la Iglesia en los últimos tiempos del mundo. Respetando este glorioso dÃa, se predicen dos cosas en el capÃtulo que tenemos ante nosotros. La verdadera religión prevalecerá entonces universalmente. Los cristianos alcanzarán logros mucho mayores en religión, y su influencia santificadora impregnará todas las preocupaciones y ocupaciones comunes de la vida.
1. Estas expresiones del texto implican que, cuando llegue el dÃa aquà predicho, todos los negocios, empleos y acciones comunes de los hombres se realizarán con tanta seriedad y devoción, como los cristianos más piadosos sienten ahora cuando se dedican a la mayor parte del tiempo. deberes solemnes de la religión. El significado de la predicción es, evidentemente, que, mientras las personas se ocupen de todos los asuntos y preocupaciones comunes de la vida, ya sea en casa o en el extranjero, en la casa o por cierto, se sentirán tan serios, tan devotos, tan comprometidos. en el servicio de Dios, como lo hizo el sumo sacerdote judÃo, cuando llevaba esa inscripción sagrada en la frente.
2. En ese dÃa, cada casa, cada tienda y el mundo entero será una casa de Dios, un templo consagrado a su alabanza. Un templo es un lugar consagrado y dedicado a Dios con fines religiosos. Pero en ese dÃa cada casa será un lugar asÃ.
3. Cada dÃa será entonces como un sábado.
4. Cada comida común será lo que es ahora la Cena del Señor.
5. Cuando llegue este dÃa, no se encontrarán adoradores insinceros en la casa de Dios, ni profesantes hipócritas en Su Iglesia.
Solicitud. Aprender&mdash
1. Nuestras grandes e innumerables deficiencias.
2. Si tenemos religión o no.
3. Qué placeres, búsquedas y ocupaciones son realmente lÃcitos y agradables a Dios. ( E. Payson, DD )
Santidad al señor
ZacarÃas describe, en los últimos capÃtulos de su libro, grandes problemas que vendrán sobre el mundo. Todo el mundo se reunió alrededor de Jerusalén para destruirla. El Señor mismo descendió del cielo para liberar la ciudad sagrada. No habÃa pensamiento más presionado por la mente del judÃo que el de la santidad. Fue el lema de la vida nacional. La misma concepción de la santidad universal se trasladó del judaÃsmo al cristianismo.
I. El estado más elevado del hombre, la condición más bendita del mundo, se presenta aquà ante nosotros. El primer significado de santidad es separación. La separación mira en dos sentidos, hacia el pasado y hacia el futuro. Hay algo de lo que estamos separados y algo de lo que estamos separados. Cuando pensamos en la santidad de manera práctica, con respecto a nuestra vida presente, podemos considerarla como una representación de una altura inalcanzable.
La santidad es pureza absoluta. La santificación siempre se representa en las Escrituras como si fuera equivalente a una perfección positiva ya alcanzada en esta vida. La santidad describe, no una altura realizada de la naturaleza o la vida, sino una ley o condición de la vida, un proceso, un crecimiento, que surge de la fe, y que continúa con nosotros hacia nuestro futuro eterno. La santidad es consagración.
II. Esta idea divina de la santidad es de aplicación universal. No hay nada que no se pueda consagrar. Lo primero en la verdadera consagración es el acto del yo interior. Ninguno de nosotros ha conquistado por completo nuestro viejo egoÃsmo: todavÃa luchamos con él. Pero la santidad es la renuncia de todos por Cristo. Y tenemos toda una vida exterior que someter a esta ley de entrega total. La santidad no es la condición de la naturaleza humana, abandonada a sà misma, es el don de Dios. Hay una santidad falsa a la que estamos invitados. Las santidades externas nunca avivarán el alma a una nueva vida. ( RA Redford, LL. B., MA )
La santidad de la iglesia del evangelio
Estas palabras describen la pureza y santidad de la iglesia del evangelio en los términos y nociones que son propios de la dispensación del Antiguo Testamento. Observe la inscripción, o imprima: "Santidad al Señor". Las cosas inscritas están particularmente enumeradas, las campanas de los caballos; los cuencos, las ollas. Lo que se usó en las cocinas del templo; y los utensilios de toda casa y familia ordinaria. FÃjate en el tiempo.
"En ese dia." Todo el estado de cosas bajo el Evangelio, que es como un solo dÃa. Pero, ¿dónde se encuentra esta santidad universal? Las profecÃas de las cosas que pertenecen a nuestra obediencia deben entenderse a menudo de nuestro deber, más que del evento. En cuanto al evento, debe entenderse comparativamente, no absolutamente. Y el estado del Evangelio tiene sus reflujos y sus flujos en varias edades. Doctrina - Dios en y por el Evangelio efectuará una santificación eminente y notable tanto de las cosas como de las personas.
I. Ese grado de santidad que aquà se profetiza.
1. Todas las cosas que antes se empleaban contra Dios deben emplearse y convertirse a su servicio, porque las campanas de los caballos estarán inscritas.
2. Sobre todos los utensilios del templo habrá âSantidad al Señorâ, ya sean ollas o tazones.
3. Las expresiones implican dominio y crecimiento en santidad; porque las ollas de la cocina del templo serán como los tazones del altar de pureza y santidad.
4. Como es una santidad progresiva, también es una santidad difusa, que se difunde a través de todas las acciones, civiles y sagradas; en cosas que pertenecen a la paz y la guerra.
II. De la santidad en general. Considéralo&mdash
1. Relativamente. Hay cuatro cosas en él. Una inclinación hacia Dios. De esta tendencia hacia Dios surge una dedicación de nosotros mismos y de todo lo que tenemos para el uso y servicio del Señor. De esta dedicación resulta una relación de las personas tan dedicadas a Dios, de modo que desde ese momento en adelante no son las suyas, sino del Señor. Hay otra cosa, y es el uso real de nosotros mismos para Dios. Somos vasijas reservadas para el uso del amo.
2. La santidad positiva puede considerarse con respecto a nuestras personas o acciones. Nuestras personas, cuando somos renovados por el EspÃritu, o hay un principio interno de santificación forjado en nuestro corazón. Asà como una persona es santa por su principio, asà una acción es santa por la regla, cuando concuerda con ella en cuanto a manera, materia y fin.
III. Razones por las que esta santidad eminente, tanto de personas como de acciones, debe tener lugar en el Evangelio, por encima de los tiempos de la ley.
1. Debido a nuestro principio, la nueva naturaleza obrada en nosotros por el EspÃritu de Dios, que se adapta a toda la voluntad de Dios.
2. Por la exactitud de nuestra regla, que nos enseña a caminar en nuestros diversos negocios y empleos.
3. Por nuestro modelo y ejemplo, Jesucristo, quien fue exacto en todas sus acciones.
4. Debido a nuestras obligaciones para con Cristo; en parte debido a Su dominio como Señor y Redentor por derecho de compra. En todas las condiciones y estados de la vida Ãl tiene un derecho en nosotros, por lo tanto, en cada estado de la vida debemos glorificarlo. En parte por nuestra gratitud a Cristo como Salvador y como Señor. Uso: para persuadirnos de esta obediencia universal. Nadie entra al servicio de Dios sino con una consagración. Varias direcciones.
(1) No emprenda nada más que lo que lleve esta inscripción sobre él.
(2) Asegúrese de ejercer su vocación general, como cristiano, en su particular. Su llamado particular es esa forma de vida a la que Dios le ha diseñado por sus habilidades y educación.
(3) Convertir todos los deberes de la segunda mesa en deberes de la primera mesa,
(4) Realice sus asuntos terrenales con una mente celestial.
(5) No se contenten con el uso natural de la criatura, como hacen las bestias, sino que vean a Dios en todo.
(6) Reconozca a Dios en todos sus caminos, dependiendo de Ãl para la dirección y el éxito, y consultando con Ãl, y aprobándole su corazón y su vida.
(7) Cada persona fiel en su propia casa debe adorar a Dios de la misma manera que lo adoraron los judÃos en el templo. Un cristiano debe ser igual en todas partes, en casa y en el extranjero. ( T. Manton. )
El brillante futuro del mundo, el reino de la santidad
La santidad será la caracterÃstica sobresaliente en el futuro del mundo. La santidad será universal.
I. Abarcará los asuntos de la vida común. "Sobre las campanas de los caballos". Entre las naciones antiguas era común tener campanas en los caballos para su uso o adorno, o quizás para ambos. Se dice que en la procesión fúnebre de Alejandro, los caballos tenÃan campanillas de oro atadas a las correas de las mejillas.
II. Abarcará todas las preocupaciones domésticas. "Toda vasija en Jerusalén y en Judá será santidad para el Señor de los ejércitos". La idea es que la santidad se extienda hasta las preocupaciones más Ãnfimas de la vida doméstica, los miembros de la familia serán religiosos. Las mismas ollas en las que los sacerdotes cocinaban su comida debÃan ser tan sagradas como los cuencos que recogÃan la sangre de la vÃctima. Observar&mdash
(1) Que la distinción entre lo sagrado y lo secular debe abolirse, pero -
(2) no separándonos del mundo, ni haciendo todas las cosas seculares, sino santificando todas las cosas, llevando a todas las ocupaciones el espÃritu y el deleite de la presencia de Dios. La santidad al Señor no debe ser borrada de la mitra del Sumo Sacerdote para que se sienta tan poco solemnizado al ponerse la mitra y entrar en el Lugar SantÃsimo, como si fuera a su establo para ponerle el collar al caballo; cuando le pone el collar a su caballo y se va a su trabajo diario o recreación, debe ser tan verdadera y amorosamente uno con Dios como cuando entra con incienso y vestiduras sacerdotales al âLugar SantÃsimoâ. Dods.
III. Abrazará a todos los personajes religiosos. âEn aquel dÃa no habrá más Cananeo en la casa de Jehová de los ejércitosâ. âPor cananeoâ, dice el Dr. Henderson, âse refiere a comerciante. Los fenicios que habitaban la parte norte de Canaán fueron los comerciantes más célebres de la antigüedad. La palabra puede considerarse justamente como si significa hombres mercenarios, hombres animados por el espÃritu mercenario.
âTales hombres siempre se encuentran en conexión con la religión. Los antiguos profetas lamentaron este espÃritu. Se encontró en las primeras edades de la Iglesia cristiana. Los hombres que consideraban âla ganancia como piedadâ, el cananeo o el comerciante, no pertenecen necesariamente a la vida mercantil sino también a otras ocupaciones e incluso a la vida sacerdotal. Quizás el espÃritu mercenario está tan presente en sacerdotes y ministros ahora como siempre. Pero en la era venidera ya no habrá más el cananeo, el mercenario, en la casa del Señor, todo será santo. ( Homilista. )
La santidad tiene que ver con cada parte de nuestra vida.
La religión es uno de los colores de la vida que se mezcla más Ãntimamente con todos los demás colores de la paleta. Es eso lo que les da su apariencia de profundidad y lo mejor de su brillantez. Si mediante un proceso sutil se quita, todo se empaña y decolora. ( W. Mallock. )
La santidad se aplica a las cosas comunes
Oro a mis amigos para que no sean tan espirituales que no puedan hacer un buen dÃa de trabajo, ni dar una medida completa, ni vender mercancÃas honestas. Para mi disgusto, he conocido personas que profesan haber alcanzado la pureza perfecta y que han hecho cosas muy sucias. He sospechado de la espiritualidad superfina desde que conocà a uno que no se interesó en los asuntos de este mundo y, sin embargo, especuló hasta que perdió el dinero de miles de otras personas.
No llegue a tener una mente tan celestial que no pueda soportar las pequeñas aflicciones de la familia; porque hemos oÃdo de personas de quienes se dijo que cuanto antes fueran al cielo, mejor, porque eran demasiado desagradables para vivir con ellos abajo. ( CH Spurgeon. )
Santidad en las cosas comunes de la vida
Hay una leyenda de un artista que buscó un trozo de madera de sándalo para tallar una Virgen. Por fin estaba a punto de rendirse desesperado, dejando sin realizar la visión de su vida, cuando en un sueño se le pidió que formara la figura de un bloque de roble, que estaba destinado al fuego. Obedeciendo la orden, produjo del tronco de leña común una obra maestra. De la misma manera, muchas personas esperan grandes y brillantes oportunidades para hacer las cosas buenas, las cosas bellas con las que sueñan, mientras que, a través de todos los dÃas simples y comunes, las mismas oportunidades que necesitan para tales acciones se encuentran cerca de ellos, en los acontecimientos más sencillos y familiares, y en las circunstancias más hogareñas.
Esperan encontrar madera de sándalo para tallar Madonnas, mientras que Madonnas mucho más hermosas de las que sueñan se esconden en los troncos comunes de roble que queman en su chimenea abierta, o que desdeñan con los pies en el patio de leña.
Santidad al señor
La santidad representa tres cosas: primero, y en su concepción más profunda, la separación del pecado o el uso común, como el único dÃa de la semana, la única montaña de Sión en medio de las colinas, y el niño Samuel en la casa de su madre, dedicado a el servicio de Dios. En segundo lugar, la santidad significa consagración o devoción a Dios; lo que no se usa para el pecado se aparta para su santo servicio; lo que no se usa para propósitos ordinarios se dedica, como el plato de comunión, a un propósito santÃsimo y sagrado.
Asà como no usarÃas el cáliz o la patena de la comunión para ninguna comida común, por muy urgente que fueras, asà lo santo está apartado para Dios. En tercer lugar, la santidad implica una capacidad creciente de semejanza con Dios. La naturaleza que se entrega a Dios recibe más de Dios y, al recibir a Dios, se transforma en la semejanza de Dios. De modo que la santidad para el Señor estaba grabada como un lema sagrado en la plancha de oro, en la frente de Aarón, y todos los que veÃan al sumo sacerdote asà vestido sintieron que habÃa una rectitud, una santa idoneidad, que un hombre que era apartado para el servicio de la casa de Dios deberÃa llevar tal tablilla.
Probablemente, si le dijeran que debe usar una insignia similar, exclamarÃa: âNo, no es asÃ. Estoy muy dispuesto a ser cristiano. Creo en Jesucristo como mi Salvador. Espero estar un dÃa ante Ãl, deshacerme de todas las imperfecciones e impurezas, en el Templo de Dios, pero no me atrevo a asumir ese tÃtulo ahora. No soy santo. Yo mismo lo sé, y los que mejor me conocen lo confesarÃan también.
Esa inscripción y esa placa dorada no son para mà ". Entonces estás perdiendo el sentido de la concepción de ZacarÃas de esta dispensación. Anticipándose a la época en que vivimos, dijo: âEl EspÃritu Santo se pondrá al alcance de la gente común de tal manera que la inscripción sagrada que habÃa sido reservada para el sumo sacerdote se inscribirá en las mismas campanas del equipo de sus caballos, mientras que los utensilios y vasijas que se dedican al uso común serán, por asà decirlo, dignos y santificados, tanto como vasos de altar; mientras que los que los sacerdotes emplean para fines comunes serán como tazones en los que se reciba la sangre de la vÃctima, y ââen los que el sacerdote sumerja su mano para rociar la sangre en el DÃa de la Expiación â. Tres palabras indicarán nuestra lÃnea de pensamiento, a saber, abolición, inclusión, elevación.
I. Abolición. Hay una abolición en nuestra actual dispensación de la antigua distinción entre sagrado y secular. Mucha gente vive en dos casas: de su deber sagrado y de su deber secular; y aunque pasan de uno a otro, hay una clara demarcación entre lo que son en las horas sagradas y en otras ocasiones. La gente parece suponer que la religión puede ponerse y quitarse como vestido; que está separado de su vida real; que se asemeja a los alimentos no digeridos, que se introducen en el cuerpo pero no se vuelven parte de su naturaleza y, por lo tanto, son una carga y una molestia.
Ahora bien, esto no puede ser correcto. Si considera el genio de nuestra religión, la idea de tal partición no puede admitirse ni por un momento. ¿Qué es la religión cristiana? ¿Un credo? ¿Una actuación? ¿Una determinada conducta o hábito externo? Es una vida; y seguramente la vida debe expresarse mediante el habla y el acto, y en todas las diversas salidas del hacer y del sufrimiento. La vida de una flor siempre debe exhalar una dulce fragancia; la vida de un pájaro siempre debe derramarse en villancicos y cantos; la vida de un pez siempre debe mostrarse, ya sea que brote de la superficie del agua o se entierre en la profundidad.
De modo que la vida de Dios siempre se expresa; no se ubica en ciertos actos, pero invade al hombre como podrÃa hacerlo el espÃritu de egoÃsmo. El conocimiento de un estudiante afectará su vida en todo momento. Un artista no puede encontrar placer en un momento en lo que afecta a sus gustos bien equilibrados en otro. Entonces, cuando recibimos la nueva vida de Dios, debe derramarse a través de los canales de todo nuestro ser; o, si somos inconsistentes con él, nos reprenderá y nos llamará de regreso, a través de la confesión y la oración, a la vieja norma.
No se puede ser religioso allà e irreligioso aquÃ; si tienes vida se manifestará tanto el lunes como el domingo. La religión es también un reconocimiento de la realeza de Cristo, el presentarle las llaves de todo el ser. Pero si solo vas a servir a Cristo en ciertas ocasiones, y los domingos, hay seis séptimas partes de tu tiempo fuera de Su santo gobierno. ¿Cómo puedes llamarte esclavo de Jesucristo si solo lo estás sirviendo en ciertos deberes y actos especÃficos, mientras que el resto de tu vida se gasta de acuerdo a tu capricho? ¿No es esa la forma en que las tribus errantes de Siberia reconocen al zar de Rusia, mientras afirman una buena parte de su propia autonomÃa? ¿No es eso perjudicial para toda la coherencia, toda verdadera devoción y consagración? ¿Alguna vez el planeta abandona la esfera de influencia del sol? La religión es un testimonio para el mundo.
El mundo no viene a nuestros lugares de culto ni nos ve en nuestro mejor momento; el mundo no se entromete en nuestra privacidad doméstica y escucha nuestras oraciones. El mundo solo puede juzgarnos cuando cruzamos su camino, cuando estamos comprometidos con los mismos deberes con los que está familiarizado, o cuando estamos sufriendo privaciones y disciplina que puede apreciar.
II. Inclusión. A los judÃos se les prohibió comprar o poseer caballos. Los caballos se identificaron con la guerra, con exhibición y espectáculo orgullosos. Pero aquà notamos que en lugar de que los caballos se mantengan fuera de la vida nacional, se les permite, y, en lugar de estar bajo proscripción, Santidad al Señor está escrita en sus campanas - dice Calvino en sus anteojeras. En los viejos tiempos los hombres decÃan que la religión consistÃa en su actitud hacia Dios, y que por lo tanto todo lo que no pudiera ser usado directamente para su servicio debe ser visto con sospecha. Por eso las relaciones de la vida familiar fueron cuidadosamente abjuradas por monjes y monjas; y especialmente durante la Edad Media, cuando la idea ascética dominaba a los hombres, apenas tenemos referencia a la belleza natural.
La idea cristiana es infinitamente preferible. Puedes tener tus caballos, pero deben estar consagrados. Puede tener las campanas de los caballos para hacer música dulce, pero asegúrese de que estén inscritas con Santidad para el Señor. Puede tener los vasos e implementos del servicio diario, pero tenga en cuenta que cada uno de ellos se maneja como los tazones del altar. Por supuesto, si siente que ciertas cosas, que son inocentes en sà mismas, se están apoderando demasiado de usted o están influenciando a otras personas de manera incorrecta, entonces seguramente las dejará de lado. Todo lo que hagas correctamente, puedes hacerlo por Ãl, y todo lo que hagas por Ãl, estás en lo correcto.
III. Elevación. ZacarÃas dice que no debe haber distinción entre sagrado y secular, pero no dice que debemos nivelar lo sagrado a lo secular. No dice que los tazones sagrados en los que se recogió la sangre de la vÃctima deban nivelarse con los de los otros vasos del templo; pero que los vasos ordinarios deben nivelarse hasta estos. No dice que el sacerdote debe quitarse el plato y no tener más reverencia por la adoración de Dios que la que sintió cuando fue a ensillar su caballo para una excursión por la tarde, sino que debe ensillar sus caballos para su placer. cabalgue con la misma reverencia y devoción a Dios que cuando entró en el templo a la llamada del deber sagrado.
Toda la tendencia actual es hacer que todo sea igualmente secular, pero debemos cuidar de que todo sea igualmente sagrado. Debes tener tu iglesia, para que tu taller se impregne del espÃritu de tu iglesia; debe tener su lectura de la Biblia, para que todos los libros se lean bajo la luz que brilla de su Biblia; debes tener la Cena del Señor, para que puedas comer y beber siempre para la gloria de Dios. ( FB Meyer, BA )