the Fourth Week of Advent
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La Biblia de las Americas
Ezequiel 9
Visión de la matanza de los culpables
1 Entonces gritó a mis oídos con gran voz, diciendo(a): Acercaos, verdugos de la ciudad, cada uno con su arma destructora en la mano. 2 Y he aquí, seis hombres venían por el camino de la puerta superior que mira al norte, cada uno con su arma destructora en la mano; y entre ellos había un hombre vestido de lino(b) con una cartera[a] de escribano a la cintura[b]. Y entraron y se pusieron junto al altar de bronce.
3 Entonces la gloria del Dios de Israel subió del querubín sobre el cual había estado, hacia el umbral del templo[c](c). Y llamó al hombre vestido de lino que tenía la cartera de escribano a la cintura; 4 y el Señor le dijo: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y pon una señal en la frente de los hombres(d) que gimen y se lamentan por todas las abominaciones que se cometen en medio de ella(e). 5 Pero a los otros dijo, y yo lo oí[d]: Pasad por la ciudad en pos de él y herid; no tenga piedad vuestro ojo, no perdonéis. 6 Matad a viejos, jóvenes, doncellas(f), niños y mujeres hasta el exterminio, pero no toquéis a ninguno sobre quien esté la señal(g). Comenzaréis por mi santuario(h). Comenzaron, pues, con los ancianos que estaban delante del templo[e]. 7 Entonces les dijo: Profanad el templo[f] y llenad de muertos los atrios(i). ¡Salid! Y salieron, y fueron hiriendo por la ciudad. 8 Y sucedió que mientras herían, quedé yo solo y caí sobre mi rostro(j); clamé y dije: ¡Ah, Señor Dios[g]! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando[h] tu furor sobre Jerusalén(k)? 9 Entonces me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande en extremo, la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversión(l); porque dicen: "El Señor ha abandonado la tierra, el Señor nada ve(m)." 10 Mas en cuanto a mí, tampoco mi ojo tendrá piedad, ni yo perdonaré(n), sino que haré recaer su conducta sobre sus cabezas(o).
11 Y he aquí, el hombre vestido de lino que tenía la cartera a la cintura, trajo un informe[i], diciendo: He hecho tal como me ordenaste.