the Fourth Week of Advent
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La Biblia de las Americas
San Mateo 15
Discusión con algunos escribas y fariseos
1 (a)Entonces se acercaron* a Jesús algunos escribas y fariseos(b) de Jerusalén, diciendo: 2 ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan(c). 3 Y respondiendo El, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? 4 Porque Dios dijo: "Honra a tu padre y a tu madre(d)," y: "Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera[a](e)." 5 Pero vosotros decís: "Cualquiera que diga a su padre o a su madre: ‘Es ofrenda a Dios todo lo mío con que pudieras ser ayudado', 6 no necesitará más honrar[b] a su padre o a su madre[c]." Y así invalidasteis la palabra[d] de Dios por causa de vuestra tradición. 7 ¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:
8 "Este pueblo con los labios me honra,
pero su corazon esta muy lejos de mi(f).
9 "Mas en vano me rinden culto,
enseñando como doctrinas preceptos de hombres(g)."
Lo que contamina al hombre
10 Y llamando junto a sí a la multitud, les dijo: Oíd y entended: 11 no es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de la boca, eso es lo que contamina(h) al hombre. 12 Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron*: ¿Sabes que los fariseos se escandalizaron[e] cuando oyeron tus palabras[f]? 13 Pero El contestó y dijo: Toda planta que mi Padre celestial no haya plantado, será desarraigada(i). 14 Dejadlos; son ciegos guías de ciegos[g](j). Y si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo(k). 15 Respondiendo Pedro, le dijo: Explícanos la parábola(l). 16 Y El dijo: ¿También vosotros estáis aún faltos de entendimiento? 17 ¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al estómago[h] y luego se elimina[i]? 18 Pero lo que sale de la boca proviene del corazón(m), y eso es lo que contamina al hombre. 19 Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias(n). 20 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.
Jesús sana a la hija de una cananea
21 (o)Saliendo Jesús de allí, se retiró a la región de Tiro y de Sidón(p). 22 Y he aquí, una mujer cananea que había salido de aquella comarca, comenzó a gritar, diciendo: Señor, Hijo de David(q), ten misericordia de mí; mi hija está terriblemente endemoniada(r). 23 Pero El no le respondió palabra. Y acercándose sus discípulos, le rogaban, diciendo: Atiéndela[j], pues viene gritando tras nosotros. 24 Y respondiendo El, dijo: No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel(s). 25 Pero acercándose ella, se postró[k] ante El(t), diciendo: ¡Señor, socórreme! 26 Y El respondió y dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echárselo a los perrillos. 27 Pero ella dijo: Sí, Señor; pero[l] también los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. 28 Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Oh mujer, grande es tu fe(u); que te suceda como deseas. Y su hija quedó sana desde aquel momento[m].
Jesús sana a muchos junto al mar de Galilea
29 (v)Y pasando Jesús de allí, vino junto al mar de Galilea(w), y subiendo al monte, se sentó allí. 30 Y vinieron a El grandes multitudes trayendo consigo cojos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos y los pusieron a sus pies y El los sanó(x); 31 de modo que la muchedumbre se maravilló al ver que los mudos hablaban, los lisiados quedaban restaurados[n], los cojos caminaban y los ciegos veían; y glorificaron al Dios de Israel(y).
Alimentación de los cuatro mil
32 (z)Entonces Jesús, llamando junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud(aa), porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino. 33 Y los discípulos le dijeron*: ¿Dónde conseguiríamos nosotros en el desierto tantos panes para saciar a una multitud tan grande? 34 Jesús entonces les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Y ellos respondieron: Siete, y unos pocos pececillos. 35 Y El mandó a la multitud que se recostara en el suelo; 36 y tomó los siete panes y los peces; y después de dar gracias(ab), los partió y empezó a darlos a los discípulos, y los discípulos a las multitudes. 37 Y comieron todos y se saciaron; y recogieron de lo que sobró de los pedazos, siete canastas llenas(ac). 38 Los que comieron fueron cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños. 39 Y después de despedir a la muchedumbre, subió a la barca(ad) y fue a la región de Magadán[o](ae).