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Tuesday, November 5th, 2024
the Week of Proper 26 / Ordinary 31
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Exodus 35". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/exodus-35.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Exodus 35". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (23)Individual Books (2)
Versículos 1-35
CONTRIBUCIONES PARA EL TABERNACULO.
1. Moisés hizo juntar toda la congregación de los hijos de Israel, etc.—En la ocasión referida en el comienzo de este capítulo, se les recordó a los israelitas de manera especial el propósito de erigir un tabernáculo magnífico para el culto regular de Dios, como también los artículos principales que harían falta para amueblar aquel sagrado edificio (véase caps. 25, 27, 30, 31).
20, 21. salió toda la congregación de los hijos de Israel de delante de Moisés—No se hicieron arengas excitadoras, tampoco tenía el pueblo Biblias en casa en las cuales pudieran cotejar las demandas de su guía y ver si las cosas eran así. Pero no tenían duda de que les comunicaba la voluntad de Dios, y fueron impresionados con un sentido tan fuerte de que esto era su deber, que hicieron ofertas espontáneas de los tesoros mejores y más valiosos que poseían. vino todo varón a quien su corazón estimuló—Un elemento poderoso de esta liberalidad sincera y extraordinaria, sin duda, fué la memoria de su reciente transgresión, lo que los hizo “celosos de buenas obras” (comp. 2 Corintios 7:11). Pero junto con este motivo, había otros de una clase más elevada y noble: un principio de amor a Dios y devoción a su servicio, un deseo ansioso de asegurar los beneficios de su presencia, y gratitud por las señales de su favor divino: fué bajo la influencia combinada de estas consideraciones por lo que el pueblo estaba deseoso y pronto para depositar sus contribuciones en aquella tesorería del santuario. todo aquel a quien su espíritu dió voluntad—La naturaleza es siempre la misma, y se da a entender que mientras reinaba en el corazón del pueblo en general un espíritu extraordinario de liberalidad piadosa, había excepciones, pues algunos había que estaban demasiado apegados al mundo, algunos que amaban más a sus posesiones que a Dios, y que no podían separarse de aquéllas; no, no para el servicio del tabernáculo.
22. vinieron así hombres como mujeres, etc.—literalmente, “los hombres y sobre todo las mujeres”; una fraseología que indica que las mujeres tomaron parte prominente; presentaron sus ofrendas primero, y luego eran seguidas por tantos hombres como estuviesen igualmente dispuestos. trajeron cadenas, etc.—Dinero en la forma de moneda acuñada u oro en barras, no había en aquella época temprana. Todo el dinero que circulaba entre los comerciantes, consistía en anillos y adornos personales, que eran pesados siempre. El asombro por la abundancia de sus adornos, termina cuando llegamos a saber que los ornamentos costosos y elegantes abundaban en la proporción con que era sencilla y escasa la ropa entre los egipcios, y algunos, desprovistos de ropa, llevaban sin embargo collares de oro. (Hengstenberg.) Entre el pueblo con sentimientos y gustos orientales, difícilmente podría hallarse prueba más poderosa de la influencia de la religión, que su voluntad, no sólo para poner a un lado sus joyas valiosas sino para dedicarlas a la casa de Dios; y así todos, como los magos orientales, pusieron lo mejor que tenían, al servicio de Dios.
30. Jehová ha nombrado a Bezaleel, hijo de Uri, etc.—Moisés había hecho esta comunicación antes. Pero ahora, que la colecta había sido hecha, los materiales reunidos, y las operaciones de edificación estaban por empezar, era muy oportuno que él recordara al pueblo que los individuos encargados de la aplicación de su oro y plata, habían sido nombrados para la obra por una autoridad a la cual todos se someterían.
35. los ha henchido de sabiduría de corazón—Un dicho que no sólo testifica que la aptitud en el arte y la ciencia es un don directo de Dios, sino que el tejido era especialmente el asunto de los varones en Egipto (véase caps. 38:22; 39:22, 27), y en armonía perfecta con el testimonio de los monumentos, es el encargo dado por Moisés a los artistas que fueron enseñados divinamente en las artes necesarias para el ornato del tabernáculo. Otros, cuyos recursos limitados no permitian estas contribuciones valiosas, ofrecían gratuitamente sus servicios en la fabricación de artículos como tapicerías, según se necesitasen, artes que las mujeres israelitas aprendieron siendo esclavas, en casa de príncipes egipcios.