Bible Commentaries
Números 5

Introducción

A los leprosos e inmundos se les ordena que sean echados del campamento; se ordena la restitución: la prueba de los celos.

Antes de Cristo 1490.

Versículo 2

Que sacaron del campamento. Le Clerc conjetura que al campamento de cada tribu le quedaba un espacio vacío, que se contaba fuera del campamento, y que aquí los impuros se alojaban solos; pues parece menos probable que fueran desterrados más allá de los límites de todas las tiendas, a una gran distancia de todos sus amigos y parientes. "Estas contaminaciones legales", dice Ainsworth, "calculó nuestra contaminación por el pecado; y la remoción de tales del campamento del Señor, calculó la remoción de los pecadores que no se arrepintieron de la iglesia triunfante, en la cual de ninguna manera entrará nada que contamine. . " Apocalipsis 21:27 . Isaías 52:1 .

Versículo 6

Cuando un hombre o una mujer cometan, etc.— Harán cualquier tipo de agravio a cualquier hombre, transgrediendo con él contra el Señor, y la persona será declarada culpable. Algunos piensan que la cláusula, y que la persona sea culpable, más bien debería ser rendida, será consciente de su culpa: y Calmet observa juiciosamente, que esta ley respeta las ofensas secretas, y aquellos que expiarían su culpa antes de cualquier notificación pública de la misma.

Del mismo tipo es la ley que sigue. En los casos de robo detectado, el delincuente está obligado a restituir cuatro y, en algunos casos, cinco veces el valor. Éxodo 22:1 . Pero Moisés es aquí más indulgente con aquellos que confiesan francamente su falta, para alentar la restitución y recompensar la ingenuidad del ofensor. Ver Calmet.

Versículo 7

Entonces confesarán el pecado que cometieron; entonces él confesará el mal que cometió.

REFLEXIONES.— Tenemos aquí,

1. La separación de los inmundos del campamento y el tabernáculo hasta que se quitó la causa. Nota; (1.) La iglesia y el pueblo de Dios no deben tener compañerismo con los impíos y los impuros. (2.) Esto debe ser cortado de la comunión visible de los santos. (3.) Si no antes, a la muerte se hará la separación, y esa será definitiva y eterna.

2. La restitución de ganancias injustas o adquisiciones fraudulentas. Aunque cubra de vergüenza al delincuente, se debe hacer una confesión; y es mejor tener vergüenza delante de los hombres, que estar cubierto de confusión eterna ante los hombres y los ángeles. Debe ofrecerse la expiación a Dios (figurativa de la Gran Expiación en la cruz), así como la restitución al hombre, con una quinta parte sobre: ​​si la persona herida estaba muerta, su pariente cercano tenía derecho a ella; si no tenía ninguno, era del cura. Debe hacerse restitución. Los pobres son ahora los receptores de Dios, cuando no se puede encontrar a la parte agraviada. El sacerdote que oficiaba tenía derecho a las cosas sagradas del sacrificio expiatorio; conviene que el que hace el trabajo reciba el salario.

Versículo 12

Números 5:12 , & c.—Ésta, dice Calmet, es una de las leyes más singulares de Moisés; y uno que marca fuertemente la grosería y obstinación de los israelitas. Un marido que tuviera apenas sospechas de la fidelidad de su esposa, aunque no pudiera presentar pruebas suficientes de ello ante los jueces, podía recurrir a los medios que esta ley le permitía para curarse de sus sospechas; y Dios, por un milagro continuo, se comprometió, por así decirlo, a descubrir la inocencia o el crimen de su sospechoso. Los rabinos hablan de varias ceremonias adjuntas a esta ley, de las que Moisés no habla.

Nos referimos, por tanto, a los curiosos sobre el tema, a Calmet. El espíritu de los celos es, según el idioma hebreo, el afecto o la pasión de los celos. El adulterio, si se probaba, se castigaba con la muerte. Levítico 20:10 y esta prueba de celos fue permitida por Dios, para disminuir el número de divorcios, que Dios toleraba entre los judíos, para controlar el temperamento feroz y violento de los israelitas; quienes, de lo contrario, podrían ser llevados por sus sospechas a los extremos más fatales contra sus esposas.

Versículo 15

Él traerá su ofrenda para ella— Esta ofrenda debía ser de un tipo mezquino, sin ir acompañada de aceite o incienso, para denotar las circunstancias mezquinas y humildes de la persona por cuya cuenta fue ofrecida. Ver Levítico 5:11 . La frase al final de este versículo, una ofrenda conmemorativa, que trae a la memoria la iniquidad, es traducida por la Vulgata, una ofrenda para investigar el adulterio; una ofrenda por el descubrimiento del adulterio: que expresa el significado, si no la letra, del hebreo.

Versículos 16-17

Y el sacerdote la acercará, la pondrá, etc.— Leerá, la acercará , la pondrá, etc. ver Números 5:18 . El agua bendita, en el siguiente versículo, significa el agua de la fuente, que se llama santa, como apropiada para el uso del santuario. El polvo debía usarse como expresión de dolor y aflicción; ver Job 2:12 .

Nehemías 9:1 y siendo el polvo del santuario, le enseñó, dice Ainsworth, a temer el juicio del Señor; (ver Wagenseil en Sota, cap. ip 6.) mientras que los medios utilizados atestiguan claramente lo milagroso del hecho.

Versículo 18

Descubrir la cabeza de la mujer, etc.— El sacerdote fue el primero en quitarle la cabeza a la mujer para que pareciera una doliente; ver Levítico 21 .

10 y como cubrirse la cabeza presagia la sujeción y la castidad de la mujer, 1 Corintios 11:10 fue quitada oportunamente, dice el obispo Kidder, como una señal de que su fidelidad y sumisión obediente fueron cuestionadas: después de esto, la ofrenda de celos fue para ser puesto en la mano de la mujer, teniendo el sacerdote en su mano el agua amarga que causa la maldición; lo cual puede ser llamado así por los amargos efectos y la horrible maldición que produjo, en caso de culpa: términos de ninguna manera impropios para ella, aunque podría ser tomado por mujeres castas y dignas cuya inocencia fue puesta en duda. Proverbios 5:4 .

Versículos 19-20

El sacerdote la acusará mediante juramento, etc.— Estos dos versos, y los dos siguientes, contienen una especie o fórmula de citación o conjuraciones, que el sacerdote ofrece al acusado: una forma, que siempre se expresa en vulgar. lengua, incluso cuando cesó la lengua hebrea, como ha observado Maimónides, y con él un escritor anónimo citado por Wagenseil.

Versículo 21

Que el Señor te haga maldición, etc., es decir, que el Señor te haga objeto de su maldición, y monumento tan terrible de su venganza, que los hombres puedan hacer de tu caso un modelo de imprecación; diciendo: Si juro en falso, ¡sea tan maldito como una mujer así! ver a Calmet. La primera parte de este verso parece una interrupción evidente de la narración y debe leerse como entre paréntesis.

Versículo 22

Y la mujer dirá: Amén, amén. Si la mujer, después de este conjuro, persistía en declararse inocente, debía pronunciar amén, o así sea, duplicado, para expresar su sincero consentimiento para que fuera como el sacerdote. , en el nombre de Dios, había declarado. Si la mujer reconocía su culpa, se divorciaba inmediatamente sin dote, según el canon judío: porque la Escritura es muy concisa sobre el tema; sin informarnos si a una mujer se le podría permitir o no negarse a beber el agua después del juramento prestado por el sacerdote.

Versículo 23

El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, etc. Los judíos llaman a todo rollo en el que está escrito cualquier cosa, ספר sepher, un libro; y los rabinos nos dicen que estas maldiciones fueron escritas en vitela o pergamino; pero Calmet observa que está lejos de ser cierto que el pergamino se usara para escribir en la época de Moisés, o muchas edades después; y la palabra original a menudo significa tablas de madera simple o cubiertas con cera, que era la forma más antigua de escribir; ver su disertación Sur les Livres Anciens. Estas maldiciones, escribieron por lo tanto, muy probablemente en cera, iban a ser borrado en o en el agua amarga, אלאּמי el-mei;de modo que la mujer debía, por así decirlo, beber la maldición misma. Es evidente que la ofrenda por celos se hizo antes de que la mujer bebiera el agua, Números 5:26 .

Versículo 24

Y amargarse — Y volverse no está en hebreo: la palabra es למרים lemarim, —en amaritudinem, —por amargura;y al comparar el versículo 27, parece que esta alteración en la frase se usa para referirse al caso de la culpa. Muchos y extraordinarios son los efectos que los rabinos amantes de las maravillas nos dicen que siguieron inmediatamente a este borrador: pero si lo que el obispo Patrick observa de los escritores judíos es cierto, que, al confesar su culpa, la mujer solo se divorció sin dote, es probablemente hubo pocos casos en los que se infligió este juicio milagroso; porque es difícil de suponer que cualquier mujer, consciente de su culpa, al afirmar su inocencia tan solemnemente, desafiando al Todopoderoso, se aventure en el peligro seguro de una muerte repentina e inmediata, con todas las circunstancias miserables aquí descritas. , en lugar de confesar, y ganar tiempo para arrepentirse, después de que el experimento ya haya sido probado por uno o más.

Versículo 29

Esta es la ley de los celos:Grocio comenta con razón que "no es de extrañar que Dios, entre su propio pueblo, haya producido un efecto milagroso para la detección de un crimen sumamente atroz y muy difícil de probar. De hecho, la historia abunda en ejemplos de los terribles efectos de celos, no sólo a personas privadas y familias, sino a estados y reinos enteros; el propósito, por lo tanto, de esta institución era prevenir estos males, estableciendo un método por el cual la inocencia lesionada pudiera ser limpiada, y toda vergonzosa ruptura de la fidelidad conyugal traídos para condonar el castigo. Por esta decisión solemne y terrible de la Providencia, los maridos celosos fueron reprimidos de crueles ultrajes contra sus esposas, y las esposas fueron preservadas en su deber por temor a este castigo ". Los judíos nos dicen que este camino de prueba cesó hacia el final del segundo templo.

Versículo 31

Entonces el hombre será libre de culpa de iniquidad, es decir, el hombre, al utilizar este método para descubrir la verdad, se librará de la culpa de albergar celos injustificables: ni se le considerará punible por enjuiciar y juzgar así a la esposa que le da ocasión de celos, ya sea que ella sea culpable o no. Así, dice Enrique, Dios testificó antiguamente su aborrecimiento por el adulterio; y no debemos suponer que este crimen quedará impune bajo el Evangelio. Aunque el juicio milagroso de las personas sospechosas ya no tiene lugar, el que escudriña los corazones y las riendas un día sacará a la luz los secretos más ocultos y destruirá al que ha contaminado el templo de su Espíritu Santo.

REFLEXIONES.— Del conjunto surgen muchas lecciones útiles. 1. Que cada esposa tenga cuidado de evitar la menor ocasión que pueda despertar el espíritu de celos. 2. Que todo esposo tenga cuidado de complacerlo; es un chancro que le robará toda paz y descanso. 3. La inocencia es un sustento suficiente ante las acusaciones más malignas. 4. Tenemos que tener miedo de beber, si el pecado ha amargado las aguas; los placeres de los sentidos pueden convertirnos en una miserable recompensa por la maldición de Dios. 5.

Aunque las aguas de los celos ya no existan, la voz de la conciencia y el ojo de Dios hablarán y verán. 6. Dios saca a la luz extrañamente lo oculto de las tinieblas: aunque el adúltero diga: Ningún ojo me ve, después su necedad se manifiesta al mundo. 7. Aunque los pecadores escapen de toda censura o castigo presente, Dios juzgará a los fornicarios y adúlteros.