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Thursday, July 17th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Los Comentarios del Púlpito Los Comentarios del Púlpito
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Información bibliográfica
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Esther 6". Los Comentarios del Púlpito. https://studylight.org/commentaries/spa/tpc/esther-6.html. 1897.
Exell, Joseph S; Spence-Jones, Henry Donald Maurice. "Comentario sobre Esther 6". Los Comentarios del Púlpito. https://studylight.org/
Whole Bible (27)Individual Books (1)
VersÃculos 1-14
EXPOSICIÃN
AHASUERUS, DESPERTADO DURANTE LA NOCHE, LE HA LEÃDO EL LIBRO DE LAS CRÃNICAS Y ENCUENTRA QUE MORDECAI NO HA RECIBIDO RECOMPENSAS. HACE A HAMAN NAME UNA PREMIA FITTING, Y LUEGO LO DECIDE CONFIRMARLO EN MORDECAI ( Ester 6:1). Uno de los objetos de la escritora de Esther es mostrar cómo las circunstancias más pequeñas de la vida, las más generalmente consideradas como dejadas al azar, trabajan juntas para bien para quien merece bien, y para el mal para quien merece el mal. Ahora señala que el punto de inflexión en las fortunas de Amán y Mardoqueo fue la circunstancia aparentemente trivial de Asuero en una noche en particular que estaba preocupada por el insomnio. Esto llevó a que le leyeran el libro de las crónicas (versÃculo 1). Otra posibilidad aparente hizo que el lector incluyera en lo que leyó el relato de la conspiración de Bigthan y Teresh (versÃculo 2). Esto llevó el nombre de Mardoqueo ante el rey, y lo indujo a hacer la pregunta: "¿Qué honor y dignidad se le ha hecho a Mardoqueo por esto?" La pregunta solo podÃa responderse de una manera: "No se hace nada por él" (versÃculo 3). Tal negligencia es una violación grave de la ley persa, y una gran deshonra para el rey que lo habÃa permitido, Asuero, naturalmente, aborda el asunto con seriedad. Se debe hacer algo de inmediato para remediar la negligencia, se debe encontrar algún agente para corregirlo, y entonces el rey pregunta: "¿Quién está en la corte?" Probablemente ha llegado la mañana durante la lectura, y Amán, impaciente por obtener el consentimiento del rey para la ejecución de Mardoqueo, ha llegado al amanecer para preferir su pedido. Al rey se le dice que Amán espera afuera, y enviando por él, anticipa los asuntos que su ministro habÃa planeado plantear ante él por la repentina pregunta, le preguntó en el momento en que entró: "¿Qué se hará al hombre a quien el rey deleita? ¿al honor?" Era natural que Amán, después del favor que se le mostró el dÃa anterior, se imaginara a sà mismo como la persona a la que apuntaba y, por lo tanto, se fijara en el más alto honor que estaba dentro del alcance de sus concepciones (versÃculos 8, 9). Por lo tanto, se convirtió en el sugestor de honores para Mardoqueo que de otro modo no se le habrÃa ocurrido a nadie. Asuero, lleno de la idea de su propia negligencia, y listo para hacer cualquier reparación, consiente todo lo que se propone y, sin darse cuenta de que hay algo desagradable entre Amán y Mardoqueo, le pide a su ministro que le otorgue los honores que ha sugerido (verso 10) El comando real no se puede disputar ni evadir, por lo que Mardoqueo es escoltado a través de la ciudad por su enemigo, que habÃa esperado en ese mismo momento supervisar su empalamiento (versÃculo 11).
Ester 6:1
El libro de los registros de las crónicas. Compare Ester 2:23, donde el tÃtulo se da más brevemente, como "el libro de las crónicas". Ver también Ester 10:2. El carácter del libro ya ha sido explicado (ver comentario en Ester 2:23). Fueron leÃdos. Ya sea porque el rey no podÃa leerse a sà mismo o porque el sonido de la voz de un hombre podrÃa (se pensaba) provocar somnolencia.
Ester 6:2
Fue encontrado escrito. Vea las últimas palabras de Ester 2:1. Bigthana "Bigthan" en Ester 2:21; "Bigtha" en Ester 1:10. El nombre persa estarÃa mejor representado por la forma más completa de los tres.
Ester 6:3
El rey dijo: ¿Qué honor y dignidad se le ha hecho a Mardoqueo por esto? El descubridor de una conspiración contra la vida del rey en cualquier paÃs habrÃa sido considerado con derecho a alguna recompensa. En Persia, donde los "benefactores reales" formaron una clase distinta, y tenÃan sus nombres inscritos en una lista especial (Herodes; 8.85), le correspondÃa especialmente al monarca ver que cada una de esas personas recibiera un rendimiento proporcional al valor de su Servicio. Asuero parece haber supuesto que se debÃa conferir cierto honor o dignidad a Mardoqueo, aunque no podÃa recordar lo que era; y es difÃcil entender cómo se habÃa producido la omisión de recompensarlo, a menos que hubiera un prejuicio contra él entre los funcionarios de la corte superior, que pueden haber sabido que era judÃo, aunque sus compañeros de servicio no lo hicieron ( Ester 3:4).
Ester 6:4
El rey dijo: ¿Quién está en la corte? Probablemente se requirió que algún alto oficial de estado estuviera siempre presente sobre el monarca, para tomar sus órdenes en cualquier momento. Ahora Amán habÃa venido. Temprano en la mañana es un momento común para la transacción de negocios en un tribunal del Este. Amán estaba tan ansioso por hacer llegar el negocio en el que fue enviado, que tal vez habÃa venido incluso antes del amanecer, y estaba esperando en el patio exterior para obtener, si es posible, la primera audiencia. Esta prisa suya para efectuar la destrucción de Mardoqueo lo llevó a ser la persona asignada para hacerle el mayor honor.
Ester 6:5
Y los criados del rey le dijeron: He aquÃ, Amán está en la corte. Los sirvientes miraron hacia la corte y, para su sorpresa, Amán allà lo mencionó al rey. Naturalmente mencionarÃan al más alto funcionario a quien vieron asistir.
Ester 6:6
Amán pensó en su corazón. Literalmente ", dijo en su corazón", es decir, "pensamiento".
Ester 6:8
Que se traiga la vestimenta real. Llevar un vestido que antes usaba el rey era, en circunstancias normales, una violación de la ley persa (Plut; 'Vit. Artax.,' 5); pero el rey podrÃa permitirlo (Herodes; 7.17) o aprobarlo (Plut; 1. s.c.). El caballo sobre el que cabalga el rey. Más bien, "un caballo que el rey ha montado". Y la corona real que está puesta sobre su cabeza. Más bien, "y eso tiene una corona real puesta en su cabeza". Se pretende algún adorno peculiar por el cual el corcel real se hizo visible, no su propia corona, que incluso Jerjes apenas habrÃa permitido que otro usara. Ver Ester 6:9 y Ester 6:11, donde se hace referencia al vestido y al caballo, pero la corona, como un complemento del caballo, no se particulariza.
Ester 6:9
Tráelo a caballo por la ciudad y proclama ante él. Compare los honores otorgados a José en Egipto ( Génesis 41:43).
Ester 6:10
Darse prisa. El rey no tendrá más demoras en un asunto que se haya retrasado demasiado tiempo. Amán debe "apresurarse y conferir el honor de inmediato. Mardoqueo el judÃo, que se sienta en la puerta del rey. La nacionalidad y su empleo de Mardoqueo probablemente se mencionaron en el libro de las crónicas. De ellos el rey los ha aprendido, y usa probablemente la misma frase de los registros. No dejes que nada falle. Observa cada detalle de honor que hayas mencionado; que no se omita ni una jota ni una tilde.
Ester 6:11
Luego tomó a Hamán la ropa. A Amán le era imposible excusarse; no habÃa terreno sobre el cual pudiera rechazar la oficina que se le imponÃa. De mala gana, sin decir una palabra, realizó la orden del rey.
Ester 6:12
Hamán regresa a casa. DESPONDENCIA DE SI MISMO Y DE SUS AMIGOS ( Ester 6:12). TodavÃa no habÃa una razón real para que Amán se sintiera deprimido o se considerara que habÃa perdido el favor del rey. Le habÃan hecho un instrumento en honor de otro hombre y habÃa sufrido una decepción; pero por lo demás estaba situado como el dÃa anterior, cuando "salió" del palacio "alegre y con un corazón alegre" ( Ester 5:9). Pero parece haber tenido un presentimiento de inminente calamidad. Todo le habÃa ido tan bien con él que la primera irritación parecÃa un cambio en la marea, siniestra de venir mal. Y el miedo a su propio corazón encontró un eco en los corazones de su esposa y amigos. Entre los últimos habÃa algunos que tenÃan la reputación de ser "hombres sabios", tal vez Magos, familiarizados con las artes de las cuales se suponÃa que podÃan adivinar el futuro. Estas personas se aventuraron en una predicción. "Si Mardoqueo, ante quien has comenzado a caer, eres de la simiente de los judÃos, no prevalecerás contra él, sino que ciertamente (o completamente) caerás ante él". Con este malvado mensaje sonando en sus oÃdos, Amán abandonó su casa y acompañó a los eunucos del palacio que habÃan sido enviados para llevarlo al segundo banquete de Esther.
Ester 6:12
Y Mardoqueo volvió a la puerta del rey. Devuelto, es decir; a su antigua condición y empleo. El gran honor que le hicieron fue considerado como una recompensa suficiente. Tener la cabeza cubierta. Como David cuando huyó de Absalom ( 2 Samuel 15:30; comp. Salmo 44:15).
Ester 6:13
Sus sabios. Los magos, tal vez, a quienes tenÃa la costumbre de consultar sobre el futuro. Sobre los supuestos poderes proféticos de los magos ver a Herodes; 1: 107, 120; 7:19; Duris, p. 7, etc. Si Mardoqueo es de la simiente de los judÃos. Es difÃcil entender cómo esto ya no podrÃa considerarse dudoso. Sus compañeros de servicio lo sabÃan ( Ester 3:4); Amán lo sabÃa (ibid. Ester 6:6); Asuero lo sabÃa (supra, Ester 6:10). Los "hombres sabios" profesan considerarlo incierto, quizás para dar a sus palabras un carácter más oracular. Seguramente caerás. Más bien, "caerás por completo".
Ester 6:14
Vinieron los chambelanes del rey y se apresuraron a traer a Hamán. Esta es una costumbre no mencionada en otras partes como persa, pero muy de acuerdo con las ideas orientales. El cortés anfitrión envÃa a sus sirvientes para escoltar a los invitados importantes desde sus propios hogares hasta el lugar de entretenimiento.
HOMILÃTICA
Ester 6:1
Una noche despierta y agitada.
Hay algo dramático en esta notable historia. El movimiento es tan regular y ordenado, la trama se desarrolla tan efectivamente, la crisis se alcanza tan oportunamente, que la historia podrÃa ser tomada como una obra de arte consumada. En realidad es un trabajo en el que la naturaleza, o más bien la Providencia, es notablemente notable. Este versÃculo introduce la segunda parte de la narrativa. Hasta ahora Mardoqueo ha estado deprimido y Amán ha sido exaltado. Pero la situación ahora ha cambiado. Desde este punto, el orgullo debe caer, y la humildad debe ser elevada.
I. UN REY NO PUEDE COMPLETAR EL SUEÃO. Dormir es uno de los mejores y más preciados regalos de Dios para el hombre. "Ãl da a su amado sueño". Las preocupaciones de los negocios, del estado, de la vida pastoral, a veces pueden desterrar el sueño, del cual está bien dicho:
"Lo desdichado que abandona, vuela velozmente sobre los piñones, vuela de dolor, y las luces de los párpados no se manchan con una lágrima".
No son todos los estadistas quienes, como Lord Burleigh, pueden quitarse la bata y decir: Acuéstate, Lord Tesorero; o quién, como Lord Liverpool, puede sacar las preocupaciones de un reino con sus medias. Reflexionando sobre los asuntos de su imperio, sus ambiciosos proyectos, Asuero no podÃa dormir.
II UN INCIDENTE LIGERAMENTE LEVE PUEDE INVOLUCRAR GRANDES, MOMENTOSOS PROBLEMAS. A menudo, el sueño puede haber desaparecido de los ojos del rey y nada de consecuencia ha seguido. Pero esa noche fue memorable, porque el insomnio de esa noche fue la ocasión de la salvación de Mardoqueo, y quizás de Israel. En la providencia de Dios, como para reprender la autoconfianza de los hombres, se envÃan pequeñas cosas a los recados. Salomón habla de cosas pequeñas que aún son extremadamente grandes.
III. Los registros demuestran ser útiles para los reyes y para los reinos. Los libros registran lo que los hombres olvidan. Sabemos, no solo por lo sagrado, sino también por la historia profana, que los reyes persas guardaban crónicas de todas las transacciones importantes de sus reinados. Se cree que estos grandes reyes fueron incapaces de leerse a sà mismos, y que habÃa asistentes educados cuyo asunto era leer en voz alta, al escuchar al monarca, la rana, los registros estatales conservados en el manuscrito. AsÃ, en esta ocasión, los servicios de Mardoqueo fueron, por asà decirlo, desenterrados y sacados a la luz.
IV. UNA CONCIENCIA EXCITADA REPLACEA EL OLVIDO Y LA INGRATITUD. ¡Qué fácil es para los grandes pasar por alto los beneficios que han recibido, tomarlos como algo normal! Pero la investigación que hizo Asuero muestra que no era completamente insensible a las afirmaciones que el judÃo tenÃa sobre su memoria y su gratitud. Era tarde, pero no demasiado tarde, para compensar un servicio olvidado y olvidado.
V. Por lo tanto, la INDULGENCIA AUTOMÃTICA ES ARROJADA PARA ACTUAR CON JUSTICIA Y GENEROSIDAD. El rey habÃa dormido lo suficiente; Era hora de despertar y actuar. Y la vigilia de esta noche lo llevó a un dÃa de justicia.
Lecciones:
1. Deje que las horas de vigilia se pasen en pensamientos rentables.
2. Dejémonos convencer de la providencia dominante de Dios.
3. Recordemos que "la extremidad del hombre es la oportunidad de Dios".
Ester 6:3
Ingratitud real.
La conciencia que despierta de Asuero merece nuestra atención.
I. ES SENSIBLE QUE SU CONSERVADOR MERECE "HONOR Y DIGNIDAD". El rey habÃa recompensado a un favorito sin valor con riqueza y poder; pero, como se enteró ahora, un hombre que habÃa preservado su vida habÃa pasado desapercibido y sin recompensa. Era desacreditable a la vista de la nación y ante su propio juicio que deberÃa haber sido asÃ.
II SE SORPRENDE A Sà MISMO AL APRENDER QUE NADA SE HA HECHO POR ÃL. Cómo pudo haber sucedido esto no lo sabemos. Era costumbre que los "benefactores reales" fueran generosamente recompensados ââcon riquezas, joyas, oficinas o favores. Pero Mardoqueo habÃa quedado en la puerta del palacio, como si no hubiera hecho nada más que el trabajo del portero, como si el rey no hubiera estado en deuda con él por su vida.
III. SE DESPIERTA PARA AUTO-REPROCHAR Y PARA UN PROPÃSITO DE RECOMPENSAR A LOS DESCANSADOS. Es muy habitual que los grandes tomen todos los servicios como algo normal. Bueno, es cuando tal estado de ánimo da lugar a una visión más justa y esfuerzoâ
"La dulce música se derrite en otoño, pero más dulce aún. La voz apacible y pequeña de gratitud".
Lecciones prácticas: â1. La gratitud es un deber y una virtud. Nada es más bajo que la ingratitud. Aquellos que nos han servido nunca deben ser olvidados por nosotros, y cuando se presenta la oportunidad, debemos testificar nuestra gratitud por los hechos. Como le debemos más a Dios que a nuestros semejantes, ser desagradecido con él es ser insensible a los más altos beneficios, es incurrir en la más severa condena. "No olvides todos sus beneficios". Y muestra su alabanza no solo por tus labios, sino también por tus vidas.
Ester 6:6
A quien el rey se deleita en honrar.
No parece que Asuero tuviera ninguna intención en este momento de humillar a Amán. Toda su mente estaba decidida a la restitución y compensación a Mardoqueo, a quien habÃa descuidado tanto tiempo. Como no tenÃa conocimiento de la aversión de su favorito por el judÃo, su único motivo para exigir a Amán que guiara a Mardoqueo por la ciudad era mostrar su gratitud a su humilde amigo y benefactor. El honor que recibió Mardoqueo fue de hecho, en sus circunstancias, muy inusual, pero quizás no sin paralelo. Sin duda, el ministro pensó que se estaba preparando el honor para sà mismo cuando estaba realmente arreglando inconscientemente un triunfo para el hombre al que odiaba y cuya muerte estaba compaginando. La magnificencia, el esplendor real del progreso de los judÃos a través de la ciudad dio satisfacción al corazón del rey, mientras que eran como hiel y ajenjo para Amán. Porque Mardoqueo era "el hombre a quien el rey se deleitaba en honrar". Dios, habiendo reconciliado y perdonado al pecador penitente a través de Jesucristo, el Mediador, se complace en dar a los aceptados y amados todo el honor que puede otorgar y que podemos recibir.
I. EL HONOR DIOS PONE SOBRE SU PUEBLO ES AUMENTADO POR EL CONTRASTE ENTRE SU ANTERIOR Y SU ESTADO ACTUAL. El cambio entre Mardoqueo de cilicio y cenizas, emitiendo un fuerte y amargo grito, y Mardoqueo sobre el caballo del rey, y vestido con túnicas reales, no es nada comparado con el contraste entre el pecador impenitente e implacable y el creyente justificado y regocijado en Cristo. .
II LOS CRISTIANOS SON HONRADOS POR SER HECHOS "REYES Y SACERDOTES A DIOS". El exilio judÃo vestido con vestimenta real puede ser una figura del cristiano a quien Dios corona y honra, a quien exalta a su favor y se une a su Hijo.
III. LOS CRISTIANOS SON ADOPTADOS EN LA FAMILIA DE DIOS, SON SUS HIJOS. IV. LOS CRISTIANOS DISFRUTAN DE LA ASISTENCIA Y MINISTERIO DE ÃNGELES GLORIOSOS. Mardoqueo fue guiado a través de Shushan por "el primer ministro de la corona". Porque a los hijos de Dios se les proporciona la ministración de los ángeles, quienes "son enviados a ministrar por ellos, quienes serán herederos de la salvación".
V. LOS CRISTIANOS SERÃN TRAIDOS, COMPARTIENDO LA NATURALEZA DE DIOS, PARA COMPARTIR TAMBIÃN SU HOGAR ETERNO. Cuando Mardoqueo vino a ocupar su lugar en el palacio, a la puerta de la cual se habÃa sentado, y para ejercer el poder sobre el imperio, aquellos a quienes el Rey celestial se deleita en honrar entrarán en su presencia, compartirán su alegrÃa y se sentarán con él. Hijo sobre el trono de dominio.
Ester 6:12
Gloria intercambiada por desgracia. "No te jactes de mañana", dice el sabio, "porque no sabes lo que deparará un dÃa". Ayer Amán estaba lleno de júbilo y jactancia; su lugar estaba junto al trono; su enemigo estaba a sus pies. Esta mañana ese enemigo está a favor; su propia posición está en peligro; su jactancia parece vana; Sus perspectivas sombrÃas. Cuando Hamán va a su casa, después de ejecutar las órdenes del rey, su corazón está lleno de aprensiones.
I. SU MALICE ES DECEPCIONADO Y DERROTADO.
II SU ALEGRÃA SE INTERCAMBIA POR DUELO.
III. SU GLORIA ES SUCEDIDA POR LA VERGÃENZA.
Se cubre la cabeza, como si no se atreviera a mirar a la cara a nadie, como temiendo que la desgracia y el desastre estén a la mano.
Lecciones prácticas: -
1. Recordar las vicisitudes de los asuntos humanos.
2. "No confÃes en la princesa" o "en el hijo del hombre, en quien no hay ayuda".
3. "HumÃllense ante la poderosa mano de Dios". Es mejor presentarse ante él con humildad y contrición ahora que presentarse ante él avergonzado de aquà en adelante.
Ester 6:13
Presagios de ruina.
Los malos consejeros son pobres consoladores. Amán recurrió a su esposa, los reyes magos y sus amigos, solo ayer; y aconsejaron que se criara una horca y que se le pidiera al rey que Mardoqueo fuera ahorcado. Hoy, Amán llega al mismo cÃrculo de sus Ãntimos, cuenta lo que ha sucedido y revela sus temores. Lo hacen pero predicen su rápida ruina. Bien podrÃa haber usado el lenguaje de Job: "¡Miserables consoladores sois todos!" Ellos predicen
I. LA BUENA FORTUNA DE MORDECAI, CONTRASTE CON LA ENFERMEDAD DE HAMAN ILL. "No prevalecerás contra él, pero seguramente caerás delante de él". El ascenso y la caÃda de los favoritos en la corte fue un espectáculo familiar. Que Mardoqueo debÃa desplazar a Amán en favor real parecÃa, después de los acontecimientos del dÃa, bastante probable.
II EL FALLO DEL PROYECTO DE HAMAN, CONTRASTANDO CON EL AVANCE Y LA SEGURIDAD DE LOS JUDÃOS. El complot y el decreto contra los hebreos cautivos eran bien conocidos; y era bien sabido que Amán fue el origen de estos nefastos diseños. Ahora, aquellos que habÃan ayudado e incitado al favorito sin principios prevén que será deshonrado y que sus dispositivos quedarán en nada. Solicitud:-
1. Que tiemblen los perseguidores. Todas las cosas no están en su poder. Cuando se enfurecen e imaginan algo vano, el que se sienta en los cielos se reirá. El dÃa de su caÃda y derrota está cerca.
2. Deje que los perseguidos se animen. "El Señor sabe cómo liberar a los piadosos de la tentación". Los enemigos del hombre justo "seguramente caerán delante de él".
"Dios en sus santos se ve vigilante,
Su oÃdo atiende su grito.
El malvado se hunde bajo su ceño,
Su nombre mismo morirá;
Pero él, por fin, el justo coronará
¡Con victoria y alegrÃa! "
HOMILIAS DE W. CLARKSON
Ester 6:1
El insomnio.
No nos sorprende leer que "en esa noche el rey no pudo dormir". No, de hecho, que habÃa algo en Asuero (Jerjes) que nos hiciera esperar una noche inquieta; Ãl se nos aparece aquÃ, como en otros lugares, como una dolorosa ilustración de la crueldad humana. Que miles de sus súbditos estuvieran a punto de ser masacrados para poder llenar sus arcas deberÃa haber causado al monarca muchos dÃas problemáticos y muchas noches sin dormir; pero tal era el carácter del hombre que nadie sugiere la inminente masacre como explicación de la inquietud del rey. HabÃa alcanzado esa terrible condición espiritual en la que la vida humana no era importante para él, de modo que su poder pudiera continuar y sus placeres multiplicarse o asegurarse. Es una instancia sorprendente de la divina providencia. El que "sostiene el corazón del rey en su mano", que puede tocar con el dedo de su poder las fuentes secretas de nuestro pensamiento y sentimiento, ahora envió pensamientos problemáticos a este rey persa. Ese Señor del cielo, Guardián de Israel que no duerme ni duerme (Salmo 121:4), ahora dio una noche de vigilia a este monarca terrenal. Se interpuso en nombre de su pueblo elegido. Dios quiso que el soberano no durmiera para que asà pudiera ser llevado a tener "el libro de registros de las crónicas traÃdo y leÃdo ante el rey", y los servicios de Mardoqueo sean llevados a su conocimiento real. Poco hizo Asuero, mientras arrojaba su cabeza inquieta sobre la almohada, imaginando que una mano divina se posó sobre su atribulado cerebro. Como poco sabemos cuando el dedo de Dios está trabajando en nosotros, con nosotros, para nosotros o misericordiosamente contra nosotros. Pensando en los hijos e hijas insomnes de los hombres, podemos tener en cuenta:
I. LOS SIN MANGAS A LOS QUE PODEMOS. Hacemos bien en compadecer con sincera compasión a aquellos que nos dicen que 'no pueden dormir por la noche'. Apenas una frase sale más lastimeramente de los labios humanos. Bueno, uno de nuestros propios poetas escribe:
"¡Lástima! Oh, lástima los miserables que lloran, porque deben ser miserables los que no pueden dormir cuando Dios mismo descorre el telón".
Ya sea que sea dolor, problemas o tristeza lo que causa las horas de insomnio, podemos sentirnos sinceros y rezar sinceramente por ellos.
II EL SIN MANGAS A QUIEN ADMITIMOS. Los que
(1) amamantan tiernamente a los enfermos durante toda la noche, o
(2) con simpatÃa asistir a los tristes en sus horas de insomnio, o
(3) son "sobre los asuntos del Padre", buscando la salvación de los demás.
Son las mujeres las que "miran" lo mejor. Hubo, humanamente hablando, al menos tres mujeres que podrÃan haber visto esa "una hora" ( Mateo 26:40), y no habrÃan sido encontradas dormidas por el agonizante Maestro. Pocos de los hijos de los hombres son más dignos de nuestro afecto de admiración que aquellas hermanas que se niegan a sà mismas y que miran con tanta paciencia para no necesitar la mano ministrante o la palabra de consuelo.
III. LA MANGA SIN MANGA A QUIENES ESTAMOS OBLIGADOS DE CULPAR. Hay quienes en cada ciudad no pueden dormir porque no pueden olvidar. Cierran su libro por la noche; pero pronto tengo que suspirar
"¡Oh Dios! ¿PodrÃa cerrar mi mente y cerrarla con un cierre?"
Pagan en horas inquietas la pena oscura del vicio o el crimen; son perseguidos y castigados por el temor a la ira de Dios o la justicia del hombre, o por el reproche de su propia conciencia. Para tal no hay remedio o escape sino confesión, reparación, perdón, humano y divino. "Vuelve en tu camino" de inmediato.
IV. EL SIN MANGAS A QUIEN QUEREMOS SERVIR. Aquellos que no pueden dormir debido a "grandes búsquedas de corazón"; quienes hacen esa vieja pregunta nueva: "¿Cómo será el hombre mortal justo con Dios?" quienes no se darán descanso hasta encontrar el camino de la paz, hasta que tengan "paz con Dios por medio de Jesucristo". No hay ninguno en ningún lugar tan merecedor y exigente, tan seguro de recibir, la tierna simpatÃa y la delicada ayuda de aquellos que ministran en el evangelio del Salvador.
V. EL SIN MANGAS AL QUE ESPERAMOS UNIRME. Al otro lado del rÃo de la muerte hay una tierra donde no habrá lo que ha sido, donde cambiaremos este "cuerpo de nuestra humillación" y seremos vestidos con el "cuerpo de su gloria". No habrá insomnio como el que hemos hablado; sin cansancio, sin dolor de corazón, sin angustia, sin agitación. Pero habrá insomnio de otro tipo, porque ya no habrá necesidad de largos perÃodos de inconsciencia e inactividad allÃ. Habrá "no más fatiga, no más angustia", no más agotamiento; y por lo tanto "no habrá noche allÃ", ni sueño, sino energÃa incesante, incansable e inagotable; allà le sirven "dÃa sin noche". A estos esperamos algún dÃa unirnos. Vivamos "en Cristo"; entonces nos "dormiremos en él", y luego nos despertaremos en la mañana de un dÃa eterno donde las sombras nunca caerán, una tierra llena de luz porque está llena de la presencia cercana y la gloria del Señor.
Ester 6:2
El honor que viene del hombre.
Incapaz de dormir, el rey pide algo para seducir a las horas cansadas; le leen las crónicas de su reinado; Le llama la atención que Mardoqueo haya salvado su propia vida, pregunta cuál ha sido la recompensa otorgada a este sujeto obediente, descubre que no se ha hecho nada por él y llama a Hamán a pedirle consejo. Amán está cerca, lleno de su diseño asesino contra Mardoqueo. Nos imaginamos su impaciencia mientras el rey aborda otro tema; su exultación secreta como Asuero propone honrar a algún favorito, y como él mismo sugiere lo que alimentarÃa su propia vanidad. Vemos su asombro y disgusto al descubrir que no es otro que el mismo judÃo odiado a quien hay que honrar. Marcamos su irritación prolongada e intolerable cuando actúa como el agente en el cumplimiento de los mandamientos del rey. Con respecto al honor que proviene del hombre, aprendemos aquÃ:
I. LA CORRECCIÃN DE PAGAR LO QUE SE DEBE Y ACEPTAR LO QUE SE GANA ( Ester 6:10, Ester 6:11). Mardoqueo, quien evidentemente y encomiablemente se preocupó mucho por sà mismo, no pensó que fuera incorrecto aceptar el honor que el rey ahora le habÃa otorgado. Sufrió ser vestido con la "indumentaria real", montó el "caballo sobre el que cabalgó el rey" y fue conducido con aclamación por las calles ( Ester 6:8). Puede que lo haya disfrutado; estaba de acuerdo con los gustos y hábitos orientales, y se lo habÃa ganado bastante. Es lÃcito a la vista de Dios entrar y disfrutar los frutos de nuestros propios esfuerzos; "El trabajador es digno de su contratación". Entre las recompensas que los hombres dan a sus semejantes está la de honor. Y con razón. La adulación o adulación es, por parte de quienes la pagan, simplemente despreciable, y por parte de quienes la reciben, tanto infantil como perjudicial; Es una cosa ser condenado sin piedad en otros, y ser evitado religiosamente en nosotros mismos. Pero felicitar por el éxito obtenido con tanto esfuerzo, alabar el meritorio producto del trabajo y la habilidad, honrar a quienes han prodigado sus energÃas o arriesgado sus vidas para servir a sus semejantes, esto es correcto y bueno. Y para recibir tales honores de los labios o las manos de los hombres, si se toman con mansedumbre y agradecimiento, este té es correcto. "Si hay algún ... elogio", debemos "pensar" y practicarlo. DeberÃamos alabar a los loables y condenar a los culpables. La aprobación de los sabios y los buenos ha tenido mucho que ver con la construcción de buenos personajes y con las mejores acciones de vidas nobles.
II LA VANIDAD DE RECONOCER EN EL HONOR DE LOS GRANDES ( Ester 6:6, Ester 6:10, Ester 6:13). Amán se habÃa elevado a una alta dignidad; disfrutaba mucho del favor real; ahora sentÃa que ciertamente podÃa considerar ser el principal receptor del honor más señal que el soberano podÃa pagar. Pero Dios ha dicho: "Maldito el hombre que confÃa en el hombre, que hace de la carne su brazo". "No confÃes en el hombre, ni en el hijo del hombre". "No confÃes en los prÃncipes". Su favor es voluble; su semblante es cambiante; su mano puede acariciar hoy y aplastar mañana. Para su disgusto indescriptible, Amán descubrió que la mano real estaba a punto de distribuir el favor a su enemigo más amargo, y asà perforar su alma con amabilidad hacia otro. La codicia del honor humano es un pecado y un error; Termina en decepción, tarde o temprano, ya que los registros de cada reino, antiguo o moderno, oriental u occidental, serán abundantes. Daña también al alma, porque engendra un egoÃsmo que encuentra una horrible satisfacción en la humillación de los demás, y evita una alegrÃa generosa en la preferencia de los demás. El honor "solo del hombre" es bueno en un grado bajo. No debe ser ansiosamente codiciado como el premio principal, ni apoyarse fuertemente como el jefe de personal de la vida. "No lo busques ni lo evites".
III. LA SABIDURÃA DE BUSCAR EL HONOR QUE ES DE DIOS ( Ester 6:3). "¿Qué honor y dignidad se le ha hecho a Mardoqueo por esto?" "No se hace nada por él". HabÃan pasado cinco años, y Mardoqueo habÃa encontrado su recompensa en su propio sentido de cumplir con su deber, y en la aprobación del Dios servido. Aparte del elogio y la recompensa del hombre, vale la pena hacer lo correcto, actuar fielmente; porque hay un Soberano que no pasa por alto y que seguramente bendecirá a su propio tiempo y manera. "A los que me honran los honraré", dice. Esta honra de Dios puede ser
(1) lo que él hace que los hombres nos den, o
(2) su propia aprobación divina.
Este último es el mejor de los dos, porque
(a) es intrÃnsecamente más valioso;
(b) cargas sin desilusión;
(c) "santifica y satisface" el corazón; y
(d) es consistente con el disfrute de lo mismo por todos los demás, e incluso nos impulsa a esforzarnos para que otros lo posean.
No es la semilla del egoÃsmo, sino el germen de la generosidad. â C.
HOMILIAS DE W. DINWIDDLE
Ester 6:1
Un servicio olvidado traÃdo a la mente.
I. EL GRANDEUR DE LA CONDICIÃN EXTERNA NO PROTEGE LA MENTE O EL CUERPO CONTRA LAS DEMANDAS ORDINARIAS. El rey de Persia no pudo ordenar a voluntad dormir. La pérdida del poder de dormir no se limita a ninguna posición, aunque es quizás más común entre los ricos que entre los pobres. El humilde trabajador puede encontrar un sueño más profundo y dulce en su duro sofá que un rey poderoso y lujoso en su cama de plumón.
II CÃMO PASAR HORAS SIN MANO SE CONVIERTE EN UNA PREGUNTA IMPORTANTE PARA MUCHOS. Los nerviosos, los agobiados y los inválidos a menudo suspiran en vano por dormir, y muchos son los dispositivos ideados para aliviar la monotonÃa de la vigilia. Algunos recurren a anodinas que obligan al sueño, pero al mismo tiempo destruyen la vitalidad y someten a sus vÃctimas a una terrible esclavitud. Otros buscan ayuda de la lectura de libros sensacionales o impuros, lo que contamina el corazón y debilita la conciencia. El rey podrÃa haber hecho algo peor que llamar a las crónicas de su reinado. Es bueno revisar el pasado. Tampoco podrÃa haber un mejor momento para mirar hacia atrás en lo que se ha ido y hecho que en la solemnidad de las vigilias nocturnas. Un hombre es injusto consigo mismo e incurre en una gran pérdida, que no puede dedicar horas ocasionales a la retrospección. Muchos hombres piadosos han encontrado un dulce beneficio al seguir el método de David de ocupar una mente sin dormir (Salmo 4:4; Salmo 63:5, Salmo 63:6).
III. UNA REVISIÃN DEL PASADO RECORDARà EN CADA CASO LA MEMORIA DE LAS MERCICIAS RECIBIDAS Y DE LOS DEBERES NO HECHOS. El rey no habÃa escuchado mucho la lectura antes de escuchar el registro de la conspiración de los dos chambelanes contra su vida, y de su liberación a través de la fidelidad de Mardoqueo. Arrestado por esto, surgió en su mente, en conexión con él, no el pensamiento de la recompensa adecuada que se le habÃa otorgado a su libertador, sino la pregunta de si se habÃa otorgado alguna recompensa. Pronto descubrió que el gran servicio de Mardoqueo no habÃa sido reconocido. En el registro de la vida de cada hombre hay notas de desconsideración, ingratitud y maldad. Ninguno de nosotros puede mirar hacia atrás sin ser condenado por muchos pecados y negligencias. Este pensamiento deberÃa mantenernos humildes y llevarnos a buscar la misericordia y ayuda divinas. Las fallas pasadas deben ser como "peldaños hacia las cosas superiores".
IV. LAS OMISIONES REPARABLES O LAS LESIONES HECHAS EN EL PASADO DEBEN SER REPARADAS. Aquà el rey nos da una lección. Si ahora podemos pagar a los acreedores completos cuyas reclamaciones pasadas no pudimos cumplir, es nuestro deber hacerlo. No es suficiente expresar tristeza por cualquier mal que hayamos hecho si en alguna medida podemos enmendarlo. Los hechos en tal caso son mejores que las palabras. Zaqueo ( Lucas 19:8).
V. UN TRABAJO DE REPARACIÃN DEBE REALIZARSE DE INMEDIATO. No hay tiempo no apto para comenzar. El rey, aún en la cama, temprano en la mañana, se preparó sin demora para cumplir con su deber descuidado. Recordó sus antiguas buenas intenciones y el olvido que siguió a la demora. Las obligaciones incumplidas son a menudo el resultado de una disposición para posponer. Feliz el hombre que tiene la voluntad de obedecer de inmediato cada claro sentido del deber. Se salvará a sà mismo y a otros de mucho sufrimiento. ¿Cuántos se pierden posponiendo la decisión de Cristo (Salmo 90:12; 2 Corintios 6:2) .â D.
Ester 6:4, Ester 6:14
Exaltación y humillación.
I. ODIO. Habiendo visto la horca preparada para Mardoqueo durante la noche, Amán se levantó temprano a la mañana siguiente. Estaba en la corte del palacio mientras el rey aún le leÃan las crónicas, resolvió aprovechar el primer momento para obtener permiso para colgar al judÃo. Su plan de venganza debÃa ser ejecutado y terminado mucho antes de la hora del banquete de la reina ( Proverbios 1:16). "Los niños de este mundo son más sabios", porque son más diligentes, "en su generación que los hijos de la luz". Si la negación y la seriedad con que los hombres persiguen las cosas malvadas y mundanas se exhiben igualmente por todos los justos en la búsqueda de las cosas de Cristo, el mundo mismo pronto serÃa llevado a los pies de Dios.
II COINCIDENCIA. Cuando el rey querÃa un consejero a esa hora temprana, Amán estaba en la corte. Los pensamientos del rey y su favorito estaban ocupados y excitados por el mismo hombre. La prisa de Amán para que ahorcaran a Mardoqueo se encontró con la prisa del rey para recompensarlo. La fe a menudo puede discernir las marcas de una providencia divina en lo que los hombres llaman accidentes o coincidencias. La creencia en un Dios vivo es inconsistente con la creencia en cualquier "concurso fortuito".
III. ERROR. La pregunta hecha por el rey a Amán de inmediato lo desvió. ¿De quién serÃa el honor que el rey se deleitarÃa si no fuera el del hombre al que ya le habÃa otorgado una distinción tan inusual? Su vano corazón lo traicionó. Qué codicioso es la vanidad. Qué egoÃstas son los esclavos del pecado. La respuesta de Amán fue moldeada por sus propios deseos. El honor que sugirió habrÃa sido tonto e inútil dado a cualquier otra persona que no fuera él. Pero lo único que le quedaba a su ambición era aspirar a una exhibición tan pública y resplandeciente del deleite real en él como la que él describió. Un hombre malvado no sospecha fácilmente buenos sentimientos o buenos propósitos en ningún asociado. Se proyecta a sà mismo en su juicio de los demás. Por lo tanto, es muy propenso a cometer errores. Toda su vida es un error, un error de principio a fin.
IV. DECEPCIÃN. Cuando el rey ordenó a Amán que le hiciera a Mardoqueo todo lo que habÃa recomendado, el golpe que cayó sobre el asombroso favorito debe haber sido fuerte. ¡Que el hombre por el que habÃa hecho una horca deberÃa recibir el honor que se habÃa propuesto para sà mismo! Qué inversión de las cosas. Hay muchas decepciones y reveses que atraen toda nuestra simpatÃa, pero solo podemos alegrarnos cuando la expectativa de los malvados se ve truncada. Era una medida justa de justicia que Amán hubiera propuesto el honor que Mardoqueo debÃa usar. El juicio persigue al malhechor. Al final, todas sus esperanzas serán decepcionadas.
V. HUMILLACIÃN. Amán no solo tenÃa que ver hecho, sino hacer lo que el rey le ordenaba. Ãl era "uno de los prÃncipes más nobles del rey" que tuvo que vestir a Mardoqueo con vestimenta real, colocarlo en un caballo, conducirlo por la ciudad y proclamar ante él: "Asà se hará al hombre que el rey se deleita en honrar ". Y todo esto le hizo al hombre que más odiaba, y para quien habÃa erigido una horca. Fue una humillación amarga, pero no habÃa escapatoria. Aquellos que escalan a la grandeza mundana por caminos equivocados tienen que comer mucha tierra. Afilan el cuchillo que tarde o temprano entrará en su alma.
VI. EXALTACIÃN. Mardoqueo se rindió al modo del rey de honrarlo. Se puso en manos de Amán y pasó en silencio todo el proceso. Fue un triunfo que podrÃa disfrutarse con justicia, y también uno que prometÃa cosas mayores. Dios estaba manifiestamente con su siervo. Influencias invisibles estaban en el trabajo. El intento de liberar a Israel fue próspero. Este honor público fortalecerÃa a Esther y tendrÃa algún efecto sobre el rey. El hombre malo que conducÃa el caballo del judÃo y proclamó su favor con el rey estaba disminuyendo en poder, y la redención deseada de un pueblo devoto se acercaba. Asà Dios anima a los que confÃan en él. Hace que sus enemigos les sirvan. En medio de la oscuridad y el miedo, hace que su luz brille, y da a sus sirvientes brillantes indicios de una victoria venidera.
VII. HUMILDAD. A Amán le habrÃa embriagado un honor tal como le fue conferido a su enemigo. Para Mardoqueo, el desfile por la ciudad no era más que un concurso vacÃo, excepto en la medida en que pudiera contribuir a su propósito de salvar a Israel. Por lo tanto, lo encontramos, después de quitarse las túnicas reales, regresar a su puesto en la puerta del rey. Los honores del mundo que pasan no hacen ningún cambio en aquellos que están cargados con la búsqueda de honores que el mundo no puede dar. Su principal deseo es estar en su puesto y hacer el trabajo que les dio un maestro superior a un maestro terrenal: "hacer con justicia, amar la misericordia y caminar humildemente con su Dios" ( Miqueas 6:8) . Mardoqueo no requirió ningún esfuerzo para descender de su exaltación momentánea a su humilde posición como servidor del palacio. Su deber estaba en la puerta del rey. Qué bendición poder subordinar todas las cosas meramente personales o terrenales al servicio de Dios.
VIII OMENS. El resultado de los procedimientos de esa mañana fue deprimente para Hamán. Se retiró a su casa nuevamente para consultar a su esposa y amigos. Qué diferente ahora era su historia de la que lo habÃa inspirado a él y a ellos la noche anterior. La horca alta en el patio era una burla demacrada. La vergüenza que habÃa sobrepasado tan inexplicablemente a su señor puso una mano frÃa sobre los corazones de toda su casa. El miedo a Israel, a esa gente extraña que confiaba en un Dios de dioses, entró fuertemente en sus pensamientos e hizo que sus palabras fueran ominosas. Ellos sintieron la convicción y expresaron que si Mardoqueo era judÃo, Amán ya habÃa comenzado a caer, y que un final desastroso era inevitable. La historia ofrece muchos ejemplos del poder de los presagios para destruir la felicidad y la esperanza de los hombres malos. El funcionamiento silencioso de la divina providencia tiene su efecto tanto en los malvados como en los buenos. En el que inspiran un miedo que mina la energÃa y la habilidad; en el otro trabajan una fe que da fuerza y ââluz. El Rey Saúl no es el único cuyo corazón y mano se han paralizado por los temores supersticiosos que surgen de una rebelión contra el gobierno Divino. En el camino de los malvados speetres de un poder sagrado y vengativo siempre se levantan para arruinar sus objetivos y esperanzas. Hay juicio incluso en este mundo. Dios reina. D.
HOMILIAS POR P.C. PREGONERO
Ester 6:1
Un monarca sin dormir y una Providencia despierta.
El lugar de este verso completamente vindicado por su contenido. Cuando se observa su posición en el original, se encuentra muy cerca de la bisección del libro. Ciertamente es el punto crÃtico, la bisagra sobre la que gira el profundo interés moral y religioso de la historia. Hay un sentido en el que podrÃa parecer que hasta este punto el lector no ha podido seguir su camino. Ãl ha pedido un poco más de luz y discurso religioso distintivo. Ãl anhela ver una presencia Divina, y escuchar los acentos de una voz Divina que hasta ahora se ha dicho. Quizás estos todavÃa se mantienen en su manifestación más completa, pero ya no se puede sentir que ningún elemento vital de evidencia está ausente. La noche en cuestión fue la noche entre los dos banquetes de Esther, la noche antes de la casi inevitable conclusión del permiso para colgar a Mardoqueo en la horca recién hecha de Hamán. No todos estaban en el secreto. Ni Esther, ni Mardoqueo, ni el rey mismo sabÃan del proyecto. Sin embargo, desde un punto de vista meramente humano, todo era cierto. Cómo pasó la noche para Esther y para Mardoqueo, no lo sabemos. Ambos tuvieron que reconocer misericordias distintivas que el dÃa anterior trajo mal. Pero ambos sabÃan que una crisis que pasó felizmente hizo pasar a otra, y si esto no fuera tan favorable, la promesa del dÃa anterior fue en vano. Probablemente, entonces, las solemnes horas de esa noche fueron contadas por ellos con una ansiedad despierta. Por qué asuntos de la vida o la muerte dependÃan del dÃa siguiente. La noche de Amán no invita a una simpatÃa solitaria. Esto puede suponerse al respecto, que fue perturbado por el ruido de aquellos que "hicieron la horca" ( Ester 5:14; Ester 6:4; Ester 7:9 ), y que su duración no se prolongó demasiado en la mañana. Pero el centro de la tormenta viaja hacia la noche de Asuero, y allà muy pronto cuelga amenazadoramente. Asuero no era un buen hombre; No era un buen rey. ¿De qué otra manera podrÃa haber permitido que un súbdito insufriblemente vanidoso y egoÃsta como Amán fuera un compañero cercano? ¿Cómo podrÃa haberse comprometido con un sujeto asÃ, una autoridad que se acerca tan peligrosamente a la suya? Sin embargo, como hemos visto antes ( Ester 1:4), habÃa una gran forma generosa en torno a Asuero: el exterior de una cierta amabilidad, impulsividad, confianza sin pensar en el interior, que resultó ser un corazón no insensible. Estas cualidades realmente armonizaron bien con lo que leÃmos en otras partes de Jerjes, y cómo sus sentimientos lo vencieron cuando, desde su trono de mármol, revisó a sus innumerables tropas que cruzaban el Hellespont, y reflexionó sobre la mortalidad humana. Asuero era irreflexivo e imprudente, las mismas cosas que no se pueden defender ni en el rey ni en el hombre, pero aún no habÃa sido abandonado de toda presencia superior; todavÃa no estaba "y mucho menos". Como la palabra de Dios aquà nos detiene para hacer un comentario especial sobre la noche de insomnio de este rey, y lo exhibe como la crisis misma de la historia providencial en relación, notemos:
I. ALGUNOS DE LOS HECHOS SIGNIFICATIVOS QUE SE REÃNEN LO REDONDE COMO LA EXPERIENCIA DEL REY.
1. Observamos, y con cierta sorpresa, que no parece la menor disposición por parte del rey, o de cualquier otra persona, atribuirlo a una causa fÃsica, ni ministrarle ningún antÃdoto fÃsico. No se le ofrece ni el soporÃfero de una droga o de beber, ni el relajante de la música, ni ninguna diversión. Tampoco es posible suponer, como se verá más adelante, que "el libro de registros de las crónicas" fue enviado bajo la expectativa de que servirÃa simplemente para divertir o disipar el pensamiento y matar el tiempo.
2. Por más hostigador que haya sido, parece haber sido soportado hasta la mañana. La breve descripción que sigue a la declaración, de que "el sueño del rey huyó esa noche", argumenta que lo que sucedió sucedió todo en estrecha conexión, y para terminar con una hora que encontró a los hombres reunidos en su forma habitual en la puerta, y Amán llegó (sin duda no tarde) a la corte. Esto darÃa tiempo para el crecimiento del pensamiento hacia la determinación.
3. Si la falta de sueño de la noche fue ocasionada por alguna consideración moral o no, fue en esta dirección que corrió la mente de Asuero. Las horas de insomnio a menudo son suficientes horas de cansancio, pero quizás más de lo que creemos que abren oportunidades y nos ofrecen opciones. Maduran la idea de la iniquidad, como lo estaban haciendo en este mismo momento por Amán; o están precipitando el pensamiento de buena calidad y resultado beneficioso, como lo estaban haciendo ahora para Asuero. O bien, el insomnio de Asuero fue ocasionado por un movimiento moral de las cosas internas, o se volvió hacia ese uso. En cualquier alternativa habÃa una extrañeza moral y un significado al respecto. La religiosidad oscura e imperfecta, que era todo lo que se podÃa reclamar por sà misma, en algunos sentidos se suma a su interés.
4. Los pensamientos de esa noche de insomnio no desaparecieron. Generalmente, qué tan pronto mueren, como los sueños del sueño profundo. Son "como la nube de la mañana y el rocÃo temprano; como la paja que sale del torbellino del suelo y como el humo de la chimenea". La oscuridad de la naturaleza, la quietud humana, incluso la actitud de reposo del cuerpo, favorecen formas de pensamiento altamente estimuladas. La noche de insomnio es a menudo el dÃa de campo de la memoria. Los remordimientos y las nuevas resoluciones se juntan; el arrepentimiento y el remordimiento se alternan; Los pensamientos de dÃas más felices y los proyectos de más inocentes atestan la cita mental, pero con el amanecer se han marchado. Pero ahora no es asà con el. pensamientos de la noche de insomnio del rey Asuero. Duran y conducen a la acción. El propósito y la determinación no se extinguen. Ellos viven y con buen propósito. A su manera, y por una vez fiel a su luz, aunque una luz que ardÃa espeluznante y baja, escuchará su "ley y testimonio", si tienen algo que decirle.
II ALGUNAS DE LAS SUGERENCIAS SIGNIFICATIVAS QUE SURGEN DE ÃL EN EVIDENCIA DE UNA PROVIDENCIA INCREÃBLE.
1. La evidencia de los hechos simples de esta noche está a favor de la interferencia de alguna causa externa. No es forzar los hechos tomar esta visión de ellos, serÃa restringir su fuerza legÃtima para no hacerlo. No se conoce la causa de la inquietud, pero se decide. Las dos cosas que podrÃan haberse esperado que constituyan una causa evidentemente no ejercen influencia. El efecto inmediato, a pesar de todo, mira en esa dirección.
2. El tipo de uso al que se recurre el insomnio argumenta no solo la interferencia externa, sino la interferencia externa de Uno arriba. Este hombre, un tema extremadamente poco prometedor sobre el que trabajar, está forjado prácticamente con fines religiosos. El pensamiento, la lectura, la escucha, la pregunta y la acción se suceden en una sucesión divina rápida, ordenada y divina.
3. Los medios empleados son como los de la operación Divina, muy simples, aunque confundibles con la mayorÃa de los eventos naturales.
4. La naturaleza benéfica de los resultados de esa noche, oportuna, hasta el momento exacto del tiempo, y la grandeza de ellos evidencian juntos una Providencia misericordiosa y despierta. Esa Providencia siempre está despierta cuando los hombres están profundamente dormidos, pero no está menos despierta cuando a veces nos hace despertar y nos mantiene sin dormir. â B.
HOMILIAS POR P.C. PREGONERO
Ester 6:6
Vanidad.
"Ahora pensó Amán", etc. A veces parece que la sátira de las circunstancias y el evento humano no podrÃa ir más allá. Pero el hecho en tal caso es que nada puede superar la exactitud del objetivo Divino para la marca que se pretende alcanzar y para el momento en que la alcanza. El punto actual de la historia muestra una conjunción de cuatro eventos que, en lo que respecta a todo diseño humano, sin duda podrÃa haber sido el último en reunirse. Pero producen un efecto brillante. Cuatro momentos se encuentran, y su trabajo es el trabajo de años de preparación y de consecuencias que nunca se olvidarán. Un hombre humilde y bueno, pero deshonrado, está en peligro supremo. Se toca el punto culminante del propósito inicuo de un corazón vengativo, lleno de egoÃsmo y vanidad. Un déspota arbitrario de repente recuerda una omisión de su parte y resuelve al hacer una compensación profusa por ello. Y finalmente llega a la escena la forma de retribución divina. De estos cuatro no puede haber duda de cuál fue el hecho dominante. El resto fue cronometrado con precisión. Uno abrió el camino; el resto fue atraÃdo irresistiblemente, si inconscientemente. Este versÃculo nos da lo que pretende ser una declaración o descripción de un "pensamiento en el corazón". Puede llamarse la historia natural de un "pensamiento en el corazón"; no, de hecho, de cualquiera o de cada uno de esos pensamientos, sino de uno que alguna vez fue literalmente, y que puede haber tenido muchos de ellos. Podemos notar
I. DE QUà AUTORIDAD ESTA ESTA DESCRIPCIÃN Porque la historia no es halagadora. En toda su brevedad es de una naturaleza extremadamente cortante. Es de naturaleza estricta y severa. Es un impulso incisivo en un personaje individual. En cada uno de estos casos, nos corresponde ser más cuidadosos que nunca "no juzgar, para que no seamos juzgados", y escudriñar estrechamente la autoridad de la que hablan cuando otros pronuncian un juicio en nuestra calefacción. Porque si el juicio de lo que está en el fondo del corazón de otro no es del todo cierto, es esencialmente injusto y poco caritativo. Nuestras propias crÃticas superficiales a menudo se equivocan. Llevan en su rostro su condena, y de no ser asÃ, serÃa más censurable y más desastroso de lo que son. Pero lo que tenemos ante nosotros no es una crÃtica superficial, es el pronunciamiento del EspÃritu autoritario de toda verdad misma. El bisturà del anatomista inspirado corta profundamente, y tan tremendamente como profundamente. Nos complace recordar de quién es la responsabilidad; y cuando recordamos pensamos con un pensamiento más firme y pisamos con paso seguro.
II ¿CUÃL FUE LA NATURALEZA DEL PENSAMIENTO REVELADO? Era un pensamiento de sà mismo, y de lo que se suponÃa que era la gloria y el avance de uno mismo. Hay momentos para todos cuando es apretado y necesario pensar en uno mismo y actuar para lo que parecerá, en general, lo mejor para uno mismo. Hay otros momentos en que es el mayor error pensar en uno mismo. La ocasión en cuestión fue de este tipo. Es una ocasión en sà misma lejos de ser destituida de su propio honor.
1. Se llama a Amán como consejero y consejero de su rey.
2. Se le pide algo más que consejos. Con él yace la determinación de cierto caso presentado ante él. Ser el dispensador de dignidades y recompensas es sentarse en un trono muy cercano a la realeza misma.
3. La ocasión no es una mera formalidad, para guiarse solo por los precedentes, y requiere una búsqueda húmeda para encontrarlos.
4. El destinatario de la distinción, quienquiera que sea, también estarÃa de alguna manera en deuda con la palabra que deberÃa caer del labio de Hamán. La ocasión, por lo tanto, fue una que suplicaba especialmente por un solo ojo, un juicio claro, transparencia de motivos. Pero, de hecho, uno mismo bloquea toda la perspectiva. El pensamiento en el corazón del consejero del rey en ese momento era este: "¿A quién le encantarÃa hacer más honor al rey que a mà mismo?" Entre todos los jueces injustos y parciales, ¿hubo alguna vez más injusto?
III. ¿Cuáles fueron algunos de los sÃntomas más condenatorios o agravantes del pensamiento mismo?
1. No era solo uno mismo, sino uno mismo en forma de vanidad insufrible. Se montó al tono de la morbosa vanidad. Algunos se apresuran por el egoÃsmo de cabeza. Pero es una vÃctima elegante, sonriente y autodenominada que tenemos aquÃ. A la dignidad de posición que ya le pertenece, se ofrece una satisfacción más completa (como se ha visto); pero no es honor que su ojo pueda ver, que su mente pueda apreciar. La gracia y la fuerza de su posición honrada no pesan nada con él. ¡Pero la vanidad más egoÃsta se apaga, y en el momento más crÃtico, la idea misma de la posibilidad más mÃnima de un competidor digno consigo mismo! No puede acreditar la noción de una criatura comparada con él mismo. Por desgracia, por "labios halagadores y doble lengua" no habÃa rezado ni luchado por ser salvo; pero menos que nada de esos labios halagadores, sobre todo miden lo peor, que primero pertenecen a uno mismo y luego adulan la vanidad del yo.
2. No era solo uno mismo, sino uno mismo en la forma de una arrogancia de corazón no castigada, inmortalizada. Qué exquisitamente hermoso el reverso de esto. Qué lastimoso es el honesto y profundamente repudiado sentimiento de él: "Señor, mi corazón no es arrogante, ni mis ojos son elevados: ni me ejercito en asuntos importantes o en cosas demasiado elevadas para mÃ. Seguramente me he comportado y callado. yo mismo, como un niño destetado de su madre: mi alma es incluso como un niño destetado "(Salmo 131:1, Salmo 131:2). ¡Apártate de David en este salmo a Amán, y cómo se rebela uno! Los pensamientos de ayer por la tarde y anoche, que vieron una aptitud tan asombrosa en una "horca de cincuenta codos de altura" para el hombre oscuro, triste y picado, Mardoqueo, que no se volvió hacia él como el gusano pisoteado, pero que solo que no podÃa "levantarse ni moverse hacia él": estas eran las "imaginaciones y las cosas elevadas" que, como no las habÃa mortificado ni las habÃa derribado, ahora lo iban a mortificar rápidamente y a echar abajo para siempre. Se habÃa educado a sà mismo para "abstenerse a sà mismo"; no, no a abstenerse a sà mismo, sino solo por un corto tiempo, por el bien de la polÃtica ( Ester 5:10), las manifestaciones de uno mismo.
IV. A LO QUE ESTE LED DE "PENSAMIENTO EN EL CORAZÃN". Es de remarcar, y con la seriedad que pertenece a un fenómeno moral y un hecho en nuestra vida, con qué certeza infalible, con qué ritmo implacable, viaja el momento que resultará el momento fatal, porque sin protección, para aquellos que a sabiendas y continuamente "consideran la iniquidad en sus corazones". Puede persistir, pero está en movimiento. Puede que no se vea, pero solo está fuera de la vista. Hasta lo que se arrebata, como el momento culminante de la oportunidad más selecta de toda la vida, prueba lo que sella perentoriamente el destino del hombre. Nunca con una convicción más segura, nunca con una percepción más intuitiva, nunca con una autogratulación más disimulada, nunca con una lengua glotona, habÃa llegado a Amán un momento que aquello que le sonó a sà mismo y lo dejó en compañÃa de asombro para siempre. Y aunque todavÃa nadie habÃa susurrado esto a Hamán, él inclinó el cuello hacia el yugo e hizo la temible tarea del dÃa hasta el punto más mÃnimo, "sin dejar que nada fallara", Amán lo sabÃa todo. Entonces la esposa y los amigos lo confirmaron. Y por primera vez todos estos dÃas se vio a sà mismo y su posición cuando "se apresuró a llorar en su casa y cubrirse la cabeza". Qué extraño el contraste con el Amán que la mañana de ese dÃa "pensó en su corazón", etc.âB.
HOMILIAS POR F. HASTINGS
Ester 6:13
Confidencias conyugales.
"Y Amán le dijo a Zeresh a su esposa". El primer indicio de la caÃda del poder de Amán fue cuando el rey le ordenó colocar a Mardoqueo en la túnica real y conducirlo por la ciudad. Su mortificación fue genial. Directamente podÃa escapar de su odioso deber, se apresuró a llegar a casa y se lo contó a su esposa.
I. NO DEBE HABER SECRETOS ENTRE EL ESPOSO Y LA ESPOSA. Donde hay secretos, siempre existe el peligro de un estallido de pasión o celos. La felicidad está en peligro.
II HAMAN LE DIJO A SUS CHEQUES ASà COMO SUS AVANCES; Sus decepciones, asà como los honores. A veces los hombres dicen su buena fortuna y esconden lo malo; y, por otro lado, algunos esposos hacen sentir miserables a sus esposas por miedo a acercarse al desastre.
III. EL HUMANO TENÃA UNA ADVERTENCIA FIEL, PERO POCO CONSOLACIÃN, EN SU CONFIANZA CONJUGAL. Zeresh le dijo que "si Mardoqueo fuera de la simiente de los judÃos, ante quien has comenzado a caer, no prevalecerás contra él", etc. Era una amiga sincera y un verdadero profeta. Sin embargo, las esposas deben tratar de consolar al ganador del pan bajo sus pruebas.
IV. HAMAN TENÃA QUE INVOLUCRAR A SU ESPOSA EN SU VUELTA, Y CON LA CORRECTA DEJA SABER TODO LO QUE LE ENCUENTRA. Ningún hombre puede sufrir solo. Como Acán "pereció no solo en su iniquidad", asà Amán. Su arrepentimiento más amargo debe haber sido que tuvo que involucrar a la esposa y la familia en la ruina.