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Sunday, December 22nd, 2024
the Fourth Week of Advent
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Kings 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/1-kings-8.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre 1 Kings 8". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (26)Individual Books (1)
Versículos 1-66
LA DEDICACION DEL TEMPLO.
2. en el mes de Ethanim … en el día solemne—La inauguración pública y formal de este lugar de culto nacional no se realizó sino once meses después de la terminación del edificio. La demora probablemente se originó por el deseo de Salomón de elegir la oportunidad más conveniente, cuando hubiera una asamblea general del pueblo en Jerusalem (v. 2), y esto no sucedió sino hasta el año siguiente. Aquél fué el año de jubileo, y Salomón resolvió dar principio a la solemne ceremonia unos pocos días antes de la fiesta de los Tabernáculos, que era la fecha más apropiada, ya que aquella fiesta anual había sido instituída en conmemoración de que los israelitas habían vivido en tiendas durante su estada en el desierto; así como también en conmemoración del Tabernáculo erigido en aquel entonces, en el cual Dios prometió habitar y morar entre su pueblo, santificándolo con su gloria. Y como el tabernáculo había de ser reemplazado por el templo, había una conveniencia admirable en elegir la fiesta de los tabernáculos como la fecha para la dedicación del nuevo lugar de culto, y para pedir que los mismos privilegios que tuvo el tabernáculo, los tuviera el templo, y que en él se Manifestaran la presencia y gloria divinas. En la fecha señalada para la inauguración, el rey dió orden para que todos los jefes y representantes de la nación se trasladaran a Jerusalem, y tomasen parte en la augusta procesión. El primer lugar fué tomado por el rey y los ancianos del pueblo, cuyo avance fué lento, pues los sacerdotes se iban deteniendo para ofrecer un inmenso número de sacrificios en varios puntos del camino por donde la procesión pasaba; luego venían los sacerdotes trayendo el arca y el tabernáculo, el viejo tabernáculo mosaico que fué traído desde Gabaón. Al final venían los levitas, trayendo los vasos y ornamentos que pertenecían al viejo santuario, para depositarios en la nueva casa de Dios. Hubo una pequeña diferencia en este modo de proceder y el del orden de marcha establecido en el desierto ( Números 3:31; Números 4:15); pero se observó debidamente el orden. El arca fué depositada en el oráculo, el lugar santísimo, bajo las alas de los querubines—no los querubines mosaicos, que estaban firmemente adheridos al arca ( Éxodo 37:7), sino los que fueron hechos por Salomón, que eran mucho más grandes.
8. hicieron salir las varas—Un poco, de modo que sobresalían (véase Éxodo 25:15; Números 4:6), y eran dejadas en esa posición. El propósito era que estas varas sobresalientes sirvieran como guía al sumo sacerdote para conducirlo a aquel lugar, donde, una vez por año, entraría para oficiar ante el arca, de otra manera él podría perder el camino en la obscuridad, estando el arca completamente cubierta por las alas de los querubines.
9. En el arca ninguna cosa había más de las dos tablas de piedra—Nunca había ninguna otra cosa en el arca, los artículos mencionados en Hebreos 9:4 no estaban dentro sino al lado de ella, habiendo sido puestos en el lugar santísimo delante del testimonio. ( Éxodo 16:33; Números 17:10).
10, 11. la nube hinchió la casa de Jehová—La nube era el símbolo visible de la presencia divina, y al ocupar el santuario, era testimonio de la grata aceptación de Dios del templo, así como del tabernáculo. ( Éxodo 40:34). La deslumbrante claridad, o más bien, tal vez. la densa y portentosa obscuridad de la nube, impresiono a los sacerdotes, como anteriormente había hecho a Moisés, con tal asombro y terror ( Levítico 16:2; Deuteronomio 4:24; Éxodo 40:35) que ellos no pudieron quedarse allí. Así el templo vino a ser el lugar donde se reveló la presencia divina, y el Rey de Israel estableció su residencia real.
12-21. LA BENDICION DE SALOMON.
12. Entonces dijo Salomón—Para establecer la confianza de los sacerdotes y del pueblo, el rey les recordó que la nube, en vez de ser una señal anunciadora de mal, era señal de aprobación. Jehová ha dicho—No en términos expresos, sino por un curso continuo de acción ( Éxodo 13:21; Éxodo 24:16; Números 9:15).
13. Yo he edificado casa por morada para ti—Este es un apóstrofe dirigido a Dios, como que él comprendía su llegada por medio de la nube y que le daba la bienvenida al entrar como huésped o habitante en su morada permanente, la cual, a su mandato, había sido preparada para su recibimiento.
14. volviendo el rey su rostro—Desde el templo, donde había estado mirando el movimiento de la nube mística, y mientras el pueblo estaba en pie, por una parte como en actitud de devoción, y por otra parte por respeto a la realeza, el rey dió una ferviente expresión de alabanza a Dios por el cumplimiento de su promesa ( 2 Samuel 7:6).
22-61. SU ORACION.
22. Púsose luego Salomón delante del altar—En el atrio, sobre un púlpito de metal erigido para la ocasión ( 2 Crónicas 6:13), frente al altar de los sacrificios quemados, y rodeado por un enorme grupo de personas. Tomando la actitud de suplicante, de rodillas (v. 54, cf. 2 Crónicas 6:24), y con manos levantadas, él ejecutó el solemne acto de consagración, un acto notable, entre otras circunstancias, porque fué hecho, no por el sumo sacerdote o alguna persona de la familia aarónica, sino per el rey en persona, quien podía ministrar lo referente a las cosas santas, pero no las mismas. Esta sublime oración, que expresa sentimientos de la más elevada piedad y la más profunda humildad, naturalmente hizo referencia a las bendiciones nacionales y a la maldición contenida en la ley—y la carga de ella—después de tributar alabanza a Dios por la concesión de aquéllas, hizo una ardiente súplica por la liberación de ésta. Especifica siete casos en que se necesitaría la misericordiosa interposición de Dios; y ardientemente la pide bajo la condición de que el pueblo orase “hacia” aquel lugar santo. La bendición dirigida al pueblo al final, es substancialmente una breve recapitulación de la oración precedente.
62-64. SU SACRIFICIO DE OFRENDA PACIFICA.
62. el rey, y todo Israel …, sacrificaron víctimas delante de Jehová—Esta fué una ofrenda quemada con todos sus requisitos, y siendo la primera ofrecida en el altar del templo, fué, como en el caso similar del tabernáculo, consumida por fuego milagroso desde el cielo (Véase 2 Crónicas 7:12). En ocasiones notables, los paganos ofrecían hecatombes (sacrificios de cien víctimas), y aun quiliombes (mil animales), pero los sacrificios públicos ofrecidos por Salomón en esta ocasión, superaron a todas las otras ofrendas de la historia, sin tener en cuenta los ofrecidos por individuos particulares, que sin duda, llegaron a un gran número adicional. Una gran parte de los sacrificios eran ofrendas pacíficas, las que proporcionaron al pueblo la oportunidad de tener festejos.
63. Así dedicaron el rey y todos los hijos de Israel la casa de Jehová—La dedicación no era ceremonia ordenada por la ley, sino que fué hecha por causa de los sentimientos de reverencia que naturalmente inspiran los edifioios destinados al culto divino.
64. Aquel mismo día santificó el rey el medio del atrio—Esto es, toda la extensión del patio de los sacerdotes. Aunque el altar de ofrendas quemadas era grande ( 2 Crónicas 4:1), fué totalmente inadecuado para el inmenso número de sacrificios que distinguieron la ocasión. La santificación del patio del medio fué temporario, para responder a las exigencias de una ocasión extraordinaria, en ayuda al altar establecido, y fué quitado al fin del sagrado festival.
65. EL PUEBLO GOZOSO.
65. desde como entran en Hamath hasta el río de Egipto—desde un cabo del reino hasta el otro. El pueblo concurría de todas partes. por siete días y otros siete días, esto es, por catorce días—Los siete primeros se ocuparon en la dedicación, y los otros siete para conmemorar la fiesta de los tabernáculos ( 2 Crónicas 7:9). La forma especial de expresión indica que los catorce días no fueron continuos, y que hubo algún intervalo por causa del día de expiación que caía en el día diez del mes séptimo (v. 2), y que el último día de la fiesta de los tabernáculos fué el día veintitrés ( 2 Crónicas 7:10), cuando el pueblo volvió a sus hogares con sentimientos del mayor gozo y gratitud “por todos los beneficios que Jehová había hecho a David su siervo, y a su pueblo Israel”.