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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario de Kelly sobre los libros de la Biblia Comentario de Kelly
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
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Información bibliográfica
Kelly, William. "Comentario sobre Zechariah 14". Comentario de Kelly sobre los libros de la Biblia. https://studylight.org/commentaries/spa/wkc/zechariah-14.html. 1860-1890.
Kelly, William. "Comentario sobre Zechariah 14". Comentario de Kelly sobre los libros de la Biblia. https://studylight.org/
Whole Bible (28)Individual Books (1)
VersÃculos 1-21
Conferencias sobre los profetas menores.
W.Kelly.
ZacarÃas fue claramente un contemporáneo de Hageo. Como él, data sus profecÃas del segundo poder imperial de los gentiles; pero va mucho más allá que Hageo al dar el testimonio de Dios acerca de estos poderes. En el anterior profeta habÃa sin duda una intención divina en la alusión a la era medida por el reinado de DarÃo: no sólo se mantiene esto en ZacarÃas, sino que tenemos la relación general de los poderes en una medida análoga a la de Daniel, pero teniendo su propio carácter especial y diseño como con todas las escrituras.
Por lo tanto, no es meramente la señal de sujeción en el gobierno de Dios; pero además tenemos la debida relación para el presente, lo que se esperaba en el futuro, y luego el derrocamiento final de todos esos poderes que habÃan intervenido en forma intermedia, no solo en el juicio de Judá, sino aún más ampliamente durante el tiempo del juicio de Israel. infidelidad MalaquÃas se diferencia de ellos en que se ocupa exclusivamente de la condición moral de los judÃos; por lo tanto, no hace caso alguno de los poderes de los gentiles. AsÃ, los profetas de la restauración, Hageo, ZacarÃas y MalaquÃas tienen rasgos suficientemente distintivos.
Entonces, ZacarÃas primero nos presenta el doloroso desagrado de Jehová con los padres de los judÃos. HabÃan menospreciado el testimonio anterior. Cuando se les mandó en el nombre de Jehová de los ejércitos que se volvieran a Aquel que se volverÃa a ellos, no lo hicieron; y ahora se exhorta a los hijos a no ser como sus padres a quienes los profetas anteriores habÃan clamado en vano. âNo oyeron, ni me hicieron caso, dice Jehová.
Vuestros padres, ¿dónde están?" Por lo tanto, la presente desolación, y la debilidad de las cosas por las cuales los niños gemÃan, debe ser una lección seria y permanente para sus almas. "Vuestros padres, ¿dónde están? y los profetas, ¿viven para siempre? Pero mis palabras y mis estatutos que mandé a mis siervos los profetas, ¿no se apoderaron de vuestros padres? y volviendo ellos, dijeron: Como Jehová de los ejércitos pensó hacer con nosotros, conforme a nuestros caminos y conforme a nuestras obras, asà ha hecho con nosotros.
"Por lo tanto, la palabra de Jehová habÃa recibido su plena sanción y, en lugar de desanimarse por las circunstancias que probaban su veracidad, su lugar era aprovechar las comunicaciones adicionales que se aplicaban a su estado. Cada logro de Su disciplina sobre Israel debÃa ser un llamado a sus almas para que presten atención a la palabra de Jehová ahora.Sin embargo, esto no fue más que un preámbulo, aunque de importancia moral.
La profecÃa supone el pecado y el necesario juicio de Dios; pero luego, gracias a Dios, también nos ofrece mucho más. Muestra cuán imposible es que Dios sea vencido por el mal, y que el abuso de una cosa buena cuando la juzgue la reemplace por una mejor en Su misericordia. Ciertamente, si Ãl nos ha llamado como cristianos a vencer el mal con el bien, Ãl mismo actúa en consecuencia: ya sea en el gobierno o en la gracia, Dios está supremamente por encima del mal; y este es el único recurso y el infalible consuelo de la fe.
La primera visión que nos presenta el profeta la tiene de noche: de hecho, lo mismo se aplica a los primeros seis capÃtulos donde tenemos una serie de visiones que el profeta contempló en una sola noche, y que recorren en esa especie de esquema el curso de Los caminos de Dios desde su separación para el tiempo como Su pueblo hasta su restauración a la tierra con su ciudad y templo bajo el MesÃas. "Miré de noche, y he aquà un hombre montado en un caballo rojo, y él se paró entre los arrayanes que estaban en el fondo; y detrás de él habÃa caballos rojos, moteados y blancos. Entonces dije, oh mi señor, ¿Qué son estos? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Te mostraré cuáles son estos.
Nuevamente encontramos una semejanza considerable con la manera en que se dieron algunas de las visiones del Apocalipsis. Está la presencia de un comunicador e intérprete angelical. Se ve, pues, cómo los lazos de la verdad divina se encuentran a lo largo de la Escritura y siempre, se puede añadir, con la debida atención al tema, para preservar la idoneidad moral. La posición de ZacarÃas en relación con el judÃo tenÃa muchos puntos en común con la de S.
Juan hacia el cuerpo cristiano decaÃdo, que ya estaba moralmente juzgado y estaba a punto de ser vomitado, como les dijo a todos de Laodicea en el nombre del Señor. Por lo tanto, podemos entender que la introducción de un ángel que habla, en lugar de Jehová en un estilo más directo de dirección, no careció de importancia. HabÃa reserva y distancia implÃcitas, y esto era correcto notarlo, porque Dios quiso que se sintiera.
Esto no impide en lo más mÃnimo las comunicaciones ricas en compasión y bondad divina, no sin bendición presente, y preñadas en la perspectiva gloriosa para el futuro. De hecho, aunque podemos notar provechosamente este retiro de Dios y la intervención de los ángeles, no hay profeta del Antiguo Testamento que abra una mejor perspectiva de bienaventuranza en la tierra que ZacarÃas.
Entonces sabemos que el Apocalipsis de Juan es el principal desarrollo profético del Nuevo Testamento. De hecho, su método es más profundo y completo, mientras que al mismo tiempo es más preciso y ordenado que cualquier otro en toda la Biblia. ¿No es, entonces, una cuestión de verdadera gratitud a Dios que no seamos lanzados a un mero curso de aplicación inferencial al tener que ver con la ruina de la cristiandad tal como lo hizo ZacarÃas con la ruina de los judÃos? Porque una mente generosa y una humilde seguramente rehuirÃan pronunciarse sobre los demás a menos que la autoridad divina se interpusiera y lo convirtiera simplemente en un deber.
Cuanto más se deseaba la gloria del Señor y más se amaba a la iglesia, más lento serÃa uno para formarse un juicio firme sobre el estado de aquello que lleva el nombre del Señor. Ahora bien, Dios se ha enfrentado a esta falta de voluntad que de otro modo uno podrÃa haber excusado por tener elementos realmente buenos y apropiados en ella. Pero hay otras consideraciones de más importancia que el sentimiento de los cristianos acerca de sus hermanos en la cristiandad: no debemos pasar por alto, sino ante todo sopesarlo todo a la luz de la gloria de Dios, y de lo que es debido a Cristo.
Por lo tanto, Dios, que siempre cuida el nombre de su Hijo, y por lo tanto mira con tierno interés a los que le han sido dados, ha respondido a esta reticencia pronunciándose sobre ella con claridad y solemnidad, y con clara evidencia de que lo que le dio motivo para un juicio tan fuerte y decidido estaba entonces ante Sus ojos, aunque por supuesto a punto de ser aún más desarrollado. El mal ciertamente no crece menos sino más en el transcurso del tiempo, con las continuas influencias que aumentan su volumen y oscurecen su carácter.
Asà sabemos en la cristiandad que la decadencia entonces ante el ojo del EspÃritu de Dios ha ido siempre en aumento; pero los apóstoles no fueron llevados antes de que Dios se pronunciara sobre su existencia, su extensión y su irreparabilidad, solo para ser dejados de lado por la venganza divina al final de esta era.
Hago estos comentarios de tipo general para mostrar el valor de estos últimos profetas como proveedores de la sentencia final de Dios sobre el estado de Israel, incluso de aquellos judÃos de corazón relativamente sincero que habÃan regresado en lugar de irse contentos con estar con su pueblo. Captores gentiles. Por lo tanto, no habÃa excusa para que fueran engañados; ahora hay menos para nosotros, ya que Dios ha mostrado Su mente con toda plenitud sobre el estado actual de la cristiandad y el consiguiente deber de los santos, no poco manifiesto antes de que el apóstol Juan se convirtiera en el medio para que el Señor Jesús se dirigiera a las iglesias asiáticas. en Apocalipsis 2:1-29 ; Apocalipsis 3:1-22 .
El registro es ampliamente suficiente para darnos motivos claros para un juicio moral. Ningún hombre puede despreciar esto sin una pérdida positiva. Estamos llamados a prestar atención. El que tiene oÃdo, oiga lo que el EspÃritu dice a las iglesias.
Asà como las epÃstolas apocalÃpticas difieren manifiestamente del testimonio general de las cartas apostólicas, ZacarÃas difiere incluso de los profetas precedentes, salvo en cierta medida Ezequiel y Daniel, y aún más del resto del Antiguo Testamento. La ocasión era peculiar. El imperio persa favoreció considerablemente a los judÃos. Por consiguiente, habÃa dos cosas necesarias para comunicar: una era que el Señor poseÃa lo que era de sà mismo providencialmente para la ayuda de su pueblo, y al mismo tiempo traÃa todo el curso de estos poderes. Estas dos cosas se hacen por separado en este capÃtulo.
En primer lugar, se nos habla del hombre que montaba un caballo rojo que estaba de pie entre los mirtos; y luego más de caballos rojos, moteados y blancos, que se explican más adelante. "Estos son los que Jehová ha enviado a andar por la tierra. Y respondieron al ángel de Jehová que estaba entre los arrayanes, y dijo: Nosotros hemos andado por la tierra, y he aquÃ, todos los la tierra está quieta y en reposo.
"Creo que "rojo" se usa simbólicamente como una señal de devoción a Dios, ya sea en juicio, o en gracia como en las pieles de carneros teñidas de rojo del tabernáculo, pero incluso estos se basan en el juicio. El que estaba en el rojo caballo habÃa sido en nombre del Señor el ejecutor de Su juicio, y ahora estaba usando a Persia como Su instrumento para tratar asà y asà favorecer a los judÃos.Esta era la segunda de las potencias mundiales, y dos más le seguirÃan como vemos aquÃ.
Objeciones por las que parece que los sÃmbolos aquà son más bien de los ángeles a quienes Jehová emplea para gobernar que de los reinos mismos que siguen por separado; y está claro además que tenemos la conexión de estos poderes con la historia de la gente antigua, pero esa gente ahora se encuentra en un estado sorprendentemente anormal. Debemos recordar que a lo largo de los últimos tres profetas nunca se les reconoce como el pueblo de Dios.
Esto es de mucha importancia. Están destinados a ser bendecidos y exaltados más que nunca como pueblo de Dios, pero mientras tanto se les ve fuera de la relación nacional con Dios. " Serán mi pueblo", pero no lo son. Tal era y es entonces su estado. No es que Dios haya dejado de preocuparse por ellos: la aparición de estos profetas posteriores al cautiverio y, sobre todo, la misión del MesÃas, prueban lo contrario.
Pero recuerde que prevalecen ideas vagas en cuanto a lo que significa "el pueblo de Dios". La fuerza propia de esa expresión en el Antiguo Testamento se ve en las relaciones públicas que Dios tenÃa con ellos cuando identificó su nombre con ellos como su nación escogida entre todas las demás. Este lazo se rompió en el momento del cautiverio babilónico. Los judÃos entonces dejaron de ser abierta y formalmente el pueblo de Dios. Esto de ninguna manera interfiere con que Ãl tenga personas en medio que tenÃan una fe viva. Hubo tales que por gracia buscaron la Simiente de la mujer antes del llamado del pueblo de Dios o de su primer padre Abraham.
De hecho, todos hemos sido profundamente heridos por las frases actuales del lenguaje religioso moderno y, de hecho, de la teologÃa antigua. AsÃ, cuando las personas hablan del pueblo de Dios, casi siempre entienden la lÃnea de los creyentes. Ahora bien, este no es el significado del pueblo de Dios en la Biblia, manifiestamente no en el Antiguo Testamento. Abraham, Isaac, Jacob y los santos antes que ellos, como Noé, Enoc, Abel, nunca son llamados pueblo de Dios.
Fue un hecho nuevo que comenzó con el llamado de Israel, a quienes se les puso en una relación nacional con Dios, con la ley posteriormente para regular su caminar, y un santuario, ritual y sacerdocio. Entonces se exigió un rey de su parte, y se le dio en la ira de Dios (porque era para rechazarlo); y cuando comenzaron a fallar bajo el nuevo régimen, y cuando se levantaron más y más profetas sobre la ruina total de la casa de David, y la aceptación final de la idolatrÃa por parte de esa casa y la parte más fiel del pueblo que habÃa sido levantado como testigo en su contra, entonces perdieron su tÃtulo.
De allà en adelante serÃan Lo-ammi (No-mi-pueblo). Pero esto no implica en absoluto que no hubiera más creyentes entre ellos. Asà como los creyentes habÃan sido antes del "pueblo de Dios", asà lo fueron después. En resumen, tener creyentes en medio es una cosa completamente diferente de ser el pueblo de Dios: de lo contrario, todas las naciones lo serÃan. Mientras que a lo sumo solo puede aplicarse a los cristianos ahora que Israel es repudiado; y estrictamente hablando, parece que solo se aplica en las Escrituras a esa parte de los judÃos que creen mientras que el resto rechaza al MesÃas. Compare Romanos 9:1-33 y 1 Pedro 2:1-25 ; aunque, por supuesto, el principio se aplica a todos los bautizados en Su nombre.
En estos tres profetas encontramos pues contemplado este estado de cosas gravÃsimo para un judÃo cuando ya no era el pueblo de Dios, y podrÃa haber surgido para aquellos que lo malinterpretaran el peligro de temer que Dios ya no se preocupaba por ellos, porque Les quitó su honorable tÃtulo y ya no habitó en medio de ellos como lo habÃa hecho antes. Esto habrÃa sido un error fatal. Por lo tanto, encontramos, particularmente en ZacarÃas, los dos hechos que muestran claramente hasta qué punto Dios usó o reconoció los poderes externos del mundo, y cuál era la relación de Su pueblo durante un tiempo en que Ãl no podÃa reconocerlos públicamente como Suyos.
El profeta nos muestra que todo está hecho para el bien de los que le aman, principio tan cierto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo, pero que requiere mucha delicadeza para aplicarlo correctamente, particularmente al examinar el antiguo oráculos de Dios, viendo que en este caso hay una relación diferente a la nuestra.
Pero a primera vista tenemos a Uno que demuestra estar especialmente interesado en el remanente que ha regresado. Es evidente que la luz de Su palabra fue otorgada de nuevo en las nuevas circunstancias cuando esto podrÃa haberse juzgado imposible. Lo escuchamos de Hageo; tenemos nuevas pruebas en las visiones de ZacarÃas. Dios regularÃa todo con miras a este mismo pueblo después de haber sido totalmente incrédulos.
Y estos diferentes espÃritus salen y cumplen las órdenes de Dios, no en público sino de manera providencial, lo cual Ãl hace saber al judÃo como una señal de Su verdadero cuidado por ellos. Ãl quiere que ellos confÃen en Ãl. Ya no podÃan ser llamados Su pueblo en el sentido formal ahora, pero aquellos que habÃan perdido el tÃtulo de él, sin embargo, se mantuvieron en Su misericordiosa conciencia de cuidado, ya que seguramente se les dará ese tÃtulo de una mejor manera más adelante.
Tal es la postura de las cosas en ZacarÃas, ya que era el objeto de su profecÃa darla a conocer. AsÃ, la visión preliminar fue de una importancia muy grande, tanto como el prólogo moral que hemos visto.
"Hemos andado de aquà para allá (dijeron) por la tierra, y he aquÃ, toda la tierra está quieta y en reposo". Este resto de sus enemigos no presagiaba nada bueno para los judÃos. âEntonces el ángel de Jehová respondió y dijo: Oh Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás misericordia de Jerusalén y de las ciudades de Judá?â No dice âdel pueblo de Jehováâ âcontra los cuales te has indignado estos sesenta y diez años Y Jehová respondió buenas palabras y palabras consoladoras al ángel que hablaba conmigo.
Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama, diciendo: Asà ha dicho Jehová de los ejércitos; Estoy celoso de Jerusalén y de Sión con gran celo. Y estoy muy disgustado con las naciones". Claramente, este es el punto que ahora se presenta. Primero declara que estaba muy disgustado con sus padres, y que habÃa obrado en consecuencia, enviándolos al cautiverio y quitándoles la "teta". tÃtulo distintivo para el tiempo con todos los signos y efectos singulares de su presencia con ellos a nivel nacional.
Luego se muestra que, aunque habÃa sancionado a los poderes gentiles en su lugar de supremacÃa terrenal, no obstante se sintió agraviado por su orgullo y crueldad hacia los judÃos. "Estoy muy disgustado con las naciones que están tranquilas, porque estaba un poco enojado, y ellas ayudaron a adelantar la aflicción. Por tanto, asà ha dicho Jehová: He vuelto a Jerusalén con misericordias: mi casa será edificada en ella, dice Jehová de los ejércitos, y se extenderá cordel sobre Jerusalén.
Esto estaba teniendo entonces un cumplimiento parcial en la caÃda de Babilonia, pero el cumplimiento en el sentido estricto de la palabra espera otro dÃa; y podemos preguntarnos por qué, antes de cerrar con ZacarÃas.
Por esta razón, supongo, es que en la visión inicial el caballo del hombre se ve parado entre los mirtos a la sombra (versÃculo 8), y el primero de los caballos detrás de él eran del mismo color rojo. Por una razón similar también hay una ausencia de un cuarto color aquÃ; como en realidad el imperio babilónico ya habÃa sido sofocado por Ciro el persa, quien de una manera vaga prefiguró a Cristo como el libertador de los judÃos de su opresor cautiverio, vindicando al verdadero Dios y su palabra contra los Ãdolos, restituyéndolos a su tierra y animándolos a construir el templo de Jehová.
Sin embargo, la visión parece deliberadamente general. Hay más precisión en el correspondiente del capÃtulo 6, donde también el propósito en mano traÃa a la vista el primer imperio, como veremos. Pero no es aquà como en Daniel un bosquejo simbólico de los poderes del mundo, exterior o interiormente, sino más bien de los poderes espirituales detrás de escena. "Entonces dije: Señor mÃo, ¿qué son estos? Y el ángel que hablaba conmigo me dijo: Te mostraré cuáles son estos. Y el hombre que estaba entre los arrayanes respondió y dijo: Estos son los que Jehová ha enviado a andar de aquà para allá por la tierra".
Parece claro que el hombre que estaba entre los arrayanes no es otro que el ángel de Jehová, que nos es familiar en otros lugares "Y respondieron al ángel de Jehová que estaba entre los arrayanes, y dijeron: Hemos andado de aquà para allá la tierra, y he aquà que toda la tierra está quieta y en reposo Entonces el ángel de Jehová respondió y dijo: Jehová de los ejércitos, ¿hasta cuándo no tendrás misericordia de Jerusalén y de las ciudades de Judá, contra las cuales ¿Has tenido indignación estos sesenta y diez años?â Y Jehová respondió al ángel que hablaba conmigo palabras buenas y palabras consoladoras.
âEl mismo que se reveló en la antigüedad a los padres, a Moisés, Josué y otros, asà lo hacÃa ahora según la circunstancia y necesidad del remanente. Hay que distinguirlo del ángel que hablaba con el profeta ordinariamente.
Una vez más, no debe olvidarse que la propia historia nacional de Israel se cerró con el cautiverio, y que después de su regreso fue sólo un estado provisional en la misericordia de Dios aquà y en otros lugares garantizados, en espera del MesÃas. Su rechazo trajo la ira sobre ellos al máximo; pero en ella se cumplieron los propósitos ocultos de Dios donde todo parecÃa fallar en la cruz del Señor Jesús, en virtud de la cual Dios no sólo reúne a la iglesia ahora, sino que volverá en misericordia soberana a los judÃos mucho tiempo después. obrando misericordiosamente en sus corazones y produciendo tanto arrepentimiento como una mirada de fe a Aquel a quien una vez crucificaron y mataron por mano de hombres inicuos.
"Por tanto, asà ha dicho Jehová: Yo he vuelto a Jerusalén con misericordias; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y sobre Jerusalén será tendido un cordel. Clamad aún, diciendo: Asà ha dicho Jehová de los ejércitos: Mis ciudades a través de la prosperidad todavÃa se extenderá, y Jehová aún consolará a Sion, y aún elegirá a Jerusalén". Ahora, lo que le da a esto su fuerza es que estas palabras fueron pronunciadas después del regreso del cautiverio.
Por consiguiente, esta devolución no podÃa proporcionar el pleno cumplimiento de la seguridad divina, aunque sin duda era una prenda de ella. Por lo tanto, el objeto de estas palabras no era hacerlos contentarse con la medida de misericordia que ya se les habÃa mostrado, sino usar el presente como base para buscar una mayor bendición que la gracia tiene reservada: "Jehová consolará aún a Sion, y aún escoge Jerusalén". En cuanto al regreso de Babilonia, ya se cumplió; y nunca ha habido un regreso desde entonces sino otra y peor dispersión. Por lo tanto, es claro y cierto que Dios insinúa un nuevo regreso. Aún consolará a Sion y aún elegirá a Jerusalén.
Pero se presenta una vista nueva. "Entonces alcé mis ojos, y miré, y he aquà cuatro cuernos". Aquà tenemos el curso completo de los poderes gentiles: claro si es una alusión a Daniel 2:1-49 y Daniel 7:1-28 , pero difÃcilmente inteligible de otra manera.
"Y le dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto? Y él me respondió. Estos son los cuernos que han dispersado a Judá, Israel y Jerusalén". No son los agentes providenciales que Dios empleó para actuar dentro y por el imperio: estos fueron representados por los caballos. Pero aquà estamos en presencia de los poderes reales que sucesivamente asolaron a Judá, Israel y Jerusalén (versÃculo 19). Por lo tanto, los cuernos son los sÃmbolos empleados, de los cuales el profeta vio cuatro, como era de esperar, respondiendo a los cuatro poderes del primero al último que iban a reinar sucesivamente. Es un cuadro general agrupado proféticamente y que reúne en una sola mirada tanto el pasado como el futuro, Babilonia y Roma, Israel y Judá.
Pero la venganza pertenece a Dios, y los instrumentos de la misma se ven a continuación. âY Jehová me mostró cuatro carpinteros. Y dije yo: ¿Qué vienen a hacer éstos? Y habló, diciendo: Estos son los cuernos que esparcieron a Judá, de modo que ninguno levantó su cabeza; ." Son el instrumento que Dios usará para derribar los poderes que Ãl se complació en levantar en Su soberanÃa para castigar a Israel. Pero Dios sabrá cómo tratar con ellos, especialmente al final de la era. Ãl entonces "echará fuera los cuernos de los gentiles, que alzaron su cuerno sobre la tierra de Judá para esparcirla".
Ahora está claro que todo esto tiene un carácter general. La visión inicial no da más que un cuadro panorámico amplio o el esbozo de principio a fin de lo que ya entonces era cierto pero al mismo tiempo lo que llegarÃa hasta el final cuando el juicio de estos cuernos deberÃa haber sido finalmente ejecutado.
El segundo capÃtulo nos deja saber que, independientemente de lo que Dios nos diga acerca de los demás, su corazón siempre está ocupado con Jerusalén. "Volvà a alzar mis ojos, y miré, y he aquà un hombre que tenÃa un cordel de medir en la mano. Entonces dije: ¿Adónde vas? Y me dijo: Para medir a Jerusalén, para ver cuál es su anchura, y cuál es su longitud. Y he aquÃ, salió el ángel que hablaba conmigo, y otro ángel salió a recibirlo, y le dijo: Corre, habla a este joven. Es el profeta ZacarÃas, de quien nos enteramos por el camino de esta circunstancia personal; aunque algunos lo toman simplemente como un sirviente aparte de la edad, lo que me parece bastante antinatural.
El cordel de medir es el sÃmbolo de la toma de posesión, ya sea en tÃtulo o de hecho, cuando seguirÃan nuevos tratos o restauraciones. Aquà es más bien lo primero, porque la posesión adecuada esperarÃa el derrocamiento de los poderes gentiles; pero el acto de medir estaba destinado a mostrar incluso entonces la intención de Dios de bendecir de esta manera.
âCorre, habla a este joven, y dile: Jerusalén será habitada como ciudades sin muros por la multitud de hombres y de ganado que hay en ella; porque yo, dice Jehová, seré para ella muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella". Es muy evidente que nada de lo que ha sido todavÃa cumple con los términos de la profecÃa. Esperamos el dÃa en que la multitud de sus habitantes rompa todos los lÃmites; y, en lugar de vasallaje bajo amos persas, griegos o romanos, tendrán a Jehová mismo como su fortaleza y muro de defensa.
En el siguiente lugar viene el llamado a todos los que quedan: la restauración de los judÃos será entonces completa. "Eh, eh, salid, y huid de la tierra del norte, dice Jehová; porque yo os he esparcido como los cuatro vientos del cielo, dice Jehová." Esto se refiere a las anteriores dispersiones de Israel. LÃbrate, oh Sión, que moras con la hija de Babilonia. Porque asà ha dicho Jehová de los ejércitos: Después de la gloria me ha enviado a las naciones que os despojaron.
"Nada puede ser más claro. Cómo alguien con la más mÃnima atención a las Escrituras, por no decir juicio espiritual, puede confundir el alcance o la naturaleza de esta profecÃa, o pensar que se ha cumplido, es difÃcil de entender. Observe las palabras " después de la gloria: "por consiguiente, ninguna bendición antes de la venida de Cristo podrÃa cumplir las palabras de ZacarÃas. Más que esto; cuando Cristo se presentó, lejos de cumplir estas palabras, hubo un pecado adicional y una nueva dispersión.
AsÃ, los tratos de Dios después del primer advenimiento y la crucifixión alejaron más que nunca el cumplimiento de esta profecÃa y trajeron nuevas bases para un nuevo castigo de Israel, que aún no era el cumplimiento de la profecÃa. Esto será "después de la gloria". Cristo debe aparecer primero en gloria. âPorque asà ha dicho Jehová de los ejércitos: Después de la gloria me ha enviado él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo.
Porque he aquÃ, yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo a sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado.â Por consiguiente, hay un canto de gozo levantado incluso ahora en anticipación del cumplimiento de gloria para el pueblo de Israel. "Canta y regocÃjate, hija de Sión, porque he aquà vengo, y moraré en medio de ti." Lo que Jehová hizo cuando los sacó de Egipto se cumplirá y mucho más: "Moraré en medio de ti".
La declaración de Su morada entre Su pueblo sigue regularmente a la de su redención; como vemos en Ãxodo 15:1-27 ; Ãxodo 29:1-46 y muchos otros pasajes. Cuando la redención fue figurativa, Ãl habitó de manera visible en medio de ellos.
Cuando la redención verdadera y eterna haya sido aplicada por la fe a Israel, entonces será Su verdadera y eterna morada en medio de Su pueblo; pero esto es "después de la gloria". "Y muchas naciones se unirán a Jehová en aquel dÃa". Allà encontramos claramente las circunstancias de la gloria milenaria. Vemos cuán repetido es el testimonio de este inestimable privilegio de Sion, ya que de hecho se extiende a toda la humanidad.
Parece asombroso cómo cualquier estudiante de las Escrituras podrÃa señalar la estancia del Hijo de Dios antes de la redención en la tierra de Judea. La semejanza del lenguaje con ZacarÃas 9:9 no obliga a tal conclusión, porque esta profecÃa se cumplió en la presentación del Rey, para nada en Su acción ni en las consecuencias de Su advenimiento descritas inmediatamente después.
El rechazo del Rey aplazó el pleno cumplimiento. Su venida recogerá el hilo roto y perfeccionará la red de propósitos divinos. Por lo tanto, la comparación con el último capÃtulo realmente obliga a inferir que ambos esperan el reinado público de Cristo sobre la tierra. "Y habitaré en medio de ti, y sabrás que Jehová de los ejércitos me ha enviado a ti. Y Jehová heredará a Judá su parte en la tierra santa, y volverá a escoger a Jerusalén.
Guarda silencio, oh toda carne, delante de Jehová, porque él se ha levantado de su habitación.â La era venidera se caracterizará no por algunos creyentes y otros no ( Marco 16:16 , Hechos 28:24 ), sino por universal homenaje bajo el reino de Jehová y del Cristo, cuando los juicios sobre las naciones después de la manifestación de la gloria divina hayan quebrantado el orgullo del hombre.
Toda esta parte es suficientemente clara. El primer capÃtulo presenta de manera general los poderes gentiles y sus destructores; el segundo capÃtulo nos muestra prueba del cuidado peculiar de Jehová con este propósito para la tierra, de la cual Jerusalén es el centro, cuyo testimonio sale a todas las naciones cuando Jehová haya hecho de la hija de Sion Su santa morada. Para mà está fuera de toda duda que el momento está fijado por la expresión "después de la gloria".
Ese gran evento será cuando el Señor aparezca en gloria. "Ese dÃa", interpretado de manera justa y completa, no puede ser menos que Su reino manifestado sobre la tierra, cuando Israel sea restaurado a la tierra, y las naciones, habiendo sufrido en una forma, y en otro continuar pasando por el juicio solemne de los vivos, aprender justicia bajo Su reinado, e inclinarse ante el santo placer que Jehová toma una vez más y para siempre en Su ciudad escogida.
El hecho de que el remanente ya habÃa regresado del cautiverio babilónico hace mucho más evidente que Dios revela aquà su propósito de efectuar una restauración aún más completa de los judÃos en la tierra. Pero todos Sus propósitos se centran en Cristo, y solo se manifestarán cuando Ãl venga en las nubes del cielo con poder y gloria, no para destruir sino para reinar. El juicio de los muertos seguirá en su tiempo.
Pero entonces, suponiendo que Jerusalén pudiera ser asà bendecida de acuerdo con la elección soberana de Dios, quien nunca revoca sus dones o su llamamiento, suponiendo que todas las naciones pudieran unirse no solo a ellas sino a Ãl con Jerusalén como su centro, eso satisfarÃa a Dios sin poner su corazones y conciencias en comunión con Ãl? Imposible. De ahà sigue otra escena con este fin en ZacarÃas 3:1-10 .
"Me mostró a Josué el sumo sacerdote". Esto, como es evidente, toca la relación con Dios y trae no sólo la ciudad sino también el santuario. "Me mostró a Josué el sumo sacerdote de pie delante del ángel de Jehová, y a Satanás de pie a su diestra para resistirlo. Y Jehová dijo a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová, que ha escogido a Jerusalén, te reprenda: ¿no es ¿Este tizón fue arrebatado del fuego?Y Josué estaba vestido con ropas inmundas, y se puso de pie delante del ángel.
El sumo sacerdote tiene un carácter representativo, no entrando aquà dentro del velo, sino mucho más como el mismo personaje cuando confesó los pecados de Israel sobre la cabeza del pueblo, el macho cabrÃo vivo enviado a la tierra del olvido. recordad que el sumo sacerdote no sólo tenÃa una función de intercesión sino también un carácter representativo, este último fuera, el primero dentro del velo cuando la sangre se ponÃa delante y sobre el propiciatorio.
Aquà la escena tiene claramente un diseño representativo. Por lo tanto, no se ve a Josué vestido con prendas de gloria y hermosura, ni siquiera con las prendas de lino del servicio diario. Ãl está en su juicio, por asà decirlo, como un sospechoso de un crimen. Es notorio que los orientales son asà de rápidos en sus pensamientos y prontos en sus acciones. Cuando se sospechaba que un hombre habÃa cometido un delito, era costumbre común dar por sentado que era culpable hasta que se hubiera absuelto.
No se parecen a los occidentales, que dan por sentado que un hombre es inocente hasta que se prueba su culpabilidad. AquÃ, sin embargo, todos se encuentran en terreno solemne. No se trataba más de pensamientos orientales que occidentales, sino de Dios y del adversario, quienes conocÃan la culpa de Jerusalén. Apropiadamente, por lo tanto, vemos la extraña visión del sumo sacerdote vestido con ropas sucias. Era de esperarse que Satanás estuviera allà aprovechándose de la culpa y la condición confesa del representante del sumo sacerdote como una razón por la cual Dios arrojarÃa a Jerusalén de nuevo a un problema de fuego.
¿Por qué habrÃa de quitar del fuego un tizón como ése? ¿Fue mejor que otras marcas? Tal fue la razón de Satanás; pero Jehová lo habÃa visto todo según Su gracia, y en misericordia soberana dice: "QuÃtenle las vestiduras inmundas". Fue una frase que tuvo su resorte en Su propio afecto. Sin embargo, tiene una base firme de justicia, como bien sabemos, aunque esto no se presente aquÃ, pero nunca ausente del ojo de Dios.
"Y le dijo: He aquÃ, he hecho pasar de ti tu iniquidad, y te vestiré con ropa costosa [no meramente muda de ropa]". Tal es su beneplácito, que no es más misericordioso con el judÃo que glorificarse a sà mismo. "Ãl tendrá misericordia del que tenga misericordia", y Ãl tiene misericordia de Josué como representante del pueblo. Pero esto no es todo. "Y dije: Pónganle una mitra hermosa sobre su cabeza;" porque no se contenta con la mera absolución, sino que prodiga signos de honor y pleno favor.
"Y pusieron sobre su cabeza una mitra hermosa, y le vistieron las vestiduras. Y el ángel de Jehová se levantó. Y el ángel de Jehová protestó a Josué, diciendo: Asà ha dicho Jehová de los ejércitos: Si anduvieres en mis caminos ." Esta declaración solemne era un cargo condicionado a la obediencia y aun asà válido y aplicable. Aunque Dios puso ante el pueblo Su propósito de gracia, por el momento no los sacó del procedimiento del gobierno sobre la base de su propia responsabilidad. No era el nuevo pacto el MesÃas. Sólo habÃa una señal de las cosas buenas que venÃan, pero aún no habÃan llegado. La imagen misma no podÃa ser de antemano; ni debe buscarse en el pasado.
El ángel de Jehová significa, creo, Jehová actuando por uno que lo representó. El ángel estaba en una relación con respecto a Jehová similar a la que el sumo sacerdote tenÃa con Israel al menos hasta cierto punto. El mismo principio en el Apocalipsis se aplica al ángel de Jesús y a los ángeles de las iglesias, que por último, por supuesto, eran hombres en medio de ellos.
Este era entonces el terreno en el que los judÃos estaban parados por el momento. TodavÃa no habÃa manera de sacarlos de su lugar de responsabilidad bajo la ley. Esto no podÃa ser hasta que el MesÃas viniera y fuera recibido por Israel. Pero hay más añadido. âOye ahora, oh Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan delante de ti; porque son hombres de señal o presagio [es decir, hombres representativos]: porque he aquÃ, yo sacaré a mi siervo el VÃSTAGO.
"El esfuerzo de Grotius por rebajar esto a Zorobabel es dañino; y es lamentable que el Dr. Blayney acepte una incredulidad demasiado fuerte no solo para muchos rabinos eruditos, sino incluso para racionalistas como Gesenius y Hitzig, que no niegan la Referencia mesiánica De IsaÃas la aplicación es incuestionable, y en Lucas 1:1-80 vemos la alternativa de la Septuaginta, á¼Î½Î±Ïολή, como se conoce comúnmente.
"Porque he aquà la piedra que he puesto delante de Josué; sobre la una piedra habrá siete ojos; he aquÃ, yo haré grabar su talla, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré la iniquidad [o castigo] de aquella tierra en una dÃa."
¿Por qué deberÃa uno pensar que la piedra entonces en visión ante Josué deja de lado la referencia futura del versÃculo 9, tipificada por la primera piedra del templo colocada entonces? El contexto es decididamente mesiánico. Hasta ahora era sólo la señal bendita; la sombra y no la sustancia para los judÃos hasta que Jesús venga y reine. âEn aquel dÃa, ha dicho Jehová de los ejércitos, llamaréis a cada uno su prójimo debajo de la vid y debajo de la higuera.
¿Qué "un dÃa", sino el dÃa de la gloria del MesÃas, puede quitar el castigo de Judea con su causa? Mientras tanto, entramos en bendición para el cielo los que creemos en Ãl, nuestra vida escondida en Dios. Seguramente no es el dÃa en que ellos todavÃa estaban expuestos al mal de ojo y al informe malicioso de su samaritano y otros vecinos envidiosos; pero un dÃa de misericordia y poder que fluye de la gracia de Dios hacia los judÃos.
De hecho, no es el llamado más profundo que conocemos ahora por el EspÃritu según los consejos una vez ocultos de Dios, quien nos une a Cristo en el cielo y para el cielo. Este será un dÃa para la tierra. En consecuencia, oÃmos que cada uno invita a su prójimo debajo de la vid y debajo de la higuera. Seguimos a Cristo invisible a través de la vergüenza y el sufrimiento hasta que vamos a encontrarlo en lo alto. Aquà no son aquellos a quienes el Señor no se avergüenza de llamar sus hermanos, mientras que el mundo los desconoce, cuyo gozo es conocer "Su Padre y nuestro Padre, su Dios y nuestro Dios.
El profeta nunca insinúa tal lenguaje para la tierra más de lo que el Nuevo Testamento pone en nuestra boca cifras como las suyas. Aunque estamos en la tierra, ya estamos en una relación celestial, y seremos transformados en consecuencia cuando venga Jesús. ( 1 Corintios 15:1-58 ) Ellos, en Su venida, disfrutarán de todo lo que Dios prometió a Israel desde la antigüedad y hasta el linaje de los profetas.
Pero aún hay más. âY volvió el ángel que hablaba conmigo, y me despertó, como a un hombre que es despertado de su sueño, y me dijo: ¿Qué ves? Y yo dije: He mirado, y he aquà un candelero todo de oro. ." No es solo la futura justificación de Israel: no es solo que se exhibe una piedra fundamental del perfecto gobierno de Dios; pero además encontramos ahora la manera en que Jehová dará una demostración adecuada del poder del EspÃritu en el dÃa que viene.
Esto está asà representado por "un candelero todo de oro, con un cuenco encima de él, y sus siete lámparas encima, y ââsiete flautas para las siete lámparas que están encima de él; y dos olivos junto a él, uno sobre el lado derecho del cuenco, y el otro sobre su lado izquierdo", con evidente alusión a Josué y Zorobabel, aunque contemplando a Alguien mucho más grande, de oficio múltiple y gloria más profunda de lo que cualquier tipo podrÃa expresar.
Josué representó la función sumo sacerdotal, Zorobabel en cierta medida dio testimonio de la función real. Como sabemos, esto se centrará en Cristo, y entonces se verá la perfección, y no antes. Ãl solamente suplirá, dispensará y mantendrá, como verdadero Sacerdote y Rey, la luz del EspÃritu en Israel para la gloria de Jehová. Antes de que esto sea establecido en el reino, vemos una prenda de ello en los dos testigos de Apocalipsis 11:1-19 , después de la traslación de los santos al cielo, cuando Dios comienza a obrar de nuevo en el remanente judÃo.
Pero aquà está el orden divino completo del MesÃas. Es un estado de cosas obviamente distinto de la iglesia. Tanto el sumo sacerdote como el gobernador podrÃan ser débiles sombras; aun asà trajeron ante la mente de Dios, y sacaron para el remanente la señal segura de lo que sucederá cuando el MesÃas cumpla con ambos. Asà que encontramos que esto seguramente será llevado a cabo, no por recursos humanos, no por una mera mejora del judÃo, "sino por mi EspÃritu, dice Jehová de los ejércitos.
âNo es por ejército ni por poder; es decir, de ninguna manera por recursos externos, ni aun por el poder mental o moral del hombre, aunque habrá una condición adecuada del hombre por la gracia; sino que todo será distintivamente por el Santo EspÃritu. En cambio, no se hace referencia a la operación del EspÃritu en la conversión de los pecadores ni al nuevo nacimiento, que siempre se presenta bajo la figura del agua. La unción es una cuestión de poder en los ya lavados y apartados. a Dios.
Los obstáculos no son nada para Dios. "¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; y él sacará su piedra angular con aclamaciones, clamando: Gracia, gracia a ella". El hijo de David es aquà nuevamente el tipo claro de Aquel a quien Jehová sacará a luz como la Piedra principal con aclamaciones de Gracia, gracia, para ella. De Génesis 49:1-33 , IsaÃas 28:1-29 y Daniel 2:1-49 la referencia es obvia.
"Y vino a mà palabra de Jehová, diciendo: Las manos de Zorobabel echaron los cimientos de esta casa; sus manos también la acabarán; y sabréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado a vosotros". Ahora era solo un dÃa de cosas pequeñas, pero el hombre que lo despreciaba no estarÃa al unÃsono con Jehová de los ejércitos cuando llegara el cumplimiento. El mismo espÃritu que reconoce la complacencia de Dios en lo pequeño tendrá honor de Dios en el gran dÃa, y ningún otro.
Pero el dÃa en que Dios está probando moralmente las almas, es siempre un dÃa de pequeñas cosas expuestas al desprecio de aquel cuyo corazón no se contenta con servir a Dios. Aquellos cuyo deleite está en la voluntad y obra de Dios en el dÃa de las cosas pequeñas están en comunión con Ãl. ¡Qué pensamiento que Jehová puede regocijarse y se regocija en los pequeños esfuerzos de aquellos que son guiados por Su palabra en busca de Su gloria! "Entonces respondà y le dije: ¿Qué son estos dos olivos que están a la derecha y a la izquierda del candelero? Y respondà otra vez, y le dije: ¿Qué son estos dos olivos que atraviesan los dos tubos de oro vacÃan el aceite de oro de sà mismos?" Y se nos dice aquÃ: "Estos son los dos ungidos, que están junto a Jehová de toda la tierra.
âQue ya lo he explicado en pocas palabras para significar Josué y Zorobabel, como cabezas del poder religioso y civil entonces conocido en Jerusalén, pero mirando adelante a Cristo que unirá a ambos, como vemos en ZacarÃas 6:1-15 .
Pero ahora vienen otras dos señales de advertencia muy diferentes. "Entonces me volvÃ, y alcé mis ojos, y miré, y he aquà un rollo volador. Y él me dijo: ¿Qué ves tú? Y yo respondÃ: Veo un rollo volador; su longitud es de veinte codos, y de ellos diez codos". Los judÃos no deben equivocarse, ni convertir en licencia la gracia de Dios hacia su condición actual. Era bueno conocer las misericordiosas insinuaciones de Jehová, quien reconoce plenamente un dÃa de cosas pequeñas, y señalará a quien oculte su incredulidad egoÃsta bajo el desprecio de hombres mejores que él.
Pero la fe que sustenta, a pesar de la debilidad y la humillación, mira hacia el dÃa de las grandes cosas, cuando Jehová-MesÃas sea el pleno y último cumplidor de los propósitos de Dios. Y la fe convierte todo esto para su uso en las dificultades presentes; y no es ciego a los terribles resultados del mal que entonces estaba obrando entre la gente. La introducción del reino del MesÃas en el poder sobre la tierra supone que el mal sea expuesto y juzgado tan seguramente como el establecimiento de la justicia y la paz. Ambos serán verdaderos, y ambos están predichos en su lugar.
Ya hemos tenido el lado positivo; acabamos de ver en el vuelo rodado el solemne testimonio de Dios, que el mal que estaba entonces entre los judÃos producirÃa sus peores resultados. Su origen y destino se pronuncian aquÃ. "Entonces él me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra", o más bien la tierra. La misma palabra en hebreo que en griego significa "tierra" y "tierra". Dependemos de razones contextuales para decidir a qué se refiere.
Pero aquà debo suponer que es toda la tierra solamente, aunque no estoy dispuesto a hablar dogmáticamente. Es enteramente una cuestión del contexto. La palabra que significa tampoco, no hay nada que nos decida en sà misma. La verdadera pregunta aquÃ, en vista de lo que se trata, es cuál se adapta mejor al objeto de Jehová en la advertencia. Ahora el diseño aquà no es rebajar la estimación del mal en el pueblo judÃo, sino más bien preparar al profeta y creyente para las esperanzas postergadas; para explicar cómo es que con tan gloriosas predicciones habÃa que posponer su cumplimiento. Por lo tanto, la ocasión, real o inminente, se muestra terrible a los ojos de Dios. El cautiverio, por humillante que fuera, no lo habÃa borrado del todo del pueblo.
Veremos en breve que el pecado de los gentiles contra el cual Israel se levantó para ser testigos, estuvo, o al menos estará, en acción, y no hay perspectiva para el presente de su extirpación; y tan lejos estuvo Babilonia de ser su tumba, el EspÃritu de Dios señala a Sinar como su nodriza y esfera propia. Por lo tanto, la condenación de Babilonia pertenecerÃa a los pecados de Babilonia; y no menos si se hace en Israel. Puede que no apareciera todo a la vez, pero estaba allÃ, no purgado.
¿Y cuál es la maldad aquà a la vista? Dos cosas se notan más particularmente. "Todo el que hurta será exterminado;" y "todo el que jurare será cortado de ese lado conforme a ello". Estos se toman como muestra, no como un todo: uno de la segunda tabla de la ley que trata del hombre; la otra de la primera, que trata de las ofensas directas a Dios. Robar es la evidencia de un total desprecio por los derechos del prójimo en sus bienes.
Jurar es el signo de igual desprecio por la majestad y la verdad de Dios. En resumen, tanto el hombre como Dios fueron completamente despreciados y se rebelaron contra ellos, de modo que la maldición que tomó nota de estos dos pecados flagrantes viene ante nosotros. "Yo la sacaré, dice Jehová de los ejércitos, y entrará en la casa del ladrón, y en la casa del que jura falsamente en mi nombre." Evidentemente, esto conviene mucho más a "toda la tierra" que a "toda la tierra". "Y quedará en medio de su casa, y la consumirá con su madera y sus piedras".
Pero luego viene la segunda parte de este capÃtulo. Hemos tenido la doble maldición; pero hay una figura anexa que muestra que Dios rastreó la iniquidad hasta su fuente; y un principio muy importante esto está en el juicio de Dios. "Entonces salió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: Alza ahora tus ojos, y mira qué es esto que sale. Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esto es un efa que sale. .
Dijo además: Esta es su semejanza en toda la tierra. Y he aquÃ, un talento de plomo estaba alzado; y esta es una mujer que está sentada en medio del efa. Y él dijo: Esto es maldad. y lo echó en medio del efa; y echó el peso de plomo sobre su boca. Entonces alcé mis ojos y miré, y he aquÃ, salieron dos mujeres, y el viento soplaba en sus alas; porque tenÃan alas como alas de cigüeña: y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.
Entonces dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Adónde llevan éstos el efa? Y él me dijo: Para edificarle una casa en la tierra de Sinar; y será establecida y asentada allà sobre su propia base.â bushel.Este es su ojo, ayinim * en toda la tierra.Esto algunos toman para indicar la intención del corazón puesto en el mal, y otros derivan de él el sentido de la vista, y por lo tanto la apariencia o semejanza.
Se dice nuevamente (versÃculo 8) que es maldad, después de que se mostró a la mujer sentada en el efa. Considero que el significado de la señal es que la maldad idólatra se ve aquà atrapada y encerrada como si fuera por el peso de plomo, y poco después (versÃculos 9-11) transportada rápidamente a la fuente madre de los Ãdolos, la tierra de Sinar que podrÃa estar allà en su guarida agradable: ¿por qué habrÃa de contaminar la tierra de Jehová?
*Hay una lectura variada en una de las copias de De Rossi que significa su iniquidad, que parece haber sido leÃda por los LXX, árabe y sirÃaco, y es preferida por no pocos modernos.
De Sinar vino la corrupción religiosa, y allà tiene que ir, llevada por la fuerza y âârápidamente: tal es la medida medida por Jehová. Esto nuevamente parece confirmar la idea de que es el mal idólatra del judÃo derivado y enviado de regreso a Babilonia. Esto fue particularmente enfático. El juicio de Dios que habÃa transportado a los judÃos a Babilonia no habÃa destruido la iniquidad por la cual fueron llevados allÃ.
El profeta posterior a la cautividad nos hace saber que, cuando Dios ha rastreado el mal hasta su origen, tiene que ser sacado de Su tierra y colocado sobre su propia base, donde realmente está en casa, incluso en la tierra de Sinar. , la llanura sobre la que se construyó Babilonia. Ahora no habla de Babilonia, sino simplemente de su escenario. Todo es sin duda una profecÃa simbólica. Uno puede no estar de acuerdo con D. Kimchi y otros comentaristas rabÃnicos en que la mujer significa las diez tribus, y el efa los becerros de Jeroboam y la adoración de Israel; pero estoy aún más lejos de creer que la visión es la sentencia de Dios sobre el comercio moderno, llevada sobre alas de cigüeña de oriente a occidente. Esta parece ser la más infundada y grotesca de todas las interpretaciones, aunque no niego la influencia corruptora de los principios y efectos comerciales.
Pero la visión que tenemos ante nosotros nos lleva a la iniquidad en la tierra que Dios debe juzgar; y agregaré también en los últimos dÃas, confiando como algunos están en que la idolatrÃa nunca podrá volver a estar entre los judÃos. Pero el Señor les advirtió lo contrario ( Mateo 13:43-45 ; Mateo 24:15 ), para el último estado de esa generación que rechaza a Cristo; y también lo hacen los profetas cuando hablan del fin de la era.
( Daniel 11:38 ; Apocalipsis 13:15 ; Apocalipsis 18:4 ) Lo cierto es que Babel no solo fue el comienzo de la monarquÃa terrenal, sino también, desde el comienzo de ese poder (por el hombre que buscó la exaltación propia aquà abajo a pesar de Dios), acompañado de idolatrÃa.
Babel fue asà el manantial de los Ãdolos. Ahora bien, la idolatrÃa es el mal que ha afligido a los judÃos, particularmente como se sabe por toda su historia antigua, por lo cual fueron finalmente enviados a Babilonia, que no fue escenario fortuito de destierro sino retribuidamente escogida por Dios.
El futuro no debe pasarse por alto. Los judÃos han dejado de lado la idolatrÃa por mucho tiempo y por completo. Siempre se jactan de que no se habÃa oÃdo desde su regreso del cautiverio. Pero nuestro Señor les hizo saber en Su propio dÃa, aunque eran tan autocomplacientes en este punto, que tan ciertamente como entonces habÃa un estado barrido, vacÃo y adornado, el espÃritu inmundo al final regresarÃa, y esto con siete espÃritus peores que él mismo, y asà el último estado debe ser peor que el primero.
Esto parece vincularse con la visión comparativamente enigmática que se ve aquÃ. La iniquidad fue suprimida y desplazada por el momento. Solo se retiene, no se destruye ni se extirpa. Trazado hasta su propia fuente en la llanura de Sinar, será juzgado por Dios en aquel dÃa, cuando no sólo las ofensas morales contra Dios y el hombre serán vengadas rápidamente, sino que el hombre entregará todo Ãdolo a los topos y a los murciélagos. .
Seguramente reaparecerá la idolatrÃa, y esto no sólo entre los gentiles cristianizados, sino también entre los judÃos, por poco que puedan sospechar tal problema. Es una verdad invariable de las Escrituras que la mera ausencia del mal nunca es una liberación de su poder. Una condición vacÃa, barrida o incluso adornada en sà misma no implica un escape final. Puede continuar, si Dios asà lo desea, para obstaculizar las incursiones del enemigo; pero de hecho un estado vacÃo siempre expone al retorno del viejo mal.
Debe haber posesión tomada por el poder positivo de Dios para evitar el mal. A menos que el EspÃritu Santo se apodere y llene la escena, nunca podrá haber una barrera eficaz contra el regreso del mal que menos esperamos, especialmente del que nos consideramos radicalmente libres. Muy lejos de esto, está el viejo mal que siempre tiende a reaparecer cuando la conciencia se relaja y la fe se desvanece, y en su lugar crecen hábitos o tradiciones religiosas.
Puede haber otro mal peor: como hemos visto, el espÃritu inmundo vendrá con otros siete espÃritus peores que él. Asà habrá al final de la era, y especialmente en Jerusalén, una combinación de estas dos cosas, como aprendemos de la advertencia clara, completa y solemne de nuestro Señor. Habrá un poder especial de Satanás desatado al final de esta era, asà como la recurrencia del antiguo mal idólatra que afligió a los judÃos en tiempos pasados.
Claramente, entonces, esta visión rastrea lo civil hasta su origen babilónico, y nos muestra que indudablemente habrá una vez más un problema idólatra en la tierra, pero luego será juzgado en relación con lo que realmente representa su lugar de nacimiento. El efa con la mujer adentro y sostenida por el trozo de plomo, luego llevado de la tierra de regreso a la llanura de Shinar, parece ser la forma instructiva pero simbólica de expresar el verdadero carácter y fuente de la idolatrÃa que luego será juzgada.
Si reaparece en relación con los judÃos, justo antes de que el Señor regrese en poder y gloria, se sentirán más avergonzados de su insensatez cuando se vea asà trasladado a su propio lugar para ser eliminado y finalmente juzgado allÃ. Debo tomar la visión como un cuadro simbólico, simplemente mostrando cuándo y cómo el Señor detecta esta iniquidad al final. El gran rollo volador trata de las transgresiones morales del judÃo; la visión del efa muestra que la iniquidad religiosa será limpiada.
Esta, al parecer, es la idea de la medida llevada por las mujeres, con sus alas de cigüeña llenas por el viento, y con destino a Shinar. De este modo, quitan todo el cuerpo donde el mal oculto no solo impedirá que actúe, sino que finalmente será juzgado, y esto se remonta divinamente a Babilonia, porque no tuvo mejor fuente que ese comienzo de obstinación, violencia y orgullo. No tengo la menor duda de que la idolatrÃa regresará (es decir, el paganismo virtual), y estoy persuadido de que en estos paÃses están operando principios que la traerán de regreso.
Incluso ahora están trabajando en la cristiandad; pero ¿qué será cuando Dios entregue a los hombres a un fuerte engaño para que crean la mentira, porque no recibieron el amor de la verdad para ser salvos?
ZacarÃas 6:1-15 cierra estas visiones preliminares. "Y me volvÃ, y alcé mis ojos, y miré, y he aquà cuatro carros que salÃan de entre dos montes; y los montes eran montes de bronce [o cobre]". Asà encontramos que Dios mantiene plenamente Su testimonio de la autoridad imperial gentil.
Israel habÃa dejado de ser el lugar de Su gobierno directo en la tierra; pero Ãl sanciona plenamente a los gentiles en el gobierno providencialmente dado a ellos, que el judÃo estaba obligado a reconocer, por humillante que sea para él. Los cuatro carros son una referencia inequÃvoca (mutatis mutandis) al curso del poder terrenal como ya lo dio a conocer en detalle Daniel. No hay dificultad más real aquà que en la estatua o las cuatro bestias vistas emerger juntas cuando los vientos se agitaron sobre las grandes aguas allÃ.
"Estos son los cuatro espÃritus de los cielos que salen". Se les considera no tanto como poderes, sino en virtud de sus agentes animadores invisibles en la providencia: y esta es la razón por la que oÃmos hablar de espÃritus en este lugar. Los cuernos en el capÃtulo 1, como se dijo antes, los muestran estrictamente como poderes reales; los carros y los caballos parecen ser más Ãntimos y exhibir el propósito de Dios, en lugar de simplemente presentarlos como los poderes mismos
"En el primer carro iban caballos bermejos, en el segundo carro caballos negros, en el tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos grises y bayos". El punto principal a observar es que del rojo* no oÃmos más que el hecho; que los caballos negros (que estaban bastante ausentes en ZacarÃas 1:1-21 ) parecen relacionados con los que siguieron al imperio de Babilonia (versÃculo 8); que se muestra que los blancos han seguido su camino hacia el paÃs del norte en el mundo oriental; y que el cuarto carro o carro romano tiene una doble descripción, una anterior y otra posterior.
Se ve que los grises avanzan hacia el sur, lo que puede indicar el pleno establecimiento del imperio por la batalla de Actium, que decidió el destino del mundo en ese dÃa. Pero son los caballos bayos o fuertes los que buscaban ir, para poder caminar de un lado a otro a través de la tierra. A estos especialmente la palabra es, (versÃculo 7) Apartaos de aquÃ, andad de aquà para allá por la tierra. Los primeros poderes tenÃan el tÃtulo y aspiraban a la universalidad del dominio; el tercero lo ganó por conquista de rapacidad y éxito sin igual; el cuarto solo lo hizo bueno con cualquier cosa que se acerque a la permanencia del poder.
El contexto aquà (puedo decir en contraste con el versÃculo 8) parece mostrar claramente que debemos entender tierra y no tierra en el versÃculo 7. Se muestra cuán completamente todos estaban llevando a cabo la voluntad de Dios, sin importar sus propios caminos. para el consuelo del judÃo aun ahora en el fin de la visión: mucho más se aclarará cuando Ãl tome el reino cuyo derecho es.
*"El rojo" en este sentido presenta aquà una dificultad a primera vista en comparación con el cap. 1 donde el segundo imperio está tan caracterizado. Pero no debemos olvidar que sólo las abstracciones se encuentran con los sÃmbolos. Y Babilonia en su dÃa habÃa sido instrumento del juicio de Dios, como después Persia se convirtió en Babilonia misma. Por lo tanto, Persia podrÃa verse de tal color entre los tres, como lo habÃa sido Babilonia cuando el primero de los cuatro.
Por lo tanto, el capÃtulo proporciona otro cuadro, pero conectado con lo que va antes. "Toma del cautiverio, de Heldai, de TobÃas y de JedaÃas, que han venido de Babilonia, y ve tú en ese dÃa, sÃ, entra en la casa de JosÃas hijo de SofonÃas; y toma plata y oro, y haz coronas , y ponlas sobre la cabeza de Josué hijo de Josedec, sumo sacerdote, y háblale, diciendo.
" Es una profecÃa más del Renuevo, el MesÃas, y asà confirma completamente lo que hemos visto antes. "Asà habla Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquà el hombre cuyo nombre es El VÃSTAGO; y él crecerá de su lugar, y edificará el templo de Jehová; él edificará el templo de Jehová; y él llevará la gloria, y se sentará y gobernará en su trono; y será sacerdote sobre su trono.
"La edificación de Zorobabel era preciosa a los ojos de Jehová, pero sobre todo traÃa ante Sus ojos a un Hijo de David más grande y una gloria permanente cuando Ãl se sienta como sacerdote en Su trono. En ningún sentido era cierto que Zorobabel era un sacerdote; en No tiene sentido que Josué fuera un rey. El MesÃas solo puede construir la gloria y la exhibirá para la gloria de Dios aquà abajo. Ãl es ahora el Rey rechazado, un sacerdote, el gran sumo sacerdote indudablemente, pero en el trono de Su Padre, todavÃa no por sà mismo, como Ãl mismo declara y distingue expresamente en Apocalipsis 3:21 .
Ahora es sacerdote según el orden de Melquisedec; Entonces lo ejercerá en toda su plenitud de significado (no como ahora Aarónicamente en el lugar santÃsimo, sino) saliendo con refrigerio para los vencedores sobre los poderes hostiles de la tierra, bendiciendo al Dios altÃsimo, poseedor del cielo y de la tierra ( manifiestamente asà entonces), y bendiciendo al hombre, siendo Ãl mismo el canal y seguridad de toda bendición para siempre. âÃl edificará el templo de Jehová, y él llevará la gloria.
"Es sólo el prejuicio lo que obliga a cualquiera a traer aquà la iglesia; porque el tema es claramente el reino, y abarca a los judÃos como su pueblo en la tierra, ya que el templo es claramente el descrito en Ezequiel, no la habitación del Nuevo Testamento de Dios en el EspÃritu. "Y consejo de paz habrá entre ambosâ. Cualquier cosa que no sea el MesÃas es completamente inapropiada. Además, parece una doctrina exagerada y, si bien inteligible, bastante extraña, que el sacerdocio y la realeza deben ser personificados. , y la última frase significa que el consejo de paz es "entre ambos ". La noción de judÃo y gentil también es intolerable. Las únicas dos personas nombradas anteriormente son Jehová y el Vástago.*
* Me parece que no hay fuerza en la objeción de Dathe: "quondam enim Deus in toto hoc loco loquitur, affixum in senehem non potest ad Jovam referri"; porque Jehová no habla de sà mismo en primera sino en tercera persona. Esto, por lo tanto, más bien confirma que descarta la referencia a Jehová y el Renuevo.
Las coronas entonces serÃan para Helem y sus compañeros (v. 14) no como propiedad de ellos sino en memoria de la coronación de Josué como el representante simbólico aquà del MesÃas; tal como lo fue antes Zorobabel, y como lo fueron ambos juntos, hijos del aceite, en ZacarÃas 4:1-14 . Lo que sorprendentemente confirmó el carácter provisional del estado de cosas de entonces y el sÃmbolo del reino del MesÃas y el templo de Jehová en el futuro se da en el versÃculo 15.
"Y vendrán los de lejos y edificarán en el templo de Jehová, y sabréis que Jehová me ha enviado a vosotros. Y sucederá, si con diligencia obedeciereis la voz de Jehová vuestro Dios." Entonces el pasaje termina abruptamente. Los gentiles deberÃan venir y ayudar hacia el templo de Jehová que el MesÃas ha de construir (que no podrÃa ser el que se estaba construyendo entonces, ni seguramente el de Herodes); y los judÃos quedan en esta inexpresable solemnidad sobre esa bisagra de la responsabilidad personal, ciertamente justa pero siempre fatal para el primer hombre.
En el cuarto año del rey DarÃo encontramos un fragmento de profecÃa, pero dividido como el anterior en varias secciones. En cuanto a la idea de que hubo un escritor diferente, no hace falta decir que es un sueño, y bastante indigno de seria consideración por parte de un cristiano. dificultades acumuladas; pero no hay base interna suficiente para tal pensamiento.
Está, es cierto, el hecho notable de que Mateo, al citar palabras en ZacarÃas 11:1-17 , nos da el nombre de JeremÃas. Pero esto es simplemente una dificultad, no un motivo para negar el derecho de ZacarÃas a la segunda mitad o la última cuarta parte de su profecÃa. Es muy posible que JeremÃas haya predicho lo mismo, y que ZacarÃas haya escrito lo que predijo JeremÃas, sin afirmar que esa es la solución de la dificultad.
De nuevo, parece que era costumbre entre los judÃos al citar a los profetas tomar el gran profeta caracterÃstico y clasificar a otros bajo su nombre. Por lo tanto, hay una elección de soluciones de la dificultad particular en cuestión, que el difunto Decano de Canterbury no estaba justificado al calificar como un "medio de evasión", como tampoco se le debe seguir en la espantosa alternativa de imputar una memoria inexacta a el evangelista y comprometiendo asà el Evangelio.
Pero de ninguna manera el punto toca a ZacarÃas, aunque sin duda a algunos les gustarÃa rebajar tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo. Es suficiente notar estos hechos de paso, para no ser detenido por tales puntos externos, mientras se hace una oferta a cualquiera que pueda estar perplejo por tal objeción.
Pero es claro que en la segunda mitad de ZacarÃas, los primeros dos CapÃtulos son superficialmente distintos de lo que sigue. La ocasión de ZacarÃas 7:1-14 ; ZacarÃas 8:1-23 era el hecho de que ciertas fiestas habÃan sido instituidas por los judÃos a consecuencia del cautiverio.
Naturalmente, estaban muy angustiados de que la mano de Dios se extendiera contra ellos, como lo prueba la humillación a la que fueron reducidos ante el mundo entero. De ahà que recurrieran a los ayunos instituidos con el fin de lamentar sus pecados e implorar misericordia ante Dios. Algunos de estos judÃos sintieron ahora que Jehová se habÃa aparecido por el remanente y los habÃa traÃdo de regreso a la tierra; y, como el templo se acercaba a su finalización, la continuación de estos ayunos no era conveniente.
Esto da ocasión al profeta para una nueva comunicación de Dios. âEntonces vino a mà palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: Hablad a todo el pueblo de la tierra, y a los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunabais y hacÃais duelo en el mes quinto y séptimo, estos setenta años, hacÃais al menos todo ayune a mÃ, aun a mÃ? Y cuando comÃais y cuando bebÃais, ¿no comÃais para vosotros y bebÃais para vosotros? estaba habitada y en prosperidad".
"Ejecuta juicio verdadero (agrega él), y muestra misericordia y compasión cada uno a su hermano". Las ordenanzas, hagan lo que hagan, nunca toman el lugar de la justicia práctica, y menos aún de la fe, a los ojos de Dios. Puede haber, hay muchas veces, el mayor celo por una institución externa donde el corazón está lejos de Ãl. ¿Es necesario decir cuán perfectamente encaja esto tanto con IsaÃas antes del cautiverio, como con la aplicación de IsaÃas por parte del Salvador al estado de cosas entonces en Israel? Pero mientras el profeta muestra cómo Jehová habÃa dispersado al pueblo, a pesar de las observancias rituales, y que, en consecuencia, recurrir a ellas no era de ninguna manera el verdadero remedio para una condición baja o mala, aunque podrÃan tener su lugar junto con los asuntos más importantes. , él predice completamente la bendición reservada para Jerusalén.
"Asà ha dicho Jehová de los ejércitos: Tuve celo por Sión con gran celo, y yo celo por ella con gran furor. Asà ha dicho Jehová: Yo he vuelto a Sión, y en medio de Jerusalén moraré." Ãl no dice que Ãl era, sino que Ãl serÃa. "Y Jerusalén será llamada ciudad de verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, monte santo. Asà ha dicho Jehová de los ejércitos: TodavÃa habitarán ancianos y ancianas en las plazas de Jerusalén, y cada uno con su cayado en su mano por muy edad.
FÃjate, "todo hombre:" está mirando hacia el dÃa en que la muerte no deberÃa ser, como se nos dice en IsaÃas. "Cada uno con su bastón en su mano por mucha edad" no es que no haya los jóvenes, pero que lo viejo no se desvanezca. Es la inversión de toda la historia pasada "y murió", "y murió". Bajo el MesÃas los hombres seguirán viviendo y durarán todo el reino milenario. "Y las calles del ciudad estará llena de niños y niñas jugando en sus calles.
Asà ha dicho Jehová de los ejércitos; Si esto es maravilloso a los ojos del remanente de este pueblo en estos dÃas, ¿será también maravilloso a mis ojos? dice Jehová de los ejércitos.â No es asÃ; Dios siempre está esperando ese dÃa. âAsà dice Jehová de los ejércitos; He aquÃ, yo salvaré a mi pueblo de la tierra del oriente y de la tierra del occidente; y los traeré, y habitarán en medio de Jerusalén, y serán mi pueblo.
Asà les será quitada la sentencia: "Ellos serán mi pueblo, y yo seré su Dios, en verdad y en justicia". Entonces toda la degradación a la que habÃan sido tan justamente condenados serÃa completamente borrada en el dÃa de gloria renovada y mejor y perdurable para Israel.
En consecuencia, esto se convierte en beneficio práctico presente en lo que sigue. El capÃtulo termina mostrando que los ayunos deben cambiarse en fiestas y la tristeza en alegrÃa. Compare lo inverso en Mateo 9:1-38 en respuesta a los discÃpulos quejumbrosos de Juan.) Y no sólo debe ser esta bienaventuranza para Israel, sino que "acontecerá en aquellos dÃas, que diez hombres se apoderarán de todos ellos". lenguas de las naciones, aun al judÃo lo agarrarán de la falda, diciendo: Iremos contigo, porque hemos oÃdo que Dios está contigoâ. Tal será el cambio completo del dÃa de Jehová.
Entonces entramos en dos grandes cargas: la primera de ellas va desde ZacarÃas 9:1-17 hasta el final de ZacarÃas 11:1-17 ; y el siguiente retomando algunas caracterÃsticas especiales del capÃtulo 11, que se amplÃan en la última carga hasta el final del libro.
En cuanto al primero, comenzando con el capÃtulo 11, se dice: "La carga de la palabra de Jehová en la tierra de Hadrac, y Damasco será el resto de ella: cuando los ojos del hombre, como de todas las tribus de Israel, serán para con Jehová". Encontramos en consecuencia el juicio de las naciones que estaban cerca. Pero además, aunque debe haber la destrucción de Tiro y Sidón, mientras que debe haber tristeza por Ashkelon y Gaza, está escrito que debe haber un estado de confusión en Judá.
Pero Jehová se encargarÃa de la causa del pueblo. "Y acamparé alrededor de mi casa a causa del ejército, a causa del que pasa y del que vuelve; y ningún opresor pasará más por ellos, porque ahora he visto con mis ojos". Esto trae al MesÃas. âAlégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén: he aquà tu Rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.
"Sabemos cómo los evangelistas aplican esto, en la medida en que era cierto entonces, y no más, dejando para cumplimiento futuro lo que entonces no se aplicaba. SerÃa difÃcil desear un ejemplo más fino de exactitud de las Escrituras donde todo es perfecto". El modo de cita muestra claramente la manera admirable en que el EspÃritu Santo se complace en emplear el Antiguo Testamento. Está primero su tÃtulo, y luego su carácter, pero no las consecuencias para los demás, cuyo cumplimiento fue diferido por la incredulidad.
En cuanto a los primeros versÃculos del capÃtulo, no parece haber razón para cuestionar que se aplican claramente a la marcha del ejército de Alejandro y a los duros golpes que asolaron el norte y el sur de Judea después de la batalla de Issus (asà como a ciertos éxitos de los judÃos mucho tiempo después). griegos), y sobre todo a la protección de Jehová de su casa cuando el conquistador del este pasó de largo en su regreso al oeste para asegurar las costas del Mediterráneo antes de avanzar hacia el interior de Asia (ver.
8). Incluso los racionalistas admiten el exacto paralelismo entre la lista de sus capturas y los lugares que le dieron problemas especiales para sitiarlos, como Tiro y Gaza; asà como las largas victorias posteriores de los macabeos. Pero por claro que esto es y en su medida importante, ¿cuánto más lo es ver que en su conjunto la profecÃa, como otras, no es de interpretación aislada? Se une a todos los demás para converger en los grandes eventos de los últimos dÃas cuando el Rey aguijoneará las misericordias firmes de David, ahora establecidas en Su resurrección, viniendo a ellos, no como antes en humillación sino en poder y gloria (aunque esa sea la prenda de esto), y tocando la trompeta mientras Ãl se defiende visiblemente (no Su casa como antes invisiblemente en Su providencia), y salvándolos en ese dÃa como el rebaño de Su pueblo,
La profecÃa renueva más claramente el tiempo del juicio cuando se ve a Jehová cortando el carro de EfraÃn, y el caballo y el arco de batalla de Jerusalén. En ese mismo tiempo Ãl emprenderá por el judÃo. Vuélvanse a la fortaleza, oh prisioneros de la esperanza: aun hoy declaro que les daré el doble, cuando he entesado a Judá para mÃ, he llenado el arco con EfraÃn, y he levantado a tus hijos, oh Sión. , contra tus hijos, oh Grecia, y te puso como espada de valiente.
"Esto es tanto más notable, porque Grecia se estaba adelantando y pronto iba a derrocar al amo persa de Israel; pero llega el dÃa en que los hijos de Sión seguramente derrocarán a Grecia. Si esto nunca ha sido asÃ, queda por ser". Y Jehová será visto sobre ellos.â ââEsto marca claramente cuándo debe ser el cumplimiento, incluso cuando la gloria de Jehová se manifestará en este mundo.
"Y Jehová será visto sobre ellos, y su saeta saldrá como el relámpago; y Jehová Dios tocará la trompeta, e irá con torbellinos del sur". Realmente no es un pequeño absurdo aplicar todo esto a cualquier cosa que haya existido desde aquà abajo.
Vemos que Grecia no se funde en la bestia cuando sube del abismo según el enérgico lenguaje simbólico del Apocalipsis. Debemos dejar margen para todos los actores de la crisis final, tanto para las potencias orientales como occidentales, y otras de menor trascendencia que se mueven de forma bastante independiente. El último imperio resucitado representará a los anteriores imperios universales en cuanto a sus principios, es decir Babilonia, Medo-Persia y Grecia, pero no tendrá sus dominios.
El principio es una cosa, sus posesiones territoriales otra. Parece claro por Daniel 2:1-49 que habrá un representante de todos en aquel dÃa cuando el golpe caiga sobre los pies de barro cocido y los haga pedazos. Luego encontramos el oro y la plata y el bronce y el hierro no todos convertidos en hierro, pero cada uno con un representante, sin exceptuar incluso a Babilonia, aunque los romanos sólo conservan entre ellos el poder imperial.
Asà habrá un representante de Persia, y asà existe ahora. Habrá un representante de Grecia, como sabemos se ha comenzado a representar de nuevo, pero asumirá, supongo, una forma más definida y una mayor importancia. Asiria, como hemos visto con frecuencia, estará representada por el rey del norte donde la Puerta Otomana está ahora, no digo apropiada o formalmente rusa, pero ciertamente una potencia aliada con Rusia, subordinada a su polÃtica y mantenida por su influencia. .
El poder más remoto será su soberano, lo que me parece implÃcito en la descripción de Daniel ( Daniel 8:24 ). Será un poder enérgico, lo cual está lejos de ser cierto ahora más que en Grecia. Como sabemos, ninguno puede mantener la cabeza frente a los enemigos externos ni mantener el orden en sus propios dominios: tal es su estado de postración o desorganización.
Pero habrá un gran desarrollo, y con él puede haber una gran rapidez. ParecerÃa que gran parte de ello será provocado por el poder ruso, sin duda para promover su polÃtica agresiva. Creo que esto está ante Grecia; pero, al chocar más tarde con Judá, su derrocamiento total se muestra aquà de manera general. "Jehová de los ejércitos los defenderá; y devorarán, y aplastarán con piedras de honda; y beberán y harán ruido como a través del vino; y se llenarán como tazones, y como las esquinas del altar.
Y Jehová su Dios los salvará en aquel dÃa como rebaño de su pueblo". Asà vemos la unión del poder futuro y la gloria en la tierra con la declaración de que Ãl vendrÃa teniendo salvación. "Porque cuán grande es su bondad, y cuán grande es su hermosura!" Sigue la beneficencia general de su reinado.
En ZacarÃas 10:1-12 se muestra cómo Dios se servirá de Judá y EfraÃn en aquel dÃa. Luchará no sólo por ellos, sino en y por ellos. Es un gran error suponer que todo lo logrará Jehová por sà solo. Hay un juicio que Ãl ejecutará en Su aparición del cielo, en el cual los judÃos no pueden tener parte alguna, a saber, la destrucción de la bestia y el falso profeta, con la flor del rango y poder del imperio romano revivido.
AsÃ, los poderes occidentales serán completamente aplastados por la venida del Señor en juicio desde el cielo. Después de eso, usará tanto a Judá como a EfraÃn, como vemos aquÃ, para tratar con otros gentiles rebeldes. "Cuando haya entesado a Judá para mÃ, he llenado el arco con EfraÃn, y resucitado a tus hijos, oh Sion;" y asà dice además: "De él salió el ángulo, de él el clavo, de él el arco de batalla, de él todos los opresores juntos". Eso muestra claramente el significado. "Y serán como valientes, que hollan a sus enemigos en el lodo de las calles en la batalla, y pelearán".*
*El intento de algunos alemanes librepensadores y otros de distinguir dos autores, si no más, por comparación de ZacarÃas 9:1-17 ; ZacarÃas 10:1-12 con 14 parece tan fútil como de costumbre. Si el MesÃas habla paz no sólo a Israel, sino a los gentiles, si su dominio será de mar a mar, y desde el rÃo hasta los confines de la tierra, ¿qué más consistente con el reinado de Jehová sobre toda la tierra? El regreso de los israelitas cautivos y dispersos no se ve comprometido por el hecho de que la mitad de la ciudad entra en cautiverio justo antes de su liberación final; menos aún hay dificultad en ver dos partes cortadas, y la tercera pasando por el fuego en la tierra, mientras que Jerusalén tiene la mitad tomada y el resto no.
Jehová actúa poderosamente a favor de Su pueblo en ZacarÃas 9:1-17 , y no a su exclusión en ZacarÃas 14:1-21 . ¿Qué, finalmente, impedirá que Jehová expulse a los caballos de guerra de Jerusalén, mientras que los caballos empleados en la paz lleven el sello de que sus amos están enteramente consagrados a Su nombre? Veremos que ningún capÃtulo de la profecÃa merece menos que el último en ser gravado con "una brumosa indistinción". La neblina debe estar en el lector que lo dice.
Pero este juicio no es una descripción del imperio y su destino, con el de sus adherentes. Las potencias occidentales se habrán hundido más en el mal, y deben actuar en consecuencia. Habiendo disfrutado de privilegios sin precedentes, finalmente los convertirán en la más audaz impiedad y anarquÃa, junto con el más alto orgullo; y asà el Señor se reserva el golpe para Sà mismo. Cuando el último asirio suba a la tierra, encontrará allà a las dos tribus; y tal vez en la última ocasión (porque hay dos ataques a la ciudad de Jerusalén en el futuro) Israel puede estar allà también, como veremos más adelante en esta profecÃa.
Lo mismo, creo, aparece en IsaÃas 38:1-22 ; IsaÃas 39:1-8 . Fácilmente podemos entender el rebaño de EfraÃn entre los dos asaltos. Esta es la principal pregunta que podrÃa plantearse. El Señor aquà promete fortalecer la casa de Judá y salvar a la casa de José.
Más evidentemente, por lo tanto, es la futura reunión de toda la nación, el "todo Israel" que ha de ser salvado. "Los silbaré y los reuniré, porque los he redimido; y crecerán como han crecido. Y los sembraré entre los pueblos, y se acordarán de mà en tierras lejanas, y vivirán con sus hijos, y vuélvanse: los haré volver también de la tierra de Egipto, y los reuniré de Asiria.
"No es un mero remanente que regresa de Babilonia, sino una reunión completa del pueblo de todas partes, teniendo en cuenta más particularmente el norte y el sur, y especificándolos aquÃ. Entonces Jehová rebaja sumariamente el orgullo y el poder de todos sus enemigos. "Y yo los fortaleceré en Jehová; y andarán en su nombre, dice Jehová.
Pero ZacarÃas 11:1-17 es aún más solemne, y trae otros elementos más profundos a la escena final. Abre tus puertas, oh LÃbano, para que el fuego devore tus cedros. Aulla, abeto, porque el cedro ha caÃdo, porque los fuertes han sido destruidos. Aulla, oh encinas de Basán, porque el bosque de la vendimia se ha derrumbado. .
"Son vÃvidas figuras de juicio sobre la fuerza exterior y la dignidad de los judÃos. Los gobernantes están afligidos y consternados por su expolio cuando sus esperanzas una vez más se elevan. Su rÃo, incluso entonces como siempre figurando como recurso y poder nacional, sufrió nada menos. "Hay una voz del aullido de los pastores; porque su gloria está arruinada: voz de rugido de leoncillos; porque la soberbia del Jordán está echada a perder.
Las naciones se juntan contra Jerusalén. Asà ha dicho Jehová mi Dios; Apacienta el rebaño de la matanza.â âRebaño de la matanzaâ significa aquellos de Israel que los hombres se dedicaron a la persecución, a quienes el corazón del Señor se volvió especialmente: âCuyos poseedores los matan y se tienen por inocentes, y los que los venden dicen , Bendito sea Jehová; porque yo soy rico, y sus propios pastores no tienen piedad de ellos.â ââEstos judÃos piadosos están en una angustia y un peligro peculiares.
Mientras que los mismos judÃos en conjunto son odiados por las naciones, los de corazón sincero son odiados por sus propios hermanos. Por lo tanto, su estado es exteriormente deplorable. "Porque no tendré más piedad de los moradores de la tierra, dice Jehová; sino 10, entregaré a los hombres cada uno en mano de su prójimo, y en mano de su rey; y herirán la tierra, y de sus mano no los libraré". Es la angustia final de Jerusalén. "Y apacentaré el rebaño de la matanza, vosotros, oh pobres del rebaño".
La crisis saca a la luz una corriente oculta notable. ¿Qué habÃa en el fondo? y ¿cómo se puede dar cuenta de tal estado de cosas? El profeta, en consecuencia, en un método simbólico, que nos muestra la misma mano y la misma mente que la parte anterior del libro donde abunda, procede a explicar cómo sucedió. âY tomé para mà dos varas; a una la llamé Belleza, y a la otra la llamé Bandas; y apacenté el rebaño.
"Como vimos antes con Josué y Zorobabel, asà ahora el profeta personifica primero al MesÃas, y luego al Anti-MesÃas. Del versÃculo 7 al 14 personifica al Cristo; del versÃculo 15 al final personifica al Anticristo, como él fue dirigido.
"Tomé para mà dos varas; a una la llamé Belleza, y a la otra la llamé Bandas; y apacenté el rebaño". Estas varas representan la autoridad que propiamente pertenece al MesÃas. La primera vara la rompe en el versÃculo 10. Esto es en vista de la terrible condición de los judÃos. "También maté a tres pastores en un mes; y mi alma los aborreció, y el alma de ellos también me aborreció a mÃ". No hubo simpatÃa entre Cristo y los que conducÃan o extraviaban al pueblo, los pastores, como se les llama, que no responden a los ministros cristianos, como suelen imaginar los ignorantes, sino que significan el principal gobierno de la nación.
"Entonces dije: No os daré de comer: el que muera, que muera; y el que ha de ser cortado, que sea cortado; y los demás coman cada uno la carne del otro". Entonces Jehová MesÃas, personificado por el profeta, toma Su vara, la Belleza, y la corta en dos, para quebrantar Su pacto que habÃa hecho con todos los pueblos. No es el pueblo de Israel, sino todas las naciones en relación con Ãl.
En resumen, el rechazo del MesÃas hizo imposible reunir a todas las naciones. Esto parece una clara alusión a la gran profecÃa de Jacob: "No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Silo; ya él se congregarán [u obedecerán] los pueblos". La condición de los judÃos hizo que ya no se tratara de cumplir este gran y bendito propósito de su reino.
La palabra hebrea en ver. 10 significa "pueblos"; y asà está en Génesis 49:10 : "A él se congregarán los pueblos ". Es muy importante para la correcta comprensión de ambos. Una letra hace toda la diferencia.
AsÃ, la falta de preparación moral de los judÃos para el MesÃas hizo imposible reunir a los pueblos. Su vista era aborrecible para Ãl, y de hecho Ãl no era tolerable para ellos. Por lo tanto, no habÃa base para reunir a los pueblos. No podrÃa ser entonces y debe ser pospuesto, pero no abandonado sino sólo por el presente. Asà fue quebrada la vara de la Belleza, la imagen de la autoridad de Dios para llevar a cabo este fin ahora.
Pero Ãl seguramente lo pondrá en vigor a favor de todos los pueblos que reunirá alrededor de Israel cuando se inclinen y bendigan a su MesÃas. Por el momento desaparece. El personal se rompió en ese dÃa; y asà los pobres del rebaño que le esperaban supieron que era palabra de Jehová. Su secreto está con los que le temen.
Luego viene otro desarrollo mucho más terrible y de un momento interminable. "Y les dije: Si os parece bien, dadme mi precio; y si no, dejad. Y pesaron por mi precio treinta piezas de plata". ¡No solo se pospuso el propósito de reunir a las naciones, sino que Cristo también fue vendido a muerte por los suyos! ¡y a qué precio! "A los suyos vino, y los suyos no le recibieron". La consecuencia fue que el resto del personal tuvo que ser roto.
"Entonces corté en pedazos a mi otro personal, incluso a las Bandas". Esto fue mucho más allá de interferir con la reunión de los pueblos; su efecto fue "romper la hermandad entre Judá e Israel". Dios ni siquiera reunirÃa a Israel ahora, no solo no reunirÃa a las naciones alrededor del MesÃas de acuerdo con su propósito terrenal de bendición; pero Ãl ni siquiera reunirÃa al pueblo judÃo. AsÃ, el rechazo de Jesús durante Su vida hizo imposible reunir a los gentiles, el rechazo de Jesús en Su muerte rompió por el momento todas las esperanzas de reunir a Israel. Los judÃos deben ser esparcidos en lugar de que Israel sea reunido. Todos esos planes se hicieron añicos por el momento.
Esto introduce inmediatamente la lucha final. Se pasan por alto todos los maravillosos tratos de Dios con el cristianismo. No son, y no podrÃan ser, el tema apropiado de la profecÃa del Antiguo Testamento, aunque las palabras aquà y allá dejan espacio e ilustran los puntos más importantes y prueban que todo se sabÃa desde el principio. El inmenso sistema de la iglesia, el misterio de Cristo, llena el vacÃo entre los versÃculos 14 y 15, que por último nos sumerge de golpe en las lúgubres circunstancias del fin de los tiempos.
"Y me dijo Jehová: Toma aún para ti los instrumentos de un pastor necio". Habiendo traÃdo a Cristo hasta Su muerte, ahora trae al Anticristo como si fuera directamente sobre Ãl. Obviamente hay un vÃnculo moral y un verdadero contraste alusivo entre los dos. Asà que Ãl mismo les dice a los judÃos en Juan v. que si no quisieran al que vino en el nombre del Padre, recibirÃan al que viene en su propio nombre.
Si en el evangelista los dos se juntan, no debemos extrañarnos de que ZacarÃas haga lo mismo a su manera. âToma para ti los instrumentos de un pastor insensato. Porque he aquÃ, yo suscitaré un pastor en la tierra, que no visitará a los que fueron cortados, ni buscará al joven, ni sanará lo que fue quebrantado, ni alimenta lo que está quieto". Cristo hizo exactamente lo contrario: âpero él [¡el Anticristo, triste contraste!] comerá la carne de la grosura, y desgarrará sus garras en pedazos.
¡Ay del pastor Ãdolo que deja el rebaño! la espada estará sobre su brazo, y sobre su ojo derecho; su brazo será limpio y seco, y su ojo derecho completamente oscurecido". El juicio de Dios será sobre él. Se describe aquà en términos apropiados para un pastor; pero sabemos cómo se cumplirá en el Anticristo.
Luego viene la última carga del profeta, que establece la consumación en gran prominencia: solo que en lugar de limitarnos a un relato de esto solo, entreteje una vez más una hermosa alusión a Cristo, el hombre que sufre, pero no encontraremos nada detallado, pero conectado con el tema en cuestión.
"Carga de la palabra de Jehová para Israel, dice Jehová". Que quede marcado aquÃ, que todo el pueblo está delante de Ãl ahora. No es simplemente Judá. "Carga de la palabra de Jehová para Israel, dice Jehová, que extiende los cielos, y echa los cimientos de la tierra, y forma el espÃritu del hombre dentro de él. He aquÃ, yo pongo a Jerusalén por copa de temblor a todos los pueblo alrededor, [se trata de los pueblos de nuevo, no de los judÃos, por supuesto,] cuando estén en el sitio tanto contra Judá como contra Jerusalén.
Y en aquel dÃa pondré a Jerusalén por piedra pesada a todos los pueblos; todos los que la cargan serán despedazados, aunque todos los pueblos de la tierra se juntarán contra ella. En aquel dÃa, dice Jehová, heriré con espanto a todo caballo, y con locura al jinete; y sobre la casa de Judá abriré mis ojos, y heriré con ceguera a todo caballo del pueblo.
Y los gobernadores de Judá dirán en su corazón: Los moradores de Jerusalén serán mi fortaleza en Jehová de los ejércitos su Dios. En aquel dÃa pondré a los gobernadores de Judá como brasero de fuego entre leña, y como antorcha de fuego en gavilla; y devorarán a todo el pueblo en derredor, a diestra ya siniestra; y Jerusalén volverá a ser habitada en su lugar, en Jerusalén.
"Este, por supuesto, el fin de la era, traerá el tiempo completo de bendición para Jerusalén, de ese horno de aflicción, cuando todas las naciones rondarán con la boca abierta para devorar, pero en vano. No solo serán desilusionados, sino que ellos mismos sean devorados por Aquel que en aquel dÃa revertirá la larga pena, y protegerá a Jerusalén para siempre.
Pero implicarÃa la profecÃa en una confusión miserable suponer que estos significan los poderes occidentales, que en este momento habrán sido totalmente derrocados por el juicio del Señor, como ya se explicó. ( Apocalipsis 19:1-21 ) Todas las naciones deben significar aquà los gentiles hostiles que toman las armas contra Israel, después de la destrucción de la bestia, y su rey vasallo del oeste, con su falso profeta aliado en Jerusalén.
Son las naciones aliadas con el rey del norte, y bastante opuestas a la bestia, aunque abiertamente antagonistas de Israel. De hecho, todas las naciones en los profetas nunca se refieren a las potencias occidentales, sino a todas las que quedan después de la ruina de la bestia y los cuernos. Esto puede ser una ayuda importante para algunos en la interpretación de estas escrituras. Las potencias occidentales son sólo una parte de las naciones, una parte particularmente favorecida y responsable, con una relación definida con el judÃo e incluso con Cristo, tanto en el pasado como en el.
en el futuro. Su posición es peculiar y su responsabilidad; asà su culpa es aparte, y también su juicio. Las potencias occidentales componen un paréntesis especial; su conexión es exclusivamente con los judÃos, nunca con Israel. Si se capta esto, puede servir para hacer claras las distinciones, que son de suma importancia para el que quiere entender el cuadro divino de la profecÃa tanto incumplida como cumplida.
"Cada caballo" aquà se ha mencionado con frecuencia como una gran variedad de caballerÃa occidental: no aparece por qué deberÃa ser "occidental". Lamento discrepar de cualquiera que lo diga; pero la inferencia falla por completo. No hay duda acerca de la caballerÃa: de dónde viene no depende de ninguna teorÃa, sino del examen exacto y completo de las Escrituras en cuanto a ese tiempo. Creo que todos los que asà lo toman confunden el verdadero significado, no sólo de este pasaje, sino de la situación de entonces.
Además, los orientales son más notables para la caballerÃa que los occidentales en general. La infanterÃa fue siempre la mano derecha de los ejércitos romanos; y asà ha continuado en Occidente, y no lo dudo, a pesar de las invenciones modernas, hasta el final. Pero los orientales se describen como particularmente notorios por su abundancia de caballerÃa fina y llamativa. A medida que avancemos, pueden aparecer otras pruebas, que confÃo se recomendarán a todas las mentes sin prejuicios; porque el punto no carece de importancia. Es una diferencia que se encuentra generalmente entre los estudiantes proféticos, que surge de los hábitos de pensamiento confirmados que tendÃan a hacer todo lo relacionado con la bestia y sus satélites, los diez reyes.
De hecho, la razón se encuentra aún más atrás; porque claramente es una rama del antiguo sistema que amaba ver al Papa en cada uno de los malvados a quienes las Escrituras denuncian como enemigos del pueblo de Dios. Fue realmente, por lo tanto, la estrechez de mente lo que cerró el vasto campo de la profecÃa hasta los lÃmites de las circunstancias con las que nosotros, los cristianos o más bien los protestantes, estábamos conectados. En verdad, hablando con propiedad, este no es el esquema de la profecÃa en absoluto.
Como regla, abarca como tema la tierra y todas las naciones de las cuales Asiria será la cabeza. El curso imperial de las cuatro bestias es un sistema intermedio excepcional, del que trata Daniel, y ZacarÃas en cierta medida, pero sólo tocado incidentalmente por la corriente general de los profetas mayor o menor. Es sin duda de profundo interés, pero sigue siendo una parte muy pequeña de la perspectiva profética.
Entonces debemos distinguir entre el Señor apareciendo en llama de fuego, vengándose de los que no conocen a Dios, etc., y los juicios terrenales que ejecutará después de cierto tiempo, como en ZacarÃas 12:1-14 . Esta no es Su aparición para destruir a la bestia y al falso profeta. Es después que Ãl hace de Jerusalén una copa de temblor para las naciones.
Su primer juicio es sobre los apóstatas, ya sean judÃos o gentiles. Jerusalén temblará por sus propios pecados y castigos. En lugar de ser todavÃa una copa que hace temblar a los demás, la ciudad debe inclinarse ante el trato justo del Señor con sus propias fechorÃas. Pero cuando los gentiles se levanten contra la ciudad escogida, "En aquel dÃa Jehová defenderá a los habitantes de Jerusalén". Cuando Ãl aparezca en gloria desde el cielo, y la bestia y el falso profeta sean arrojados vivos al lago de fuego, no se tratará de tal defensa de la ciudad aún profanada, sino de purgarla de los rebeldes.
El hombre de pecado habrá estado sentado como Dios en el templo de Dios, a quien no se le pasará por alto la iniquidad; ni, por otra parte, volverá la espalda después de su aparición hasta que el mal sea juzgado completamente, y Ãl pueda reinar en justicia sobre ellos. âEn aquel dÃa Jehová defenderá al morador de Jerusalén, y el que entre ellos fuere débil en aquel dÃa será como David.â Cuando el Anticristo fue abrumado repentinamente, los judÃos no tomaron parte alguna en ese acto tan solemne.
Mucho antes, según Su advertencia ( Mateo 24:16 ), los piadosos habÃan huido de Jerusalén. No eran habitantes de Jerusalén desde el dÃa en que la abominación desoladora fue establecida en el santuario, sino que tenÃan sordos aquà y allá por el horror de su pecado, y por refugio de la tribulación anunciada. "Y la casa de David será como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos. Y acontecerá en aquel dÃa que procuraré destruir a todas las naciones que vengan contra Jerusalén".
Aquà nuevamente la diferencia de tiempo y circunstancia es tan clara como puede concebirse. "Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén espÃritu de gracia y de oración, y mirarán a mÃ* a quien traspasaron, y harán duelo por él como quien se lamenta por su único hijo". , y tendrá amargura por él, como quien siente amargura por su primogénito.
En aquel dÃa habrá gran llanto en Jerusalén, como el llanto de Hadadrimmón en el valle de Meguidón. Y la tierra se enlutará, cada familia aparte; la familia de la casa de David aparte, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Natán aparte, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Levà aparte, y sus mujeres aparte; la familia de la casa de Simei aparte, y sus mujeres aparte; todas las familias que quedan, cada familia aparte, y sus mujeres aparte.
Asà nuestro profeta da cuenta general de la acción misericordiosa de Jehová, cuando se desposa con la causa del remanente ya librado del mal interior, y expuesto a los ataques de las naciones que no creen que el MesÃas está con su pueblo. Se ha producido un poderoso derrocamiento de los gentiles reunidos, una obra espiritual inmensamente profunda se lleva a cabo en sus almas.La palabra de Dios entra profundamente en su conciencia, cuyo efecto es que cada uno se retira como si estuviera solo ante Dios.
Porque en verdad es tal la pena de su corazón, que sienten la necesidad de tener que ver con Ãl solo: si pudieran soportar la presencia de otro que Ãl contra quien habÃan pecado tan diversamente y durante tanto tiempo, ¿qué otro podrÃa aprovechar en tal hora? No; ¡tienen que ir al Señor con todo, al mismo que no es más ciertamente su Jehová-Elohim que su MesÃas traspasado! No es un remordimiento desesperado, sino una tristeza llena de gracia.
Es el juicio propio que se toma en serio el propio pecado, que mira hacia atrás sin excusar ninguno, que se pone del lado de Dios contra todo mal camino, y sobre todo el rechazo desvergonzado de su MesÃas. Todos, sin importar cuánto tiempo atrás, lo reconozcan como su propio pecado. Asà lloran como por su único hijo, un duelo de amor, pero con el más profundo dolor y vergüenza de haber tratado asà a Aquel que los amaba perfectamente. Esto es lo que más sienten ahora que fue contra Ãl.
*La lectura del Keri "sobre él" en lugar del textual "sobre mÃ", parece evidentemente llevar el sello de una corrección diseñada para eliminar una aparente anomalÃa de la construcción, asà como para deshacerse de la pura verdad, como dice el El texto sostiene que el traspasado es Jehová. Por lo tanto, la corrección incluso se ha infiltrado en el texto de no pocos MSS. tanto de Kennicott como de De Rossi. La verdad es que estas manipulaciones de la lectura y los esfuerzos de otros por debilitar la traducción solo muestran el momento profundo de lo que aquà está escrito por el EspÃritu Santo.
Fue para escapar de este texto en particular que algunos de los rabinos inventaron el absurdo de dos MesÃas, Ben-Joseph y Ben-David, pero aun asà con singular inconsistencia como bien ha demostrado Mc.Caul. Uno puede lamentarse, pero no debe sorprenderse, de una versión como la del Sr. Leeser, que usa la transición de la primera a la tercera persona como razón para interpolar y cambiar la importancia natural de la cláusula.
Ãl lo dice asÃ: "Mirarán hacia mà (por cada uno) a quien han traspasado". Incluso Abarbanel y otros rabinos condenaron el "porque traspasaron" de D. Kimchi, despojando al verbo de su objeto que invariablemente se expresa. ¿A qué se les hubiera ocurrido introducir uno imaginario para deshacerse del verdadero? ¿Y dónde está la propiedad de que tales personas en éxtasis miren a Jehová por "cada uno" tan atravesado, o por el dolor desmesurado que sigue en el pasaje? El profeta solo pudo comparar el lamento amargo pero lleno de gracia con el de JosÃas, ¿deben los judÃos llorar por cada uno que matan de sus agresores gentiles? ¿Y ha de ser derramado el espÃritu para un fin tan extraño e indigno? si fuera por alguien incomparablemente glorioso a quien despertaron para descubrir que habÃan traspasado ciegamente,
Asà también, encontramos ciertas familias mencionadas con una elección y una belleza muy peculiares. La familia, se nos dice, de la casa de David, comenzando con la lÃnea más alta o real. "Lloran", como se dice, "aparte de la familia de la casa de David, y aparte de sus mujeres". Pero también está allà la familia del profeta que reprende: los descendientes de Natán también están de duelo. En lugar de reprender ahora a David, se juzgan a sà mismos implacablemente y confiesan cada uno su propio pecado.
La gracia sin duda puede identificarse con los pecados de los demás; pero esto no puede ser correctamente a menos que uno camine con Dios en conciencia pura. Aquà está el arrepentimiento completo de aquellos que son los primeros en reconocer su larga y culpable ceguera. Por lo tanto, no se tratará de David expuesto ante Nathan, o de Nathan tratando con David: cada uno encontrará su propio pecado, y todos deplorarán su pecado común contra el MesÃas.
Pero aún más, podrÃa decirse que esto fue cuando la nación creció hasta alcanzar una madurez de grandeza. El trabajo, sin embargo, se remontará aún más atrás; se montará hasta el principio. Porque como leemos: La familia de la casa de Levà aparte, y sus mujeres aparte; la familia de Simei aparte, y sus mujeres aparte. Notoriamente Levà y Simeón,* o Simei, fueron los mismos jefes que conspiraron en venganza por su hermana Dina, e hicieron que los nombres de los hijos de Jacob apestaran en los primeros dÃas; y ahora la posteridad de los dos que estuvieron juntos en su cruel maldad se nombran juntos al inclinarse solos para confesar cada uno su culpa delante de Jehová.
No hay descripción más hermosa del poder de la gracia divina al escudriñar el corazón, confiando plenamente en el Señor, pero condenando los pecados hasta el extremo. No hay nada más fino a su manera que la visión que da de la operación del EspÃritu en la conciencia, que aÃsla tanto el alma que oÃmos hablar de los maridos aparte y de sus esposas aparte. La relación más cercana es como nada en presencia del pecado y Dios como su juez.
Cada uno debe estar solo: el esposo aparte y la esposa aparte, excluidos de toda influencia y pensamiento excepto de lo que Ãl es a pesar de lo que cada uno habÃa sido para Aquel a quien traspasaron, pero que murió por ellos. Toda la obra debe hacerse no sólo como obra de liberación, sino también de restauración en la conciencia ante Dios.
*Asà la LXX, la sirÃaca y las versiones árabes.
No es que no hayan sido vivificados antes, ni que solo ahora conocieron por primera vez la verdadera compunción de conciencia por el EspÃritu de Dios. Pero el trato del alma con Dios y bajo Su verdad es mucho más profundo cuando desaparece la sensación de peligro y el poder de Dios ha obrado una liberación inconfundible. En este caso, como hemos visto, no solo fue destruida la bestia que se levantó contra el Cordero, sino ahora los enemigos abiertos y terrenales de Israel. La rica y manifiesta misericordia abre el corazón, y la conciencia se desahoga ante Dios.
Parece ser después de la destrucción del rey del norte. Hasta entonces, los judÃos serán hostigados y amenazados. Estarán en circunstancias de peligro y dificultad hasta que el Señor haya obtenido la victoria final para ellos. Hasta entonces no habrá obra completa en sus almas. Entonces puede usarlos libremente, ya que ellos pueden disfrutarlo sin dudarlo. Se habrán convertido antes; pero esto los trae por medio del juicio propio en todo lo que lo deshonró y afligió a Ãl a la comunión de Su mente y amor. Tan cierta es la distinción entre las dos cosas para el israelita como para el cristiano.
âEn aquel dÃa se abrirá una fuente para la casa de David y para los habitantes de Jerusalén por el pecado y por la inmundiciaâ. No es simplemente que "mirarán al que traspasaron", sino que además está el lavamiento del agua por la palabra. No existe tal cosa en las Escrituras como una fuente de sangre, a pesar de nuestro propio poeta Cowper. Ser limpiado con sangre no es suficiente. Necesitamos ser bañados en agua y lavarnos los pies también todos los dÃas.
Y todo esto lo tenemos en nuestro Señor Jesús. "Este es el que vino por agua y sangre, Jesucristo; no por agua solamente, sino por agua y sangre". Ãl limpia moralmente a Su pueblo y también los expÃa.
Pero en ZacarÃas 13:1-9 es el agua, no la sangre. Aquà el EspÃritu usa la palabra como el poder moral de la muerte de Cristo, sin duda; pero sigue siendo la palabra. Junto con la expiación, ante Dios necesitamos prácticamente la comunión con la verdad. Luego aparece el resultado para los demás. âY acontecerá en aquel dÃa, dice Jehová de los ejércitos, que quitaré de la tierra los nombres de los Ãdolos, y nunca más serán recordados; y también haré que los profetas y el espÃritu inmundo para salir de la tierra.
Ahora se pesa todo lo que era ofensivo al carácter de Dios. âY sucederá que cuando alguno aún profetizare, entonces su padre y su madre que lo engendraron le dirán: No vivirás; porque mentira hablas en el nombre de Jehová.â ¡Cuán muchas y graves habÃan sido las corrupciones, inmundicias y falsas profecÃas en los dÃas del Anticristo! Los falsos Cristos y los falsos profetas habÃan abundado entonces. Todo esto ahora será completamente eliminado.
"Y su padre y su madre que lo engendraron lo traspasarán cuando profetizare". Ellos jugarán el papel de Finees ahora en indignación por lo que deshonra al Señor. "Y acontecerá en aquel dÃa, que los profetas se avergonzarán cada uno de su visión cuando profetizare, y no vestirán ropa áspera para engañar". La mayorÃa parece dispuesta a tomar los dos versÃculos siguientes como una continuación del engañador, quien ahora repudia cualquier afirmación de este tipo, profesa nada más que una condición miserable, y pretende que las marcas idólatras en sus manos fueron los efectos de la mutilación por el dolor de sus amigos, o alega que ya fue castigado de por vida, aunque no condenado a muerte por su culpa.
Este puede ser un significado bastante simple; pero ciertamente presenta un pobre sentido del versÃculo 6. Otros, en consecuencia, lo aplican a Cristo asÃ: "Pero él dirá: No soy profeta, soy labrador; porque el hombre me adquirió como esclavo desde mi juventud". Este último es un pasaje difÃcil, porque trae a Cristo de una manera tan abrupta; si no me equivoco, contrastado con los falsos profetas, como vimos de manera similar con los pastores.
Asà como en ZacarÃas 11:1-17 asà en este se le escucha tan de repente que no es fácil decidir dónde comienza Cristo; pero supongo que es del versÃculo 5, que muestra que el Señor no estaba relacionado de ninguna manera con las escuelas de los hombres. Aceptó el lugar de nazareno que Dios en Su sabidurÃa le dio según el registro.
Porque el hombre lo habÃa adquirido como esclavo desde su juventud. Compárese con el siervo hebreo en Ãxodo 21:1-36 . Ãl era el siervo de todos, tanto más cuanto que era el perfecto siervo de Dios. Es una expresión figurativa aplicada a Cristo; porque ahora estoy asumiendo que este es el verdadero significado. "Y le dirán: ¿Qué heridas son estas en tus manos? Entonces él responderá: Aquellas con que fui herido en casa de mis amigos". DifÃcilmente se puede dudar excepto por un incrédulo que el versÃculo 7 se aplica a Cristo. Puede haber una pregunta sobre los versos anteriores, pero en mi opinión es mejor asimilar todos.
Entonces se oye una voz aún más solemne. Ya no son lobos, sino Dios. "Despierta, oh espada, contra mi pastor, y contra el varón compañero mÃo, dice Jehová de los ejércitos; hiere al pastor, y se dispersarán las ovejas; y volveré mi mano sobre los pequeños." No hay más dificultad en "la espada" aquà que en ZacarÃas 11:17 , donde se habla de ella para el juicio del pastor indigno: se usa en sentido figurado tanto para un final violento de la vida; pero ¡oh, cuán profundo el contraste! Ya no oÃmos más de engañadores, o idólatras, u otras personas malvadas, que están exterior y ostensiblemente en la casa de los amigos del MesÃas; pero Jehová mismo lo entrega a Ãl a la humillación y al rechazo completos.
Una consideración más solemne; y que cierto! Porque debemos recordar que cualquiera que sea el odio travieso y miserable de los judÃos contra el MesÃas, no habrÃa servido de nada a menos que Jehová lo hubiera permitido para sus propios propósitos poderosos; y esto hizo. En consecuencia, aquà se aplica a Ãl. "Hiere al pastor, y se dispersarán las ovejas; y volveré mi mano sobre los pequeños". Del rechazo de Cristo viene toda bendición para los que son Suyos de lo que fue Su vergüenza sin igual y Su dolor indecible en la cruz; y esto, en todo punto de vista, no sólo para los consejos de la gracia, sino también en el gobierno de Dios. No hay nada santo en Dios que no sea vindicado por ello; no hay nada de gracia hacia el hombre para el que no haya puesto un fundamento justo.
Al mismo tiempo, el gobierno discernidor de Dios se saldrá con la suya, porque aquà se dice: "Y haré pasar la tercera parte por el fuego, y los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro. " La escoria debe perecer, y lo que es precioso debe ser refinado y probado. Su pueblo debe pasar por problemas. "Invocarán mi nombre, y yo los oiré; diré: Mi pueblo es; y dirán: Jehová es mi Dios.
Es humillante leer los comentarios incluso de un hombre como Calvino, comenzando con la confusión errónea de la iglesia con los judÃos en un pasaje como este: "Porque cuando trescientos profesan adorar a Dios, cien solamente, dice ZacarÃas, será salvo.â No es asÃ; es sólo un expositor equivocado quien dice eso, aplicando a la iglesia en general lo que realmente se dice de los judÃos en su última crisis.
Finalmente, ZacarÃas 14:1-21 nos muestra cómo se manifiesta todo esto. "He aquà que viene el dÃa de Jehová, y se repartirán tus despojos en medio de ti. Porque yo reuniré a todas las naciones contra Jerusalén para la batalla; y la ciudad será tomada, y las casas saqueadas, y las mujeres violadas, y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, y el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
âEs un estado de cosas verdaderamente singular. El sitio ha tenido lugar, con el rey del norte a la cabeza de todas estas naciones. Está claro que no es la bestia quien, en lugar de sitiar a Jerusalén, apoya al falso profeta con todas sus fuerzas. y este último es "el rey" que reina en Jerusalén, a quien "los muchos" aceptan como el MesÃas y Jehová de Israel. El rey del norte es un enemigo exterior que a la cabeza de todas las naciones del este ataca Jerusalén.
Siempre debemos recordar que el hombre de pecado, o el Anticristo, está dentro de Jerusalén; en ninguna parte se dice que lo asedia, porque es demasiado sumiso a él como "el rey". Con él la bestia y sus diez reyes hacen causa común. El asirio o "rey del norte" está a la cabeza de todas las naciones externas opuestas.
Este es un punto importante a tener en cuenta, y contribuye a aclarar el esquema general. El hombre de pecado, el Anticristo, es aceptado por los judÃos como el MesÃas, y Ãl reinará sobre la tierra con las más altas pretensiones. Pero él, sin embargo, odia y es odiado por el rey del norte, que buscará su ruina y la toma de Jerusalén. Dos prÃncipes malos pueden odiarse amargamente, porque cada uno de ellos se esfuerza por obtener el dominio.
Asà que el hombre de pecado no sólo es el enemigo sin ley de Dios, sino también odioso para el ambicioso lÃder de las potencias orientales, a saber, el asirio, quien se presentará como representante de lo que podrÃa llamarse la antigua polÃtica pagana, asà como como del sentimiento ruso moderno. Rusia ciertamente se opondrá hasta el final a los poderes de Occidente; como también será destruido por el juicio distinto de Dios ( Ezequiel 38:1-23 ; Ezequiel 39:1-29 ) en un momento diferente y de una manera algo diferente de la coalición anticristiana.
* No hay nada que elegir entre ellos. Las potencias occidentales no tienen motivos para gloriarse de Rusia, a menos que sean más abiertamente apóstatas y audaces, ya que también serán destruidas primero. Pero la condenación del asirio será sustancialmente similar a la de la bestia y el falso profeta; porque si la bestia y el falso profeta son arrojados vivos al lago de fuego, el asirio lo será un poco más tarde.
IsaÃas 30:1-33 revela que el asirio debe tener preparado Tofet tanto para él como para el rey el anti-MesÃas. "Para el rey también [no "sÃ"] está preparado;" pero el asirio será arrojado vivo al lago de fuego no menos que la bestia y el falso profeta, el último es el Anticristo. El Señor Jesús aparecerá en ambas ocasiones y tomará la delantera en ellas, primero desde el cielo tratando con la bestia y el falso profeta, luego en la tierra y ahora como el rey de Israel, aunque de una manera infinitamente gloriosa, disponiendo de los asirios a la cabeza de todas las naciones reunidas que no fueron destruidas con la bestia.
*A menos que se identifique a Gog con el asirio, no hay indicación de que el primero sea arrojado vivo a Tofet, como lo es el segundo.
Es de esperar que estas distinciones de la Escritura puedan ayudar a las almas y no dejarlas perplejas; pues no es necesario decir que el objeto es resolver las principales dificultades que aprisionan a la mayorÃa de los estudiantes de la palabra profética. Al mismo tiempo, es muy posible que aquellos para quienes el tema es algo nuevo, o que no lo han considerado con madurez, al principio encuentren dificultades sugeridas o aumentadas, lo cual es necesariamente el caso en cualquier terreno variado y no explorado.
Pero estoy satisfecho de que se haya señalado la verdadera lÃnea de las cosas. Porque, si bien las dificultades se pueden aumentar primero llamando la atención sobre los diversos actores en las escenas que con demasiada frecuencia se confunden en detrimento de la verdad, oscureciendo a los que preguntan y fortaleciendo a los que objetan, el resultado será que las diferentes personas y acciones de la profecÃa a la larga se aclarará y asentará en la mente de cualquiera que examine con cuidado esta porción grande y trascendental de la palabra divina.
Obsérvese que el asirio pone sitio con todas las naciones que lo reconocen como lÃder contra Jerusalén, y que el sitio tiene un éxito parcial, porque la mitad de la ciudad está tomada. Nunca ha habido nada como esto desde los dÃas de ZacarÃas: menos aún algo en la historia se parece a lo que sigue, como veremos ahora. No fue asà cuando Ptolomeo Sóter tomó la ciudad alrededor del año 320 a. C., ni cuando AntÃoco el Grande la tomó antes de Cristo.
C. 203, ni tampoco en 199 a. C., cuando Scopus, el general egipcio, la tomó una vez más, ni al año siguiente cuando cedió a AntÃoco, ni siquiera cuando fue saqueada en 170 a. C. por AntÃoco EpÃfanes, ni dos años más tarde bajo los espantosos esfuerzos de su ejército al mando de Apolonio para destruir la ciudad y el pueblo, ni después cuando su emisario Ateneo profanó el santuario e instauró el paganismo, con el mayor desprecio a la ley, que fue seguido por las hazañas de los macabeos, siendo el asunto bajo Simón que el extranjero fue expulsado B.
C. 142, y Acra demolida, como se conoce comúnmente. Bajo Juan Hircano, el rey sirio AntÃoco Sidetes se vio obligado a abandonar el asedio. Pasando por alto disputas internas o familiares que no tienen semejanza posible, y la intervención de Aretas, es imposible identificarse con la profecÃa de la toma del templo por Pompeyo en el 63 a. C., ni el saqueo de la ciudad por Craso en el 54 a. C., ni la sorpresa de los partos B.
C. 40. El sitio de Herodes fue quizás más similar, pero esencialmente distinto, como veremos más adelante. Ni su destrucción final por parte de Tito, ni el movimiento de Bar-Cochba bajo Adriano, requieren comentarios extensos, ya que obviamente son diferentes. Nada desde entonces tiene la más mÃnima semejanza con la profecÃa.
Cómo cualquier persona sensata puede aventurarse a decir, como muchos lo han hecho, que los primeros versÃculos describen la destrucción pasada de Jerusalén por los romanos es una verdadera maravilla. Renunciando al "dÃa de Jehová" que sin duda puede aplicarse providencialmente como garantÃa del gran cumplimiento), ¿fue esa una reunión de todas las naciones? ¿Es verdad, pues, que la mitad del pueblo salió en cautiverio, y que el resto no fue cortado de la ciudad? También es en vano suavizar el versÃculo 3 con palabras como "el poder romano estaba condenado a su vez a la destrucción.
âPorque lo que el profeta insinúa es un derrocamiento rápido y terrible, no en el transcurso de las edades y en otros lugares, sino como parte del mismo conjunto de eventos y en la vecindad por una demostración especial del poder divino y la gloria en nombre de los judÃos cuando en el último extremo; y esto atestiguado por la división del monte de los Olivos hacia el este y hacia el oeste en un valle muy grande, retrocediendo la mitad hacia el norte y la otra mitad hacia el sur.
Resolver una declaración geográfica tan cuidadosamente puesta en una figura poética, y extraer de ella nada más que los discÃpulos que huyen a Pella, como nos dice Eusebio, al estallar la guerra judÃa con Roma, es correr el riesgo de reducir los profetas al rango de soñadores grandilocuentes. Pero el hecho serio es que la aplicación de este capÃtulo en el Dem. evang. 6:18 es un espécimen tan deprimente de escritura forzada como cualquier cosa forjada por la mente de un racionalista.
Existe esta única diferencia entre los dos, que Eusebio tenÃa buenas intenciones con la Biblia, lo cual no es el caso de aquellos que se jactan de "la alta crÃtica". Pero como despliegue de la palabra divina son igualmente engañosos y debo decir despreciables. Interpreta el capÃtulo de la primera venida del Salvador y de la destrucción de Jerusalén por Tito. El cambio de circunstancias para los cristianos profesantes bajo Constantino parece haber vuelto una cabeza que nunca se gloriaba en el reproche de la cruz, y condujo a tal mala interpretación.
Pero hay un segundo asedio después de este primero, o un segundo ataque, en todo caso, después del primer éxito. Cuando los gentiles hayan tenido un éxito parcial, Jehová "saldrá y peleará contra aquellas naciones, como peleó en el dÃa de la batalla. Y sus pies se afirmarán en aquel dÃa sobre el monte de los Olivos que está frente a Jerusalén al oriente. " Esta no es Su venida del cielo para destruir al inicuo ya su partido.
Es una acción posterior y terrenal. "Y el monte de los Olivos se partirá por en medio de él hacia el oriente y hacia el occidente, y habrá un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la mitad de él hacia el sur. Y vosotros huiréis al valle de mis montes; porque el valle de los montes llegará hasta Azal: sÃ, huiréis, como huisteis antes del terremoto en los dÃas de UzÃas rey de Judá". Ahà termina el párrafo.
Lo que se pone como la última cláusula del versÃculo deberÃa ser el comienzo de una nueva sección. Estas divisiones no son inspiradas. Son sólo el efecto del esfuerzo de un editor por dar el sentido, ya veces se equivocan, como creo que es el hecho aquÃ. Me parece fuera de toda duda que se trata de cambios fÃsicos. Habrá para los judÃos alarmados en ese gran dÃa un paso completo hecho instantáneamente por el poder divino a través del monte de los Olivos un testigo permanente si esta profecÃa se cumple o no.
"Y huiréis al valle de las montañas, porque el valle de las montañas llegará hasta Azal; sÃ, huiréis, como huisteis antes del terremoto en los dÃas de UzÃas rey de Judá". La angustia serÃa inmensa, el peligro en apariencia más inminente, cuando la seguridad se abre por la puerta aparentemente terrible de un valle formado tan repentinamente para ellos a través de la montaña sólida, o como se llama aquà (y no es de extrañar) el "valle de mi montañas.
"ParecerÃa que la alarma se compara con una huida que ocurrió durante un conocido terremoto en los dÃas de UzÃas. Podemos entender tal fenómeno aumentando el terror de los enemigos exitosos hasta que saben que es la mano de Dios a favor de ellos". .
Después de esto comienza la nueva sección. "Y vendrá Jehová mi Dios, y todos los santos contigo". Porque serÃa duro suponer que Ãl viene de nuevo después de salir y pelear contra las naciones congregadas, como ya se describe en el versÃculo 3. Por lo tanto, creo que el contexto prueba que debe tomarse como otro párrafo, presentando Su venida en otro punto. de vista y para otros fines.
Hay una peculiaridad en la construcción de la última cláusula del versÃculo 5: "Y vendrá Jehová mi Dios, y todos los santos contigo". El MSS. diferir también; pues cerca de cuarenta, y todas las versiones, dan "con él"; y algunos nuevamente siguen a los rabinos al entender "contigo" de Jerusalén. Pero la dificultad se aclara tal como está el texto al ver que el profeta se vuelve hacia Jehová, quien asà se ve interfiriendo por el judÃo, y para la mayor fuerza exclama "Jehová mi Dios vendrá", siguiendo este cambio repentino describiendo en tal escena la presencia de otros prevista en su visión, "y todos los santos contigo". ZacarÃas supone que él mismo se dirige a Jehová con estas palabras.
"Y acontecerá en aquel dÃa, que la luz no será clara, ni oscura [o posiblemente "y oscura"].* Para tomar esto como la predicción de un perÃodo de calamidad absoluta, que puede considerarse como comprensivo los largos siglos de sufrimiento judÃo desde que Tito tomó la ciudad, es una idea natural para cualquiera que pueda interpretar los versos precedentes de ese famoso asedio. La fraseologÃa al final del verso es dura. El texto significarÃa que las preciosas luces deben retirarse. ellos mismos; otros con el Keri lo toman como "no será, sino oscuridad condensada", o niebla espesa.
* DifÃcilmente se puede considerar segura la lectura al final de este versÃculo, siendo aparentemente la del Keri la mejor y mejor sustentada, especialmente si damos peso a las versiones antiguas. Los traductores y comentaristas difieren ampliamente. Según el Ketib, el sentido serÃa, "no habrá la luz de las cosas preciosas, se retirarán", o se retirarán; según el Keri, podrÃa ser "y densidad" o "pero densidad", es decir, oscuridad.
Dathe, Maurer, etc. contienden por la traducción "lux non erit sed frigus et gelu", y asà la LXX. Sim. señor Vulg. Pero el proceso de extraer tal resultado parece tan precario como el resultado cuando se extrae. ¿No es lamentable el comentario de un hombre como Teodoreto, obispo de Ciro cerca del Ãufrates a principios del siglo V, y uno de los padres griegos más eruditos y moderados, que pervierte todo esto a la historia del Evangelio y encuentra este versÃculo, por ejemplo, se cumplió en la oscuridad de la cruz, y el lÃder de los apóstoles calentándose junto al fuego con los sirvientes del sumo sacerdote. Uno no se sorprende de que tales trivialidades engendren o provoquen el racionalismo.
Pero el evento incalculablemente grande del dÃa es bastante claro, teniendo su efecto no solo en la tierra, sino incluso en los cielos. Esto estaba reservado para la nueva sección. El hecho terrenal y la destrucción de los enemigos fueron mencionados en la primera parte; otro hecho superior con sus consecuencias cae bajo este último. Ahora el profeta ve a Jehová viniendo con Sus santos no tanto aquà para pelear una batalla, sino que Sus santos vienen con Ãl.
Esto tiene un propósito evidentemente más profundo. De ahà el marcado cambio exterior que introduce ese dÃa, a fin de que en todos los sentidos se destaque claramente de todos los anteriores. Es absurdamente erróneo dislocar el versÃculo 7 del versÃculo 6, como si se tratara de un tiempo completamente diferente. No tan; es la continuación de las mismas circunstancias únicas. Por lo tanto, no habrá tales cambios como los que los hombres han conocido a través de la luz y la oscuridad que se suceden una a la otra, sino que será un dÃa que Jehová conocerá, no el dÃa que sigue a la noche, "pero acontecerá que al tiempo de la tarde será luz.
Dios marca asà la nueva era tan significativamente por una revolución en los cielos como lo hizo por Su intervención y la rasgadura del monte de los Olivos en la tierra. AsÃ, evidentemente, hay otro párrafo que introduce otro orden de eventos, con sus acompañamientos y efectos.
Pero lo que sigue no es terrible como la montaña que bosteza, sino muy alentador. A la hora de la tarde, en lugar de que llegue la oscuridad de la noche, continúa el brillo del dÃa. Si el desgarro del olivo estaba en consonancia con la desesperada confusión de la que debÃan salir, cuando todas las cosas deben ser sacudidas, el alba de un dÃa nuevo y más luminoso brilla sobre todos desde lo alto. âY acontecerá en aquel dÃa que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar primero, y la mitad de ellas hacia el mar trasero; será en el verano y en el invierno.
"A diferencia de los torrentes del desierto que se secan en tiempos de calor, este debe estar fluyendo siempre. Es un hecho literal, supongo, pero muy significativo de bendición espiritual al mismo tiempo. Desde la ciudad santa, ve hacia el oeste y hacia el este. las aguas que están destinadas a sanar las largas miserias de un mundo que gime bajo la esclavitud de Satanás, ellas mismas son el efecto y el sÃmbolo de la rica bendición que Jehová luego difunde por todas partes, y esto sobre todo los cambios ordinarios en la naturaleza: en verano y en será invierno.
La sequÃa y las heladas no los afectarán; ni la obstrucción del terreno montañoso hacia el oeste: las aguas fluirán tan firmemente hacia el gran mar al oeste como hacia el Mar Muerto al este.
A este respecto se nombran especialmente el Mediterráneo y el Mar Muerto. Porque puede ser bueno explicar que en hebreo el este se considera el punto en el que uno mira, y el oeste está por lo tanto detrás del espectador. Por lo tanto, Arabia se llama la tierra de la mano derecha, ya que el norte serÃa la izquierda. Por supuesto, por lo tanto, para uno con Palestina como su punto de vista y, por lo tanto, de frente, el Mar Muerto estarÃa al frente y el Mediterráneo en la retaguardia.
Pero hay mejores bendiciones aún. âEn aquel dÃa Jehová será uno, y su nombre unoâ. Caen los Ãdolos; el Rey de reyes reina sin rival ni disputa. Esto es explÃcito, como para cortar toda posibilidad de evasión sobre la alegación del lenguaje figurativo anterior. ¿Quién puede pretender que es asà aquÃ?
Se adjunta un cuadro minuciosamente distinto, que refuta toda pretensión de gloria celestial, o la bendición espiritual que tenemos ahora en Cristo: "Toda la tierra se convertirá como en una llanura desde Geba [en BenjamÃn en la frontera norte del reino de Judá] hasta Rimón al sur de Jerusalén; y será levantada y habitada en su lugar [la ciudad en su sitio antiguo] desde la puerta de BenjamÃn hasta el lugar de la puerta primera hasta la puerta de la esquina, y desde la torre de Hananeel a los lagares del rey.
Y habitarán en ella, y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará segura". Luego, en los versÃculos 12-15, aprendemos la provisión para el debido mantenimiento del orden y el honor en la tierra. Se presenta el terrible juicio de las naciones que lucharon contra Jerusalén. Vemos la última muestra de este trazo en Ezequiel 38:1-23 ; Ezequiel 39:1-29 antes de que la paz fluya como un rÃo.Es realmente doloroso ver como católicos como C. a Lapide y protestantes como Venema reducen las gloriosas esperanzas de Israel a las circunstancias de la época macabea.
Del versÃculo 16 tenemos la regulación del homenaje impuesto al remanente de aquellas naciones hostiles durante el reino. Su propio carácter teocrático es incuestionable, y demasiado distinto de la naturaleza del cristianismo para llamar a discusión. âY acontecerá que todos los que sobrevivieren de todas las naciones que vinieren contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, y para celebrar la fiesta solemne de los tabernáculos.
Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia. Y si la familia de Egipto no sube, y no viene, que no tenga lluvia; allà vendrá la plaga con que herirá Jehová a las naciones que no subieren a celebrar la fiesta de los tabernáculos.â ââNo pretendo decir cómo, ni hasta dónde asistirán todas las naciones a la fiesta final de la recolección, el tipo de gloria: el hecho es cierto, y Dios se encargará de su cumplimiento.
AsÃ, Jerusalén, como ciudad del gran Rey, es la metrópoli religiosa de la tierra; y allà todos deben estar al menos representados año tras año. No estamos autorizados a concluir que la ausencia de la Pascua aquà implica que no se celebrará entonces; porque sabemos por el final de Ezequiel (que habla claramente del mismo tiempo y circunstancias) que se observará asà como la fiesta de los Tabernáculos, pero no Pentecostés, la fiesta caracterÃstica que encuentra su pleno significado agotado en la iglesia que ahora es, y por lo tanto parece en la sabidurÃa de Dios a caducar.
Referir el final de Ezequiel al estado posterior al cautiverio es despreciar sin darse cuenta tanto las Escrituras como los hechos, para evitar el testimonio divino del cambio total de la dispensación al final de esta era.* Como podrÃa pensarse que Egipto no se vio afectado por el castigo por falta de lluvia en caso de no subir, se dice expresamente que el castigo cae allÃ.
*La declaración en Hebreos, que donde hay remisión de pecados, no hay más ofrenda por el pecado, se aplica simplemente al cristiano, y de ninguna manera prohÃbe otros hechos que los profetas predijeron claramente de una era completamente diferente y aún no llegada.
Pero tan profundo y completo serÃa el cambio, que la santidad impregna las cosas más comunes. Las mismas ollas, los utensilios más humildes en la casa de Jehová, "serán como los tazones delante del altar" los que eran santÃsimos. "SÃ, toda olla en Jerusalén y en Judá será santidad a Jehová; y vendrán todos los que sacrifiquen, y tomarán de ellas, y cocerán en ellas; y en aquel dÃa no habrá más cananeo en la casa de Jehová de los ejércitos. .
"Admito la maldición de una casta mercenaria de maestros religiosos, y vemos qué piedra de tropiezo resultó la codicia del sacerdocio judÃo en Israel; pero no veo razón para abandonar aquà la fuerza simple de los cananeos, mientras permito amplia y profunda tanto los principios como los hechos. Estaba en la tierra cuando Abram entró en ella; no fue desterrado de la tierra por las victorias de Josué. El enemigo, que nunca antes habÃa sido completamente expulsado, deberÃa desaparecer entonces. Todo debe ser según Dios, como hasta donde puede ser esto en la tierra hasta que Dios de la manera más absoluta haga nuevas todas las cosas ¿Quién puede preguntarse cuando Jehová tome el reino?