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Bible Commentaries
Daniel 8

Comentario Crítico y Explicativo de toda la BibliaComentario Crítico

Versículos 1-27

CAPITULO 8

Vv. 1-27. VISION DEL CARNERO Y EL MACHO CABRIO: LOS 2.300 DIAS EN QUE EL SANTUARIO HABIA QUEDADO HOLLADO. Con este capítulo empieza la parte hebrea del libro, y continúa como el idioma del libro hasta el fin; como las visiones tienen que ver del todo con los judíos y Jerusalén. La escena aquí se pone más estrecha, desde las profecías de alcance mundial, a las que afectan sólo al pueblo del pacto durante los cinco siglos entre el cautiverio y la venida de Cristo. El Anticristo tiene un porvenir más inmediato así como uno más remoto. La visión del capítulo 8 da principio, y la de los capítulos 10 AL 12 termina el relato acerca del Anticristo del tercer reino. Entre las dos visiones, está metido el capítulo 9, acerca del Mesías y el pueblo del pacto al fin del medio milenio (setenta semanas de años.

1. una visión—una especie de revelación superior al sueño. después de aquella que … antes—la del cap.

1, 2. Susán—Susa, aunque en aquel entonces era insignificante, fué destinada a ser la capital de Persia después del tiempo de Ciro. Entonces Daniel es transferido allá, pues es la capital del reino señalado por el carneo de dos cuernos ( Nehemías 1:1; Ester 1:2).

2. Persia—el original dice “Elam”, Persia occidental, al este de Babilonia y al sur de Media. Daniel no estaba presente allí en persona, sino en visión. Ulai—llamado por plinio “Euleo”; por los griegos, “Choaspes”. Cerca de Kerah, o Karasu. Así en cap. 10:4 recibe una visión cerca de otro río, el Hiddekel. Así como Ezequiel ( Ezequiel 1:1) en Quebar. Tal vez porque solían edificarse las sinagogas cerca de los ríos ya que antes de orar los judíos se lavaban las manos en el agua [Rosenmuller], (Salmo 137:1).

3. dos cuernos—la palabra hebrea está en el número dual, “dos cuernos”. “Cuerno” en el oriente es símbolo de poder y realeza. el uno era más alto que el otro; y el más alto subió a la postre—Persia, que era de poca importancia hasta el tiempo de Ciro, convirtióse entonces predominante sobre Media, el reino más antiguo. Darío tenía sesenta y dos años cuando empezó a reinar (cap. 5:31); durante su reinado de dos años, siendo él un rey débil (cap. 6), el gobierno estaba casi completamente en manos de Ciro. Por esto Heródoto no menciona a Darío; pero Jenofonte lo menciona bajo el nombre de Ciaxares II. El “carnero” de aquí corresponde al “oso” (cap. 7:5), que simboliza una firmeza tosca. El rey de Persia llevaba una cabeza de carnero con joyas en lugar de diadema, como las que se ven en los pilares de Persépolis. También la palabra hebrea carnero se deriva de la misma raíz que “Elam” o Persia. [Newton.] El “un cuerno … más alto que el otro”, corresponde con el oso “que se levantaba de un lado” (véase Nota. cap. 7:5).

4. el carnero hería … al poniente—Persia conquistó hacia el oeste a Babilonia, Mesopotamia. Siria, Asia Menor. al norte—Cólquide, Armenia, Iberia y a los moradores sobre el Mar Caspio. al mediodía—Judea, Egipto, Etiopía, Libia; también a India, bajo Darío. El no dice al este, porque los persas mismos vinieron del este ( Isaías 46:11). hacía conforme a su voluntad—(Cap. 11:3, 16; véase cap. 5:19).

5. macho de cabrío—Grecomacedonia. cuerno notable—Alejandro. “No tocaba la tierra” da a entender la rapidez increíble de sus conquistas; invadió a todo el mundo en menos de doce años. El macho de cabrío corresponde al leopardo (cap. 7:6). Carano, el primer rey de Macedonia, se dice, fué guiado por cabras a Edessa, la que hizo sede de su gobierno, llamada Ege, es decir, la ciudad cabra.

6. estaba delante del ríoUlai. Fué al “río” Granico donde Alejandro peleó su primera batalla victoriosa contra Darío, año 334 a. de J. C.

7. levantóse contra él—lit., “fué movida con ira contra él”. Alejandro representó la ira concentrada de Grecia contra Persia debido a las invasiones de Grecia por los persas; también por la crueldad persa a los griegos, y las tentativas de Darío de seducir a los soldados de Alejandro a la traición. hollólo—En el año 331 derrotó Alejandro a Darío Codomano, y en 330 encendió a Persépolis y completó la conquista de Persia. ni hubo quien librase—ni las inmensas huestes de Persia pudieron salvarla contra el pequeño ejército de Alejandro (Salmo 33:16).

8. estando en su mayor fuerza, aquel gran cuerno fué quebrado—El imperio estaba en su plenitud de poder cuando murió Alejandro de fiebre en Babilonia, y parecía en aquel entonces lo menos propenso a caer. Sin embargo fué “quebrado”. Su hermano natural Felipe Arideo y sus dos hijos Alejandro Ego y Hercules fueron asesinados en quince meses. otros cuatro … hacia los cuatro vientos—Seleuco, en el oriente, tomó Siria, Babilonia, Media, etc., Casandro, en el oeste, tomó á Macedonia, Tesalia, Grecia; Ptolomeo, en el sur, a Egipto, Chipre, etc.; Lisímaco, en el norte, tomó a Tracia, Capadocia y las partes septentrionales de Asia Menor.

9. cuerno pequeño—que no debe confundirse con el cuerno pequeño del cuarto reino en el cap. 7:8. El cuerno pequeño del cap. 7 viene como un cuerno undécimo después de diez cuernos anteriores. En el cap. 8 no es un quinto cuerno independiente, después de los cuatro anteriores, sino que surge de entre uno de los cuatro cuernos existentes. Este cuerno se explica (v. 23) como “un rey altivo de rostro”, etc. Antíoco Epífanes es indicado. Grecia, con toda su elegancia, produce al primer Anticristo, el del Antiguo Testamento. Antíoco poseía un amor extraordinario por el arte, el cual se expresó en los grandes templos que hizo construir. Quiso sustituír a Zeus Olímpico por Jehová en Jerusalén. De este modo la civilización pagana desde abajo, y la religión revelada desde arriba, llegaron a un conflicto. Identificándose con Júpiter, su propósito fué el de hacer universal el culto a sí mismo (véase v. 25 con cap. 11:36); tan loco estaba con esto que era llamado Epímanes (maníaco) en lugar de Epífanes. Ninguno de los gobernantes mundiales anteriores: Nabucodonosor (cap. 4:31-34), Darío (cap. 6:27, 28). Ciro ( Esdras 1:2), Artajerjes Longímano ( Esdras 7:12), se habían opuesto sistemáticamente al culto religioso de los judíos. De ahí la necesidad de una profecía que los preparase para la venida de Antíoco. La lucha de los Macabeos fué un fruto de la profecía de Daniel (1Ma 2:59). Antíoco es el precursor del Anticristo final, ocupando la misma relación con la primera venida de Cristo que el gran Anticristo, con la segunda venida. Los pecados de Israel que dieron origen al Anticristo griego, eran que algunos judíos adoptaron costumbres griegas (véase cap. 11:30, 32), erigiendo teatros y considerando iguales todas las religiones, sacrificando a Jehová, pero al mismo tiempo enviando dinero para los sacrificios a Hércules. Tal será el estado del mundo cuando esté maduro para la venida del Anticristo. En los vv. 9 y 23 la descripción pasa del Antíoco literal a rasgos que, parcialmente atribuídos a aquél, son verdaderos, en su sentido más completo, sólo respecto a su antitipo, el Anticristo del Nuevo Testamento. Puede incluírse también el Anticristo mahometano, correspondiendo con “los de a caballo” del Eufrates (turcos) ( Apocalipsis 9:14), sueltos “una hora, un día, un mes, un año” (391 años, según la teoría dia-año), los cuales habían de castigar a los cristianos idólatras. En el año 637 después de Cristo, fué fundada la mesquita mahometana de Omar en el sitio del templo, cumpliéndose los vv. 11 AL 13, “el santuario y el ejército para ser hollados”. La primera victoria de los turcos sobre los cristianos (así llamados. Nota del Trad.) fué en 1281 d. de J. C., y 391 después que llegaron al punto culminante de su poder y empezaron a decaer, cuando Sobieski los derrotó en Viena. Mahoma II, llamado “el conquistador”, reinó de 1451 a 1481, período en el cual cayó Constantinopla; los 391 años después llegan hasta nuestros días, cuando la caída de Turquía está, inminente. (Cuando escribió nuestro autor, Turquía como gran imperio existía todavía. Nota. del Trad.). creció mucho al mediodía—(cap. 11:25). Antíoco luchó contra Ptolomeo Filométor y Egipto, es decir, hacia el sur. al oriente—luchó contra los que trataron un cambio de gobierno en Persia. hacia la tierra deseable—Judea, “la tierra gloriosa” (cap. 11:16, 41, 45; véase Salmo 48:2; Ezequiel 20:6, Ezequiel 20:15). Su principal rasgo de “deseable” consistía en que era la tierra del pueblo escogido de Dios (Salmo 132:13 : Jeremias 3:19). A ella hizo Antíoco su invasión después de su regreso de Egipto.

10. engrandecióse hasta el ejército del cielo—explicado en el v. 24, “fuertes y pueblo de santos”, es decir, los judíos (cap. 7:21) y sus sacerdotes (véase Isaías 24:21). El servicío de los levitas es llamado “guerra” (Margen, Números 8:24). Los grandes poderes civiles y religiosos son simbolizados por “estrellas” ( Mateo 24:29). Véase 1Ma 1:25, etc.; 1Ma 2:35, etc.; 1Ma 5:2, 1Ma 5:12-13. Tregelles refiere “estrellas” a aquellos judíos cuya porción de parte de Dios es gloria celestial (cap. 12:3), siendo creyentes en aquel quien está arriba, a la diestra de Dios; no los judíos cegados. de las estrellas echó por tierra—así Babel (o Babilonia), como tipo del Anticristo, es descrito ( Isaías 14:13); “A las estrellas de Dios ensalzaré mi solio”. Véase Apocalipsis 12:4: 2Ma 9:10. en cuanto a Antíoco.

11. Aun contra el príncipe de la fortaleza—es decir, Dios mismo, el Señor de Sabaoth, las huestes del cielo y de la tierra, estrellas, ángeles y ministros terrenales. Así el v. 25, “Contra el príncipe de los príncipes se levantará”; “contra el Dios de los dioses” (cap. 11:38; véase cap. 7:8). Se opone no sólo al antiguo pueblo de Dios, sino a Dios mismo. el continuo sacrificio—ofrendado de mañana y de tarde ( Éxodo 29:38). fué quitado—por Antíoco (1Ma 1:20-50). su santuario fué echado por tierra—aunque fueron robados sus tesoros, no fué estrictamente “echado por tierra” por Antíoco. De modo que un cumplimiento más completo es futuro. Antíoco quitó por unos años los sacrificios diarios; los romanos, por muchas edades, y “echaron por tierra” el templo; y el Anticristo, en cooperación con Roma, el cuarto reino, lo hará otra vez, después que los judíos en su propia tierra, todavía incrédulos, lo hayan reedificado y restablecido el ritual mosaico, habiéndolos entregado Dios “a causa de la prevaricación”(v. 12), es decir, no aceptando el culto así rendido [Tregelles], y entonces, la oposición del “cuerno” a la “verdad” se menciona específicamente.

12. el ejército—es decir, el pueblo santo fué entregado a sus manos. Así en el v. 10 se usa “el ejército”; y otra vez en el v. 13, donde se usa “pone” por “entregar” para destrucción (véase cap. 11:6). [Maurer.] sobre el continuo sacrificio—más bien (el ejército le fué entregado para ser hollado), “junto con el continuo sacrificio” (v. 13). a causa, de la prevaricación—1Ma 1:11-16 atribuye todas las calamidades sufridas bajo Antíoco a la “prevaricación” de ciertos judíos que habían introducido, inmediatamente antes, costumbres paganas en Jerusalén. Pero la “prevaricación” no se habría completado (v. 23) en el tiempo de Antíoco; porque Onías el sumo sacerdote administraba las leyes piadosamente en aquel entonces (2Ma 3:1). Por lo tanto la “prevaricación” tiene que referirse a la de los judíos que se establecerían otra vez en Palestina a pesar de su incredulidad. la verdad—el culto al Dios verdadero. Isaías 59:14, “la verdad tropezó en la plaza”. sucedióle prósperamente—todo lo que emprendía, prosperaba (v. 4; cap. 11:28, 36).

13. un santo—Daniel no conoció los nombres de los dos santos ángeles, pero sólo vió que uno hablaba con el otro. ¿Hasta cuándo durará la visión del continuo sacrificio—¿Por cuánto tiempo quedará suspendido el sacrificio diario? la prevaricación asoladora—es decir, la profanación desoladora del templo por Antíoco (cap. 11:31; 12:11). Véase en cuanto a Roma y el último Anticristo. Mateo 24:15.

14. él me dijo—La contestación es para Daniel, no a quien había hecho la pregunta en nombre de Daniel, como el “santo” o el “ángel” ( Job 15:15; Salmo 89:6), habla de la visión concedida a Daniel, como si hubiera sido concedida a él mismo. Los hombres santos en las Escrituras se representan como teniendo ángeles acompañantes, con quienes ellos en cierto modo se identifican en intereses. Si la conversación hubiera sido limitada a los ángeles, no habría podido ser de uso para nosotros. Pero Dios la comunica a hombres proféticos para nuestro bien, por medio del ministerio de ángeles. dos mil y trescientos días—lit., “mañanas y tardes”, especificadas en relación con los sacrificios de mañana y de tarde. Véase Génesis 1:5. Son seis años y 110 días. Esto incluye no sólo los tres años y medio durante los cuales los sacrificios diarios eran prohibidos por Antíoco (Josefo, Guerras Judías, Génesis 1:1. sec. 1), sino toda la serie de acontecimientos durante la cual eran prácticamente interrumpidos, empezando con “el cuerno pequeño … creció … hacia la tierra deseable” y “parte del ejército del cielo … echó por tierra” (vv. 9, 10); es decir, cuando en el año 171 a. de J. C., o en el mes Siván del año 142 de la era de los seleucidas, se empezó a descuidar los sacrificios, debido a que el sumo sacerdote Jasón introducía en Jerusalén costumbres y diversiones griegas, la palestra y el gimnasio; terminando con la muerte de Antioco, año 165, o el mes Shebath, en el año 148 de la era seleucida. Véase 1Ma 1:11-15; 2Ma 4:9, etc. La razón por la mayor minucia de hechos y fechas históricas, dada en las profecías de Daniel, que en el Nuevo Testamento, es que, no teniendo Israel todavía las vistas claras que tenemos los cristianos, acerca de la inmortalidad y la herencia celestial, sólo podían ser dirigidos hacia un porvenir terrenal; porque era sobre la tierra que había de aparecer el esperado Mesías, y la suma y tema de la profecía del Antiguo Testamento era el reino de Dios sobre la tierra. La minucia de la revelación del destino terrenal de Israel, era para compensar por la ausencia en el Antiguo Testamento, de vistas de la gloria celestial. Así, en el cap. 9, los tiempos del Mesías son predichos hasta el mismo año; en el cap. 8 los tiempos de Antíoco, aun hasta el día; y en el cap. 11, las luchas siroegipcias en detalles muy exactos. Tregelles cree que los 2.300 días corresponden con la semana de años (cap. 9:27), durante la cual el príncipe destructor hace un pacto que él viola en medio de la semana (es decir, al fin de tres años y medio). Los siete años exceden a los 2.300 días por mucho más de medio año. Este período del excedente de los siete años sobre los 2.300 días puede ser destinado a los preparativos necesarios para establecer el culto en el templo, con el permiso de Antíoco a los judíos restaurados, según su “pacto” con ellos; los 2.300 pueden contarse desde el mismo establecimiento del culto. Pero, dice Auberlen, cuanto más exactas, hasta el día, sean las fechas acerca de Antíoco, tanto menos deberíamos decir que los 1.200, o 1.335 días (cap. 12:11, 12) correspondan con la media semana (más o menos), y los 2.300 con el todo. El acontecimiento, sin embargo, en el caso del Anticristo, podrá mostrar una relación entre los días dados aquí y en el cap. 9:27, tal como no es aparente todavía. El término 2.300 días, no puede referirse a los 2.300 años, de que sería hollado el cristianismo por el mahometismo, como esto dejaría la parte más grande todavía futura; mientras que el mahometismo está decayendo rápidamente. Si los … 2.300 días quieren decir años, contando desde las conquistas de Alejandro, años 334 a 323 a. de J. C. llegaríamos como al fin del sexto milenio del mundo, así como los 1.260 años (cap. 7:25) desde el decreto de Justiniano llegaría al mismo fin. La tradición de los judíos representa el séptimo mil como el milenio. Cumming observa que el año 480 a. de J. C., es la fecha del decaimiento del imperio persa delante de Grecia; restando 480 de 2.300, tenemos 1.820; y en 1.821, Turquía, la sucesora del imperio griego, empezó a decaer, y Grecía vino a ser un reino independiente. Véase Nota, cap. 12:11. purificado—lit., “justificado” vindicado de la profanación. Judas Macabeo celebró la fiesta de la dedicación después de la purificación, en el día vigésimo quinto del mes noveno, Kisleu (1Ma 4:51-58; 2Ma 10:1-7; Juan 10:22). En cuanto a la dedicación antitípica del templo nuevo, véase Ezequiel cap. 43, etc.; también Amós 9:11.

16. Gabriel—que quiere decir, “la fortaleza de Dios”.

17. al tiempo se cumplirá—lit., “(Será) el tiempo del fin de la ira”. Así en el v. 19; cap. 11:35, 36, 40. Como el acontecimiento ha de suceder “al tiempo del fin”, establece la probabilidad de que el Anticristo mencionado últimamente (además de la referencia inmediata a Antíoco) en este capítulo, y el del cap. 7:8, sean uno y el mismo. La objeción de que el mencionado en el cap. 7 provenga de las diez divisiones del imperio romano y de que el cuarto reino, el de los capítulos 8 y 11 provenga de una de las cuatro divisiones del tercer reino, Grecia, se resuelve de esta manera: Las cuatro divisiones del imperio griego, que había llegado a ser parte del imperio romano, al final formarán cuatro de sus diez divisiones. [Tregelles.] Sin embargo, el origen de entre una de las cuatro partes del tercer reino, podrá limitarse a Antíoco, que es el tema inmediato de los caps. 8 y 11, mientras la última referencia típica de estos capítulos, es decir, el Anticristo, podrá pertenecer a una de las diez divisiones romanas, no necesariamente a una anterior a las cuatro divisiones del tercer reino. El acontecimiento mismo, en el porvenir, lo dirá. “El tiempo del fin” podrá referirse al tiempo de Antíoco. Porque ésta es la frase profética por el tiempo de cumplimiento, visto siempre al fin del horizonte profético ( Génesis 49:1; Números 24:14).

19. el fin de la ira—el desagrado de Dios con los judíos a causa de sus pecados. Para su consuelo se les dice que las calamidades que están por venir, no han de ser para siempre. El “tiempo” está limitado (cap. 9:27; 11:27, 35, 36; 12:7; Habacuc 2:3).

21. el rey primero—Felipe fué rey de Macedonia antes de Alejandro, pero éste fué el primero que, como generalísimo de Grecia, sojuzgó al imperio persa.

22. no en la fortaleza de él—no con el poder que tenía Alejandro. [Maurer.] Un imperio unido, como bajo Alejandro, es más poderoso que uno dividido, como bajo los cuatro sucesores de él.

23. se cumplirán los prevaricadores—Esto no es verdad en cuanto a los tiempos de Antíoco, sino de los tiempos finales de la dispensación cristiana. Véase Lucas 18:8, y 2 Timoteo 3:1, en cuanto a la maldad del mundo en general, inmediatamente antes de la segunda venida de Cristo. La culpa de Israel, también, estará llena entonces, cuando los que hayan rechazado al Cristo, recibirán al Anticristo; cumpliendo las palabras de Jesús: “Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a aquél recibiréis” (Véase Génesis 15:16; Mateo 23:32; Juan 5:43; 1 Tesalonicenses 2:16). altivo de rostro—( Deuteronomio 28:50); uno que no perdonará ni viejos ni jóvenes. entendido en dudas—más bien, “en artificios”. [Gesenius.] Antíoco se hizo dueño sucesivamente de Egipto y de Jerusalén por astucia (1Ma 1:30, etc.; 2Ma 5:24, etc.).

24. no con fuerza suya—la cual en el principio era “pequeña” (v. 9; cap. 7:8); pero ganando a otros por astucia, el cuerno una vez pequeño, vino a ser “poderoso” (véase v. 25; cap. 11:23), lo que será realizado plenamente por el Anticristo. El obrará por el poder de Satanás, a quien entonces se permitirá obrar por medio de él con licencia sin límites, tal como no ha hecho hasta ahora ( Apocalipsis 13:2); de aquí que los diez reyes darán su poder a la bestia ( 2 Tesalonicenses 2:9; Apocalipsis 17:13). prosperará; y hará—tendrá éxito en todo lo que emprenda (v. 12). pueblo de los santos—sus persecuciones son dirigidas especialmente contra los judíos.

25. con paz—fingiendo “paz” y amistad, “en medio de la seguridad” [Gesenius], repentinamente pegando el golpe (véase Nota, Jeremias 15:8). “Un destructor a medio día”. y contra el príncipe de los príncipes—no solamente contra los judíos (v. 11; cap. 11:36). sin mano será quebrantado—por una visitación especial de Dios. La piedra “cortada de la montaña sin manos”, es decir, Cristo, ha de herir la imagen del poder mundial en sus pies (cap. 2:34), es decir, en su último desarrollo (véase cap. 7:11). La horrible muerte de Antíoco por gusanos y úlceras, cuando estaba en el camino a Jerusalén, pensando vengarse por la derrota de sus ejércitos por los Macabeos, fué un cumplimiento primero, prefigurando el juicio de Dios sobre el último enemigo de la Iglesia judía.

26. guarda la visión—dando a entender que no sería comprendido por el momento. En Apocalipsis 22:10 se dice: “No selles las palabras de la profecía de este libro; porque el tiempo está cerca.” Lo que en el tiempo de Daniel estaba escondido, fué aclarado más completamente en el Apocalipsis, y a la medida que se acerque el tiempo, será más claro todavía. porque es para muchos días—se refiere a tiempos remotos ( Ezequiel 12:27).

27. estuve enfermo—por pesar a causa de las calamidades que venían sobre mi pueblo y la iglesia de Dios (véase Salmo 102:14). cuando convaleci, hice el negocio del rey—el que mantiene la comunión más íntima con el cielo, mejor podrá cumplir los deberes de la vida común. no había quien la entendiese—había oído de reyes, pero no conocía sus nombres; previó los acontecimientos, pero no el tiempo cuando habían de suceder; por lo tanto sólo podía sentirse “espantado”, y dejarlo todo con el Dios Omnisciente. [Jerónimo.]

Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Daniel 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/daniel-8.html. 1871-8.
 
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