Lectionary Calendar
Thursday, November 21st, 2024
the Week of Proper 28 / Ordinary 33
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar Comentario Crítico Sin Abreviar
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesía de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Song of Solomon 3". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfu/song-of-solomon-3.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Song of Solomon 3". "Comentario Crítico y Explicativo sobre Toda la Biblia - Sin abreviar". https://www.studylight.org/
Whole Bible (25)
Versículos 1-11
CAPITULO 31. Por las noches-Continuación del anhelo del amanecer del Mesías (cap. 2:17; Psa 130:6; Mal 4:2). El abandono espiritual aquí (caps. 2:17; 3:5) no se debe a la indiferencia, como en el cap. 5:2-8. “Como para las flores son mejores las noches y el rocío que el sol continuo, así la ausencia de Cristo (a veces) da savia la humildad y da a la fe amplio campo donde ejercitarse.” (Ruterford.) Contrástese el cap. 1:13; y el Psa 30:6-7. en mi lecho-el secreto de su fracaso (Isa 64:7; Jer 29:13; Amo 6:1, Amo 6:4; Hos 7:14). ama-no falta de sinceridad, sino de diligencia, la que corrige ahora, dejando la cama para buscarlo (Psa 22:2; Psa 63:8; Isa 26:9; Joh 20:17). Cuatro veces ella llama a Jesucristo: “Al que ama a mi alma,” indicando que está ausente; el lenguaje del deseo: “El me amó,” había de ser el lenguaje de la fruición actual (Rev 1:5). Al preguntar a los guardas (v. 3), ni da el nombre de él, tan lleno de él está su corazón. Habiéndolo hallado al alba (porque en todo esto él es la mañana), ella manda a las doncellas que no acorten por la intromisión el tiempo de la estancia de él. Cf. la referente a la búsqueda cuidadosa de Jesucristo en los días de Juan el Bautista, vana al principio, más luego con éxito (Luk 3:15-22; Joh 1:19-34). no lo hallé-¡Ojalá obráramos honradamente para nuestro propio bien (Pro 25:14; Jud 1:12)! 2. Bien despertados para Dios (Luk 14:18-20; Eph 5:14). “una resolución honesta muchas veces es al (cumplimiento del) deber, como la aguja que hace correr el hilo.” (Durham.) No un mero deseo, que no toma en cuenta el costo: deja la cama blanda, y se va vagando de noche en su búsqueda (Pro 13:4; Mat 21:30; Luk 14:27-33). la ciudad-Jerusalén, lit., (Mat 3:5; Joh 1:19), y espiritualmente, la Iglesia aguí (Heb 12:22), en la gloria (Rev 21:2). plazas-a las puertas de las ciudades orientales, donde el pueblo se reunía para tratar los asuntos. También las asambleas de los adoradores (cap. 8:2, 3; Pro 1:20-23; Heb 10:25). En su primer despertamiento se retrajo de la gente, buscando a Jesucristo sola; pero se le pidió a ella que siguiera las huellas del rebaño (cap. 1:8), y ahora en su segunda tentativa, de suyo sale al encuentro de ellos. “Cuanto más crece el alma en la gracia, y cuanto menos se apoya en los ritos, tanto más los aprecia y se aprovecha de ellos.” (Moody Stuart.) (Psa 73:16-17). no lo hallé-nada menos que Jesucristo la puede satisfacer ( Job 23:8-10; Psa 63:1-2).
3. guardas-ministros (Isa 62:6; Jer 6:17; Eze 3:17; Heb 13:17), personas idóneas para consultar (Isa 21:11; Mal 2:7). Halláronme-el oficio general de la palabra es para “hallar” a las almas que individualmente están buscando a Jesucristo (Gen 24:27, fin del v.; Act 16:14); mientras que los formalistas quedan sin conmoverse. 4. Jesucristo generalmente es “hallado” cerca de los guardas y de los medios de gracia; pero éstos no son él, la estrella que señala a Belén no es el Sol que allí salió: ella (la novia) pasa los hitos de prisa hacia la meta. (Moody Stuart.) Ni los ángeles pudieron satisfacer a María Magdalena, en lugar de Jesucristo (Joh 20:11-16). hallé-(Isa 45:19; Hos 6:1-3; Mat 13:44-46.) trabé de él-contenta de ser asi tenida; no contenta de lo contrario (Gen 32:26; Mat 28:9; Luk 24:28-29; Rev 3:11). “Como el niñito que llora se traba fuertemente de su madre, no porque sea más fuerte que ella, sino porque la compasión de ella la constriñe a no abandonarlo, así Jesucristo de compasión por el creyente no puede dejarlo, porque no quiere, ” (Durham.) En el cap. 1:4 es él quien lleva a la novia dentro de sus cámaras; aquí es ella la que lo introduce a él en las de su madre. Hay veces cuando la gracia de Jesucristo parece atraernos a él; hay otras cuando nosotros con grandes clamores lo atraemos a nosotros y a los nuestros. En el oriente un salón grande muchas veces sirve para toda la familia; por eso la novia habla de la cámara de su madre y la suya como una sola. La mención de la “madre” excluye toda ídea ímpropia, e imparte la del amor celestial, puro como el de una hermana, más ardiente que el de una novia; por tanto el título frecuente de “mi hermana-esposa.” Nuestra madre, después del Espíritu, es la iglesia, la nueva Jerusalén (Joh 3:5-8; Gal 4:19, Gal 4:26); por ella debemos orar continuamente (Eph 3:14-19), también por la Jerusalén nacional (Isa 62:6-7; Rom 10:1), también por la familia humana, que es nuestra madre y parienta según la carne; éstos los hijos de nuestra madre nos han tratado mal (cap. 1:6), pero, como nuestro Padre, hemos de volverles bien por mal (Mat 5:44-45), y así llevar a Jesucristo al corazón de ellos (1Pe 2:12).
5. Como en el cap. 2:7; pero allí es porque no interrumpan su comunión con Jesucristo por lo que se preocupa; aquí es porque el Espíritu Santo no sea contristado de parte de las hijas de Jerusalén. Evítense celosamente la liviandad, el descuido, y las ofensas que afean la obra de gracia comenzada en otros (Mat 18:7; Act 2:42-43; Eph 4:30).
CANTICO III.-EL NOVIO CON LA NOVIA. (caps. 3:6-5:1).-Históricamente, el ministerio de Jesucristo en la tierra. 6. Una nueva escena (vv. 6-11). Los amigos del novio ven acercarse el cortejo. Su palanquín y su guardia. que sube-el desierto estaba a menos elevación que Jerusalén. (Maurer.) humo-por los perfumes quemados en derredor de él y de la novia. Figura de Israel y del tabernáculo (correspondiente a “litera,” v. 7), que marcharon por el desierto con columna de humo de día y columna de fuego de noche (Exo 14:20), y las columnas de humo que ascendían de los altares de incienso y de la propiciación; así son la justicia, la propiciación, y la eterna intercesión de Jesucristo. Balaam, el último representante del patriarcado, fué obligado a maldecir a la iglesia judaica, así como ella no había de sucumbir sin lucha al cristianismo (Num 22:41), pero él tuvo que bendecir en lenguaje similar al de aquí (Num 24:5-6). Angeles también hacen la misma pregunta, cuando Jesucristo con el tabernáculo de su cuerpo (que corresponde a su litera, v. 7; Joh 1:14, “moró.” (griego) en tienda tabernáculo, Joh 2:21) asciende al cielo (Psa 24:8-10), también cuando ven a su novia gloriosa con él (Psa 68:18; Rev 7:13-17). Animación para ella; entre las pruebas más penosas (v. 1), sigue aún en el camino de la gloria (v. 11) en un palanquín, pavimentado (respaldo) “de oro”(v. 10); ella está ahora “viniendo” espiritualmente, exhalando las dulces gracias, la fe, el amor, gozo, paz, oración, y alabanza; (el fuego alumbra adentro, el “humo” se ve afuera. Act 4:13); es en el desierto de la prueba donde ella tiene pruebas, (ella es la “mercadera” que compra a Jesucristo sin dinero y sin precio. Isa 55:1; Rev 3:18); así como se obtiene la mirra y el incienso, no de Egipto, sino de los arenales de Arabia y las montañas de Palestina. Más adelante ella “vendrá” (vv 6, 11) en cuerpo glorificado también (Phi 3:21). Históricamente, Jesucristo vuelve del desierto, lleno del Espíritu Santo (Luk 4:1, Luk 4:14). El mismo “quién es ésta …” (Isa 63:1, Isa 63:5).
7. En el v. 6 se describe el carácter de desierto de la Iglesia; en el 7, y el 8, su aspecto militante. En los vv. 9, 10, a Jesucristo se le ve morando en los creyentes, los que son su “carro” y su “cuerpo.” En el v. 11, la consumación en la gloría. litera-palanquín. Su cuerpo, lit., guardado por un número determinado de ángeles, sesenta (Mat 26:53), desde el desierto (Mateo 4, 11), y continuamente (Luk 2:13; Luk 22:43; Act 1:10-11); así como los 600.000 de Israel guardaron el tabernáculo (Num 2:17-32), uno por cada diez mil. En contraste con la “cama de ocio” (v. 1), valientes-(Jos 5:13-14.) Los ángeles que guardaron su tumba usaron palabras similares (Mar 16:6). de Israel-súbditos verdaderos, no mercenarios.
8. tienen espadas-ceñidas sobre el muslo, como su Señor (Psa 45:3). También los creyentes son guardados por los ángeles (Psa 91:11; Heb 1:14), y ellos mismos necesitan que “cada hombre” (Neh 4:18) esté armado (Psa 144:1-2; 2Co 10:4; Eph 6:12, Eph 6:17; 1Ti 6:12), y “sea experto” (2Co 2:11). por los temores de la noche-Los merodeadores árabes muchas veces convierten las bodas en velorio por un ataque nocturno. Del mismo modo el cortejo nupcial de los santos en la noche del desierto era el principal objeto de los ataques de Satanás.
9. carroza-fabricada con más primor que la “litera” (v. 7), de la raíz hebrea, elaborar, (Ewald.) Así el templo fué construído de los “cedros de Líbano,” en comparación con el tabernáculo provisional, que fué hecho de madera de shittim (2Sa 7:2, 2Sa 7:6-7; 1Ki 5:14; 1Ki 6:15-18). el cuerpo de Jesucristo es el antitipo, “hecho” para él por el Padre (1Co 1:30; Heb 10:5), la madera corresponde a su naturaleza humana, el oro a la divina; siendo las dos un solo Cristo.
10. columnas-que sostenían el toldo en los cuatro cabos; cortinas en cada lado guarecían de sol a las personas que estaban adentro. Columnas con encajes de plata sostenían el velo que encubría el lugar santísimo; emblema de la fuerza de Jesucristo (1Ki 7:21), marginal: “plata”, emblema de la pureza (Psa 12:6); como los santos más adelante (Rev 3:12). respaldo-en la Vulgata y la versión de los LXX. (Maurer.) Así el piso y el propiciatorio, la morada de Dios (Psa 132:14) en el templo, eran de oro (1Ki 6:30). sucielo-techo; mejor, asiento, como en Lev 15:9. Más adelante los santos compartirán el asiento de él (Rev 3:21). grana-más bien, púrpura; el velo del lugar santísimo era en parte purpúreo, y vistieron a Jesucristo de púrpura. La “púrpura,” (inclusive la escarlata y la grana) es emblema de la realeza; tipificada por la sangre del cordero pascual, y el vino cuando los doce se reclinaron a la mesa del Señor. enlosado-obra de teselas, como pavimento de mosaicos, de los varios actos y promesas del amor del Padre, Hijo y Espíritu Santo (Zep 3:17; 1Jo 4:8, 1Jo 4:16), en contraste con las tablas de piedra “en medio” del arca, que tenían grabados en ellas los rígidos mandatos de la ley (cf. Joh 19:13); esto es todo gracia y amor a los creyentes, que corresponden a “las hijas de Jerusalén” (Joh 1:17). El exterior de plata y oro, cedro, púrpura, y los guardas, puede ser que impidan, pero cuando la novia entra adentro, descansa ella sobre el pavimento de amor.
11. Salid-(Mat 25:6.) doncellas de Sión-espíritus de los santos, y ángeles (Isa 61:10; Zec 9:9). corona-nupcial (Eze 16:8-12), (los hebreos llevaban coronas o guirnaldas costosas en los casamientos), y real (Psa 2:6; Rev 19:12). La corona de espinas fué una vez su guirnalda nupcial, su sangre el cáliz de las bodas (Joh 19:5). “Su madre,” que así lo coronó, es la raza humana, pues él es “el Hijo del hombre,” no meramente el hijo de María. La misma madre reconciliada con él (Mat 12:50) está de parto por las almas, que le presenta a él como corona (Phi 4:1; Rev 4:10). No se averûgenza de llamarlos (Heb 2:11-14), su madre llama a la madre de ellos (Psa 22:9; Rom 8:29; Rev 12:1-2). ved-(2Th 1:10.) día de su desposorio-mayormente el casamiento fínal, cuando el número de los elegidos esté completo (Rev 6:11). gozo-(Psa 45:15; Isa 62:5; Rev 19:7). Moody Stuart observa respecto a este cántico (3:6-5:1), el corazón del Libro, estas peculiaridades: (1) El novio hace el papel principal, mientras que en las otras partes es la novia la que principalmente habla; (2) En otras partes él es o el “Rey” o “Salomón;” aquí dos veces se le llama “el Ray Salomón.” Seis veces en esta parte a la novia se le llama “esposa;” nunca antes ni después; cuatro veces también “hermana”, y en ninguna otra parte excepto en el cap. 5:2; (3.) El y ella nunca están separados; ninguna ausencia, ni queja, hay en este cántico, de las que abundan en los demás.