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Sunday, December 22nd, 2024
the Fourth Week of Advent
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Genesis 41". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/genesis-41.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Genesis 41". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (27)Individual Books (3)
Versículos 1-57
EL SUEÑO DE FARAON.
1. pasados dos años—No es seguro si estos años se calculan desde el principio del encarcelamiento de José, o desde los acontecimientos relatados en el capítulo anterior -más probablemente esto. ¡Qué largo tiempo para que José experimentara la pena de la esperanza frustrada! Pero el tiempo de su engrandecimiento llegó, cuando él hubo aprendido suficientemente las lecciones de Dios determinadas para él, y los planes de la Providencia se hubieron madurado. tuvo Faraón un sueño—La palabra Faraón, derivada de la palabra egipcia “fra”, que significa el “sol”, era el título oficial de los reyes del país. El príncipe que ocupaba el trono, era Afofis, uno de los reyes Menfitas, cuya capital era On o Heliópolis; y quien es universalmente reconocido como un rey patriota. Entre la llegada de Abraham y la de José a aquel país, habían pasado algo más de cien años. Los reyes duermen y sueñan, lo mismo que sus súbditos. Este rey tuvo dos sueños en una misma noche, tan singulares y tan similares, tan distintos y aparentemente tan significativos, tan coherentes y tan vivamente impresos en su memoria, que su espíritu estaba turbado.
8. hizo llamar a todos los magos de Egipto—No es posible definir la diferencia exacta entre “magos” y “sabios”; pero formaban ramas distintas de un cuerpo numeroso, que pretendía tener poder y habilidad sobrenatural en las artes y ciencias ocultas, en revelar misterios, en explicar portentos, y, sobre todo, en interpretar sueños. Una larga práctica los había hecho expertos en inventar maneras plausibles de salir de toda dificultad y de idear una respuesta adecuada a cada ocasión. Pero los sueños de Faraón frustraron la pericia de todos juntos. Distintos de sus hermanos asirios ( Daniel 2:4) ellos no pretendían conocer el significado de los símbolos contenidos en los sueños y la Providencia de Dios había determinado que todos resultaran confundidos en el ejercicio de sus imaginarios poderes, a fin de que la sabiduría inspirada de José apareciese tanto más notable.
9-13. Entonces el principal de los coperos habló a Faraón, diciendo: Acuérdome hoy de mis faltas—Este reconocimiento público de los méritos del joven hebreo, aunque tardío, habría puesto algún mérito sobre el copero, si no lo hubiera hecho claramente para congraciarse con su real señor. Está bien confesar nuestras faltas contra Dios y contra nuestros semejantes, cuando esa confesión se hace con espíritu de piadosa pesadumbre y arrepentimiento. Pero este hombre no estaba muy impresionado con el sentimiento de la falta cometida contra José; nunca pensó en Dios a cuya bondad debía estar reconocido por el anuncio profético de su liberación, y al reconocer su falta anterior contra el rey, estaba practicando el arte cortesano de halagar a su señor.
14. Entonces Faraón envió y llamó a José—Ahora que había llegado el tiempo fijado por Dios (Salmo 105:19), ningún poder, ninguna política podían detener a José en la cárcel. Durante su prolongado encierro, habría estado a menudo afligido por dudas perturbadoras; pero el misterio de la Providencia estaba por aclararse, y todos sus pesares estaban para ser olvidados en la carrera del honor y de la utilidad pública en que sus servicios serían empleados. le cortaron el pelo—(más correctamente, “él se afeitó”, posiblemente tanto la cabeza como la barba. Nota del Trad.) Los egipcios eran los únicos orientales a quienes les gustaba la barba afeitada. Todos los esclavos y extranjeros que estaban reducidos a esa condición, estaban obligados, a su llegada a aquel país, a adaptarse a los hábitos de limpieza de los nativos, afeitándose la barba y la cabeza, cubriéndose ésta con una gorra ajustada. Así preparado, José fué conducido al palacio, donde el rey parecía haber esperado ansiosamente su llegada.
15, 16. dijo Faraón a José: Yo he tenido un sueño—El breve relato que hizo el rey de lo que deseaba, demostró la genuina piedad de José, quien, negándose todo mérito propio, atribuyó a la divina fuente de toda sabiduría, los dones o la sagacidad que él pudiera poseer; declaró su propia incapacidad de penetrar en el futuro; pero, al mismo tiempo, manifestó su convicción de que Dios revelaría lo que era necesario saberse.
17. Faraón dijo: En mi sueño parecíame que estaba a la orilla del río—los sueños eran puramente egipcios, fundados en los productos de aquel país y en las experiencias de un nativo. Como dependía del Nilo la fertilidad de Egipto, la escena se coloca sobre la orilla de aquel río; y como los bueyes en los antiguos jeroglíficos eran simbólicos de la tierra y de los alimentos, estos animales fueron introducidos en el primer sueño.
18. del río subían siete vacas—Ahora se ven diariamente vacas, de la clase del búfalo, sumergiéndose en el Nilo; cuando su forma enorme emerge gradualmente, parecen “subir del río”, que pacían en el prado -pasto del Nilo; plantas acuáticas que crecen en las orillas cenagosas, especialmente de la clase del loto, con la cual el ganado generalmente se engordaba.
19. otras siete vacas … flacas y de muy fea traza—siendo la vaca el emblema de la fecundidad, los diferentes años de abundancia y de hambre fueron representados adecuadamente por la condición diferente de las vacas: la abundancia, por las vacas que comían el pasto más rico, y la escasez, por las vacas flacas y hambrientas, a las cuales las angustias del hambre las obligaron a cometer actos contrarios a su naturaleza.
22. Vi también soñando, que siete espigas—esto es, de trigo egipcio, el cual, cuando es “lleno y bueno”, es de tamaño notable, brotando de una sola semilla siete diez o catorce tallos o troncos, y en cada tallo una espiga.
23. marchitas, abatidas del Solano—destructivo en todas partes para el grano, pero especialmente en Egipto, donde, moviéndose sobre los desiertos arenosos de Arabia, llega como viento caliente, abrasador, al Egipto, y pronto seca toda la vegetación. (comp. Ezequiel 19:12; Oseas 13:15).
24. las espigas menudas devoraban a las siete espigas hermosas—“devoraban” es palabra distinta de la que se usa en el v. 4, y lleva la idea de destruir absorbiendo para sí todo el poder nutritivo de la tierra alrededor de sí.
25-36. JOSE INTERPRETA LOS SUEÑOS DE FARAON.
25. respondió José:… El … es uno mismo—Los dos señalaban el mismo acontecimiento: una dispensación notable de siete años de abundancia sin igual, que habían de ser seguidos por un período similar de carestía sin paralelo. La repetición del sueño en dos formas diferentes fué propuesta para mostrar la certeza absoluta y la llegada pronta de esta crisis pública; la interpretación fué acompañada por varias sugestiones de sabiduría práctica para hacer frente a tan grande emergencia que amenazaba.
33. Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón—la explicación dada, cuando la clave a los sueños fué proporcionada parece haber sido satisfactoria al rey y a sus cortesanos; y podemos suponer que se suscitaría una ansiosa discusión en el curso de la cual se preguntaría a José si tenía algo más que decir. No hay duda de que Dios proveyó la oportunidad para que él sugiriera lo que sería necesario.
34. ponga gobernadores sobre el país—sobreveedores, equivalente a los beyes del Egipto moderno. quinte la tierra de Egipto—o sea, del producto de la tierra; que sería comprado y acumulado por el gobierno, en vez de venderse a los comerciantes extranjeros.
37-57. JOSE ES HECHO GOBERNADOR DE EGIPTO.
38. dijo Faraón a sus siervos—Los reyes del antiguo Egipto eran ayudados en el manejo de los asuntos de estado por el consejo de los miembros más distinguidos de la orden sacerdotal; y, por consiguiente, antes de admitir a José al puesto nuevo y extraordinario que había de crearse, aquellos ministros fueron consultados en cuanto a la conveniencia y legitimidad del nombramiento. hombre … en quien haya espíritu de Dios. Un reconocimiento de la existencia y el poder del verdadero Dios, aunque pálido y débil, continuó entre las clases superiores mucho tiempo después de que había venido a prevalecer la idolatría.
40. Tú serás sobre mi casa—Este cambio repentino en la condición de un hombre que acababa de ser sacado de la cárcel, no podría suceder sino en Egipto. En tiempos antiguos como en los modernos, esclavos han ascendido a gobernantes. Pero la Providencia especial de Dios había determinado hacer a José gobernador de Egipto; y el camino fué preparado para ello por la convicción profunda y universal en la mente del rey y sus consejeros de que un espíritu divino animaba su mente. y le había dado un conocimiento tan extraordinario. por tu dicho se gobernará todo mi pueblo—literalmente, “beso”. Esto se refiere al edicto que concedía a José poder oficial, para ser despachado en forma de un firmán, como en todos los países orientales; y todos los que recibiesen aquella orden, la besarían, según el modo oriental acostumbrado de mostrar obediencia y respeto para el soberano. (Wilkinson).
41. Dijo más Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra—Estas palabras eran introductorias de la investidura con las insignias de autoridad, que eran: el anillo con sello, usado para firmar documentos públicos, y su impresión era más válida que la firma del rey; el khelaat, o vestido de honor, ropa de lino primorosamente trabajada. llevada sólo por los personajes más elevados; el collar de oro, divisa de rango (la forma lisa u ornamental de él indicaba el grado de rango y dignidad); el privilegio de andar en carruaje de estado; y finalmente
43. pregonaron delante de él: Doblad la rodilla—“abrech” palabra egipcia; que no se refiere al acto de postrarse, sino significando, según algunos “padre” (comp. cap. 45:8); “príncipe nativo” o sea que lo proclamaba naturalizando, a fin de quitar toda aversión hacia él como extranjero.
44. Estas ceremonias de investidura se terminaron en la forma acostumbrada por el rey que en consejo ratificaba solemnemente el nombramiento. Yo Faraón; y sin ti, etc.—modo proverbial de expresión de gran poder.
45. Zaphnath-paaneah—interpretado de varias maneras, “revelador de secretos”, “salvador de la tierra”; y por los jeroglíficos, “hombre sabio huyendo de la contaminación” o sea, adulterio. dióle por mujer a Asenath, hija de Potipherah—Su naturalización fué completada por una alianza con una familia de alta distinción. Siendo fundada On por una colonia árabe, Potipherah, como Jethro, sacerdote de Madián, podría ser adorador del Dios verdadero; así José, hombre piadoso, sería librado de la acusación de haberse casado con una idolatra por motivos terrenales. On—Llamada “Avén” ( Ezequiel 30:17), y también Beth-semes (Jeremias 43:13). Al ver toda esta profusión de honores repentinamente dados a José, no puede dudarse de que él humildemente y con gratitud reconocería la mano de una Providencia especial que lo conducía por toda su variada carrera hasta un poder casi real; y nosotros que sabemos más que José, no sólo podemos ver que el progreso de él estaba subordinado a los propósitos más importantes relacionados con la iglesia de Dios, sino que aprendemos la gran lección de que una Providencia dirige los acontecimientos más pequeños de la vida humana.
46. era José de edad de treinta años cuando fué presentado delante de Faraón—de diez y siete cuando fué traído a Egipto; probablemente tres años en la cárcel, y trece en el servicio de Potifar. salió … y transitó por toda la tierra—hizo una inspección inmediata, para determinar el sitio y el tamaño de las casas de almacenaje necesitadas en las diferentes partes del país.
47. hizo la tierra … a montones—una expresión singular, que hace alusión no sólo a la exuberancia de la cosecha sino a la práctica de los cosechadores de agarrar sólo las espigas que eran cortadas.
48. juntó todo el mantenimiento de los siete años—Da una idea clara de la fertilidad exuberante de esta tierra el hecho de que de la sobreabundancia de los siete años copiosos, se almacenó trigo para la subsistencia, no sólo de la población sino de los países vecinos durante los siete años de escasez.
50-52. nacieron a José dos hijos—Estos acontecimientos, que aumentaron su felicidad temporal, demuestran la piedad de su carácter por los nombres que dió a sus hijos.
53-56. cumpliéronse los siete años de la hartura—Además de la porción comprada por el gobierno durante los años de abundancia, el pueblo habría podido almacenar mucho para su uso futuro. Pero imprecavidos como son los hombres comúnmente en tiempos de prosperidad, ellos se hallaron necesitados, y habrían muerto a millares, si José no hubiera previsto y proveído para la calamidad prolongada.
57. por toda la tierra, había crecido el hambre—o sea en países contiguos a Egipto: Canaán, Siria y Arabia.