the Fourth Week of Advent
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La Biblia de las Americas
2 Samuel 18
Derrota y muerte de Absalón
1 David contó[a] el pueblo que estaba con él, y puso sobre ellos comandantes de mil y comandantes de cien(a). 2 Y envió David al pueblo: una tercera parte bajo el mando[b](b) de Joab, una tercera parte bajo el mando[c] de Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte bajo el mando[d] de Itai geteo(c). Y el rey dijo al pueblo: Ciertamente yo también saldré con vosotros. 3 Pero el pueblo dijo: No debes salir(d); porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros; aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros. Pero tú vales por diez mil de[e] nosotros; ahora pues, será mejor que tú estés listo para ayudarnos desde la ciudad. 4 Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que os parezca mejor[f]. Y el rey se puso junto a la puerta(e), y todo el pueblo salió por centenares y por millares. 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Por amor a mí tratad bien al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando el rey mandó a todos los comandantes acerca de Absalón(f).
6 El pueblo salió al campo al encuentro de Israel, y se entabló la batalla en el bosque de Efraín(g). 7 Allí fue derrotado[g] el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: veinte mil hombres. 8 La[h] batalla se extendió por toda aquella región[i], y el bosque devoró más gente aquel día que la que devoró la espada.
9 Y Absalón se encontró con los siervos de David; y Absalón iba montado en su mulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabeza(h) a Absalón en la encina, y quedó colgado[j] entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo. 10 Cuando uno de los hombres vio esto, avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina. 11 Joab dijo al hombre que le había avisado: He aquí, tú lo viste, ¿por qué no lo heriste allí derribándolo a tierra? Yo te hubiera dado diez piezas de plata y un cinturón. 12 Respondió el hombre a Joab: Aunque yo recibiera mil piezas de plata en la mano[k], no extendería la mano contra el hijo del rey; porque ante nuestros oídos el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: "Protegedme[l] al joven Absalón(i)." 13 De otro modo, si yo hubiera hecho traición contra su vida (y no hay nada oculto al rey(j)), tú mismo te hubieras mostrado indiferente[m]. 14 Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo[n] aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano[o], los clavó en el corazón de Absalón(k) mientras todavía estaba vivo en medio[p] de la encina. 15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron.
16 Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo regresó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo(l). 17 Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda[q] en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras(m). Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda(n). 18 En vida, Absalón(o) había tomado y erigido para sí una columna que está en el Valle del Rey(p), pues se había dicho: No tengo hijo para perpetuar[r] mi nombre(q). Y llamó la columna por su propio nombre, y hasta hoy día se llama Monumento de Absalón.
19 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, dijo: Te ruego que me dejes correr y llevar las noticias al rey(r) de que el Señor lo ha liberado[s] de la mano de sus enemigos(s). 20 Pero Joab le dijo: Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias, las llevarás otro día; no llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto. 21 Entonces Joab dijo al cusita[t]: Ve, anuncia al rey lo que has visto. Y el cusita[u] se inclinó ante Joab, y corrió. 22 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Pase lo que pase(t), te ruego que me dejes correr tras el cusita. Y Joab dijo: ¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir? 23 Pero él dijo: Pase lo que pase, correré. Entonces le dijo: Corre. Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al cusita.
24 David estaba sentado entre las dos puertas(u); y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y he aquí, un hombre que corría solo(v). 25 Y el atalaya llamó y avisó al rey. Y el rey dijo: Si viene solo hay buenas noticias en su boca. Mientras se acercaba más y más, 26 el atalaya vio a otro hombre corriendo; y el atalaya dio voces al portero, y dijo: He aquí, otro hombre corriendo solo. Y el rey dijo: Este también trae buenas noticias. 27 Y el atalaya dijo: Creo[v] que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc(w). Y el rey dijo: Este es un buen hombre y viene con buenas noticias(x).
28 Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: Todo está bien[w]. Se postró rostro en tierra delante del rey(y), y dijo: Bendito es el Señor tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos(z) contra mi señor el rey. 29 Y el rey dijo: ¿Le va bien al joven(aa) Absalón? Y Ahimaas respondió: Cuando Joab envió al siervo del rey y a tu siervo, vi un gran tumulto, pero no supe qué era(ab). 30 Entonces el rey dijo: Ponte a un lado y quédate aquí. Y él se puso a un lado, y se quedó allí.
31 Y he aquí, llegó el cusita, y dijo[x]: Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el Señor te ha librado[y] hoy de la mano de todos aquellos que se levantaron contra ti(ac). 32 Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón(ad)? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal(ae). 33 [z]Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: ¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón(af)! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío(ag)!