the Fourth Week of Advent
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La Biblia de las Americas
San Marcos 6
Jesús enseña en Nazaret
1 (a)El se marchó de allí y llegó* a su pueblo(b); y sus discípulos le siguieron*. 2 Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga(c); y muchos que le escuchaban se asombraban(d), diciendo: ¿Dónde obtuvo éste tales[a] cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros[b] que hace con sus manos? 3 ¿No es éste el carpintero, el hijo de María, y hermano(e) de Jacobo[c], José, Judas y Simón(f)? ¿No están sus hermanas(g) aquí con nosotros? Y se escandalizaban a causa de El(h). 4 Y Jesús les dijo: No hay profeta sin honra sino en su propia tierra(i), y entre sus parientes, y en su casa(j). 5 Y no pudo hacer allí ningún milagro[d]; sólo sanó a unos pocos enfermos sobre los cuales puso sus manos(k). 6 Y estaba maravillado de la incredulidad de ellos.
Y recorría las aldeas de alrededor enseñando(l).
Jesús envía a los doce
7 (m)Entonces llamó* a los doce(n) y comenzó a enviarlos de dos en dos(o), dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos; 8 y les ordenó que no llevaran nada para el camino(p), sino sólo un bordón; ni pan, ni alforja[e], ni dinero en el cinto; 9 sino calzados con sandalias. No llevéis dos túnicas[f] 10 —les dijo— y dondequiera que entréis en una casa, quedaos allí hasta que salgáis de la población[g]. 11 Y en cualquier lugar que no os reciban ni os escuchen, al salir de allí, sacudid el polvo de la planta[h] de vuestros pies(q) en testimonio contra ellos. 12 Y saliendo, predicaban[i](r) que todos se arrepintieran. 13 Y echaban fuera muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los sanaban(s).
Muerte de Juan el Bautista
14 (t)El rey Herodes se enteró[j] de esto, pues el nombre de Jesús[k] se había hecho célebre, y la gente decía: Juan el Bautista(u) ha resucitado de entre los muertos, por eso es que estos poderes milagrosos actúan en él. 15 Pero otros decían: Es Elías. Y decían otros: Es un profeta, como uno de los profetas antiguos(v). 16 Y al oír esto Herodes, decía: Juan, a quien yo decapité, ha resucitado. 17 Porque Herodes mismo había enviado a prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe(w), pues Herodes se había casado con ella. 18 Porque Juan le decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano(x). 19 Y Herodías(y) le tenía rencor y deseaba matarlo, pero no podía, 20 porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo(z), y lo mantenía protegido. Y cuando le oía se quedaba muy perplejo, pero le gustaba escucharlo[l]. 21 Pero llegó un día oportuno, cuando Herodes, siendo su cumpleaños, ofreció un banquete(aa) a sus nobles y comandantes[m] y a los principales de Galilea(ab); 22 y cuando la hija misma de Herodías(ac) entró y danzó, agradó a Herodes y a los que se sentaban[n] a la mesa con él; y el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré. 23 Y le juró: Te daré lo que me pidas, hasta la mitad de mi reino(ad). 24 Ella salió y dijo a su madre: ¿Qué pediré? Y ella le respondió: La cabeza de Juan el Bautista. 25 Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición[o], diciendo: Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja. 26 Y aunque el rey se puso muy triste, sin embargo a causa de sus juramentos y de los que se sentaban[p] con él a la mesa, no quiso desairarla. 27 Y al instante el rey envió a un verdugo y le ordenó que trajera la cabeza de Juan[q]. Y él fue y lo decapitó en la cárcel, 28 y trajo su cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29 Cuando sus discípulos oyeron esto, fueron y se llevaron el cuerpo y le dieron sepultura[r].
Alimentación de los cinco mil
30 Los apóstoles(ae) se reunieron* con Jesús, y le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado(af). 31 Y El les dijo*: Venid, apartaos de los demás a un lugar solitario y descansad un poco. (Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer(ag).) 32 (ah)Y se fueron en la barca a un lugar solitario, apartado(ai). 33 Pero la gente los vio partir, y muchos los reconocieron y juntos corrieron allá a pie de todas las ciudades, y llegaron antes que ellos. 34 Al desembarcar[s], El vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor(aj); y comenzó a enseñarles muchas cosas. 35 Y cuando era ya muy tarde, sus discípulos se le acercaron, diciendo: El lugar está desierto y ya es muy tarde; 36 despídelos para que vayan a los campos y aldeas de alrededor, y se compren algo de comer[t]. 37 Pero respondiendo El, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y ellos le dijeron*: ¿Quieres que vayamos y compremos doscientos denarios[u](ak) de pan y les demos de comer(al)? 38 Y El les dijo*: ¿Cuántos panes tenéis? Id y ved. Y cuando se cercioraron le dijeron*: Cinco, y dos peces. 39 Y les mandó que todos se recostaran por grupos sobre la hierba verde. 40 Y se recostaron por grupos de cien y de cincuenta. 41 Entonces El tomó los cinco panes y los dos peces, y levantando los ojos al cielo, los bendijo, y partió los panes y los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran[v](am); también repartió los dos peces entre todos. 42 Todos comieron y se saciaron. 43 Y recogieron doce cestas llenas de los pedazos(an), y también de los peces. 44 Los que comieron los panes eran cinco mil hombres(ao).
Jesús anda sobre el mar
45 (ap)Enseguida hizo que sus discípulos subieran a la barca(aq) y fueran delante de El al otro lado, a Betsaida(ar), mientras El despedía a la multitud. 46 Y después de despedirse de ellos(as), se fue al monte a orar(at). 47 Al anochecer, la barca estaba en medio del mar, y El estaba solo en tierra. 48 Y al verlos remar fatigados, porque el viento les era contrario, como a la cuarta vigilia[w] de la noche(au), fue* hacia ellos andando sobre el mar, y quería pasarles de largo. 49 Pero cuando ellos le vieron andando sobre el mar, pensaron que era un fantasma y se pusieron a gritar; 50 porque todos le vieron y se turbaron. Pero enseguida El habló con ellos y les dijo*: ¡Tened ánimo(av); soy yo, no temáis(aw)! 51 Y subió con ellos a la barca(ax), y el viento se calmó; y ellos estaban asombrados en gran manera, 52 porque no habían entendido lo de[x] los panes, sino que su mente estaba embotada[y](ay).
Jesús en Genesaret
53 (az)Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret, y atracaron. 54 Cuando salieron de la barca, enseguida la gente reconoció a Jesús[z], 55 y recorrieron apresuradamente toda aquella comarca, y comenzaron a traer a los enfermos en sus camillas adonde oían decir que El estaba. 56 Y dondequiera que El entraba en aldeas, ciudades o campos, ponían a los enfermos en las plazas, y le rogaban que les permitiera tocar(ba) siquiera el borde de su manto(bb); y todos los que lo tocaban quedaban curados[aa].