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Saturday, July 19th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
Comentario de Calvino sobre la Biblia Comentario de Calvino
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son de dominio público.
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Información bibliográfica
Calvino, Juan. "Comentario sobre Jeremiah 17". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/commentaries/spa/cal/jeremiah-17.html. 1840-57.
Calvino, Juan. "Comentario sobre Jeremiah 17". "Comentario de Calvino sobre la Biblia". https://studylight.org/
Whole Bible (29)
VersÃculo 1
El Profeta nos enseña aquÃ, en otras palabras, lo que a menudo ya hemos visto: que los judÃos buscaron refugio en vano, porque su pecado se habÃa acumulado tanto que era muy evidente. De hecho, a menudo sucede que los hombres caen; pero Dios, que siempre se inclina a la misericordia, los perdona; y también a menudo se descarrÃan por la ligereza, y por lo tanto sus pecados no están grabados en sus corazones. Pero JeremÃas dice que nada le queda a esa nación sino ser barrido por completo, porque su iniquidad fue una recuperación pasada. Si hubieran sido ligeramente salpicados de vicios, todavÃa podrÃa haber habido un remedio para ellos; pero cuando sus iniquidades fueron grabadas en sus corazones, en su médula y huesos, ¿qué más les quedaba? Ãl habÃa dicho antes,
"¿Puede el etÃope cambiar su piel?" (Jeremias 13:23)
aunque el etÃope puede cambiar su piel, y también la pantera, aún eres como tú. HabÃan absorbido tan completamente el desprecio por Dios, y también la perversidad, que de ninguna manera podrÃan ser restaurados a la mente correcta. Ahora percibimos el significado del Profeta en este pasaje.
Ãl dice que el pecado de Judá fue escrito con una pluma de hierro, con el punto de ser firme; como si hubiera dicho: âNo solo están ligeramente imbuidos de iniquidad, porque entonces podrÃa haber algo de curación; pero la iniquidad está grabada en sus sentimientos más Ãntimos, como si uno la hubiera grabado con firmeza o con una pluma de hierro. Parece, por lo tanto, que no eran indignos por completo, ya que de ninguna manera eran capaces de recibir misericordia, cuánto Dios podrÃa haberse inclinado a recibirlos en favor; porque su obstinación habÃa cerrado el camino de la salvación; ni podrÃan aplicarse a sà mismos las promesas, porque requieren arrepentimiento en los pecadores.
Luego agrega: Está grabado en la mesa de su corazón; como si hubiera dicho que eran tan adictos a la iniquidad, que todas sus partes internas llevaban la impresión de ello. Por lo tanto, se deduce que se demostró que los judÃos eran tan culpables, que en vano lograron evasiones, porque su propia conciencia los condenó. Al mismo tiempo, considero que el Profeta habla no solo de la culpa, sino también del pecado mismo y de su propensión al mal. Ãl quiere decir que los judÃos no solo habÃan pecado y transgredido la ley de Dios de una manera no común, sino que también estaban tan entregados a la maldad como para deleitarse en la iniquidad que estaba grabada en sus corazones. Con una metáfora llama a los afectos o sentimientos las tablas del corazón: porque compara el corazón con las tablas; como aparece la escritura cuando se corta en piedra o latón, asà cuando se hace una impresión pecaminosa en los corazones de los hombres, se puede decir que la iniquidad misma está grabada en las mesas del corazón.
Luego agrega: Y en los cuernos de tus altares. HabÃa hablado del corazón, ahora avanza más, que apareció abiertamente una evidencia de iniquidad oculta. Si él hubiera hablado solo de sus corazones, los judÃos podrÃan haber objetado y dicho: â¿Cómo puedes penetrar en nuestros corazones? ¿Eres Dios, para examinar y probar nuestras emociones internas? Pero el Profeta agrega que su iniquidad era suficientemente conocida por sus altares. Al mismo tiempo, insinúa que en vano alegaron el nombre de la religión; porque bajo esa pretensión pecaron especialmente contra Dios; porque habÃan viciado su pura adoración. Y para confirmar esto mismo, agrega:
VersÃculo 2
Me parece que los intérpretes no han percibido el diseño del Profeta aquÃ, al menos no han explicado claramente el tema. Continúa, como creo, con lo que dijo al final del último verso: que la iniquidad de Judá estaba grabada en los altares o en los cuernos de los altares: ¿cómo fue esto? incluso porque transmitieron a la posteridad todo lo que idearon sobre sus formas impÃas de adoración. ¿Cómo se grabó la iniquidad en los cuernos de los altares? incluso porque no era solo una maldad temporal, cuando los judÃos echaron a un lado la Ley y siguieron sus corruptas supersticiones; pero, por el contrario, su iniquidad fluyó, por asà decirlo, por derecho hereditario, a su posteridad. Justo entonces Jeremiah los acusa de que no solo fueron llevados al mal a lo largo de toda su vida, sino que también corrompieron a sus hijos, ya que les dejaron memoriales de sus propias supersticiones.
Algunos dan esta explicación: "Como recuerdan a sus hijos, también sus altares"; como si el Profeta hubiera dicho que los idólatras ardÃan con tal ardor, que tenÃan los altares dedicados a sus Ãdolos tan queridos por ellos como sus propios hijos. Pero este punto de vista parece demasiado forzado. Entonces no tengo ninguna duda de que el Profeta aquà amplifica su maldad, cuando dice, que fue grabada en los cuernos de los altares; porque su posteridad recordaba las supersticiones que habÃan recibido de sus padres. Menciona también sus arboledas; (170) para sobre o cerca de cada árbol sombreado que construyeron altares; y también en todas las colinas altas. Sigue -
VersÃculo 3
El Profeta repite nuevamente, que el castigo estaba cerca de los judÃos, y que no les sirvió de nada para buscar recovecos y lugares de acecho, porque Dios los sacarÃa de las montañas y los expondrÃa como presa de sus enemigos.
Algunos reproducen ×רר×, erri, "O my mountain", etc .; y a primera vista este significado parece apropiado; pero como el contexto requiere que esto se entienda de los israelitas y los judÃos, que siempre recurrieron a sus recesos, cuando cualquier temor a los enemigos los atacó, prefiero otra interpretación. Desde entonces, en momentos de angustia, se refugiaron en sus escondites, dice el Profeta, que tratarÃan en vano de escapar, porque las montañas serÃan como los campos: expondré, dice, como en el campo, o la llanura, tus riquezas y tesoros, para que se conviertan en presa de tus enemigos. El significado es que el Profeta denuncia la venganza contra los judÃos y, al mismo tiempo, se despoja de su tonta confianza, lo que los hizo seguros, para despreciar todas las amenazas de Dios: "Ustedes piensan", dice, "que hay será un refugio seguro para ti en las montañas; pero Dios sacará de allà todas tus posesiones y las expondrá en campo abierto, para que puedan convertirse en una presa fácil ".
Repite nuevamente lo que habÃa dicho, que Dios infligirÃa un castigo justo a los judÃos, porque habÃan pecado mucho en sus lugares altos. Por lugares altos sin duda se refiere a todos sus modos de adoración impÃos y corruptos. Porque Dios habÃa elegido para sà un Templo en el Monte Sion; diseñó los sacrificios que se ofrecerÃan allÃ; pero ellos, arrastrados por un tonto celo, habÃan construido para sà mismos muchos altares, de modo que no habÃa una colina donde no hubieran colocado un altar u otro. Al declarar entonces una parte del todo, el Profeta aquà se refiere a todo lo que era inconsistente con la ley de Dios: y para amplificar su pecado, dice: En todos tus lÃmites; es decir, su impiedad se difundió ampliamente, de modo que ninguna parte de la tierra quedó libre de su superstición corrupta. Desde entonces, la tierra estuvo completamente contaminada, justamente el Profeta dice: "En todas tus fronteras"; declara que no habrÃa refugio para ellos, para preservarlos a ellos y a sus tesoros para que no se conviertan en presas de sus enemigos. Sigue -
VersÃculo 4
AquÃ, como es un modo conciso de hablar, parece haber algo de oscuridad; pero en cuanto al tema manejado, el significado del Profeta es evidente, que serÃan expulsados ââde su herencia, y por asà decirlo de sus propias entrañas. Por eso dice: serás destituido de tu herencia; es decir, aunque piensen que están más allá del alcance del peligro, porque todavÃa la ciudad permanece segura y continúan en ella; sin embargo, pereceréis, como dicen, viviendo y viendo. Entonces habrá un despido de la herencia incluso para ti; es decir, "Aunque el Señor debe retrasar el tiempo y hacer que permanezcas, serás como los muertos, porque Dios te destruirá, aunque puede dejarte una vida lastimera". Parece una expresión enfática cuando el Profeta dice que habrá una destitución larga incluso para sà misma: él insinúa que, aunque algunas de las personas permanecerÃan vivas, aún estarÃan entregadas al exilio y la dispersión. Y era una condición peor que la muerte para los judÃos que sus vidas continuaran y se esparcieran entre sus enemigos.
Y él dice: De la herencia que te di; y dice esto para que no puedan exponerse con él, que les quitaron el suyo. "¿Cómo se ha convertido la tierra", dice, "en tu herencia? incluso porque lo obtuviste a través de mi generosidad. Y ahora, dado que eres tan desagradecido, ¿por qué deberÃa ser culpado por quitar lo que te habÃa dado? o qué mal te ha hecho? ¿Y qué me pueden objetar? porque siempre ha sido mi herencia, aunque por un tiempo te lo concedÃ. Si me hubieras agradecido, hubiera sido tuyo perpetuamente; pero ahora, cuando te lo prive, debes atribuirlo a tu propia culpa.
Con el mismo propósito que agrega, te haré servir a tus enemigos: y esto fue mucho más grave que servir a sus vecinos por quienes no fueron odiados. Pero él muestra cuán terrible serÃa su calamidad, ya que están obligados a servir a sus enemigos. Añade: En una tierra que no conoces. Esta es una repetición de lo que se ha dicho antes, y no requiere comentarios. Ãl en último lugar confirma lo que habÃa dicho de su maldad; Quemar, dice, se disparará en mi nariz: pero ××£, aph, puede tomarse para el semblante de Dios, aunque a menudo significa ira. Sin embargo, como dice: "Ustedes han encendido un fuego", parece mejor hacerlo aquÃ, en mi cara. Además, por la palabra Yo nunca, él insinúa que Dios serÃa implacable para los judÃos, ya que se lo merecÃan. (171)
El texto recibido es sin duda materialmente correcto, ya que no hay lecturas diferentes de ningún peso o adecuado, excepto la que se mencionó anteriormente. La Vulgata, el SirÃaco y el Targum difieren entre sà tanto como lo hacen del hebreo. De hecho, todos están de acuerdo materialmente en cuanto al comienzo del tercer verso, en cuanto a "la montaña" y "el campo" como lugares donde la gente adoraba a los Ãdolos; y la Vulgata y el SirÃaco conectan las palabras con el verso anterior; y esto, creo, es lo que debe hacerse. Luego el pasaje se leerá como sigue:
1. El pecado de Judá está escrito con un bolÃgrafo de hierro. A punto de ser firme, está grabado, en la tabla de su corazón, y en los cuernos. de sus altares:
2. Como un monumento a sus hijos Son sus altares y sus Ãdolos, Cerca del árbol verde, en las altas colinas, En las montañas, en el campo. -
3. Tu sustancia, todos tus tesoros Por un saqueo daré, Tus lugares altos también por el pecado en todos tus lÃmites;
4. Y serás removido, incluso para ti mismo, de la herencia que te di; Y te haré servir a tus enemigos en una tierra que no conoces; Como fuego habéis encendido en mi ira, Perpetuamente arderá.
Según la manera frecuente de los profetas, la última lÃnea del primer verso está conectada con la primera lÃnea, y la tercera con la segunda. El pecado de Judá fue "escrito" en "los cuernos de los altares"; estaba "grabado" en "la tableta de su corazón". Los servicios en los altares eran visibles; las impresiones internas fueron vistas solo por Dios. Dejaron sus altares y sus Ãdolos a sus hijos. El caso genitivo en hebreo a menudo puede ser presentado por un dativo, como aquÃ, "Un monumento a sus hijos". Todas las enmiendas en cuanto al comienzo del tercer verso son insatisfactorias: llevará la interpretación anterior; "Por ti mismo", es decir, por tu propia culpa. - Ed.
VersÃculo 5
El Profeta, no lo dudo, prefijo esta frase a muchos de sus discursos, porque a menudo era necesario repetirla, ya que los judÃos eran tan refractarios en sus mentes. Ya hemos visto cuán agudamente se inmiscuyó contra su falsa confianza: pero era necesario establecer esta verdad. Luego escribió de una vez por todas lo que habÃa dicho a menudo. Y esto merece ser especialmente observado, ya que no entenderemos suficientemente cuán necesaria era esta verdad, a menos que consideremos las circunstancias: el Profeta a menudo descubrió que las promesas y las amenazas de Dios fueron ignoradas, que su doctrina fue despreciada, y que tenÃa que ver con un pueblo orgulloso, que, confiando en sus propias defensas, no solo estimaba como nada lo que se les presentaba bajo la autoridad de Dios, sino que, por asà decirlo, lo rechazaba de manera declarada. Esta fue la razón por la cual el Profeta no solo una vez, sino que a menudo exhortó a las personas a arrepentirse, al presentarles esta verdad, que malditos son los que confÃan en los hombres.
La carne aquà debe ser tomada por el hombre, ya que podemos reunirnos fácilmente del contexto. Era una cosa común con los hebreos decir lo mismo dos veces: en la primera cláusula se menciona al hombre, y en la segunda carne: y brazo significa poder o ayuda. El significado es que todos los malditos que confÃan en el hombre. Pero la palabra carne, sin duda, se agrega en la segunda lÃnea a modo de desprecio, de acuerdo con lo que se hace en IsaÃas 31:3, donde el Profeta dice:
"El egipcio es hombre y no Dios, carne y no espÃritu".
Llama a los egipcios carne por desprecio, como si hubiera dicho que no habÃa nada fuerte o firme en ellos, y que la ayuda que los judÃos esperaban de ellos serÃa evanescente. Asà es en este lugar, aunque el Profeta, de acuerdo con el uso común, repite en la segunda cláusula lo que habÃa dicho en la primera, pero aún expresa algo más, que los hombres son extremadamente perezosos cuando colocan su salvación en una cosa de nada; porque, como hemos dicho, no hay nada sólido ni duradero en la carne. Como los hombres, por lo tanto, desaparecen rápidamente, ¿qué puede ser más tonto que buscarles seguridad?
Pero debe observarse que el Profeta habÃa hablado asÃ, porque los judÃos, al mirar ahora a los asirios y luego a los egipcios, pensaban obtener suficiente defensa contra Dios mismo, aunque podrÃan no haber despreciado expresamente o declaradamente a Dios: pero nosotros veremos en lo sucesivo que Dios no puede ser considerado de otra manera que no tener en cuenta, cuando se busca la seguridad del hombre mortal. Como entonces esta falsa confianza era un obstáculo para que los judÃos confiaran en el favor de Dios y los llevara al arrepentimiento, el Profeta dijo que Maldito es el hombre que confÃa en el hombre.
Parece ser una oración abruptamente introducida; pero, como hemos observado, la doctrina del Profeta no podrÃa haberse confirmado si no se hubiera librado de su pueblo de la presunción por la cual fueron cegados, porque pensaron que los egipcios serÃan para ellos como un millar de dioses. Asà entenderemos el diseño del Profeta, si tenemos en cuenta cuál era la condición de los judÃos y cuáles eran las dificultades con las que el Profeta tuvo que lidiar, mientras los amenazaba diariamente y trabajaba para restaurarlos ante Dios. Pero no se hicieron progresos, y ¿por qué? porque todas las promesas de Dios fueron recibidas con frialdad, porque se creÃan siempre seguras, mientras que los egipcios fueron amables con ellos y les prometieron ayuda: sus amenazas también fueron recibidas con frialdad, porque dudaron en no establecerse como su escudo, y como el fortaleza más fuerte, la ayuda que esperaban de los egipcios. Por lo tanto, el Profeta se vio obligado a gritar, no solo una vez, o diez veces, sino cien veces, maldito es el que confÃa en el hombre y hace carne su brazo (172)
Sin embargo, esta es una verdad general. También, en este dÃa, adelantamos verdades generales, que aplicamos a casos individuales. El espÃritu declara aquÃ, en general, que todos los malditos que confÃan en los hombres. De hecho, sabemos que los hombres son engañados de diversas maneras mientras confÃan en los hombres: comienzan con ellos mismos y buscan en esto y en aquello una base de seguridad; porque cada uno está inflado con vana y falsa confianza, ya sea en su propia prudencia o destreza o poder. Entonces no hay nadie que no confÃe en sà mismo antes de confiar en los demás: hablo incluso de los más miserables. De hecho, es de lo que los hombres deberÃan avergonzarse; pero no hay nadie tan despreciable que se hinche con cierto orgullo secreto, para que considere algo en sà mismo, e incluso se atribuya a sà mismo una alta dignidad. Luego, los que parecen prudentes a sus propios ojos, reciben ayudas de cada parte, y en estos aceptan. Pero cuando los hombres miran atrás y antes, reúnen ayuda para sà mismos de todas partes del mundo: sin embargo, sus andanzas son inútiles, y no solo asÃ, sino que resultan en su propia destrucción, porque Dios no solo se burla de este lugar. necedad de los que confÃan en la carne, pero declaran que están malditos. Esta maldición de Dios debe golpearnos con terror; Por lo tanto, aprendemos que Dios está muy disgustado con todos aquellos que buscan su propia salvación en el mundo y en las criaturas.
Se agrega, y de Jehová se apartó su corazón. Los hipócritas sacan esto para su propio beneficio; porque no hay nadie que no se oponga y diga que no confÃa tanto en el hombre como para quitar o disminuir algo de la gloria de Dios. Se les preguntó a todos, desde el más grande hasta el más grande, todos dirÃan con valentÃa que deja todo el honor de Dios y nunca desean quitarle nada: este serÃa el dicho común. Pero, sin embargo, cuando la confianza se deposita en la carne, Dios se ve privado de su propio honor. Estas dos cosas no son menos contrarias, la una para la otra, que la luz es para la oscuridad. Por lo tanto, el Profeta intentó mostrar aquà que estas dos cosas no pueden conectarse entre sÃ: poner confianza en la carne y en Dios al mismo tiempo. Cuando el agua se mezcla con el fuego, ambos perecen; entonces, cuando uno busca en parte confiar en Dios y en parte confiar en los hombres, es lo mismo que si quisiera mezclar el cielo y la tierra y confundir todas las cosas. Es, entonces, confundir el orden de la naturaleza, cuando los hombres imaginan que tienen dos objetos de confianza, y atribuyen la mitad de su salvación a Dios, y la otra mitad a sà mismos oa otros hombres. Este es el significado del Profeta.
Entonces, sepamos que todos aquellos que depositan la menor parte de su esperanza en los hombres se apartan en parte de Dios y, por lo tanto, se apartan de él. En resumen, el EspÃritu Santo declara, brevemente, pero muy solemnemente, que todos son apóstatas y desertores de Dios que se vuelven hacia los hombres y fijan su esperanza en ellos. Pero si esta declaración es cierta en cuanto a la vida presente, cuando tratamos la vida eterna, sin duda es una locura doble si la atribuimos, incluso en el menor grado, ya sea a nuestra propia justicia o a cualquier otra virtud. El que busca ayuda de los hombres es maldito por Dios, incluso cuando espera de ellos lo que pertenece a esta vida frágil, que pronto desaparece; pero cuando esperamos la vida eterna y la herencia del cielo de nosotros mismos o de otras criaturas, ¿cuánto más detestable es? Observemos entonces esta inferencia, para que la verdad enseñada aquà por el Profeta nos mantenga dependientes de Dios solamente.
Pero aquà puede plantearse una pregunta: ¿No debemos esperar la ayuda de aquellos hombres a quienes Dios puede emplear para ayudarnos, y que no solo son los instrumentos de su favor y ayuda, sino también quienes son sus manos? porque cada vez que los hombres nos ayudan, es lo mismo que si Dios extendiera sus manos desde el cielo. ¿Por qué, ellos, no debemos buscar ayuda de hombres a quienes Dios ha designado como ministros de su favor para nosotros? Pero hay una gran emlphasis en la palabra confianza; porque de hecho es lÃcito mirar a los hombres por lo que se les da; pero debemos confiar solo en Dios y esperar todas las cosas de él, asà como orar por ellos: y esto en adelante aparecerá más claramente. Pero ahora solo debemos observar brevemente, que cuando buscamos de los hombres lo que Dios les ha dado, no le restamos nada a su poder, quien elige a sus ministros como le plazca. Pero esto es algo raro; porque cuando los hombres nos hacen algo, nos olvidamos de Dios, y nuestros pensamientos son atraÃdos hacia los hombres, de modo que Dios pierde una parte de su honor; y cuando se le quita algo, incluso lo menos, nos condena, como lo merecemos. DeberÃamos observar especialmente lo que declara aquÃ, que alejarse de él es el corazón del hombre cada vez que deposita su esperanza en la carne.
(lang. cy) Melldigedig y gwr yr hwn a hydero mewn dyn.
Es una denuncia, no una imprecación; por lo tanto, "ser", introducido en la versión en inglés, no es apropiado. - Ed.
VersÃculo 6
Agrega una similitud con el propósito de confirmar su doctrina. Será como un tamarisco o un enebro, como algunos lo expresan. La palabra ערער, oror, significa un bosquecillo. Pero los judÃos mismos no están de acuerdo; algunos piensan que es el enebro, y otros el tamarisco; pero podemos tener la certeza de que era un arbusto inútil, no fructÃfero para aquellos judÃos que, a mi juicio, se equivocan, ya que consideran que es el enebro, porque parte de la fruta crece en las ramas de eso. Era un arbusto o un árbol, como creo, ahora desconocido para nosotros. (173)
Luego dice que eran como arbustos que crecen en el desierto, que no ven fruto, sino que habitan en sequÃas, en una tierra de salmuera. Los hebreos llaman a la tierra árida la tierra de la salmuera o de la sal: y él amplÃa el tema diciendo: Que no está habitado: porque donde nada crece no hay habitantes. El objetivo del Profeta, entonces, era simplemente mostrar, que sus esperanzas de mirar a los hombres serÃan vanas; pues Dios los frustrarÃa para que nunca pudieran tener éxito.
Pero también debemos notar la otra parte del sÃmil; porque el Profeta no compara a los incrédulos con las ramas secas, sino con los arbustos, que tienen raÃces y tienen la apariencia de tener algo de vida. Tales son los incrédulos, mientras que el éxito, como dicen, les sonrÃe; se creen felices y, por lo tanto, se endurecen en sus propios consejos falsos, rechazan todas las instrucciones y, como si estuvieran libres de la autoridad de Dios, rechazaban a todos sus profetas. Por lo tanto, el Profeta, concediéndoles algo, dice que eran como arbustos, que de hecho tienen raÃces y hojas, pero no frutos, y que también se secan cuando llega el calor. Como entonces la curación; del sol consume cualquier humedad, belleza y vida que pueda aparecer en los arbustos, por lo que Dios también abrasará y secará las esperanzas de los incrédulos, aunque puedan pensar que tienen raÃces para preservarlos a ellos y a sus vidas. Una declaración similar se encuentra en Salmo 129:6, donde se dice que los incrédulos son como la hierba que crece en los tejados de las casas; porque tal hierba parece visible en un lugar alto, mientras que el trigo crece en los campos bajos, e incluso es pisoteado; pero esa hierba, cuanto más elevada es, más pronto se seca y perece sin producir ningún fruto; también lo son los incrédulos, quienes por un tiempo se glorÃan y se regocijan sobre los hijos de Dios, y los desprecian desde su lugar alto, porque son simples y humildes; pero como del maÃz nos llega la comida, y ese mismo maÃz es bendecido, asà también los elegidos dan fruto en su condición baja y despreciada, mientras que los infieles, que ocupan puestos elevados, desaparecen sin producir ningún fruto. Es lo mismo que el Profeta quiere decir aquÃ. Por lo tanto, estas dos partes de la comparación deben ser particularmente notadas. Sigue -
Pero Venema sostiene que la referencia no es a ningún árbol, sino a una persona que habita en soledad; y él hace el pasaje asÃ:
Y será como el desnudo en la soledad, ni verá cuando venga el bien; Y es como el que habita en lugares secos en el desierto, una tierra de sal y no habitada.
Las palabras "ver" y "habitar" parecen indudablemente más adecuadas cuando el pasaje se representa asÃ; sin embargo, lo que se dice del "árbol" en el versÃculo 8 es igualmente metafórico. Lo que parece más agradable para todo el contexto es tal representación de la siguiente manera:
Y será como un árbol desnudo en el desierto, que no percibe cuando viene el bien; Porque habita en lugares secos en el desierto, la tierra de sal y no habitada.
A veces se da el caso de que es apropiado en nuestro lenguaje representar el × copulativo por "which;" no es que realmente signifique eso, pero el significado no puede verse de otra manera. La conexión aquà es con el árbol "desnudo"; está desnudo, y percibe o sabe que no se ensancha el bien, porque habita en lugares resecos. Este parece ser el significado. - Ed.
VersÃculo 7
Observado debe ser el orden que mantiene el Profeta; porque no podrÃa haber hablado provechosamente de esta segunda parte si no hubiera quitado primero esa falsa confianza a la que los judÃos se habÃan apegado durante mucho tiempo; porque cuando alguien arroja semillas en un suelo no cultivado, ¿qué fruto puede haber para su trabajo? Como entonces es necesario hacer uso del arado antes de sembrar la semilla, asà también, cuando buscamos enseñar de manera rentable, es necesario levantar los vicios que tienen sus raÃces en los corazones de los hombres; y este debe ser especialmente el caso cuando tratamos de la fe en Dios solo, y de invocar sinceramente su nombre. Y el Profeta tenÃa una razón particular por lo que hizo, porque los judÃos se habÃan endurecido durante mucho tiempo en falsas confidencias, por lo que ignoraron a Dios en dos aspectos: despreciaron sus amenazas y tampoco hicieron caso de sus bondadosas promesas. Entonces el Profeta no habrÃa hecho nada si no hubiera seguido este método, es decir, para corregir el mal por el cual habÃan estado contaminados por mucho tiempo; para eliminar las malas hierbas nocivas antes de que haya espacio para que crezca el maÃz.
Pero si hubiera hablado solo negativamente, es decir, si solo hubiera condenado su falsa confianza, no habrÃa sido suficiente. De hecho, los judÃos podrÃan haber dicho que habÃan sido engañados al poner sus esperanzas en los egipcios; pero esto podrÃa haber sucedido a través de algunos hombres malos: y al buscar ayuda en otro lugar, cuando se sintieron decepcionados, de hecho habrÃan condenado a sus propios consejos, pero aún habrÃan permanecido en suspenso y ansiosos, sin buscar a Dios. Por lo tanto, vemos cuán adecuadamente el Profeta comenzó condenando a los judÃos por confiar en los hombres, y luego cuán sabiamente agregó esta segunda parte; porque, como he dicho, no fue suficiente hablar como si fuera negativamente, sin invitarlos a regresar a Dios. Pero este es a menudo el caso en la actualidad; porque vemos que muchos se rÃen de esas supersticiones que hasta ahora prevalecieron bajo el papado; pero aún no aparece religión en ellos. Les basta con ridiculizar estas momias; pero hubiera sido mejor para ellos ser retenidos en el temor de Dios, incluso por alguna superstición, que exponer el mal y, sin embargo, no tener reverencia por Dios. Es lo mismo absurdo que derribar una casa mala y dejar al hombre al aire libre; ¿con qué fin se puede hacer tal cosa? porque el que se ve obligado a abandonar su casa tuvo algo que lo cubrió por un tiempo. Por lo tanto, no es suficiente destruir lo que es malo, excepto que un buen edificio tiene éxito.
Este es el método y el orden que observó el Profeta: después de haber dicho que todos los malditos que confÃan en los hombres, ahora agrega, Bienaventurado el hombre que confÃa en Jehová; como si hubiera dicho que los hombres son totalmente inexcusables al confiar en sà mismos o en los demás, cuando Dios se ofrece voluntariamente a ellos. ¿Qué hay entonces en eso que impide que los hombres tengan su seguridad asegurada? Su propio pecado al rechazar la gracia de Dios, que se les ofrece gratuitamente; pero prefieren engañarse a sà mismos y atribuirse a sà mismos y a los demás lo que justamente le pertenece a Dios solo.
Vemos entonces que la ingratitud del mundo entero está condenada aquà por el Profeta cuando dice que todos los que confÃan en Jehová son bendecidos: porque si Dios se hubiera ocultado, habrÃa habido alguna cobertura para la ignorancia; y también se podrÃa haber hecho una defensa de este tipo: "¿Qué más podrÃamos hacer? Buscamos la ayuda que estaba a nuestro alcance: si Dios nos hubiera llamado a sà mismo o nos hubiera permitido venir a él, habrÃamos estado muy dispuestos; pero como nos ha abandonado, fue de hecho el último refugio de la desesperación para considerar lo que habÃa que hacer, y buscar ayuda de cada trimestre para nosotros mismos ". Por lo tanto, el Profeta aquà muestra que todas esas defensas eran frÃvolas, porque Dios las habÃa invitado libremente a sà mismo; porque de ninguna manera hubiera dicho, que son bendecidos los que confÃan en Jehová, si Dios no se hubiera presentado como su confianza.
Pero debemos notar qué confirma aún más esta oración, que en sà misma es muy clara, y de quién es la confianza de Jehová. Ninguna luz adicional parece ser dada a la verdad precedente; ¿Y qué ambigüedad contiene que requiere una explicación? Bienaventurado el hombre que confÃa en Jehová; incluso los niños pueden entender esto: las palabras del Profeta son superfluas o hay alguna razón por la que repite lo que es tan claro. Sin duda, la incredulidad, que cada uno de nosotros encuentra en sà mismo, es el mejor maestro; porque incluso aquellos que parecen tener verdadera confianza en Dios, pero vacilan cuando algún juicio los asalta. Desde entonces, es algo común con nosotros mirar alrededor de varios barrios cuando hay algún peligro cercano, por lo tanto, podemos saber fácilmente que no esperamos en Dios. Lo que entonces nos parece tan fácil, en realidad nos resulta muy difÃcil: y, por lo tanto, el Profeta, después de haber dicho que son bendecidos los que confÃan en Dios, ha mencionado esto en segundo lugar, y cuya esperanza es Dios; como si hubiera dicho: "El mundo no sabe lo que es confiar en Dios: aunque cada uno audazmente testifica esto, e incluso jactanciosamente declara que confÃa en Dios, sin embargo, ninguno de cada mil descubre que comprende esto, o tiene Alguna vez has sabido lo que es desde el corazón esperar en Dios ". Ahora vemos que esta repetición no es superflua o no significa.
VersÃculo 8
Luego agrega una comparación, responsable de eso en la cláusula anterior, Ãl será como un árbol plantado por las aguas, que envÃa sus raÃces o cerca del rÃo, que no verá cuando llegue el calor. Aquà el Profeta señala la diferencia entre los verdaderos siervos de Dios, que confÃan en él, y aquellos que están inflados con sus propias falsas imaginaciones, de modo que buscan seguridad de sà mismos o de los demás: habÃa dicho de los incrédulos, que son como tamariscos, que florecen por un tiempo, pero nunca producen frutos, y también se secan pronto por el calor; pero él dice ahora en cuanto a los fieles, que son como árboles plantados por las aguas, y envÃan sus raÃces al rÃo. Los tamariscos tienen la apariencia de vida, pero no hay humedad en un suelo seco; entonces sus raÃces se secan rápidamente; pero los siervos de Dios, están plantados, por asà decirlo, en un suelo húmedo, regado continuamente por corrientes de agua. Por lo tanto, el Profeta agrega que este árbol no verá el calor cuando llegue
Induda indirectamente que los hijos de Dios no están exentos de adversidades; porque sienten el calor del sol, como los árboles, que están expuestos a él; pero se suministra humedad, y el jugo se difunde a través de todas las ramas: de ahà que el Profeta diga que la hoja era verde, incluso por medio de la humedad que la tierra suministró, siendo regada. El Profeta luego insinúa que, aunque los hijos de Dios sienten grandes calores, asà como también los incrédulos; ya que esto es común para ambos, aún deben mantenerse a salvo; porque aunque el sol se seca por su gran calor, todavÃa hay un remedio; porque la raÃz tiene humedad, derivada del riego del agua.
Ahora vemos cuán adecuada es cada parte de la comparación. Ãl dice más lejos, que no será cuidadoso. El verbo ×××, dag, significa temer y tener cuidado; significa también a veces llorar, y por eso algunos lo expresan aquÃ, "No llorará", pero el otro significado me parece mejor, que el árbol plantado cerca de corrientes de agua no tiene miedo al calor; y luego agrega, ni dejará de producir fruta (174)
Casi la misma similitud se encuentra en Salmo 1:3, solo que se menciona el temor de Dios y la meditación en su ley, y no la esperanza:
"Bienaventurado el hombre, etc., que medita en la ley de Dios".
pero JeremÃas habla aquà expresamente de la esperanza que debe depositarse solo en Dios. Sin embargo, los dos Profetas coinciden bien en esta verdad, que todas sus esperanzas son malditas, por lo cual los hombres se embriagan, mientras buscan la salvación en sà mismos o en el mundo, y hacen más cuentas de sus propios consejos, virtudes, poder, o las ayudas que esperan de otros, que no sean de Dios mismo y de sus promesas: porque el que realmente medita en la ley de Dios dÃa y noche, sabe muy bien dónde depositar su confianza para la salvación, tanto temporal como eterna. Sigue -
Y será como un árbol plantado por las aguas, y cerca de la corriente emite sus raÃces, que no percibe cuando llega el calor; Y su hoja está floreciendo, y en el año de sequÃa no sufre, y nunca deja de dar fruto.
El verbo ×××, cuando se aplica a la mente, significa agitación, conmoción, problemas, perturbaciones: pero aquÃ, como se aplica a un árbol, debe significar un efecto marchito, una perturbación en cuanto al proceso de crecimiento. . Junto con un negativo, por lo tanto, se puede representar, "no sufre", o no se marchita, según el Targum, que lo aplica a la hoja, pero no correctamente. "No temerá" es la interpretación de la Septuaginta; de la Vulgata, "no será cuidadoso", como en nuestra versión; y de Blayney, "es sin preocupaciones". Ninguno de estos da el significado secundario del verbo, que evidentemente tiene aquÃ. - Ed
VersÃculo 9
Lo que se enseña aquà depende de lo que se ha ido antes; y por lo tanto deben leerse juntos. Muchos se aferran a estas palabras y las mutilan sin comprender el diseño del Profeta. Esto es muy absurdo: porque primero debemos ver lo que los profetas tenÃan en mente, y por qué necesidad o causa se les hizo hablar, cuál era su condición y luego la doctrina general que se puede obtener de sus palabras. Si queremos leer a los profetas con beneficio, primero debemos considerar la razón por la cual se habla algo, y luego sacar una doctrina general. Asà podremos aplicar correctamente este pasaje a un uso común, si primero entendemos por qué dijo el Profeta, que el corazón del hombre era insidioso. Deseaba, sin duda, ser más sincero con los judÃos; porque vio que tenÃan tanta insensibilidad y obstinación que una doctrina simple y clara no habrÃa penetrado en sus corazones. La declaración, que son malditos los que confÃan en los hombres, y que no se puede esperar ninguna bendición, excepto que dependamos de Dios, deberÃa haber sido suficiente para moverlos; pero cuando vio que no habÃa suficiente poder en tal declaración, agregó: âYa veo cómo es, el corazón es perverso y cruel; entonces piensas que tienes tanta astucia, que puedes impunemente burlarte de Dios y de sus ministros: Yo, dice Jehová, investigaré y buscaré; porque me corresponde examinar los corazones de los hombres ".
Por lo tanto, vemos que hay una reprensión implÃcita, cuando dice, que el corazón es insidioso y malvado; (175) como si hubiera dicho: "Ustedes piensan sabios en este caso; ¿No es Dios también sabio? IsaÃas dice irónicamente lo mismo,
"¡Ay de los que descienden a Egipto y hacen convenios secretos, y que confÃan en los caballos, como si pudieran engañarme! Ustedes son sabios, yo también tengo una porción de sabidurÃa". ( IsaÃas 31:1)
Observe especialmente la expresión, "Ustedes son sabios, etc .;" es decir, "No sois los únicos sabios; déjame algunas porciones de sabidurÃa, para que pueda ser sabio como ustedes â. Asà también en este lugar, "Sois engañosos e insidiosos, y pensáis que puedo ser engañado", porque los hombres astutos siempre están complacidos con sus propios consejos, y buscan engañar a Dios con simples bromas. "Ustedes son", dice, "muy astutos; pero yo, Jehová, buscaré tus corazones y tus riendas ". No puedo terminar todo el dÃa de hoy.
Engañando el corazón por encima de todo, e incurable es, quien puede saberlo
El significado es que es incurablemente engañoso; De ahà la pregunta: "¿Quién puede saberlo?" - Ed.
VersÃculo 10
Con estas palabras quiere decir que ellos, después de haber hecho muchas evasiones durante mucho tiempo, aún serÃan juzgados, dispuestos o involuntarios; porque no podrÃan privar a Dios de su derecho, que él no sea el juez del mundo, y asà dar a cada uno la recompensa de sus propias obras: porque el Profeta no habla de méritos o virtudes, sino que solo muestra que por mucho que se oculten los impÃos, aún no pudieron escapar del tribunal de Dios, sino que por fin deben rendirle cuentas.
Podemos deducir aún más de este pasaje una verdad general: que los recovecos del corazón están tan ocultos que ningún ser humano puede formar un juicio del hombre. De hecho, sabemos que hay apariencias de virtud en muchos; pero le pertenece solo a Dios buscar los corazones de los hombres y probar las riendas. De manera precipitada, muchos forman una estimación del carácter del hombre de acuerdo con sus propias aprensiones o la medida de su propio conocimiento; porque el corazón del hombre es siempre falso y engañoso. Si alguien objeta y dice que JeremÃas habla de los judÃos que vivÃan, hay una respuesta dada por Pablo:
"Todo lo que está escrito en la Ley pertenece a todos". ( Romanos 15:4.)
Entonces se describe aquà el carácter de toda la humanidad, hasta que Dios regenere a sus elegidos. Como entonces no hay pureza excepto del EspÃritu de Dios, mientras los hombres continúen en su propia naturaleza, sus corazones estarán llenos de engaños y fraudes. Entonces, el esplendor más justo no es más que hipocresÃa, que es abominable a la vista de Dios. Sigamos -
VersÃculo 11
El Profeta, sin duda, solo pretendÃa mostrar que aquellos que se enriquecieron por medios ilegales, o acumularon una gran riqueza, aún estarÃan sujetos a la maldición de Dios, para que cualquier cosa que pudieran haber atravesado por mucho trabajo y trabajo desapareciera de ellos. ; porque Dios los vaciarÃa de todo lo que poseÃan. Por lo tanto, no hay ambigüedad en el significado del Profeta, ni en el tema mismo. Pero en cuanto a las palabras, los intérpretes no están de acuerdo: la mayor parte, sin embargo, se inclina a este punto de vista, que asà como la perdiz recoge los huevos de los demás, que ella no eclosiona, asà también el que acumula riqueza, al fin tendrá nada, porque Dios lo privará. Pero me parece que el pasaje es claramente esto: cualquiera que haga, obtenga o adquiera riquezas, y eso no por derecho, es decir, no con razón ni honestidad, sino por medios perversos y artÃsticos, los dejará en medio de sus dÃas, y al final no serán de ninguna cuenta, o serán una burla: porque × ×× nabal, significa nada; algunos lo hacen tonto, y con razón, por lo que a menudo significa.
Pero hay una similitud empleada, ya que la perdiz recoge huevos y no produce. Producir puede explicarse aquà de dos maneras; Se puede aplicar a las pollitas oa los huevos. Algunos consideran que la palabra, ×§×¨× kora, es masculina: entonces es, la perdiz, es decir, el macho, recolecta o pone huevos que no ha producido o no ha puesto. Pero producir también puede significar eclosionar. (177)
Ahora se puede preguntar, ¿cómo se puede aplicar esta similitud al tema en cuestión? Los Rabbins, según su práctica, han ideado fábulas; porque imaginan que la perdiz roba todos los huevos de otras aves que puede encontrar y los junta en un montón; y luego que las pollitas, cuando nacen, vuelan, como por cierto instinto oculto, entienden que no es su madre. Pero ni Aristóteles ni Plinio dicen nada de perdices. De hecho, dicen que el pájaro está lleno de astucia, y mencionan varios casos; pero no se refieren a que la perdiz recolecte sigilosamente sus huevos. Estas cosas son fábulas, lo cual serÃa muy absurdo creer. Pero se dice de las perdices con un consentimiento, por Aristóteles y Plinio, asà como por otros, que es un ave muy lujuriosa. Tan grande es su lujuria, que los machos buscan los huevos, y no sea que las hembras se acuesten sobre ellos, los rompen con sus picos o los esparcen con sus pies. También hay, como dicen, una gran lujuria en las hembras, pero una mayor preocupación por su crÃa: por lo tanto, esconden sus huevos, excepto cuando la lujuria a veces los obliga a regresar a los machos; y luego ponen sus huevos en su presencia; y el macho, cuando encuentra un huevo, lo rompe con los pies. Por lo tanto, grande es la dificultad para proteger a la crÃa; porque antes de que la hembra eclosione los huevos, a menudo el macho los expulsa. Por lo tanto, no dudo, pero el verdadero significado del Profeta es este: que si bien las perdices se queman con tanto amor hacia su prole, al mismo tiempo se dejan llevar por su propia lujuria y que mientras ocultan sus huevos, el macho astutamente los roba, por lo que su trabajo resulta inútil. Ahora el Profeta dice, "que todos los que acumulan riquezas de manera injusta son como perdices; porque se ven obligados a abandonar las riquezas obtenidas ilegalmente en medio de sus dÃas ". (178) El significado del todo es que quien busque enriquecerse por medio de la injusticia y el mal, estará expuesto a la maldición de Dios, de modo que por fin no disfrutará de su riqueza maltratada.
Si alguien objeta y dice, que muchos que son avaros, pérfidos y rapaces, disfrutan de sus riquezas: respondo que no hay un verdadero disfrute cuando no se les hace uso y no hay seguridad para ellos. Si consideramos debidamente cómo los avaros poseen lo que han saqueado, descubriremos que siempre se quedan boquiabiertos por más saqueo y son como las perdices; porque ponen zuecos por asà decirlo y, sin embargo, no aparece fruto. Antes de que se produzca algún fruto, o al menos antes de que llegue a ellos, se convierten en indigentes en medio de sus dÃas. Y aunque Dios les permite tener riquezas ocultas, sin embargo, como se sabe, no obtienen ningún beneficio de ellos: no, su codicia, como es insaciable, es una hidropesÃa; porque siempre tienen sed; y la gran masa de riqueza inflama tanto su avaricia, que el más rico de ellos tiene menos que el que se contenta con una fortuna moderada e incluso con una pequeña fortuna. Es seguro, entonces, que quienes, incluso hasta la muerte, poseen riquezas mal adquiridas, aún no las disfrutan realmente; porque siempre ponen sus huevos y, sin embargo, como he dicho, no obtienen ningún beneficio. Y entonces se puede notar el juicio más notable de Dios; porque en un momento los más ricos se reducen a los extremos de la pobreza; y aunque piensan hacer felices a sus hijos al dejarles un gran patrimonio, no les dejan nada más que lo que les prueba ser trampas toda su vida y se vuelven ruina. Sea como fuere, la experiencia demuestra suficientemente la verdad del antiguo proverbio: "Lo que se obtiene es lo que se gasta". Y esto es lo que quiere decir el Profeta, cuando compara con las perdices a quienes acumulan riquezas, no por derecho, como él dice.
Una excepción es ser notado aquÃ; porque un hombre justo puede hacerse rico, como Dios hizo rico a Abraham; pero no se hizo rico por fraudes, saqueo y crueldad: la bendición de Dios lo hizo rico. Pero aquellos que, por el mal y la injusticia acumulan riqueza, necesariamente deben ser destruidos por Dios.
Primero dice: En medio de sus dÃas los dejará; es decir, incluso mientras tiene dinero encerrado en su pecho, mientras tiene sus graneros y sus bodegas llenas, incluso entonces su riqueza desaparecerá. Vemos que donde hay la mayor abundancia, el maestro mismo tiene hambre y hambre; no puede gato para satisfacer su hambre, mientras que puede alimentar a cientos. Entonces, su riqueza desaparece y desaparece en sus manos, agrega luego, al final no será nada, o será una burla, o será un tonto. De hecho, el mundo estima a los sabios solos, que son providentes, que están atentos a su propio beneficio, y que saquean a cada lado, y tienen tenazmente lo que una vez llegó a sus manos; pero el Señor aquà los condena a todos por su locura y vanidad. Creo, al mismo tiempo, que los esclavos del dinero aquà se llaman hombres de nada y despreciables. Sigue: -
Una perdiz sentada y sin eclosionar, es el que obtiene riqueza, y no por derecho; En medio de su dÃa lo dejará, y al final será un necio.
La razón por la cual la perdiz se sienta y no sale del cascarón, se insinúa en la segunda cláusula, cuando se dice que el que obtiene riqueza la deja en medio de su dÃa: varias cosas a menudo obligan a la perdiz a dejar sus huevos, como los perros, ganado, etc .: y luego no se produce nada. Entonces el hombre rico está obligado a renunciar a su riqueza antes de obtener algún beneficio de ella. Esta parece ser la comparación. - Ed.
Algunos consideran que la palabra es un nombre propio, Nabal, cuya historia tenemos en 1 Samuel 25:10; y hacen la lÃnea asÃ, -
Y a su fin habrá un Nabal.
- Ed.
VersÃculo 12
Sin duda, el Profeta se refiere al singular favor que Dios otorgó a los judÃos, cuando eligió para sà mismo una habitación entre ellos. Fue un honor incomparable cuando Dios se complació en habitar en medio de ese pueblo. Por lo tanto, el Profeta exclama que el trono de la gloria y de la nobleza era el lugar de su santuario, que Dios habÃa elegido en esa tierra. Pero debemos entender el diseño del Profeta; porque el EspÃritu Santo a veces conmemora las bendiciones de Dios, para elevar las mentes de los hombres a la confianza, o despertarlos para hacer sacrificios de alabanza. Aquà hay un doble objeto, cuando la Escritura nos presenta las bendiciones de Dios; primero, para que podamos estar completamente persuadidos, de que él siempre será un padre para nosotros, porque el que comienza no terminará su trabajo, de acuerdo con lo que se dice en Salmo 138:8,
"El trabajo de tus manos no abandonarás".
Y luego, la Escritura a veces nos anima a dar gracias a Dios, cuando muestra cuán generosamente ha tratado con nosotros. Pero aquà hay una reprensión cuando el Profeta dice que el glorioso trono de Dios estaba entre los judÃos, como si Dios apareciera allà abiertamente y en forma visible; para Judea, por asà decirlo, era como un cielo terrestre; porque Dios se habÃa consagrado a sà mismo al monte Sión, para que él pudiera morar allÃ.
Ahora entendemos por qué el Profeta aquà ensalza la dignidad a la que Dios habÃa criado a los judÃos, cuando habÃa ordenado que se construyera un templo en el monte Sión. Algunos tendrán una partÃcula de comparación para ser entendidos, "Como un trono de gloria"; es decir, como el cielo mismo en altura, asà es el lugar de nuestro santuario; pero podemos tomar las palabras simplemente como son. Al mismo tiempo, debemos repudiar el comentario rabÃnico: que Dios, antes de la creación del mundo, habÃa construido el templo, tal como habÃa designado al MesÃas y otras cosas. Pero estas son tonterÃas tontas. Sin embargo, este pasaje ha brindado a los judÃos una oportunidad para trabajar; porque se dice desde el principio, ×ר×ש×× merashun. Si el trono de Dios, es decir, el santuario, [dicen] fue desde el principio, entonces se deduce que fue creado antes del cielo y la tierra. Pero esto es refutado por esta única consideración: que él no habla aquà del tiempo sino del orden de las cosas, y que ese orden es; no según la esencia de las cosas, sino según la providencia de Dios. Desde el principio, entonces fue glorioso el trono de Dios en Judea, incluso porque Dios en su eterno consejo habÃa decidido elegir la raza de Abraham, y luego levantar en esa nación el trono de David, y desde allà extender la salvación a el mundo entero. (179) Por lo tanto, la predestinación es la antigüedad del trono del que habla el Profeta. Por lo tanto, la opinión más adecuada es esta: que Dios habÃa honrado a los judÃos con un privilegio singular, porque se habÃa propuesto morar entre ellos, no de otra manera que en el cielo, para que su condición se volviera más excelente que toda la gloria humana. Ahora sigue, -
Un trono de gloria en lo alto, es desde el principio el lugar de nuestro santuario, - La esperanza de Israel.
O podemos representar la primera lÃnea asÃ, -
El glorioso trono de los más altos.
Por lo tanto, encontramos ×ר×× representado en Salmo 56:2. - Ed.
VersÃculo 13
Parece más claro en este versÃculo por qué el Profeta habÃa elogiado antes de la excelencia de su propia nación, incluso que, en comparación, su impiedad podrÃa parecer menos excusable; porque cuanto más generoso Dios habÃa tratado con ellos, más atroz era su pecado de ingratitud. A medida que los judÃos se habÃan elevado, de modo que su elevación parecÃa eminente en todo el mundo, lo más detestable se convirtió en su contumacia contra Dios, y también en su ingratitud al rechazar y despreciar un favor tan notable, cuando lo abandonaron y siguieron a los Ãdolos, vanas esperanzas y sus propios falsos consejos. Es lo mismo que si el Profeta hubiera dicho: "¿De qué te sirve que Dios habita entre ustedes y que el Templo es como si fuera su habitación terrenal, donde conversa familiarmente con ustedes? ¿Qué beneficio es para ti? porque nadie acepta este favor; no, deliberadamente, y como fue diseñado para alejarnos de esta bondad que se nos ofrece gratuitamente ".
Por lo tanto, vemos que todo esto debe leerse en conjunto, que el trono de Dios estaba en Judea, pero que mientras tanto la gente rechazó de manera maligna y malvada el favor que se les ofrecÃa.
Pero el Profeta se vuelve hacia Dios para despertar a los judÃos, porque su perversidad era tal que en vano les enseñó. Y él dice: ¡Jehová, la expectativa de Israel! el que te abandone se avergonzará; como si hubiera dicho: âLa multitud impÃa que no acepta la dignidad por la cual nuestra raza supera a todas las demás naciones, no recibe ningún beneficio. Dios mora en medio de nosotros, pero apenas uno de cada cien cortes para él; no, casi todo lo traicioneramente lo abandona; pero a pesar de toda su gloria, se avergonzarán si rechazan asà la bondad de Dios ". El Profeta, en resumen, les recuerda a los judÃos cuán vana y presuntuosamente se glorificaron, porque Dios habÃa adoptado su raza; porque se requerÃa una reciprocidad, para que respondieran a Dios y recibieran sus beneficios. Pero cuando perversamente su favor, ¿qué podrÃa haber quedado para ellos?
Por eso dice: Avergonzados serán todos los que te abandonen. Por la palabra abandono, él insinúa que los judÃos habÃan sido favorecidos por Dios; porque esto no podrÃa haberse dicho en el mismo sentido, y en el mismo grado que los heafilens, ya que los paganos nunca habÃan sido reunidos por Dios en un solo cuerpo; pero solo los judÃos habÃan disfrutado de este favor. Cuando, por lo tanto, se habÃa manifestado a ellos y testificó que serÃa su Padre, fue abandonado por ellos. Esta deserción, de la cual solo los judÃos eran culpables, se nota, porque Dios los habÃa buscado por sà mismo; él también vino a ellos e hizo con ellos un pacto. A medida que se acercaban a Dios, esta deserción era la más execrable. Esto es lo que quiere decir el Profeta.
Ahora agrega: Y los que se vayan serán escritos en la tierra. Literalmente es, "Quien se aparta de mÃ"; pero el ×, iod, al final, como muchos piensan, es una letra servil. Y algunos piensan que la palabra es un verbo, y que el ×, iod, al principio denota el tiempo futuro, y consideran el ×, iod, al final ser para ×, vau, ×ס××× isuru, "Quien se va". Otros suponen que es un sustantivo, y leen ×ס××¨× isuri, para ×ס×ר×× vasurim (180) As en el sentido, es evidente que el Profeta diseñó aquà para sacudir de los judÃos la vana gloria con la que estaban inflados, cuando se jactaban de que eran el pueblo de Dios, la raza santa de Abraham, el sacerdocio real; ridiculiza todas estas cosas como en vano, como si hubiera dicho: âFuera todas estas alardes, que son todas falsas; sois apóstatas, por lo tanto, vuestro nombre se escribirá en la tierra. Sin duda, la tierra aquà está en oposición al cielo; y las Escrituras a veces dicen que el nombre del impÃo será un reproche en la tierra. Pero como a menudo adquieren un nombre célebre y honorable en la tierra, el Profeta hace una concesión y dice: âQue asà sea; deja que el mundo te considere como la raza santa de Abraham, la simiente bendita y el pueblo elegido; en resumen, cada uno de ustedes reclame para sà lo que quiera, pero su nombre estará en la tierra y será borrado del cielo; no habrá herencia para ti, ni porción en el reino de Dios ". En pocas palabras, insinúa que los judÃos no tendrÃan lugar ante Dios y sus ángeles, porque no eran dignos de que Dios los considerara como sus hijos, ya que lo habÃan negado perversamente. Luego les otorga un nombre en la tierra; pero es lo mismo que él habÃa dicho, que mintieron perversamente al jactarse de que eran un pueblo elegido, ya que ellos mismos, en la medida de lo posible, borraron la elección de Dios.
Luego agrega: Porque han abandonado a Jehová, la fuente de las aguas vivas. El Profeta confirma lo que habÃa dicho, para que los judÃos no piensen que fueron reprendidos con demasiada severidad, cuando dijo que su nombre fue borrado del cielo: Ustedes han abandonado, dice, la fuente de las aguas vivas. "¿Qué significa esto? Dios (de acuerdo con lo que se dice en Jeremias 2) se manifestó a ti; ¿No hay en él una felicidad plena y suficiente para ti? ¿Qué más puede buscar un hombre mortal que disfrutar de su Dios, en quien está la plenitud de todas las bendiciones? Dios se ha ofrecido a ti, y su generosidad siempre te ha sido extendida, como si fuera una fuente de la que podrÃas sacar lo suficiente para satisfacerte; pero habéis abandonado esta fuente. Por lo tanto, debes perecer por la sed, y con justicia, porque tu ingratitud ha sido tan grande como para despreciar estos notables e invaluables favores de Dios ". Ahora sigue:
Y los apóstatas en la tierra serán registrados.
Esta serÃa su designación; debÃan ser transmitidos a la posteridad como apóstatas en la misma tierra que Dios les dio. La razón por la cual × se descarta es la conexión de la palabra con "tierra", aunque precedida por × âEd
VersÃculo 14
Aquà el Profeta, como aterrorizado, se esconde bajo las alas de Dios, porque vio que la apostasÃa y toda clase de maldad prevalecÃan en todas partes de la tierra; vio que los principales hombres de su nación eran malvados despreciadores de Dios, y que en vano se jactaban de su propia descendencia, mientras que aún carecÃan de todo cuidado por la justicia y la rectitud. Por lo tanto, cuando vio que la tierra estaba asà infectada, para que el desmayo no lo venciera, se presenta a Dios, como si hubiera dicho: â¿Qué será de mÃ, Señor? porque estoy aquà rodeado de maldad; dondequiera que vaya, no encuentro nada más que lo que alude y me aleja de la verdadera religión y la sincera adoración de tu nombre. ¿Cuál será entonces el caso si me abandonas? Seré capturado de inmediato, y todo terminará conmigo, ya que no hay seguridad en toda la tierra, y no hay curación, es como si prevaleciera la peste, de modo que nadie pueda salir para que no se contagie con algún contagio. . " AsÃ, el Profeta en este pasaje, al ver toda la tierra tan contaminada con crÃmenes que no habÃa un rincón libre de ellos, huye a Dios en busca de ayuda, y dice: "Oh Señor, no puedo estar a salvo si no me guardas; No puedo ser puro, excepto que mi pureza proviene del tiempo ". Ahora entendemos el diseño del Profeta y cómo este versÃculo está conectado con los versÃculos anteriores.
Ãl dice primero: Cúrame y seré curado; como si hubiera dicho que ahora estaba enfermo, habiendo contraÃdo una mancha de prácticas corruptas. Por lo tanto, busca la curación solo de Dios, y a través de su amable ayuda. Y por la misma razón, agrega que solo él deberÃa estar seguro cuando Dios lo salve.
Estas palabras nos enseñan que, cada vez que se tropiezan con obstáculos, debemos invocar a Dios con mayor fervor y fervor. Porque cada uno de nosotros debe conocer bien su propia enfermedad; incluso cuando no tenemos que luchar, nuestra propia debilidad no nos permite permanecer sin corrupción; ¿Cómo entonces será con nosotros, cuando Satanás ataca nuestra fe con sus dispositivos más astutos? Si bien, por lo tanto, ahora vemos todas las cosas en el mundo en un estado corrupto, para que nos atraigan miles de cosas de la verdadera adoración a Dios, aprendamos con el ejemplo del Profeta a escondernos bajo las alas de Dios, y rezar para que nos sane, porque no solo seremos aparentemente viciosos, sino que muchas corrupciones nos devorarán de inmediato, excepto que Dios mismo nos traiga ayuda. Por lo tanto, cuanto peor es el mundo, y cuanto mayor es el libertinaje del pecado, mayor es la necesidad de orar a Dios para que nos mantenga con su maravilloso poder, como lo fue en las regiones del infierno.
También puede deducirse una verdad general de este pasaje, que no está en el hombre pararse o mantenerse a salvo, para ser preservado, sino que esta es la bondad peculiar de Dios; porque si el hombre tuviera algún poder para preservarse a sà mismo, a fin de continuar puro y no contaminado en medio de la corrupción, sin duda, JeremÃas habrÃa sido dotado de tal regalo; pero él confiesa que no hay esperanza de curación y de salvación, excepto a través del favor especial de Dios. ¿Para qué más es la curación sino la pureza de la vida? como si hubiera dicho: "Oh Señor, no está en mà preservar la integridad que requieres", y por eso dice: Cúrame y seré curado. Y luego, cuando habla de salvación, sin duda tenÃa la intención de testificar, que no es suficiente que el Señor nos ayude una vez o por un corto tiempo, excepto que continúa ayudándonos hasta el final. Por lo tanto, el principio, asà como todo el progreso de la salvación, se le atribuye aquà a Dios. Por lo tanto, se deduce que todo lo que los sofistas hablan en vano sobre el libre albedrÃo se reduce a nada. De hecho, confiesan que no está en poder del hombre evitarse; pero luego derriban y subvierten lo que parecen confesar, porque dicen que la gracia del EspÃritu coincide con el libre albedrÃo, y que el hombre se salva a sà mismo mientras Dios está cooperando con él. Pero todo esto es meramente insignificante; porque el Profeta aquà no solo implora ayuda, y reza a Dios para socorrer su enfermedad, sino que confiesa que es solo el trabajo de Dios curarlo y salvarlo.
Y esto lo confirma aún más diciendo: Tú eres mi alabanza; (181) porque asà declara que no realizó nada, pero que todas las alabanzas por su salvación se debieron solo a Dios; porque ¿cómo se puede decir que Dios es nuestra alabanza, excepto cuando nos gloriamos solo en él? según lo dicho en el noveno capÃtulo. Si los hombres reclaman incluso lo menos para sà mismos, no pueden llamar a Dios su alabanza. El Profeta luego reconoce aquà que no contribuyó en nada a la preservación de su pureza, sino que esto fue totalmente obra de Dios. Y luego confirma su propia esperanza, ya que no dudaba pero serÃa escuchado por Dios, porque le pregunta lo que sea necesario para su salvación.
Tenemos entonces esta regla general, que si deseamos obtener de él el principio y el fin de nuestra salvación, debemos alabarle, para que podamos gloriarnos solo en él. Si entonces somos dueños de todo poder y huimos a Dios bajo la conciencia de tal necesidad, sin duda obtendremos lo que sea necesario para nosotros; pero si estamos inflados con la presunción de nuestro propio poder, o de nuestra propia justicia, la puerta se cierra contra nosotros. Ahora vemos el beneficio de esta confirmación; asegura a los fieles que encontrarán en Dios lo que quieran, ya que no ocultan la gloria de Dios transfiriéndose a sà mismos lo que le pertenece peculiarmente, sino que confiesan que en él habita lo que no pueden encontrar en ellos mismos. El resto lo aplazo hasta mañana.
VersÃculo 15
Aquà JeremÃas se queja del desprecio obstinado de la gente; los encontró no solo descortés sino incluso petulante hacia Dios, por lo que dudaron en no desacreditar todas las profecÃas, despreciar las promesas y audazmente rechazar todas las amenazas. El Profeta a menudo los habÃa amenazado; y cuando Dios retrasó el tiempo, hicieron un mal uso de su paciencia, como suele ser el caso con el reprobado. Tampoco lo consideraron lo suficiente como para agregar pecados a los pecados, sino que provocaron abierta y petulantemente a Dios: â¿Dónde está la palabra? Han pasado muchos años desde que has hablado continuamente de la guerra, del hambre y de la peste. pero aún permanecemos callados, y Dios nos salva; ¿Dónde está, pues, la palabra de Jehová que has anunciado?
Ahora vemos cuán grande fue la rencor de este pueblo, porque la enseñanza de JeremÃas no solo se volvió inútil sino que fue tratada con el ridÃculo. Sin embargo, habÃan escuchado mucho de la boca de IsaÃas:
"¡Ay! cuando el Señor te llama cenizas y cilicio, dices: "Comamos y bebamos, mañana moriremos". âMientras viva, dice el Señor, no se te perdonará esta iniquidadâ. ( IsaÃas 22:12.)
Dios entonces habÃa jurado por su propia gloria que su pecado serÃa inexpiable, porque continuaban obstinadamente en sus vicios, y no estaban aterrorizados por las amenazas de los profetas. Sin embargo, vemos que alguna vez empeoraron cada vez más. IsaÃas estaba muerto cuando asà hablaron con desprecio y burla: ¿Dónde está la palabra de Jehová? que venga ahora, como si hubieran provocado a Dios, como alguien que desprecia a su enemigo, y dice: "¡Oh! debes ser temido, si eres creÃdo; Veamos ahora tu poder, muéstranos lo que puedes hacer. AsÃ, despreciablemente, pronunciaron sus burlas, cuando Dios por sus siervos les hizo saber la ruina que se acercaban que merecÃan. Vemos, en resumen, que el Profeta muestra aquà que habÃan llegado a un estado desesperado. (182) Sigue -
He aquà que me dicen: "¿Dónde está lo que has profetizado en el nombre del Señor? que se confirme ahora ".
Su lenguaje era similar al de los mencionados en 2 Pedro 3:4. âEd.
VersÃculo 16
El Profeta aquà implora a Dios como su defensor, después de haber encontrado a su propia nación tan refractaria, que de ninguna manera podrÃan ser llevados a la mente correcta. TodavÃa no hay duda, pero tenÃa la intención de duplicar su miedo al testificar que no trajo nada propio, sino que cumplió fielmente el mandato de Dios, que no asumió presuntuosamente el oficio de maestro, sino que obedeció el llamado de Dios. como si hubiera dicho que ellos (como veremos en otro lugar) no resistieron a un hombre mortal, sino a Dios mismo. Por lo tanto, él refiere el asunto a Dios, como si hubiera dicho: âCompite con Dios; ¿Qué tengo que ver contigo o tú conmigo? Porque no defiendo mi propia causa, ni surgà por ningún deseo propio; pero como Dios me ha encomendado este oficio, fue necesario que obedeciera. Como entonces solo soy el instrumento de Dios, ¿qué ganarás finalmente después de haber peleado tanto? Sin duda, Dios te mostrará que es un adversario para ti, ¿y puedes vencerlo? Ahora entendemos el objeto del Profeta.
Pero hemos dicho en otra parte que el Profeta huyó a Dios cuando no encontró equidad ni rectitud en el mundo; sÃ, cuando todos estaban sordos y tan cegados que no habÃa esperanza de recibir aviso. Por lo tanto, cuando los hombres están pervertidos en sus mentes, necesariamente debemos recurrir a Dios. Asà que el Profeta ahora, como lo habÃa hecho antes, dejando a los hombres, dirige sus palabras a Dios; y este tipo de apóstrofe tiene más fuerza que si los hubiera acusado de perversidad.
Pero yo, dice, no me he apresurado. Aquà los intérpretes difieren; para ×××£, auts, a veces significa acelerar, y a veces ser lento, dos cosas contrarias. Significa también tener cuidado y abominar o no gustar; y algunos lo hacen aquÃ, "No me ha disgustado, para no convertirme en pastor"; para ×× hombres, en hebreo a menudo se toma como negativo. Otros dan esta versión, "No he sido cuidadoso", o ansioso, "No me ha importado ser pastor". Pero se puede dar un significado más adecuado al contexto a las palabras, que el Profeta no se apresuró, porque sigue, y no he codiciado. Estas dos expresiones, ×× ××¦×ª× la atsati, acelerada "y, ×× ×ת××××ª× la ethaviti, corresponden la una con la otra, no me he apresurado" y "No he codiciado ; " y ambos es una negación de su temeridad. Muchos se empujan a sà mismos, como veremos en el capÃtulo 23, sin que Dios los llame; corren por sà mismos, y son engañados por tontas imaginaciones.
El Profeta dice primero, que no se habÃa apresurado a ser pastor después de Dios, literalmente; para muchos están gobernados por la ambición, lo que los lleva a emprender más de lo que es correcto para ellos, y no consideran lo que puede agradar a Dios. Por lo tanto, el Profeta dice, en primer lugar, que no se habÃa apresurado, y luego que no habÃa codiciado, lo cual no tiene un significado diferente, pero es una confirmación de lo mismo. Pero primero tengamos en cuenta que asà demuestra la impiedad de la gente, porque lucharon contra Dios mismo, el autor de su llamado. ¿Cómo es eso? Si se hubiera apresurado, es decir, si se hubiera obstinado con un celo tonto, los judÃos podrÃan haber competido justamente con él, y podrÃan haberlo hecho con impunidad; pero como habÃa esperado el llamado de Dios, no tenÃan motivos para contender con él, y al oponerse al siervo de Dios, descubrieron su propia impiedad. (183)
JeremÃas prescribe aquà una ley para todos los profetas y maestros, y es que no deben aspirar a este cargo como muchos lo hacen, quienes, como ya hemos dicho, son guiados por la ambición. Entonces, solo él debe ser considerado un ministro legÃtimo y profeta de Dios y un maestro en su iglesia que no está guiado por el impulso de su propia carne, ni por un celo desconsiderado, sino a quien Dios extiende su mano y a quien se llama obedece . El comienzo, entonces, es la obediencia, si deseamos convertirnos en maestros legÃtimos. Esta es una cosa.
En segundo lugar, muestra que aquellos que son llamados al oficio de enseñanza no están dotados de un poder soberano, de modo que puedan anunciar lo que les plazca, sino que son pastores de Dios. Dios, de hecho, tendrÃa a sus profetas para tomar la iniciativa, a fin de señalar el camino al resto de la gente, y asà los honra sin una dignidad común. TendrÃa que ser jefes o lÃderes, o portadores de la insignia, pero aun asà él mismo conserva su propio honor peculiar; por lo tanto, nadie preside tanto la Iglesia de Dios como el pastor principal, porque Dios no le quita nada al transferir el oficio de enseñar a sus ministros, sino que, por el contrario, permanece completo bajo su propia autoridad. En resumen, no renuncia, como dicen, por derecho propio, sino que sustituye a los que enseñan en su propio lugar, y de tal manera que aún conserva lo que le pertenece. Por lo tanto, estas palabras deben ser notadas cuidadosamente, no me he apresurado a convertirme en pastor después de ti, es decir, para que pueda seguir a Dios. Quien se toma tanta libertad como para no seguir a Dios, pero se deja llevar por su propio espÃritu, debe ser repudiado y no merece ser considerado entre los pastores legÃtimos.
Pero este pasaje parece ir en contra de lo que declara Pablo cuando dice que quien desea el episcopado busca un trabajo excelente. ( 1 Timoteo 3:1.) Pablo no condena, se dice, el deseo, solo nos recuerda cuán difÃcil y arduo es el oficio de obispo. A esto podemos responder fácilmente, que Pablo allà no habla de ese tonto ardor por el cual muchos se inflaman, mientras que no consideran sus propias habilidades, o más bien su propia debilidad; pero él dice que si alguien se ofrece a Dios para el oficio de enseñar, debe pensar y considerar debidamente que no es un trabajo común. DeberÃa más bien contenerse, teniendo en cuenta lo difÃcil que es cumplir con todos los deberes de un buen obispo. Pero JeremÃas aquà se refiere a lo que hemos visto en el primer capÃtulo, porque incluso temÃa el oficio profético y confesó que no podÃa hablar. Como entonces alegaba su propia tartamudez, estaba muy lejos de tener ningún deseo corrupto. Entonces no hay nada inconsistente en las palabras, que JeremÃas no deseaba el oficio de pastor, y que quien desea el episcopado desea un excelente trabajo.
Ahora agrega una confirmación: El dÃa del dolor, dice, no he deseado. Algunos piensan que el verbo es pasivo, pero lo he traducido con otros como un verbo activo, sin embargo, algunos leen: "Y el dÃa de la aflicción o del dolor no ha sido deseado por mÃ". Pero, en realidad, no hay diferencia. Confirma lo que habÃa dicho, porque vio claramente, cuando Dios lo eligió Profeta, que se verÃa arrastrado a disputas difÃciles; â¿Por qué, dice, deberÃa codiciar el oficio profético? HabrÃa sido una ambición loca. Descubrió desde el principio la consecuencia de emprender el cargo, que tenÃa que lidiar con todo el pueblo, sÃ, con cada uno de ellos: "SabÃa cuán grande serÃa su terquedad, y cuán grande también serÃa su crueldad". ; ¿cómo podrÃa haber deseado por mi propia voluntad correr al peligro y arrojar mysdf a tantos problemas y tantas penas? Jeremiah luego muestra por lo que habÃa aprehendido sobre el tema, que no lo habÃa hecho, que habÃa sido llevado por cualquier deseo apresurado.
Si uno se opone y dice, a pesar de que muchos se dejan llevar por una tonta ambición de sufrir peligros y problemas que no pueden dejar de prever. A esto respondo, que el Profeta asume el hecho tal como era, que no solo sabÃa desde el principio lo que experimentó después, porque habÃa considerado bien lo que era la gente, sino que también habÃa sido limitado por El mandato de Dios de renunciar a su propia voluntad. Muchos se apresuran porque no consideran las dificultades del oficio, apenas uno de cada cien en este dÃa considera debidamente lo difÃcil y arduo que es, con razón, descargar el cargo pastoral. Por lo tanto, muchos se ven obligados a realizarlo como un deber fácil y sin gran importancia. Luego, la experiencia demasiado tarde les enseña que han deseado tontamente lo que les era desconocido. Algunos piensan que poseen una gran habilidad y actividad, y también se prometen grandes cosas a causa de sus propias capacidades, aprendizaje y juicio; pero luego descubren muy pronto cuán escaso es un mueble, como dicen, de este tipo, porque la aptitud para el trabajo les falla desde el principio, y no en el medio de su curso. Algunos también, mientras ven que van a tener muchos y penosos concursos, no temen nada y se ponen en un frente de hierro, como si hubieran nacido para luchar. Hay otros que, al desear el oficio de maestros, son mercenarios. De hecho, sabemos que todos los siervos de Dios son miserables en cuanto a este mundo, y de acuerdo con las percepciones de los hombres, porque deben continuar la guerra contra las disposiciones prevalecientes de todos, y asà desagradar a los hombres para que puedan agradar a Dios; pero los mercenarios, que no tienen religión y adulteran la palabra de Dios, desean el cargo, y ¿por qué? porque ven que pueden tratar de manera agradable con los hombres, porque evitarán cuidadosamente todo lo que pueda ofender, pero este no fue el caso con el Profeta; por lo tanto, supone, como ya he dicho, este hecho, que él sinceramente se involucró en su oficina de enseñanza, y no fue inducido por ningún otro motivo que el de promover el bienestar de la gente.
Dice que no se apresuró; ¿Cómo es eso? "DeberÃa haber estado", dice, "completamente loco si hubiera sido guiado por un celo desconsiderado, porque sé que deberÃa tener que luchar, y no solo con un hombre, sino con todo el pueblo, sÃ, con cada uno de ellos." Por eso llama a la guerra que aguarda a todos los pastores verdaderos, el dÃa del dolor, porque si complacen a los hombres, no pueden ser siervos de Dios. Y de este hecho él hace a Dios testigo, tú lo sabes. Los hombres de viento profesan con la valentÃa suficiente que no tienen nada a la vista más que servir a Dios, que no entran precipitadamente en su curso; pero el Profeta aquà se pone en la presencia de Dios, y no está ansioso por asegurar la aprobación de los hombres, contento con solo la de Dios. (184)
Y luego agrega: Antes de que tu rostro haya sido lo que haya salido de mis labios. Con estas palabras, insinúa que no habÃa hablado en vano lo que se le ocurrió, sino lo que habÃa recibido de Dios mismo, y que ante Dios habÃa todo lo que habÃa salido de su boca. Por lo tanto, aprendemos que no es suficiente que uno haya sido llamado una vez, excepto que él entrega fielmente lo que ha recibido de Dios mismo. Ahora se sigue:
Pero no he sido más directo que un pastor después de ti, o después de ti.
El significado parece ser que no excedió su comisión; y esto se confirma en la última parte del verso. La preposición × a menudo tiene el significado de "más que" o superior.
La palabra "lamentable" es la misma con lo que se traduce como "desesperadamente malvado" en Jeremias 17:9. Su significado es, ser malo más allá de la recuperación; y cuando se aplica al dÃa, puede hacerse adecuadamente "irrecuperable". Por lo tanto, renderizo las dos lÃneas, -
Pero yo, no he sido más promotor que un pastor que te sigue, y el dÃa irrecuperable no he deseado.
Este dÃa fue el dÃa del exilio que habÃa predicho. Entonces las palabras, "tú sabes", están conectadas con lo que sigue. - Ed.
Tú sabes lo que ha salido de mis labios, antes de que tu cara haya sido.â Ed.
VersÃculo 17
Ahora el Profeta, habiendo apelado a Dios como testigo de su integridad, le reza para que se muestre como su patrón y defensor. Por lo tanto, él nuevamente implora la ayuda de Dios. No seas tú, dice, un terror para mÃ, es decir, "No me dejes mientras suplicas que tu causa esté aterrorizada". Tu palabra, terror, se refiere a un miedo que atemoriza todos los sentimientos. De hecho, habrÃa sido completamente irracional que los Profetas fallaran en la constancia y la firmeza, ya que le correspondÃa a Dios gobernarlos por su EspÃritu y apoyarlos por su gracia, desde el momento en que les confió su oficio. Desde entonces, nadie está en condiciones de cumplir con los deberes de un maestro fiel, Dios debe: necesariamente socorrer y ayudar a aquellos a quienes llama y envÃa a la obra. De esto es de lo que habla el Profeta cuando dice: "No me sean un terror, es decir:" No sean para mà una causa de temor privándome de la constancia y la firmeza, para hacerme un objeto de ridÃculo. ; " ¿y por qué? porque eres mi protección, o mi esperanza, porque la palabra significa ambos.
Entonces eres mi protección (de este significado que en su mayorÃa apruebo) en el dÃa del mal, es decir: âTe elegà como mi protector, como si fueras un escudo para mÃ; como entonces me he prometido el favor de tenerte como mi ayuda, ve que no me dejen en la miseria, ya que tengo que ir directamente a ti y bajo tu estandarte ". Por lo tanto, añade: Avergonzado, que sean ellos quienes me persigan, y que no me avergüence; aterrorizado, déjalos ser, y no me dejes aterrorizado
VersÃculo 18
El Profeta, como hemos visto, tuvo una dura competencia, no solo con un hombre o con unos pocos, sino con todo el pueblo, y luego es probable que haya muchas sectas, porque cuando lloró contra los avaros, hubo Una conmoción al instante por todos los que vivÃan del saqueo, cuando habló en contra de la indulgencia de la lujuria, hubo una segunda conspiración contra él; Cuando condenó la embriaguez y la intemperancia, se formó una nueva combinación para oponerse a él. Por lo tanto, vemos cómo todos los impÃos en todas partes y por diversas razones atacaron al Profeta, por lo tanto, se vio obligado a rezar, como ahora lo hace, avergonzado dejándolos ser quienes me persiguen, incluso porque ahora testificaron que eran evidentemente enemigos de Dios, porque no tenÃa ningún interés privado en ellos, sino que obedecÃa fielmente el mandato de Dios. Como entonces sabÃa que eran los enemigos declarados de Dios, dudó en no pedirle a Dios que se les opusiera. (185)
Aún debemos notar lo que hemos dicho en otros lugares, que el Profeta no solo fue influenciado por un celo santo y piadoso, sino que también fue gobernado por la sabidurÃa del EspÃritu. Repito esto nuevamente, porque hay muchos imitadores tontos, que siempre apelan a la vehemencia que los Profetas mostraron, mientras que ellos mismos se dejan llevar por un impulso violento más que vehemente. Pero primero debemos ver si el EspÃritu Santo nos guÃa, para que no pronunciemos imprecaciones contra los mismos elegidos; y luego debemos tener cuidado de ser influenciados por los sentimientos de nuestra carne, y siempre se debe temer el celo intemperante, ya que es un regalo raro asà que arder con celo para unir con él la moderación que se requiere. Como siempre hay algo turbulento en nuestro celo, debemos recordar que los Profetas nunca pronunciaron una palabra sino que el EspÃritu guió sus lenguas, y que no se tenÃan en cuenta a sà mismos y, en tercer lugar, que estaban tan tranquilos y serenos. en su ardor que no eran, culpables de exceso.
El Profeta, sin duda, sabÃa completamente que todos aquellos que eran reprobados sobre quienes impregnó la venganza de Dios, pero como no nos pertenece distinguir entre los elegidos y los reprobados, aprendamos a suspender y controlar nuestro celo, para que no sé demasiado ferviente, ya que a menudo podemos confundirnos, si seguimos en general lo que el Profeta dice aquÃ, tráeles el dÃa del mal, y con una doble brecha, rómpelos. Si hablamos asà indiscriminadamente de todos, nuestro celo a menudo golpearÃa a los mismos hijos de Dios. Por lo tanto, debemos tener en cuenta que antes de que el Profeta pronunciara esta imprecación, el EspÃritu de Dios le enseñó que tenÃa que ver con hombres reprobados e irreclamables. Ahora sigue un nuevo discurso:
18. Avergonzado, que se sientan mis perseguidores, para que no me avergüence; Consternado, déjalos en paz, para que no me consterne; Trae sobre ellos el dÃa del mal, y doblemente con la ruptura romperlos.
Hubo una contienda entre el Profeta y sus enemigos; la vergüenza y la consternación de sus enemigos lo liberarÃan de la vergüenza y la consternación. El × copulativo a menudo se puede representar como, ut. Las dos últimas lÃneas se refieren a los dos pareados anteriores en orden inverso. "El dÃa del mal" era para consternar a sus enemigos, y "la ruptura" era para avergonzarlos. La ruptura fue la del espÃritu o del corazón; significa pena, problemas, como llevar a los hombres a un estado de impotencia; No significa destrucción. La lÃnea se puede representar asÃ, -
Y doblemente con depresión deprimirlos.
La palabra doblemente significa lo que es extremo. - Ed.
VersÃculo 19
Este discurso, sin duda, se separará del anterior, y cualquiera que dividió los capÃtulos fue deficiente en el juicio en muchos otros lugares, asà como aquÃ. Ahora el significado es, que tan grande y tan grosero fue el desprecio de la ley, que descuidaron incluso la observancia del sábado; y, sin embargo, sabemos que los hipócritas son muy cuidadosos a este respecto, más aún, IsaÃas reprendió a los hombres de su época que hicieron tanta santidad para consistir en la observancia externa de los dÃas. ( IsaÃas 1:13.) Pero, como ya he dicho, los judÃos eran tan audaces en el tiempo de JeremÃas que violaron abiertamente el sábado, los hombres se perdieron tanto, como solemos decir, como para no Pretender cualquier religión. El libertinaje de la gente era tan grande que no tenÃan vergüenza; No, todos ellos abiertamente demostraron que habÃan desechado por completo el yugo de Dios y de su ley. Cuando este fue el caso en Jerusalén, ¿qué podemos pensar que se hizo en aldeas oscuras donde no existÃa tanta religión? porque si hubo alguna enseñanza correcta, si hubo alguna aparición de religión, debe haber sido en Jerusalén.
Ahora vemos que el Profeta fue enviado por Dios para acusar a la gente con este desprecio grosero y básico de la ley; como si hubiera dicho: "Vete ahora, y finge que conservas al menos algo de religión: sin embargo, incluso en este pequeño asunto, la observancia del sábado, eres deficiente, porque traes cargas, es decir, llevas a cabo negocios" en sábado como en otros dÃas. Como entonces no hay entre ustedes ni siquiera una santidad externa en cuanto al sábado, ¿por qué continúan con sus evasiones? porque tu impiedad está suficientemente probada. Ahora vemos lo que significa el Profeta y cuál es la importancia de este discurso que ahora debemos explicar.
Primero dice que fue enviado, vaya, para traer este mensaje. De hecho, habÃa sido elegido antes que un profeta; pero él habla aquà de algo especial que se le encargó hacer: y dice que fue enviado a la puerta principal de la ciudad, a través de la cual los reyes entraron y salieron y toda la gente (186) y luego que fue enviado a todas las puertas. Con estas palabras quiere decir que no era voluntad de Dios que la profanación del dÃa de reposo se divulgara parcialmente, sino que se proclamara en todas partes, para que no solo avergonzara al rey sino también a todo el pueblo. Los profetas generalmente hablaban primero en el Templo, y luego iban a las puertas, donde habÃa una gran concurrencia de personas. Pero Jeremiah tenÃa aquà algo inusual; porque Dios tenÃa la intención más clara de condenar a los judÃos por su base y su desprecio inexcusable del sábado.
VersÃculo 20
Luego agrega: Les dirás: OÃd la palabra de Jehová, reyes de Judá, y que todo el pueblo escuche, y que todos los ciudadanos de Jerusalén oigan, que entran por estas puertas. Se le ordenó al Profeta que comenzara con el rey mismo, quien deberÃa haber reprimido una licencia tan grande. Por lo tanto, era una indiferencia intolerable en el rey soportar en silencio este desprecio de la religión, especialmente en un asunto tan fácil y tan evidente; porque no podÃa haber fingido que no lo conocÃa: era lo mismo como si los judÃos tuvieran la intención de triunfar contra Dios y demostrar que su ley no se consideraba de ningún valor. Por lo tanto, la profanación del sábado era una prueba de su desvergüenza, ya que de ese modo demostraron que no les importaba Dios ni su ley. Más adelante veremos cuán grande fue esa maldad; pero; Diferiré el tema, ya que ahora no puedo discutirlo en general, y se ofrecerá una oportunidad más conveniente.
VersÃculo 21
Les ordena que asistan o que tengan cuidado con sus almas. Algunos expresan las palabras: "Como tus almas son preciosas para ti". Pero tomo almas, no por sus vidas, sino por el afecto de sus corazones; como si hubiera dicho: "Presten atención a ustedes mismos, para que esto se guarde en lo más profundo de su corazón". La palabra × ×¤×© nuphesh, significa a menudo el corazón, el asiento de los afectos. Se dice en Deuteronomio 4:15,
"Presten atención, ×× ×¤×©×ת××× lanupheshuticam , a sus almas ".
aquà está, ×× ×¤×©×ת×××, benupheshuticam, "en sus almas"; pero allÃ, "para" o "para sus almas", como también en Josué 23:11. Pero se quiere decir lo mismo, y es que debÃan prestar mucha atención, tener mucho cuidado, ejercer todos los esfuerzos y, en resumen, cada facultad de sus almas. Presta atención luego, con cuidado, (187) dice, ten cuidado con cada pensamiento y facultad de tu alma, para que no lleves ninguna carga en el dÃa de reposo, y para que no lo traigas por las puertas de Jerusalén. Era una cosa no difÃcil de observar; y, además, fue la transgresión más descarada de la ley; porque, como he dicho, por este pequeño asunto, demostraron que despreciaban la ley de Dios, mientras que la observancia del sábado era algo muy importante: era importante en sà mismo, pero observarlo era fácil. De ahà la doble impiedad del pueblo, porque despreciaban el singular favor de Dios, del cual el séptimo dÃa era una evidencia; y, como no estaban dispuestos a descansar ese dÃa, y en un asunto tan fácil, no dudaron, por asà decirlo, en insultar a Dios, como se ha dicho antes.
Por lo tanto, deberÃamos notar también lo que dice en estas palabras: no llevar carga, y no llevarla a través de las puertas de Jerusalén: y esto se agregó enfáticamente; porque no era lÃcito, incluso en los campos o en los lugares desérticos, hacer nada en sábado; pero era extremadamente vergonzoso llevar una carga por las puertas de Jerusalén; Era como si quisieran públicamente reprochar y despreciar a Dios. Jerusalén era un lugar público; y era como si uno no se contentara en privado con deshonrar a su vecino o su hermano, sino que debÃa mostrar su mala naturaleza abiertamente ya la luz del dÃa. AsÃ, los judÃos no solo reprochaban a Dios, sino que también se atrevieron a mostrar su impiedad en su propia ciudad de renombre y, en resumen, en su santuario. El resto hay que aplazarlo.
VersÃculo 22
En nuestra última conferencia dijimos por qué el Profeta reprendió tan severamente a los judÃos por descuidar un rito externo. Parece de hecho una cosa en sà misma de pequeño momento para descansar un dÃa; y Dios por IsaÃas declara claramente ( IsaÃas 1:13) que no le importa esa adoración externa, porque los hipócritas piensan que han cumplido con su deber cuando descansan el séptimo dÃa; pero Dios niega haber aprobado tal servicio, ya que es como una obra infantil. Sabemos lo que dice Pablo, que los ejercicios del cuerpo no benefician mucho. ( 1 Timoteo 4:8.) Esto no fue escrito cuando JeremÃas habló, pero debe haber sido escrito en los corazones de los piadosos. Entonces, a primera vista, podrÃa parecer algo extraño, que el Profeta insistió tanto o algo que no tuvo gran momento: pero la razón que he explicado brevemente, y eso fue, porque la gran impiedad de la gente era por lo tanto claramente detectado, porque despreciaban a Dios en un asunto que podrÃa hacerse fácilmente. Los hombres a menudo se disculpan debido a la dificultad: "PodrÃa desear hacerlo, pero es demasiado oneroso para mÃ". No podrÃan haber alegado esto en cuanto a la santificación del sábado; ¿Qué puede ser más fácil que descansar un dÃa? Ahora, cuando llevaban sus cargas e hicieron su trabajo en sábado como en otros dÃas comunes, fue, por asà decirlo, diseñado para sacudirse el yugo, y mostrar abiertamente que ignoraban por completo la autoridad de la ley.
También debe notarse otra razón, que aún no he dicho: Dios no consideró solo el rito externo, sino el final, del cual habla en Ãxodo 31:13 y en Ezequiel 20:12. En ambos lugares, nos recuerda la razón por la que ordenó a los judÃos que se mantuvieran santos el séptimo dÃa, y eso fue, que podrÃa ser para ellos un sÃmbolo de santificación.
"Les he dado mis dÃas de reposo", dice, "para que sepan que yo soy su Dios que los santifica".
Si luego consideramos el fin diseñado por el dÃa de reposo, no podemos decir que fue un rito sin importancia: porque lo que podrÃa haber sido más importante para ese pueblo antiguo que reconocer que Dios los habÃa separado de otras naciones, ser un pueblo sagrado y peculiar para él, no, para ser su herencia?
Y parece de otros lugares que este comando era tÃpico. Aprendemos especialmente de Pablo que el dÃa de reposo fue ordenado para que la gente pudiera mirar a Cristo; porque bien conocido es el pasaje en Colosenses 2:16, donde dice que tanto el sábado como otros ritos eran tipos de Cristo por venir, y que él era la sustancia de ellos. Y el Apóstol también, en la EpÃstola a la Hebreos 4:9, muestra que debemos entender espiritualmente lo que Dios habÃa mandado anteriormente con respecto al séptimo dÃa, es decir, que los hombres deben descansar de sus obras, mientras Dios descansaba de sus obras después de haber terminado la creación del mundo: e IsaÃas, en IsaÃas 58, nos enseña con suficiente claridad cuál es el diseño del sábado, incluso que la gente debe cesar de su propio placer; porque iba a ser un dÃa de descanso, en el que verdaderamente debÃan adorar a Dios y dejar de perseguir cualquiera de los deseos de su propia carne. Y Dios no simplemente les prohibió hacer algunas cosas; pero él dice
"Descansarás de todo tu trabajo". ( Ãxodo 20:10; Deuteronomio 5:14)
Venir al Templo, ofrecer sacrificios y circuncidar a los infantes, eran en verdad obras; pero no podemos decir que fue un trabajo humano circuncidar a los infantes, porque obedecieron el mandato de Dios al presentarle asà a su descendencia; y fue lo mismo cuando vinieron a cantar las alabanzas de Dios y a ofrecer sacrificios.
Ahora percibimos que el diseño de los pueblos antiguos era, para que supieran que debÃan descansar de todas las obras de la carne; y Dios, para que los doblegue más fácilmente a la obediencia, les presenta su propio ejemplo; porque no hay nada más que desear que un acuerdo mutuo entre nosotros y Dios. Por esta razón Dios dice:
"Descansé el séptimo dÃa de todas mis obras: por lo tanto, descansa ahora también de tus obras". ( Ãxodo 20:11)
Dios sin duda habÃa elegido el séptimo dÃa, para que los hombres pudieran dedicarse por completo a la consideración de sus obras. Sea como sea, vemos que lo principal en el séptimo dÃa fue la adoración a Dios. E incluso los escritores paganos, cada vez que hablan del sábado, lo mencionan como la diferencia entre los judÃos y el resto del mundo. Era, en resumen, una profesión general de adoración a Dios, cuando descansaban el séptimo dÃa. Cuando ahora lo consideraban como nada, al cargar con sus cargas y violar su descanso sagrado, sin duda era nada menos que desechar el yugo de Dios, como si se jactaran abiertamente de que despreciaban lo que él habÃa ordenado. Hubo entonces en la violación del sábado una deserción pública de la ley. Como entonces los judÃos se habÃan convertido en apóstatas, JeremÃas con severidad los condena con justicia; y, por lo tanto, dice que su impiedad extrema fue suficientemente probada, porque asà ignoraron el séptimo dÃa.
Ãl dice además: no lleves una carga de tus casas. Debajo de una cosa, incluye todos los asuntos mundanos, por los cuales violaron el sábado, aunque luego agrega también lo que es general, y no trabaje, sino santifique el sábado, como le ordené a sus padres. Santificar el dÃa de reposo es hacerlo diferente de los otros dÃas; porque la santificación es lo mismo que la separación: no deberÃan haber hecho sus propias preocupaciones en ese dÃa como en otros dÃas; porque fue un dÃa consagrado a Dios. Luego agrega, que fue un dÃa que ordenó a sus padres que se mantuvieran santos. Indudablemente reclama aquà autoridad para la ley por razones de tiempo; como si hubiera dicho, que no introdujo la ley ese dÃa o el dÃa anterior, sino que desde el momento en que reunió a la gente para sà mismo, se habÃa dado el precepto sobre la observancia del sábado, como era evidente ; porque al principio Dios habló asà por Moisés:
"Recuerda el séptimo dÃa", etc. ( Ãxodo 20:8.)
Cuando toda la ley de Dios y toda la religión cayeron al suelo por la violación del sábado, el Profeta les recordó con acierto que este dÃa se ordenó que sus padres lo observaran. Podemos agregar más, que no ignoraban el castigo memorable por el cual Dios habÃa sancionado la observancia del sábado, cuando por su mandato el que recolectó madera ese dÃa fue apedreado hasta la muerte. Ahora sigue:
VersÃculo 23
Aquà el Profeta exagera su crimen: que los judÃos no habÃan comenzado a violar este precepto de la Ley por primera vez; porque les recuerda que el sábado habÃa sido violado antes por sus padres. Hemos dicho en otra parte que los hombres son menos excusables cuando los niños siguen los malos ejemplos de sus padres. Esto es de hecho lo que el mundo no piensa comúnmente; porque vemos en este dÃa, que la mayorÃa de los hombres se jactan de los ejemplos de sus padres, cuando desean rechazar tanto la Ley como los Profetas y el evangelio: piensan que son defendidos por un escudo fuerte, cuando pueden objetarnos y decir que los padres habÃan hecho lo contrario. Pero hemos visto en muchos pasajes cuán frÃvola es tal defensa; y JeremÃas aquà confirma lo mismo, al decir que el crimen del pueblo fue el más atroz, porque sus padres tenÃan muchas edades antes de comenzar a despreciar este mandato de Dios.
Pero no oyeron, (188) dice, ni inclinó la oreja, sino que endureció el cuello. Con estas palabras, muestra claramente que sus padres no habÃan pecado por inadvertencia o ignorancia, sino porque se habÃan endurecido en el desprecio de Dios. A menudo sucede que los hombres, enseñados correctamente, se desvÃan por la ignorancia, ya que su falta de conocimiento puede impedirles comprender lo que escuchan: pero cuando los hombres no inclinan la oreja, sino que endurecen el cuello, su obstinación se manifiesta, porque a sabiendas y voluntariamente rechazar a Dios. Tal perversidad entonces hace JeremÃas aquà establecido por las diversas expresiones que emplea, como hemos visto en otros lugares.
En cuanto al endurecimiento del cuello, es una metáfora, como se dijo en otra parte, tomada de bueyes no impermeables. Dios compara su ley con un yugo, y por la mejor razón; porque como los bueyes son domesticados para que puedan trabajar y entrenados para obedecer cuando se les ponga el yugo; asà también Dios prueba nuestra obediencia, cuando nos gobierna por su ley, ya que de lo contrario deambulamos tras nuestros deseos. Por lo tanto, Dios corrige y controla en nosotros por su ley, todas las pasiones rebeldes de la carne, se dice que pone su yugo sobre nosotros. Ahora, si somos intratables y no nos sometemos a la autoridad de Dios, se dice que endurecemos nuestro cuello. JeremÃas habla después sin una metáfora, y dice: que no escucharon, ni recibieron instrucciones o corrección. (189) La palabra ××סר musar significa enseñanza o corrección. La importancia del todo es que los judÃos no solo eran imposibles de enseñar cuando la voluntad de Dios se les dio a conocer claramente, sino que también eran refractarios y perversos en su espÃritu: porque cuando se enseñaban se agregaban exhortaciones para estimularlos más. , y cuando a estas se agregaron amenazas, Dios no pudo de ninguna manera someter su falta de sentido. Ahora sigue ...
Y no oyeron ni inclinaron la oreja; Pero endurecieron su cuello, para no escuchar y no recibir corrección.
Fueron reprendidos y advertidos; pero se negaron a ser corregidos. - Ed.
VersÃculo 24
JeremÃas introdujo, como he dicho, una condena en cuanto a los padres, para hacer que los judÃos de su edad se avergonzaran de sà mismos, para que no imitaran el ejemplo de aquellos que vieron que habÃan sido desobedientes a Dios. Ãl todavÃa muestra que Dios se reconciliarÃa con ellos, siempre que se arrepientan de corazón; como si hubiera dicho: "Tus padres provocaron, durante muchos años, e incluso durante siglos, la venganza de Dios; pero como siempre se inclina a la misericordia, está dispuesto a perdonarte, si solo dejas de seguir a tus padres y vuelves a él ". En resumen, les promete perdón por el tiempo pasado, si se volvieron a Dios.
Si escuchando oirá, él dice, para no llevar carga a través de las puertas de esta ciudad en el dÃa de reposo, y para santificar (esto está conectado con "escuchar") el dÃa de reposo, para que no hagan trabajar en ello; luego entrará por las puertas de esta ciudad, reyes y prÃncipes, etc. Primero les promete una perpetuidad en cuanto al reino; y era la principal felicidad del pueblo tener un rey de la posteridad de David; porque asà vieron con sus ojos el favor de Dios presente, con ellos, en la medida en que David y su posteridad eran promesas visibles del favor de Dios. Y también debemos recordar que ese reino era un tipo de reino mejor, que aún no se habÃa descubierto claramente. Por lo tanto, en la posteridad de David, los judÃos vieron a Cristo, hasta que se manifestó. Por esta razón dije que eran miserables sin un rey y que la perpetuidad del reino era una parte principal de su felicidad. Esta es la razón por la cual JeremÃas ahora les presenta, como un beneficio singular, la continuación del reino de David entre ellos, siempre que observen el dÃa de reposo: y asà Dios no solo exigió estrictamente lo que tenÃa que hacer, sino también los sedujo por la dulzura de su promesa, de acuerdo con su manera habitual. De hecho, en una palabra puede ordenar lo que le plazca; pero cuando nos invita por promesas, tiene en cuenta nuestra debilidad.
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Pero se puede preguntar aquÃ, ¿fue el resto el séptimo dÃa de tal momento, que Dios deberÃa prometerles por eso la perpetuidad del reino? Ya se ha dado la respuesta, es decir, que el fin, que era espiritual, estaba conectado con el rito externo; porque Dios le ordenó a la gente que se mantuviera santa este dÃa, para que pudieran tener un sÃmbolo manifiesto: como se ha dicho, de su propia santificación. Por lo tanto, cuando el Profeta habla asÃ, si no llevan carga a través de las puertas de esta ciudad, es decir, si observan el dÃa de reposo, la perpetuidad del reino estará asegurada para ustedes, - cuando él habla asÃ, indudablemente tenÃa , como he dicho, un respeto a una verdadera observancia del dÃa, que no consiste en el rito desnudo, sino que incluye algo más grande y más excelente, incluso que pueden aprender por abnegación a rendirse ante Dios para ser gobernados. por el; porque Dios no obrará en nosotros, a menos que primero renunciemos a nuestra propia razón y a los pensamientos y sentimientos de nuestra carne. En la observancia del dÃa de reposo, por lo tanto, se incluye brevemente toda la religión: por lo tanto, dice: Entren reyes y prÃncipes, sentados en el trono de David.
También se debe tener en cuenta el estado de las cosas en ese momento: era una época en que el paÃs estaba casi en ruinas y el reino se debilitaba enormemente, de modo que los reyes y toda la gente estaban expuestos diariamente al peligro. Cuando, por lo tanto, apenas habÃa medios para defender la ciudad y apoyar el reino, JeremÃas prometió, como un favor especial de Dios, que los reyes y los prÃncipes estarÃan seguros. De la familia de David, como es bien sabido, descendieron los consejeros reales; y por eso dice de los consejeros, asà como del rey, que se sentarÃan en el trono de David; y además dice: Montarán en un carro y en caballos, ellos los reyes y sus prÃncipes; y agrega, los hombres de Judá, etc. Extiende la promesa a todo el cuerpo del pueblo; Después de haber hablado de los principales hombres, agrega, que toda la comunidad serÃa partÃcipe de esta bendición y favor de Dios; porque se formó el reino, para que todo el pueblo supiera que estaban bajo el cuidado y la protección de Dios. No fue entonces sin razón que JeremÃas declara aquà que esta bendición se conferirá en común a toda la gente.
Y habitada, dice, será la ciudad perpetuamente. Por la misma razón, él también agrega esto; pues Jerusalén estaba entonces en gran peligro; No, habÃa nuevos terrores a diario, y habÃa una desolación horrible en todas partes, ya que todo el paÃs habÃa sido visitado con muchas calamidades. JeremÃas, por lo tanto, prometió ahora lo que de alguna manera parecÃa increÃble, es decir, que la ciudad estarÃa a salvo si adoraban a Dios de manera verdadera y fiel, y lo testificó al observar el sábado. El significado es que serÃa su propia culpa, si no encontraran la ayuda de Dios suficiente para ellos, que incluso si fueran asediados por enemigos, Dios serÃa un protector seguro de su seguridad, siempre que se convirtieran en su verdadero y Siervos fieles. Luego agrega:
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Aquà él menciona la segunda parte de la bendición; porque todo el pueblo serÃa preservado a salvo en posesión de su reino y sacerdocio, ya que en ambos aparecÃa el favor de Dios; porque tanto el rey como el sacerdote eran tipos de Cristo. Porque, como por el sacerdocio, sabÃan que Dios era propicio para ellos, estaban siendo reconciliados con él mediante sacrificios, y como por el reino sabÃan que Dios era el protector y el guardián de su seguridad, por lo que estas dos cosas constituÃan una felicidad real y completa. . Por lo tanto, el Profeta, habiendo mencionado una de estas cosas, ahora pasa a la otra:
Vendrán de las ciudades de Judá y de todo el circuito de Jerusalén, y de la tierra de BenjamÃn, y de otros lugares, para ofrecer sacrificios en el Templo. Los sacrificios de sà mismos no podÃan servir al pueblo; pero JeremÃas asumió este principio: que los sacrificios no prometÃan en vano a la reconciliación; porque los pecados fueron realmente expiados, y Godas salió para reunir un pueblo para sà mismo. Era lo mismo que si Dios dijera que, por supuesto, serÃa amable con ellos, si tan solo observaran el sábado, es decir, si con un corazón puro se dedicaran a su servicio. El paÃs, como he dicho, estaba en gran medida devastado; pero el Profeta, después de haber hablado de la ciudad, ahora agrega que toda Judea quedarÃa habitada, ya que de allà ascenderÃan al Templo para ofrecer sacrificios. Después de haber mencionado todo el circuito, nombra la tierra de BenjamÃn, cuya media tribu, como es bien sabido, habÃa continuado en la fe y no se habÃa separado de la familia de David; de hecho, una parte de la ciudad estaba en la tribu de BenjamÃn.
Luego agrega, la llanura y las montañas, como si hubiera dicho, los adoradores de Dios vendrÃan de toda la región vecina para celebrar las fiestas y ofrecer sacrificios como de costumbre.
Finalmente menciona el holocausto, el sacrificio y la oblación, ×× ××, meneche; Las tres ofrendas principales. Pero JeremÃas deseaba mostrar brevemente que Dios harÃa que la religión floreciera y prevaleciera entre ellos como antes. Pero después de haber hablado de la adoración externa, se refiere al final. Ellos traerán, dice, confesión o alabanza, ת×××, tude, al Templo. (190) AquÃ, por una palabra, JeremÃas incluye lo principal en los sacrificios, como podemos aprender de Salmo 50:14; donde se dice
"Sacrifica alabanza a Dios".
Dios rechaza los sacrificios ofrecidos por los judÃos sin un motivo correcto: luego muestra lo que requerÃa y les ordena que sacrifiquen los elogios. Asà que ahora JeremÃas nos enseña que el diseño de todos los sacrificios era celebrar el nombre de Dios, es decir, que los judÃos pudieran profesar que le debÃan todas las cosas, que recibieron su vida y su seguridad libremente de él. en resumen, por lo tanto debÃan testificar su gratitud ante Dios. Entonces, en este dÃa, esta verdad sigue siendo la misma, aunque los tipos han sido abolidos: no ofrecemos terneros, bueyes o carneros, sino el sacrificio de alabanza, al confesar y proclamar sus beneficios y bendiciones, de acuerdo con lo que el Apóstol dice en Hebreos 13:15. Pero lo que deberÃa prevalecer entre nosotros, aparte de los tipos, estuvo anteriormente acompañado de tipos; y sin embargo, esta verdad fue observada por los judÃos en común con nosotros, que mientras ofrecÃan sus sacrificios bajo la Ley, debÃan testificar su gratitud con sÃmbolos visibles. Sigamos -
La Septuaginta, como en muchos otros casos, solo da una traducción verbal, "alabanza"; "Oblación" es la Vulgata; "Acción de gracias", el sirÃaco; y "sacrificio de confesión", el Targum.
Todas las palabras son singulares en hebreo - holocausto - sacrificio - oblación, (u ofrenda de carne) - incienso - acción de gracias. SerÃa bueno retener el singular en una versión. - Ed.
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Ahora, por otro lado, el Profeta los aterroriza si no escuchan las promesas de Dios. Dios primero nos ama amablemente; pero cuando nos ve refractarios, nos trata de acuerdo con la dureza de nuestros corazones. Por lo tanto, ahora agrega amenazas a las promesas. Ãl habÃa dicho que los judÃos serÃan felices si adoraban y servÃan a Dios fielmente; porque su sacerdocio y su reino les serÃa continuado.
Pero ahora agrega: si no obedecen, para santificar el dÃa de reposo, y no llevar una carga sobre él, y no entrar por las puertas de Jerusalén, es decir, con el propósito de hacer negocios (para era legal para ellos, como es bien sabido, salir de la ciudad, pero al entrar significa la transacción de negocios) - Si entonces no me escucharán a este respecto, entonces, él dice, encenderé Un incendio en las puertas de esta ciudad. Vemos el diseño del Profeta: que él tendrÃa a los judÃos para albergar una esperanza segura de su seguridad, siempre que se arrepintieran, y que la adoración pura e incorrupta de Dios prevaleciera entre ellos; pero eso, por otro lado, deseaba llenarlos de terror, si continuaban en su obstinación.
Sin duda, esta combinación los ofendió mucho; porque sabemos cuán seguros de sà mismos eran, y cuán tontamente se jactaban de que la ciudad, en la que Dios tenÃa su habitación, no podÃa ser demolida; y, sin embargo, el Profeta declara aquà que la destrucción de la ciudad santa estaba cerca, si violaban el dÃa de reposo como estaban acostumbrados a hacerlo. Pero para que este castigo no parezca demasiado severo, él muestra que la gente era inexcusable si rechazaban estas advertencias claras: él dice: si no me escuchas; porque de lo contrario podrÃan haber objetado y dicho que habÃan sido engañados, ya que no pensaban que hubiera un pecado tan grande al violar el sábado. JeremÃas ahora excluye todas esas evasiones, porque en efecto dice: "He aquà que estoy presente contigo por la autoridad de Dios; si hasta ahora violarán el sábado, ¿qué excusa pueden dar? ¿No te han demostrado culpable de impiedad abierta? porque Dios ha hablado; ¿Y cómo es que rechazas su enseñanza? Por lo tanto, vemos que esto, si no me escuchan para santificar el sábado, se dice que anticipa una objeción.
Luego agrega: Devorará las puertas de la ciudad, y no se extinguirá, es decir, no se extinguirá hasta que consuma toda la ciudad y sus puertas. De hecho, sabemos que las asambleas se celebraron en las puertas y que, por lo tanto, eran lugares de gran importancia. En cuanto al fuego, debe tomarse metafóricamente para su destrucción; y, sin embargo, sabemos que incluso el fuego fue encendido por los caldeos; porque consideraron que no era suficiente demoler la ciudad, pero continuaron aún más: por lo tanto, el Templo fue quemado y las casas fueron consumidas por el fuego. Sin embargo, debemos explicar que la palabra del Profeta significa simplemente esto: que la venganza de Dios serÃa como fuego, destruyendo y consumiendo todas las cosas, de modo que ni siquiera las puertas permanecieran. Por lo general, queda algo cuando las ciudades son demolidas hasta los cimientos; pero Dios amenaza a los judÃos con algo más grave: que la ciudad no serÃa destruida de una manera común, sino que se consumirÃa tanto que nada quedarÃa. Procederemos mañana.