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Sunday, December 22nd, 2024
the Fourth Week of Advent
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Kings 12". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/1-kings-12.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Kings 12". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (26)Individual Books (1)
Versículos 1-33
RECHAZA EL CONSEJO DE LOS ANCIANOS.
1. fué Roboam a Sichem—El era el hijo mayor de Salomón, y sin duda había sido designado por su padre como el heredero al trono, así como Salomón lo había sido por David. El incidente aquí relatado ocurrió después de los ritos fúnebres del finado rey, y de un período de luto público. Cuando “todo Israel había venido para hacerlo rey”, no fué para ejercer su viejo derecho de elección ( 1 Samuel 10:19), porque, después de la promesa de Dios de que perpetuamente reinaría la familia de David, el deber de ellos era la sumisión a la autoridad del heredero legítimo; pero su objeto al hacerlo rey era el de renovar las condiciones y estipulaciones a las cuales sus reyes constitucionales estaban sujetos ( 1 Samuel 10:25); y para evitar que se repitieran condiciones y estipulaciones como aquellas en que bajo las circunstancias especíales Salomón fué hecho rey, ellos estaban dispuestos a aceptar el absolutismo de su gobierno. Sichem—Ciudad antigua, venerable y céntrica, era el lugar de reunión; y es evidente, si no por la elección de aquel lugar, por lo menos por el tenor de su lenguaje y la presencia concertada de Jeroboam, que el pueblo estaba resuelto a rebelarse.
4. Tu padre agravó nuestro yugo—Era tal el esplendor de la corte de Salomón y la magnitud de sus empresas, que ni el tributo de los estados dependientes, ni los obsequios de príncipes extranjeros, ni las ganancias de sus empresas comerciales, eran suficientes para llevarlos adelante, y él se había visto obligado, para conseguir las entradas necesarias, a empezar un sistema de impuestos pesados. El pueblo sólo miraba las cargas y no los beneficios que ellos habían recibido del reinado pacífico y próspero de Salomón, y los males de los cuales ellos pedían liberación eran las opresiones civiles, y no la idolatría, a la cual ellos parecían indiferentes, si no la aprobaban.
5. él les dijo: Idos, y de aquí a tres días—Era prudente considerar las peticiones del pueblo de una manera tranquila y deliberada. Es imposible decir si algún bien habría resultado si él hubiera seguido el consejo de los viejos sabios y experimentados. Ello habría por lo menos quitado todo pretexto para la separación. Pero él prefirió el consejo de sus compañeros jóvenes (no en años, porque eran todos como de cuarenta y un años, sino faltos de experiencia), quienes recomendaban medidas prontas y decisivas para sojuzgar a los descontentos.
11. azotes … escorpiones—Estos, en contraste con aquéllos, dan a entender correas engastadas con puntas agudas de hierro, usadas para castigar a los esclavos.
15. no oyó al rey al pueblo; porque era ordenación de Jehová—Esa era la causa predominante. La debilidad de Roboam ( Eclesiastés 2:18, Eclesiastés 2:19) y su inexperiencia en los asuntos públicos han dado lugar a la suposición de que, como muchos otros príncipes del Oriente, él había estado aislado en el harén hasta el tiempo de subir al trono ( Eclesiastés 4:14), porque su padre temía que aspirara al trono como los dos hijos de David, o, lo que es más probable, temía exponer prematuramente su imbecilidad. La respuesta arrogante y violenta que dió a un pueblo descontento y exasperado, indicaba una incapacidad tan grande para apreciar la gravedad de la crisis, y una falta tan completa de sentido común, como para hacer creer que él estaba incapacitado para emitir un juicio. Su respuesta fué recibida con desprecio y escarnio. La rebelión fué consumada, pero tan silenciosamente, que Roboam se quedó en Siquem, considerándose el soberano de un reino unido, hasta que su jefe recaudador de impuestos, enviado imprudentemente a tratar con el pueblo, fué muerto apedreado. Esto le abrió los ojos, y huyó en busca de seguridad a Jerusalem.
20-33. JEROBOAM ES HECHO REY SOBRE ELLOS.
20. oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto—Este versículo cierra el relato parentético empezado en el versículo 2, y los versículos 21-24 son la continuación de la historia que empieza en el versículo 1. Roboam resolvió defender su autoridad, llevando un gran ejército a las provincias de los descontentos. Pero la revuelta de las diez tribus ya estaba completa, cuando el profeta Semeías mandó en el nombre de Jehová, el abandono de toda medida hostil contra los revolucionarios. El ejército, intimidado por la prohibición divina, se desbandó, y el rey fué obligado a someterse.
25. reedificó Jeroboam a Sichem—Destruída por Abimelec ( Jueces 9:1). Fué reedificada y tal vez fortificada por Jeroboam, como residencia real … reedificó a Penuel—Ciudad arruinada, con una torre ( Jueces 8:9), al este del Jordán, en la ribera norte del Jabboc. Fué objeto de importancia restaurar esta fortaleza y asegurar su frontera por aquel lado ya que estaba sobre el camino de caravanas de Galaad a Damasco y Palmira.
26. dijo Jeroboam en su corazón: Ahora se volverá el reino a la casa de David—Habiendo recibido el reino de Dios, Jeroboam debía haber confiado en la protección divina; pero no lo hizo así. Con miras de retirar al pueblo del templo y destruir las sagradas asociaciones con Jerusalem, él introdujo innovaciones serias e inexcusables en las observancias religiosas del país, bajo el pretexto de ahorrar al pueblo las molestias y los gastos de un viaje largo. Primero, Erigió dos becerros de oro, o terneros, Apis y Mnevis, como símbolos, según los egipcios, del Dios verdadero, y lo más parecido, según su fantasía, a las figuras de los querubines. El uno fué colocado en Dan, en el norte de su reino, y el otro en Beth-el, en la parte meridional, a la vista de Jerusalem. Probablemente pensó que Dios se manifestaría en este lugar tanto como en Jerusalem (Génesis cap. 32; 2 Reyes 2:2). Este segundo lugar era el más frecuentado, porque las palabras (v. 30) deberían traducirse: “el pueblo aun Dan iba para adorar delante del uno” (Jeremias 48:13; Amós 4:4; Amós 5:5, Oseas 5:8; Oseas 10:8). Esta invocación fué un pecado, tanto porque establecía el culto a Dios bajo símbolos e imágenes, camo también porque se alejaba el pueblo del lugar que Dios había escogido para poner su nombre. En segundo lugar, cambió la fiesta de los tabernáculos del 15 del séptimo mes AL 15 del octavo. La razón ostensible podría ser que el tiempo de la cosecha era más tarde en las partes septentrionales del reino; pero el verdadero motivo era el de borrar las viejas asociaciones con ésta, la fiesta más grata y gozosa del año.
31. hizo sacerdotes de la clase del pueblo—literalmente, de entre todo el pueblo, negándose a actuar los levitas. El mismo tomó sobre sí las funciones del sumo sacerdote, por lo menos, en la gran fiesta, probablemente porque había visto al rey de Egipto unir los oficios real y sagrado, y creyendo el puesto de sumo sacerdote demasiado alto para ser conferido a un súbdito.