Lectionary Calendar
Sunday, July 20th, 2025
the Week of Proper 11 / Ordinary 16
the Week of Proper 11 / Ordinary 16
video advertismenet
advertisement
advertisement
advertisement
Attention!
Tired of seeing ads while studying? Now you can enjoy an "Ads Free" version of the site for as little as 10¢ a day and support a great cause!
Click here to learn more!
Click here to learn more!
Bible Commentaries
Comentario de Coke sobre la Santa Biblia Comentario de Coke
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Coke, Thomas. "Comentario sobre Jeremiah 29". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://studylight.org/commentaries/spa/tcc/jeremiah-29.html. 1801-1803.
Coke, Thomas. "Comentario sobre Jeremiah 29". Comentario de Coke sobre la Santa Biblia. https://studylight.org/
Whole Bible (28)
Introducción
JeremÃas envÃa una carta a los cautivos en Babilonia, para que estén tranquilos allÃ, y no crean los sueños de sus profetas, y que volverán con gracia después de setenta años. Ãl predice la destrucción de los demás por su desobediencia; anuncia el terrible fin de Acab y SedequÃas, dos profetas mentirosos. SemaÃas escribe una carta contra JeremÃas. JeremÃas lee su condenación.
Antes de Cristo 597.
VersÃculo 1
Ahora bien, estas son las palabras: Ni el año ni la causa de esta delegación se conocen con precisión; pero se cree que fue al comienzo del reinado de SedequÃas. Por el resto de ancianos, algunos entienden el resto de los miembros del sanedrÃn, llevados cautivos en el tercer año del reinado de Joacim, muchos de los cuales murieron a causa de las dificultades que sufrieron en su transporte. Sin embargo, Houbigant, no contento con esta interpretación, la presenta a los principales ancianos. Por los profetas, el caldeo entiende a los escribas o doctores de la ley; mientras que otros piensan que se puede referir a Ezequiel, Daniel y otros profetas del cautiverio.
Jeremias 29:5 . Edificad casas y habitad en ellas -El profeta les da este consejo para poner freno a sus esperanzas de un pronto regreso de Babilonia, con el que habÃan sido halagados por los falsos profetas; y el consejo es notable; enseñándonos de qué manera debemos vivir entre potencias extranjeras, y cómo debemos considerar a aquellos a quienes la Providencia ha puesto sobre nosotros. VerBar 1: 11-12. 1 Timoteo 2:1.
VersÃculo 12
Iréis y me oraréis; me oraréis más y más.
VersÃculo 14
Los reuniré de todas las naciones, etc. Aunque esta profecÃa tiene su primer cumplimiento en la restauración de los judÃos bajo Ciro; sin embargo, como muchos otros del mismo tipo, sólo puede completarse plenamente en esa restauración general de los judÃos de la que se habla con tanta frecuencia.
VersÃculo 21
Acab y SedequÃas, dos falsos profetas que sedujeron a los judÃos en Babilonia. Los rabiosos, seguidos de muchos intérpretes, creen que fueron las dos personas las que intentaron seducir a Susanna. Ver Jeremias 29:23 .
VersÃculo 22
Asado en el fuegoâ Este horrible castigo era frecuente en Oriente, especialmente entre los caldeos, como aparece en Daniel 3:6 y Amós 2:1 y se practicaba a menudo en la persecución de los cristianos en la época de Dioclesiano. Bajo AntÃoco EpÃfanes, los siete hermanos fueron juzgados por esta tortura. Ver 2 Macabeos 7:
VersÃculo 26
El Señor te ha hecho sacerdote: SemaÃas dirige las palabras de su carta a SofonÃas, como siendo ס×× segan, o el siguiente en orden al sumo sacerdote; y le dice que Dios lo habÃa designado para reemplazar el lugar del sumo sacerdote, quien probablemente estaba ausente en ese momento. Su nombre era AzarÃas o SeraÃas su hijo, pero llamado Joiada por el notable celo y valor de ese pontÃfice. La ley romana condenaba a los azotados que pretendÃan ser profetas y se jactaba de inspiración, Qui se Deo plenos simularent; sobre este principio azotaban y castigaban con frecuencia a los primeros cristianos. Ver Calmet y Paulin. lib. 5: tit. 21: De Vaticinio.
REFLEXIONES.â 1º, Tenemos aquà la carta de JeremÃas a los cautivos en Babilonia, escrita por autoridad divina. Está dirigido a los profetas, sacerdotes y personas llevadas cautivas por Nabucodonosor, después de que JeconÃas se rindió, cuyo caso parecÃa particularmente miserable; y quizás envidiaron a sus hermanos que quedaron; aunque su propia suerte, si sabÃan cómo mejorarla, era mucho más deseable.
La carta fue enviada por los mensajeros de SedequÃas, quienes fueron con el tributo, o para cultivar la amistad del rey de Babilonia; y su contenido fue diseñado para animar sus esperanzas en Dios; para consolarlos en sus aflicciones; para exhortarlos a esperar pacientemente el tiempo señalado por Dios, y evitar que los falsos profetas los engañen para esperar una liberación antes de la expiración de los setenta años.
1. Se dirige a ellos en el nombre de Dios y por su autoridad: Asà ha dicho el Señor de los ejércitos, capaz de salvar perpetuamente, y el Dios de Israel, que aún reconocÃa su relación con ellos y no los habÃa apartado de su consideración. , aunque los habÃa echado de su tierra: asÃ, aunque perplejos, no deben estar desesperados. He causado que a transportar de Jerusalén a Babilonia, la mano de Dios estaba en él; sin el cual ningún poder humano podrÃa haber prevalecido contra ellos. Nota; La consideración de cuya mano proceden todos nuestros sufrimientos, debe silenciar todo pensamiento murmurador.
2. Los anima a sentarse contentos en su estado actual, a esperar pacientemente el tiempo de liberación de Dios; y mientras tanto se acomodan lo más cómodamente posible; para construir y plantar, y casarse, para que no disminuyan ni en riqueza ni en número, cuando regresen de nuevo a su propia tierra; e insinúa que Dios les darÃa una morada pacÃfica y el disfrute cómodo de sus posesiones, incluso en la tierra de su cautiverio. Nota; Dondequiera que seamos arrojados por la providencia de Dios, o en cualquier estado de aflicción, es nuestra sabidurÃa, no solo someternos, sino hacer lo mejor de nuestra situación y vivir con la esperanza de mejores dÃas.
3. Los exhorta a ser pacÃficos bajo el gobierno del rey de Babilonia, aunque sean paganos y enemigos de Dios; para mostrar toda buena fidelidad; y, lejos de conspirar contra el estado para recuperar su libertad, buscar la prosperidad del paÃs en el que estaban cautivos y orar a Dios para que la conserve y la aumente, porque en la paz del mismo deberÃan tener paz. Les interesaba hacerlo; viendo que en cada calamidad de esa tierra ellos estarÃan involucrados, y en la prosperidad de ella encontrarÃan su ventaja. Nota; Si debemos someternos al poder de los opresores y orar por la paz de la tierra de nuestro cautiverio, ¿cuánto más estamos obligados a ser súbditos leales bajo el gobierno más suave, y en esta nuestra tierra de libertad para buscar y orar por la paz? paz de ella!
2º, Para comprometerlos a esperar pacientemente en Dios,
1. Ãl les advierte que no presten atención a los falsos profetas, quienes les prometieron un pronto regreso a su propia tierra, y por lo tanto los desanimaron de establecerse en Babilonia. Sus sueños eran fantasÃas de su propia imaginación y nunca debÃan ser alentados ni escuchados; ya que, aunque usaron el nombre de Dios, mintieron y nunca tuvieron una revelación de él. Nota; Cuando a la gente le encanta ser engañada, fácilmente encontrará aduladores para su ruina.
2. Les asegura que, aunque sus profetas eran falsos, las promesas de Dios se encontrarÃan verdaderas y se cumplirÃan a su debido tiempo. Cuando terminaron los setenta años, sus propósitos con respecto a ellos fueron todos misericordiosos, sÃ, incluso su cautiverio fue diseñado para su bien, cap. Jeremias 24:5 y el fin esperado ciertamente vendrÃa; sólo que lo esperen con paciencia, y con fervorosa oración y súplica busquen el cumplimiento de las promesas divinas; buscando a Dios con todo su corazón, con fervor y sencillez, y entonces seguramente será hallado de ellos en misericordia, y convertirá su cautiverio en una restauración bendita para su propia tierra. Nota;(1.) Los que confÃan en las promesas de Dios nunca serán defraudados. (2.) Las promesas de Dios deben estimular, no reemplazar, nuestras oraciones. (3.) Los que buscan a Dios con todo su corazón, seguramente lo encontrarán cerca para escucharlos y responderles.
En tercer lugar, aunque hubo algunas almas bondadosas entre los cautivos, hubo muchos que no hicieron caso de las palabras de JeremÃas, sino que escucharon a los falsos profetas y los recibieron como enviados de Dios; y se jactaban de que no necesitaban buscar consejo en Judea, cuando tenÃan sus propios profetas en Babilonia, de quienes podÃan depender. Por tanto, a estos se dirige el profeta.
1. Les advierte de la falsedad de las declaraciones de sus profetas. Halagaron al pueblo con un rápido regreso a Judea; mientras que, lejos de ello, el resto de los que quedaron en Jerusalén fueron condenados a las más graves devastaciones por el hambre, la pestilencia y la espada; y los pocos que sobrevivieron deberÃan ser esparcidos por todos los reinos. e hizo objeto de burla, desprecio y aborrecimiento en todo lugar, como viles higos inapropiados para ser comidos, y arrojados como basura en el muladar; y esto debido a su impenitencia y rechazo de las advertencias repetidas y fervientes que Dios, por medio de sus profetas, les habÃa concedido, como habÃa sido amenazado antes, cap. 24: Nota;(1.) Los que adulan a los pecadores con esperanzas contrarias a la palabra de Dios son infaliblemente falsos profetas. (2.) Cuando los hombres se vuelven viles por sus pecados, Dios, con un juicio justo, los hará más viles en sus sufrimientos.
2. Denuncia el juicio sobre dos de los falsos profetas, Acab y SedequÃas; cuyas abominables vidas, asà como atroces mentiras, pedÃan venganza. Eran horribles adúlteros y, sin embargo, se atrevieron a tomar el nombre de Dios en sus labios y fingir que él los habÃa enviado, cuando sabÃan que él nunca los habÃa mandado y, bajo el manto de una profunda hipocresÃa, practicaban todas las villanÃas. Pero, aunque los hombres tal vez no descubran su maldad, Dios vio y los recompensará de acuerdo con sus obras. Detectado, probablemente, en algunas prácticas sediciosas, el rey de Babilonia los apresarÃa, y los quemarÃa vivos ante los ojos del pueblo para aterrorizar a los demás: una catástrofe tan espantosa, que cuando alguno lo harÃa con la más pesada maldición sobre sus enemigos, no deberÃan ser capaces de concebir una imprecación peor queJehová te ponga como SedequÃas y como Acab, a quien el rey de Babilonia asó al fuego.
Nota; (1.) Aquellos que viven en la práctica de la lascivia y el adulterio, y de la misma villanÃa, deben desmentir su pretensión de una misión de Dios, y no tendrán la osadÃa de reprender las prácticas similares en otros. (2.) En secreto, por más que se cometan los pecados de los hombres, se acerca el dÃa en que ninguna oscuridad o sombra de muerte esconderá a los obradores de iniquidad. (3.) Aunque los profetas malvados y los hombres malvados puedan escapar de los juicios de Dios en esta vida, hay un fuego encendido para ellos donde deben arder eternamente, y nadie lo apagará.
En cuarto lugar, sea cual fuere el efecto que tuvo la carta de JeremÃas sobre el pueblo, no debemos extrañarnos si los falsos profetas, cuyos pecados él reprendió con tanta fidelidad, estaban exasperados. Tenemos,
1. Los esfuerzos utilizados por uno de ellos para castigar severamente a JeremÃas. Su nombre es SemaÃas el nehelamita, o el soñador;uno de esos profetas mentirosos que engañaron al pueblo, y que, en venganza por las reprensiones contenidas en la carta de JeremÃas, por el regreso de los mensajeros que probablemente la habÃan traÃdo, escribe en su propio nombre, sin consultar a sus hermanos, al pueblo en general, ya SofonÃas en particular, quien parece haber estado en alguna estación principal en el templo, sabiendo bien que los gobernantes de la iglesia no tenÃan buena voluntad para con los profetas reformadores. Le sugiere la necesidad de ejercer la autoridad con la que estaba investido: Jehová te ha hecho sacerdote en lugar del sacerdote Joiada.O insinuarÃa que él era, en celo por la gloria de Dios, otro semejante; o más bien, Joiada podrÃa ser otro nombre de SeraÃas el sumo sacerdote, de cuyo segan o delegado podrÃa ser, o en algún otro oficio principal en el templo, véase el cap.
Jeremias 52:24 . Por tanto, él, con los sacerdotes sus hermanos, debe conocer a todo hombre entusiasta, que está loco, y se hace profeta. Tales malos nombres llevan a menudo los fieles ministros de Dios, y a tan insolentes reproches son expuestos, como intrusos en el servicio sagrado, perturbados de mente o bajo posesión diabólica: que debes ponerlo en la cárcel y en el cepo; tanto para exponer como para castigar a tales delincuentes, de los cuales afirma que es JeremÃas, y culpa a SofonÃas por no proceder contra él como un falso profeta; la prueba de la cual supone que ya no se pondrÃa en duda, cuando repitió una sola lÃnea de la carta de JeremÃas, que este cautiverio es largo,y que, en lugar de esperar una pronta restauración, los cautivos deberÃan establecerse pacÃficamente en Babilonia. Nota; (1.) Los que serán fieles a las almas de los hombres, deben esperar a menudo ser tratados como engañadores o locos.
(2.) El poder de la Iglesia se ha empleado a menudo para atormentar a sus mejores amigos. (3.) Las acusaciones generalmente formuladas contra los ministros de celo son consideradas por sus adversarios como pruebas incontestables de su entusiasmo y engaño; sin embargo, cuando sus palabras y predicación se consideran y examinan con calma, no contienen nada más que los verdaderos dichos de Dios.
2. Se lee la condenación de SemaÃas. El sacerdote SofonÃas leyó esta carta a oÃdos de JeremÃas; ya sea en privado, por bondad, para advertirle de sus enemigos (porque cuando se conocen, es más fácil protegerse de ellos); o, para familiarizarlo con el cargo, antes de que procediera a juzgar el caso. Y Dios le da a JeremÃas una respuesta, que se le ordena enviar a todos los cautivos, para que sean advertidos contra el impostor, y marquen su castigo por atreverse a pretender una misión divina y enseñar la rebelión contra el Señor, al disuadirlos. que el pueblo no preste atención a sus profetas.
SemaÃas no solo perecerá él mismo, sino que su familia será completamente cortada, su nombre será enterrado en el olvido, y ninguno de su raza verá ni probará la bondad que Dios todavÃa tiene reservada para su pueblo. Nota; Nadie perece bajo una culpa tan agravada como esos falsos maestros, en cuyas manos Dios demandará las almas que han engañado y adulado hasta su ruina.