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Thursday, November 21st, 2024
the Week of Proper 28 / Ordinary 33
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Jeremiah 46". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/jeremiah-46.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Jeremiah 46". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (26)
Versículos 1-28
LAS PROFECIAS COMPRENDIDAS EN LOS CAPS. 46 a 52 SE REFIEREN A PUEBLOS EXTRANJEROS. El profeta comienza con Egipto, por ser el país al cual había sido llevado. El capítulo 46 contiene dos profecías tocante a él: la derrota del Faraón-necao por Nabucodonosor en Carquemis y la subsiguiente larga conquista de Egipto por el mismo rey, así como la preservación de los judíos (vv. 27, 28).
1. Encabezamiento general de los seis capítulos siguientes de profecías tocante a los gentiles; estas profecías están dispuestas según las naciones, no por fechas.
2. Título de la primera profecía. Faraón-Nechao—Este, cuando salía a pelear contra Carquemis (la antigua Cerusium, cerca del Eufrates), se encontró con Josías, rey de Judá (aliado de Asiria), en Megido, y allí lo mató ( 2 Reyes 23:29; 2 Crónicas 35:20); pero esto sucedió cuatro años después que Nabucodonosor hubo tomado a Carquemis, como se predice aquí; y perdió todo el territorio que había estado sometido a los Faraones al oeste del Eufrates, y entre éste y el Nilo. Esta predicción mitigaría la pena de los judíos, causada por la muerte de Josías, demostrando que su muerte había sido vengada ( 2 Reyes 24:7). Es fama que habiendo preparado una flota de descubrimiento, partió del Mar Rojo, la cual, doblando el cabo de Buena Esperanza, regresó a Egipto por el Mediterráneo.
3. Risible llamado a la batalla. Pese a todos vuestros aprestos bélicos para contener la invasión de Nabucodonosor, cuando os encontréis con él, seréis presa del “desaliento” (v. 5). Vuestras fuertes amenazas terminarán en la nada. escudo—más pequeño, usado por la caballería, ligeramente armada. pavés—es de mayor tamaño que el precedente, y usado por la infantería fuertemente armada.
4. Uncid caballos—a saber, para los carros de guerra, que tanta fama dieron a Egipto ( Éxodo 14:7; Éxodo 15:4). subid, vosotros los caballeros—subid a los carros. Maurer, a causa del paralelo “caballos”, traduce: “Montad los corceles”. Pero aquí más bien se describen los sucesivos pasos para equipar los carros de guerra; primeramente, poned las guarniciones a los caballos y atadlos a los carros; luego que suban los caballeros a ellos. lorigas—corazas o cotas de malla.
5. (Nota v. 3). Que un ejército tan bien equipado pudiese retroceder, aterrado, es algo espantoso. El profeta ve todo esto en visión. y huyeron—liter., huyeron con ímpetu, esto es, huyeron precipitadamente. sin … mirar atrás—ni aun se atreven a volver la cabeza a mirar a sus perseguidores.
6. no huya—equivalente a la más fuerte negación. Que niaguno de los guerreros egipcios piense escapar por su ligereza o fuerza; al aquilón (o norte)—en lo que respecta a Egipto o Judea, a la región que mira hacia el norte, junto al Eufrates (véase el v. 2).
7. como río (o inundación)—(Cap. 47:2; Isaías 8:7; Daniel 11:22). La figura es apropiada para dirigirse a los egipcios; pues el Nilo, su gran río, anega anualmente sus tierras con una turbia y lodosa inundación. Así su ejército, hinchado con la arrogancia, anegará la región del sur del Eufrátes; pero éste, a semejanza del Nilo, se retirará con la misma presteza con que avanzó.
8. Responde a la pregunta del v. 7. cuyas aguas se mueven como ríos—la crecida del Nilo es suave; pero en la desembocadura, a diferencia de la mayoría de los ríos, es muy agitado, debido a los bancos de arena que impiden su curso, y así se precipita en el mar como una catarata.
9. Es una exhortación irónica, como en el v. 3. Los egipcios, debido a lo cálido de su clima y a la abstinencia de carne, eran físicamente débiles; de ahí que empleasen soldados marcenarios. Los etíopes—En hebreo Cush; Abisinia y la Nubia. Libios—Fut, la Mauritania, al oeste de Egipto (véase Génesis 10:6). escudo—Los libios copiaron de Egipto el uso de largos escudos que llegaban hasta los pies (Jenofonte, Ciropedia, 6, y 7). lidios—No se trata de los lidios del oeste de Asia Menor ( Génesis 10:22; Ezequiel 30:5), sino de la Ludia y un pueblo descendiente de Egipto (Mizraim). ( Génesis 10:13; Ezequiel 30:5; Nahúm 3:9). toman y entesan arco—El empleo de dos verbos expresa la manera de doblar el arco: se hace presión en el centro, con el pie, mientras que con las manos se sujetan los extremos.
10. venganza—a causa de la muerte de Josías ( 2 Reyes 23:29). la espada devorará … y se embriagará—personificación poética ( Deuteronomio 32:42). matanza—( Isaías 34:6; Ezequiel 39:17). La matanza de egipcios se representa como un sacrificio para satisfacer su justa venganza.
11. Galaad … bálsamo—(Nota, cap. 8:22); es decir, mediante la curación de las heridas, pero ninguna medicina le aprovechará, tan desesperada será la matanza. virgen—se le llama así a Egipto a causa de su afeminado lujo, y por no haber sido jamás sometida al yugo extranjero. no hay cura para ti—(Cap. 30:13; Ezequiel 30:21). No es que el reino de Egipto cesase de existir, sino que no recobraría su primitiva fuerza. El golpe sería irreparable.
12. Fuerte … con fuerte … cayeron ambos juntos—su misma multitud resultará un impedimento en su confusa huída, pisoteándose unos a otros.
13. Profecía de la invasión de Egipto por Nabudoconosor, la cual se efectuó diez y seis años después de la toma de Jerusalén. Como pusiese sitio a Tiro por espacio de trece años, sin lograr ningún resultado de su esfuerzo, Dios le promete que le dará a Egipto como recompensa por haber humillado a Tiro ( Ezequiel 29:17; y caps. 30 y 31). Las conmociones intestinas entre Amasis y Faraón-hofra le prepararon el camino ( Isaías 19:1, etc. Notas).
14. Denunciad … haced saber—como si pronunciara una sentencia desde un tribunal. Migdol … Noph … Taphnes—este, sur y norte. Menciona estos tres puntos cardinales, y omite el oeste, porque los caldeos no avanzan hacia allá. Estas ciudades eran las mejor conocidas de los judíos, por quedar hacia su país. espada ha de devorar tu comarca—a saber, la de los sirios, judíos, moabitas y ammonitas (Nota, cap. 48:1). Esta exhortación es irónica, como en el v. 4, 10.
15. tu fuerte—MSS., la Versión de los Setenta y la Vulgata leen “tu valiente”. Es el buey Apis, ídolo viviente, adorado en Nof o Menfis. Evidentemente, el contraste se hace entre la palpable impotencia del ídolo y el poder que se le atribuía por sus devotos egipcios. El término hebreo fuerte o valiente, se aplica a los toros (Salmo 22:12). Cambises, al invadir a Egipto, mató el toro sagrado. lo rempujó—(véase v. 5). La palabra hebrea se usa con relación a una lluvia torrencial ( Proverbios 28:3).
16. Multiplicó—Esto es, Jehová. y cada uno cayó sobre su compañero—(Véase 6:12). Aun antes que los hiera el enemigo ( Levítico 26:37). volvámonos a nuestro pueblo—es el lenguaje de los confederados y mercenarios, que se exhortan mutuamente a desertar del ejército egipcio y a volver a sus respectivos países (vv. 9, 21). de la espada vencedora—de la espada cruel, es decir, de los caldeos (véase cap. 25:38).
17. Allí—los soldados extranjeros cada uno en su respectivo país (v. 16): “Faraón es”, etc. El amenaza mucho, mas cuando se presenta la necesidad no hace nada; sus amenazas son puro ruido (véase 1 Corintios 13:1). Maurer traduce: “se arruinó”, liter., (en una apropiada brusquedad de lenguaje): “Faraón, rey, etc., una ruina”. El contexto, sin embargo, apoya la Versión Inglesa. Sus jactancias de lo que él haría, llegado el momento de la batalla, han demostrado que no eran más que vanos sonidos Ha hecho que pasase el tiempo fijado (para la batalla con los caldeos).
18. Como los montes del Tabor y el Carmelo sobresalen sobre los demás montes de Palestina, así cuando llegue Nabucodonosor (v. 26) se mostrará superior a todos sus enemigos. El Carmelo forma un imponente promontorio que se interna en el Mediterráneo. El Tabor es el más alto de los dos; por eso se dice que “está entre los montes”; y el Carmelo “junto al mar”. el Rey … Jehová de los ejércitos—(Cap. 48:15). En contraste con “Faraón, rey de Egipto … que sólo es un ruido” (v. 17); Dios el verdadero Rey, el Señor de los ejércitos, hará que venga Nabucodonosor. Como quiera que Faraón no vendrá a la batalla al tiempo señalado, no obstante sus jactancias, Nabucodonosor en cambio vendrá de acuerdo con la predicción del Rey, que tiene todos los ejércitos en su poder, por más que vosotros los egipcios despreciéis la predicción. Hazte vasos—(esto es, que contengan alimentos y otras cosas necesarias para el viaje) para la cantividad. moradora—esto es, los habitantes de Egipto, los egipcios, representados como las hijas de Egipto (cap. 48:18; 2 Reyes 19:21). “Moradora” insinúa que se creían estar seguramente establecidos en sus habitaciones fuera del alcance del invasor. hija—así en el v. 11.
20. Becerra—suelta, semejante a una becerra gorda y bravía ( Oseas 10:11). Apropiado a Egipto, donde el dios Apis era objeto de adoración, bajo la forma de un hermoso toro que se distinguía por algunas manchas. destrucción—esto es, un destructor: Nabucodonosor. La Vulgata traduce “un aguijador”, lo que responde a la metáfora “uno que aguijará la becerra” y la amansará. La lengua árabe favorece este sentido [Rosenmuller]. viene … viene—la repetición indica que viene segura y prestamente (Salmo 96:13). del aquilón—(Nota, cap. 1:14; 47:2).
21. Tradúzcase: “Lo mismo sus mercenarios (vv. 9, 10) que están en medilo de ella cual becerros engordados: ellos también se volvieron”, esto es, volvieron sus espaldas para huir. La misma imagen de “becerra … becerros” (vv. 20, 21). es aplicable a los mercenarios extranjeros, lo mismo que a ella. Mimados con las molicies de Egipto, se hallan enervados para la batalla como los mismos nativos.
22. El grito de Egipto cuando sea invadido, se parecerá al silbido de una serpiente despertada en su nido por los leñadores. Ya no lanzará bramidos como novilla, sino un bajo murmullo de temor, cual serpiente que silba. con hachas—arma usada por los escitas. Los caldeos vendrán tan confiados cual si no tuvieran que luchar con soldados, sino a cortar árboles que no ofrecen resistencia.
23. su bosque—( Isaías 10:34). no podrán ser contados—Cortan su bosque, por más denso e incontable que pueda parecer ( Job 5:9; Job 9:10; Job 36:26); esto se refiere a las densamente situadas ciudades de Egipto, que sumaban mil veinte. porque—la razón por la cual los caldeos podrán derribar tan denso bosque de ciudades egipcias, es porque ellos mismos son innumerables. langostas—( Jueces 6:5).
25. Amón de No—el mismo que Tebas o Dióspolis, en el Alto Egipto, donde Júpiter Amón tenía su famoso templo. La siguiente mención de “sus dioses” hace que la traducción más probable sea “Amón de No”, esto es, No y su ídolo Amón; así dice la Versión caldea. Se llama así, ya por provenir de Cam, el hijo de Noé, ya de nutridor, que es lo que la palabra significa. y a sus reyes—los reyes de las naciones ligadas con Egipto.
26. después seré habitada—cuarenta años después de la conquista de Egipto por Nabucodonosor, Amón sacudió el yugo babilónico, pero nunca recuperó su anterior poderío (v. 11; Ezequiel 29:11).
27, 28. Repetición del cap. 30:10, 11. Cuando la iglesia (y el literal Israel) parezcan enteramente consumidos, quedará una oculta esperanza, porque Dios levantará a su pueblo, por decirlo así, de entre los muertos ( Romanos 11:15). En cambio, las “naciones” sin Dios se consumen, aunque sobrevivan, como le ocurrió a Egipto después de su derrota; por haber sido definitivamente maldecidos y sentenciados a desaparecer.