Lectionary Calendar
Sunday, November 24th, 2024
the Week of Christ the King / Proper 29 / Ordinary 34
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Bible Commentaries
Comentario completo de Henry sobre la Biblia Completo de Henry
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Estos archivos están en el dominio público y son derivados de una edición electrónica disponible en el sitio web de la Biblioteca Cristiana de Clásicos Etéreos.
Información bibliográfica
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Exodus 28". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/mhm/exodus-28.html. 1706.
Henry, Matthew. "Comentario completo sobre Exodus 28". "Comentario completo de Henry sobre toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (29)Individual Books (2)
Introducción
* Aarón y sus hijos apartados para el oficio sacerdotal. Sus vestiduras (versículos 1-5). El efod (versículos 6-14). El pectoral, el Urim y el Tumim (versículos 15-30). La túnica del efod, la placa de la mitra (versículos 31-39). Las vestiduras para los hijos de Aarón (versículos 40-43)
Versículos 1-5
1-5 Hasta ese momento, los jefes de familia eran los sacerdotes y ofrecían sacrificios; pero ahora este oficio se limitaba exclusivamente a la familia de Aarón, y así continuó hasta la dispensación del evangelio. Las vestiduras sagradas no solo distinguían a los sacerdotes del pueblo, sino que eran emblemas de esa conducta santa que siempre debe ser la gloria y la belleza, la marca de los ministros de la religión, sin la cual sus personas y ministerios serán despreciados. También tipificaban la gloria de la majestuosidad divina y la belleza de la completa santidad, que hacían de Jesucristo el gran Sumo Sacerdote. Pero nuestro adorno en el evangelio no debe consistir en oro y en costosas vestiduras, sino en las vestiduras de salvación y la túnica de justicia.
Versículos 6-14
6-14 Este efod ricamente labrado era la prenda exterior del sumo sacerdote; los ephods de lino sencillo eran usados por los sacerdotes de menor rango. Era una túnica corta sin mangas, ajustada al cuerpo con un cinturón. Los soportes de los hombros se abrochaban con piedras preciosas engarzadas en oro, una en cada hombro, en las que estaban grabados los nombres de los hijos de Israel. De esta manera, Cristo, nuestro Sumo Sacerdote, presenta a su pueblo ante el Señor como memorial. Así como la túnica de Cristo no tenía costura, sino que estaba tejida de arriba abajo, lo mismo sucedía con el ephod. Las campanas de oro en este ephod, por su preciosidad y agradable sonido, representan bien la buena profesión que los santos hacen, y las granadas representan el fruto que producen.
Versículos 15-30
15-30 La principal ornamentación del sumo sacerdote era el pectoral, una rica pieza de tela bellamente trabajada. El nombre de cada tribu estaba grabado en una piedra preciosa, fijada en el pectoral, para significar cuán preciosos son los creyentes a los ojos de Dios y cuán honorables son. Por pequeña y pobre que fuera la tribu, era como una piedra preciosa en el pectoral del sumo sacerdote; de la misma manera, todos los santos son queridos para Cristo, sin importar cómo los estime la gente. El sumo sacerdote tenía los nombres de las tribus tanto en sus hombros como en su pecho, lo que nos recuerda el poder y el amor con los que nuestro Señor Jesús intercede por los suyos. Él no solo los sostiene en sus brazos con fortaleza omnipotente, sino que los lleva en su pecho con tierno afecto. ¡Qué consuelo esto es para nosotros en todas nuestras oraciones a Dios! El Urim y el Tumim, mediante los cuales se daba a conocer la voluntad de Dios en casos dudosos, se colocaban en este pectoral. Urim y Tumim significan luz e integridad. Hay muchas conjeturas sobre lo que eran; la opinión más probable parece ser que eran las doce piedras preciosas en el pectoral del sumo sacerdote. Ahora, Cristo es nuestro Oráculo. Por medio de Él, Dios en estos últimos días se da a conocer a sí mismo y su mente para con nosotros Hebreos 1:1; Hebreos 1:2; Juan 1:18. Él es la verdadera Luz, el fiel Testigo, la Verdad misma, y de Él recibimos el Espíritu de Verdad, que nos guía a toda verdad.
Versículos 31-39
31-39 La túnica del efod estaba debajo del efod y llegaba hasta las rodillas, sin mangas. Aarón debía ministrar en las vestiduras designadas. Debemos servir al Señor con santo temor, como aquellos que saben que merecen morir. En la frente de Aarón había una placa de oro con la inscripción "Santidad al Señor". Aarón era así recordado de que Dios es santo y que sus sacerdotes deben ser santos, consagrados al Señor. Esto debía aparecer en sus frentes, en una profunda profesión de su relación con Dios. Debía estar grabado como los grabados de un sello, profundo y duradero; no pintado para ser lavado, sino firme y duradero; así debe ser nuestra santidad para el Señor. Cristo es nuestro Sumo Sacerdote; a través de Él, nuestros pecados nos son perdonados y no se nos imputan. Nuestras personas, nuestras acciones, son agradables a Dios por causa de Cristo y de ningún otro modo.
Versículos 40-43
40-43 Las vestiduras del sacerdote simbolizan la justicia de Cristo. Si no nos presentamos delante de Dios con eso, llevaremos nuestra iniquidad y moriremos. Bendito es, por lo tanto, aquel que vela y guarda sus vestiduras, Apocalipsis 16:15. Y bendito sea Dios que tenemos un Sumo Sacerdote, designado por Dios y apartado para su obra; equipado para su alto cargo por la gloria de su majestuosidad divina y la belleza de la perfecta santidad. Felices somos si, comprendiendo espiritualmente la ley, vemos que tal Sumo Sacerdote era necesario para nosotros; que no podemos acercarnos a un Dios santo ni ser aceptados sino por medio de Él. No hay luz, sabiduría ni perfección sino de Él; no hay gloria ni belleza sino en ser semejantes a Él. Tomemos aliento del poder, el amor y la compasión de nuestro Sumo Sacerdote para acercarnos con confianza al trono de la gracia, para que obtengamos misericordia y hallemos gracia para el oportuno socorro.