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Monday, July 21st, 2025
the Week of Proper 11 / Ordinary 16
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Bible Commentaries
Comentario de Calvino sobre la Biblia Comentario de Calvino
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
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Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Jeremiah 5". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/cal/jeremiah-5.html. 1840-57.
Calvino, Juan. "Comentario sobre Jeremiah 5". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (30)
VersÃculo 1
En este versÃculo, como en los que siguen, Dios muestra que no fue demasiado rÃgido ni demasiado severo al denunciar la ruina total de su pueblo, porque su maldad era totalmente incurable y no se pudo encontrar otro modo de tratarlos. De hecho, sabemos que a menudo se testifica en las Escrituras, que Dios es paciente y espera hasta que los pecadores se arrepientan. Desde entonces, Dios en todas partes ensalza su amabilidad y promete ser misericordioso incluso en el peor de los casos si se arrepienten, y dado que él por su propia cuenta anticipa a los pecadores, puede parecer extraño que se levante con tanta severidad contra su propia Iglesia. Pero sabemos cuán refractarios son los impÃos; y por eso dudan en no exponerse ante Dios, y lo acusan voluntariamente, como si los tratara con crueldad. Es entonces por esta razón, que Dios ahora muestra que no estaba, por asà decirlo, en libertad de perdonar a la gente; "Incluso si quisiera", dice, "no podrÃa". Ãl habla, de hecho, a la manera de los hombres; pero de esta manera, como he dicho, muestra que intentó todos los recursos, antes de recurrir a la severidad extrema, pero que no habÃa remedio, a causa de la desesperada maldad de la gente. Y esto es lo que las palabras expresan completamente.
Da la vuelta, (128) dice, por las calles de Jerusalén, y mira, rezo y sé; pregunte a través de todos los cruces que JeremÃas podrÃa haber dicho en una oración: "Si se encuentra a un hombre en la ciudad, estoy dispuesto a perdonar:" pero Dios aquà permite que el mundo entero indague diligentemente y con cuidado cuál era el estado de la situación. ciudad santa, que alguna vez se jactó de ese tÃtulo. Pero ahora, como también en el próximo verso, habla de Jerusalén. También habÃa hablado de las ciudades vecinas; pero como la santidad de toda la tierra parecÃa tener su asiento y habitación en Jerusalén, Dios se dirige a esa ciudad, que aún conservaba cierta apariencia de santidad, y sobresalÃa en otras ciudades. Luego dice: Investigue, vea, sepa, mire, si hay un hombre, etc. Permite que todos los hombres formen un juicio, como si hubiera dicho: "Que todos estén presentes, ya que los judÃos buscan crear un mal". - se acercará a mà y me quejaré de demasiado rigor, como si los tratara de manera no humana; que todos los que lo deseen vengan como jueces, que investiguen, pregunten, hagan una búsqueda exhaustiva; y cuando se descubra que no hay ni un solo hombre, ¿qué más se puede hacer, sino que la ciudad debe ser destruida? porque ¿qué se puede hacer a los abandonados e irrevocables, excepto que yo ejecute mi juicio sobre ellos?
Ahora entendemos el objeto del Profeta; porque tenÃa la intención de cerrar la boca de los judÃos y exponer sus calumnias, para que no clamaran contra Dios o culparan su juicio, como si excediera los lÃmites de la moderación: y él también muestra que, aunque Dios estaba dispuesto a perdón, todavÃa no habÃa lugar para el perdón, y su misericordia fue excluida por su obstinación indomable, ya que no habÃa un hombre en Jerusalén que tuviera alguna consideración por la rectitud.
AquÃ, sin embargo, se puede comenzar una pregunta: ¿Por qué JeremÃas dice que no se pudo encontrar a ningún hombre bueno, ya que él mismo estaba en Jerusalén, y su amigo Baruch, y algunos otros, un relato de quién encontraremos más adelante? Hubo entonces en la ciudad algunos verdaderos siervos de Dios, y algunos aún permanecÃan con una verdadera religión, aunque el número era pequeño. Parece entonces que el lenguaje es hiperbólico.
Pero debemos observar que el Profeta aquà habla de las personas con exclusión de los fieles. Para que esto pueda parecer más evidente, debemos recordar un pasaje en el octavo capÃtulo de IsaÃas,
"Sellar la ley y atar el testimonio de mis discÃpulos" ( IsaÃas 8:16;)
donde parece que Dios vio que envió a su Profeta en vano, y que sus labores se gastaron en vano entre un pueblo totalmente irrevocable. Por eso dice: "Ata el testimonio y sella la ley entre los discÃpulos". Vemos que Dios reunió a los pocos en quienes quedaron semillas de la verdadera religión, sÃ, en cuyos corazones se encontró alguna religión. Entonces no estaban contados con la gente. Asà que ahora JeremÃas no consideraba a Baruch y algunos otros como parte de ese pueblo reprobado; y habla, como se ha dicho, de la comunidad en general; porque habÃa algunos separados del resto, no solo por el consejo secreto de Dios, sino según el juicio que se habÃa pronunciado. Por lo tanto, verdaderamente declara que no habÃa un solo hombre.
También deberÃamos considerar con quién estaba luchando. Por un lado estaban el rey y sus consejeros, quienes, inflados con las promesas, que pervirtieron, no creÃan posible que el trono de David cayera.
"Este es mi descanso para siempre. Mientras el sol y la luna lo sean, ellos serán mis testigos en el cielo, para que tu simiente nunca falle". (Salmo 132:14; Salmo 89:37.)
Con tales palabras estaban armados. Pero como los hipócritas reclaman falsamente las promesas de Dios, estos hombres sin principios se jactaban de que Dios estaba de su lado. JeremÃas también tuvo que pelear con otra parte, como veremos más adelante, es decir, con una gran cantidad de falsos profetas; porque habÃa un mayor número de ellos, como se puede encontrar en el mundo. Toda la orden sacerdotal era corrupta, y abiertamente en guerra con Dios; y la gente no era nada mejor. JeremÃas tuvo que lidiar con el rey y sus consejeros, con los falsos profetas, con los sacerdotes impÃos y con los impÃos. Entonces dice que no habÃa un solo hombre entre ellos que se dedicara a apaciguar la ira de Dios.
Buscar juicio es lo mismo que trabajar por la rectitud: para la palabra ×שפ×, meshephet significa rectitud o equidad, o la regla de actuar con justicia. Ãl dice entonces, que no habÃa nadie que practicara lo que era justo; que no habÃa nadie que buscara la verdad La verdad, como en un verso que sigue, debe ser tomada por integridad, honestidad; como si hubiera dicho, que todos fueron entregados a falsedades, fraudes y artesanÃas. Por lo tanto, era imposible que Dios hubiera sido propicio para la ciudad; para el relativo × después de ×, siendo del género femenino, no puede aplicarse de otra manera que a Jerusalén. Entonces Dios dice que serÃa misericordioso si se pudiera encontrar un hombre justo entre los consejeros del rey, o entre los sacerdotes o entre los profetas: pero todos se habÃan unido en oposición a todo justo y correcto. Sigue -
1. Recorre las estrechas calles de Jerusalén, y mira, rezo y sé; SÃ, busca en las calles anchas; Si puedes encontrar un hombre, si hay alguno, que haga justicia, que busque fidelidad, entonces lo perdonaré.
El × después de ×× a menudo se puede representar "Entonces;" y este pasaje requiere que se preste asÃ. "Que pueda perdonarla" es la versión de Blayney; pero esto difÃcilmente corresponde con la parte anterior; "Si" y "eso" no forman ninguna conexión. - Ed
VersÃculo 2
Esto se agrega a modo de anticipación; porque los judÃos, como es bien sabido, pensaban que tenÃan una tapadera para todos sus vicios, en la medida en que tenÃan el nombre de Dios continuamente en sus bocas. Desde entonces profesaron adorar al Dios de Abraham, pensaron que este pretexto era suficiente para cubrir toda su maldad. El Profeta obvia esta objeción, y muestra que este disfraz no sirvió de nada, porque al usar asà el nombre de Dios, lo profanaron: y él va más allá; porque él muestra que los judÃos, no solo en la práctica común, eran completamente indigentes del temor de Dios, sino que cuando algo de tipo religioso aparecÃa entre ellos, era sacrÃlego; y esto es mucho peor que cuando se olvida el nombre de Dios, y los hombres miserables se otorgan una licencia completa para pecar, como si no pudieran ocultar su maldad: porque cuando provocan abiertamente a Dios, y por deshonrarlo, ¿cómo? ¡detestable y cuán monstruosa es su impiedad! Esto es lo que establece JeremÃas: aunque dicen: Vive Jehová, pero en esto juran falsamente
Ahora percibimos el significado del Profeta: en primer lugar, les quita a los hipócritas su vana confianza al pensar que Dios serÃa propicio para ellos, siempre que declararan su nombre, sin considerar cuán precioso es el nombre de Dios, pero considerándolo como nada jure descuidadamente por su nombre: pero el Profeta no solo condena la hipocresÃa de los judÃos, sino que, como ya he dicho, aumenta su maldad; porque dudaron en no profanar el sagrado nombre de Dios y continuar, por asà decirlo, una guerra abierta con él, abusando de su nombre al jurar.
Al mencionar, Vive hace Jehová, se refiere a las palabras que los piadosos también usan cuando hacen un juramento; porque cuando apelan al Dios viviente, es lo mismo que si estuvieran ante su tribunal; y al mismo tiempo dijeron que sabÃan que aunque Dios puede diferir su venganza, sin embargo, se debe dar cuenta, porque él siempre vive. Por lo tanto, los piadosos reconocen que no se gana nada por demora, en caso de que Dios suspenda su venganza, si juran falsamente. Pero el Profeta, como ya he dicho, aplica esto a los hipócritas, que parecÃan atribuir un gran honor a Dios, porque nada es más engañoso que sus palabras: la hiel en su corazón, mientras que la miel estaba en sus labios. Por lo tanto, el Profeta se burla de esta falsa pretensión y dice: "Incluso cuando juran con la mayor solemnidad en cuanto a las palabras utilizadas, y muestran una gran preocupación por la religión, sin embargo, juran falsamente". Algunos renderizan ×××, lacen, seguramente o ciertamente; pero el significado será más claro si lo expresamos "sin embargo". (129) Sigue -
Y aunque "Vive Jehová", dicen, Sin embargo, juran falsamente.
Los verbos están en tiempo futuro, pero se usan para expresar actos presentes, como es el caso a menudo en hebreo, y también muy comúnmente en galés. Las palabras en el último idioma pueden expresarse exactamente como en el primero y entenderse como que hablan de lo que está presente.
. cy) Ac er âByw yw Jehovaâ un defensor, Etto yn gelwyddog y tyngant.
- Ed.
VersÃculo 3
Algunos dan una exposición forzada del comienzo del versÃculo, o más bien lo pervierten, como si el Profeta hubiera dicho, que Dios no apartarÃa sus ojos de lo que era correcto, porque él ejecutarÃa rÃgidamente su venganza sobre su pueblo. Pero JeremÃas continúa aquà con el mismo tema, ya que no hay importancia que se atribuya a la división de los versÃculos. Los que los han dividido a menudo han pervertido sin saberlo el significado. Las divisiones no deben ser atendidas, solo el número debe ser retenido como una ayuda para la memoria; pero en cuanto al contexto, a menudo son un obstáculo para los lectores; porque es absurdo mezclar cosas que están separadas y dividir lo que está conectado. Este comentario se me acaba de ocurrir y es necesario, ya que este lugar lo requiere; para el Profeta, después de haber dicho que los judÃos eran pérfidos y culpables de duplicidad, e indigentes de toda integridad, agrega de inmediato: Pero los ojos de Dios consideran la fidelidad; como si hubiera dicho que en vano fingieron decir el nombre de Dios e hicieron una demostración de religión mediante ceremonias y una exhibición externa; porque Dios busca en el corazón y no le importan esas máscaras externas por las cuales los ojos de los hombres quedan cautivados.
El Profeta de manera muy significativa dirige su discurso a Dios, para mostrar que estaba cansado de dirigirse a la gente, porque vio que no prevalecÃa nada con los obstinados; porque si hubiera habido algún espÃritu de enseñanza en los judÃos, sin duda los habrÃa exhortado a practicar la integridad. Pudo haber dicho: "Están equivocados si juran falsamente en nombre de Dios y se convencen de que él será su Padre; porque sus ojos consideran la fidelidad y la rectitud de corazón ". Esta habrÃa sido una forma regular de proceder, y este modo de enseñanza habrÃa sido el más adecuado: pero JeremÃas rompe bruscamente su dirección y deja a su propia gente; "Oh Dios", dice, "tus ojos miran la fidelidad"; como si hubiera dicho: â¿Qué más puedo hacer con esta gente miserable? Dirijo palabras a rocas y piedras: por lo tanto, te digo adiós, y no tendré más que ver contigo; Ahora me volveré a Dios ". Ahora vemos cuán mucho más forzado y sorprendente es este cambio del pueblo a Dios, que si el Profeta continuara dirigiéndose a los judÃos y tratara de instruirlos: porque ahora muestra que estaba cansado; porque vio que su trabajo era inútil y que todos a los que se habÃa dirigido eran completamente refractarios: ni, al mismo tiempo, tenÃa la intención de pronunciar estas palabras al azar y sin ningún propósito; No, su objetivo era tocar con mayor dureza a aquellos que eran estúpidos, haciéndoles saber que dejó de dirigirse a ellos, porque no tenÃa ninguna esperanza de respetarlos.
Pero lo que he dicho en otra parte debe tenerse en cuenta, que los Profetas no escribieron todo lo que predicaron, sino que recogieron la sustancia de lo que habÃan entregado a la gente; y esta colección ahora forma los libros proféticos. Por lo tanto, no hay duda de que JeremÃas habÃa hablado en general sobre el arrepentimiento, que habÃa expuesto los pecados de los hipócritas, que habÃa desmentido las falsas pretensiones de la gente, y que habÃa reprobado severamente su obstinación. Pero después de haber hecho todas estas cosas, encontró que era necesario desistir de seguir su curso, porque vio que no se podÃa esperar ningún fruto de su trabajo y su predicación. Ahora, cuando los judÃos sabÃan esto, deberÃan haber sido profundamente afectados; y este deberÃa ser el caso con nosotros ahora, cuando vemos que el espÃritu de Dios es provocado por nuestra perversidad; y como esto es algo terrible, es lo que más debe tocar nuestros corazones. Considere de qué se trata: Dios nos invita todos los dÃas amablemente a sà mismo; pero cuando ve que nuestros corazones y cabezas están extremadamente duros, nos deja, porque lamentamos su EspÃritu, como lo dice IsaÃas. ( IsaÃas 63:10.) No era, entonces, un modo habitual o común de enseñanza que el Profeta adoptó; pero se calculó que tenÃa más efecto que la simple instrucción; porque él muestra que la maldad de la gente ya no podÃa ser soportada.
Jehová, dice, tus ojos, ¿no están en la verdad? En este discurso a Dios hay un contraste implÃcito entre Dios y los hombres. Los más malvados, lo sabemos, se halagan a sà mismos mientras pueden retener la buena opinión y los aplausos del mundo; y mientras continúan en honor, duermen en sus vicios. Esta tonta confianza es lo que el Profeta evidentemente expone; porque él insinúa que los ojos de Dios son diferentes a los de los mortales: los hombres pueden ver muy poco, apenas tres dedos delante de ellos; pero Dios penetra en lo más recóndito y oculto del corazón: y el Profeta habla asà de los ojos de Dios, para mostrar cuán inútiles son las opiniones de los hombres, que solo consideran una espléndida apariencia externa. En verdad, el Profeta significa, como en el primer verso, integridad de corazón. Por lo tanto, sin razón filosofan aquÃ, quienes buscan probar de este pasaje que somos hechos aceptables para Dios solo por fe; porque el Profeta no habla de la fe por la cual aceptamos la reconciliación libre con Dios y nos convertimos en miembros de Cristo. El significado de hecho no es oscuro, que es esto: que a Dios no le importa ese esplendor externo por el cual los hombres están cautivados, de acuerdo con lo que se dice en 1 Samuel 16:7,
âEl hombre ve lo que aparece exteriormente; pero Dios mira el corazón ".
AllÃ, el EspÃritu Santo expresa lo mismo de "corazón" como lo hace aquà por fidelidad o "verdad". Para Samuel muestra que el padre de David se equivocó, porque él trajo a sus hijos que sobresalieron en su apariencia externa: "El hombre ve", dice, "lo que parece exteriormente; pero Dios mira el corazón ".
Ahora entendemos el verdadero significado del Profeta, que aunque los hipócritas se halaguen a sà mismos y el mundo entero los aliente con sus adulaciones, todo esto no les servirá de nada; porque finalmente deben presentarse ante el tribunal de Dios, y eso ante Dios la verdad solo será aprobada y honrada.
Luego agrega: Tú los has herido, y no se han afligido. El Profeta reprende aquà la dureza de la gente; porque habÃan sido heridos, pero no se arrepintieron. La experiencia, como dicen, es la maestra de los tontos; y es un viejo proverbio que los tontos, cuando se corrigen, se vuelven sabios. Tanto los poetas como los historiadores han pronunciado dichos dichos. Como, entonces, los judÃos tenÃan una disposición tan perversa, que incluso los azotes no los llevaban al arrepentimiento, era una evidencia de extrema maldad. Y asÃ, el Profeta aquà confirma lo que habÃa dicho antes, que Dios serÃa misericordioso con ellos, si se pudiera encontrar a un solo hombre en la ciudad: confirma esa declaración cuando dice: "Los has herido, pero no se han afligido". . " Los judÃos, sin duda, gimieron bajo sus azotes; sÃ, aullaron y emitieron graves quejas: porque sabemos cuán petulantemente hablaron mal de Dios. Luego se habÃan afligido; pero el dolor aquà debe tomarse en un sentido especial, de acuerdo con lo que Pablo dice del arrepentimiento, que su comienzo es dolor o pena. ( 2 Corintios 7:9.) En este sentido, es que el Profeta dice aquÃ, que aquellos que habÃan perturbado las mentes no se afligieron, porque no sentÃan que tenÃan que ver con Dios. Entonces quiere decir con esta palabra lo que quiere decir otro Profeta, cuando dice, que no consideraron la mano del que los hirió. ( IsaÃas 9:13.) Porque no dice que no tenÃan tanto sentido como para no sentir los golpes; pero que la mano de Dios no fue vista por ellos; y, sin embargo, esto es lo principal en nuestro dolor. Porque si lloramos ciega y violentamente en nuestros problemas, y lloramos, Wo, cien veces, ¿qué es todo? nuestras lamentaciones son solo las de los animales brutos: pero cuando consideramos la mano del que nos golpea, nuestro dolor es del tipo correcto. JeremÃas dice que los judÃos no se afligieron de esta manera, porque no percibieron que fueron justamente castigados por la mano de Dios.
Luego amplÃa el tema, los has consumido, dice, y se negaron a recibir corrección Al decir que habÃan sido consumidos, los prueba culpables de extrema perversidad; porque cuando Dios nos reprende a la ligera, no es de extrañar que, a través de nuestra tardanza y pereza, no seamos despertados de inmediato; pero cuando Dios dobla sus golpes, sÃ, cuando no solo nos golpea con sus varas, sino que saca su espada para consumirnos por completo; sÃ, cuando asà trata con nosotros, y ejecuta su venganza con juicios terribles, si aún somos torpes en nuestros pecados, y no sentimos cuán terrible es soportar sus juicios, ¿no debemos estar completamente cegados por el diablo? Este es entonces el estupor que el Profeta ahora deplora en los judÃos; porque no solo estaban sin un sentimiento correcto de dolor cuando Dios los hirió, sino que incluso cuando fueron consumidos, no recibieron ni admitieron corrección. Y en esta segunda cláusula, él muestra lo que ya hemos dicho, que el dolor del que habla no debe ser tomado por ningún tipo de dolor, sino de lo que se refiere al juicio de Dios, y demuestra que le tememos.
Ãl agrega: Han endurecido sus rostros como una roca y, por último, se han negado a devolver El Profeta significa que los judÃos no solo eran refractarios, sino que también no tenÃan vergüenza. Si, de hecho, hubieran dado todas las pruebas de estar avergonzados, habrÃa sido inútil, excepto que, como hemos dicho, habÃa una integridad de corazón. Pero a menudo sucede que incluso lo peor, aunque interiormente lleno de impiedad y desprecio hacia Dios, y de perversidad, aún conservan algo de vergüenza. Con el fin de mostrar que los judÃos habÃan llegado a la extrema impiedad, el Profeta dice que se habÃan endurecido la cara, es decir, que estaban completamente sin vergüenza; porque habÃan desechado todo como la razón, y no hicieron diferencia entre lo correcto y lo incorrecto, entre la honestidad y la bajeza. Como, entonces, habÃan pospuesto todos los sentimientos humanos, él dice que no quedaba nada por hacer, pero que Dios, como habÃa declarado previamente, deberÃa ejecutar en ellos una venganza extrema. Y él repite lo que habÃa dicho: que se negaron a volverse, quiere decir que pecaron y se extraviaron, no por error o falta de conocimiento, sino que ignoraron su propia seguridad a través de la maldad deliberada y deliberada, y que a sabiendas y declaradamente rechazó a Dios, para que no soportaran ni sus enseñanzas ni sus correcciones. (130)
¡Jehová! ¿No están tus ojos en la fidelidad? Los has herido, pero no se han afligido; Los has consumido, se han negado a recibir corrección; Más duros han hecho sus caras que una roca; Se han negado a regresar.
La "verdad" aquÃ, y en el primer verso, es considerada por Calvino y la mayorÃa de los comentaristas, como fidelidad hacia los hombres. Pero una visión correcta del contexto mostrará que se refiere a la fidelidad hacia Dios. ¿De qué habla el versÃculo anterior? De infidelidad hacia Dios - jurando falsamente en su nombre; es decir, hacer una profesión falsa e hipócrita de él; y en este verso se los describe como rehusándose a regresar a él. En los versos quinto y sexto se los representa como "quebraron el yugo" y que lo apostataron; y en el séptimo se menciona expresamente su persecución a otros dioses.
La palabra "juicio" se ha tomado de la misma manera, pero no, en mi opinión, de acuerdo con el contexto. Hacer juicio es hacer lo que es justo y correcto; y "el camino de Jehová" y "el juicio de Dios", en el siguiente versÃculo, son los mismos y, por lo tanto, se ponen en aposición; la palabra "ni", en nuestra versión, se introduce incorrectamente. El camino del Señor es el que él ha prescrito en su palabra; y se llama su juicio, porque es lo que ha determinado y ordenado, o lo que es justo y correcto. Dios no solo habÃa revelado su ley, sino que también la habÃa designado y ordenado para el pueblo de Israel. Su ley se llama un camino, porque señala el curso que debemos tomar; y es su juicio, porque es lo que Dios ha determinado, arreglado y designado. Por lo tanto, en el quinto verso se dice que rompieron el yugo y rompieron los lazos. El yugo era la ley, y los lazos eran de lealtad y obediencia; o eran los lazos de la justicia, como se les ordenó y les impuso justamente. - Ed.
VersÃculo 4
Algunos piensan que el Profeta aquà es una excusa para la gente y, en la medida de lo posible, atenúa su culpa; pero están muy equivocados Porque no hay duda de que él, según esta comparación, muestra más claramente cómo el remedio pasado era entonces el estado de las cosas. La suma, entonces, de lo que dice es que las corrupciones prevalecieron tanto, no solo entre la multitud, sino también entre los hombres principales, que no quedaron firmes, como dicen, desde la cabeza hasta la planta del pie. Casi lo mismo, solo en otras palabras, es declarado por IsaÃas en el capÃtulo veintiocho; porque después de haber hablado en general contra la gente, ataca a los hombres principales y dice que estaban ebrios no menos que la gente común, que estaban ebrios de vino y bebidas fuertes. Pero el significado es que eran como hombres borrachos, porque no sentÃan vergüenza, mientras se abandonaban a los hechos más vergonzosos.
Con el mismo propósito es lo que JeremÃas dice aquÃ, cuando declara, que él pensó que ellos eran los pobres que habÃan pecado asÃ, y que ocultaban a los hombres y no tenÃan fama; pero que habÃa encontrado lo mismo entre los hombres principales que entre la gente común. De hecho, podrÃa haber dicho: "No solo las órdenes más bajas, la multitud, se han corrompido, sino también los hombres principales, que deberÃan haber superado al resto". Pero mucho más sorprendente es la comparación, cuando dice: âPuede ser que estos hombres miserables hayan pecado porque no entendieron la ley de Dios, ni es una maravilla; pero se encontrará mayor integridad en los hombres principales ". Al hablar asÃ, el Profeta lleva al lector al centro de la escena y le muestra que no solo todas las personas fueron culpables, sino también los sacerdotes y los profetas, y los hombres principales del estado. El diseño del Profeta es asà evidente.
Dije, dice, no que él pensara eso; porque vio que todas las cosas estaban en tal desorden, que no se podÃa esperar nada mejor de los hombres principales que de la gente común. Esto lo vio claramente el Profeta: pero, como he dicho, deseaba mostrar aquÃ, mediante una representación sorprendente, cuán miserable era la condición de todo el pueblo. Ãl dice: Seguramente, la partÃcula ××, ak, es afirmativa o, como en el siguiente verso, un adversario. Algunos, de hecho, lo toman aquà en el sentido de ××××, auli, tal vez, o, puede ser; y considérelo como una concesión: "Permitámoslo", dice; "Son los pobres, no tienen importancia, son como las desviaciones, que asà han pecado: no es nada extraño, si se comportan asà de tontamente, porque no conocen el camino de Jehová, ni el juicio de su Dios â (131)
La ley fue, de hecho, dada a todos sin ninguna diferencia; para que la gente común no tuviera excusa. Pero este mal ha prevalecido casi en todas las épocas, que pocos asisten a la enseñanza de la ley; porque no hay nadie que no esté dispuesto a sacudirse este yugo. La gente común, de hecho, piensa que tienen alguna excusa para descuidarlo, porque no tienen tiempo libre y no nacen para estaciones altas. El Profeta luego habla de acuerdo con esta opinión predominante; pero él no atenúa su culpa, quien alegó ignorancia como excusa, porque no se les habÃa enseñado en las escuelas; porque, como se ha dicho, Dios pretendÃa su ley para todo el pueblo sin excepción.
Por el camino de Jehová y el juicio de Dios, el Profeta quiere decir lo mismo: tal repetición es muy común en hebreo. Dios, al prescribirnos la regla de vida, nos muestra la forma en que debemos caminar: nuestra vida, en efecto, es como un curso; y no es la voluntad de Dios que corramos al azar, pero él nos plantea el objetivo hacia el cual debemos proceder, y también nos dirige de la única manera que lo lleva a ello. Porque es el oficio de la ley que nos llame de regreso de nuestro deambular, y que nos lleve a la marca que tenemos ante nosotros. Por eso la ley se llama el camino de Jehová; y juicio, ×שפת, meshephet, como se dijo ayer, significa rectitud o una regla de vida. Lo que él llama en la primera cláusula la ley de Jehová, él llama en la segunda el juicio de Dios. Y asà demuestra que eran inexcusables, que objetaron que eran miserablemente ignorantes y que no sabÃan nada; porque era el propósito de Dios mostrarles, no menos que a los más sabios, cómo debÃan vivir.
Entonces dije: Sin duda, los pobres son estos, se han vuelto estúpidos, porque no han conocido el camino de Jehová, el juicio de su Dios.
- Ed.
VersÃculo 5
Ahora agrega, iré a lo grande. Por lo grande se referÃa a los sacerdotes y los profetas, asà como a los consejeros del rey y al rey mismo. Iré, (132) luego, dice, a los grandes, y les hablaré Es lo mismo que si él hubiera dicho, que en todas partes su el trabajo fue en vano, ya que no solo hablaba a los sordos cuando se dirigÃa a los analfabetos vulgares, sino también cuando se dirigÃa a los hombres principales. He dicho que el Profeta no hizo la investigación como dudosa, pero su propósito era hacer que los jefes se avergonzaran de sà mismos, y también para confirmar lo que habÃa dicho antes, que no se podÃa encontrar a un hombre justo y recto. en Jerusalén
Porque ellos saben, dice, etc. Ãl declara lo mismo en las mismas palabras. Pero debemos recordar que el Profeta no creyó esto; pero habla de eso como algo que parecÃa probable: porque ¿quién podrÃa haber pensado que habÃa tanta ignorancia en los jefes? porque tenÃan gran estima entre la gente. Desde entonces prevaleció la opinión de que todos los que gobernaban conocÃan bien la ley, JeremÃas habla de acuerdo con lo que comúnmente se pensaba y dice que conocÃan el camino de Jehová.
Luego agrega: Pero (porque ××, ak, debe tomarse aquà de manera adversa, y su significado correcto es, no o pero) igualmente han roto el yugo, han roto los lazos; es decir, âSi alguien piensa que los gobernantes son mejores que la gente común, está muy engañado; porque tengo pruebas suficientes para demostrar que su conducta es la misma; han roto el yugo de Dios no menos que el más ignorante ". Con esta repetición, confirmó más completamente su deserción y, al mismo tiempo, les recordó lo vergonzoso que era, que los profetas, sacerdotes y gobernantes, que ocupaban los primeros lugares en el estado, se habÃan vuelto tan desenfrenados en sus vicios. Sigue -
VersÃculo 6
AquÃ, al fin, Dios muestra que fue moderado en sus juicios, de modo que los malvados en vano lo acusaron, como es habitual con ellos, con demasiado rigor.
Algunos expresan las palabras en tiempo pasado, y piensan que tiene sentido, que el Profeta les recuerda a los judÃos que no habÃan sido afectados sin razón por tantos males, ya que merecÃan castigos más pesados. Pero se puede tomar otra opinión; porque sabemos que en hebreo los tiempos a menudo cambian; y me inclino a considerar el tiempo futuro según lo previsto; porque el Profeta parece no estar aquà para registrar lo que ya habÃan sufrido, sino para recordarles el fuerte castigo que les esperaba. Herirlos será el león del bosque
El lobo se llama el lobo de las soledades, debido a su salida del desierto. Algunos expresan las palabras, "el lobo de la tarde"; y esto puede ser permitido. De hecho, sabemos que en otros lugares los lobos hambrientos se llaman lobos de la noche; porque después de haber buscado a su presa durante el dÃa, y al no encontrarla, se vuelven casi locos por la noche y su hambre los hace correr furiosamente en todas las direcciones. Esta explicación, entonces, puede ser admitida. Pero como dice primero, que el león vendrÃa del bosque, es más probable que se describa al lobo como proveniente del desierto. (133) En cuanto a la importación general del pasaje, no hay mucha diferencia.
Aquà menciona tres bestias salvajes: el león, el lobo y el leopardo. Por estas bestias salvajes comprende sin duda a los enemigos, que en breve los atacarÃan con la mayor crueldad. Es cierto que los judÃos, antes del tiempo en que JeremÃas les habló, habÃan sido afectados por muchos males; porque Dios no los habÃa castigado solo una vez, sino que les habÃa dado advertencias frecuentes; y si hubiera habido alguna esperanza de arrepentimiento, podrÃan haber continuado con seguridad, aunque considerablemente reducidos. Pero JeremÃas parece predecir el castigo futuro: por lo tanto, se refiere, no solo a los egipcios y los asirios, sino también a otros enemigos. Sabemos que esa gente era odiada por todos sus vecinos y habÃa sufrido graves daños incluso por parte de sus propios familiares. Dado que muchas naciones eran hostiles a los judÃos, no es extraño que el Profeta enumere aquà tres tipos de bestias salvajes; como si hubiera dicho que vendrÃan enemigos de todas partes, que, como leones, lobos y leopardos, desahogarÃan su furia sobre ellos, porque habÃan provocado la ira de Dios con tanta frecuencia y durante tanto tiempo. Al mismo tiempo, Dios verifica aquà las falsas quejas que los malvados suelen alegar, y muestra que él es un Juez justo, y que los judÃos no pueden culpar a los castigos que infligió: y fue por este propósito que usó la partÃcula, Por lo tanto - ×¢×-××, ol-kan.
También agrega: Un leopardo vigilará, para que pueda desgarrar a todos los que salgan de las ciudades. Este lenguaje es sin duda metafórico; y lo que quiere decir es que cuando los enemigos ocuparan la tierra, los judÃos serÃan encerrados en sus ciudades y no se aventurarÃan a salir, porque los peligros los aguardarÃan en todas partes.
Al final del verso, repite nuevamente y habla más completamente de lo que quiso decir con âPor qué - ×¢×-××,â al comienzo del verso; (134) porque él dice: Porque multiplicados tienen sus transgresiones, y aumentados tienen sus deserciones. Por estas palabras prueba aún más lo que habÃa dicho, que Dios es un justo juez, incluso cuando parece ser demasiado severo: porque no podrÃa haber sido de otra manera, sino que debe haber visitado con extrema venganza a un pueblo tan abandonado e irreclamable. Tampoco los llama malvados y apóstatas, sino que dice que sus iniquidades, (135) o malas acciones, fueron muchas y que sus deserciones habÃan aumentado Y por la última expresión amplifica su culpa: porque פשע, pesho, no significa simplemente ofender, sino actuar malvadamente; sin embargo, alejarse de Dios es un pecado más bajo y más atroz. Por lo tanto, aprendemos que tal era la maldad de los judÃos, que no podÃa corregirse por medios comunes o castigos moderados. Luego agrega:
Debido a que han multiplicado sus transgresiones, Han fortalecido (o aumentado) sus apostasÃas.
- Ed.
VersÃculo 7
Aquà hay lo que los retóricos llaman una conferencia: porque Dios parece buscar el juicio de la parte adversa, con quien él sostiene, sobre la causa entre ellos, aunque estaba suficientemente claro; Y esta es una prueba de confianza. Cuando los defensores desean mostrar que no hay nada dudoso u oscuro, deliberan asà con la parte opuesta: âPor qué, te propondré el asunto en privado; tienes algo que decir? Incluso si estuviera en libertad de determinar la pregunta, ¿no le obligarÃa a pronunciar un juicio como este? Asà que ahora Dios muestra que estaba obligado, por asà decirlo, por necesidad de infligir a los judÃos un castigo más severo, e insinúa que no estaba, por asà decirlo, en libertad de hacer lo contrario. "Si yo soy", dice, "el juez del mundo, ¿es posible que puedan escapar sin castigo, que por lo tanto me provocan abiertamente? ¿No deberÃa exponerme al ridÃculo mi gloria? ¿Y no deberÃa también despojarme de mi propio poder? DeberÃa dejar de ser lo que soy, y de alguna manera negarme a mà mismo, si no castigara a un pueblo tan malvado e irrevocable ". Ahora percibimos el significado del Profeta.
Algunos consideran que ×, vau, debe entenderse, y toman ××, ai, para ×××, ain, y leen asÃ: "No lo haré perdónate por esto. Pero como no hay razón para hacer ningún cambio, y muchos están de acuerdo con la opinión que se ha dado, prefiero seguir lo que se ha recibido más comúnmente. El significado de ××, ai, en hebreo es "donde;" pero también significa "cómo:" y aquà debe entenderse, no de lugar, sino de manera, "¿Cómo podrÃa ser propicio para esto?"
Vemos cómo Dios, por asà decirlo, delibera con la parte opuesta, e incluso apela a ellos para que juzguen: "Di ahora, si te permitiera tanta libertad y poder como para decidir la cuestión, ¿podrÃa yo ser el juez?" del mundo, ¿te sobra quien eres culpable de tales vicios?
Tus hijos me han abandonado. Este fue el primer pecado: y cuando Dios se quejó de que habÃa sido abandonado, él insinuó que la gente habÃa arrojado voluntariamente el yugo deliberadamente y por deliberada maldad; porque lo mismo no podrÃa haberse dicho de los paganos. Es cierto, si tenemos en cuenta el principio, que todos pueden ser acusados ââde deserción, porque Dios se habÃa revelado a los hijos de Adán y de Noé; y cuando cayeron en supersticiones, se convirtieron en apóstatas. Pero la deserción del pueblo judÃo fue mucho más reciente y menos soportable: no, cuando se jactaban de ser el pueblo de Dios, ¿quién podrÃa haber alegado la pretensión de ignorancia? Ahora vemos lo que quiere decir el Profeta cuando dice que Dios habÃa sido abandonado por la gente.
Luego agrega: Han jurado por un no-Dios. Quiere decir, al declarar una parte para el todo, que la adoración a Dios se ha corrompido y viciado: porque jurar, como se dijo ayer, es parte de la adoración de Dios. Cada vez que juramos por el nombre de Dios, profesamos que estamos bajo su poder y que no podemos escapar si juramos falsamente: también le atribuimos su gloria como el Dios de la verdad; y además testificamos que nada se le escapa o que se oculta de su vista. Por lo tanto, al decir aquà que los israelitas juraron por un no-dios, quiere decir que Dios fue privado de su propio derecho. Eran realmente culpables de otros pecados; pero, como se ha dicho, el Profeta incluye bajo un tipo todas las supersticiones que prevalecieron entre la gente. Entonces fue lo mismo que él habÃa dicho, que adoraban a Ãdolos y dioses, a quienes habÃan ideado para sà mismos.
Agrega una circunstancia que aumentó su culpa, los he llenado, dice, y han cometido adulterio. Aquà hay una sorprendente aliteración, que no debe omitirse, habÃa dicho, ×ש××¢×, ishbon, "Han jurado"; y ahora dice: ×ש××¢, ashbo, "los he llenado". La única diferencia está en un punto; cuando se coloca en el lado izquierdo de ש, shin, la palabra significa llenar, y cuando está a la derecha, jurar. (136) El Profeta luego dice que habÃan jurado ante otro Dios y, sin embargo, habÃan sido llenos de Dios, que aquà mostraba cuán baja y vergonzosa habÃa sido la ingratitud del personas; porque habÃan sido llenos al máximo con todas las bendiciones, y sin embargo no reconocieron a su propio Dios, que habÃa sido para ellos un Padre, tan amable y generoso: los he llenado, dice, y han cometido adulterio.
Ahora, este pasaje nos enseña que aquellos que se extravÃan, cuando son seducidos por la bondad y la generosidad paternas de Dios, son por eso los más indignos del perdón. Cuando los hombres se vuelven desenfrenados contra Dios, mientras él los está complaciendo amablemente, sin duda atesoran su ira contra el dÃa de la ira, como nos dice Pablo en Romanos 2:5. Prestemos atención, para que no nos entreguemos, mientras Dios, por asà decirlo, nos está complaciendo; y para que la prosperidad no nos lleve a la desenfreno, pero aprendamos a someternos voluntariamente a él, incluso porque él nos invita amablemente y dulcemente a sà mismo; y cuando se muestre tan amoroso, aprendamos a amarlo.
Ãl dice que cometieron adulterio. Esto se puede tomar metafóricamente: pero como en el siguiente verso se burla de sus deseos y adulterios vagos, esta frase se puede tomar en su sentido literal. TodavÃa creo que el adulterio aquà debe entenderse en sentido figurado, lo que significa que no tenÃan castidad espiritual, ya que no le dieron a Dios su propia gloria. Dice además: Y en la casa de la ramera se han reunido. La palabra "casa" puede tomarse en el caso nominativo, como los judÃos podrÃan haber sido llamados la casa de la ramera; como si el Profeta hubiera dicho que toda Jerusalén y Judea eran como burdeles. Pero algunos consideran que ×, beth, se entiende, de modo que se reunieron, por asà decirlo, en la casa de una ramera; y que alude asà al templo. Y es una marca de gran desvergüenza, cuando muchos adúlteros u hombres sin sentido se reúnen en una casa; porque la mayorÃa se avergüenzan de sus adulterios, por lo que se esfuerzan por ocultar su bajeza; pero cuando se unen en tropas, como si estuvieran debajo de una pancarta levantada, es una prueba de que no hay vergüenza, sino que ignoran toda decencia. como bestias brutas El significado más adecuado es, entonces, que se dice que se han reunido en burdeles, porque se glorÃan en sus propias supersticiones y sacrilegios. (137) Sigue -
Y la casa de la ramera se amontonan.
El verbo para "multitud" parece ser transitivo, aunque intransitivo en Miqueas 5:1. - Ed.
VersÃculo 8
JeremÃas viene ahora, creo, a la segunda mesa, y menciona un tipo de maldad; pero su objetivo era mostrar que no habÃa castidad, ni fidelidad, ni honestidad en esa gente. Por lo tanto, los compara con caballos desenfrenados y lujuriosos, y asà expone su conducta infame. Si hubiera dicho que todos acechaban la cama de su vecino, habrÃa sido un crimen atroz; pero cuando él llama a su lujuria relinchar, y los llama caballos, y aquellos que están bien alimentados, y que se levantan poco después de que están llenos, sin duda muestra que tal era su incontinencia, que no solo eran insensatos y adúlteros, sino que eran peores. y más base, porque no diferÃan nada de los caballos lujuriosos y los caballos bien alimentados. Algunos leen la última palabra "armado", deduciéndolo de ××× izan, que significa estar armado; y otros lo derivan de ×××, zun, que significa comer, y por lo tanto toman ××××, muzan, para comer. De hecho, no hay duda de que aquà significa "alimentado" o gordo; porque ¿por qué deberÃa llamarlos caballos armados? Lo que algunos dicen, que se levantaron temprano después de haber cometido adulterio, para exhibir su desgracia y jactarse de sus vicios, es demasiado descabellado. Lo que se quiere decir es que eran caballos fuertes y activos, y que se levantaron temprano después de haber sido bien alimentados. (138)
Ahora entendemos el objeto del Profeta: la suma del todo es que no habÃa castidad entre los judÃos, porque se entregaron a lujurias sin sentido, no solo como adúlteros y prostitutas, sino como caballos lascivos. Sin embargo, como hemos dicho, él incluye aquÃ, bajo incontinencia, robos, fraudes, violaciones y todos los vicios de este tipo; porque sin duda acusa a los judÃos de ser culpables de transgredir la segunda tabla de la ley. Luego agrega:
¡Caballos bien alimentados! se han vuelto libidinosos; Se relinchan, cada uno ante la esposa de su vecino.
Tanto Venema como Blayney están de acuerdo en dar este significado.
No parece, cuando se ve todo el contexto, que el adulterio aquà deba tomarse en su sentido literal. Es el adulterio espiritual, es decir, la idolatrÃa, a lo que se hace referencia en todo el capÃtulo. Además, la comparación en este versÃculo es tal, que su aplicación es más adecuada para actos idólatras que para aquellos que son adúlteros. Lo mismo puede decirse de lo que se encuentra en el versÃculo anterior: que abarrotaron la casa de la ramera. Este no es tanto el caso en el adulterio como en la idolatrÃa, cuando las personas llenan sus templos idólatras. Un sÃmil a veces se lleva más allá de lo que realmente es el caso, para transmitir una idea correcta de lo que se pretende ilustrar. Cuando se dice que son como sementales bien alimentados, y relinchando a las esposas de sus vecinos, el propósito era mostrar con qué intenso ardor estaban dedicados a la idolatrÃa: y sin duda se hizo una comparación degradante para desacreditarlos. su loca propensión: era como el instinto impetuoso de un animal, descontrolado por cualquier razón, persuasión o protesta. - Ed.
VersÃculo 9
Dios nuevamente mantiene, por asà decirlo, una conferencia con ellos, y para este propósito, para que él pueda revisar todas sus quejas y cerrar la boca, para que no se opongan y digan que fueron tratados con demasiada severidad. Para que esta objeción pueda ser eliminada, Dios repite que no podÃa perdonar pecados tan atroces. Y se adopta este principio, que era imposible no castigar a esos hombres malvados que no se arrepentirÃan. Ya que Dios es el Juez del mundo, no puede entregar su juicio más que su esencia. Como, entonces, la majestad de Dios y su cargo de Juez están inseparablemente conectados, el Profeta concluye que lo que los judÃos pensaban que era imposible, es decir, que podÃan escapar impunes y continuar provocando a Dios, por asà decirlo, por guerra abierta, con sus pecados espantosos: ¿No deberÃa visitarlo entonces, dice Jehová?
Aquà se introduce el nombre de Jehová. Un juez terrenal puede perdonar al impÃo y al peor de los hombres; pero esto no puede ser hecho por Dios; porque cada vez que Dios perdona, lleva a los pecadores al arrepentimiento: para que nunca sufra pecados para quedar impune. Porque el que se arrepiente se convierte en su propio juez, y anticipa el juicio de Dios. Donde entonces hay una verdadera conversión, Dios no muestra indulgencia a los pecados. Pero cuando la persistencia en los pecados es tal, que los que son advertidos desprecian toda instrucción, es imposible que Dios perdone; como en ese caso él renunciarÃa a su propia gloria, que nunca puede ser. ¿No deberÃa visitarlo entonces, dice Jehová?
¿Y en una nación como esta no deberÃa vengarse de mi alma? Dios habla aquà a la manera de los hombres, porque no busca venganza; y cuando habla de su alma, incluso esto no es estrictamente adecuado para él; pero aquà no hay nada oscuro; porque lo que se quiere decir es que él está en enemistad con la maldad, como se dice en Salmo 5:5, que no puede soportar la iniquidad. Como es asÃ, se deduce que debe ser expulsado de su trono celestial, o se debe infligir castigo a los malvados, que permanecen perversos y no ponen fin ni lÃmites a sus pecados. Cada vez que el engaño se apodera de nosotros y Satanás busca, por sus atractivos, llevarnos a olvidar el juicio de Dios, que esto venga a nuestras mentes: que Dios no serÃa Dios, excepto que castigara los pecados. Entonces es necesario que castigue los pecados o esté disgustado con nosotros: pero, como se ha dicho, no puede ser inconsistente consigo mismo o diferente en su naturaleza, ya que no puede haber ningún cambio en él. O bien su mano se extiende para castigar nuestros pecados, o su juicio debe ser anticipado por nosotros. ¿Y cómo se puede hacer esto? Al aprender a condenarnos a nosotros mismos, al enojarnos con nuestros pecados.
Por lo tanto, cuando nuestra conversión sea de este tipo, Dios será misericordioso con nosotros; y asà no perdonará nuestros pecados, como si los aprobara, o como si no ejerciera su cargo como juez. Pero como he dicho, lo que se enseña aquà está dirigido correctamente a aquellos que son refractarios, o que Satanás hace tan estúpidos y olvidadizos, que no se llaman a sà mismos a una cuenta; en resumen, lo que se dice aquà hará que los impÃos, que continúan en su perversidad, sean inexcusables, o despertará a los que son curables, para que puedan juzgarse a sà mismos y no esperar hasta que Dios extienda su mano para ejecutar un castigo extremo.
VersÃculo 10
AquÃ, Dios, por boca de su Profeta, se dirige a los enemigos de su pueblo, a quienes habÃa designado para ser los ministros de su venganza: y esto era habitual con los profetas, cuando buscaban despertar de manera más efectiva y tocar los corazones de manera más aguda. hombres; porque sabemos cuán grande es su indiferencia cuando Dios los convoca al juicio. Cuando JeremÃas vio que esa simple instrucción valÃa poco, utilizó este modo de hablar. Luego, en la persona de Dios, se dirige a los caldeos y les ordena que ataquen a Jerusalén. Los profetas a menudo hablan asÃ: "Dios hará Dios por los egipcios" o "Tocará la trompeta, y él enviará por los caldeos". ( IsaÃas 5:26; IsaÃas 7:18.) Pero la representación es más efectiva para penetrar en los corazones de los hombres, cuando el Profeta a las órdenes de Dios reúne a los enemigos como un heraldo celestial y les dice qué hacer, incluso destruir toda la ciudad.
Primero dice: Asciende sus muros Con las palabras que él insinúa, que los judÃos en vano se jactaron de la altura de sus muros, porque Dios harÃa que sus enemigos los ascendieran, para que la entrada no fuera difÃcil. De hecho, esperaban estar a salvo, porque la ciudad estaba bien fortificada. Por eso dice que fueron engañados; y expone su locura, porque sus paredes no los protegerÃan.
Luego agrega: Un final no se hace Esta oración se explica de dos maneras. Algunos lo toman en el buen sentido, como si Dios mitigara el extremo de su castigo, de acuerdo con el significado que algunos atribuyen a las palabras en el último capÃtulo; porque aunque Dios en ese pasaje aterrorizó a los judÃos, sin embargo, consideran que a modo de mitigación se agregó: "TodavÃa no haré una consumación", es decir, habrá algunos restantes. Y los profetas no suelen hablar asÃ, cuando tienen la intención de mostrar que alguna semilla permanecerá para que la Iglesia no sea destruida por completo. Asà también los mismos intérpretes explican este pasaje, como si Dios hubiera dicho, que la ruina de Jerusalén serÃa tal que la Iglesia continuarÃa, porque no habrÃa consumación. Pero otros toman ×××, cale, como un fin: y este significado es más adecuado; porque Dios en este versÃculo amenaza severamente a los judÃos con la destrucción. No es una objeción, como se dice en otra parte, que la consumación no estarÃa completa; porque es bastante evidente que los profetas no siempre adoptan el mismo modo al hablar: cuando denuncian venganza contra los reprobados, no dejan ninguna esperanza; y entonces este modo de hablar a menudo ocurre: "Voy a terminar": pero cuando se dirigen a los fieles, moderan la severidad de sus amenazas diciendo: "Dios no hará una consumación". Por lo tanto, estoy dispuesto a tomar su punto de vista, que considera que la consumación aquà significa un fin; y ×××, calal, significa terminar. El significado entonces es: "Demoler la ciudad y dejar que no haya fin", es decir, destruirla por completo. (139)
Con el mismo propósito es lo que sigue inmediatamente: quita sus brotes, o sus ramas, o los dientes de sus paredes, ya que algunos dicen la palabra. Creo, sin embargo, que el Profeta se refiere al ancho de las paredes en sus cimientos; porque sabemos que los muros están tan construidos que la base es más ancha que la estructura superior. La palabra que usa el Profeta significa brotes, que se extienden por todas partes. Los que lo representan, las alas de las paredes, no me parecen entender lo que significa el Profeta; porque él no habla aquà de la parte superior de los muros, sino de los cimientos, como si hubiera dicho: "Derribar o derribar de los cimientos los muros de la ciudad" y ¿por qué? No son de Jehová, agrega. Los judÃos estaban inflados con esta vacÃa confianza, que estaban a salvo bajo la protección de Dios; porque imaginaban que Dios era el guardián de la ciudad, porque el santuario y el altar estaban allÃ. Por lo tanto, el Profeta declara que los muros o los cimientos no eran de Dios. (140) Tampoco podrÃa haberse objetado, que se dice en otra parte, que la ciudad habÃa sido fundada por el Señor: Dios habÃa elegido su habitación y su trono allÃ; pero con esta condición: que la gente lo adore fielmente. Cuando Jerusalén se convirtió en una guarida de ladrones, Dios partió de allÃ, de acuerdo con lo que dijo Ezequiel en el capÃtulo 14 (Ezequiel 14). AquÃ, entonces, el Profeta reprende esa tonta confianza, por la cual los judÃos se engañaron a sà mismos, cuando pensaron que Dios estaba obligado a abandonar la defensa de la ciudad. Niega que sus muros y cimientos fueran de Dios; porque los judÃos por sus pecados habÃan contaminado tanto el lugar entero que Dios no podÃa morar en tanta inmundicia. Sigue -
VersÃculo 11
El verbo ×××, mendigar, significa engañar, actuar pérfidamente. Entonces, Dios acusa a los judÃos aquà de perfidia, porque se habÃan rebelado de él: porque no solo se queja de que, en alguna medida, habÃan pecado contra él, y de que, por lo tanto, se ofendió con ellos, sino que los acusa de deserción general. Por eso dice que tanto los israelitas como los judÃos se habÃan vuelto pérfidos y apóstatas. SabÃamos que el pueblo ahora estaba dividido en dos reinos: y aunque JeremÃas habÃa sido dado especialmente como maestro a la tribu de Judá, todavÃa era su deber trabajar también para los israelitas. El reino de Israel habÃa caÃdo en cierta medida, porque cuatro tribus habÃan sido expulsadas y el reino estaba desmembrado y débil. Sin embargo, deseaba hacer todo lo bueno que pudiera para el remanente. Por eso dice aquÃ, que eran apóstatas malvados, porque habÃan actuado con pérfido hacia Dios. (141) Y como esta acusación fue atroz y podrÃa haber herido profundamente sus mentes, le atribuye a Dios lo que los judÃos apenas habrÃan soportado por venir de él; y dice, asà dice Jehová, como si hubiera dicho: âNo hay razón para que contiendas conmigo, como si hubiera tratado severamente contigo: contienda con Dios mismo, ya que él es quien declara que eres pérfido . " Luego agrega:
Porque ellos, disimulando, han disimulado conmigo: La casa de Israel y la casa de Judá, dice Jehová.
A medida que se repite el verbo, si hacemos que "actúe con pérfido", en lugar de repetir las palabras, para darles su fuerza y ââsignificado, debemos decir:
Porque me han tratado de manera muy pérfida.
"Tratar infielmente", según lo expresado por Blayney, es una expresión demasiado débil. "Prevaricar" es la palabra utilizada por la Vulgata, y lo mismo por la Septuaginta y el Targum. - Ed.
VersÃculo 12
Expresa de manera más clara y completa lo que habÃa dicho anteriormente. Su perfidia era que habÃan negado a Dios. No rechazo por completo lo que otros han dicho, que le mintieron a Dios: pero como × se usa aquà después de ××ש, no puedo mira que significa mentir. DeberÃa haber sido en ese caso, ××ש×, ××××× cacheshu La-Jeve: pero como es ×××××, Be-Jeve, dudo no, sino que simplemente declara que negaron a Dios; y el contexto parece requerir este significado; porque él agrega inmediatamente, que dijeron que no habÃa Dios (142) Esto ciertamente no era mentirle a Dios, sino rechazarlo como alguien que no existÃa . Como entonces la sensación serÃa menos significativa, si dijéramos que le mintieron a Dios, me inclino a tomar el otro significado, que negaron a Dios; es decir, que lo ignoraron por completo o trataron de borrar el recuerdo de él.
La razón que sigue requiere un aviso especial: han dicho: Ãl no debe aclarar esto, dice, que se jactaban de impunidad. ParecÃa, sin duda, exceder la credibilidad, cuando el Profeta dijo que los judÃos negaron a Dios; pero para que no pudieran evadir el cargo, él continuó, ellos dijeron: Ãl no lo es. Debemos considerar por qué trajo contra ellos un cargo tan grave y atroz: fue porque se jactaban de que deberÃan estar libres de los castigos que los profetas habÃan amenazado.
Entonces vemos lo que JeremÃas alega contra ellos, incluso su desprecio y también su perversidad. Se sintieron seguros a pesar de las amenazas proféticas. El Profeta dice que esto es nada menos que negar completamente a Dios. Si fuéramos jueces, esta declaración podrÃa parecer demasiado severa: pero detengámonos y aceptemos lo que el EspÃritu Santo ha pronunciado.
Y este es un pasaje notable, de donde podemos aprender cuán aborrecido por Dios es su indiferencia, quienes se endurecen contra sus amenazas y hacen caso omiso de su juicio. Porque si lo reconocemos como Dios, su poder como juez no deberÃa ser quitado. ¿Qué significa el nombre de Dios? Sin duda, los que imaginan que Dios permanece callado en el cielo y disfruta de su tiempo libre y su descanso, aunque no lo puedan negar con palabras, sin embargo, lo tratan con burla: al mismo tiempo no hay religión ni pensamiento de un ser divino. . Entonces observemos cuidadosamente este pasaje, en el que el Profeta testifica que Dios es negado por nosotros, excepto que sus amenazas nos conmueven; porque la torpeza en la que nos entregamos, cuando Dios denuncia su juicio sobre nosotros, es lo mismo que la negación de él; ni hay nada por lo que puedan atenuar su pecado que desprecian la venganza de Dios. Porque el EspÃritu Santo ha declarado de una vez por todas que todos los que juegan con los profetas dicen en sus corazones que no hay Dios, en la medida en que lo privan de su poder y de su oficio, y lo dejan solo una esencia desnuda; no, lo hacen solo una criatura de la imaginación o un mero fantasma.
Ahora entendemos el significado del Profeta: explica más completamente la perfidia con la que habÃa acusado a los judÃos; porque él dice que negaron a Dios, y dijo: Ãl no es; y probaron que hicieron todo esto, porque no creÃan que el mal estaba cerca que los profetas habÃan anunciado. Luego sigue:
12. Y ellos niegan a Jehová, y dicen: âNo es él, y no vendrán mal sobre nosotros, y la espada y el hambre no veremos . "
Luego, el siguiente versÃculo, que es una continuación de lo que dijeron, demuestra claramente cuál es el significado de esto:
13. "Y los profetas serán viento, porque la palabra no está en ellos: asà les sucederá"
o,
Asà se les hará a ellos.
Es decir, se descubrirá que son como el viento, sin haber hablado nada real, como se logrará. De hecho, la última lÃnea puede traducirse asÃ:
Asà hará él (o tratará con ellos).
La referencia en este caso es a Dios, quien, pensaron, harÃa abortar, o convertirÃa en viento, lo que los profetas habÃan amenazado. Nos parece que su ceguera y presunción han sido extremas. - Ed.
VersÃculo 13
El Profeta continúa con el mismo tema; y este pasaje es digno de atención especial, ya que no nos recomienda de manera común la predicación pública de la verdad. ¿Por qué se puede imaginar más abominable que negar a Dios? sin embargo, si no se permite que su palabra tenga autoridad, es lo mismo que si sus despreciadores intentaran arrojar a Dios del cielo o negaran su existencia. Por lo tanto, vemos cómo la majestad de Dios está, por asà decirlo, indisolublemente conectada con la predicación pública de su verdad. El diseño de este versÃculo es el mismo, en el cual JeremÃas se refiere al desprecio manifestado por la gente.
Ãl presenta a los judÃos como diciendo: Los profetas se convertirán en viento, no hay en ellos la palabra, y el mal con el que nos han amenazado, vendrá sobre sus propias cabezas. Puede haber sido, que los judÃos no dieron rienda suelta. a un lenguaje tan blasfemo; pero tan desagradable era el desprecio que mostraban hacia los profetas, que esta impiedad era lo suficientemente notoria en toda su vida. No fue entonces sin razón que el Profeta los acusó de una impiedad tan baja, que dijeron, que los profetas se convertirÃan en viento. El mismo es el caso ahora; la mayor parte, cuando Dios truena y da pruebas de su venganza por parte de sus siervos, ridiculiza todo y descuidadamente descarta cada temor: "Oh, son meras palabras; porque los predicadores fulminan audaz y terriblemente en el púlpito; pero todo desaparece, y cualquier cosa que denuncien sobre nosotros caerá sobre sus propias cabezas ". Vemos en este dÃa que muchos hombres impÃos y profanos usan un lenguaje tan bromista como este. Aunque podrÃa no haber sido, como he dicho, que los judÃos se atrevieran asà a mostrar abiertamente su desprecio hacia Dios; sin embargo, el EspÃritu Santo, que extiende su autoridad sobre los corazones, las mentes y los sentimientos de los hombres, justamente los acusó de esta gran impiedad. También se puede aprender de otros lugares, que hicieron tales avances en audacia, que dudaron en no tratar con desprecio las amenazas anunciadas por los profetas. Sin embargo, esto puede haber sido, el Profeta expone, mediante una sorprendente representación, cuán grande fue la despectiva perversidad del pueblo hacia Dios: porque aquà hay una descripción vÃvida, por la cual expone como era ante nuestros ojos cuán impÃos se habÃan vuelto los judÃos ; en la medida en que se atrevieron abiertamente a asaltar a los profetas y a acusarlos deliberadamente de declarar lo que fue en vano, los profetas, dijeron, se convertirán en viento; y más allá, no hay en ellos la palabra
Con estas palabras, los judÃos negaron que se creyera a los profetas, sin embargo podrÃan fingir el nombre de Dios, porque se jactaban falsamente de que esto o aquello les habÃa sido cometido desde arriba. Asà fue, como vemos, que todas las instrucciones fueron pisoteadas, y lo mismo encontramos hoy en dÃa; porque, ¿qué reverencia se manifiesta en alguna parte por la palabra de Dios? Este pasaje deberÃa ser especialmente notado por nosotros; porque se ve como en un espejo hasta qué punto de audacia y locura los hombres se desatarán cuando comiencen a desacreditar la palabra de Dios.
Luego agregan: Asà se les hará; o "Que asà se les haga a ellos"; porque algunos consideran las palabras como una imprecación, como si los impÃos hubieran dicho: "Que los profetas encuentren para su propia destrucción lo que son la espada, el hambre y la peste; ya que no dejan de aturdir continuamente nuestros oÃdos con estas cosas terribles, que ellos mismos experimenten estos flagelos de Dios ". Pero podemos retener la forma del verbo, asà se les hará; (143) como si se opusieran a los siervos de Dios, y fingieran ser los profetas de Dios, "¡Oh! también tenemos una profecÃa: nos aterrorizan al anunciar la espada, el hambre y la peste; a su vez podemos tomar represalias contra ellos y declarar que la peste, la guerra y el hambre están cerca de ellos; pues, ¿qué autoridad tienen ellos para asaltarnos? ¿No tenemos autoridad para hacerles lo mismo? Ahora percibimos lo que se entiende en esta última cláusula. Ahora sigue:
VersÃculo 14
Dios muestra aquà cuán intolerable era para él su desprecio al despreciar a los profetas, a quienes él mismo habrÃa atendido. Aunque Cristo no se refirió a este pasaje, cuando dijo:
"El que te escucha a mà me oye, y el que te desprecia me desprecia a mà " ( Lucas 10:16)
sin embargo, contiene una ley eterna; porque la voluntad de Dios desde el principio ha sido que sus siervos sean obedecidos, como si él mismo hubiera descendido del cielo. Por lo tanto, los judÃos trataron no menos contundentemente con Dios al despreciar a sus profetas, que si se hubieran atrevido a tratar a Dios con desprecio. Dios ahora muestra cuánto aborrecÃa esa locura, a través de la cual dejaron sin efecto todas las labores de sus sirvientes.
Por lo tanto, asà dice Jehová, el Dios de los ejércitos JeremÃas hizo este prefacio, para poder despertar más efectivamente a los judÃos; porque si él hubiera omitido Asà dice Jehová, y hubiera comenzado asÃ, "Porque habéis anunciado esta palabra, he aquÃ, como fuego será la palabra de Dios", su doctrina habrÃa sido objetada y tratada con desprecio. Pero ahora, al alegar el nombre de Dios, y eso no simplemente, sino al adornarlo con un alto atributo y llamarlo "el Dios de los ejércitos", da a conocer su poder para golpearlos con miedo. Luego dice: "Asà dice Jehová, el Dios de los ejércitos, porque habéis hablado esta palabra", etc. Aquà cambia a las personas con frecuencia; y le correspondÃa hacerlo, para que pudiera haber más fuerza y ââpunto en lo que dijo. DeberÃa haber dicho en tercera persona: "Porque han hablado asÃ, he aquÃ, haré mis palabras en tu boca", etc .: pero ahora se dirige a la gente, y luego se vuelve hacia su sirviente JeremÃas. Por lo tanto, dice: "De hecho habéis hablado asÃ". es decir, "Hablaste burlonamente, como si mis profetas no tuvieran más que el sonido vacÃo de las palabras"; He aquÃ, dice, haré mis palabras en tu boca como fuego (se dirige asà al Profeta), y este pueblo será madera, y el fuego los devorará.
Dios compara su propia palabra con el fuego, no como en otros lugares, ni por la misma razón; pero esta similitud tiene un significado particular: que la palabra profética consumirÃa a la gente como el fuego consume madera seca o paja. En otros lugares, la palabra de Dios se llama fuego, porque enciende los corazones de los hombres, porque limpia o quema la suciedad interior. Pero no trata aquà del beneficio o del fruto que los fieles obtienen de la palabra de Dios: sino que Dios declara solo que la doctrina del Profeta resultarÃa fatal para el pueblo; y por eso dice expresamente: "Hago mis palabras en tu boca como fuego". Si hubiera dicho: "He aquÃ, mis palabras serán como fuego, y este pueblo será de rastrojo", no habrÃa sido lo suficientemente expresivo. Pero como la gente se habÃa acostumbrado a burlarse y decir: â¡Ah! ¿Qué son estos profetas y cuáles son sus palabras? solo golpean el aire; Como entonces los judÃos solÃan hablar de esta manera, ahora él les responde y les dice: "Haré mis palabras en tu boca como fuego". es decir, solo tu lengua será más que suficiente para destruir a todo el pueblo. JeremÃas enseña aquà lo mismo con Pablo, cuando dijo:
"Tenemos venganza en la preparación contra toda altitud que se levanta contra el evangelio". ( 2 Corintios 10:4)
Porque siempre ha sido un mal, común a todas las edades, ya sea para descuidar o despreciar por completo a los siervos de Dios. Cuando Pablo vio que el evangelio era despreciado por muchos, dijo que él y otros ministros tenÃan venganza en la preparación; como si hubiera dicho: âTodas las palabras que hablemos serán espadas para matar a todos los impÃos; y aunque su dureza ahora rechaza el juicio de Dios, su perversidad no les servirá de nada. Hágales saber ahora que hay tanto poder en mi palabra, como si Dios fuera a extender abiertamente su mano del cielo, como si fuera a lanzar sus relámpagos ". Lo mismo es lo que JeremÃas quiere decir aquÃ: He aquÃ, dice, haré que mis palabras en tu boca se enciendan; es decir, habrá tanto poder en tus palabras que los impÃos sabrán por su propia pérdida que tú eres el verdugo de mi venganza.
Este pasaje debe ser cuidadosamente observado por nosotros, no sea que por nuestra ingratitud provoquemos la ira de Dios contra nosotros, ya que su palabra, que está destinada a nuestra comida, se convertirá en un fuego para nosotros. Porque, ¿por qué Dios ha designado a los ministros de su evangelio, excepto para invitarnos a ser partÃcipes de su salvación, y asà dulcemente restaurar y refrescar nuestras almas? Y asÃ, la palabra de Dios es para nosotros como agua para revivir nuestros corazones: también es un fuego, pero para nuestro bien, una limpieza, y no un fuego consumidor: pero si rechazamos obstinadamente este fuego, seguramente se convertirá para responder otro fin, incluso para devorarnos y consumirnos por completo.
Pero él dice que esta gente serÃa madera: mientras los impÃos establecen un frente de hierro contra Dios, piensan que pueden alejar su venganza; El Profeta ahora se rÃe para despreciar esta locura y dice que serÃan como madera o paja. Sigue -
VersÃculo 15
El Profeta muestra aquà cómo la gente se volverÃa como paja o madera seca; porque Dios traerÃa una calamidad segura que no temÃan. Pero el contexto debe ser observado aquÃ: el Profeta habÃa dicho que la palabra en su boca serÃa como fuego; ahora transfiere esto a los asirios y caldeos. Ahora estas cosas tienen la apariencia de ser inconsistentes; pero ya hemos demostrado que todos los flagelos de Dios dependÃan del poder de su palabra: cuando, por lo tanto, los asirios y los caldeos cortaron la ciudad, entonces el fuego de la boca de JeremÃas se desató para destruir la ciudad y el personas.
En resumen, JeremÃas insinúa que cuando vengan los enemigos, no se debe tener en cuenta su fuerza ni sus fuerzas, y que no traerán ninguna ayuda para la guerra, sino que habrá una ejecución de lo que él hizo. habÃa dicho, de lo que habÃa salido de su boca; porque en otro lugar veremos que fue enviado por Dios para asediar la ciudad; pero con que fuerzas? Estaba solo y desarmado; Esto es verdad; pero este asedio no fue entendido por los malvados y los reprobados, pero no fue sin su efecto; porque mientras el Profeta hablaba, Dios ejecutó lo que habÃa salido de su boca. Por lo tanto, vemos que los caldeos procedieron como si fueran de la boca del Profeta, como enemigos dispuestos, que arrojan dardos para demoler los muros de una ciudad, que orientan las piedras y trastornan los muros con motores bélicos, o como aquellos que en este dÃa usan otras máquinas guerreras, por las cuales derriban ciudades. ¿Cuáles son entonces todos estos instrumentos de guerra? Son el fuego que Dios arroja por boca de sus siervos; y la verdad declarada por ellos lo acompaña a todos esos motores de guerra que pueden destruir no solo una ciudad y un pueblo, sino el mundo entero, cuando asà lo complace.
Les traigo una nación lejana. Hemos dicho en otra parte por qué el Profeta se refiere a la larga distancia, incluso porque los judÃos pensaban que no habÃa peligro cerca de ellos de naciones tan remotas, como si tuviéramos que hablar de los turcos en este dÃa. , "¡Oh! tienen que luchar con otras naciones: que aquellos que están cerca de ellos compitan con los turcos, porque podemos vivir tres o cuatro años en silencio ". Vemos tal indiferencia prevaleciente en la actualidad. Por lo tanto, el Profeta, para privar a los judÃos de esta vana confianza, dice que esta nación estaba cerca, aunque provenÃa de lugares remotos.
Ãl dice que eran una nación dura o fuerte, y una nación de la antigüedad. No quiere decir simplemente que fue valiente a través de la edad, sino que fue dura y feroz; porque luego dice que todos eran ××ר××, geberim, es decir, valientes. Luego lo llama una nación dura, porque era cruel, y luego menciona la barbarie de esa nación. Pero él dice primero que fue desde la antigüedad: porque genera espÃritus más feroces, cuando una nación ha gobernado durante mucho tiempo, y desde un perÃodo fuera de la memoria: esta misma antigüedad no suele inflar las mentes de los hombres con orgullo, y para hacerlos más feroces. Dice entonces que era de la antigüedad.
Luego habla de su barbarie: no, según dice, no entenderás su lenguaje, ni escucharás lo que habla (144) Por idioma, sabemos, no solo se comunican palabras, sino también sentimientos. El lenguaje es la expresión de la mente, como se dice comúnmente, y por lo tanto es el vÃnculo de la sociedad. Si no hubiera habido lenguaje, ¿en qué diferirÃan los hombres de las bestias brutas? Uno tratarÃa bárbaramente a otro; de hecho no habrÃa humanidad entre ellos. A medida que el lenguaje concilia a los hombres uno con el otro, el Profeta, para aterrorizar a los judÃos, dice que esa nación serÃa bárbara, porque no habrÃa comunicación con ella por medio de un idioma. De ahà se deducÃa que no habrÃa lástima perdonar a los conquistados, no, no si imploraban cien veces; ni podÃan ser escuchados, quienes eran miserables, y aquellos que podrÃan obtener algún favor, si fueran entendidos.
15. He aquÃ, traigo sobre ti una nación de lejos, oh casa de Israel, dice Jehová, - Una nación, fuerte es, Una nación, de antigüedad es, una nación, no sabrás su idioma, ni entenderás lo que habla.
Las lÃneas tercera, cuarta y quinta, asà como la primera del siguiente verso, quedan fuera de la Septuaginta, pero son retenidas por la Vulgata, el SirÃaco y el Targum. Los dos primeros representan la palabra âfuerte,â â robustam ,â y el último por â fortis - valiente". Blayney lo hace "fuerte", lo que sin duda es su significado. - Ed.
VersÃculo 16
El Profeta ya habÃa amenazado a los judÃos con la venganza de Dios, y habÃa dicho que los ministros y verdugos serÃan los caldeos: ahora continúa con el mismo tema y dice que su estremecimiento serÃa como un sepulcro abierto. Las naciones del Este, sabemos, hizo mucho uso de flechas y dardos, ya que no tenÃan batallas campales; pero fingieron un vuelo, y luego, de repente se volvieron y lanzaron sus dardos y flechas contra sus enemigos. El Profeta luego consideró este modo de lucha, cuando dice que sus estremecimientos serÃan como sepulcros abiertos. Puede parecer a primera vista una comparación antinatural; pero es lo mismo que si él hubiera dicho que serÃan tan hábiles en lanzar flechas como para destruir a todos los que se encontraron con ellos. (145)
Y agrega, que serÃan todos fuertes, que la gente podrÃa saber que no serÃa un pequeño conflicto: en resumen, es lo mismo que si él hubiera dicho, que esta guerra serÃa una cierta ruina para los judÃos, en el que todos deben perecer. Luego agrega:
VersÃculo 17
Ãl continúa hablando de manera similar sobre la crueldad de sus enemigos; como si dijera que la victoria ya estaba en sus manos, porque eran los azotes de Dios. Entonces no presenta a los judÃos los problemas de la guerra, sino que habla de ellos como vencidos; y él solo muestra que los caldeos serÃan crueles en el uso que harÃan de su victoria. Da por sentado que los caldeos serÃan vencedores, porque vendrÃan armados desde arriba, y hace esta adición, que actuarÃan cruelmente y de manera inusual hacia los judÃos vencidos.
Por eso dice: Comerán (comerá, porque él cambia el número, aunque el sentido sigue siendo el mismo (146) ) tu cosecha y tu pan; es decir, todo lo que recojas se convertirá en presa de tus enemigos; porque por cosecha y pan quiere decir todo tipo de provisión. Luego agrega, tus hijos y tus hijas, que era aún peor; De hecho, es difÃcil ser privado de alimentos, pero es aún más terrible para los padres ver a sus hijos asesinados antes que ellos. Sin embargo, el Profeta dice que tal serÃa la barbarie de sus enemigos, que no perdonarÃan ni a los niños ni a las niñas. Además menciona rebaños y rebaños; y luego agrega la vid y la higuera; como si dijera que nada estarÃa a salvo entre los judÃos, porque sus enemigos saquearÃan todo, y que al no estar contentos con la carne y la bebida, matarÃan a sus propios infantes. Y además, como los judÃos habÃan fortificado ciudades, y por ese motivo eran insolentes hacia los profetas, su orgullo vano se derrumba aquÃ; porque él dice que sus ciudades fortificadas serÃan reducidas a la pobreza; y agrega, en el que confÃas Todo esto, dice, caerá por la espada; para esta última palabra, ××ר×, becherab, se aplica a todo el verso y a cada parte de él; como si hubiera dicho: âPor el derecho de la espada, los conquistadores destruirán toda tu tierra, incluso todas tus posesiones; sÃ, y matarán a tus hijos y a tus hijas. Sigue -
Y devorará tu cosecha y tu comida, Devorados serán tus hijos y tus hijas; Devorará tus ovejas y tu buey, Devorará tu vino y tu higuera; Destruirá por completo tus ciudades fortificadas, en las que confÃas, a espada.
El lenguaje utilizado aquÃ, y en el verso 15, es notablemente similar al de Moisés en Deuteronomio 28:48. La segunda lÃnea puede considerarse entre paréntesis. Es mejor preservar el singular poético en ovejas, bueyes, viñas e higueras. Como es un verbo reduplicado, se pretende la desolación completa, y eso por la "espada" en la destrucción de todos los ocupantes de las ciudades fortificadas. Venema y otros, asà como Calvin, conectan la "espada" con todas las cláusulas anteriores; pero esto no es necesario, ni es realmente adecuado. - Ed.
VersÃculo 18
Se pueden tomar diferentes puntos de vista sobre el significado de este versÃculo; pero la mayor parte de los intérpretes piensan que aquà se da una esperanza a los fieles; sÃ, casi todos son de esta opinión; de hecho, no conozco a nadie que tenga otra opinión. Luego piensan que Dios modera aquà lo que habÃa dicho anteriormente, y que da algo de esperanza a sus siervos, para que no se imaginen que la Iglesia se verÃa tan reducida que no quedarÃa semilla: y ×××, cale, como se dijo ayer, a menudo se toma en este sentido. Pero cuando ahora considero cuidadosamente el contexto, me siento obligado a tener otra opinión, incluso esta: que Dios aquà aumenta la severidad de su venganza. Y la partÃcula ××, gam, "también", o incluso, favorece esta vista; como si hubiera dicho: âNo pienses que todo terminará cuando tus enemigos te saqueen de todas tus posesiones, te priven de tus hijos y te reduzcan a una necesidad extrema; porque de ninguna manera seréis liberados de todos los males, ya que perseguiré aún más mi venganza â. En lo sucesivo seguirán las promesas de moderar las amenazas, para que los corazones de los fieles no se desanimen: pero en este lugar, el Profeta, no tengo dudas, presenta a Dios como Juez, ejecutando venganza, como si no hubiera lugar para la misericordia.
Entonces también, dice; para la partÃcula ××, gam, es inhansivo y enfático; Entonces también, en aquellos dÃas; es decir, "cuando tus enemigos despojen a tu tierra de sus productos, de todos sus animales y de sus habitantes, ni siquiera dejaré de perseguirte: no terminaré contigo, porque aún quedará flagelos, cuando piensen que se les da descanso, y que el fin de los males y de todas las calamidades habÃa llegado ". De esta manera, Dios no tratará con los impenitentes; según su antiguo proverbio, tal es su perversidad, que al ser golpeados se endurecen cada vez más y abogan un poco. Y de ahà su dureza, porque piensan que Dios está, por asà decirlo, desarmado cuando los ha castigado por sus pecados. Por lo tanto, declara que tiene en su poder diferentes tipos de castigo y diferentes formas de castigo. (147) Y con el mismo propósito es lo que sigue:
Sin embargo, incluso en aquellos dÃas, dice Jehová, No haré con usted una finalización,
es decir,
No te destruiré por completo.
Depende del contexto cuál sea el significado de esto, mientras que la oración en sà conserva el mismo significado. "No te destruiré por completo, porque tengo la intención de preservar una Iglesia para mÃ", también podrÃa decir, "no te destruiré por completo, porque tengo otros castigos en reserva para ti:" y este último, como Calvin sostiene , parece ser el significado de la expresión en este pasaje. Aún asÃ, las palabras mismas tienen el mismo significado. - Ed.
VersÃculo 19
Por lo tanto, parece que lo que he dicho es cierto, que el Profeta no suavizó lo que era severo en las amenazas que hemos notado, sino que trató a los judÃos de acuerdo con su perversidad; porque vio que eran indomables; y el EspÃritu le habÃa enseñado que tal serÃa su obstinación, que hasta que estuvieran completamente destrozados, no doblarÃan el cuello para recibir el yugo. Además, asigna la causa aquÃ, para que no puedan contender con Dios, como suelen hacer los hipócritas, siempre que Dios los castigue bruscamente; porque murmuran contra él y se quejan y exigen razones por las cuales los trata tan severamente, como si fueran totalmente inocentes. Como, entonces, los hipócritas hicieron tales quejas, el Profeta aquà les responde.
Será, dice, cuando digas: se dirige a los judÃos en la persona de Dios. Luego, inmediatamente dirige la dirección de Dios a sà mismo: ¿Por qué Jehová nuestro Dios nos ha hecho todas estas cosas? Ãl atribuye aquà a los hipócritas lo que siempre está en sus bocas cada vez que son convocados a juicio; porque están tan bien preparados para contender, como si su causa fuera la mejor posible; y, si Dios pudiera verse obligado a rendir cuentas, lo probarÃan culpable de crueldad y rigor desmesurado. Por lo tanto, vemos cómo gráficamente el Profeta describe a los hombres refractarios, que no cederán ni reconocerán su culpa, pero con un frente de hierro se alzarán contra Dios: y lo mismo que encontramos en otros pasajes de los profetas, especialmente en el primer capÃtulo de MalaquÃas. ; porque allà el Profeta a menudo repite las palabras de la gente: â¿En qué? ¿En que? ¿Que significa esto?" Entonces también aquà JeremÃas dice: ¿Cuándo diréis: ¿Por qué nos ha hecho Jehová todas estas cosas? como si fueran inocentes: para los reprobados, como si hubieran lavado todos sus pecados al limpiarse la boca, salgan valientemente y exijan una razón por la cual Dios los castiga. Entonces también en este lugar dudan en no llamar a Dios su Dios, como si no hubieran negado a Dios, según lo que vimos ayer. Porque una impiedad tan grave prevaleció entre ellos, que imaginaron que todas las cosas estaban gobernadas por casualidad, y que Dios las castigó injustamente. Aunque luego habÃan abandonado a Dios de manera pérfida, el Profeta aquÃ, para exponer su petulancia, los presenta aquà como diciendo que consideraban que Dios estaba conectado con ellos.
Luego, dice, dirás Dios uno mientras se dirige a la gente, y en otro momento al Profeta. Cuando, por lo tanto, comiencen a murmurar asÃ, entonces puedes responder, porque me has abandonado para que lo que se dijo tenga más peso, Dios tendrÃa al Profeta para hablar en su nombre, "porque me has abandonado", como aunque JeremÃas no dijo las palabras, sino Dios por su boca; y han servido a los dioses de los extraterrestres, es decir, de los extraterrestres, en su tierra Dios muestra aquà brevemente lo que los judÃos merecÃan; y pensó que era suficiente mencionar solo un tipo de pecado. Veremos en otra parte, como hemos visto a menudo, que en otros aspectos fueron malvados y culpables ante Dios. Pero el Profeta observa brevedad aquÃ, y los acusa solo de un tipo de pecado. Servirás a los tiranos, dice, en una tierra extraña, que te oprimirá cruelmente, porque has servido a sus dioses en tu propia tierra.
Dios los reprende aquà por haber abusado de su bondad; porque habÃa expulsado a las naciones paganas de Canaán, y les habÃa dado esa tierra, que era tan agradable y fructÃfera, como una herencia para ellos, a fin de ser para ellos un descanso perpetuo. Dios llamó a la tierra su propio descanso, porque protegió a los judÃos allÃ, y los designó como los herederos legÃtimos de la tierra incluso hasta el fin del mundo. Por eso dice ahora, tu tierra. Al recordarles esta bondad, sin duda pretendÃa amplificar su culpa; porque poseÃan la tierra por el mejor tÃtulo, aunque no la habÃan adquirido ellos mismos.
En tu tierra, dice, adorabas a los dioses; él no dice "dioses extraños", sino "los dioses del extraño" o de los extraños. Los profetas a menudo hablan asÃ; los llaman los dioses de los extraños, o de personas extrañas: pero la expresión es enfática; porque era muy básico y menos excusable para los judÃos, mientras tenÃan a Dios morando entre ellos, para buscar dioses aquà y allá, y por suplicar a los paganos por dioses, y decir: "Danos tus dioses". Fue entonces esta conducta base que el Profeta ahora señala como con el dedo, porque habéis servido a los dioses de extraños.
Luego agrega: âServiréis a extraños; él no quiere decir, como creo, dioses extraños; y me parece que aquellos que introducen "dioses" aquÃ, pervierten el significado. (148) Habla de tiranos, de acuerdo con lo que se dice en otra parte,
âTe di mis buenas leyes, que si alguien guarda, vivirá en ellas; y no obedecerÃan: por lo tanto, les daré leyes que no son buenas â( Ezequiel 20:21 :)
es decir: "Te pondré un yugo tiránico, y vencedores, y aquellos bárbaros cuyo idioma te sea desconocido, te saquearán a ti y a tus posesiones, porque habrás sido desobediente e imposible de enseñar". Sigue -
VersÃculo 20
El Profeta confirma lo que habÃa dicho, para que los judÃos no pensaran que solo estaban aterrorizados por las palabras y no temieran las consecuencias. Por eso dice: Declare esto. El Profeta, sin duda, alude a una costumbre que prevaleció; porque las guerras solÃan ser proclamadas por heraldos. Los enemigos no marcharon inmediatamente, pero proclamaron la guerra que la causa podrÃa parecer justa. Por lo tanto, aquà Dios declara que habÃa hablado en serio por boca de JeremÃas, como si la guerra se hubiera proclamado de la manera habitual y los enemigos armados ya estuvieran cerca.
VersÃculo 21
Declarad, pues, esto; Y qué es eso? Oye, pueblo necio, etc. Aquà primero reprocha a los judÃos e israelitas por su estupidez, porque eran incluso sin sentido común; porque el corazón en hebreo significa la mente o la comprensión, como hemos visto en otros lugares. Luego dice que esta gente carecÃa de todo entendimiento. Primero los llama fatuos o tontos; pero como muchos son lentos y pesados âây, sin embargo, no carecen de sentido común, agrega que eran personas sin corazón ni comprensión. De hecho, parece agregar, a modo de corrección, que tenÃan ojos y oÃdos, pero su objeto era irónicamente mejorar lo que habÃa dicho y demostrar que eran estúpidos, y no menos que bloques de madera o piedras. ¿Cómo es eso? "Tenéis oÃdos y ojos", dice, "pero ni veis ni oÃs". (149)
Sin duda alude a los Ãdolos a los que se habÃan dedicado: porque se dice en Salmo 115:8 que los que hicieron Ãdolos eran como ellos, asà como aquellos que confiaron en ellos; porque se habÃa dicho anteriormente, que los Ãdolos tenÃan oÃdos pero no oÃan, y ojos pero no veÃan. JeremÃas luego indirectamente condena a los judÃos aquà por haberse vuelto tan estúpidos en sus supersticiones como para ser como Ãdolos muertos: porque en un Ãdolo hay algo parecido al hombre; tiene varios miembros pero no tiene entendimiento. Asà también dice, los judÃos tenÃan ojos y oÃdos y la forma externa de los hombres; pero al mismo tiempo no eran menos estúpidos que si fueran piedras o bloques de madera. Ahora sigue la proclamación:
Escuche, rezo, esto, ustedes perversan a las personas y sin comprender, - Ojos que tienen, pero no verán, Orejas que tienen, pero no escucharán.
El "esto" que debÃan escuchar está contenido en el siguiente verso. Las dos últimas lÃneas son solo explicativas de lo anterior. Estaban "sin comprender", porque no verÃan, aunque tenÃan ojos; y eran "perversos" o perversamente tontos, porque no oÃan, aunque tenÃan oÃdos. Cuando se mencionan dos cosas y luego se hace referencia a ellas, los profetas generalmente explican la última y luego la primera, según el caso. Las dos últimas lÃneas pueden incluirse entre paréntesis. - Ed.
VersÃculo 22
Dios muestra aquà por qué habÃa dicho que la gente era tonta y sin entendimiento. De hecho, fue una estupidez monstruosa, no temer ante la presencia de Dios, ya que incluso los elementos inanimados obedecen sus órdenes: y toma el mar especialmente como ejemplo; porque no hay nada más fabuloso que un mar tempestuoso. Parece que abrumarÃa al mundo entero, cuando sus olas se hinchan con tanta violencia. Nadie puede en este caso hacer otra cosa que temblar. Pero el mar mismo, que hace temblar al más fuerte, obedece silenciosamente a Dios; por muy furioso que sea su lanzamiento, todavÃa están bajo restricción. Ahora, si alguien pregunta cómo es esto, debe confesarse que es un milagro que no se puede explicar; para el mar, sabemos, como otros elementos, es esférico. Como la tierra es redonda, también lo es el elemento del agua, asà como el aire y el fuego. Desde entonces, la forma de este elemento es esférica, debemos saber que no es más baja que la tierra: pero es más ligera que la tierra que se encuentra sobre ella. ¿Cómo es que el mar no desborda toda la tierra? porque es un lÃquido y no puede permanecer en un solo lugar, excepto retenido por algún poder secreto de Dios. Por lo tanto, se deduce que el mar está confinado en su propio lugar, debido a la designación de Dios, de acuerdo con lo que dice Moisés:
"Que la tierra seca", dijo Dios, "aparezca" ( Génesis 1:9 :)
porque él insinúa que la tierra estaba cubierta de agua, y no apareció ninguna parte de ella, hasta que Dios formó el mar. Ahora bien, la palabra de Dios, aunque no la oÃmos ni resuena en el aire, todavÃa la oye el mar; porque el mar está confinado dentro de sus propios lÃmites. Si el mar estuviera tranquilo, seguirÃa siendo una obra maravillosa de Dios, ya que él ha dado a la tierra para ser la habitación de los hombres: pero cuando se mueve, como he dicho, por una tempestad, el cielo y la tierra parecen mezclarse. Juntos, no hay nadie, que esté tan cerca, que no sienta temor. De ahà que el poder de Dios, y su temor temible, parezcan más evidentes cuando calma el mar turbulento.
Ahora vemos el alcance de las palabras del Profeta: Ãl muestra que los judÃos eran monstruos, e indignos no solo de ser contados como hombres, sino incluso de ser clasificados con animales brutos; porque habÃa más sentido y comprensión en el mar tempestuoso y furioso que en los hombres, que parecÃan dotados de razón y comprensión. Este es el diseño de la comparación.
Pero como era una gran queja, el Profeta hace una pregunta: ¿No me temerán? Como si Dios hubiera dicho: â¿Qué quieres decir? ¿Cómo es que no me temes? El mar me obedece, y mi furia es controlada por mi orden secreta; porque una vez he ordenado al mar que permanezca dentro de sus propios lÃmites, y aunque puede ser violentamente agitado por tormentas y tempestades, aún no excede mis órdenes. ¿No me temerán, hombres dotados de razón? ¿No temblarás ante mi presencia? Y él dice que habÃa establecido la arena como lÃmite del mar: y esto es mucho más expresivo que si hubiera dicho que habÃa establecido lÃmites al mar; porque la arena es móvil e impulsada por un pequeño soplo de viento, y la arena también es penetrable. Si hubiera rocas a lo largo de todas las orillas del mar, no serÃa tan maravilloso. Si Dios hubiera restringido la violencia del mar mediante montÃculos firmes y fuertes, su mantenimiento dentro de sus lÃmites podrÃa atribuirse a la naturaleza; ¿Pero qué firmeza hay en la arena? porque un poco de agua arrojada pronto penetrará a través de él. Entonces, ¿cómo es que el mar, cuando es sacudido por tormentas violentas, no elimina la arena, que se mueve tan fácilmente? Por lo tanto, vemos que esta palabra no se introduce en vano. Y hay un pasaje similar en Job 38:11, donde Dios, hablando de su poder infinito, dice entre otras cosas:
"Hasta ahora vendrás, pero no más allá:"
porque indudablemente no surge una tormenta, excepto cuando agrada a Dios. De hecho, podrÃa mantener el mar en el mismo estado tranquilo; pero no lo hace: por el contrario, lo da como si fueran riendas sueltas, pero dice: "Hasta ahora vendrá". Por lo tanto, cuando las altas montañas parecen amenazar a todos los mortales, y la tierra parece casi un derrocamiento, de repente las impetuosas olas se reprimen y se calman.
Y agrega: Una ordenanza perpetua. Es cierto que el mar a veces desborda sus lÃmites; sabemos que muchas ciudades han sido tragadas por una inundación; pero aún asà se dice con razón, que es una ordenanza o decreto perpetuo, que Dios confina el mar dentro de sus propios lÃmites. Porque cada vez que el mar desborda una pequeña porción de tierra, aprendemos lo que podrÃa hacer sin esa restricción, mencionada aquà por JeremÃas y en el libro de Job. Por lo tanto, aprendemos que no hay nada que impida que el mar desborde toda la tierra, sino el mandato de Dios al que obedece. Mientras tanto, la perpetuidad de la que habla el Profeta sigue siendo la misma en general: porque aunque surgen muchas tormentas cada año, la furia del mar todavÃa se calma, pero no de otra manera que por orden de Dios. Es cierto entonces esto: que el mar tiene lÃmites prescritos, sobre los cuales no se permite el paso de sus olas. Y por eso dice: Muévete y no prevalecerán sus olas; y de nuevo, resuenen o tumultulen, y no pasarán por encima (150)
Ahora entendemos el diseño de este versÃculo: Dios se queja, que habÃa tanta locura y estupidez en la gente, que no le obedecÃan tanto como el mar, incluso el mar tempestuoso. Luego condena aquà a los judÃos, como si fueran monstruos; porque nada puede ser más contrario a la naturaleza que el mar tempestuoso tenga más entendimiento que el hombre, creado a imagen de Dios y dotado de razón. Luego agrega:
22. ¿No deberÃas temerme? dice Jehová; ¿No deberÃas temblar ante mi presencia? Quienes han establecido la arena como lÃmite al mar. - Una ordenanza perpetua, y no la transgrede; Aunque se arrojan y no prevalecen, y el rugido hace olas, sin embargo, no lo transgrede.
El tiempo futuro en hebreo a menudo se puede interpretar de manera subjuntiva o potencial, y especialmente en las preguntas. El no transgresor es el mar, el no transgresor del decreto, a pesar del tumulto de sus olas. "Una ordenanza perpetua" se convierte en "ÏÏá½¹ÏÏαγμα αἰÏÌνιον - un comando eterno", por la Septuaginta, - " praeceptum sempiternum - un precepto sempiterno," por el Vulgate and the Targum, - y â lege perpetua - por una ley perpetua," por el sirÃaco. Una ordenanza perpetua es la versión de Blayney. - Ed.
VersÃculo 23
Aquà se completa el verso anterior; porque lo que se dice aquà está conectado con la pregunta que hemos notado. Pero Dios ahora demuestra más claramente por qué adujo lo que dijo del mar. El × copulativo, vau, debe tomarse aquà como un adversario, y ser asà traducido, pero esta gente tiene un corazón perverso: porque ס×רר, más seguro, significa " perverso; "Algunos lo hacen" repugnante ", pero incorrectamente; porque de muchos otros pasajes parece que es algo más: además, el otro significado es más adecuado para el contexto aquÃ; porque él dice primero, que la gente tenÃa un corazón perverso; (151) y luego, que tenÃan un corazón rebelde o indomable. Sin duda, compara la obstinación con la obediencia al mar, o establece una en contraste con la otra, y simplemente transmite esta verdad, que habÃa más furia y estupidez en esa gente que en el mar embravecido.
Y él prueba que la gente tenÃa un corazón perverso por el efecto; porque se habÃan alejado y se habÃan ido Si él hubiera dicho que se habÃan alejado, la prueba no hubiera sido tan completa; pero al agregar "difunto", señala su obstinación; como si hubiera dicho que su corrupción era permanente, como enfermedades establecidas, que no pueden curarse sin remedios. Luego se han alejado y se han ido; es decir, "no podrÃa traerlos de vuelta". De hecho, Dios habÃa tratado a menudo por sus siervos para restaurarlos en el curso correcto; pero su perversidad solo se descubrió cada vez más, y se mostró irrevocable; porque partieron, de modo que no habÃa posibilidad de arrepentimiento. Sigue -
Pero en esta gente ha sido un corazón, Completamente repugnante y desobediente; Se han rebelado y se han ido.
Cuando se alejaron de Dios o se rebelaron, fueron reprendidos y exhortados a regresar; pero ellos desobedecieron; de ahà su profunda revuelta y su marcha. - Ed.
VersÃculo 24
En otras palabras, el Profeta prueba aquà que los judÃos habÃan sido acusados ââjustamente de perversidad: dice que no se les ocurrió, que no pensaron, temer a Dios. Por lo tanto, vemos que todo lo que se dice está diseñado para mostrar, que las personas no eran menos estúpidas y estúpidas que si fueran elementos sin vida; no, que habÃa más estupidez y más locura furiosa en sus corazones que en cualquier cosa creada.
Decir en el corazón significa en hebreo pesar, considerar. DeberÃamos decir en latÃn: "No les vino a la mente" (non venit illis in mentem); es decir, "¿No han estado tan desprovistos de sentido común, que este pensamiento no les vino a la mente, o lo hizo? No se les ocurra, ¿Tememos al Señor? "Y aquà quita toda pretensión de ignorancia, para que no se opongan y digan, que no adoraron a Dios por error o falta de conocimiento:" Pero tenÃas ojos ", dice, y tenÃas oÃdos, y todo el facultades pertenecientes a hombres; Dios te dio lluvia; no ha habido año en que la tierra no haya dado sus frutos para ti; cuando comes pan, ¿no se te ocurre la generosidad de Dios? y, sin embargo, no considera que deba ser adorado ". Por lo tanto, vemos que él quita todas las excusas de su ingratitud al decir que habÃan estado desatentos a esas bendiciones, que eran vistas por los ojos, y sentidas por las manos, y tocadas por cada parte del cuerpo. Pero del resto debemos hablar mañana.
VersÃculo 25
En la medida en que los hipócritas, de acuerdo con lo que se ha dicho antes, a menudo responden a Dios y presentan esta y aquella objeción, el Profeta aquà verifica lo que podrÃan haber alegado; porque él dice que la beneficencia de Dios habÃa sido restringida por ellos, y que de hecho fue su culpa que no les llegara. Porque podrÃan haber objetado asÃ: "Prefieres respetando la generosidad paterna de Dios, porque él nos provee de comida; pero el calor en un momento quema nuestro maÃz, las lluvias no estacionales en otro momento destruyen nuestras provisiones: en una palabra, no hay nada seguro, pero todas las cosas están en un estado de desorden ". Por lo tanto, para evitar esta objeción, dice, que fue a causa de su maldad y depravación, que Dios no regulaba cada parte del año para permitirles ver con sus ojos su continua generosidad.
Este pasaje merece una atención especial: porque el favor paternal de Dios no brilla continuamente en nuestro sustento diario, sino que muchas nubes interceptan nuestra vista. De ahà que los hombres impÃos piensen que los años son ahora estériles y fructÃferos por pura casualidad. De hecho, no vemos nada tan regulado en todos los aspectos del mundo, que la bondad de Dios se pueda ver sin nubes y obstáculos: pero no consideramos de dónde procede esta confusión, incluso porque obstruimos el acceso de Dios a nosotros, de modo que su beneficencia No nos alcances. Arrojamos el cielo y la tierra a la confusión por nuestros pecados. Si estuviéramos en el orden correcto en cuanto a nuestra obediencia a Dios, sin duda todos los elementos serÃan conformes, y asà deberÃamos observar en el mundo una armonÃa angelical. Pero a medida que nuestros deseos luchan contra Dios; no, mientras agitamos la guerra todos los dÃas y lo provocamos con nuestro orgullo, perversidad y obstinación, debe ser necesario que todas las cosas, arriba y abajo, estén en desorden, que los cielos se vean nublados en algún momento, y que las lluvias continuas deberÃan destruir en otro momento el producto de la tierra, y que nada debe mezclarse ni mancharse en el mundo. Esta confusión, entonces, en todos los elementos, debe atribuirse a nuestros pecados: y esto es lo que quiere decir el Profeta. Aunque de hecho la reprensión se dirigió a los judÃos, aún podemos reunir una lección de instrucción general.
Estas dos cosas son entonces ciertas: que Dios no carece de un testimonio de su beneficencia, porque da lluvia, da estaciones adecuadas, hace que la tierra sea fructÃfera, para abastecernos de comida, y también, que el cielo y la tierra están a menudo en un gran desorden, que muchas cosas suceden sin razón, como si Dios no se preocupara por nosotros, porque lo provocamos por nuestros pecados, y asà confundimos y subvertimos el orden de la naturaleza. Estas dos cosas deberÃan entonces verse como conectadas entre sÃ: porque en el curso ordinario de la naturaleza podemos ver la generosidad inconcebible de Dios hacia la humanidad; pero en cuanto a los males accidentales, se debe considerar la causa, incluso esto, porque no permitimos que Dios gobierne el mundo en un orden regular y constante, pero en la medida de lo posible podemos perturbar y confundir su providencia. Por lo tanto, vemos cuán adecuadamente el Profeta ha agregado esta verdad: que las iniquidades de la gente habÃan rechazado la beneficencia de Dios. (153) Después sigue:
VersÃculo 26
Lo que contiene el verso anterior está confirmado aquÃ: que los judÃos, por su propia culpa, se habÃan privado del favor de Dios. Era necesario hacer esto; de lo contrario habrÃan tenido alguna respuesta que dar, en la medida en que los hipócritas, siendo tan perversos, no ceden fácilmente. Por lo tanto, el Profeta confirma lo que habÃa dicho, que habÃa hombres malvados entre el pueblo de Dios. Pero esto no deberÃa limitarse a algunos de ellos, como lo hacen los intérpretes, que parecen no explicar con exactitud lo que quiso decir el Profeta. Porque no reprende ni condena a algunos solamente; pero él dice que el pueblo, a quien Dios habÃa elegido, era malvado. Entonces es una condena general de todo el pueblo, cuando dice que se encontraron hombres malvados entre el pueblo de Dios; como si hubiera dicho: "Los malvados no deben buscarse entre los paganos, sino que reina la iniquidad entre los elegidos, que no hay en ellos nada sano, nada puro".
Cuando dice encontrado, entiendo su significado de ser, encontrado culpable o condenado: porque quiere decir que sus pecados no eran secretos, para que pudieran escapar por evasión; pero él dice que fueron encontrados, como los ladrones se encuentran, según un dicho común, en el mismo acto de robo. El Profeta luego insinúa que no habÃa necesidad de una larga disputa, como si los judÃos pudieran encontrar alguna excusa, porque eran manifiestamente culpables. Pero era mucho más vergonzoso que se los encontrara malvados, que a los ciegos e incrédulos se les encontrara asÃ; porque Dios los habÃa adoptado como su pueblo en esta condición: que la santidad y la pureza de la vida prevalecieran entre ellos. Desde entonces no solo fueron pecadores, sino que רשע××, reshoim, totalmente impÃos y malvados, fue, como he dicho, una cosa mucho más atroz. Y asà les quita todas las pretensiones de evasión.
Luego, insta aún más lejos a su cargo, y dice que todos miraron, o vieron, porque este es el significado del verbo ש×ר, shur. De hecho, cambia el número, pero el sentido no se vuelve asà más oscuro: y mirar aquÃ, es estar al acecho. Luego miren, o estén al acecho, hicieron cada uno, como si estuvieran poniendo trampas como lo hacen los cazadores. Luego dice que fueron provistos de trampas, por las cuales arrastraron a los hombres a la destrucción, después de haberlos atrapado. (154) Lo particular se menciona aquà por lo general: porque el Profeta pretendÃa mostrar que no habÃa fidelidad ni integridad entre las personas, por cada uno por fraudes y artesanÃas perversas oprimÃa lo simple. Desde entonces fueron tan pérfidos el uno hacia el otro, que los compara con los cazadores de aves, que con sus trampas atrapan a los pájaros simples: pero explica esto más claramente en lo que sigue:
Porque en mi pueblo se encuentran los injustos; El derecho es como el estafador de las trampas; Han puesto trampas, hombres que atrapan.
Por lo tanto, todas las partes corresponden, y lo que se dice corresponde con Jeremias 5:28. El verbo traducido "establecer" significa establecer, constituir, establecer; La oficina de los rectos, es decir, del juez, se estableció como una oficina para atrapar, siendo él como un estafador de trampas. Los "injustos" entre la gente, como se dice aquÃ, fueron los jueces; la palabra, רשע es el pervertidor de la justicia, y contrasta con צ××§, que actúa con justicia. - Ed
VersÃculo 27
JeremÃas continúa con el mismo tema. Hizo uso, como hemos dicho, de una similitud tomada de las aves de corral: ahora aplica esta similitud a los judÃos, que sus casas estaban llenas de fraude, como la jaula (algunos lo convierten en cesta (155) ) está lleno de pájaros: para los cazadores de aves, cuando salen a jugar, llevan consigo bolsas, jaulas o cestas. Entonces, JeremÃas dice que recogieron el botÃn por todos lados, de modo que sus casas estaban llenas de fraudes: pero por fraude significa botÃn, que adquirieron por medios injustos. A primera vista, puede parecer un lenguaje oscuro; pero si tomamos la palabra ×ר××, mera, en sentido pasivo, no habrá nada ambiguo. Entonces el Profeta no usa un lenguaje estrictamente correcto cuando dice que sus casas estaban llenas de engaño o fraude; pero estaban llenos de botines que habÃan adquirido por engaño y fraude. Por lo tanto, lo que él quiere decir con fraude fueron los saqueos por los cuales se habÃan enriquecido, como explica más adelante.
Ahora percibimos que el significado del Profeta es, que ya no se requerÃa una prueba, que los judÃos burlaban a los indefensos y a los pobres, porque sus casas estaban llenas de botines que evidenciaban su maldad: se habÃan juntado sus riquezas al privar a los indefensos y los pobres de su sustancia. Y, por lo tanto, agrega: Con esto han aumentado y se han enriquecido. Es probable que se hayan glorificado en su riqueza, como ladrones, cuyo oficio es saquear: porque cuando aumentaron, se creyeron por encima de todo peligro. Eran como cortesanos, que por rapiñas, fraudes y violencia tiránica, se apoderan de todas partes de las posesiones de otros, de modo que uno recibe anualmente sesenta mil y otro cien mil; y luego se volvieron más feroces, porque pensaron que no podÃan ser llamados a una cuenta, siendo cegados por el esplendor de sus riquezas. Pero el Profeta aquà se burla de esta gloria gloriosa y dice: "He aquÃ, se han hecho grandes en el mundo, y tendrÃan que estar exaltados por este motivo". aumentaron ellos, dice, y se hicieron ricos; es decir, âsi alguien ahora registra sus casas, de hecho encontrará muchas cosas por las cuales hacen una exhibición ante los ojos de los simples; pero no son más que rapines, saqueos, fraudes, botines, robos y, en una palabra, robos ". Esto es lo que él simplemente quiere decir. Luego agrega:
A medida que la jaula se llena de pájaros, sus casas se llenan por medio del fraude: por lo tanto, se han vuelto grandes y se han enriquecido.
- Ed.
VersÃculo 28
Aquà el Profeta reprende a aquellos que tenÃan una alta dignidad, posición y riqueza, y que deseaban al mismo tiempo ser considerados inviolables, porque eran los gobernantes del pueblo. HabÃa hablado antes en general, pero ahora ataca a las órdenes superiores, a los consejeros del rey, a los sacerdotes, a los jueces y a todos los dotados de autoridad. Dice que estaban hinchados de gordura, que brillaban, aunque habÃan excedido, etc. Vemos cómo confirma a qué se habÃa referido brevemente; porque, como se protegieron con el pretexto de ser ricos, para que no se les llamara a una cuenta, dice, a modo de concesión: âPermito que sean brillantes y espléndidos, y de hecho que estén completamente dorados; pero ¿de dónde es este esplendor? ¿De dónde es esta apariencia engañosa, que deslumbra los ojos de los simples? Sois brillantes, gordos, aunque hayáis superado las palabras de los impÃos, es decir, las formas, las acciones y los designios de los impÃos. En resumen, quiere decir que no sirvió de nada a los malvados, que por su aspecto aterrorizaron a las personas, que ganaron un gran respeto por sus riquezas e hicieron que los hombres les temieran: el Profeta admite que tenÃan honores, riquezas, esplendor, reputación, dignidad y esas cosas; pero él dice, al mismo tiempo, ustedes han superado todas las acciones de los malvados (156) Y luego él presenta esta acusación contra ellos, que ellos no juicio del juez
Por lo tanto, parece que el Profeta no estaba tratando con la gente común ni con particulares; pero que él reprendió abierta y abiertamente la corte del rey y los jueces. "No juzgan el juicio", dice; lo que significa que no les importó ejecutar la justicia, pero sufrieron robos y robos para quedar impunes: y él todavÃa aumenta su culpa y dice: No juzgan el juicio de la compasión sin padre hacia los huérfanos jóvenes que a menudo se encuentra en aquellos que de otra manera cruel; para esa edad, especialmente cuando se ve privado de toda protección, toca nuestros sentimientos de una manera peculiar. Desde entonces, los jóvenes huérfanos fueron saqueados con impunidad, y no encontraron defensa de los jueces, su deshonestidad parecÃa más evidente.
Y él dice que todavÃa prosperaron. Repite nuevamente, a modo de concesión, lo que antes habÃa insinuado, que era una tonta y vana pretensión, que se jactaban abiertamente de su riqueza, honores y fortunas. ¿Cómo es esto, dice? Prosperan; pero, sin embargo, no juzgan el juicio de los pobres, es decir, no ayudan a los pobres, sino que disimulan y confabulan ante todos los errores que se les han hecho. Ahora vemos que él se expone a ver la maldad de la gente, para que ni siquiera los hombres principales puedan esconderse; porque el Señor muestra que habÃan descuidado completamente sus deberes, e incluso estaban desposeÃdos de toda la humanidad. Luego sigue:
28. Se han engordado, han brillado: Además, han pasado por cuestiones de error; La causa que no han defendido: la causa del huérfano, pero han prosperado; Y el derecho de los mansos no han rogado.
Sin embargo, la palabra "además" se puede representar "como" lo hace Blayney, (ver NehemÃas 6:1 :) pero el resto de la oración no está tan bien representada, -
Aunque han ido más allá de los reclamos de los impÃos.
Ãl concibió que el significado es, que otorgaron al hombre malvado más de lo que él reclamó, mientras que negaron justicia al huérfano y al pobre. Pero lo que es más acorde con las palabras es que él declara aquà lo que luego especifica. No se trata propiamente de los "pobres", sino de los callados, los humildes: para los pobres, estrictamente hablando, no tenÃan mucho que perder; por lo tanto, los jueces no fueron sobornados para permitirles convertirse en presas de hombres deshonestos. - Ed.
VersÃculo 29
Repite lo que hemos notado antes, por lo que no hay necesidad de una explicación. Pero la repetición no está exenta de uso; porque los judÃos se habÃan vuelto tan torpes, que todas las reprensiones y amenazas fueron consideradas con indiferencia. Por lo tanto, Dios los despierta con gran vehemencia. ¿No deberÃa, dice, visitar por estas cosas? Da por sentado que debemos estar completamente persuadidos de que él es el juez del mundo. Es el oficio apropiado de un juez castigar a los malvados, y también aliviar a los desamparados y los oprimidos, y controlar la audacia de aquellos que se permiten toda libertad. Entonces, Dios razona aquà desde su propia naturaleza y cargo, como si hubiera dicho: "Ya que soy Dios, ¿puedo sufrir tanta impiedad y desenfreno para prevalecer impune entre mi pueblo?" Luego agrega:
En una nación como esta, ¿no se vengará mi alma?
Dios transfiere aquà a sà mismo, como hemos dicho en otra parte, lo que no le pertenece estrictamente; pero es lo mismo que si hubiera dicho: âNo hay nadie entre los jueces terrenales tan vacÃo de sentimientos como para soportar tales indignidades; porque cuando el juez ve que los malvados lo tratan con desprecio, ¿no lo provocan? Vengado entonces será mi alma; como si dijera que no es tan suave, ni tan perezoso, ni tan descuidado como para no vengarse de ese desprecio desenfrenado. Sigue -
VersÃculo 30
El Profeta, que no está satisfecho con la reprensión que hemos observado, habla aún más enérgicamente contra la maldad de la gente. Luego dice que su estado era tan deplorable que hizo que todos se sintieran asombrados. Ha sucedido una cosa estupenda, dice, que excede toda concepción humana y no puede ser comprendida. Por las dos palabras que usa, insinúa que la impiedad de la gente no puede expresarse en palabras o no puede ser concebida por la mente; porque era una cosa monstruosa. Este es el significado. (157)
Asombro y horror se han hecho en la tierra.
Es decir, lo que ocasionó que ambos se hubieran hecho, o lo que deberÃa haber llenado todo con la sensación de asombro y horror. - Ed.
VersÃculo 31
Veamos ahora qué era esta cosa monstruosa a la que el Profeta se refiere aquÃ, y que aborrecÃa. Los profetas, dice, profetizan falsamente. Sin duda fue suficiente para asombrar a todos, cuando estos impostores asumieron el nombre de profetas en Jerusalén, donde Dios habÃa elegido su habitación y su santuario: cuán grande y cuán baja era la profanación de Dios. ¿nombre? De hecho, en ese momento habÃa impostores en todas partes, que se jactaban de ser los profetas de Dios, que en muchos lugares pasaban como oráculos los engaños de Satanás; pero ver a los ministros del diablo en el mismo santuario de Dios, (que era el único en el mundo), incluso en la misma ciudad donde tenÃa, como se ha dicho, su habitación y vivienda, era un monstruoso cosa que deberÃa haber asombrado a todos los hombres. De hecho, es algo detestable bajo el papado, cuando los monjes y hombres sin principios similares ascienden al púlpito, y allà vergonzosamente pretenden que son los verdaderos profetas de Dios y maestros fieles; pero aún asà serÃa doblemente monstruoso, si alguno de nosotros corrompiera la doctrina pura con sus errores e infectara a las personas con sus supersticiones. No fue entonces sin razón que JeremÃas presentó su tema diciendo que era algo asombroso y difÃcil de concebir, cuando los profetas profetizaron falsamente.
Luego agrega, los sacerdotes reciben en sus manos; entonces algunos expresan las palabras: pero puede haber un doble significado. Sampson se dice en Judas 14: 9 , haber recibido en sus manos miel del león, y el mismo verbo es encontrado allÃ: pero como significa también gobernar, gobernar, la exposición más adecuada para este lugar es, que los sacerdotes gobernaron por medio de los falsos profetas. Al mismo tiempo, si alguien tiene la otra opinión, que los sacerdotes recibieron en sus manos, es decir, que reunieron y acumularon obsequios de todos los sectores, el significado no serÃa inadecuado. (158)
Sea como fuere, el Profeta evidentemente muestra que hubo una colusión mutua entre los falsos profetas y los sacerdotes. Los falsos profetas, dice, engañan a la gente con sus halagos, y ¿qué hacen los sacerdotes? Era su deber oponerse a ellos: reciben, dice, en sus manos; es decir, están satisfechos, porque ven que estas falacias les traen ganancias y, por lo tanto, aceptan fácilmente lo que enseñan los falsos profetas. Lo mismo se puede ver en este dÃa bajo el papado: los monjes halagan a la gente y apuntalan todo el sistema del papado; y de ahà que estos hombres sin principios se llamen carros del Papa; porque el Papa es llevado como si fuera sobre cuatro ruedas, las cuatro órdenes mendicantes. Y se jactan de esto, cuando desean mostrar qué adeptos mienten. El Papa es llevado por las cuatro ruedas de los mendigos. Vemos cómo ha honrado y honra diariamente a estos mendicantes con privilegios, y ¿por qué? Porque apuntalan su tiranÃa. Tal era en ese momento el estado del pueblo; los sacerdotes tomaron su presa, y los falsos profetas también le arrebataron una parte, como estos perros hambrientos en este dÃa; quienes aún no actúan tan opresivamente como el Papa: lamen como si fuera su asiento, como perros; mientras él y sus obispos miserados devoran el botÃn más gordo. El significado, entonces, que recibieron en sus manos, no es inadecuado.
Pero cuando consideramos la deriva principal del pasaje, es más armonioso decir que los sacerdotes gobernaron por sus medios; porque sin los falsos profetas no podrÃan haber retenido su influencia sobre el pueblo; deben haber sido repudiados por todos ellos. Desde entonces gobernaron por sus medios, hubo una colusión mutua entre ellos.
Luego agrega: Y mi gente ha deseado que asà sea. La gente común, sin duda, se exculpó, como lo hacen en este dÃa, quienes sostienen esta excusa como su escudo: âOh, no hemos aprendido, nunca hemos aprendido estado en la escuela, y ¿qué podemos hacer sino seguir a nuestros obispos? Por lo tanto, en este dÃa, las órdenes inferiores, la multitud, buscan deshacerse de toda culpa de ellos mismos. Pero el Profeta dice aquÃ, que a la gente le encantaba tener cosas asÃ. Y, sin duda, encontraremos que eso es siempre cierto, lo cual se dice en Deuteronomio 13:3, que cuando vienen falsos profetas, es con el propósito de probar al pueblo de Dios, ya sea que de corazón aman a Dios. Su objetivo es probar nuestra religión, siempre que dé riendas sueltas a impostores y falsos profetas: porque todo aquel que verdaderamente ama a Dios será preservado por su EspÃritu de ser llevado por tales engañadores. Por lo tanto, cuando los hombres ignorantes son engañados, es seguro que son castigados justamente por su negligencia y desprecio por Dios, porque no han estado suficientemente atentos a su servicio; sÃ, porque han deseado impostores, de acuerdo con lo que también han dicho a menudo los monjes: "El mundo desea ser engañado, que sea engañado en nombre del demonio". Estos impostores se han vuelto tan desvergonzados que se jactan de ser ministros de Satanás para engañar a los hombres. Sin embargo, ese dicho común se ha encontrado cierto; porque el mundo nunca es engañado, excepto con su propio consentimiento y de buena gana; para aquellos que son los más ignorantes, cierren los ojos contra la luz clara, y eviten a Dios tanto como puedan, y busquen esconderse en la oscuridad, de acuerdo con lo que Cristo dice:
"El que comete pecado aborrece la luz". ( Juan 3:20)
El Profeta agrega en último lugar, ¿Y qué harás al fin o al final? Algunos omiten el pronombre ×, él; y otros lo aplican a los falsos profetas y sacerdotes; pero el Profeta, no tengo dudas, se refiere a Jerusalén, ¿qué harás al final de esto? Porque sabemos que, como Jerusalén habÃa sido fundada por la mano de Dios, y aunque lo tenÃa como su protector y guardián, estaba a salvo; pero esto era una falsa confianza, cuando despreciaban a Dios y se gloriaban en su maldad. ¿Qué, entonces, dice, harás al final? como si hubiera dicho: âSe engañan a sà mismos, si creen que esta ciudad será perpetua; porque su derrocamiento está cerca: ¿qué haréis, entonces, cuando la ciudad misma sea destruida, excepto que todos ustedes serán destruidos junto con ella? (159)
Y los sacerdotes han descendido sobre sus manos.
Una expresión idiomática, que parece significar, que los sacerdotes asistieron a los profetas, de acuerdo con lo que expresa el Targum. "Mano" significa trabajo, esfuerzos; los sacerdotes unieron sus esfuerzos a los de los profetas. Para "coincidir con ellos" es demasiado débil: la lÃnea puede ser representada, -
Y los sacerdotes los han ayudado.
- Ed.
¿Pero qué haréis al final?
Es decir, cuando esta cosa terrible llegue a su fin, cuando los profetas, alentados por los sacerdotes y aprobados por el pueblo, sean hallados mentirosos, ¿qué harás entonces? La Septuaginta traduce las últimas palabras con âμεÏá½° ÏαῦÏα - después de estas cosas," refiriéndose evidentemente a los detalles que acabamos de mencionar, los actos de los profetas, sacerdotes y personas: pero lo mismo significa. Luego, en el próximo capÃtulo, les recuerda la inminente destrucción, que los falsos profetas negaron. - Ed