Lectionary Calendar
Tuesday, November 5th, 2024
the Week of Proper 26 / Ordinary 31
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Bible Commentaries
Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia Comentario Crítico
Declaración de derechos de autor
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Estos archivos son un derivado de una edición electrónica preparada a partir de texto escaneado por Woodside Bible Fellowship. Esta edición expandida del Comentario Jameison-Faussett-Brown está en el dominio público y puede ser utilizado y distribuido libremente.
Información bibliográfica
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Deuteronomy 11". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/commentaries/spa/jfb/deuteronomy-11.html. 1871-8.
Jamieson, Robert, D.D.; Fausset, A. R.; Brown, David. "Comentario sobre Deuteronomy 11". "Comentario Crítico y Explicativo de toda la Biblia". https://www.studylight.org/
Whole Bible (23)Individual Books (2)
Versículos 1-32
EXHORTACION A LA OBEDIENCIA.
1. Amarás pues a Jehová tu Dios, y guardarás su ordenanza.—La razón de la repetición frecuente de los mismos consejos o consejos semejantes, se debe al carácter y estado infantil del pueblo, que necesitaba “línea sobre línea y precepto sobre precepto”. Además, los israelitas eran un pueblo obstinado y perverso, difícil de dominar, propenso a la rebelión, y, debido a su larga estada en el Egipto, tan violentamente adicto a la idolatría. que corrían el riesgo de ser seducidos por la religión del país al cual iban, la cual, en rasgos característicos, tenía fuerte semejanza a la del país que habían dejado.
2-9. no hablo con vuestros hijos que no han sabido … mas vuestros ojos han visto todos los grandes hechos que Jehová ha ejecutado—Moisés aquí está dando un breve resumen de las maravillas y los milagros del juicio terrible que Dios había obrado al efectuar la liberación de ellos, de la tiranía de Faraón, como también de aquellos que habían sucedido en el desierto; y bien sabía que podría hacer énfasis sobre estas cosas, porque se dirigía a muchos que habían sido testigos de aquellos hechos aterradores. Pues se recordará que la amenaza divina de que morirían en el desierto, y la ejecución de la misma, sólo se extendía a los varones de veinte años arriba, que eran aptos para la guerra. Pero los varones de menos Deuteronomio 20 años de edad, ni las mujeres ni ninguno de la tribu de Leví, fueron objeto de la denunciación (véase Números 14:28; Números 16:49). Habría podido, pues, haber muchos miles de israelitas en aquel entonces de los cuales Moisés podía decir: “Vuestros ojos han visto todos los grandes hechos que Jehová ha ejecutado”; y en consideración de aquéllos, este resumen histórico de Moisés fué bien calculado para despertar sus mentes al deber y a las ventajas de la obediencia.
10-12. Que la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido—Los aspectos físicos de Palestina presentan un contraste notable a los de la tierra de esclavitud. Una ancha llanura forma la parte cultivada de Egipto, y en la mayor parte de esta tierra baja y plana nunca cae la lluvia. Esta carencia de lluvia natural se llena por inundación anual del Nilo, y por medios artificiales del mismo origen, cuando el río vuelve dentro de su lecho acostumbrado. Junto a la orilla, el proceso de la irrigación es muy sencillo. El agricultor abre una pequeña acequia en la orilla de la era donde ha sembrado la semilla, surco tras surco, y cuando ha entrado agua suficiente, cierra nuevamente la acequia. Donde la barranca es alta, el agua es levantada por máquinas hidráulicas, de las cuales hay tres clases, de potencia distinta, según el nivel del río. El agua se distribuye por pequeños canales, de construcción sencilla, formados por el agricultor con un azadón, quien dirige el curso del agua, el cual se cierra o se abre, según hace falta, por la presión en la tierra con el pie. Así se regaba la tierra donde habían habitado los israelitas largo tiempo. Semejante vigilancia y laboriosidad no harían falta en la tierra prometida, porque en lugar de ser visitada sólo en un período breve, y dejada durante el resto del año bajo el calor fuerte del sol, cada estación gozaría de las benignas influencias del clima suave; los montes atraerían las nubes, y en aguaceros refrescantes las bendiciones de Dios descansarían sobre la tierra. Tierra de la cual Jehová tu Dios cuida—i. e., regándola, como si fuera, con sus propias manos, sin ayuda humana o medios mecánicos.
14. la lluvia … la temprana y la tardía—La lluvia temprana empezaba en el otoño, i. e., principalmente en los meses de septiembre y octubre, mientras que la lluvia tardía caía en la primavera, i. e., durante marzo y abril. Es verdad que había aguaceros ocasionales todo el invierno; pero en el otoño y en la primavera eran más frecuentes, copiosas e importantes; porque la lluvia temprana era necesaria, después del verano caluroso y largo, para preparar la tierra para recibir la semilla; y la lluvia tardía, que venía un poco antes de la cosecha, era de la más grande utilidad para vigorizar los poderes agotados de la vegetación. (Jeremias 5:24; Joel 2:23; Amós 4:7; Santiago 5:7).
15-17. Daré también hierba en tu campo para tus bestias—Sin duda la bendición especial de las lluvias temprana y tardía fué causa principal de la fertilidad extraordinaria de Canaán en tiempos antiguos. Aquella bendición fué prometida a Israel como una recompensa temporal por su fidelidad al pacto nacional. Se amenazaba con retirarlas por su desobediencia o apostasía; y muy señaladamente se ve la ejecución de aquella amenaza, en la esterilidad actual de Palestina. Mr. Lowthian, un agricultor inglés, que fué impresionado en un viaje de Joppe a Jerusalem, al no ver un tallo de hierba, donde aun en los lugares más estériles de Inglaterra se hallaba alguna vegetación, prestó su atención particularmente al asunto, y siguió su averiguación durante una residencia de un mes en Jerusalem, donde supo que sólo se vendía una cantidad miserable de leche a los habitantes a un precio muy elevado, y que era generalmente leche de burra. “Muy claramente”, dijo, “pude ver que la esterilidad de grandes porciones del país se debía a la cesación de la lluvia temprana y tardía, y que la ausencia de hierbas y flores hacía que no fuese más, la tierra que fluye leche y miel” (v. 9).
18-25. pondréis estas mis palabras en vuestro corazón,… y las ataréis—(Véase cap. 6:8). Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro—no como si los judíos hubiesen de ser señores del mundo, sino de todo lugar dentro de la tierra prometida. Les sería cedida, y poseída por ellos, bajo la condición de la obediencia, desde el desierto—la Araba en el sur; Líbano—el límite septentrional; Eufrates—su frontera sobre el este; la concesión de su dominio se extendía hasta estos límites; y el derecho se cumplió bajo Salomón. hasta la mar postrera—el Mediterráneo.
26-32. He aquí yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición—(Véase cap. 27:11).