the Week of Christ the King / Proper 29 / Ordinary 34
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La Biblia de las Americas
Éxodo 9
Quinta plaga: la peste en el ganado
1 Entonces el Señor dijo a Moisés: Ve a Faraón y dile: "Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: ‘Deja ir a mi pueblo para que me sirva(a). 2 ‘Porque si te niegas a dejarlos ir(b) y los sigues deteniendo[a], 3 he aquí, la mano del Señor vendrá[b] con gravísima pestilencia(c) sobre tus ganados que están en el campo: sobre los caballos, sobre los asnos, sobre los camellos, sobre las vacadas y sobre las ovejas. 4 ‘Pero el Señor hará distinción entre los ganados de Israel y los ganados de Egipto(d), y nada perecerá de todo lo que pertenece a los hijos de Israel(e).'" 5 Y el Señor fijó un plazo definido, diciendo: Mañana el Señor hará esto en la tierra. 6 Y el Señor hizo esto al día siguiente, y perecieron todos los ganados de Egipto(f); pero de los ganados de los hijos de Israel, ni un solo animal murió(g). 7 Y Faraón envió a ver, y he aquí, ni un solo animal de los ganados de Israel había perecido. Pero el corazón de Faraón se endureció[c] y no dejó ir al pueblo(h).
Sexta plaga: las úlceras
8 Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de hollín de un horno, y que Moisés lo esparza hacia el cielo en presencia de Faraón; 9 y se convertirá en polvo fino sobre toda la tierra de Egipto, y producirá[d] furúnculos que resultarán en[e] úlceras en los hombres y en los animales, por toda la tierra de Egipto(i). 10 Tomaron, pues, hollín de un horno, y se presentaron[f] delante de Faraón, y Moisés lo arrojó hacia el cielo, y produjo[g] furúnculos que resultaron en[h] úlceras en los hombres y en los animales. 11 Y los magos[i] no podían estar delante de Moisés a causa de los furúnculos, pues los furúnculos estaban tanto en los magos[j] como en todos los egipcios(j). 12 Y el Señor endureció[k] el corazón de Faraón y no los escuchó, tal como el Señor había dicho a Moisés(k).
Séptima plaga: el granizo
13 Entonces dijo el Señor a Moisés: Levántate muy de mañana, y ponte delante de Faraón, y dile: "Así dice el Señor, el Dios de los hebreos: ‘Deja ir a mi pueblo para que me sirva(l). 14 ‘Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre ti[l], sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que sepas que no hay otro como yo en toda la tierra(m). 15 ‘Porque si yo hubiera extendido mi mano y te hubiera herido a ti y a tu pueblo con pestilencia, ya habrías sido cortado de la tierra. 16 ‘Pero en verdad, por esta razón te he permitido permanecer[m]: para mostrarte mi poder(n) y para proclamar mi nombre por toda la tierra. 17 ‘Y todavía te enalteces contra mi pueblo no dejándolos[n] ir. 18 ‘He aquí, mañana como a esta hora, enviaré[o] granizo muy pesado, tal como no ha habido en Egipto desde el día en que fue fundado hasta[p] ahora(o). 19 ‘Ahora pues, manda poner a salvo tus ganados(p) y todo lo que tienes en el campo, porque todo hombre o[q] todo animal que se encuentre en el campo, y no sea traído a la casa, morirá cuando caiga sobre ellos el granizo(q).'" 20 El que de entre los siervos de Faraón tuvo temor de[r] la palabra del Señor(r), hizo poner a salvo a sus siervos y sus ganados en sus[s] casas, 21 pero el que no hizo caso a[t] la palabra del Señor, dejó[u] a sus siervos y sus ganados en el campo.
22 Y el Señor dijo a Moisés: Extiende tu mano hacia el cielo para que caiga[v] granizo(s) en toda la tierra de Egipto, sobre los hombres, sobre los animales y sobre toda planta del campo por toda la tierra de Egipto. 23 Y extendió Moisés su vara hacia el cielo, y el Señor envió[w] truenos[x] y granizo, y cayó fuego sobre la tierra. Y el Señor hizo llover granizo(t) sobre la tierra de Egipto. 24 Y hubo granizo muy intenso, y fuego centelleando continuamente[y] en medio del granizo, muy pesado, tal como no había habido en toda la tierra de Egipto desde que llegó a ser una nación. 25 Y el granizo hirió todo lo que había en el campo por toda la tierra de Egipto, tanto hombres como animales; el granizo hirió también toda planta del campo, y destrozó todos los árboles del campo(u). 26 Sólo en la tierra de Gosén, donde estaban los hijos de Israel, no hubo granizo(v).
27 Entonces Faraón envió llamar a Moisés y Aarón y les dijo(w): Esta vez he pecado; el Señor es el justo(x), y yo y mi pueblo somos los impíos. 28 Rogad al Señor(y), porque ha habido ya suficientes truenos y granizo de parte de Dios; y os dejaré ir y no os quedaréis(z) más aquí. 29 Y Moisés le dijo: Tan pronto como yo salga de la ciudad, extenderé mis manos[z](aa) al Señor; los truenos cesarán, y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Señor(ab). 30 En cuanto a ti y a tus siervos, sé que aún no teméis[aa] al[ab] Señor Dios(ac). 31 (Y el lino y la cebada fueron destruidos[ac], pues la cebada estaba en espiga(ad) y el lino estaba en flor; 32 pero el trigo y el centeno no fueron destruidos[ad], por ser tardíos.) 33 Y salió Moisés de la ciudad, de la presencia de Faraón, y extendió sus manos[ae] al Señor, y los truenos y el granizo cesaron(ae), y no cayó más[af] lluvia sobre la tierra. 34 Pero cuando Faraón vio que la lluvia, el granizo y los truenos habían cesado, pecó otra vez, y endureció[ag] su corazón, tanto él como[ah] sus siervos. 35 Y se endureció[ai] el corazón de Faraón y no dejó ir a los hijos de Israel, tal como el Señor había dicho por medio[aj] de Moisés(af).