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Friday, July 18th, 2025
the Week of Proper 10 / Ordinary 15
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Bible Commentaries
El Comentario del Púlpito de la Iglesia Comentario del Púlpito de la Iglesia
Declaración de derechos de autor
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Estos archivos están en dominio público.
Texto cortesÃa de BibleSupport.com. Utilizado con permiso.
Información bibliográfica
Nisbet, James. "Comentario sobre Ezekiel 28". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://studylight.org/commentaries/spa/cpc/ezekiel-28.html. 1876.
Nisbet, James. "Comentario sobre Ezekiel 28". El Comentario del Púlpito de la Iglesia. https://studylight.org/
Whole Bible (23)
VersÃculos 1-26
LA CONDICION DEL ORGULLO
'Un hombre, y no Dios'.
Ezequiel 28:9
I. En el momento de esta profecÃa, Etbaal era rey de Tiro , el representante de la Deidad-Sol fenicia, cuyo nombre llevaba. Como Herodes, fue tentado, en el orgullo de su corazón, a reclamar el honor que pertenece solo a Dios. Se sentó en el trono de Dios, en medio de los mares. No se le negó ninguna piedra preciosa del lecho del océano o de las minas de la tierra. Asà como los querubines cubrieron el arca con las alas extendidas, también cubrió los intereses de Tiro.
ParecÃa estar parado como el bello ideal de la humanidad, en el mismo pavimento de zafiro descrito en Ãxodo ( Ezequiel 24:10 ; Ezequiel 24:17 ). Pero su belleza, de la que era tan consciente, hizo que su corazón se elevara hasta la ruina, y el brillo de su gloria deslumbrara sus ojos, de modo que Dios lo arrojó al suelo como advertencia de las terribles consecuencias del orgullo.
II. En esta maravillosa descripción, se nos recuerda fuertemente a Adán, de pie en su inocencia y belleza nativas en el Edén; y especialmente de Satanás, antes de su caÃda. âDetrás de la figura del Rey de Tiro se levanta la del prÃncipe o dios de este mundo, cuando todavÃa era el hijo no caÃdo de la mañana. La criatura puede ser colocada en las circunstancias más favorables que se puedan imaginar, como, por ejemplo, en el Edén, el jardÃn de Dios, o incluso en el cielo mismo, pero no puede permanecer allà si su corazón se convierte en su propio centro, o se eleva. con orgullo.
No podemos estar de pie ni por un momento a menos que el EspÃritu de Dios more en nosotros. Los registros del mundo están llenos de aquellos que pensaron que podÃan resistir, pero que cayeron porque no habÃan hecho de Dios su fuerza. Pero el Israel de Dios habitará seguro y conocerá al Señor. ¡Oh dÃa bendito, cuando descansaremos para siempre con Dios, conociéndole como somos conocidos!
Ilustración
'Es una parábola histórica. Los reyes de Tiro están personificados primero como un solo individuo, un hombre ideal, uno completo en toda excelencia material, hombrÃa perfecta. Y luego este hombre ideal, el representante de todo lo que habÃa de grandeza y gloria en Tiro, y en quien el espÃritu tirio de auto-júbilo y orgullo aparece en plena floración, es visto irónicamente por el profeta como el tipo de humanidad en su máxima expresión. estados de existencia sobre la tierra.
Todo lo que es mejor y más noble en la historia del pasado lo ve en la imaginación reunirse en este nuevo bello ideal de la humanidad. Fue él quien, en los tiempos primitivos, recorrió los sagrados senderos del paraÃso, utilizó a voluntad sus múltiples tesoros y se deleitó con sus delicias corporales. Fue él quien luego apareció en forma de querubÃn âcomposición ideal de las formas más elevadas de existencia animalâ tipo de humanidad en su estado predestinado de plenitud y gloria últimas; y como tal, se le asignó un lugar entre los sÃmbolos consagrados del santuario de Dios en el monte santo, y la presencia inmediata del AltÃsimo.
Piensas, hombre ideal, la quintaesencia de la grandeza y el orgullo humanos; piensas que las cualidades más divinas de la humanidad y las condiciones más honorables del ser te pertenecen peculiarmente a ti mismo, ya que eres noble por encima de todo y estás solo en tu gloria. Que asà sea. Pero todavÃa eres un hombre, y, como la humanidad misma en sus condiciones más favorecidas, no has sido perfecto ante Dios: te has entregado siervo a la corrupción, por lo tanto, debes ser arrojado de tu excelencia, debes perder tu querubÃn. cercanÃa a Dios, etc.
⦠De modo que el grito que el profeta lanzarÃa a través de esta historia parabólica en los oÃdos de todos es que el hombre en su mejor estado âcon todo lo que el arte o la naturaleza pueden aportarleâ sigue siendo corrupción y vanidad. La carne no puede ganar por sà misma nada que sea real y permanentemente bueno; y cuanto más puede rodearse de las comodidades y los lujos de la vida, tanto más mima el orgullo impÃo de la naturaleza y atrae sobre sà la calamidad y la destrucción.