Lectionary Calendar
Saturday, July 19th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario Popular de la Biblia de Kretzmann Comentario de Kretzmann
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en el dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
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Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Usado con permiso.
Información bibliográfica
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Ezekiel 7". "Comentario Popular de Kretzmann". https://studylight.org/commentaries/spa/kpc/ezekiel-7.html. 1921-23.
Kretzmann, Paul E. Ph. D., D. D. "Comentario sobre Ezekiel 7". "Comentario Popular de Kretzmann". https://studylight.org/
Whole Bible (21)
VersÃculo 1
Además, vino a mà palabra del Señor, diciendo:
VersÃculos 1-9
La ruina que se acerca
VersÃculo 2
También, hijo de hombre, la dirección directa que distingue esta comunicación de las destinadas al pueblo en general, asà dice el Señor Dios a la tierra de Israel, el hogar del pueblo del pacto, Un fin, lo que pone fin a la longanimidad. de Dios hacia toda Judea, el fin, que ahora definitivamente fijado, ha llegado a los cuatro rincones de la tierra, a sus lÃmites extremos, a través de sus fronteras.
VersÃculo 3
Ahora ha llegado el fin sobre ti, toda la tierra de la nación del pacto, y enviaré mi ira sobre ti y te juzgaré según tus caminos, la conducta en todas sus formas, y te recompensaré con todas tus abominaciones. , para que fueran debidamente recompensados ââsobre sus cabezas.
VersÃculo 4
Y mi ojo no te perdonará, en ninguna forma de compasión, ni tendré piedad, como la que un padre indulgente podrÃa haber estado tentado a mostrar; pero recompensaré tus caminos sobre ti, y tus abominaciones serán en medio de ti, manifestadas a todos en sus consecuencias, los castigos divinos; y sabréis, cuando el castigo los hirió en estricta conformidad con la profecÃa del Señor, que yo soy el Señor, siendo la evidencia ofrecida suficiente y concluyente.
VersÃculo 5
Asà dice el Señor Dios: Un mal, un mal único, he aquÃ, ha venido, una calamidad peculiar como nunca antes se habÃa oÃdo, sin paralelo en la historia del mundo.
VersÃculo 6
Ha llegado el fin, ha llegado el fin, literalmente, "Viene el fin, viene el fin", manifestando asà su absoluta certeza; te vigila, despertando de su letargo, por asà decirlo , para abalanzarse sobre su vÃctima; he aquÃ, ha llegado.
VersÃculo 7
Ha llegado la mañana para ti, el giro de los acontecimientos, el destino, el destino que les ha sido asignado, oh tú que moras en la tierra, todos sus habitantes. Ha llegado el momento, el perÃodo que completa el tiempo fijado por Dios; Se acerca el dÃa de la angustia y no el retumbar de los montes, literalmente, "tumulto y no gritos de júbilo en los montes", como era la regla cuando se recogÃa la cosecha en las viñas. La época de una felicidad tan tranquila habÃa pasado.
VersÃculo 8
Ahora pronto derramaré sobre ti mi furor, como si fuera un vaso volcado, y cumpliré mi ira contra ti con el ardor de su castigo; y te juzgaré según tus caminos y te recompensaré por todas tus abominaciones, y la repetición de esta declaración la hace más enfática.
VersÃculo 9
Y mi ojo no perdonará, ni tendré piedad; Te recompensaré según tus caminos y las abominaciones que hay en medio de ti; y sabréis que yo soy el SEÃOR que golpea. El Dios verdadero es un Dios celoso, que castiga con severidad la iniquidad de los pecadores.
VersÃculo 10
He aquà el dÃa del juicio final; he aquÃ, ha llegado; ha salido la mañana, ha surgido la calamidad destinada; la vara ha florecido, el orgullo ha florecido, los poderes de la venganza han madurado con el propósito de ejecutar el castigo del Señor sobre el pueblo del pacto.
VersÃculos 10-27
La ruina lograda
VersÃculo 11
La violencia, a saber, la de los caldeos vencedores, se eleva como vara de maldad, es decir, para ejecutar el castigo sobre los impÃos; ninguno de ellos quedará, ya sea que los habitantes sean sacrificados o llevados al cautiverio, ni de su multitud, aunque antes eran ruidosos y bulliciosos, ni de ninguno de los suyos, de sus riquezas o posesiones; ni habrá llanto por ellos, literalmente, "ni hay nada glorioso entre ellos", algo de lo que puedan sentirse justamente orgullosos.
VersÃculo 12
Ha llegado el momento, se acerca el dÃa. Que no se regocije el comprador por un trato que hizo, ni el vendedor se lamente por la pérdida de la propiedad que con gusto habrÃa retenido; porque la ira está sobre toda su multitud, y el juicio del Señor los hiere a todos de la misma manera.
VersÃculo 13
Porque el vendedor no volverá a lo que se vende, ya que todas las leyes relativas a la devolución de la propiedad serÃan anuladas por la expulsión de Israel de la tierra, aunque todavÃa estaban vivos, literalmente, "incluso si su vida todavÃa estaba entre los vivos", en el momento en que, según las antiguas regulaciones, el vendedor podrÃa recuperar la posesión de su propiedad; porque la visión toca a toda su multitud, la cual no volverá, es decir, la visión concedida por el Señor a su profeta es contra toda la masa del pueblo y no cambiará, ni nadie se fortalecerá en la iniquidad de su vida, es decir, la posesión debe retirarse de toda la nación, porque ninguna persona malvada debe, al cometer iniquidad, fortalecerse en su vida y asà poder resistir al enemigo.
VersÃculo 14
Ellos, los judÃos, el pueblo de la nación del pacto, han tocado la trompeta, como si se estuvieran preparando para la batalla, incluso para prepararlo todo; pero nadie va a la batalla, pues el juicio del Señor les ha quitado el valor; porque mi ira está sobre toda su multitud, y su timidez es consecuencia de su ira.
VersÃculo 15
La espada está afuera, en las personas de los invasores, y la pestilencia y el hambre adentro, de modo que el ataque del Señor viene de ambos lados; El que esté en el campo, fuera del campo de batalla, morirá a espada; y el que esté en la ciudad, lo consumirá el hambre y la pestilencia, y nadie podrá escapar del castigo del Señor.
VersÃculo 16
Pero los que escapen de ellos escaparán y estarán en los montes como palomas de los valles, expulsados ââde su hábitat natural, alejados de sus nidos, todos de luto, dando a conocer su dolor, su sentimiento de dolor y dolor, cada uno por su iniquidad. El lúgubre grito de la paloma es una comparación adecuada en este punto, la mezcla de figura y realidad tiende a aumentar el énfasis.
VersÃculo 17
Todas las manos estarán débiles a causa de la debilidad provocada por el terror y el sentimiento de vergüenza, y todas las rodillas estarán débiles como el agua, y se les quitará la fuerza, de modo que se nieguen a pararse y permanecer firmes.
VersÃculo 18
También se ceñirán de cilicio, en señal de profundo duelo, y el horror los cubrirá, rodeándolos como un vestido; y la vergüenza habrá en todos los rostros, como resultado de que finalmente se den cuenta de su iniquidad, y la calvicie en todas sus cabezas, al arrancarse el cabello en la profundidad de su duelo.
VersÃculo 19
Ellos arrojarán su plata en las calles, y su oro será removido, ellos mismos descartando los metales preciosos que poseÃan por haber perdido ahora todo su valor, como repugnantes, de hecho, en vista de los abusos a los que habÃan sido vÃctimas. poner; su plata y su oro no podrán librarlos en el dÃa de la ira del Señor; Cf 1 Pedro 1:18 .
No saciarán sus almas, de modo que se les perdone la vida, ni se llenen las entrañas, al proveer lo necesario para la vida, ya que su dinero no podrá procurarles ni la liberación de la espada ni la liberación de una muerte por hambre, porque , su riqueza, es el tropiezo de su maldad, la causa de muchos de sus transgresiones.
VersÃculo 20
En cuanto a la belleza de su ornamento, las riquezas con las que Israel estaba dotado, con las que él podrÃa adornarse, lo puso en majestad, lo convirtió al servicio del orgullo; sino que hicieron imágenes de sus abominaciones y de sus abominaciones en ellas, es decir, del oro y la plata que Dios les dio, los hijos de Israel hicieron Ãdolos, cosas repugnantes a los ojos de Jehová; por eso lo he alejado de ellos, les habÃa quitado sus riquezas, su oro y plata, y también su templo, para que ya no pudieran contaminarlo con sus abominaciones.
VersÃculo 21
Y la entregaré en manos de extraños como presa, a los invasores, para que la usen como mejor les parezca, y a los malvados de la tierra como botÃn, los babilonios, por supuesto, aprovechando su victoria para los lleno, y lo contaminarán, tanto el templo como todas las riquezas capturadas por ellos.
VersÃculo 22
Me apartaré también de ellos, de los habitantes de Jerusalén, y ellos, los invasores, contaminarán Mi lugar secreto, a saber, el tesoro del Santuario, que fue profanado por los caldeos cuando lo llevaron a Babilonia; porque los ladrones entrarán en ella y la profanarán.
VersÃculo 23
Haz una cadena, forjando cadenas para los habitantes de la tierra; porque la tierra está llena de crÃmenes de sangre, de culpabilidad de sangre, y la ciudad, a saber, Jerusalén, está llena de violencia.
VersÃculo 24
Por tanto, traeré lo peor de las naciones, los que se destacaron en rebeliones cuando invadieron la tierra de Israel, y tomarán posesión de sus casas y las ocuparán para sà mismos; También haré cesar la pompa de los fuertes, la fuerza de Israel en que confiaban, y sus lugares santos, que el Señor ya no aceptará como consagrados a él, serán contaminados.
VersÃculo 25
La destrucción viene, literalmente, "contracción", para enfatizar la fuerza del golpe que se va a dar; y buscarán la paz, haciendo todo lo posible por encontrar liberación de las calamidades inminentes, y no habrá ninguna.
VersÃculo 26
La maldad vendrá sobre la maldad, y el rumor será sobre el rumor, un golpe tras otro; Cfr. Mateo 24:6 . Entonces, cuando sea realmente demasiado tarde, buscarán una visión del profeta; pero la Ley perecerá del sacerdote y el consejo de los antiguos, es decir, buscarÃan consejo en vano, y sus propios lÃderes perderÃan su entendimiento.
VersÃculo 27
El rey se lamentará como el gobernante de la nación, y el prÃncipe, los jefes de las divisiones más pequeñas de la nación, serán vestidos de desolación, y las manos del pueblo de la tierra, es decir, de la nación como tal. , se turbará, temblará de terror. Haré con ellos según su camino, según su conducta, y según sus méritos los juzgaré, según lo merecÃan por sus fechorÃas; y sabrán que yo soy el Señor,este hecho se les imprimió con especial fuerza por el castigo del Señor sobre toda la nación. Si la gente no presta atención a la Palabra del Señor y lo hace con pronta obediencia, Su castigo llamará su atención sobre el hecho de Su soberanÃa.