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Saturday, July 19th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario de Calvino sobre la Biblia Comentario de Calvino
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
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Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Jeremiah 22". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/cal/jeremiah-22.html. 1840-57.
Calvino, Juan. "Comentario sobre Jeremiah 22". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (25)
VersÃculo 1
Se le ordena nuevamente al Profeta que reprenda al rey y a sus consejeros; pero la exhortación se extiende al mismo tiempo a todo el pueblo. Era necesario comenzar con la cabeza, para que la gente común supiera que no era un asunto con el que se podÃa jugar, como Dios no perdonaba, no, ni siquiera el rey mismo y sus cortesanos; porque un terror mayor se apoderó de las órdenes inferiores, cuando vieron a los más altos postrados. Para que lo que se enseña aquà pueda penetrar de manera más efectiva en los corazones de todos, el Profeta se dirige al rey mismo y a sus cortesanos: luego se le pide que incluya también a todo el cuerpo de la gente. Y, por lo tanto, parece que aún quedaba alguna esperanza de favor, siempre que el rey y todo el pueblo recibieran las advertencias del Profeta; Siempre que su arrepentimiento y conversión fueran sinceros, Dios todavÃa estaba listo para perdonarlos.
Al mismo tiempo, debemos observar, como ya he dicho, que no podÃan escapar de la calamidad que se avecinaba; pero el exilio habrÃa sido mucho más suave, y también su regreso habrÃa sido más seguro, y habrÃan encontrado de varias maneras que no habÃan sido rechazados por Dios, aunque castigados durante un tiempo. Como ahora decimos, que se les presentó una esperanza de perdón, esto no debe entenderse de manera tal que puedan evitar la destrucción de la ciudad; porque Dios habÃa determinado de una vez por todas llevar al pueblo a un exilio temporal y también poner fin a sus sacrificios por un tiempo; porque esta terrible desolación debÃa ser una prueba de que la gente habÃa sido extremadamente desagradecida con Dios, y especialmente que su obstinación no podÃa ser soportada por haber despreciado tanto tiempo a los Profetas y los mandamientos de Dios. Sin embargo, se les dio la esperanza de mitigar su castigo, siempre que fueran tocados por un sentimiento correcto, a fin de esforzarse por volverse favorables a Dios. Pero como JeremÃas no efectuó nada con tantas advertencias, se hicieron más inexcusables.
Ahora vemos el diseño de lo que se dice aquÃ, incluso que los judÃos, habiendo sido tan a menudo probados culpables, podrÃan dejar de quejarse de que sufrieron algo inmerecidamente; porque a menudo habÃan sido amonestados, sÃ, casi en innumerables casos, y Dios habÃa ofrecido misericordia, siempre que fueran recuperables. Vengo ahora a las palabras:
Asà dijo Jehová: Baja (32) a la casa del rey. Vemos que el Profeta recibió tanta valentÃa que la dignidad del nombre del rey no lo intimidaba para evitar que realizara lo que se le ordenaba. Hemos visto en otros lugares casos similares; pero cada vez que ocurren tales casos, merecen ser notados. Primero, los siervos de Dios deben cumplir con valentÃa su cargo y no halagar a los grandes y ricos, ni remitir nada de su propia autoridad cuando se encuentran con dignidad y grandeza. En segundo lugar, deje que aquellos que parecen ser más eminentes que otros aprendan que cualquier eminencia que posean no puede hacerles uso, sino que deben someterse a una instrucción profética. Hemos visto antes que el Profeta fue enviado a reprender y reprender incluso a los más altos, y a no mostrar respeto por las personas. (Jeremias 1:10.) Asà que ahora, aquà muestra que tenÃa, por asà decirlo, todo el mundo bajo sus pies, porque al ejecutar su cargo, reprendió al rey mismo y a todos sus prÃncipes.
VersÃculo 2
Pero él habla del rey como sentado en el trono de David; pero no, como ya he dicho, por el honor, sino con el fin de aumentar su culpa; porque ocupó un trono sagrado, del cual era totalmente indigno. Porque aunque se dice que Dios se sienta en medio de los dioses, porque por él los reyes gobiernan, todavÃa sabemos que el trono de David era más eminente que cualquier otro; porque era un reino sacerdotal y un tipo de ese reino celestial que luego fue completamente revelado en Cristo. Como, entonces, los reyes de Judá, los descendientes de David, eran tipos de Cristo, menos tolerable era su impiedad, cuando, sin importar su vocación, se habÃan alejado de la piedad de su padre David y se habÃan degenerado por completo. Entonces el Profeta, al mencionar la casa de Israel y la casa de Jacob, sin duda condenó a los judÃos, porque se habÃan vuelto diferentes al santo patriarca. Ahora, entonces, entendemos el objeto del Profeta cuando dice: "Escucha la palabra de Jehová, rey de Judá, que estás sentado en el trono de David".
Pero para que su reprensión tenga su peso justo, el Profeta muestra cuidadosamente que no trajo nada más que lo que se le habÃa encomendado desde arriba; esta es la razón por la cual él repite, tú dirás: "Asà dice Jehová: baja, habla y di". Del rey llega a los cortesanos, y de ellos a todo el pueblo. Tú, dice él, y tus siervos; por los siervos del rey, la Escritura significa, todos esos ministros que fueron sus consejeros, que fueron designados para administrar justicia y que ejercieron autoridad. Pero debemos notar que finalmente se dirige a toda la gente. Por lo tanto, vemos que lo que enseñó pertenecÃa a todos en común, aunque comenzó con el rey y sus consejeros, que la gente común podrÃa no pensar que quedarÃan impunes si despreciaban la doctrina a la que incluso los reyes debÃan someterse.
VersÃculo 3
Ãl dice, primero, Juzga y haz justicia. Esto pertenecÃa especialmente al rey y sus jueces y gobernadores; sabemos que los particulares no tenÃan poder para proteger su propiedad; porque aunque todos deben resistir los males y las malas acciones, este era el deber especial de los jueces a quienes Dios habÃa armado con la espada para este propósito. Hacer juicio, significa rendir a cada uno según su derecho; pero cuando las dos palabras, juicio y justicia, están conectadas entre sÃ, por justicia debemos entender la equidad, de modo que cada uno tenga su propio derecho; y por juicio debe entenderse la ejecución del debido castigo; porque no es suficiente que el juez decida lo que es correcto, excepto que restringe a los malvados cuando se resisten audazmente. Juzgar, entonces, es defender al débil y al inocente, por asà decirlo, con una mano armada. (33)
Luego agrega: Rescata a los mimados de la mano del opresor. Repite lo que observamos en el último capÃtulo; y aquÃ, bajo una cosa, incluye el deber de los jueces, incluso de que siempre se opongan a lo que está mal y verifiquen la audacia de los malvados, ya que nunca pueden ser inducidos voluntariamente a comportarse con moderación y tranquilidad. Como, entonces, deben ser restringidos por la fuerza, dice, "Rescata a los malcriados de la mano del opresor". De la palabra ××××, gesul, hemos hablado antes; pero con esta forma de hablar, Dios insinúa que no es suficiente para el juez abstenerse de la tiranÃa y la crueldad, y no estimular a los malvados ni favorecerlos, excepto que también reconoce que ha sido designado por Dios para este fin: rescatar se echó a perder de la mano del opresor, y no dudar en enfrentar el odio y el peligro en el desempeño de su cargo.
El Profeta ahora agrega otras cosas que no habÃa mencionado en el capÃtulo anterior; no defraudar, (34) dice, el extraño y el huérfano y la viuda Es lo que a menudo se dice en las Escrituras, que no es correcto defraudar a nadie uno; porque Dios eximirÃa a todos del mal, y no solo a extraños, huérfanos y viudas; pero como los huérfanos no tienen conocimiento ni sabidurÃa, están expuestos, por asà decirlo, al saqueo; y también viudas, porque están indefensas en sà mismas; y extraños, porque no tienen amigos para emprender su causa; por lo tanto, Dios, en un grupo especial, exige que se tenga en cuenta a los extraños, huérfanos y viudas. También hay otra razón; porque cuando se les otorga su derecho a extraños, huérfanos y viudas, la equidad sin duda brilla de manera más notoria. Cuando alguien trae amigos con él y los emplea en defensa de su causa, el juez se ve influido; y el que es nativo tendrá sus parientes y vecinos para apoyar su causa; y el que es rico y posee poder también influirá en el juez, para que no se atreva a hacer nada notoriamente malo; pero cuando el extraño, el huérfano o la viuda se presentan ante el juez, él puede, con impunidad, oprimirlos a todos. Por lo tanto, si juzga correctamente, sin duda es una prueba conspicua de su integridad y rectitud. Esta, entonces, es la razón por la cual Dios en todas partes enumera estos casos cuando habla de juicios justos y equitativos. Ãl agrega además, no ejerzan violencia, ni derramen sangre inocente en este lugar. Estas cosas también eran asuntos que pertenecÃan a los jueces. Pero fue una cosa horriblemente monstruosa para el trono de David haber sido tan contaminado como para convertirse, por asà decirlo, en una guarida de ladrones. Dondequiera que haya alguna pretensión de justicia, debe haber algo de miedo o vergüenza; pero como hemos dicho, ese tribunal fue de una manera peculiar sagrado para Dios. Como, entonces, el rey y sus consejeros se convirtieron en ladrones, y ocuparon el trono de David de tal manera que prevaleció toda impiedad, y dudaron en no saquear por todos lados, como si vivieran en una casa de saqueo; Este fue, como he dicho, un espectáculo triste y vergonzoso. (35)
Pero debemos prestar más atención a este pasaje, para que podamos aprender a fortalecernos contra los malos ejemplos, para que la impiedad de los hombres no anule nuestra fe; cuando vemos en la Iglesia de Dios cosas en tal desorden, que aquellos que se glorÃan en el nombre de Dios se vuelven como ladrones, debemos tener cuidado de no ser, por este motivo, alienados de la verdadera religión. De hecho, debemos detestar a esos monstruos, pero debemos cuidarnos de que la palabra de Dios, a través de la maldad de los hombres, pierda su valor en nuestra estima. DeberÃamos, entonces, recordar la advertencia de Cristo, escuchar a los escribas y fariseos que se sentaron en el asiento de Moisés. ( Mateo 23:2.) Por lo tanto, les correspondÃa a los judÃos venerar ese trono real, en el que Dios habÃa inscrito ciertas marcas de su gloria. Aunque vieron que estaba contaminado por los crÃmenes y los actos malvados de los hombres, sin embargo, deberÃan haber tenido un poco de consideración por esa expresión, "Este es mi descanso para siempre".
Pero aún vemos que el rey fue reprendido severamente y severamente, como se lo merecÃa. Por lo tanto, lo más tontamente que el Papa en la actualidad busca eximirse de toda reprensión, porque él ocupa el trono apostólico. (36) Si concediéramos lo que se afirma, (aunque sea frÃvolo e infantil), que el trono romano es apostólico (que creo que nunca ha sido ocupado por Pedro,) ¿seguramente el trono de David era mucho más venerable que la silla de Pedro? y, sin embargo, los descendientes de David que lo sucedieron, siendo tipos y representantes de Cristo, no estaban en esa cuenta, como vemos aquÃ, exentos de reproche.
Sin embargo, se podrÃa preguntar, ¿por qué el Profeta dijo que fue enviado a todo el pueblo, cuando su doctrina se dirigió solo al rey y a los jueces públicos? porque no pertenecÃa a las personas ni a particulares. Pero ya he dicho que era fácil para la gente común comprender cómo deberÃa haberse temido el juicio de Dios, porque habÃan oÃdo que se denunciaba el castigo incluso en la casa de David, que todavÃa se consideraba sagrada. Cuando, por lo tanto, vieron que aquellos fueron convocados ante el tribunal de Dios que, de una manera, no estaban sujetos a las leyes, ¿qué debÃan pensar sino que cada uno de ellos deberÃa haber pensado en sà mismo y examinar su propia vida? porque finalmente deben ser llamados a rendir cuentas, ya que el propio rey y sus consejeros habÃan sido convocados para hacerlo. Ahora sigue, -
La versión de Blayney de ninguna manera puede ser aprobada, "Haz el bien y la justicia", ya que el carácter distintivo de los dos actos no se expresa. "Hacer juicio y justicia" son todas las versiones y el Targum. - Ed.
Podemos presentar el pasaje como lo hace Gataker: "Y el extraño, el huérfano y la viuda no oprimen, no se equivocan", o no saquean. Un pasaje similar está en Jeremias 7:6. La palabra traducida allà "oprimir" es diferente, עשק, y más general en su significado, incluidas las dos ideas aquÃ: opresión al negarles sus derechos y al saquearlos. - Ed
VersÃculo 4
El Profeta expresa más claramente lo que ya he dicho, que si los judÃos de corazón se arrepintieron, todavÃa habÃa un lugar para la misericordia; porque él les promete que Dios se reconciliarÃa, si buscaran reconciliarse con él; los atrae al arrepentimiento con palabras de bondad. Podemos, de hecho, leer ××××, kiam, como una palabra, y representarlo, "Pero más bien;" pero sigo a otros que dan esta versión, porque si haciendo esto harás esta palabra, entonces entrarás, etc .; y asà convierten el copulativo en un adverbio de tiempo, que suele ser el caso. (37) Aún asÃ, el otro significado no es inadecuado, cuando el verbo futuro, תעש×, toshu, se toma en sentido hortativo; porque sabemos que el tiempo futuro en hebreo a menudo debe entenderse como un imperativo. En cuanto al significado general, no hay mucha diferencia; porque lo que el Profeta diseñó para mostrar era esto, que Dios se reconciliarÃa con los judÃos, si no fueran totalmente desobedientes. "Solo", dice, "obedece mi palabra, y tu seguridad estará asegurada". No era de esperar la impunidad, como dije antes, pero, como habrÃan descubierto, su reconciliación con Dios no habrÃa sido en vano, ya que su castigo habrÃa sido mitigado; en ese caso su exilio se habrÃa vuelto más soportable, porque Dios sin duda habrÃa hecho que sus adversarios fueran amables con ellos; en resumen, la misericordia les habrÃa sido mostrada de muchas maneras. Además, el Profeta muestra que no los llamó en vano a arrepentirse; porque él pone delante de ellos el favor de Dios para mitigar su castigo.
Y agrega: "Entraréis por las puertas de esta casa, tanto vuestros reyes como sus consejeros; pero luego se cambia el número, él, es decir, cada rey. (38) El Profeta, a primera vista, parece haberse retractado de lo que dijo respecto al exilio; pero las dos cosas deben estar conectadas entre sÃ, que quedaba alguna esperanza, si los judÃos aceptaban el favor de Dios, y luego que el castigo, una vez decretado, debÃa ser soportado por ellos. Estas dos cosas no están en desacuerdo. Porque Dios habÃa decidido llevar a los judÃos al exilio; pero toda Judea sin duda se habrÃa reducido a la soledad, ya que eso sucedió a través de su obstinación irrevocable, de acuerdo con lo que leemos al final de este Libro; porque de lo contrario habrÃan vivido en su propio paÃs. Esta es una cosa; y luego su condición después de su exilio hubiera sido mejor y mucho más feliz. Pero incluso en ese momento, la corona fue pisoteada y toda la dignidad y el poder de la familia de David fueron casi abolidos.
Cuando, por lo tanto, el Profeta dice: "Entre reyes reyes en carros y caballos", y también "el pueblo y él y sus consejeros, a través de las puertas de esta ciudad"; él no quiere decir que escaparÃan tanto como para que Dios no los castigara por sus pecados, como él habÃa declarado, sino que todavÃa habrÃa alguna forma de reino, y que el exilio serÃa breve, y también que habrÃa finalmente una restauración, para que los descendientes de David regresen a su estado anterior, y que la ciudad misma sea restaurada para que abunde en riqueza como en todas las demás bendiciones. Tal es la promesa. El Profeta agrega además lo que de otro modo ocurrirÃa, si no escuchan, este lugar se convertirá en una desolación. Pero esta amenaza se considerará mañana.
4. Porque si hacéis esta palabra, pasaréis por las puertas de esta casa. Los reyes se sentarán para David en su trono. carro y caballos, Ãl y su siervo y su pueblo.
La "sentada" pertenece a los reyes, pero "cabalgando" al rey, su sirviente y su pueblo. Como "él" está en el número singular, "sirviente" lo es, aunque ambos están pluralizados por Sept., Vulg. Y Arab., Y de hecho, el "sirviente" por Syr. Y el Targ. Pero el hebreo es como se indica arriba, en cuanto a la palabra "carro" y "sirviente"; Es el idioma de la lengua. - Ed.
VersÃculo 5
Ayer explicamos la declaración del Profeta, que el Señor restaurarÃa nuevamente el reino si el rey y sus siervos y todo el pueblo se arrepintieran. Ahora presenta una combinación, que si no escucharon, todo habÃa terminado con el palacio y la ciudad. Pero la palabra casa o palacio a menudo se repite; porque aunque las defensas de la ciudad daban coraje a la gente, lo que los hacÃa especialmente orgullosos era la confianza que sentÃan de que el reino habÃa sido prometido para siempre. Por lo tanto, pensaron, que la dignidad real no podrÃa caer mientras el sol y la luna continuaran en los cielos. (Salmo 89:38.) Esta falsa confianza es lo que el Profeta se encuentra ahora, y dice: Si no escuchas estas palabras, etc. Cambia el número: habÃa dicho antes de esta palabra, ×ת ×××ר ×××, en edeber eze; pero ahora dice estas palabras, ×ת ×××ר××, en edeberim. Pero el número singular incluye la totalidad de su doctrina; sin embargo, ahora usa el número plural, porque los habÃa exhortado a cambiar su vida. (39)
Y para que no piensen que no estaban aterrorizados por ninguna buena razón, él declara que Dios habÃa jurado por sà mismo. De hecho, sabemos que cuando Dios hace un juramento, ya sea cuando promete algo o cuando denuncia el castigo a los pecadores, se hace a causa de la pereza y la opacidad de los hombres. Porque nuestros corazones a través de la incredulidad difÃcilmente recibirán una verdad simple, a menos que Dios elimine los impedimentos; y este es el diseño de hacer un juramento, cuando Dios no solo habla, sino que para asegurarnos más de nuestra salvación, confirma su promesa al presentar su propio nombre como una promesa. La razón es similar a las amenazas; porque tan grande es la falsa seguridad de los pecadores, que son sordos hasta que Dios, por asà decirlo, con fuerza penetra en sus corazones. Por eso dice que Dios hizo un juramento por sà mismo; porque a los judÃos les parecÃa increÃble que la familia que habÃa sido apartada por Dios del mundo, perecerÃa alguna vez. Ahora sigue:
VersÃculo 6
Confirma la declaración precedente y explica más en general lo que se ha declarado suficientemente claro; porque la jactancia falsa de los judÃos difÃcilmente podrÃa ser restringida, ya que todavÃa pensaban que el reino en la familia de David serÃa permanente y exento de cualquier peligro de cambio.
Pero los intérpretes difieren en cuanto al significado de las palabras. No repetiré sus puntos de vista, ni es necesario: solo declararé lo que me parece ser el significado real. Todos los demás dan una explicación diferente; pero el Profeta, no lo dudo, significa lo mismo que hemos observado en Jeremias 7:12; donde dice
"Ve a Shiloh, y mira cuál es el estado de ese lugar, porque el arca del pacto estuvo allà mucho tiempo".
Aunque, entonces, pensaron que ese lugar era sagrado, pero se redujo a la desolación; y asà debe haberse convertido en un espectáculo terrible para todo el pueblo. Por la misma razón ahora, como me parece a mÃ, el Profeta compara el LÃbano con el Monte Galaad; porque lo que algunos dicen, que Galaad era la ciudad principal de las diez tribus, no tiene nada. Pero debemos recordar el estado de las cosas en ese momento; El reino de Israel fue completamente demolido cuando nuestro Profeta pronunció estas palabras. Judea habÃa sido muy reducida por muchas calamidades; pero aún quedaba algún tipo de reino. Luego, por Monte Galaad, el Profeta sin duda se referÃa, al declarar una parte para todo el reino de Israel, pero con un propósito diferente al asignado por los intérpretes, incluso porque toda la tierra de Israel fue arrasada; porque todos los habitantes habÃan sido llevados al exilio, y todo el botÃn habÃa sido eliminado, y nada habÃa escapado de la rapacidad y la crueldad de sus enemigos.
Dado que, entonces, la tierra de Israel se habÃa reducido a la desolación, Dios dice ahora, que Jerusalén y el reino de Judá no serÃan de mayor valor a su vista que el paÃs entero de las diez tribus, que sin duda fue más grande en extensión y en riqueza. Y este significado puede extraerse fácilmente de las palabras del pasaje; él no dice: "Eres como Galaad, la cabeza del LÃbano"; pero, Galaad para mà eres la cabeza del LÃbano. Y él llama a Jerusalén LÃbano, porque era, por asà decirlo, la reina de esa tierra; porque en el Monte LÃbano él designó lo que fuera precioso en ese paÃs, por la razón que mencionamos ayer. En cuanto a Gilead, no considero que el Profeta se refiera especialmente a la ciudad, pero al declarar una parte del todo, incluye todo el paÃs, y por esta razón, porque el Monte Gilead estaba lleno de muchos árboles fructÃferos, y particularmente de el bálsamo y el árbol de colofonia, y de muchas hierbas y aromáticas odorÃferas, que en este dÃa son traÃdas de allà a diferentes partes del mundo. Y por lo tanto, lo encontramos preguntado en Jeremias 8:22,
â¿No hay colofonia en Gilead? ¿no hay medicina encontrada allà para sanar a la Iglesia?
¿Por qué se mencionó entonces el monte Galaad? incluso porque crecieron los mejores aromáticos, y especialmente el árbol de bálsamo, y también muchos árboles olorosos y la mayorÃa de las frutas preciosas.
El significado entonces es: â¿Qué crees que eres? o, ¿por qué razón confÃas tanto en ti? No perdoné el Monte Galaad y ese extenso paÃs que era muy superior a ti; ¿Qué significa, entonces, esta tonta presunción de que te persuades de que todo peligro está lejos? Serás para mà como Galaad. Piensa en mi juicio sobre el monte Galaad y en la terrible desolación de la tierra de Israel; lo mismo que puedes ver ahora te sucederá a ti. Ahora percibimos en qué sentido dice el Profeta, que ante Dios la cabeza del LÃbano, es decir, la misma Jerusalén, que gobernó sobre el LÃbano, se volverÃa como Galaad (40)
Luego agrega: Si no te hago un desierto, Dios vuelve a hacer un juramento; porque es, sabemos, un modo de expresión elÃptico, cuando la partÃcula ××, am, solo se usa, para que se entienda una imprecación, - "No me dejes pensar en un Dios"; o "Que mi poder no se considere nada"; o "No me permitas que en lo sucesivo se considere verdadero y fiel". Sea como fuere, Dios hace un juramento, que la ciudad se convertirÃa en un desierto, como aquellas ciudades que no están habitadas. AsÃ, todo el contexto parece coherente, - que Jerusalén serÃa larga como la tierra de Israel, porque ya no serÃa perdón LÃbano que el monte Galaad. Luego sigue:
¡Galaad serás para mÃ, oh cumbre del LÃbano! Seguramente te haré desierto, como ciudades no habitadas.
DebÃa ser tratado por él como lo habÃa estado Gilead, que ahora estaba completamente despoblado. - Ed
VersÃculo 7
Expresa la manera, ya que solo habÃa dicho antes, que la ruina de la ciudad de Jerusalén estaba cerca; Ãl agrega, que vendrÃan destructores y aquellos bien armados con instrumentos bélicos, que cortarÃan todos los cedros más selectos y los arrojarÃan al fuego. Pero les recuerda que esos destructores no vendrÃan por sà mismos ni por un impulso propio. pero a través de la operación secreta de Dios; porque si los judÃos hubiesen pensado que solo tenÃan que ver con los caldeos, no habrÃa habido nada para invocar el ejercicio de un principio religioso; pero el Profeta declara claramente que los caldeos serÃan los ministros de Dios, porque serÃan despertados y guiados por él, de acuerdo con lo que a menudo enseñan los profetas.
En resumen, estas dos cosas deben ser notadas: primero, que Dios tenÃa muchas maneras de castigar a los judÃos. Porque surge el desprecio de los impÃos, porque sueñan que Dios está desarmado y que no siempre tiene la ejecución, como dicen, lista a mano. Por lo tanto, el Profeta muestra que los caldeos estarÃan listos tan pronto como Dios los silbara o les diera una señal. Esta es una cosa. En segundo lugar, debe observarse que les recuerda que los caldeos serÃan el azote de Dios, que los judÃos podrÃan no pensar que contendÃan con los mortales, pero podrÃan saber que fueron convocados para dar cuenta de su vida, porque habÃan sido rebeldes durante mucho tiempo contra Dios y sus profetas. Esto es lo que debemos entender con la palabra preparar (41)
Ahora en cuanto a los cedros elegidos, el Profeta alude nuevamente al Monte LÃbano y al bosque de Jerusalén, que se mencionó ayer. Sin embargo, la palabra bosque puede aplicarse a los edificios; porque los judÃos construyeron sus cámaras para la mayor parte de madera de cedro, como es bien sabido; entonces podemos aplicar esto a sus espléndidas y suntuosas casas; pero también podemos tomarlo sin figura y aplicarlo a los árboles del monte LÃbano. Pero el principal adorno del paÃs eran los nobles árboles de ese monte; por lo tanto, según los cedros, el Profeta sin duda designó lo que fuera espléndido en Jerusalén y en el paÃs a su alrededor. Sigue, -
Las siguientes palabras son "destructores, cada hombre y su instrumento", interpretados por la Septuaginta, "un hombre destructor y su hacha"; por la Vulgata, "un hombre asesino y sus armas"; por el sirÃaco, "desperdicios, cada uno con un hacha en la mano"; y por el árabe, "un hombre destructor con su hacha".
La palabra ××× no significa especÃficamente un arma de guerra, sino generalmente un instrumento de cualquier tipo; y "hacha" es el término más adecuado para esto aquÃ. Entonces podrÃamos dar esta versión, -
7. Y consagraré por ti destruye, cada hombre y su hacha; Y cortarán tus cedros más selectos, y los echarán en el fuego.
- Ed
VersÃculo 8
El Profeta muestra en estas palabras cuán ciegos estaban los judÃos en cuanto a su propia ruina, al ignorar de manera tan refractaria el juicio de Dios. Las palabras sin duda abarcan dos contrastes; él compara a los hombres mortales con Dios, y esas muchas naciones solo con él. Los judÃos no podÃan soportar a Dios como su juez, y todavÃa eran refractarios y luchaban por su perversidad para vencerlo. Entonces el Profeta dice que, como no soportarÃan ser juzgados por Dios, vendrÃan jueces que pronunciarÃan sobre ellos una sentencia imparcial y gratuita; y quiénes iban a ser? los paganos Y luego, como los judÃos no obedecerÃan al único Dios verdadero, el Profeta pone a muchas naciones en contraste con el único Dios verdadero.
Por lo tanto, vemos la importancia total de estas palabras: Pasarán muchas naciones por esta ciudad; (42) es decir, hasta ahora Dios ha adornado esta ciudad con muchos privilegios, de modo que se convirtió en un milagro para los extranjeros, ya que la dignidad de esta era tan notable ciudad, que atrajo la atención de todos, y su fama era conocida en todas partes. Ahora, dice, esta ciudad será privada de todos sus adornos, cuando Dios se apartará de ella. Pase, entonces, dice, debe el hombre. naciones a través de esta ciudad, y preguntarán, cada uno de sus amigos, ¿Por qué ha hecho Jehová asà a esta ciudad? JeremÃas, sin duda, condena indirectamente, no solo a los perezosos, sino también a la insensibilidad que tanto habÃa enloquecido a los judÃos, que nunca reflexionaron debidamente sobre el juicio de Dios, ni fueron tocados por las maldiciones de la Ley. Luego muestra que habrÃa más comprensión y sabidurÃa en los gentiles, ya que al ver a Jerusalén derrocado y completamente demolido, sabrÃan que esto no habÃa sucedido por casualidad, sino que era una evidencia de venganza del cielo. Asà vemos que reprendió a los judÃos con su propia estupidez, ya que no consideraron el juicio de Dios; pero él atribuyó a las naciones sabidurÃa y espÃritu de investigación; porque preguntarÃan: "¿Por qué ha hecho Jehová asà a esta ciudad?"
âLas nacionesâ, dice, âcomprenderán lo que no comprenden, incluso que esta ciudad exhibirá un ejemplo de terrible venganza, y este será el tema de su investigación; pero mientras Dios, por su propia voluntad, te predice esto, cierras tus oÃdos; seguramente no habrÃa necesidad de mucha investigación en un asunto tan claro, si no fuera sordo y ciego, y de hecho obstinado, porque Dios por su propia cuenta le advierte de antemano. ¿Qué puede ser, entonces, que Dios te advierta y te niegues a escucharlo, excepto que el diablo te embruja?
Y él dice, esta gran ciudad; porque su ruina fue más notable debido a su grandeza. Cuando se destruye un pequeño pueblo, casi no se tiene en cuenta el evento; pero cuando cae una ciudad, que fue celebrada en todas partes por su amplitud, y también por los extraordinarios beneficios que Dios le otorgó, excita la maravilla de todos, como si hubiera caÃdo de las nubes.
VersÃculo 9
Luego agrega que no solo habrÃa un espÃritu de investigación entre las naciones, sino que cada uno se convertirÃa espontáneamente en un juez de todo el pueblo: responderán, dice, porque han abandonado el pacto de Jehová su Dios ahora. Cuando JeremÃas declara que todas las naciones se convertirÃan en jueces del pueblo, sin duda tenÃa la intención de condenar la falsa confianza en la que se entregaban con orgullo. Al mismo tiempo, dice, "han abandonado el pacto de Jehová su Dios", para que él pueda quitar la súplica de ignorancia. Porque no solo habÃan privado al Dios eterno de su propio derecho y autoridad, sino que se habÃan vuelto doblemente malvados, porque Dios se habÃa familiarizado con ellos. Como, entonces, la verdadera religión se les habÃa revelado por completo en la Ley, de ahà su perversidad y su ingratitud malvada y baja, porque habÃan rechazado a Dios asà dado a conocer a ellos, y se postraron ante dioses extranjeros y les sirvieron. Solo toco aquà estos puntos, porque se han explicado en otra parte. Sigue, -
VersÃculo 10
Explican este versÃculo de Joacim y JeconÃas, pero lo considero más bien una declaración general, ya que el Profeta deseó mostrar brevemente cuán miserable serÃa la condición de la gente, ya que serÃa mejor y más deseable morir de inmediato que protractarse. vida en continua languidez. De los reyes que hablará después, pero la razón nos obliga a extender estas palabras a todo el pueblo.
Cuando un pueblo huye, al no poder resistir a sus enemigos, puede buscar una restauración. En ese caso, todos temen más a la muerte que al exilio y todas las demás calamidades que se padecen en esta vida, ya que los que permanecen vivos pueden surgir de alguna manera de sus enfermedades y problemas, o al menos pueden aliviarlos; pero la muerte corta todas las esperanzas. Pero el Profeta dice aquà que la muerte serÃa mejor que el exilio; ¿y por qué? Porque hubiera sido mejor morir de inmediato que prolongar una vida de miseria, cansancio y reproche, y finalmente ser destruido. Al decir, entonces, no lloren por los muertos, ni lo lamenten, (43) es lo mismo que si hubiera dicho: "Si la destrucción de esta ciudad se lamentará, mucho más deberÃan lamentarse los que permanecerán vivos que los que morirán, porque la muerte será como un descanso, será un puerto para acabar con todos los males; pero la vida no será más que una sucesión continua de miserias ". Por lo tanto, llegamos a la conclusión de que esto no debe limitarse a los dos reyes, sino verse como declarado generalmente de todo el pueblo. (44)
De ello se deduce, porque no volverá más, para que pueda ver la tierra de su nacimiento. Ãl muestra que el exilio serÃa una especie de infección que gradualmente consumirÃa a los miserables judÃos. Por lo tanto, la muerte habrÃa sido mucho mejor para ellos que estar de esta manera atormentados durante mucho tiempo y no tener relajación. Luego le quita la esperanza de un regreso, para poder demostrar que su exilio serÃa como una languidez moribunda, corroyéndolos como un gusano, de modo que morir cien veces hubiera sido más deseable que permanecer en tal esclavitud dura y miserable. Ahora sigue:
No llores por los muertos, ni lo lamentes; Llora, llora por el que se va; Porque no volverá más, y verá la tierra de su nacimiento.
La repetición del verbo "llorar" es enfática. Nuestra versión, "llanto", es el árabe. El septiembre y el Targ. tómalo como una instancia de lo que ocurre a menudo en hebreo, un participio unido a un verbo para aumentar su fuerza; pero no es asà aquÃ, los dos verbos están en el estado de ánimo imperativo. Pero puede ser que haya aquÃ, como muchos piensan, una alusión directa a JosÃas, que estaba muerto y muy lamentado, y a Salum, quien fue llevado cautivo y llevado a Egipto, donde murió. En ese caso, deberÃamos representar la segunda lÃnea asÃ:
Llora, llora por el que se ha ido.
El participio hebreo a menudo se puede traducir en tiempo pasado; y asà lo representan aquà Gataker, Venema y Blayney. - Ed.
VersÃculo 11
Lo que habÃa dicho antes en general, ahora se aplica de manera distinta y especialmente a la persona del rey, para que la gente en general sepa que no pueden escapar de ese castigo del que ni siquiera el rey estarÃa exento. Ellos, sin duda, cuando escucharon que un rey tan duro y amargo le pasarÃa a un rey, lo consideraron algo increÃble; pero Jeremiah tenÃa la intención de mostrar en su persona que lo que acabamos de ver era cerca de todos ellos, es decir, que serÃa mejor para ellos morir de inmediato que andar lejos por mucho tiempo.
Al mismo tiempo, debemos notar que lo que contienen estos dos versÃculos con respecto al rey no se dice como si se aplicara solo a él, sino que cada uno podrÃa aplicarlo a sà mismo lo que el Profeta dijo solo del rey.
En cuanto a la palabra Salum, se cree que se llamaba asà a Joacim, que también tenÃa el nombre de JeconÃas, y que por su propia voluntad habÃa renunciado al reino y habÃa muerto en el exilio. Pero como se le llama el hijo de JosÃas, ha surgido una duda. Pero si consideramos debidamente lo que relata la historia sagrada, la conjetura probable es que él no era su hijo sino su nieto, porque el sucesor elegido de su padre era Joacim, llamado también Eliaquim. Sin embargo, Mateo lo llama el hijo de JosÃas, y que él le nació junto con sus hermanos. ( Mateo 1:11.) Pero sabemos que era algo común con los hebreos llamar hijos descendientes, especialmente cuando se hablaba de la familia de David; Para preservar el orden de sucesión, los que siguieron a sus predecesores fueron llamados hijos. Por lo tanto, según esta costumbre, Elialdm podrÃa haber sido considerado su hijo, que realmente era su hermano. Como, entonces, fue el sucesor de JosÃas, se le llama su hijo. (45)
TodavÃa no hay ninguna duda, pero que Dios muestra aquà que un rey piadoso no serÃa un patrocinador ni para su propio hijo, ni para su nieto, ni para otros; porque los hipócritas no suelen formarse una defensa de la santidad de sus padres. Y como el rey JosÃas habÃa servido fielmente a Dios, sus hijos pensaron que Dios estaba ligado a sà mismos, como si todo esto no hubiera procedido de la mera generosidad de Dios, que JosÃas habÃa sido tan sinceramente religioso. Pero los hipócritas, como acabo de decir, buscan siempre hacer que Dios esté atado a ellos. Por lo tanto, el Profeta verifica esta falsa confianza y declara que aunque JosÃas fue aprobado por Dios, su memoria no serÃa tan importante como para proteger a su posteridad del castigo. Dios, de hecho, promete en su Ley ser misericordioso con la milésima generación, incluso con aquellos que lo aman ( Ãxodo 20:6) pero los impÃos muy absurdamente se aferran a esto, como si tuvieran a Dios atado a ellos; pues imaginan que pueden privarlo de su poder, juicio y autoridad sobre el mundo. El significado es, entonces, que Shallum en vano se prometió seguridad porque habÃa descendido del santo rey JosÃas, que habÃa sido un patrón de piedad eminente, ya que esto no podÃa ser el medio de disminuir su castigo, en la medida en que habÃa degenerado. su padre, a quien deberÃa haber imitado, sabiendo que fue aprobado por Dios. Y esta también fue la razón de la repetición, ya que no solo lo llama hijo de JosÃas, sino que también agrega que reinó en lugar de su padre JosÃas. Aunque, entonces, tuvo éxito como rey tan piadoso, aún asà se degeneró y se apartó del ejemplo de su padre.
Cuando haya salido de este lugar, no volverá más aquà (46) Como, entonces, el rey no pudo regresar, lo que serÃa de la gente común y las heces de la sociedad? ¿PodrÃa su condición ser mejor? ¿Cómo podrÃan entonces los judÃos atreverse a halagarse cuando percibieron una evidencia tan terrible de la ira de Dios en el propio rey, de quien dependÃa su seguridad? Sigue una confirmación, porque él morirá en el lugar al que lo habrán llevado lejos. Ãl insinúa que debÃa ser llevado por la fuerza; indudablemente no se entregó hasta que vio que estaba bajo la necesidad de ceder. Entonces el Profeta en efecto dice que serÃa un exiliado miserable, llevado al destierro contra su propia voluntad. Luego se agrega que ya no verÃa más la tierra de su nacimiento, de modo que su suerte no serÃa nada mejor que la de cualquiera de la gente común. Sigue, -
En cuanto a Mateo 1:11, la verdadera lectura sin duda es: "Y JosÃas engendró a Joacim, y Joacim engendró a JeconÃas", etc., como se encuentra en algunas copias, aunque no de gran autoridad.
Algunos, con Calvino, piensan que Salum es JeconÃas, o JoaquÃn, hijo de Joacim, y no Salum hijo de JosÃas. La objeción a esto es que el Profeta aquà procede de Salum a Joacim, y luego a su hijo JeconÃas. Y por lo que dice de Joacim, parece que él entregó esta profecÃa en su reinado, excepto que pensamos, como algunos lo hacen, que el Profeta relata aquà en el reinado de SedequÃas lo que habÃa profetizado previamente. Pero la probabilidad es, como Blayney y otros piensan, que esta profecÃa se cumplió en el reinado de Joacim. - Ed.
VersÃculo 13
El Profeta comienza aquà a mostrar que no podrÃa ser de otra manera, sino que el palacio del rey y Jerusalén deben ser destruidos, porque su maldad habÃa llegado al punto más alto; pero ahora, como aparecerá en el presente, reprende al padre de JeconÃas.
Luego dice que la ciudad estaba llena de robos, y especialmente el palacio del rey. Sin embargo, no creo que el Profeta hable solo del rey, sino también de los cortesanos y jefes. También debemos tener en cuenta lo que dije ayer, que la gente común no fue absuelta mientras el rey fue condenado. Pero como la dignidad y el honor entre las personas pertenecÃan tanto al rey como a los prÃncipes, el Profeta los expone públicamente, que podrÃa hacerse evidente cuán deplorable era el estado de las cosas en toda la comunidad. Al mismo tiempo, debemos agregar que el jefe entre ellos fue convocado primero al juicio, no solo porque todos habÃan ofendido en privado, sino porque con sus malos ejemplos habÃan corrompido a todo el cuerpo de la gente; y también porque se habÃan tomado más libertad, ya que no temÃan nada. De hecho, sabemos que los ricos ejercen tiranÃa, porque se consideran exentos de todas las leyes. Esta, entonces, es la razón por la cual el Profeta aquà denuncia, de manera especial, una maldición sobre el rey y los hombres principales.
Ãl dice que construyeron injustamente; sus palabras son, sin justicia y sin juicio, por las cuales designa crueldad, fraudes y robos; Ãl, en resumen, incluye bajo estas palabras todo tipo de iniquidad. Se indica la forma en que se hicieron estas cosas; perjudicaron a sus vecinos, exigiendo y extorsionando labores sin recompensarlos. AquÃ, de hecho, el Profeta solo se refiere a un tipo de injusticia; pero por lo tanto, se puede concluir fácilmente cuán injusta y malvadamente gobernaron quienes tenÃan la autoridad; porque empleaban a sus vecinos, como si fueran esclavos, en la construcción de casas y palacios, porque les negaban sus salarios. Pero nada puede ser más cruel que privar a los pobres del fruto de su trabajo, quienes de su trabajo obtienen su apoyo diario. De hecho, está ordenado en la Ley que el salario del trabajador no debe acostarse con nosotros ( LevÃtico 19:13) porque eso serÃa lo mismo que matarlo. (47) También hay otra indignidad; cuando un ladrón mata a un hombre, su objeto es el botÃn; pero el que extorsiona el trabajo de un hombre pobre y le chupa, por asà decirlo, su sangre, luego lo envÃa desnudo y necesitado; Esto es más atroz que la violencia para matarlo. Ahora percibimos el significado del Profeta. Pero a medida que continúa con el mismo tema, aplazaré cualquier comentario hasta mañana.
Ay del que construye su casa por medio de la injusticia, y sus aposentos por medio del juicio incorrecto: de su vecino hace esclavo sin razón, y por su trabajo no le da nada.
El verbo ×¢×ר cuando es seguido por × significa esclavizar o hacer un esclavo. Ver Jeremias 25:14. Por lo tanto, vemos la fuerza de la palabra, ×× ×¡ gratuitamente, sin ninguna razón, porque los judÃos podrÃan bajo ciertas circunstancias ser reducidos a un estado de esclavitud; pero Joacim hizo esto cuando no habÃa causa. Este fue el "juicio equivocado" Y luego no les dio apoyo, nada para su trabajo; esta fue la "injusticia". Los redujo a la esclavitud, y no los mantuvo. La verdadera importancia del pasaje se pierde por completo en la interpretación suelta de las versiones; pero el Targ. expresa correctamente el significado de la tercera lÃnea, "A la esclavitud reduce sin causa su prójimo". - Ed
VersÃculo 14
Algunos interpretan las últimas palabras, "y pintadas de rojo"; pero el bermellón es una especie de rojo. De hecho, mencionan tres tipos de rojo: rojo intenso, marrón y el tercero mezclado con varios colores; pero el bermellón es un color más brillante. En cuanto al punto principal no hay dificultad; el Profeta reprende la ambición y el orgullo del rey Joacim, de que no estaba contento con la moderación de sus padres, sino que se entregó a una exhibición extravagante, y se construyó un palacio como si estuviera en las nubes, como si no quisiera tener Una vivienda en la tierra. El esplendor en las casas no puede ser condenado en sà mismo; pero, como difÃcilmente puede ser, no, como rara vez sucede, pero esa ambición insaciable procede del orgullo, de ahà que los Profetas denunciaron vehementemente las casas suntuosas; y pronunciaron una maldición en tales exhibiciones, porque tenÃan en cuenta el motivo y el final. Tal fue el diseño del Profeta en este pasaje.
Por lo tanto, presenta asà al rey Joacim, quien dice: "Construiré para mà una casa grande y cámaras de respiración." Dijo que esto demostró la ambición tonta con la que Joacim habÃa estado ebrio, por lo que no consideró nada espléndido antes en Jerusalén. HabÃa palacios, sabemos, muy suntuosos allÃ; y también sabemos que el rey de Judá vivió en gran esplendor. Porque aunque los palacios de Salomón no se encontraban en su grandeza original, lo que quedaba era suficiente para satisfacer a un hombre que no estaba lleno de orgullo. Por lo tanto, parece que la afición por el exceso prevaleció en Joacim, porque despreciaba el palacio real y todo lo que quedaba después de la muerte de Salomón. Porque sabemos que Dios habÃa bendecido con prosperidad a EzequÃas, a JosÃas y a otros reyes; pero habÃan continuado dentro de los lÃmites apropiados. Desde entonces, tal altivez se habÃa infiltrado en el corazón de Joacim, es evidente que estaba lleno de orgullo vano, es más, estaba borracho de locura. Esta fue la razón por la cual el Profeta lo reprendió severamente por decir: "Construiré para mà una casa grande y cámaras de respiraciones", o de perflaciones. (48)
Luego agrega, y perfora para sà mismo las ventanas (49) Fue una prueba de lujo, cuando los hombres comenzaron a disfrutar de superfluidades. En los viejos tiempos las ventanas eran pequeñas; para uso exclusivo fue considerado por hombres frugales; pero luego una especie de locura poseyó las mentes de muchos, por lo que buscaron ser suspendidos como si estuvieran en el aire. Y, por lo tanto, comenzaron a tener ventanas más anchas. La cosa en sà misma, como he dicho, no es lo que Dios condena; pero debemos recordar, como te he recordado, que los hombres nunca se exceden en cosas externas, excepto cuando sus corazones están infectados de orgullo, de modo que no consideran lo que es útil, lo que se está convirtiendo, sino que se dejan llevar por afición por el exceso.
Luego se agrega, y se cubre con cedro, es decir, la casa se cubre con tablas de cedro. Porque a mi juicio, el Profeta se refiere aquà al revestimiento, cuando dice que la casa estaba cubierta de cedro; como si hubiera dicho que el rey Joacim estimaba las piedras cuadradas y pulidas como nada, a menos que se agregara una cubierta de tablas de cedro para adornar las paredes. (50) Y para el mismo propósito fue la pintura con bermellón; porque justamente las pinturas podrÃan considerarse superfluidades excesivas. Como, entonces, era parte del lujo adornar las paredes con varias pinturas, como si los hombres quisieran cambiar la naturaleza simple de las cosas, el Profeta aquà está indignado contra el Rey Joacim. Tampoco se debe dudar, sino que Dios tuvo en cuenta también las circunstancias de los tiempos; porque Dios ya lo habÃa advertido a él y a todos los judÃos respetando sus futuras calamidades. Esto, entonces, era una manera de tratar con burla las amenazas de Dios. Y sabemos lo intolerable que fue considerado por él; porque asà lo declara IsaÃas:
"Vivo, nunca se borrará esta iniquidad", ( IsaÃas 22:14)
porque cuando los exhortó a ponerse saco y cenizas, dijeron: "Comamos y bebamos, mañana moriremos". Similar, entonces, fue la perversidad del rey Joacim; porque deberÃa haber visto la calamidad que se avecinaba como estaba ante sus ojos; pero él, como uno enamorado, aumentó el esplendor real, de modo que la riqueza de David y de Salomón apareció como nada en comparación con lo que habÃa gastado. Ahora sigue, -
Y hace grandes sus ventanas.
- Ed.
14. Quien dice: "Me construiré una casa espaciosa, y apartamentos superiores ventilados:" Y él hace grandes sus ventanas; Y cubierto con cedro, y pintado con bermellón.
Hay dos cosas mencionadas, - casa y apartamentos. De esto último habla primero, como suele ser el caso, que hizo grandes ventanas en ellos; y luego habla de la casa en general, que estaba cubierta (no techada) con cedro, como estaba el Templo ( 1 Reyes 6:15) y pintada con bermellón. Aquà vemos un ejemplo de cómo se han propuesto enmiendas por ignorancia en cuanto al estilo hebreo. La versión sirÃaca hace que el sentido sea más distinto, aunque no sea literal, y es el siguiente:
Quien dice: âMe construiré casas grandes y cámaras espaciosasâ: para ellos abre ventanas; Los cubre con cedros, y adorna con pinturas.
"Vermilion", ששר, traducido, "μίλÏÏ - ocre", o ruddle, por el Sept .; "Sinopide - una piedra roja", por Vulg. y Targ. Parkhurst cita a Plinio, quien dice que μίλÏÎ¿Ï fue encontrado en minas de plata, y que era una especie de arena rojiza, y se usaba como pintura. Algo de este tipo fue lo que se menciona aquÃ, aunque ahora no se sabe especÃficamente qué fue, ni tiene mucha importancia. Ocurre solo aquÃ, y en Ezequiel 23:14. - Ed
VersÃculo 15
El Profeta aquà se burla de la insensata confianza del rey Joacim, porque estableció cosas vacÃas contra sus enemigos en lugar de fuertes defensas. Los reyes suelen darse el gusto cuando hay tranquilidad y seguridad; es decir, cuando no temen a nada; cuando no aparece ningún peligro, dan paso a sus propias gratificaciones; y este es comúnmente el caso con todos; porque vemos que los reyes se entregan especialmente a los excesos, cuando no hay guerra, cuando nadie les causa problemas y nadie los amenaza; pero Joacim, si tuviera la menor partÃcula de sabidurÃa, podrÃa haber sabido que tenÃa muchos peligros que temer. Ahora, cuando aplicó todos sus pensamientos a la pintura de sus paredes, y al esplendor de su palacio, a sus revestimientos y otras bagatelas, ¿no deberÃa haber estado loco y no tener una mente sana?
Es esta locura lo que JeremÃas condena ahora cuando dice: ¿Reinarás, porque te rodeas de tabla de cedro? (51) es decir, "¿Puede confirmarte esto tu reino? o, ¿serás más feliz por esto, porque estás rodeado de cedros? El significado del Profeta se puede aprender más completamente de la parte restante del verso; porque inmediatamente sigue, tu padre, ¿no comió y bebió cuando juzgó y hizo justicia?
Algunos entienden el pasaje, como si el Profeta tuviera la intención de obviar una objeción; porque Joacim podrÃa haberse referido al ejemplo de su padre JosÃas, que no habÃa sido un hombre sórdido, sino que habÃa mostrado cierta dignidad y grandeza real a lo largo de toda su vida. Algunos intérpretes, entonces, piensan que el Profeta responde aquà lo que Joacim podrÃa haber objetado: â¡Qué! ¿No hizo mi padre también una exhibición real? Asà explican las palabras, como si el Profeta hiciera una concesión al principio, pero que al agregar una corrección, mostró que la excusa de Joacim era frÃvola: âPermito que tu padre esté adornado de verdad, pero ejecutó juicio y justicia; ¿Por qué no imitas a tu padre en sus virtudes? Dios perdonó lo que era superfluo o excesivo, porque a través de su gran indulgencia soporta muchas cosas en los reyes; pero eres muy diferente de tu padre, porque extorsionas a tus pobres súbditos y construyes tus palacios con extorsión y saqueo. Por lo tanto, no hay ninguna razón para que busques para ti una cobertura de tu padre, porque estás completamente alejado de su integridad ".
Otros obtienen un significado completamente diferente: que JosÃas habÃa prolongado su vida y concilió el favor de Dios al gobernar con justicia. Entonces, conectan las palabras asÃ: â¿No comió y bebió tu padre?â, Es decir, â¿no vivió feliz porque Dios lo habÃa bendecido? Investigue la causa, y encontrará que es esto: cumplió fielmente sus deberes, porque ejecutó el juicio y la justicia. Como, entonces, ves que la equidad y la moderación que tu padre habÃa practicado, era la causa de su vida feliz, ¿por qué no lo imitas también?
Pero el Profeta me parece que significa simplemente esto: "Tu padre, sin duda, vivió feliz, y nada le faltaba mientras ejecutaba el juicio y la justicia". Pues asà parece mejor el contraste entre la tiranÃa de Joacim y la rectitud de su padre JosÃas; como si hubiera dicho: âAhora consideras tu estado mejor que el de tu padre, porque lo superas en lujo y esplendor.
Cuando te regocijas en cosas vanas, pareces ser más feliz que tu padre: pero tu padre estaba contento con su suerte; no, si su condición se tiene debidamente en cuenta, Dios lo honró con toda abundancia y variedad de bendiciones; comió y bebió ".
Al comer y beber no entiendo nada más, sino que vivió alegremente, disfrutó de la prosperidad, pasó una vida tranquila. Tu padre él dice, comió y bebió; es decir, no tenÃa nada que desear, y su condición era una evidencia del favor de Dios cuando esperaba juicio y justicia Y lo que sigue no es inadecuado para este punto de vista, entonces estuvo bien con él (52 )
Por lo tanto, vemos que la tonta ambición de Joacim se rÃe aquà con desprecio; porque parecÃa no considerarse un rey a menos que se condujera como un loco. Tal es el caso de los reyes en este dÃa; se avergüenzan de parecer humanos, e idear solo significa ejercer la tiranÃa; y también idean cómo pueden apartarse lo más posible del uso y la práctica común de los hombres. Como entonces los reyes son tan ingeniosos en sus propias locuras, que parecen ser como velos, para que no se perciba nada humano en ellos, el Profeta justamente irrita aquà contra Joacim; âEstuvo bienâ, dice, âcon tu padre; y, sin embargo, actuó con amabilidad y cortesÃa hacia su pueblo; ni tenÃa tanta arrogancia como para despreciar los hábitos comunes de los hombres. Desde entonces fue feliz, si consideras lo que pertenece a la verdadera felicidad, ¿por qué te complaces tanto? ¡Qué tienes que sea mejor o más excelente que lo que tenÃa!
Ahora percibimos cuál era el objeto del Profeta para mostrar, que es la única verdadera gloria y el principal honor de los reyes, cuando cumplen sus deberes, y que la imagen de Dios brilla en ellos, cuando ejecutan juicio y justicia. ; y que cuando buscan ambiciosamente a través de un celo ciego para ser esclavos del orgullo, es un intento vano y no contribuye en nada a esa vida feliz que imaginan tontamente. Con el mismo propósito agrega:
¿Reinarás porque te fretas en cedro?
Venema es más importante, -
¿Reinarás, porque estás en gran celo por el cedro?
- Ed.
15. ¿Reinarás porque estás enamorado del cedro? Tu padre, ¿no comió y bebió? Cuando administró juicio y justicia, entonces le fue bien.
Comer y beber, como Calvin observa, significa una vida feliz; su padre disfrutaba la vida, aunque no se deleitaba con los cedros; pero su felicidad surgió de gobernar justamente a su pueblo. El sir. conecta las dos últimas lÃneas como arriba, -
Ejecutó juicio y justicia, por lo tanto le hice bien.
- Ed.
VersÃculo 16
Expresa más completamente lo que habÃa dicho, que JosÃas vivió útilmente, y fue honrado y estimado, porque la majestad real brillaba en él. Luego repite en otras palabras lo que habÃa dicho, pero lo hizo por razones de explicación. (53)
Ãl emprendió, dice, la causa, o la disputa, de los pobres y necesitados. Aquà hay una parte declarada para el todo; porque cuando alguien trata amablemente a los pobres, aún puede saquear la riqueza de los ricos, que no puede considerarse correcta; pero como el caso más común es que aquellos que gobiernan descuidan a los pobres e indefensos, el Profeta incluye bajo una cosa todo el deber de los gobernantes, y dice que el Rey JosÃas fue recto, justo y equitativo, que no solo se abstuvo de los errores. , pero también ayudó a los inocentes a quienes veÃa oprimidos, y por su propia voluntad interpuso para evitar que alguien los molestara. Luego, bajo una cosa, comprende todo lo que pertenece a la oficina de un juez justo y recto. Porque es lo primero para los jueces abstenerse de toda rapacidad y violencia; y lo segundo es extender una mano a los pobres y brindarles ayuda cada vez que los vean expuestos a los males de los demás. Luego juzgó el juicio, o asumió la causa, de los pobres y necesitados; y se agrega, entonces bien; es decir, como he explicado, "Esta fue la felicidad de tu padre JosÃas, de modo que no fue despreciado por la gente, ni tenÃa ningún deseo de nada más".
Entonces se sigue: ¿No era esto para conocerme, dice Jehová? (54) El Profeta muestra de nuevo de dónde procede la libertad que el rey Joacim tomó en exhibición lujosa y superflua, asà como en saqueo, crueldad y opresión, incluso porque habÃa desechado todo cuidado y preocupación por la religión; porque donde existe un verdadero conocimiento de Dios, los hombres necesariamente deben tener en cuenta la rectitud y la moderación. Entonces, quien actúa cruelmente con sus vecinos, claramente muestra que cada pensamiento de religión y cada cuidado por él está arraigado en su corazón. En resumen, el Profeta significa que Joacim no solo fue injusto con los hombres, sino que también fue culpable de impiedad; porque si no se hubiera convertido en un profano despreciador de Dios, no habrÃa oprimido injustamente a sus vecinos.
Pero este pasaje merece ser notado, ya que muestra que la piedad lleva a los hombres a todos los deberes del amor. Donde Dios es conocido, también aparece la bondad con el hombre. Asà también, por otro lado, podemos concluir que se extingue todo respeto por Dios, y se suprime todo temor a él, cuando los hombres deliberadamente se hacen mal los unos a los otros, y cuando intentan oprimirse o defraudarse mutuamente. Por lo tanto, no hay duda, pero esa impiedad grosera se encontrará donde se descuidan los oficios del amor. Porque cuando JeremÃas elogió la piedad de JosÃas por este motivo, porque ejecutó el juicio y la justicia, sin duda condenó a Joacim, como habÃa dicho, que era un apóstata abandonado e irrevocable; porque si hubiera conservado una chispa de religión, habrÃa actuado de manera más justa y humana hacia su pueblo. Ahora sigue, -
Al juzgar juzgar al afligido y al pobre, entonces te irá bien: ¿No es esto lo que me conoces, dice Jehová?
Pero las palabras no admitirán esta interpretación. El verbo está en tiempo pasado, seguido de un sustantivo derivado del mismo verbo, algo que no es inusual en hebreo. Literalmente el verso es, -
Defendió la defensa (la causa) de los necesitados y los pobres. Entonces fue con él: ¿No era eso conocerme, dice Jehová?
El pronombre ××× no es esto, sino aquello, cuando se usa como pronombre demostrativo. Ver Génesis 2:19. De hecho, podemos representar la última lÃnea asÃ:
¿No era ese el conocimiento de mÃ, dice Jehová? Es decir, ¿no fue el fruto o el efecto de ese conocimiento?
- Ed.
VersÃculo 17
Aquà el Profeta expresa más claramente cuánto Joacim diferÃa de JosÃas su padre. De hecho, muestra que era completamente diferente a él, porque Josiah se habÃa esforzado por observar lo que era equitativo, mientras que él pensaba en el fraude, el saqueo y la crueldad; porque por el ojo y el corazón se refiere a todas las facultades de su alma y cuerpo. Uno de los principales sentidos del cuerpo, como es bien sabido, es la vista. Por lo tanto, el Profeta incluye aquà lo que sea externo e interno en los hombres, cuando dice, tu ojo, es decir, todos tus sentidos corporales están puestos en la codicia, y también tu corazón, es decir, todos tus pensamientos, sentimientos, diseños, meditaciones, y los propósitos se emplean de la misma manera. En resumen, insinúa que Joacim era corrupto tanto en cuerpo como en mente, por lo que, dejando de lado todo temor de Dios, se abandonó a la avaricia y al saqueo y a todos los actos de opresión. Tu ojo, dice, y tu corazón no, excepto por la codicia.
El verbo ×צע, betso, significa codiciar; por lo tanto, el sustantivo significa no solo avaricia, sino también cualquier lujuria pecaminosa. Agrega crueldad, por eso, no puede ser sino que todos son sangrientos que dan riendas sueltas a sus lujurias. Menciona en tercer lugar la rapacidad o la convulsión violenta; para עשק, oshek, significa tomar por la fuerza lo que pertenece a otro; por lo tanto, el sustantivo significa rapacidad. Lo que sigue en último lugar es la opresión o la inquietud. Como ר××£, rutinas, significa correr, Jerome lo convierte en "el curso de su trabajo", como si ×, lamed, prefijado a עש×ת , oshut, no eran uno de los serviles, ×, ×, ×, ×, beth, caph, Lamed, mem, pero esto no puede ser admitido. El significado claro del Profeta es que Joacim no solo tenÃa la intención de tomar posesión de lo que pertenecÃa a otros, sino que también oprimÃa y angustiaba todo lo que podÃa. Por último se agrega, para hacer; el verbo hacer debe aplicarse a lo que habÃa sucedido antes, que Joacim empleó todos sus pensamientos y estaba totalmente involucrado en actos malvados, que no solo ideó actos de crueldad y avaricia en su mente, sino que también los llevó a la plena ejecución. lo que él habÃa inventado. (55) Sigue, -
Porque en nada están tus ojos y tu corazón, excepto en tu ganancia, y en sangre inocente, para que se derrame, y en la opresión y en la violencia, para que se hagan.
"Que pueda ser arrojado", es literalmente, "para ser arrojado", es un participio pasivo; y tal es el caso del último verbo. - Ed.
VersÃculo 18
El Profeta, después de haberse inventado contra Joacim, ahora muestra qué tipo de castigo de Dios le esperaba; de lo contrario, habrÃa despreciado la reprensión del Profeta; pero cuando escuchó que una recompensa estaba preparada para él, debe haber sido despertado. En la medida en que fue capturado con un deseo tonto e incluso sutil por la gloria, de modo que dejó de lado todo cuidado por la rectitud, el Profeta declara que la desgracia estaba preparada para él; y por lo tanto lo compara después de su muerte a un asno.
Por lo tanto, asà dijo Jehová al rey Joacim, o sobre el rey Joacim, (56) el hijo de JosÃas el rey, etc. No se le llama hijo de JosÃas por honor, pero con el propósito de tocarlo rápidamente, porque se habÃa degenerado de la piedad de su padre. Pero como esperaba que la religión de JosÃas fuera para él una especie de cobertura, el Profeta se burla y comprueba esta vana confianza. âTe glorÃas por ser el hijo del rey JosÃas, pero tu santo padre no te servirá de nada, porque aparentemente declaras que eres completamente diferente de él. Aunque entonces seas descendiente de JosÃas, y aunque Dios te haya elevado al trono real, no hay razón para que confÃes en tu seguridad; porque estos beneficios de Dios no te preservarán de ese trato ignominioso que mereces ".
Primero dice: No lo lamentarán, ¡Ah, hermano mÃo! Ah hermana! El Profeta menciona a modo de imitación las palabras de los dolientes. Que la gente, sabemos, fue muy vehemente al expresar su dolor. Y esto debe tenerse en cuenta, porque algunos, convencidos de que los Profetas no relatan nada, sino lo que debe tomarse como ejemplo, por lo tanto, piensan que estos modos de lamentación fueron aprobados por Dios. Pero antes hemos visto lo que dijo el Profeta en Jeremias 22:4,
"Ingrese por estas puertas los reyes de Judá y sus prÃncipes en carros ",
sin embargo, sabemos que a los reyes se les habÃa prohibido hacer tales ostentosidades; pero Dios no se refirió escrupulosamente a lo que era legÃtimo o correcto al hablar del esplendor real; asà también cuando habló de los ritos funerarios. No deberÃamos entonces hacer una ley de lo que dice el Profeta, como si fuera correcto y apropiado aullar a los muertos con aullidos. De hecho, no hay duda, pero estos excesos que menciona el Profeta no solo eran tontos, sino que también eran totalmente condenables; porque a menudo competimos unos con otros en nuestras lamentaciones; y cuando los hombres expresan su pena de forma intempestiva en los funerales, se excitan en una especie de locura al llorar y llorar, y luego, cuando se componen y simulan pena, actúan como en un teatro. Pero el Profeta aquà solo habla de acuerdo con la práctica común de la época, cuando dice: "No lo lamentarán", etc .; es decir, declara lo que se hacÃa habitualmente, cuando uno abrazaba a otro, cuando una hermana decÃa: "¡Ah, hermano!" y cuando un hermano dijo: "¡Ah, hermana mÃa!" o, cuando la gente decÃa: "¡Ah, señor, oh rey, dónde está tu gloria! ¿Dónde está tu honor? donde tu corona! donde tu cetro! ¡dónde está tu trono! âMuy tontas fueron las lamentaciones que el Profeta menciona aquÃ. Pero como ya he dicho, es suficiente para nosotros saber que se refiere a estos ritos, luego practicados comúnmente, sin expresar su aprobación por ellos.
No lamentarán, dice, el rey Joacim; No dirán en su funeral: ¡Ah, hermano mÃo! Ah hermana! Y, ¡Ah, señor! Ah, su gloria! (57) No habrá tal cosa; ¿y por qué? porque será enterrado con el entierro de un asno. Ya hemos dicho que se consideraba justamente una de las maldiciones de Dios cuando un cadáver fue arrojado sin enterrar; porque Dios habrÃa enterrado una prueba para distinguirnos de los animales brutos incluso después de la muerte, ya que en la vida los superamos y nuestra condición es mucho más noble que la de la creación bruta. El entierro es también una promesa de inmortalidad; porque cuando el cuerpo del hombre está escondido en la tierra, es, por asà decirlo, un espejo de una vida futura. Desde entonces, el entierro es una evidencia de la gracia y el favor de Dios hacia la humanidad, por otro lado, es un signo de una maldición, cuando se niega el entierro.
Pero se ha dicho en otra parte, que los castigos temporales no siempre deben ser vistos por igual; porque Dios ha sufrido a veces que sus fieles siervos no sean enterrados, según lo que leemos en Salmo 79:2, que sus cuerpos fueron arrojados a los campos, que fueron expuestos a ser comidos por las bestias de la tierra y por las aves del cielo. Los mencionados eran los verdaderos y sinceros adoradores de Dios. Pero sabemos que lo bueno y lo malo tienen castigos temporales en común; y esto es cierto en cuanto al hambre y la desnudez, la peste y la guerra. La destrucción de la ciudad de Jerusalén fue un castigo justo para los impÃos; Sin embargo, Daniel y JeremÃas fueron llevados al exilio junto con los malvados, y sufrieron grandes dificultades. y, en resumen, estaban tan mezclados con los impÃos que su condición externa no era nada diferente. Entonces, entonces, el estado de las cosas en el mundo a menudo está en tal desorden, que no podemos distinguir entre lo bueno y lo malo por las circunstancias externas. Pero aún asà es correcto sostener esta verdad, que cuando se niega el entierro a un hombre, es una señal de la maldición de Dios.
Las versiones y el Targum son todos diferentes, y ninguno de ellos representa el original correctamente.
El verso puede ser asà traducido, -
18. Por lo tanto, asà ha dicho Jehová de Joacim, hijo de JosÃas, el rey de Judá - No se lamentarán por él - "Ah, hermano mÃo, y, Ah hermana. No se lamentarán por él: â¡Ah, Señor! y ¡Ah, su gloria!
Para representar el × disyuntivamente "o", como en nuestra versión, no parece adecuado. La lamentación y la condolencia deben estar conectadas entre sÃ. El "Ah" podrÃa traducirse "¡Ay!" y asà es en muchos lugares. Ver 1 Reyes 13:30. - Ed
VersÃculo 19
Por lo tanto, dice el Profeta ahora, será enterrado con el entierro de un asno. Menciona el asno porque es un animal malo; podrÃa haber nombrado un caballo o un buey, pero como el asno es un animal más malo y despreciable, es lo mismo que si hubiera dicho: "Joacim será echado con los perros". Sin duda, esta profecÃa hirió gravemente no solo la mente del rey mismo, sino también la de todo el pueblo; porque aún su trono estaba en pie, y todos consideraban altamente a la familia de David, y pensaban que el reino era sagrado, ya que estaba bajo la tutela y protección de Dios. Pero el Profeta dudó en no denunciar lo que luego fue confirmado por el evento; porque Joacim fue sepultado con el entierro de un asno, ya que fue arrojado mucho más allá de las puertas de Jerusalén. Aquà el Profeta amplifica la desgracia por la cual el Rey Joacim serÃa marcado, ya que podrÃa haber quedado muerto en un viaje; pero él expresa lo que es más grave que el lanzamiento; Estirado, dice, y echado, etc .; es decir, Joacim no solo será expulsado, sino también dibujado como un asno o un perro, para que su foetor no infecte la ciudad; como si fuera indigno no solo de una tumba, sino también de ser visto por hombres. (58)
Y esto debe ser especialmente notado, ya que, por lo tanto, concluimos cuán grande fue su perversidad al despreciar las amenazas de Dios, ya que el Profeta no podrÃa asaltar la mente del rey y aterrorizar a la gente, que exagerando la indignidad que era pasarle a él. Porque si hubiera habido algún espÃritu de enseñanza en el rey y en el pueblo, el Profeta se habrÃa contentado con hacer una simple declaración: "Joacim no será enterrado". es decir, Dios lo castigará incluso cuando esté muerto; la maldición de Dios no solo estará sobre él mientras viva, sino que también se vengará de él después de su muerte. No estaba contento con este tipo de afirmación; pero será enterrado, dice, como un asno, y será arrojado lejos; y aún más, su cadáver será arrastrado o arrastrado; para que fuera una marca eterna de infamia y desgracia.
VersÃculo 20
JeremÃas triunfa sobre los judÃos y se burla de su presunción al pensar que estarÃan a salvo, aunque Dios estaba en contra de ellos. Luego muestra que fueron engañados prometiéndose impunidad; pero él les pide que suban al Monte LÃbano y lloren en voz alta en el Monte Basán, para que sepan que no les ayudarán cuando llegue el juicio de Dios. Pero todo el verso es irónico; porque en vano llorarÃan y aullarÃan. De hecho, el Profeta los trató asÃ, porque vio que eran totalmente irrevocables. No eran dignos de que les diera consejo o les advirtiera fielmente. Por lo tanto, irónicamente tenÃa la necesidad de burlarse de su locura al prometerles seguridad, mientras continuaban provocando la venganza de Dios contra ellos mismos.
Pero al mismo tiempo él acomoda lo que dice a sus intenciones; porque no hay duda de que alguna vez pusieron sus ojos en Egipto o en Asiria por cualquier ayuda que pudieran desear. Por lo tanto, dice: Asciende el Monte LÃbano, y llora, y luego llora en el Monte Bashan, y llora por todas partes (porque a cada lado quiere decir todas las partes;) pero no ganarás nada, dice, porque consumidos son todos tus amantes (59) Aprendemos del final del verso que el Profeta dijo: Asciende y llora a modo de burla. Por amantes se refiere a los egipcios y los asirios, y otras naciones vecinas; porque los judÃos, cuando temÃan cualquier peligro, solÃan huir hacia sus vecinos, y mientras tanto Dios era descuidado por ellos; y por esta razón fueron llamados amantes. Dios habÃa abrazado a las personas como si fueran suyas, y por eso a menudo las llamaba su esposa, y habla aquà en el género femenino; y asà la gente se compara con una esposa, y Dios asume el carácter de un esposo. Cuando, por lo tanto, la gente, de acuerdo con su voluntad y humor, deambulaba de un lado a otro, esta levedad se llamaba adulterio; porque la simplicidad de la fe es nuestra castidad espiritual; porque como una esposa que considera a su esposo solo, mantiene la fidelidad conyugal y la conducta casta, de modo que cuando continuamos uniéndonos solo a Dios, somos, en un sentido espiritual, castos como él requiere que seamos; pero cuando buscamos nuestra seguridad de este y aquel barrio, violamos la fidelidad que le debemos a Dios. Tan pronto, entonces, mientras proyectamos nuestros pensamientos aquà y allá, es actuar como una mujer que busca conexiones vagas e ilegales.
Ahora vemos la razón por la cual el Profeta compara a los egipcios y los asirios con los amantes, porque insinúa que el pueblo de Israel cometió de esta manera adulterio, como se ha dicho en otros lugares. Sigue, -
VersÃculo 21
Aquà Dios muestra que la gente era digna de la recompensa que habÃa mencionado, incluso para llorar y buscar ayuda por todos lados sin encontrar ninguna. De hecho, a menudo sucede que la severidad excesiva de un esposo aleja a su esposa de su sociedad; y cuando un esposo, por falta de pensamiento, atiende otras cosas y descuida sus asuntos domésticos, y asà su esposa se desvÃa; o cuando se confabula con las cosas cuando ve a su esposa expuesta a atracciones y halagos peligrosos, la culpa se debe en parte a atribuirle. Pero Dios muestra aquà que habÃa cumplido los deberes de un esposo bueno y fiel, y también que no era su culpa que la gente no cumpliera con su parte.
Te hablé, dice él; es decir, no puedes decir que te has extraviado por ignorancia; porque los que son probados culpables no suelen huir a este tipo de excusa: "No pensé; si me hubieran advertido, habrÃa atendido a buenos consejos; pero en terreno resbaladizo es fácil caerse, especialmente cuando nadie extiende su mano para brindar ayuda â. Pero Dios quita aquà todo pretexto de este tipo, y dice que él habÃa hablado; como si hubiera dicho: âTe lo advertà a tiempo; entonces no has pecado por ignorancia o falta de pensamiento ". En resumen, Dios condena aquà la perversidad de la gente, que a sabiendas y voluntariamente se abandonaron a todo tipo de maldad. Ahora este pasaje merece un aviso especial; porque vemos que es un delito doble, cuando Dios a su debido tiempo nos habla y nos llama por el camino correcto, y nos negamos a escuchar; porque nuestra maldad es inexcusable cuando no sufrimos que nos corrija.
Te hablé, agrega, en tu tranquilidad. Por esta circunstancia también se agrava su crimen; porque Dios no solo por sus Profetas hizo saber a su pueblo lo que era correcto, sino que también, por su bendición, los concilió consigo mismo. Porque cuando un esposo aconseja a su esposa, y al mismo tiempo es austero o malhumorado, su esposa no tendrá en cuenta lo que escuche, porque su mente estará preocupada por la aversión; pero cuando un esposo trata a su esposa con amabilidad, y demuestra con su benevolencia el amor que le tiene, y al mismo tiempo muestra prudencia en su conducta hacia ella, ella debe ser necesariamente de muy mala disposición si no se siente conmovida por ella. consejo, amabilidad y benevolencia por parte de su esposo. Ahora, Dios muestra aquà que habÃa enviado Profetas para mantener a su pueblo en el cumplimiento fiel de sus deberes, y que también habÃa sido amable y generoso con ellos, para que de ese modo pudieran ser dulcemente atraÃdos a obedecerlo. Por lo tanto, con la palabra "tranquilidad", el Profeta expone la bondad y la generosidad de Dios hacia su pueblo. (60)
De hecho, es cierto lo que dice Moisés, que los hombres son como caballos torpes y desenfrenados cuando engordan. ( Deuteronomio 32:15.) De modo que la gordura y la tranquilidad tienen el efecto de hacernos más refractarios. Sin embargo, esto no puede servir de excusa cuando Dios amablemente nos invita, y se conecta con su clase de doctrina y benevolencia paterna, y lo confirma por los efectos cuando podemos enseñar y rendirle obediencia voluntaria. AsÃ, el Profeta cerró la boca de los judÃos, ya que probablemente hubieran intentado hacer esta objeción: que la venganza fue denunciada con demasiada vehemencia por ellos y que Dios los atacó de repente; pero él muestra que cuando, en tranquilidad y prosperidad, pudieron haber reconocido la bondad paterna de Dios, aún habÃan sido rebeldes y habÃan abusado de la indulgencia de Dios.
Yo te hablé, dice, en tu tranquilidad, y tú dijiste, no escucharé. De hecho, no es probable que los judÃos hayan hablado tan insolentemente como para decir abiertamente y con palabras tan claras, que no serÃan obediente; pero el Profeta considera su vida y no sus palabras. Aunque, entonces, los judÃos no expresaron estas palabras, que no obedecerÃan a Dios; sin embargo, tal lenguaje podrÃa haberse inferido claramente de su conducta, ya que eran tan perversos que no rendÃan obediencia a Dios ni a sus consejos.
Añade, en tercer lugar, que habÃa sido costumbre de las personas desde su infancia no escuchar la voz de Dios. Es el colmo de la impiedad cuando no solo somos refractarios por un dÃa o poco tiempo, sino cuando perseguimos la maldad continuamente. Mientras tanto, Dios insinúa que desde el principio habÃa sido solÃcito por la seguridad de su pueblo, pero en vano. A veces sucede que el que se ha endurecido en sus vicios, comienza a ser enseñado después del trigésimo o cuadragésimo año, pero no es muy flexible; porque los hombres se vuelven duros por el uso prolongado; vemos que los viejos son menos enseñables que los jóvenes; ¿y por qué? porque la edad de alguna manera los hace fuertes, de modo que no pueden soportar ser convertidos y gobernados. Pero Dios muestra aquÃ, que tal era la maldad de su pueblo, que habÃan sido rebeldes desde su infancia; como si hubiera dicho: âNo puedes excusar esto, que has estado por mucho tiempo sin un maestro que has estado sin ninguna sabidurÃa y comprensión, y que por eso te has endurecido en los males; no, porque te he encontrado completamente inalcanzable desde tu misma infancia; era tu costumbre, o manera, no escuchar mi voz ", o" Esta ha sido tu costumbre, que no escuchaste mi voz "; literalmente, "porque no escuchaste mi voz"; pero debe ser traducido como arriba, porque ××, no es aquà una partÃcula conectiva, sino toda improperio o exegética. (61) Sigue, -
21. Te hablé en tus tiempos tranquilos; Dijiste: "No escucharé:" Este ha sido tu camino desde tu infancia; Porque no oÃste mi voz.
Ha sido habitual con muchos para hacer "escuchar", "obedecer"; pero no con razón La queja contra la gente era que no "escucharÃan" la voz de Dios, mucho menos la obedecerÃan. La respuesta aquà fue que no "escucharÃan". La queja, o el cargo en su contra, es el mismo, y el verbo debe expresarse asÃ. - Ed.
VersÃculo 22
Como la falla principal estaba en los hombres principales, por lo tanto, Dios muestra que no se encontrarÃa ninguna defensa en su prudencia y riqueza, cuando las cosas llegaran a un extremo: y era algo habitual para la gente común, cuando se reprochaba, referirse a sus gobernantes como su escudo: ni hay duda de que los judÃos hicieron esta objeción a los Profetas de Dios: "¿Qué quieres decir? que Dios ha sufrido que seamos gobernados infelizmente por malos prÃncipes? entonces nos ha expuesto como presa de los lobos: ahora si nos castiga, parece injusto que suframos por culpa de los demás ". Al mismo tiempo, los que hablaban asà estaban seguros y despreciaban a Dios, porque pensaban que su seguridad estaba asegurada por sus hombres principales.
Por lo tanto, el Profeta aquà se sacude de los judÃos esta vana confianza. Tus pastores, dice, el viento se lo comerá. Por los pastores él entiende al rey y sus consejeros, asà como a los sacerdotes y los profetas. La palabra comer, significa que todo serÃa consumido por el viento. A veces, de hecho, se dice que los hombres se alimentan del viento, es decir, cuando albergan confidencias vanas. Entonces el viento significa en otros lugares vanas esperanzas, como dicen; pero es en otro sentido que el Profeta habla, cuando dice que los pastores serÃan devorados por el viento, es decir, que desaparecerÃan como el humo. AsÃ, Dios muestra que su presunción, fraudes e imaginaciones falsas no eran más que humo y vacÃo. (62)
Luego habla de sus amantes, que emigrarÃan al exilio: porque los judÃos pensaron al principio, que serÃan inexpugnables mientras permaneciera el trono de David; y luego sabemos que la gente común fue fácilmente engañada por el esplendor externo, cuando vieron que tanto los sacerdotes como los profetas y los consejeros del rey estaban dotados de astucia e hinchazón de gran orgullo; y, por lo tanto, ignoraron lo que los profetas amenazaron. Ahora, el segundo motivo de confianza fue su alianza con los egipcios, los asirios y otras naciones vecinas. Por lo tanto, Dios, después de haber dicho, que todos sus pastores serÃan destruidos, agrega, que los egipcios y otros serÃan llevados al cautiverio.
Luego dice: Ciertamente, te avergonzarás y te sonrojarás por toda tu maldad; (63) es decir, "Al fin sabrás que eres justamente castigado por tus pecados, cuando Dios te despojará de todas las ayudas, y lo hará evidente que todo lo que ahora te da confianza está completamente vacÃo y vano ". Y menciona toda maldad; porque los judÃos no habÃan pecado solo en una cosa, sino que habÃan agregado males a los males, de modo que habÃan provocado la venganza de Dios con un inmenso montón de maldad. Sin embargo, su reconocimiento no serÃa lo que sirvió para arrepentirse, sino extorsionarse; porque los reprobados, dispuestos o no, a menudo se ven obligados a reconocer su vergüenza. Sigue -
VersÃculo 23
El Profeta confirma lo mismo en otras palabras; y, por lo tanto, parece cuán difÃcil es librarse de los hombres de su falsa confianza cuando se entregan a las cosas terrenales. Tan pronto, entonces, cuando la falsa confianza se arraiga en los corazones de los hombres, no pueden ser movidos ni por amenazas ni por peligros; a pesar de que la muerte misma se cernÃa sobre ellos, todavÃa no se preocupan: y por lo tanto, IsaÃas los reprende y dice: Que habÃan hecho un pacto con la muerte. ( IsaÃas 28:15.) Esta fue la razón por la cual el Profeta aquà multiplicó palabras y usó mayor vehemencia; fue con el propósito de corregir esa perversidad que prevalecÃa entre los judÃos; porque se creÃan fuera del alcance de esos dardos que lanzarÃan las manos de Dios.
Por lo tanto, dice que se sentaron en el LÃbano e hicieron su nido entre los cedros. Algunos intérpretes entienden esto en sentido figurado de las casas de cedro en las que habitaban; es decir, que adornaron sus casas o palacios, como hemos visto, con tablas de cedro. Pero tomo las palabras de manera más simple: que consideraban al LÃbano como una fortaleza inexpugnable, y que los compara con las aves que eligen los cedros más altos para hacer sus nidos. El significado es que los judÃos estaban tan cegados por su orgullo, que pensaban que tenÃan al LÃbano como un refugio seguro, y también que se imaginaban que tenÃan nidos en sus cedros. Pero no hay duda de que el Profeta, al mencionar este particular, pretendÃa incluir todas esas confidencias falsas y vanas con las que los judÃos estaban ebrios. Pero él habla a modo de concesión, como si hubiera dicho, que los judÃos no estaban aterrorizados por las amenazas de Dios, porque pusieron sus ojos en el LÃbano y en sus altos cedros.
Pero cuán amable, dice, serás tú; es decir, qué gracia encontrarás, cuando las tristezas te sobrevengan, el dolor de alguien en trabajo (64) El Profeta expresa aquà lo que ocurre a menudo en Escritura, que cuando los impÃos dicen: "Paz y seguridad", una ruina repentina viene sobre ellos. ( 1 Tesalonicenses 5:3.) Entonces no permite que los judÃos ganen nada al pensar que tendrÃan una estación tranquila en el LÃbano, y al tener sus nidos en los cedros, porque Dios les traerÃa dolores repentinos como las de las mujeres, quienes, mientras se rÃen y están llenas de alegrÃa, en un momento se sienten atrapadas por los dolores de la maternidad. JeremÃas ahora dice que algo similar les sucederÃa a los judÃos. Toco este punto, pero con ligereza, aunque merece una larga y cuidadosa meditación. Háganos saber, entonces, que nada es más intolerable para Dios que cuando nos prometemos un descanso tranquilo mientras él proclama la guerra contra nosotros, y mientras nosotros, como fue diseñado, lo provocamos a diario. Sigue -
23. ¡Habitante del LÃbano! Nestler en los cedros! ¡Cuán gracioso (o favorecido) serás! Cuando venga a ti, te azotará, ¡Un dolor como el de la maternidad!
El género es femenino, y se entiende Jerusalén o la casa o la familia de David. La palabra para "agonÃa" significa dolores o dolores ceñidos. El verso es el lenguaje de la ironÃa. La gente estaba tan endurecida que nada más los habrÃa tocado. - Ed.
VersÃculo 24
Dios hace un juramento de que habÃa resuelto castigar a JeconÃas, que también se llamaba Joacim. Y él dice: Aunque se sentó en el trono de David, aún serÃa un exiliado miserable. De hecho, hemos visto en otras partes que los judÃos estaban tan fascinados como para pensar que Dios estaba atado a ellos; y al mismo tiempo se permitieron toda libertad al pecar, bajo el pretexto de que Dios habÃa prometido que el reino de David permanecerÃa mientras el sol y la luna continuaran en los cielos, (Salmo 89:37) pero no consideraban que hubiera un pacto mutuo en el pacto de Dios; porque él les exigió que fueran fieles por su parte: ni consideraron que muchos eran hijos de Abraham según la carne, que no eran sus hijos legÃtimos ante Dios. En cuanto al rey mismo, nunca pensó que fuera posible que lo llevaran al exilio, porque fue el sucesor de David y fue ordenado por Dios.
Esta, entonces, es la razón por la cual Dios ahora declara, a pesar de que Coniah era como un anillo de sellado en mi dedo, todavÃa lo arrancarÃa de allÃ. Sin embargo, exaltado entonces Jeconiah, Dios muestra que su dignidad serÃa solo por un tiempo, y pronto se desvanecerÃa; porque finalmente serÃa expulsado de su trono, y su condición cambió por completo. La palabra Coniah es, sin duda, en una forma mutilada, en lugar de JoaquÃn. El Profeta luego lo llama ConÃas por desprecio, como si no lo considerara digno del nombre completo, sino que lo expresa en dos en lugar de cuatro sÃlabas. Entonces el Profeta, aunque JeconÃas era el rey, lo llama ConÃas. (65)
Ahora, este pasaje nos enseña que no debemos estar tan orgullosos de los favores de Dios, como para olvidar lo que somos, sino recordar que dependemos de él y que debemos rezarle diligentemente. todo el tiempo; por seguridad genera desprecio; por eso lo es; que Dios nos despoja de los adornos con los que nos hemos vestido; y es una recompensa justa por nuestra ingratitud. Entonces, que todos los que superan a los demás sepan que lo que se ha dado puede ser quitado en cualquier momento, excepto la buena conciencia, como si fuera la guardia para preservar los dones y los beneficios de Dios, para que no se caigan en ningún momento. estar perdido. Sigue -
VersÃculo 25
Este versÃculo está conectado con el último, y explica más completamente lo que se habÃa dicho brevemente. La extracción del anillo de sellado del dedo de Dios tuvo lugar cuando JeconÃas fue privado de su gloria y su reino, y fue sometido; Al rey de Babilonia. (66) Aunque el rey le salvó la vida, como lo atestigua la historia sagrada, ( 2 Reyes 25:7; 2 Crónicas 36:6; Jeremias 52:11,) sin embargo, cuando se entregó a él, tembló como si viera la espada lista para cortarle la cabeza; porque no esperaba piedad, y su miedo le hizo salir de la ciudad y entregarse a su enemigo empedernido. La importancia del conjunto es que el rey Jeconiah llegarÃa a los extremos, ya que se verÃa obligado a entregarse indefenso y desarmado a las manos de sus crueles enemigos.
Pero él repite el comentario y amplÃa el tema; Te entregaré, dice, en la mano de aquellos que buscan tu vida, y luego, en la mano de aquellos cuyo rostro temes, y, en tercer lugar, en la mano de Nabucodonosor (Nabucodonosor, rey de Babilonia). , se llama aquà y en otros lugares, Nabucodonosor) y, por último, en manos de los caldeos. AsÃ, el Profeta relata, por asà decirlo, varios tipos de muerte, para que JeconÃas supiera cuán terrible serÃa el juicio de Dios. Ãl añade -
VersÃculo 26
AquÃ, nuevamente, el Profeta confirma lo que habÃa dicho sobre la severa venganza que Dios tomarÃa contra JeconÃas. Y aunque estaba en su trigésimo séptimo año sacado de prisión, y admitido en la mesa real, entre otros prÃncipes, aún murió en el exilio; y tal vez hubiera sido mejor para él continuar en prisión hasta su muerte que haber sido corrompido por los atractivos cuando se convirtió en uno de los prÃncipes, porque asà se contaminó. Sin embargo, esto pudo haber sido, murió en el exilio junto con su madre Nehusta.
El Profeta luego aumentó la pena de su castigo al decir: Te haré migrar o expulsarte, (67) y tu madre que te dio a luz. Se agrega, en aras de la indignidad, que la madre del rey serÃa llevada cautiva con él; para el sexo femenino a menudo se salva, y ella también fue avanzada en años. Pero Dios ejecutó sobre ella su juicio, porque ella era su compañera impÃa: "Te quitaré", dice, "en tierras extranjeras, en las que no naciste, y allà morirás".
VersÃculo 27
El Profeta vuelve a cambiar a la persona y, sin embargo, no es poco elegante, ya que habla aquà como indignado, y después de haber dirigido algunas palabras al Rey Jeconiah, se aparta de él y declara lo que Dios harÃa. AsÃ, cuando pensamos que uno no merece ser abordado, cambiamos nuestro discurso; y después de haberle dicho algunas palabras, tomamos otro modo de hablar. De la misma manera, el Profeta habló muy indignado cuando se dirigió a Joacim, y luego declaró cómo Dios tratarÃa con él: pasó junto a él como si fuera sordo o indigno de ser notado. Asà vemos el diseño del Profeta en el cambio que hace en este pasaje.
En la tierra, dice, a lo que se plantean que pueden regresar, allà no regresarán. Ãl habÃa dicho antes que tanto el rey como su madre morirÃan en una tierra extranjera, y ahora confirma lo mismo; porque la tonta noción de que el rey de Babilonia serÃa por fin propicio para ellos, no podrÃa, pero con gran dificultad, ser erradicados de sus mentes: ni existe la menor duda de que tales pensamientos como estos fueron entretenidos: "Cuando Nabucodonosor vea si nos acercamos suplicantemente a él, él se convertirá en misericordia, porque ¿qué más necesita? Ãl no quiere arreglar aquà su palacio real; eso; lo satisfará para que la gente le tribute; y cuando descubra que soy un hombre sin valor, preferirá tenerme un rey, en lugar de nombrar uno nuevo ". Tal era, entonces, el razonamiento que el rey tenÃa con sus cortesanos. Por lo tanto, esta vana persuasión es lo que el Profeta ahora demuele: levantan su mente hacia la tierra, es decir, piensan en un retorno libre a su propio paÃs; pues levantar la mente es aplicar la mente o el pensamiento a cualquier cosa. Levantan, entonces, su mente hacia la tierra, es decir, la tierra de Judá; pero nunca volverán allÃ, lo que sea que se prometan. (68)
VersÃculo 28
Como el Profeta apenas pudo convencer a los judÃos de lo que habÃa predicho, confirma lo mismo; pero él habla aquà de lo que fue increÃble. Asume el carácter de alguien que se pregunta mucho, que otros podrÃan dejar de preguntarse. Luego pregunta, ¿si era posible que Jeconiah fuera llevado al exilio y allà muriera miserablemente? Ahora vemos el diseño del Profeta, que como los judÃos pensaban que el reino serÃa perpetuo, era necesario sacudirse esa noción, para que supieran que Dios no habÃa amenazado en vano lo que ya habÃamos notado. Pero hay en estas preguntas una especie de ironÃa, porque el Profeta podrÃa haber hecho una afirmación positiva en palabras simples; pero con respecto a los demás, duda con asombro, o parece dudar de algo monstruoso.
¿Es él una estatua? él dice; algunos traducen "un recipiente"; pero parece ser tomada aquÃ, como en otros lugares, en su sentido propio, una estatua. ¿Es, entonces, este hombre ConÃas una estatua despreciada y rota? para פ××£, put, es tanto fallar como romperse. (69) Hemos dicho que una parte de su nombre se dejó de lado por desprecio; aun asÃ, como los judÃos estaban tan cegados por la dignidad real que no podÃan creer la profecÃa, pide respetarla como algo increÃble. ¿Es él un recipiente? etc., agrega. La palabra hebrea ×××, cali, lo sabemos, se toma para cualquier tipo de recipiente; para los antiguos llamados todo tipo de vasos de muebles. Ãl pregunta, entonces, ¿Es él un recipiente despreciable? ¿Es él un recipiente en el que no hay deleite? Antes habÃa dicho que era una estatua despreciada. ¿Por qué son expulsados, él y su simiente, y arrojados a una tierra que no han conocido? es decir, en una tierra remota? (70) Y sabemos que es difÃcil cuando uno se aleja de su propio paÃs. Por lo tanto, no hay duda de que el Profeta aumenta la tristeza del mal cuando habla de un paÃs desconocido: porque SedequÃas, que fue puesto en el trono, era su tÃo; y de su posteridad el primero fue Salathiel, nacido en el exilio. Ahora sigue:
28. ¡Un Ãdolo despreciable y destrozado! ¿Es este el hombre Coniah? ¿Es él un recipiente en el que no hay deleite? ¿Por qué son expulsados, él y su simiente, y enviados a una tierra que no conocÃan?
Existe el pariente que entendió después de "recipiente" en la tercera lÃnea. El galés, que en este tipo de lenguaje es exactamente el mismo que el hebreo, admite el mismo tipo de puntos suspensivos:
(lang. cy) Ai llester yw heb hoffder ynddo?
¿Cuál es verbalmente el hebreo, "¿Es él un vaso sin deleite en él?" El "expulsión" fue de la tierra de Canaán, y el "envÃo" fue a la tierra desconocida. - Ed.
VersÃculo 29
El Profeta confirma más completamente a lo que me he referido últimamente; y la repetición no fue superflua al exclamar "tierra" tres veces, ya que la dureza del hierro se vence con los golpes repetidos del martillo, por lo que el Profeta repitió la palabra "tierra", para poder someter esa perversidad en la que los judÃos se habÃan endurecido tanto que ninguna amenaza de Dios los conmovió. No adoptó esta vehemencia, como lo hacen los retóricos que pretenden parecer elocuentes; pero fue la necesidad lo que lo obligó a atacar a esa gente refractaria, que de otro modo habrÃa hecho oÃdos sordos a lo que hemos observado y leÃdo. Por este prefacio, entonces, el Profeta muestra especialmente que habló del terrible juicio de Dios, y también recordó a los judÃos la certeza de esta profecÃa, aunque estaban persuadidos de que el reino nunca caerÃa. Por lo tanto, en esta repetición vemos que hay una reprensión implÃcita, como si hubiera dicho que en realidad eran sordos, pero que no tenÃa ningún propósito, ya que estarÃan obligados a ver el cumplimiento de lo que no creÃan entonces. Tierra, tierra, tierra, oye, dice. (71)
"Tierra" significa a menudo los habitantes; y lo que sigue prueba que tiene este significado aquÃ; para esto se agrega, "Escribe", etc. - Ed.
VersÃculo 30
Luego agrega: Asà dice Jehová: EscrÃbele a este hombre solitario o sin hijos. Algunos piensan que estas palabras fueron dirigidas a ángeles o profetas; pero no considero que esa noción esté bien fundada: este modo de hablar me parece más bien tomado de la práctica común, ya que los decretos que debÃan continuar vigentes durante mucho tiempo generalmente se escribÃan. Cuando se proclamó un edicto, y debÃa estar en vigor solo durante unos dÃas, no se registraba comúnmente en los monumentos públicos; pero cuando se promulgó una ley, que debÃa ser vinculante para la posteridad, se escribió en las tablillas públicas. Luego, el Profeta insinúa que este juicio de Dios no podrÃa quedar vacÃo, ni serÃa momentáneo como decretos que en unos dÃas se ignoran y pronto se olvidan, pero que serÃa cierto y permanente. Escribe, pues, este hombre sin hijos. Este duelo se opone a la promesa de Dios de que habrÃa sucesores perpetuos de David en su trono mientras el sol y la luna estuvieran en los cielos. (Salmo 89:37.) Y el Profeta muestra aquà que esta promesa en cuanto a Jeconiah no se cumplirÃa. (72)
Y agrega: Escribe a este hombre como alguien que no prosperará en sus dÃas; no, (para ××, me parece enfático aquÃ), nadie de su simiente prosperará; y luego agrega una explicación, sentado en el trono de David y gobernando más en Judá.
Ahora, no es de extrañar que los judÃos consideraran este juicio de Dios con aborrecimiento, como si fuera algo monstruoso, porque Dios les parecÃa inconsistente consigo mismo, porque habÃa testificado que su pacto nunca serÃa anulado, y habÃa tenido apeló al sol y la luna como testigos. Por lo tanto, cuando la posteridad de David falló, al menos cuando su trono fue subvertido, y nadie apareció como su sucesor, la verdad de la promesa parecÃa haber fallado, lo cual era muy extraño. Pero era posible que Dios, que hace maravillas, ejecutara tal castigo sobre JeconÃas y sobre aquellos que eran como él, y sin embargo, de una manera secreta e incomprensible para lograr cosas, de modo que el pacto que habÃa hecho no fallara por completo. . La gracia de Dios, entonces, estuvo oculta por un tiempo, pero nunca se extinguió; porque al fin una vara creció del tallo de Jesé, como dice IsaÃas.
Sin embargo, las palabras parecen implicar lo contrario, ya que se dice que Jeconiah es solitario y luego no es próspero; y finalmente, el Profeta declara que nadie de su simiente se sentarÃa en el trono real. Pero debemos tener en cuenta que estas palabras deben limitarse a un castigo temporal y extenderse solo a la venida de Cristo, aunque la posteridad de David, como veremos más adelante, comenzó a surgir en Zorobabel, pero esto fue solo Un oscuro y pequeño preludio. Por lo tanto, debemos llegar al tiempo de Cristo si queremos reconciliar estas dos cosas que parecen repugnantes: que JeconÃas se quedó sin hijos y que un sucesor de la simiente de David nunca falló; fue asÃ, porque esta falta de hijos fue solo por un tiempo; y esta interrupción de la gracia de Dios fue algo asà como la muerte; pero con el tiempo parecÃa que Dios estaba consciente de su pacto, incluso en un momento en que parecÃa haberlo olvidado. Y esta profecÃa, por lo tanto, debe; estar conectado con el de Ezequiel,
"Quitaos, quita, quita la corona hasta que venga de quién es". ( Ezequiel 21:26.)
AllÃ, también, Ezequiel repite la palabra "eliminar" tres veces, como si hubiera dicho que no habrÃa reino de David, no solo durante unos meses o años, sino a través de una serie de muchas edades.
No es de extrañar, entonces, que el Profeta declare aquà que Jeconiah no tendrÃa hijos, por una desgracia tan triste durante tantas edades, ya que el trono de David pisoteado con desprecio y desprecio, podrÃa haber abrumado a los fieles con desesperación. Esta, entonces, fue la razón por la que dijo que no tendrÃa hijos, y también que toda su posteridad estarÃa bajo una maldición. Pero debemos tener en cuenta esa excepción, que es expresada por otro Profeta,
"Hasta que venga de quién es la corona". ( Ezequiel 21:27)
Porque estaba reservada para la cabeza de Cristo, aunque durante mucho tiempo habÃa estado expuesta al deshonor y a los reproches de todas las naciones.
Ahora es útil saber esto, porque se nos enseña que Dios es siempre tan consistente consigo mismo, que su pacto, que ha hecho con Cristo y con todos sus miembros, nunca falla, y que aún castiga a los hipócritas incluso hasta la muerte. Si alguien, durante un largo perÃodo, habÃa buscado la Iglesia en el mundo, no habÃa ninguno en apariencia; Sin embargo, Dios demostró que era fiel a sus promesas, porque de repente surgió un pueblo regenerado por el Evangelio, de modo que su pacto no estaba muerto, sino por un tiempo enterrado. La verdad de Dios, entonces, fue probada por el evento; y, sin embargo, se vengó terriblemente de la ingratitud de los hombres cuando cegó asà al mundo entero, ahora sigue:
Scott piensa que SedequÃas, el tÃo de JeconÃas, es la persona mencionada en estos dos últimos versÃculos. Considera que el contenido de este capÃtulo se repitió en el reinado de SedequÃas como una advertencia para él. Pero este punto de vista no es consistente con el tenor general del capÃtulo. Ver especialmente Jeremias 22:13; estos muestran evidentemente que la profecÃa se entregó en el tiempo, probablemente en el último tiempo de Joacim; entonces el Profeta procede, en Jeremias 22:24 al final del capÃtulo, para describir proféticamente el difunto de su hijo Jeconiah. Y habiendo dicho que no tendrÃa hijos como rey, que ninguno de sus descendientes se sentarÃa en el trono de David, presenta en el próximo capÃtulo, que está relacionado con esto, la "rama justa", el MesÃas, el Rey de Sión. La división apropiada del capÃtulo está en el noveno verso. Según este punto de vista, hay una consistencia perfecta: JeconÃas fue el último prÃncipe reinante en la lÃnea correcta (SedequÃas, su tÃo, no estaba en la lÃnea correcta) en el trono de David, como soberano temporal; entonces él, de quien David era un tipo, vino, no para sentarse y gobernar sobre el trono visible de David, sino sobre lo que representaba. - Ed.